Somos parte de una juventud que quiere construir una sociedad distinta y que está dispuesta a asumir desafíos para lograrlo. Luego de años de militar en los barrios, facultades, escuelas y sindi-catos, luego de pensar y hacer una ciudad diferente desde el llano, sabemos que llegó el momen-to de disputar también en el plano institucional qué ciudad queremos construir. Armando con pasión una nueva herramienta política: sin sectarismos ni dogmatismos, sin ataduras a las viejas estructuras. Es el momento de que, con protagonismo y verdadera democracia, hagamos crecer otra forma de hacer política.

Una idea en movimientoBachillerato Popular para Adultos

Raymundo Gleyzer / Cepop - Centro de Políticas Públicas para la Ciudad de Buenos

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Seamos protagonistas de nuestros sueños

Las propuestas políticas que llevamos adelante tienen la intención de construir una sociedad basada en la solidaridad, la igualdad, la participación popular y la justicia social. Impulsamos políticas públicas que avanzan hacia una democratización pro-funda de la sociedad y, en particular, de nuestra ciudad. Esto supone a un pueblo que ejerza su soberanía y que, a través de su participación, se integre a los poderes públicos y a la formación, ejecución y control de las políticas públicas.

Los derechos de todos y todas deben estar por encima de los intereses privados y corporativos. Creemos en la necesidad de fortalecer el rol de los trabajadores, por eso sostenemos y defendemos la distribución igualitaria de la riqueza como objeti-vo fundamental para alcanzar la justicia social. Eso signi�ca poner en primer lugar la garantía de todos los derechos laborales, sociales y humanos, y el desarrollo de mo-delos económicos que puedan sostenerse en base al trabajo digno, orientados a dar respuestas a las problemáticas más urgentes en materia de acceso a una vivienda digna, un sistema de salud gratuito, universal y de calidad; un modelo educativo de acceso justo e igualitario y una red de transporte federal que integre al país.

Una nueva cultura política. Estamos convencidos de que la transformación de la sociedad y la construcción de justicia social exigen modi�car prácticas sociales, culturales y políticas. Toda práctica política tiene una dimensión pedagógica en la construcción de la sociedad que queremos. Consideramos que la cultura, el arte, la educación y la comunicación son herramientas fundamentales en la lucha por cons-truir una cultura de la solidaridad, la organización y la responsabilidad pública. Por eso, impulsamos experiencias colectivas y democráticas en las que el individualis-mo, la mentira, el asistencialismo y la manipulación no tengan lugar.

Igualdad. Sostenemos propuestas que avanzan hacia la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, entre todas las culturas y pueblos, con el objetivo de

abandonar modelos sostenidos en la discriminación o la opresión en base al origen social, la nacionalidad, la religión, el género, etc. Defenderemos todas aquellas propuestas que tengan su origen en la autonomía y la decisión de las per-sonas y comunidades acerca de sus culturas e identidades, sus territorios, sus cuer-pos; en la medida en que no se pongan por encima de los derechos colectivos.

Soberanía. La injusticia y la dependencia son una realidad de todos los países de la región. Por eso, la unidad de los gobiernos y de los pueblos de América Latina es una necesidad para resistir a las presiones de los poderosos y construir verdadera soberanía nacional. Creemos que hay que fortalecer la unidad económica y cultu-ral de los países de la región, ser una Patria Grande latinoamericana y adquirir la fuerza que necesitamos para una de�nitiva independencia económica y política.

Un ambiente sano para todos y todas. La defensa de los bienes comunes y del medio ambiente no es tan sólo un tema de patrimonio nacional o de estética urbana, sino una prioridad para la supervivencia de todos y todas en condiciones de dignidad. Los problemas ambientales de nuestra ciudad y de nuestro país son un problema económico, cultural y sanitario. Por eso defendemos modelos basa-dos en la soberanía sobre nuestros recursos y en la defensa incondicional de un medio ambiente sano.

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