EL TREN DEL PROGRESO; PODER Y SABER

La ciencia y la tecnología trajeron consigo un gran avance para la sociedad. Cuando James

Watt1 diseño la máquina de vapor, -invento que dio origen a uno de los más importantes medios

de transporte y carga: el tren- nunca pensó en que su invención pudiera ser utilizado para hacer

daño a los seres humanos; de igual manera, todos aquellos personajes que dieron vida a la

Revolución Industrial, tendrían la real convicción de que estaban haciendo invaluables aportes

para el bienestar social, sin embargo, la fatalidad llegó cuando la ambición, la mezquindad y el

deseo de poder fue el encargado de echar a andar la poderosa rueda del progreso.

A partir de allí, aquellas maquinas que fueron inventadas para dar bienestar al hombre,

puesto que podrían satisfacer la demanda de productos de los seres humanos en todas las

latitudes, se convirtieron en poderosas esclavistas, los productos que pudieron haber sido

utilizados para brindar alimento, abrigo y sustento a los seres humanos, fueron convertidos en

artículos de lujo, y solo podrían ser tenidos por aquellos que tuviesen los medios suficientes para

comprarlos; en conclusión, los productos llagaron a quienes menos lo necesitaban.

Entonces, se puede advertir que elementos, herramientas y fundamentos para un mejor nivel

de vida de toda la población mundial, termino siendo una nueva utopía social, la tan anhelada

igualdad, equidad y justicia, fue reemplazada por la barbarie capitalista, confinando a aquellos

que poco o nada tenían, a sobrevivir en zonas oscuras, salvajes e inhóspitas; y de paso

trasformando a un sector de la humanidad en depredadores.

“El Lobo de Wall Street” es una demostración de ello; un hombre de clase media, lucha con

tesón por enriquecerse, puesto que durante toda su vida, acumulo un deseo insostenible de poseer

1 Cabe destacar que Watt, no fue el primer y verdadero inventor, pero por su aporte tecnológico a esta máquina se considera como tal.

todo y más de lo que los magnates Norteamericanos poseían: carros lujosos, mujeres hermosas,

grandes mansiones, dinero a montón, y claro; poder.

El gran problema para el mundo entero, es que la famosa revolución industrial dejo una gran

pero nociva semilla, “la ambición”. Semilla que fusionada con la frustración, se convierten en

armas mortales. A este respecto algunos se podrán preguntar qué relación habría entre la

revolución industrial y la “saña capitalista”, puesto que serían prácticamente atemporales, desde

el punto de vista histórico, pero desde una mirada retrospectiva al desarrollo humano, se vería de

otra manera.

La época medieval, tenía como principal premisa de poder, la tierra. Todo ser humano de la

época media su poderío por la cantidad de tierra que poseía; la tierra significaba tener “Poder”. El

señor feudal, era dueño de la tierra y todo lo que por encima de ella estuviese, de allí que la única

y mayor ambición humana, era poseer un pequeño pedazo de tierra para explotarla y vivir

dignamente.

Pero con la revolución industrial, esta circunstancia cambio, apareció el dinero, y con él, la

necesidad de comprar todo lo que se pudiese con él. De allí que conociendo la ambición del

hombre, eran pocas cosas las que no tenían precio, convirtiéndose su compra en una obsesión; de

allí que el hombre necesitaba más y más dinero, puesto que cada día había más y más que

comprar.

Esta carrera, trajo consigo muerte desolación y guerras, la ambición aumento

exponencialmente, el mundo iba creciendo, la tecnología avanzando y el ser humano feneciendo.

El dinero ha marcado una fatal etapa histórica en muchas naciones, Islandia, Estados Unidos,

Irak, Brasil, Venezuela, todos ellos, países que tras tener una infraestructura económica fuerte, en

algún momento de su trasegar se vieron desplomados, a tal punto de sufrir grandes revoluciones

sociales.

Contrariamente a lo que expresan grandes economistas, el problema ni fue la

desregularización de la economía, el principal problema fue la desregularización de la educación,

de la ética y la moral, de la humanidad. El hombre moderno se volvió ambicioso, cree necesitar

tener el mundo a sus pies para sentirse hombre, y simplemente olvida que forma parte de un

circulo, en el cual se puede iniciar como rico y poderoso, pero en algún momento de los giros de

la vida, podrá ser lo inverso.

Es así como los grandes y sonados casos de corrupción financiera, -Emron, AIG,- son

simples vueltas de la vida, que cobro a aquellos que en busca de poder, acabaron no solo con su

capital, sino que sembraron desolación en miles de personas más, pero que terminaron más atrás

de lo que habían empezado.

Esto, lleva a pensar, si verdaderamente los avances tecnológicos y científicos son operantes

bajo el prototipo social del capitalismo salvaje, ¿y hasta donde llegara esta carrera por un poder

utópico y efímero, tal vez a la destrucción de la raza humana?

El verdadero tren del progreso, trae consigo poder y saber, no solo dinero y lujos, sino

bienestar, justicia y equidad para la raza humana.