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Los países de la Región han emprendido procesos de
reforma del Estado, en general, y de sus sistemas de
salud y educación, en particular. Esta situación repre-
senta una ventana de oportunidades para introducir
temas nuevos; sin embargo, en el campo del desarrollo
infantil hay brechas de información, lo que constituye
un problema que se debe afrontar. A continuación, se
examinará una secuencia teórica en torno al desarro-
llo, sus factores determinantes y sus consecuencias en
el marco de la situación estratégica de la Región.
MARCO CONCEPTUAL Y ESTRATÉGICO
DEL DESARROLLO INFANTIL (DI)
• Definiciones básicas
• Modelo conceptual
• Determinantes
• Enfoque como problema de
salud pública
• Enfoque estratégico
ASPECTOS CONCEPTUALES: DESARROLLO INTEGRAL
EN LA INFANCIA
No es solo crecer y madurar, es mucho más, por
cuanto refleja el producto de la totalidad de esas ca-
pacidades interactuando con factores individuales, el
ambiente y la experiencia.
Proceso de cambio mediante el cual el niño aprende
a lograr mayor complejidad en sus movimientos, pen-
samientos, emociones y relaciones con otros.
La maduración neurológica, sensorial, endocrina e
inmunitaria que permite a los niños adquirir progresi-
vamente nuevas habilidades y una interacción social
positiva en un ambiente y contexto. Esta maduración
no solo depende del valor nutricional de los alimen-
tos, sino además, de la nutrición psicosocial.
El DIN contribuye a generar capital humano y capital
social.
CAPITAL HUMANO Y CAPITAL SOCIAL
Capital humano: corresponde a competencias, herra-
mientas, aptitudes del individuo que le permiten actuar
en forma adaptativa y creativa.
Capital social: tiene que ver con la relación con otros;
sus elementos principales son la pertenencia a un grupo
social; confiere derechos y obligaciones, abarca redes
de apoyo, cohesión social, solidaridad y reciprocidad.
¿Cuál es el problema que afrontamos?
A medida que vamos conociendo la realidad en cons-
tante cambio en relación a los problemas que afectan a
la niñez de la Región, nos encontramos con una nueva
realidad que conlleva a la necesidad de nuevos abor-
dajes para la lectura, comprensión y generación de
respuestas.
Enfoque conceptual del desarrollo infantil
Enfoque conceptual y estratégico del desarrollo infantil Dra. Helia Molina Milman, OPS/OMS
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
La niñez de América Latina y el Caribe, perteneciente
a grupos vulnerables (en situación de pobreza, mino-
rías, poblaciones indígenas, población emigrante) ca-
rece de condiciones y oportunidades para el desarro-
llo biopsicosocial. Alrededor del 15% de la población
infantil presenta retrasos significativos del desarrollo
y una proporción muy elevada presenta alteraciones
que, al no ser diagnosticadas oportunamente, afec-
tan tanto la salud como la calidad de vida, además de
tener consecuencias sobre el potencial de desarrollo
y otros problemas, como las conductas de inadapta-
ción, el fracaso escolar, las adicciones, las situaciones
violentas, las discapacidades, así como la morbilidad
aguda, la crónica y las patologías emergentes.
Los factores determinantes del desarrollo infantil tie-
nen dimensiones diferentes dependiendo de su dis-
tancia con respecto al niño. Por otro lado, el desarrollo
infantil per se es un determinante pertinente de lo que
acontecerá en materia de salud y comportamientos del
adolescente y del adulto. Por lo tanto, cuando se ha-
bla de desarrollo infantil también se apunta al fracaso
escolar, abuso de sustancias, violencia, discapacidad,
morbilidad aguda y crónica, así como patologías emer-
gentes en la edad adulta. De allí la necesidad de visua-
lizar el desarrollo como un proceso prospectivo y de
impacto a largo plazo.
El modelo ecológico del desarrollo infantil (figura 1)
pone en perspectiva la influencia de los contextos más
cercanos y más distantes; estos determinantes actúan
simultáneamente y en varias direcciones, por lo cual el
enfoque de análisis y abordaje necesariamente debe ser
multidisciplinario, transdiciplinario e intersectorial.
El desarrollo infantil puede ser visto desde la perspectiva del
daño en forma de retraso, pero es muy importante conside-
rar el potencial para lograr el desarrollo óptimo, de acuerdo
a la genética y condiciones biológicas subyacentes.
Cuando hablamos de determinantes podemos visua-
lizarlos desde los aspectos específicos del desarrollo
y de las relaciones causales entre ellos, tal como se
observa en el siguiente modelo (figura 2).
Cualquiera sea la teoría y modelo, los niños se desa-
rrollan al menos en 4 áreas:
• Área motora
• Área física, crecimiento y maduración
• Área cognitiva
• Área psicoemocional
• Área social
Del análisis de los factores determinantes de la salud
y el desarrollo de los niños en la región, cabe recalcar
lo siguiente:
Figura 1. Modelo de determinantes de la salud y el desarrollo integral de la niñez (Molina H., Mercer R.)
Figura 6. Modelo interactivo de los determinantes y/de desarrollo integral del niño
ESTADO
COMUNIDAD
FAMILIA
Salu
d–N
utri
ción
Genética–Atención
Accesibilidad–Participación
Salud–Educación–Trabajo–Medio ambiente–Justicia–Saneamiento
Desarrollointegraldel niño
• Entorno social• Cohesión• Servicios• Calidad• Cultura
• Valores• Políticas• Colaboración intersectorial• Distribución de riquezas
Ciclo de vida
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BELÉM DO PARÁ, BRASIL, 8 AL 10 DE JUNIO DE 2004
• Del contexto sociopolítico y económico: la pobre-
za se concentra en los hogares donde hay más ni-
ños; el 55% de los pobres en LAC son niños. En la
mayoría de los países, la inversión en la infancia
ha decrecido en la última década y esto induce a
pensar que la valoración de los hijos es baja. Este
hecho representa un desafío en cuanto a colocar a
niños, niñas y a las madres en el primer lugar de la
agenda pública. Se percibe escasa participación
intersectorial a nivel local y nacional en temas de
promoción de la salud y desarrollo temprano. Hay
una situación de inequidad creciente y de perpe-
tuación del ciclo intergeneracional de la pobreza.
• En el contexto de los servicios de salud: vale la
pena destacar que, en general, el modelo de aten-
ción está más centrado en la enfermedad, lo cual
ha sido coherente con los perfiles epidemiológi-
cos de las décadas anteriores.
• El perfil epidemiológico está cambiando y en
la transición que vive ALC coexisten los clásicos
problemas de salud infectocontagiosos con nue-
vas morbilidades asociadas a la salud perinatal,
desarrollo infantil, enfermedades crónicas y salud
mental. Se debe enfatizar además, que la infancia
tiene serios problemas de acceso y de calidad de
los servicios de salud asociados a un modelo bio-
médico tradicional, que no se ajusta a las necesi-
dades emergentes.
• Del ambiente físico: el deterioro del medio ambien-
te no cesa de aumentar y esta situación (debido a
la carencia de servicios básicos de saneamiento)
afecta la nutrición y la calidad de vida. La influen-
cia de la contaminación del aire principalmente
intradomiciliario es altamente significativa en el
desarrollo de patologías crónica respiratorias.
• Del contexto familiar: la familia está experimen-
Figura 2. Modelo de determinantes del desarrollo infantil (Banco Mundial)
Figura 5. Determinantes del desarrollo del niño
Resultados deldesarrollo Familia/Comunidad
Diferentesdimensionesdel desarrollo
infantil
Sistema de salud yotros sectoresinvolucrados
Políticasy acciones
de gobierno
Servicios de saludAcceso, costo,
calidad
Otras políticas,(por ej. educación,
nutrición,infraestructura,
transporte, energía,agricultura, agua
y saneamiento, etc.
Políticas de salud(por ej. financiamiento
y gasto, articulaciónintersectorial,evaluación ymonitoreo)
Conductas yfactores de riesgo
del hogar y lafamilia
Utilizaciónde servicios de
salud, alimentación,pautas de crianza,
estilos de vida,cuidados y
estimulacióndel niño/a
Recursos familiares
Ingreso, educación,bienes, etc.
Factorescomunitarios
Ambiente físico,cultura, valores,
capital social,redes sociales,geografía, etc.
Herencia
Otros aspectos delsistema de salud
Financiamiento
Servicios de otrossectores
Acceso, costos,calidad de la
nutrición y de laeducación
preescolar yprimaria,
saneamiento, etc.
Fuente: Health Nutrition and Population Sourcebook for the Poverty Reduction Strategy Paper. Health, Nutrition and Population. The World Bank, junio 2000.
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
tando cambios en su estructura, roles y funciones.
La mujer se incorpora cada vez más al mercado la-
boral y la familia es más nuclear, lo cual deja en
mayor desamparo al niño en períodos claves para
su salud y desarrollo. Las redes de apoyo social
y las redes de servicios de apoyo a la crianza son
débiles en la mayoría de los países de la Región.
• Del contexto del conocimiento: no hay suficiente
experiencia sistematizada sobre intervenciones
eficaces en función de los costos para la promo-
ción de la salud y el desarrollo en la niñez. Existe,
además, carencia de sistemas de información in-
tegral acerca de la niñez y escasas experiencias
evaluadas en la Región.
¿CUÁLES PODRÍAN SER LOS REQUISITOS PARA LOGRAR
LA SALUD Y UN DESARROLLO INFANTIL ADECUADO?
• Una madre saludable: embarazo deseado, cuida-
dos prenatales, nutrición, apoyo familiar.
• Parto seguro y atención adecuada del recién nacido.
• Lactancia materna y forja de vínculos.
• Introducción de alimentación complementaria
adecuada.
• Cuidados de salud preventivos y curativos en for-
ma oportuna y de calidad.
• Interacción familiar armónica y estimulante.
• Entornos saludables.
• Existencia de redes de apoyo social.
• Ambiente tranquilo, sin demasiados cambios ni
demandas exageradas de adaptación (stress).
• Exposición gradual a situaciones que requieren ma-
yor complejidad en habilidades y competencias.
• Conciencia y valorización social de la importancia
de niños y niñas, así como de su desarrollo.
• Políticas, planes y programas sociales de salud y
educación.
Es muy importante que desde el momento de la con-
cepción la madre goce de buena salud, tanto física
como mental. Que su embarazo sea deseado, que el
niño sea deseado, que tenga acceso a cuidados pre-
natales adecuados, a una buena nutrición y al apoyo
familiar.
Que el parto sea seguro. ¿Qué significa eso? Que en el
momento del parto, tanto la madre como el niño cuen-
ten con estrategias de atención básica que sean opor-
tunas, con una red de servicios que permita derivar al
niño o a la madre a otro establecimiento si se presenta
una situación de urgencia. Las tecnologías que hacen
falta para tratar al recién nacido y evitar sucesos gra-
ves suelen ser de costo relativamente bajo y adapta-
bles para su incorporación en el componente neonatal
de la estrategia AIEPI.
Lactancia materna y desarrollo del vínculo. La situación
óptima es la lactancia materna exclusiva durante los
primeros seis meses de vida. El desarrollo del vínculo
debe ser algo intencionado y con orientaciones técni-
cas, trabajado por el sector de la salud; no solo porque
la madre amamante va a desarrollar el vínculo en for-
ma adecuada para el desarrollo infantil. El sector de
la salud dispone de una oportunidad única por ser el
sector social que está cerca de los niños y sus familias
en los primeros años de la vida.
Existencia de redes de apoyo social. Sabemos que es-
tas redes son un factor determinante de la salud. Quie-
nes no cuentan con redes de apoyo se enferman más,
viven menos, sufren más depresión. La crianza de un
niño requiere de estas redes, y con mayor razón en los
niveles socioeconómicos más desposeídos.
Ambiente tranquilo. Sin demasiados cambios ni de-
mandas exageradas de adaptación, se refiere especí-
ficamente al stress, que puede provenir del frío, el ca-
lor, el dolor, el maltrato, los cambios bruscos de lugar,
de espacio, sin tiempo para adaptarse. Esto es lo que
pasa con los niños que emigran, con los niños de la
guerra o con los que trabajan.
A partir de lo que se sabe hoy en día, hay elementos
que son claros:
Los determinantes biopsicosociales se desarrollan y
consolidan precozmente en la vida, lo cual no significa
que no se pueda actuar frente a un problema detecta-
do de manera tardía o que no se promueva el desarro-
llo en edades más avanzadas. Se habrán perdido tan-
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BELÉM DO PARÁ, BRASIL, 8 AL 10 DE JUNIO DE 2004
tas oportunidades, que lo que sea necesario hacer en
ese momento podría resultar menos eficaz en función
de los costos y de muy difícil abordaje. La etapa más
oportuna para promover el desarrollo y detectar pro-
blemas son los primeros tres años de vida.
Síntesis de factores de riesgo para el desarrollo infantil
• Factores genéticos
• Desnutrición fetal
• Exposición a agentes agresores durante la gesta-
ción
• Bajo peso al nacer
• Asfixia al nacer y otras patologías del período
neonatal
• Depresión materna
• Condiciones de vida difíciles durante los prime-
ros años de vida: entornos desfavorables y no
estimulantes.
Las condiciones estresantes en los primeros años de
la vida desencadenan reacciones neuroendocrinas e
inmunitarias que afectan la salud y el desarrollo (fi-
guras 3 y 4)
Figura 3. Steptoe, 1998
Figura 4. Intervenciones tempranas en desarrollo infantil
Figura 7. Steptos, 1998
Cortisol, ACTH,catecolamina,
beta endorfina,testosterona, insulina
Cardiovascular,respiratorio, renal,gastrointestinal,
metabolismo de lasgrasas, coagulación
Inmunoglobulinas,leucocitos,linfocitos,citokinas
Respuestapsicológica
al estrés
Eventos vitalesEstresores crónicos
Problemas cotidianos
Respuestas deafrontamientoPersonalidadApoyo social
Figura 8. Intervenciones tempranas en DIN
Salud–Bienestar–Competencias
• alimentos• protección temprana
• experiencias• estimulación
Sistema inmunológicoy neuroendocrino
Capacidad físicacognitiva
emocionaly social
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
En la figura 5 se observa la tasa interna de rendimiento
de las inversiones en el desarrollo en distintas etapas
de la vida, lo que ilustra la importancia de las interven-
ciones tempranas.
Las intervenciones tempranas son éticas y eficaces en
función de los costos. El desarrollo en la infancia es cla-
ve para la supervivencia y calidad de vida y desarrollo
son conceptos inseparables. Sin duda, una madre que
sabe estimular a su hijo y desarrolla un vínculo adecua-
do va a ser una madre que reconoce fácilmente signos
de peligro y que va acudir al servicio de salud en for-
ma oportuna. El desarrollo infantil integral contribuye a
romper el ciclo intergeneracional de la pobreza. Diver-
sos estudios económicos avalan dicha aseveración.
La figura 6 muestra las diferencias en áreas del desa-
rrollo según los niveles socioeconómicos.
ELEMENTOS SOBRE LOS CUALES HAY EVIDENCIAS
EN CUANTO AL DESARROLLO INFANTIL
• Los determinantes biopsicosociales se consolidan
muy pronto en la vida.
• La ventana de oportunidad se encuentra en los
Figura 5. Tasa de retorno en inversión
Figura 6. Alfabetización - Crecimiento del vocabulario temprano
Pedro Carneiro, James Heckman, Human Capital Policy
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����
Figura 11. Alfabetización – Crecimiento del vocabulario temprano
NSE alto
NSE medio
NSE bajo
12 16 20 24 28 32 36
Edad (meses)
Voca
bula
rio
1200
600
600
Fuente: B. Hart & T. Risley, Meaningful Diferences in Everyday Experiences of Young American Children, 1995.
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BELÉM DO PARÁ, BRASIL, 8 AL 10 DE JUNIO DE 2004
primeros tres años de edad.
• Disponemos de intervenciones tempranas éticas
y eficaces en función de los costos.
• El desarrollo en la infancia es clave para la super-
vivencia y la calidad de vida.
• El DI contribuye a romper el ciclo intergeneracio-
nal de la pobreza.
• La familia y la comunidad son claves.
La figura 7 muestra el desarrollo neuronal para funcio-
nes claves del desarrollo y la precocidad de éstas.
Imaginemos una situación del ámbito sanitario clási-
co en analogía con el trabajo de promoción del desa-
rrollo infantil, como si se tratara de una intervención
para prevenir una enfermedad inmunoprevenible, para
nuestro caso y metafóricamente, como una forma de
“vacuna de protección biopsicosocial”. Así como dis-
ponemos de vacunas biológicas que nos protegen
contra gérmenes, disponemos de una vacuna biopsi-
cosocial que nos protege del gran germen (los deter-
minantes) que ocasionan daño al desarrollo.
A partir de una revisión sistemática realizada en la OPS
por la Unidad de Salud del Niño y el Adolescente para
la promoción del desarrollo infantil en la población,
surgen pruebas acerca de una serie de intervenciones
recomendadas para niñas y niños sanos, pero con ries-
gos asociados, como por ejemplo:
Recomendaciones: promoción del desarrollo
• Promoción de habilidades de crianza y percep-
ción de autoeficacia de los padres.
• Promoción de variables protectoras del desarro-
llo infantil.
• Promoción de redes de apoyo y empoderamiento
de familias y comunidades.
• Capacitar al recurso humano que trabaja en sa-
lud como promotor del desarrollo.
• Mediatizar el tema.
Recomendaciones: prevención
• En una población potencialmente sana
- Identificación y medidas para grupos de alto
riesgo psicosocial (posición social, hijos de
mujeres adictas a las drogas, hijos de ado-
lescentes, hijos de madres con enfermeda-
des mentales y prematuros).
- Prevención de nacimientos prematuros.
- Acceso a programas integrados desde la eta-
pa prenatal.
• En población con trastornos del desarrollo
- Identificación precoz de estos trastornos.
- Tratamiento adecuado.
- Adquisición de habilidades psicosociales que
permitan una mejor adaptación al entorno.
Figura 7. Desarrollo cerebral humano – Formación sinápticaFigura 10. Desarrollo cerebral humano, formación sináptica
Lenguaje
Circuitosensorial
Funciones cognitivassuperiores
-6 -3 0 3 6 9 1 4 8 12 16
Edad (años)
Meses Años
Fuente: C. Nelson, en From Neurons to Neighborhoods, 2000.
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
• Para todos
- Dar relevancia a los cuidados formales (edu-
cación y salud).
- Integrar el crecimiento y desarrollo, en el
diagnóstico y prevención.
- Dar relevancia a aspectos ambientales y a la
estimulación precoz.
Se debe destacar que para poder establecer estra-
tegias y acciones de este tipo son necesarios ciertos
cambios estructurales y funcionales que permitan la
ejecución de intervenciones concretas. De nada vale
hacer recomendaciones, si no consideramos la viabi-
lidad necesaria para su puesta en práctica. Estos cam-
bios son básicamente:
• Generación de políticas públicas con énfasis en el
desarrollo de la infancia y la niñez; en especial las
políticas que apoyan a la madre, la lactancia ma-
terna, los cuidados prenatales y posnatales.
• Apoyo al desarrollo de estructuras que apoyen el
trabajo intersectorial, ya que si bien es cierto que
siempre habrá dificultades, al menos a nivel local,
hay que fortalecer la participación ampliada de los
diferentes sectores.
• Fortalecer las instituciones de salud: defensa de
la causa, función rectora, reorientación de los ser-
vicios. En este sentido, la incorporación del tema
del desarrollo en la estrategia AIEPI puede ser un
salto cualitativo de mucha importancia en la Aten-
ción Primaria de Salud.
• Empoderamiento familiar y comunitario. Práctica-
mente todos los estudios de pruebas en los que se
ha apoyado el marco teórico del desarrollo infantil
están basados en experiencias anglosajonas; es
decir, estadounidenses, canadienses, europeas.
Hay escaso desarrollo de buenas prácticas y de
pruebas científicas en América Latina; eso repre-
senta un desafío para la OPS y los países.
• Desarrollar pruebas científicas y generar conoci-
mientos.
En desarrollo infantil debemos preconizar la promo-
ción para todos los niños y niñas, la prevención para
la mayoría y la curación y rehabilitación para unos po-
cos que no lograron avances satisfactorios, a pesar
de las estrategias promocionales y preventivas. Estas
intervenciones además de ser tempranas deben ser
incluyentes.
Para finalizar, unas palabras de Alvin Toffler: “La verda-
dera característica revolucionaria del conocimiento es
que también el pobre y el débil pueden adquirirlo”.
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El abordaje del tema de desarrollo infantil en el marco
de los derechos de los niños y niñas, es un gran de-
safío. La experiencia de Belém do Pará, en Brasil, es
un compromiso político por un nuevo Brasil, por una
América Latina diferente, donde los países tengan cen-
tradas sus políticas públicas y su atención en los dere-
chos de la infancia.
Emilio García Méndez, argentino, redactó un texto pe-
queño, que es absolutamente fundamental para que
se entienda lo que son los derechos y su aplicación.
El texto en un párrafo dice: “No es solo el futuro de
las políticas públicas para la infancia el que depende
de la plena construcción de la democracia. Es la propia
construcción plena de la democracia que depende de
nuestra voluntad y capacidad de dar vida a políticas
públicas para la infancia”.
No se trata solamente de discutir parámetros técnicos
sobre el desarrollo infantil, sobre los desafíos de la in-
tersectorialidad para las políticas públicas relativas a
los niños de 0 a 6 años. Lo importante y absolutamente
fundamental es que se superen las ideas de que los ni-
ños y sus derechos pueden ser encasillados en casilleros
funcionales programáticos. El casillero de educación, el
casillero de salud, el armario de asistencia, o el armario
de la cultura. ¡Como si eso fuera posible! Como si lo coti-
diano de la vida de los niños pudiera encasillarse.
No se trata de un encuentro de especialistas que van
a discutir apenas los temas referentes a interdiscipli-
nariedad. ¿Qué querrá decir eso? Para superar la idea
de función programática de los estamentos públicos
se precisa entender que la escuela pública es tan im-
portante como los centros de salud de los barrios, para
garantizar los derechos de nuestros hijos. Se precisa
entender que, dentro de los centros de salud, los agen-
tes comunitarios de salud y los educadores populares
de los programas de alfabetización de adultos, están
en un mismo equipo. Porque atienden a los niños no
solo en sus derechos de salud, sino que también traba-
jan con la familia para que ésta pueda dar respuestas
concretas, como primeros pasos de educación, como
primeros pasos de socialización de cualquier ciudada-
no o niño en el mundo entero.
Es lógico que se hagan Convenciones Internacionales.
La humanidad tardó más de 40 años para que fuera
aprobada y reconocida la Declaración Universal de los
Derechos del Niño y el Adolescente. ¡Qué triste huma-
nidad la nuestra! ¿no? ¡Qué mundo adulto equivoca-
do este que tenemos! Transcurrieron más de 40 años,
ocurrieron dos guerras mundiales y apenas en los co-
mienzos de la década del noventa, se acaban de ratifi-
car los derechos de la niñez y la adolescencia.
Brasil fue uno de los primeros, sino el primer país en
poner en práctica la Convención Internacional como le-
gislación brasileña. Y aquí es importante que se diga,
sobre la base de un movimiento social por la infancia,
que no fue una concesión del mundo jurídico, que no
fue una concesión de los políticos. Fue una conquista
de movimientos como la Pastoral da Criança, fue una
conquista de un comité contra la escasez. Fue una
conquista de las mujeres organizadas que, como tra-
bajadoras, necesitaban tener para sus hijos derechos
asegurados por el estado y por la comunidad.
Pasaron casi trece años. Pero aún se requiere garantizar
esos derechos. Se necesita hacer de la palabra escrita
una acción cotidiana. No solo los organismos de polí-
ticas públicas, sino cada uno de nosotros, precisamos
hacer de los derechos de la infancia una realización co-
lectiva, de un país que se quiere bien, de una ciudad que
se respeta. No como concesión de nadie, sino como ab-
soluta prioridad en un plano de desarrollo sustentable.
No hay economía fuerte que pueda justificarse como
humana, sino tenemos democracia económica.
Brasil tal vez sea el campeón mundial de las desigual-
dades. Tenemos conquistas democráticas en el plano
jurídico que son absolutamente fundamentales. Pero
Desarrollo infantil y derechos Sr. Marcelo Mazzoli, Asesor en Educación de Unicef
BELÉM DO PARÁ, BRASIL, 8 AL 10 DE JUNIO DE 2004
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
¡Qué sociedad brutal la que tenemos! ¡Qué triste so-
ciedad que niega el derecho de sus hijos a la supervi-
vencia y al desarrollo! Qué país brutal el que tenemos
y qué país dulce y fraterno que tenemos a la vez en
nuestra gente, en nuestro pueblo.
Belém es un ejemplo de eso, y yo los invito con entu-
siasmo a que aprovechen de conocer lo que estamos
haciendo por aquí. Amazonia, es un pedazo exquisito
en el propio Brasil. No es raro que los brasileños que
viven en el sur y al sudeste piensen que Manaos queda
del otro lado del río, no saben ellos que son dos horas
de vuelo, dos mil kilómetros. Imagino que nosotros no
somos, o somos menos capaces de realizar políticas
públicas para la infancia, intersectoriales, interdisci-
plinarias y con una visión clara, de que un ciudadano
niño, no es un niño adulto. Con una visión decidida de
que cuando hablamos de nuestros niños hablamos con
respeto hacia el ciudadano, a los principios democráti-
cos que van a construir una sociedad nueva en Brasil,
con seguridad, mucho menos brutal. Belém puede ha-
cer muchas cosas y ha demostrado que lo sabe hacer.
Cuando hablo a la platea, veo que estamos en una ofi-
cina en el barrio de Barreiro. Me siento en una oficina
en Aurá, me siento en una oficina en la isla de Combú,
porque veo a compañeros que luchan todos los días,
porque el mejoramiento de las condiciones de vida de
nuestra infancia, de nuestros niños, lo merece. Yo les
puedo decir señores, que nosotros sabemos que no es-
tamos todavía dotados de todas las cualidades que los
derechos de la infancia exigen, que los niños y niñas
reivindican, pero estamos viviendo una experiencia
que merece ser conocida y difundida. Por ustedes que
vienen de tan lejos y que están tan cerca del corazón.
Tenemos aquí un discurso de palabras, de buenas in-
tenciones; se trata de una experiencia absolutamente
diferente. Tenemos aquí acciones concretas que se es-
tán llevando a cabo. Ayúdennos a construir algo mejor
todavía que lo que estamos haciendo. Es por eso que
la OPS nos apoya hoy, con su presencia, con su entu-
siasmo, con su incentivo que es la realización de este
evento aquí en Belém. Porque la OPS sabe que aquí es
donde se está trabajando.
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BELÉM DO PARÁ, BRASIL, 8 AL 10 DE JUNIO DE 2004
Los avances en la salud de la niñez en la Región de
las Américas, tal vez sean la prueba más importante
que demuestra que las condiciones de salud han me-
jorado de manera considerable, dado que en general y
en cada uno de los países en particular, los índices de
morbilidad y mortalidad se han modificado de manera
radical. Descienden las enfermedades infecciosas, a
pesar de representaban para la Región, en promedio,
28% de todas las muertes de niños menores de 5 años;
este logro, sin embargo, ha significado un esfuerzo
mayúsculo de los gobiernos, de los sistemas de salud
y demuestra en especial que se ha mantenido el com-
promiso con la salud de los niños.
HECHOS DESTACADOS EN LA REGIÓN
• La gran mayoría de los países de la Región dispo-
ne de políticas nacionales a favor de la salud de
la infancia.
• Todos los países de la Región de las Américas
han establecido programas de salud de la niñez.
Se comprueba una realidad: hay programas y el
apoyo técnico es muy grande en la Región.
• La Región de las Américas y sus países han alcanzado
coberturas elevadas de inmunización que han favore-
cido también el buen estado de salud de la niñez.
• Las tendencias de mejoramiento y de mejores es-
tados de la niñez también son una realidad. Hay
esfuerzos grandes que lo están demostrando.
• Todos los países de la Región recuperan el valor de
la buena nutrición, recuperan el valor de los progra-
mas de seguridad alimentaria y nutricional, aspec-
to que favorece notablemente la salud de los niños.
• Los servicios y los sistemas de salud disponen de
recursos humanos capaces de dar una atención de
calidad a la niñez, en pro de la salud de los niños.
• El ejercicio de los derechos humanos y del dere-
cho a la salud es una realidad confirmada hace
catorce años.
La importancia de las infecciones como causa directa
de la morbilidad y la mortalidad ha disminuido, aun-
que algunos países todavía muestran que es necesario
continuar los esfuerzos para aumentar el impacto y ha-
cer que estas enfermedades, que pueden prevenirse
por medio de medidas intersectoriales, dejen de ser
indicadores sociales de rezago. Por otro lado, en casi
todos los países de la Región la mortalidad en menores
de 1 año se ve afectada por el peso de causas perina-
tales que todavía constituyen uno de los escollos más
difíciles de superar en la lucha contra la morbilidad y
la mortalidad en menores de 5 años y, especialmente,
en menores de 1 año.
La situación de la Región muestra con claridad inequi-
dades y desigualdades en cuanto a salud del niño se
refiere; mientras algunos países avanzan rápidamen-
te hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio, para otros, eso no parece más que un sueño.
Ahora bien, la situación en el interior de los países tam-
bién muestra diferencias cuando se trata de las con-
diciones entre áreas rurales, urbanas o entre grupos
de poblaciones indígenas, grupos étnicos y otras mi-
norías, en comparación con grupos de población más
privilegiados y que se asientan en las grandes ciuda-
des, donde la disponibilidad de servicios y oportunida-
des de educación y servicios básicos de saneamiento
muestran mejores indicadores de desarrollo.
Todavía la muerte y enfermedad de niños menores de
5 años tienen como razón y causa algunas afecciones
perinatales, infecciones del tracto intestinal y de las
vías respiratorias. El desarrollo de las grandes ciuda-
des, los asentamientos urbanos de personas que emi-
gran del campo o del área rural en procura de mejores
oportunidades de vida y de desarrollo, crean deficien-
cias en los servicios básicos; por lo tanto, la falta de
agua inocua, la eliminación inadecuada de desechos
sólidos, las malas condiciones del saneamiento básico
El desarrollo infantil en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Contribución de la AIEPIDr. Horacio Toro Ocampo, OPS/OMS/PWR Brasil
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
y la escasez de programas educativos para crear hábi-
tos y costumbres saludables, son los elementos más
notorios que contribuyen a la proliferación de infeccio-
nes.
CAMBIOS EN LAS FAMILIAS, LA SITUACIÓN DE LA
MUJER, EL ENTORNO
La estructura de las familias en muchos países de la
Región es monoparental o está encabezada por mu-
jeres.
Al ser las mujeres las responsables de la atención de
su familia y por haberse democratizado el trabajo en
la familia, la mujer sale del hogar en busca de trabajo
y sustento.
La edad de las mujeres también es un factor que debe
ser tomado en cuenta al hablar de la salud de los ni-
ños.
Los embarazos a edades muy tempranas. Estamos
viendo en las Américas a madres niñas, entre 9, 10 y
11 años.
El tamaño de las familias afecta el cuidado de los ni-
ños. Las familias numerosas tienden a descuidar a los
niños que nacen cuando ya hay otros en la familia.
El aumento de la pobreza en los países es una realidad.
Hay un deterioro grave del medio ambiente. La conta-
minación ambiental, especialmente del aire y el agua
en las ciudades está aumentando los casos de enfer-
medades respiratorias agudas en niños.
A pesar de lo anterior, podemos afirmar que durante
la década de los años noventa, la mortalidad en niños
menores de 5 años descendió notablemente en gran
parte de los países, reduciéndose el promedio general
de la Región en una tercera parte, con lo cual se cum-
plió la meta decenal. Este impacto, que contribuyó a
aumentar en 5,5 años la esperanza de vida al nacer,
se puede atribuir a los esfuerzos de los Ministerios de
Salud y de los programas nacionales. La importancia
de las enfermedades infecciosas como causa de mor-
talidad bajó en 6 puntos porcentuales desde 1998; y
en el año 2000, fueron causas determinantes de 28%
de las muertes infantiles. Por el contrario, las causas
perinatales aumentaron notablemente al reducirse
las infecciones y se constituyeron en la causa princi-
pal de defunciones infantiles que debe combatirse en
nuestros días, ya que ocasionan 38% de las muertes
en estas edades. En algunos países, las enfermedades
infecciosas siguen siendo las principales causantes de
muerte de niños menores de 5 años.
Los países han formulado políticas a favor de la niñez
y disponen de programas y planes, es decir, han hecho
todos los esfuerzos iniciales como para decir que va-
mos por buen camino; sin embargo, es bueno señalar
que en el año 2000 se registraban 500 mil muertes de
niños y niñas menores de cinco años, siendo la tasa de
mortalidad promedio regional de 33,4 por mil niños de
la misma edad; el 28% de las defunciones se debieron
a enfermedades infecciosas, diarreas, enfermedades
respiratorias agudas, en contraposición con el otro
grupo de enfermedades perinatales y neonatales, que
ocasionan 40 % de todas las muertes.
Este panorama muestra una región con desigualdades
marcadas; desde situaciones exitosas, como Canadá
con una tasa de 6,6 por mil, hasta Haití, con una tasa
de 108,2 por mil. Esto revela que mientras en América
del Norte se están alcanzando o superando los plazos
e indicadores de salud de los Objetivos de Desarrollo
del Milenio otros países de la Región, como Haití, cuya
condición de vida expresada a través de la mortalidad
infantil y de la niñez, está 21 veces más deprimida.
Dentro de este esquema de defunciones, entre los
años 1980 y 2000 se ha reducido la diarrea en 41% y las
infecciones respiratorias en 43%; por ende, ahora hay
que hacer frente a las causas perinatales. Entre ellas
se encuentran el bajo peso al nacer, con 12%, la asfixia
neonatal con 21% y la atención inadecuada durante el
embarazo y el parto, que representa 41% de todas las
causas.
Es dentro de este panorama que los países de la Región
han definido políticas públicas para mejorar las condi-
ciones de vida, ambientales y de salud. Específicamen-
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BELÉM DO PARÁ, BRASIL, 8 AL 10 DE JUNIO DE 2004
te, y con una fuerte corriente desde la Organización
Panamericana de la Salud, se introduce el abordaje de
las enfermedades prevalentes de la infancia al aplicar
la Estrategia AIEPI y el manejo sistematizado de los ca-
sos de diarrea e infecciones respiratorias agudas.
Se evaluaron los impactos, lo que demostró que, des-
de el año 1975 se pasó, en el caso de las diarreas, de
29% a reducciones de 50% para el 2000; y en las enfer-
medades respiratorias, de 33% a reducciones del 50%.
Todo ello, con la aplicación de esta herramienta técni-
ca, lo que demuestra que la estrategia AIEPI tiene un
potencial de impacto muy grande cuando es aplicada
dentro de los programas de forma ampliada.
Las condiciones de salud de la niñez en las Américas
son dispares, aún en nuestros tiempos. Chile, Costa
Rica, Estados Unidos y Canadá, donde viven el 30%
de todos los niños menores de 5 años, alcanzan indi-
cadores de desarrollo y representan tan solo 1,4% de
las muertes debidas a enfermedades incluidas en la
estrategia AIEPI. En Haití, Bolivia, Guatemala, Ecuador,
Paraguay, que concentran al 10 % de los menores de 5
años, ocurre el 40% de todas las muertes de la Región.
Vale la pena recordar que la población de la Región de
las Américas ha crecido y cuenta con 868.883.000 ha-
bitantes, 325 millones en América del Norte y 543 mi-
llones en América Latina y el Caribe. La tasa global de
fecundidad para las Américas es de 2,3 hijos por mujer,
mientras que es de 2,0 para América del Norte y de 2,5
para América Latina y el Caribe.
El análisis de la mortalidad infantil muestra también di-
ferencias marcadas entre subregiones, siendo de 18,5 x
1000 nacidos vivos para toda la Región, con diferencias
entre la del norte con 6,7 x 1000 nacidos vivos y la de
América Latina y el Caribe con 25,6 x 1000 nacidos vi-
vos. Una situación similar se presenta en la mortalidad
de niños menores de 5 años cuando observamos que,
en promedio, la Región tiene un índice de 27,6 por mil,
que varía de 8,2 en el norte a 39,3 en América Latina y
el Caribe.
Ahora bien, cuando se hace un análisis de las condicio-
nes de la niñez por subregiones, podemos afirmar que
también hay grandes diferencias e inequidades, como
sucede por ejemplo entre iniciativas como MERCOSUR,
SICA, CAN, OTCA o CARICOM.
Debido a que esta reunión se está efectuando en Belém
do Pará, estado amazónico de Brasil, me referiré a las
condiciones de la mortalidad en menores de 5 años en
la región amazónica, constituida por los siguientes paí-
ses: Bolivia, Colombia, Ecuador, Brasil, Venezuela, Perú,
Guyana y Surinam, quienes en su conjunto forman parte
de la Organización del Tratado Amazónico ( OTCA).
La mortalidad en menores de un año en esta subregión
muestra diferencias. Mientras Suriname tiene una tasa
de mortalidad infantil de 13,7 x 1000 nacidos vivos, Bo-
livia presenta una tasa de 66,0 x 1000 nacidos vivos, lo
que señala las desigualdades que se pueden encontrar,
aun en espacios geográficos más pequeños: Guyana
54,0, Perú 33,4, Brasil 28,3, Ecuador 24,9, Colombia
20,4, Venezuela 17,7 x 1000.
En relación con la mortalidad de menores de 5 años,
la situación es casi similar: Bolivia con 72,2; Guyana,
70,3; Ecuador, 54,6; Perú, 52,2, Brasil, 45.5; Colombia,
32.8; Surinam, 29.1 y Venezuela, 22.3.
Finalmente, podemos afirmar que en la Región de las
Américas se han desarrollado grandes esfuerzos para
mejorar las condiciones de vida y de salud de los niños
menores de 5 años y que se están alcanzando logros
fundamentales en la disminución de la morbilidad y
mortalidad, especialmente por aquellas enfermeda-
des que son vigiladas a través de los programas de
inmunizaciones y de AIEPI.
Consideramos por ello, que la salud del niño, y espe-
cialmente de los menores de 5 años, debe ser integral y
tiene que estar dentro de un enfoque de atención fami-
liar, rescatando el concepto de crecimiento y desarrollo
sanos y la atención a la morbilidad más frecuente.
A nivel de los países se deben fortalecer y favorecer
políticas y legislación para apoyar y asegurar la salud
de las familias; y fortalecer la función de la familia y
la comunidad a través del desarrollo de programas de
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INFORME DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
información, comunicación y educación en torno a los
cuidados de la familia, la mujer y el niño, empoderando
a cada familia y a cada comunidad sobre la importan-
cia de tener niños y niñas saludables.
Ahora bien. Para que esto se pueda dar de manera am-
plia es necesario crear una masa crítica en torno a la
recuperación de la salud del niño y se debe compro-
meter a los recursos humanos de los programas de los
ministerios de salud, a quienes enseñan en las univer-
sidades, a las sociedades científicas, y a los equipos
de la organizaciones no gubernamentales.
Creo que en los países de la Región hay una experien-
cia importante de vigilancia de la morbilidad compren-
dida en la estrategia AIEPI y debe ser retomada con la
inclusión de nuevos temas como son el impacto de las
condiciones sociales y el desarrollo en la niñez.