festival de cannes no7, 23 de mayo del 2013

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La jaula de oro, producida en México y dirigida por el hispano-mexicano Diego Quemada-Díez (Burgos, 1969) fue presentada en la Sala Debussy del Palacio de Festivales de Cannes la mañana de ayer, este primer cortome- traje de Quemada-Díez participa en la categoría Una cierta mirada. Foto: Diego Quemada-Díez / Cortesía del Festival de Cannes DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN No. 8 / 23 DE MAYO DE 2013 ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES

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23 de mayo del 2013

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Page 1: Festival de cannes No7, 23 de mayo del 2013

La jaula de oro, producida en México y dirigida por el hispano-mexicano Diego Quemada-Díez (Burgos, 1969) fue presentada en la Sala Debussy del Palacio de Festivales de Cannes la mañana de ayer, este primer cortome-traje de Quemada-Díez participa en la categoría Una cierta mirada.

Foto: Diego Quemada-Díez / Cortesía del Festival de Cannes

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍNNo. 8 / 23 DE MAYO DE 2013 ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES

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El día de hoy, a unos días de fi-nalizar el festival, se presentan en la categoría de Competición las siguientes películas: Nebraska, dirigida por Alexander Payne (Estados Unidos). Este director, nacido en Estados Unidos en 1961, ha dirigido también Ruth, una chica sorprendente (1986), Election (1999) –nominada al Oscar-, About Schmidt (2002), Entre copas (2004), y Los des-cendientes (2011). También se presen-ta La Vie d'Adele, Chapitres 1 et 2 (Blue is the warmest co-lour), una coproducción de Francia, Bélgica y España, di-rigida por Abdellatif Kechiche (Túnez, 1960). Este director

además ha dirigido La culpa la tiene Voltaire (La Faute à Voltaire), en el año 2000; La escurridiza (L'Esquive), que obtuvo los premios César al mejor director y el mejor film. En el año 2007 presentó Cus-cús (La graine et le mulet) en la 64 Mostra de Venecia, con la que ganó el Gran Premio Es-pecial del Jurado, además de ganar dos César como mejor director y por el mejor film. De esto le estaremos hablando el día de mañana, por lo pronto, disfrute su lec-tura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha

Crónica 22 de mayoAunque parezcamos más bien noticiarios del clima, siempre atentos a los capri-chos meteorológicos, es la única forma que tenemos para poder expresarles cómo nos sentimos al ver estos cambios tan drásticos de temperatura. Otra vez volvieron las nubes y la llu-via, en un día gris y menos alegre. El sol nos acom-pañó media mañana, lo suficiente para echar una nadada en el mar, ducha, desayuno y navette hacia el Palais des Festivals. Esta mañana asistíamos a la primera proyección de cor-tometrajes de la Selección Oficial en la categoría de Competición: nueve cortos de procedencia y temáticas muy diversas. En el acto se encontraban también dos de los protagonistas de la cinta japonesa. Paralelamente, hemos podido presenciar la proyección de la película mexicana La jaula de oro, del director hispano-mexi-

cano Diego Quemada-Díez, en selección para la sección Una cierta mira-da. Como era de esperar, el presidente del jurado de esta sección, el reali-zador danés Thomas Vin-terberg, estaba presente en la sala. Paseo por los pabellones de México y Portugal, con parada en la boutique de relajamien-to –exclusiva para los compradores y la prensa y situada dentro del Pa-lacio en la zona del mer-cado– para gozar de un fantástico masaje. Y por la tarde, entrevista en exclusi-va con Marta Álvarez y Laureano Montero, unos de los organizadores del Festival de Cine Latinoa-mericano que tiene lugar en St. Gallen, Suiza, todos los años desde 2009. Ya se acercan los días de premiación y el mercado está por ce-rrar sus puertas.

No todo puede ser negocio, cine y farán-dula, porque el cuerpo necesita -además de café, cerveza, sándwiches y mejillo-nes-, descanso y relajación. Para aliviar esta necesidad existe, dentro del Palacio de Festivales, una boutique de masajes y cuidado de la belleza. En la planta baja del Palacio –en medio del bullicio del Mercado del Cine y de la zona de exhibición y comer-cialización de cortometrajes–, la casa Vidal de París ha instalado el servicio de manicura y masajes ofrecidos a clientes y periodistas de forma gratuita. Con un horario de nueve y me-dia de la mañana a seis de la tarde, sin pausa, cinco chicas, Coralie, María, Jo-hana, Cristina y otra Coralie, se reparten a los casi 90 clientes diarios que acuden para gozar de veinte minutos de relaja-ción aislados del resto del mundo. Las chicas calculan dar servi-cio a 900 personas durante los diez días de festival que acu-den a ellas, princi-palmente, por los problemas de estrés causados por las in-tensas jornadas de negocios pero tam-bién por cansancio corporal en cuello y espalda, provocado por las largas horas que los adquisidores pasan sentados de-lante de las pantallas de proyección vien-do filmes. Les llama la atención que la procedencia prin-cipal de sus clientes sea asiática y esta-dounidense, en tan-to que los franceses son los que menos acuden al stand. Por la noche, el grupo de chicas, forman parte también de la organización de eventos y cocte-les especiales para la presentación de cintas con la asis-tencia de los actores y directores. Ellas, lo mismo que el resto

Un momentode descanso en pleno MarchéPor Carlos Belmonte y Lluna Llecha

de edecanes y cuerpos de seguridad, son personal reclutado especialmente para cu-brir el festival y de procedencia, principal-mente, regional, no obstante los formado-res y coordinadores vienen directamente de las casas matriz localizadas en París.

Delfina Pena y Oscar Righini

ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES No. 8 / 23 DE MAYO DE 2013

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

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Edición especial de la Gualdra en Cannes No. 8 / 23 de mayo DE 2013Festival de Cannes

Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha

Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha

Arrancan los cortometrajes de la Selección Oficial en Cannes

Pantalla latina: plataforma de difusión latinoamericana en Suiza

Un total de nueve películas, proyec-tadas ayer por la mañana en la Salle Bazin del Palais, abren la primera se-sión de cortometrajes de la Selección Oficial en Cannes. Y es que es incuestionable el lugar que ocupan los cortometrajes en esta 66 edición del Festival. Pro-yectados en los diferentes espacios del recinto, su presencia es indiscutible en las diferentes categorías de la selec-ción, con un total de cuarenta y ocho cortos exhibidos: nueve en Compe-tición, dieciocho en Cinefundación, diez en la Quincena de los realizadores y diez más en la Semana de la Crítica. Paralelamente a éstas se-siones de la selección oficial, se pro-yectan todos los días un gran número de cortos en el Marché du cinéma, provenientes de unos 60 países. Los nueve cortometrajes en Competición son: Ophelia, de Annarita Zambrano (Italia); Bishtar az do saat, de Ali Asgari (Persia); Hvalfjordur, de Gudmundur Arnar Gudmundsson (Is-landia); Olena, de Elzbieta Benkowska (Polonia); Safe, de Moon Byoung-Gon (Korea); Condom Lead, de Mohammed Abunasser y Ahmad Abunasser (Pales-tina); 37 4 S, de Adriano Valerio (Italia); Inseki to impotence, de Omoi Sasaki (Ja-pón); y Mont Blanc, de Gilles Coulier (Bélgica).

Pantalla Latina es un Festival de Cine Latinoamericano que tiene lugar to-dos los años en St. Gallen, Suiza, du-rante el mes de noviembre y que atrae a unos 1600 espectadores. Presidido por el peruano Eduardo Cerna y con un equipo téc-nico fijo totalmente benevolente com-puesto por unas 12 personas, la pri-mera edición del festival tuvo lugar en 2009 con la voluntad de dar a conocer cortos y largometrajes de realizadores procedentes de países de América La-tina, siendo México, Brasil, Argentina y Chile los más representados. Con un presupuesto anual de 120.000 francos suizos –financiado por la ciudad de St. Gallen, el cantón, el Gobierno Federal Suizo y sponsors privados: 4 fundaciones, 2 empresas y algún donador–, el festival muestra todos los años unos 15 largometrajes (de ficción, documentales, infantiles) y entre 15 y 20 cortometrajes. Todas las películas están subtituladas en inglés o alemán y van dirigidas a un público muy heterogé-neo: inmigrantes latinos, suizos, ciné-filos y no tan cinéfilos. Marta Álvarez –directora artística de programación del festival– y Laureano Montero –integrante del

Aunque de temática va-riada, tienen en común haber sido realizados en color, por directores relativamente jóvenes –entre 25 y 40 años–, su tiempo de duración –que oscila entre los 10 y los 15 minutos– y la sensación que provocan en el audi-torio: una mezcla de tristeza, de an-gustia o de malestar, aunque algunas imágenes o situaciones puedan pro-ducir una sonrisa en el espectador. La procedencia de los rea-lizadores permite que la estética de las películas sea rica y variada, que algu-nas de las problemáticas tratadas sean específicas del país en que se desarro-lla la acción, aunque podamos consta-tar que hay temáticas universales que transcienden las fronteras nacionales: muerte, tristeza, suicidio, dependen-cia a las drogas, violencia, conflictos bélicos, amor, separación, impotencia, búsqueda de la identidad.

Ophelia, Hvalfjordur y SafeEntre estas películas cabe destacar Ophelia, que como el personaje mito-lógico muere ahoga por las aguas no del río sino del mar. Es una cinta de 15 minutos en la que destacan la luz, los colores vivos y la vitalidad de la naturaleza y de los dos protagonistas preadolescentes que contrastan con el cuerpo muerto de la joven que se

encuentran tendido sobre la arena fina de la playa. Aunque la historia es pun-zante, parece ser contada desde la inocencia de la infancia. La muer-te de la joven no es vivida de forma traumática. Hvalfjordur (15 minutos), que describe la relación estrecha en-tre dos hermanos que viven en un fiord solitario. La cinta, muy lograda estéticamente, nos muestra el mun-

equipo de programación–, a quienes pudimos entrevistar en exclusiva ayer en el Palais des Festivals, nos comen-taron que además de por su calidad, los largometrajes se seleccionan con criterios sencillos: tienen que ser éxi-tos internacionales recientes de cine latinoamericano, que representen la máxima cantidad de países diferentes y que todavía no se hayan estrenado en Suiza. En cuanto a los cortome-trajes, Marta y Laureano se encargan de seleccionar, entre un total de 200 propuestas, la veintena de cintas que van a formar parte de la programación final del festival. El mejor corto recibe el Premio del Público y una dotación económica de 2000 francos suizos. El cine mexicano ocupa en este festival un lugar destacado. Está muy bien representado en cor-tos –La mina de oro, del mexicano Jacques Bonnavent se llevó el Premio del Público en 2011– y algunos de los largometrajes proyectados son de realizadores premiados en festivales internacionales. En la pasada edición, se exhibieron Un mundo secreto, de Gabriel Mariño y Después de Lucía, de Michel Franco (ganador de la

sección Una cierta mirada, en 2012), y en el festival estuvieron presentes ambos realizadores. Para la quinta edición, que tendrá lugar del 20 al 24 de noviem-bre de este año, Marta y Laureano nos comentaron su proyecto de programar dos de la películas que forman parte de

do de estos personajes desde el punto de vista del hermano pequeño, lo que le da más dramatismo a los acontecimientos. Y Safe (13 min.) que paraliza y deja sin aliento al es-pectador, por la brutalidad de su desenlace. La protagonista, perseguida por un cliente furioso que quiere darle la muerte, se encierra –en un acto de desesperación extremo por salvar su vida– en una caja fuerte con su teléfono móvil. ¿Qué pasa cuando nos quedamos sin batería, ence-rrados en una caja fuerte en el sótano abandonado de un local? Les mantendremos informados de la decisión del ju-rado para el Palmarés.

la Selección Oficial en Cannes actualmente: La jaula de oro, de Diego Quemada-Díez (en la sección Una cierta mirada); y Heli, de Amat Escalante (en competición por la Palma de Oro).

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No se pierda todos los días las cápsulas informa-tivas de Carlos Belmonte y Lluna Llecha desde el Festival de Cannes. Sólo en el 91.5 FM

Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha

La jaula de oro aparece en Cannes

Hay filmes que sólo se comprenden mejor cuando los podemos comentar con otra gente, sobre todo, cuando vie-nen de otro referente cultural. Porque de otra manera podemos dejarnos lle-var por nuestras pasiones personales y prejuicios sociales, religiosos, econó-micos, políticos y/o nacionalistas. Así nos ha pasado con la premier de La jaula de oro, producida en México y dirigida por el hispano-mexicano Diego Quemada-Díez en su primer largometraje. Presentada en la Sala Debussy del Palacio de Festivales de Cannes a las once de la mañana, la película había generado expectación entre los periodistas mexicanos que la tienen como la carta fuerte de México para obtener algún reconocimiento, y en el público francés que siente curio-sidad, visto el impacto de Heli, y por supuesto, por la buena calidad de las últimas presentaciones del cine nacio-nal. Se apagan las luces en la sala y se enciende la pantalla donde comienza a aparecer el listado de co-productores que intervinieron para la realización de la película, pasando por el Instituto de Cinematografía Españo-la y Francesa más el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACUL-TA) de México y otras casas produc-toras. Introducción un poco larga, la gente expresaba su sorpresa con bufo-nadas de aire, la cosa no parecía arran-

car cálidamente. Pero en cuanto la cinta abre con una toma centrada en el andador de una chabola guatemalteca, siguien-do a una chica que entra al baño de mujeres, comienza a cortarse el pelo hasta dejarlo cortito, se quita la blusa y el sostén para, con una venda, atar-se los pechos y tapar la voluptuosidad, creándose una metamorfosis de chica a chico, el ambiente fue totalmente otro en la sala. Ella está lista para partir, lo mismo hacen otros dos chicos de 16 años que viven en la misma chabo-la y al parecer trabajan en el basurero como pepenadores. Los tres iniciarán un viaje rumbo a los Ángeles Califor-nia como destino final. En su trayecto se les unirá un indio chiapaneco que no habla ni una pizca de español.

Debate entre amigosLa mesa está puesta, pero el arranque de la trama nos hizo pensar inmedia-tamente que se trataría de otra cinta sobre migración y las crueldades de la travesía para cruzar la frontera norte, con los típicos esqueletos en el desier-to, los “coyotes” fraudulentos y las po-licías corruptas. Pero no –y esto fue parte del debate sostenido con nuestros recién conocidos amigos Marta Álvarez y Laureano Montero–, la película omite ese aspecto por demás tratado, se cen-

tra en un espacio menos conocido, las peripecias por el cruce de Guatemala a México, y los primeros kilómetros en el estado de Chiapas. A manera de documental por su estructura episódica y por los 600 migrantes que participaron –en-tre otros detalles-, aunque es clara-mente una ficción, el film expone el viacrucis de este recorrido en donde se topan con los militares mexicanos, los miembros de pandillas armadas que secuestran únicamente a las mu-jeres, los extorsionadores de las fami-lias, y en un brinco de más de tres mil kilómetros, con los grupos naciona-listas estadounidenses que vigilan la frontera mexicana. Así, durante el trayecto algu-nos de los jóvenes se irán quedando en el camino por causas distintas, y el afortunado en conseguir llegar a la ciudad terminará empleado en un rastro industrial trabajando como limpiador de vísceras, grasas y demás desperdicios que quedan bajo las me-sas de corte de carnes. La elipsis del film se completa. La vuelta al principio es total, sólo se traslada a otro espacio diferente. La historia, como hemos bre-vemente comentado, es sin lugar a du-das dramática, pero la narrativa fílmi-ca huye, desde el plano de la imagen, de escenas lacrimógenas o violentas;

lo que produce, creemos, una cinta sin excesos, sobria, pero que consigue el efecto de impactar conscientemente al espectador sobre una realidad actual.

La imagen indígenaEl único cabo suelto, y en el que no coincidimos con nuestros nuevos ami-gos, fue el papel del indio chiapaneco. Para nosotros, es la redundancia de la iconografía del indio salvaje, enraizado a la naturaleza que le ha permitido con-servar su lengua sin contaminarla para nada con el castellano y que responde a instintos de supervivencia. Idea que nos parece más evidente en el momento en que el indio cae fulminado por un bala-zo casi a las puertas de alcanzar la ciudad americana, es decir, la civilización le está vedada. En cambio, para ellos, el in-dio le ofrece mayor fuerza narrativa y emocional al film. El obstáculo de la incomunicación hablada no es barrera que impida las relaciones humanas, al contrario, las hace más cercanas, más intensas, estrecha los vínculos de su-pervivencia. En fin, ya veremos qué opina el jurado liderado por Thomas Vinter-berg para la premiación en la categoría Una cierta mirada, en donde compite La jaula de oro.