el valor de las mercancias

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http://www.eumed.net/libros-gratis/ PRODUCCIÓN MERCANTIL: producción de artículos no para el propio consumo, sino para el cambio en el mercado por medio de la compra-venta de mercancías. Es condición de la producción mercantil la división social del trabajo y la existencia de productores dueños de los medios de producción. La producción y el cambio de las mercancías se regulan en consonancia con la ley económica llamada ley del valor (ver). La producción mercantil no constituye un modo de producción especial. Por su forma y contenido, alcanza un desarrollo diferente en el régimen esclavista, en el feudalismo, en el capitalismo y en el socialismo en dependencia del nivel y del carácter de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, del modo de producción dominante. En las condiciones de la esclavitud y del feudalismo, existía la producción mercantil simple de extensión limitada a una pequeña esfera dado que en la sociedad dominaba la economía natural y casi todo lo que se producía se destinaba a satisfacer las necesidades de los propios productores y de las clases explotadoras sin que asumiera la forma de mercancía. Bajo el capitalismo, la producción mercantil se basa en la propiedad capitalista privada sobre los medios de producción y en el trabajo asalariado de los obreros. Pasa a ser dominante y general ya que se presentan como mercancías no sólo los medios de producción y los artículos de consumo, sino, además, la fuerza de trabajo. A la producción mercantil basada en la propiedad privada sobre los medios de producción le es propia la contradicción entre el trabajo privado y el trabajo social, dado que la propiedad privada separa a los hombres, hace que el trabajo de cada productor sea un asunto de su exclusiva incumbencia. Bajo el capitalismo esta contradicción de la producción mercantil se presenta como contradicción entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiación de los frutos del trabajo. En consecuencia sufren cambios esenciales las leyes económicas propias de la producción mercantil simple. La producción mercantil capitalista se desarrolla bajo la acción de leyes económicas espontáneas y ello hace que le sean inherentes la anarquía y la competencia, las crisis económicas de superproducción, la irreconciliable lucha de clases entre el proletariado y la burguesía. La producción mercantil, bajo el socialismo, se diferencia radicalmente de la producción mercantil capitalista que la precede, así como de la producción mercantil simple. Estas diferencias se deben a todo el conjunto de las relaciones de producción y ante todo al hecho de que en la base de la

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Page 1: El valor de las mercancias

http://www.eumed.net/libros-gratis/

PRODUCCIÓN MERCANTIL: producción de artículos no para el propio consumo, sino

para el cambio en el mercado por medio de la compra-venta de mercancías. Es condición de

la producción mercantil la división social del trabajo y la existencia de productores dueños

de los medios de producción. La producción y el cambio de las mercancías se regulan en

consonancia con la ley económica llamada ley del valor (ver). La producción mercantil no

constituye un modo de producción especial. Por su forma y contenido, alcanza un

desarrollo diferente en el régimen esclavista, en el feudalismo, en el capitalismo y en el

socialismo en dependencia del nivel y del carácter de las fuerzas productivas y de las

relaciones de producción, del modo de producción dominante. En las condiciones de la

esclavitud y del feudalismo, existía la producción mercantil simple de extensión limitada a

una pequeña esfera dado que en la sociedad dominaba la economía natural y casi todo lo

que se producía se destinaba a satisfacer las necesidades de los propios productores y de las

clases explotadoras sin que asumiera la forma de mercancía. Bajo el capitalismo, la

producción mercantil se basa en la propiedad capitalista privada sobre los medios de

producción y en el trabajo asalariado de los obreros. Pasa a ser dominante y general ya

que se presentan como mercancías no sólo los medios de producción y los artículos de

consumo, sino, además, la fuerza de trabajo. A la producción mercantil basada en la

propiedad privada sobre los medios de producción le es propia la contradicción entre el

trabajo privado y el trabajo social, dado que la propiedad privada separa a los hombres,

hace que el trabajo de cada productor sea un asunto de su exclusiva incumbencia. Bajo el

capitalismo esta contradicción de la producción mercantil se presenta como contradicción

entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiación de los

frutos del trabajo. En consecuencia sufren cambios esenciales las leyes económicas

propias de la producción mercantil simple. La producción mercantil capitalista se

desarrolla bajo la acción de leyes económicas espontáneas y ello hace que le sean

inherentes la anarquía y la competencia, las crisis económicas de superproducción, la

irreconciliable lucha de clases entre el proletariado y la burguesía. La producción mercantil,

bajo el socialismo, se diferencia radicalmente de la producción mercantil capitalista que la

precede, así como de la producción mercantil simple. Estas diferencias se deben a todo el

conjunto de las relaciones de producción y ante todo al hecho de que en la base de la

Page 2: El valor de las mercancias

producción mercantil socialista se encuentra la propiedad social y no la propiedad privada.

El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y el grado de socialización real de la

producción en la fase socialista hacen necesaria la conservación de la producción mercantil

y de las relaciones monetario-mercantiles bajo el socialismo. Uno de los rasgos importantes

de la propiedad social bajo el socialismo y que condicione la necesidad de que se conserve

la producción mercantil, estriba en que dicha propiedad presenta dos formas: la estatal y la

cooperativo-koljosiana. Realizar la producción de las empresas estatales y cooperativas

significa venderla, y ello implica un cambio de poseedor. Junto a las relaciones reciprocas

que existen entre las dos formas de propiedad socialista constituyen un factor de suma

importancia, que determina la necesidad de la producción mercantil bajo el socialismo,

varias particularidades de la propiedad socialista estatal misma que la diferencia de la

propiedad en la fase superior del comunismo. Una de dichas particularidades consiste en

que la propiedad del Estado sobre todas las empresas estatales y su producción se conjuga

con la autonomía económica de dichas empresas. Esta autonomía implica que el Estado

entrega determinados recursos para uso exclusivo de tal o cual empresa, se los asigna. La

división social del trabajo entre las diferentes empresas estatales exige que su producción

pase regularmente de unas empresas a otras. La autonomía económica de las empresas

excluye que se cedan gratuitamente entre sí el producto fabricado; la producción se realiza

en calidad de venta, a precios que permiten la restitución equivalente de las inversiones de

trabajo socialmente necesarias. El que las empresas estatales establezcan sus raciones

económicas en el plano de la circulación mercantil, sobre la base de la equivalencia y del

cálculo económico, estimula el ahorro de trabajo vivo y materializado induce a alcanzar

mejores resultados económicos. Otras particularidades distinguen también la producción

mercantil bajo el socialismo de la producción mercantil en las formaciones presocialistas.

La producción mercantil en el socialismo excluye la existencia de relaciones de explotación

y la posibilidad de que surjan. En las condiciones de la producción mercantil socialista, la

economía no se desarrolla de manera espontánea, no existen la lucha competitiva ni la

anarquía de la producción. Bajo el socialismo, la producción mercantil se desarrolla de

manera planificada. No posee el carácter universal que es inherente a la producción

mercantil bajo el capitalismo. No pueden ser objeto de compra-venta -ni son por

consiguiente mercancías- la fuerza de trabajo, la tierra y el subsuelo, los bosques y las

Page 3: El valor de las mercancias

aguas, las fábricas, las plantas industriales, las minas, los ferrocarriles, etc. En el régimen

de producción mercantil socialista que se encuentra bajo el control consciente y planificado

de la sociedad, no existe el fetichismo de la mercancía inherente a la producción mercantil

espontánea. La producción mercantil, bajo el socialismo, sirve con éxito al sistema

socialista de economía en todas las etapas de su desarrollo, incluida también la fase actual,

el período de la edificación de la sociedad comunista en todos los frentes. La producción

mercantil desaparecerá en la fase superior del comunismo después de haberla utilizado

plenamente en la fase del socialismo.

Valor del uso y valor de cambio.

Los bienes económicos se dividen en bienes de uso y bienes de cambio. Así, pues, el

mismo valor se dividirá en valor de uso y valor de cambio, según que tenga por fundamento

la utilidad de uso o la utilidad de cambio. En fin, el mismo valor de uso puede ser: 1.º,

individual o social; 2.°, personal o común; 3.°, abstracto o concreto, y 4.°, valor de

producción o de consumo, según la naturaleza del uso o según las personas a que se refiera.

De estas nociones derivan varias importantes conclusiones.

1. ° No es necesario que el valor sea una propiedad absoluta; puede ser con frecuencia

relativa y extrínseca. La utilidad de los bienes económicos, ¿no depende en gran parte de

las condiciones sociales, de los hábitos, de las costumbres, de las cambiantes exigencias de

la moda, del clima y de otras mil consideraciones? Así se explican las numerosas

variaciones de valor de un mismo objeto.

2. ° El valor, ordinariamente objetivo, puede, en determinados casos, ser meramente

subjetivo, lo que acontece en lo que se llama pretium affectionis. Tal es, por ejemplo, el

valor que se atribuye a un recuerdo mortuorio.

3. ° No se debe confundir la utilidad con el valor, aunque aquélla sea el fundamento de éste.

Una cosa útil para uno, puede no tener valor para él. El niño atribuye gran valor a sus

juguetes, poco útiles, y niega todo valor a un remedio desagradable que le devuelva la

salud. Los zuecos, calzado muy higiénico, no tienen valor para los aldeanos de Inglaterra.

Page 4: El valor de las mercancias

Para poner más de relieve la noción del valor, tal cual acabamos de exponerla, no estará

demás el pasar una rápida revista de las principales teorías que se le han opuesto.

MERCANCÍA:

Producto del trabajo destinado a satisfacer alguna necesidad del hombre y que se elabora

para la venta, no para el propio consumo. Los productos del trabajo se convierten en

mercancías tan sólo cuando aparece la división social del trabajo y cuando existen

determinadas formas de propiedad sobre los medios de producción y los frutos del trabajo.

Por consiguiente, o mercancía es una categoría histórica. En los modos de producción

esclavista y feudal, la gran masa de los productos del trabajo se obtienen en un régimen de

economía natural y no se presentan en calidad de mercancías. Sólo en la producción

capitalista todos los frutos del trabajo se convierten en mercancías y también se convierte

en mercancía -esto es lo más característico del capitalismo- la fuerza de trabajo. Toda

mercancía posee dos propiedades, tiene un doble carácter. En primer lugar, la mercancía ha

de satisfacer tal o cual necesidad humana, ha de ser útil al hombre, y dicha propiedad

constituye el valor de uso de la mercancía. Como quiera que la mercancía sea un producto

destinado al cambio, su valor de uso es portador del valor, es decir, del trabajo social

invertido en su producción y materializado en la mercancía. Estas dos propiedades de la

mercancía son una consecuencia del doble carácter del trabajo. El gasto de trabajo concreto

crea el valor de uso de la mercancía, y el trabajo abstracto crea el valor de la misma, Como

valores de uso, las mercancías son cualitativamente heterogéneas y en consecuencia no

conmensurables entre si desde el punto de vista cuantitativo. Como valores, las

mercancías constituyen condensaciones de trabajo social homogéneo de los productores. La

magnitud del valor de las mercancías está determinada por la cantidad de trabajo

socialmente necesario.

Page 5: El valor de las mercancias

DOBLE CARÁCTER DEL TRABAJO: doble contenido del trabajo creador de

mercancías; esta dualidad se debe a que el valor de uso de la mercancía es fruto del trabajo

concreto, mientras que el valor de la mercancía lo es del trabajo abstracto. El primero en

descubrir el doble carácter del trabajo fue Marx y este descubrimiento constituye la base

científica de la teoría marxista del valor por el trabajo. El doble carácter del trabajo es

inherente a la producción mercantil. Bajo la producción mercantil simple y capitalista, el

doble carácter del trabajo expresa la contradicción entre el trabajó privado y el social,

originada por el dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción. Bajo el

socialismo, el doble carácter del trabajo que crea mercancías se diferencia radicalmente del

doble carácter del trabajo bajo el capitalismo, pues en ese caso el trabajo concreto y el

abstracto son dos aspectos del trabajo directamente social, basado en el dominio de la

propiedad social sobre los medios de producción. En la etapa superior del comunismo, al

desaparecer la producción mercantil, el trabajo deja de poseer un doble carácter.

2. El doble carácter del trabajo representado en la mercancía

Tomemos dos mercancías, v. gr.: un Jean y 5 libras de mojarra roja. Y digamos que la

primera tiene el doble de valor que la segunda; es decir, que si 5 libras de mojarra = m, 1

jean = 2 m.

“Del mismo modo que el jean y la mojarra son valores de uso cualitativamente distintos, los

trabajos a que deben su existencia – o sea, el trabajo del confeccionista y del piscicultor –

son también trabajos cualitativamente distintos. Si no fuesen valores de uso

cualitativamente distintos y, por tanto, productos de trabajos útiles cualitativamente

distintos también, aquellos objetos bajo ningún concepto podrían enfrentarse el uno con el

otro como mercancías. No es práctico cambiar un jean por otro, valores de uso por otros

idénticos”

Pasemos ahora de la mercancía considerada como objeto útil a la mercancía considerada

como valor.

Partimos del supuesto de que el jean vale el doble que las 5 libras de mojarra roja.

Page 6: El valor de las mercancias

1 jean tiene un TTSN de 8 horas a $ 3.125 la hora igual a $ 25.000, 5 libras de mojarra tiene

un TTSN de 4 horas a $ 3.125 la hora igual a $12.500

Luego 1 jean = a 10 libras de mojarra

3. La forma de valor o valor de cambio

“las mercancías vienen al mundo bajo la forma de valores de uso u objetos materiales:

hierro, tela, trigo, etc. Es su forma prosaica y natural. Sin embargo, si son mercancías es por

encerrar una doble significación: la de objetos útiles y, a la par, la de materializaciones de

valor. Por tanto, sólo se presentan como mercancías, cuando poseen esta doble forma: su

forma natural y su forma de valor”....

... Todo el mundo sabe, aunque no sepa más que eso que las mercancías poseen una forma

común de valor que contrasta de una manera muy ostensible con la abigarrada diversidad

de formas naturales que presentan sus valores de uso: esta forma es el dinero. Ahora bien,

es menester que consigamos nosotros lo que la economía burguesa no ha intentado siquiera:

poner en claro la génesis de la forma dinero......

......La relación de valor entre dos mercancías constituye, por tanto, la expresión más simple

de valor de una mercancía”.

A. FORMA SIMPLE, CONCRETA O FORTUITA DEL VALOR

X mercancía A = y mercancía B, o bien: x mercancía A vale y mercancía B.

(10 libras de mojarra = 1 jean, o bien 10 libras de mojarra valen 1 jean)

1. Los dos polos de la expresión del valor; forma relativa del valor y forma

equivalencial.

“En esta forma simple del valor reside el secreto de todas las formas del valor. Por eso es

en su análisis dónde reside la verdadera dificultad del problema. ...

Page 7: El valor de las mercancias

Dos mercancías distintas, A y B, en nuestro ejemplo el jean y la mojarra, desempeñan aquí

dos papeles manifiestamente distintos. El jean expresa su valor en la mojarra; la mojarra

sirve de material para esta expresión del valor. La primera mercancía desempeña un valor

activo, la segunda un papel pasivo. ...La primera mercancía .....reviste la forma relativa del

valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, o lo que es lo mismo, reviste la

forma equivalencial.

... el valor del jean solo puede expresarse en términos relativos, es decir, recurriendo a otra

mercancía;....Y a su vez, esta otra mercancía que funciona como equivalente,.....Se limita a

suministrar el material para la expresión del valor de otra mercancía...

El que una mercancía revista la forma relativa del valor o la forma opuesta, la de

equivalente, depende exclusivamente de la posición que esa mercancía ocupe dentro de la

expresión de valor en un momento dado, es decir, de que sea la mercancía cuyo valor

expresa o aquella en que se expresa este valor”.

Quién es el que propone el cambio, cuál de los dos propietarios es el más interesado en

efectuar el intercambio, podría ser la respuesta para saber cuál de las mercancías es la que

oficia con la forma relativa. De todas formas, en unos lugares unas mercancías y en otros

otras, cumplían con esta función, hasta que la generalización de la producción y de los

intercambios fue necesario, por parte de la sociedad, la escogencia de una sola mercancía,

como equivalente, para la comodidad en los intercambios.

2. La forma relativa del valor.

En este aparte vamos a obviar, la forma tan exhaustiva, brillante e histórica a como Marx

explica esta forma del valor.

“La relación “10 libras de mojarra = 1 jean o 10 libras de mojarra valen 1 jean” arranca del

supuesto de que en 1 jean se contiene la misma sustancia de valor que en 10 libras de

mojarra. ....Pero como el tiempo de trabajo necesario para producir 10 libras de mojarra o 1

jean cambia al cambiar la capacidad productiva de la cadena piscícola o de la cadena

Page 8: El valor de las mercancias

algodón – textil – confección, conviene que investiguemos más de cerca cómo influyen

estos cambios en la expresión relativa de la magnitud del valor....

Veamos que se sucede al cambiar los valores de las mercancías.

I. De la expresión 10 libras de mojarra = 1 jean se puede pasar a la expresión.

10 libras de mojarra = 2 jeans por lo siguiente: Al duplicarse el tiempo de trabajo necesario

para producir la mojarra, sin que el valor del jean sufra alteración, por efecto, supongamos

del agotamiento progresivo del suelo donde se producen los concentrados para el alimento

de las mojarras, se duplica también su valor.

Y, de la expresión 10 libras de mojarra = 1 jean se puede pasar a la expresión, 10 libras de

mojarra = ½ jean, si el tiempo de trabajo necesario para producir la mojarra queda reducido

a la mitad, sin que el valor del jean sufra alteración, v. gr. Por progresos conseguidos en la

genética y en la dieta alimenticia de las mojarras, el valor de las mojarras quedará también

reducido a la mitad. El valor relativo de la mercancía A. O sea su valor expresado en la

mercancía B, aumenta y disminuye, por tanto, en razón directa al aumento o disminución

experimentados por la mercancía A, siempre y cuando que el valor de la segunda

permanezca constante.

II. Si es el jean el que cambia de valor, permaneciendo constante el valor de la mojarra, de

la expresión 10 libras de mojara = 1 jean se puede pasar a la expresión 10 libras de mojarra

= ½ jean por que el valor del jean se duplica, o, se puede pasar también a la expresión 10

libras de mojarra = 2 jean, si el valor del jean queda reducido a la mitad.

III. “Mas puede también ocurrir que las cantidades de trabajo necesarias para producir la

mojarra y el jean varíen simultáneamente en el mismo sentido y en la misma proporción.

En este caso, la igualdad, cualesquiera que sean los cambios experimentados por sus

correspondientes valores, seguirá siendo la misma. 10 libras de mojarra = 1 jean”

IV. “Los tiempos de trabajo necesarios respectivamente para producir el jean y la mojarra,

y por tanto los valores, puede cambiar al mismo tiempo y en el mismo sentido, pero en

Page 9: El valor de las mercancias

grado desigual, en sentido opuesto, etc. Para ver cómo todas estas posibles combinaciones

en el valor relativo de una mercancía, no hay más que aplicar los casos I, II y III”.

No tengo ninguna objeción a la forma clara y sustanciosa como Marx explica la expresión

del valor en el intercambio. Cuando una mercancía expresa el valor en otra, la

proporcionalidad del intercambio va a depender del valor que tenga cada mercancía en un

respectivo momento. Nos damos cuenta que las proporciones para el intercambio dependen

de los valores que vaya teniendo cada mercancía, valores que se modifican con los cambios

en la productividad y que muchas veces son mayores en unas mercancías. La búsqueda de

la eficiencia productiva ha sido una constante a través de la historia que se explica por el

desarrollo de las fuerzas productivas, como resultado del afán de los hombres de disminuir,

cada vez más, la incertidumbre sobre su futuro.

3. La forma equivalencial

“La forma equivalencial de una mercancía es, por consiguiente, la posibilidad de cambiarse

directamente por otra mercancía.

... Ya se exprese el Jean como equivalente y la mojarra como valor relativo o a la inversa, la

mojarra como equivalente y como valor relativo el jean, su magnitud de valor responde

siempre al tiempo de trabajo necesario para su producción, siendo independiente, por tanto,

de la forma que su valor revista”.

Visto de otra forma, 1 jean = 10 libras de mojarra, aquí es la mojarra quien reviste la forma

equivalencial y el jean la forma relativa. Pero si la expresión la presentamos 10 libras de

mojarra = 1 jean, se sucede lo contrario. Marx hace bastante énfasis en esto para poder

entender, más luego, la forma dinero. Pues una mercancía, dentro de todas, fue emergiendo

como equivalente, para convertirse en dinero.

4. La forma simple del valor, vista en su conjunto.

“Analizando de cerca la expresión de valor de la mercancía A, tal como se contiene en su

relación de valor con la mercancía B, veíamos que, dentro de esta relación, la forma natural

de la mercancía A sólo interesaba en cuanto cristalización de valor de uso; la forma natural

Page 10: El valor de las mercancias

de la mercancía B, en cambio, sólo en cuanto forma y cristalización del valor. Por tanto, la

antítesis interna de valor de uso y valor que se alberga en la mercancía toma cuerpo en su

antítesis externa, es decir en la relación entre dos mercancías, de las cuales la una, aquella

cuyo valor trata de expresarse, sólo interesa directamente como valor de uso, mientras que

la otra, aquella en que se expresa el valor, interesa sólo directamente como valor de cambio.

La forma simple del valor de una mercancía es, por tanto, la forma simple en que se

manifiesta la antítesis del valor de uso y de valor encerrado en ella”.

Dicho de otra manera, tomando nuestro ejemplo, el jean es la mercancía A, la que quiere

expresar su valor y la mojarra la mercancía B, la que sirve de espejo para que el Jean

exprese su valor. El Jean es la mercancía activa y la mojarra es la mercancía pasiva. Estos

papeles de estas mercancías se pueden invertir y, en este caso la mercancía B, la mojarra es

la que quiere expresar su valor y, en este caso el Jean se convierte en el espejo, en el

equivalente donde la mojarra ve aparecer su valor.

1 jean = 10 mojarras; el jean expresa su valor en la mojarra. El jean reviste la forma relativa

y la mojarra la forma equivalencial.

10 mojarras = 1 jean; la mojarra expresa su valor en el jean. La mojarra reviste la forma

relativa y el jean la forma equivalencial.

FORMAS DEL VALOR:

Formas en que se expresa el valor de las mercancías en las diversas etapas del proceso

histórico de desarrollo de la producción mercantil. Se distinguen las siguientes formas del

valor: 1) la simple o fortuita; 2) la total o desarrollada; 3) la general, y 4) la forma dinero

del valor. La forma simple o fortuita del valor es, histórica y lógicamente, la primera forma

en que se expresa el valor de una mercancía y corresponde a la etapa inicial del desarrollo

de la producción mercantil. Puede expresarse mediante la ecuación: x mercancía A = y

mercancía B. Esta forma es simple porque el valor de una mercancía se expresa en una

mercancía sola. Es fortuita porque la mercancía que expresa el valor se determina

Page 11: El valor de las mercancias

casualmente, dado el poco desarrollo de la producción mercantil. En la forma simple del

valor están presentes dos mercancías: una (la mercancía A), cuyo valor se expresa, y otra

(la mercancía B), que sirve para expresar el valor. La primera mercancía se encuentra en la

forma relativa del valor; la segunda, en la forma equivalente. Tres peculiaridades

caracterizan la forma equivalente del valor: 1) el valor de uso se convierte, en este caso, en

expresión de su contrario: el valor; 2) el trabajo concreto invertido en la producción del

valor de uso de una mercancía -del equivalente- aparece como expresión del trabajo

abstracto invertido en la producción de otra mercancía (la mercancía A); 3) el trabajo del

productor privado que crea la mercancía-equivalente (la mercancía B) aparece en calidad de

trabajo social. La forma total o desarrollada del valor va sustituyendo a la forma simple a

medida que se desarrolla el intercambio mercantil y éste adquiere un carácter más o menos

regular. Con la forma total del valor, la misma mercancía empieza a expresar su valor en

muchas mercancías y no en una sola:

En la forma total del valor resulta aun más palmaria la base única del mundo de las

mercancías: el trabajo invertido en la producción de las mercancías. La forma general del

valor es resultado del ulterior desarrollo de la producción mercantil, desarrollo que conduce

a la separación de una mercancía por la que se cambian, con la mayor frecuencia, todas las

demás. Con la forma general del valor, todas las mercancías empiezan a expresar su valor

en una mercancía determinada:

En este caso, una mercancía (la mercancía E) expresa el valor de todas las demás

mercancías y constituye el equivalente general (ver). De este modo, todas las mercancías

reciben una forma única de expresión del valor. El equivalente general aparece como

Page 12: El valor de las mercancias

materialización directa del trabajo social. Cualquier mercancía puede desempeñar la

función de equivalente general, e históricamente la han desempeñado diferentes mercancías

(sobre todo, el ganado), mas poco a poco tal función se ha ido fijando en una sola

mercancía, que se ha convertido en dinero. En sustitución de la forma general del valor

aparece la forma dinero del valor. El dinero (ver), equivalente general, es una mercancía

especial a cuyo valor de uso se ha adherido sólidamente la forma equivalencial del valor.

FETICHISMO DE LA MERCANCÍA:

Materialización de las relaciones de producción inherentes a la economía mercantil basada

en la propiedad privada sobre los medios de producción. Esta materialización posee un

carácter objetivo. Los nexos sociales entre los productores privados únicamente se

manifiestan en el mercado, en el proceso del cambio de sus mercancías. Nadie controla ni

regula conscientemente estos nexos, que se desarrollan espontáneamente. Las relaciones

entre los productores aparecen como relaciones entre los productos del trabajo humano.

Esta forma específica de la expresión de las relaciones sociales se halla condicionada por el

peculiar carácter social del trabajo que produce mercancías. En la producción mercantil

basada en la propiedad privada, los frutos del trabajo son productos de trabajos privados

independientes entre sí. Al mismo tiempo, entre los productores privados existe una

estrecha conexión y dependencia recíproca basada en la división social del trabajo. Por este

motivo "la independencia de los hombres entre sí, se completa con un sistema de

dependencia material en todos los aspectos" (C. Marx). El trabajo de cada productor de

mercancías representa una partícula del trabajo social global, mas este carácter social de su

trabajo únicamente se pone de manifiesto en el mercado, donde el productor comprueba si

su mercancía es necesaria y por ende, si es necesario su trabajo para la sociedad. Resulta,

pues, que toda mercancía, para obtener un reconocimiento social, ha de ser equiparada a

otra mercancía por ejemplo al oro con el que ha de ser cambiable en una determinada

proporción. Subjetivamente, los productores de mercancías ven dicha materialización de las

relaciones de producción como una facultad misteriosa e independiente de ellos mismos

que posee una cosa de cambiarse por otras en unas determinadas relaciones cuantitativas.

Esta facultad parece una propiedad natural de la mercancía como lo son el peso u otras

propiedades físicas. Los productos que fabrica el hombre con sus manos, aparecen como

Page 13: El valor de las mercancias

seres independientes dotados de vida propia, que se encuentran en determinadas relaciones

con los hombres y entre sí. En ello estriba, precisamente, el fetichismo que atribuye a la

mercancía propiedades sobrenaturales. "El carácter misterioso de la forma mercancía

estriba, por tanto, pura y simplemente, en que proyecta ante los hombres el carácter social

del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de los propios productos de su

trabajo, un don natural social de estos objetos y como si, por tanto, la relación social que

media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación social

establecida entre los mismos objetos, al margen de sus productores" (C. Marx). El producto

superior en que se desarrolla el cambio de mercancías es el dinero, el capital y por este

motivo el fetichismo de la mercancía encuentra su materialización más completa en el

fetichismo del dinero, del capital, en el poder del oro sobre los hombres. Parece que no es el

desarrollo de la producción mercantil y del cambio ni el desarrollo de las relaciones

sociales lo que ha conducido a que una determinada mercancía, el oro, se convirtiera en

dinero, sino, por el contrario, que todas las mercancías se cambien por oro y expresan en él

su valor únicamente porque el oro es dinero por naturaleza. Todas las categorías

económicas de la sociedad burguesa se hallan revestidas de forma material y por este

motivo poseen un carácter fetichista. La economía política burguesa, intentando eludir el

análisis de las contradicciones internas del capitalismo, se Imita a estudiar el aspecto

externo de los procesos económicos tras las relaciones entre las cosas no descubre las

relaciones sociales entre los hombres. Tan sólo la economía política marxista que descubre,

bajo la envoltura material, las relaciones de producción entre los hombres efectúa un

análisis auténticamente científico de todas las categorías de la producción mercantil y

capitalista. Al suprimirse la propiedad privada sobre los medios de producción y

establecerse la propiedad social sobre dichos medios a la ver que se organiza la economía

planificada, se elimina, bajo el socialismo, también la base económica que engendra el

fetichismo de la mercancía.