el techero volumen 4

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Febrero 2010 VOL. 4 Kliksberg, El voluntariado también es una actividad económica Un techo para Chile: Hacia un 2010 sin Campamentos ¿Cómo es el Techo que queremos? No se puede hablar de desarrollo sin AGUA potable

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Revista digital de Un Techo para mi País - Costa Rica, EL TECHERO

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Febrero 2010VOL. 4

Kliksberg, El voluntariado también es una actividad económica

Un techo para Chile: Hacia un 2010 sin Campamentos

¿Cómo es el Techo que queremos?

No se puede hablar de desarrollo sin AGUA potable

Edición No.4Director de Comunicación: Carlos Morales.Coordinación de Revista: Rosa Martínez.

Edición: Rosa Martínez.Diseño y Diagramación: Diego Arias, Andrea Fajardo, Diego Marín, Esteban Monge, Gloriana Fernández, Daniella Sánchez

y Sebastián Vásquez.Montaje en Flash: Wilbert Solano.

Fotografía: Mariano Palermo y Sergio Guillén (Portada)Agradecimientos a: Equipo de Comunicación.

Equipo de Comunicación UTPMP – CRTodos los derechos reservados

Marzoá 2010

ÍNDICECómo es el Techo que querémos? Mensaje del Director.................................... 4

Miles de Rojos para más Techos..........................................................................5

Kliksberg, El voluntariado también es una actividad económica..........................7

Techarte, nuestra labor en imágenes....................................................................9

Bailar para promover la igualdad..........................................................................11

No se puede hablar de desarrollo sin AGUA potable............................................12

Cinco techos para la gente de mi país..................................................................13

La primera Gran Colecta en Guate.......................................................................16

Un techo para Chile: Hacia un 2010 sin Campamentos.......................................17

Efecto Mariposa....................................................................................................19

Construir la Libertad..............................................................................................21

Es otra vara...........................................................................................................23

Luvia Ácida...........................................................................................................25

Así es el Fútbol.....................................................................................................26

Equipo de Comunicación: Un grito a la Sociedad.................................................27

Anuncio: Política de Viajes...................................................................................28

NOTICIAS INTERNACIONALES

NOTICIAS NACIONALES

LA CUADRILLA

OPINIÓN

¿Cómo es el Techo que

queremos? Mensaje del Director

Por Patricio MoreraDirector Social, UTPMP - CR

Es muy frecuente, en diversas conversaciones y discusiones, que las personas estén de acuerdo sobre los fines pero no tanto sobre los medios. No importa si la argumentación se da entre taxistas, o académicos. No hay diferencia si discuten entre políticos o entre obreros.

Habitualmente -no siempre por supuesto- la mayoría de las personas coincide en las bondades de la paz mundial, en su repudio a la miseria, en lo condenable de la corrupción, en la necesidad de construir un sistema político y económico que sea justo y digno para las y los individuos, etc.

Sin embargo, las discrepancias comienzan a surgir, cuando precisamos un poco más sobre cuáles son las medidas, procedimientos, ideas, políticas, o bien, actitudes personales que consideramos más adecuadas a seguir, para alcanzar dichos fines de manera efectiva.

En ese estadio, se encuentra nuestra organización a nivel local. Una etapa de definiciones.

En la pasada Jornada de Formación, organizada por el Equipo de Formación y liderada por los Jefes de Trabajo; salieron a colación, muchos temas medulares de profunda trascendencia, en la etiología de la pobreza.

¿Es el acceso a la vivienda un derecho?, ¿un derecho humano?, ¿trasciende ese derecho las fronteras geográficas?, ¿cuál es el rol del cercenado en su derecho, a la hora de reivindicarlo?, ¿y el nuestro?

¿Qué entendemos por empleo digno?, ¿es digno el trabajo alienado?, ¿qué ideas tenemos para crear

empleos dignos? o ¿es necesario cierta cantidad de empleo indigno para que funcione el sistema?

Preguntas como estas, y muchas otras surgidas alrededor de otras temáticas tales como: la importancia del arraigo, el conocimiento de los mecanismos de medición gubernamental de la pobreza, el estudio de la historia de la tenencia de la tierra, el desarrollo de las políticas públicas y las influencias extranjeras, entre otros; son vitales para el proceso epistemológico que invitamos a la sociedad y a las familias a emprender.

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A modo concreto, esto equivale a comunicar que, además de que queremos combatir la pobreza, pretendemos hacerlo de “x” o “y” manera. Fundamentalmente, motivados por una intervención responsable e intelectualmente honesta.

Porque como bien dice el adagio popular: “El amor no se come”.

El hecho de que nuestra metodología de trabajo tenga como punto de partida el enfoque empírico, es decir, el trabajo con las familias y todo lo que eso implica (conversaciones, trabajo físico, compartir experiencias, etc); evidencia aún más la necesidad de una propuesta seria y responsable.

Estamos trabajando con personas, tratando de motivarlos a construir mayores oportunidades, a incidir en su destino familiar y comunal, a trabajar en conjunto por mejorar la calidad de vida suya y de toda la gente. Y, en ese sentido, una propuesta estrictamente romántica, es irresponsable.

Justamente por eso, el espacio que se nos viene ahora con las construcciones masivas de diciembre, se constituye en una gran oportunidad para ir edificando, como organización, las precisiones que la historia nos va solicitando.

Vamos a tener la oportunidad de renovar nuestro voluntariado para que se complemente con el que ya viene trabajando.

Y lo más importante, vamos a conocer y a trabajar con muchas familias más, en comunidades que nos hemos intervenido antes, lo cual se convierte en una gran oportunidad para que ese proceso de conocimiento, al que estamos invitando a estas familias, se desarrolle como un espacio de crecimiento recíproco voluntario-poblador.

Sólo así, este proceso podrá sobrevivir ante las dificultades y obstáculos de nuestros tiempos.

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Kliksberg:“El voluntariado también

es una actividad económica”

Movilización del Capital Social, Voluntariado y Ética para el Desarrollo es el título de una de las conferencias que Kliksberg presidió en su visita al país, cuyo �n fue discutir temas ligados a la pobr-eza y sus posibles causas y soluciones en América Latina.

La conferencia se efectuó el 8 de octubre y fue organizada por la Fundación Acción Joven (FAJ), que trabaja para mejorar la calidad de la edu-cación secundaria con el aporte de estudiantes que realizan el Trabajo Comunal Universitario.

Kliksberg mencionó, entre otros casos de acción conjunta entre gobierno y organizaciones no gubernamentales que han dado buenos resulta-dos, el caso chileno de Un Techo para mi País (UTPMP).

En Chile, el trabajo de UTPMP y el gobierno ha transformado la realidad de muchas personas que viven en pobreza extrema, a tal punto que el modelo de intervención de esta ONG se ha expandido a muchos otros países.

“Una de las primeras reuniones cuando apenas empezaba UTPMP en Costa Rica, hace 3 años, consistió en ver un documental de Kliksberg. Es muy signi�cativo tenerlo hoy aquí”, dijo Sophie Vindas, voluntaria de UTPMP-CR que asistió a la conferencia.

Para Kliksberg, el voluntariado es una herra-mienta clave en la lucha contra la creciente desigualdad en la región, donde “la pobreza mata” cada vez más.

El asesor enfatizó en el voluntariado como una responsabilidad social que produce bienes y servicios. Además, a�rmó que el aporte de los colaboradores del planeta convierte al volun-tariado en la octava economía del mundo.

“Sin la acción voluntaria no hay medicina que valga”, aseguró.

Sin embargo, Kliksberg fue muy claro en que es una utopía creer que el voluntariado puede acabar con la pobreza. Según él, el voluntariado debe ser un complemento de políticas públicas que aboguen por el bien social.

Bernardo Kliksberg, asesor del Pro-grama de Naciones Unidas para el Desarrollo de América Latina (PNUD), habló en Costa Rica sobre la pobreza de la región

Por Ana Isabel Alvarado y Rosa Martínez

Voluntarias UTPMP-CR

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Kliksberg:“El voluntariado también

es una actividad económica”

Movilización del Capital Social, Voluntariado y Ética para el Desarrollo es el título de una de las conferencias que Kliksberg presidió en su visita al país, cuyo �n fue discutir temas ligados a la pobr-eza y sus posibles causas y soluciones en América Latina.

La conferencia se efectuó el 8 de octubre y fue organizada por la Fundación Acción Joven (FAJ), que trabaja para mejorar la calidad de la edu-cación secundaria con el aporte de estudiantes que realizan el Trabajo Comunal Universitario.

Kliksberg mencionó, entre otros casos de acción conjunta entre gobierno y organizaciones no gubernamentales que han dado buenos resulta-dos, el caso chileno de Un Techo para mi País (UTPMP).

En Chile, el trabajo de UTPMP y el gobierno ha transformado la realidad de muchas personas que viven en pobreza extrema, a tal punto que el modelo de intervención de esta ONG se ha expandido a muchos otros países.

“Una de las primeras reuniones cuando apenas empezaba UTPMP en Costa Rica, hace 3 años, consistió en ver un documental de Kliksberg. Es muy signi�cativo tenerlo hoy aquí”, dijo Sophie Vindas, voluntaria de UTPMP-CR que asistió a la conferencia.

Para Kliksberg, el voluntariado es una herra-mienta clave en la lucha contra la creciente desigualdad en la región, donde “la pobreza mata” cada vez más.

El asesor enfatizó en el voluntariado como una responsabilidad social que produce bienes y servicios. Además, a�rmó que el aporte de los colaboradores del planeta convierte al volun-tariado en la octava economía del mundo.

“Sin la acción voluntaria no hay medicina que valga”, aseguró.

Sin embargo, Kliksberg fue muy claro en que es una utopía creer que el voluntariado puede acabar con la pobreza. Según él, el voluntariado debe ser un complemento de políticas públicas que aboguen por el bien social.

Bernardo Kliksberg, asesor del Pro-grama de Naciones Unidas para el Desarrollo de América Latina (PNUD), habló en Costa Rica sobre la pobreza de la región

Por Ana Isabel Alvarado y Rosa Martínez

Voluntarias UTPMP-CR

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Por Rosa Martí[email protected]

Una exposición fotográ�ca mostró las interven-ciones más recientes y la proyección a futuro de Un Techo para mi País - Costa Rica (UTPMP-CR).

La misma se mantuvo en el vestíbulo del edi�cio de Registro de la Universidad de Costa Rica del 1 al 26 de octubre.

A través del arte de la fotografía, la organización evidenció su labor de construcción de viviendas y planes de Habilitación Social en comunidades marginadas del país.

“Las fotografías muestran el trabajo de la Orga-nización: la intervención en los precarios, activi-dades de recaudación de fondos e intervenciones urbanas”, indicó Iván Víquez, Director de Comuni-cación de UTPMP-CR.

La exposición también retrató la intervención durante la emergencia del terremoto que afectó Costa Rica el pasado 8 de enero, cuando los voluntarios levantaron 200 viviendas para los damni�cados del siniestro.

Las fotografías que se exhibieron pertenecen, entre otros artistas, al costarricense Sergio Guillén y a la venezolana Ana Carlota Valle.

“Las exhibición es un éxito, las fotos son geniales. Muy buen trabajo por parte de los fotógrafos”, comentó Kerlyn Campos, asistente a la exposición.

Después del 26 de octubre se pretende llevar la muestra a las comunidades donde Habitación Social emprende labores, así como a distintos puntos como colegios y salas, de tal forma que el mensaje llegue a más destinatarios.

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Por Rosa Martí[email protected]

Una exposición fotográ�ca mostró las interven-ciones más recientes y la proyección a futuro de Un Techo para mi País - Costa Rica (UTPMP-CR).

La misma se mantuvo en el vestíbulo del edi�cio de Registro de la Universidad de Costa Rica del 1 al 26 de octubre.

A través del arte de la fotografía, la organización evidenció su labor de construcción de viviendas y planes de Habilitación Social en comunidades marginadas del país.

“Las fotografías muestran el trabajo de la Orga-nización: la intervención en los precarios, activi-dades de recaudación de fondos e intervenciones urbanas”, indicó Iván Víquez, Director de Comuni-cación de UTPMP-CR.

La exposición también retrató la intervención durante la emergencia del terremoto que afectó Costa Rica el pasado 8 de enero, cuando los voluntarios levantaron 200 viviendas para los damni�cados del siniestro.

Las fotografías que se exhibieron pertenecen, entre otros artistas, al costarricense Sergio Guillén y a la venezolana Ana Carlota Valle.

“Las exhibición es un éxito, las fotos son geniales. Muy buen trabajo por parte de los fotógrafos”, comentó Kerlyn Campos, asistente a la exposición.

Después del 26 de octubre se pretende llevar la muestra a las comunidades donde Habitación Social emprende labores, así como a distintos puntos como colegios y salas, de tal forma que el mensaje llegue a más destinatarios.

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Por Rosa Martí[email protected]

Diez mujeres de Las Palmas, en Desamparados, formaron un grupo de bailes típicos con el �n de promover, a través del arte, la igualdad entre los ticos y las personas migrantes que viven la comunidad.

La idea surgió gracias a que una de las vecinas de comunidad sintiera la necesidad de denunciar el tema de la migración debido a la discriminación que sufren en la comunidad las personas migrantes, en especial los nicaragüenses en condición de ilegales.La iniciativa es apoyada por las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) Red de Migrantes y Un Techo para mi País – Costa Rica (UTPMP-CR). Red de Migrantes, por su parte, donó 10 trajes típicos de Nicaragua para las integrantes del

grupo, mientras que UTPMP esta en la búsqueda de un patrocinador para los trajes costarricenses.

“A través del arte, estas mujeres están denunciando una realidad latente en Las Palmas y muchas otras comunidades del país: la convivencia diaria de ticos y nicas, ambos en condiciones de pobreza”, a�rmó Alejandro Soto, Coordinador de la Comunidad por parte de UTPMP-CR. Según Soto, este tipo de actividades fortalecen el empoderamiento de los vecinos de su propia comunidad y estimulan la generación de soluciones ante las problemáticas que les aquejan; en este caso, el tema de las migraciones y la ilegalidad.

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sin AGUA potable

Posteriormente, los personeros del AyA lanzaron una propuesta a los vecinos que consiste en canalizar las aguas pluviales así como las aguas negras de la comunidad, además, abastecer de agua potable y colocar medidores.

La posición de la comunidad fue positiva y muchos de los vecinos consideran justo pagar si cuando uno abre el tubo sale agua limpiaSin embargo, así como hay muchas personas a favor del proyecto, hay otros vecinos que no estarían de acuerdo en pagar por algo que han recibido siempre en forma gratuita. Por esa razón, la gente que apoya la potabilidad del agua, están tratando de convencer a los demás vecinos acerca de la importancia del agua limpia para la salud y el desarrollo de una comunidad.

“Una comunidad que busca alcanzar su desarrollo no puede hablar del mismo si no cuenta con agua potable”, a�rmó la asistente administrativa de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

Con esta frase, se hacía referencia a un plan del AyA, cuyo �n es abastecer de agua potable a la comunidad de Las Palmas, un precario ubicado en Desamparados que cuenta con problemas en el tema de la calidad de agua.

“En muchas viviendas solo hay agua dos horas al día, durante la noche, y esa agua no es cien por ciento potable” aseguró Alejandro Valverde, líder comunal de Las Palmas.

La insatisfacción de los vecinos los llevó a plantear el problema ante la municipalidad, lo cual, desencadenó una serie de reuniones que concluyeron en un plan especí�co de abastecimiento de agua, siendo el encargado del mismo el AyA.

Por esa razón, trabajadores sociales, técnicos y personal administrativo de la institución visitaron Las Palmas, semanas atrás, y extrajeron muestras de agua del río que circunda la comunidad, así como de las cañerías, para analizar los niveles de potabilidad del líquido.

No se puede hablar de desarrollo

Por Rosa Martí[email protected]

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Son las seis en punto y voy tarde. He intentado erradicar esta mala costumbre con todo tipo de medicinas (novias puntuales, adelantar el reloj media hora, hacerle caso a mi mamá...), pero nunca funcionan.

Tengo que encontrarme con algunos amigos en la puerta principal de la Universidad Católica San Pablo para asistir a lo que, sin saber en este momento, será una experiencia que cambiará mi visión de todas las cosas.

Una amiga me invitó a “construir casitas” durante un viaje de dos días. Ninguno de nosotros tiene una idea exacta del lugar, la situación o el esfuerzo que debemos hacer; mucho menos de las recompensas.

Ya pasan las siete y media y, para variar, el chofer llega tarde. Subimos al bus que nos transportará hasta el lugar donde dormiremos junto al grupo de extraños que, pasadas unas horas, llamaremos amigos.

Sentimos la expectativa creciente en los voluntarios, en la gente, en la dulcera que nos vende las galletas para el viaje…

Luego nos enteramos de qué tratará todo

Cinco techos para la gente de mi país

Un voluntario de Un Techo para mi País Bolivia nos cuenta cómo se vivió la primera construcción en la nación sudamericana.

el trabajo. Sofi, una de las dos chicas encargadas en nuestro país, nos presenta la fundación, su visión y a los primeros voluntarios bolivianos listos para el trabajo.

Ella nos dice que nos separarán en cuadrillas, con un jefe en cada una, con gente encargada de la movilización de los paneles, con encomendados de la cocina y nos cuenta que uno de los grupos se encargará del desayuno a las seis y media de la mañana. Comienzo a preguntarme qué pasa en este lugar.

Maxi, otro de los voluntarios, nos lleva fuera del cuartito donde descansamos unos junto a otros, al mejor estilo lata de atún, envueltos en bolsas de dormir.

Hacemos una dinámica bailable, diseñada para despertar a los vecinos y hacer dormir toda nuestra vergüenza. Allí comenzamos a reír y no paramos hasta llegar a nuestras casas, dos días después.

Guitarra en mano continuamos la primera noche, conocemos a nuestras cuadrillas y a quienes llegaron para la primera construcción en nuestro país. Estoy seguro que ríen porque ellos sí sabían lo que nos espera mañana.

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Sábado, seis y media y todos despiertos, chocolate caliente y galletas.

–Bueno chicos - nos dice Fe con su tono típicamente alegre-, ahora hay que caminar. Son como 15 minutos de subida y de ahí a cargar los paneles, hacer los huecos y meter los pilotes.

Todo está listo en Poquechaca, la comunidad donde vamos.

Fe sonríe y nos movemos. No me queda más que seguir a la gente por una enorme cuesta.

Colina arriba está la casa de Felipa, una cholita madre de cuatro hijos, esposa y compañera de la abuela. La señora tiene 80 años en la espalda, a Aymará como su única lengua y el recuerdo de los modelos pasado, más duros que los de ahora. ¡Si pudieran ver cómo carga las piedras y las herramientas! Para cuando yo tenga la mitad de su edad, estaré con achaques de todo tipo.

Indicaciones rápidas: hueco, pilote, medida, manguera y paneles. ¡Todos manos a la obra!

Picotas y palas, uñas pintadas y manos cuidaditas comienzan la labor de construir una casa en solo dos días, una casa que mejorará la condición de vida de toda una familia, una de las cinco casas que construimos ese fin de semana.

–¿Matecito de coca joven?, ¿cocacolita?, ¿agüita? Felipa nos trata como reyes, mientras que el suelo de Poquechaca nos da trabajo duro.

El hueco del pilote maestro nos toma casi dos horas y media. El primero es el más difícil de los pasos, ya con la experiencia los otros son mucho más fáciles.

A media jornada, plato paceño (una comida típica a base de papa, habas y choclo con quesito frito encima) y a continuar hasta la noche. Si el viernes en la mañana alguien me hubiera dicho que todo el trabajo es hecho por manos inexpertas, habría obtenido risas y palmaditas en la espalda.

Viendo el primer paso hecho, confirmamos que la gastada frase “quien quiere puede” no dista de la realidad.

El segundo día es algo parecido, mucho trabajo y muchas sonrisas. Convivir con la familia y los otros voluntarios es una experiencia única, es saber que uno ha hecho algo tangible para alguien que lo necesita y lo agradece.

Cinco techos para la gente de mi país

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S Disfrutar del agotamiento, de los nuevos amigos, del montón de historias que uno trae para contar a la gente que no pudo ir (y que se queda con ganas de participar en la próxima) vale muchísimo más de lo que se espera al anotarse en la lista de papel.

Y esta tan solo es la primera construcción de muchas que esperamos hacer en Bolivia. Ahora el primer grupo está organizado a más voluntarios, realizando un montón de actividades y anunciando al mundo que los bolivianos estamos unidos en contra de la pobreza y en busca de un continente más justo.

La respuesta de la gente ha sido increíble y estamos seguros de que lograremos muchísimo en los próximos meses y años. El esfuerzo tiene grandes recompensas, aún no hemos llegado siquiera a la mitad del camino.

¿Qué nos deparará el futuro? Estoy seguro que muchas más sonrisas de familias alegres, muchas más bromas entre los voluntarios, mucha más gente comprometida y muchos otros techos para la gente de mi país.

Ahora voy saliendo para la universidad, así que me apuro porque estoy tarde de nuevo. ¡Nos vemos en la próxima construcción!

La primera Gran Colecta de Un Techo para mi País Guatemala (UTPMP-Guatemala) se llevó a cabo el 1 y 2 de octubre en las principales calles de la ciudad capital.

Cientos de jóvenes se organizaron en las calles y recaudaron dinero para seguir beneficiando a las familias que viven bajo la pobreza.

El trabajo, que empezó meses atrás, fue arduo y agotador, pero dio frutos. La fiesta reunió a cientos de voluntarios que por primera vez asistieron a un campamento.

Con la carga de trabajo y los nervios de punta se vivieron los “grandes días”. Desde temprano todos corrieron esa milla extra que caracteriza a los voluntarios del Techo.

Bajo el sol, la lluvia y el smog transcurrieron los dos días de colecta. Nada ni nadie los detuvo y, al momento del cierre, se contabilizaron alrededor de 200 mil quetzales (dinero suficiente para la construcción de unas 20 viviendas de emergencia).

La primeraGran Colectaen Guate

Para celebrar el esfuerzo, los voluntarios disfrutaron de una noche al ritmo de varias bandas musicales chapinas y aplaudieron el ser guatemaltecos y voluntarios de UTPMP.

El monto total recaudado fue de Q. 309,123.77. El dinero se utilizó para el campamento de octubre, en donde más de 400 voluntarios construyeron, junto a las familias de los asentamientos, una Guatemala más justa.

Por Lucía MayorgaVoluntaria UTPMP-Guatemala

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Los campamentos en Chile son la expresión más concreta y cotidiana de la marginación. Están al costado de las grandes autopistas, puentes y malls que nos hacen soñar con ser un país del primer mundo.Un Techo para Chile quiere que fijemos la mirada y lleguemos al bicentenario sintiéndonos orgullosos de concluir con los campamentos. Esta labor la realizaremos junto a los dirigentes y pobladores organizados, a los jóvenes universitarios comprometidos con la justicia y el país, a una política habitacional que recoja las necesidades de las familias y a una institucionalidad confiable. Quedan 365 días para cumplir el compromiso con nuestro país. Terminar con los campamentos para el 2010 fue un sueño que comenzó en Curanilahue hace 12 años. Parecía una simple utopía, basada en la construcción filosófica y teórica que el mundo se había acostumbrado a presenciar en la juventud de los 60 y 70. Pero fue muy distinto.Cuando ni siquiera se hablaba de campamentos, había más de 135 mil familias viviendo entre plástico y cartón a la orilla del jaguar de Latinoamérica. Los jóvenes más privilegiados del país conocieron una realidad que no les permitió detenerse, reformulando la meta según las necesidades de esas cifras de pobreza que cobraban nombre, apellido, rostro y voz.

Por Gonzalo Cerda y Daniel García

Voluntarios de Un Techo para Chile (UT-

PCH)

Un Techo para Chile:

Hacia un

2010 sincampamentos

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Parte fundamental de nuestra misión, en el desafío que nos hemos propuesto de construir 10 mil viviendas definitivas antes de que finalice el 2010, ha sido sumar a los mejores socios en cada área para entregar excelencia y concentrar los beneficios en las familias del campamento.

Nuestro trabajo con la Asociación de Oficinas de Arquitectura, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios y con grandes empresas de influencia local nos dan la certeza de un 2010 sin campamentos. No es un problema de capacidad ni de recursos, sino de que como país decidamos hacerlo.

Ahora las familias más pobres de Chile se reúnen con grandes empresarios, ministros, arquitectos e inmobiliarios, para lograr lo impensado, la verdadera independencia de Chile.

Y hay una pequeña luz para las 32 millones de personas del continente que viven en la miseria: la gente de los campamentos no es tonta, sólo necesita oportunidades.

Nos queda exactamente un año para construir 10.000 viviendas definitivas. Nuestra mayor fortaleza es lograr que todos los actores de la sociedad se unan a nuestra propuesta, convirtiéndola en un sueño de país.

En 1997 hicimos una promesa, en el 2010 haremos historia.

Luego de construir miles de viviendas de emergencia, creyeron justo que esas familias obtuvieran su vivienda definitiva.

La vivienda definitiva completa la propuesta social de Un Techo para Chile en los campamentos. Entendemos la vivienda como un proceso en el que las familias deben ser protagonistas para materializar el “sueño de la casa propia” de manera sustentable y que sea un paso firme hacia la superación de la pobreza.

Buscamos entregar asesoría profesional de calidad y acompañamiento en los procesos de postulación a las políticas habitacionales, haciéndonos cargo de la gestión inmobiliaria de terrenos aptos y bien ubicados, un diseño participativo de las viviendas y los barrios.

Además de la contratación y supervisión de la construcción, se pone énfasis constante en la participación. De esta manera, se generan barrios de calidad que revierten los problemas habituales de la vivienda social, a partir del trabajo sobre las tres dimensiones de la vivienda:

• Familia: Participación• Barrio: Equipamiento comunitario y espacio público• Ciudad: Localización y plusvalía

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Efecto Mariposa

Por Yaliam GutiŽrrezVoluntaria UTPMP-CR

ÒHaz el cambio que quieres ver en el mundoÓ. Con esta frase, Gandhi sintetiz— uno de los principales impulsos que hace que los volun-tarios de Un Techo para mi Pa’s (UTPMP) se levanten cada ma–ana a trabajar con el deseo de transformar la realidad. La teor’a del caos, efecto mariposa, sostiene que acciones muy peque–as pueden provocar grandes cambios en un sistema, as’ como el aleteo de una mariposa puede provocar una tormenta del otro lado del planeta.Nuestras acciones, intrascendentes para muchos, pueden hacer la diferencia en la socie-dad.Sentimos el deseo de ser denuncia al ver como las noticias nos hablan de desarrollo, crecimiento comercial y super‡vit econ—mico, mientras miles de familias subsisten en un mundo indiferente. UTPMP es el instrumento que utilizamos para actuar. Al construir viviendas de emergencia, las familias reciben una raz—n para creer que el progreso es posible y que luchar vale la pena.

Adem‡s, se crea un v’nculo directo entre empre-sas, j—venes y familias en estado de pobreza, pocas veces incluidas en la agenda medi‡tica.Trabajamos por una sociedad humanitaria, incluyente y equitativa. Abandonamos los prejuicios. Combatimos la pobreza por todo lado, poniŽndonos corbata o ensuci‡ndonos las manos. Estamos generando cambios, diciŽndole al sistema que necesita dar un giro y que no nos vamos a detener hasta verlo plasmado. Hermann Hesse dijo una vez: Òpara que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.Ó Para que nuestro pa’s cambie, es necesario que cambiemos nosotros primero, mediante acciones concretas, justas y congruentes. Tenemos las herramientas y en nuestros corazones aœn hay esperanza. No dejemos de aletear; abr‡mosle las puertas a la utop’a.

ÒPara que pueda surgir lo po-sible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.Ó -Hermann Hesse

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Efecto Mariposa

Por Yaliam GutiŽrrezVoluntaria UTPMP-CR

ÒHaz el cambio que quieres ver en el mundoÓ. Con esta frase, Gandhi sintetiz— uno de los principales impulsos que hace que los volun-tarios de Un Techo para mi Pa’s (UTPMP) se levanten cada ma–ana a trabajar con el deseo de transformar la realidad. La teor’a del caos, efecto mariposa, sostiene que acciones muy peque–as pueden provocar grandes cambios en un sistema, as’ como el aleteo de una mariposa puede provocar una tormenta del otro lado del planeta.Nuestras acciones, intrascendentes para muchos, pueden hacer la diferencia en la socie-dad.Sentimos el deseo de ser denuncia al ver como las noticias nos hablan de desarrollo, crecimiento comercial y super‡vit econ—mico, mientras miles de familias subsisten en un mundo indiferente. UTPMP es el instrumento que utilizamos para actuar. Al construir viviendas de emergencia, las familias reciben una raz—n para creer que el progreso es posible y que luchar vale la pena.

Adem‡s, se crea un v’nculo directo entre empre-sas, j—venes y familias en estado de pobreza, pocas veces incluidas en la agenda medi‡tica.Trabajamos por una sociedad humanitaria, incluyente y equitativa. Abandonamos los prejuicios. Combatimos la pobreza por todo lado, poniŽndonos corbata o ensuci‡ndonos las manos. Estamos generando cambios, diciŽndole al sistema que necesita dar un giro y que no nos vamos a detener hasta verlo plasmado. Hermann Hesse dijo una vez: Òpara que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.Ó Para que nuestro pa’s cambie, es necesario que cambiemos nosotros primero, mediante acciones concretas, justas y congruentes. Tenemos las herramientas y en nuestros corazones aœn hay esperanza. No dejemos de aletear; abr‡mosle las puertas a la utop’a.

ÒPara que pueda surgir lo po-sible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.Ó -Hermann Hesse

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construir la libertadPor Yaliam Gonz‡lez

Voluntaria UTPMP-CR

A 42 a–os de la muerte del ChŽ

Al viajar por AmŽrica, como mŽdico reciŽn graduado, Ernesto ChŽ Guevara empez— a tener contacto con la realidad de muchos pueblos: enfermedades, pobreza, injusticias y miseria. Esa experiencia despert— en Žl el deseo de ayudar con su propio esfuerzo, siendo un agente de cambio. Las obras escritas del ChŽ muestran una tenden-cia a ir m‡s all‡ del individuo y de la Naci—n como tales, para dar paso a una visi—n global en la bœsqueda de la libertad de los pueblos. No se trata de un acto œnico, sino de un proceso de construcci—n.Las primeras notas de sus reflexiones caracteri-zan al ÒmŽdico revolucionarioÓ, lo que le lleva a plantearse un par de preguntas muy importantes: Àc—mo lograr un trabajo de bienestar social? y Àc—mo relacionar la voluntad personal con las necesidades de toda una sociedad?El ChŽ concluye que la mejor forma de lograrlo es creando un nuevo tipo de humano: un revolucio-nario. Con esta creaci—n se evita que la gener-aci—n que est‡ dislocada por sus problemas se pervierta, m‡s bien influir‡ positivamente en los grupos venideros.Guevara vivi— en un per’odo hist—rico que se caracteriza por la bœsqueda de una transfor-maci—n de la sociedad capitalista hacia la comuni-sta y, si bien sus ideas van orientadas en esta corriente, podemos aplicar muchas de sus ense-–anzas en nuestra experiencia como generadores de cambio. Un revolucionario desea la transformaci—n de las estructuras sociales, de las instituciones pol’ticas y del rŽgimen existente, en una sociedad que quiere vivir en una libertad plena, en igualdad de beneficios para todos.

La base para iniciar esta transformaci—n son los j—venes, mediante la educaci—n que gestar‡ el Òcambio de concienciaÒ. De esta manera se ir‡ formando esa nueva gen-eraci—n, que ir‡ creciendo con un amor ferviente, encontrando la f—rmula para hacer perpetua esa actitud solidaria en la Visvida cotidiana.Para un revolucionario, el valor supremo de todo humanismo real no puede ser otra cosa que la misma humanidad.Es mucho lo que se ha hablado del ChŽ, por sus numerosos aportes y su participaci—n en la liber-aci—n en los pueblos de AmŽrica Latina. Sin embargo, lo que realmente caracteriz— a Ernesto Guevara es que fue un hombre de acci—n m‡s que de ideolog’as, que trabaj— por un cambio hasta el punto de morir por Žl. El ChŽ nos ense–—, con su ejemplo, que un verdadero revolucionario es quien tiene la capaci-dad de amar a sus semejantes.

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construir la libertadPor Yaliam Gonz‡lez

Voluntaria UTPMP-CR

A 42 a–os de la muerte del ChŽ

Al viajar por AmŽrica, como mŽdico reciŽn graduado, Ernesto ChŽ Guevara empez— a tener contacto con la realidad de muchos pueblos: enfermedades, pobreza, injusticias y miseria. Esa experiencia despert— en Žl el deseo de ayudar con su propio esfuerzo, siendo un agente de cambio. Las obras escritas del ChŽ muestran una tenden-cia a ir m‡s all‡ del individuo y de la Naci—n como tales, para dar paso a una visi—n global en la bœsqueda de la libertad de los pueblos. No se trata de un acto œnico, sino de un proceso de construcci—n.Las primeras notas de sus reflexiones caracteri-zan al ÒmŽdico revolucionarioÓ, lo que le lleva a plantearse un par de preguntas muy importantes: Àc—mo lograr un trabajo de bienestar social? y Àc—mo relacionar la voluntad personal con las necesidades de toda una sociedad?El ChŽ concluye que la mejor forma de lograrlo es creando un nuevo tipo de humano: un revolucio-nario. Con esta creaci—n se evita que la gener-aci—n que est‡ dislocada por sus problemas se pervierta, m‡s bien influir‡ positivamente en los grupos venideros.Guevara vivi— en un per’odo hist—rico que se caracteriza por la bœsqueda de una transfor-maci—n de la sociedad capitalista hacia la comuni-sta y, si bien sus ideas van orientadas en esta corriente, podemos aplicar muchas de sus ense-–anzas en nuestra experiencia como generadores de cambio. Un revolucionario desea la transformaci—n de las estructuras sociales, de las instituciones pol’ticas y del rŽgimen existente, en una sociedad que quiere vivir en una libertad plena, en igualdad de beneficios para todos.

La base para iniciar esta transformaci—n son los j—venes, mediante la educaci—n que gestar‡ el Òcambio de concienciaÒ. De esta manera se ir‡ formando esa nueva gen-eraci—n, que ir‡ creciendo con un amor ferviente, encontrando la f—rmula para hacer perpetua esa actitud solidaria en la Visvida cotidiana.Para un revolucionario, el valor supremo de todo humanismo real no puede ser otra cosa que la misma humanidad.Es mucho lo que se ha hablado del ChŽ, por sus numerosos aportes y su participaci—n en la liber-aci—n en los pueblos de AmŽrica Latina. Sin embargo, lo que realmente caracteriz— a Ernesto Guevara es que fue un hombre de acci—n m‡s que de ideolog’as, que trabaj— por un cambio hasta el punto de morir por Žl. El ChŽ nos ense–—, con su ejemplo, que un verdadero revolucionario es quien tiene la capaci-dad de amar a sus semejantes.

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¿Y qué tal Chile? ¿Está feliz? ¿Le gusta? A las preguntas genéricas, mi respues-ta genérica es: “El balance general da positivo” y en buen tico: “la vara es otro ride”. No digo que mejor ni peor, solo que es otro ride.Mi última construcción fue la corpora-tiva con el banco Santander, en la que hicimos proyectos de mejoramiento en un barrio de vivienda definitiva. No había madera ni martillos, había zacate y cemento. Una vara completamente diferente.Me voy a la oficina en metro y en un bus que pago con una tarjeta plástica por calles que tienen número y nom-bre. Muy distinto a llegar a la oficina que queda a los 200 metros del palo de mango.Ando tranquila con mi computadora y el sueldo a la una de la madrugada por la calle, diferente a la corrida que me pegaba de la U hasta a mi casa después de las 10 pm. Aquí también hay para-noia mediática por la inseguridad ciu-dadana, pero desde mi percepción…esto es otra vara.Los árboles en frente a mi apartamen-to estuvieron verdes, cafés, chingos y verdes otra vez. El clima, el aire y los olores son completamente distintos. Las montañas son cafés y con nieve. Las “desestabilizadoras” lluvias de Santiago permiten que uno salga sin sombrilla y que llegue a su destino relativamente seco.En la mesa de trabajo se discute la forma del techo, los metros cuadrados

del tercer piso y la localización de las áreas verdes. Muy diferente, muy diferente.En el encuentro nacional de dirigentes en el módulo de educación, desde los campa-mentos, se exigía la inclusión en el sistema universitario. En el tema de la educación secundaria, aunque tiene muchos defectos en términos de calidad, parece ser que se superó el reto de la cobertura.Los carabineros (pacos) imponen respeto. Cuando hay partidos de futbol usan un traje estilo tortuga ninja y hacen que los “hinchas” más pinticas (flaites en chileno) adopten una postura de lady. No existe la posibilidad de darles una platica por deba-jo de la mesa pa’ que no pongan una multa. Impensable el chorizo.Las instituciones públicas tienen sistemas de gestión similares a los de la empresa pri-vada, con diagnóstico, planificación, evalu-aciones e incentivos. Muchos jóvenes tra-bajan orgullosamente en el sector público. La institucionalidad es otra vara.La oficina del Techo tiene tres pisos. Es otra vara. Es un espacio que ha ido creciendo de una manera espontánea junto al crecimien-to explosivo de la institución. Empezó como un cuarto, se amplió, se amplió, se amplió y ahora tiene tres pisos sin divisiones, con todo azul y una mesita de café en el centro.

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Hay como 120 personas contratadas, todos jóvenes, con excepción de Felipe Berríos y Juan Pedro Pinochet. Esos 120 se dividen en una estructura completamente diferente a la de los países, con arquitectos, psicólogos, sociólogos, un centro de investigación y un área de inno-vación social. Hay muchos voluntarios, pero solo trabajan en habilitación social.La oficina está llena de tensiones: tiene burocra-cia, procesos aburridos a los que le tenemos al-ergia pero necesitamos, responsabilidades poco definidas, está la típica tensión entre trabajo de oficina y trabajo en el asentamiento…Uno está frente a la computadora la mayoría del tiempo, casi todo el trabajo es a larga distancia patrocinado por San Google. Es mucho más fácil que se diluya la urgencia, pero lo lindo es que no pasa.Viajar a un país y conocerlo desde sus comuni-dades más excluidas es lo más lindo de todo. Es conocer la historia escondida y verdadera de un pueblo. Ver a voluntarios con todo tipo de acen-tos con la misma buena vibra, con la misma certe-za de que estamos haciendo lo que tenemos que hacer aunque no tenemos la menor idea en qué estamos metidos, es una inyección de gasolina.Uno podría pensar que en la Oficina Central se corta el queque. Mentira, el queque se corta en el trabajo que se hace directamente con las comu-nidades. Ahí es donde se define todo.

Lo que más me impacta es la Corporación de Dirigentes. Ver a un movimiento de bases fun-cionando de manera tan estratégica y tan inteli-gente para cambiar las relaciones de poder que hay en nuestra sociedad hace que todo el trabajo que a veces no entiendo tenga sentido.Lo que sí es la misma vara, en cualquier Techo de Latinoamérica, ya sea en proyectos de vivienda definitiva o en la construcción de tres media-guas, es que las tensiones son inherentes al tra-bajo, pero la determinación y la certeza de que tenemos que trabajar juntos es más fuerte. Esa es la gracia, tener diferencias y no dejar que sean un obstáculo para lograr el objetivo.Aunque la forma del trabajo sea completamente distinta, el fondo siempre es el mismo.Cuando se acabe la construcción de viviendas de emergencia en Chile ¿se muere el Techo? No, porque la necesidad de romper con la exclusión, con el clasismo, con la distribución desigual de oportunidades sigue vigente.El reto que tenemos en Un Techo para mi País (UTPMP) y Un Techo para Chile (UTPCH) es en-contrar cómo convertir esa voluntad de servicio en acción, tanto en el voluntario como en la co-munidad.Así está el arroz. Todo es muy diferente, pero en el fondo hay un lenguaje común que se está hablando en muchos países de Latinoamérica y eso lo hace a uno sentirse en casa.

Nos vidrios.

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Lluvia Acida

Por çlvaro JimŽnezVoluntario UTPMP-CR

La lluvia,aprendi— a derretir los techos de cart—n, la piel y las promesas,fr’a y ‡cida,escupida por los cielos que nos cubren a todosescapada de los ojos bien abiertos de quien se atreve a sentir lo ajeno.

Esa lluvia,no cae en el mall popular de domingo, ni en la rutina,pero s’ en los mundillos del punto y aparte,en los exilios rurales del olvidoentre Cristos, pan viejo y papeles firmadosy hace tanto cae, que ya a nadie le importa.

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Por Carlos Morales e Iván Víquez

Diseñadores, periodistas, informáticos, fotógrafos, publicistas, productores, ingenieros, sociólogos: todos comunicadores que entremezclan sus profesiones para lanzar un grito uni�cado.

Un equipo que trabaja para lograr que ese grito conjunto de miles de jóvenes de América Latina, el de cientos de jóvenes costarricenses y, por supuesto, el de las miles de familias de los asentamientos precarios se reúna en solo mensaje.

Lo que comunicación hace es concretar las ideas y propuestas que rondan en la mente de todos los voluntarios y de las familias con quienes trabajamos. Pretende visibilizar ante la sociedad el trabajo del Techo, el de cada voluntario pero, sobre todo, la situación que se vive en cada familia en condición de pobreza extrema.

En el equipo de comunicación se denuncia, se muestra, se enseña, se grita.Se gritan las ideas por medio de diversos sistemas y estrategias de comunicación: a�ches; notas en televisión, prensa escrita, radio y web; eventos en Facebook, Hi-5 y MySpace; anuncios en vallas y mupis, videos de construcciones, de Habilitación Social y de otras actividades.

Todos los productos tienen un objetivo: decir lo que piensa y lo que hace Un Techo para mi País – Costa Rica.

Para lograr los objetivos el equipo está dividido en sub-áreas, todas supervisadas por el Director. Estas están compuestas por un coordinador de área y voluntarios que le apoyan, pero esa división no es una línea �ja sino se

adapta según las necesidades del momento.

En el intento de difundir el trabajo del Techo, las nuevas ideas son indispensables y por ello comunicación de UTPMP-CR siempre se encuentra anuente a recibir recomendaciones de cualquier voluntario de la organización, es cuestión de que se acerquen y la propongan.

Toda idea es buena, solo se debe descubrir la mejor forma de difundirla, y para eso existe comunicación.

Algo más que poner el banner y tomar la fotoComunicación está para poner el banner y tomar la foto en el momento indicado de la construcción. Una acción que permite visibilizar lo que cada día se hace en UTPMP-CR. Esto es parte del insumo que genera la información que se enviará a los medios, se colgará en la página web o en alguna red social.

Esa información probablemente será vista por nuevos voluntarios o empresarios, que gracias a ella, se convencen de trabajar con el Techo. Información que permite regresar a los precarios y trabajar nuevamente junto a las familias en condición de pobreza extrema.

Tomar la foto y poner el banner, al igual que cualquier otra acción de un equipo del techo, es vital para el posicionamiento y el crecimiento de la Organización.

LA C

UA

DR

ILLA

Aplica para personas de cualquier parte del mundo interesadas en trabajar como voluntarias en construcciones de UTPMP.

Requisitos según los casos posibles: Voluntarios que son invitados por un país para apoyar en las construc-ciones.

Criterios a considerar:

Es bueno definir el cupo máximo de voluntarios extranjeros que se acepta antes de abrir las inscripciones.

Considerar si la presencia de extranjeros potencia o más bien evita el fortalecimiento del equipo del país receptor.

El objetivo de los viajes debe ser potenciar a los equipos de los países involucrados, para fortalecer el compromiso y el trabajo de los voluntarios con las personas que viven en condición de pobreza en su continente.

Aprovechar al máximo la presencia de los extranjeros para que cumplan un objetivo más profundo que hacer pintoresca la construcción.

Es positivo que el país receptor pida a los voluntarios extranjeros que evalúen la experiencia.

Es positivo que el país receptor dé una retroalimentación al encargado de los voluntarios extranjeros de su desempeño.

CASO 2: Voluntarios que solicitan espacio para asistir a las construcciones de otro país:

1. Tiene que haber aprobación expresa del Director de FyV (si no hay, por el DS) del país que reciba a los voluntarios y en caso de que sean voluntarios de UTPMP, del DFyV del país que envía a los voluntarios. La aprobación se solicita al correo oficial de voluntariado del país. 2. La oficina de UTPMP no se hace responsable por el transporte, alimentación ni hospedaje de los voluntarios fuera de la construcción. Sin embargo queda a discrecion del equipo local apoyar al voluntario en su estadia.

CASO 1: Voluntarios que son invitados por un país para apoyar en las construcciones:

1. Tiene que haber aprobación expresa1 del Director de FyV (si no hay, por el DS) del país que solicita y del DFyV del país que envía a los voluntarios. 2. La oficina de UTPMP que invita debe hacerse responsable por coordinar transporte y hospedaje de los voluntarios fuera de los días de la construcción (no aplica en caso que el invitado se quede más días por razones personales).

Política de viajes entre países

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