gomez informe final fbdm
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FUNDACIÓN BOLIVIANA PARA LA DEMOCRACIA MULTIPARTIDARIA
Investigación Diagnóstica sobre los Partidos Políticos con Representación Parlamentaria
en Bolivia (2003)
Informe final
Centro Interdisciplinario Boliviano para los Estudios en Comunicación (CIBEC)
• Jimena Costa Benavides (Coordinadora)
• Erick Torrico Villanueva
• Antonio Gómez Mallea
• Bernardo Poma Ulo
• Karina Herrera Miller
La Paz - diciembre de 2003
2
CONTENIDO
Página
INTRODUCCIÓN
I. Antecedentes. La necesidad y oportunidad de la Investigación Diagnóstica sobre los Partidos Políticos en Bolivia
13
II. Objetivos y alcances de la investigación 16
1. Objetivo general 16
2. Objetivos particulares 16
III. Métodos y técnicas empleados en la investigación 18
IV. El equipo investigador 20
V. La estructura del informe 20
EL SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS. ESTRUCTURACIÓN, FUNCIONAMIENTO Y GRADO DE INSTITUCIONALIZACIÓN
I. El marco de actuación de los partidos políticos. Contexto general de la democracia boliviana
22
1. Los partidos como articuladores y mediadores entre sociedad y Estado 23
2. Los partidos como organizaciones complejas 25
3. El establecimiento de la democracia y la función de mediación política
26
4. Democracia a la boliviana: “democracia pactada” 28
5. La legalización de la existencia y las funciones partidarias 29
6. Los gobiernos democráticos: 1982-2003 30
3
6.1. Frente de Unidad Democrática y Popular-FUDP (1982-1985) 30
6.2. Pacto por la Democracia (1985-1989) 33
6.3. Acuerdo Patriótico (1989-1993) 35
6.4. Pacto por la Gobernabilidad y Pacto por el Cambio, coalición MNR-MRTKL con UCS y MBL (1993-1997)
36
6.5. Pacto por Bolivia ADN, MIR y otros (1997-2002) 38
6.6.Gobierno de Responsabilidad Nacional MNR-MIR y NFR (2002-2003)
39
7. Tendencias en el voto de los bolivianos 42
II. El marco normativo. La Ley de Partidos Políticos 51
1. Análisis crítico de la aplicación directa 51
1.1. La importancia de la Ley Electoral de 1991 52
1.2. La Ley de Partidos Políticos vigente y su contenido. Una ley burocrática y orgánica antes que de vinculación con los ciudadanos
54
1.2.1. Las disposiciones generales de la Ley de Partidos 58
1.2.2. Organización y funcionamiento de los partidos políticos 59
1.2.3. Fusiones y alianzas 61
1.2.4. Relaciones con el Estado y la sociedad 62
1.2.4.1. Un sistema estatal, excluyente y cerrado 62
1.2.4.2. Una limitada relación con la sociedad 63
1.2.5. Disposiciones transitorias y personalidad jurídica 64
2. Análisis de derecho comparado. Un movimiento internacional liberal de institucionalización y modernización
66
3. Análisis crítico jurídico-doctrinal 68
3.1. Tiempos de transmisión en medios de comunicación 69
4
3.2 Asignación tiempo/reparto de recursos 69
3.3. Justicia frente a la libertad de expresión 70
3.4. Revelación pública de las donaciones políticas 71
3.5. Vacíos en la ley 72
3.6. Regulación de campaña por grupos de interés 74
III. Constitución y organización de los partidos políticos 76
1. El sistema de partidos políticos y sus componentes 76
1.1. Características generales 76
1.2. Los componentes del sistema de partidos 80
2. La organización de los partidos políticos 85
2.1. Una estructura organizativa predefinida 85
2.2. Partidos en situación de adecuación 87
2.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 88
2.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
90
2.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 93
2.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 95
2.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 96
2.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 98
2.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 99
2.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 100
2.2.9. Partido Socialista (PS) 101
3. La ideología de los partidos políticos 102
3.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 107
5
3.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
111
3.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 115
3.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 117
3.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 120
3.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 122
3.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 124
3.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 125
3.9. Partido Socialista (PS) 128
4. Los planes de gobierno 2002 129
4.1. Planes de los partidos programáticos 130
4.1.1. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento Bolivia Libre (MBL). Plan de emergencia
130
4.1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR). Bolivia para los bolivianos
131
4.1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN). La fuerza de la gente
132
4.1.4. Nueva Fuerza Republicana (NFR). Manfred – Ivo Cambio Positivo
133
4.1.5. Unidad Cívica Solidaridad (UCS). Pacto con Bolivia 135
4.2. Planes de los partidos doctrinarios 136
4.2.1. Movimiento al Socialismo (MAS). Territorio, soberanía y vida
136
4.2.2. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP). Plan Pachakuti. La oferta que podemos cumplir
137
4.2.3. Partido Socialista (PS). La Bolivia que tenemos y la Bolivia que queremos
139
6
IV. Funcionamiento de los partidos políticos 140
1. El funcionamiento interno. Aplicación interna del juego democrático 140
1.1. Jerarquías, dirigencias y toma de decisiones 141
1.1.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 141
1.1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
142
1.1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 143
1.1.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 144
1.1.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 145
1.1.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 146
1.1.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 147
1.1.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 147
1.1.9. Partido Socialista (PS) 148
1.2. Modalidades de reclutamiento 149
1.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 149
1.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
150
1.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 150
1.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 151
1.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 151
1.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 152
1.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 152
1.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 152
1.2.9. Partido Socialista (PS) 153
1.3. Participación de sectores marginados 153
7
1.3.1. Participación de mujeres en la estructura partidaria 153
1.3.1.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 158
1.3.1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
158
1.3.1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 159
1.3.1.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 159
1.3.1.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 160
1.3.1.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 160
1.3.1.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 160
1.3.1.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 160
1.3.1.9. Partido Socialista (PS) 161
1.3.2. La participación de jóvenes en la estructura partidaria 161
1.3.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 161
1.3.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
161
1.3.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 162
1.3.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 162
1.3.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 162
1.3.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 163
1.3.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 163
1.3.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 163
1.3.2.9. Partido Socialista (PS) 163
1.4. Procesos de formación y promoción de cuadros 163
1.4.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 164
8
1.4.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
165
1.4.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 165
1.4.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 166
1.4.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 166
1.4.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 166
1.4.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 167
1.4.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 167
1.4.9. Partido Socialista (PS) 167
2. Relaciones con la sociedad civil. La educación para la democracia 168
3. Las relaciones interpartidarias 170
3.1. Relaciones en el plano nacional 172
3.2. Relaciones en el plano internacional 173
3.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 173
3.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
174
3.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 174
3.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 175
3.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 175
3.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 175
3.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 176
3.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 176
3.2.9. Partido Socialista (PS) 176
V. El estado de institucionalización del sistema de partidos. Resultados preliminares
176
9
1. La democratización interna 176
1.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 176
1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
177
1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 178
1.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 179
1.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 180
1.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 180
1.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 180
1.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 181
2. El accionar de los partidos en la institucionalidad democrática 181
2.1. Transformaciones en el escenario político y en el sistema político-partidario
183
2.2. La representación política y el mandato representativo 184
2.3. La actuación legislativa 186
2.4. Comparación de resultados con la legislatura anterior 190
3. El cumplimiento de la Ley de Partidos 192
3.1. En cuanto a la institucionalización de la ley como elemento regulador del sistema político
193
3.2. En cuanto al relacionamiento de los partidos con la ciudadanía 194
3.3. En cuanto al manejo de recursos estatales por los partidos 194
3.4. En cuanto a la aplicación de las reglas del juego democrático 195
LA PERCEPCIÓN SOBRE EL SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS
VI. La percepción ciudadana sobre los partidos políticos 197
1. Percepción ciudadana, opinión política y encuestas 197
10
2. Las encuestas de opinión política en Bolivia 198
3. Datos de encuestas sobre democracia, gobierno y partidos 200
4. Evaluación de los “estados”, las “corrientes”, las “tendencias” y los “climas”
208
VII. Percepción mediática acerca de los partidos políticos en Bolivia 211
1. La percepción mediática acerca de la política 211
2. El procedimiento 214
3. Percepción mediática y partidos políticos 217
3.1. El sistema político y la democracia 218
3.2. Las elecciones: la formalidad vs. el contenido democrático 220
3.3. Crisis política y partidos políticos en crisis 222
3.4. El comportamiento y las prácticas tradicionales 224
3.5. Las exclusiones y las aperturas 227
3.6. La devaluada credibilidad 229
3.7. Fracturas de la imagen pública de los partidos políticos 233
3.8. Proyecciones 234
4. Conclusión 236
VIII.
Análisis de la posicionalidad de los partidos políticos 237
1. Mapas de posicionalidad de acuerdo a la relación liderazgo-cambio 237
2. Mapas de posicionalidad ideológica 243
3. Mapas de posicionalidad estructura interna-liderazgo/propuesta ideológica
251
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
I. La imagen del sistema de partidos 254
11
II. Las tareas pendientes 256
III. Situación general del sistema de partidos políticos en Bolivia 260
1. Institucionalización y democracia interna en los partidos, para recuperar posicionalidad ante los grupos corporativos
261
2. Relaciones de los partidos con el poder político, necesidad de un cambio ideológico
263
3. Relaciones de los partidos con la sociedad, recuperar utopías y abandonar clientelas
264
4. El fin de la democracia pactada, el inicio de la política del compromiso 264
5. Algunas conclusiones respecto de los casos específicos 265
5.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) 265
5.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
267
5.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN) 267
5.4. Movimiento al Socialismo (MAS) 268
5.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR) 269
5.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) 270
5.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL) 271
5.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) 271
IV. Los escenarios de mediano plazo 272
1. El gobierno y la reforma política 274
2. Primer escenario: El desorden y probabilidad de retroceso autoritario 275
3. Segundo escenario: Avances parciales 276
4. Tercer escenario: La democracia remozada 277
BIBLIOGRAFÍA
12
I. Textos de referencia 279
II. Revistas 285
III. Fuentes 285
IV. Documentos partidarios 291
ANEXOS
1. Los dirigentes políticos entrevistados 294
2. Los analistas políticos entrevistados 300
3. Guía temática para entrevistas a miembros de partidos 301
4. Guía básica de entrevista para analistas 303
5. Cuadro para el análisis de la percepción mediática acerca de los partidos políticos en Bolivia
6. Cuadro para el análisis de la percepción mediática acerca de los partidos políticos en Bolivia
304
13
INTRODUCCIÓN
I. Antecedentes. La necesidad y oportunidad de la Investigación Diagnóstica
sobre los Partidos Políticos en Bolivia
A convocatoria de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria
(fBDM), el Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación (CIBEC),
asociación civil fundada en 1996 para contribuir a la democracia con desarrollo mediante la
investigación, la capacitación, la documentación y la divulgación de los procesos sociales
comunicacionales y otros relacionados, efectuó entre el 22 de julio y el 3 de octubre de
2003 la INVESTIGACIÓN DIAGNÓSTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
BOLIVIANOS CON REPRESENTACIÓN PARLAMENTARIA en el marco de los
términos de referencia establecidos por la fBDM.
Es evidente, hasta ahora, que el sistema democrático se ha convertido en el
horizonte común de los principales actores —políticos, económicos y sociales— de la vida
nacional desde 1982, año en que fue establecido tras un largo y casi ininterrumpido período
de gobiernos de facto (1964-82) que prosiguieron a la revolución nacionalista
modernizadora de 1952.
A 21 años de su instalación, sin embargo, se han hecho manifiestas y cada vez con
mayor crudeza las insuficiencias y limitaciones de la manera en que este sistema ha sido
puesto en operación para posibilitar, por una parte, la expresión y participación plurales en
la gestión de demandas y la toma de decisiones, y por otra, para definir y apuntalar un
proyecto consensuado que involucre al conjunto de la sociedad boliviana y permita trabajar
en soluciones factibles para los acuciantes problemas de pobreza, desocupación, exclusión
y dependencia del ahorro externo.
14
La debilidad institucional, el descrédito de la política y sus agentes, la baja o nula
representación partidaria de los sectores sociales, la corrupción descontrolada, las prácticas
políticas perversas (patrimonialismo, clientelismo, prebendalismo, nepotismo, caudillismo)
y la ineficiencia estatal, entre otras causas, están generando una visible pérdida de autoridad
que incrementa los niveles de deslegitimación largamente acumulados. Las explosiones
sociales de abril de 2000 y febrero de 2003, las crecientes protestas sociales y la propia
importante renovación que se dio en la composición étnica del Congreso Nacional tras las
elecciones generales de 20021, son indicios de que la necesidad ciudadana de participación
y de respuestas está a punto de convertirse en una exigencia inaplazable que, además, puede
transitar por caminos extra-institucionales e incluso poner en grave riesgo la propia
continuidad democrática. Las recientes movilizaciones de diversos sectores sociales que
están encontrando en el rechazo a la exportación del gas natural una temática articuladora
de sus diversos intereses y demandas es otro indicador de tal situación.
Hasta la fecha, de todos modos, los principales actores políticos —representados por
las organizaciones partidarias que tienen presencia en el Parlamento— no terminan de
asumir los retos de avanzar en la reforma política e institucional que se muestra
indispensable para afrontar las diferentes dimensiones de la crisis democrática que vive hoy
Bolivia y compromete su futuro de corto, mediano y largo plazo.
La citada incorporación al Congreso de una significativa representación campesino-
indígena y de un gran número de nuevas figuras parlamentarias no ha supuesto, en los
hechos, ninguna modificación en los modos tradicionales de ejercer la representación
ciudadana y llevar adelante las relaciones entre oficialismo y oposición, como tampoco ha
creado las condiciones para la construcción de consensos programáticos que superen las
estrecheces coyunturales de la llamada “democracia pactada”, cuyo agotamiento se muestra
ya como una realidad en sus niveles de conformación y gestión de gobierno.
1 Dos datos son expresivos de esto: de los 157 parlamentarios el 78% fue cambiado y el 33% de los nuevos congresales son campesinos o indígenas (de los que el 63% pertenecen a los opositores MAS y MIP).
15
Después de los acontecimientos de octubre de 2003, que forzaron la renuncia del
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su sucesión por el vicepresidente Carlos D. Mesa
Gisbert, autoridades y analistas concluyen en que la democracia boliviana no sólo está “en
emergencia”, sino que se encuentra en un gravísimo estado de deterioro que podría tener
dos salidas: una reconfiguración del espectro político con el reemplazo de la “democracia
pactada” por una “democracia participativa” o bien aprestos orientados a interrumpir el
proceso democrático e instaurar un régimen de fuerza.2
En el mediano plazo y más allá de los partidos considerados tradicionales,
caracterizados por una ineptitud inercial, las otras organizaciones políticas tampoco dan
señales de estar entendiendo cabalmente la magnitud de las dificultades y amenazas
presentes ni de estar preparadas para reconducir y afianzar la índole y el curso de los
hechos.
Por ello la voluntad de la fBDM para examinar la situación, desempeño y
posibilidades de los partidos políticos con representación parlamentaria —pilares del
sistema democrático y, por esa vía, de un proyecto nacional con desarrollo y equidad—
adquiere oportunidad y pertinencia. La información recogida, procesada y sistematizada por
el CIBEC, así como las conclusiones planteadas y la construcción de probables escenarios,
aportan un conjunto de insumos para la reflexión y sobre todo para una probable acción
reconducente.
2 La posibilidad y necesidad de la transición hacia una democracia participativa fue formulada, por ejemplo, por el mismo presidente Mesa Gisbert en su discurso en ocasión del Premio Nacional de Periodismo 2003 (Auditorio de la Asociación de Periodistas de La Paz, 7 de diciembre de 2003).
16
II. Objetivos y alcances de la investigación
En concordancia con los términos de referencia planteados por la fBDM la
investigación fue ejecutada en función de los siguientes objetivos:
1. Objetivo general
Efectuar un diagnóstico sobre el sistema boliviano de partidos políticos con
representación parlamentaria3 con información precisa, exhaustiva y documentada, respecto
a las siguientes dimensiones: ejercicio del poder político; la estructura organizacional y de
relaciones con la sociedad; fuerzas, intereses, postura ideológica —misión y visión del
partido—; relaciones al interior del sistema de partidos (“democracia pactada”); prácticas y
comportamientos; características generales de liderazgo, discurso y democratización
interna.4
2. Objetivos particulares
• Inscribir a los partidos políticos bolivianos con representación parlamentaria en un
cuadro conceptual que articule democracia, sistema de partidos, funciones de los partidos,
representación y democratización interna.
• Contextualizar a los actuales partidos políticos bolivianos con representación
parlamentaria en el marco mayor del proceso democrático desde 1982.
• Elaborar la cartografía política general del sistema de partidos con representación
parlamentaria desde las elecciones generales de 1985 hasta las de 2002.
3 Se trata del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), el Movimiento al Socialismo (MAS), la Nueva Fuerza Republicana (NFR), la Unidad Cívica Solidaridad (UCS), el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP), la Acción Democrática Nacionalista (ADN), el Movimiento Bolivia Libre (MBL) y el Partido Socialista (PS). 4 Se ha reunido los trabajos de P. Birnbaum (1975), P. Bourdieu (1977), P. Braud (1985) y J. Lagrove (1985), para establecer los dominios propuestos para el análisis del fenómeno político.
17
• Describir los principios, la estructura orgánica, los documentos definitorios, los
procedimientos internos y las formas de reclutamiento de los partidos, además de las
características de los procesos de democratización interna a partir de la promulgación de la
Ley de Partidos Políticos y en relación a ella.
• Establecer las características de la función de educación democrática y formación de
cuadros, así como las características y prácticas de relación internas (dirigentes-militantes)
y los mecanismos de movilidad “de abajo hacia arriba” de los cuadros.
• Establecer la concepción de democracia y la aplicación práctica de la misma en la
estructura interna.
• Determinar la ausencia/existencia de reglamentaciones o cuotas de participación
política de mujeres, jóvenes e indígenas en la estructura y el proceso interno de decisiones
para medir el grado de tolerancia y filtros a la discriminación/exclusión en los mecanismos
de participación institucionalizados.
• Caracterizar y comparar las visiones ideológicas y programáticas de los partidos
políticos bolivianos con representación parlamentaria.
• Elaborar mapas políticos de posicionalidad y posicionamiento de cada uno de los
partidos con representación parlamentaria en el ámbito político nacional, a partir del
análisis de: las características de liderazgo, el discurso político, el grado de
institucionalización interna, y la postura ideológica.
• Evaluar la sujeción de las organizaciones partidarias con representación
parlamentaria a las disposiciones de la Ley de Partidos Políticos.
• Establecer las relaciones, los nexos o mecanismos de interacción que mantienen los
partidos políticos bolivianos con sus similares en el contexto nacional o internacional.
• Evaluar la acción legislativa de los parlamentarios de los nueve partidos para
determinar: avances y limitaciones, obstáculos a la participación, resultados de gestión,
18
eficiencia, trabajo en directivas, comisiones, brigadas y bancadas y las formas en que cada
partido ejecuta la representación ciudadana.
• Establecer y analizar comparativamente las tendencias de la percepción ciudadana y
la mediática sobre los partidos políticos bolivianos con representación parlamentaria.
• Construir los escenarios prospectivos probables para los partidos políticos y el
sistema democrático en función de los retrocesos o avances que se produzcan a mediano
plazo en materia de reforma política.
• Elaborar un cuadro de recomendaciones con temáticas generales y específicas por
abordar, tanto en el contexto general de la problemática de la democracia y el sistema
político-partidario en Bolivia como en el específico referido a las debilidades y falencias de
cada uno de los partidos políticos estudiados.
III. Métodos y técnicas empleados en la investigación
En términos metodológicos, para la realización del diagnóstico se partió de la
concepción del conjunto de partidos políticos bolivianos con representación parlamentaria
como parte de un sistema constructivo (Easton), compuesto básicamente por:
• una comunidad (los miembros del sistema),
• un régimen (las reglas de juego o normas) y
• autoridades (los que desempeñan el papel de conducción).
En tanto que componentes de un sistema, se consideró que los partidos políticos
desarrollan cinco actividades esenciales:
• Formulación de exigencias diversas.
• Conversión de estas exigencias a través de la legislación o la costumbre.
• Toma de decisiones.
19
• Ejecución de las mismas por medios administrativos u otros.
• Mantenimiento del sistema y de los medios para reforzarlo.
Con base en los objetivos expuestos, las dimensiones de análisis del desempeño de
los partidos políticos fueron las siguientes: 1) ejercicio de poder político, 2) estructura
organizacional y de relaciones con la sociedad, 3) fuerzas, intereses y postura ideológica
(misión y visión de la organización), 4) relaciones al interior del sistema de partidos, 5)
prácticas y comportamientos, y 6) características generales de liderazgo y discurso.
El proceso de recolección de información estuvo fundado en la aplicación de las
siguientes técnicas investigativas:
• Análisis documental. Empleado en el estudio de documentos partidarios y
bibliografía pertinente.
• Entrevistas estructuradas a cuatro tipos de informantes: por una parte, dirigentes
altos, dirigentes medios y militantes de los nueve partidos políticos con
representación parlamentaria, y por otra, a analistas políticos.5
• Análisis focalizado de la información relativa a democracia y partidos políticos de
las principales encuestas de opinión política realizadas desde 1990.6
• Análisis de la ideología de los partidos a partir de su discurso en sus declaraciones
de principios, estatutos, programas de gobierno y documentos partidarios.
• Análisis de discurso de las notas informativas y editoriales publicadas por los
principales diarios nacionales entre enero de 2002 y julio de 2003.7
5 Véase las nóminas y los cuestionarios correspondientes en anexos. 6 Las encuestas examinadas están señaladas en el punto VI de este informe. 7 El conjunto de artículos y noticias están consignados en el anexo 5.
20
IV. El equipo investigador
El trabajo fue desarrollado bajo la coordinación general de la politóloga Jimena
Costa Benavides, licenciada en Ciencias Políticas, especialista en Gerencia Política,
magíster en Ciencias Sociales y en Gestión y Políticas Públicas y candidata al doctorado en
Estudios Culturales Latinoamericanos.
Los cuatro investigadores del grupo fueron Erick Torrico Villanueva, licenciado en
Ciencias de la Comunicación, diplomado en Gobernabilidad y Desarrollo Humano,
magíster en Ciencias Sociales y candidato al doctorado en Sociedad de la Información y el
Conocimiento; Antonio Gómez Mallea, licenciado en Ciencias de la Comunicación,
magíster en Problemas Económicos y Políticos Contemporáneos y candidato al doctorado
en Derecho a la Comunicación; Bernardo Poma Ulo, licenciado en Ciencias de la
Comunicación y magíster en Periodismo, y Karina Herrera Miller, licenciada en Ciencias
de la Comunicación, diplomada en Comunicación para el Desarrollo y candidata a la
maestría en Comunicación y Desarrollo.
Asimismo, participaron en el estudio Luz María Calleja Salinas, licenciada en
Ciencias Políticas; Melina Campero, licenciada en Ciencias de la Comunicación y Edgar
Izurieta, egresado de Ciencias Políticas.
V. La estructura del informe
El presente informe de investigación está dividido en dos partes.
Inicialmente se aborda la situación general del sistema de partidos políticos en
Bolivia: su estructuración, funcionamiento y grado de institucionalización. Esta es la parte
central del diagnóstico “desde adentro” y con referencia a las estipulaciones de la Ley de
Partidos Políticos.
A continuación se ofrece un análisis de la percepción externa sobre el sistema de
partidos basado primordialmente en la información proveniente de las principales encuestas
21
de opinión política efectuadas desde 1990 y en un examen discursivo de noticias y
editoriales publicados por la prensa nacional desde enero de 2002 hasta julio de 2003.
El trabajo finaliza con una sistematización de conclusiones y recomendaciones.
Además, se incluye un detalle de las fuentes personales, documentales, y
bibliográficas consultadas y se anexa las guías utilizadas en la realización de entrevistas, la
lista del material hemerográfico examinado y los cuadros resultantes del análisis discursivo
y el cuadro de análisis de los materiales publicados por la prensa.
22
EL SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS. ESTRUCTURACIÓN,
FUNCIONAMIENTO Y GRADO DE INSTITUCIONALIZACIÓN
I. El marco de actuación de los partidos políticos. Contexto general de la
democracia boliviana
En un régimen democrático los principales actores de mediación política son los
partidos políticos, debido a que su ubicación dentro y fuera del sistema político les da la
posibilidad de participar en el proceso decisional público y al mismo tiempo conocer y
recoger las necesidades y demandas de la sociedad. Los partidos políticos han sido
expresados de múltiples maneras dentro de las teorías sociales y políticas; pueden ser
caracterizados como instrumentos de mediación política entre sociedad y Estado,
instrumentos de representación de la comunidad política ante el sistema político, grupos de
interesados que se organizan para presentarse a elecciones, buscando llegar al poder para
cumplir los propósitos dados por su ideología u organizaciones patrocinadoras de cargos
que buscan llevar al líder al poder para que reparta beneficios entre su séquito como señala
la postura weberiana.
Para este trabajo se propone pensar a los partidos políticos en dos dimensiones: la
primera, respecto a las funciones de mediación/articulación que cumplen entre sociedad y
Estado (hacia fuera); y la segunda, respecto a las condiciones, características y
motivaciones internas a la organización (hacia adentro). Esta mirada permite analizar dos
ámbitos diferenciados y fundamentales en el contexto nacional: uno que incluye las
relaciones de los partidos con la sociedad, con el Estado y con otros partidos u
organizaciones políticas del sistema; otro que incluye las relaciones internas al partido,
entre cúpula y militancia, entre fracciones, entre dirigentes, etc. En el desarrollo del trabajo
se irá por partes, primero se verá los partidos “hacia afuera”.
23
1. Los partidos como articuladores y mediadores entre sociedad y Estado
De acuerdo con el politólogo italiano Giovanni Sartori (1980) los partidos políticos
son instrumentos para lograr beneficios colectivos y su fin no es —entiéndase no debiera
ser— el beneficio privado, sino más bien deben ser considerados como conductos de
expresión o medios de representación de las exigencias del “pueblo” al interior del sistema
político.
Es importante señalar que la nominación “pueblo” es sólo una representación de
sociedades diversas, dispersas y fragmentadas; lo que en realidad sucede es que no todos
los partidos políticos establecen vínculos con todos los sectores sociales en general, sino
con algunos en particular, a partir de diferencias clasistas, étnicas, raciales, sociales,
ideológicas, políticas o culturales. Dicho de otro modo, los partidos políticos representan en
el interior del sistema político los intereses de algunos sectores de la diversidad estructural
de una sociedad compleja y abigarrada.
Lo anterior no obsta para que los partidos, como articuladores y mediadores entre
sociedad y Estado, tengan un impacto directo en la gobernabilidad democrática.
Según un reciente estudio sobre los sistemas de partidos políticos en América Latina
(PAYNE y otros 2003: 137 y ss.) el impacto que tienen los partidos en la gobernabilidad
democrática depende de tres factores: el nivel de institucionalización de los mismos
partidos, el grado de fragmentación en agrupaciones políticas de los parlamentos y el
grado de polarización ideológica y económica de las sociedades donde actúan los partidos.
No se puede negar que, a partir de la crisis política de octubre de 2003, el papel
mediador de los partidos está seriamente cuestionado, debido a que se ha hecho más
evidente el bajo nivel de institucionalización de los partidos políticos bolivianos, se ha
acentuado el grado de fragmentación política ya existente en el parlamento y se ha hecho
24
explícito el alto grado de polarización ideológica, social y económica de la sociedad
boliviana.
El decurso que tome la superación de la crisis política de octubre es todavía incierto.
Sin embargo, continuando con Sartori (1980), se puede argumentar que si el sistema
boliviano de partidos políticos podrá refuncionalizarse, como mediador y articulador entre
la sociedad civil y el Estado, será porque llegue a cumplir las cuatro funciones básicas e
ideales de todo sistema de partidos:
— La función de representación: que implica que dichas organizaciones deben
representar a la sociedad ante el sistema político y dentro de él.
— La función de comunicación: que implica comunicar las demandas de abajo
hacia arriba y viceversa, es decir, comunicar las demandas de la sociedad al interior del
sistema político y comunicar las respuestas del sistema político a la sociedad.
— La función de canalización de demandas: que implica que la organización
debe recoger las demandas de la ciudadanía, organizarlas e introducirlas al sistema político
para buscar una respuesta a las mismas.
— La función de conversión de demandas en políticas públicas: que implica dar
respuesta a las demandas a través de políticas públicas; esta es una función que se
concentra de manera más evidente en aquellos partidos que se encuentran en funciones en
el Poder Ejecutivo, si bien no se descarta que la oposición tome decisiones en el nivel
legislativo, que también implican una respuesta a demandas sociales en el orden
constitucional o legislativo.
Por otra parte, los partidos políticos tienen un peso relativo más importante que los
grupos de presión o de interés que también cumplen funciones de mediación política,
debido a que la presencia de los primeros al interior del sistema político —en el gobierno y
en el Congreso— hace que la transmisión de demandas se encuentre respaldada por una
25
presión, la presión del peso del propio partido en los procesos de negociación y de
decisiones al interior del sistema político.
Más allá de afirmaciones generales, este rasgo es fundamental en la democracia
boliviana dado que existe monopolio de representación de los partidos políticos y la
participación de otras organizaciones políticas se encuentra siempre mediada por ellos.
Ahora, se verá los partidos “hacia adentro”.
2. Los partidos como organizaciones complejas
Más allá de sus funciones articulatorias entre sociedad y Estado, los partidos
políticos deben ser tomados en cuenta a partir de sus rasgos internos; pensar que al mismo
tiempo que cumplen funciones sociales y políticas también pueden ser interpretados como
una suma de individuos que forman constelaciones de grupos rivales y que están
atravesados por intereses. Los partidos políticos no son organizaciones homogéneas y
monolíticas, tienen diferenciaciones internas.
De acuerdo a Maurice Duverger (1988) se debe diferenciar tres tipos de grupos
internos en los partidos: fracciones, que son subunidades que influyen en el grado de
cohesión o fragmentación, en las formas y los medios de interacción y en la dinámica
interna; también cuentan con facciones, que son grupos específicos de poder; y por último
las tendencias, que se refieren a un conjunto establecido de actitudes.
En cuanto a su estructura interna los partidos pueden ser de estructura directa o
indirecta; en el primer caso se trata de aquellos que establecen una papeleta de adhesión,
cuotas, asistencia a reuniones, etc., es decir, participación permanente y activa de su
militancia; en el segundo caso se trata de una articulación con otras organizaciones políticas
y/o de la sociedad civil, como es el caso de sindicatos, cooperativas, grupos de
intelectuales, etc., a partir de objetivos electorales comunes.
Los partidos políticos tienen dos tipos de miembros: los militantes, que pertenecen
al colectivo de identificación como adherentes orgánicos, y los simpatizantes, que si bien
26
tienen una actitud y percepción favorables al partido no son miembros propiamente dichos,
aunque reconocen públicamente su inclinación hacia él.
También existen partidos de cuadros como reunión de notables, donde cuenta la
calidad y no la cantidad de los miembros y los criterios de valoración cualitativos tienen
que ver con el prestigio, la fortuna, la reputación, etc., son de selección estricta; y existen
partidos de masas que tratan de ganar la mayoría posible de adherentes, o cuando menos
su simpatía y su voto.
Los partidos políticos contemporáneos con preferencia tienden a constituirse en
partidos de masas debido a la competencia electoral, pero este factor puede conducir a una
mayor heterogeneidad estructural de la militancia, lo que implica que los factores de
cohesión y objetivos comunes cada vez sean más débiles.
Respecto al liderazgo en los partidos políticos, Robert Michels (1979) plantea que
se presentan tendencias hacia la oligarquización en las organizaciones democráticas, por lo
que se puede hablar de la naturaleza oligárquica de los líderes, quienes al principio son
órganos ejecutivos y luego se emancipan de las masas y se hacen independientes de su
control. Cuanto más grande el partido, tanto menos eficiente el control de las masas y
mayor el poder de los líderes. Al cabo del tiempo se produciría la indiferencia de las masas
que se sustituye por una necesidad de guía.
¿Cuáles son las cualidades ideales del liderazgo? Serían la oratoria, la fuerza de
voluntad, un conocimiento amplio, la bondad, el desinterés y el prestigio.
3. El establecimiento de la democracia y la función de mediación política
Debe tomarse en cuenta la historia del país en la última mitad de siglo para
comprender el comportamiento y las lógicas de acción política de los partidos después de
casi dos décadas de dictaduras militares basadas en la lógica de eliminación física del
adversario, de suma cero, donde la competencia política es de confrontación; otro elemento
clave para este fin es la gran lentitud del proceso de transformación ideológica.
27
Durante esos años de gobiernos de facto (1964-82) la actuación político-partidaria y
sindical, el disenso y el pluralismo fueron proscritos del escenario nacional y, obviamente,
el Congreso Nacional se mantuvo clausurado.
Este contexto tuvo dos efectos principales sobre el sistema de partidos: en primer
lugar la mediación política se articulaba alrededor de un grupo de presión —la Central
Obrera Boliviana— y los partidos políticos no podían actuar en el escenario nacional ya
que sus militantes y dirigentes estaban perseguidos, asilados, exilados o desaparecidos, lo
que hizo que la organización obrera se constituyera en el principal ente aglutinador de las
demandas y la conflictividad política y social. En segundo lugar, y por efecto de lo
señalado, los partidos políticos no desarrollaron prácticas democráticas ni conciencia sobre
las funciones que deben cumplir respecto a la sociedad y al sistema en general; es así que
durante los primeros gobiernos del período democrático los partidos sólo representaron y
comunicaron pero nunca cumplieron a cabalidad la función de canalización de demandas.
Por ello y a pesar de dos décadas de práctica democrática continua, los partidos aún
no son plenamente articuladores, no son mecanismos de regulación del sistema, sino que se
encuentran más próximos a la visión weberiana de organizaciones patrocinadoras de
cargos, tienden a cumplir las demandas de la propia militancia y de sus simpatizantes, en
tanto que su respuesta a las demandas sociales no surge necesariamente de un compromiso,
sino de la necesidad imperiosa de mantener o incrementar el apoyo y el capital político y
evitar los conflictos y la ingobernabilidad para mantenerse en el poder.
Por otra parte, el hecho de que los gobiernos dictatoriales hayan clausurado el
Congreso y suprimido la representación legítima, al mismo tiempo implicó una
transformación de la visión del Estado como instrumento para realización de metas
colectivas y se empezó a ver todo el aparato público como un botín de guerra. A ello se
suma la ausencia de fiscalización y control sobre los gobiernos, por lo que se profundiza la
corrupción y el mal uso de los recursos públicos. Se sustituye, en síntesis, el bien común
por el interés particular.
28
4. Democracia a la boliviana: “democracia pactada”
La democracia boliviana corresponde al modelo liberal representativo y tiene una
cultura política poco participativa, con rasgos autoritarios y con visiones contradictorias
respecto del Estado: por un lado la más difundida, una visión de Estado benefactor,
responsable de resolver todos los problemas sociales, acompañada de una “estadolatría”
extendida entre los actores sociales, que hace que esperen todas las soluciones desde el
Estado sin tomar en cuenta los deberes ciudadanos que existen y deben cumplirse más allá
de las restricciones económicas de la población; la segunda y menos extendida, es la visión
de un Estado regulador que dicta normas para la convivencia social y que transfiere
responsabilidades al sector privado, es un Estado facilitador pero que se distancia cada vez
más de la sociedad y deja de pensar en metas colectivas para adoptar “recomendaciones” de
organismos internacionales.
En esa tensión, una de las características más importantes de la democracia
boliviana es la ausencia de mayorías absolutas en la preferencia electoral ciudadana. La
Constitución Política del Estado señala la necesidad del establecimiento de mayoría
absoluta (50% + 1) para acceder al Poder Ejecutivo por elección directa, pero el
comportamiento del voto en una sociedad pluricultural, multiétnica y altamente
fragmentada da como resultado una dispersión del voto que produce mayorías relativas y
que impide la elección directa del presidente por el pueblo; por ello la “democracia
pactada” —la conformación de mayorías gobernantes por acuerdos poselectorales en el
parlamento— más que un estilo propio es una necesidad en sociedades pluriculturales,
donde el pluralismo político en realidad es restringido y en algunas elecciones la mayoría
de las opciones electorales son —en realidad— más de lo mismo. En el fondo, desde 1985
hasta las elecciones generales 2002, no existían propuestas contradictorias con el
neoliberalismo como modelo hegemónico. Las tendencias de la cartografía política que
presenta el Informe del Acontecer Político en Bolivia # 6 de la Fundación Milenio (2003:
28 y 29), muestran que la probabilidad de la presencia de mayorías absolutas es cada vez
menor y, por tanto, que las alianzas aún son y serán necesarias de no establecerse una
reforma al respecto en la Constitución.
29
A pesar de ello la “democracia pactada” ha posibilitado la estabilidad del régimen y
la implementación de reformas políticas fundamentales que han permitido crear una
institucionalidad que hace del Estado un aparato menos ineficiente y con presencia
nacional. Ahora bien, la ausencia de mayorías absolutas ha llevado a una forma de elección
indirecta del Presidente de la República en un sistema presidencialista semi
parlamentarizado, donde la figura del presidente concentra muchas decisiones políticas y
los pactos políticos han producido un efecto perverso, la articulación entre Poder Ejecutivo
y Poder Legislativo, de tal modo que se ven afectados los fundamentos mismos del régimen
democrático: la separación y el equilibrio de los poderes públicos. Al atenuarse el rol de
fiscalización del Congreso sobre el gobierno también se incrementan los casos de
corrupción política y mal uso de los escasos recursos públicos, lo que a su vez amplía la
cada vez más grande brecha entre ciudadanos y representantes.
5. La legalización de la existencia y las funciones partidarias
Uno de los productos prácticos de la “democracia pactada” fue la decisión de
establecer una norma legal para la existencia y el desenvolvimiento de los partidos políticos
que, como se dijo, no sólo son actores relativamente nuevos en la política nacional —
después de décadas de vigencia de las mediaciones sindical y militar— sino, a un mismo
tiempo, los actores principales del régimen democrático.
El antecedente estuvo dado por el proceso de diálogo entre dirigentes de los partidos
con representación parlamentaria que se inició a mediados de 1989 con el propósito de
lograr consensos que beneficiaran a la consolidación de la democracia. En ese marco, el 5
de febrero de 1991 los jefes del MNR, la ADN, el MIR, CONDEPA y el MBL suscribieron
un compromiso para perfeccionar el sistema electoral, impulsar la descentralización y
promover la independencia del poder judicial. Al año siguiente, el 9 de julio, los jefes
políticos firmaron el documento intitulado “Acuerdos por la Modernización del Estado y el
Fortalecimiento de la Democracia”, uno de cuyos puntos fue el referido a la consideración,
aprobación y promulgación de una Ley de Partidos Políticos.
30
Durante el primer semestre de 1994 representantes de las cámaras alta y baja, de la
vicepresidencia de la República y de la Corte Nacional Electoral, con el apoyo del Instituto
Latinoamericano de Investigaciones Sociales y las fundaciones Milenio, Konrad Adenauer
y FUNDEMOS, conformaron un grupo de trabajo para elaborar un anteproyecto de la
mencionada ley. El borrador, guiado por los principios de institucionalidad, democracia y
transparencia, fue presentado a la presidencia del Congreso en octubre de 1995. Tres años
más tarde fue constituido un nuevo grupo de trabajo, con características similares a las del
anterior, que revisó el anteproyecto y propuso una nueva versión introduciendo algunas
modificaciones en diversos artículos del planteamiento original.
Recién el 25 de junio de 1999 fue promulgada la Ley de Partidos Políticos. La
primera modificación de la misma tuvo lugar en noviembre de 2001 y se estableció que las
organizaciones partidarias debían adecuar su funcionamiento a esa norma hasta diciembre
de ese año; no obstante, se volvió a aplazar ese término hasta el 30 de junio de 2003. A la
fecha, la Corte Nacional Electoral aún se encuentra examinando la documentación
presentada por los partidos que cumplieron ese compromiso.
6. Los gobiernos democráticos: 1982-2003
Si bien los pactos han sido fundamentales, las elecciones democráticas no dejan de
ser el principal factor de legitimación de la autoridad, por lo que más allá de las coaliciones
es necesario analizar cada uno de los seis gobiernos democráticos elegidos por voto
popular.
6.1. Frente de Unidad Democrática y Popular-FUDP (1982-1985)
El gobierno de la UDP surgió de una alianza preelectoral entre el Movimiento
Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), el Movimiento de la Izquierda
Revolucionaria (MIR), el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido Comunista de
Bolivia (PCB); fue un frente electoral que se distinguió por la heterogeneidad de posiciones
e intereses en su interior. En 1980 el FUDP obtuvo el 34,05% de los votos.
31
Debido a que este frente no obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones de 1980 y
a su consiguiente representación minoritaria en el Congreso Nacional, así como a la
ausencia de una cultura política verdaderamente democrática, los partidos de oposición en
lugar de cumplir su función de fiscalización le impidieron gobernar para acortar el período
constitucional y entrar nuevamente en competencia.
Es importante resaltar que durante ese período los partidos políticos apenas
aprendían a cumplir sus funciones ya que prácticamente desde la revolución nacionalista de
1952 la función de mediación había sido capturada por organizaciones de la sociedad civil
como la Central Obrera Boliviana (COB) y más tarde la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). Otro factor vital por sus efectos
posteriores —hasta el presente—, fue que existían al menos dos representaciones de
“democracia” en el imaginario político del período: una menos extendida, que corresponde
a la élite político-partidaria en funciones, que por “democracia” entendía el derecho a elegir
representantes a través de elecciones transparentes y regulares y de competencia política en
un ambiente de pluralismo político; y otra, bastante generalizada entre la población, que
representaba la “democracia” como justicia social, redistribución de ingresos y solución a
todos los problemas nacionales.
Esa ausencia de intersubjetividad entre partidos y sociedad respecto a qué se
entendía por democracia tiene hoy efectos nocivos sobre la legitimidad del régimen
democrático cuando la sociedad descubre que la democracia no se alimenta, lo que sumado
al impacto de la concentración de riqueza en pocas manos8 y a la crisis económica, hace
que la democracia se desgaste y un número importante de ciudadanos crea que con
autoritarismo se vive mejor9, como se observa en los resultados del trabajo de Mitchell
Seligson (2001: 131) sobre cultura política de la democracia en Bolivia, que muestra que
entre el 35% y el 43% creen que un golpe de Estado puede justificarse.
8 Según los informes publicados anualmente por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). 9 Cabe resaltar que la cultura política boliviana no tiene como principal componente la orientación cognoscitiva, por lo que la evaluación de los ciudadanos confunde régimen político con gestión pública y cree que las limitaciones del país en su desarrollo tienen que ver exclusivamente con el manejo del Estado sin mirar más allá de las fronteras geográficas, ni analizar las relaciones de dependencia y colonialismo en las que aún vive el país.
32
El primer gobierno democrático aunque al principio tenía mucha legitimidad, ante la
crisis económica y la ausencia de soluciones concretas y efectivas a los problemas
nacionales atravesó un proceso de deslegitimación que culminó con la renuncia concertada
del Presidente de la República Hernán Siles Zuazo un año antes de que se cumpla el
mandato constitucional.
En las siguientes gráficas10 se muestra los resultados de las elecciones generales de
1979 y 1980 que dieron el triunfo en la preferencia ciudadana a la UDP. Puede notarse que
en 1979 participan ocho partidos políticos11 y en 1980 doce.12 Ninguno de los 5 partidos
que se suma en la segunda elección llega al umbral del 3%.
Cuadro Nº 1
Eleccciones Generales de 1979
31,22 31,13
12,9
4,17 3,550,97 1,67 1,09
0
5
10
15
20
25
30
35
UDP MNR ADN PS-1 APIN VO MITKA PUB
10 Elaboración propia con base en los datos oficiales de la Corte Nacional Electoral publicados por FUNDEMOS y la Fundación Hanns-Seidel en Opiniones y Análisis Tomo I, Nº 31. Datos estadísticos. Elecciones Generales 1979-1997. Febrero/1998, La Paz, Bolivia. 11 Además de la UDP, MNR y ADN participaron el Partido Socialista-1, Alianza Popular de Integración Nacional, Vanguardia Obrera, Movimiento Indio Tupak Katari y Partido de la Unión Boliviana. 12 Además de los partidos mencionados participaron: el Frente Democrático Revolucionario, Partido Revolucionario Auténtico, Movimiento Nacionalista Revolucionario Unión, Falange Socialista Boliviana, Alianza de Fuerzas de Izquierda Nacional, Movimiento Indio Tupak Katari-1 y Partido Revolucionario de Izquierda Nacional.
33
Cuadro Nº 2
Eleccciones Generales de 1980
34,05
17,714,79
7,65
1,43 1,15 1,14 1,09 2,44 1,052,64 1,64
05
10152025303540
UDP MNR ADN PS-1 FSB AFIN MITKA PUB PRA PRIN FDR MNR-U
6.2. Pacto por la Democracia (1985-1989)
El segundo gobierno democrático fue producto de una alianza poselectoral entre la
ADN y el MNR, la cual sumaba el 55% de los votos. El ganador de las elecciones, Hugo
Banzer Suárez al no contar con apoyo suficiente para gobernar de manera independiente y
con el propósito de revertir su imagen de dictador en la historia nacional, cedió sus votos al
segundo partido más votado, el MNR, y Víctor Paz Estenssoro llegó a la presidencia por
cuarta vez. Junto a su equipo de gobierno logró controlar la hiperinflación heredada del
FUDP e inició el proceso de modernización del Estado al aplicar las reformas de primera
generación13 recomendadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y
otros organismos multilaterales.
13 Se denominan reformas de primera generación a las políticas recomendables para América Latina desde el Consenso de Washington. Se resumen en diez puntos: disciplina fiscal, redireccionamiento de las prioridades del gasto público hacia campos que permitan de manera conjunta: alto retorno económico; y la posibilidad de mejorar la distribución de ingresos en áreas como salud, educación e infraestructura; reforma impositiva, reduciendo las tasas y ampliando la base; liberalización de las tasas de interés; tipo de cambio competitivo; liberalización del comercio; liberalización de los flujos de inversión extranjera directa; privatización;
34
Un hecho fundamental que se produjo en ese período y que tiene relación directa
con la actual crisis de representatividad de los partidos políticos fue que la comunidad
política boliviana asocia, desde entonces, la implementación de la llamada “nueva política
económica” con el régimen democrático, por lo que cada vez que se cuestiona el modelo
neoliberal se desgasta la legitimidad de la propia democracia. También fue esa coalición la
que inauguró lo que hoy se denomina la “democracia pactada” o articulación entre Poder
Legislativo y Ejecutivo para poder conformar un gobierno estable e instrumentar políticas
públicas y diversas reformas políticas.
En la siguiente gráfica se presenta los resultados de las elecciones generales de
198514:
Cuadro Nº 3
Eleccciones Generales de 1985
26,4228,56
8,86
0,73 0,632,24
0,56 0,5 0,67 0,79 1,83 0,54 0,94 1,16 1,39
4,77 4,182,21
0
5
10
15
20
25
30
MNRADN
MIRACP IU
PS-1FNP
ARENA
MNRI-1POR
MRTKLAUR
MRTKFSB
PDCMNRI
MNRVFPU
desregulación, para eliminar las barreras de entradas y salidas; asegurar los derechos de propiedad. Posteriormente, el Post Consenso de Washington en 1998, incorpora elementos como: el medio ambiente; la distribución del ingreso; fortalecimiento de la democracia; que los mercados no sólo requieren baja inflación sino regulación fiscal; políticas que promuevan la competencia; faciliten la transferencia de tecnología y transparencia, a las que se denominan reformas de segunda generación. 14 Además de los partidos ya mencionados participaron: el Movimiento Nacionalista Revolucionario-Vanguardia, Frente del Pueblo Unido, Movimiento Revolucionario Tupak Katari de Liberación, Movimiento Revolucionario Tupak Katari, Acción Cívica Popular, Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda-1, Fuerza Nacionalista Progresista, Acción Humanista Revolucionaria, Alianza Renovadora Nacional e Izquierda Unida.
35
6.3. Acuerdo Patriótico (1989-1993)
Al igual que en los casos anteriores al no existir mayoría absoluta se produjo una
alianza entre partidos, esta vez entre los que ocuparon el segundo y tercer lugar en la
preferencia electoral. El segundo (ADN) dio sus votos congresales al tercero (MIR),
generando una situación de legalidad sin legitimidad.
Si bien esa alianza representa en la memoria colectiva una contradicción ideológica
entre sus miembros —rencores y “ríos de sangre” que fueron olvidados con la alianza entre
un ex dictador (Hugo Banzer Suárez) y el líder de la resistencia partidaria a la dictadura en
los años ‘70 (Jaime Paz Zamora)—, el pacto fue aprehendido por la sociedad como la
renuncia de estos partidos a sus posiciones ideológicas con el único fin de acceder al poder;
es decir, fue uno de los elementos que inició el desgaste de la imagen política y la crisis de
legitimidad de los partidos políticos. Los cambios en la lógica política de los actores
político-partidarios fueron mucho más acelerados que los cambios en la cultura política de
una sociedad cuyo imaginario no ha separado ética de política.
También debe remarcarse que, en términos globales, esa gestión de gobierno supuso
un avance en la consolidación democrática por cuanto la incorporación del pasado histórico
en la presencia de Banzer (en dos gobiernos consecutivos, además) fue una especie de
exorcismo para las Fuerzas Armadas y su rol en la gestión pública, en los golpes de Estado,
persecuciones, represión y violencia en el siglo XX. La construcción del proceso
democrático boliviano sí necesitaba mirar de una forma distinta a las Fuerzas Armadas mas
no que los partidos políticos olvidaran sus ideologías y principios para sustituirlos por
acciones pragmáticas y utilitarias.
36
En la siguiente gráfica se presenta los resultados oficiales de las elecciones
generales de 198915:
Cuadro Nº 4
Eleccciones Generales de 1989
23,07 22,7
19,64
11,02
0,61
7,21
2,53 1,46 1,04
0
5
10
15
20
25
MNRADN
MIR
CONDEPAMIN IU
PS-1
MRTKL
FULKA
6.4. Pacto por la Gobernabilidad y Pacto por el Cambio, coalición MNR-MRTKL
con UCS y MBL (1993-1997)
Esta alianza tuvo dos fases: una preelectoral del MNR con el Movimiento
Revolucionario Tupaj Katari de Liberación (MRTKL); y otra poselectoral. Se caracterizó
sobre todo por las diversas reformas políticas de segunda generación16 que llevó adelante
bajo las recomendaciones del denominado “Post Consenso de Washington”, al mismo
tiempo que fueron respuestas a demandas sociales postergadas por más de una década. Los
cambios ejecutados no se restringieron al sistema político sino que a partir de la
descentralización administrativa, la participación popular y la municipalización del país
generaron nuevos mecanismos institucionalizados de participación ciudadana y de
15 Además de los partidos ya mencionados participaron: el Frente Único de Liberación Katarista y el Movimiento de la Izquierda Nacional. 16 Entendidas como el conjunto de acciones que intentaba corregir y/o modificar los arreglos institucionales introducidos por las reformas de primera generación, mencionadas más arriba.
37
redistribución más equilibrada de los recursos públicos hacia las zonas más vulnerables,
mediante la aplicación del criterio de coparticipación tributaria por habitante en el nivel
municipal.
La reforma constitucional que se aprobó durante ese período de gobierno introdujo
cambios sustanciales, pues más allá de la presencia de un dirigente aymara katarista (Víctor
Hugo Cárdenas) en el sillón vicepresidencial, el reconocimiento constitucional de la
pluriculturalidad y la multietnicidad hizo que por primera vez en la vida republicana los
bolivianos asuman, al menos formalmente, la diversidad. Ese fue el primer paso de un
proceso que hoy se traduce en el parlamento nacional más representativo de esa
multiplicidad. El Estado, así, dejó de negar la existencia de “otras Bolivias” históricamente
excluidas del sistema político y del modelo liberal y que sólo contaban para legitimar a los
diferentes gobiernos a través del voto.
La siguiente gráfica muestra los resultados oficiales de las elecciones generales de
199317:
Cuadro Nº 5
Eleccciones Generales de 1993
35,08
20,69
0,46 1,21 0,73 1 0,93 0,36 1,2
15,7513
5,351,63 1,66
05
10152025303540
MNR AP
INDEPEND
VR-9MKN
EJE IUMFD FSB
CONDEPAUCS
MBL
ARBOLASD
17 Además de los partidos mencionados participaron: Acuerdo Patriótico (Alianza ADN-MIR), Vanguardia Revolucionaria 9 de Abril, Movimiento Katarista Nacional, Eje de Convergencia Patriótica, Movimiento Federalista Democrático, Alianza Renovadora Boliviana y Alianza por el Socialismo Democrático.
38
6.5. Pacto por Bolivia ADN, MIR y otros (1997-2002)
El gobierno presidido por Hugo Banzer conocido como la “megacoalición” surge de
una alianza poselectoral entre siete partidos políticos —ADN, MIR, UCS, NFR, PDC,
KND18 y CONDEPA19—, suponiendo que la mayoría congresal de dos tercios iba a
garantizar la gobernabilidad.20 La coalición no contaba con un programa de gobierno ni con
plena legitimidad; incumplió su oferta electoral y durante su mandato se incrementaron la
corrupción y el couteo.21 Junto a ello, la ausencia de resultados en la gestión pública más la
crisis de autoridad fueron factores que hicieron de éste uno de los peores gobiernos en
democracia a partir de las percepciones de diversos sectores de la sociedad.
El aporte más importante de esta coalición fue negativo: la tergiversación de la
“democracia pactada” hacia una visión utilitaria del poder como un fin en sí mismo, hecho
que condujo a que los partidos políticos más importantes del sistema entraran en una crisis
casi irreversible y a que se modificara el escenario político nacional tras los comicios
nacionales de 2002.
La siguiente gráfica muestra los resultados oficiales de las elecciones generales de
1997.22
18 Katarismo Nacional Democrático. 19 Conciencia de Patria. 20 Las crisis de abril y de septiembre del año 2000, sin embargo, probaron lo contrario, que la gobernabilidad se logra con resultados de gestión pública antes que con mayoría congresal. 21 Repartición de espacios del poder público entre los partidos coaligados. 22 Además de los partidos ya mencionados participaron: Partido Democrático Boliviano y Vanguardia Revolucionaria Boliviana.
39
Cuadro Nº 6
Eleccciones Generales de 1997
18,2
22,26
16,76
0,44
17,15 16,01
3,08 4,03
0,84 1,39
0
5
10
15
20
25
MNRADN
MIRPDB
CONDEPAUCS
MBL IUEJE VSB
6.6. Gobierno de Responsabilidad Nacional MNR-MIR y NFR (2002-2003)
Tras una etapa preelectoral caracterizada centralmente por el enfrentamiento entre el
MNR y la NFR, así como por una marcada incertidumbre respecto de los resultados de las
votaciones23 y, poco después, por las dificultosas negociaciones poseleccionarias que tuvo
que efectuar el movimientismo para conseguir el apoyo suficiente para que Gonzalo
Sánchez de Lozada volviera a la presidencia de la República, a finales de julio de 2002 fue
concretada la sorpresiva alianza entre el MNR y el MIR en torno a una apresurada
combinación de sus respectivas ofertas electorales en lo que se denominó el “Plan Bolivia”.
El nuevo gobierno se instaló el 6 de agosto con escasa legitimidad, falto de
programa coherente, sin la suficiente coordinación entre los coaligados, con una
significativa oposición dentro del parlamento y enfrentado a una compleja agenda de temas
por resolver, entre los que destacan la erradicación de las plantaciones de coca, las
demandas para la redistribución de tierras, una reforma impositiva para afrontar la crisis 23 Los anuncios de un triunfo para la NFR hechos por varias encuestas previas —aunque finalmente salió tercera con el 20,91%— a la vez que el 20,94% de los votos que obtuvo el MAS y lo colocaron en el segundo lugar después del MNR (22,46%), constituyeron dos factores clave de la desorganización que registró el escenario político tradicional.
40
fiscal y la exportación de gas natural al mercado estadounidense utilizando un puerto del
océano Pacífico.
Durante sus seis primeros meses el poder ejecutivo intentó hallar una estructura
mínima de funcionamiento, hasta que se desencadenó, en febrero de 2003, una eclosión
social cuyo detonante fue el anuncio presidencial de que se iba a presentar al congreso un
proyecto de reforma tributaria que fue mayoritariamente rechazado por la ciudadanía. La
explosión social que se produjo más el enfrentamiento militar-policial que tuvo lugar
entonces, dejó al descubierto la fragilidad estatal, los límites prácticos de la “democracia
pactada” y el agotamiento del modelo de desarrollo establecido en 1985, además, por
supuesto, de más de una veintena de víctimas mortales, dos centenares de heridos y
millonarias pérdidas en instituciones del Estado y algunas empresas privadas que fueron
desmanteladas.
El gobierno, al menos transitoriamente, retrocedió en su intento de modificar la
política tributaria y Sánchez de Lozada buscó de manera insistente la incorporación de la
NFR al oficialismo, lo que se hizo realidad en agosto de 2003 permitiéndole aglutinar
cerca del 69% de los votos congresales. En los hechos, sin embargo, la ampliación de la
alianza original sólo multiplicó las pugnas por espacios de poder y los problemas de
descoordinación. La siguiente gráfica muestra los resultados oficiales de la elecciones
generales de 2002.24
24 Además de los ya mencionados participaron; la Nueva Fuerza Republicana, Movimiento Cívico Ciudadano, Movimiento al Socialismo, Movimiento Indígena Pachakuti y Libertad y Justicia.
41
Cuadro Nº 7
Eleccciones Generales de 2002
0,37
5,51
20,91
0,633,40
16,32
20,94
6,09
22,46
0,652,72
0,00
5,00
10,00
15,00
20,00
25,00
CONDEPA
UCS-FSB
NFRMCC
ADN
MIR-N
MMAS
MIP
MNR-MBL
PSLY
J
Los temas duros de la agenda pública no fueron siquiera abordados en el primer año
de gobierno y la ineficiencia de gestión, la captura oficialista del Poder Legislativo que
elimina la función de fiscalización y control sobre el gobierno, la cínica distribución de
cuotas de poder y cargos públicos en todas las instancias del aparato estatal y la crisis de
legitimidad de origen por la dispersión del voto, llevaron a este corto gobierno a afrontar la
más severa crisis dentro del proceso democrático, que implicó más de 70 muertos, el uso
indiscriminado de los aparatos represivos del Estado para frenar el descontento social, la
movilización de la población contra el gobierno en seis de los nueve departamentos para
solicitar la renuncia del presidente y la transferencia constitucional del mando al
vicepresidente de la República.
El nuevo escenario introduce la necesidad de una refundación del sistema de
partidos políticos y la atención de una agenda política que incluye temas como la asamblea
constituyente, el referéndum constitucional, las autonomías regionales y la federalización
del país, aspectos todos que deben ser atendidos por el Congreso Nacional y no por un
gobierno que si bien cuenta con un alto grado de legitimidad política no tiene apoyo
orgánico de ningún partido político con representación parlamentaria.
42
7. Tendencias en el voto de los bolivianos
La elecciones plurales, regulares y transparentes para formar mayorías constituyen
el principal factor de legitimación del régimen político democrático, pero dado que Bolivia
presenta una composición social pluricultural y fragmentada, se dificulta la posibilidad de
lograr una mayoría absoluta. Es así que las siguientes gráficas pueden ayudar a visualizar
de manera más clara el comportamiento electoral de los bolivianos y, por ende, comprender
el por qué de la “democracia pactada” como facilitación del proceso de toma de decisiones
en una sociedad cuyos miembros —sean ciudadanos de a pie o representantes
congresales— carecen de una cultura política plenamente democrática y participativa, que
contribuya a dialogar con el adversario priorizando los intereses comunes y las metas
colectivas.
Los resultados de las diferentes elecciones generales desde 1985, el número de
votos válidos, el número de inscritos en padrón electoral, el voto blanco o nulo, la
preferencia por partidos, permiten comprender cómo se aproximan los bolivianos a las
prácticas democráticas y a los partidos políticos25:
25 Todas las gráficas de este trabajo son de elaboración propia, en base a los datos oficiales de la Corte Nacional Electoral publicados por FUNDEMOS y la Fundación Hanns-Seidel. Los resultados de las elecciones generales 2002 fueron tomados de la página web de la Corte Nacional Electoral (www.cne.gov.bo).
43
Cuadro Nº 8
Comportamiento de votos válidos
71,33
66,25
68,68
66,93
66,88
62 64 66 68 70 72
1985
1989
1993
1997
2002
El comportamiento de votos válidos muestra que en más de veinte años de vida
democrática y pese a la caída respecto de 1985, los electores tienden a asumir el voto con
mayor responsabilidad, renunciando a la opción de votar blanco o votar nulo. Ello implica
responsabilidad en el ejercicio de la ciudadanía política y también una muestra de
desarrollo político.
44
Cuadro Nº 9
Comportamiento de votos emitidos
81,97
73,63
72,16
71,36
72,05
65 70 75 80 85
1985
1989
1993
1997
2002
El hecho de que más del 70% de los bolivianos inscritos en padrón acuda a las urnas
el día de la elección confirma la responsabilidad de los electores en el ejercicio de sus
derechos políticos. Es importante resaltar que existen democracias plenamente consolidadas
—como el caso de los Estados Unidos de Norteamérica— que no cuentan con tal grado de
participación ciudadana en sus elecciones.
45
Cuadro Nº 10
Comportamiento de votos nulos
4,62
4,18
1,94
2,06
2,03
0 1 2 3 4 5
1985
1989
1993
1997
2002
En relación directa a la gráfica anterior, el comportamiento de votos nulos muestra
que estos se mantienen por debajo del 5%, pero el hecho de que la cifra tienda a
incrementarse en las últimas dos elecciones puede ser clara señal del descontento ciudadano
con el sistema de partidos políticos y su monopolio de la representación.
46
Cuadro Nº 11
Comportamiento de voto en blanco
6,01
3,21
1,54
2,36
3,15
0 1 2 3 4 5 6 7
1985
1989
1993
1997
2002
El caso de los votos blancos también muestra una tendencia a subir que es otro
indicador del descontento ciudadano con el sistema de partidos.
Cuadro Nº 12
Ausentismo ciudadano
18,02
26,36
27,84
28,63
27,94
0 5 10 15 20 25 30 35
1985
1989
1993
1997
2002
El ausentismo electoral se mantiene con una variación menor al 1% de una elección
a otra. A pesar de ello, dado que éste no llega al 30% y que más del 80% de los bolivianos
47
en edad de votar se encuentran en el padrón, se puede considerar que los resultados de una
elección son representativos de la mayoría de los bolivianos.
La preferencia partidaria de los electores refleja el tipo de cultura política de los
bolivianos. Un partido obtiene relativamente alto apoyo en una elección y luego disminuye
enormemente su votación después de la gestión gubernamental. Pero el voto no sólo se
relaciona con resultados de gestión pública sino con una representación social acerca del
Estado como la instancia que debe resolver todos los problemas sociales. Si la gestión
gubernamental no se traduce en beneficios concretos para cada uno de los electores y sus
familias, la gestión, aunque haya sido eficiente, suele ser valorada negativamente.
No existe una evaluación de resultados de gestión pública mirando la situación
nacional de manera integral, sino más bien desde la óptica del interés particular. De ahí
vemos que los partidos políticos presentan diferencias en su votación de más de diez puntos
porcentuales de una elección a otra. Lo que se evalúa en el fondo es: cuánto de beneficio
particular obtuve en la gestión gubernamental.
Cuadro Nº 13
Comportamiento del voto del MNR
31,13
17,7
26,4
17,1
33,8
17,01
22,46
0
5
10
15
20
25
30
35
40
1979 1980 1985 1989 1993 1997 2002
48
El MNR es uno de los partidos que ha mantenido un importante apoyo societal en
todo el período democrático. En tres de seis elecciones ha logrado obtener más del 25% de
los votos, es decir de al menos la cuarta parte de los electores. Sin embargo, la gráfica
muestra que el voto orgánico militante de los movimientistas se encuentra en alrededor del
17% de los votos, es decir, que de elección a elección y descartando el voto de su militancia
ha logrado sumar no más del 15%.
Otro dato interesante de ser analizado en este caso es la importancia que se le asigna
al candidato presidencial. La boliviana es una cultura política con predominio de la
orientación afectiva y más allá de la gestión a los electores “les gusta” o “no les gusta” un
candidato. Del 34% en 1993 con Gonzalo Sánchez de Lozada el MNR bajó al 17% con
Juan Carlos Durán en 2002. Este es un reflejo de las lógicas caudillistas que aún se
mantienen vigentes en los procesos ideológicos en el país.
Cuadro Nº 14
Comportamiento del voto del MIR
8,9
14,4
20,01
15,7 16,32
0
5
10
15
20
25
1979 1980 1985 1989 1993 1997 2002
El caso del MIR muestra que ha tenido un importante crecimiento en los años de
democracia. Del 8,9% hasta el 20% significa que ha mejorado su posicionamiento de
manera importante; sin embargo, se puede percibir que su voto orgánico alcanza alrededor
49
del 14% y que lo máximo que ha sumado a él es 6%. Se percibe también que a pesar de su
caída en 1997, en las últimas elecciones se ha recuperado en alguna medida.
Cuadro Nº 15
Comportamiento del voto de UCS
13,1
15,1
5,5
0
2
4
6
8
10
12
14
16
1979 1980 1985 1989 1993 1997 2002
UCS ha participado solamente tres veces en elecciones generales; lo máximo que ha
logrado es el 15% y en parte se debe al voto emotivo después del fatal accidente de 1997 en
que falleció su jefe y fundador Max Fernández, quien alcanzó el 13% en 1993. El resultado
del 2002 muestra que la jefatura de un partido no puede ser un legado; depende del
liderazgo y las cualidades de cada persona.
50
Cuadro Nº 16
Comportamiento del voto de ADN
12,914,8
28,6
16,720,01 20,9
3,4
0
5
10
15
20
25
30
35
1979 1980 1985 1989 1993 1997 2002
En el caso de ADN se puede ver que la preferencia de su voto es muy variable y al
parecer su voto orgánico no pasó del 16%. La caída del 20% al 3,4% en la última elección
también evidencia la significación del caudillismo en la cultura política y además muestra
el alto nivel de personalismo que existe en las organizaciones partidarias. Como en el caso
de CONDEPA con la muerte de Palenque y la posterior desaparición del partido, con la
muerte de Max Fernández y la caída de UCS, la muerte de Hugo Banzer y la fragmentación
de ADN muestran ya una tendencia en el sistema de partidos poco institucionalizados.
Los casos de MIP, MAS y PS no son analizados en este trabajo ya que la
participación de estos en una sola o dos elecciones no permite analizar tendencias. El caso
del MBL que participó en tres elecciones es particular, dado que el 2002 se encuentra en
alianza con el MNR y tampoco se puede analizar el voto emebelista de forma separada.
51
II. El marco normativo. La Ley de Partidos Políticos
En el presente punto se realiza el análisis jurídico interpretativo de la Ley de
Partidos Políticos actualmente en vigencia. Para ello se utilizará las llamadas categorías
jurídicas de uso frecuente en derecho a partir de la definición del jurista francés Maurice
Duverger (1972: 154):
El análisis descansa en determinada clasificación de conceptos generales, llamados
“categorías jurídicas”. Cada categoría jurídica corresponde a una definición
precisa y la referencia a una categoría implica la aplicación de reglas bien
definidas.
En consecuencia, se han definido tres categorías jurídicas por su oportunidad y
utilidad en el momento de interpretar la ley: el análisis crítico de la aplicación directa
(definición de los mecanismos de aplicación y examen crítico), el análisis de derecho
comparado (comparación con otras leyes de partidos políticos) y el análisis crítico
jurídico-doctrinal (los problemas de naturaleza jurídica en la legislación).
Con ello, el presente análisis deberá establecer la idoneidad jurídica de los
mecanismos de aplicación de la Ley de Partidos Políticos, así como la posibilidad de una
eventual modificación de los mismos.
1. Análisis crítico de la aplicación directa
La pregunta de partida sobre la Ley de Partidos Políticos, antes de pensar en
cualquier evaluación o modificación es ¿qué establece real y prácticamente sobre la
constitución y funcionamiento de los partidos políticos?
Por ello, la aplicación directa es el primer nivel de análisis que confronta cualquier
legislación, pues la misma no está establecida de antemano en el texto legal (AUBERT,
1979: 54):
52
La interpretación de la ley confronta su carácter abstracto a la realidad concreta
que se quiere reglamentar.
En otras palabras, la pregunta por responder es, ¿cómo debe aplicarse en la
práctica la Ley de Partidos Políticos?, trabajo de interpretación de una riqueza
excepcional porque:
Es raro que una ley encuadre perfectamente con la situación que debe regir.
Frecuentemente, se suscita la duda en cuanto a la disposición legal aplicable y en
cuanto a la extensión de su aplicación.(ídem: 79)
Para responder a la anterior pregunta se realizará el análisis crítico de la aplicación
directa de la Ley de Partidos Políticos con el auxilio de la técnica de la “libre búsqueda
científica”, en lugar de la otra técnica utilizada en el Derecho, la exegética, basada en el
análisis literal de la ley y los trabajos preparatorios que condujeron a su promulgación,
porque:
(la “libre búsqueda científica”) ... trata de superar las lagunas de la exegética:
¿cómo extraer a través de los trabajos preparatorios la intención de un legislador
que no podía imaginarse la aparición de un nuevo problema mucho después de su
intervención? Por ello, admitiendo la posibilidad de una deformación de la ley, no
se busca lo que el legislador ‘quería’ sino lo que ‘hubiese querido’ en esta nueva
situación. Es el caso de la escuela de la ‘libre búsqueda científica’, según la cual,
en un vacío legal debe buscar una solución que tenga en cuenta las necesidades
económicas, sociales y morales de la sociedad. (ídem)
1.1. La importancia de la Ley Electoral de 1991
Antes de pasar propiamente al análisis crítico de la aplicación directa de la ley se
debe hacer una observación: la Ley Nº 1983 de 25 de junio de 1999 de Partidos Políticos y
la Ley Nº 2268 de 21 de noviembre de 2001 constituyen el marco legal de actuación de los
partidos políticos en Bolivia.
53
Sin embargo, los dos anteriores instrumentos legales tienen como antecedente
inmediato a la Ley Electoral Nº 1246 de 5 de julio de 1991, la misma que introdujo casi
todas las disposiciones hoy vigentes, relativas no sólo a la constitución, organización,
funcionamiento y extinción de los partidos políticos, sino también al financiamiento estatal
de los partidos, la administración y fiscalización de esos recursos y el recurso de queja de
los militantes.26
Este conjunto de disposiciones que componen el grueso de la legislación sobre
partidos políticos sólo fue modificada,27 en algunos casos, por la actual Ley (Nº 1983 de
1999) y completada por dos disposiciones importantes relativas a:
• El derecho irrestricto de todos los bolivianos a la participación política.28
• La garantía de participación de jóvenes y mujeres en las organizaciones políticas.
Por ello, en opinión de algunos analistas, es la Ley Electoral Nº 1246 de 1991
(IRIGOYEN CASTRO: 80, en: OPINIONES Y ANÁLISIS, Nº 30) la que constituyó un
avance significativo en cuanto al régimen normativo de los partidos políticos, sobre la Ley
Electoral de 8 de abril de 1980 y la Ley de Reforma de 20 de mayo de 1986.
Según el autor arriba citado, la Ley de 1980:
...contemplaba reglas precarias sobre los partidos políticos. En el cuerpo principal
de la antigua ley sólo existían referencias a los delegados de los partidos políticos
ante las cortes electorales, las notarías electorales y las mesas de sufragio.
Curiosamente, las normas de mayor importancia, en el reconocimiento y accionar
26 Estos tres últimos puntos introducidos por la Ley Nº 1779 de Reforma y Complementación al Régimen Electoral de 19 de marzo de 1997. 27 Por ejemplo, la actual Ley de Partidos rebajó el monto asignado al financiamiento de los partidos políticos en un año electoral (nacional y municipal) del 3% al 2.5% del Tesoro General de la Nación, pero incluyó un financiamiento de 2% del TGN en un año de elecciones municipales y de 0.5% en una gestión en la que no existan comicios. 28 Incluyendo a miembros de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y personas con sentencia ejecutoriada por delitos de orden público, antes vetados por la Ley Electoral de 1991.
54
de las organizaciones partidarias, estaban incorporadas en las “disposiciones
generales” y las “disposiciones transitorias” de ese régimen legal.
Por lo tanto, debe aclararse que es la Ley Electoral de 199129 la que da el impulso al
actual proceso de institucionalización y modernización de los partidos políticos en Bolivia.
Ahora sí se pasa al análisis crítico de la aplicación directa de la Ley.
1.2. La Ley de Partidos Políticos vigente y su contenido. Una ley burocrática y
orgánica antes que de vinculación con los ciudadanos
Como ya se mencionó, la actual Ley de Partidos Políticos en Bolivia está
constituida por dos instrumentos legales: la propia Ley de Partidos Políticos Nº 1983
promulgada el 25 de junio de 1999 y la Ley Nº 2268 de 21 de noviembre de 2001, que
introduce algunas modificaciones en la primera.
En adelante cuando se hable de la Ley de Partidos Políticos se hará referencia al
texto único y modificado compuesto por las dos disposiciones legales (Nº 1983 y Nº 2268),
con sus 11 capítulos, 77 artículos y 2 disposiciones transitorias.
En cuanto a su alcance, la Ley de Partidos puede ser tipificada como una ley
esencialmente burocrática y orgánica, abocada más al ajuste de la organización y
funcionamiento de los partidos, hecho que se ha impuesto al espíritu de ley democratizante
y participativa que estaría consagrada30:
...al fomento de su capacidad [de los partidos] de vincularse con la ciudadanía e
interpretar adecuadamente sus aspiraciones y demandas y en su idoneidad para
garantizar una administración eficiente, eficaz, transparente y honesta de la
administración pública.
29 En sus entonces capítulos XIV, XV, XVI, XVII, XVIII, XIX y XX, hoy derogados por la actual Ley de Partidos Políticos. 30 Ver la Introducción (p. 7) de OPINIONES Y ANÁLISIS Nº 47.
55
La definición de ley burocrática responde a una tipificación internacional para
designar los países donde existe una oficina especial responsable de administrar las
elecciones. Es un modelo que no permite la proactividad de los partidos políticos, pues es el
Estado el que emite propuestas y contenidos en materia electoral, en oposición al otro
modelo donde los partidos se autorregulan.31
En este sistema, como es el boliviano32, los partidos políticos y los candidatos
conocen anticipadamente lo que está o no permitido33:
Probablemente la oficina electoral puede ser más activa llevando asuntos legales
en contra de partidos y candidatos que aparentemente han cometido delitos. Esto
releva a los candidatos opositores de la responsabilidad y costo de realizarlo.
Bajo el modelo burocrático, la administración puede ser altamente o menos
centralizada. En la versión menos centralizada, hay burocracias electorales
independientes en un nivel sub-nacional (como en Canadá). En otras versiones, la
oficina electoral nacional ha adoptado ampliamente las responsabilidades de
administrar un establecimiento de oficinas locales y regionales.
Según el proyecto mencionado de la ONU, el modelo burocrático tiene algunas
ventajas:
• la claridad de las disposiciones electorales para los candidatos y partidos, lo que los
releva del pago de los costos y de la carga de llevar los juicios contra sus oponentes
y
• una más efectiva y cuidadosa administración electoral y partidaria.
En cuanto a las desventajas se puede mencionar las siguientes, según la misma
fuente, que pueden verificarse en el sistema de partidos boliviano:
31 Como fue hasta hace poco el sistema británico. 32 Al igual que Canadá, Australia y los Estados Unidos, además de todos los países de Iberoamérica. 33 Ver el proyecto de las Naciones Unidas “Administration and Cost of Elections”, en: http://www.aceproject.org/main/espanol/pc/pca.htm
56
• Una oficina independiente (como la CNE) que administra la actividad electoral,
aparentemente, adquiere su propio momento burocrático e intenta incrementar su
personal más allá de su tamaño óptimo. Esto podría ser costoso para los
contribuyentes.
• La oficina electoral está sujeta a presión política. Enfrenta la amenaza de que si
inicia un juicio que sea poco popular entre los líderes de la legislatura, ésta podría
restringir sus fondos. Más aún, la designación de altos funcionarios por parte de la
agencia puede convertirse en un punto de controversia entre los políticos. Si se
alcanza un compromiso acerca de estos nombramientos —donde cada uno de los
principales partidos políticos tenga una participación—, el proceso de toma de
decisiones dentro de la oficina electoral puede politizarse.
• Aunque los lineamientos y las propuestas pueden ser de gran ayuda para los
organizadores de partidos y candidatos, estos también deben ser altamente
detallados y técnicos. Esto hará difícil a los candidatos acceder con las
regulaciones sin emplear equipos de abogados y contadores costosos. Más aún, la
complejidad burocrática dañará tanto a los nuevos, como a los pequeños
partidos.34
• Una excesiva centralización del manejo electoral podría también dificultar la
experimentación, volviendo al sistema cerrado y conservador, como está ocurriendo
en Bolivia.
En cuanto al carácter de ley orgánica35, éste se evidencia en el contenido de la Ley
de Partidos que incluye cuatro acápites:
• disposiciones generales,
34 Esto puede evidenciarse en la anulación de personalidad jurídica a cinco partidos en julio pasado (Véase 1.2.5.). Las quejas de los miembros de los partidos afectados coinciden con esta apreciación del proyecto de la ONU. Ver: Boletín 173 de la CNE en www.cne.org.bo. 35 Obviamente, se hace un paralelo con las leyes orgánicas de pleno derecho, como las que dentro de un Estado regulan el funcionamiento gubernamental.
57
• organización, funcionamiento, reconocimiento, registro y extinción de los partidos
políticos,
• fusiones y alianzas que se conformen entre ellos y
• sus relaciones con el Estado y la sociedad.
El carácter orgánico de la ley es resultado de la preocupación de sus proyectistas de
orientarla a enfrentar esencialmente tres problemas: la institucionalización, la democracia
y la transparencia (LAZARTE, Jorge; en: OPINIONES Y ANÁLISIS Nº 47: 11).36 Es
decir, una ley dedicada a afrontar problemas de los partidos, considerados en ese entonces
problemas prioritarios.
Por ello, la parte más débil de la ley es la referida a las relaciones de los partidos
con la sociedad civil, aunque puede cuestionarse el hecho de si una ley puede garantizar
una relación sólida entre ciudadanos y partidos, por dos razones:
En primer lugar, como dice Lazarte (ídem), la cuestión de la fortaleza de los
partidos como actores sociales no tiene que ver necesariamente con el derecho:
La Ley de Partidos sólo se refiere a una de estas dos dimensiones, a la
institucionalización de los partidos; no se refiere para nada al otro tema porque no
está dentro de su ámbito resolver la debilidad o fortaleza de los partidos. La
cuestión de la fortaleza de los partidos, no tiene mucho que ver con las cuestiones
jurídicas.
Y, en segundo lugar, porque lo anterior se refuerza al evidenciarse que existen
legislaciones37 donde los partidos no están reconocidos legalmente, pues son asociaciones
de facto que no tienen personalidad jurídica y no rinden cuentas al Estado, pero no por ello
dejan de ser representativos de la ciudadanía.
36 Ver también el resto de artículos de este texto pertenecientes a Hugo Carvajal, Guillermo Fortún, Víctor Hugo García y Carlos Camargo. 37 Como en Bélgica, Luxemburgo o Irlanda.
58
En contraste con ello, la Ley de Partidos de Bolivia se encuentra dentro de lo que se
llama una regulación directa versus la indirecta mencionada en el anterior párrafo.38 La
legislación directa boliviana es, además, una de las más detallistas en cuanto a la
organización y funcionamiento de los partidos, como si sus legisladores hubieran querido
garantizar a toda costa la institucionalización, democratización y transparencia de los
mismos... en detrimento del fomento de su relación con la ciudadanía.
Se volverá sobre este tema cuando se trate los problemas de la legislación sobre
partidos políticos en el punto 3 de este capítulo; por ahora se pasará al análisis crítico de la
aplicación directa de la Ley de Partidos Políticos.
1.2.1. Las disposiciones generales de la Ley de Partidos
Los artículos de las disposiciones generales contienen las garantías fundamentales
de la actuación de los partidos políticos, así como un explícito encuadre de la actividad de
los mismos a la democracia liberal:
• Libertad irrestricta de asociación política de los ciudadanos (artículo 2), que
estaba prohibida por la Ley Electoral de 1991 a miembros de las Fuerzas Armadas,
Policía Nacional y personas con sentencia ejecutoriada por delitos de orden público.
• Definición de los partidos políticos como personas jurídicas de derecho público
supeditados a la CNE (artículo 3), sin fines de lucro, encuadrados en la ley y la
democracia para la conformación de los poderes públicos y en la formación y
manifestación de la voluntad popular.
• Representantes únicos de la voluntad popular (artículo 4) facultados por ley para
la actuación en el dominio político.
38 Proyecto de las Naciones Unidas “Administration and Cost of Elections”, http://www.aceproject.org/main/espanol/pc/pca.htm.
59
1.2.2. Organización y funcionamiento de los partidos políticos
Por su carácter de ley orgánica, la organización, funcionamiento, reconocimiento,
registro y extinción de los partidos políticos constituyen el grueso de la Ley de Partidos con
47 artículos de un total de 77.
Siete capítulos de un total de once están consagrados a este tema:
• Capítulo Segundo. Constitución y reconocimiento de los partidos políticos.-
(artículos 5 al 12) Estipula que los partidos políticos deben tramitar su personalidad
jurídica ante la Corte Nacional Electoral como requisito para el inicio de actividades
partidarias. La exigencia de presentación de documentos es muy amplia, pues no
sólo establece que los partidos presenten acta de fundación, colores, sigla, símbolos;
sino también declaración de principios, estatuto orgánico, programa de gobierno,
miembros de la dirección nacional, domicilio y declaración patrimonial. Por otro
lado, se limita —implícitamente— la cantidad de partidos que pueden existir en
Bolivia al imponer un mínimo de militantes del 2% del padrón electoral anterior a la
constitución del partido.
• Capítulo Tercero. Estructura y organización de los partidos políticos.-
(artículos 13 al 17) Se trata de la definición del contenido de la declaración de
principios, el estatuto orgánico y el programa de gobierno. Además de la necesaria
inclusión de mecanismos de funcionamiento de los partidos y la prohibición del uso
de los símbolos patrios, la ley obliga a que los documentos de los partidos se
supediten a la Constitución Política del Estado (CPE) y las leyes de la República. Se
hace énfasis en que los partidos deben garantizar mecanismos de democratización
interna, administración de patrimonio, participación plena de la mujer, participación
efectiva de jóvenes desde los 16 años, aunque el texto legal es impreciso cuando
habla de que los partidos deben promover y defender los valores éticos y morales de
la sociedad (artículo 13).
60
• Capítulo Cuarto. Derechos y deberes de los partidos políticos.- (artículos 18 y
19) El derecho fundamental de los partidos está concebido como el de presentar
candidatos a las elecciones generales y municipales, haciendo efectivos los
mecanismos que la ley establece para tal efecto, incluyendo el financiamiento
estatal. El único derecho que escapa a lo anterior es el de presentar estudios y
proyectos de interés público, cuya vaguedad es evidente. En cuanto a los deberes se
recalca la supeditación a la CPE, las leyes y al sistema democrático, la sujeción a la
CNE y la democratización interna. Existe una norma, ambigua, que fija que los
partidos deben establecer y desarrollar organismos dedicados a la investigación
científico política y a la educación política, civil y ciudadana.
• Capítulo Quinto. Elecciones internas y nominación de candidatos.- (artículos 20
al 22) Norma la sujeción de las elecciones internas a los principios democráticos y
estatutos orgánicos, con la prohibición de procesos extraordinarios, todo bajo la
supervisión de la CNE.
• Capítulo Sexto. Derechos, deberes y prohibiciones de los militantes.- (artículos
23 al 29) Por derecho del militante se entiende la participación plena en las
actividades partidarias, la posibilidad efectiva de ascenso interno, el derecho de
disenso, la fiscalización económica, la formación y la renuncia al partido. Por
deberes, la participación efectiva, el velar por el cumplimiento de la democracia
interna y la contribución del militante a la unidad partidaria y el financiamiento.
Hay que destacar la existencia del recurso de queja ante la CNE, cuando el militante
considera que el partido hubiera incumplido la ley, así como la prohibición y
sanción del transfugio político a cambio de prebendas económicas o políticas para
los senadores, diputados, alcaldes, concejales y agentes cantonales.
• Capítulo Octavo. Extinción y cancelación de personalidad y registro de los
partidos y de las alianzas.- (artículos 42 al 49) La extinción y cancelación de la
personalidad de los partidos se da por decisión propia, por no obtener más del 3%
de los votos válidos en la última elección, por no presentarse a dos elecciones
61
consecutivas o por incumplimiento de los trámites ante la CNE. Hay que destacar
que la extinción de un partido no implica la pérdida de mandato nacional o local39
de uno de sus militantes ni la cesación de la responsabilidad civil de sus dirigentes,
pero sí obliga a transferir el patrimonio partidario al Estado.
• Capítulo Noveno. Patrimonio, financiamiento y fiscalización de los partidos.-
(artículos 50 al 63) El patrimonio partidario se constituye por aportes y por el
financiamiento estatal. Se prohíben los aportes extranjeros, anónimos, religiosos o
al margen de la ley. El financiamiento estatal se otorga proporcionalmente a la
cantidad de votos obtenidos en las pasadas elecciones y varía del 2.5 por mil del
TGN en año de elecciones generales y municipales, 2 por mil en el de elecciones
municipales y 0.5 por mil en los años no electorales. En los años de elecciones el
financiamiento debe utilizarse para las campañas políticas, mientras que en los no
electorales exclusivamente para la difusión de los programas partidarios y la
educación ciudadana. La CNE controla la administración de los recursos mediante
procesos de contabilidad documentada que suponen responsabilidad solidaria civil y
penal de los miembros de la dirección nacional de los partidos.
1.2.3. Fusiones y alianzas
Existe un capítulo con doce artículos que regulan el establecimiento de fusiones y
alianzas entre los partidos políticos reconocidos.
• Capítulo Séptimo. Fusiones y alianzas.- (artículos 30 al 41) Las fusiones y
alianzas están reservadas a partidos políticos que ya cuentan con personalidad
jurídica reconocida por la CNE. La fusión supone la integración de dos o más
partidos en uno sólo, con los derechos y deberes inherentes a este nuevo ente
político, mientras que las alianzas no implican la pérdida de la personalidad jurídica
de los integrantes. Todos los trámites de fusiones y alianzas deben realizarse ante la
CNE.
39 Senador, diputado, alcalde, concejal o agente cantonal.
62
1.2.4. Relaciones con el Estado y la sociedad
1.2.4.1. Un sistema estatal, excluyente y cerrado
Lo más importante de señalar sobre la relación de los partidos políticos bolivianos
con el Estado es que la misma es única y excluyente. Es decir, no existen partidos políticos
reconocidos fuera del Estado. Es más, toda la actuación de los partidos políticos está
regulada por el Estado, a través de la CNE.
En este sentido el sistema partidario boliviano es estatal y cerrado: es el Estado
boliviano el que determina cuántos partidos pueden existir, qué contenidos fundamentales
deben incluir en sus documentos40 y cómo deben funcionar interna y externamente. Sólo en
estas condiciones podremos comprender cabalmente a qué se refiere la Ley de Partidos
cuando los define como personas jurídicas de derecho público.
En esta medida la relación entre los partidos políticos y el Estado está presente en
todo el texto de la ley, aunque hay dos capítulos que regulan de cerca esta relación.
• Capítulo Décimo. De las infracciones y sanciones.- (artículos 64 al 70) Es
definida como infracción cualquier trasgresión a la presente ley, hecho que puede
generar responsabilidad, personal o partidaria, civil y penal. Los militantes pueden
ser sancionados con la suspensión o pérdida de su militancia cuando militan en más
de un partido, coaccionan a ciudadanos para su reclutamiento o utilizan bienes del
Estado para fines proselitistas. Los miembros de la dirección nacional pueden
incurrir en infracciones leves cuando incumplen con la presentación de documentos
político-partidarios a la CNE; imponen contribuciones a sus militantes; obvian el
registro de bienes; no desarrollan organismos de investigación científico-política y
de educación política, cívica o ciudadana; utilizan bienes del Estado para
actividades partidarias o no observan los mecanismos de admisión y separación de
sus militantes. Cometen faltas graves cuando no llaman a la constitución de
procesos democráticos internos, alteran la información de la CNE, mantienen
40 Defensa y promoción del sistema democrático liberal y de los valores éticos y morales de la sociedad.
63
grupos de acción violenta o no cumplen con la rendición de cuentas documentadas
de su patrimonio. Para las sanciones leves existen multas, mientras que para las
graves, desde la pérdida del mandato partidario hasta la inhabilitación para
postularse a cargos electivos nacionales, departamentales o municipales.
• Capítulo Undécimo. De los procedimientos.- (artículos 71 al 77).- Se establece
que la CNE tiene jurisdicción y competencia para conocer y resolver procesos por
infracciones graves y leves de las direcciones nacionales de los partidos, mientras
que las Cortes Departamentales Electorales (CDE), de los militantes. El proceso de
denuncia es personal y la admisión y su resolución son públicas. Existe recurso de
reconsideración de las decisiones de la CNE y las CDE. La prescripción para las
denuncias es de un año de haber sido cometido el hecho denunciado, mientras que
para las sanciones de dieciocho meses de la ejecutoria de la resolución.
1.2.4.2. Una limitada relación con la sociedad
Como se mencionó, la ley establece fundamentalmente los mecanismos para la
organización y funcionamiento de los partidos, por ello las disposiciones para la relación de
los partidos con la sociedad civil son limitadas:
• El artículo 13 señala que los partidos deben promover y defender los valores éticos
y morales de la sociedad, sin embargo, este texto es muy ambiguo pues ¿quién
define lo ético y moral? En ausencia de ello, controlar la aplicación de este artículo
es imposible o es completamente arbitrario.
• Entre los deberes de los partidos políticos está el de presentar estudios y proyectos
de interés público, así como el de establecer y desarrollar organismos dedicados a
la investigación científico-política y a la educación política, civil y ciudadana. En el
primer caso, casi todo puede ser de interés público lo que limita la dirección de esta
64
norma. El segundo es tal vez el único artículo que establece un nexo concreto entre
los partidos y los ciudadanos. Más aún, cuando existe un financiamiento concreto
del 0.5 por mil del TGN en los años no electorales para este propósito. Hay que
recalcar que el incumplimiento a esta última disposición constituye una infracción
leve dentro del marco de la ley.
• La plena participación de la mujer en los partidos (artículo 15), así como de los
jóvenes, incluso de 16 a 18 años, reconociéndoles una categoría especial para la
formación cívica, ciudadana y de nuevos liderazgos (artículo 16) debe destacarse
como aspecto positivo de la ley, aunque ésta no menciona cómo se verificará el
alcance de esta normativa.
1.2.5. Disposiciones transitorias y personalidad jurídica
Dos importantes disposiciones han sido puestas en el capítulo de transitorias:
• En primer lugar la facultad de la CNE para la elaboración de los reglamentos de la
ley: Fiscalización de los recursos; Control jurisdiccional sobre procesos electorales
internos; de Procedimientos para la aplicación del recurso de queja; y el
Procedimiento de verificación de los registros de los militantes. A la fecha, se sabe
que los reglamentos están siendo elaborados pero todavía no han sido publicados.
• La disposición que establece que los partidos deben presentar la actualización y
adecuación del registro partidario hasta el pasado 30 de junio de 2003.41
Un informe posterior de la Corte Nacional Electoral (al 11 de noviembre de 2003)
resume la situación actual de la personalidad jurídica de los partidos políticos de la
siguiente manera:
41 Obligación de presentar listas de militantes para la adecuación de sus documentos constitutivos con un mínimo de 55 mil 576 partidas (2% de votos válidos en las elecciones generales del 30 de junio de 2002), así como los estatutos adecuados a normas de la Ley de Partidos. Hubo también observaciones para que otros partidos adecuen sus documentos en el plazo que establece la ley.
65
• Catorce partidos políticos tienen personalidad jurídica vigente, distribuidos de la
siguiente manera:
o Cuatro partidos políticos (MOVIBOL, MIP, USTB, VIMA) tienen registro
de acuerdo a la Ley de Partidos.
o Siete partidos políticos (ADN, MAS, MBL, MIR-NM, MNR, NFR, UCS)
tienen ratificada su personalidad jurídica de acuerdo a la disposición
transitoria segunda de la Ley de Partidos.
o Tres partidos políticos (FRI, MSN, PDC) tienen pendiente la ratificación de
su personalidad jurídica hasta que finalice la revisión de sus estatutos y
libros de inscripción de militantes.
• Cuatro agrupaciones políticas (ARENA, SAL, NIN, PSO) tienen en trámite el
reconocimiento de su personalidad jurídica.
• Diez partidos políticos han perdido su personalidad jurídica durante las gestiones
2002 y 2003:
o Cinco partidos políticos (CONDEPA-MP, LJ, MCC, PS, PFJ) durante la
gestión 2002.
o Cinco partidos políticos (FSB, KND, MRTKL, PCB, VR-9) durante la
gestión 2003.
• Una agrupación política (FREPAB) fue rechazada en su solicitud de reconocimiento
de personalidad jurídica durante la gestión 2003.
Volveremos con el detalle de las resoluciones sobre personalidad jurídica y
reconocimiento de siglas cuando, más adelante, en el punto III. hablemos de la
constitución y organización de los partidos políticos actualmente vigente.
66
2. El análisis de derecho comparado. Un movimiento internacional liberal de
institucionalización y modernización
El derecho comparado permite ver la propia legislación a la luz de otras
legislaciones similares, a objeto de analizar sus avances y limitaciones. Para tal efecto se
analizó legislaciones sobre partidos políticos de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, España, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela.42
Este análisis permite ver que el proceso de reforma de la legislación sobre partidos
políticos en Bolivia no es un hecho aislado ni novedoso, sino forma parte de una corriente
internacional de adscripción de los preceptos legales electorales al modelo burocrático que
ya fue mencionado en el punto 1.2. de este capítulo.
El derecho comparado permite apreciar que el modelo de legislación (burocrático)
que actualmente se aplica internacionalmente se basa en cuatro ejes fundamentales.
• En primer lugar, los partidos —como instituciones de derecho público— son los
únicos vehículos de la representación popular en un sistema democrático liberal,
cuya actividad política gira en torno a las elecciones competitivas de sufragio
universal para la elección de funcionarios de los poderes estatales, instituciones
cuyas características han sido previamente definidas y no pueden ser cuestionadas.43
• En segundo lugar, las reparticiones estatales de control sobre los procesos
electorales y la actuación de los partidos políticos se han dotado de legislaciones
extensas, precisas y detalladas que estipulan casi todo el accionar de los partidos
políticos, a los que les dejan poco margen de maniobra. El sistema democrático
liberal con sus características —como valor supremo que deben adoptar los
partidos— debe reflejarse no sólo en los documentos constitutivos de los partidos
sino también en la organización interna de los mismos. Este punto ha supuesto un
42 Legislaciones extraídas de la base de datos de la Georgetown University, Washington, en: http://www.georgetown.edu/pdba/spanish.html. 43 En todos los casos se prohíbe la promoción de preceptos que vayan en contra de las constituciones políticas, incluso si presentan concepciones alternas de gobierno.
67
avance para la promoción de sectores de militantes antes marginados,
especialmente, indígenas, mujeres y jóvenes.
• En tercer lugar, el tema central de las legislaciones es la asignación de recursos
públicos para el financiamiento de campañas, así como el control de la gestión de
dichos recursos por el Estado. Este hecho ha generado que varios partidos que no
disponían de recursos puedan obtenerlos ahora, aunque sus mecanismos no están
libres de cuestionamientos, como el que indica que los partidos que más recursos
obtienen son los que, de inicio, ya los tenían disponibles para su previa y necesaria
institucionalización legal.
• En cuarto lugar, las legislaciones conciben a la actividad política como un juego
de libre oferta y demanda entre el electorado y los partidos políticos. En este
sentido, las legislaciones no prevén disposiciones para el fomento de la actividad
política de grupos marginados, pues el ejercicio político está concebido como un
ejercicio individual.
Sobre este último punto existen críticas en varios países, como por ejemplo España
y Guatemala, sobre si la rigidez del modelo burocrático, realmente, fortalece la
institucionalización del sistema de partidos y su democratización interna, así como sobre si
se logrará una mayor y mejor participación ciudadana y representatividad política, en lugar
de contenerla.
Amnistía Internacional44, en ocasión de la aprobación de la Ley Orgánica 6/2002, de
27 de junio, de Partidos Políticos de España, que dejó en la ilegalidad al partido vasco
Batasuna, criticó la ley española por la:
...ambigüedad e imprecisión de algunos artículos porque con ellos se pudieran
emprender procesos de proscripción de partidos políticos que propugnen el cambio
44 Citada por www.lahaine.org, artículo “Critica Amnistía Internacional la nueva ley de partidos políticos que deja en la ilegalidad a Batasuna” de Armando G. Tejeda, publicado en La Jornada de Madrid, del 3 de junio de 2002.
68
de principios constitucionales o leyes de forma pacífica, lo que sería contrario a la
Constitución española.
Es decir, se trata de un proceso internacional de institucionalización y
modernización cerrada en torno al sistema democrático liberal, que no permite siquiera —
como dice Amnistía Internacional— la propugnación de cambios constitucionales, así sean
estos de forma pacífica.
Así está reflejado en la Ley de Partidos boliviana (artículo 13): los partidos deben
proclamar en su declaración de principios su sometimiento a la Constitución Política del
Estado, a las leyes y a la forma republicana y democrática de gobierno.
Por ello, el alcance y los resultados que cabe esperar de la Ley de Partidos son
también limitados. Es decir, es posible lograr la institucionalización de los partidos en las
condiciones predefinidas, pero es mucho más difícil garantizar una real y efectiva
participación ciudadana.
3. Análisis crítico jurídico-doctrinal
Anteriormente se mencionó que uno de los problemas del sistema burocrático de
regulación de partidos es su rigidez, que deja poco margen de maniobra para la actuación
de los partidos.
Ahora se verán otros problemas comunes a la regulación de partidos políticos que
confrontan varias legislaciones nacionales, mencionados por el estudio jurídico-doctrinal
del Proyecto de las Naciones Unidas “Administration and Cost of Elections”.45
El proyecto señala seis problemas comunes a las legislaciones, sobre todo referidos
al financiamiento de las campañas y administración de esos recursos: tiempos de
transmisión en medios de comunicación, asignación tiempo/reparto de recursos, justicia
frente a la libertad de expresión, revelación pública de las donaciones políticas, grietas en la
45 En: http://www.aceproject.org/main/espanol/pc/pca.htm.
69
ley y la regulación de campañas por grupos de interés. Se pasa ahora a examinar cada uno
de ellos, confrontándolo con la Ley de Partidos Políticos de Bolivia.
3.1. Tiempos de transmisión en medios de comunicación
La discusión estriba acá en que si se debe otorgar el mismo tiempo de emisión de
propaganda a los partidos grandes que a los chicos. Hay posiciones encontradas respecto de
cuál sistema es el más justo. Los partidos pequeños demandan la distribución equitativa,
mientras que los grandes, proporcional en relación al número de votos obtenidos en las
pasadas elecciones.
En Bolivia el tiempo de transmisión no está regulado por la Ley de Partidos sino por
la Ley Electoral Nº 1245 de 5 de julio de 199146; que, por un lado otorga a todos los
partidos o alianzas (artículo 98) espacios iguales de propaganda gratuita en los medios de
comunicación estatales, así como les limita igualitariamente los espacios máximos de
propaganda en medios de comunicación privados (artículo 102).47
Con ello, en un primer momento, se podría pensar que la legislación boliviana al ser
igualitaria en la distribución de tiempos de emisión de propaganda favorecería a los
partidos chicos. Sin embargo no es así, pues la asignación proporcional de recursos cambia
completamente la situación, como se verá a continuación.
3.2. Asignación tiempo/reparto de recursos
Este tema es inmediatamente concomitante con el anterior, pues la posibilidad de
comprar espacios de propaganda depende de la asignación de fondos estatales a los partidos
políticos. Más aún en Bolivia, donde los medios de comunicación privados concentran casi
la totalidad de la audiencia y el acceso igualitario a los medios de comunicación estatales es
poco significativo.
46 Actualizada con modificaciones por la Ley Nº 1704 de 2 de agosto de 1996. 47 Artículo 102.- La propaganda electoral estará limitada, por cada partido o alianza política, a no más de cuatro páginas semanales, por periódico de circulación nacional y departamental; a diez minutos diarios de televisión, en cada canal nacional, departamental y local; a quince minutos diarios de emisión radial, en cada emisora nacional, departamental y local.
70
De esta manera, en Bolivia el reparto y limitación equitativa de espacios de
propaganda de la Ley Electoral se vuelve proporcional en virtud de la disposición de la Ley
de Partidos Políticos que establece que la asignación de recursos de financiamiento estatal
se hace de manera proporcional al número de votos obtenidos en la anterior elección
(artículos 50 al 63).48
Este sistema es criticado por los partidos chicos que ven en él una limitación a su
participación equitativa en la propaganda política. Un sistema menos rígido se ha
establecido en Inglaterra, donde un comité conformado por las autoridades que controlan
los medios de comunicación y dirigentes de los partidos políticos llega a un acuerdo para
una asignación más justa. De esta manera los partidos chicos reciben más financiamiento de
lo que proporcionalmente les hubiera correspondido.49
3.3. Justicia frente a la libertad de expresión
Este punto se refiere a que la libertad de expresión de los partidos para llegar a los
votantes está en directa relación con la cantidad de recursos que posean. En la Ley de
Partidos boliviana (artículo 53) se establece que un 0.5 por mil de Tesoro General de la
Nación se entregará a los partidos para que, en los años no electorales, estos los dediquen
íntegramente a financiar programas partidarios de educación ciudadana y difusión de
documentos político-programáticos.
El problema de la justicia frente a la libertad de expresión está, pues, parcialmente
salvado en Bolivia, pues los recursos para este fin, como ya se dijo, se reparten
proporcionalmente a los votos obtenidos, con lo que los partidos más votados y más
conocidos son los que más financiamiento tienen para difundir sus propuestas, lo que —
paradójicamente— lleva a que los menos votados (y tal vez menos conocidos) sean los que
dispongan de menos recursos para revertir esta situación.
48 O en la misma elección en la que participa si el partido es de reciente creación. 49 Citado por el ACE Project de la ONU. Ver más arriba.
71
3.4. Revelación pública de las donaciones políticas
Se trata de normar si el Estado tiene la obligación de difundir la nómina de los que
contribuyen al financiamiento de los partidos. En Bolivia el artículo 51 de la Ley de
Partidos prohíbe recibir donaciones de gobiernos o entidades extranjeras, personas jurídicas
extranjeras (salvo la asistencia técnica y de capacitación), organizaciones no
gubernamentales, origen ilícito, agrupaciones religiosas, entidades públicas nacionales y,
sobre todo, de carácter anónimo.
Esto podría hacer pensar que el sistema boliviano fija la revelación de las
donaciones a los partidos. El problema es otro. No se trata de que las donaciones sean
anónimas sino de que su procedencia sea de conocimiento público.
El mismo artículo 51 de la ley establece que los partidos deben inscribir en sus
libros de contabilidad la procedencia exacta de las donaciones; sin embargo, no dice nada
acerca de la difusión pública de este origen, por lo que la Corte Nacional Electoral nunca ha
hecho pública esta procedencia.
El Proyecto ACE de la ONU, antes mencionado, tiene dos argumentos a favor de la
difusión pública del origen de las donaciones50:
• Primero, los electores deben saber tanto como sea posible acerca de los diferentes
partidos políticos y candidatos que están pidiendo ser votados. La información
acerca de cada soporte financiero del partido es algo que puede influenciar
razonablemente al elector, dado que esto muestra algo acerca de sus políticas,
actividades y estilo político.
• Segundo, la revelación de las donaciones políticas hace más fácil de detectar (y por
lo tanto evitar) la posible corrupción política. Si un magnate de los negocios hace
una gran contribución política para el partido ganador y después obtiene contratos
gubernamentales favorables, esto obviamente producirá preguntas acerca de los
50 En: http://www.aceproject.org/main/espanol/pc/pca.htm.
72
posibles nexos entre las donaciones y el contrato si los hechos de las donaciones
son del dominio público.
En el otro lado, el argumento en contra de la revelación se basa en que se debe
respetar la privacidad personal, pues muchos donadores se pueden ver reacios a hacer
contribuciones si éstas son públicas.
Un punto de vista comúnmente aceptado en numerosos países (según el ACE) es
que el derecho a la privacidad debe permanecer cuando las donaciones sean relativamente
pequeñas, pero las muy grandes deben ser reveladas.
La ley boliviana se queda en la mitad. No permite el anonimato pero no obliga a la
difusión de los donadores.
3.5. Vacíos en la ley
No es fácil superar el problema de los vacíos en las legislaciones sobre partidos
políticos, pues la experiencia indica que un intento de cubrir grietas puede generar caminos
“alternativos” de financiamiento casi ilegal para los partidos.
El Proyecto ACE menciona, por ejemplo, el caso de las “fundaciones”. Es decir,
instituciones, aparentemente, no políticas, pero ligadas a los partidos y que reciben
donaciones en condiciones que estos no podrían hacerlo.
Otro ejemplo son los llamados think tanks en los Estados Unidos (tanques
pensantes), es decir, organizaciones de investigación política que reciben grandes
donaciones y cuyos “resultados científicos” favorecen a un partido u otro.
En Bolivia ya han comenzado a aparecer tanto fundaciones ligadas a los partidos,
como think tanks nacionales, que eventualmente podrían canalizar recursos no previstos por
la Ley de Partidos.51
51 Por ejemplo, la Fundación Milenio ligada al MNR, o FUNDEMOS que mantiene vínculos con ADN.
73
Según el mismo Proyecto ACE, los ejemplos de vacíos al respecto son muchos,
entre los que se puede mencionar los cinco siguientes:
• Redireccionamiento de fondos. Si las regulaciones se aplican a los partidos
políticos y a los candidatos para puestos públicos, pero no a las actividades políticas
de los grupos de presión o a los fondos personales recolectados por los políticos,
entonces habrá una tendencia de evadir las reglas redireccionando el dinero de estos
partidos y candidatos hacia esas instancias aliadas sin control.
• “Contribuciones en especie” en vez de aportes financieros. Por ejemplo, poner a
disposición de un partido o candidato autos, departamentos, oficinas o teléfonos.
• Negocios lucrativos encubiertos de los partidos políticos. Un partido político
puede proporcionar un servicio por el cual el donador pague un precio por encima
de los niveles del mercado, disfrazando así lo que son en esencia contribuciones
políticas. Ejemplos comunes son los anuarios y publicaciones de los partidos, en las
que las corporaciones y los individuos compran espacios para anunciarse, o
servicios de consultoría y asesoría proporcionados por miembros de los partidos, o
compras masivas de periódicos, literatura y parafernalia política tales como botones,
escarapelas, corbatas y cosas de este tipo.
• Evasión de las reglas de revelación pública. Si las donaciones políticas por
individuos o corporaciones se deben declarar si están por encima de un cierto límite,
pueden ser evadidas efectuando varias contribuciones, cada una de las cuales sea
por un monto ligeramente menor al que se requiere para que la declaración sea
necesaria. En la ley boliviana (artículo 50) el límite de donación individual está
fijado en el 10% del presupuesto anual de la organización partidaria. Este límite
puede ser fácilmente evadido si se cambia el nombre de la persona donante.
• Las prohibiciones contra las contribuciones externas. Son evadidas fácilmente.
En algunos casos los partidos que desean recibir contribuciones foráneas han
establecido fundaciones “independientes no-partidistas” para recibir el dinero. En
74
otros casos los desembolsos se han hecho a través de las subsidiarias locales de
compañías foráneas. La ley boliviana (artículo 50) prohíbe a los partidos recibir
donaciones foráneas salvo de asistencia técnica y de capacitación con lo que el
margen posible de evasión de la ley aumenta.
La experiencia muestra que es difícil resolver los vacíos en la Ley de Partidos, pues
el problema no sólo es de naturaleza técnica, ya que siempre existe la posibilidad para las
organizaciones políticas de encontrar mecanismos de evasión.
Por lo tanto, para superar los vacíos de la ley es necesario un compromiso previo de
los partidos para respetar la fiscalización de los fondos por el organismo electoral, sin lo
cual una mejora de la legislación no es posible.
3.6. Regulación de campaña por grupos de interés
Un último problema para las legislaciones sobre los partidos políticos concierne a
los grupos de interés que pretenden influenciar a los partidos y sus candidatos. Por ejemplo,
la Iglesia Católica boliviana puede tener interés en que no se cambie el artículo 3 de la
Constitución Política del Estado que la reconoce y promueve, algo que no hace con otros
cultos, aunque garantice su libertad de expresión. Lo mismo puede pasar con los cultos
evangelistas que pueden querer influenciar a los partidos para que este artículo 3 sí cambie.
El problema radica en que no se puede desconocer el derecho de ciertos grupos de
ejercer presión sobre los partidos políticos en busca de sus legítimos intereses.
El Proyecto ACE, ya citado, señala que estas actividades representan:
...un problema para la regulación de las elecciones. Por un lado, esto puede
parecer irrazonable, de hecho indemocrático, para buscar el silencio de los grupos.
Ellos tienen derecho a opinar. Por otro lado, resultaría imposible asegurar justicia
entre partidos y candidatos si los grupos de presión están libres de regulación.
75
El problema central radica en que no tiene mucho sentido regular los gastos de los
partidos políticos en propaganda si los grupos de interés no tienen límite en el momento de
publicitar sus puntos de vista, que pueden favorecer o atacar a uno u otro competidor
político.
La Ley de Partidos Políticos de Bolivia, así como la Ley Electoral simplemente no
tratan este problema, que se convierte en otro vacío a subsanar.
76
III. Constitución y organización de los partidos políticos
En este punto se tratarán cuatro aspectos que permiten caracterizar el sistema de
partidos políticos en Bolivia:
• La caracterización misma del actual sistema de partidos y sus componentes.
• La organización interna definida por el estatuto de cada partido.
• La ideología que profesa cada partido.
• Los planes de gobierno que presentaron los partidos a las últimas elecciones
generales del año 2002.
1. El sistema de partidos políticos y sus componentes
En primer lugar se describirá las características generales, históricas y legales del
sistema de partidos políticos en Bolivia, para luego pasar al cuadro de sus componentes
legalmente reconocidos por la Corte Nacional Electoral.
1.1. Características generales
En el presente trabajo son varias las dimensiones significativas de análisis utilizadas
para la caracterización del sistema de partidos: el desarrollo histórico del sistema desde la
recuperación de la democracia representativa en 1982, la delimitación legal que hace del
Estado boliviano al respecto, la ideología de los partidos y sus transformaciones, el
cumplimiento de las funciones de mediación política, la democratización interna, las
relaciones interpartidarias y las relaciones que mantienen con la sociedad.
77
En cuanto al análisis histórico del sistema de partidos, cuyo desarrollo in extenso
fue realizado en el punto I de la investigación, varios analistas coinciden en señalar que
atravesó tres períodos desde 198252:
• Una primera fase fundacional (1982-1985), caracterizada por el desplazamiento
de los sindicatos en la representación popular53, en favor de los partidos políticos,
como los nuevos actores centrales de la recién recuperada democracia.
• Una segunda fase de recomposición y adaptación de los partidos políticos a las
nuevas reglas de juego de la democracia neoliberal (1985-1993)54, caracterizada por
la vigencia de los partidos tradicionales, pero con la aparición de nuevos partidos
neopopulistas (UCS y CONDEPA).
• Una tercera fase de estabilidad en la que los nuevos partidos neopopulistas se
integran al funcionamiento del Estado, que empieza a desarrollar un proceso de
reforma institucional.
Sin embargo, para muchos esta tercera fase habría dado muestras de su agotamiento
en febrero del 2003, cuando un amotinamiento policial sumado a una revuelta popular-
delincuencial puso en jaque al gobierno y al sistema de partidos que no pudieron ensayar
ninguna respuesta mediadora, entre Estado y sociedad civil, durante los dos días que duró la
crisis.
Los acontecimientos del mes de octubre de 2003 con la sucesión presidencial
forzosa y la posesión de un nuevo gobierno sin partido, inició una cuarta fase de
recomposición, ya que la crisis de imagen de los partidos con representación congresal los
obliga a redefinir su actuación y sus roles en la democracia representativa.
52 MAYORGA, Fernando. “Sistema de Partidos en Bolivia: ¿Crisis y recomposición?”, en: OPINIONES Y ANÁLISIS Número Especial. Crisis de los partidos políticos en la región andina: Lecciones de la historia, 2001, pp. 160 a 176. 53 Los sindicatos se constituyeron en el eje de la representación popular durante el período dictatorial militar que se implantó en Bolivia entre 1964 y 1982. 54 Con la promulgación del Decreto Supremo Nº 21060 en 1985, como articulador de la llamada “nueva política económica” de corte neoliberal que reemplazó al capitalismo de Estado, en vigencia desde la Revolución Nacional de 1952.
78
Ahora bien, en lo que toca a la delimitación legal, se observó en el punto II que el
sistema de partidos políticos en Bolivia es cerrado, en virtud del necesario reconocimiento
que los partidos políticos deben tramitar ante la Corte Nacional Electoral (CNE) para el
inicio de sus actividades partidarias.
El sistema de reconocimiento previo de los partidos políticos ante la CNE se inicia
con la Ley Electoral de 1991, como una respuesta del Estado ante la gran profusión de
partidos políticos (según un estudio de Raúl Rivadeneira entre 1958 y 1983 se pudo
contabilizar la existencia documentada de 323 partidos políticos)55.
Sin embargo, este hecho no aumentó significativamente el número de candidaturas
presidenciales:56
Entre 1979-1997 éstas [las candidaturas] oscilaron entre un mínimo de 9 y un
máximo de 18, con un promedio ligeramente superior a 12, en independencia del
número de partidos inscritos en la Corte Nacional Electoral.
Con todo, en la actualidad está vigente el sistema limitativo de reconocimiento
previo, trámite normado por la Ley de Partidos (artículos 5 al 12), con varios pasos a
seguir:
• En primer lugar, una asamblea constitutiva del partido creado debe redactar un
acta con: la identificación de los fundadores; la manifestación de constituir un
partido político así como de no tener otra militancia política; el nombre, sigla y
colores partidarios; la aprobación de la declaración de principios; la aprobación del
estatuto orgánico; el programa de gobierno; la elección de los miembros de la
dirección nacional; la declaración patrimonial; y el domicilio.
55 “Partidos políticos, partidos taxi y partidos fantasma. La atomización de los partidos de Bolivia”, en: NUEVA SOCIEDAD Nº 74, Caracas, 1984. 56 ROMERO BALLIVIÁN, Salvador. “Las tres generaciones de partidos en el siglo XX”, en: OPINIONES Y ANÁLISIS Nº 30, P. 27.
79
• Seguidamente, el partido debe presentar el acta a la CNE, conjuntamente con la
solicitud, vía memorial, de la autorización para la apertura de libros de registro de la
militancia.
• Una vez autorizada la apertura de libros de registro de militancia, el partido debe
acreditar (inscribir) un mínimo de 2% de militantes del total de votos válidos en las
elecciones presidenciales inmediatamente anteriores a su fundación.
• Finalmente, el partido debe someter los libros de registro de militantes a la CNE, la
que —una vez verificados los mismos y de no existir observaciones que impliquen
su corrección— resolverá reconocer la personalidad jurídica del partido recién
creado, con lo que éste podrá dar inicio a sus actividades partidarias.
Igualmente hay que señalar que no basta el reconocimiento previo para que los
partidos mantengan su personalidad jurídica, pues la Ley de Partidos estipula cinco
causales para la cancelación de la misma (artículo 44):
• Por acuerdo propio del partido político.
• Por no haber obtenido más del 3% de los votos válidos en la última elección a la que
concurrieron.57
• Por no concurrir a dos elecciones consecutivas.
• Por comprobada participación en golpes de Estado o sediciones.
• Por no haber actualizado su registro partidario al momento de su fundación.
Ahora se pasa a detallar los componentes del sistema de partidos.
57 Sin embargo, el mandato obtenido de diputado, concejal o agente cantonal se mantiene, incluso si el partido pierde su personalidad jurídica.
80
1.2. Los componentes del sistema de partidos
La principal función del sistema de partidos es asegurar el proceso eleccionario para
la conformación de dos poderes del Estado y de los gobiernos comunales. Esta es la
principal limitación que presenta la legislación en vigencia respecto a los partidos, al no
enfatizar debidamente las funciones que tienen los partidos políticos en un sistema político
democrático, es decir, considerar que de acuerdo a la “letra” se asume que el fin de los
partidos políticos es conformar los poderes del Estado, cuando en realidad el fin no es el
poder político y su ejercicio en sí mismo, sino que éste es sólo un medio para lograr metas
colectivas; esto significa que los partidos no están llamados a conformar los poderes del
Estado solamente sino a orientar al Estado hacia una propuesta de futuro para la sociedad.
En esta relación los electores no votan sólo por un candidato sino por una opción de futuro.
De acuerdo con la normatividad en vigencia, la Ley Electoral Nº 1246 de 5 de julio
de 1991 instituye como primeros componentes del sistema de partidos a los organismos
electorales, a través de los cuales el Estado cumple la normativa sobre el procedimiento,
desarrollo y vigilancia del proceso electoral para la formación de los poderes Legislativo,
Ejecutivo y de los gobiernos comunales (artículo 1).
La Corte Nacional Electoral es el máximo organismo en materia electoral (Ley
Electoral, artículo 24), con jurisdicción y competencia en todo el territorio de la República
y con sede en la ciudad de La Paz.
Sus decisiones son irrevisables, inapelables, de cumplimiento obligatorio, excepto
cuando infrinjan preceptos constitucionales, en cuyo caso el recurso debe ser presentado
ante el Tribunal Constitucional.
Los otros organismos electorales, en orden descendente de jerarquía son: las cortes
departamentales electorales, los jueces electorales, los jurados de mesas de sufragio y los
notarios electorales.
81
En cuanto a los partidos miembros del sistema, a la fecha, que cumplieron completa
o parcialmente con la Disposición Transitoria Segunda de la Ley de Partidos58 según el
último informe de la CNE de 11 de noviembre de 2003, existen dos categorías:
• Catorce partidos políticos que tienen personalidad jurídica vigente o pendiente
de ratificación. Ello quiere decir partidos a los que, con anterioridad a las
elecciones generales del 30 de junio de 2002, la CNE les otorgó personalidad
jurídica. A la fecha, esta personalidad —en algunos casos— ha sido ratificada y en
otros está pendiente de ratificación, ya sea porque la CNE sólo ha aprobado el
registro de dichos partidos políticos o está verificando sus estatutos y libros de
militantes.59
Nº Sigla Nombre Resolución CNE que otorga la personalidad jurídica
Resolución CNE que ratifica la personalidad jurídica
1 ADN Acción Democrática Nacionalista 030/1987 de 27 de julio de 1987
052/2003 de 4 de agosto de 2003
2 FRI Frente Revolucionario de Izquierda 032/1987 de 27 de julio de 1987
Pendiente
3 MAS Movimiento al Socialismo 048/1987 de 27 de julio de 198760
054/2003 de 4 de agosto de 2003
4 MOVIBOL Movimiento Bolivariano 029/2002 de 28 de febrero de 2002
Sin información
5 MBL Movimiento Bolivia Libre 035/1987 de 27 de julio de 1987
094/2003 de 5 de noviembre de 2003
6 MIP Movimiento Indígena Pachakuti 031/2002 de 1 de marzo de 2002
Sin información
7 MIR-NM Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría
029/1987 de 27 de julio de 1987
079/2003 de 2 de octubre de 2003
58 Obligación de presentar listas de militantes hasta el 30 de junio de 2003, para la adecuación de sus documentos constitutivos con un mínimo de 55 mil 576 partidas (2% de votos válidos en las elecciones generales del 30 de junio de 2002), así como los estatutos adecuados a las normas de la Ley de Partidos. 59 El orden de aparición de los partidos políticos es el que estableció la CNE en el mencionado informe de noviembre 2003. 60 Todas las fechas son las proporcionadas por la CNE en su informe oficial.
82
Revolucionaria Nueva Mayoría julio de 1987 octubre de 2003
8 MNR Movimiento Nacionalista Revolucionario 028/1987 de 27 de julio de 1987
078/2003 de 2 de octubre de 2003
9 MSM Movimiento Sin Miedo 069/1999 de 9 de junio de 1999
Pendiente
10 NFR Nueva Fuerza Republicana 155/1996 de 5 de julio de 1996
053/2003 de 4 de agosto de 2003
11 PDC Partido Demócrata Cristiano 033/1987 de 27 de julio de 1987
Pendiente
12 UCS Unidad Cívica Solidaridad 100/1989 de 28 de septiembre de 1989
067/2003 de 11 de septiembre de 2003
13 USTB Unión Social de Trabajadores de Bolivia 141/2002 de 25 de junio de 2002
Sin información
14 VIMA Vanguardia Institucional Mariscal de Ayacucho
047/2002 de 13 de marzo de 2002
Sin información
• Cuatro partidos políticos con personalidad jurídica en trámite.
Nº Sigla Nombre Representantes Fecha de ingreso de solicitud a la CNE
1 ARENA Alianza Renovadora Nacional Adalid H. Suárez Arana 21 de mayo de 2003
2 NIN Nueva Identidad Nacional Félix Cambi Cari 14 de julio de 2003
3 PSO Partido Social Demócrata Nacionalista
Alex C. Espejo Alanoca
Marco P. Medina Márquez
Justo P. Pacheco Madani
Roberto P. Medina Márquez
23 de octubre de 2003
4 SAL Solidaridad Auténtica y Liberadora Leónidas Vega Condori 11 de julio de 2003
83
En cuanto a los que no son miembros del sistema de partidos políticos existen
también dos categorías:
• Diez partidos políticos que perdieron su personalidad jurídica durante las
gestiones 2002 y 2003.
Nº Sigla Nombre Resolución CNE que otorga la personalidad jurídica
Resolución CNE que quita la personalidad jurídica
1 CONDEPA-MP Conciencia de Patria Movimiento Patriótico
Sin información 164/2002 de 16 de julio de 2002
2 FSB Falange Socialista Boliviana Sin información 046/2003 de 22 de julio de 2003
3 KND Katarismo Nacional Democrático Sin información 045/2003 de 22 de julio de 2003
4 LJ Libertad y Justicia 018/2002 de 6 de febrero 2002
164/2002 de 16 de julio de 2002
5 MCC Movimiento Ciudadano para el Cambio 016/2002 de 1 de enero 2002
164/2002 de 16 de julio de 2002
6 MRTKL Movimiento Revolucionario Tupak Katari de Liberación
Sin información 044/2003 de 22 de julio de 2003
7 PCB Partido Comunista Boliviano Sin información 043/2003 de 22 de julio de 2003
8 PFJ Partido Fuerza Joven Sin información Sentencia Constitucional Nº 448/2002 R Sucre, 15 de abril de 2002
9 PS Partido Socialista Sin información 164/2002 de 16 de julio de 2002
10 VR-9 Vanguardia Revolucionaria 9 de Abril Sin información 042/2003 de 22 de julio de 2003
84
• Una agrupación política a la que le fue rechazada la personalidad jurídica
durante la gestión 2003.
Nº Sigla Nombre Representantes Resolución CNE que rechaza la personalidad jurídica
1 FREPAB Frente Patriótico Agropecuario Boliviano Eliseo Rodríguez Pari y otros
017/2003 de 4 de abril de 2003
Respecto a lo dispuesto oficialmente por la CNE, resumido en los anteriores
cuadros, se debe hacer ciertas observaciones:
• De los catorce partidos del sistema con personalidad jurídica, sólo ocho cuentan con
representación parlamentaria, diputados y/o senadores: MNR, MIR-NM, ADN,
MAS, NFR, UCS, MBL y MIP.
• Un caso especial es el del Partido Socialista (PS), sin personalidad jurídica pero con
representación parlamentaria: un diputado uninominal por Santa Cruz.
• El Movimiento Sin Miedo y el Movimiento Bolivariano no tienen representación
parlamentaria pero sí tienen representación en el gobierno municipal de la ciudad de
La Paz.
• El Frente Revolucionario de Izquierda y el Partido Demócrata Cristiano
conservaron su personalidad jurídica en virtud de la alianza electoral que
conformaron con el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria y con Acción
Democrática Nacionalista, respectivamente, en las pasadas elecciones
presidenciales de 2002.
85
• La Vanguardia Institucional Mariscal de Ayacucho (VIMA), organización política
de miembros de la Policía Nacional y la Unión Social de Trabajadores de Bolivia
(USTB) no se presentaron a las elecciones generales pasadas, por lo que de no
volver a presentarse en los próximos comicios municipales de 2005 corren el riesgo
de perder su personalidad jurídica.
Como se mencionó anteriormente, la presente investigación tiene por objeto de
estudio a los nueve partidos políticos con representación parlamentaria.61 Sin embargo, se
ha optado por la exhaustividad en la descripción del sistema de partidos.
A partir del próximo punto el estudio de los documentos, la ideología, los
programas de gobierno y las conductas, se referirá exclusivamente a los partidos con
representación parlamentaria.
2. La organización de los partidos políticos
2.1. Una estructura organizativa predefinida
Como quedó claro, las directrices para la estructura y la organización de los partidos
políticos están predefinidas en la Ley de Partidos (artículos 13 al 17). El texto legal
establece que cada partido debe tener tres documentos fundamentales:
• Declaración de principios.
• Programa de gobierno.
• Estatuto orgánico.
En lo que respecta a lo organizativo, la Ley de Partidos señala con precisión que
cada partido debe elegir democráticamente y mediante voto secreto y directo una estructura
orgánica con cuatro niveles de jerarquía:
61 MNR, MIR-NM, ADN, MAS, NFR, MBL, UCS, MIP y PS.
86
• Organismo máximo, congreso, asamblea, convención nacional o equivalente, a
realizarse cada cinco años como máximo.
• Organismo máximo entre congreso y congreso.
• Dirección nacional.
• Organismos de dirección a nivel territorial y/o sectorial o funcional.
Además, la ley estipula que los partidos deben definir claramente en sus estatutos:
funciones y atribuciones de los órganos directivos y de los dirigentes, participación plena
de la mujer, participación efectiva de los jóvenes, derechos y deberes de los militantes
incluida la fiscalización del patrimonio partidario y de la actuación de sus dirigentes, así
como procedimientos disciplinarios en caso de faltas leves y graves.
El hecho de que algunas decisiones hayan sido incorporadas en la legislación
también responde a una realidad operativa de los partidos políticos bolivianos, reflejo de
una cultura política poco democrática, es decir, que aún siendo las principales
organizaciones de mediación política en el modelo liberal de democracia representativa, los
partidos políticos no se democratizaron internamente de manera natural y voluntaria.
En la mayoría de los casos la estructura organizacional responde a lógicas verticales
y autoritarias, y además, aunque en algunos casos los procesos de democratización interna
son muy anteriores a las exigencias legales y de la CNE, la norma aprobada no
necesariamente refleja las prácticas reales que tienen lugar en el interior de los partidos
políticos. En general, más allá de la “forma” establecida en los estatutos, las relaciones
internas “de abajo hacia arriba” son restringidas, el proceso de decisiones tiende a
concentrarse fuertemente alrededor de algunos operadores políticos de cúpula y la lógica se
mantiene bajo formas personalizadas y redes de poder internas a la organización.
En este contexto, el análisis planteado por la investigación buscará establecer cuál
es el grado de adecuación de los estatutos partidarios de los nueve partidos con
representación parlamentaria a lo señalado por la Ley de Partidos.
87
2.2. Partidos en situación de adecuación
El 30 de junio de 2003 venció el plazo para la actualización y adecuación del
registro partidario, que incluía la obligación de presentar los documentos partidarios
readecuados y los libros de registro de militantes actualizados y depurados.
Como fue señalado, durante las gestiones 2002 y 2003 la CNE canceló la
personalidad jurídica de diez partidos62 y mientras que, de catorce partidos miembros del
sistema, algunos ya tienen ratificada la personalidad jurídica, otros deben cumplir todavía
algunos trámites para obtenerla definitivamente.
Durante la presente investigación cuando se preguntó a los personeros de los
partidos con representación parlamentaria si ya tenían la resolución de la CNE otorgándoles
la personalidad jurídica, casi la totalidad de los entrevistados se negaron a responder
claramente y aseguraban que ya la tenían o estaba en trámite, a punto de otorgarse.63
Al respecto, la única información sobre las observaciones a la adecuación de los
documentos partidarios que se pudo conocer fue la que reveló el Movimiento de la
Izquierda Revolucionaria (MIR), cuando su delegado ante la CNE, Hugo Carvajal, indicó
que la misma había hecho 10 observaciones a los documentos del MIR, entre las que se
destacaba la de no haber incluido la elección por voto directo y secreto del jefe nacional64.
La CNE dio 45 días al MIR, a partir del 12 de septiembre, para realizar las correcciones
pertinentes.
Por otra parte, es de esperar que la CNE observe los estatutos de los partidos que no
cumplan con el precepto de la elección democrática, directa y por sufragio de los dirigentes
nacionales de los partidos políticos, hecho que constituye uno de los principales avances en
la institucionalización, modernización y democratización del sistema.
62 Ver arriba el punto 1.2. Los componentes del sistema de partidos. 63 Sólo el Jefe Nacional en Ejercicio de ADN, Mauro Bertero, mostró la resolución de la CNE con la personalidad jurídica para su partido. 64 Periódico La Razón, La Paz, 19 de septiembre de 2003: “La Corte Nacional Electoral observa el estatuto de los miristas”.
88
Sin embargo, hasta que la CNE emita su informe respectivo se tiene que concluir
que los partidos políticos y sus documentos se encuentran en fase de adecuación ante la
CNE.
A continuación se verá que los partidos políticos bolivianos, en virtud de la Ley de
Partidos, se han visto compelidos a incorporar a su estructura procedimientos democráticos
de gestión, como la elección por sufragio de sus dirigentes; la clarificación de los derechos
y deberes del militante que, incluso, en varios de ellos tiene la figura del “defensor del
militante”; las cuotas de participación de mujeres y, en algunos casos, de jóvenes; el
derecho de fiscalización de los militantes en la vida partidaria, e incluso la participación de
ciudadanos sin militancia en la vida del partido.
Con estas precisiones, se presenta el siguiente análisis de los estatutos orgánicos de
los partidos políticos con representación parlamentaria:
2.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
Según su estatuto orgánico aprobado el año 2002, el MNR cuenta con tres tipos de
órganos: Dirección Nacional, Dirección Territorial y Órganos Especializados. Los mismos,
de acuerdo a lo que estipula la Ley de Partidos Políticos, duran en sus funciones cinco años.
Los órganos de Dirección Nacional son: la Convención Nacional, el Comando
Nacional, el Comité Ejecutivo Nacional, la Jefatura Nacional, las Subjefaturas Nacionales,
el Secretario Ejecutivo Nacional.
Los órganos de Dirección Territorial son: Comandos Departamentales, Comandos
de Sección Municipal, Comandos de Distrito Urbano y de Cantón Rural, Comandos de
Base (Barrio Urbano y Comunidad Rural).
Los Órganos Especializados son: la Junta Nacional Electoral, el Tribunal Nacional
de Honor, el Defensor de los Derechos del Militante.
89
El MNR es uno de los partidos más descentralizados pues sus organismos de
dirección como el Comando Nacional (segundo en jerarquía después de la Convención
Nacional) son altamente colegiados.65
Sin embargo, el Jefe Nacional todavía sigue teniendo en sus manos las propuestas
para la elección del Secretario Ejecutivo Nacional, así como de los integrantes del Comité
Ejecutivo Nacional. Éste es un resabio de los partidos caudillistas donde todas las
decisiones importantes pasaban por la aprobación del principal dirigente.
De acuerdo con los cuadros políticos de mandos altos entrevistados para esta
investigación, la estructura anterior del MNR se establecía en base a una organización
funcional y sectorial y actualmente se establece en base a una lógica territorial. Este cambio
habría producido un efecto negativo de desvinculación con los sectores y de fragmentación
regional de los nuevos liderazgos, es decir, que antes este partido tenía presencia en filas
obreras, sindicatos agrarios, gremiales, etc., que tenían impacto sectorial a escala nacional,
mientras que con la territorialización se han perdido vínculos con los sectores sociales.
El MNR es el partido más antiguo del sistema, a pesar de lo cual ha continuado
como una de las estructuras más importantes y extendidas a escala nacional, no solamente
por mantener una de las militancias orgánicas más importantes sino sobre todo por haberse
encontrado en la democracia siempre como cabeza de gobierno o de oposición, lo cual le
otorga una importante responsabilidad en términos de sus lógicas internas. Si bien hay
nuevos cuadros políticos importantes en el plano nacional que reflejan también un cambio
generacional como es el caso de Oscar Arrien, Moira Paz, Hugo San Martín o Helen Hayes,
entre otros, por otra parte esa estructura no se ha reflejado en la participación democrática
de la militancia en todos sus niveles y mantiene la concentración de poder de decisión
alrededor del jefe del partido.
Los sucesos de octubre del presente año —más allá de la renuncia a la presidencia
de la República de Gonzalo Sánchez de Lozada, jefe nacional de este partido—, muestran
65 Además de los dirigentes integran al Comando Nacional 100 delegados de los nueve departamentos.
90
una situación de crisis y de fragmentación en la estructura interna movimientista, pues han
surgido diversas voces desde diferentes sectores partidarios, exigiendo una renovación de
mandos en base a criterios más democráticos que permitan mayores oportunidades para los
jóvenes y las regiones.
2.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
El Primer Congreso Extraordinario del MIR, celebrado en Santa Cruz de la Sierra,
aprobó el pasado 27 de marzo de 2003 el “Estatuto Nacional del MIR Nueva Mayoría”, con
69 artículos y 3 disposiciones transitorias.
Con este documento el MIR se ha dotado de dos niveles de estructura: nacional y
departamental, cuyo mandato se fija en cinco años, el período que debe mediar entre dos
congresos.66
A nivel nacional, cuenta con 10 órganos jerárquicos: Congreso Nacional, Comité
Político Nacional, Jefatura Nacional, Subjefaturas Nacionales (tres: laboral, campesina u
originaria, e intelectual), Comisión Política Nacional, Comisión Ejecutiva Permanente,
Secretaría General, Secretaría Ejecutiva, Estructuras Sectoriales y Secretarías Funcionales
(siete: Asuntos Partidarios, Programa, Capacitación y Formación, Organizaciones Sociales,
Asuntos Internacionales, Comunicación Social, y Comunidad Política Ciudadana y
Equidad).
Asimismo, forman parte de la estructura nacional del MIR con autonomía de gestión
cinco órganos: el Tribunal de Ética y de Disciplina, el Tribunal Electoral Nacional, el
Defensor del Militante, la Juventud Mirista Nacional y los Pueblos Indígenas y Originarios.
A nivel departamental se replica la estructura nacional en los órganos localmente
pertinentes: Comité Político Departamental, Jefaturas y Subjefaturas Departamentales y de
Región, Secretarías Funcionales Departamentales, Estructuras Seccionales Municipales,
Estructuras Sectoriales, Tribunal Departamental de Ética y Disciplina, Tribunal
66 Estatuto Nacional del MIR-NM, junio de 2003, La Paz.
91
Departamental Electoral, Juventud Mirista Departamental y Pueblos Indígenas y
Originarios.
Respecto de la estructura del MIR definida en su estatuto orgánico, se puede hacer
las siguientes observaciones:
• Es una de las estructuras más ampulosas del sistema de partidos: diez niveles
jerárquicos, cinco órganos autogestionarios. El gran desafío para el MIR estribará
en hacer funcionar a su estructura que incluye novedades como la figura del
Defensor del Militante y el órgano de Pueblos Indígenas y Originarios. Llama la
atención la ausencia de un órgano para la mujer, aunque el estatuto incluye la cuota
de participación del 30% requerida por la CNE.
• El Jefe Nacional concentra gran poder (artículo 20), pues no sólo tiene la
responsabilidad de la máxima representación nacional e internacional, sino que,
además,
o señala la línea política,
o preside cinco de los 10 órganos jerárquicos nacionales67,
o propone a militantes para la dirección de los otros tres órganos nacionales68,
o por delegación del Congreso Nacional o Comité Político Nacional, puede
asumir todas las decisiones necesarias para el cumplimiento de Principios y
lineamientos, dándoselas por bien hechas en caso que las instancias
nombradas no puedan reunirse o llegar a acuerdos concretos69,
o procesa la nominación de autoridades nacionales estatales considerando las
propuestas regionales,
67 Congreso Nacional, Comité Político Nacional, Comisión Política Nacional, Jefatura Nacional y Comisión Ejecutiva Permanente. 68 Secretario General, Secretario Permanente y Secretarios Ejecutivos Nacionales. 69 El resaltado es nuestro.
92
o procesa la inscripción de candidatos a cargos de elección mediante voto
popular y
o designa a los delegados ante la CNE.
En fin, a pesar de que el MIR establece en su estatuto que quiere ejercer una
intermediación política partidaria incluyente y participativa y tiene una estructura
modernizada y adecuada a la Ley de Partidos, todavía sigue siendo un partido donde
estatutariamente el Jefe Nacional puede definir casi la totalidad de decisiones de
importancia.
El caso del MIR es una muestra completa de lo que todos los partidos del sistema
comparten en algún grado: la concentración de poder en la figura personalizada del jefe, lo
que expresa una lógica política más caudillista que institucionalizada. Se podría afirmar que
existen diversas razones para dicho personalismo: desde las planteadas por Robert Michels
cuando analiza las tendencias hacia la oligarquización en las organizaciones partidarias,
hasta los vínculos afectivos del líder con la militancia, pero, en todo caso, la concentración
de poder en una persona muestra que los procesos de democratización interna no surgen de
una convicción profunda de los partidos, que persisten en sus lógicas centralistas y
autoritarias en el proceso de toma de decisiones.
Más allá de destacar el personalismo como un rasgo común a los partidos, en el caso
específico del MIR se puede resaltar la combinación de dos lógicas tradicionales de la
política boliviana: al mismo tiempo que se concentra poder alrededor de Jaime Paz Zamora
como principal líder partidario —lo que conduce a una profundización del fraccionamiento
interno— se produce una casi “natural” delegación de poder en nuevas figuras
generacionales directamente relacionadas a él, sus hijos Rodrigo y Jaime Paz Pereira. Esta
sucesión no se presenta en contradicción u oposición a los estatutos, sino que más bien se
plantea una lucha “desde abajo” y con legitimidad —ambos son uninominales— pero que
se encuentra atravesada de redes de poder y de ventajas comparativas en la actuación
intrapartidaria.
93
Esta no es una estrategia novedosa, el sistema de partidos la utilizó al menos en los
casos de Carlos Palenque y la “delegación” de poder en su hija Verónica, y en Johnny
Fernández como “heredero” de la jefatura y liderazgo de su padre Max Fernández después
de su sorpresivo deceso. En ambos casos la fórmula no dio el resultado esperado:
CONDEPA atravesó un acelerado proceso de descomposición interna y terminó por
desaparecer del sistema de partidos al perder su personalidad jurídica en junio de 2003 y
UCS bajó su votación del 16% al 5.5%. De tal modo que el MIR podría, a mediano plazo,
seguir una tendencia similar.
Las voces disidentes de Samuel Doria Medina o de José Luis Paredes en los últimos
meses dan muestra de que más allá de la “letra” de los estatutos miristas, las prácticas
tienden a eludir una verdadera y profunda democratización, transparencia y apertura a la
participación de todos sus sectores.
2.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
Acción Democrática Nacionalista aprobó su estatuto orgánico el 2 de marzo de
2002 en su Asamblea Nacional Ordinaria. Parece que este partido hubiera tratado de
replicar en su estructura la organización del Estado boliviano, pues —al igual que las leyes
de la República— el Estatuto de ADN tiene una suerte de promulgación efectuada por su
Jefe Nacional, Jorge Quiroga Ramírez.
El estatuto de 8 títulos, 38 capítulos, 137 artículos y 1 transitorio delimita una
estructura más reducida que la de otros partidos: ocho organismos de dirección (Asamblea
Nacional, Comité Político Nacional, Jefatura Nacional, Subjefaturas Nacionales, Comité
Ejecutivo Nacional, Comités Departamentales, Comités Municipales y Comités de
Circunscripción); cuatro organismos encargados de la administración de justicia (Tribunal
Nacional de Honor, Fiscal Nacional de Justicia Partidaria, Tribunales Departamentales de
Honor y Fiscales Departamentales) y dos órganos en período de elecciones nacionales
(Comisiones Nacional y Departamental de Campaña Electoral).
94
A pesar de que la muerte del jefe fundador de ADN, Hugo Banzer Suárez en el año
2002, motivó el cambio de la estructura de este partido, haciéndola más fluida y
democrática, todavía el Jefe Nacional concentra en sus manos la designación de los
presidentes de las Comisiones del Comité Político Nacional (segundo órgano jerárquico
después de la Asamblea) y propone nombres para la elección de los miembros del Tribunal
Nacional de Honor, la Junta Nacional Electoral, Fiscal Nacional y Defensor Nacional del
Militante, es decir, que en este caso la actualización y democratización también se ve
frenada por la subsistencia de lógicas verticales y centralistas.
Por otro lado, la facultad de aprobar las listas de candidatos a senadores y diputados
es colegiada, pues al Jefe Nacional se suman en esta tarea los Subjefes Nacionales, el
Secretario Ejecutivo Nacional y el Jefe y Secretario Ejecutivo Departamental.
Como novedad ADN incorpora la Subjefatura de Participación Ciudadana, cuyo
titular será designado por el Comité Político a sugerencia del Jefe Nacional.
ADN ha sido siempre uno de los partidos políticos que en la práctica ha mostrado
una mayor rigidez en sus relaciones verticales de mando, tal vez por la formación militar de
su jefe histórico, Hugo Banzer Suárez, o posiblemente debido a que sus miembros
fundadores provienen de la lógica autoritaria de las dictaduras militares de los años ‘70, que
buscó luego un instrumento de incorporación a la lógica democratizante de inicios de los
‘80.
En este contexto, ADN es uno de los partidos que tuvo mayores dificultades para
enfrentar procesos de apertura y participación democrática hacia sus diferentes instancias.
La oportunidad se encuentra dada ahora a partir de la crisis de representatividad de las
elecciones generales pasadas y de la necesidad de establecer nuevas fórmulas y estrategias
para reposicionar su imagen alrededor del ex presidente Jorge Quiroga Ramírez, quien a
pesar de su juventud representa a una militancia orgánica muy próxima a la figura del
desaparecido Banzer, razón por la que las lógicas centralistas y autoritarias también podrían
persistir alrededor de su liderazgo.
95
Con todo, el desafío consiste también para ADN en la puesta en práctica de este
nuevo estatuto.70
2.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
En su estatuto aprobado el año 2003, el MAS recoge en su organización la tradición
corporativa de la Central Obrera Boliviana, de la cual casi ha reproducido los órganos
jerárquicos colectivistas, que son en orden descendente: Congreso Nacional Ordinario;
Congreso Nacional Extraordinario; Ampliado Nacional; Dirección Nacional; Comité
Ejecutivo de la Dirección Nacional; Congreso Ordinario Departamental, Regional,
Provincial, Seccional y Sectorial; Congreso Extraordinario Departamental, Regional,
Provincial, Seccional y Sectorial; Ampliado Departamental; Dirección Departamental;
Ampliados Regionales, Provinciales, Seccionales y Sectoriales; Direcciones Regionales,
Provinciales, Seccionales y Sectoriales.
Con ello, el MAS parece querer resistirse a la institucionalización, pues la Dirección
Nacional, cuyo presidente es el diputado Evo Morales Ayma, tiene reducidos poderes
comparados con otras direcciones nacionales partidarias.
No tiene, por ejemplo, la capacidad de designación de otros cargos partidarios de
responsabilidad y sólo dispone la aprobación de las listas de candidatos a elecciones
nacionales y municipales, previamente elegidos en voto secreto y directo, en ampliados,
asambleas o cabildos o formas democráticas que cada sector considere adecuado, en los
marcos que establece la ley y el presente estatuto.
Sin embargo, el carácter corporativo de la organización partidaria no incluye una
secretaría de la mujer o de la juventud, ni un procedimiento especial para quejas de los
militantes, salvo el Tribunal de Honor, de inspiración sindicalista, en un marco de
centralismo democrático leninista, donde la masa lo es todo y el individuo casi nada.
70 Como ejemplo basta decir que todavía no se ha elegido al Subjefe de Participación Ciudadana.
96
Esta estructura organizacional si bien muestra una mayor apertura a la participación
democrática en sus diferentes instancias, también puede producir un efecto negativo dadas
las tendencias de comportamiento de las organizaciones sindicales nacionales: la
imposibilidad de la manifestación del disenso o la imposición de decisiones de la mayoría
sobre las minorías.
Por otra parte, en este tipo de estructura el presidente de la Dirección Nacional no
puede tomar decisiones sin aprobación de las bases, lo que puede traer problemas
operativos ya que esta modalidad sólo es manejable en tanto exista cierta concentración de
la militancia en una región o sector, pero si gradualmente el partido adquiere representación
nacional y multisectorial se presentará la imposibilidad de reunir regularmente a las bases
en todo el país para tomar decisiones, lo que dificultará y hasta paralizará la acción del
partido.
2.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
Nueva Fuerza Republicana es uno de los partidos más jóvenes del espectro político.
Sólo ha participado en dos elecciones generales (1997 y 2002), aunque el presidente de su
Comité Político Nacional, Manfred Reyes Villa, tiene una amplia tradición de manejo
municipal como alcalde varias veces reelecto de la ciudad de Cochabamba, tercera del país
en importancia.
De acuerdo a su estatuto, NFR se ha dotado de nueve cuerpos colegiados para su
estructura: Congreso Nacional, Comité Político Nacional, Comité Ejecutivo Nacional,
Asambleas Departamentales, Comités Políticos Departamentales, Comités Ejecutivos
Departamentales, Asambleas Partidarias en el Municipio, Comités Políticos Municipales y
Comités Ejecutivos Municipales.
No existe la figura del “jefe nacional”, cargo que ha sido asumido por el presidente
del Comité Político Nacional que, como otros partidos, concentra gran poder entre sus
manos, hecho que atenta contra la colegiatura de las decisiones:
97
• Adoptar las resoluciones urgentes para el mejor desarrollo del partido entre las
sesiones del Comité Ejecutivo Nacional e informar a éste en la próxima reunión.
• Dirigir, orientar, evaluar y decidir sobre la línea política del partido y sobre su
estructura orgánica, en sujeción al Estatuto Orgánico del Partido.
• Designar al Secretario Ejecutivo Nacional y a los Secretarios Nacionales.
• Asignar y reasignar funciones a los Secretarios Nacionales.
• Asignar a los Vicepresidentes funciones, tareas, comisiones y lo que fuere
pertinente para lograr la mejor marcha del partido.
• Emitir instructivos escritos de carácter político y administrativo de cumplimiento
obligatorio.
• Contratar, designar o remover libremente a los mandatarios para pleitos y
cobranzas, funcionarios administrativos y empleados del Comité Ejecutivo Nacional
y de los órganos que dependen de éste.
• Delegar en alguno de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, la facultad de
atender, resolver o coordinar asuntos determinados.
Con el caso de NFR se puede ver que aún siendo una organización relativamente
nueva en el espectro político partidario, comparte la misma lógica centralista y
personalizada de la “partidocracia” y que ha criticado como estrategia discursiva y de
imagen política para mejorar su posicionamiento en la preferencia ciudadana.
Más allá del estatuto, NFR muestra en sus prácticas una reproducción de
comportamientos tradicionales de la praxis política con la existencia de redes de poder
fundadas en la participación de familiares del líder —el caso de Erick Reyes Villa— o las
divergentes posiciones asumidas por algunos de sus dirigentes y Manfred Reyes Villa
durante los sucesos de octubre, lo cual muestra que en lo operativo el estatuto no siempre
98
da las líneas de acción real y que las decisiones no necesariamente responden a grupos
colegiados sino más bien a facciones internas.
2.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
En entrevista con el líder máximo del MIP, Felipe Quispe, éste señaló lo siguiente71:
El MIP tiene su propia estructura. Ahora en el Parlamento tenemos un lugar,
algunas comisiones y siempre estaremos en la oposición. Ahora, en el partido nos
hemos organizado desde una comunidad, desde un sindicato agrario, luego sube a
nivel cantonal, dirección provincial, departamental y nacional.
Según su estatuto orgánico aprobado el año 2001, el MIP distingue cuatro niveles de
“órganos de gobierno”:
• Nivel Nacional, que incluye el Congreso Central y la Dirección Central.
• Nivel Departamental, con el Congreso Departamental y la Dirección Departamental.
• Nivel Provincial, con el Congreso Provincial y la Dirección Provincial.
• Nivel Regional, con el Congreso Regional y la Dirección Regional.
Es la estructura más reducida de todo el espectro político, altamente colegiada
estatutariamente, donde el presidente de la Dirección Central y otras direcciones tienen
reducidos poderes.
Similar al caso del MAS, este tipo de estructura presenta condiciones operativas
solamente en tanto exista una alta concentración demográfica y territorial de la militancia.
En caso de que el partido se extienda a escala nacional, las limitaciones de tiempo y las
condiciones operativas serían obstáculos al cumplimiento de lo estatuido.
71 Ver cuadro de entrevistas en anexos.
99
Por otra parte, la concentración de poder alrededor de Felipe Quispe, si bien no
corresponde a lo estatutario, está reflejada como una realidad por los medios de
comunicación que muestran un elevado personalismo alrededor de esta figura, que además
adopta actitudes oportunistas en sus apariciones en el escenario político nacional.
De manera consistente, el MIP no ha presentado o fortalecido a otros cuadros
políticos más allá de Quispe; incluso la representación parlamentaria de este partido es
poco conocida por los militantes de base, lo que muestra que la lógica personalista se
mantiene muy a pesar de lo que señale el estatuto.
2.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
En su estatuto orgánico, aprobado en 1991, el MBL adopta varios criterios para su
organización y acción políticas: territorialidad, diversidad, pluralidad, práctica democrática
interna, descentralización y funcionalidad y eficacia.
En este sentido, con su estatuto de 1991, el MBL se adelantó a varias reformas
modernizadoras que serían luego impuestas por la Ley de Partidos.
El MBL pretende incorporar a todo organismo (núcleo, asamblea, ampliado o
frente) a la estructura del partido, pero no como nivel jerárquico sino funcional, para lo que
ha creado las llamadas “Regiones Especiales”, con la misma representatividad que las
“Regiones Departamentales”.
Por ello, el MBL tiene una de las estructuras clásicas menos ampulosas, donde sólo
existen cuatro niveles jerárquicos a nivel nacional: el Congreso, la Conferencia, la
Dirección Nacional y el Comité Ejecutivo, los mismos que habrán de replicarse
regionalmente.
El Comité Ejecutivo Nacional cuenta con un presidente y dos vicepresidentes que
ejercen direcciones colegiadas y no tienen los extensos poderes de otros jefes de partidos
políticos.
100
2.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
El estatuto orgánico de la UCS (183 artículos) representa otra de las estructuras más
ampulosas del espectro político.
Cuenta con los siguientes órganos jerárquicos, que son en orden descendente:
Convención Nacional, Jefatura Nacional, Subjefaturas Nacionales, Comité Político
Nacional, Comisión Política Nacional Permanente, Comité Ejecutivo Nacional, Secretario
Ejecutivo Nacional, Secretarías Nacionales, Consejo Consultivo Nacional, Tribunal
Disciplinario Nacional, Fiscal Nacional, Defensor del Militante Nacional, Jefe
Departamental, Subjefes Departamentales, Comisión Política Departamental Permanente,
Comité Ejecutivo Departamental, Tribunal Disciplinario Departamental, Fiscal
Departamental, Coordinadores Provinciales, Secretario Ejecutivo Municipal, Comité
Ejecutivo Municipal, Comités de Organizaciones Sectoriales y Comités Funcionales.
Sin embargo, esta extensa estructura descansa en la figura del Jefe Nacional, que
concentra al igual que en casi todos los partidos amplios poderes, incluida una atribución
parecida a la “gracia presidencial”. Entre otros, son los siguientes:
• Designar al Jefe de Campaña Nacional y los departamentales.
• Designar a representantes del partido ante la CNE, el Poder Ejecutivo y otros
órganos a nivel nacional, departamental e internacional.
• Designar a los miembros del Comité Consultivo Nacional.
• Establecer lineamientos básicos para la acción política nacional e internacional.
• Considerar en última instancia el derecho de amnistía política ante los fallos del
Tribunal Disciplinario Nacional.
• Proponer ante la Convención Nacional la designación de los miembros del Tribunal
Disciplinario Nacional, del Defensor del Militante y del Comité Nacional Electoral.
101
• Fijar la sede de la próxima Convención Nacional.
De esta suerte, la estructura de los órganos colegiados de la UCS (Comités Políticos
y Ejecutivos, por ejemplo) se supedita a la figura del Jefe Nacional, lo que es todavía una
constante en los partidos políticos bolivianos.
Sin embargo, la UCS ha incorporado figuras interesantes como el Defensor del
Militante y un Recurso de Queja, similar al de la Ley de Partidos, así como trata de dotarse
de una gran representatividad a través de sus Comités Territoriales.
UCS es una muestra de cómo la cultura política tradicional se constituye en un freno
a los procesos de institucionalización partidaria y promueve el centralismo de las decisiones
alrededor de personalismos. Más allá del cumplimiento de su estatuto, la UCS se ha
debilitado enormemente perdiendo inclusive militancia orgánica debido a la concentración
de poder en manos de Johnny Fernández.
2.2.9. Partido Socialista (PS)
El Partido Socialista fue fundado en 1971 y desde entonces tuvo una participación
activa en la lucha anti dictatorial y anti neoliberal. En 1978 tuvo su primera escisión y
participa en las elecciones generales con la sigla PS-1, postulando a la presidencia a
Marcelo Quiroga Santa Cruz, principal figura de este partido y mártir de la lucha por la
democracia.
El PS atravesó por diversas modificaciones en su sigla -PS-1 y Vanguardia
Socialista de Bolivia- y perdió su personalidad jurídica a partir de la sentencia
constitucional 164/2002 de 16 de julio de 2002 de acuerdo a información oficial recabada
en la Corte Nacional Electoral, por lo que ya no es parte del sistema de partidos políticos en
Bolivia de manera oficial, a pesar de lo cual es parte de esta investigación debido a la
presencia del Diputado Uninominal Socialista Jerges Justiniano en el Congreso de la
República.
102
El PS comparte con el MAS una de las estructuras con mayor democracia interna y
descentralización del espectro político.
Según su estatuto orgánico (1999), ocho son los órganos jerárquicos, en orden
descendente, que componen su jerarquía: Congreso Nacional, Dirección Nacional, Comité
Ejecutivo, Comités Departamentales, Comités Provinciales, Comités Funcionales,
Organismos de Base y Militantes.
Además de elegir a todos sus directivos por el sufragio directo y secreto, el PS
aplica la consulta colectiva como principio rector de su vida. Por ello, la Dirección
Nacional goza de limitadas facultades (sólo designa al Director de Prensa del partido).
Sin embargo, el PS todavía conserva (al igual que el MAS) la estructura clásica que
el sindicalismo boliviano pasó a los partidos de la izquierda tradicional. Tiene Tribunal
Disciplinario y no Defensor del Militante, mantiene a los “ampliados”, suerte de cabildos
temáticos cuya organización no está muy bien definida.
El PS tiene la intención de modificar su reducido estatuto de 41 artículos. Pretende
incluso cambiar de sigla: Partido Socialista Democrático, y regularizar su situación en la
Corte Nacional Electoral. Es de esperar que haya cambios en la organización y, tal vez, en
las posturas ideológicas.
3. La ideología de los partidos políticos
Una definición conocida y aceptada de la ideología la identifica con la concepción
dominante en cierta sociedad cuyo papel es, además, ordenador de todos los aspectos
sociales relevantes:
“Crear una cultura, ha escrito Gramsci, no significa, sólo hacer individualmente
descubrimientos originales; significa también, y especialmente, difundir verdades
ya descubiertas, socializarlas, por así decir, convertirlas en base de acciones
vitales, en elementos de coordinación y de orden intelectual y moral” (BRUNNER:
992).
103
Es decir, la ideología adquiere fuerza orgánica y hegemónica. Esto es, se desarrolla
sobre la base de una clase fundamental logrando conferir a ésta una organización política y,
además:
...se expresa en todos los planos de la vida social y permea el mundo de la
producción y el consumo, la conducción del Estado, el derecho, la educación, el
arte, las modas, el lenguaje cotidiano, las formas de celebrar y comunicarse, los
hábitos de convivencia y, en general, el sentido común de los hombres y mujeres
que integran la sociedad (Ídem).
En este sentido, la democracia representativa liberal y el sistema de mercado son el
eje ideológico, orgánico y hegemónico, impuesto en Bolivia a partir del último gobierno de
Víctor Paz Estenssoro, en 1985 y del Decreto Supremo Nº 21060.
Estudiosos como H. C. F. Mansilla (1994) han mostrado cómo la empresa privada
boliviana fue fundamental en la construcción de la nueva ideología dominante en Bolivia y
cómo esta concepción ha guiado lo que hoy se conoce como “el proceso de
modernización”, que tiene su traducción política en la creación del sistema de partidos,
normado por la Ley de Partidos Políticos.
Por ello, la democracia liberal boliviana es un fuerte eje ideológico orgánico y
ordenador, ya que organiza el sistema de partidos políticos en torno a una sola concepción
de lo político que los partidos están obligados a aceptar, so riesgo de no ser admitidos en el
sistema, como se puede ver en la Ley de Partidos:
Artículo 13.- (Contenido de la declaración de principios). Todo partido político, al
constituirse, aprobará una declaración de principios que incorpore los siguientes
contenidos básicos:
1. Sometimiento a la Constitución Política del Estado, a las leyes y a la forma
republicana y democrática de gobierno.
104
2. Rechazo a la injerencia extranjera en la vida interna de los partidos
políticos.
Con esta imposición legal no es posible que un partido político boliviano declare en
sus principios básicos que quiere, por ejemplo, cambiar la forma republicana y democrática
de gobierno por una forma socialista, incluso si para ello se propone fines pacíficos.72
No es posible, tampoco, que los partidos crean en la unión concertada y organizada
de, por ejemplo, las clases trabajadoras a nivel internacional. Es decir, la Ley de Partidos
proscribe el internacionalismo proletario, eje declarativo de la izquierda latinoamericana
durante muchas décadas.
De esta manera, con la imposición ideológica que deben cumplir los partidos
políticos en su declaración de principios, la riqueza de ideas en los estatutos partidarios
debe sujetarse a diferentes modos de administración social en el marco democrático liberal
de gobierno.
Pero más allá de las limitaciones de la normatividad en vigencia, la ideología debe
ser entendida como un conjunto de ideas y de valores concernientes al orden político que
tienen la función de guiar los comportamientos políticos colectivos (BOBBIO y
MATEUCCI, 1988), de tal modo que podemos ver corrientes ideológicas de influencia en
el proceso histórico boliviano.
De acuerdo con Lupe Cajías (2000), existen tres tendencias ideológicas de los
partidos políticos en Bolivia posteriores a la Guerra del Chaco hasta el presente: la primera,
producto de las corrientes que surgen después del establecimiento del primer estado
socialista, la Guerra Civil Española, las luchas anticolonialistas en Asia y África y
especialmente la II Guerra Mundial y que dan origen a una tendencia nacionalista, cuyos
principales partidos políticos son aquellos fundados a fines de los años 30 e inicios de los
40, el más importante el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que surgió con
influencia fascista. De sus escisiones internas surgen el Partido Revolucionario Auténtico
72 Como por ejemplo trató de hacer Salvador Allende en Chile, entre los años 1970 y 1973.
105
(PRA), el Partido de la Izquierda Nacionalista (PRIN), el Movimiento Nacionalista
Revolucionario de Izquierda (MNRI) que articuló la Unión Democrática y Popular (UDP) a
fines de los 70, e incluso la Vanguardia Revolucionaria 9 de Abril (VR-9).
La segunda tendencia ideológica post Chaco es la tendencia nacionalista católica,
cuyas expresiones partidarias más importantes son la ya desaparecida Falange Socialista
Boliviana (FSB) que al igual que el Partido Demócrata Cristiano (PDC) perdió su
personalidad jurídica en junio del presente año; y Acción Democrática Nacionalista (ADN)
que articula el nacionalismo católico con la Doctrina de Seguridad Nacional, dando por
resultado un nacionalismo católico de derecha.
La tercera tendencia post Chaco es la tendencia marxista en sus versiones
comunista, trotskista y socialista, y cuyas principales expresiones partidarias son los ya
desaparecidos Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), el Partido Obrero
Revolucionario (POR) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB).
De acuerdo con Cajías, existen nuevas tendencias que surgen en América Latina
después del triunfo de la Revolución Cubana: los desaparecidos Ejército de Liberación
Nacional (ELN), Partido Revolucionario de los Trabajadores Bolivianos (PRTB), Partido
Socialista 1 (PS-1) y el Partido Socialista; y además la renovación católica en la juventud
de la Democracia Cristiana que da origen a partidos como el Movimiento de la Izquierda
Revolucionaria (MIR), que de acuerdo a la mencionada autora la ausencia de documentos
fundacionales dificulta su identificación con una tendencia ideológica más precisa.
A partir de la década de los 80, Cajías señala una nueva tendencia populista
influida por reivindicaciones étnicas provenientes de los mestizos y cholos del mundo
urbano, cuyos principales partidos son la desparecida Conciencia de Patria (CONDEPA) y
la Unidad Cívica Solidaridad (UCS). Los partidos de última generación para la autora son
el Movimiento Bolivia Libre (MBL) y el Movimiento Sin Miedo (MSM), que surgen de
escisiones del MIR; la Nueva Fuerza Republicana (NFR) sin identificación ideológica
precisa pero con influencias derechistas y el Movimiento al Socialismo (MAS) alineado
con el socialismo tradicional y el antiimperialismo.
106
Para Fernando Mayorga (2001) en el período democrático los partidos políticos
atraviesan una fase de recomposición y adaptación hacia la hegemonía del neoliberalismo
democrático y con la irrupción del neopopulismo, un proceso en el que la tendencia
dominante es de centro derecha.
Asimismo, el trabajo de la politóloga boliviana Moira Zuazo denominado
Exclusión y construcción democrática (2003) permite ubicar cierta posicionalidad
ideológica de los partidos desde una lectura adecuada a las particularidades de la realidad
boliviana. La propuesta metodológica de Zuazo se basa en la concepción del espacio
político boliviano como un plano axial de cuatro cuadrantes, en los cuales el
posicionamiento de los partidos es definido por dos tipos de dimensiones de conflicto —
dos ejes—, para resaltar las dos dimensiones más importantes de la configuración del
espacio político boliviano; las relaciones entre ambas dimensiones en cada partido; y los
cambios de posicionamiento de los partidos en dichas dimensiones en el transcurso del
tiempo.
Este mapa muestra el espacio político boliviano como un cruce entre dos líneas de
posicionamiento político: el eje de oposición señorial-popular y el eje de oposición
izquierda-derecha.
De acuerdo a la construcción de Zuazo, el eje horizontal izquierda-derecha hace
referencia a la posicionalidad del partido respecto al orden de la economía: la derecha se
asocia al liberalismo económico o no intervención del Estado en la economía y la izquierda
se asocia con la intervención del Estado en la economía.
El eje vertical señorial-popular es determinado como un ordenador del espacio
político como producto de dos momentos de transubjetividad: el 52 como nacionalización y
el 79-80 como democracia incluyente. La autora entiende lo popular como la posición que
se identifica con los intereses, valores y cultura que surgen a partir del nacionalismo
revolucionario y la democracia incluyente, pero que atraviesa modificaciones en el tiempo:
107
en el período de recuperación de la democracia y hasta 1985 se asocia con lo democrático y
a partir de 1989 se identifica con una demanda de integración expresada en dos niveles:
igualdad étnico cultural y democratización de la democracia. Lo señorial se relaciona con la
identificación con los valores, los intereses y la cultura de la “vaga élite” señorial tal cual es
expresada por Fernando Mayorga en El laberinto de la vanidad. Acerca del
cochabambino, es decir, una élite que mira la realidad a partir de parámetros xenofílicos y
que no ha logrado superar un cierto darwinismo social que se funda en diferencias raciales.
Este tipo de esquema muestra los cambios de posicionalidad en el tiempo a partir de
las transformaciones en la ideología del partido que se traducen en sus prácticas en función
de gobierno y de oposición, y de acuerdo a las características de su emisión discursiva.
Definiciones más generales de izquierda y derecha remiten a la asamblea de la
revolución francesa donde los representantes de ideas republicanas y democráticas se
ubicaban a la izquierda y desde entonces el término es utilizado para referirse a quienes
promueven el progreso y el cambio social, que buscan renovar el orden existente; y la
derecha se asocia con posiciones más conservadoras y reformistas.
A nivel del sistema de partidos el término izquierda se aplica a aquellos que han
llevado adelante programas e ideas de renovación política y social. Contemporáneamente
las ideologías que se han asociado con mayor intensidad a la izquierda son las socialistas,
que presenta diversas modalidades: socialdemocracia, laborismo, marxismo y comunismo
(Bobbio, 1988: 862 y 863).
Se puede resumir el análisis de tendencias en nacionalismos de izquierda y de
derecha, marxismo en diferentes versiones y populismos de derecha e izquierda
combinados con reivindicaciones étnicas. Es en este contexto que se analiza el actual
sistema de partidos políticos en sus expresiones ideológicas y tomando en cuenta que para
referirse a sus ideologías no basta el análisis discursivo, sino que éste debe ser combinado
con una lectura de acción, de comportamiento político y de tendencias de políticas públicas.
108
3.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
El MNR constituye el partido de mayor trayectoria histórica entre las
organizaciones políticas analizadas. Su configuración data, como autodefinen sus propios
miembros, desde la Guerra del Chaco en donde surge el discurso del nacionalismo
revolucionario, que tendrá un largo existir como discurso hegemónico hasta mediados de la
década del ochenta. Ese momento (1985) será constituyente asimismo para definir desde el
mismo actor —el MNR— otro discurso que articulará la ideología estatal de los últimos 18
años, el neoliberalismo.
El MNR se autopercibe con referencia a su pasado histórico de 1952 y con el
movimiento policlasista que albergó como base electoral. Desde sus posiciones de
izquierda marxista hasta las de derecha fascista, entre la hibridez del liberalismo y el
socialismo como estrategia interpeladora de las mayorías.
La base del nacionalismo revolucionario reconoció, por un lado, las diferencias de
clases, exclusiones y desigualdades que componían el Estado y sociedad boliviana antes de
1952 y, por otro, la desigualdad y sometimiento de la nación con respecto de lo extranjero,
del dominio exterior que obligaba a construir un sentimiento de lo nacional antes de un
sentimiento de clase. Por ello, propugnó la alianza de clases en nombre de “la nación” que
demandaba unificación frente al enemigo externo (el neocolonialismo).
Por lo tanto, en el discurso primigenio del MNR el enemigo está constituido por lo
foráneo, lo ajeno a la nación y a sus intereses, en lo que vincularon, desde luego, a la rosca
minero-feudal afiliada a los intereses internacionales.
No obstante, en los antípodas de su inicial discurso, se encuentra constituido el
segundo, abandonando todo lo “nacionalista” por las implicaciones que la posición refería a
lo estatal en el manejo económico, pero sin dejar de lado lo “revolucionario” que fue
retomado como eje del cambio necesario en este “nuevo tiempo”.
109
Asimismo, se reconoce el añadido a la propuesta de “alianza de clases” de “alianza
de actores sociales” que fue asumida en los estatutos aprobados en 1998. Esta propuesta se
refiere a la emergencia de nuevos actores —o quizá al reconocimiento de estos nuevos
actores— en los que la clase social, como categoría venida de la economía, no es
determinante para su constitución y su necesaria inclusión en el ámbito de los movimientos
sociales (FUNDEMOS, 2000:136).
El MNR no se admite como partido ni de izquierda ni de derecha, antes bien
prefiere admitir que ha podido encontrar la compatibilidad entre ambas tradiciones: “Como
en el 52 el MNR reconcilió el pensamiento nacionalista con el revolucionario, hoy lejos de
la vieja izquierda dogmática y de la nueva derecha insensible ha encontrado la manera de
unir en un híbrido ideológico al liberalismo y al socialismo” (FUNDEMOS 50, 2000:138).
Entretanto, su propuesta electoral 2002-2007 no hace ninguna referencia explícita a
su postura ideológica. En su Plan de emergencia 2002-2007 prefiere partir de una lectura de
la realidad boliviana estigmatizada por una dura crisis económica de la que parte para
identificar tres enemigos por combatir de los que se desprenden sus tres principales
estrategias de acción como partido, todo sobre la base de la confianza del pueblo boliviano:
Los males Las acciones
Crisis económica Salir de la crisis económica
Hipercorrupción Derrotar la corrupción
Exclusión social Combatir la exclusión
En el actual discurso del MNR se colocan necesarias referencias de su protagonismo
histórico de la segunda mitad del siglo XX. Entre ellas se contraponen la necesidad de dejar
la “tradicional guardia” por un “renovado proyecto basado en la racionalidad moderna”; la
“homogenización” buscada a mediados del siglo XX a través del reconocimiento de los
derechos ciudadanos, el voto universal y la reforma educativa con la uniformidad de acceso
educativo por la “pluralidad” y su reconocimiento en lo étnico, generacional, de género y
110
sexual; la “producción endógena” por la “atracción de capitales”; y la “alianza de clases”
por la “alianza de actores sociales”.
En su último estatuto, el MNR sigue suscribiendo el nacionalismo revolucionario y
la alianza de clases que lo caracterizaron desde su fundación en 1946. Sin embargo, lejos
está la época en que este partido abogaba por un capitalismo de Estado, patriarcal y
socializante.
En lugar de ello, el nacionalismo del MNR tiene mucho menos de revolucionario
que de conservador, por lo que se constituye en el partido de centro-derecha más
representativo de Bolivia, aunque no ha perdido parte de sus valores iniciales, a los que ha
añadido otros nuevos cuando habla del necesario respeto a la participación de actores
sociales, la equidad de género, el reconocimiento de la realidad multiétnica y pluricultural,
el respeto a las minorías y la vigencia de la democracia.
Con todo, el MNR se considera como el partido más importante de la Bolivia del
siglo XX y el articulador de la Bolivia del XXI. En palabras de su Jefe Nacional y
Presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada73 hasta el 17 de octubre pasado:
...el MNR es en Bolivia una bisagra en la realidad política. Somos el centro...
tenemos una gran tradición revolucionaria que es atractiva y aceptada por la
izquierda, esto se complementa con la seriedad y seguridad en el manejo de la
economía; estas condiciones hacen que seamos el único lugar en el que se pueden
reunir todas las tendencias.
Así, con el “nuevo nacionalismo” el MNR pretende, a la vez, recuperar su pasado
revolucionario e incorporar el futuro74:
El MNR es un partido con historia, el MNR tiene un rico pasado y un futuro
inmenso. Ante el advenimiento del “sin sentido”, la recuperación de esa
73 Citado por SAN MARTÍN ARZABE, Hugo. “Ideología del MNR”, en: OPINIONES Y ANÁLISIS Nº 50, Pp. 137. 74 SAN MARTÍN. Ob. Cit. Pp. 143.
111
experiencia emerge como algo necesario. Pretendemos una visión humanista de la
globalización, para ello debemos saber el país que queremos, y así construir de
abajo hacia arriba el significado de esta “nueva sociedad”.
El MNR también es considerado un movimiento de esencia policlasista con una
flexibilidad que le permite acomodarse a diferentes etapas históricas y sobrevivir a las crisis
ideológicas del siglo (Cajías: 2000); un partido de centro derecha (Mayorga: 2001);
expresión de un nuevo nacionalismo revolucionario que sustenta la pluralidad de
identidades culturales y necesidades económicas de los ciudadanos a partir de una
revolución democrática que respete la Constitución y el estado de derecho (San Martín:
2000).
En los hechos, durante las últimas dos décadas el MNR atraviesa una
transformación ideológica cada vez más vinculada al neoliberalismo democrático,
expresado en las reformas de primera y segunda generación llevadas adelante por este
partido durante sus gobiernos —1985 a 1989 y 1993 a 1997 sobre todo—, y menos
vinculada a alguna expresión nacionalista revolucionaria nueva o tradicional.
3.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
En su declaración de principios el MIR se asume como “la” izquierda boliviana, una
izquierda al aire libre75 dentro de la izquierda social boliviana76, humanista y para la
construcción de un Estado... en el que la economía esté al servicio del desarrollo integral
de los hombres y mujeres de Bolivia.
Por ello, tiene una particular definición de la izquierda como la búsqueda del
acercamiento entre actores políticos y sociales, bajo el convencimiento de que
competitividad económica y reformas sociales son compatibles.
75 PAZ ZAMORA, Jaime. “Una introducción necesaria al Estatuto Orgánico del MIR NM”. Santa Cruz, 27 de junio de 2003. 76 Estatuto Orgánico del MIR NM.
112
De esta manera, se autodefinen en el MIR con una ideología que se coloca en la
izquierda, con una posición social demócrata:
“El MIR-Nueva Mayoría es la izquierda social boliviana, es una organización
humanista en lucha permanente por los derechos del pueblo y para la construcción
de un Estado libre y soberano, en el que la economía esté al servicio del desarrollo
integral de los hombres y mujeres de Bolivia. Nuestro objetivo es la vigencia de
nuevas políticas sociales.
Es un Movimiento, porque se nutre permanentemente de las vivencias, necesidades,
aspiraciones económicas e ideales políticos, sociales, culturales del pueblo
boliviano.
Es de Izquierda, porque una vez superados los dogmas, estamos dedicados a
reconstruir la política social a través del acercamiento entre los actores políticos y
los actores sociales, porque trabajamos desde la realidad social para integrar las
decisiones de Estado con las intervenciones sociales organizadas en un marco de
democracia representativa con participación nacional.
Es Revolucionario, porque pretende sacar a la sociedad boliviana del proceso de
transición liberal, bajo la firme convicción de que competitividad económica y
reformas sociales son compatibles. El Estado no debe estar al servicio de las
fuerzas económicas dominantes, porque combatimos el individualismo, pero
apoyamos la autodeterminación y el derecho a la singularidad con la condición de
que ese derecho se reconozca a todos.
Es una Nueva Mayoría porque hemos elegido el crecimiento de la sociedad y no del
Partido como instrumento para el cambio, porque separamos la acción política de
los movimientos sociales pero reivindicamos sus necesarios vínculos para
potenciar la acción del Estado como elemento ordenador de la economía y de la
sociedad.
113
Nuestros ideales y nuestra acción política se sustentan en la búsqueda y realización
de los valores de: Integridad, compromiso, combatividad, solidaridad, amabilidad,
igualdad, equidad, transparencia y honestidad, lealtad, responsabilidad, libertad,
justicia, verdad y el bien común. Estamos comprometidos con el cambio de la
democracia y de sus reglas de juego en beneficio del pueblo boliviano.
El MIR-Nueva Mayoría se inscribe bajo los postulados generales del pensamiento
social demócrata, recogiendo la especificidad boliviana enmarcada en su
diversidad multiétnica y pluricultural, sin discriminación alguna por motivos de
raza, origen, región geográfica, credo religioso, estrato socio económico, cultural,
educativo, edad o sexo” (MIR, 2003).
En el MIR, al igual que en el caso del MNR, se pueden encontrar dos etapas en su
discurso, una que transcurre desde sus inicios en la década del ‘70 y otra que se descubre
luego de su papel en el gobierno de la FUDP y su posterior alianza para cogobernar con
ADN.
Carvajal Donoso (FUNDEMOS 50, 2000: 74) admite que el discurso inicial del
MIR mostraba una inmensa sensibilidad con el destino del pueblo. Una de esas claves es
encontrada por la experiencia guerrillera de fines de los sesenta y principios del setenta que
derivó en el fracaso y que, sin embargo, ayudó a vislumbrar con mayor claridad el camino
democrático como opción política.
El MIR se reconoció, entonces, en unas bases marxistas para su concepción y
lecturas sobre la realidad, pero con una articulación dialéctica entre los conceptos de
“clase” y “nación” que constituyeron el fundamento teórico de la Izquierda Nacional.
En su discurso de la década del setenta, los principios del “antiimperialismo” y de la
“liberación social” se encuentran presentes como reconocimiento de la dependencia y
sometimiento extranjero y del servilismo interno al primero.
114
Su visión del “entronque histórico” se fundamentó en la filiación teórica con el
socialismo científico y en la filiación histórica con el Nacionalismo Revolucionario, la
continuación de un proceso trunco que movilizó a las masas populares y que podía llevar a
Bolivia a una transformación profunda más allá de la modernización capitalista, a un
escenario de desarrollo con proyecciones socialistas.
No obstante, están lejos las concepciones basadas en lo que el MIR llamaba
entronque histórico con el proceso de la Revolución Nacional y con las masas populares
que protagonizaron ese proceso. En ese entonces, el MIR reclamaba su filiación de esta
manera77:
...desde el punto de vista teórico encontramos nuestra filiación en el Socialismo
Científico y desde el punto de vista de origen histórico en el proceso generado por
el Nacionalismo Revolucionario.
En el llamado período del Estado de la Democracia (1982) y su participación en el
gobierno del FUDP, el MIR planteó su estrategia de Construcción de la Nueva Mayoría
Nacional, planteada para “articular más allá del formato de la clase social, al conjunto de
sensibilidades, representaciones, individualidades y tradiciones políticas bolivianas con un
programa progresista que se asentaba en la elaboración de un Proyecto cuya base era la
sociedad democrática de productores” (FUNDEMOS 50, 2000: 88).
A partir de 1989, el MIR cambió aliándose al representante de la derecha boliviana
y que tenía origen dictatorial (ADN). Uno los teóricos miristas explica que dicha alianza
precipitó la formación del sistema político, redistribuyendo las responsabilidades e
inaugurando la era de diálogos y acuerdos de los líderes políticos.78
Las condiciones de cambio del partido también se explican por las modificaciones
de contexto registradas en la década del noventa, principalmente por la caída del Muro de
Berlín y lo que ello implicó para la izquierda mundial y su discurso. “El MIR, en los 77 CARVAJAL DONOSO, Hugo. “El MIR, un partido de evolución”, en: OPINIONES Y ANÁLISIS Nº 50, Pp. 80 y 81. 78 Ídem, Pp. 102 y 103.
115
hechos, dio por concluido en 1989 el proceso de entronque histórico y, también
tácitamente, dio inicio al proceso de ‘destronque’ de este proceso en mérito a la necesidad
de elaborar el sistema de ideas del Estado de la Democracia. Puede decirse entonces que el
‘destronque’ se da como efecto de la instalación de la democracia” (FUNDEMOS 50,
2000:97).
Todos estos antecedentes hacen que el MIR se reconozca como partido de izquierda
o mejor de centro izquierda por su naturaleza socialdemócrata. Aunque sus tránsitos por su
comportamiento en lo que va desde 1982 al presente lo hayan ubicado desde la izquierda
popular hasta la actual ubicación de derecha señorial (ver mapas de posicionalidad
ideológica en el punto III.2.).
El MIR actual se considera a sí mismo un partido fundacional y funcional del
sistema que busca cumplir, a cabalidad, las reglas del juego democrático. Y aunque se
identifica como de izquierda, sus postulados lo sitúan más bien al centro del espectro
político.
Más allá de lo mencionado, de acuerdo a intelectuales miristas, este partido desde su
origen pretendió elaborar una teoría científica del cambio social, una nueva concepción de
la revolución boliviana que busca una combinación dialéctica entre los conceptos de nación
y de clase (FUNDEMOS 50, 2000), por lo que en resumen se posicionan ideológicamente
como izquierda nacional.
Ahora bien, la participación del MIR en los períodos gubernamentales 1989 a 1993
y 1997 a 2003, en alianza con ADN y MNR como expresiones del neoliberalismo
democrático y de la derecha señorial, al haber sido parte de la gestión y por tanto al ser co-
responsables de las orientaciones de políticas públicas, el MIR puede se considerado
también un partido de centroderecha, o desde una lectura local, de derecha popular y
derecha señorial. Es decir que discursivamente se manifiesta como izquierda nacional pero
en la acción política se articula también a la derecha antinacional, si podemos expresar hoy
en día ese eje de oposición a partir de decisiones de ADN como las políticas de “Coca 0” o
del MNR con la Ley de Capitalización.
116
3.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
Actualmente ADN se identifica con el nacionalismo democrático boliviano que se
funda en una ideología que parte de la doctrina de seguridad del Estado que defendió el
fundador de este partido, el ex dictador (1971-78) y luego presidente constitucional (1997-
2001), General Hugo Banzer Suárez.
Banzer había definido tres principios para la organización del Estado durante su
período dictatorial: ORDEN, PAZ y TRABAJO. Estos principios se contraponían a la
anarquía vivida —según Hugo Banzer y sus seguidores— durante la fugaces y populistas
presidencias de los militares Alfredo Ovando y Juan José Torres que le antecedieron (1969-
71).
La trilogía de Banzer y su gobierno dictatorial fue calificada como parte del
nacionalismo militar autoritario. Este primer período de gobierno del fundador (1971-
1978) constituye el “pecado original” de la hoy democrática ADN, que se ha empeñado en
justificarlo como una medida necesaria para el retorno al modelo constitucional, como se
verá más adelante.
Por ello, el actual Estatuto Orgánico de ADN ha readecuado esos principios
otorgándoles un cariz social: ORDEN CON LIBERTAD, PAZ CON JUSTICIA SOCIAL y
TRABAJO CON DIGNIDAD.
Su ideograma explicado por Mario Rolón Anaya (FUNDEMOS 50, 2000: 53) alude
a ACCIÓN como actitud y conducta alejada de la inercia y la inmovilidad y vinculada con
la actitud crítica. DEMOCRÁTICA por su “servicio al pueblo y para el pueblo”, con
compromiso popular y NACIONALISTA por la defensa a la nación. Además, este partido
se identifica con los postulados humanistas del liberalismo democrático, a los que incluye
valores del cristianismo, la familia y la pluriculturalidad.
117
Con estos nuevos valores, ADN es el partido que se considera como el más
respetuoso del orden democrático vigente. Su Jefe Nacional en ejercicio, Mauro Bertero79,
sostenía rotundamente, antes de los sucesos de octubre de 2003, que nunca pedirán la
renuncia del Presidente de la República, en alusión a los reclamos de renuncia que han
hecho otros partidos del sistema.
En fin de cuentas, ADN sigue siendo la expresión más consecuente y orgánica de la
derecha señorial boliviana, demoliberal, defensora del sistema de mercado y que funda sus
principios en raíces históricas, como las del libertador Simón Bolívar, cuando éste señalaba
que la tarea del gobierno es no caer ni en el orden sin libertad (tiranía) ni en la libertad sin
orden (anarquía)80:
La superación histórica de este dualismo se ha efectuado no sólo ideológicamente
sino de modo institucional a través de la acción política de ADN desde su lema
inicial de “Orden, paz y trabajo” que supera los extremos tiránicos y anárquicos
con una recuperación constitucional del país llevada a la práctica a través de una
democracia pactante, pero no dispersa ni sólo burocrática, sino abiertamente
pluralista (1985) y dialogal (1997) al cerrar el siglo.
Otras visiones sobre este partido plantean su ideología como un nacionalismo
racional con una doctrina de pluralismo democrático (FUNDEMOS 50, 2000); un partido
con una conjunción entre políticos formales e informales, tradicionales y tecnócratas que
proponen el modelo neoliberal por lo que sería una expresión no de fuerzas revolucionarias
sino “modernizadoras” (Mac Lean: 2001).
Más allá de las afirmaciones de sus intelectuales, las tendencias del comportamiento
político de ADN en su participación en los períodos gubernamentales de 1985 a 1993 y de
1997 a 2003 pueden considerarse muy próximas a una posición de derecha conservadora y
neoliberal, por lo que se lo coloca como invariante en la posición de derecha señorial.
79 Entrevista con el equipo investigador del presente trabajo. Ver en los anexos el cuadro de entrevistas. 80 ROLÓN ANAYA, Mario. “Ideología de ADN”, en: OPINIONES Y ANÁLISIS Nº 50, P. 55.
118
3.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
En el MAS se han juntado diversos sectores de la izquierda tradicional boliviana
junto a nuevos sectores populares. Para los analistas este partido congrega tres corrientes: la
sindicalista personificada por el jefe máximo del partido, Evo Morales; la marxista
encabezada por el senador cochabambino Filemón Escóbar; y la indigenista (o
nacionalista étnica) que se pronunció por sí misma en una solicitada de prensa que
acusaba a los trostkistas, sindicalistas y otros que se infiltraron en el MAS, que sólo
pertenece a los originarios.81
Su discurso ha estado orientado por posicionalidades ligadas a la izquierda popular,
que aluden a lo étnico como otro eje explicativo de la injusticia social en el país, además
del que tiene que ver con las élites vs. clases populares.
“El Movimiento Al Socialismo ha estado siempre al servicio del pueblo boliviano y
de los sectores mayoritarios, al servicio de la soberanía nacional y de los altos intereses de
la Patria; por ello el MOVIMIENTO AL SOCIALISMO (MAS), refleja la participación de
sectores sociales emergentes en la vida política nacional, representando alternativas nuevas
para el desarrollo social, económico, político e institucional del país” (MAS, 2001:1).
Sus objetivos señalan claramente su identificación con determinados sectores,
cuestión que aparece difusa en los partidos de corte derechista-señorial que no se adscriben
junto a ningún sector en particular:
“Art. 6 (Fines y Objetivos): Los fines y objetivos del Movimiento Al socialismo
(MAS), son los siguientes:
a) Propugna la unidad de los trabajadores, obreros, campesinos, indígenas,
pueblos originarios, intelectuales, del campo, de la ciudad y del pueblo boliviano.
En observación al Art. 10 de la Constitución Política del Estado, proclama su
81 Entrevista con Fernando García Argañaráz. Ver en anexos el cuadro de entrevistas.
119
adhesión a los principios multiétnicos que conforman la raíz de la nacionalidad
boliviana.
b) Propugna el respeto de la identidad, las costumbres y tradiciones de las
distintas culturas indígenas y étnicas nativas que conforman nuestro país.
c) Hacer cumplir la Constitución Política del Estado. Defender y hacer
respetar los Derechos Humanos y sociales.
d) Defensa de los recursos naturales, del patrimonio de la nación, del territorio
y el medio ambiente, como factores esenciales de la soberanía nacional.
e) Defender la democracia, las organizaciones sindicales, originarias,
indígenas populares y sociales de acuerdo a los intereses de las mayorías
nacionales” (MAS, 2001:3).
Dentro de los márgenes que le impone la Ley de Partidos, el MAS no puede
suscribir estatutariamente la transición al socialismo, incluso si es por cauces democráticos.
Sin embargo, en declaraciones de sus dirigentes es recurrente el pedido de renuncia del
Presidente de la República y varios de sus militantes hablan de acciones de hecho para la
toma del poder aunque en realidad en el artículo 4 de sus estatutos se inscriban, como está
predeterminado, a la CPE:
“Art. 4 (Constitución): El Movimiento Al Socialismo (MAS), es una fuerza
democrática, nacional y participativa, que reconoce y acata la Constitución
Política del Estado y se somete a la estructura jurídica de la República” (MAS,
2001:2).
Aunque no existe un documento ideológico del MAS, éste sostiene algunos
principios ideológicos en su estatuto que sustentan la intervención estatal en la economía y
las políticas públicas, lo que convierte a este partido en el sector más representativo de la
izquierda boliviana.
120
De manera puntual se puede señalar que la ideología del MAS recoge
planteamientos del socialismo antiimperialista tradicional, articulando interpelaciones y
reivindicaciones nacionalistas y étnicas. Los entrevistados de este partido permanentemente
se refieren a la defensa de la democracia como el principal objetivo del partido, sin
embargo se puede inferir que siempre que mencionan el concepto de democracia se refieren
a una democracia participativa directa y no a la representativa que está en vigencia.
3.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
La NFR se identifica a sí misma en su estatuto orgánico como un partido que rompe
el monopolio de los partidos tradicionales del siglo XX, en alusión al MNR, MIR y ADN,
de los que dice provocaron el usufructo del poder en la administración pública, así como el
prebendalismo estatal y la institucionalización de la corrupción.
Se presenta a sí misma como:
“Artículo 1 (Naturaleza). Nueva Fuerza Republicana es un partido político de
carácter nacional, constituido en los términos de la Constitución Política del
Estado y la Ley de Partidos Políticos. Es un partido de esencia republicana,
democrática y municipalista, integrado por ciudadanos que se unen libremente y de
manera voluntaria con los siguientes objetivos:
a) Construir una sociedad libre, justa, participativa y solidaria, de modo que
se asegure la plena vigencia de los Derechos Humanos;
b) Formar y fortalecer la conciencia democrática de los bolivianos;
c) Participar democráticamente para acceder legítimamente al poder político;
d) Vigilar que los integrantes de los poderes del Estado cumplan sus
responsabilidades democráticas, ejerzan el poder y sus funciones dentro de los
límites constitucionales y legales en beneficio de los bolivianos;
121
e) Atender y transmitir a los gobernantes, las expresiones y opiniones de la
sociedad, a fin de que sean oportunamente consideradas dentro de las acciones de
gobierno;
f) Establecer programas permanentes de capacitación política, ideológica y
electoral de sus militantes;
g) Aquellos que sean complementarios de los anteriores” (NFR, 2000b).
La NFR se dice representativa del pueblo expresado en los gremiales, artesanos y
capas medias empobrecidas, protagonistas principales de la construcción de una sociedad
libre, justa, participativa y solidaria, en plena vigencia de los derechos humanos.
De acuerdo a René Recacochea (2001) militante de este partido, se propondría una
reforma integral del Estado con la recuperación de la intervención activa y de sus
funciones, para delinear su reencuentro con la sociedad.
Por otra parte, a pesar de que la NFR en varias ocasiones demandó la renuncia del
ex Presidente de la República, Sánchez de Lozada, porque consideró que su asunción al
poder en 2002 fue producto de un fraude electoral, estatutariamente, el partido de Reyes
Villa se dice respetuoso del poder constituido y cuenta entre sus objetivos principales a la
consolidación democrática. Además, a partir de agosto de 2003 terminó ingresando al
oficialismo mediante un acuerdo con el MNR de Sánchez de Lozada, poco antes de la crisis
de octubre que obligó a la dimisión de éste último.
Por el discurso que asumió en general por sus alianzas en el gobierno de ADN y su
último afán de querer volver a conformar parte del bloque gubernamental, NFR se coloca
en un plano de derecha señorial aunque su discurso antineoliberal lo ubique en el de la
derecha popular.
Para resumir, se puede plantear dificultades en la determinación de una tendencia
ideológica para la NFR. Las emisiones discursivas cuestionan el neoliberalismo
democrático y se manifiestan a favor de un nacionalismo democrático, sin embargo, su
122
participación en las gestiones gubernamentales de ADN a partir de 1997 y la reciente
alianza con el MNR que concluyó con la crisis de octubre, muestran una lógica similar a
cualquiera de los partidos de centro-derecha del sistema, con tendencias al neoliberalismo
democrático.
3.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
El MIP, partido joven, fundado en noviembre de 2000 en el altiplano boliviano
(Peñas), se asume de la siguiente manera82:
“El MOVIMIENTO INDÍGENA PACHAKUTI es una expresión que nace en las
mismas comunidades, en los ayllus y tentas. Su fundación se remonta al 14 de
noviembre de 2000 en la localidad de Peñas, provincia Los Andes del departamento
de La Paz.
Luego de un proceso reflexivo en el que han participado aymaras, quechuas y otras
nacionalidades, sobre la marginación y la discriminación permanente, en la que
nuestro movimiento quedó manco, cojo y tuerto con la llegada de nuevos tinterillos
soberbios que se turnaron en el poder para únicamente satisfacer su patético
egoísmo y entregar al país a la nueva colonización; hemos decidido fundar un
instrumento político que nos permita aspirar a vivir como verdaderos seres
humanos, dueños de estas tierras que constituyen una parte del antiguo
Tawantinsuyu.
Durante 510 años se nos ha sometido al servilismo con dogmas y mentiras de toda
clase, se nos negó la educación liberadora y se nos acomplejó como seres
inferiores” (MIP, 2002).
El MIP, al igual que el MAS, identifica con claridad a sus paradestinatarios
(indígenas, campesinos) y se autocalifica como el vocero de aymaras, quechuas y otros
82 Programa de Gobierno del MIP, Elecciones Generales 2002.
123
pueblos indígenas de Bolivia, a los que tipifica como marginados y discriminados
permanentemente, para los que quiere rescatar lo que llama esplendoroso Tawantinsuyu.
Considera a la Revolución Nacional de 1952, encabezada por el MNR, como
resultado del pensamiento nacionalista tímido que, a pesar de otorgar la tierra a los
campesinos, les negó la educación basada en la gran herencia de la cultura milenaria
indígena.
El MIP piensa que existen dos Bolivias, una urbana y otra rural. La primera estaría
invadiendo a la segunda, ahogándola y no permitiéndole desarrollarse. El MIP plantea una
revolución campesina que, aunque no lo puede decir estatutariamente, supone la extinción
del Estado actual para dar lugar a un Estado inspirado en el Tawantinsuyu, con una cultura
andino-amazónica. El MIP no hace muchas precisiones acerca de cómo estará organizado
este nuevo Estado. Esta oposición configura una posicionalidad de izquierda popular con
un eje de contradicciones étnicas que polarizan el poder históricamente (marginados =
indígenas y campesinos / poderosos = k’aras). Además se incorpora en su discurso una
lógica de guerra y de enfrentamiento entre estas “dos Bolivias” que necesariamente invierta
las relaciones de poder.
Las polaridades entre una y otra Bolivia, entre la ciudad y el campo, entre la
modernización y el atraso, son el eje conductor de sus propuestas. La recurrencia al racismo
como forma de relación en Bolivia también es un recurso discursivo.
Aunque en su propuesta electoral acude a la referencia de “bolivianos” en general,
la constante apelación a los sectores campesinos e indígenas en su discurso lo coloca
referencialmente como un partido indigenista.
Más allá de los documentos partidarios, resulta interesante introducir elementos
ideológicos que se encuentran de manera connotada en la emisión discursiva de su principal
representante, Felipe Quispe. Pueden determinarse posturas indianistas con influencia del
pensamiento de Fausto Reynaga —ideólogo indianista que surge con la revolución
nacional— y con ideas profundamente racistas en una versión de darwinismo social
124
invertido, es decir, donde todo lo no indígena o no indio queda automáticamente
descalificado y subalternizado. Podemos resumir la ideología del MIP en una combinación
de tendencias marxistas e indianistas concentrada en las reivindicaciones étnicas aymara y
quechua, como señala uno de los entrevistados: “Nosotros somos indianistas y se nota en
nuestras caras. En el MIP no hay ningún blancoide, somos puros indigenistas”.
3.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
El MBL ubica a Bolivia en medio de una crisis que afecta a los sectores más
pobres.83 En el plano internacional lamenta la inexistencia de un contrapeso a la política
internacional de los Estados Unidos, desde la caída de la ex Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas.
“Desde que nació el MBL, el 15 de enero de 1985, sus desafíos orgánicos y
políticos cobraron una dimensión muy peculiar. Precisamente por ser un partido
político diferente a los otros del sistema ha tenido que enfrentarse, en condiciones
extremadamente difíciles, a escollos demasiado grandes. A 18 años de una acción
político-partidaria sostenible e inclaudicable, el MBL ha sentido también los
efectos de la crisis política nacional” (MBL, 1991).
Para enfrentar ello, el MBL plantea un socialismo autogestionario que recuerda
mucho los planteamientos de la socialdemocracia, vertiente de donde proviene este partido,
luego de su escisión en 1985 del MIR, representante oficial en Bolivia de la Internacional
Socialista.
“Un desafío inexcusable y previo es, por lo tanto, redefinir con precisión la
identidad política e ideológica del MBL que no puede ser otra que la de ser una
alternativa combinada de sus raíces cristianas y marxistas para construir un
instrumento político de izquierda, con una visión socialista de la nación boliviana y
comprometida en la revolución y el cambio cualitativo” (MBL, 1991). 83 ¡Bolivia será libre! Documento de renovación y actualización político-ideológica del MBL, en: MBL (1991). Primer Congreso Nacional del Movimiento Bolivia Libre.
125
Aunque manifiesta una crisis interna que tiene referentes objetivos tanto externos,
como el repliegue de la izquierda con la caída del Muro de Berlín, como internos
expresados en la fragilidad de su estructura orgánica, la carencia de liderazgo y conducción,
además de la insostenibilidad económica para continuar con su organización reconoce
ciertas facultades como la fortaleza moral, el compromiso y consecuencia y la cobertura
nacional y la regularidad electoral que hasta el momento, y pese a todo, se ha logrado.
El MBL plantea una respuesta a las necesidades básicas de la población, un pleno
ejercicio de los derechos ciudadanos, una independencia estatal internacional, pero en
concierto con la comunidad de naciones, todo en el marco de una nueva conducta y
lenguaje político, basados en una ética humanista. Esta es la base de la llamada
“democracia emancipadora” que el MBL pretende construir con el pueblo boliviano, en
especial con sectores marginados, mujeres y jóvenes.
Sin embargo, a pesar de la radicalidad de sus planteamientos y de la inclusión de
sectores agrarios entre sus militantes, el pleno respeto del MBL por el orden constituido y
su participación junto al MNR en dos gobiernos nacionales (1993-1997 y 2002-2003),
además de su composición de clase media, han identificado a este partido como izquierda
elitista.
Si bien reconoce influencia de la democracia cristiana y surge de una fractura al
interior del MIR, en su conducta política mantiene una postura crítica hacia la separación
de ética y política, reivindicando permanentemente la honestidad y la ética en el
comportamiento de los gestores públicos.
Por otro lado, en sus antecedentes de fundación al separarse del MIR reivindica su
posición de izquierda popular, y la conserva en 1993 al entrar en alianza con el MNR y
gestar medidas sociales importantes, sin embargo en 1997 se reposiciona junto al MNR en
un espacio de derecha señorial.
126
3.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
“UNIDAD CÍVICA SOLIDARIDAD, surge como un movimiento moderno que
rescata las demandas del gran sector social, desposeído y disconforme con
postulados tradicionales, así como un receptor de las proyecciones de un país con
potencial de generar desarrollo humano y crecimiento económico, y que se debate
en una crisis permanente de representatividad, legitimidad y sobre todo
credibilidad de las formas políticas dominantes.
En éste (sic) contexto, UCS es un partido político que persigue lograr un ESTADO
SOLIDARIO, fiel y leal representante de las grandes aspiraciones, y un legítimo
actor que practica sin mucho pregonar la verdadera JUSTICIA SOCIAL y la
búsqueda de reducir las grandes brechas de desigualdad, sin perder de vista la real
dimensión de la generación productiva” (UCS, 1997).
Los principios ideológicos de la UCS se asientan en el humanismo social y cristiano
basado en el sistema de “solidaridad” como condición para alcanzar una sociedad
democrática, deliberativa y participativa, con justicia social y una convivencia en la libertad
y el respeto de ideas.
De haber nacido básicamente populista, pero desde un plano de derecha, y apoyada
en los sectores comerciales gremiales, la UCS pretende ampliar su base electoral y atraer a
las clases medias empobrecidas.84
“UNIDAD CÍVICA SOLIDARIDAD, se identifica como un partido POPULAR,
PROGRAMÁTICO que persigue un ESTADO Y UNA SOCIEDAD SOLIDARIA con
equilibrio económico, social y político sostenible, basado en la práctica de la
JUSTICIA SOCIAL.
POPULAR, porque busca captar, interpretar y manifestar los sentimientos más
amplios de la ciudadanía legítimamente en el sistema político. 84 Entrevista con el presidente del Comité Político de UCS, Moisés Jarmusz. Ver cuadro de entrevistas en anexos.
127
PROGRAMÁTICO, porque ésta (sic) representación legítima de los objetivos,
esperanzas, expectativas y logros del pueblo boliviano, se traducen en los
principios, conducta y planteamientos de UCS, constituyéndose asimismo en el
verdadero agente de cambio, que requiere nuestra sociedad.
EL ESTADO Y LA SOCIEDAD SOLIDARIA, se identifican con la acepción de
‘SOLIDARIDAD’ que expresa en su contenido la conjunción de esfuerzos humanos
que concurren a un mismo fin y crean una comunidad de intereses y
responsabilidades, estableciendo la igualdad jurídica, económica y social.
Este ESTADO SOLIDARIO, permitirá superar la condición de subdesarrollo y
subadministración, razón de la imagen-objetivo del proyecto nacional de UCS.
También se identifica como una fuerza CÍVICA y patriótica, con un profundo
contenido humanista y cristiano, cuyo propósito es la defensa intransigente de los
derechos, y el cumplimiento estricto de los deberes que otorga la Constitución
Política del Estado” (1997).
El actual Estatuto Orgánico de la UCS busca la reforma del Estado integrador,
regulador y movilizador, en respeto de todos los principios democráticos establecidos. La
UCS ya no pretende ser el gran movilizador de masas que fue en sus inicios en la época de
su fundador, el hoy desaparecido Max Fernández Rojas.
La UCS pretende seguir siendo el partido “bisagra”85, es decir una suerte de
facilitador democrático, un concertador de alianzas de gobierno. En virtud de ello, la UCS
ha participado en los tres últimos gobiernos democráticos (1993-1997, 1997-2002, 2002-
2003).
Postula, en fin, una readecuación del pacto social que vincule al Estado con el
mercado, donde la sociedad civil intervenga participativamente.
85 Entrevista con el Secretario de Relaciones Internacionales de UCS, Álvaro Riveros Tejada. Ver cuadro de entrevistas.
128
En realidad la ausencia de referencias teóricas o de adscripciones ideológicas en la
UCS desde su origen es resaltada por Ricardo Paz Ballivián (2000), cuando analiza el
discurso de su fundador Max Fernández y resalta una ausencia de posición en el espectro
político nacional, considerándolo más bien un partido neopopulista.
En base al análisis de su participación en todos los gobiernos a partir de la primera
vez que intervino de manera independiente en las elecciones generales de 1993 en alianza
con el MNR, la ADN, el MIR y la NFR, la ideología de este partido puede ser considerada
más como un populismo de derecha con tendencias al elitismo que promueve el
neoliberalismo democrático a partir de una lógica instrumental de la política, que como un
neopopulismo.
3.9. Partido Socialista (PS)
Desde su fundación el 1ro. de mayo de 1971 el PS estableció la clara misión de llevar
a la sociedad boliviana al socialismo. Pero, aunque sus tesis políticas no descartaban la
toma violenta del poder, el PS siempre fue un actor democrático.
“Art. 1.- El Partido socialista, fundado el 1 de mayo de 1971, es el instrumento de
los trabajadores del campo y las ciudades de Bolivia, que se propone conducir a los
explotados del país a la captura del poder político y la construcción de una
sociedad más justa y solidaria. Se constituye en la persona jurídica de derecho
público llamado a defender y coadyuvar al régimen democrático y el sistema
representativo de gobierno” (PS, 1999).
En su programa de principios el PS adopta una clara postura antiimperialista y a
partir de 1999, un discurso claramente anti neoliberal y de oposición a los grandes partidos
del sistema (MNR, ADN y MIR), a la Ley de Capitalización e incluso a la Reforma
Educativa. En su lugar proponen una revolución económica con control social para activar
la producción y crear condiciones para “efectivizar el pago de la deuda social a los
trabajadores” (PS: 1999), aunque no expresan claramente bajo que tipo de diseño de gestión
pública. A pesar de ello, en su propio Programa de Principios en el Sub Título 3.4.,
129
plantean una economía de mercado con control social a través de una articulación de
formas de propiedad estatal, privada, cooperativa y comunitaria.
Hoy sus actuales principios ideológicos todavía dicen basarse en el socialismo
científico y democrático, aplicados de manera creadora a la formación social boliviana,
para la transformación de la sociedad.
“Art. 2.- Sus principios ideológicos se basan en el socialismo científico y
democrático, aplicados de manera creadora a la formación social boliviana, para
transformar nuestra sociedad” (Ídem).
Sin embargo el PS ha descartado el cambio violento hacia el socialismo y no queda
muy claro a qué se refiere con “socialismo democrático”, por lo que su ideología política se
parece mucho a la de la socialdemocracia europea, que busca una humanización del sistema
imperante.
Por ello, el PS de hoy representa a una izquierda democrática señorial, ya que la
gran base popular que alcanzó en las últimas elecciones presidenciales en que participó su
extinto líder, Marcelo Quiroga Santa Cruz86, se ha perdido.
4. Los planes de gobierno 2002
A continuación se ofrece una reseña de los principales puntos de los planes de
gobierno que los partidos políticos con representación parlamentaria presentaron en sus
candidaturas en las pasadas elecciones generales de junio de 2002.
Se distingue dos tipos de partidos en lo que respecta a la elaboración de planes de
gobierno:
• Programáticos, partidos que a partir de sus principios, creencias o ideologías
analizan el contexto presente en una elección presidencial para proponer un plan
86 En mayo de 1980, proceso electoral luego del cual Quiroga Santa Cruz fue asesinado en oportunidad del golpe de Estado comandado por el General Luis García Meza el 17 de julio de ese mismo año.
130
adecuado al momento histórico en que se vive. Estos partidos plantean, la mayor
parte de las veces, una readecuación de las políticas existentes en lugar de su
cambio radical.
• Doctrinarios, partidos que hacen prevalecer su doctrina ideológica sobre el análisis
contextual a cada elección presidencial. Para estas organizaciones políticas el
análisis no cambia, siempre se requiere un cambio radical que resulta de su doctrina
ideológica.
4.1. Planes de los partidos programáticos
4.1.1. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento Bolivia
Libre (MBL). Plan de emergencia
El MNR creyó necesario un plan de emergencia en virtud de un análisis que
concluía en que Bolivia vivía una de las peores crisis de su historia. Se trata de un plan
modesto, del partido programático que más ha influenciado en las políticas públicas del
Estado boliviano en los últimos cincuenta años.
El plan del MNR tenía tres ejes, que su interrumpido gobierno trató de aplicar: salir
de la crisis económica, derrotar la corrupción y combatir la exclusión social.
Es un plan mucho menos abarcador que el “Plan de Todos” del anterior período de
gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997), caracterizado como innovador e
impulsor de profundos cambios en la organización y administración de la cosa pública.
Las características del último plan de gobierno fueron:
• El plan para la gestión 2002-2007 hizo de la salida de la crisis económica el eje de
todo su desarrollo, con la perspectiva de llegar al final del mandato, a un
crecimiento anual del 6%, a través de medidas como: el programa de infraestructura
y servicios básicos (comunicaciones, riego, electricidad, vivienda, saneamiento
básico y tributación); la exportación de hidrocarburos; la ampliación y facilitación
131
del crédito para el sector empresarial y micro-empresarial, para la mejora de su
competitividad y capacidad exportadora; y el establecimiento de una red de
protección social para los grupos más vulnerables, que canalizaría obras de
infraestructura básica social y económica, así como la implantación de un seguro de
desempleo.
• El entonces candidato presidencial, Gonzalo Sánchez de Lozada, encargó a su
candidato a la vicepresidencia y actual Presidente de la República, Carlos D. Mesa,
la lucha contra la corrupción en tres sectores: político, policial y judicial. Los
instrumentos serían la ya creada Unidad Técnica Anticorrupción y la futura Unidad
de Investigación Patrimonial, ambos bajo la tutela de la Vicepresidencia.
• La política social del MNR se centraba en combatir las diferencias sociales a través
de varias medidas: inversión de la renta del gas en capital humano (educación y
tecnología), programa ampliado de salud, ciudadanía e integración social,
fortalecimiento del agro y revitalización de la participación popular y la
descentralización.
4.1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM).
Bolivia para los bolivianos
El MIR-NM, partido de tradición democrática programática, centraba su plan de
gobierno (llamado también Plan Trabajo) en los frutos de la exportación de hidrocarburos,
al igual que los otros dos partidos tradicionales (MNR y ADN). Se trataba igualmente de un
plan modesto aunque no tan centrado en la crisis económica como el del MNR.
Al respecto, el MIR planteaba que su diferencia radica en que los beneficios irían
para los bolivianos a través de cinco canales.
• Primer canal. Infraestructura básica (carreteras) y generación de empleos.
• Segundo canal. Financiamiento para empresas nacionales medianas y grandes
para asegurar su supervivencia y futura competitividad.
132
• Tercer canal. Garantía estatal para la construcción de 400 mil viviendas
populares.
• Cuarto canal. Banco del trabajo para impulsar las actividades y coordinación
entre los pequeños productores y los desempleados.
• Quinto canal. Banco campesino indígena para crédito y asistencia técnica a este
sector, incluidos los pueblos originarios.
4.1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN). La fuerza de la gente
La ADN, con una propuesta completamente programática de gobierno, quiso
rescatar los logros de la gestión de 12 meses (2001-2002) del Presidente Jorge Quiroga.
Con ello pretendía hacer de su plan una continuación de la política de Quiroga con un
énfasis en la idea central de hacer propietarios a los bolivianos.
Luego de la muerte de su fundador Hugo Banzer Suárez el mismo año de las
elecciones, ADN propuso osadas medidas de gobierno con la intención de atraer votos para
mantener y superar la barrera de su voto orgánico que se mantenía en alrededor del 17%.
Sin embargo, este partido enfrentó una caída estrepitosa en la preferencia del voto
ciudadano87, como producto de la transición generacional que tuvo que sufrir por la
desaparición de Banzer.
El plan de la ADN desarrollaba cinco ejes:
• Crecer con equidad y con la gente: Títulos de propiedad para todos. Reparto de
títulos de propiedad de 500 dólares a cada uno de los bolivianos, a partir de los más
de 1.500 millones de dólares del Fondo de Capitalización Colectiva, como resultado
del ingreso proveniente de la capitalización de las empresas estatales efectuada
durante el gobierno del MNR (1993-1997). Estos títulos podrían servir de base para
la adquisición de vivienda, servicios educativos, conformación de microempresas y
87 El 3.4% de los votos válidos, apenas un 0.4% por encima del mínimo de votos requeridos para mantener la personalidad jurídica como partido político ante la CNE. En 1.997 ganó las elecciones con el 20.01%.
133
pago de deudas. Otras medidas complementarias contemplaban la reactivación de la
economía y atracción de la inversión extranjera. El plan de reparto de títulos era
completamente opuesto al pago del Bonosol del MNR.
• Reducir la pobreza. Este tema emblemático del último gobierno del fundador de
ADN pasó al nuevo plan de gobierno, con la inclusión de programas de mejora de la
calidad de la educación y su cobertura, la extensión del seguro de salud, sobre todo
en beneficio de mujeres y niños, y el desarrollo del agro.
• Mano dura contra la corrupción. A la conocida modernización institucional,
ADN propuso incluir mejoras en los procesos de compra estatales, siguiendo la
huella del Presidente Quiroga, a lo que se sumó una mejora de la reforma de la
justicia y la proposición de una inédita reposición de la pena de muerte para los
violadores de niños.
• Bolivia municipal. El fortalecimiento de la capacidad institucional de los
municipios, que es obra del candidato presidencial de ADN, Ronald MacLean
Abaroa, ex alcalde de La Paz y reconocido municipalista. MacLean proponía
aumentar la competitividad de los municipios mejorando su gestión y dotándoles de
mayores prerrogativas y financiamiento, sobre la base de un modelo municipalista
que combina la gestión pública y la gestión privada.
• Financiamiento del programa de gobierno. La ADN se preocupó de explicar de
dónde provendría el dinero para su plan de gobierno. Al respecto, señaló cinco
fuentes de financiamiento: austeridad fiscal, lucha contra la corrupción, exportación
de gas natural, cooperación internacional y endeudamiento externo, y mayor
crecimiento económico.
4.1.4. Nueva Fuerza Republicana (NFR). Manfred Ivo-Cambio Positivo
134
La NFR presentó para las elecciones 2002 un extenso plan de gobierno llamado
Manfred Ivo-Cambio Positivo, que introduce de lleno a este partido dentro de los
programáticos.
El plan de gobierno de la NFR se asentaba en tres principios rectores:
• Presencia del Estado en las áreas económica, social y política, es decir,
intervención para activar áreas consideradas estratégicas, como los hidrocarburos y
el sector agrario, en el marco de una economía mixta.
• Mejoramiento de las condiciones y de la calidad de vida de la población, sobre
todo los índices de desarrollo humano con educación, salud preventiva y empleo
estable.
• Inserción nacional en los procesos globales en condiciones de competitividad,
con el desarrollo de una “diplomacia del desarrollo” centrada en la explotación del
gas como eje del potenciamiento competitivo de las empresas bolivianas.
Estos tres principios daban lugar a cuatro “bases programáticas” en las que se
concretaba el plan de gobierno:
• La Revolución Productiva, después de analizar que Bolivia vive un colapso
económico y productivo, la NFR propone una reactivación económica de tres
dominios: hidrocarburos, minería y agropecuaria.
• La Revolución Social, con una más justa distribución del ingreso nacional, a través
de: la dignidad humana y equidad en el salario; el mejoramiento de la educación; el
desarrollo de la salud; una política de plena integración para las personas
discapacitadas; respuestas eficaces contra el tráfico y consumo de drogas; más
atención a las personas mayores; potenciamiento de la Policía Nacional y desarrollo
de la seguridad ciudadana; fortalecimiento del turismo; políticas de género, como
eje de la democratización del acceso a las oportunidades; implantación del gobierno
135
electrónico para que las tecnologías estén al servicio de la democracia; y conversión
de las Fuerzas Armadas como fuerzas productivas de acción.
• La Revolución Moral, como política de lucha contra la corrupción, con honestidad
y transparencia en el manejo de la gestión pública y reforma de la justicia como
poder independiente y de administración eficaz.
• La Revolución Municipal, la NFR fiel a su tradición municipalista quería hacer del
municipio el eje central del desarrollo nacional e instrumento de combate contra la
pobreza.
Además, el plan de la NFR planteaba que todo lo anterior motivaba una refundación
de la República, por lo que había que cambiar el artículo 230 de la Constitución Política
para permitir la realización de un referéndum y la inclusión de la Asamblea Constituyente.
En términos generales se pueden detectar contradicciones respecto al rol del Estado
en la economía, al tipo de Estado que se promueve y una combinación de democracia
política y representativa con una democracia social y participativa sin especificar cómo
serían combinadas operativamente.
4.1.5. Unidad Cívica Solidaridad (UCS). Pacto con Bolivia
El plan de gobierno de la UCS, denominado “Pacto con Bolivia”, tenía cinco
puntos fundamentales que introducen a este partido en la línea de partidos programáticos,
es decir, que trabajan una propuesta de gobierno para cada elección presidencial, sin que
ello signifique que olvidan sus postulados ideológicos.
Sin embargo, la propuesta tiene todavía mucho de declaración de principios sin
llegar a ser del todo doctrinaria.
• Primero el ser humano, donde se planteaba el cambio de la estructura de la
inversión estatal para asegurar que la prioridad esté centrada en la inversión en el
136
individuo. Esta medida buscaba corregir los bajos indicadores sociales de desarrollo
humano que tiene Bolivia, en cuanto a salud, educación y servicios básicos.
• Empleo ya, programa agresivo de generación de empleos, mediante una fuerte
inversión pública (caminos, viviendas y escuelas) que dote al país, al mismo tiempo,
de la infraestructura para su desarrollo.
• Productividad y desarrollo, forjar una Bolivia competitiva a través de un fomento
al comercio exterior, basado en el potenciamiento de las industrias aprovechando
los recursos naturales y las ventajas comparativas del país.
• Gobierno incluyente y eficiente, acercamiento del gobierno en métodos y prácticas
a la sociedad civil, descentralización, participación de la mujer, elección por voto
directo de todos los legisladores, superación de las diferencias sociales, de género o
etnia.
• Tolerancia cero a la corrupción, combate a la corrupción a través de la creación
del Procurador Nacional Anticorrupción.
El plan de la UCS explica a través de qué políticas públicas se lograrían todos estos
objetivos, y en realidad es una continuación de las orientaciones de políticas neoliberales
implementadas desde 1986 en el país.
4.2. Planes de los partidos doctrinarios
4.2.1. Movimiento al Socialismo (MAS). Territorio, soberanía y vida
El plan de gobierno del MAS es, en buena medida, una declaración de principios
que hacen de este partido un ente doctrinario al momento de plantear el manejo de la cosa
pública.
137
El MAS recuenta la historia de la conquista española y, luego, de la explotación de
las mayorías nacionales en manos de las nuevas clases dominantes criollas. Se hace énfasis
en que el cambio es posible y depende de las clases populares únicamente.
Plantea una sociedad basada en lo social-popular nacional en contra de la
globalización y de los sectores privados y extranjerizantes. Propone una cultura de la vida
que rechaza, prácticamente, todas las medidas tomadas por los anteriores gobiernos:
reforma agraria, política ambiental, política económica, política antidroga.
Se ofrece la recuperación (estatización) de las empresas privadas extranjeras que
administran los recursos estratégicos como los hidrocarburos, así como el desconocimiento
de la deuda externa, en la lógica de que el MAS y la clases populares no contrajeron dicha
obligación.
En cuanto a políticas sociales, al igual que hará el MIP, el MAS ofrece una serie de
servicios básicos, seguridad social y vivienda. El camino para lograrlo es un recurso que no
existe en la Constitución Política del Estado: la Asamblea Popular Constituyente, una
suerte de cabildo multiplicado por todo el territorio nacional que habrá de refundar a
Bolivia.
Si bien la articulación de reivindicaciones sectoriales, étnico culturales y
antiimperialistas del MAS muestra una postura distinta al resto de partidos del sistema, las
principales limitaciones de su programa se encuentran en la ausencia de un verdadero plan
de políticas públicas y se centra más en lineamientos generales que no expresan en sí la
manera de llevarlos adelante y operativizarlos.
4.2.2. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP). Plan Pachakuti. La oferta que podemos
cumplir
Más que un programa de gobierno, el MIP presentó en las elecciones generales de
2002 un documento que puede leerse como una declaración de principios doctrinarios,
donde está mencionado el qué pero sin abundar en el cómo.
138
En virtud de ello, el equipo de investigación califica al MIP como partido
doctrinario en lo programático-gubernamental, es decir, una organización que mantiene la
doctrina como línea programática, casi con independencia de los nuevos contextos que
aparecen para cada período presidencial, además podría incluso pensarse en posiciones
fundamentalistas y etnocéntricas, concentradas en la población indígena —especialmente
aymara—, pero no en un plan para el conjunto de la población del país.
Por ello, no es probable que el MIP cambie su propuesta de gobierno,
nacionalizadora y de fuerte control estatal, con amplia participación de los pueblos
indígenas originarios, manteniéndose una visión estatólatra en la que se incide sobre
derechos ciudadanos pero se exime a los mismos de todos sus deberes respecto al ámbito
público.
Dentro de este marco, el MIP ha titulado a su programa de gobierno “Plan
Pachakuti. La oferta que podemos cumplir”, que incluye los siguientes puntos:
• Una Bolivia democrática participativa, unitaria, pero que incluya a las naciones
originarias y sus política particulares.
• Una política internacional de no injerencia y de paz y un desarme mundial.
• Acceso de todos los bolivianos a un empleo justamente remunerado a través del
fomento de micro y pequeñas empresas, a una educación de la más alta calidad, a
los servicios de salud tanto curativa como preventiva y a una vivienda propia,
cómoda y decente.
• Igualación de las rentas de vejez para todos los trabajadores, profesionales y
empleados públicos.
• Redistribución de la tierra de acuerdo al derecho consuetudinario de los campesinos.
• Equidad entre varones y mujeres, prevención de la delincuencia juvenil y
mejoramiento del bienestar social de los jóvenes.
139
• Agricultura biológica, defensa de la hoja de coca, construcción de vías de
comunicación, protección de la biodiversidad, promoción del arte, explotación
estatal de los hidrocarburos, electrificación rural y manejo estatal del agua.
• Rescate de la minería estatal y de la seguridad orgánica de los trabajadores mineros.
• Reforma del derecho de acuerdo a los principios comunitarios de no robar, no
mentir y no flojear.
Todas las acciones se concentran alrededor de la responsabilidad del Estado como
estado benefactor, es decir, plantea un retorno al Estado de la revolución nacional.
4.2.3 Partido Socialista (PS). La Bolivia que tenemos y la Bolivia que queremos
El Partido Socialista plantea en su plan de gobierno el Modelo de Desarrollo a
Escala Humana, que pretende ser una nueva conceptualización del desarrollo, que combina
el trabajo creador y dignificador de la persona con la naturaleza en un marco de
cooperación y solidaridad.
Con ello, el PS sale del típico papel doctrinario y entra, por primera vez, en la
presentación de un plan de gobierno programático y detallado donde se explican tanto el
qué y el cómo.
El PS propone refundar el pacto social del Estado boliviano sobre la base de tres
cuerpos:
• Derechos humanos, en su definición corriente, pero ampliando el sentido de las
obligaciones, pasando del reconocimiento del derecho a la vida a la obligación de
los signatarios a apoyarse mutuamente en el ejercicio de ese derecho. Ello implica la
responsabilidad de la sociedad frente a la muerte de grupos vulnerables (niños) o la
responsabilidad de la sociedad frente a la posibilidad de conseguir medios de
subsistencia para los trabajadores y sus familias.
140
• El segundo cuerpo contiene disposiciones con relación a los derechos cívicos o
ciudadanos, es decir, el conjunto de principios que hacen posible que la soberanía
resida en el pueblo.
• El tercer cuerpo, dedicado a los derechos sociales, incluyendo dentro de estos el
respeto a las culturas, la igualdad frente a la justicia, la equidad en el acceso a
oportunidades, el derecho al trabajo y a ejercer actividades económicas u otras y la
protección social a los grupos vulnerables.
El PS plantea reconstruir el país y la economía nacional bajo tres principios:
justicia, honestidad y solidaridad, los mismos que deben reflejar el principio de que la
cooperación entre ciudadanos maximiza el bien común. No es un plan de políticas públicas
para administrar el gobierno durante cinco años, sino una propuesta humanista y de alto
valor sustantivo.
IV. Funcionamiento de los partidos políticos
En el presente punto se analiza y describe cómo funcionan en la práctica los
partidos políticos con representación parlamentaria. Acá se encuentra un margen entre el
deber ser de los partidos (presente en la Ley de Partidos y sus estatutos) y el ser (como
resultado del desempeño cotidiano de los partidos). Este margen, que podrá ser —
dependiendo del caso— más amplio o más estrecho, debiera dar una idea clara del grado de
institucionalización de los partidos.
A continuación, sobre la base de varias técnicas de investigación, se desarrolla
cuatro niveles de análisis del funcionamiento de los partidos:
• El funcionamiento interno mismo, es decir la aplicación a la práctica interna de las
reglas del juego democrático, lo que incluye: jerarquías, dirigencias y toma de
decisiones; modalidades de reclutamiento de militantes; participación de sectores
marginados; y procesos de formación y promoción de cuadros.
141
• La actuación legislativa de los partidos en brigadas, bancadas y comisiones, lo que
incluye tanto la acción propositiva legislativa, como la fiscalizadora y la
concertadora.
• Las relaciones de los partidos con la sociedad civil, sobre todo en lo que concierne a
la obligación de educación democrática que establece la Ley de Partidos.
• Y, por último, las relaciones partidarias tanto nacionales como internacionales.
Para el análisis de cada uno de estos puntos el equipo de investigación realizó
alrededor de 90 entrevistas en profundidad a tres sectores jerárquicos en cada partido:
dirigentes altos, mandos medios y militantes.88 El análisis reflejará la percepción y la
práctica partidaria por partido y para cada uno de esos tres niveles.
1. El funcionamiento interno. Aplicación interna del juego democrático
1.1. Jerarquías, dirigencias y toma de decisiones
1.1.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
Al igual que la totalidad de dirigentes de otros partidos, los altos representantes del
MNR afirman que su partido ha sido el primero en adoptar un sistema democrático interno.
Como ejemplo de ello el MNR señala la transición de liderazgo que se ha hecho desde
1989, cuando Gonzalo Sánchez de Lozada reemplazó al líder histórico, Víctor Paz
Estenssoro.
Sin embargo, el MNR indica que la democracia interna es un proceso de
perfeccionamiento con muchas tareas para completarse. En este sentido reclama que la
Corte Nacional Electoral no tenga un papel más preponderante en el control de los comicios
internos.
88 La metodología de la investigación está resumida en la introducción de este informe.
142
El proceso de fraccionamiento interno posterior a la designación de Sánchez de
Lozada no solamente es generacional, sino que cobra tintes regionales.
Se pueden visualizar claramente las fracciones de Carlos Sánchez Berzaín, que
representa una línea más política y articula a algunos militantes antiguos, y la de Guillermo
Justiniano, que representa una línea más tecnocrática y articula oriente y occidente del país.
Además de las mencionadas se detectan movimientos más regionales como el de Juan
Carlos Durán o generacionales como el de Hugo San Martín.
En versión de uno de los entrevistados de mando medio en el partido, el
fraccionamiento interno se presenta en tres frentes: la Tercera Opción, de los Pobres y los
de Milenio, aunque no especifica a qué liderazgo corresponde cada uno.
Al interior del MNR se admite que la democratización interna ha enfrentado dos
problemas: en primer lugar, no se ha podido salir de la figura del caudillo (Gonzalo
Sánchez de Lozada), cuyo poder está reforzado fuertemente por las amplias facultades que
le da el estatuto orgánico, y en segundo lugar, la competencia interna ha generado
tendencias muy duras que dificultan más este proceso.
Se puede además percibir, a través de las entrevistas, que los militantes y dirigentes
medios no expresan con claridad cuáles son las jerarquías en la estructura partidaria y
concentran su atención alrededor de la jefatura, reforzando el personalismo característico
del sistema de partidos políticos en Bolivia.
1.1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
El MIR vive momentos de tensión como resultado del proceso interno de
democratización. Ya se vio que el estatuto orgánico de este partido es uno de los que más
poderes concentra en el Jefe Nacional, Jaime Paz Zamora.
En este sentido, se han sumado problemas como las denuncias de autoritarismo
interno para favorecer al entorno familiar del líder. La cabeza más visible de estas
denuncias es Samuel Doria Medina, que incluso ha llevado el conflicto ante la Corte
143
Nacional Electoral, donde —en audiencia pública— los dos frentes se han hecho
acusaciones mutuas89, y que culminó en el mes de noviembre con la escisión de su fracción
para fundar una nueva tienda política.
Estos acontecimientos han descalificado —en parte— el último congreso mirista
celebrado en Santa Cruz en junio de este año, aunque el mismo se mostraba muy
prometedor —según mandos medios del MIR— para dotar al partido de una democracia
pluralista y abierta, donde exista mayor participación.
Algunos militantes señalan como causa de los problemas internos del MIR a la
ruptura ideológica y política existente, pero los más se niegan a tratar el problema
públicamente.
Se puede percibir una tensión importante en el proceso de renovación al interior del
MIR: por un lado está el intento de democratización en la cultura política partidaria en
busca de renovación y transparencia, representado por el grupo de Doria Medina, y por otro
lado la reproducción de una cultura política parroquial, basada en vínculos afectivos con el
líder personalizado que busca heredar espacios de poder a sus hijos. Debe recordarse que
con diferencias se vio procesos similares en UCS y CONDEPA y el resultado fue altamente
negativo.
La concentración de poder y de decisiones en la jefatura partidaria al parecer en
todos los casos tienen una influencia más negativa que positiva sobre los procesos de toma
de decisiones.
1.1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
Acción Democrática Nacionalista se encuentra en un profundo proceso de
reestructuración interna luego del golpe abrumador que significó haber obtenido los peores
resultados electorales de su historia en las elecciones generales del 30 de junio de 2002.
89 Ver el periódico La Razón, de La Paz, del 30 de septiembre de 2003: “Una audiencia electoral da paso a la guerra sucia mirista”.
144
Todavía se puede apreciar, al hablar con los mandos altos de ADN, que el pasado
dictatorial de este partido sigue pesando, pues se esfuerzan en remarcar que sí ha habido un
cambio. Y lo hacen con la ayuda de varios argumentos. El más repetido es el de la última
asamblea de ADN en Santa Cruz90, que fue un proceso que por primera vez ensayó el voto
directo y secreto para la elección del Jefe y de los Subjefes nacionales, así como para la del
candidato presidencial, justa en la que se enfrentaron dos postulantes.91
Sin embargo, si bien la elección de mandos nacionales fue un proceso satisfactorio
para ADN, no lo fue la elección de mandos intermedios, donde hubo muchas denuncias de
fraude por parte de fracciones encontradas, rememorando las elecciones internas del año
2000 donde se presentaron y denunciaron una serie de irregularidades en todos los niveles.
Los mandos medios reconocen estos problemas y dicen que ADN nunca ha evadido las
elecciones internas, por muy dolorosas que hayan sido.
Por ello, esos mandos medios comparten la visión de otros partidos de que habría
que buscar una reforma a la Ley de Partidos que asegure la democratización pero que no
tienda a dividir al partido. Es decir, que ayude a los partidos en lugar de debilitarlos.
Empero, para algunos militantes de ADN existe una falla en la democracia interna,
pues afirman que hay descontento por los “dedazos”, identificados como el hecho de que
personas con poder circunstancial señalen a algunas otras para ocupar cargos importantes
dentro de la jerarquía del partido. Además, casi todos los entrevistados y de todos los
niveles expresan preocupación por la organización profundamente jerárquica y piramidal
que ha mantenido este partido desde su fundación.
Recuérdese que el estatuto de ADN todavía otorga gran poder al Jefe Nacional. Por
ello, para el conjunto de este partido la búsqueda de una democratización interna es todavía
una tarea pendiente, difícil pero mucho más productiva que el antiguo “asambleísmo”
sindicalista.
90 Realizada el 2 de marzo de 2002. 91 Tito Hoz de Vila y Ronald MacLean, resultando vencedor este último, pero cuya candidatura presidencial obtuvo una bajísima votación.
145
Al respecto, ADN quiere incorporar a una amplia base de simpatizantes a su
proyecto político, dotándoles de prerrogativas antes sólo reservadas a los militantes. Con
ello, pretende insuflar una nueva corriente en su democratización interna a la vez de dotarse
de la base social que ha perdido.
1.1.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
Uno de los dirigentes nacionales del MAS se rehusó a hablar del proceso de
democratización interna de su partido, argumentando que este asunto era interno y no
público. Este hecho que podría ser anecdótico, puede estar revelando que al interior de los
partidos todavía conviven dos lógicas: la tradicional, centrada en el caudillismo y la
exclusión de sectores de baja jerarquía; y la que pugna por imponerse, identificada por la
democratización de los procesos internos.
Fuera de ello, el MAS también afirma que es el partido que cumple con mayor
cabalidad los procesos de democratización interna. Argumenta que, a diferencia de otros,
no exigen cuotas monetarias a sus militantes, lo que sin embargo no es fácil de verificar.
Con todo hay una suerte de suficiencia democrática en los dirigentes del MAS, pues
algunos afirman que este partido funciona democráticamente y no hará ninguna acción
para demostrarlo. Parece que todavía no se ha asimilado la transparencia como valor
democrático.
Los militantes del MAS repiten unánimemente que su partido se ha formado desde
abajo, por lo que la democracia sería un valor que ha incorporado desde sus inicios.
Incluso, llegan a decir que su partido supera la Ley de Partidos, a la que califican de elitista
y para partidos elitistas. Para argumentar lo anterior, los militantes hacen hincapié en el
continuo mecanismo de cabildeo interno que practica el MAS para la elección de mandos y
de propuestas. Ésta es una herencia que le viene del fuerte componente sindical que lo
caracteriza.
146
El MAS acaba de celebrar sus Congresos Departamentales los pasados 26 y 27 de
agosto. Los resultados todavía no han sido comunicados formalmente. Sin embargo, nada
parece indicar que se vaya a cuestionar a corto y mediano plazo el liderazgo y apoyo de los
principales dirigentes de este partido, uno de los más jóvenes de la democracia boliviana.
1.1.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
La NFR señala que ya van dos años que se llevaron a cabo elecciones generales, lo
que para sus mandos altos los convierte en absolutamente democráticos. Se dicen muy
receptivos a las demandas de sus militantes y muestran varias instancias de debate que
descentralizan el poder interno.
Sin embargo, mandos medios de la NFR indican que siempre hay algo de egoísmo
en la asignación de cargos internos, varios de los cuales —como cuando se analizó el
estatuto orgánico— dependen directamente del máximo dirigente.92
1.1.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
Para los líderes del MIP éste es un partido de plena consulta con las bases a través
del mecanismo de la asamblea y el cabildo, sin embargo, los militantes de base
entrevistados dicen no saber y no conocer cómo funciona el partido, ni el plan de gobierno,
la ideología o la estructura del partido y sólo coinciden discursivamente en la defensa de los
derechos originarios. No dejan de mencionar la crítica de vertical y machista a su líder,
Felipe Quispe, algo que se apresuran a desmentir.
Los dirigentes mencionan que ya se hicieron congresos provinciales en los
departamentos de Oruro, Santa Cruz y Cochabamba. En el departamento de La Paz hay una
dirección transitoria, pero ha sido fijado el congreso ordinario para fines de este año. En los
otros departamentos (Potosí, Beni y Pando) se realizarán el próximo año. Luego debe venir
el congreso nacional, al próximo o al subsiguiente año, cuando se terminen los
departamentales. 92 Al respecto, se puede ver la publicación en prensa “Manfred provoca malestar al pedir la renuncia de toda la dirigencia de NFR” (nota 43 del cuadro de análisis de la percepción mediática, anexo 5).
147
Por ello, para el MIP la democracia es un proceso en transición, que comenzó a
nivel de las provincias, con encuentros, cabildos y asambleas. Afirman que el vigor de su
democratización radica en que la dirigencia provincial es rotativa, entre centrales agrarias y
provincias que serán elegidas por su combatividad. A nivel nacional rotarán entre los
departamentos y las zonas andinas, del valle y del oriente. Por otra parte, varios de los
militantes señalan que las reglas democráticas “blancoides” adoptadas por el MIP sólo son
una estrategia política para enfrentar de frente y desde “adentro” a los k’aras, es decir que
no existe una ideología verdaderamente democrática, al menos en sentido liberal.
Llama la atención que todas las mujeres entrevistadas prácticamente desconocen lo
que acontece en el partido y responden que no saben cómo se está llevando a cabo el
proceso de democratización interna.
1.1.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
El MBL está experimentando una profunda crisis, lo que hace que el debate de la
democratización interna pase al de la supervivencia e identidad del partido. Por ello, tanto
dirigentes como militantes no identifican problemas actuales mayores en los procesos
internos.
Las críticas están concentradas, todavía, en el análisis de los problemas que casi
hicieron desaparecer al MBL. Algunos dirigentes lamentan que el MBL haya vivido
procesos más vigorosos en las dictaduras, mientras que ahora resulta difícil encontrar
convicción en la militancia.
Actualmente se halla otra vez en un proceso de institucionalización, luego del
anterior que data de 1991.
1.1.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
Para la UCS no es fácil pasar por alto que su dirigencia máxima haya sido
hereditaria, del fundador Max Fernández a su hijo Johnny Fernández. Por ello, altos
dirigentes afirman que uno de sus principales objetivos es terminar las elecciones internas
148
hasta el 20 de noviembre de 2003, lo que permitiría elegir y posesionar a un Jefe Nacional,
gracias a un proceso democrático hasta el 26 de noviembre.
La Unidad Cívica Solidaridad busca participar en las elecciones municipales del
2004 como un partido democratizado internamente, con el conjunto de los 103 mil
militantes carnetizados que afirman tener.
Sin embargo, algunos mandos altos de la UCS declaran que Johnny Fernández
sigue siendo el líder automático y caudillista y que todavía no hay una democratización
real, aunque sí el deseo de hacerla: “Queremos una democratización. Johnny quiere crear
una cúpula piramidal de decisión, que sea una decisión del equipo de cúpula, que va a ser la
cabeza de la UCS”. Asimismo, en algunos militantes el proceso democrático de la UCS se
identifica con el deseo “del Jefe”.93
1.1.9. Partido Socialista (PS)
El PS habla de una elección universal en 1999 donde participaron todos los
militantes, que le dio el poder a Jerjes Justiniano con más del 70% de los votos, mientras
que el segundo candidato en competencia obtuvo alrededor del 20% de ellos. Esa fue la
primera práctica democrática que hizo el PS. Hasta ese entonces la dirección se había
elegido en congreso de los representantes departamentales y regionales.
Ahora, para debatir y aprobar documentos constitutivos se convoca también a
congresos. Se está ya debatiendo, por ejemplo, la reforma del estatuto, aunque el PS dice
que no ha tenido tiempo para aprobarlo.
Por ello, al igual que otros partidos, el PS se dice demócrata por esencia. Sus tres
dirigentes actuales fueron elegidos en un encuentro nacional realizado el año pasado, con la
participación de todos los representantes nacionales.
93 Entrevista con Marlene Fernández, septiembre de 2003, entonces diputada en funciones por UCS y Secretaria Ejecutiva.
149
Por otro lado, el PS se queja del trato discriminatorio que, según su opinión, recibe
en el reparto de financiamiento estatal, proporcional a los votos obtenidos. Cree que este es
un punto que afecta el proceso de democratización interna pues no le brinda los recursos
para ello.
Lamenta igualmente que la CNE tolere a partidos que el PS considera autoritarios.
Todavía se nota el misticismo y ascetismo que tuvo la izquierda en los militantes del PS,
cuando hablan de que en su partido no se admiten manzanas podridas.
1.2. Modalidades de reclutamiento
Las modalidades de reclutamiento permiten ver cómo el partido se acerca a la
sociedad civil para dotarse de los militantes necesarios para su funcionamiento. En el
pasado la política boliviana practicaba un reclutamiento personalizado y en algunas
ocasiones prebendal.
El equipo de investigación ha querido ver si se está produciendo algún cambio en la
institucionalización de este proceso, en la apertura de los partidos hacia la ciudadanía, que
puedan ir saliendo de la lógica de la mediación de beneficios pecuniarios o políticos a corto
plazo (prebendalismo) como atractivo para participar en un partido.
Como se verá, la necesidad de trabajo y las posibilidades de empleo que ofrecen los
partidos cuando asumen funciones de gobierno continúan siendo dos de los principales
problemas en la relación entre sistema de partidos y sociedad, problema que no
necesariamente surge desde los partidos sino que se ha constituido en una demanda de la
sociedad, que ve en los partidos un medio para lograr algún tipo de beneficio particular,
especialmente empleo estable mientras dure una gestión.
1.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
El MNR no tiene problema en reconocer que es parte de las viejas lógicas que están
imperando en el sistema político, lo que le ha hecho entrar en crisis y le ha valido la pérdida
de confianza de la ciudadanía.
150
En este sentido, el reclutamiento del MNR viene a través de varios componentes: las
tendencias partidarias, a través de estrategias de imagen política y en base a las
características de los candidatos, es decir, reforzando una lógica emotiva más que
programática en un partido abierto que no pretende restringir el ingreso de nadie. Por ello,
no hay una forma de reclutamiento establecida.
El MNR ha reclutado desde dirigentes de Organizaciones Territoriales de Base
hasta dirigentes deportivos.
Sus mandos medios reconocen que, empero, subsisten las formas de reclutamiento
de prebendalismo clásico, una realidad muy dañina que condiciona la imagen de los
partidos como proveedores de obsequios o empleos. Se reconoce, asimismo, que en el
MNR hay una larga tradición familiar, lo que tiene pros y contras.
La reflexión de sus militantes los lleva a concluir que los cambios en las formas de
relacionamiento de la sociedad a partir de esas lógicas prebendales que surgen como
demanda de los simpatizantes, ha afectado negativamente a la organización, de tal modo
que las formas de reclutamiento están cada vez más vinculadas a intereses que a principios
ideológicos y propuestas políticas.
1.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
Como resultado de los últimos conflictos por favoritismos familiares en el MIR,
mandos medios y militantes, además de señalar que se practican varias formas de
reclutamiento, indicaron que este partido practica mucho el reclutamiento prebendal, a
partir de promesas de empleo en el aparato estatal.
En algunos casos los entrevistados manifestaron que su caso personal corresponde a
vínculos familiares y en otros, jóvenes y nuevos militantes reconocen que su incorporación
al MIR tiene relación directa con la necesidad de un empleo estable a través del acceso a las
redes de poder y de influencia; es el caso de algunos militantes alteños que manifiestan que
151
más allá del compromiso ideológico se trata de acceder a ciertas ventajas con la presencia
del MIR en el gobierno municipal.
1.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
Los dirigentes de ADN se precian de no presionar a los ciudadanos para que
ingresen a su partido. Sin embargo, son bastante abiertos como para decir que, en este
sentido, viven tiempos de reconfiguración a partir de la figura de Jorge Quiroga.
Esperan estructurar un partido que salga de las promesas de empleos para pasar a
una concentración de militantes y simpatizantes alrededor de su joven Jefe Nacional: un
contrato personal entre el partido y el ciudadano.
Hay incluso militantes de ADN que dicen: “Yo nunca juré al partido, sin embargo
todo el mundo sabe que soy de la ADN”.94
1.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
El MAS se precia de que su militancia se acerca al partido por convicción y no en
busca de beneficios económicos y políticos, por lo que sus dirigentes dicen que no hacen
reclutamiento. Sin embargo, otros dirigentes lamentan que el MAS sea víctima de grupos
oportunistas de los cuales debe despojarse.
En este sentido, el MAS está acogiendo a varios sectores de la izquierda que, de
manera oportunista o no, ven en este partido el intento más exitoso de oponerse al gobierno.
En la inscripción de nuevos militantes al MAS juega un papel muy importante el poder de
convocatoria de su principal dirigente Evo Morales, que cuenta con una gran base entre los
cultivadores de hoja de coca del Chapare cochabambino.
1.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
94 Entrevista con Antonio Vargas, septiembre de 2003.
152
La NFR ha lanzado en las pasadas elecciones una agresiva campaña de
reclutamiento de militantes y se ha beneficiado de ex militantes de partidos tradicionales
(MNR, MIR y ADN) que veían a esta organización política como algo nuevo.
Mandos medios comentaron que la NFR buscaba sobre todo opositores al régimen
constituido, que no estuvieran satisfechos con el manejo de los asuntos nacionales o
locales. Ello no ha impedido que este partido haya concentrado gran cantidad de personas
que veían en él la mejor opción para acceder a un puesto de trabajo en el Estado.
1.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
El MIP dice haber pasado del reclutamiento selecto a uno masivo fundamentalmente
por vías sindicales. Reconoce que su primer momento corresponde a una época clandestina,
pero que ahora se ha transformado en legal.
Este partido indica que no promete ningún reparto de prebendas a sus militantes,
quienes se estarían acercando al MIP por convicción. Su foco de acción es esencialmente
provincial en el departamento de La Paz.
Esto contrasta con las mujeres militantes del MIP que dicen no saber nada del
reclutamiento, además dos de los entrevistados señalan que para ser parte del partido deben
ser todos originarios, es decir que el reclutamiento se basa en estereotipos raciales donde
los no indígenas no tienen cabida.
1.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
El MBL dice tener la ventaja sobre los otros partidos de poseer una imagen política
limpia y creíble en cuanto a la trayectoria política personal de sus miembros.
Por ello, expresa no tener antecedentes de corrupción que le afecten grandemente,
razón por la que cree que su militancia se acerca por convicción. Confía en tener todavía
mucha aceptación en el área rural y zonas peri-urbanas, lo que significaría la existencia de
una acción multiplicadora de la militancia.
153
El MBL es uno de los pocos partidos que aún mantiene criterios de selección de sus
miembros a partir de valores como la honestidad y la transparencia, los cuales reivindican
como factores de cohesión de su militancia.
1.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
La UCS atrajo militantes sobre todo por la figura de su desaparecido líder Max
Fernández, que tuvo gran acogida entre los pequeños comerciantes urbanos y algunos
sectores empresariales. En este último tiempo ha acogido a simpatizantes, prácticamente,
con los mismos derechos y obligaciones que los militantes.
Los mandos altos de la UCS han afirmado que su partido está siguiendo un proceso
de reempadronamiento dentro de los parámetros señalados por la Ley de Partidos. Sin
embargo, algunos nuevos miembros de la UCS expresaron su decepción por el clima
clientelar y prebendalista que han vivido este último año.
Un hecho diferenciable de la UCS es la gran cantidad de mujeres militantes,
prácticamente mayoritaria sobre los hombres.
1.2.9. Partido Socialista (PS)
Aunque el PS esté abierto al reclutamiento sus formas de captación de militantes
son más bien directas. Afirman que como no tienen cargos que ofrecer, sus militantes se les
acercan por convicción personal, sobre todo los estudiantes universitarios e intelectuales de
izquierda.
En el PS hay una gran satisfacción de los militantes por haber podido pagar una
multa a la CNE de 27 mil dólares, con los frutos del trabajo voluntario de sus miembros.
Por otro lado, llama la atención que algunos militantes de base del PS hayan
indicado que se acercaron al partido por la figura del Dr. Manuel Morales Dávila (diputado
del MAS).
154
Finalmente, aunque cada vez menos, todavía pesa el recuerdo del extinto líder
socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz para la incorporación de nuevos militantes.
1.3. Participación de sectores marginados
1.3.1. Participación de mujeres en la estructura partidaria
El monopolio patriarcal de representación de los partidos políticos constituye un
impedimento a la participación política amplia de las mujeres, pues ellas encuentran una
serie de limitaciones y obstáculos. Las características internas de los partidos que impiden
la participación de las mujeres en igualdad de condiciones con los varones —con
variaciones entre uno y otro— se pueden resumir en los siguientes aspectos:
• Personalismo o alta concentración de la organización alrededor del líder del partido
que siempre es varón.
• Fraccionamiento interno que genera pugnas entre tendencias y militantes.
• Procesos de institucionalización débiles que no son sistemáticos en su lucha contra
la discriminación.
• Ausencia de factores ideológicos que transformen la cultura patriarcal en el ámbito
público.
• Persistencia de comportamientos “tradicionales” que se basan en relaciones de
padrinazgo, redes de poder en las que las mujeres se encuentran en desventaja.
Todos estos factores ocasionan que aún en aquellos partidos en los que existe una
cuota de participación de mujeres, en los hechos ésta es limitada; es ilustrativo de esta
situación que casi no se encuentre mujeres en niveles de decisión partidarios.
Es fundamental tomar en cuenta que hoy en día casi todos los partidos del sistema
tienen una cuota del treinta por ciento (30%) para la participación de mujeres, pero esta
transformación no surge de motivaciones internas en la lucha contra la exclusión y
155
discriminación de las mismas, sino de la necesidad de cumplir con las normas vigentes y así
mantener su personalidad jurídica ante la Corte Nacional Electoral.
El trabajo de Karin Monasterios y Luis Tapia Mealla acerca de la participación
política de la mujer en El Alto (2001), con base en los estatutos de los partidos políticos,
mostró que los mecanismos existentes para la promoción de la participación política de las
mujeres se centraba básicamente en dos instrumentos: las cuotas establecidas por ley y las
Secretarías de la Mujer, en las que no se discuten asuntos esenciales para el partido y que
no cuentan con apoyo de las cúpulas partidarias.
De acuerdo con el mencionado estudio, estas secretarías pueden ser una forma de
diferenciación positiva pero también una forma orgánica de marginamiento, dependiendo
del partido político. La investigación tomó 15 partidos políticos y evidenció que solamente
en dos de ellos —MNR y Movimiento Sin Miedo (MSM)— existían cuotas dentro del
partido o para cargos públicos (MONASTERIOS-TAPIA: 52 -53).
Cuadro Nº 17
Cuotas y cargos políticos para mujeres
Declaración contra
discriminación Secretaría
de la Mujer Cuotas cargos
públicos Cuotas interior del
partido
ADN No Sí No No
NFR Sí Sí No No
FRI No No No No
KND No No No No
MBL Sí Sí No No
MIP No Sí No No
MIR-NM No Sí No No
MNR Sí Sí No 30%
MRTKL No Sí No No
156
MSM Sí Sí 50% 50%
PCB No No No No
PS 1 Sí No No No
UCS Sí Sí No No
VR 9 No No No No
Fuente: Elaboración propia con base en Monasterios y Tapia Mealla (2001).
El caso de MSM no se incluye en el presente análisis dado que no cuenta con
representación parlamentaria, pero la evaluación de la presencia femenina en el Congreso
después de las elecciones generales de 2002 muestra que el MNR —que incorporó la cuota
para participación de mujeres en 1997 con la Resolución CDN/01/97 de 12 de enero—
cuenta con más mujeres representantes en el Congreso. La siguiente gráfica muestra la
distribución porcentual de mujeres por bancada en la conformación del actual Congreso
Nacional:
Cuadro Nº 18
Presencia Femenina por partido
31,6
20 20
3,3
16,7
8,3
0
5
10
15
20
25
30
35
MNR MIR NFR UCS MAS MIP
Frec
uenc
ia r
elat
iva
Fuente: Costa, Jimena. Participación Política de las mujeres en Bolivia. Avances y Obstáculos. Instituto
de Estudios Democráticos de Estocolmo Internacional IDEA, 2003. En imprenta.
157
Después del plazo de presentación de estatutos actualizados a la Corte Nacional
Electoral la situación ha cambiado radicalmente y casi todos los partidos políticos han
incluido una cuota del 30% de participación para mujeres. La siguiente gráfica muestra la
situación actual de cuotas formales en los partidos políticos con representación congresal.
Cuadro Nº 19
Situación actual de cuotas para mujeres de partidos políticos con representación
parlamentaria
Partido Secretaría de la
Mujer Cuotas al interior del
partido
ADN Sí 30%
NFR Sí 30%
PS No No
MAS Sí 30%
MBL Sí 30%
MIP Sí No
MIR-NM Sí 30%
MNR Sí 30%
UCS Sí 30%
Fuente: Elaboración propia.
Si bien el cambio es significativo, es importante señalar que la introducción de la
cuota no está acompañada de medidas de fortalecimiento y formación política de las
mujeres al interior de los partidos, y en algunos casos las militantes entrevistadas —a nivel
de cúpula o de base— señalan que es más un cambio formal que en verdad sustantivo. A
pesar de ello se puede suponer que es un paso fundamental para visualizar resultados
concretos en el mediano plazo.
158
Por otra parte, cabe añadir que el principal obstáculo a la participación de la mujer
no son los partidos mismos sino la falta de una reforma ideológica en la sociedad boliviana,
una transformación de la cultura política; dicho de otro modo, los partidos políticos son
sólo un reflejo de la sociedad de la que surgen, donde las mujeres no son aceptadas en
igualdad de condiciones, capacidades, derechos y deberes, especialmente en lo que se
refiere al ámbito público.
En resumen, los partidos asimilan la cuota de participación de mujeres —en
particular en el Congreso de la República— como una imposición y no por convicción
democrática, y en algunos casos los operadores políticos varones asumen que su
introducción produce distorsiones en el mercado político y empobrece la representación al
reducir la participación de “los mejores y más capaces hombres”.
1.3.1.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
En los artículos 164 y 165 del Capítulo Primero, del Título Séptimo sobre el
“Principio de equidad de género” de su estatuto, promueve la participación política
equitativa de mujeres y hombres y adopta el mecanismo de discriminación positiva para
lograr la participación de la mujer en un porcentaje mínimo del treinta por ciento (30%).
Además, promueve la conformación de las agrupaciones de la mujer.
De acuerdo a una de las entrevistadas, si bien es el partido que más temprano aplicó
la cuota de participación de mujeres, esta decisión no fue acompañada con un trabajo de
educación democrática y de formación de líderes mujeres en el partido, por lo que la cultura
patriarcal tampoco motiva a las mismas. En realidad, se puede considerar que más allá de la
introducción de cuotas que promuevan la participación política de las mujeres, el cambio
estructural depende en mayor medida de una reforma ideológica, que ningún partido ha
mostrado aún disponibilidad de iniciar. A pesar de ello, el MNR es el partido con mayor
representación femenina en la actual legislatura.
1.3.1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
159
En el Capítulo XI, artículo 35, inciso (g) de su estatuto, crea la Secretaría Funcional
de Comunidad Política Ciudadana y Equidad; y en el Capítulo XIII, artículo 54, referido a
la equidad de género instituye una cuota del 30% de participación de mujeres. De acuerdo a
los entrevistados, es sobre todo una tarea transversal pero no cuenta con un proceso de
reflexión y capacitación particular.
A pesar de que no es un proceso sistemático y permanente, se puede percibir la
presencia de diversas mujeres en espacios de poder dentro y fuera del partido, que han
logrado cambiar la imagen de la mujer en la actuación en el ámbito público, es el caso de
Erica Brockman y de Elsa Guevara en el Congreso Nacional.
1.3.1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
En el Capítulo IX referido al Comité Ejecutivo Nacional, en el inciso (e) del artículo
42 de su estatuto crea la Secretaría Nacional de la Mujer y en el artículo 48, incisos (a) a (d)
señala las funciones de la misma —que básicamente debe promover la participación de la
mujer— y adopta una cuota de al menos 30% de mujeres entre los candidatos a cargos
electivos del partido y listas nacionales y municipales.
Sin embargo, de acuerdo a las entrevistas realizadas, todos los militantes varones
entrevistados señalan que las cuotas no son necesarias porque hombres y mujeres son
iguales y la cuota sería una forma de discriminación, es decir, que su introducción en los
estatutos es más una obligación formal que un cambio ideológico o compromiso político.
ADN no cuenta con ninguna mujer entre sus cinco representantes congresales.
1.3.1.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
En el Título V, artículo 28 de su estatuto, crea la Secretaría de Asuntos de Género y
Generacionales como parte de la Comisión Orgánica. En el inciso (i) del artículo 37 señala
la importancia de impulsar la mayor participación de la mujer en las diferentes actividades
y decisiones del partido, asignando una cuota del 30%.
160
Contrariamente a lo señalado en sus estatutos, las mujeres entrevistadas muestran un
total desconocimiento de los procesos internos y de la institucionalidad democrática, lo que
muestra que lo señalado en el estatuto es sólo una formalidad.
1.3.1.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
Cuenta con una Secretaría de la Mujer y en el Capítulo V, Sección I, artículos 88 al
90 de su estatuto menciona la proporción de postulación de mujeres para cargos en la
estructura departamental y municipal en 30%.
1.3.1.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
En la Introducción de su Declaración de Principios el MIP declara “El repudio a
toda forma de discriminación racial, religiosa, de género, étnico cultural y otras formas que
violen las garantías constitucionales y los derechos humanos”. En el Título VI sobre
Participación de la Mujer, artículos 26 al 31 de su estatuto, plantea que toda mujer en
igualdad de condiciones y sin discriminación podrá participar de las Direcciones, ser
candidata a Presidente, Senadora, Diputada, Alcaldesa, Concejal o Agente Cantonal. No
existe cuota y las mujeres entrevistadas no solamente desconocen los procesos internos y el
contexto nacional, sino que la respuesta más recurrente a todas las preguntas es: no sé.
1.3.1.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
En los artículos 108 y 109 del Estatuto del MBL, aprobado el 25 de agosto de 2001,
señalan la necesidad de fomentar y promover una participación real de sectores como el de
mujeres en las actividades internas y externas al partido y reconocen la participación de
mujeres en todas las instancias orgánicas del partido y en las postulaciones en por lo menos
un 30%.
1.3.1.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
En el capítulo XVII de su estatuto crea la Secretaría Nacional de la Mujer y en el
capítulo III, artículo 16 “Principio de Equidad de Género”, introduce una cuota no menor al
161
30% de participación de mujeres en la representación local, departamental y nacional, en el
partido y en el sistema político. Es el partido con mayor militancia de mujeres de todo el
sistema de partidos.
1.3.1.9. Partido Socialista (PS)
El Partido Socialista no cuenta con Secretaría de la Mujer ni con ninguna cuota de
participación de mujeres en su estatuto, cuyo artículo 32 recomienda la conformación de
comités funcionales de mujeres, juventud y campesinos.
1.3.2. La participación de jóvenes en la estructura partidaria
A diferencia del tema de la cuota para participación de mujeres, la participación de
los jóvenes sólo en un partido —MBL— cuenta con una cuota señalada. Posiblemente el
tema de género se enfatiza a partir de movimientos de mujeres que se tornan globales y por
ser uno de los sectores que mayor impacto ha tenido en la última mitad del siglo pasado en
el proceso de democratización y participación en la vida pública. Los jóvenes por su parte,
no se encuentran en las mismas condiciones y aunque en Bolivia se ha disminuido a 18
años el requisito de edad para el ejercicio de la ciudadanía política en la última reforma
constitucional, los partidos políticos aún no han introducido políticas de diferenciación
positiva y de fortalecimiento específico de este sector tan importante y a veces mayoritario
en la militancia partidaria.
1.3.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
En el Título III, inciso (e) de su estatuto crea las Secretarías Departamentales de
Juventudes y las de la Tercera Edad, inciso (f); y en el Título VII, Capítulo Primero,
artículos 166 y 167, se ocupa del nuevo rol de la juventud y la conformación de
agrupaciones juveniles. En los artículos 168 y 169 hace referencia a los ciudadanos de la
Tercera Edad y a sus agrupaciones. No cuenta con cuotas para ninguno de estos sectores.
Se puede observar un cambio generacional en la conformación de sus dirigentes de mandos
medios y en la propia conformación de la bancada parlamentaria movimientista.
162
1.3.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
En el Capítulo XI, artículo 38 de su estatuto, menciona a la Juventud Mirista,
consignada dentro de la estructura departamental. Tiene una Secretaría Funcional de
Comunidad Política Ciudadana y Equidad que en su inciso III señala que las funciones de
la misma serán establecidas a través de reglamento específico aprobado por la Comisión
Política Nacional, documento al que no fue posible tener acceso. No existe ninguna
mención de cuotas de jóvenes ni de tareas específicas respecto a los mismos. Respecto a los
Pueblos Indígenas y Originarios, el estatuto señala que estos son una instancia autónoma y
transversal con capacidad de definir su propio estatuto.
1.3.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
Cuenta con una Secretaría Nacional de Juventudes de acuerdo a lo que señala el
inciso (f) del artículo 42 del Capítulo IX de su estatuto. En el artículo 49 incisos (a) a (h) se
define las funciones de la misma: promover políticas de incorporación, formación,
coordinación, creación, planificación y participación de agrupaciones juveniles entre los 21
y los 30 años de edad.
1.3.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
En el Título V, artículo 28, inciso (b) de su estatuto, crea la Secretaría de Juventudes
y en el artículo 37, inciso (i), se refiere a la necesidad de impulsar la integración efectiva de
jóvenes entre 16 y 18 años de edad como una categoría especial para desarrollar principios
de civismo, defensa de recursos naturales y soberanía del país. Es importante señalar que
también tiene una referencia específica sobre la participación de las etnias, comunidades
indígenas y originarias en las actividades y decisiones del partido —incisos (p) y (q). No
existen cuotas.
1.3.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
Cuenta con una Secretaría de Juventudes de acuerdo a lo que señala el Capítulo V,
Sección II, artículos 91 al 94 de su estatuto. Si bien tampoco existen cuotas para jóvenes, se
163
promueve la formación cívica, ciudadana y de nuevos liderazgos, aunque los jóvenes no
son habilitados para votar internamente en la elección de autoridades.
1.3.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
En el Título VII de su estatuto, artículos 32 al 44, el Movimiento Indígena
Pachakuti reconoce los derechos de los jóvenes militantes entre los 16 y 26 años, y habilita
a todas sus organizaciones a ser parte de las Direcciones Juveniles, pero no así de las
demás.
1.3.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
Al igual que en el caso de las mujeres, en el artículo 108 señala la necesidad de
fomentar y promover la participación de jóvenes, y en el artículo 110 reconoce una cuota de
10% de participación de jóvenes en todas las instancias orgánicas. Es el único partido que
introduce esta cuota.
1.3.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
En el Capítulo III de su estatuto, artículos 18 al 20, promueve la integración de la
juventud como base de la renovación partidaria, la conformación de agrupaciones juveniles
y la integración de adultos mayores. En su Capítulo XVIII crea la Secretaría Nacional de la
Juventud para organizar la militancia juvenil, para orientación, integración y formación de
nuevos liderazgos.
1.3.2.9. Partido Socialista (PS)
No cuenta con Secretaría de Juventudes ni con cuotas para dicho sector en sus
estatutos, y tal cual se menciona en el acápite acerca de la participación de mujeres, en el
artículo 32 de su estatuto recomienda la conformación de comités funcionales de juventud.
1.4. Procesos de formación y promoción de cuadros
164
La Ley de Partidos estipula que en años no electorales el financiamiento otorgado a
los partidos se debe utilizar exclusivamente en programas de investigación y de formación
de militantes y ciudadanos.
Sin embargo, los años que han tenido más intentos de investigación y formación
son, precisamente, los años electorales.
Con esta observación, se debe destacar que los intentos más orgánicos y
continuados de formación de cuadros son los del MIR con su Centro de Formación Política
y Práctica Ciudadana “Bolivia siempre”, y del MBL con su centro “Artemio Camargo”. El
centro de formación de cuadros del MIR —a conocimiento del equipo investigador— es el
único que ha mantenido una currícula y publicación de materiales de estudio de manera
constante, aunque en la actualidad ya no se encuentra funcionando.
El MNR fue el partido que más temprano inició procesos de educación ciudadana y
formación democrática, de acuerdo a lo señalado por la Ley de Partidos. Desde el año 2000
realizó diversos seminarios de capacitación de sus militantes con los recursos que le asignó
la Corte Nacional Electoral.
La NFR también ha realizado publicaciones de formación, pero en menor cantidad
que el MIR. Los otros partidos se valen de textos de apoyo externos y actividades de
formación menos regulares.
Por todo ello, el proceso de formación de cuadros todavía no es influyente en la
movilidad social de los militantes de los partidos políticos.
1.4.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
Según reconocen algunos de sus dirigentes, la escuela de cuadros del MNR fue
simplemente una maquinaria electoral, aunque sostienen que quisieron darle otra visión, de
una herramienta de educación y no de una escuela dogmática, hacia la idea de que se
necesita una educación democrática, un cambio de cultura política, de una autoritaria a una
democrática.
165
El MNR ha tenido en época electoral cursos de educación democrática dirigida a sus
mandos y a los votantes en su conjunto, referidos a temas como la capitalización y la
participación popular.
En 2003 el MNR realizó un taller de capacitación con sus alcaldes y concejales
electos. Algunos de los entrevistados reconocen haber pasado por cursos de capacitación y
formación política, pero en la mayoría de los casos estos son sobre el régimen democrático
y las reformas políticas, y no conocen a cabalidad las normas y procedimientos internos al
partido.
1.4.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
El MIR, como se dijo, descuidó su escuela de formación este último año, según
comenta uno de los responsables de capacitación de este partido, hecho lamentado también
por otros militantes. A pesar de ello, se debe resaltar la enorme distancia que presentan —
en cuanto a formación política— los militantes miristas en comparación a los entrevistados
del resto de partidos. Se puede percibir que aún los militantes de base tienen una actitud
muy crítica y bien sustentada respecto a los problemas nacionales e internos al partido.
1.4.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
La ADN afirma trabajar mucho en seminarios y charlas de capacitación para
militantes y simpatizantes. Sin embargo, no se ha podido encontrar publicaciones de apoyo,
como por ejemplo se da en el caso del MIR, del MNR o de la NFR.
Por ello, militantes de ADN reclaman la necesidad de dar vitalidad a la discusión
interna, para lo que sus dirigentes se han propuesto la realización de seminarios de
formación de líderes zonales y departamentales.
Algunos temas tratados en los cursos de ADN son: la formación de liderazgo, la
juventud, la mujer y la institucionalización de los partidos. Esto entra en contradicción con
la ausencia de representación femenina en el Congreso y en mandos altos del partido.
166
Militantes con varios años de experiencia recuerdan que la formación de cuadros
respondía a una forma piramidal. Una cadena de enseñanza donde el que estaba en la cima
de la pirámide enseñaba su oficio a los que le sucedían y estos a su vez repetían la misma
operación con sus sucesores.
1.4.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
Un alto dirigente del MAS dice que este partido no recibió el dinero para la
formación ciudadana, pese a estar estipulado en la ley, por lo que sólo hicieron algunas
charlas con los pocos recursos con que contaban.
Sorprendió al equipo investigador la respuesta de un diputado del MAS en el
sentido de que la capacitación es una decisión propia de cada uno de los integrantes de las
organizaciones.
Según otro dirigente, el MAS realiza innumerables talleres en todo el país, de
manera un tanto caótica, con la discusión de temas fundamentales para el país: el gas, tierra
y territorio, la asamblea constituyente.
Por ello, el MAS quiere hacer cursos más organizados, de manera que en un período
determinado un número de militantes vaya obteniendo mayor preparación.
1.4.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
La NFR, que ha publicado cuatro cuadernillos didácticos de capacitación, invita a
especialistas en áreas de formación política y ciudadana, sobre todo, en la ciudad de
Cochabamba para ofrecer conferencias o cursos a sus militantes.
Este partido se ha propuesto reestructurar su actividad pedagógica, con temas
relacionados a la democracia, la situación económica y social.
1.4.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
167
El MIP afirma que su principal escuela de formación es la sindical, por lo que recién
está entrando en la capacitación de sus militantes. Uno de sus dirigentes afirma que el
militante es como un evangelista que pregona la Biblia.
Para ello el MIP realiza cursos de formación política en las comunidades y ayllus,
con énfasis en temas de territorio y poder, la caracterización del Estado y la capacidad de
las comunidades para debilitar los espacios de poder estatal.
El MIP también recibe formación para sus militantes a través de las Federaciones
Departamentales y Provinciales de campesinos.
No tiene publicaciones. Incluso, este es el único partido que no ha publicado su
estatuto orgánico para distribuirlo a sus militantes.
1.4.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
Sin mencionar ejemplos, el MBL indica que la capacitación política es un espacio
de reflexión y labor interna del partido, por la experiencia en la formación de cuadros. En
este sentido, esta organización cuenta con la escuela de formación de cuadros “Centro
Nacional de Formación Artemio Camargo”, sólo para la militancia.
1.4.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
La UCS menciona haber capacitado a 23 mil de sus militantes e informa haber
hecho publicaciones que, sin embargo, no pudo proveer al equipo de investigación. Entre
los temas tratados estarían la oratoria y el liderazgo, así como una capacitación en el Centro
de Madres.
Los militantes de la UCS reconocen que su formación se da principalmente en el
sindicato, las asociaciones gremiales y las juntas vecinales, aunque reconocen haber
participado en algunos seminarios realizados por el partido.
Un tema pendiente que admite la UCS es el de la capacitación de la ciudadanía.
168
1.4.9. Partido Socialista (PS)
El PS dice organizar seminarios y charlas, aunque no cuenta con publicaciones de
apoyo que documenten este proceso. Algunos de los temas tratados fueron: la crisis
económica, el ALCA, las nacionalidades, el gas, el 12-13 de febrero y la vida de Marcelo
Quiroga Santa Cruz. El PS está tratando de pasar de los cursos impartidos por los dirigentes
a conferencias también a cargo de los militantes, como una forma de democratización
educativa.
Sin embargo, hay una confusión entre algunos militantes que parecen tomar la
formación de cuadros como algo elitista que el PS no hace, sino que realizan charlas donde
se respetan todas las opiniones.
El principal responsable del proceso de formación es el ex candidato presidencial
Rolando Morales, así como otros dirigentes nacionales. Igualmente, cuentan con la
participación del centro “Gregoria Apaza” para la formación de mujeres.
2. Relaciones con la sociedad civil. La educación para la democracia
Como se mencionó en el primer punto de este diagnóstico, en Bolivia existe un
monopolio de la representación política para los partidos políticos. En la Constitución
Política del Estado, artículo 223, claramente se señala que:
“La representación popular se ejerce por medio de los partidos políticos o de los
frentes o coaliciones formadas por éstos. Las agrupaciones cívicas representativas
de las fuerzas vivas del país, con personalidad reconocida, podrán formar parte de
dichos frentes o coaliciones de partidos y presentar sus candidatos a Presidente y
Vicepresidente de la República, Diputados, Senadores y Concejales”.
Es decir, que la propia normatividad impone la relación con los partidos a aquellos
actores individuales o colectivos que quieran incorporarse a la práctica política.
169
Si bien la demanda ya existía antes de la reforma constitucional de 1995, los
representantes congresales no eliminaron el monopolio de representación de los partidos y
hasta hoy los ciudadanos sólo tienen derecho a ocupar cargos públicos y presentarse a
elecciones a través de ellos.
Pero a pesar de la crisis de representatividad e imagen política del sistema de
partidos, tampoco la solución viene desde la sociedad civil, ya que ningún grupo de presión
o actor social tiene capacidad hegemónica para articular intereses más allá de su sector. Se
puede explicar dicha característica a partir de la pluriculturalidad que no sólo influye sobre
la conformación de mayorías absolutas sino que evidencia que es poco probable que una
sola organización —llámese partido o movimiento político— represente intereses diversos
de sectores con cosmovisiones y objetivos diferentes y hasta contradictorios, que tienen una
visión de futuro que no necesariamente coincide con el modelo europeo occidental liberal
de democracia representativa, un modelo que ha fortalecido el sistema político pero no ha
construido ciudadanía plena.
No obstante, incluso después de la crisis de octubre95, y como señala el Informe de
Milenio del Acontecer político de Bolivia Nº 4:
“Los partidos siguen siendo imprescindibles en la democracia y la crítica a los
mismos se presenta mayormente asociada con personas y no con las organizaciones
mismas, lo que permite inferir que si se produce un cambio de comportamiento en
los políticos, los partidos pueden recobrar su posicionalidad y legitimidad en el
sistema. De cualquier manera, parece imposible que el sistema de partidos sea
sustituido por otro tipo de organizaciones políticas, tomando en cuenta que sólo los
partidos tienen alcance nacional y representan intereses de diversos sectores
sociales”(2001).
95 Véase el capítulo de conclusiones de este informe.
170
El cambio de comportamiento respecto al bien común no se ha evidenciado en la
presente gestión legislativa, y las lógicas prebendales y utilitarias respecto al aparato
público han precipitado la crisis social y política del pasado mes de octubre.
Ahora bien, durante estos últimos años se han hecho intentos para acortar la brecha
entre partidos y sociedad. Uno de ellos fue la introducción de las diputaciones uninominales
que, si bien apenas tienen un segundo grupo de legisladores —evaluados en la gestión
anterior como “plurinominales disfrazados” ya que respondían antes al partido que a su
circunscripción—, representan un cambio fundamental en la conformación de la
representación parlamentaria.
La actual composición del Congreso se constituye en una muestra de la diversidad
nacional con las bancadas del MAS y del MIP, y ello implica una profundización de la
democracia, puesto que los excluidos del sistema pudieron acceder a las curules a través del
voto popular.
A pesar de ese logro histórico los representantes congresales no han asumido la
responsabilidad histórica que les ha tocado, en un período que se constituye en un punto de
inflexión y una oportunidad para profundizar la democracia y establecer algunos factores
comunes que permitan establecer un nuevo pacto social a partir de criterios de
interculturalidad.
3. Las relaciones interpartidarias
La principal instancia de relaciones interpartidarias que existe de manera
institucionalizada y permanente es el Congreso de la República; es allí donde es posible
caracterizar las formas de relacionamiento existentes entre los partidos políticos del
sistema. Otro ámbito fundamental es la propia “democracia pactada”, es decir, que es en los
pactos o coaliciones de gobierno donde los partidos se interrelacionan permanentemente.
Ambos ámbitos pueden ser analizados en cuatro momentos:
171
• Durante la gestión de la Unión Democrática y Popular se puede percibir una
carencia de hegemonía al interior del frente de gobierno, al mismo tiempo que el
Poder Legislativo se encontraba muy fragmentado. En este período aún no se
acababa de superar la lógica “amigo-enemigo” que dominó en las prácticas políticas
durante el período dictatorial, por lo que los partidos políticos se veían más como
“enemigos” que como adversarios políticos. Las relaciones eran tensas y los
procesos de negociación menos frecuentes.
• A partir del gobierno del “Pacto por la Democracia” entre el MNR y la ADN (1985
a 1989) con el 55% de los votos, hasta el gobierno del “Acuerdo Patriótico” entre el
MIR, la ADN y CONDEPA (1989 a 1993) con el 51%, las relaciones
interpartidarias se establecen alrededor de metas concretas, diseño de políticas
públicas y reformas políticas. En ambos casos la relación era operativamente más
sencilla ya que dos o tres partidos eran suficientes para lograr la mayoría absoluta
en el Congreso y los gobiernos podían mantener cierta coherencia interna. Por otra
parte, la necesidad de lograr los dos tercios para algunas decisiones obligaba a los
oficialistas a mantener sanas y flexibles relaciones con la oposición. En ese período
se adoptó medidas centrales como la transparentación e institucionalización de la
Corte Nacional Electoral.
• En el tercer momento, del gobierno del MNR-MRTKL en alianza con el MBL y la
UCS, de 1993 a 1997 con el 53,43% de los votos, existía articulación al interior de
la coalición con la clara hegemonía del MNR, por lo que las relaciones entre
partidos se mantenían alrededor de las reformas políticas y el plan de gobierno
denominado “Plan de Todos”. Al igual que en los dos casos anteriores el diálogo
entre partidos oficialistas y opositores en el Congreso era posible y fue a partir de la
capacidad de los partidos de ceder y concertar que se aprobó las leyes de reforma de
segunda generación y la descentralización y municipalización del país de manera
consensuada.
172
• El cuarto período corresponde al gobierno de la “megacoalición”, de 1997 al 2002
con el 72,38% de los votos acumulados y a la coalición de gobierno 2002-2003 con
el 68,6% que modificaron las relaciones interpartidarias y la “democracia pactada”,
ya que con el control de los dos tercios en el Congreso prescinden de la oposición,
no necesitan dialogar y concertar, y por tanto llegaron a imponer decisiones de
manera autoritaria. Bajo la nueva lógica, las relaciones entre partidos son de
confrontación o de colaboración en base a intereses más que a metas colectivas y
definición de políticas.
El actual sistema de partidos establece relaciones basadas en posiciones y sólo se
establecen acuerdos a partir de la distribución de cuotas de poder en alguna de las
instancias del Estado, factor que no se ha superado con el cambio de gobierno ya que en la
estructura del Poder Ejecutivo se mantienen pugnas por cargos, aún cuando no son parte del
gobierno. Se puede afirmar que la crisis no ha golpeado lo suficiente al sistema de partidos,
de tal modo que los lleve a un cambio radical en su comportamiento y en el compromiso
con la realidad nacional, producto de ello es el fortalecimiento de actores sociales que
actúan de manera imprudente e irresponsable, generando inflación de expectativas sociales
y promoviendo demandas bajo lógicas estadólatras y hasta racistas.
3.1. Relaciones en el plano nacional
La imagen que la sociedad tiene de los partidos políticos es más de organizaciones
patrocinadoras de cargos que de mecanismos de representación o respuesta administrativa a
sus demandas, lo que explica la crisis de representatividad, legitimidad y credibilidad que
tienen ante la ciudadanía, que derivó en el estallido del conflicto de octubre y que culminó
con la renuncia presidencial y varios muertos y heridos en enfrentamientos violentos.
Es importante resaltar que si bien la “democracia pactada” ha posibilitado la
estabilidad del régimen y la institucionalización de fundamentales reformas políticas, no ha
sido acompañada con un proceso de transformación ideológica que promueva una cultura
democrática y participativa en la ciudadanía y en los militantes y operadores políticos.
173
El proceso boliviano muestra que no hubiese sido posible la consolidación
democrática sin el rol de los partidos y de su capacidad de concertación para reformar el
régimen, pero al mismo tiempo estas organizaciones han reproducido prácticas
“tradicionales” que profundizan la crisis política y que aún no son superadas.
Sin embargo y dado que ninguno de los grupos de presión con convocatoria de
movilización tiene capacidad hegemónica, los partidos siguen siendo la principal forma de
representación en la democracia en el país.
Los partidos han atravesado por importantes cambios durante los últimos años: el
MNR y el MIR mantienen su base social con imagen política muy desgastada y tienden a
fragmentarse aún más en sus estructuras internas; la NFR y el MAS muestran una
interesante potencialidad para el mediano plazo, pero deben profundizar sus procesos de
institucionalización que aún son muy débiles; ADN tiene posibilidades de renovarse a partir
del rol de Jorge Quiroga si se democratiza verdaderamente; la UCS tenderá a desgastarse
más si no renueva el liderazgo; el MIP seguirá manteniéndose a nivel regional y con lógicas
racistas, representando exclusivamente al sector indígena de la zona del lago Titicaca; el
MBL posiblemente se vea obligado a continuar con su política de alianzas hasta fortalecer
nuevamente su base social de adherencia.
Sólo los partidos tienen alcance nacional, representan intereses de diversos sectores
sociales y son instrumentos capaces de incluir la diversidad y pluralidad de la fragmentada
sociedad boliviana entre sus miembros. Las organizaciones sociales y políticas no
partidarias restringen su representatividad y legitimidad a ámbitos sectoriales o territoriales,
por eso los partidos deben superar la lógica prebendal y clientelar para reorientar las bases
de sus relaciones con la sociedad.
3.2. Relaciones en el plano internacional
3.2.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
174
El MNR es uno de los pocos partidos que no ha mantenido relación directa con
partidos de otros países. En opinión de sus dirigentes96 es un carencia que hay que
subsanar, dada la actual globalización.
Sin embargo, ha establecido lazos directos de amistad con partidos políticos como el
Partido Justicialista de Argentina, el Partido Comunista de China, el APRA del Perú y el
Partido Demócrata en Estados Unidos.
3.2.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
El MIR es miembro de la Internacional Socialista (IS), organismo del cual Jaime
Paz Zamora es uno de sus vicepresidentes.
La IS cree en la aplicación del socialismo “democrático” para la construcción de
una sociedad basada en los principios de libertad, justicia y solidaridad. Además de los
partidos socialistas europeos, integran la IS importantes partidos americanos como la Unión
Cívica Radical de la Argentina, el Partido Democrático Laborista del Brasil, el Partido
Socialista de Chile, el Partido Liberal Colombiano, el Partido de la Revolución
Democrática de México y la Acción Democrática de Venezuela.
Algunos de los mandos medios del MIR piensan que pertenecer a la IS supone
alguna dificultad frente a los otros partidos socialdemócratas en el mundo, porque en todas
partes son partidos de base obrera y en Bolivia no hay clase obrera.
A pesar de ello, sus militantes consideran que el MIR es un partido con gran
presencia en los sectores laborales e influencia decisiva en los sectores campesinos,
considerándolo incluso el partido con mayor presencia de dirigentes obreros y campesinos,
aunque esta influencia no sea muy visible.
96 Ver el cuadro de entrevistas para todas las referencias de fuente de los partidos políticos. (anexo 1).
175
3.2.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
La ADN es miembro activo de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), de
la que Jorge Quiroga Ramírez es su actual presidente.
La UPLA es una organización de partidos y movimientos políticos que comparten la
“Declaración de Principios” aprobada en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, en fecha 22 de
noviembre de 1992. Agrupa a organizaciones políticas de tendencia conservadora, aunque
con fuerte base popular, como el Partido Justicialista de la Argentina (peronistas de Carlos
Saúl Menem); la Renovación Nacional y la Unidad Demócrata Independiente de Chile (esta
última del ex dictador Augusto Pinochet); el Partido Conservador Colombiano; el Partido
Colorado del Paraguay (fundado por el ex dictador Alfredo Stroessner), el Partido Popular
Cristiano del Perú; así como a otros miembros asociados: la Unión Social Cristiana de
Alemania (en funciones de gobierno); el Partido Popular de España (también actualmente
en funciones de gobierno); la Unión por un Movimiento Popular de Francia (miembro de la
coalición del presidente Jacques Chirac); el Kuomintang de China y el Partido Conservador
de Canadá.
Acción Democrática Nacionalista se precia de la relación privilegiada con la
influyente UPLA, subrayando que esta relación no condiciona su accionar interno.
3.2.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
El Partido de los Trabajadores del actual presidente brasileño Luis Ignacio “Lula”
Da Silva, es un nombre recurrente cuando se pregunta por las relaciones del MAS. Sin
embargo, no existe una relación orgánica entre ambas organizaciones.
Otras relaciones del MAS son las que mantiene con el Movimiento Bolivariano del
actual presidente venezolano Hugo Chávez; el Movimiento Pachakuti del Ecuador, el
Partido Comunista de Cuba y el gobierno del presidente libio Mohammar Khadafi.
3.2.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
176
Además de ADN, la NFR es el otro partido boliviano que pertenece a la
conservadora UPLA. Asimismo, mantiene relaciones con el Partido Republicano de los
Estados Unidos, el Partido Revolucionario Institucional de México y algunos
acercamientos al Partido de los Trabajadores brasileño.
3.2.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
El MIP mantiene relaciones con el llamado movimiento del pachakutismo,
impulsado por la Conferencia Permanente de los Pueblos Indígenas del Perú (CUPIP) y por
el Movimiento Pachakuti del Ecuador.
Según el MIP, se trata de relaciones más ideológicas que políticas, en la búsqueda
de una reconstitución del Tawantinsuyu.
3.2.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
El MBL forma parte de la Internacional Socialista de los Partidos de América
Latina, del Foro de San Pablo, de la Organización Latinoamericana de Partidos Socialistas,
de la Conferencia Permanente de los Partidos Políticos de América Latina (COPPAL) y ha
tenido acercamientos al PT, Partido de los Trabajadores del presidente brasileño.
3.2.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
La UCS confiesa no haber tenido importantes relaciones internacionales, salvo
vínculos con el Partido Comunista de China y una excelente relación con el presidente
Alejandro Toledo del Perú.
Actualmente están entablando una relación con la Democracia Cristiana de
Alemania y tal vez de Italia, así como con algunos partidos ecologistas europeos.
3.2.9. Partido Socialista (PS)
La única relación oficial del Partido Socialista es con el Partido Comunista de Cuba.
Según los socialistas, se trata de un vínculo “de amistad” y de respaldo a la Revolución
177
Cubana, que no incluye ningún apoyo financiero. Igualmente mencionan contactos con
partidos afines de Francia, Alemania, México e Inglaterra.
V. El estado de institucionalización del sistema de partidos políticos. Resultados
preliminares
1. La democratización interna
1.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
El proceso de institucionalización interna del MNR es el más consolidado del
sistema de partidos políticos en Bolivia. El tránsito de la jefatura de Víctor Paz Estenssoro a
la de Gonzalo Sánchez de Lozada se llevó a cabo sin poner en riesgo la existencia del
partido —como es el caso de ADN y sucedió ya con UCS y CONDEPA— y la fracción
tradicional mantuvo el apoyo al nuevo liderazgo sin entrar en tensiones y confrontaciones
irresolubles, lo que muestra que los procesos de renovación de liderazgo funcionan.
A pesar de ello, dirigentes medios entrevistados y algunos representantes
congresales consideran que existe una excesiva concentración de poder alrededor de la
cúpula y en algunos operadores políticos específicos. El caso que se menciona con mayor
frecuencia es el de Carlos Sánchez Berzaín y los acontecimientos de octubre son vistos
como una oportunidad para fortalecer y profundizar la democratización interna.
Las entrevistas realizadas muestran que uno de los problemas que enfrenta después de los
cambios en sus estatutos en 1997, es el de haber optado por una estructura territorial en
lugar de la estructura funcional y sectorial que mantuvo históricamente. De acuerdo a altos
dirigentes, con este cambio el MNR habría perdido presencia en los sectores sociales y
también capacidad de influencia en los actores funcionales.
En términos generales el MNR ha hecho intentos de democratización y han sido
parcialmente exitosos, pero el problema que aún no es superado es el tipo de motivaciones
que tienen los militantes para mantenerse como miembros activos del partido. Durante el
año de gobierno de Sánchez de Lozada se pudo percibir una proliferación de lógicas
178
prebendales entre la militancia, lo que muestra que aún la articulación de la organización no
se basa en la institucionalidad establecida, sino en una cultura política que todavía no es
plenamente participativa.
1.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
En los últimos años enfrentó diversas crisis, la más importante relacionada con las
acusaciones de “narcovínculos” a algunos de sus militantes, entre los cuales se encuentra su
ex subjefe nacional, Oscar Eid Franco.
Posteriormente se dieron las acusaciones de fraude electoral en las localidades de
Colquechaca, Ocurí y Maragua, promovidas por dos de sus entonces senadores —Gonzalo
Valda y Edgar Lazo—, el subjefe potosino Marcos Villa y el ex alcalde de Colquechaca
Edgar Lazcano, a raíz de lo cual se produjo el tránsito de la fracción de los “Cardenales”
hacia la de los “Obispos” y la renovación de la dirigencia hacia figuras como Samuel Doria
Medina, Carlos Saavedra, Jorge Torres, Luis Vásquez, Marco Antonio Oviedo, Ericka
Brockman, Hugo Carvajal y Mario Paz Zamora.
Jaime Paz Zamora sigue cumpliendo el rol de articulador interno a pesar de la
imposibilidad de renovar su imagen política como líder populista en la campaña electoral
de 2002.
A partir del primer semestre de 2001 surgieron voces desde las bases exigiendo
elecciones internas plenamente democráticas. En ese momento se inició una estrategia de
“relanzamiento” del partido con un nuevo discurso, que durante el último año presenta
disputas permanentes entre sus diversas fracciones internas: la “Renovadora” de Doria
Medina, la del entorno familiar de Jaime Paz Zamora y la fracción histórica de Oscar Eid
Franco, Ericka Brockmann y otros antiguos militantes del partido.
El proceso de democratización interna actual atraviesa diversos tropiezos y el
congreso realizado en Santa Cruz del 26 al 27 de junio de 2003, puso en evidencia pugnas
por el control departamental. Este 2003 el MIR festeja su 32 aniversario de fundación y a
179
pesar de los años no ha mostrado una transformación interna claramente democrática: las
relaciones de algunos militantes siguen siendo en base a intereses particulares, la
designación de autoridades no necesariamente pasa por la consulta a las bases en las
regiones, la dificultad en la designación del candidato vicepresidencial muestra que la
estructura establecida no se refleja en los comportamientos, se mantiene una alta
concentración de poder alrededor de Jaime Paz Zamora y los disidentes no han sido
aceptados con sus ideas bajo criterios pluralistas.
1.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
Tiene una estructura interna vertical que llevó a sus miembros a iniciar un proceso
de transformación en cumplimiento de la Ley de Partidos Políticos en noviembre de 2000, a
través de la convocatoria a elecciones internas con una enorme cantidad de irregularidades
que afectaron la credibilidad de este partido.
Las internas dieron lugar a acusaciones sobre intromisiones desde Palacio de
Gobierno a favor de algunos candidatos, denuncias de extorsión y chantaje a militantes, uso
de bienes del Estado, suplantación de personas, llenado irregular de libros, amenaza de
despidos, desaparición y reaparición de libros, votantes sin carné, uso de propaganda por
los jurados de mesa, fotocopias de papeletas electorales, carnés partidarios falsos. A raíz de
todo ello se registró una serie de problemas en Santa Cruz, Potosí, La Paz y Cochabamba.
El último encuentro adenista en el año 2002 mostró condiciones diferentes aunque
aún no pudo acabar de superar asperezas entre las fracciones internas. A pesar de ello, el
proceso de institucionalización se encuentra hoy alrededor de la figura del ex Presidente de
la República Jorge Quiroga, quien proyecta una renovación de su partido con vista a las
elecciones generales de 2007 y representa un cambio generacional para este partido, que
enfrenta no solamente la necesidad de la democratización interna sino también de un
reposicionamiento ante la preferencia política ciudadana.
1.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
180
El MAS se constituyó en frente electoral y contiene diversas fuerzas políticas sobre
las que no tiene pleno control, es decir que sus componentes no son militantes orgánicos del
partido: anarquistas, guevaristas, indigenistas, trotskistas, otros izquierdistas, maoístas e
intelectuales de izquierda, que se suman a cocaleros, indígenas y sectores de clase media
baja y sobre todo de población rural.
Su grado de institucionalización como partido político aún es incipiente y mantiene
más bien una estructura asambleísta de sindicato, antes que una organización de tipo
partidario.
Si bien las entrevistas mencionan que la democracia interna es plenamente
participativa, el desconocimiento de varios de los consultados respecto a asuntos internos
muestra que es un discurso político más que una realidad. Por otra parte las múltiples
declaraciones a la prensa nacional de que los productores son obligados por dirigentes del
MAS a participar en las movilizaciones, muestra que el comportamiento de la cúpula tiende
a ser más autoritario que democrático.
1.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
El primer intento de institucionalización se realizó con la apertura hacia nuevos
militantes y sectores sociales para sumarlos al proyecto “Manfred Presidente” y, como ya
se señaló en acápites anteriores, los miembros de este partido consideran la
institucionalización como un proceso permanente.
1.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
El MIP no ha mostrado aún indicios de promover procesos de institucionalización
en su organización y al contrario, en las entrevistas sus militantes declaran “que todas esas
cosas son de los k’aras” de tal modo que no las promueven, además declaran que la
participación en la democracia no es por convicción sino que responde sólo a una estrategia
política de penetración del sistema dominante.
1.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
181
El proceso de institucionalización del MBL ha sido lento e incluye la transición de
la presidencia de Antonio Araníbar hacia Franz Barrios, la escisión de los militantes que
posteriormente fundaron el Movimiento Sin Miedo y la disminución en su votación, que los
obligó a presentarse en las elecciones generales en alianza con el MNR. En ese contexto la
institucionalización interna, aunque débil, muestra que se ha llevado adelante sin poner en
juego la existencia del partido y sin necesidad de incorporar a la práctica política a los hijos
de los principales dirigentes para legarles su representación.
El objetivo fundamental de este partido es el de no desaparecer del escenario
político, conquistar el sur del país y mantener su imagen política alrededor de la lucha
contra la corrupción.
1.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
El proceso de renovación interna que se llevó a cabo en el año 2000 determinó un
cambio interno hacia una mayor institucionalización, pero sin una propuesta efectiva de
soluciones y de conocimiento de la situación real del país.
Las entrevistas que se realizaron para este diagnóstico muestran un descontento casi
generalizado en todos los niveles de la estructura partidaria respecto a la imposibilidad de
lograr una verdadera institucionalización, al haberse mezclado intereses empresariales con
objetivos políticos y problemas personales con problemas partidarios. La concentración de
poder alrededor de la figura de Johnny Fernández habría impedido la proyección de otros
cuadros políticos que se incorporaron a la UCS por un compromiso solidario de los
empresarios con los sectores más vulnerables del país.
1.9 Partido Socialista (PS)
Este partido ha pasado por diversas modificaciones y escisiones internas desde que
nació a la vida política nacional. Primero surge bajo la denominación de PS en 1971 y bajo
esa tendencia establece alianza con la UDP desde 1978. Paralelamente, el PS-1 -su primera
fracción escindida- participa en el mismo proceso electoral con Marcelo Quiroga Santa
182
Cruz como candidato a la Presidencia y logra el 4,17% de los votos. En las elecciones de
1979 la votación a favor del PS-1 subió al 7,65%, convirtiéndose en la cuarta fuerza
electoral. Ese fue el mejor momento político de dicho partido. Después del asesinato del
líder socialista en la dictadura de García Meza, el PS-1 se divide nuevamente en una nueva
corriente denominada Partido Socialista – 1 Marcelo Quiroga Santa Cruz (PS-1 MQ), y en
1985 una nueva fractura da origen a Patria Socialista, que en las elecciones generales del
mismo año logra apenas un 2,24% en la preferencia electoral.
De acuerdo a uno de los miembros del Comité Ejecutivo provisional en ejercicio,
debido a exigencias de la Corte Nacional Electoral, en 1989 se vieron obligados a modificar
la sigla a Vanguardia Socialista de Bolivia (VSB) y en 1999 en su VII Congreso Nacional
recuperan la sigla original. En el 2002 pierden la personería jurídica.
Este comportamiento muestra que en muchos casos las fracturas más que a
posiciones ideológicas contradictorias de fondo, tienden a llevarse a cabo debido a
diferencias entre los liderazgos que son altamente personalizados, lo que en resumen
muestra una debilidad institucional en cuanto a prácticas democráticas se refiere, ya que los
descensos internos no pueden ser resueltos democráticamente y terminan en ruptura.
2. El accionar de los partidos políticos en la institucionalidad democrática
Si bien los partidos políticos actuales no pueden ser considerados iguales entre sí,
todos ellos comparten una serie de características que responden a la ausencia de una
transformación ideológica de la sociedad, que tolera comportamientos poco democráticos y
poco éticos en sus prácticas. La cultura política boliviana mantiene rasgos negativos como
el caudillismo, el prebendalismo, el clientelismo y algunas manifestaciones autoritarias, por
lo que tanto la sociedad como los partidos que surgen de ella las reproducen y practican
recurrentemente.
La consolidación democrática no hubiese sido posible sin la voluntad política de
cambio en los partidos y sin la “democracia pactada”, pero al mismo tiempo se han
reproducido esas prácticas nocivas y se ha mantenido una visión del Estado como un
183
premio para ser repartido entre el séquito de los candidatos; se ha “democratizado la
corrupción” con el uso de recompensas a los funcionarios públicos, el nepotismo o uso
discrecional de empleos y contratos públicos para los parientes de las autoridades y la
asignación de fondos públicos para beneficio privado a partir de la captura partidaria del
aparato público y el posterior “cuoteo”.
Desde este punto de vista, las características comunes que comparten los partidos
políticos son las siguientes:
• Ausencia de hegemonía interna, es decir que si bien existe un líder personalizado,
éste no articula a todas las fracciones internas, lo que se relaciona con la cada vez
mayor heterogeneidad de la militancia en los partidos.
• Lógica instrumental respecto al Estado y al poder, es decir que hoy los partidos
políticos pueden ceder programa, principios e ideología para acceder al poder y
lograr beneficios particulares de su uso.
• Personalismo y caudillismo, es decir que aún con procesos de selección interna del
liderazgo, la renovación de cuadros se produce a partir de mandos intermedios hacia
abajo, ya que la jefatura y la cúpula responden a relaciones patriarcales y
patrimoniales; se trata de una lógica muy próxima al modelo de dominación
tradicional weberiano.
• Autoritarismo y verticalismo en las relaciones internas, es decir que la jefatura del
partido y los cuadros de cúpula toman decisiones de manera autoritaria y sólo
posteriormente las validan o legitiman con las bases; esta lógica es similar a la
expresada por Robert Michels (1979) cuando se refiere a las tendencias a la
oligarquización en organizaciones democráticas.
• Debilidad ideológica y ausencia de propuestas de futuro, es decir que los partidos se
articulan cada vez más alrededor de intereses y no de objetivos, lo que a su vez
produce una visión cortoplacista de la política en la que el horizonte de proyección
184
partidario se reduce a la gestión gubernamental y a los procesos electorales; los
partidos no presentan una visión de futuro para el país en el largo plazo.
2.1. Transformaciones en el escenario político y en el sistema político-partidario
Durante los últimos años se han producido algunos cambios en el escenario político
nacional, que reconfiguran la lucha política y las relaciones políticas. Algunos de estos
cambios tienen relación directa con el sistema de partidos.
Así, se ha dado el desplazamiento de algunos grupos de presión hacia movimientos
políticos: a la tradicional oposición clasista alrededor de la Central Obrera Boliviana se
suman otros ejes de diferenciación étnico-racial con nuevas reivindicaciones. La
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia ha cobrado
centralidad; surge el Movimiento de los Sin Tierra y en la zona del valle cochabambino el
movimiento cocalero, que además de articular lo clasista con lo étnico-racial implica
relaciones globales anti-neoliberalismo.
También se ha registrado un desgaste de los grandes partidos del sistema y la
aparición de nuevos partidos políticos. La aparición del MAS o el MIP en el escenario
político nacional implica un desplazamiento de la participación política, hasta ahora
centrada en los sectores de clase media para arriba y asentados en sectores urbanos, hacia
sectores de clase media para abajo y asentados en las zonas rurales del país. Por otra parte,
la proliferación de nuevos partidos —como es el caso de la NFR, la VIMA, el
MOVIBOL— muestra el profundo desgaste de partidos populistas como UCS y
CONDEPA. Los tres partidos más grandes del sistema, más allá de la aparición de nuevos
actores partidarios, atraviesan un serio desgaste debido a que en cinco períodos en que
fueron gobierno o cabeza de oposición, no mostraron los resultados de gestión esperados
por la comunidad política, es decir que se desgastaron por sí mismos.
185
Respecto a los cambios en la relación partidos políticos-poder político, los partidos
han enfrentado profundos cambios en las relaciones que establecen con el poder político y
entre ellos mismos: de una lógica de eliminación física del adversario pasaron a una lógica
de negociación y alianza, y de una visión de Estado como medio para llevar a cabo metas
colectivas delineadas a partir de principios ideológicos a otra visión que contempla al
Estado como un fin en sí mismo y que les permite acceder a los tres recursos más
preciados: el poder, la riqueza y el prestigio.
Se visualiza entonces una relación utilitaria con el poder político, lo que puede ser
explicado a partir de los cambios que genera un entorno de competencia política
democrática, que de acuerdo a Claus Offe (1988) produce la pérdida del radicalismo en la
ideología de cada partido con acuerdos que los obligan a acomodarse a los objetivos e
intereses de los demás miembros. Así, las coaliciones reducen el alcance de los
planteamientos fundamentales de los partidos al compatibilizar las posturas de los diversos
participantes y, además, la proliferación de partidos de masas ocasiona una creciente
heterogeneidad estructural y cultural en la militancia, que dificulta la representación de
intereses múltiples y hasta contradictorios.
También ha cambiado la relación de la sociedad con los partidos y hoy la
ciudadanía se aproxima a ellos para acceder a redes de poder que le permitan obtener algún
beneficio particular. En los últimos años se ha producido una transformación en esta
relación en el sentido de que los partidos ofertan bienes materiales como víveres,
materiales, caminos, alumbrado público, viviendas, etc., mientras la sociedad brinda a los
partidos bienes políticos como candidatos, votos, proselitismo (Montesinos y Tapia Mealla,
2001). Por tanto, los partidos ofrecen cargos públicos y acceso a redes de poder a cambio
de votos y los sectores de la sociedad están dispuestos a aproximarse a uno o a todos los
partidos a la vez para asegurar algún tipo de estabilidad laboral mientras dure una gestión
gubernamental dada.
2.2. La representación política y el mandato representativo
186
El modelo de democracia liberal y representativa señala que el poder reside en el
pueblo, del cual emana toda representación. El Estado representativo fundamenta su poder
soberano en la sociedad y los parlamentos modernos son nacionales y representan al
conjunto de ciudadanos, libres e iguales en derechos. El Poder Legislativo es el poder
supremo; corresponde a una asamblea legitimada por la elección de la sociedad civil y su
razón de ser es la fiscalización del Poder Ejecutivo para evitar su uso discrecional.
El mandato representativo señala que en la nación reside la soberanía, los diputados
y senadores elegidos para los parlamentos modernos son representantes sujetos a un
mandato representativo, no revocable y defensores del interés general. El mandato
representativo hace que los diputados representen a la nación independientemente de
quiénes sean sus respectivos electores y todos juntos componen un parlamento que
representa el interés general de la totalidad. El parlamento se convierte así en una asamblea
deliberante donde se parlamenta entre posiciones, opiniones e incluso maneras diferentes de
concebir el interés general, pero no existe una división basada en la defensa de intereses
particulares. Las principales funciones del parlamento son las siguientes (Bobbio y
Mateucci, 1988):
• Función representativa: Representa a una sociedad plural y es receptor y
canalizador de demandas, opiniones, peticiones e iniciativas políticas o legislativas
de los ciudadanos y ciudadanas.
• Función legitimadora: La elección legítima del parlamento sirve para intervenir en
la elección y legitimación de otros órganos del Estado.
• Función de control legislativo: Comparte la función legislativa con el gobierno,
pero tiene en exclusiva la potestad de decisión última sobre las leyes.
• Función de control político: Es la función que justifica por si sola la existencia del
parlamento. Control sobre el gobierno en representación de los ciudadanos, por lo
que es vital su independencia.
187
La representación es el medio y la garantía de que quien gobierna y administra el
Estado atienda los intereses de quienes son representados, implica inexcusablemente la
selección de autoridades vía elección y a través de ella se refleja el pluralismo electoral. Es
un mecanismo político para la realización de una relación de control (regular) entre
gobernantes y gobernados. Se debe entender la representación como un concepto
multidimensional que sintetiza factores de:
• Selección de liderazgo.
• Delegación de la soberanía popular.
• Legitimación.
• Control político.
• Participación indirecta.
• Transmisión de demandas políticas.
La representatividad es, pues, el papel ejercido por las autoridades seleccionadas por
medio de elecciones democráticas, que las habilita a tomar determinaciones políticas en
nombre de aquellos que las han elegido, es la realización de la relación de control regular
entre gobernantes y gobernados. Es así que la crisis de representatividad que afecta
actualmente a los congresales debe ser entendida en términos de que a pesar de ser
autoridades seleccionadas por medio de elecciones democráticas no están habilitados a
tomar decisiones en nombre de los mandantes, dado que estos consideran que no cumplen
la función de control regular en su nombre.
Los comportamientos y prácticas de distribución de directivas camarales,
comisiones y comités, decisiones impuestas por mayoría y no por argumentación,
intransigencias e inflexibilidad de la oposición, actuación a favor del interés particular y no
del interés general, entre otros factores, explican el hecho de que la brecha entre electores y
188
elegidos sea enorme luego de tan corto tiempo de la renovación de representantes en el
Parlamento Nacional.
2.3. La actuación legislativa
Los resultados del proceso electoral de 2002 muestran diversos y fundamentales
cambios en la conformación del Congreso. Por un lado se incluye la presencia de sectores
con diferencias étnico-raciales hasta ahora casi ausentes del ámbito legislativo, a través de
nuevos partidos políticos que cuestionan a los “tradicionales” pero que reproducen sus
limitaciones; por otro, se han debilitado enormemente los cinco grandes partidos del
sistema con la desaparición de CONDEPA, la severa caída de ADN que pasó del 20.9% de
los votos en 1997 al 3.4% en 2002 y de UCS que del 15% bajó al 5.5%.
El MNR y el MIR se encuentran muy debilitados, con poco apoyo electoral más allá
del voto orgánico de su partido, y los nuevos partidos políticos tampoco han demostrado
capacidad hegemónica, pues sumados apenas sobrepasan el 20% en la preferencia
ciudadana y aún a pesar del discurso de crítica reproducen prácticas clientelares,
prebendalistas y personalismos.
La transformación de votos en escaños dio por resultado la siguiente distribución:
Cuadro Nº 20
Partido Cámara de Senadores
Cámara de Diputados
Total
MNR-MBL 11 36 47
MAS 8 27 35
MIR-NM 5 26 31
NFR 2 25 27
MIP 0 6 6
ADN 1 4 5
189
UCS 0 5 5
PS 0 1 1
El Poder Legislativo tiene 123 nuevos parlamentarios de un total de 157 y apenas
34 cuentan con algún tipo de experiencia en gestión, es decir que casi el 73% de los
representantes debe pasar por un proceso de aprendizaje no sólo de destrezas políticas, sino
sobre todo de la institucionalidad y normatividad vigente. A pesar de esa enorme
limitación, lo más importante es que es el grupo de representantes que mejor refleja la
fragmentación y diversidad cultural de la sociedad boliviana.
Las principales características del que fue bloque oficialista hasta el mes de octubre
fueron de renovación de liderazgo y mayor participación femenina respecto a la anterior
legislatura, pero las pugnas al interior de los partidos y entre partidos al interior de la
coalición, dificultaron la eficiencia en el proceso decisional público y en algunos casos se
detectó la interferencia del Poder Ejecutivo en el Legislativo y viceversa, razón por la que
la gestión legislativa (2002-2003) ha sido evaluada de manera negativa por analistas y
especialmente por la opinión pública.
Los partidos que hasta octubre —o agosto como es el caso de NFR— conformaron
el bloque opositor, mostraron una actuación similar a los partidos oficialistas: ineficiencia
parlamentaria y resistencia a reducir las dietas. La estrategia central de la oposición fue la
de evitar la toma de decisiones por el oficialismo respecto a asuntos estructurales como
reforma constitucional, política de hidrocarburos, el ALCA o la política económica; otras
estrategias complementarias estuvieron dirigidas a desgastar al bloque oficialista ante la
opinión pública, desprestigiar al entonces Presidente Sánchez de Lozada y a su gestión para
lograr protagonismo. Confrontación antes que argumentación y deliberación fueron su
característica, habiéndose llegado a extremos como chicotazos y puñetazos en el hemiciclo,
y en caso de diálogo, la deliberación ha sido normalmente acompañada con medidas de
presión.
190
Un factor fundamental a ser resaltado es que las bancadas del MAS y del MIP
actúan como grupo de presión antes que como bloque parlamentario, manteniendo una
lógica política tradicional de movimiento social y desaprovechando el principal espacio de
transformación estructural y de deliberación y argumentación que es el Congreso.
Las decisiones adoptadas durante este año de gestión legislativa dicen poco de la
diversidad, de la exclusión y de la lucha contra la pobreza y por tanto reflejan pobremente
la heterogeneidad y composición democrática del Parlamento. El Informe de Milenio del
Acontecer Político en Bolivia Nº 6 referido a este año de gestión señala lo siguiente:
“La particularidad de la dinámica y estructura congresal, estuvo basada en la
lógica de “amigo-enemigo”. Este factor posiblemente explique la pobre producción
legislativa. Entre los aspectos que destacan en el desempeño legislativo se
encuentra la inviabilidad, la lentitud, la confrontación violenta e irracional de
algunos opositores y la ausencia de iniciativas a la altura de las dificultades que
vive el país”. (2003: 21).
Analizando el Congreso de manera general —oficialismo y oposición— se puede
afirmar que concentró su atención en la distribución de comisiones camarales mientras que
la de beneficios como pagos extra y cargos estuvo presente de manera permanente: dietas
de titulares y suplentes, bonos, gastos de representación y transporte, vales para gasolina,
vales para alimentación, pasajes aéreos, gastos de bancadas, pagos a secretarios, renovación
del parque automotor, incremento del presupuesto y denuncias de falta de ética fueron la
realidad cotidiana del Congreso de la República.
Todos estos aspectos podrían ser considerados normales y más que gastos,
retribución y hasta inversión, si los resultados de la gestión legislativa no fueran tan
insuficientes y el trabajo tan ineficiente.
Después de la severa crisis de octubre y la sucesión presidencial a Carlos D. Mesa
Gisbert, la situación en el Parlamento no ha cambiado y los problemas estructurales se
mantienen invariables. Las tareas fundamentales del nuevo gobierno dependen del
191
Congreso —Asamblea Constituyente, Referéndum, derogación de leyes— y los
representantes nacionales no han mostrado una actuación proactiva y propositiva, sino más
bien una pasividad pasmosa sin adoptar cambios estructurales internos ni asumir que la
crisis de representación que atraviesan es origen y detonante de la crisis política del sistema
general, en la que llevan la mayor responsabilidad debido a la importancia del sistema de
partidos en un régimen político democrático representativo.
2.4. Comparación de resultados con la legislatura anterior
Para evaluar los resultados de gestión no basta concentrarse en el debate político, en
los acuerdos y alianzas o en las lógicas de comportamiento, es fundamental también hacer
una evaluación del “producto” del trabajo legislativo que se traduce en decisiones concretas
que son leyes que norman, regulan y determinan la vida en una sociedad que se rige por el
orden democrático representativo.
En los siguientes cuadros se presenta el resumen de las decisiones de la gestión
legislativa del segundo semestre de 2001 al primer semestre de 2002 —gobierno de Jorge
Quiroga— y la gestión legislativa del segundo semestre de 2002 al primer semestre de 2003
—gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada—, para establecer un análisis comparativo por
resultados en el Poder Legislativo:
Cuadro Nº 21
LEYES PROMULGADAS EN LA GESTIÓN LEGISLATIVA 2001-2002
Tipo de decisión Nº de Ley Frecuencia Modificaciones al Código Electoral 2232, 2282, 2346 3 Ratificación de convenios y estatutos internacionales 2229, 2239, 2269, 2284, 2294, 2295,
2353, 2354, 2359, 2398 10
Ley del Diálogo 2000 2235 1 Creación del RIN 2283 1 Aprobación de adhesiones de Bolivia 2230, 2287, 2288 3 Aprobación contratos de préstamos 2374, 2375, 2376, 2377, 2381, 2392 6 Ley de Procedimiento Administrativo 2341 1 Aprobación contratos de crédito 2293, 2327 2 Modificaciones a leyes 2268, 2328, 2370 3 Presupuesto General de la Nación 2331 1 Delimitación de Sección de Provincia 2337 1
192
Aprobación acuerdos, tratados, convenios y protocolos internacionales
2226, 2228, 2265, 2272, 2273, 2343, 2344, 2352, 2360, 2364, 2368
11
Ley de Regulación del Derecho Propietario Urbano 2372 1 Enmiendas estatutos 2358 1 Creación nuevas Secciones de Provincia 2233, 2281, 2292, 2320, 2321, 2322,
2325, 2329, 2350, 2351 10
Totales: 55 Leyes 55 Fuente: Elaboración propia en base a datos del Informe de Milenio sobre el Acontecer Político en
Bolivia, números 4, 5 y 6.
Se resaltan con negrilla y cursiva aquellas decisiones que se encuentran más allá de
los aspectos administrativos necesarios o las ratificaciones de decisiones del Poder
Ejecutivo, de tal modo que se resumen en cuatro (4) decisiones legislativas con impacto
nacional en un año de labor legislativa. Este balance muestra la casi parálisis de este poder
estatal y la ineficiencia de los representantes en mostrar resultados al país en medio de una
severa crisis de legitimidad y representatividad que no sólo afecta al Congreso o al sistema
de partidos, sino al propio régimen democrático.
Cuadro Nº 22
LEYES PROMULGADAS EN LA GESTIÓN LEGISLATIVA 2002-2003
Tipo de decisión Nº de Ley Frecuencia Autorización liquidación del FONVIS 2414 1 Ratificación de convenios internacionales 2417, 2418, 2419, 2422, 2428, 2429,
2461, 2469, 2470 9
Declaración de prioridad nacional 2423, 2448 2 Aprobación presupuesto adicional al sector público 2424 1 Creación del SUMI 2426 1 Ley del Bonosol 2427 1 Aprobación de adhesiones de Bolivia 2421, 2430, 2431, 2433, 2437, 2452 6 Aprobación contratos de préstamos 2432, 2435, 2476, 2478, 2491 5 Aprobación UFV 2434 1 Aprobación contratos de crédito 2436, 2457, 2466, 2479, 2480, 2481,
2489, 2490 8
Modificaciones a artículos de leyes 2441 1 Sustanciación y resolución de juicios de responsabilidades
2445 1
Ley de Organización del Poder Ejecutivo 2446 1 Presupuesto General de la Nación 2449 1 Ley de regulación del trabajo asalariado del hogar 2450 1 Aprobación de acuerdos, tratados y memorandos internacionales
2453, 2454, 2455, 2468, 2471, 2472, 2473, 2474, 2477, 2482
10
193
Declaración de Patrimonio Histórico 2456 1 Disposiciones temas municipales 2475 1 Totales: 52 Leyes 52
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Informe de Milenio sobre el Acontecer Político en
Bolivia, números 4, 5 y 6.
En el caso de la actual gestión legislativa la situación es similar a la anterior, con
cuatro (4) decisiones destacables, lo que muestra que a pesar de la pluriculturalidad y de la
incorporación de nuevos partidos políticos, la gestión no se ha modificado en realidad en
términos de resultados. Más allá del número de decisiones, cabe añadir que dos de las leyes
sociales aprobadas en el año transcurrido corresponden a propuestas del Poder Ejecutivo y
no surgen del mismo Congreso, lo que debe llevarnos a mayor preocupación.
El verdadero ejercicio del pluralismo político, la participación democrática, la
libertad de expresión y pensamiento, la tolerancia y el respeto a la institucionalidad surgen
del Poder Legislativo como ejemplo para el conjunto de la sociedad. La confrontación, las
disputas por espacios de poder, la intromisión en asuntos de gobierno, la intolerancia y la
carencia de propuestas y argumentos convincentes en el debate han sido característica del
Congreso más diverso y plural en la historia nacional, que incluso está al borde de ser
considerado el menos responsable en momentos de crisis.
3. El cumplimiento de la Ley de Partidos
Para sacar conclusiones sobre la aplicación de la Ley de Partidos Políticos en
Bolivia, en especial por los partidos con representación parlamentaria, se tiene que observar
en primer lugar que ya no se trata de un instrumento legal nuevo, sino que tiene más de 12
años de vigencia.
En efecto, como se vio en el curso de la investigación, la actual normativa legal en
materia de partidos políticos se introduce en Bolivia con la Ley Electoral de 5 de julio de
1991. Ya en ese entonces el Estado establece que:
194
• los partidos políticos deben existir en un sistema cerrado, previa aprobación del
registro de militantes ante la Corte Nacional Electoral,
• y, así como para permanecer dentro del sistema y gozar de sus prerrogativas
principales (capacidad de presentación de candidatos a las elecciones nacionales y
municipales; financiamiento de las campañas), deben incorporar procedimientos
democráticos a su administración interna y procesos transparentes y documentos de
administración de patrimonio.
La Ley de Partidos Políticos Nº 1983 de 25 de junio de 1999 sólo refrenda el texto
de 1991 y separa la legislación de partidos políticos en un distinto cuerpo legal, además de
introducir pequeñas modificaciones.
Dicho esto, a continuación se presentan las principales conclusiones del estudio
sobre la aplicación positiva de la Ley de Partidos Políticos.
3.1. En cuanto a la institucionalización de la ley como elemento regulador del
sistema político
• Llama la atención que la Ley de Partidos se haya empezado a aplicar efectivamente
recién después de diez años de ponerse en vigencia y de que se hayan sucedido en el
cargo tres presidentes de la Corte Nacional Electoral (CNE). En este sentido, se
concluye que ha sido necesaria la institucionalización misma de la CNE para que la
Ley de Partidos haya podido ponerse efectivamente en vigencia. Sin embargo,
desde la renuncia de Luis Ramiro Beltrán, el 15 de octubre de 2002, como
presidente de la CNE, ésta ha vuelto a ser objeto de presiones políticas y denuncias
que atentan contra su institucionalidad y contra la del sistema de partidos.
• La aplicación de la Ley de Partidos Políticos parece tener dos momentos fuertes: en
ocasión de la creación de partidos políticos, cuando estos se ven obligados a
tramitar su personalidad jurídica, con sus documentos respectivos y los libros de
registro de militantes, y en el curso de los procesos electorales, cuando dicha
195
personalidad jurídica y su mantenimiento condiciona el financiamiento estatal para
campaña políticas y el acceso a los cargos electivos de poder nacionales y
municipales.
• La aplicación de la Ley de Partidos se debilita en los años no electorales en razón de
que el sistema legal y su fuerza institucionalizadora tienen altibajos, porque —
precisamente— aquél ha sido concebido como un sistema de normativa electoral
antes que como un sistema que impulse el relacionamiento efectivo de los partidos
políticos y la sociedad civil.
3.2. En cuanto al relacionamiento de los partidos con la ciudadanía
El relacionamiento de los partidos y la ciudadanía es muy reducido. En primer
lugar, porque la normativa legal es débil en este sentido y, en segundo, porque las
disposiciones de la Ley de Partidos relativas a la formación de cuadros y la educación
ciudadana sólo han sido cumplidas por algunos partidos en años electorales, cuando
justamente la ley dispone un financiamiento exclusivo para años no electorales. La
investigación no ha podido constatar la aplicación de ningún control de la CNE en este
sentido.
Los partidos han tomado lo estipulado por la ley como lo mínimo necesario a
cumplirse. Ningún partido ha sobrepasado positivamente la normativa legal en este punto.
3.3. En cuanto al manejo de recursos estatales por los partidos
• El financiamiento estatal para los partidos políticos ha democratizado, en alguna
medida, el acceso a los recursos para la existencia de los partidos. Ha dado
transparencia a estos fondos y ha permitido a algunos pequeños partidos una
participación más efectiva en la arena electoral.
• Sin embargo, existen debilidades en la fiscalización de los recursos que el Estado
entrega a los partidos políticos, pues algunos tienen estatutos que no aplican lo
196
dispuesto por la ley o lo hacen insuficientemente, sobre todo en cuanto a la
fiscalización de dichos recursos por parte de los militantes.
• Por otro lado, el reparto proporcional de los fondos con relación a los votos emitidos
en anteriores elecciones debilita enormemente a los partidos chicos que,
reiteradamente, se han quejado en este sentido. La total proporcionalidad en el
reparto de fondos a los partidos impide un mayor acceso a los partidos pequeños
que —precisamente— tienen mayor déficit comunicacional con la ciudadanía. No
existen mecanismos que corrijan esta disparidad.
• Tampoco hay un control de fondos transparente en la donación de recursos privados
a los partidos, pues si bien la ley establece que no pueden existir donaciones
anónimas, no estipula la publicación de los nombres de los donantes, hecho que
permitiría un control social sobre esos otros recursos de los partidos, que
actualmente son financiados mediante fundaciones y grupos de interés.
• Finalmente, el control y fiscalización del patrimonio de un partido cuando pierde la
personalidad y/o se extingue están en un vacío jurídico. La ley no diferencia
claramente, en este sentido, pérdida de personalidad y extinción. En la actualidad, la
primera no implica necesariamente la segunda, por lo que algunos partidos políticos
que han perdido la personalidad jurídica no están rindiendo cuentas sobre los fondos
que han recibido. Es muy probable que no lo hagan a menos que quieran recuperar
su personalidad jurídica.
3.4. En cuanto a la aplicación de las reglas del juego democrático
• Persisten vacíos y debilidades en la facultad de la CNE para el control de la
aplicación de procedimientos democráticos de funcionamiento en el interior de los
partidos, en razón de que ésta todavía no ha hecho públicos los reglamentos y
procedimientos que hagan efectiva esta normativa. Muestra de ello es que casi la
totalidad de partidos todavía sigue concentrando un enorme poder de decisión
política y sobre las designaciones en manos de sus jefes nacionales.
197
• En consecuencia, si bien los militantes han alcanzado algunos derechos y existe en
varios partidos la figura del “defensor del militante” o una similar, la situación de
estos todavía es precaria debido al gran poder de los jefes nacionales y a que los
mecanismos de movilidad intrapartidaria todavía son muy reducidos.
• La obligación de efectuar reuniones nacionales periódicas para facilitar el
tratamiento democrático de temas de orden político, orgánico, formativo y
administrativo es cumplida parcialmente y sin la regularidad requerida (véase anexo
5: Congresos y reuniones internas realizadas por los partidos).
• Finalmente, el equipo de investigación puede concluir en que la democratización del
sistema de partidos no dependerá únicamente de la reglamentación, sino —
esencialmente— de la suscripción de un compromiso efectivo de los partidos
políticos en este sentido. Esto porque la norma no puede preverlo todo y siempre
permite mecanismos para sortearla.
En este sentido, la CNE no está siendo un mecanismo dinamizador de la democratización e
institucionalización del sistema de partidos, sino que se ha quedado únicamente como un
organismo de control burocrático, lento y de poca vinculación con la ciudadanía.
198
LA PERCEPCIÓN SOBRE EL SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS
VI. La percepción ciudadana sobre los partidos políticos
1. Percepción ciudadana, opinión política y encuestas
El establecimiento del régimen democrático en el país trajo consigo la paulatina
constitución de la ciudadanía política, entendida aquí como el sujeto colectivo con
capacidad legalmente reconocida para participar, bajo ciertas reglas, en los procesos de
elección y decisión política, el mismo que al menos hasta 1982 se encontraba subsumido en
la noción de pueblo u otras semejantes.
Esa ciudadanía es particularmente activa en los períodos electorales, cuando es
convocada a depositar su voto para elegir a las autoridades nacionales o municipales, y se
mantiene vinculada al ámbito político a partir de su posterior relación —directa o no— con
el gobierno central, el parlamento y los gobiernos locales; ahora bien, ese relacionamiento
es mediatizado en buena medida por los órganos y espacios de información y opinión
periodística. Así, gracias al lazo cotidiano entre ciudadanos y políticos concretos, la
población se forma imágenes y juicios respecto de estos últimos y de las instituciones a que
representan. La percepción ciudadana es la base de ello.
Para los fines de este estudio, esta percepción implica tanto la captación y
estructuración personales y grupales de los datos referidos a las instituciones, las
organizaciones y los operadores de la acción política, como la consecuente generación de
imágenes descriptivas, valorativas y normativas sobre los mismos. Una de las vías para
aproximarse al conocimiento de esa percepción —que es más bien un fenómeno
socialmente heterogéneo— son las encuestas de opinión política.
Las encuestas son una herramienta para identificar y ofrecer una medida de los
“estados de opinión”, esto es, son una especie de retratos estadísticos parciales de la
opinión política reinante en un grupo social y un momento dado respecto de asuntos que los
199
investigadores que las aplican las consideran relevantes para la agenda pública. En
consecuencia, las encuestas no reflejan al conjunto de lo que podría ser una “opinión
pública” como tampoco los temas de “interés general” y tienen un carácter circunstancial
preciso.97 Las “corrientes de opinión” son los distintos puntos de vista que confluyen en
una dinámica tensa de pareceres en un lapso determinado y las encuestas pueden
identificarlas y sistematizarlas. Las “tendencias de la opinión” son la resultante de la
acumulación de ciertas líneas de opinión que se mantienen estadísticamente inalterables o
se refuerzan a lo largo de un período temporal. Finalmente, los “climas de opinión” son los
entornos culturales en que se desarrollan algunas creencias comunes de duración
prolongada y que pueden ser condicionantes tanto de los temas de la agenda pública como
de la orientación de las opiniones predominantes en cada “estado”.
Todos estos elementos serán empleados en el análisis que se presenta más adelante.
2. Las encuestas de opinión política en Bolivia
Fue en septiembre de 1990, con la realización de la “Encuesta sobre democracia,
partidos y reforma electoral” a cargo de la empresa Encuestas & Estudios que comenzó
formalmente el tiempo de los estudios demoscópicos periódicos en Bolivia.98 Hasta ese
momento y en el marco de la democracia, el indicador principal de la percepción ciudadana
había estado representado por las cifras de las preferencias electorales99 o los índices de
abstencionismo en los votantes100, al igual que por las apreciaciones generalizantes de
algunos analistas políticos.101
97 Consúltese al respecto "La opinión pública no existe", en BOURDIEU (1990), Pp. 239-264. 98 Cabe recordar que desde 1987 esa misma encuestadora hizo algunas evaluaciones del desempeño de los gobiernos nacional y municipales, así como de sus correspondientes responsables. 99 Las variaciones a este respecto son visualizadas en la cartografía electoral incluida en este informe. 100 El abstencionismo —al menos parcialmente— puede ser comprendido como voluntad de no participación política y, en ese sentido, como una expresión de una valoración ciudadana negativa sobre las instituciones democráticas. El índice de abstención siguió esta trayectoria en las elecciones nacionales: 18,03% en 1985; 26,34% en 1989; 27,8% en 1993; 27,94% en 1997 y 28,60% en 2002; es decir, que registró una tendencia ascendente. 101 Por ejemplo, en una visión retrospectiva referida a 1992, Alfonso Ferrufino sostenía que eran tres las críticas ciudadanas recurrentes sobre los partidos políticos: que no resuelven la crisis económica, que no
200
Esa primera encuesta, propiciada por la Vicepresidencia de la República y la
subcomisión de Reforma Política del Congreso y que fue auspiciada por la Cámara de
Diputados, el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales y la Alcaldía de La
Paz, constituye el punto de arranque de la producción y sistematización de datos que se ha
venido registrando desde entonces con evidente regularidad en relación a variadas
cuestiones de la política nacional.
A partir de 1992, Encuestas & Estudios recoge mensualmente opiniones sobre política y
otras áreas de la actividad nacional en su serie intitulada “Así piensan los bolivianos”,
cuyos informes han sido publicados casi sin interrupción hasta ahora, lo que convierte a
este esfuerzo en el más consistente y sistemático de todos. Un año más tarde y hasta 1996,
la Universidad Católica Boliviana, mediante el Instituto de Encuestas que estableció en ese
tiempo, entregó una serie de informes intitulados “Encuesta de Percepción Política. Ciudad
de La Paz”, labor que fue proseguida en los siguientes tres años por el Instituto de
Investigaciones en Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Andrés, que produjo
varios informes de la “Encuesta de Percepción Política Interna y Externa en la ciudad de La
Paz” ampliada más tarde a la ciudad de El Alto. Y aunque se tiene asimismo otros estudios
esporádicos generados por diversas empresas o consultoras —que sobre todo operan
durante las etapas preelectorales—, hay que remarcar que desde principios de 2002 se ha
sumado a este empeño la tarea de Equipos Mori, que difunde sus resultados mediante
algunas publicaciones periodísticas. Los indicadores que proporciona la encuestadora
chilena Latinobarómetro, que se ocupa de producir datos sobre 17 países de América
Latina (entre ellos Bolivia), son asimismo de mucha utilidad para completar y contrastar el
cuadro resumido de situación que se traza más adelante.
Hace, entonces, más de una década que se dispone en el país de información
obtenida por encuestas que pueden considerarse confiables en relación a los “estados de la
opinión política”, datos que vistos en perspectiva, están a la vez en posibilidad de ofrecer
un acercamiento a las “corrientes”, las “tendencias” y los “climas”. De todas maneras debe
cumplen con sus ofertas electorales y que “son nidos de corrupción a la hora de administrar el Estado” (ILDIS, 1995:4).
201
quedar claro que si bien sus temas guardan bastante afinidad entre sí, no siempre coinciden
los rumbos de las diversas indagaciones, como tampoco las muestras poblacionales que son
empleadas resultan expresivas del universo de estudio ni necesariamente complementarias.
El hecho relevante, sin embargo, es que existen ya los datos básicos para montar una suerte
de radiografía de la percepción ciudadana en el transcurso de buena parte de la vida en
democracia en el país.
3. Datos de encuestas sobre democracia, gobierno y partidos
Viene a continuación una selección sintética y comentada de la información
proveniente de distintos estudios demoscópicos respecto de la institucionalidad democrática
boliviana de 1990 a 2003, cronológicamente ordenados. Para el efecto, por el énfasis
requerido para esta investigación, sólo se ha extractado los datos acerca del régimen
democrático y cuatro expresiones institucionales del mismo definidas acá como principales:
el parlamento, los partidos políticos, la Corte Nacional Electoral y el gobierno.102
102 De todas maneras, el gobierno es considerado en última instancia en razón de que las valoraciones que hace la gente de su desempeño están preferentemente ligadas más a una apreciación de la persona que lo representa —esto es, del Presidente— que de los partidos que lo conforman o del partido que encabeza la coalición oficialista.
202
Cuadro Nº 24
Encuesta sobre democracia, partidos y reforma electoral (1990)103
Democracia y partidos
Ítem % de respuestas
afirmativas
Confianza en que la democracia resolverá los problemas 79
Insatisfacción con el funcionamiento de la democracia 55
Identificación del sistema político con los ricos 44
El parlamento visto como receptor de opiniones 5
Aceptación de la necesidad de los partidos para la democracia 63
Los partidos vistos como defensores de intereses de grupo 77
Los partidos vistos como canalizadores de demandas
regionales
5
Aceptación de que hay democracia interna en los partidos 32
Predisposición a militar en un partido 60
Necesidad de que haya cambios sustanciales en los partidos 39
Necesidad de una ley de partidos 72
103 Los resultados fueron tomados de Lazarte (1993), en diversas páginas. Para esa encuesta fueron consultadas 2.000 personas en las ciudades de El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
203
La adhesión al régimen democrático era evidente, al igual que lo fueron el
reconocimiento de sus instituciones y la voluntad para contribuir a la mejora de su
funcionamiento. No obstante, los cuestionamientos al carácter y al desempeño del congreso
y los partidos comenzaron a manifestarse con porcentajes elocuentes.
Cuadro Nº 25
Confianza en las instituciones (de 1 a 7)
Institución Calificación de confianza
Partidos políticos 3,31
Parlamento 3,24
Corte Nacional Electoral 3,37
Gobierno 3,78
En la escala de valoración adoptada sólo una de las instituciones llegó a alcanzar un
poco más del 50% de la aprobación ciudadana. También fue puesta en evidencia una
jerarquización en la apreciación pública que en ese momento benefició al gobierno y a la
Corte Nacional Electoral por encima de los partidos políticos y del parlamento, en ese
orden.
204
Cuadro Nº 26
Encuesta de Percepción Política Ciudad de La Paz (1993-96)104
Confianza en las instituciones (sobre 100%)
Institución Mucha Poca Ninguna
Partidos políticos 6,78 34,56 52,06
Parlamento 7,70 39,23 46,28
Corte Nacional Electoral 18,32 43,60 30,88
Aunque expresada de otra manera, en este caso quedó confirmada la pérdida de
credibilidad de la ciudadanía en las principales instituciones de la democracia. La Corte
Nacional Electoral ratificó su primera posición; lo diferente fue que la jerarquización antes
referida registró una modificación, pues el parlamento resultó mejor valorado que los
partidos. El hecho preocupante estuvo dado por la alta desconfianza ciudadana, que alcanzó
una media acumulada del 82,2 por ciento.
104 Este resumen de promedios fue tomado de Jost (1996), P. 212.
205
Cuadro Nº 27
Así piensan los bolivianos (1990-2001)105
Confianza en las instituciones (de 1 a 7)
Institución 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Partidos
políticos
3,3 2,5 2,8 3 3,2 3 2,9 2,6 2,4 2,4 2,7
Parlamento 3,2 2,7 3 3,2 3,1 3,4 3,2 3,1 2,9 3,2 2,9
Corte
Nacional
Electoral
3,3 - 3,6 - 3,8 4,1 4 - 3,4 3,6 3,4
Gobierno 3,8 3,1 3,1 3,1 3,3 3,2 - 3 2,6 3,1 2,95
De esta vista panorámica de poco más de un decenio (1990-2001) se puede obtener
tres conclusiones: 1) la jerarquización en la percepción ciudadana que encabeza la Corte
Nacional Electoral y termina en los partidos políticos quedó consolidada; 2) la
desaprobación, o sea la incredulidad en las instituciones, fue la nota predominante a lo
largo de todos los años observados, y 3) la Corte Nacional Electoral, gracias al período
1995-97, tuvo en promedio una calificación aprobatoria mínima de 3,65 que de todos
modos la colocó por encima del gobierno (3,12), del parlamento (3,08) y más aún de los
partidos (2,8).
105 Los datos fueron tomados de diversos números del informe elaborado por Encuestas & Estudios entre los años citados. Los volúmenes 17 y 75 contienen cuadros comparativos desde 1990.
206
Cuadro Nº 28
Democracia
Ítem 1996 2000 2001
% Preferencia por la democracia 64 71,6 65
% Satisfacción con la democracia 17 - 36
No obstante presentar una disminución con relación a 1990, el respaldo al régimen
democrático persistió; paralelamente, continuó el alto nivel de insatisfacción con el
funcionamiento y los resultados del mismo.
Cuadro Nº 29
Encuesta de Percepción Política Interna y Externa en la ciudad de La Paz (1998-99)106
Confianza en instituciones (% sobre 100)
Institución Mucha
1998
Mucha
1999
Poca
1998
Poca
1999
Ninguna
1998
Ninguna
1999
Partidos políticos 7 2,5 29 31,5 62,2 63,5
Parlamento 10,3 4,5 37,8 43,5 41,8 42,5
Corte Nacional
Electoral
18,1 16,2 43,8 47 28,7 26
Gobierno 13,3 6 38,8 45,5 45,6 45,75
106 Los datos fueron tomados de los volúmenes I y IV.
207
Otra vez fue demostrado el orden jerárquico de la percepción ciudadana que valora
más a la Corte Nacional Electoral, bastante menos al parlamento y al gobierno y mucho
menos a los partidos políticos. Sin embargo, se debe tomar nota de la caída que sufrió, en
todos los casos, la ya escasa credibilidad existente en las instituciones de referencia.
Cuadro Nº 30
Encuesta Latinobarómetro (2002 y 2003)107
Democracia y partidos
Ítem % respuestas
afirmativas
2002
% respuestas
afirmativas
2003
Apoyo a la democracia 52 50
Satisfacción con la democracia 24 25
Aceptación eventual de un gobierno no
democrático
43 55
Desconocimiento del significado de la
democracia
34 ---
Necesidad de los partidos para la democracia 52 46
Confianza en los partidos políticos 9 6
Confianza en el gobierno 25 14
107 Sólo fueron considerados los datos correspondientes a Bolivia (con representación del total poblacional del país), recolectados por la empresa Apoyo, Opinión y Mercado.
208
En términos generales los porcentajes registrados verifican los cursos tendenciales
de la percepción ciudadana en torno a la adhesión al régimen (aunque en descenso), la
consideración insatisfactoria de su desempeño, la constantemente disminuida credibilidad
en el gobierno o la cada vez más baja credibilidad en los partidos; pero, aparte de ello, debe
llamar la atención tanto la ascendente disposición para admitir un gobierno autoritario con
tal de que responda a las demandas sociales (43%) como la alta proporción de encuestados
(34%) que no son capaces de atribuir un significado a la democracia.
Si se suma el “apoyo a la democracia” y la “satisfacción con la democracia” y se los
divide entre dos se obtiene el índice de la democracia. Para el 2002 este indicador en
Bolivia llegó a 38%, lo que implica un aumento de 3 puntos porcentuales respecto del año
anterior, en tanto que volvió a bajar (37,5%) para el 2003. De todos modos en 1999
alcanzaba a 59% (Cfr. Lazarte, 2002:119).
Cuadro Nº 31
Encuesta de Equipos Mori para “El Deber” (2003)108
Democracia y partidos
Ítem % de respuestas afirmativas
Preferencia por la democracia 59
La democracia puede funcionar
sin parlamento
44
La democracia puede funcionar
sin partidos
49
108 Una síntesis de los resultados fue publicada por el diario cruceño “El Deber” el domingo 6 de julio de 2003.
209
Los dos aspectos de mayor interés en este caso son los desequilibrios que
comienzan a registrarse entre la proporción de quienes consideran que el parlamento es
prescindible para la democracia (44%) y quienes rechazan esta probabilidad (también
44%), al igual que la que se da entre los que consideran prescindibles a los partidos (49%) y
los que no (43%).
4. Evaluación de los “estados”, las “corrientes”, las “tendencias” y los “climas”
El repaso efectuado a los datos de varias encuestas de opinión política conduce a
algunos resultados remarcables:
a) Bolivia ha venido acumulando información sistemática sobre la percepción
ciudadana de los temas del ámbito político —expresiva tanto de las ciudades
principales como, en menos casos, del conjunto de la población nacional— desde el
año 1990. Esto implica que los partidos, tanto en períodos electorales como durante
la gestión de gobierno, reconocen la importancia de conocer tal percepción para
retroalimentar su acción, aunque no siempre hagan uso de esa información.
b) Las investigaciones hechas por distintas encuestadoras ofrecen una serie de
“fotografías estadísticas” de distintos “estados de opinión” a lo largo de ese período,
la complementación de las cuales posibilita acercarse al reconocimiento de
“corrientes”, “tendencias” y “climas” de opinión política.
c) Los “estados de opinión” reflejan una constante dual: la adhesión relativamente alta
al régimen democrático y el cuestionamiento permanente, mayor o menor, al
desempeño de sus instituciones y actores. Las valoraciones hechas por los
encuestados combinan la evaluación formal y la sustantiva de la democracia, es
decir que la aprecian a la vez en su faz de procedimiento legal ordenado para
conformar gobierno y gestionar decisiones y en la de productora de soluciones
concretas y eficaces para los problemas de la sociedad.
210
d) Más que en plural, correspondería hablar de la existencia de una sola “corriente de
opinión”, por cuanto los juicios emitidos por los encuestados en distintos tiempos y
lugares son convergentes y no contradictorios.
e) Las “tendencias de opinión” muestran como los “estados” dos grandes líneas: una
de apoyo a la democracia y su continuidad y otra de censura al funcionamiento de
las instituciones democráticas y a la conducta de sus operadores. Dentro de esto
último, el gobierno, el parlamento y los partidos políticos son permanentemente los
más desfavorecidos por el juicio de las personas, que presentan una indulgencia
moderada cuando se trata de la Corte Nacional Electoral.
f) Con relación a los “climas de opinión” es dable mencionar el hallazgo de dos en
potencial proceso de transición: el principal que sustenta el apoyo —todavía
mayoritario— a la democracia y el secundario con propensión a desarrollarse que
empieza a poner en duda, con creciente énfasis, la utilidad de los partidos, del
parlamento y de la misma democracia, con una consiguiente apertura inicial para
aceptar un tipo autoritario de régimen político.
En consecuencia, la percepción ciudadana sobre los partidos políticos está
caracterizada por una constante valoración negativa de los mismos, sea en su
condición de tales o en su desempeño dentro del gobierno o el parlamento.109
Esta afirmación de síntesis también encuentra respaldo en los siguientes indicadores
de gobernanza y corrupción obtenidos por el Banco Mundial y Transparencia
Internacional, respectivamente, mediante la realización de entrevistas a informantes clave
individuales o de instituciones y empresas:
109 Este carácter de la percepción ciudadana, en contraposición de lo que se sostiene en el presente estudio, no reviste mayor importancia para el analista René A. Mayorga, quien dice que esas valoraciones no afectan la estabilidad del sistema de partidos ni el futuro de la democracia. Mayorga califica a las encuestas como de “dudosa credibilidad” y señala que “Si bien estas opiniones, sobre todo la del descontento generalizado, hubieran repercutido efectivamente en las diversas elecciones, el resultado lógico habría sido, por una parte, una altísima deserción y abstención de los electores y, por otra, una debacle del mismo sistema de partidos como sucedió en Perú y Venezuela”. Cfr. Fundemos-Fundación Hanns Seidel (2002:94). Tal vez los acontecimientos de octubre de 2003 proporcionaron ya otros elementos de validación de los datos y señales provenientes de las encuestas de opinión política.
211
Cuadro Nº 32
Indicadores de gobernanza (de -2,5 a +2,5)110
Indicador Período 1997-98 Período 2000-01
Voz y rendición de cuentas 0,39 0,27
Estabilidad política -0,14 -0,61
Efectividad gubernamental -0,22 -0,47
Calidad regulatoria 0,88 0,66
Leyes y su cumplimiento -0,35 -0,41
Control de la corrupción -0,44 -0,72
Cuadro Nº 33
Grado de corrupción (0 a 10, 0 = “más limpio”)111
Año 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Puntaje 3,40 2,05 2,80 2,50 2,70 2,0 2,20
Como se puede advertir, tanto en materia de gobernanza —esto es, de
institucionalidad democrática y calidad de gestión— como de lucha anticorrupción —es
decir, de mecanismos de eliminación o al menos de reducción de los sobornos en el ámbito
público—, los datos muestran que la situación de Bolivia es preocupante. En el primer caso 110 Los datos se encuentran en www.worldbank.org/wbi/governance/govdata2001/htm 111 Los datos se encuentran en www.tilac.org/ipc_2002.htm
212
el país está muy por debajo de la media de desempeño deseable, en tanto que en el segundo
está situado en el rango 89 dentro de una escala de 102 naciones y a sólo 13 puestos de la
que es considerada “más corrupta” (Bangladesh).
Esto que podría ser considerado como el resumen de una “percepción cualificada”
concuerda, en términos de valoración y tendencia, con la apreciación negativa
predominante en la percepción ciudadana, la cual es ratificada por los analistas políticos
entrevistados, quienes sostuvieron que la población desconfía de los partidos, a los que
considera distantes de las preocupaciones de cada ciudadano, resistentes al cambio,
movidos por cálculos inmediatistas y sectarios y, por tanto, afectados por un desprestigio
generalizado.
Lo interesante en esta materia es que los políticos están conscientes de que ellos y
sus organizaciones tienen “mala imagen” en la ciudadanía debido a que ésta se encuentra
insatisfecha con su desempeño, sobre todo en el parlamento. De todas maneras y aunque no
todos los dirigentes y militantes entrevistados se refirieron al tema, fueron varios los que,
en el otro extremo, manifestaron que la gente maneja “opiniones injustas” o “incorrectas”.
VII. Percepción mediática acerca de los partidos políticos en Bolivia
1. La percepción mediática acerca de la política
En términos generales puede asumirse que la percepción es la dotación de un/os
determinado/s sentido/s a los sucesos del entorno, efectuada desde experiencias
particulares individuales o de grupo, aunque en rigor la percepción —como manera de
relacionarse con el entorno, organizando la información que proviene de diferentes
estímulos externos, a través de los sentidos pero con elaboraciones racionales— es una
experiencia y apropiación individual. Una apropiación que supone una construcción parcial
antes que un “reflejo total” de lo real inmediato.
Juegan en este proceso de construcción distintos elementos de selección personal
que están dados por la atención a ciertos estímulos, la importancia otorgada a ellos, el rol o
213
lugar que ocupa el individuo en el contexto y las experiencias acumuladas para
interpretarlos. Por lo tanto, el proceso de percepción depende del sujeto perceptor y de las
condiciones objetivas que rodean al sujeto y a su interacción con lo real.
Este proceso de alta complejidad destinado a construir imágenes, imaginarios y, por
lo tanto, sentidos de los hechos reales, se expresa tanto en los sujetos individuales como en
los sujetos colectivos. En este caso, los medios de difusión masiva pueden ser asumidos
como sujetos institucionales-colectivos que tienen la capacidad por demás reconocida de
construir imágenes y recoger/transmitir las percepciones del entorno a través de sus
contenidos/mensajes a públicos más amplios, con variada intensidad/frecuencia y con
diferentes recursos/medios.
Pero entre los medios masivos de difusión el que mayor autoridad político-social ha
logrado establecer en términos de información y opinión, y por lo tanto en este proceso de
elaboración y transmisión de percepciones, es la prensa, a partir de los siguientes criterios,
a saber: su legitimación histórica, desprendida de la tradición que arrastra desde el siglo
XVI; su naturaleza informativa, que la hace identificarse con relación a la función
atribuida socialmente y por los hábitos de consumo como uno de los medios de
información más que de distracción; su esencia documental, es decir, el soporte impreso
que permite la conservación y registro de lo publicado; y su capacidad socializadora de
temáticas de actualidad, vinculada a su capacidad de agendar temas noticiosos que son
asumidos por el resto de los medios informativos (Torrico, 1996: 8).
Por ello es que debe considerarse a la prensa como un escenario estratégico de
proyección de los asuntos públicos, en especial de la política.
No obstante, la relación entre medios de difusión y política no sólo concierne a esta
dimensión. Los mismos mensajes están trabajados desde determinadas visiones y
percepciones que canalizan los intereses de uno u otro sector en particular, entendiendo
con esto que la comunicación masiva, en específico aquella de características periodísticas,
es otro escenario de y del poder. Hay que aceptar, pues, el poder que tiene para socializar y
214
distribuir esas visiones, aceptadas a veces, erróneamente, como desinteresadas y hasta
neutrales.
En las actividades que la prensa lleva adelante se destacan tres: la de la
información, la de la opinión y la de la interpretación, que se asumen como los tres géneros
de la actividad periodística.
En la información juega más el relato de los hechos, una especie de descripción sin
valoración explícita que trata de poner al tanto de lo acontecido a un público separado de la
experiencia inmediata y directa del suceso, en tanto que en la interpretación entra a ensayar
análisis de antecedentes y consecuencias de un hecho en particular, dotándole de una
determinada perspectiva en función de sopesar sus elementos constituyentes. Por su lado,
la opinión es un ejercicio absolutamente identificado con el otorgamiento de un sentido
valorativo, de juzgamiento de un hecho en particular. Esta actividad en el caso de la prensa
está asumida tanto individualmente a través de columnistas y articulistas como
institucionalmente a través del editorial.
La opinión persigue la finalidad de establecer líneas orientadoras de sus eventuales
públicos, busca influir en sus percepciones y construir con ellas “corrientes, tendencias o
climas” acerca de determinados tópicos de la realidad.
En este panorama hay que deducir que los medios masivos, pero con énfasis la
prensa, entran en la trama de la política no solamente refiriéndose en sus contenidos a ella,
sus actores, sus discursos y sus escenarios, sino también porque esos mismos contenidos se
constituyen en parte de esa estructura al definir percepciones, al afiliarse con determinadas
creencias o actores, al descalificar o juzgar acciones, discursos o sujetos que repercuten
directa o indirectamente en cada coyuntura política en particular.
El análisis y la consideración del papel del discurso mediático presenta, pues, esa
dimensión, en lo que concierne al diagnóstico de los partidos políticos como actores
públicos. En conclusión, para el ejercicio analítico constituido aquí, básicamente por las
percepciones de la prensa, se asumen dos consideraciones:
215
• Que las interpretaciones y orientaciones públicas están condicionadas por una serie
de factores que van desde la posición ideológico-partidaria particular explícita o no
del operador semántico —el periodista o articulista— hasta aquella percepción más
general, en el mismo orden, asumida por el medio de difusión que se constituye en
el portador material del discurso público.
• Y que esto implica que desde la prensa, como escenario de interdiscursividad, es
decir donde se entretejen, oponen, contradicen, coinciden, se constituyen y
re/constituyen múltiples discursos, se ofrece una serie de visiones que, al tener un
referente en la realidad sobre la que construyen la interpretación con ciertos estilos
y formatos y un intérprete de esa realidad sujeto a determinadas condiciones
sociales, operan desde determinados intereses particulares o de grupo que la
constituyen como un recurso de acción política a favor o en contra de otros actores
del escenario social. Esa acción es intencional en el campo de las correlaciones de
fuerza para captar adherentes con enfoques similares.
2. El procedimiento
La finalidad del apartado es establecer un análisis sobre la percepción mediática —
exclusivamente prensa— acerca de los partidos políticos con representación parlamentaria
entre 2002 y 2003.
Para tal efecto el equipo optó por basar su trabajo en el dossier informativo del
Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), publicado mensualmente con
el título de Revista Especializada de Periódicos 30 días112, que representa una selección de
las noticias, los comentarios y editoriales, de los periódicos nacionales113, relacionados a
los temas más importantes en política, economía y sociedad, principalmente.
112 La revista tiene un formato carta con una extensión variable de entre 80 y 120 hojas, incluye texto y fotografías. Al pie de cada uno de los artículos aparece la referencia del medio y la fecha en que se publicó. Su costo referencial es de Bs. 18,00 ($us. 2,50) 113 Los medios impresos analizados fueron: “La Razón”, “La Prensa”, “El Diario”, semanario “Pulso” y suplemento “Tiempo de Opinión” de La Paz; “El Deber” y “El Nuevo Día” de Santa Cruz; “Los Tiempos” y “Opinión” de Cochabamba y, ocasionalmente “La Voz”, de Cochabamba.
216
A partir del Anuario impreso 2002 y el publicado en formato CD-ROM del
semestre 2003 —enero a julio—, se extrajo una selección de las notas informativas de
opinión referidas a los partidos políticos.114
El total de notas, base para el análisis, sumó 59 (ver anexo 5). De este cuerpo se
definieron también los siguientes ejes temáticos, que representan los tópicos más
recurrentes con los que la prensa relaciona la actividad de los partidos políticos. Si bien en
la propuesta inicial presentada a la fBDM se había mencionado abordar este análisis sobre
siete hitos en particular115, el universo de lo publicado se ajustó a unos temas que se
convierten en el leit motiv de la prensa para abordar o relacionar el campo de los partidos
políticos en Bolivia y en torno a ellos las cuestiones del sistema político, la política en
general y la democracia en el país.
114 Este ítem de clasificación como tal aparece en las publicaciones en formato CD 2003 de la revista del CEDIB, en la sección política. A través de un link se consignan artículos publicados en la prensa nacional referidos a los partidos políticos. 115 Referidos a: inicio de elecciones generales 2002 (comienzo de la campaña); resultados de las elecciones generales; conformación del gobierno; término de los 90 días (noviembre 2002); movimientos populares de febrero de 2003; primera crisis de gabinete; negociación e incorporación de la NFR al gobierno.
217
Estos ejes temáticos son ocho:
Cuadro Nº 34
Ejes temáticos en la percepción de la prensa
acerca de los partidos políticos en Bolivia
EJES TEMÁTICOS SUBTEMAS RELACIONADOS
1.Sistema político boliviano y democracia - Estructura y caracterización
- Normas y reglamentaciones
2. Convocatoria a elecciones 2002
3. Crisis de los partidos políticos - Prácticas conservadoras vs.
Prácticas modernas
4. Caracterización de la naturaleza y
comportamiento de los partidos políticos
- Procesos internos
5. Participación de sectores de mujeres, campesinos
y jóvenes
- Cuotas de participación
6. Percepción ciudadana - Devaluación de la credibilidad en
los partidos políticos
7. Imagen de los partidos políticos y sus líderes - Comportamientos y prácticas intra e
interpartidarias
- Ideología y programas
8. Ubicaciones y proyecciones de los partidos
políticos
- Tradicionales
- Asistémicos
218
En el conjunto de materiales presentado se hallan tanto notas informativas, es decir,
el relato de los hechos actuales, como artículos de opinión —identificados con el nombre
del autor— que representan las valoraciones particulares sobre un tema en particular, que
no compromete necesariamente la posición opinativa del medio, y editoriales que sí
representan de modo oficial la posición del medio en torno a determinado asunto o
temática del momento.
Se han tomado estos subgéneros —noticia, artículo y editorial— en vista de que
tanto lo que concierne a lo informativo como, y de manera más fuerte todavía, a lo
opinativo constituyen discursos vehiculizados por la prensa hacia el contexto social, del
que a la vez ella forma parte. Ambos planos con diferentes finalidades, uno al dar a
conocer el relato de los acontecimientos y el otro al orientar las percepciones y opiniones
sobre ciertos temas, representan insumos con los que los ciudadanos, preferentemente, se
nutren para conformar sus percepciones y opiniones acerca del entorno inmediato.
3. Percepción mediática y partidos políticos
Si podría resumirse en un sólo concepto la percepción de los medios de difusión
sobre los partidos políticos, éste correspondería a negativo.
En efecto, el análisis demuestra que especialmente la prensa, mencionada ya como
uno de los medios que por excelencia es considerado de opinión, en su orientación
valorativa y actividad informativa acerca tanto del comportamiento, la caracterización de
los valores asumidos por los partidos y sus líderes, sus procesos internos, las relaciones
intrapartidarias, incluidos sus procesos de reestructuración o democratización interna,
como además de aquel enjuiciamiento sobre el sistema político, sus (potenciales) actores,
su estructura y lo que representa ello para la democracia, es preponderantemente crítica y
descalificadora.
Aunque, como se mencionó en el primer acápite, no se pasa por alto que existen
también intereses en la manifestación de dichos discursos de parte de los mismos
emisores, hay que ver de la misma forma que en el otro lado, el que corresponde al
219
referente real sobre el que se estructuran estos textos, no han existido mayores
transformaciones que impulsen a considerar de otra manera la opinión sobre el accionar de
los partidos políticos en el país.
Por lo tanto la percepción mediática no está tan alejada de la realidad por la que
pasan los partidos políticos. A continuación, a partir de los ejes propuestos, se efectúa el
respectivo análisis.
3.1. El sistema político y la democracia
Referirse a los partidos ya sea en función de gobierno o a los de la oposición, en la
ya típica discriminación efectuada, es también referirse al sistema político y al régimen que
lo sustenta.
Así pues, en la formalización de la prensa en el caso particular, por ejemplo, del
desafuero de Evo Morales en 2002, se ponen en evidencia varios juicios como: “Lo malo
es que la estructura de la democracia, paradójicamente, está diseñada para la
plutocracia” (1)116, que hacen mención al hecho de un sistema que castiga a los que,
como se asume en el caso de Morales, son representantes de sectores del pueblo, frente a
aquellos políticos que bajo la protección político-partidaria o familiar ejercen varias
conductas irregulares y, por el contrario, son impunes ante cualquier sanción.
El sistema político es catalogado como aristocrático y discriminador puesto que un
bloque como el de MIR/ADN/UCS/MNR y NFR representa a grupos privilegiados, y
frente a él se colocan MAS y Evo Morales, el sujeto excluido por obra y gracia del aquel
bloque.
La oposición semántica, en el caso del desafuero, gira en torno a los símbolos de la
corrupción, representados por los partidos tradicionales, frente a los símbolos de la
representación popular, el Movimiento al Socialismo (MAS) y su líder, Evo Morales,
puesto al margen de un sistema político dominado por los partidos aristocráticos. 116 Se coloca entre paréntesis la referencia del número que representa a las 59 publicaciones en prensa, objeto del análisis. Cfr. anexos el cuadro con sus respectivas referencias.
220
Asimismo, la percepción del sistema de partidos está sobre la base de aquella que
se confiere a los partidos más importantes en cuanto a votación y a su dominio de la
política en general, como estrategia de control de lo estatal.
Empero sí hay que reconocer que frecuentemente la prensa, a través de operadores
de distinto tipo —analistas políticos, periodistas u otros articulistas—, coincide en señalar
que la democracia es un valor por conservar y que pese a todo lo malo expresado por el
accionar de los partidos políticos, la democracia boliviana funciona y es dable corregir
progresivamente sus imperfecciones, por ejemplo, a través de mecanismos de apertura y
participación de otras instancias, paralelas a la estructura de partidos, que pluralicen el
acceso a la conducción del aparato estatal, tal el caso de las reformas que se postulan para
la Constitución Política del Estado:
“La democracia, con todas las imperfecciones que tiene, es uno de los
sistemas de gobierno que garantiza las libertades del hombre y hace respetar
sus derechos ante cualquier intento despótico de los poderes del Estado” (7).
“Hoy, a pesar de todos los problemas internos y externos, la democracia
funciona y con desafíos importantes en la nueva década, uno de los cuales es
saber si la democracia puede conjugar a la vez ‘demos’ con el ‘ethnos’” (44).
“De no asumir medidas y urgentes para cambiar sus estructuras internas y
recuperar la confianza de la ciudadanía, el autoritarismo militar y el
corporativismo sindical ponen en riesgo y cuestionan la democracia
representativa” (48).
“Las reformas establecen que esta atribución se extenderá a las
agrupaciones ciudadanas, es decir que no será más una facultad exclusiva de
los partidos políticos” (32).
El sistema de partidos también es percibido en su situación de crisis, sobre
todo por el distanciamiento que éste tiene con gran parte de los sectores de la
221
sociedad, cuyas expresiones más visibles se muestran en las recurrentes protestas
sociales que desde hace más de dos años se han agudizado, llegando a poner en
peligro —como en febrero y octubre de 2003— el mismo régimen democrático.
Entonces, el sistema de partidos es concebido alejado de la misma base que
debiera sustentarlo bajo la premisa de representación del pueblo.
3.2. Las elecciones: la formalidad vs. el contenido democrático
Los procesos electorales como el recién pasado de 2002 abren un espacio para que,
en particular, los medios puedan valorar el escenario político, sus actores y sus estrategias.
Desde que Jorge Quiroga, ex Presidente de la República, lanzara la convocatoria
para las elecciones generales de 2002, la lectura interpretativa de los medios no se dejó
esperar. Así, entre las expresiones más destacables cuenta la de caracterizar a las ya
tradicionales fuerzas políticas, seguras protagonistas del proceso electoral, pero, del
mismo modo, la de definir las predisposiciones, las actitudes y las opiniones de la
población con respecto al proceso electoral y a sus actores.
Múltiples factores, entre los que destacan las crisis internas que viven los partidos,
su poca intención de democratización, la falta de credibilidad de la población, la grave
crisis del país, la imagen negativa alimentada por los actos de corrupción, por ejemplo, se
convierten en parámetros reconocidos por los propios actores políticos y por otros sectores
como amenazas al proceso electoral y a la distribución de votos para cada partido. Incluso
la presencia de los partidos políticos como principales operadores del sistema político es
vista como una causa relevante de muchos males en el país:
“El privilegio omnímodo de los partidos políticos para administrar el país, es
el fenómeno más negativo que ocasiona otros males que se propagan como
efectos multiplicadores en todos los niveles y sectores de la sociedad.
222
En toda competencia, la gente aplaude y vota por el mejor, sólo aquí, en las
elecciones generales, estamos obligados a votar no por el mejor sino por el
menos malo de los malos” (3).
“Dirigentes de seis de las 18 organizaciones políticas, que anunciaron su
participación en las elecciones del próximo 30 de junio, reconocieron que la
desconfianza de la gente en la clase política y la crisis económica son dos de
las principales causas para que se postergara el inicio de la campaña, a
pesar de que con la convocatoria a los comicios, el pasado 1º de enero, se
inició el año electoral” (5).
Las propuestas electorales de los partidos en las elecciones se convierten en otra
temática abordada por los medios. Tildadas como “aburridas”, “repetitivas” y
“neoliberales”, las propuestas programáticas de los principales partidos no fueron acogidas
positivamente por la prensa. La posición de juzgarlas negativamente se suma a una serie de
factores que completan la mala imagen de los partidos como entidades más bien
prebendalistas y oportunistas antes que, idealmente, como organizaciones con propuestas
de acción claras y definidas para salvar la situación de crisis del país:
“El sabor a poco y la insatisfacción que 17 años de libre mercado dejaron en
la mayoría de la población no sólo motivaron el surgimiento de nuevas fuerzas
políticas, sino que parecen haber obligado a varios de los partidos a salpicar
de rojo sus banderas y sus propuestas que ahora presentan a los bolivianos
con miras a las elecciones de junio” (16).
“Repetitivos y aburridos aparecieron los candidatos, supuestamente con
mayores posibilidades de acceder al gobierno, Jaime Paz, Gonzalo Sánchez de
Lozada y Manfred Reyes Villa, en foro patrocinado por la Asociación de
Periodistas de La Paz” (26).
223
“Los partidos políticos se encaminan a las elecciones generales en medio de
una devaluación de las viejas ideologías que terminaron también con las ideas
que les dieron razón de ser.
Sólo existe en ellos un fuerte instinto pragmático para alcanzar el poder, son
unas máquinas diseñadas para capturar el poder político y estatal” (6).
Cerca de esa opinión entra también en cuestionamiento el mismo proceso electoral
como un acto que no llega a expresar la voluntad popular una vez que las decisiones se
trasladan al parlamento. Se pone en entredicho la convocatoria al voto por quienes nada de
positivo harían por el país:
“Al transferir la voluntad popular al Congreso y al otorgarle al Parlamento
la atribución de elegir al Presidente, la decisión social ha sido sometida a
mediaciones legislativas que terminaron desvirtuando el sentido del voto
otorgado.
El ganador es una construcción parlamentaria, el Presidente es una invención
congresal. ¿Qué es entonces el Presidente elegido en el Congreso? Una
metafísica electoral. La decisión popular ha terminado discriminándose” (28).
3.3. Crisis política y partidos políticos en crisis
El eje temático más fuerte es sin duda alguna el de la crisis de los partidos
políticos, constituido asimismo por varios subtemas referidos a las luchas internas, a la
falta de mecanismos de participación y democratización en los partidos, al descrédito de la
población, a los comportamientos y valores de sus principales líderes y al bajo perfil de
acciones en favor del país.
Títulos como los siguientes: “Los partidos políticos enfrentan el gran desafío de
sobrevivir” (48); “La crisis que afecta a los partidos políticos tiene dimensión global”
(49); “Todos los partidos” (50); “Casi todos tienen problemas internos y disputas por el
control de las Jefaturas. La crisis llega a los partidos, pocos admiten esa realidad” (51);
224
“Partidos: Sin consenso político y social no saldremos de la crisis” (54); y “Los partidos
y su vida interna” (59), constituyen muestra de que las lecturas apuntan a señalar los
procesos de descomposición de las estructuras político-partidarias y sus consiguientes
repercusiones para el sistema político:
“Los partidos políticos atraviesan por una crisis similar a la que afronta el
país y sus principales instituciones” (51).
“Los últimos sucesos han develado la magnitud de la crisis que corroe al
sistema político boliviano.
En este sentido, todos los partidos que tienen alguna vigencia o representación
parlamentaria han mostrado, de una u otra manera, su miseria” (4).
“Hoy más que nunca los partidos políticos se enfrentan ante el gran desafío de
sobrevivir y permanecer como los representantes de la sociedad civil ante el
Estado. De no asumir medidas urgentes para cambiar sus estructuras internas
y recuperar la confianza de la ciudadanía, el autoritarismo militar y el
corporativismo sindical ponen en riesgo y cuestionan la democracia
representativa” (48).
La prensa no sólo que transmite la preocupación por la escasa práctica democrática
al interior de los partidos sino que, al mismo tiempo, asimila este deterioro con un grave
ahondamiento de la falta de credibilidad del mismo sistema democrático por parte de los
ciudadanos.
El mismo reconocimiento desde los analistas políticos, los dirigentes de los
distintos partidos, organizaciones de la sociedad civil, entre otros, se ve plasmado en lo que
los medios escritos transmiten como dos desafíos que deberán emprender las
organizaciones políticas: el primero de democratización interna, dejando de lado las
prácticas caudillistas y cediendo el paso a una participación plena de los distintos
225
estamentos partidarios y, el segundo, referido a la transparencia y honestidad de sus
principales dirigentes, apartando el estigma de la corrupción de la práctica política.
Ya Jorge Lazarte en el artículo “El fin del sistema de partidos” (8) analiza la crisis
de los partidos a través de lo que en verdad ocurrió con una especie de ruptura del esquema
de los partidos tradicionales, habituales clientes en el ejercicio del poder político, por la
inserción de nuevas opciones políticas —los “asistémicos”— cuestión que para el 2002,
según lo declarado por el autor, podría poner en peligro la estabilidad política como fuente
del funcionamiento democrático.
Desde otro punto de vista, H.C.F. Mancilla (59) expone que a pesar de las nuevas
normas para la democratización de los partidos políticos, siguen las viejas prácticas
prebendalistas y nepotistas, poco democráticas y que preservan los privilegios de unos
pocos:
“Las viejas prácticas prebendalistas y nepotistas se han adecuado bien a los
estatutos modernos. Los mismos jefes de antes, de mentalidad tradicional,
manejan a sus adherentes mediante los últimos adelantos de la tecnología,
pero para preservar sus privilegios”.
Poco confiado y poco crédulo se muestra este analista a través de su escrito de prensa
en lo que son las nuevas normas para asegurar un nuevo perfil del sistema político y de los
partidos. Es más, agrega en su cuestionamiento, la escasa renovación de las élites partidistas
y la pobre función que han ejercido en pro de legitimar la democracia.
3.4. El comportamiento y las prácticas tradicionales
La crisis de los partidos políticos es causa y efecto, a la vez, de prácticas y
comportamientos irregulares, ilegales en algunos casos y poco transparentes y
democráticos, que han sido foco de atención de los medios, en especial de aquellos hechos
ligados con actos de corrupción.
226
Como principales caracterizaciones de lo que son las prácticas y valores asumidos
para su accionar cuentan calificativos como:
“prebendalistas”, “corruptas”, “carencia programática”, “caudillistas”,
“caciquistas”, “nepotistas”, “pragmáticas”, “aristocráticas”, “elitistas”,
“incapaces”, “oligárquicas”, “plutocráticas”, “mezquinas”, “ilegales”,
“descaradas”.
Este conjunto de términos representa un repertorio lingüístico que se transforma en
usual para hacer referencia a los partidos y sus actos.
No libres de ello, los llamados partidos “asistémicos” —como CONDEPA, UCS,
MIP, MAS— también pasan a ser sometidos y medidos con las mismas categorías.
Una de las principales vitrinas del comportamiento partidario la conforman los
líderes políticos y sus formas y estilos de manejo de las estructuras partidarias:
“La fuente de su poder son ellos mismos y las organizaciones políticas que
han creado o alquilado están hechas a su imagen y semejanza; cualquier
disenso es sancionado drásticamente porque el líder y sus entornos más
inmediatos —familiares o de amigos— son los propietarios de la
organización.
Asimismo, sus planteamientos carecen de consistencia programática, lo que
no se transforma en una limitación sino en un factor más de fuerza, porque
de esa manera se resalta, nuevamente, la figura del líder y su capacidad
para ejercer el poder, por el momento, en la organización y, mañana, en el
Estado” (11).
Próximos a este tipo de evaluaciones también están los partidos que como Nueva
Fuerza Republicana (NFR) se incorporan recientemente al esquema político:
227
“Desde otra perspectiva, estas denuncias dan cuenta, por un lado, de una
mentalidad autoritaria para la cual todo vale cuando se trata de mantener
vigencia, y, por el otro, de que en el Jefe de NFR predomina la tradición de
concebir la política como el campo de la impunidad y la mentira, pese a una
retórica presuntamente democrática y moderna” (41).
La cita hace mención a las declaraciones del líder de la NFR, Manfred Reyes Villa,
en el exterior del país poniendo en entredicho la transparencia del proceso electoral de 2002,
todavía sin asumir la derrota de su partido.
O aquella otra que pone de manifiesto las pugnas internas en el partido de Reyes
Villa ante la actitud suya de desconocer a la dirigencia interna de su partido:
“Sectores eneferistas denuncian que se pretende desconocer el proceso
democrático para volver al caudillismo, caciquismo y a los nombramientos a
dedo en los mandos departamentales y nacionales.
Con alto tono de indignación algunos dirigentes de NFR se comunicaron con
OPINION para señalar que no piensan renunciar, como se los pidió Reyes
Villa, porque en su criterio ellos fueron elegidos democráticamente por la
militancia y no pueden ser removidos o alejados de sus funciones sólo
porque al ‘jefe se le ocurre’” (43).
En el mismo rango, pero menos explícitamente, la prensa se refiere a procesos como
los de Acción Democrática Nacionalista:
“Jorge Quiroga consiguió todo lo que quería. En dos días de asamblea
nacional, los adenistas modificaron el estatuto, lo nombraron jefe
indiscutible y eligieron a los tres subjefes nacionales. Los cambios no fueron
tan fáciles como aparentan. La cúpula del partido tuvo que negociar
intensamente con Ronald Mac Lean y Freddy Terrazas para que retiraran
sus candidaturas a las subjefaturas" (12).
228
La naturaleza antidemocrática de las acciones y de la misma estructura de los
partidos políticos es descrita en distintos grados por la prensa:
“Los gobernantes provienen de la misma clase, tienen los mismos hábitos y
costumbres, aspiran a lo mismo: poder, dinero y prestigio. A despecho de las
consignas que repiten mecánicamente se han convertido en una clase social
parasitaria. La indignación colectiva que estos días ha conmovido la
conciencia nacional y ha puesto en evidencia la inmensa debilidad del
Estado, ha sido y sigue siendo contra la clase política” (47).
“En segundo lugar, existen partidos que giran alrededor de una sola
persona (NFR y UCS), del líder indiscutible que en términos bastante
prosaicos es el que tiene más plata y puede darse el lujo de constituir una
estructura político-partidaria a su imagen y semejanza.
En tercer lugar, aparecen los denominados partidos nuevos (MAS y MIP)
que combinan las deficiencias de los partidos oligarquizados y de los que se
establecen alrededor de un solo individuo. A falta de estructuras familiares,
existen redes sindicales que han lucrado durante muchísimo tiempo con las
demandas de sus asociados” (50).
Las contundentes expresiones traducen la interpretación periodística de los partidos
más como propiedad y dominio de ciertas personas —líderes o jefes— que como
organizaciones con reglas y normas de trabajo, promoción y liderazgo sobre la base de
determinados principios y visiones ideológicas.
3.5. Las exclusiones y las aperturas
En el tema de las exclusiones y las aperturas tanto de los partidos políticos como
del mismo sistema, cuentan especialmente tres grupos identificados con las mujeres, los
indígenas y campesinos y los jóvenes. No obstante, a partir de las reglamentaciones de la
cuota de participación de mujeres en un 30% y de la irrupción de indígenas y campesinos
229
como candidatos al parlamento, la prensa ha puesto más énfasis en ellos que en el tercer
grupo propiamente.
Así, el tema de la cuota del 30% es percibido como un compromiso incumplido por
los partidos políticos, que expresa la falta de seriedad para ceder y comprometer la
participación de las mujeres en cargos dirigenciales en las estructuras partidarias.
“‘Nunca tan acertado el adagio popular hecha la ley, hecha la trampa’,
afirma la parlamentaria, para agregar que aún desde poderes de decisión,
las mujeres no han podido cambiar el sistema político y las estructuras de
poder ‘absolutamente marginantes, cerradas y patriarcales’” (14).
“El discurso de los políticos de incorporar al menos un 30% de mujeres en
sus listas de candidatos titulares a senaturías y diputaciones, y guardando
equidad en la franja de seguridad, quedará en promesas también en las
elecciones generales de junio” (15).
Esto mismo lleva a caracterizar al sistema político, desde una visión de género y
equidad, como un sistema patriarcal y machista que obstruye la participación femenina así
como excluye la participación de otros sectores.
Del mismo modo, la participación de sectores como el indígena y campesino en la
composición parlamentaria 2002 fue asumida por la prensa como singular e histórica en
vista de que las sesiones en el parlamento expresaron por vez primera la realidad
pluricultural de Bolivia. No deja, sin embargo, de ser tomada también como anecdótica, por
la presencia de diputados vestidos con atuendos tradicionales y expresándose en su idioma
materno:
“La diversidad cultural también fue novedad en la Cámara. El indígena
chiquitano José Bailaba, del MAS, fue uno de los que más llamó la atención
en el Parlamento. Llegó vestido con un tejido guaraní Xibuxi y en su espalda
tenía cruzada un arco con flecha. Además en su primera intervención en la
230
Cámara se expresó en dialecto bestexo, que se habla en la chiquitanía
cruceña” (33).
“El sombrero blanco de lana de oveja y la chaqueta multicolor del
qaqachaca Rosendo Copa (MAS) opacó por un momento ayer el traje de
origen occidental de Guillermo Justiniano (MNR), pero terminó de
materializar la dilatada literatura sociopolítica sobre lo pluri-multi” (29).
Sin embargo, este hecho tampoco deja de lado la percepción de que el poder es sólo
privilegio para ciertos grupos —clase media alta— mientras que para otros es —o fue— un
ejercicio totalmente negado:
“En nuestro medio los que toman la mayor parte del producto nacional,
dejando a sectores amplios de la población sin medios ni alternativas son los
grupos que ascienden al poder, dichos grupos, con rótulo de izquierda o
derecha, provienen del mismo estamento social, la clase media alta. Los
campesinos, los obreros ni los artesanos han tomado el poder en los ciento
setenta y seis años de la República” (47).
“No sólo eso. La precoz democracia boliviana, por primera vez en 177 años
de República, puso frente a frente a las dos Bolivias: los desposeídos del
poder económico y los poseídos del liberalismo.
Pero esta vez también llegaron al Congreso los Copas, los Aucas, los
Quispes, los Jankos, los Bailabas, quienes sin tener poder económico ahora
tendrán poder político; y quienes confrontarán sus discursos de desposeídos
económicos con los poseídos por el liberalismo, que mantuvieron a capa y
espada un rígido ajuste económico durante los últimos 15 años” (29).
3.6. La devaluada credibilidad
La escasa y hasta nula credibilidad ciudadana en los partidos políticos como lo
demuestran también las encuestas periódicas realizadas desde distintos frentes (ver punto
231
VI), son transmitidas también en la prensa como parte de los acontecimientos diarios de los
movimientos sociales que manifiestan su protesta en contra del sector político.
Un tema relevante en torno a este eje es el que tiene que ver con la confianza en la
capacidad de los partidos políticos para resolver los problemas del país:
“Ya no se precisa de una consulta pública para demostrar que la credibilidad
de los partidos políticos está en uno de sus puntos más bajos desde la
recuperación democrática de 1982” (4).
Resultado de ello es que los ciudadanos se niegan a reconocerse en algún partido en
particular, aunque de hecho muchos pertenezcan a alguna organización política. El rechazo
funciona como un eje articulador en donde distintos sectores unen sus percepciones y
posiciones para descalificar a los actores del sistema político:
“Empresarios, trabajadores, profesionales, estudiantes, no están conformes
con la conducta de los activistas, con los sueldos que se asignan cuando
toman el poder, con la irresponsabilidad con que manejan las principales
instituciones, con los conciliábulos, con la corrupción multiforme. Que
ningún partido presuma que los movimientos sociales han sido a su favor o
por efecto de sus ideas y organización. Ninguno de ellos puede formular un
proyecto completo, profundo, transformador” (47).
Esta convergencia parece estar ligada no sólo a la certidumbre de que todos los
partidos “son la misma cosa” sino también a la de que el ingreso a la política tiene que ver
con afanes lucrativos, prebendales, de corrupción y enriquecimiento ilícito. Esta es pues, al
menos, la percepción sobre los que ya hacen política:
“Conclusión: la élite política boliviana es millonaria, en el sentido extenso y
plural de la palabra.
Porque gran parte de esta fortuna política está, sin duda, vinculada a la
forma de corrupción más abundante en el país: el enriquecimiento ilícito.
232
Sin embargo, aún en estos casos el poder es útil para perpetuar, conservar o
incrementar el patrimonio” (17).
El creciente descrédito y desconfianza de las instituciones democráticas, halla, sin
duda, a los partidos políticos en primer lugar teniendo como otro de los importantes
referentes el fuerte contraste entre los sueldos o dietas que perciben los parlamentarios y los
sueldos de los sectores mayoritarios del país.
El tema de las dietas y las maniobras de los parlamentarios para mejorarlas ha sido
colocado en primer orden por la prensa que no sólo a través de noticias sino también de
comentarios ha calificado las medidas como arbitrarias e innobles. En el particular caso de
las sesiones secretas para aprobar las dietas vitalicias, la prensa muestra la indignación
popular y, al mismo tiempo, juzga la labor parlamentaria. Los titulares de algunas notas
refieren el hecho:
“Cochabamba se movilizó contra la política canallesca”
“La renta vitalicia desata la furia del pueblo contra los políticos”
“El Congreso juega con fuego”
Mientras otros emiten juicios de valor al señalar:
“Un letrero sintetizaba la consigna: ‘Pueblo, debemos unirnos para sacar a
estos maleantes’” (21)
“Por la gravedad del caso, PULSO reclama editorialmente que la totalidad
de la referida sesión del Senado sea puesta en conocimiento público, esa
sesión, precisamente, en la que, a falta de aprobarse en el Congreso, con el
Senado incluido, la ley de reforma constitucional que tanto se demanda, la
decisión del cónclave senatorial fue la de ocuparse de un tema de su interés
particular, mañosamente manejado, con ocultamiento, con malas artes, en
suma, porque, enfatizándolo, un motivo noble como podría ser el de premiar
233
o retribuir a ciudadanos ilustres por su servicio a la patria mediante el más
amplio y abierto tratamiento legislativo, al contrario, se convierte en una
sesión de especie clandestina, acorde más bien con lo que pecaminosamente
se ha de ocultar” (22).
“En el marco de la crisis económica tan dura que afecta al país, el dinero que
toman los políticos por concepto de sobresueldos y subvenciones a sus
partidos, es no sólo un saqueo indignante, sino una ofensa al sentido crítico
de la gente” (55).
En el tiempo del análisis, otro hecho que desata una ola opinativa en contra de los
partidos políticos es el de los gastos reservados que se fusionan al de las subvenciones
estatales a las actividades de los partidos políticos. El cuestionamiento habla de que
además de destinar fondos públicos para los gastos partidarios, según lo dispone la Ley
Electoral, las organizaciones políticas prolongan el despilfarro de los recursos de los
bolivianos a través de “echar mano” a los gastos reservados que supuestamente
favorecieron las campañas políticas de algunos partidos en función de gobierno:
“Los gastos reservados asignados al Ministerio de Gobierno, según denuncia
pública, sirvieron para financiar las actividades de ADN, el MIR y el PDC,
los dos primeros cogobernantes. Sólo en junio de 2001 recibieron
presuntamente 264 mil bolivianos de los fondos públicos” (34).
“…se divulgó por fuente responsable la grave sindicación de que ADN, el
MIR y PDC, recibieron ‘aportes’ de dinero de los fondos reservados del
Ministerio de Gobierno durante la pasada gestión y no sólo eso, sino que
‘operativos de prensa’ no especificados, compartieron igualmente el ilícito
beneficio, extremo que trajo a cuento el tema nunca esclarecido de las
asignación de millonarias sumas a ciertos estancos del andamiaje fiscal y su
misterioso empleo” (35).
234
“La subvención estatal a los partidos políticos está lejos de ser eliminada y la
posibilidad de que se reduzca en un buen porcentaje, encuentra algún eco
entre los partidos políticos. Sin embargo se tiene que recorrer mucho trecho
para que se llegue a un acuerdo en el Parlamento que le permita un margen
de ahorro al Tesoro General de la Nación (TGN)” (57).
3.7. Fracturas de la imagen pública de los partidos políticos
Como corolario de las percepciones construidas y transmitidas en torno al
comportamiento de los partidos políticos, las crisis internas y la devaluada credibilidad en
ellos, se tiene que la imagen proyectada desde y a través de la prensa es totalmente
negativa.
Asociadas con prebendalismo, nepotismo o autoritarismo, con corrupción o
enriquecimiento ilícito, con desfachatez y descaro frente a la crisis del país, con abuso de
poder y desmedro del beneficio público, las percepciones de los partidos políticos tienen
un campo semántico negativo, crítico y descalificador en el lenguaje mediático.
“El poder, en sí mismo es cruel, violento e inmoral. Actualmente no hay
partido capaz de operar transformaciones profundas y sacar al país de la
crisis general en que se debate. No es suficiente estar en la oposición para ser
mejor ni ser pobre para ser revolucionario” (49).
“Como en épocas pretéritas, en las que los grupos dominantes ganaban más
dinero mientras la situación del pueblo era peor, actualmente los políticos
incrementan sus ingresos, unas veces legales, y otras dudosos e ilegales sin
considerar la miseria que afecta a millones de seres humanos. El sesenta por
ciento de la población recibe ingresos anuales menores a quinientos dólares,
es decir, más o menos cuarenta dólares por mes, un dólar con treinta
centavos cada día” (55).
235
“Los partidos políticos han defraudado a la gente y han ocasionado, con su
lectura equivocada de las señales de cambio que ha enviado la sociedad, un
mayor grado de incertidumbre y enojo que puede desembocar en convulsión
social” (58).
3.8. Proyecciones
La valoración de la prensa no sólo concierne al presente —conductas, líderes,
sucesos— sino también a prospectivas que trazan el probable curso de los acontecimientos
a partir de los datos actuales —modificados o no. Así, las lecturas que prevén lo venidero
se relacionan más a la profundización de las crisis de los partidos políticos —tradicionales
y asistémicos— en caso de que estos no asuman radicales transformaciones que amplíen la
base de la participación interna y, asimismo, aseguren las bases de una participación de los
diferentes actores en los procesos decisionales del país. La repercusión alcanza al mismo
sistema democrático y a las consecuencias manifestadas en los ya frecuentes conflictos
sociales con estallidos de violencia.
El MAS de Evo Morales se convierte en uno de los vértices de atención para lo que
vendrá en materia política en el país:
“Es probable que, contra lo que se cree, Evo Morales necesite tanto como
Sánchez de Lozada encontrar una salida pacífica al conflicto del Chapare. El
primero para ser oposición y el segundo, para ser gobierno.
La consolidación del bloque parlamentario del MAS, el liderazgo de Evo
Morales y la proyección del partido hacia el 2004 y el 2007 son incompatibles
con el discurso radical cocalero sindical y su tradicional ritmo de
movilizaciones. Con consignas como el libre cultivo de la coca o con bloqueos
cada medio año, es impensable que el partido de Evo repita su 20.84 por
ciento de votación.
236
La superación del ‘enclaustramiento’ cocalero en que ha vivido el MAS es un
requisito indispensable para la supervivencia de una opción política
alternativa a la actual: la única en verdad diferente” (37).
Al contrario, los tradicionales partidos, aglutinados más bien en una suerte de
filosofía neoliberal, son asumidos como los probables perdedores de los futuros procesos
electorales, habida cuenta de las cifras que muestran esta declinación:
“La crisis se expresa también en las cantidades mermadas de la votación
liberal. Estas cantidades se convierten en lo que podríamos llamar los índices
de la decadencia de los partidos neoliberales.
El agotamiento del ciclo neoliberal se expresa ahora cuantitativamente” (28).
Asimismo, la proyección vale para los procesos de democratización interna de
estos partidos:
“Dichas organizaciones en realidad ya no expresan a una militancia
representativa de la diversidad social de nuestro país. Se han convertido en
estructuras políticas donde los que tienen más dinero acceden, casi por
definición, a los cargos más altos de la dirección partidaria y, obviamente,
tienen mayores posibilidades de recalar en el Parlamento Nacional como
Diputados o Senadores, y optar a los puestos más importantes en la estructura
del Poder Ejecutivo y judicial.
En consecuencia, es muy difícil que dichos partidos emprendan genuinos
procesos de democratización interna, pues, esto es lo que menos conviene a los
grupos que han capturado el partido para promover sus mezquinos intereses
particulares” (50).
237
4. Conclusión
La prensa boliviana en cuanto a su percepción —informativa y opinativa— de los
partidos políticos en el país, sus actores y sus acciones, es preponderantemente crítica a
partir de transmitir los efectos y causas negativos que conciernen al actuar de estos sujetos
colectivos.
Las proyecciones de la imagen de los partidos políticos ejercen un efecto que va
desde los medios a los ciudadanos-receptores y se nutren, a la vez, de ellos para conformar
un imaginario negativo, crítico y descalificador en torno a las organizaciones políticas.
Las prácticas nepotistas, corruptas, tradicionales y escasamente democráticas de los
partidos, tienen en la percepción mediática un eco amplificador que retorna a y alimenta las
percepciones ciudadanas en contra de la legitimación y la representación de esos partidos
políticos.
238
VIII. Análisis de posicionalidad de los partidos políticos
1. Mapas de posicionalidad de acuerdo a la relación liderazgo-cambio
El primer tipo de mapa de posicionalidad establece una relación entre un eje de
fortaleza-debilidad del liderazgo del candidato ante los ciudadanos en un proceso de
campaña electoral; y otro eje de cambio radical-cambio moderado de la oferta programática
del partido/candidato en situación electoral.117
El análisis se realizará para cada una de las elecciones generales en el período de
continuidad democrática a partir de 1985, incluyendo a todos los partidos que participan en
el proceso electoral, para establecer un análisis comparativo entre los mismos. Este tipo de
mapa es utilizado en el diseño de estrategias de marketing político para ubicar la
posicionalidad de un candidato con relación a los adversarios y así fortalecer su liderazgo
ante los electores.
117 Pereira, Ricardo. Curso de Marketing Político de la Especialidad en Gerencia Política del MpD-UCB, Gestión 2.000.
239
Liderazgo Fuerte
Cambio Radical Cambio Moderado
Liderazgo Débil
MNR
MIR
ACP
PORFPU
PDC
FNP
ADN
MNRI-1
PS1
Elecciones Generales 1985
ARENA
MRTK
MRTKL
MNRI
FSBIU
MNRVAUR
En las elecciones generales de 1985, en primer lugar se tiene la presencia de 18
partidos políticos y solamente 3 de ellos (ADN, MNR y MIR) alcanzaron más del 5% de
los votos con 28,5, 26,4 y 8,8% respectivamente, es decir que casi todos los casos presentan
liderazgo muy debilitado.
La mayoría de los partidos se concentran en el cuadrante de liderazgo débil con
propuestas de cambio moderado y solamente el MNR se ubica en el cuadrante de liderazgo
fuerte con cambio radical, tomando en cuenta que para controlar la crisis económica
hiperinflacionaria presenta una propuesta más radical, que implica el cambio del modelo
económico y de Estado con el neoliberalismo. En el cuadrante de liderazgo fuerte y cambio
moderado se encuentra ADN que ganó las elecciones y el MIR que se presentó por primera
vez de manera independiente.
240
En términos generales, se encuentra un sistema de partidos débil, donde la presencia
de 15 de 18 partidos por debajo del nivel de liderazgo medio muestran que no existía un
vínculo de representación consistente con la comunidad política. A pesar de ello, se puede
resaltar la presencia de partidos en los cuatro cuadrantes, lo que le da al elector mayores
alternativas en el momento de la decisión del voto.
Liderazgo Fuerte
Cambio Radical Cambio Moderado
Liderazgo Débil
MNR
MIR
FULKA PS-1FSB
IU
CONDEPA
MRTKL
ADN
MIN
Elecciones Generales 1989
En las elecciones de 1989 las tendencias empiezan a modificarse y los tres partidos
más grandes del sistema comparten el mismo cuadrante. El MNR, el MIR y la ADN se
mantienen con un liderazgo fuerte y CONDEPA empieza a proyectar el liderazgo de Carlos
Palenque de manera acelerada.
241
Los demás partidos del sistema se distribuyen en los cuadrantes de liderazgo débil,
aún los que presentaron propuestas de cambio radical, como es el caso extremo de FULKA.
Partidos con liderazgo fuerte y una propuesta de cambio radical desaparecen. A partir de
ese momento, con leves diferencias, los tres partidos mencionados comparten una visión de
país centrada en un modelo político de democracia representativa con un modelo
económico de libre mercado.
Liderazgo Fuerte
Cambio Radical Cambio Moderado
Liderazgo Débil
MNR-MRTKL
MBL
MKN
IUASD
ARBOL
CONDEPA
EJE
AP
FSB
UCS
Elecciones Generales 1993
INDEPENDIENTES
MFD
VR-9
En el caso de 1993 se puede percibir el fortalecimiento del liderazgo de los dos
partidos considerados entonces como populistas: UCS y CONDEPA, que empiezan a
constituirse en adversarios importantes de los “tres grandes” del sistema.
Ambos partidos amplían la base de participación política de sectores que se
encontraban fuera del margen de influencia del MNR, el MIR y la ADN —los cholo-
242
mestizos, gremiales, informales del mundo urbano—, que no tuvieron la capacidad de
canalizar sus demandas e incorporarlos al sistema. Si bien la participación política no
excluía institucionalmente a estos sectores, el pluralismo político de los partidos no tenía
relación con la pluralidad cultural de la sociedad boliviana. El MNR, el MIR y la ADN eran
partidos poco representativos del sincretismo cultural del cholo en las ciudades.
A excepción del MBL y de IU que proyectan liderazgos menos débiles, el resto de
partidos se encuentran con muy poco apoyo popular. A partir de esta elección y hasta 1997
se puede percibir que el sistema de partidos se divide claramente en un grupo de cinco
partidos con liderazgo fuerte y el resto de una decena o más de partidos pequeños sin
posibilidad aún de llegar al umbral del 3%.
Liderazgo Fuerte
Cambio Radical Cambio Moderado
Liderazgo Débil
MNR
MIR
PDBVSB
CONDEPA
IU
ADN
MBL
UCS
Elecciones Generales 1997
EJE
243
Para las elecciones generales de 1997 se puede percibir una polarización en el
sistema de partidos políticos, los cinco grandes resistentes al cambio con liderazgos fuertes
y los pequeños partidos abiertos al cambio pero con liderazgos débiles. Más allá del menor
número de partidos que participan en la elección, esta elección resalta una reducción de
alternativas para los electores entre, por un lado, cinco partidos con leves diferencias entre
sus visiones de país y sus programas, y por otro, varios partidos pequeños y débiles con una
propuesta de cambio radical pero sin apoyo ciudadano.
Liderazgo Fuerte
Cambio Radical Cambio Moderado
Liderazgo Débil
MNR
MIR
NFR
PS
LYJ MCC
CONDEPA
MAS
ADN
MIP UCS
Elecciones Generales 2002
Las elecciones nacionales de 2002 presentan diversos cambios fundamentales, por
una parte la aparición de nuevos partidos políticos que promueven el cambio radical y que
se constituyen en liderazgos fuertes como es el caso del MAS y de la NFR.
244
Por otra parte se puede percibir cómo se va debilitando el liderazgo en tres de los
cinco antiguos grandes partidos: ADN, UCS y CONDEPA. Es interesante observar que la
mayoría de los partidos que participan del proceso electoral tienden a concentrarse
alrededor del cambio. En la mayoría de los casos la propuesta tiene que ver con la
incorporación de la asamblea constituyente, la reversión de la capitalización y el
fortalecimiento del Estado.
Los resultados de estas elecciones presentan cambios radicales a las tendencias de
veinte años, de un sistema de partidos que no lograba articular la diversidad nacional y
nunca llegó a tener capacidad hegemónica.
2. Mapas de posicionalidad ideológica
El trabajo de Moira Zuazo (2003) mencionado en la parte III, punto 3, acerca de la
ideología de los partidos políticos, permite ahora construir los siguientes mapas por partido
en un análisis temporal que muestra el tránsito de posicionalidades de cada uno de ellos de
la siguiente manera:
245
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
1989
Posicionalidad ideológica del MNR
1985
1993
1997
2002
1982
El primer mapa aplicado al MNR muestra que este partido transitó por tres de los
cuatro cuadrantes: en 1982 y después de una alianza con la dictadura de Banzer en 1971 se
ubica en el cuadrante de derecha señorial, cuadrante en el que asciende de posición con la
implementación de la Nueva Política Económica en 1985.
Posteriormente, en 1989 y debido a su función de oposición, el MNR se ubica en el
cuadrante de derecha popular para luego pasar al de la izquierda popular durante la primera
gestión de gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, con un programa de gobierno y la
implementación de políticas públicas de corte social como la participación popular, la
reforma educativa, el seguro de vejez, el seguro materno-infantil, el Bonosol, etc.
246
Para 1997 y después de la capitalización, el MNR vuelve al cuadrante de la derecha
señorial y se mantiene en el mismo en la gestión 2002-2003 con el mantenimiento del
modelo y la resistencia al cambio.
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
1985
1989
1997
1993
1982
2002
Posicionalidad ideológica del MIR
El MIR inicia el período democrático desde la izquierda popular como un partido
que surge de la socialdemocracia, en defensa de los valores democráticos y los derechos
sociales y económicos del pueblo. Pasa a la derecha popular durante el gobierno de Víctor
Paz Estenssoro con una gestión parlamentaria que apoyo al MNR para la formación del
gobierno y que no cuestionó el cambio de modelo económico y de Estado. Más adelante y
247
en su propia gestión gubernamental transita a la derecha señorial al haber conformado una
coalición con su adversario político y ex dictador Hugo Banzer Suárez y su partido ADN.
Durante el gobierno MNR-MRTKL retorna a la derecha popular desde la oposición
para posteriormente volver y mantenerse hasta hoy en la derecha señorial, ya que no
cuestiona el modelo dominante desde 1985, y a pesar de infructuosos intentos de mostrar
una imagen de centro izquierda en la campaña electoral 2002 se mantiene en este
cuadrante. El nuevo tránsito del MIR al cuadrante de derecha señorial se produce después
de su segunda alianza con ADN y la formación de la megacoalición y posteriormente por
su alianza con el MNR durante el primer año del segundo gobierno de Sánchez de Lozada.
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
1982
Posicionalidad ideológica de ADN
1997
2002
1989
1993
1985
248
El caso de ADN no presenta mayores variaciones y solamente se mueve al interior
del mismo cuadrante en todo el período democrático. A pesar de la heterogeneidad de su
militancia, ADN siempre se encuentra en el cuadrante de derecha señorial y posiblemente
esto se explica en su propia génesis como instrumento democrático de un gobierno
autoritario como fue la dictadura de Hugo Banzer Suárez en los años setenta. El apoyo al
modelo neoliberal y las múltiples afirmaciones de ser ellos los verdaderos autores de la
imposición de las reformas políticas y económicas neoliberales desde 1985, hacen que este
partido se mantenga siempre en dicho cuadrante.
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
PS
MAS
MIP
Posicionalidad ideológica del MAS, del MIP y del PS
249
Debido a que sólo han participado en las elecciones nacionales de 2002 es
imposible analizar el cambio de posicionalidad; el MAS y el MIP se presentan en un solo
cuadrante. Ambos se ubican claramente en el de la izquierda popular por las características
de sus programas de gobierno, su discurso político y el tipo de medidas que respaldan en
este período más de un año de gestión.
El análisis del PS es particular, dado que está representado por un solo diputado
uninominal, por lo que se analiza la posición de la persona y no del partido. Este
corresponde a la izquierda señorial.
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
2002
Posicionalidad ideológica de la NFR
1997
250
En el caso de la NFR sólo se pueden analizar las últimas dos elecciones. En la
primera con su alianza con ADN se ubica en el extremo superior del cuadrante de derecha
señorial y, posteriormente, en el mismo cuadrante pero más cerca de lo popular. La oferta
programática, la estrategia discursiva y las características de la campaña electoral de 2002
permiten ubicar a este partido con claridad en el mencionado cuadrante.
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
Posicionalidad ideológica del MBL
1993
1997
2002
En el MBL se produce un tránsito de la izquierda popular en 1993 con una
propuesta de alto contenido social y de valor sustantivo, hacia la derecha popular en 1997,
para luego ascender hacia el cuadrante de la derecha señorial por su alianza con el MNR en
las elecciones de 2002.
251
SEÑORIAL
IZQUIERDA DERECHA
POPULAR
2002
Posicionalidad ideológica de la UCS
1997
1993
El caso de la UCS refleja solamente un cambio de cuadrante y éste se produce a la
muerte de Max Fernández. Cuando este partido se incorpora al sistema se ubica en la
derecha popular y a partir de la jefatura de Johnny Fernández y con las alianzas con ADN y
el MNR respectivamente, se mantiene en el cuadrante de la derecha señorial.
252
3. Mapas de posicionalidad: estructura interna-liderazgo/propuesta ideológica
Este tercer tipo de mapa se basa en un esquema elaborado por Roberto Laserna
(1981: 230-238) que ha sido aplicado al momento actual por el equipo. Laserna considera
una dimensión de liderazgo y otra referida a la forma de relacionamiento del partido con la
sociedad.
En la primera dimensión el autor toma en cuenta el sistema de liderazgo u
organización interna a partir de dos extremos. El primer extremo corresponde a la forma
personal, en la que el partido es representado y dirigido por un líder, la organización se
concentra alrededor de él y predominan mecanismos de adhesión sentimental e
identificación simbólica entre masa y líder. El otro extremo corresponde a la forma
institucional en la que existen estructuras de mediación entre la cúpula del partido y la
militancia de base y funcionan mecanismos de circulación y renovación de liderazgo.
En la segunda dimensión se toma en cuenta la forma de relacionamiento con la
sociedad y tipifica tres formas de partido: los partidos programáticos que se relacionan con
la sociedad a través de propuestas de acción pública y su militancia está orientada por
conductas racional instrumentales, con una posición comunicacional de recepción y
emisión; los partidos populistas que buscan captar los sentimientos de la masa y
representarlos al interior del sistema político con una militancia circunstancial y clientelar y
una posición comunicacional con predominio de recepción; y por último, los partidos
doctrinarios que definen sus líneas de acción a partir de principios filosóficos y postulados
doctrinarios, los que se definen como “conductores” de los grupos sociales y que tienen una
posición comunicacional con predominio de emisión.
Se trata de analizar el grado de institucionalización del partido respecto a su postura
ideológico-discursiva, en el mapa se concentra todo el sistema de partidos incluido en este
diagnóstico.
253
Programático
Populista
Doctrinario
Personalista Institucionalizado
ADN
MNR
MIR
NFR
MAS
UCS
MIP
PS
Estructura Interna - Liderazgo / Propuesta Ideológica.
CORTO PLAZO
LARGO PLAZO
MBL
El mapa muestra que todos los partidos se concentran en el cuadrante de
personalismo, es decir que todos ellos se encuentran débilmente institucionalizados, siendo
el MNR, el MIR, la ADN y el MBL los únicos que pueden ser considerados partidos
programáticos y han llevado adelante procesos de institucionalización más allá de las
exigencias de la Ley de Partidos Políticos y los plazos de la Corte Nacional Electoral.
Dicho de otro modo, aún con algún grado de institucionalización, las organizaciones
partidarias se articulan alrededor del jefe del partido y cuando éste deja de serlo —caso de
Palenque en CONDEPA, Fernández en UCS y Banzer en ADN— el partido tiende a
debilitarse y fraccionarse al grado de la desaparición.
254
Son organizaciones donde los estatutos, programas y declaraciones de principios
son secundarias en comparación a los vínculos emotivo-afectivos que se establecen con el
líder/caudillo del partido. Esta particularidad se encuentra en directa relación a las
características de la cultura política boliviana altamente emotiva.
Por otra parte, se puede percibir una equitativa distribución entre partidos
doctrinarios y programáticos, en extremos como el MNR y el MAS. El cuadrante de
partidos populistas personalistas corresponde a la NFR y la UCS, aunque si se los analiza
más allá del discurso, en otro tipo de mapas pueden ser ubicados en la derecha señorial y no
en la derecha popular.
255
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
I. La imagen del sistema de partidos
Articulados los resultados conseguidos tanto sobre percepción ciudadana, a través
del trabajo sistemático de las encuestas, como sobre la percepción mediática, con el análisis
de discurso de las elaboraciones informativo-opinativas de los medios de difusión, en
especial la prensa, se obtiene una conclusión inevitable sobre la imagen pública de los
partidos políticos:
El sistema de partidos en Bolivia ha construido, a través de sus comportamientos,
sus valores y prácticas proyectadas públicamente, una imagen negativa y descalificada de
su posición, su funcionamiento y sus resultados en el proceso democrático del país
reiniciado en 1982.
Si se acepta las imbricaciones existentes entre las percepciones
individuales/colectivas de los ciudadanos y aquellas difundidas por la prensa o cualquier
otro medio masivo de información, se tiene una consecuencia lógica y sistémica entre los
“estados, tendencias, corrientes y climas opinativos” de la población y aquellos mismos
parámetros pero establecidos desde los órganos difusivos.
La pérdida de la credibilidad ciudadana en los partidos políticos, el alto grado de
desconfianza acerca de sus resultados positivos para el país, la desvaloración y el
desprestigio de su trabajo, sumados a la devaluada y criticada percepción de su conducta y
acciones, han alimentado la conformación de una “mala imagen” o “imagen negativa” de su
presencia en el escenario democrático boliviano.
Es más, estas percepciones han desembocado incluso en atribuir “todos los males
del país” a la “clase política” y a su correspondiente incapacidad e ineficacia para resolver
los problemas colectivos.
256
Ubicados como un sector que sólo vela por intereses pragmáticos y sectarios, se ha
llegado a admitir la prescindencia de los partidos en el sistema político, habida cuenta
también de que sus acciones se relacionan cada vez más al enriquecimiento ilícito, la
corrupción y la falta de representación de los sectores e intereses sociales.
Llama la atención, sin embargo, que mientras, por un lado, la adhesión ciudadana y,
asimismo, la opinativo-mediática se mantengan relativamente estables y constantes en
cuanto a la democracia como régimen político, por otro, la actitud de desaprobación y
desvalorización de los actores e instituciones que intervienen en este escenario se mantiene
permanente frente a la primera. Es decir que si bien hay un reconocimiento y aceptación de
la formalidad democrática éste coexiste con la recurrente crítica de la conducta y fiabilidad
de sus operadores.
La misma tendencia en cuanto al grado de cuestionamiento (a partir de estas
percepciones) del mismo sistema democrático y sus mecanismos que no llegan a
representar la naturaleza del sistema como voluntad y participación del pueblo, se presenta
tanto en las percepciones ciudadanas como mediáticas, no encontrándose, empero, en el
ámbito de los medios, ninguna posición que legitime una opción diferente alejada de la
democracia, en contraposición de las encuestas a los bolivianos que hallan expresiones para
aceptar inclusive regímenes autoritarios si son capaces de absolver sus demandas.
La prensa prefiere expresar su sentencia, por medio de analistas políticos,
periodistas o eventuales articulistas, definiendo el carácter de los partidos políticos como
excluyente, aristocrático, autoritario, prebendalista y corrupto. Si bien no deja de admitirse
la presencia de intereses políticos —y también económicos— en las aseveraciones de la
prensa, no menos asumido debe quedar el hecho de que no existen, lamentablemente,
mayores referentes sobre los que trabajar para proyecciones públicas más alentadoras y
positivas respecto de la labor política.
La asociación semántica presenta a los partidos políticos y a la política misma como
un campo de corrupción, descaro, escándalo, abuso y autoritarismo. No es por nada,
entonces, el sentido de que existe una incapacidad generalizada de todos los partidos —de
257
cualquier posición ideológica, en gobierno u oposición— para resolver satisfactoriamente
las demandas del país.
A pesar del ingreso al sistema de partidos de otros actores, calificados como
“asistémicos”, la percepción mediática —hará falta ver si la ciudadana se expresa de la
misma manera en algún momento— no ha mostrado indicios favorables para calificar su
actuación. Es más, se ha considerado incluso que han entrado al mismo “juego sucio” de
los partidos tradicionales. Sus prácticas y valores no son distintos y nada se ha realizado
desde estas instancias por mejorar la gestión política a favor del país.
Surgen además otras consideraciones que han provocado el ingreso de estas nuevas
organizaciones políticas: el carácter aristocrático, clasista y exclusivista de la política y sus
agentes en el país, las tradicionales exclusiones y la resistencia de los partidos tradicionales
y el sistema que ellos manejan para abrir espacios a estas nuevas representaciones.
En consecuencia, a partir de todos estos segmentos de significación venidos de la
ciudadanía o de instituciones como la prensa, la representación simbólica de los partidos
políticos, de sus operaciones y resultados en el sistema democrático está sustentada en la
descalificación y la valoración negativa, proceso quizá harto difícil de revertir y que ha
tenido en la crisis de octubre pasado uno de sus momentos culminantes.
II. Las tareas pendientes
Para lograr consenso los partidos deben recordar que el fundamento y los
fines del poder deben ser compatibles con el sistema de valores y creencias de la
sociedad, pues las prácticas de distribución de cuotas de poder o “cuoteo”, la
distribución de cargos públicos o“peguismo”, así como el incremento del
presupuesto para gasto corriente en el Ejecutivo y Legislativo, hicieron que la
sociedad retire el consenso mínimo que había otorgado a la última coalición de
gobierno y deje de creer incluso en la oposición.
258
La falta de autoridad del sistema de partidos se relaciona con la administración de la
gestión gubernamental en la que estas organizaciones han puesto en evidencia una enorme
debilidad en la orientación de la gestión pública, incumplido ofertas electorales y cayendo
en una recurrente aceptación de imposiciones de los movimientos sociales en condiciones
de presión, sin tener capacidad ni condiciones operativas para satisfacer las demandas, lo
que profundiza su crisis de credibilidad.
Prima la lógica de desgaste del adversario y tanto los partidos en función de
gobierno como de oposición han concentrado sus esfuerzos en socavar la imagen del
adversario antes que en construir vínculos comunicacionales con los ciudadanos, y es por
esa ausencia de canales de información e interrelación del sistema político, por esa falta de
comunicación, que los partidos no pudieron dar respuestas satisfactorias a las demandas,
muchas de las cuales ni siquiera llegaron a conocerlas, con lo que se agudizó la crisis
política que, finalmente, desembocó en un primer momento de salida en octubre pasado.
Con esos antecedentes generales, las características del sistema de partidos pueden
ser resumidas en los siguientes aspectos:
• Alta concentración de la organización alrededor del líder o jefe del partido.
• Fraccionamiento interno.
• Procesos de institucionalización débiles.
• Casi total ausencia de factores ideológicos que cohesionen a la organización.
• Persistencia de comportamientos censurados como el padrinazgo, el nepotismo, el
prebendalismo, el clientelismo y el caudillismo.
• La participación casi generalizada en la distribución de beneficios en el aparato
público para aprovechamiento personal o particular.
• La pérdida de una visión de largo plazo y de orientación política del país.
259
• Baja legitimidad, que les obliga a hacer concesiones permanentes a los sectores
sociales.
Estos factores profundizan la crisis de legitimidad y representatividad del sistema
político; pero en base a ello no es dable afirmar que los partidos políticos sean responsables
de todos los problemas de la democracia boliviana, ya que también existen prácticas y
conductas poco democráticas y poco transparentes en los sectores sociales que cuestionan a
las organizaciones partidarias.
La falta de una cultura política democrática en la mayoría de la población permite
plantear que la crisis del sistema de partidos surge de la necesidad de los partidos de
mantener el apoyo ciudadano y su legitimidad, pues los ciudadanos se aproximan a ellos en
calidad de clientelas que, a cambio del voto, esperan recibir beneficios económicos y
materiales, es decir, la realización de sus intereses particulares.
El cambio de la relación de la política con el poder, dejando de ser ésta el logro de
metas colectivas para pasar a ser la búsqueda de beneficios particulares, es el principal
factor generador de la corrupción que se lo ha estado realizando a partir de la captura
partidaria del aparato público.
Aunque la actual composición del Congreso refleja la diversidad y pluriculturalidad
nacionales, se ha revelado ineficiente en el proceso de toma de decisiones; en algunos casos
hasta se evidenció la intervención de algunos congresales en asuntos de gobierno, lo que
debilita la separación y equilibrio de poderes y la fiscalización del uso de recursos públicos.
El escenario de crisis del sistema de partidos y su imagen política está produciendo
cambios sustantivos como los siguientes:
• Desplazamiento del eje de oposición trabajo-capital a un eje de diferenciación
étnico-racial.
• La aparición de nuevos actores sociales y el fortalecimiento de otros en el intento de
copar los espacios de mediación política abandonados por los partidos.
260
• Reducción del número de componentes del sistema de partidos de 19 a 14 por
incumplimiento de la Ley de Partidos Políticos.
• Mayor polarización en el interior del sistema de partidos que dificulta el proceso de
decisiones.
• Debilitamiento de los partidos grandes: el MNR apenas alcanzó el 22.46% en 2002,
ADN bajó del 20.9% al 3.4%, UCS bajó del 15% al 5.5%, CONDEPA perdió su
personalidad jurídica y el MIR apenas mantiene su votación leal sin posibilidades
futuras de lograr el primer lugar en una elección.
• El ejercicio de la negociación política en base a reparto de cuotas de poder y cargos.
En cuanto a los factores positivos que se visualizan se puede señalar a los
siguientes:
• Mayor, aunque todavía insuficiente, participación de las mujeres en el proceso
público.
• Cierta renovación de liderazgos en el Poder Legislativo.
• Tendencia a la renovación generacional en algunos de los partidos.
En términos generales, las tareas principales que el sistema de partidos mantiene
pendientes se resumen en asegurar la estabilidad política democrática y superar la debilidad
institucional del régimen y de las organizaciones partidarias. La legalidad, aparte de tener
que reconsiderarse en algunos de sus aspectos o alcances, debe nutrirse de la legitimidad.
Está claro que desde la reinstalación de la democracia en 1982 se ha avanzado
mucho, pero es igualmente evidente que existen notables insuficiencias y defectos que
pueden erigirse como graves amenazas para la continuidad y el afianzamiento del sistema
político. Estos riesgos se han hecho especialmente tangibles a partir de los acontecimientos
de octubre pasado.
261
El tema de la estabilidad está relacionado, en lo político, con la aceptación y el
acatamiento duraderos y perfectibles de los valores y las reglas del juego democrático; en
consecuencia, depende en gran medida de que los partidos potencien sus capacidades de
representación de la diversidad, mediación de demandas, fiscalización, legislación y de
gestión interna democrática, eficiente y transparente, así como de que trabajen expresa y
sistemáticamente en la formación ciudadana.
En lo que se refiere a la institucionalización de la democracia y los partidos, se hace
indispensable la sujeción de los actores políticos a la normatividad consensuada por ellos
mismos, al igual que el abandono y sanción de las prácticas censuradas (oportunismo,
corrupción y demagogia).
Otro elemento asimismo significativo en el porvenir de las acciones partidarias es la
recuperación de los contenidos programáticos, las propuestas y el debate de alternativas.
Probablemente estas necesidades puedan llegar a ser satisfechas de mejor manera
por los nuevos partidos que anuncian su próxima constitución —conviene mencionar que
las elecciones municipales de 2004 representarán, en este sentido, un tiempo de
experimentación muy valioso—, al igual que es posible que los partidos de mayor tradición
se vean impelidos a reconducirse gracias, precisamente, a la presencia tal vez desafiante de
esas nuevas organizaciones en el escenario político del país.
Este proceso, de todas maneras, no puede ser encomendado de forma unilateral y
exclusiva a los partidos —lo que desde ya exige una disposición cierta en sus dirigentes y
militantes para concretar la institucionalización—, sino que, además, requiere para su
ejecución de un conjunto normativo aplicable y perfectible a la vez que de una “vigilancia
ciudadana” que ejerza un grado de presión necesario.
III. Situación general del sistema de partidos políticos en Bolivia
Antes de realizar el análisis caso por caso, se hace necesario pensar en cuatro
ámbitos centrales para ser analizados de manera general: las características de los partidos
262
respecto a su situación interna, la relación partidos-poder político, la relación partidos-
sociedad y las relaciones entre partidos políticos o la democracia pactada. Estas
conclusiones, más que un análisis de la fotografía de la situación de los partidos en la
coyuntura actual, responde al momento político actual como punto de inflexión a partir de
los acontecimientos de octubre del presente año, para que los partidos en la búsqueda de la
superación de la crisis puedan tornarse más democráticos y fortalecer sus vínculos con la
comunidad política boliviana.
1. Institucionalización y democracia interna en los partidos, para recuperar
posicionalidad ante los grupos coorporativos
Las tendencias generales y características comunes al sistema de partidos son
negativas y ya fueron señaladas en los diferentes acápites:
• Se mantiene una excesiva concentración de las decisiones alrededor del jefe del
partido, lo que lleva a una reproducción de lógicas personalistas y caudillistas que
impiden la institucionalización de las prácticas internas, y sobre todo la
participación democrática de los militantes de los diferentes niveles de la estructura
partidaria.
• La falta de relaciones sistemáticas y permanentes entre cúpula y bases, genera una
brecha al punto de que las decisiones que se toman corresponden sólo a los
dirigentes y recién son validadas posteriormente con los militantes de base. Un
ejemplo de ello son los procesos de negociación política para el establecimiento de
alianzas para formación de gobiernos, que no necesariamente son consultadas sino
sólo comunicadas a las bases.
• Todos los partidos presentan dificultades en la movilidad interna de los cuadros
políticos jóvenes, quienes para ascender en la estructura partidaria —más allá de los
méritos propios— generalmente necesitan de un “padrino” para poder acceder a
estructuras superiores, que suele ser la cabeza de alguna de las fracciones internas.
263
• Las cuotas o la diferenciación positiva para mujeres no es una decisión de
convicción sino sólo una estrategia para mejorar la imagen política del partido. Esta
no es acompañada de actitudes y decisiones que otorguen igualdad de oportunidades
a hombres y mujeres en la estructura partidaria y en cargos electivos.
• Los partidos no forman ni capacitan políticamente a sus miembros ni difunden una
educación y valores democráticos. Esta deficiencia tiene efectos muy negativos
sobre la gestión pública cuando militantes o dirigentes que tienen alta legitimidad en
el partido pero no tienen educación democrática y formación política acceden a
cargos públicos. Las entrevistas a algunos de los dirigentes medios o representantes
congresales muestran una dramática pobreza de ideas, de análisis y de capacidad
propositiva y crítica de los mismos. Este factor es responsabilidad de los partidos y
afecta a toda la comunidad política.
• El reclutamiento se basa en la oferta de bienes materiales y en el acceso a
oportunidades más que en factores de cohesión ideológica, de tal modo que —en el
transcurso del tiempo— las bases partidarias esperan del partido compensaciones
como cargos públicos o algún tipo de beneficio particular. Si bien esta relación
puede ser explicada a partir de la crisis económica que atraviesa el país, es nociva
para los partidos y para la sociedad, ya que diluye el sentido de la existencia misma
de los partidos en una democracia representativa, que es el de lograr las metas
colectivas a partir de la administración del Estado.
• Los partidos han concentrado su trabajo alrededor del acceso al poder político y no
en la elaboración de soluciones y propuestas para el país para el largo plazo. Las
visiones cortoplacistas y la necesidad de acceder y mantenerse en el poder para
mantener satisfechas a las bases ha generado una debilidad ideológica que hace que
la adscripción de la militancia se realice sólo en base a intereses —no a
compromiso— y que incumplan sus funciones como generadores de la orientación
política y económica que debe tener un gobierno desde el Estado. Este factor es
fundamental, dado que el poder político deja de ser un medio para realizar el bien
264
común, para pasar a ser un fin en sí mismo. Este también es un factor que ha
contribuido a la profundización de la crisis política actual.
• Los partidos políticos, como principales actores de mediación política en una
democracia liberal y representativa, deben democratizarse internamente. Como
organizaciones que posibilitan el funcionamiento de la democracia no pueden —ni
deben— mantener en su interior prácticas autoritarias.
• Si los partidos políticos mantienen las deficiencias señaladas, corren el riesgo de
una mayor debilidad en beneficio de las organizaciones corporativas, sobre todo
después del inminente proceso de desmonopolización que se incluirá en la
constituyente.
2. Relaciones de los partidos con el poder político, necesidad de un cambio
ideológico
Relacionado con las características internas, el comportamiento de las
organizaciones partidarias se ha caracterizado por una sustitución de la visión del Estado,
de los objetivos partidarios y de la propuesta ideológica por una relación pragmática y
utilitaria con el poder político. Históricamente, los partidos políticos surgen y adquieren sus
roles para proponer y realizar las metas colectivas de una sociedad, para representar a los
ciudadanos al interior del sistema político y para lograr el bien común a partir de la
administración del Estado; cuando los partidos buscan acceder al poder sin siquiera
establecer un plan de gobierno o cuando renuncian a él para pactar con partidos de
propuestas contradictorias, están dejando de lado su razón de ser.
Es fundamental que los partidos políticos sustituyan la visión del poder político
como un fin para realizar intereses particulares e inicien un proceso de transformación
ideológica, intelectual y moral, para verlo como un medio que permite la realización del
bien común de toda la población, y que vean al Estado como un factor de cohesión de la
sociedad, no como un instrumento de realización de beneficios privados.
265
3. Relaciones de los partidos con la sociedad, recuperar utopías y abandonar
clientelas
Existen ciudadanos que se inscriben hasta en cinco partidos políticos para asegurar
algún tipo de beneficio personal cuando alguno de ellos acceda al poder. A excepción de
los casos del MBL y el PS cuyos militantes declaran haberse sumado por adscripción
ideológica, la mayoría de los militantes consultados no mencionan —en algunos casos ni
conocen— los principios ideológicos del partido, que tendrían que ser la razón para que un
individuo opte por la militancia.
La necesidad de incrementar los votos y el capital político ante la crisis de
legitimidad y representatividad que atraviesan, ha hecho que la oferta de bienes materiales
se constituya en parte de la estrategia política, lo que incrementa el prebendalismo y las
clientelas, que al mismo tiempo afectan al partido porque no tienen un compromiso
orgánico sobre la base de valores, sino sólo una relación de intereses basada en una lógica
instrumental de costo-beneficio.
Es fundamental que los partidos políticos articulen a sus miembros a partir de
valores y no de intereses, de compromisos y adscripción ideológica, no de beneficios y
ventajas personales. Este cambio de actitud pasa por una transformación ideológica que por
supuesto no es responsabilidad exclusiva de los partidos, sino que también es
responsabilidad de los ciudadanos.
4. El fin de la democracia pactada, el inicio de la política del compromiso
Después de los acontecimientos de octubre los partidos políticos pasan a ser
asociados con todas las deficiencias y limitaciones de la gestión pública, con
irresponsabilidad y corrupción. Hoy ser militante es mala palabra y ser dirigente es ser
delincuente. Esta imagen negativa, más allá de ser falsa en las generalizaciones, es producto
del manejo de la información que hacen los medios de comunicación y del intencionado
discurso de los dirigentes de las organizaciones corporativas.
266
La “democracia pactada” inicia su agotamiento con la captura de los dos tercios en
el Legislativo por el gobierno a partir de 1997 y hasta al mes de octubre. Si bien este es un
factor negativo porque diluye la función de fiscalización del Congreso y permite el uso
discrecional del poder para el Ejecutivo, no hubiera sido tan grave de no ser la relación
utilitaria con el poder que han tenido los partidos políticos, que han promovido antes la
realización del interés particular que del interés general.
A partir del punto de inflexión de octubre, los partidos en función congresal deben
dejar de tomar decisiones a partir de intereses para pasar a procesos de argumentación y
propuestas que respondan a los problemas nacionales. Dejar de esperar que sea el gobierno
el responsable de todo el proceso público para pasar a proponer soluciones a los problemas
nacionales, a ser preactivos y no reactivos, a pensar en el país antes que en el partido.
Los pactos deben establecerse por compromiso y por comunidad de valores que
busquen el bienestar general y no por intereses en busca de espacios de poder. El momento
actual es más bien una oportunidad para que los partidos políticos se reposicionen y
recuperen su función de mediación política.
Los partidos son necesarios y fundamentales, ya que ninguna organización
corporativa o territorial tiene capacidad de representar la heterogeneidad de la sociedad
boliviana. Los partidos permiten la construcción de la unidad en lugar de fragmentar, es
necesario que recuperen ese rol.
5. Algunas conclusiones respecto de los casos específicos
5.1. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)
El MNR tiene diversas corrientes internas: la fracción de Juan Carlos Durán, la de
Carlos Sánchez Berzaín, la de Guillermo Justiniano y la de algunos jóvenes dirigentes
como Hugo San Martín.
267
Gonzalo Sánchez de Lozada ha sufrido un embate irreversible después de los
acontecimientos de octubre, produciendo un momento clave de cambio en este partido, que
para reposicionarse tendrá que enfrentar procesos de democratización interna.
Hasta ahora —aunque en menor grado si es comparado con otros partidos—, ha
mantenido el característico personalismo de los partidos políticos contemporáneos.
Uno de los principales factores de desgaste de su imagen política es que a pesar de
que desde la oposición realizó permanentes denuncias sobre el “cuoteo” de la
megacoalición en el Servicio Nacional de Caminos, Impuestos Internos, las
Superintendencias y las Cortes Departamentales Electorales, en su gestión enfrentó
presiones internas de la militancia de base para seguir el mismo camino.
A diferencia de todos los demás partidos del sistema, el MNR es el único partido
que nunca modificó su posición de defensa de la reforma constitucional y su oposición a la
asamblea constituyente. Aún en el caso de la propuesta de Hugo San Martín de la
modificación del artículo 230 de la Constitución Política del Estado para incluir la
posibilidad de convocatoria a una constituyente ésta sería de forma constitucional, o tal
como el analista Roger Cortéz la denomina, ésta cobra la forma de asamblea constitucional.
A nivel legislativo el MNR muestra una importante renovación de cuadros con
apenas 14 reelectos y cuenta con la mayor representación femenina, contribuyendo a
fortalecer la democracia interna del partido y la del parlamento, a pesar de que la actuación
legislativa ha sido insuficiente y tampoco ha revertido la negativa imagen de este partido en
los últimos tiempos.
También ha mostrado cambios en la lógica de los adherentes y los militantes del
partido que han participado en las pugnas por “pegas” en varias Prefecturas, marchas y
manifestaciones de diputados uninominales exigiendo cargos a nivel departamental, “toma”
de dos edificios públicos exigiendo devolución de “pegas”, etc., lo que afectó la
credibilidad no sólo del partido sino del gobierno de Sánchez de Lozada.
268
Los problemas más importantes que enfrenta el MNR son: la falta de cohesión
interna, la ausencia de un nuevo liderazgo con capacidad hegemónica, la debilidad en la
adscripción ideológica de sus militantes y adherentes, el desgaste de imagen política debido
a la gestión, la ausencia de una propuesta de país para el largo plazo.
5.2. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM)
El MIR ha mantenido un particular comportamiento en su participación en las
coaliciones de gobierno: ha sido parte del gabinete ministerial en áreas clave y al mismo
tiempo ha criticado la gestión como si estuviera fuera para mejorar su imagen política.
Tuvo presencia permanente en la distribución de cargos públicos desde la gestión de
la megacoalición hasta la de Sánchez de Lozada y diversos problemas contribuyeron a
deteriorar su imagen política: la alianza con Banzer en 1989 habiendo sido su principal
adversario político ideológico en los años setenta; el fraude electoral de los “travestis” de
Maragua; la participación del cuoteo de cargos públicos; las acusaciones de narcovínculos;
las acusaciones de corrupción a algunos de sus dirigentes clave, como el caso de los de
Potosí; enfrentamientos armados en Santa Rosa de Yacuma con saldo de 4 muertos y 20
heridos; “el duchazo” de Wigberto Rivera con Felipe “Mallku” Quispe; etc. La imagen de
este partido se encuentra muy deteriorada y sus operadores políticos principales han dado
pocas señales de cambio a la opinión pública.
El MIR atravesó un proceso de fraccionamiento severo con la división que dio
origen al MBL y el MIR Masas, ahora se separa Samuel Doria Medina y otros dirigentes
tradicionales. Es pues una necesidad imperiosa la democratización interna y la superación
de personalismos y concentración de poder alrededor de la cúpula.
5.3. Acción Democrática Nacionalista (ADN)
La imagen política de este partido se vio altamente deteriorada durante la gestión de
la megacoalición particularmente por dos factores: las acusaciones de corrupción dirigidas
a algunos de sus miembros —caso Beechcraft y los “Chito-casos” de Luis Alberto Valle—
269
y el nepotismo o distribución de cargos públicos al entorno familiar Banzer-Prada. Por otra
parte la distribución de cargos públicos y cuotas de poder con los miembros de la
megacoalición ocasionó un mayor deterioro de su imagen política.
La ADN tiene 25 años de existencia y en las elecciones de 2002 enfrentó la
situación más crítica de su historia con apenas el 3% en la preferencia ciudadana, con una
agudización de divisiones internas, con varias fracciones y corrientes, todo esto asociado
con una propuesta neoliberal de derecha elitista.
El rol de articulación interna que cumplía Hugo Banzer como jefe del partido se
perdió con su fallecimiento y se dio una división en diversas fracciones internas. El tránsito
de la fracción de los “Dinosaurios” hacia la de los “Pitufos”118 después del fallecimiento de
su jefe histórico enfrentó la ausencia de un liderazgo hegemónico, y la proyección política
del ex Presidente Jorge Quiroga aún no tiene hegemonía interna. Una oportunidad de
activar liderazgos locales para este partido —y para los demás— serán las elecciones
municipales del próximo año.
5.4. Movimiento al Socialismo (MAS)
El MAS se auto identifica como antineoliberal y antiimperialista, tiene como eje de
articulación discursiva la defensa de la hoja de coca y reivindica el derecho a la
autodeterminación y la soberanía nacional ante la intervención de gobiernos y organismos
internacionales en la política interna. Su principal base de apoyo son los productores
cocaleros del valle cochabambino.
La llegada del MAS al segundo lugar de la preferencia ciudadana, más allá de los
presuntos efectos en el voto ciudadano que tuvo la cuestionada intervención del embajador
de los Estados Unidos de Norteamérica Manuel de la Rocha119, es muestra clara de uno de
118 Estas denominaciones divulgadas por los medios periodísticos corresponden a la división atribuida a cuestiones de tipo generacional que se dio entre el grupo de dirigentes fundadores o antiguos de la ADN y el de los cuadros emergentes. 119 Poco antes de las elecciones este funcionario diplomático, en un acto público, convocó a los bolivianos a no votar por Morales, de quien sugirió que era candidato del narcotráfico. Ese llamado fue considerado
270
los principales cambios en el escenario político nacional con la aparición de nuevos actores
partidarios y movimientos políticos. La presencia de Antonio Peredo en sus filas, la
articulación con otros dirigentes de la izquierda tradicional como Manuel Morales Dávila y
el intento de vincular al intelectual José Antonio Quiroga, entre otras señales, muestran al
MAS con potencialidades para conformar una oposición más radical, que se mantuvo
pasiva durante veinte años de vida democrática, así como con posibilidades de acceder a
sectores intelectuales de clase media urbana y a la juventud universitaria.
Algunas limitaciones de este partido se encuentran en el tipo de estructura interna
con participación asambleísta, que si bien son muy democráticas para grupos poblacionales
pequeños y concentrados territorialmente, presentan limitaciones para una relación de
alcance nacional. Un factor que debe resaltarse en el caso de los militantes del MAS es la
deficiente formación política para expresar las características de su estructura interna, de su
ideología o de sus objetivos políticos. Si bien se trata de una población que ha sido excluida
históricamente del proceso de deliberación pública, hoy tienen la misma responsabilidad
que cualquier otro ciudadano en la toma de decisiones para el conjunto de ciudadanos.
Respecto a la gestión legislativa de la bancada del MAS, cabe resaltar que ésta
actuó más como grupo de presión que como partido político con bloque parlamentario y a
pesar de la composición heterogénea de su militancia, el partido se concentró en las
reivindicaciones cocaleras, sin haber logrado convertirse en articulador del descontento
general de la población hacia el sistema político y partidario.
5.5. Nueva Fuerza Republicana (NFR)
La primera intervención en la vida política a nivel nacional de la NFR se da a partir
de su alianza con ADN y Hugo Banzer para participar en las elecciones generales de 1997,
período en el que se confrontó permanentemente con UCS en una posición de denuncia del
“cuoteo” del Directorio del Servicio Nacional de Caminos, a pesar de lo cual en su
participación en el gobierno de Sánchez de Lozada mostró la misma censurable actuación,
impertinente y generó un “efecto boomerang” que al parecer benefició notablemente la postulación del dirigente cocalero.
271
con un proceso de negociaciones en los que pidió 4 ministerios, 20 viceministerios, la
Prefectura de Cochabamba y la Presidencia de Diputados, es decir, un comportamiento
similar a cualquiera de los partidos tradicionales que la NFR cuestionaba.
En la oposición la NFR concentró su atención en el gobierno más que en proponer
soluciones a los problemas nacionales, solicitó la renuncia de Sánchez de Lozada antes de
entrar en la alianza.
Respecto a las características internas, se mantiene una tendencia hacia el
personalismo, aunque han intentado promover la participación política de mujeres y de
capacitar políticamente a su militancia. De todas maneras no escapan a las características
generales del sistema de partidos y deben profundizar su democracia interna.
5.6. Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)
El MIP surge de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB) y postula la sustitución del Estado boliviano para establecer un Estado
indio con predominio étnico-cultural aymara-quechua. Además de incorporar una
fundamental participación de población indígena en la democracia, también aportan un
componente altamente negativo como es la profundización de estereotipos racistas y
enfrentamiento basado en criterios raciales.
Por otra parte, a pesar de la crítica a la “partidocracia k’ara”, Felipe Quispe el jefe
del partido, tampoco escapó a las acusaciones de corrupción que le hizo otro dirigente del
MIP, Germán Choquehuanca, y a pesar de sus críticas al sistema entró en diversas
negociaciones con representantes del gobierno, buscando respuestas favorables a sus
demandas. Un tema central en esta relación fue la solicitud de 1.000 tractores como medida
asistencialista de “compensación” por la exclusión y explotación hacia los indígenas en
toda la vida republicana.
A pesar del discurso de campaña el MIP hasta ahora no ha planteado una demanda
concreta referida a la exclusión y más bien se concentra en obtener concesiones y medidas
272
asistencialistas del Estado hacia “la otra Bolivia”. La convocatoria del MIP se ha reducido
y a pesar de dos intentos de activar movilizaciones en diciembre de 2002 y en julio de
2003, no obtuvo respuesta.
Respecto a la gestión legislativa, sus seis parlamentarios juegan un rol muy
secundario y como el MAS actúan antes como grupo de presión que como bancada
parlamentaria, lo que se explica en la falta de conocimiento y experiencia en el ejercicio de
una representación que corresponde al modelo de democracia liberal y representativa
europea y no a las lógicas que se practican en la asamblea comunal del ayllu. A pesar de
ello queda claro que las propuestas o intereses son eminentemente sectoriales y no existe
una preocupación de las problemáticas de los sectores no indígenas del país, es decir, de la
mayoría.
Las entrevistas a militantes y dirigentes en sus diferentes instancias dejan muy claro
que la propuesta del MIP no es democrática y que se asume la participación bajo las reglas
de juego democráticas sólo como una estrategia política para destruir el sistema desde
adentro.
5.7. Movimiento Bolivia Libre (MBL)
El MBL mantuvo una posición crítica al gobierno de la megacoalición en su rol de
oposición asumiendo una censura pública al “cuoteo” de las Cortes Departamentales y en
defensa de la institucionalidad democrática, tanto en contra del oficialismo como del MNR
como cabeza de oposición. Actualmente mantiene la misma línea.
5.8. Unidad Cívica Solidaridad (UCS)
La lógica de comportamiento político de la UCS desde 1993 se concentró en
mantenerse en el gobierno central para acceder a cuotas de poder. Hoy es un partido
debilitado por el desgaste de su imagen política debido a los problemas de su principal
representante y jefe, Jhonny Fernández. La deuda de la Distribuidora CBN SRL con el fisco
y la activa participación en el “cuoteo” con exigencias de cargos públicos y espacios de
273
poder en el gobierno y el Parlamento han deteriorado severamente la imagen de la UCS,
que no puede mantener la posicionalidad que tenía antes del deceso de Max Fernández, su
fundador.
La UCS profundiza la crisis de credibilidad de los partidos de gobierno con un
comportamiento utilitarista sin ética política. Hechos como la desaparición de expedientes
vinculados al juicio contra la Cervecería Boliviana Nacional cuestionan la integridad moral
de los ucesistas, la advertencia del BM, BID, CAF en el año 2000 de que ninguna
institución pública continuará recibiendo financiamiento si es manejada por la UCS
muestra la gravedad de la situación.
Con cinco representantes en el Congreso el comportamiento de sus dirigentes en la
gestión se resume en amenazas de pasar a la oposición para lograr más cuotas de poder en
el Ejecutivo y en el Legislativo.
La UCS produce un vacío discursivo permanente debido a que por un lado el
discurso pretende promover la institucionalidad y por el otro pasa por encima de ella, lo que
ocasiona una mayor pérdida de legitimidad del liderazgo y de imagen del partido. Johnny
Fernández se resiste a renunciar a la jefatura para permitir la institucionalización de la
UCS; mientras esta característica no se supere, difícilmente podrá ser considerada una
organización verdaderamente democrática.
5.9 Partido Socialista (PS)
El Partido Socialista ha realizado importantes aportes a la vida política nacional en
los siguientes ámbitos: la lucha por la participación política de los trabajadores, la lucha por
la igualdad y contra la injusticia social; la lucha por el manejo ético de la gestión pública; y
la lucha por la soberanía nacional en las decisiones de políticas.
A pesar de ser un partido pequeño de izquierda elitista, el PS atraviesa diversos
cambios y muestra un fraccionamiento similar al de los demás partidos del sistema. Más
allá de sus divisiones y rupturas, sus representantes congresales –algunos fundamentales
274
como Marcelo Quiroga Santa Cruz, Ramíro Velazco, Roger Cortéz y Jerges Justiniano- han
coincidido en una postura de oposición con un inflexible compromiso con valores éticos en
la vida política, por lo que tampoco han participado de las alianzas características de la
democracia pactada.
IV. Los escenarios de mediano plazo
Después de poco más de 17 años de vigencia, la “democracia pactada” en 2002 se
vio enfrentada a la necesidad de introducir algunas variaciones debido a la falta de
credibilidad derivada del carácter excluyente de su ejercicio, de su insuficiencia para
resolver los problemas de múltiples sectores sociales y de los altos índices de corrupción
que generó y protegió, al debilitamiento o debacle de sus actores principales (ADN, MIR,
MNR, UCS y CONDEPA, especialmente) completados por el paralelo aumento de la
importancia relativa de otros (NFR, MAS y MIP, sobre todo), a la emergencia de nuevos
ejes de conflicto que están poniendo abiertamente en cuestión el patrón de hegemonía del
Estado de 1985 y a la restauración de la antigua naturaleza mixta —social y política— de
las demandas que era propia de las relaciones entre Estado y sociedad antes de ese año, la
cual está volviendo a ser articulada y expresada por las organizaciones sindicales, cívicas,
empresariales y vecinales.
A esa situación transicional se suma un poco prometedor estado de la economía, que
en 2001 se caracterizó por el estancamiento, una tasa de crecimiento inferior en 50% a la de
2000 y un desempleo del 11.1% (CEDLA, 2002), rasgos que persisten tendencialmente a la
fecha y se encuentran agravados por una elevación del déficit fiscal (6.5%), por
advertencias sobre el riesgo del retorno de una hiperinflación y por el contexto regional de
crisis.
El déficit de representación, el estigma de la corrupción y la insuficiencia de canales
adecuados de participación de que adolece el sistema político, constituyen hoy los
problemas/desafíos prioritarios que están en directa vinculación con las reformas políticas
que quedan por hacer.
275
Aunque ciertamente merecería una mayor explicación, ese cuadro puede ser el
punto de partida para comprender tres cuestiones fundamentales: 1) el preocupante
descrédito de los políticos, la política y el propio régimen democrático entre los
ciudadanos; 2) la complejidad, contradicciones e inoperancia que caracterizaron a la
conformación y funcionamiento del gobierno instalado en 2002, y 3) la forzada sucesión
constitucional de ese gobierno por el del actual presidente Carlos D. Mesa Gisbert al que
correspondería tener bajo su conducción la impostergable reversión del desprestigio e
ineficiencia del sistema político.
En consecuencia, la reforma de la política —esto es, la institucionalización
democrática y, por ende, de los partidos— aparece como una cuestión importante y urgente
en el país, pero la cotidiana reproducción de viejos comportamientos en el seno del
parlamento, los enfrentamientos entre las ex fuerzas oficialistas y opositoras, además de las
estrategias que desplegarán los partidos para reposicionarse e intervenir con éxito en las
elecciones municipales de 2004 y de las condiciones de incertidumbre, inestabilidad y
debilidad en que se desenvuelve el gobierno actual abren más dudas que certezas respecto a
la probabilidad de concretarla.
1. El gobierno y la reforma política
El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada estuvo sumido en un contexto de gran
complejidad, incoherencia, ineficiencia y alta conflictividad política —expresada en el seno
del propio Ejecutivo (por los intereses encontrados y las diferencias programáticas) y del
Parlamento— que se intensificó en el plano social con la multiplicación coordinada de las
demandas y protestas sectoriales y regionales hasta generar la eclosión de octubre y la
mayor matanza de civiles en la democracia boliviana (hubo cerca de 80 víctimas mortales y
decenas de heridos de bala), circunstancias que llevaron a la caída y práctica expulsión de
la coalición oficialista.
Desde principios de septiembre pasado, con una huelga campesina, empezó la serie
de medidas de protesta y presión que para fines del mismo mes, tras un ampliado nacional
de la Central Obrera Boliviana, involucró paulatinamente a los más diversos sectores:
276
juntas vecinales, jubilados, magisterio urbano y rural, fabriles, trabajadores en salud,
carniceros, gremiales, estudiantes universitarios, cocaleros, indígenas, transportistas,
colonizadores, etc. Huelgas de hambre, movilizaciones callejeras, bloqueos de calles y
carreteras, marchas rumbo a la sede del gobierno, vigilias y paros generales de actividades
se estrellaron contra la política gubernamental y poco después integraron sus objetivos en
cuatro demandas fundamentales: rechazo de la exportación de gas natural a Estados Unidos
de Norteamérica, convocatoria a una asamblea constituyente, cambios sustanciales en el
modelo económico y a las reformas ejecutadas desde 1985 y renuncia del Presidente
Sánchez de Lozada.
La respuesta represiva del ejecutivo sólo propició la radicalización de la resistencia
y las exigencias, y aunque en las últimas horas de su mandato Sánchez de Lozada comenzó
a hacer ciertas concesiones —se mostró dispuesto a revisar la Ley de Hidrocarburos,
convocar a la constituyente y realizar un referéndum vinculante sobre el tema del gas—, su
suerte ya estaba echada y el 17 de octubre, prácticamente huérfano de respaldo partidario y
militar y con la mayoría de la población en su contra, tuvo que dejar su cargo en manos del
Congreso y abandonar el país de forma inmediata.
El nuevo gobierno apartidario resultante de esos acontecimientos, por tanto, tiene en
frente la organización y convocatoria de una asamblea constituyente, la improrrogable
atención del proyecto de industrialización y/o exportación de gas natural a Estados Unidos
con referéndum incluido, las presiones que Washington continúa ejercitando para terminar
con todas las plantaciones de hoja de coca calificadas de “excedentarias” e ilegales y las
exigencias de distinto orden de múltiples sectores relativas a temas de impuestos, tierras,
relaciones del Estado con inversores extranjeros y reconsideración de varios componentes
fundamentales del modelo económico y de desarrollo vigente.
En ese panorama, no obstante la significación de la reforma política, ésta tiene
mayores probabilidades de permanecer relegada o de afrontar el riesgo de su casi inmediata
inviabilización tanto porque las prioridades son ahora diferentes como debido a las
dificultades que tendrá el Poder Ejecutivo para construir los consensos necesarios, tanto
277
internos como externos, y cubrir los distintos frentes de demandas y conflictos desde los
que su circunstancial legitimidad puede resultar gravemente erosionada.
Dicho esto, se puede trazar en términos generales los siguientes tres escenarios para
la reforma y la institucionalización políticas tomando en cuenta como variables críticas la
precariedad política del gobierno establecido el 17 de octubre, la todavía poco predecible
acción parlamentaria, sindical, cívica y vecinal y, sobre todo, la temporalmente apaciguada
conflictividad política, económica, social y cultural que está signada por las tendencias a la
intensificación y la polarización:
2. Primer escenario: Desorden y probabilidad de retroceso al autoritarismo
Abrumado por su incapacidad para atender la agenda política que le ha sido
heredada e impuesta, el gobierno se enfrenta a exigencias y presiones procedentes de
distintos flancos: parlamento, empresarios, inversores extranjeros, militares, poder judicial,
policías, organismos multilaterales, partidos, sindicatos urbanos, campesinos, indígenas,
estudiantes universitarios, medios de difusión, organizaciones de la sociedad y gobiernos
extranjeros.
Los partidos, que no dan la más mínima señal de predisposición para su
modernización institucional, aprovechan el escenario congresal para volverse a proyectar
en la vida política nacional desplegando una implacable oposición a todas las iniciativas
gubernamentales moderadas. Lo propio sucede con su participación en los procesos del
Diálogo Nacional, la asamblea constituyente y los comicios municipales.
El bloqueo de la acción del Ejecutivo y el aumento incontrolable de las protestas
sociales empujan al gobierno a tener que ocuparse de su propia sobrevivencia, intento en el
que pierde el escaso y volátil respaldo que recibió de la “opinión pública” al momento de
instalarse, de modo que se ve impelido a refugiarse en los mecanismos legales de coerción.
Su situación es cada vez más precaria, necesita recurrir a la represión y hace más
concesiones ante la presión externa. Todo esto exacerba la inestabilidad política, el
descontento y la polarización de la sociedad. Los poderes legislativo y ejecutivo se
278
distancian notablemente y los partidos se hacen más reticentes al cambio. No hay ninguna
posibilidad de diálogo y concertación, tampoco es factible crear y sostener ningún
mecanismo para ello. Los actores políticos vuelven a optar por la confrontación abierta. La
institucionalidad democrática entra en crisis. Algunos partidos plantean un adelantamiento
de las elecciones generales y otros convocan a “restablecer el orden” con la intervención de
los militares. La reforma política no es ni siquiera pensable.
3. Segundo escenario: Avances parciales
Gracias a una labor de concertación sectorial y contando aún con el respaldo de casi
la mitad de la población, el gobierno es capaz de poner en ejecución un plan de trabajo
mínimamente consensuado que empieza a producir resultados en términos de alivio
económico y de atención de algunas de las demandas sociales prioritarias. La tensión social
y la presión extranjera son tratadas mediante acciones de búsqueda de acuerdos. El negocio
gasífero se convierte en oportunidad para favorecer, así sea circunstancialmente, el diálogo
político y la participación ciudadana. Se da algunos pasos para transparentar la gestión
pública y hacerla más eficiente.
Los partidos políticos asumen compromisos mínimos viabilizadores de la gestión
gubernamental y se muestran dispuestos a efectivizar su democratización interna, a
perfeccionar su organización y a manejarse en función de reglas claras. Se busca
institucionalizar canales de comunicación con la ciudadanía y mecanismos de supervisión
social para el desempeño de algunas instituciones públicas. Las prácticas clientelares y las
otras formas de corrupción registran una cierta reducción. La reforma de la política
comienza a tomar cuerpo.
4. Tercer escenario: La democracia remozada
El gobierno consigue un amplio acuerdo parlamentario y con los sectores de la
ciudadanía contempla un proyecto explícito de país inspirado en postulados compartidos de
desarrollo y crea las condiciones para definir y aplicar un conjunto de reformas destinadas a
mejorar la eficiencia y transparencia de las instituciones del Estado, a potenciar la
279
representación del Congreso, a posibilitar la participación ciudadana en los asuntos locales,
regionales y nacionales. El parlamento resuelve respaldar las principales propuestas del
ejecutivo. La corrupción es investigada, combatida y sancionada ejemplarmente.
La Ley de Partidos Políticos, revisada y mejorada, es aplicada por todas las
organizaciones partidarias. Se recupera la confianza en las instituciones y la credibilidad en
los políticos. La exportación del gas al mercado estadounidense es decidida mediante un
pacto político y social por el interés nacional y sus réditos son invertidos en programas de
dotación de infraestructura, de estímulo de la producción y de innovación tecnológica. Las
políticas de empleo y redistribución son incorporadas a las definiciones de política
económica. El diálogo político y social es institucionalizado. La reforma de la política
incluye mecanismos de consulta ciudadana, espacios y recursos para la difusión y acceso a
la información de interés público, la elección directa de los gobiernos departamentales y
principios como el de la revocatoria del mandato de las autoridades locales o los
representantes parlamentarios. El país gana un mayor nivel de interlocución internacional.
La democracia se afianza.
Este tercer escenario, optimista, requiere de unas capacidades políticas que
implican, entre otras, la aceptación de la lógica de la concertación por al menos la gran
mayoría de los actores estratégicos de la vida nacional, una adecuación de las
organizaciones a la institucionalidad modernizada, liderazgos cualificados, reconocidos y
pluralistas en los ámbitos político, social, económico y cultural, además de mecanismos
establecidos para la deliberación y la participación, componentes definitorios de una
democracia efectiva.
De todas formas, por cómo se ha ido configurando el panorama político del país en
los últimos tres años y en particular por el rumbo que han tomado los acontecimientos
desde octubre pasado, la realidad tiende a aproximarse a la descrita en el primer escenario.
Esto supone que quizá no llegue a ser alcanzable ni siquiera una limitada reforma política.
Por supuesto, la viabilización de cualquiera de las tres posibilidades depende en gran
280
medida del sistema de partidos, al que le toca hoy más que nunca enfrentar su
responsabilidad histórica.
281
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Noviembre “Los liderazgos emergentes están a prueba”, en La Prensa (30/11/02). P. 47. 2003 Febrero “Una situación inaudita”, en Los Tiempos (03/02/03). “Que nadie se haga ilusiones, el pueblo está contra todos los políticos”, en Opinión (14/02/03). “Los partidos políticos enfrentan el gran desafío de sobrevivir”, en Opinión (19/02/03). “La crisis que afecta a los partidos políticos tiene dimensión global”, en Opinión (23/02/03). Marzo “Todos los Partidos” por Marcelo Varnoux Garay, en La Prensa (03/03/03) Abril “Casi todos tienen problemas internos y disputas por el control de las Jefaturas. La crisis llega a los partidos, pocos admiten esa realidad”, en La Prensa (30/04/03). Mayo “Los requisitos son cada vez más rigurosos: Las reglas de juego tienden a reducir el número de partidos”, en La Prensa (13/05/03). “Recorte presupuestario afecta a todos, menos a los partidos”, en La Prensa (30/05/03). “Partidos: Sin consenso político y social no saldremos de la crisis”, en La Prensa (30/05/03). Junio “Supresión de la entrega de dinero a partidos políticos”, en Opinión (05/06/03). “13 partidos no actualizaron sus documentos en la CNE”, en La Prensa (10/06/03). “Partidos justifican subvenciones con el argumento de acatar la ley”, en Correo del Sur (15/06/03). “Políticos y analistas dicen que el país irá al despeñadero si no hay cambios. Un año después, partidos no entienden el mensaje del voto”, en La Prensa (30/06/03). “La Corte pide a los partidos reducir la subvención estatal”, en La Prensa (04/06/03). Julio “Los partidos y su vida interna” por H.C.F. Mancilla, en Los Tiempos (27/07/03).
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ciudad de La Paz. Diciembre. Nº 3. La Paz. IINCIP-UMSA (1999a): Encuesta de Percepción Política Interna y Externa en la
ciudad de La Paz. Nº 1. La Paz. IINCIP-UMSA (1999b): Encuesta de Percepción Política Interna y Externa en la
ciudad de La Paz. Nº 2. La Paz. IINCIP-UMSA (1999c): Encuesta de Percepción Política Interna y Externa en la
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295
ANEXO 1 Dirigentes políticos entrevistados
MNR 3 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Oscar Arrien - Presidente: Cámara de Diputados - Miembro del Comité Ejecutivo Nacional
24/09/03
2
Moira Paz - Senadora por el MNR 27/09/03
3
Hugo San Martín - Miembro de la Convención Nacional y Comando Departamental - La Paz. - Presidente: Comisión de Constitución (2002-03)
25/08/03
Mandos Medios 4
Roberto Moscoso - Jefe del Comando de Sección – ciudad La Paz. - Miembro del Comando y Convención Nacional
25/08/03
5
Gonzalo Avendaño Jefe del Distrito 6 - La Paz 21/08/03
6
José Luis Aramayo Jefe de juventudes - Distrito 6 - La Paz 21/08/03
Militantes 7
Néstor Durán Vocal - sector Valle Hermoso Bajo – La Paz 21/08/03
8
Paola Márquez Militante - Jóvenes MNR 02/09/03
9 Freddy Flores Hermosa Militante
02/09/03
MIR 4 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Jaime Paz Pereira - Diputado Uninominal - Responsable Nacional de Juventudes
29/09/03
Mandos Medios 2
Lucía Flores
Responsable del Sector Campesino 13/08/03
3
Claudia Paredes Diputada Nacional 22/09/03
4
Jorge Pérez Delegado ante la CNE 24/09/03
Militantes 5
Samuel Doria Medina Militante 29/09/03
296
6
Juan José Castro Asesor de la Secretaría Nacional Campesina 12/08/03
7
Walter Reyes Villa Militante 20/08/03
8
Víctor Hugo Carvajal Dirigente del Distrito 11 de La Paz 19/08/03
UCS
5 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Moisés Jarmusz Presidente del Comité Político Nacional 18/08/03
2
Marlene Fernández - Diputada Nacional - ex –Secretaria Ejecutiva Nacional
15/08/03
3
Álvaro Riveros Secretario Nacional de Relaciones Internacionales 13/08/03
Militantes 4
Emeterio Canqui Militante 27/08/03
5
Walter Landívar Militante 27/08/03
6
María Torrico Militante /Apoyo a la Jefatura Nacional 27 /08/03
MBL
6 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Franz Barrios Presidente 13/08/03
2
Amparo Velarde Secretaria Ejecutiva Nacional 13/08/03
Mandos Medios 3
Gonzalo Yujra Huanca Dirigente Nacional de Asuntos Indígenas
15/09/03
4
Clemente Daza Responsable Rural de La Paz 15/09/03
Militantes
297
5
Miriam Rosa Copa Blanco
Miembro de la Juventud Libre 11/09/03
6
Bernardo Patty Luna Responsable de la circunscripción 12
11/09/03
7
Jorge Barrón Responsable de la Regional de La Paz
18/09/03
ADN
7 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Mauro Bertero Jefe Nacional (en ejercicio) 13/08/03
2
Jaime Álvarez Secretario Nacional de Capacitación 15/08/03
3
Ramiro Cavero Responsable de la Comisión Económica-Social del Comité Político Nacional.
3/09/03
Mandos Medios 4
Elisa Zúñiga Directora de Desarrollo Humano / H. Alcaldia de La Paz.
14/08/03
5
René Molina Director Nacional de Capacitación. 27/08/03
Militantes 6
Raúl Ruiz Militante 2/09/03
7
Antonio Vargas
Militante 14/08/03
8
Reynaldo Salinas Omonte Secretario Gral. - Distrito 10 La Paz 02/09/03
NFR
298
8 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Adolfo Aponte Secretario General Nacional 03/09/03
Mandos Medios 2
Marcelo Vásquez
- Jefe Departamental de La Paz - Miembro del Comité Ejecutivo Nacional
15/09/03
Militantes 3
Patricia Feraudy Asesora de bancada 16/09/03
4
Rafael Laime Dirigente Regional Santiago de Callapa – La Paz
18/09/03
5
Wilfredo Banuz Militante 18/09/03
PS
9 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Rolando Morales Secretario Ejecutivo Nacional 13/08/03
2
Jaime Fernández Secretario Ejecutivo Nacional / Secretario General 13/08/03
Mandos Medios 3
Adela Alvares
Stria. De Hacienda - Departamental La Paz 12/08/03
4
Julio César Revilla,
Responsable de Cultura en la Dirección Nacional 12/08/03
5
Joaquín Hurtado
Responsable Departamental - La Paz 13/08/03
Militantes 6
Fortunato Esquivel Militante 13/08/03
7
Virginia Alba Maldonado Militante - Representante de mujeres 15/08/03
8
Franz Edgar Mita Militante 17/08/03
299
MIP 10 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Felipe Quispe
Presidente 25/08/03
2
Tomás Quispe Fiscal General del MIP
12/08/03
3
Germán Choquehuanca Vicepresidente 19/08/03
Mandos Medios 4
Saturnino Rojas Responsable de Información – Dirección Central 11/08/03
5
Luciano Marcani Responsable Departamental - Santa Cruz 13/08/03
6
Mario Cuentas Responsable del Directorio de Los Yungas 14/08/03
Militantes 7
Pepe Bautista Militante 14/08/03
8
Félix Quispe Militante 13/08/03
9
Martha Álvarez Vélez
Militante 18/08/03
10 Isabel Calcina
Simpatizante 15/08/03
MAS
11 Entrevistados Cargo Día
Mandos Altos 1
Roberto Machaca Vicepresidente 14/08/03
2
Antonio Peredo Diputado Nacional 22/08/03
Mandos Medios 3
Hugo Morales Ayma Responsable Departamental Oruro 13/08/03
4
Isabel Ortega
Diputada Nacional 14/08/03
5
José Bailaba Diputado Nacional 14/08/03
Militantes 6 Gabriel Calerno - Presidente del Distrito 16 - La Paz. Responsable
de formación ideológica - Regional La Paz 19/08/03
300
7 Remberto Calani Representante de la Dirección del Distrito 17 - La Paz
29/08/03
8
Ramiro Roque Militante 21/08/03
9
Eugenia Marka Militante 21/08/03
301
ANEXO 2
Analistas entrevistados
Nº Entrevistados Cargo/Institución Día 1
Fernando García Director Ejecutivo / Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (fBDM)
3/09/03
2
Luis Tapia CIDES-UMSA 23/09/03
3
Ricardo Paz Analista independiente 11/08/03
4
Alfonso Ferrufino Director / Fundación de Apoyo al Parlamento y la Participación Ciudadana (FUNDAPPAC)
24/09/03
302
ANEXO 3
GUÍA TEMÁTICA PARA ENTREVISTA A MIEMBROS DE PARTIDOS Mandos altos, mandos medios y militantes120
Nombre:.................................................................................................................................... Cargo / Partido:........................................................................................................................ Fecha:........................................................................Hora:...................................................... Entrevistador:........................................................................................................................... 1. Contexto general de la problemática de la democracia y el sistema político-partidario en Bolivia 1.1. ¿Cómo puede ubicar a su partido en el proceso democrático reiniciado desde 1982
hasta la fecha, respecto de la construcción del sistema democrático? ¿Qué aportes ha realizado su partido en este proceso y en la construcción del actual sistema democrático?
2. Estructura organizacional, fuerzas, intereses y postura ideológica (misión y visión de los partidos) 2.1. ¿Cuál es la estructura orgánica de su partido? 2.2. ¿Cuáles son los principios y la ideología política que sustenta su partido? 2.3. ¿Qué programa de gobierno propone su partido? 2.4. ¿Cuáles son la misión y visión actuales de su partido? 3. Prácticas y comportamientos: características generales de liderazgo, discurso y democratización interna 3.1. ¿Cómo se aplica la democracia al interior de su partido, teniendo en cuenta lo que
estipula la Ley de Partidos Políticos? 3.2. ¿Cuáles son las formas de reclutamiento que practica su partido? ¿De qué forma y por
qué fue reclutado o se incorporó usted a su partido? 3.3. ¿Cuáles son las características de la educación democrática respecto a la formación de
cuadros en su partido y cómo contribuye ésta a la movilidad “de abajo hacia arriba” de dichos cuadros? ¿Existen planes o programas destinados a la capacitación de sus
120 Las preguntas de este cuestionario básico registraron algunas variaciones en su formulación en función de si los entrevistados eran dirigentes o militantes de base.
303
militantes o de la ciudadanía en temas de democracia, política, derechos y deberes ciudadanos, etc.?
3.4. ¿Su partido ha adoptado y puesto en práctica reglamentaciones o cuotas de
participación para mujeres, jóvenes e indígenas en la estructura orgánica y en las decisiones internas?
4. Evaluación de la gestión legislativa y percepción ciudadana sobre los partidos políticos 4.1. ¿Cuáles son los principales logros de la bancada de su partido en la gestión legislativa
2002-2003? ¿Qué leyes impulsó su partido y cuál la importancia de ellas para el país? 4.2. ¿Cuál (cree que) es la percepción que tiene la ciudadanía de la gestión legislativa de su
partido? 4.3. ¿Cuál (cree que) es la opinión de los medios de comunicación con relación al accionar
de su partido en la presente gestión legislativa? 5. Relaciones al interior y exterior del sistema de partidos 5.1. ¿Cómo caracteriza las relaciones de su partido con el resto de partidos políticos
bolivianos con representación parlamentaria? ¿Cuáles son los mecanismos de interacción establecidos entre tales partidos?
5.2. ¿Qué relaciones mantiene con partidos o movimientos políticos internacionales y de
qué manera influyen estas relaciones en su accionar político en Bolivia?
304
ANEXO 4
GUÍA BÁSICA DE ENTREVISTA PARA ANALISTAS Nombre:.................................................................................................................................... Cargo:....................................................................................................................................... Fecha:........................................................................Hora:...................................................... Entrevistador:...........................................................................................................................
1. A poco más de 20 años de vigencia de la democracia en el país, ¿cuál es su visión sobre la institucionalización de este proceso y de la del sistema de partidos?
2. ¿Cuál es la imagen de los partidos políticos y sus operadores desde el punto de vista ciudadano y a qué puede atribuirse dicha imagen?
3. ¿Cómo considera la renovación de la representación parlamentaria que se produjo en las elecciones de 2002 y su primer año de desempeño legislativo?
4. ¿Cómo se puede alcanzar una institucionalización suficiente de la democracia y el sistema de partidos y a quién o quiénes corresponde actuar en ese sentido?
305
ANEXO 5
Congresos y reuniones internas realizados por los partidos
Eventos partidarios del MNR desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones 12/12/98
Reunión del Comando Nacional Extraordinario
La Paz (Casa Rosada)
- Jefe Nacional. - Secretario Ejecutivo Nacional. - 133 delegados acreditados.
Aprobación del Proyecto de Estatuto Orgánico.
1-2/10/99 Convención Nacional Extraordinaria “Presidente Dr. Víctor Paz Estenssoro”
La Paz (Cine México)
- Jefe, Subjefes y Secretario Ejecutivo Nacionales. - Fundadores. - CEN, Junta Electoral, Tribunal Honor, Defensor del militante, Nacionales y Departamentales. - Ex-presidentes y vicepresidentes MNR. - Senadores y diputados en ejercicio. - Delegados acreditados: 643 de los Comandos Departamentales; 100 sectoriales y funcionales.
- Elección de la mesa directiva de la Convención Nacional y de las Comisiones de Resoluciones y Reglamentos - Consideración de Enmiendas al Estatuto Orgánico - Elección: Jefe Nacional, Primer y Segundo Subjefes Nacionales
03/10/99 Reunión del Comando Nacional Ordinario
La Paz - Jefe Nacional y Presidente del Comando Nacional. - CEN; Secretario Ejecutivo Nacional y Secretario del Comando Nacional. - Presidentes: Junta Nacional Electoral, Tribunal de Honor. - Defensor del militante. - 100 Delegados territoriales de los 9 departamentos. - Hasta 25 delegados funcionales y
- Aprobación de las enmiendas al Estatuto Orgánico. - Designación del Secretario Ejecutivo Nacional y miembros del CEN.
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sectoriales. 03/02/02 Reunión Comando Nacional
Ordinario La Paz (Casa Rosada)
- Jefe Nacional y candidato presidencial. - 118 miembros acreditados.
- Consideración/aprobación de reformas del CEN al Estatuto Orgánico. - Elección del candidato a vicepresidente 2002 (C. Mesa), a propuesta del candidato presidencial (G. Sánchez de Lozada).
Eventos partidarios del MIR-NM desde 1999
Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos Fecha Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones 9-10/06/00
Seminario Ideológico: Lectura histórica y propuesta política para la democracia en Bolivia “Camino a Betania I”.
Huajchilla La Paz
- Expositor principal. - 4 expositores sectoriales. - 3 comentaristas. - Invitados institucionales. - Invitados del MIR. - Dirigentes y militantes del MIR.
Exposiciones: - Principal: “Sobre el sentido de la democracia y la historia en un partido como el MIR” - Hugo Carvajal Donoso. - “Elementos de análisis económico para una propuesta política” - Gerardo Terán. - “Lectura histórica de mediados y fines de siglo en Bolivia” – Rodolfo Santivañez, Alejandro Rosa. - “Visión sociológica del proceso político boliviano” – Renzo Apruzzese, Fernando Oviedo y Julio Aliaga. - “Técnicas de análisis electoral” – Jorge Pérez - Plenaria: Conclusiones / Recomendaciones
10-11/07/02 Encuentro Nacional Mirista Reunión Post-electoral
Tarija - Militantes. - Socios electorales del MIR (FRI, Poder Ciudadano y otros). - Parlamentarios electos uni y plurinominales.
- Fijar la posición del MIR respecto a los resultados electorales 2002.
26-28/06/03 I Congreso Extraordinario Santa Cruz - Dirigentes nacionales, regionales, distritales, sectoriales, provinciales. - Militantes de base.
- Propuesta de Estatutos. - Convocatoria a Elecciones Internas. - 90 días para institucionalización y democratización del MIR.
307
Eventos partidarios de ADN desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha
Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones
28/11/98
Conferencia Nacional de Dirigentes
Cochabamba
- Jefe Fundador. - Jefe Nacional. - Secretario Ejecutivo Nacional y Secretarios Nacionales del CEN. - Senadores, diputados, ministros y alcaldes de capital de departamento. - Jefes, subjefes, Secretarios Ejecutivos Departamentales.
a) Consideración de renuncias del Jefe Nacional y Secretario Ejecutivo Nacional. b) Proclamación Jefe Nacional.
23-24/03/00 Asamblea Nacional Extraordinaria “Walter Soriano Lea Plaza”
La Paz - Jefe Nacional; Comité Político Nacional; CEN; Directiva Consejo Consultivo Nacional; fundadores y ex-jefes; jefes, subjefes y CE Departamentales; Comités Políticos Departamentales. - Parlamentarios; alcaldes, concejales de capital de departamento y secciones; ministros, prefectos de ADN. - Delegados Departamentales.
1) Informe Secretario Ejecutivo Nacional. 2) Informe Jefe Nacional. 3) Consideración y aprobación Estatuto Orgánico. 4) Elección Junta Nacional Electoral (JUNE) y Juntas Departamentales Electorales.
26/11/00 Asamblea Nacional Ordinaria La Paz (Casa de la Democracia)
- Jefe Nacional; Comité Político Nacional; CEN; Directiva Consejo Consultivo Nacional; fundadores y ex-jefes; Jefes, subjefes y CE Departamentales; Comités Políticos Departamentales. - Parlamentarios; alcaldes, concejales de capital de departamento y secciones; ministros, prefectos de ADN.
1) Informe Jefe Nacional. 2) Elección Jefe Nacional y 3 Subjefes. 3) Elección: Tribunal de Honor, Fiscal Nacional de Disciplina Partidaria, Defensor Nacional del Militante.
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- Fiscales de Disciplina Nacional y Departamentales. - Comités Especiales. - Delegados Departamentales.
31/03/01 Asamblea Extraordinaria “Dr. Alfredo Arce Carpio”
La Paz (Casa de la Democracia)
- Jefe Nacional; Subjefes Nacionales, Comité Político Nacional; CEN; Directiva Consejo Consultivo Nacional; fundadores y ex-jefes; jefes, subjefes y CE Departamentales; Comités Políticos Departamentales. - Parlamentarios; alcaldes, concejales de capital de departamento y secciones; ministros, prefectos de ADN. - Fiscales de Disciplina Nacional y Departamentales. - Comités Especiales. - Delegados Departamentales.
Elección: - Tribunal de Honor Nacional. (5 miembros) - Fiscal Nacional de Disciplina Partidaria. - Defensor Nacional del Militante. - Cargos en acefalía de la Junta Nacional Electoral.
01/04/01 Asamblea Nacional de Formación y Educación
La Paz - Jefe Fundador, Nacional y Subjefes; Comité Político Nacional; CEN; fundadores; ex-jefes; ex-Presidentes y ex-vicepresidentes de ADN. - Comités Políticos Departamentales. - Tribunal Nacional de Honor y Departamentales, Fiscales de Disciplinal Nacional y Departamentales, Defensores del militante Nacional y Departamentales, Junta Nacional Electoral y Departamentales. - Ministros, prefectos, autoridades de ADN. - Delegados de los Comités distritales y funcionales.
- Análisis de documentos político-programáticos relativos a la ideología del partido, evaluación de la actual gestión de gobierno, programas futuros para gobernar el país y los municipios. - La organización como estrategia programática de educación ciudadana.
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- Invitados: 5 delegados de la Juventud de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y 3 por los otros departamentos (entre 16 y 30 años).
22/07/01 Elecciones Internas La Paz, Jefe y 3 Subjefes Departamentales; Jefe y Subjefe seccionales, de distrito: ciudades La Paz y El Alto.
La Paz
02/03/02 Asamblea Nacional Ordinaria Santa Cruz - Jefe Fundador, Nacional y Subjefes; Comité Político Nacional; CEN; fundadores; ex-jefes; ex-Presidentes y ex-vicepresidentes de ADN. - Comités Políticos Departamentales. - Tribunal Nacional de Honor y Departamentales, Fiscales de Disciplinal Nacional y Departamentales, Defensores del militante Nacional y Departamentales, Junta Nacional Electoral y Departamentales. - Ministros, prefectos, autoridades de ADN. - Delegados de los Comités distritales y funcionales.
- Reformas al Estatuto Orgánico. - Elección del Jefe Nacional y 3 Subjefes Nacionales. - Elección de candidato a la presidencia para las elecciones 2002 (en sesión reinstalada de la Asamblea el 17/03/02).
310
Eventos partidarios de UCS desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones 09-10/03/01 Décima Convención
Extraordinaria
La Paz Hotel Radisson
- Jefe y Subjefe Nacionales, Comité Político Nacional (CPN), CEN, Brigada parlamentaria, militantes convocados por el Jefe Nacional y CPN. - Jefes Departamentales.
- Lectura del Acta anterior. - Informe del Jefe Nacional. - Readecuación de los Estatutos. - Aprobación del Reglamento Electoral Interno. - Elección Tribunal Disciplinario. - Convocatoria y cronograma para Elecciones Internas. - Elección del Jefe Nacional.
17/03/02 V Convención Nacional Ordinaria “Max Fernández Rojas”
Santa Cruz Feria Exposición
- Delegados y militantes de los 9 departamentos - Invitados - Representantes de otros partidos
- Suspender la aplicación del Estatuto vigente y aplicar el de 1994. - Facultar al Jefe Nacional para formar alianzas electorales y presentar listas de candidatos a senadores y diputados - Elección de candidatos presidencial y vicepresidencial. - Encomendar al Jefe Nacional la vigencia oportuna del Estatuto de 2001.
23/10/02
Reunión Nacional de Dirigentes
La Paz Hotel Europa
- Dirigentes Nacionales - Análisis político. - Posesión de Dirigentes Nacionales y Departamentales.
20/08/03 Reunión Nacional de Dirigentes
La Paz Auditórium – UCS
- Dirigentes Nacionales - Análisis de la coyuntura política. - Análisis sobre la política del gas. - Análisis de la Descentralización. - Cronograma para las elecciones internas.
21/10/03 Reunión Nacional de Jefes Departamentales
La Paz Of. Nacional - UCS
- Jefes Departamentales
- Referéndum. - Ley de Hidrocarburos. - Asamblea Constituyente. - Informe de las estructuras departamentales. - Elecciones Municipales. - Sugerencia de dos nombres para responsables de reinscripción.
311
Eventos Partidarios de NFR desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones 11/12/97
I Congreso Nacional Ordinario
Cochabamba
- Fundadores - Directorio Nacional. - Secretarios Nacionales: ejecutivo, de organización, de hacienda, Comunicación y coordinación. - Delegados departamentales.
- Informe y propuesta del Comité Ejecutivo Nacional. - Elección del Jefe y Subjefe Nacionales, y miembros del Tribunal de Honor.
07/12/00 I Congreso Nacional Extraordinario
Sucre - Comité Político Nacional. - CEN - Delegados Departamentales electos. - Jefes Departamentales. - Ex-jefes Nacionales. - Tribunal de Honor. - Diputados y senadores de NFR.
- Revisión y aprobación de Estatutos.
01/12/01 II Congreso Nacional Extraordinario
La Paz - Comité Político Nacional. - CEN - Delegados Departamentales electos. - Jefes Departamentales. - Ex-jefes Nacionales. - Tribunal de Honor. - Diputados y senadores de NFR.
- Revisión de Artículos observados por la CNE y aprobación de Estatutos. - Modificación de Artículos (33, 40, 48 y 50) del Estatuto Orgánico. - Modalidad de Elección del Secretario Ejecutivo Nacional y Secretarios Nacionales.
…/02/02 II Congreso Nacional Ordinario
La Paz - Comité Político Nacional. - CEN - Delegados Departamentales electos. - Jefes Departamentales. - Ex-jefes Nacionales. - Tribunal de Honor. - Diputados y senadores de NFR.
- Elección de candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República.
312
Eventos partidarios del MAS desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha
Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones
22-24/01/99 (III) Congreso Nacional
- Adopción de Personería Jurídica. - Reglamentos Internos. - Elecciones Municipales. - Redefinición de sigla: MAS.
22-24/01/99
Congreso Nacional Ordinario y Extraordinario
Cochabamba - Dirigentes fundadores - Dirigentes Nacionales, Departamentales, profesionales y campesinos.
- Análisis de la situación nacional e internacional. - Estatuto Orgánico. - Programa de gobierno. - Plataforma política. - Retiro de la Alianza IU - Añadir la sigla IPSP. Convención: - Elección del Jefe Nacional; direcciones nacionales, Comité Ejecutivo y Comité Político.
8-9/05/99
Congreso Nacional Ordinario Oruro - Dirigentes Nacionales, regionales, funcionales, especiales. - Delgados elegidos en asambleas partidarias.
- Informe Jefe Nacional del MAS. - Análisis situación nacional e internacional. - Estatuto Orgánico. - Declaración de Principios. - Programa de Acción Política.
27-28/04/00
Congreso Nacional Ordinario (MAS-U)
Cochabamba - Dirigentes nacionales (Jefe Nacional, Dirección Ejecutiva, Consejo Político), regionales, funcionales y especiales. - Delegados elegidos en asambleas partidarias.
- Informe del Jefe Nacional y la Dirección Nacional Ejecutiva. - Análisis situación nacional e internacional. - Actualización y adecuación del Estatuto Orgánico, Programa de gobierno y Declaración de Principios. - Modificación de sigla (MAS-IPSP).
16/07/00
Congreso Extraordinario Cochabamba - Dirigentes nacionales, regionales, funcionales y especiales.
- Modificaciones de documentos constitutivos, observados por la CNE: Estatuto Orgánico,
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- Delegados elegidos en asambleas partidarias.
Programa de gobierno y Declaración de Principios.
10-11/12/01
Congreso Nacional Ordinario Cochabamba - Direcciones: nacional, departamentales, regionales, especiales y funcionales. - Delegados elegidos. - Diputados, consejeros departamentales, alcaldes, concejales y agentes cantonales del MAS.
- Informe del Jefe y Dirección Nacional. - Análisis de coyuntura. - Elecciones Nacionales 2002. - Estatutos, Programa de gobierno, Declaración de Principios. - Elección y posesión de la Dirección Nacional - Elección de pre-candidato presidencial (Evo Morales).
17-18/02/02 Ampliado Nacional Cochabamba - Elecciones Generales 2002. - Definición de candidatos a la presidencia y vicepresidencia: Evo Morales y Antonio Peredo. - Modalidades de elección de candidatos a diputados uninominales (por circunscripciones) y plurinominales.
…/03/02 Convención Nacional Coliseo Don Bosco. La Paz
- Proclamación de candidato presidencial.
13-15/12/03 Congreso Nacional Ordinario (CONVOCATORIA)
Oruro - Dirección Nacional, departamentales y regionales. - Direcciones Provinciales, seccionales y cantonales. - Senadores y diputados. - Consejeros, alcaldes, concejales y agentes cantonales. - 5 delegados por organización de base.
- Informe Dirección Nacional. - Informe Direcciones Departamentales. - Formación e informe de comisiones: Política, Orgánica, Programa de gobierno y Declaración de Principios. - Elección y posesión de la Dirección Nacional. - 30% de delegadas mujeres como mínimo.
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Eventos partidarios del PS desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones 14-17/07/95
VI Congreso Nacional Ordinario de Vanguardia Socialista de Bolivia (VS)
La Paz - Comité Central. - 10 delegados por Comité Regional. - 5 delegados Juventud Socialista. - Militantes que deseen con derecho a voz.
- Informe Comité Central. - Situación partidaria. - Revisión documentos fundamentales y modificación Estatuto. - Elecciones municipales y política de alianzas. - Elección del Comité Central y Tribunal Disciplinario. - Varios.
30-31/08/96 I Congreso Extraordinario La Paz - Miembros de la Dirección Nacional. - 5 delegados elegidos por Comité Departamental. - 5 delegados elegidos por cada Comité Funcional. - Delegados por partido político o fracción socialista. - Adscritos y “socialistas” que deseen con derecho a voz.
- Informe Dirección Nacional y Regionales. - Análisis situación política y Refundación Socialista. - Complementación documentos fundamentales, tesis política y estatutos - Elecciones nacionales 1997: política de alianzas. - Elección y complementación de la Dirección Nacional y el Tribunal Disciplinario. - Varios.
11/07/99 Elecciones Internas a nivel nacional
En cada Comité departamental (La Paz, Oruro, Potosí, Cbba., Chuquisaca, Santa Cruz).
Militantes inscritos en los libros del partido.
- Fórmula ganadora de Jerjes Justiniano con 8.596 votos (86%).
26-27/06/99 VII Congreso Nacional Ordinario
La Paz - Dirección Nacional. - 10 delegados por Comité Departamental. - 5 delegados funcionales (mujeres, jóvenes, campesinos).
- Informe Dirección Nacional. - Modificación de Estatutos (Res: Elección y voto secreto para CEN y DN) - Cambio de nombre del Partido (de VS a PS) - Sistema de elección de nuevos dirigentes del partido.
315
9-10/11/01 I Congreso Nacional Extraordinario
La Paz - Delegados titulares. - Miembros Dirección Nacional y Tribunal disciplinario - 5 delegados y sus suplentes (con derecho a voz) elegidos por los Comités Departamentales.
- Reformas y aprobación de documentos constitutivos: Estatutos, Declaración de Principios y Programa de gobierno, conforme a la Ley de Partidos y Código Electoral. - Planificación campaña electoral – elecciones 2002.
02/03/02 III Ampliado Nacional Extraordinario (de Emergencia)
La Paz - Dirección Nacional - 2 representantes por Comité Departamental.
- Modalidad final de participación en las elecciones 2002. - Programa electoral y candidaturas a diputaciones uninominales y plurinominales, así como senaturías.
/10/02 IV Ampliado Nacional Hotel Torino - La Paz
- Dirección Nacional. - 2 representantes por Comité Departamental.
- Restructuración como Partido Socialista Democrático.
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Eventos partidarios del MIP desde 1999 Congresos, convenciones, encuentros, elecciones internas/de candidatos
Fecha Evento Lugar Participantes Temario / Resoluciones 12/10/00
Asamblea Indígena
La Paz / sede de campesinos
- CSUTCB - FDTCLP - Magisterio Rural. - Gremiales. - Bases.
Decisión de crear organización política indígena
14/11/00 Acto de Fundación Peñas Prov. Los Andes – La Paz.
- Organizaciones campesinas: CSUTCB, departamentales, provinciales, cantonales. - Campesinos e indígenas de base. - Gremiales.
- Fundación del MIP. - Elección de Dirección Nacional transitoria
15/03/02 I Congreso Nacional Plaza San Francisco - La Paz
- Direcciones departamentales, provinciales y cantonales. - Militantes de base sin restricción.
- Informe del Presidente del MIP. - Elección de candidatos a la presidencia y vicepresidencia para Elecciones Generales 2002 (por aclamación). - Proclamación de candidatos. - Ratificación de la Dirección Central.
15/11/2002 I Encuentro Nacional Santiago de Huata. Prov. Omasuyos – La Paz
- Direcciones departamentales, provinciales y cantonales. - Militantes de base sin restricción.
- Evaluación de las Elecciones Generales 2002. - Análisis de coyuntura. - Lineamientos de acción política.
Fuente: Bancada MIP, Tomás Quispe, Saturnino Rojas. Obs: En la CNE no hay registro del Congreso ni del Encuentro Nacional.
ANEXO 6
Cuadro para el análisis de la percepción mediática acerca de los partidos políticos en Bolivia. 2002.
317
NOTAS IDEAS CENTRALES (FRAGMENTOS DISCURSIVOS) PERCEPCIÓN/CONCLUSIÓN EJES TEMÁTICOS Enero 1. “Tuto y el decreto de la muerte” por
Andrés Gómez Vela Gareca, en La Prensa. P. 7.
“Este paradójico plan, que ataca las consecuencias y no las causas del cultivo de coca, recientemente se reprodujo en la esfera política con el rótulo de Ética. Un grupo de parlamentarios, que habitualmente se reúne con pereza y cierta desidia, de pronto, como insuflado por el poder de la Embajada de Estados Unidos, consideró la expulsión del dirigente cocalero y (ex) diputado uninominal, Evo Morales, de la Cámara de Diputados. Un Congreso devaluado ante la sociedad porque varios de sus miembros están acusados de corrupción decide echar en nombre de la ética al candidato más votado (61%) de las elecciones nacionales de 1997. Es más, uno de los símbolos de la corrupción, Chito Valle (yerno de Banzer), votó en esa sesión contra Morales. Así gobierna la clase política del país”. “Pero eso no es todo. Los políticos oficialistas y de la oposición (MIR, ADN, UCS, MNR y NFR) separan definitivamente del Congreso a un parlamentario, que a diferencia de varios de sus colegas, cumple a cabalidad el mandato popular. Es decir, basa su acción política en el respeto al principio básico del sistema democrático: el pueblo soberano gobierna a través de sus representantes”. “Hasta ahora, hemos presenciado los efectos sociales, los políticos se vendrán en las elecciones de junio. Entonces veremos si es que el elector indígena todavía cree en el sistema político aristocrático que excluye a representantes indios o quizás asuma venganza a través del voto y llene el Congreso de representantes originarios asistémicos. Lo malo es que la estructura de la democracia, paradójicamente, está diseñada para la plutocracia”.
MIR/ADN/UCS/MNR y NFR frente a MAS y a Evo Morales. Símbolos de la corrupción frente a símbolo de la representación popular. Sistema político aristocrático que excluye a representantes indios. Mecanismo de venganza a través del voto con representantes originarios asistémicos para que lleguen al parlamento.
Sistema político y desafuero de Evo Morales.
2. “Desafuero selectivo” por Marcelo Varnoux Garay, en La Prensa. P. 16.
“El fuero especial de que gozan los parlamentarios, dio al dirigente cocalero un amplio margen de maniobra para hacer y deshacer a nombre de las bases, atropellando derechos humanos y ciudadanos. Pero ¿por qué hasta hora al yerno de Banzer no se le piden cuentas? En este sentido, no es sorprendente constatar que existe una especie de selectividad a la hora de aplicar el desafuero. Habrían, entonces, personajes ‘desaforables’ como Evo Morales y ‘no desaforables’ como todos aquellos que hicieron y hacen todavía de las suyas, desde sus efímeras posiciones de poder”. “Flaco favor a la democracia, que requiere con urgencia, señales positivas desde la política para superar la confianza de la ciudadanía”.
Evo Morales vs. el sistema político. Oposición y rigurosidad para castigar a Evo Morales vs. la pasividad contemplativa de hechos de corrupción del oficialismo. Desaforables vs. no desaforables Crítica a Evo Morales para hacer y deshacer a nombre de las bases con atropellos a derechos humanos y ciudadanos pero nada con el yerno de Banzer.
Sistema Político y desafuero de Evo Morales.
318
3. “Nos convocan a votar por los que hacen daño al país”, en Opinión (03/01/02). P. 60.
“El privilegio omnímodo de los partidos políticos para administrar el país, es el fenómeno más negativo que ocasiona otros males que se propagan como efectos multiplicadores en todos los niveles y sectores de la sociedad”. “En toda competencia, la gente aplaude y vota por el mejor, sólo aquí, en las elecciones generales, estamos obligados a votar no por el mejor sino por el menos malo de los malos”. “Ante la falta de una clase social capaz de asumir la responsabilidad de construir el país, desde hace más de medio siglo, los políticos se han constituido en el grupo dominante...A diferencia de una clase social históricamente formada, la mediocracia partidista no tiene valores fijos, tampoco tiene símbolos ni rituales, hace cualquier cosa por tomar el poder y en esa situación tampoco tiene un proyecto que corresponda a una concepción correcta de la sociedad”.
Calidad y capacidad de los partidos políticos son deficientes, la causa de muchos males del país. No hay una clase política capaz en el país.
Convocatoria a elecciones generales 2002.
4. “Los partidos en crisis”, en La Prensa (01/01/02). P. 60.
“El panorama, qué duda cabe, es desalentador, pues al menos tres serios problemas quitan el sueño a estos partidos: sus profundas crisis internas, la ausencia de democratización y las ya inocultables ‘guerras’ generacionales”. “Ya no se precisa de una consulta pública para demostrar que la credibilidad de los partidos políticos está en uno de sus puntos más bajos desde la recuperación democrática de 1982”.
Poca credibilidad en los partidos políticos. Crisis evidente con pugnas internas y procesos no democráticos.
Convocatoria a elecciones generales 2002.
5. “La desconfianza en los partidos políticos y la crisis opacan campaña 2002” por Leopoldo Vegas, en El Deber (13/01/02). P. 64
“Dirigentes de seis de las 18 organizaciones políticas, que anunciaron su participación en las elecciones del próximo 30 de junio, reconocieron que la desconfianza de la gente en la clase política y la crisis económica son dos de las principales causas para que se postergara el inicio de la campaña, a pesar de que con la convocatoria a los comicios, el pasado 1º de enero, se inició el año electoral”. “De acuerdo con las encuestas que manejan, por separado, ADN, MIR y MNR y a las que tuvo acceso EL DEBER, el 70% de la población, mayores de 18 años, no confía en que los partidos resuelvan la crisis del país”.
Partidos políticos y la poca credibilidad de la ciudadanía en ellos.
Convocatoria a elecciones generales de 2002.
6. “¿Ideología? Los partidos dicen a qué lado juegan y no convencen”, en La Razón (20/01/02). P. 64.
“Los partidos políticos se encaminan a las elecciones generales en medio de una devaluación de las viejas ideologías que terminaron también con las ideas que les dieron razón de ser”. “Sólo existe en ellos un fuerte instinto pragmático para alcanzar el poder, son unas máquinas diseñadas para capturar el poder político y estatal”.
Devaluación de la imagen de los partidos políticos.
Convocatoria a elecciones generales de 2002.
319
7. “Políticos que aún viven en los moldes
del pasado”, en La Razón (20/01/02). P. 64.
“La democracia, con todas las imperfecciones que tiene, es uno de los sistemas de gobierno que garantiza las libertades del hombre y hace respetar sus derechos ante cualquier intento despótico de los poderes del Estado”. “...Quedan resabios de los tiempos en los que el oscurantismo político, que data desde la fundación de la República, ...no daba tregua al pensamiento y menos a la expresión que estuviera en contra de los ‘postulados’ de determinadas corrientes sectarias, las que creían que tenían la verdad”.
La falta de apertura en la discusión y la libertad de pensamiento como práctica conservadora en algunos políticos.
Convocatoria a elecciones generales de 2002.
Febrero 8. “¿El fin del sistema de partidos?” por
Jorge Lazarte en Pulso (01/02/02). Pp. 65-66.
“El sistema de partidos se expresó en un formato, que funcionó desde 1985 hasta el presente. Este formato tiene tres partidos + cuatro. Es decir, Bolivia necesitó de siete partidos para hacer funcionar el gobierno, mediante coaliciones sucesivas desde 1985. Estos siete partidos funcionaron en un sistema de dos pisos: un núcleo fuerte, y una periferia. El núcleo fue conformado por tres partidos: Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Movimiento de la Izquierda Revolucionaria Nueva Mayoría (MIR-NM) y Acción Democrática Nacionalista (ADN), que en promedio sumaban alrededor del 65% de la votación nacional. Ea (sic) periferia fueron otros partidos, con los cuales cada uno de los tres hicieron coaliciones de gobierno. Estos cuatro fueron el Movimiento Bolivia Libre (MBL); Unidad Cívica solidaridad (UCS); Conciencia de Patria (CONDEPA) y Nueva Fuerza Republicana (NFR). Otros pequeños partidos fueron rellenos prescindibles”. “Este previsible fin del sistema de partidos tiene tres indicadores empíricos. En primer lugar el divorcio, y no sólo el distanciamiento, entre la mayor parte de la población con el actual sistema de partidos “tradicionales”. Las rebeliones de abril y de septiembre de 2000, fueron su manifestación colectiva más elocuente. En segundo lugar, las encuestas preelectorales de los últimos meses confirman lo que los ciudadanos expresan a diario por todos los medios: más de la mitad de electores se niegan a reconocerse en ninguno de los candidatos o partidos del trípode. Y, por último, los tres partidos no llegan al 40% de las preferencias de voto en las mencionadas encuestas, los otros partidos periféricos también están de caída libre, excepto NFR”. “Los esfuerzos que se realicen hasta las próximas elecciones para cambiar esta situación de soledad electoral, no parece que tendrán efecto significativo en la población, cuyas percepciones fueron cristalizadas en años de desencantos acumulados”.
Partidos “tradicionales” y el esquema de gobernar desde 1985. Ruptura del esquema y nuevas posibilidades en las elecciones de 2002 que podrían poner en peligro la estabilidad política como fuente del funcionamiento democrático.
Crisis de partidos políticos.
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9. “Seis fuerzas políticas dispersan el voto”,
en EL Deber (18/02/02). P. 67. “La encuesta aplicada a 3.250 personas en edad de votar refleja que no hay en este momento un partido sólidamente hegemónico en el escenario urbano del país. Al contrario, la dispersión del voto entre las seis fuerzas políticas visibles es la principal característica de la contienda preelectoral. Eso hace aún más incierto un pronóstico del resultado de los próximos comicios presidenciales, a 4 meses de su realización”.
Incertidumbre acerca de los resultados de las elecciones. Dispersión de voto.
Convocatoria a elecciones generales 2002.
10. “MNR y ADN los partidos ‘rechazados’”, en El Deber (18/02/02). P. 67.
“La situación del partido de Gonzalo Sánchez de Lozada es contradictoria. El candidato presidencial del MNR aparece en las encuestas de Equipos Mori en el primer lugar de la intención de votos para los comicios del próximo 30 de junio, pero al mismo tiempo, junto a ADN, figuran con los más altos porcentajes de rechazo del electorado”.
Rechazo de los partidos tradicionales MNR y ADN.
Percepción ciudadana.
11. “Los asistémicos en la ruta del poder”, en La Razón (16/02/02). P. 74.
“Si bien en la forma el sistema político del país es cerrado, hay varios factores que muestran que tiene una gran capacidad de inclusión. En la historia reciente, los casos de Carlos Palenque y Max Fernández son los ejemplos más claros de esa actitud”. “La fuente de su poder son ellos mismos y las organizaciones políticas que han creado o alquilado están hechas a su imagen y semejanza; cualquier disenso es sancionado drásticamente porque el líder y sus entornos más inmediatos —familiares o de amigos— son los propietarios de la organización”. “Asimismo, sus planteamientos carecen de consistencia programática, lo que no se transforma en una limitación sino en un factor más de fuerza, porque de esa manera se resalta, nuevamente, la figura del líder y su capacidad para ejercer el poder, por el momento, en la organización y, mañana, en el Estado”.
Prácticas y comportamientos políticos de los partidos llamados “asistémicos” CONDEPA y UCS.
Caracterización de los partidos, su comportamiento y valores políticos.
321
Marzo 12. “Tuto tiene todo el poder para cambiar
ADN”, en El Deber (04/03/02). P. 14. “Jorge Quiroga consiguió todo lo que quería. En dos días de asamblea nacional, los adenistas modificaron el estatuto, lo nombraron jefe indiscutible y eligieron a los tres subjefes nacionales. Los cambios no fueron tan fáciles como aparentan. La cúpula del partido tuvo que negociar intensamente con Ronald McLean y Freddy Terrazas para que retiraran sus candidaturas a las subjefaturas”.
Proceso interno de ADN. Pugnas internas y democratización.
Procesos internos de estructuras partidarias.
13. “Candidaturas simultáneas”, en La Prensa (09/03/02). P. 18.
“En Bolivia, se adoptó históricamente una modalidad intermedia, si es dable llamarla así, por la que los políticos podrían postular a más de una función electiva sin vulnerar el ordenamiento constitucional, como que en efecto muchos de ellos, o más bien los conscientes de que no alcanzarían la Presidencia o Vicepresidencia de la República por su esmirriada convocatoria, acabaron ungidos como senadores y diputados, vieja práctica que ahora se trata de abolir, aunque por lo visto sin un conveniente análisis de su legalidad ni de su oportunidad”. “Abierta la polémica, sólo cabe esperar que para bien de nuestra joven democracia se enmarque en el plano de las ideas y argumentos, libre de las presiones que no hacen otra cosa que horadar gradualmente la débil institucionalidad patria”.
Pugna entre partidos “grandes” y “chicos”. Relaciones interpartidarias y normas para el accionar dentro del legislativo.
14. “La cuota del 30% es una trampa, la mujer sigue relegada en política” por Gabriela Huerta Quiroz, en El Deber (01/03/02). P. 19.
“‘Nunca tan acertado el adagio popular hecha la ley, hecha la trampa’, afirma la parlamentaria, para agregar que aún desde poderes de decisión, las mujeres no han podido cambiar el sistema político y las estructuras de poder ‘absolutamete marginante, cerrados y patriarcales’”
Cuota del 30% de participación de mujeres en los partidos políticos. Exclusión de las mujeres del quehacer político.
Participación de mujeres en los partidos políticos.
15. “Las mujeres no logran sacar del papel oferta de mayor protagonismo político” por Gabriela Huerta Quiroz, en El Deber (02/03/02). P. 19.
“El discurso de los políticos de incorporar al menos un 30% de mujeres en sus listas de candidatos titulares a senaturías y diputaciones, y guardando equidad en la franja de seguridad, quedará en promesas también en las elecciones generales de junio”.
Falta de compromiso para cumplir la cuota de participación femenina en puestos de dirección en los partidos políticos.
Participación de mujeres en los partidos políticos.
Abril 16. “Propuestas con sabor a poco” por Javier
Mancilla Luna. P. 5. “El sabor a poco y la insatisfacción que 17 años de libre mercado dejaron en la mayoría de la población no sólo motivaron el surgimiento de nuevas fuerzas políticas, sino que parecen haber obligado a varios de los partidos a salpicar de rojo sus banderas y sus propuestas que ahora presentan a los bolivianos con miras a las elecciones de junio”. “En otras palabras, las elecciones tienen como trasfondo un profundo malestar de la población ante las ‘soluciones neoliberales’ que lejos de buscar bienestar para la población, agravaron sus condiciones de vida, aumentando los niveles de desempleo, dolarizaron las tarifas de los
Propuestas electorales de los partidos en las elecciones. Visiones neoliberales. Propuestas de lucha contra la corrupción y procesos de corrupción en los antecedentes de acciones de los partidos políticos. Frente neoliberal de partidos y frente popular de partidos fragmentado.
Descrédito de las propuestas de los partidos políticos.
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servicios y dejaron un Estado debilitado”. “Todas las encuestas conocidas dicen que tanto Costa, Morales como Quispe, llegarán al parlamento con una votación abrumadora de sus regiones, pero ninguna de esas candidaturas es aspirante seria a la presidencia, un hecho que muestra una extrema fragmentación de las fuerzas del campo popular, que fueron incapaces de presentar una propuesta que una todas las aspiraciones de los sectores a los que representan”.
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17. “‘Quien no declare es un...’”, en Pulso (26/04/02). P.11.
“Conclusión: la élite política boliviana es millonaria, en el sentido extenso y plural de la palabra”. “Porque gran parte de esta fortuna política está, sin duda, vinculada a la forma de corrupción más abundante en el país: el enriquecimiento ilícito”. Sin embargo, aún en estos casos el poder es útil para perpetuar, conservar o incrementar el patrimonio”. “La teoría de que los buenos empresarios pueden contribuir a la eficiente gestión del aparato estatal tiene poco que ver con la realidad nacional. ¿Cuál ha sido el aporte político de Johnny Fernández durante una década? Cero a la izquierda”.
Partidos políticos, poder y enriquecimiento ilícito.
Corrupción, imagen de los partidos políticos, sus líderes y militantes.
18. “Se vienen nuevos capítulos de la guerra sucia del MNR contra Manfred Reyes Villa” por Walter Chávez, en El juguete rabioso (28/04/02). P. 12.
“Campaña negativa la llaman algunos analistas, pero los medios la bautizaron como ‘Guerra Sucia’. Y aun cuando la Corte Nacional Electoral ya prohibió la difusión de dos spots contra el líder de la Nueva Fuerza Republicana (NFR), la cosa parece que no tiene fin. El MNR alista un nuevo frente de batalla, todo para frenar el avance del llamado Bombón”.
Campaña electoral y enfrentamiento entre dos partidos, MNR y NFR.
Guerra sucia en el proceso electoral y las campañas de los partidos políticos.
19. “Medios y campañas electorales en Bolivia” por Erick Torrico Villanueva, en Pulso (26/04/02). P. 14.
“Así, gracias a la ‘democracia centrada en los medios’, es dable pensar en la construcción de imagen sumada a la visibilidad mediática de los candidatos resulta en una mayor probabilidad de éxito electoral”. “A diferencia de las décadas previas, desde la de 1980 se tiene muchos más electores, las definiciones ideológicas son menos claras e intensas, y la política, la del tiempo electoral en particular, tiende a un cierto pragmatismo ‘light’“.
Relaciones y reconfiguraciones de los procesos de hacer política con los medios de difusión masiva.
Utilización de los medios de difusión masiva en el quehacer político y las modificaciones de éste al usar los medios.
Mayo 20. “Cochabamba se movilizó contra la
política canallesca”, en La Voz (24/05/02). P. 9.
“Cientos de trabajadores, vecinos, jubilados y personas desocupadas exigieron hoy el cierre definitivo del Congreso Nacional indignados por la aprobación de rentas vitalicias en la Cámara Alta”. “‘Que se cierre el parlamento. Malditos padres de la patria. Ladrones del pueblo. Parlamentarios flojos. Delincuentes de cuello blanco. Abajo la clase política’ fueron las frases que constantemente utilizaron los marchistas que recorrieron las principales calles de nuestra ciudad y otro grupo numeroso de trabajadores fabriles de la provincia Quillacollo”.
La desvergonzada actitud de las dietas vitalicias como motivo de la justa protesta de la sectores de la población.
Protestas de la ciudadanía ante la medida del pago de dietas vitalicias.
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21. “La renta vitalicia desata la furia del
pueblo contra los políticos”, en La Razón (24/05/02). P. 9.
“Un desocupado de más de 60 años se erigió ayer en el interlocutor de un país indignado con los parlamentarios”. “Por eso salió de donde vive, de una de las casas más pobres de la plaza Murillo, para exigir con todas sus fuerzas el paredón contra los senadores que decidieron premiar a un grupo de políticos con 20 mil bolivianos mensuales por el resto de sus vidas”. “El reloj marcaba las 11 de la mañana. Mientras desde distintos puntos de La Paz, la gente llamaba a las radioemisoras para acusar de ladrones y delincuentes a los senadores, en la Plaza Murillo un grupo de jubilados y ancianos se reunían espontáneamente”. “Un letrero sintetizaba la consigna: ‘Pueblo, debemos unirnos para sacar a estos maleantes’“.
Las protestas de la ciudadanía que con justa razón insultan a los parlamentarios en su acción de autofavorecerse con dietas vitalicias. Muestras de la protesta ciudadana.
Protestas de la ciudadanía ante la medida del pago de dietas vitalicias.
22. “El Congreso juega con fuego”, en Pulso (24/05/02). P. 10.
“Las falencias son, pues, evidentes, y deben ser corregidas ojalá de raíz: el legislativo debe revisar el uso de la ‘reserva’, que ahora aparece indiscriminada. Por la gravedad del caso, PULSO reclama editorialmente que la totalidad de la referida sesión del Senado sea puesta en conocimiento público, esa sesión, precisamente, en la que, a falta de aprobarse en el Congreso, con el Senado incluido, la ley de reforma constitucional que tanto se demanda, la decisión del cónclave senatorial fue la de ocuparse de un tema de su interés particular, mañosamente manejado, con ocultamiento, con malas artes, en suma, porque, enfatizándolo, un motivo noble como podría ser el de premiar o retribuir a ciudadanos ilustres por su servicio a la patria mediante el más amplio y abierto tratamiento legislativo, al contrario, se convierte en una sesión de especie clandestina, acorde más bien con los que pecaminosamente se ha de ocultar”.
Prácticas irregulares de los parlamentarios para declarar sesiones de reserva que les favorecen, dejando lo verdaderamente importante que beneficie a la mayoría.
Crítica a la conducta de los parlamentarios.
Junio 23. “Gobierno sin poder y poder sin
gobierno” por Andrés Gómez Vela. Pp. 5-6.
“La resurrección de la izquierda sobre las bases indígenas y no en filas proletarias desenmascaró a la democracia representativa. Desarticuló su retórica. Asustó a las denominadas élites que se creen ‘predestinadas’ para administrar el futuro de la mayoría, en función de sus intereses, como sucedió casi siempre. Dejó sin discurso a la plutocracia, organizada en partidos, y está a punto de incubar un gobierno sin poder. Es decir, una ‘udepe’ de derecha”. “La base filosófica de la democracia sostiene que el sistema evoluciona en función del conflicto, el disenso y el consenso. Así se administran las sociedades. En más de 15 años hubo conflicto y disenso, pero no consenso”. “Durante este lapso, los analistas ‘sistémicos’ llamaron consenso a un conciliábulo entre políticos de derecha, en el que se repartían superintendentes, fiscales, supremos y decidían la subasta del
La democracia boliviana que no marcó puntos de consenso. La democracia boliviana expresada en la plutocracia expresada en los partidos políticos. Capacidad del MAS para buscar los puntos de consenso en bien de las demandas populares.
Representaciones indígenas y campesinas. Cuestionamiento de la democracia boliviano que no se basa en el consenso. Análisis del MAS y su capacidad de interpelación a futuro.
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patrimonio del país”. “El MAS aún no es el instrumento canalizador de las aspiraciones históricas del país. Está gateando. Caminará cuando demuestre, en el Congreso, su capacidad para articular discursos nacionales y resolver las demandas populares en consenso con la derecha”.
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24. “Manfred es un fenómeno urbano y
mediático, domina en las ciudades” por Leopoldo Vegas, en El Deber (23/06/02). P. 12.
“Manfred Reyes Villa parece el galán de la telenovela del momento. El presidenciable por NFR es el candidato más votado en los centros urbanos del país, donde se concentra el mayor número de la teleaudiencia nacional”. “En las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz donde se concentra el mayor número de televisores por habitantes, Manfred Reyes Villa acumula su mayor votación”. “Para el analista político Carlos Cordero, el presidenciable eneferista es un fenómeno urbano y mediático”.
Manfred Reyes Villa es un candidato que basa su popularidad en su imagen mediática.
Caracterización de los líderes políticos.
25. “Los líderes del campo restan votos a los tradicionales” por Leopoldo Vegas, en El Deber (23/06/02). P. 12.
“El surgimiento de los líderes políticos regionales colocó en riesgo la votación de los llamados partidos políticos tradicionales en las zonas rurales del país. Los dirigentes de los movimientos indigenistas y campesinos atrajeron el electorado que en épocas anteriores eran fieles militantes de ADN, MNR y MIR”. “En las provincias de Cochabamba, La Paz y Oruro el dominio lo ejercen el dirigente cocalero y candidato presidencial por el MAS, Evo Morales, y, en menor parte, el representante campesino Felipe Quispe”.
El MAS y el MIP desplazaron la votación de los partidos tradicionales en los sectores indígenas y campesinos.
Representación política y votación de sectores indígenas y campesinos en desmedro de partidos tradicionales.
26. “Jaime, Goni y Manfred, repetitivos y aburridos”, en Opinión (24/06/02). P. 17.
“Repetitivos y aburridos aparecieron los candidatos, supuestamente con mayores posibilidades de acceder al gobierno, Jaime Paz, Gonzalo Sánchez de Lozada y Manfred Reyes Villa, en foro patrocinado por la Asociación de Periodistas de La Paz”.
Los tres principales candidatos a la presidencia con discursos repetitivos y aburridos.
Evaluación de las presentaciones públicas de los candidatos a la presidencia. Elecciones 2002.
27. “La Asociación de Periodistas califica de intolerantes a cuatro candidatos”, en El Deber (22/06/02). P. 17.
“Luego de que los candidatos a la presidencia de cuatro partidos políticos abandonaran el foro organizado por los periodistas, se emitió el siguiente comunicado: ‘La Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia lamentan profundamente la actitud intolerante y antidemocrática asumida por los candidatos presidenciales de los partidos Libertad y Justicia, Alberto Costa Obregón; Partido Socialista, Rolando Morales; Movimiento por el Cambio Ciudadano, René Blattman y conciencia de Patria, Nicolás Valdivia, quienes abandonaron el IV Foro presidencial organizado por nuestra asociación’”.
Las actitudes intolerantes de los candidatos presidenciales de partidos ‘chicos’ que abandonaron el foro de la APLP.
Evaluación de las presentaciones públicas de los candidatos a la presidencia. elecciones 2002.
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Julio 28. “El ocaso liberal” por Raúl Prada
Alcoreza, en La Prensa (11/08/02 sic). “Al transferir la voluntad popular del Congreso y al otorgarle al Parlamento la atribución de elegir al Presidente, la decisión social ha sido sometida a mediaciones legislativas que terminaron desvirtuando el sentido del voto otorgado”. “El ganador es una construcción parlamentaria, el Presidente es una invención congresal”. “¿Qué es entonces el Presidente elegido en el Congreso? Una metafísica electoral. La decisión popular ha terminado discriminándose”. “La democracia que no sólo es participación, efectivización de la voluntad popular, sino flujo constante, circulación, del poder constituyente de la multitud, es conculcada, retirada de escena con estos escamoteos legales”. “Hay una contradicción profunda en el desenlace electoral del 2002 en los dos tiempos de la trama coyuntural. En la primera parte, el pueblo votante acude a las urnas y su decisión de voto deja perplejas a las consabidas empresas de encuestas, también queda azorada la clase política, así como varios estratos acostumbrados al manejo del poder”. “La crisis se expresa también en las cantidades mermadas de la votación liberal. Estas cantidades se convierten en lo que podríamos llamar los índices de la decadencia de los partidos neoliberales”. “El agotamiento del ciclo neoliberal se expresa ahora cuantitativamente”.
Cuestionamiento a los mecanismos de la democracia boliviana y la brecha que separa la votación de la población con la elección de Presidente en el Congreso.
Votación desfavorable de los partidos neoliberales como expresión del agotamiento de un ciclo político. Crítica a los mecanismos de la democracia actual.
29. “La democracia tiene más que un nuevo atuendo”, en La Prensa (25/07/02). P. 27.
“El sombrero blanco de lana de oveja y la chaqueta multicolor del qaqachaca Rosendo Copa (MAS) opacó por un momento ayer el traje de origen occidental de Guillermo Justiniano (MNR), pero terminó de materializar la dilatada literatura sociopolítica sobre lo pluri-multi”. “No sólo eso. La precoz democracia boliviana, por primera vez en 177 años de República, puso frente a frente a las dos Bolivias: los desposeídos del poder económico y los poseídos del liberalismo”. “Pero esta vez también llegaron al Congreso los Copas, los Aucas, los Quispes, los Jankos, los Bailabas, quienes sin tener poder económico ahora tendrán poder político; y quienes confrontarán sus discursos de desposeídos económicos con los poseídos por el liberalismo, que mantuvieron a capa y espada un rígido ajuste económico durante los últimos 15 años”.
Los grupos políticos de representación campesina o indígena frente a los grupos liberales que tradicionalmente ostentan el poder político. Democracia boliviana tradicionalmente elitista y la nueva conformación político-parlamentaria con otros sectores nacionales.
Caracterización de los grupos indígenas y campesinos que entraron al parlamento frente a los tradicionales grupos que detentan el poder político.
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Agosto 30. “Bolivia: donde ganan los que pierden”
por Isaac Bigio. P. 5-6. “Las elecciones generales bolivianas han acabado sin que haya un claro vencedor. Ninguno de los once candidatos acaparó si quiera un cuarto de los votos”. “Si bien hoy la prensa habla de que el congreso boliviano deberá escoger entre los dos más votados, lo cierto es que en anteriores ocasiones (1978, 1979, 1989) éste colocó la banda presidencial a candidatos que ni siquiera estuvieron dentro de los dos primeros puestos”. “Hoy la llave para la formación de un nuevo gobierno multipartidario la tienen los perdedores. Los dos partidos campesinos que juntos obtuvieron más votos que cualquiera de los dos ganadores se sienten envalentonados y no quieren entrar al reparto del poder con los partidos que ellos asocian con la oligarquía y el imperialismo. Su rol en el parlamento será tratar de quebrar el vigente modelo eco-social neo-liberal”.
No existieron mayorías claras en las elecciones de 2002. El pasado político del país muestra que candidatos fuera de los dos más votados fueron elegidos como presidentes de Bolivia. La salida para la definición política del presidente del país está en manos de los partidos campesinos que se resisten a las prácticas prebendales de la tradicional política nacional.
Comportamientos de la política boliviana. Comportamiento y posición de los partidos campesinos.
31. “Para Goni el país está como en la guerra y pide tregua social”, en La Prensa (07/08/02). P.8.
“Gonzalo Sánchez de Lozada asumió ayer el poder por segunda vez con un desesperado llamado a la tregua social para enfrentar la grave crisis económica y la corrupción que sufre el país”. “El discurso del presidente saliente, Jorge Quiroga, y el del entrante, Sánchez de Lozada, fueron contradictorios. Para aquél, Bolivia está preparada para no ser contagiada por la crisis regional, y dijo que deja una situación económica estable. Mientras que el segundo considera que ‘sólo la unidad de los bolivianos podrá enfrentarla positivamente’“.
Visiones diferentes del estado del país entre el presidente saliente y el entrante.
Posesión presidencial del 6 de agosto.
32. “Hacia el fin del monopolio partidario”, en El Deber (01/08/02). P. 17.
“Las reformas que tendrá la Constitución Política del Estado abren a medias la participación ciudadana en los asuntos políticos y tienen una dimensión mucho menor a la que exigían las organizaciones indígenas y campesinas”. “Otra apertura evidente a la participación ciudadana es el fin del monopolio de los partidos políticos en la postulación de candidatos a Presidente, Vicepresidente, Senadores y Diputados, Concejales, Alcaldes y Agentes Municipales. Las reformas establecen que esta atribución se extenderá a las agrupaciones ciudadanas, es decir que no será más una facultad exclusiva de los partidos políticos”.
Aunque menor a lo que se esperaba, los cambios a la CPE son esperanzadores para abrir la participación de la ciudadanía, lejos de los mecanismos de los partidos políticos.
Participación ciudadana para elección de candidatos a cargos públicos. Mecanismo de apertura a la ciudadanía en contraposición al monopolio de los partidos políticos.
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33. “El congreso se llenó de color y de
buscapegas, Evo no discurseó” por Leopoldo Vegas, en El Deber (04/08/02). P. 20.
“Algunas de las personas que llegaron en busca de trabajo estaban vestidos con ternos y corbata y, en algunos casos, se confundían con los actuales congresistas”. “La diversidad cultural también fue novedad en la Cámara. El indígena chiquitano José Bailaba, del MAS, fue uno de los que más llamó la atención en el Parlamento. Llegó vestido con un tejido guaraní Xibuxi y en su espalda tenía cruzada un arco con flecha. Además en su primera intervención en la Cámara se expresó en dialecto bestexo, que se habla en la chiquitanía cruceña”. “Los oradores originarios están creando problemas de comunicación. La mayoría de los miembros de las bancadas del MNR, MIR, NFR y ADN no hablan ni entienden aimara, quechua, guaraní ni bestexo de José Bailaba”. “Los diputados indígenas y campesinos no quieren continuar hablando entre ellos. Desde la primera sesión congresal, la bancada del MAS y MIP solicitó la incorporación de las prometidas traductoras en el Congreso”.
Manifestaciones pluriculturales en el congreso elegido que contrasta con lo tradicional.
Pluralidad en la representación política del nuevo parlamento.
34. “Gastos reservados financiaron campaña de ADN, MIR y PDC”, en La Prensa (09/08/02). P. 22.
“Los gastos reservados asignados al Ministerio de Gobierno, según denuncia pública, sirvieron para financiar las actividades de ADN, el MIR y el PDC los dos primeros cogobernantes. Sólo en junio de 2001 recibieron presuntamente 264 mil bolivianos de los fondos públicos”.
Fondos públicos de gastos reservados sirvieron para financiar las campañas de tres partidos.
Corrupción en los partidos políticos.
35. “Los gastos reservados”, en La Prensa (14/08/02). P. 22.
“…se divulgó por fuente responsable la grave sindicación de que ADN, el MIR y PDC, recibieron ‘aportes’ de dinero de los fondos reservados del Ministerio de Gobierno durante la pasada gestión y no sólo eso, sino que ‘operativos de prensa’ no especificados, compartieron igualmente el ilícito beneficio, extremo que trajo a cuento el tema nunca esclarecido de las asignación de millonarias sumas a ciertos estancos del andamiaje fiscal y su misterioso empleo”.
Fondos públicos de gastos reservados sirvieron para financiar las campañas de tres partidos.
Corrupción en los partidos políticos.
36. “Políticos se aferran a dietas”, en La Prensa (21/08/02). P. 24.
“La idea de reducir las jugosas dietas de los parlamentarios, de 20.000 a 10.000 bolivianos, fue rechazada ayer por los partidos políticos y sectores empresariales, y mereció el silencio del gobierno”. “El jefe del MAS dijo que no era justo que mientras personas de oficios humildes deban contentarse con ganar 4000 bolivianos por mes, en un momento considerado de grave crisis económica, autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, e incluso superintendentes, gocen de haberes que incluso superan, en algunos casos, los 20.000 bolivianos”.
Los parlamentarios resguardan sus dietas y se niegan a la rebaja, propuesta efectuada por el MAS en vista de los bajos salarios que perciben otros sectores de la población.
Dietas parlamentarios vs. Salarios del resto de la población.
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Septiembre 37. “El día en que Evo tuvo que dejar la coca
atrás…” por Víctor Orduna, en Pulso (20/09/02). P. 5-6.
“Es probable que, contra lo que se cree, Evo Morales necesite tanto como Sánchez de Lozada encontrar una salida pacífica al conflicto del Chapare. El primero para ser oposición y el segundo, para ser gobierno”. “La consolidación del bloque parlamentario del MAS, el liderazgo de Evo Morales y la proyección del partido hacia el 2004 y el 2007 son incompatibles con el discurso radical cocalero sindical y su tradicional ritmo de movilizaciones. Con consignas como el libre cultivo de la coca o con bloqueos cada medio año, es impensable que el partido de Evo repita su 20.84 por ciento de votación”. “La superación del ‘enclaustramiento’ cocalero en que ha vivido el MAS es un requisito indispensable para la supervivencia de una opción política alternativa a la actual: la única en verdad diferente”. “La participación parlamentaria de Evo y sus 35 curules no tiene marcha atrás. El MAS —que comparte ya parte de la pesada burocracia de las Cámaras— no puede desistir de su acción política en el Parlamento. Está condenado a hacerse partido aceleradamente, está en plena pubertad política”. “El partido de Evo tiene dos años contados —hasta el 2004— para conseguir que la geografía electoral municipal se adapte a la nacional. La ‘toma municipal’ del MAS —después de la Participación Popular— podría significar un auténtico ejercicio de gobierno paralelo al nacional”.
El MAS y la improbabilidad de repetir el porcentaje de votación electoral sino asume cambios trascendentales en su discurso radical y su circunscripción al movimiento cocalero.
Proyecciones del MAS y su expansión electoral futura.
38. “El MAS y NFR logran paralizar reformas constitucionales”, en El Diario (04/09/02). P. 40.
“El oficialismo fracasó ayer en su primer intento de llevar adelante el tratamiento de las reformas a la Constitución Política del Estado (CPE) al no lograr convencer al bloque de la oposición, razón por la cual decidieron postergar el debate para este miércoles”. “Sin embargo se conoció que la principal causa de la postergación fue la falta de consenso ya que tanto Nueva Fuerza Revolucionaria (NFR) como el MAS no están de acuerdo con la propuesta enviada por el presidente de la República Gonzalo Sánchez de Lozada”.
NFR y MAS representan escollos al no entrar en consenso sobre los temas de la reforma constitucional.
Obstrucción de los partidos políticos de la oposición para viabilizar temas de la reforma constitucional.
39. “Partidos no le ponen plazos a la reforma constitucional”, en La Prensa (01/09/02). P. 41.
“Sin tener dos tercios de votos para aprobar en el Congreso la Ley de Necesidad de Reforma a la Constitución Política (CPE), y con un claro enfrentamiento con la oposición a raíz de la negativa del MNR a debatir e incluir en la Carta Magna el mecanismo de la Asamblea Constituyente, todos los partidos políticos admiten que la aprobación legislativa no tiene plazo, ya que durará varios meses”. “Sobre la correlación de fuerzas que en este momento no garantiza los dos tercios de votos, es decir 115 votos, para aprobar la reforma a la Constitución, Carvajal considera que esa situación es previsible, pero
Enfrentamiento y falta de entendiendo entre los partidos del oficialismo y la oposición en el tema de la reforma constitucional.
Falta de consenso en el parlamento para aprobar leyes de importancia para el país.
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también que en algún momento se establecerá un acuerdo político con la NFR, el MAS y otros opositores”.
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40. “Reformas corren el riesgo de abortar”
por Hernán Cabrera, en El Deber (09/09/02). P. 41.
“El tema ya está en la agenda política y todo lo que se discuta en el Parlamento tendrá sabor a reformas, a Constitución Política y a debate entre opositores y oficialistas”. “Mesa es consciente de esa situación y está extremando los esfuerzos para convencer a los que ahora rechazan las reformas”.
Enfrentamiento y falta de entendimiento entre los partidos del oficialismo y la oposición en el tema de la reforma constitucional.
Falta de consenso en el parlamento para aprobar leyes de importancia para el país.
41. “NFR y la legitimidad democrática”, en Opinión (05/09/02). P. 42.
“Ha provocado asombro e indignación las denuncias hechas en el extranjero por el ex candidato a la Presidencia de la República y jefe de Nueva Fuerza Republicana (NFR), sobre que hubo fraude electrónico en las elecciones del 30 de junio, que el actual Gobierno no tendría legitimidad y que éste ya habría decidido que si se exporta gas al norte del hemisferio, el puerto a utilizarse sería chileno”. “Desde otra perspectiva, estas denuncias dan cuenta, por un lado, de una mentalidad autoritaria para la cual todo vale cuando se trata de mantener vigencia, y, por el otro, de que en el Jefe de NFR predomina la tradición de concebir la política como el campo de la impunidad y la mentira, pese a una retórica presuntamente democrática y moderna”. “Pero, lo importante es que los dirigentes de NFR, antes de atacar y tratar de subvertir el sistema democrático que tanto cuesta al país construir —y que los ha recibido con gran apertura pese a viejas, aunque no superadas, visiones autoritarias vigentes en su seno— se esfuercen por fortalecerlo”.
Declaraciones de Manfred Reyes Villa lindan en prácticas autoritarias sólo por mantener la vigencia.
Caracterización del comportamiento autoritario del líder de NFR.
42. “MNR, MIR, NFR, UCS y PS rechazan la rebaja de dietas”, en La Prensa (04/09/02). P. 44.
“Los intentos por parte del Movimiento Al Socialismo (MAS) de rebajar las dietas de los parlamentarios —titulares y suplentes— en un 50 por ciento terminaron anoche. MNR, MIR, NFR, UCS y PS rechazaron la propuesta y decidieron que la dieta de 20.900 bolivianos, además de otros beneficios siga vigente”. “Agrupados en la idea de ‘defender sus derechos’, los legisladores de los partidos tradicionales —incluido Justiniano—, decidieron sumarse a la moción de ‘suficiente discusión’ del caso planteada por el diputado del MIR Rubén Reyes Vega”.
Acciones del MAS para rebajar dietas parlamentarias son bloqueadas por los partidos del oficialismo que se opusieron a tal medida y la mantuvieron vigente gracias a las alianzas de los partidos tradicionales, incluido el PS.
Fracaso del planteamiento del MAS de rebajar dietas parlamentarias.
43. “Manfred provoca malestar al pedir la renuncia de toda la dirigencia de NFR”, en Opinión (01/09/02). P. 48.
“La ‘Reingeniería partidaria’ impulsada por Manfred Reyes Villa en Nueva Fuerza Republicana provoca malestar y resentimiento al interior de este partido. Sectores eneferistas denuncian que se pretende desconocer el proceso democrático para volver al caudillismo, caciquismo y a los nombramientos a dedo en los mandos departamentales y nacionales”. “Con alto tono de indignación algunos dirigentes de NFR se comunicaron con OPINION para señalar que no piensan renunciar, como se los pidió Reyes Villa, porque en su criterio ellos fueron elegidos democráticamente por la militancia y no pueden ser removidos o alejados de sus funciones sólo porque al ‘jefe se le ocurre’“.
El comportamiento del líder de NFR raya en el autoritarismo al querer desconocer a todos los dirigentes de su partido que, según lo que se indica, fueron elegidos democráticamente.
Comportamiento y prácticas caudillistas y autoritarias de NFR. Procesos internos de conflictos por democratizar el partido.
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“Explicaron que lastimosamente se está pretendiendo pasar por alto el proceso democrático interno que vivió ese partido, para dar paso a prácticas antidemocráticas propias de un cacique que a dedo elige a quiénes estarán en determinadas funciones”.
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Octubre 44. “Democracia pese a todo” por Jorge
Lazarte, en La Razón (10/10/02). P. 50. “En 1982 no había nada en el país que permitiera pensar que el tiempo político de la democracia duraría dos décadas”. “Es decir, que los que abrieron camino de la democracia ni eran demócratas; el país no lo era, y además era pobre, lo que según los analistas de entonces lo hacía inviable para la democracia. Sin embargo el proceso arrancó”. “En este sentido, la democracia empieza a existir por defecto, echando mano a la institucionalidad ‘formal’ del pasado, que nunca antes había funcionado en serio”. “La derecha entró en el camino de la democracia por la confusión entre democracia y mercado-neoliberalismo, que fue la razón por la cual la izquierda abandonara la democracia. El tercer aspecto fue el debilitamiento de la izquierda y del movimiento sindical y su potencial desestabilizador tradicional”. “Hoy, a pesar de todos los problemas internos y externos, la democracia funciona y con desafíos importantes en la nueva década, uno de los cuales es saber si la democracia puede conjugar a la vez ‘demos’ con el ‘ethnos’”.
Los problemas y el contexto en los que nació la democracia en Bolivia en 1982 hacían prever su poca duración. Hoy, pese a todo, la democracia funciona en Bolivia aunque con retos muy importantes de su propia naturaleza.
Defensa de la democracia como sistema en Bolivia a pesar de todas las dificultades.
Noviembre 45. “Los liderazgos emergentes están a
prueba”, en La Prensa (30/11/02). P. 47. “El renovado Congreso Nacional pasó en los últimos días del impactante efecto de su constitución al shock de la lucha parlamentaria efectiva”. “Durante tres semanas fueron puestas a prueba las capacidades de adaptación de nuevos liderazgos y diversos estilos de hacer política a los retos del siglo XXI”. “Pero más allá del debate y la riqueza propositiva, los primeros efectos de la labor parlamentaria no generan cambios de significación mayor. Es más, aún desafían a los nuevos congresistas compromisos éticos como los suntuosos privilegios heredados de las pasadas legislaturas”.
Estado del comportamiento legislativo después de la nueva composición con nuevos liderazgos, aunque con pocas variantes significativas.
Estructura y dinámica de las acciones parlamentarias después de la recomposición de agosto, sin variantes importantes a pesar de nuevos liderazgos.
2003 Febrero 46. “Una situación inaudita”, en Los
Tiempos (03/02/03). “Los partidos políticos con representación parlamentaria, y sobre todo aquellos que se han embarcado en la tarea de desestabilizar al país, deben reconocer la urgencia de llenar estas vacancias y actuar en consecuencia. Ello, claro está, salvo que se hayan propuesto mermar la funcionalidad del Poder Judicial, restándole de esa manera fortaleza, credibilidad e imagen ante la opinión pública nacional”. “Empero, y desgraciadamente, preocupan la lenidad y el desinterés con que el Parlamento, tanto en la anterior como en la presente legislatura,
La falta de interés para solucionar temas de imperiosa necesidad para el país profundiza la crisis de credibilidad y la imagen negativa de los parlamentarios.
Negligencia de los parlamentarios para tratar y resolver temas importantes para el país.
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ha venido encarando el tema de los nombramientos tanto para el Poder Judicial, en cuyas instancias más elevadas existen diversas vacancias (cuatro en el Tribunal Constitucional y otras dos en el Consejo de la Judicatura, amén de las cinco ya mencionadas en la Suprema), como para el Ministerio Público, que desde ya hace largo tiempo está funcionando a media máquina por este motivo”.
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47. “Que nadie se haga ilusiones, el pueblo
está contra todos los políticos”, en Opinión (14/02/03).
“Los recursos que se pensó recaudar con la modificación de tributos, fácilmente se puede conseguir suprimiendo la subvención que se da a los partidos políticos, los sueldos que se pagan a senadores y diputados suplentes, gastos reservados, pagos ocultos y volviendo al sistema solidario en materia de jubilaciones”. “En nuestro medio los que toman la mayor parte del producto nacional, dejando a sectores amplios de la población sin medios ni alternativas son los grupos que ascienden al poder, dichos grupos, con rótulo de izquierda o derecha, provienen del mismo estamento social, la clase media alta. Los campesinos, los obreros ni los artesanos han tomado el poder en los ciento setenta y seis años de la República”. “Los gobernantes provienen de la misma clase, tienen los mismos hábitos y costumbres, aspiran a lo mismo: poder, dinero y prestigio. A despecho de las consignas que repiten mecánicamente se han convertido en una clase social parasitaria. La indignación colectiva que estos días ha conmovido la conciencia nacional y ha puesto en evidencia la inmensa debilidad del Estado, ha sido y sigue siendo contra la clase política. Empresarios, trabajadores, profesionales, estudiantes no están conformes con la conducta de los activistas, con los sueldos que se asignan cuando toman el poder, con la irresponsabilidad con que manejan las principales instituciones, con los conciliábulos, con la corrupción multiforme. Que ningún partido presuma que los movimientos sociales han sido a su favor o por efecto de sus ideas y organización. Ninguno de ellos puede formular un proyecto completo, profundo, transformador. Si el gobierno ha entendido el espíritu, la ideología profunda de las manifestaciones sociales tendrá que suprimir la subvención que se entrega a los partidos políticos, así como los sueldos que se pagan a senadores y diputados suplentes. Tendrá que racionalizar los sueldos de ministros, senadores, diputados y embajadores, anular gastos reservados y pagos ocultos a funcionarios de alto nivel”.
Ningún sector de la población está con los partidos políticos por sus prácticas y comportamiento corruptos que sólo favorecen a ellos mismos.
Indignación popular en contra de la clase política.
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48. “Los partidos políticos enfrentan el gran
desafío de sobrevivir”, en Opinión (19/02/03).
“Hoy más que nunca los partidos políticos se enfrentan ante el gran desafío de sobrevivir y permanecer como los representantes de la sociedad civil ante el Estado. De no asumir medidas y urgentes para cambiar sus estructuras internas y recuperar la confianza de la ciudadanía, el autoritarismo militar y el corporativismo sindical ponen en riesgo y cuestionan la democracia representativa. Esa es la conclusión a la que llegaron destacados analistas políticos como el director Académico del Cesu, Fernando Mayorga, y el docente de Ciencia Política de la UMSA de la ciudad de La Paz, Carlos Cordero. Ambos coinciden en que los partidos políticos deben encarar un proceso de institucionalización y democratización que les permita ser funcionales a la democracia actual y no contrarios a ella. Para Cordero, los partidos políticos necesitan entrar en un proceso verdadero y serio de democratización interna, orientado a recuperar la confianza ciudadana. Necesitan asimismo acreditar el manejo transparente, no de los recursos, sino de los mecanismos de selección de candidatos a los puestos selectivos, pues una cosa son elecciones internas que renueven y reformen a los partidos políticos, y otra son los mecanismos de selección a puestos selectivos desde el candidato a la Presidencia de la República hasta senadores, diputados, alcaldes y concejales. Son esas las tareas y desafíos de los partidos políticos si quieren recuperar la confianza de la ciudadanía y si quieren ser funcionales a la democracia actual”.
Las prácticas autoritarias, la corrupción, la poca democratización interna, entro otros, han ocasionado una profunda crisis en los partidos políticos y su credibilidad en el seno de la sociedad civil. Si no se toman medidas urgentes está en peligro el propio sistema democrático.
Crisis de credibilidad de los partidos políticos.
49. “La crisis que afecta a los partidos políticos tiene dimensión global”, en Opinión (23/02/03).
“Hasta aquí no hay ningún signo humano, ideológico, orgánico ni programático que nos muestre que los partidos políticos están en condiciones de administrar eficientemente el país, mientras ellos tengan ese inexplicable privilegio, no hay mucho que esperar. Este juicio de valor se refiere a todos, oficialistas y opositores”. “Los partidos de ahora, cuando están en la oposición tienen algunas diferencias conceptuales y programáticas, cuando toman el poder, con variaciones sólo de estilos personales, todos son iguales”. “El poder, en sí mismo es cruel, violento e inmoral. Actualmente no hay partido capaz de operar transformaciones profundas y sacar al país de la crisis general en que se debate. No es suficiente estar en la oposición para ser mejor ni ser pobre para ser revolucionario”.
Todos los partidos son iguales, y ninguno muestra suficiente capacidad para administrar el país.
Imagen negativa de los partidos políticos y sus capacidades para gobernar y administrar el país.
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Marzo 50. “Todos los Partidos” por Marcelo
Varnoux Garay, en La Prensa (03/03/03) “Los últimos sucesos han develado la magnitud de la crisis que corroe al sistema político boliviano”. “En este sentido, todos los partidos que tienen alguna vigencia o representación parlamentaria han mostrado, de una u otra manera, su miseria”. “Existen al menos tres elementos que caracterizan esta situación: en primer lugar, la inocultable oligarquización de los denominados partidos tradicionales (MNR, MIR, ADN). Dichas organizaciones en realidad ya no expresan a una militancia representativa de la diversidad social de nuestro país. Se han convertido en estructuras políticas donde los que tienen más dinero acceden, casi por definición, a los cargos más altos de la dirección partidaria y, obviamente, tienen mayores posibilidades de recalar en el Parlamento Nacional como Diputados o Senadores, y optar a los puestos más importantes en la estructura del Poder Ejecutivo y judicial”. “En consecuencia, es muy difícil que dichos partidos emprendan genuinos procesos de democratización interna, pues, esto es lo que menos conviene a los grupos que han capturado el partido para promover sus mezquinos intereses particulares”. “En segundo lugar, existen partidos que giran alrededor de una sola persona (NFR y UCS), del líder indiscutible que en términos bastante prosaicos es el que tiene más plata y puede darse el lujo de constituir una estructura político-partidaria a su imagen y semejanza”. “En tercer lugar, aparecen los denominados partidos nuevos (MAS y MIP) que combinan las deficiencias de los partidos oligarquizados y de los que se establecen alrededor de un solo individuo. A falta de estructuras familiares, existen redes sindicales que han lucrado durante muchísimo tiempo con las demandas de sus asociados”.
Prácticas oligárquicas al interior de los partidos con líderes autoritarios, nepotismo y donde prima el poder económico.
Crisis de organización democrática al interior de los partidos políticos.
Abril 51. “Casi todos tienen problemas internos y
disputas por el control de las Jefaturas. La crisis llega a los partidos, pocos admiten esa realidad”, en La Prensa (30/04/03).
“Los partidos políticos atraviesan por una crisis similar a la que afrontan el país y sus principales instituciones”. “Esta difícil situación, que fue advertida por los observadores políticos, no es admitida, sin embargo, por sus dirigentes, quienes minimizan las disputas internas entre fracciones que a diario salen a la luz pública”.
La crisis interna de los partidos políticos es evidente pero ninguno se atreve a aceptarla.
Crisis interna de los partidos políticos.
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Mayo 52. “Los requisitos son cada vez más
rigurosos: Las reglas de juego tienden a reducir el número de partidos”, en La Prensa (13/05/03).
“Los partidos han disminuido en número desde que se restableció la democracia en Bolivia. No es que no haya tiendas políticas, sino que hay una marcada tendencia a que las normas reduzcan cada vez más la participación de esas organizaciones”. “En las elecciones presidenciales de 1985 participaron 18 frentes, que mantuvieron su vigencia pese a los resultados de la época: ACP, ADN, ARENA, AUR, FNP, FPU, FSB, IU, MIR, MNR, MNRI, MNRI-1, MNRV, MRTK, MRTKL, PDC, POR y PS-1”. “En cambio, en los comicios presidenciales del año pasado se presentaron 11 partidos, ADN, MNR, UCS, MIP, MAS, NFR, MIR, LyJ, PS, MCC y Condepa. Los últimos cuatro no alcanzaron una cantidad mínima de votos (3,3 por ciento del total) que les permitiera mantener su existencia”. “Ocho tiendas políticas que tienen personalidad jurídica se abstuvieron de postular a sus candidatos en las elecciones de 2002, pero pidieron permiso a la Corte Nacional Electoral. Éstos son: PDC, FSB, PCB, VR-9, MRTKL, KND, MSM y Movibol. Entre tanto, VIMA y USTB obtuvieron su personalidad el año pasado”.
Las normas y las reglas que se imponen están reduciendo la posibilidad de existencia de agrupaciones políticas, todo ello con el afán de regularizar su funcionamiento.
Ley de Partidos Políticos.
53. “Recorte presupuestario afecta a todos, menos a los partidos”, en La Prensa (30/05/03).
“Los partidos políticos no serán afectados por el recorte presupuestario que sufre todo el aparato estatal. La vocal de la Corte Nacional Electoral Roxana Ibarnegaray informó que los montos asignados para esta gestión se mantendrán de acuerdo con lo establecido en la norma correspondiente”. “Las tiendas políticas no sólo viven del Estado, sino de los aportes ‘voluntarios’ mensuales que hacen los parlamentarios titulares y suplentes. Las contribuciones realizadas por los senadores y/o diputados del MNR, MAS, MIR, NFR y MIP ascienden a aproximadamente 300 mil bolivianos mensuales”.
El financiamiento de los partidos por parte del Estado no sufrirá modificaciones frente al recorte presupuestario en otras reparticiones y rubros de gasto público.
Financiamiento de los partidos políticos y apoyo del Estado.
54. “Partidos: Sin consenso político y social no saldremos de la crisis”, en La Prensa (30/05/03).
“Los partidos políticos del oficialismo y la oposición, así como los economistas, empresarios y gobierno, coincidieron una vez más en que Bolivia está sumida en una profunda crisis institucional, económica, política y social. La solución pasa por un acuerdo político-social que impulse la reactivación económica y genere empleos”. “Sin embargo, la consolidación de un pacto político-social choca contra una barrera: las discrepancias existentes entre los partidos políticos en función de gobierno (MNR, MIR y UCS) y los de la oposición (ADN, MAS y NFR)”. “Además de los intereses político partidarios que frenan el acuerdo, está su descrédito ante la población, que considera que sólo tienen presencia a través de la ‘repartija de pegas’”.
La solución de la crisis del país pasa también por un consenso entre los partidos políticos, pero éstos, a pesar de admitirlo, no asumen ninguna posición favorable para ello.
Crisis del país y consensos entre los partidos políticos.
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“Si bien todos los partidos dicen estar conscientes sobre la crítica situación que enfrenta el país, ninguno está dispuesto a ceder para lograr un consenso nacional”.
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Junio 55. “Supresión de la entrega de dinero a
partidos políticos”, en Opinión (05/06/03).
“Como en épocas pretéritas, en las que los grupos dominantes ganaban más dinero mientras la situación del pueblo era peor, actualmente los políticos incrementan sus ingresos, unas veces legales, y otras dudosos e ilegales sin considerar la miseria que afecta a millones de seres humanos. El sesenta por ciento de la población recibe ingresos anuales menores a quinientos dólares, es decir, más o menos cuarenta dólares por mes, un dólar con treinta centavos cada día.” “En el marco de la crisis económica tan dura que afecta al país, el dinero que toman los políticos por concepto de sobresueldos y subvenciones a sus partidos, es no sólo un saqueo indignante, sino una ofensa al sentido crítico de la gente”.
Es una ofensa de parte de los partidos políticos recibir tanto dinero en dietas y apoyo del Estado mientras la población se sumerge en una profunda crisis económica.
Dietas parlamentarias y sustento desde el Estado a partidos políticos.
56. “13 partidos no actualizaron sus documentos en la CNE”, en La Prensa (10/06/03).
“A la fecha, 13 de 19 frentes registrados en la Corte Nacional Electoral no actualizaron sus estatutos orgánicos ni presentaron los libros de militantes. El plazo vence este 30 de junio. UCS remitió las listas de sus seguidores el pasado mes, pero éstas le fueron devueltas por contener errores en el registro informático. La Ley de Partidos Políticos exige a los frentes cumplir con esos requisitos para mantener su personalidad jurídica”. “La lista de las tiendas políticas que hasta ahora no cumplieron con la normativa está encabezada por el principal socio de la coalición de gobierno, el MIR”.
Los partidos políticos incumplen las normas de la Corte Nacional Electoral referida a la actualización de sus estatutos orgánicos.
Incumplimiento de los partidos políticos a las normas de la Ley de Partidos Políticos.
57. “Partidos se resisten a dejar la ‘mamadera’ del Estado”, en Opinión (12/06/03).
“La subvención estatal a los partidos políticos está lejos de ser eliminada y la posibilidad de que se reduzca en un buen porcentaje, encuentra algún eco entre los partidos políticos. Sin embargo se tiene que recorrer mucho trecho para que se llegue a un acuerdo en el Parlamento que le permita un margen de ahorro al Tesoro General de la Nación (TGN)”. “Más allá de las buenas intenciones que puede haber detrás del pedido de eliminar la subvención estatal a los partidos políticos, para generar un mayor ahorro en el Tesoro General de la Nación, esta medida sólo será posible si se aprueba una ley que abrogue el actual Código Electoral”. “Actualmente la Ley del Código Electoral reconoce como legal la subvención estatal a los partidos políticos, por lo que no se puede hacer nada al respecto si no se emite una nueva ley que diga lo contrario”.
Negativa de la mayoría de los partidos para dejar la subvención del Estado. Esto no cambiará mientras no cambie la ley que la ampara.
Subvención de los partidos políticos.
58. “Políticos y analistas dicen que el país irá al despeñadero si no hay cambios. Un año después, partidos no entienden el mensaje del voto”, en La Prensa (30/06/03).
“Los partidos políticos han defraudado a la gente y han ocasionado, con su lectura equivocada de las señales de cambio que ha enviado la sociedad, un mayor grado de incertidumbre y enojo que puede desembocar en convulsión social”. “A ese diagnóstico llegaron de modo coincidente dirigentes del MNR,
A un año de las elecciones, la población se siente defraudada por los partidos en gestión de gobierno y también por los de oposición.
Mala imagen y poca credibilidad en los partidos políticos.
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MIR, MAS y NFR, quienes no dudan en admitir, un año después de las elecciones generales, que con su renuencia a entender lo que quiere la población en tiempos de crisis se pone en riesgo la institucionalidad democrática”.
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Julio 59. “Los partidos y su vida interna” por
H.C.F. Mancilla, en Los Tiempos (27/07/03).
“En este contexto es comprensible que la estructura y el carácter de los partidos políticos se han vuelto cada vez más complejos, lo que los hace menos comprensibles de acuerdo a normas convencionales. También la vida política tiende a ser normada mediante instrumentos cada vez más engorrosos, cuyos resultados no son promisorios. En Bolivia la actividad de los partidos políticos está regulada por la Ley 1983 del 25 de junio de 1999, que otorga a los partidos el monopolio de la representación popular. Esta ley prescribe además a todos los partidos una cierta estructuración y determinados mecanismos para su configuración interna, que van desde la regulación del financiamiento hasta las elecciones de las jefaturas por las bases”. “Como se sabe, esta ley y otros esfuerzos concomitantes —financiados parcialmente por la cooperación internacional— no han favorecido ni la democratización de los partidos ni la renovación de sus líderes ni el surgimiento de ideologías innovativas. Las viejas prácticas prebendalistas y nepotistas se han adecuado bien a los estatutos modernos. Los mismos jefes de antes, de mentalidad tradicional, manejan a sus adherentes mediante los últimos adelantos de la tecnología, pero para preservar sus privilegios”. “El grado de institucionalización de los partidos no depende actualmente sólo de la estabilidad del voto. Se puede percibir una distancia cada vez mayor entre el comportamiento de las cúpulas dirigentes y el sentir de los adherentes. En numerosos países de América Latina se da una declinación notable de los sistemas tradicionales de partidos, pero los demás elementos del sistema democrático representativo, incluidas las elecciones presidenciales y parlamentarias, siguen funcionando, más mal que bien, sin llegar al colapso”. “En los partidos se manifiesta como la escasa participación en las decisiones realmente serias de estas instituciones. Pero este déficit se exhibe también en la insuficiente regeneración de las élites partidistas y en el pobre rol legitimador de la democracia que cumplen los partidos”.
A pesar de las nuevas normas para la democratización de los partidos políticos, siguen las viejas prácticas prebendalistas y nepotistas, poco democráticas y que preservan los privilegios de unos pocos.
Comportamiento de los partidos políticos, caracterización de sus prácticas.