el sistema--1era y 2nda parte

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Parte I y Parte II

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Traducción completa del libro de Geoffrey Baker, El Sistema: Orquestando a la Juventud Venezolana.

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  • Parte I y Parte II

  • Parte I y Parte IIEL SISTEMA Orquestando a la juventud venezolana

    Geoffrey Baker

    Traduccin y edicin venezolana por Reinaldo Solar

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  • Nota del Traductor

    Esta es una edicin samizdat dedicada a la sociedad civil venezolana comprometida en la lucha contra la corrupcin. Dada la negativa de la editorial Planeta de publicar la edicin espaola, hemos procedido a llevar a cabo esta versin, a fin de que los lectores venezolanos y latinoamericanos en general puedan conocer la historia de este movimiento musical de alcance global, el cual presenta dos caras: una, la ms publicitada, la fisonoma amable de una maravillosa iniciativa educativa. La otra, un rostro cruel envuelto en el silencio y el misterio, el cual representa lo que bien puede llamarse una tirana musical manipuladora y vengativa, obra del llamado Maestro Jos Antonio Abreu.

    Esta traduccin fue elaborada con escrupuloso cuidado para reflejar el libro original del profesor Geoffrey Baker. Se llev a cabo sin burladeros, ni eufemismos, ni sinuosidades. Lo que aqu aparece fue publicado por el Oxford University Press en el 2014 y, hasta ahora, ha permanecido virtualmente desconocido por el mundo hispanoparlante, especialmente en Venezuela. Por razones del cerrojo informativo instituido por el represivo rgimen venezolano y sus aliados en contra de la sociedad venezolana, esta perspectiva sobre El Sistema ha permanecido hasta ahora en lo que podramos llamar el lado oculto de la Luna.

    Pero no ms. El que tenga ojos que lo lea. Esta primera parte ser enviada a varios medios venezolanos para su publicacin y distribucin para el bien de la sociedad, a ser leda en especial y muy particularmente, por los alumnos de El Sistema y por todos quienes consideran que la educacin de nuestros nios y jvenes debe estar al margen de la poltica y de la manipulacin palaciega.

    Lo que se dice en este libro posee una meritoria carga de objetividad y honestidad intelectual. Aqu se reconocen mritos y se plantean dudas e interrogantes sobre El Sistema que en Venezuela solo se expresan con susurros y la mayor cautela.

    Este documento obliga a buscar y llegar a la verdad. Es una invitacin para que el miedo a hablar, el temor a las represalias, sean desterrados de una sociedad venezolana y latinoamericana hoy demasiado pasiva ante la mediocridad de su liderazgo, una sociedad que algn da deber despertar de su letargo.

    Reinaldo Solar

    [email protected]

    Caracas, 22 de mayo del 2015

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  • Tabla de contenidos

    Nota del traductor 2

    Agradecimientos 4

    Lista de acrnimos 5

    Lista de ilustraciones 6

    Introduccin 7

    PARTE UNO: La institucin y sus lderes

    El Maestro: Jos Antonio Abreu 29

    Gustavo Dudamel y la Orquesta Sinfnica Juvenil Simn Bolvar 50

    Caractersticas y dinmica organizacional 64

    Sector demogrfico y desarrollo 91

    PARTE DOS: Educacin musical

    La orquesta en la teora y en la prctica 104

    Aprendiendo y Educando en El Sistema 124

    PARTE TRES: Educacin social

    Accin a travs de la msica

    Inclusin social y disciplina

    Democracia, trabajo en equipo, competicin y meritocracia

    Realidades, sueos y revoluciones

    PARTE CUATRO: Impacto

    La poltica y la economa del impacto

    El impacto en la vida cultural venezolana

    Avances, Alternativas y el Futuro

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  • Bibliografa 148

    Notas 149

    AGRADECIMIENTOS

    Debido a la naturaleza de esta investigacin, no puedo identificar a mis colaboradores en Venezuela . No obstante, estoy muy agradecido por la ayuda de decenas de msicos, empleados del sector cultural y periodistas que prestaron muchas horas de su tiempo libre para compartir sus opiniones y preocupaciones sobre El Sistema. Sin ellos, este libro no existira.

    En el Reino Unido y los Estados Unidos muchas personas hicieron contribuciones muy valiosas tanto a las versiones escritas como orales de este material. En particular, estoy muy agradecido con Sophia Blackwell por su excelente trabajo editorial en dos de los borradores del libro y con Lucy Green, Julia Buxton, Eva Leech, Flvia Narita y Anna Bull por leer y opinar , an cuando no haya podido seguir todas sus excelentes sugerencias. El contenido final es de mi exclusiva responsabilidad.

    Tambin debo agradecer a todos en Oxford University Press, en especial a Suzanne Ryan, Adam Cohen y Richard Johnson , as como a todos quienes han revisado mi manuscrito.

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  • LISTA DE ACRNIMOS

    BID Banco Interamericano de Desarrollo

    CAP Carlos Andrs Prez (dos veces presidente de Venezuela)

    CASM Centro de Accin Social por la Msica

    CONAC Consejo Nacional de Cultura

    EPATU Escuelas Para las Artes y Tradiciones Urbanas

    FESNOJIV Fundacin del Estado para El Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela

    IRCAM Institut de Recherche et Coordination Acoustique/Musique (Pars)

    IUDEM Instituto Universitario de Estudios Musicales

    JAL Conservatorio Jos ngel Lamas

    ODEO Orquesta del Divn Este Oeste

    ODILA Orquesta de Instrumentos Latinoamericanos

    OJC Orquesta Juvenil de Caracas

    OSJC Orquesta Sinfnica Juvenil de Caracas

    OSJSB Orquesta Sinfnica Juvenil Simn Bolvar

    OSJTC Orquesta Sinfnica Juvenil Teresa Carreo

    OSSB Orquesta Sinfnica Simn Bolvar

    OSV Orquesta Sinfnica de Venezuela

    TED Technology, Entertainment, Design

    UCAB Universidad Catlica Andrs Bello

    ULA Universidad de Los Andes

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  • LISTA DE ILUSTRACIONES

    El programa impreso de mi gira por el ncleo de Montalbn 8

    La oficina central de El Sistema en Caracas--Centro de Accin Social por la Msica (CASM) 14

    Sala Simn Bolvar, Centro de Accin Social por la Msica 81

    La Orquesta Juvenil Teresa Carreo dando un concierto en la Sala Simn Bolvar 105

    Felipe Guamn Poma de Ayala, 1613, folio 670, Los maestros de coro y de escuela de este reino

    Caricatura de Abreu publicada en un artculo de Roger Santodomingo de 1990

    La Escuela de Msica Jos ngel Lamas

    Lecciones de msica en la Escuela de Msica Jos ngel Lamas

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  • Introduccin

    Todos lo comentan, nadie lo delata.

    Hctor Lavoe, Juanito Alimaa

    En agosto de 2007, una audiencia de miles de personas llen el Royal Albert Music Hall de Londres para ver el electrizante debut en el Proms de Gustavo Dudamel y la Orquesta Sinfnica Juvenil Simn Bolvar (OSJSB). Fue ste el mejor Proms de todos los tiempos?, pregunt el director de arte de The Daily Telegraph (Gent 2007). Este concierto fue un punto de inflexin en el surgimiento de la orquesta como un fenmeno global, en donde el presidente Hugo Chvez ley en voz alta los elogiosos artculos de la prensa britnica en su programa de televisin Al Presidente y anunci una expansin del programa de educacin musical conocido como El Sistema, del cual la OSJSB es la cspide. Tras salir emocionado del Albert Hall, decid estudiar este fenmeno

    ***

    Tres aos despus estaba sentado en un automvil afuera de Montalbn, la escuela de msica modelo de El Sistema en Caracas. Con sus altos muros con alambres de pa en la parte superior y portones resguardados por guardias, tena el aire de un establecimiento penitenciario. El director sali a recibirme y me llev hacia adentro. Mientras pasaba por la entrada principal vi que haba un gran poster mo. Haban descargado mi foto y mi biografa del internet y creado el pster para anunciar mi visita.

    Ni bien haba terminado de advertirlo , una fanfarria de metales comenz a tocar a mi lado izquierdo. Un grupo de doce cornos franceses comenzaron a tocar el Himno a la Alegra, anunciando mi entrada con una precisin perfecta. Los escuch, cautivado. Poco despus de terminada la cancin, fui llevado rpidamente a un aula cercana, en donde un coro de sesenta nios me esperaba y comenz a cantar una cancin en el momento que ingres al cuarto. Y as continu la visita, mientras me hacan escuchar a la orquesta de principiantes y la orquesta Mozart del siguiente nivel. El momento cumbre del recorrido lleg cuando la Orquesta Infantil de Montalbn, compuesta por unos 120 nios que nos estaban esperando en el saln principal, toc La Marcha de los Toreros de Bizet y Mambo de Bernstein. Cuando salimos del saln, un conjunto de unos cincuenta instrumentos de viento que milagrosamente se haba formado afuera del saln toc la Obertura de Guillermo Tell. En el camino, el personal me bombarde con amabilidad, atencin y positivismo. Qued sobrecogido con la habilidad musical de los estudiantes, el entusiasmo y la atencin del personal, y la capacidad organizativa de la escuela, la cual haba estructurado este espectculo musical para mi visita con una precisin militar. Montalbn es la vidriera de El Sistema y sabe cmo montar un espectculo.

    Qu es El Sistema? La Fundacin del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV) se describe a s misma como una obra social del Estado venezolano fundada por el maestro Jos Antonio Abreu para la sistematizacin de la instruccin y la prctica colectiva de la msica a travs de la orquesta sinfnica y el coro como instrumentos de

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  • organizacin social y desarrollo comunitario, [y] consagrada al rescate pedaggico, ocupacional y tico de la infancia y la juventud, mediante la instruccin y la prctica colectiva de la msica, dedicada a la capacitacin, prevencin y recuperacin de los grupos ms vulnerables del pas. El 1programa comenz en el ao 1975; segn datos oficiales, para 2012 contaba con aproximadamente 200 centros musicales (llamados ncleos), casi 400 orquestas, y unos 350.000 participantes, aproximadamente dos tercios de los cuales provienen de los estratos ms pobres de la sociedad. 2Dos elementos caractersticos son el nfasis en el aprendizaje colectivo a travs de prcticas orquestales y sus intensos horarios. Muchos estudiantes pueden llegar a pasar hasta cuatro horas al da en el ncleo, durante cinco o seis das a la semana. La matrcula es ofrecida a precios muy bajos o de manera gratuita, y los instrumentos son prestados a los alumnos segn su disponibilidad. 3

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    El programa impreso de mi visita al ncleo de Montalbn.

  • Segn el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), su mayor fuente de financiamiento adems del Estado, los principales beneficios individuales atribuidos al Sistema incluyen mejoras en el rendimiento escolar y en el desarrollo psicolgico de los nios y jvenes. Entre sus beneficios sociales se destaca la reduccin de la desercin escolar y de la incidencia de la violencia juvenil [H]a transcendido el mbito de lo artstico para convertirse en un proyecto de desarrollo social que aspira a formar ciudadanos desde su infancia con valores cvicos y de concertacin. (Programa de Apoyo 2007, 1 y 8). La idea de que esta red nacional de orquestas juveniles sea en esencia un proyecto social enfocado en los pobres, diseado no tanto para entrenar msicos como para forjar ciudadanos, ha puesto a El Sistema firmemente en el mapa global. La idea de centrar la educacin musical en la msica clsica ha sido cuestionada cada vez ms desde los aos 1970, pero El Sistema ha logrado revertir esta tendencia, presentando a la msica sinfnica como un camino de salvacin socioeconmico y moral.

    La revista Gramophone ubic a El Sistema como el segundo avance ms importante en la msica clsica del nuevo milenio (despus de la invencin del iPod). Sir Simon Rattle dio un paso ms, describindolo como lo ms importante que est sucediendo en el mundo de la msica en cualquier lugar del mundo, y proclamando: Si alguien me preguntara en donde est sucediendo algo realmente importante para el futuro de la msica clsica dira simplemente aqu, en Venezuela Dira que he visto el futuro de la msica en Venezuela y que es una resurreccin. Otras figuras 4importantes (Claudio Abbado, Plcido Domingo) y prestigiosas instituciones (UNESCO, la Organizacin de Estados Americanos) han dado su apoyo a El Sistema y a su director fundador, Jos Antonio Abreu, con entusiasmo. La OSJSB ha capturado la imaginacin del mundo: su concierto en el Proms de 2011 fue el primero en venderse a casa llena, en tan solo 3 horas. 5

    Al combinar a nios, un repertorio de piezas favoritas de la msica clsica, y una conmovedora historia, El Sistema tiene una capacidad extraordinaria para generar emocin y yo solo soy una de muchas personas a las que se les sali una lgrima durante un documental o sintieron que se les pararon los pelos al final de un concierto. Rattle luch una batalla perdida para contener sus emociones en una visita a Montalbn en 2004 (Borzacchini 2010, 32). No obstante, a juzgar por mi propia visita, este efecto emocional es calculado cuidadosamente. Ya que la visita guiada est diseada para causar el mximo impacto, El Sistema apunta al corazn, no a la cabeza. Bolivia Bottome, directora de Relaciones Institucionales e Internacionales de la FESNOJIV, dijo lo siguiente: En Venezuela, no mostramos nmeros hacemos grandes demostraciones para obtener financiamiento. Sentamos a las personas y les hacemos escuchar a una enorme orquesta de nios tocando la segunda sinfona de Mahler y luego nos financian. Un alto funcionario del BID admiti 6en privado que los prstamos a El Sistema unos $160 millones de dlares en un lapso de diecisiete aos haban sido otorgados basndose principalmente en haber escuchado a los nios en accin, en lugar de utilizar evidencia slida sobre la efectividad social del programa. Jos Antonio Abreu es famoso por utilizar el impacto de una enorme orquesta juvenil para persuadir a los polticos y a las organizaciones de financiamiento: una de sus tcnicas favoritas en los primeros aos fue la de sorprender a los polticos ofrecindoles un concierto en un sitio poco comn . Ha dirigido suntuosos programas para celebrar la toma de posesin de nuevos presidentes a lo largo de la historia de El Sistema. Abreu entiende el poder de la msica y la msica del poder.

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  • La emocin tambin domina prcticamente cualquier intento de analizar a El Sistema. Chefi Borzacchini (2010, 7) admite que su libro, el ms sustancial sobre el programa, no es objetivo, sino que est permeado, desde el principio hasta el final, con emociones y sentimientos. El Captulo 1 comienza diciendo: Podemos cerrar los ojos y dejar que nuestros odos y corazones nos guen. Jonathan Govias, un importante comentarista sobre El Sistema, escribi en su blog el 6 de abril de 2012, que para aquellos que han estudiado el programa y lo han experimentado en accin, es extremadamente difcil no creer completa y absolutamente en el poder de la idea en un nivel principalmente emocional y no racional. Observ una tendencia a la intoxicacin intelectual en las discusiones sobre El Sistema en el exterior a perder toda la perspectiva, a aceptar la propaganda, a ser irracionalmente apasionados.

    El Sistema parece repeler el anlisis racional Rattle indic, si las personas lloran dos minutos luego de comenzado el concierto, no hay mucho ms que decir (Aloy 2013). Sin embargo, esto es lo que trato de hacer. . Llegu a Venezuela con mi corazn lleno de los maravillosos sonidos y vistas del programapero, durante un ao de investigacin, trat de utilizar mi cabeza. Me result claro que El Sistema apenas haba sido analizado adecuadamente. Haba mucho material relevante en circulacin documentales, programas de televisin, libros, una tesis de doctorado, maestra y pregrado, blogs, un amplio nmero de artculos de peridicos y revistas pero ninguno combinaba un enfoque objetivo con una investigacin a fondo sobre las realidades del da a da de El Sistema, ms all de las visitas guiadas y los ncleos de exhibicin. Casi todo parta de la premisa de que El Sistema era un gran xito, un milagro incluso, y luego trataban de explicar su secreto. Comenzaban sobrecogidos con la conclusin y trabajaban hacia atrs desde all.

    Cook (2003, 254) identifica a este proceso como algo comn: el escribir sobre la msica por lo general est diseado para mostrar como si se estuviera trabajando desde las causas hacia los efectos, pero puede ser entendido mejor como un trabajo de adelante hacia atrs, el cual se origina en una preciada creencia para concluir en las razones por las cuales se cree en ella. Esto es especialmente cierto en el caso de Venezuela: la mayora de los extranjeros (como yo) llegan inspirados por un impactante concierto, un documental hagiogrfico o un artculo tremendamente positivo y, por ende, ya tenemos nuestra preciada creencia firmemente establecida. Pero un proyecto de investigacin debe comenzar correctamente desde una pgina en blanco y preguntar: Es exitoso El Sistema? En qu sentido? Cules son sus fortalezas y debilidades? Qu piensan los msicos venezolanos sobre l?

    Desde el exterior casi nunca se hacen este tipo de preguntas bsicas , pese a que cualquier organizacin grande, y en especial una financiada pblicamente y con objetivos tan nobles y extensos, requiere de un anlisis riguroso y de un debate pblico. El Sistema es una institucin enorme y poderosa que cuenta con cientos de miles de estudiantes y empleados, mueve cientos de millones de dlares y ejerce una intensa presin a nivel nacional e internacional pero no merece ser adulada en forma automtica ms que cualquier otra institucin similar. Muchas corporaciones, como las empresas farmacuticas, petroleras o de tecnologa, aseguran hacer del mundo un lugar mejor. Sus declaraciones son consideradas blancos de escrutinio, ya que los discursos institucionales son construidos con un propsito definido y por lo general ocultan tantas cosas como las que revelan, pero El Sistema ha sido una excepcin notable. Su poderosa narrativa pblica parece haber hechizado a los observadores.

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  • El Sistema planea expandir su capacidad a un milln de nios en Venezuela antes del final de la dcada, y se est convirtiendo en una franquicia global de educacin musical: una de las iniciativas ms publicitadas y de mayor crecimiento en el mundo, ahora presente en ms de sesenta pases. En abril de 2013, el gobierno brasilero se comprometi a crear trecientos ncleos orquestales y cubrir a medio milln de nios bajo la direccin de El Sistema (Brasilia 2013). Poco despus, en el Festival de Salzburgo, Abreu declar que El Sistema eventualmente tendra presencia en todos los pases del mundo. Mientras que la idea de la orquesta como una poderosa herramienta de inclusin social se arraigue internacionalmente y Abreu contine acumulando premios internacionales, existe un creciente convencimiento de que El Sistema es el modelo a seguir para el mundo. No obstante, este modelo no cuenta con una investigacin rigurosa y objetiva y su extraordinario auge hace que un anlisis a fondo y crtico sea ms importante que nunca. Temas como la inclusin y la justicia social son complejos y deben ser considerados cuidadosamente. No es suficiente que una organizacin los nombre como sus prioridades; los investigadores deben examinar que es lo que en realidad sucede y si efectivamente promueve o socava esos objetivos. Qu hay debajo de la impresionante superficie? el programa cumple con sus promesas? La orquesta es realmente un modelo para una mejor sociedad? Como Kartomi (2012, 864) le pregunta a las orquestas juveniles en general: Es la evidencia de los resultados educativos anecdtica y una percepcin generada por la misin, sitios virtuales y otro material publicitario?

    Dada la rpida expansin internacional de El Sistema, los objetivos de este libro van desde un estudio del programa venezolano hasta la inclusin de un anlisis crtico ms amplio de la orquesta sinfnica juvenil como un vehculo para una educacin balanceada e integral sobre la msica y la ciudadana. Las observaciones etnogrficas sern presentadas en un contexto comparativo y terico, explorando como los hallazgos locales son potenciados por la literatura acadmica sobre la msica, la educacin y sus instituciones, y por lo tanto pueden ser considerados tanto representativos como de un significado ms amplio. En los ncleos comunes, los detalles sobre las actividades del da a da por lo general no tenan nada de extraordinario si se los compara con las prcticas convencionales de la educacin musical europea; la caracterstica ms destacada era la cantidad de msicos, horas y sonido. Por lo tanto, mi enfoque se centra menos en los detalles etnogrficos y ms en el anlisis de las implicaciones ms amplias del programa.

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  • UN VACO DE INFORMACIN

    Es de notar que un proyecto musical tan importante que ha existido de hace cuatro dcadas y cuenta con un alcance global haya sido el objeto de tan poco anlisis crtico y debate informado. Por qu es que ha sucedido esto? Una de la razones es que, pese a todos los filmes, libros y artculos recientes sobre el programa, la informacin slida es relativamente escasa. El Sistema es una organizacin opaca que bordea el secretismo, la cual es descrita en ocasiones como un estado dentro del estado; su monitoreo y evaluacin externa han sido mnimos y la mayora de los reportes no se han hecho pblicos. Incluso la informacin y las cifras ms bsicas son difciles de localizar . El investigar sobre El Sistema presenta un desafo: cuando pregunt, la FESNOJIV me dijo que no contaba con un archivo, pese a que la historia oficial de Borzacchini (2010, 250) revela que s. Un informante de alto rango explic que a Jos Antonio [Abreu] no le gusta que las cosas queden anotadas porque luego es difcil adaptarse a los intereses polticos del momento. Lo que el mundo sabe es bsicamente lo que la FESNOJIV le dice.

    Adems, la circulacin pblica de informacin es extremadamente limitada. Aunque muchos msicos, administradores y periodistas venezolanos saben mucho sobre El Sistema, casi nunca lo revelan pblicamente porque estn constreidos por su lealtad o tienen miedo de las consecuencias. El Sistema funciona a travs de un ejercicio estricto del poder y del control. Abreu prcticamente tiene un monopolio en la esfera de la msica clsica de Venezuela y existen muchas historias sobre su despiadada forma de lidiar con aquellos que le hacen frente o simplemente no estn de acuerdo con l. Se dice que los crticos de El Sistema han sido despedidos y puestos en una lista negra y algunos han terminado yndose de Venezuela. El Sistema no solo tiene una poltica de tolerancia cero en lo que respecta a las crticas, sino que tambin cuenta con una formidable mquina de relaciones pblicas para mantener a la informacin bajo un control estricto. A consecuencia de esto el debate pblico se ve muy limitado: muy pocas personas estn dispuestas a expresar opiniones crticas de manera oficial y los medios para estos puntos de vista son mnimos.

    Tras bastidores me di cuenta del ambiente de temor que exista. Algunos msicos y figuras culturales reconocidas internacionalmente expresaron sus preocupaciones en privado pero no queran decir nada pblicamente en contra de El Sistema y no queran que sus nombres llegasen a los odos de Abreu. Algunos de los entrevistados simplemente evitaron las preguntas sobre las deficiencias del programa; una de ellas baj la voz y omiti el nombre de Abreu en pblico. A otro de ellos le pregunt por ms contactos: Es complicado, me dijo, porque la gente siempre tiene miedo que de alguna manera El Sistema los persiga.

    Los msicos ven a Abreu como alguien omnipresente y omnisciente, pero para algunos es un dios vengativo. Uno de ellos, que le haba dedicado ms de veinticinco aos a El Sistema, asegur que el criticar al programa significa la muerte musical te crucifican sin aviso eso fue lo que me hicieron. Luego de que El Sistema vetara una importante iniciativa que l haba organizado, sin darle ninguna razn, sinti que estaban matndolo musicalmente y se fue de Venezuela.

    La amplia circulacin de historias similares en los crculos musicales venezolanos convirti la investigacin en algo complejo y frustrante. Los informantes describieron una cultura del miedo, auto-preservacin y amiguismo que puso lmites a una discusin abierta. No te dir lo que realmente piensa, me dijo la hija de uno de los entrevistados. Solo le voy a contar la mitad de la

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  • historia, comenz diciendo el director de una escuela de msica; tras sufrir las consecuencias de haber estado en desacuerdo con Abreu al principio de su carrera, confes: no me conviene ser completamente honesto con usted. A cuatro de mis informantes principales sus cnyuges les rogaron que no hablaran conmigo por miedo de que Abreu se enteras de su colaboracin. La esposa de uno de ellos dijo, Ya hemos sufrido suficiente a manos de El Sistema.

    El criticar pblicamente al programa es arriesgar un suicido profesional, dijo un ex director de El Sistema. Conoc a importantes msicos que criticaron al programa en privado pero tenan puestos importantes dentro del mismo y formaban parte de su imagen pblica. Los recursos financieros del programa y su monopolizacin de la msica institucionalizada hacen que sea difcil de resistir. Eric Booth (2008, 3) se mostr asombrado como en cada ncleo, todos los educadores y el personal les pueden decir exactamente cules son los objetivos de El Sistema un propsito y una visin sorprendentemente unificados, pero Booth parece no estar consciente de las fuerzas que producen esta unidad. Esta visin unificada nos dice ms sobre su poder que lo que piensan sus miembros.

    Este ambiente de temor tambin comenz a afectarme. Los msicos me advirtieron sobre los riesgos de tomar una posicin crtica, creyendo que podra ser despedido de mi trabajo, aunque algunas de las advertencias eran considerablemente ms dramticas. Un msico predijo terribles consecuencias directas si yo publicaba mis descubrimientos antes de que muera Abreu. Recordaron el caso del director de teatro argentino Gustavo Tambascio, en contra del cual Abreu llev a cabo una despiadada campaa pblica luego de que Tambascio escribiera una resea negativa de un concierto de la OSJSB, y asegur que otros periodistas de la prensa escrita haban perdido sus trabajos debido a crmenes similares. El poder de Abreu sobre otras organizaciones, incluso en el exterior, era algo que se daba por sentado. Un importante ex miembro de El Sistema indic que Abreu contaba con detectives que anteriormente haban sido policas trabajando para l y realizando trabajos de espionaje en su nombre, mientras que una importante figura actual dijo que evitaba contactarse con disidentes de El Sistema o de criticar al programa por telfono o correo electrnico, por si acaso sus comunicaciones estaban siendo monitoreadas.

    No tena como comprobar la veracidad de estos rumores o la seriedad de las advertencias, pero estaba ms interesado en el hecho de que los empleados de El Sistema consideraban que eran crebles. Sean fundadas o no, stas circulaban ampliamente y tenan preocupados a los msicos venezolanos, quienes pensaban que el estar de a las malas con Abreu podra traer serias consecuencias. Estas historias valan la pena ser tomadas en cuenta porque forman parte del sistema de creencias de El Sistema y, tambin, porque tienen efectos reales sobre los msicos, incluyendo comportamientos como la autocensura, lo cual hace muy complicado entender el programa. Un msico con el cual haba tenido muchas charlas me escribi luego de que partiera de Venezuela, diciendo que tema la posibilidad de daos fsicos contra mi familia o mi propiedad, y dej de escribirme por un largo tiempo, posponiendo adems su antiguo plan de escribir un artculo crtico sobre El Sistema. La metfora de la mafia se repeta como un leit motif en conversaciones privadas sobre el programa y hubo momentos en los que la investigacin sobre El Sistema se sinti ms como una investigacin del crimen organizado en lugar de un proyecto de educacin de arte. Llegu a entender porque tan pocos crticos se pronunciaban pblicamente.

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  • Percepciones en el extranjero

    La visin predominante de El Sistema en el extranjero se basa mucho en una buena campaa de relaciones pblicas. El Sistema est determinado a presentar su mejor cara a los visitantes extranjeros, dndoles un tratamiento de estrellas y mostrndoles eventos cuidadosamente coreografiados en instituciones modelo como el Centro de Accin Social por la Msica (CASM), La Rinconada y Montalbn, en donde fui testigo de su disposicin para organizar una tarde completa en una escuela para impresionar tan solo a un invitado. Este enfoque en lo espectacular hace difcil para los visitantes extranjeros incluso los serios, atentos y experimentados- comprender a El Sistema. La mayora realiza viajes cortos a Venezuela y, sin una exposicin a largo plazo a las realidades del da a da, no llega a comprender del todo como las impresiones positivas son inculcadas a travs de un cuidadoso control del acceso a la informacin y a una combinacin de disciplina, coreografa y relaciones pblicas algo que yo llamo poltica de impacto.

    Si estas elaboradas muestras tienen como objetivo inhibir la incredulidad, la invocacin de Tunstall (2012, 38) de una peregrinacin internacional subraya como la mayora de los visitantes estn imbudos de fe en el milagro musical venezolano y no de un espritu de investigacin crtica. . Esta creencia matiza toda cualquier discusin posterior y se sobrepone a cualquiera evidencia en contrario.

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    Oficinas centrales de El Sistema en Caracas, el Centro de Accin Social por la Msica (CASM).

  • Booth (2008, 5) estaba muy consciente de que estaba presenciando un espectculo para el consumo de extranjeros, mientras que Wakin (2012a) escribe sobre una vitrina coreografiada de forma muy elaborada para los visitantes estadounidenses, observando que El Sistema es una mquina bien aceitada cuando se trata de recibir extranjeros, aunque ninguno de los autores elabora ms sobre esta idea. Wakin observa varias caractersticas potencialmente perturbadoras, incluyendo el parecido de El Sistema con un culto; presentaciones para las cuales a los nios se los hace ensayar hasta casi matarlos; el uso metafrico del ltigo por parte de Abreu y su intolerancia del disentimiento; y su tendencia algo maquiavlica de dictar cambios en las carreras de los msicos en los niveles ms altos. Pese a este inusual y perceptivo anlisis el autor, sin embargo, concluye comparando a Abreu no a un dictador o a al lder de un culto sino a un santo y un papa. Incluso cita sin comentarios la extraordinaria frase de un informante annimo: En donde hay santos, no existe espacio para disidentes. Swed (2012) tambin llega a conclusiones muy positivas a partir de materiales poco prometedores, como el aprendizaje a paso forzado en ensayos diarios sin fin que martillean el mensaje de Abreu. El extenso smil de El Sistema como una religin y sus lderes como evangelistas ignoran un elemento importante el rol de los observadores extranjeros como conversos. Los elogiosos informes sobre El Sistema puede que reflejen el hecho de que algunos de los comentaristas extranjeros ms conocidos hablan muy poco espaol y tienen un conocimiento limitado sobre Venezuela, y por ende, pese a toda su experiencia, puede que no sean los ms indicados para desenredar las complejidades de la vida diaria en el ncleo. Los anlisis extranjeros a menudo tambin han fracasado al forjar relaciones demasiado cercanas entre los observadores y el programa, haciendo que su apoyo escape cualquier examinacin crtica. Varias figuras importantes en el tema son empleados de El Sistema o sus programas afiliados, o han enganchado sus carreras a su xito.

    Como consecuencia de esto, gran parte del dilogo en el mundo de habla inglesa est profundamente marcado por la promocin del programa, y consiste de materiales de relaciones pblicas de El Sistema al que los intermediarios internacionales les dan un sesgo positivo adicional. No obstante, existe otra razn detrs de la narrativa abrumadoramente positiva en el extranjero y es una que resulta familiar: existen figuras muy bien ubicadas que tienen una visin crtica de las operaciones nacionales e internacionales de El Sistema pero que se mantienen casi en completo silencio en pblico por miedo a ser estigmatizadas por sus seguidores. Por eso la ausencia de un debate pblico no debe ser tomada como una seal de consenso.

    INVESTIGACIN CRTICA EN LA EDUCACIN Y LA MSICA CLSICA.

    Como msico clsico, ex miembro de una orquesta juvenil, profesor de msica e investigador de la msica, instituciones y polticas culturales en Amrica Latina (p. ej., Baker 2008a; 2010; 2011), me sent cautivado desde el primer momento que le sobre El Sistema, a principios de la dcada del 2000 , aunque la idea se mantuvo latente hasta el Proms de 2007. Llegu a Venezuela con una opinin altamente positiva de El Sistema. Estaba fascinado con la idea de una educacin musical socialmente transformadora en una escala masiva y quera aprender ms sobre este supuesto milagro. No obstante, un ao de investigacin etnogrfica en Venezuela entre 2010 y 2011 me hicieron cambiar de opinin. A medida que observaba, escuchaba y lea, not que se abra una brecha entre la teora y la prctica, entre las narrativas oficiales y las realidades del da a da. Las ideas que existan sobre El Sistema eran, segn me di cuenta, muy idealizadas e ignoraban contradicciones y fallas importantes.

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  • Adems, haba mucho ms debate sobre El Sistema de lo que haba estado visible en el exterior. Sus actividades nacionales e internacionales provocaban preguntas, preocupaciones y crticas. En el exterior, la imagen del proyecto se fortaleca progresivamente pero, dentro del pas, las dudas eran algo comn en los crculos culturales.

    Fui a Venezuela en bsqueda de una historia inspiradora, buscando el futuro de la msica de Rattle, y me sent decepcionado al encontrar algo muy diferente, algo ms parecido a su pasado disfrazado con vestimentas retricas. Tambin qued preocupado ya que descubr como operaba El Sistema, aunque esta preocupacin fue instructiva: me ense sobre el poder del programa. Las voces de advertencia me dejaron reconsiderando mi proyecto y en ocasiones incluso pensando en abandonarlo; al igual que mis informantes, consider la prudencia de la autocensura y el silencio. Cuando compart estas preocupaciones con dos miembros fundadores de la OSJSB, soltaron una risa sofocada en aprobacin: ahora estaba metido hasta el cuello en la misma locura que ellos haban estado viviendo dese los aos 1970.

    Mi cambio de direccin tambin se vio basado en mi experiencia previa con etnografa crtica (Baker 2011). Si el escepticismo y la interrogacin de suposiciones comunes son pilares de la investigacin intelectual en las humanidades y las ciencias sociales, la etnografa es una herramienta particularmente adecuada. Sus tcnicas lentas e indirectas permiten al investigador realizar un sondeo importante y profundamente internalizado de los discursos oficiales y descubrir conflictos internos y opiniones divergentes que pueden estar ocultas en estudios y entrevistas oficiales. As como indica Born (1995, 7), debido a que las instituciones y los sistemas tienen la capacidad de absorber y ocultar contradicciones, es necesario aplicar un mtodo como la etnografa para revelar las brechas entre las declaraciones externas y las realidades internas, la retrica pblica y el pensamiento privado, la ideologa y la prctica.

    Cuando Hollinger (2006, 119) intent discutir valores sociales con los nios de El Sistema, los nios de diez aos dieron respuestas como el tocar en la orquesta nos ensea responsabilidad, confianza y disciplina; aprendemos a trabajar juntos en la orquesta; aqu somos como una familia; y el tocar msica nos cambia el alma. Aunque estas respuestas puede que sean sinceras, e incluso ciertas, el autor reconoci que no eran exactamente respuestas personales. Aqu vemos la visin sorprendentemente unificada de Booth en sus primeras etapas formativas. La etnografa abre la posibilidad de ir ms all de declaraciones predecibles y lograr un entendimiento ms profundo. Como indicaba Robert K. Merton de manera tan sucinta, la ciencia social pregunta en realidad es as? (Roach 2011). Esta es una pregunta que se le debi hacer con ms frecuencia a El Sistema.

    Un importante obstculo en el anlisis de las prcticas musicales es la tendencia hacia la idealizacin. Existe demasiado mito e idealizacin en lo que respecta a El Sistema, al igual que con gran parte de las actividades musicales juveniles (Etherington 2007), y el impacto afectivo que tienen los nios haciendo msica puede hacer muy difcil el realizar un anlisis realista. Adems, El Sistema, entre otras cosas, es una estructura discursiva, construida por un maestro orador. Abreu tiene todos los mejores aforismos la cultura para los pobres no puede ser una pobre cultura, La inmensa riqueza espiritual que engendra la msica en s misma [] termina por vencer la pobreza material y sus seguidores los conocen de memoria. La naturaleza seductora y altamente refinada de este discurso parece mantener a raya cualquier anlisis necesario, provocando en cambio la necesidad de citarlo de manera frecuente, como si se estuvieran invocando las palabras de un gur. La etnografa

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  • puede servir como una herramienta para penetrar este caparazn de retrica idealizada, comprender sus funciones polticas y de mercadeo, y descubrir las realidades que oculta.

    Algo particularmente notable es la preponderancia de metforas musicales, sobre todo armona, lo que a menudo puede ocultar lo que est sucediendo realmente. El comentario de Borzacchinni (2010, 7) que dice que todos necesitan estar completamente sintonizados para poder alcanzar unisonancia es emblemtico del ocultamiento de las realidades de El Sistema a travs del discurso musical y el aderezo con simbolismo reblandecedor de lo que en realidad es una visin marcadamente autoritaria. Como observa Born (1995, 20), las metforas pueden ser incorporadas en estrategias de autoridad, legitimizacin y poder- lo cual nios llama a ser escpticos de las metforas musicales cuando se trata de instituciones musicales. Abreu suscribe a la visin de que la la msica no es solamente la expresin artstica, sino es el concepto global de la armona, de la armona csmica (Msica, Armona 2012). Sin embargo, la armona musical realmente genera armona social, o no es ms que una metfora de la misma? En realidad, aunque la msica puede ser sociable y participativa, frecuentemente tambin est plagada de problemas de poder, conflicto y competencia. La visin idealizada de Abreu es atractiva y tiene profundas races histricas, pero realmente revela u oscurece el funcionamiento de un programa musical real en el siglo veintiuno?

    En una resea sobre estudios de la msica y la transformacin de conflictos, Bergh y Sloboda (2010) demostraron un escepticismo saludable del cual los observadores de El Sistema podran aprender. Entre los problemas que identifican est el de las dinmicas de poder del proyecto que son ignoradas o a las cuales se les resta importancia; las opiniones de los participantes comunes tienden a ser eclipsadas por aquellas de los lderes y el rol de la msica es a menudo exagerado a travs de declaraciones generalizadas sobre su poder. Es de inters comn el proclamar tener xito, el cual es vital para conseguir financiamiento, as que las evaluaciones por lo general son realizadas por organizadores del proyecto que se basan en ancdotas como pruebas. Bergh y Sloboda tienen intereses personales en los procesos que estudian, pero aun as mantienen la actitud crtica que se requiere para una investigacin significativa.

    Existe una tradicin de anlisis crtico en la cultura de la msica clsica, mucho del cual ha sido escrito por acadmicos que respetan esta msica pero no tienen miedo de iluminar con la crtica sus instituciones y prcticas (p. ej. Born 1995). Kingsbury (1998) y Nettl (1995) han criticado a los conservatorios norteamericanos, mientras que Small (1977; 1998) han hecho lo mismo con las instituciones de la msica clsica ms a nivel general. Las orquestas sinfnicas tambin han sido objeto de estudios crticos por parte de socilogos (p. ej. Faulkner 1973; Kamerman y Martorella 1983) y etno-musiclogos (p. ej. Cottrell 2004; Ramnarine 2012), aunque las orquestas juveniles han sido ignoradas en gran medida.

    Una conferencia de un da en Londres a mediados de 2014 con el nombre de Msica Clsica como una Prctica Contempornea Socio-Cultural: Perspectivas Crticas, fue seal de una nueva ola de actividad en esta rea, trabajando en base a estudios anteriores y la coalescencia de un campo crtico. Hay acadmicos que recientemente han llamado la atencin sobre el West-Eastern Divan Orchestra (WEDO) de Daniel Barenboim y Edward Said, un proyecto que a menudo es comparado con El Sistema. Hoy en da existe una considerable cantidad de literatura crtica que examina la retrica y las relaciones de poder de la orquesta, revelando las micro-interacciones y contradicciones internas detrs de sus discursos pblicos (Etherington 2007; Beckles Willson 2009; Cheah 2009; Riiser 2010). Wakeling (2010), en sus reseas de esas crticas a WEDO, concluye que aunque su

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  • mezcla de excelencia musical y aparente visin humanitaria ha resultado ser un embriagador cctel para las audiencias liberales europeas, provocando un entusiasmo intenso y proselitista entre los analistas la orquesta funciona ms como una fantasa de cooperacin euro-estadounidense y un vehculo para la ambicin musical individual que una contribucin positiva a las dinmicas sociales del Medio Oriente. Hace ya mucho tiempo que hace falta una evaluacin crtica como la anterior sobre El Sistema, un programa mucho ms grande e influyente.

    De igual manera, muchos acadmicos han hecho preguntas profundas sobre la educacin de la msica clsica (p. ej. Jorgensen 1997 y 2003; Green 1988, 2002, 2003a, and 2003b; Regelski y Gates 2009; Wright 2010a). Jorgensen (2003), Allsup (2007), y Gates (2009) han resaltado la necesidad de un espritu crtico sin vacilaciones en lo que respecta a la investigacin en la educacin musical, incluso cuando, como Jorgensen (2003, xiii) advierte: la bsqueda de la verdad es a menudo incmoda y desconcertante, especialmente cuando aquellas cosas que uno valora tanto son puestas en duda . Es por esto que el estar comprometido con la educacin musical incluye una predisposicin a cuestionar las instituciones dominantes e incomodar a quienes abogan por ella. Campbell (2004, xvi) nos da un excelente ejemplo: Los programas de msica escolares en Norteamrica, Europa, Australia y Nueva Zelanda y en partes de Asia y Amrica Latina han tenido xito al desarrollar habilidades y comprensin de la msica orientadas a Occidente y son celebradas por la efectividad de sus enfoques pedaggicos que producen msicos y cantantes musicalmente letrados. No obstante, este es tan solo un mtodo, y uno que data de tiempos coloniales, que pone a la msica europea (y su notacin personal) y sus procesos pedaggicos en la jerarqua ms alta por encima de expresiones musicales y enfoques institucionales de tantas otras ricas tradiciones. Debera un modelo como este continuar siendo utilizado en el siglo veintiuno, en un tiempo de reconsideraciones poscoloniales y democrticas sobre las culturas y sus perspectivas?

    El objeto de mi crtica, al igual que la de Campbell, no es la msica clsica en s sino las instituciones, las pedagogas y las prcticas que la canalizan. Los valores ticos que las instituciones de educacin musical fomentan pueden llegar a ser muy diferentes de los que la msica en s transmite. La msica clsica tiene un potencial liberador (Harper-Scott 2013) y juega un rol importante en la educacin musical siempre y cuando sea enseada de manera sensata tanto en lo educativo como en lo tico. Pero existen situaciones problemticas que hay que resolver, tales como la brecha que surge entre las experiencias de las audiencias de las orquestas y sus msicos: aunque los resultados de una presentacin orquestal pueden ser excepcionalmente inspiradores, los mtodos para alcanzar estos resultados por lo general no son nada edificantes para quienes su trabajo es conseguirlos (Seitfer 2001). De igual manera, las escabrosas preguntas y animados debates sobre la dedicacin de una enorme cantidad de recursos por parte de la Venezuela poscolonial a una cultura musical implantada por el colonialismo no pueden continuar siendo ignorados. Estas preguntas pueden tener respuestas. tal vez se podra justificar el ubicar a la msica clsica en el centro de una poltica de cultura y educacin; pero son preguntas que deben hacerse . En El Sistema, el que la msica clsica tome el rol principal es una suposicin implcita y que no es examinada. Extraamente, su preponderancia incluso es negada por algunos de sus seguidores, lo que impide un entendimiento ms profundo del problema. La msica clsica es demasiado importante para que su potencial ya sea positivo o negativo- sea oscurecido de esta manera.

    Estoy muy agradecido por el trabajo de muchos importantes acadmicos de la educacin musical, cuyas obras han enriquecido enormemente mi trabajo. Ha habido una desconexin entre la investigacin musical actual y El Sistema, y parte de mi objetivo es realizar esta conexin. De

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  • especial influencia sobre m ha sido el trabajo de Jorgensen, cuyo argumento ha sido crucial para este libro:

    Las estructuras opresivas son endmicas de la educacin musical al igual que de la sociedad, y estas se oponen a la humanidad y el civismo. Al privilegiar a algunos y marginar a otros, las altas esferas se aseguran de que algunas voces sean escuchadas y otras sean silenciadas en los espacios pblicos, de que algunas expresiones culturales y visiones de civismo sean apoyadas mientras que otras sean repudiadas. Esta exclusividad, bajo cualquier disfraz, sin importar lo bueno de las intenciones, es perjudicial para todos. No obstante, cuando estas estructuras opresivas son socavadas, la sociedad se enriquece en trminos del discurso, conducta y expresiones culturales de sus miembros. Al abordar el problema de las fuerzas deshumanizadoras en la educacin musical, los educadores musicales y quienes estn interesados en su trabajo pueden crear una sociedad en miniatura que presagie a una sociedad ms civilizada; de esta manera, la educacin musical puede ser un modelo no solo para la educacin en general, sino tambin un modelo para la sociedad futura. (2013, 120)

    El lenguaje utilizado por Jorgensen tiene un paralelo cercano al de El Sistema, pero existen diferencias cruciales: la autora concibe a la educacin musical como un modelo para una sociedad futura, no una sociedad que ya est desapareciendo; y la bsqueda de justicia social requiere la crtica de estructuras opresivas y fuerzas excluyentes en la educacin musical, no su perpetuacin y expansin con apariencias nuevas. Su sociedad civil en miniatura est fundada en el enfrentamiento contra problemas arraigados, no en el fortalecimiento de las tradiciones. Esto requiere lidiar con las debilidades de El Sistema, no participar de las fantasas burguesas sobre el poder de Beethoven para salvar a los pobres.

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  • RELATOS SOBRE SOBRE EL SISTEMA: ADULACIN Y ESCEPTCISMO

    La mayora de los informes sobre El Sistema despliegan los problemas que Bergh y Sloboda han identifiicado y se orientan ms hacia la celebracin que a la crtica, revelando la existencia de muy poco o ningn debate en Venezuela o de la literatura crtica sobre las orquestas y la educacin musical. Carvajal y Melgarejo (2008) se enfocan exclusivamente en los lderes de El Sistema, 7asegurando as que no exista una desviacin de la narrativa oficial. De hecho, este estudio pareciera ser un extenso comunicado de prensa , repitiendo no solo las declaraciones de la FESNOJIV, sino tambin su lenguaje mstico y metafrico. El contenido de la obra de Mora-Brito (2011) es mucho ms revelador, pero tambin se ve debilitado por centrarse en entrevistas con administradores que repiten el mensaje oficial. Booth (2008) y Tunstall (2012) se maravillan con la visin consistente de El Sistema, sin embargo ellos tambin se basan en las declaraciones de una limitada cantidad de voceros oficiales y directores de ncleo. Las publicaciones sobre El Sistema que se han vuelto cannicas en el mundo de habla inglesa son visiones eufricas diseadas ms que todo para servir como promocin en lugar de generar discusin.

    No obstante, se han publicado anlisis crticos, aunque la mayora estn en espaol y por lo tanto son muy poco conocidos en la esfera internacional de El Sistema. El renombrado compositor y musiclogo uruguayo Corin Aharonin (2004) public un artculo corto pero tajante artculo en el que atac el conservadurismo autoritario y eurocntrico del programa. Los compositores venezolanos Diego Silva (ganador del prestigioso Premio Casa de las Amricas) y Emilio Mendoza (profesor de la Universidad Simn Bolvar) han publicado sus crticas, poniendo fuertemente en riesgo sus carreras por ello. El msico y activista poltico Freddy Argimiro, frustrado por la falta de 8un debate pblico, cre el blog La Otra Cara del Sistema, en el cual ha publicado tanto sus propias reflexiones crticas como artculos de una amplia gama de analistas culturales de izquierda.

    Fuera de Venezuela solo se han escuchado voces de manera ocasional. Tom Service de The Guardian ha cuestionado algunas de las afirmaciones y ha sugerido que ha habido otros que han hecho lo mismo en el Reino Unido durante dcadas (p. ej. Service 2010), aunque no han sido bien recibidos. Marco Frei (2011) fue incluso ms directo, resaltando la falta de una distancia crtica en las publicaciones, diciendo que un libro reciente sonaba como un anuncio oficial; mencionando la dificultad de realizar preguntas crticas en Venezuela; la confianza que [el programa] se tiene a si mismo que roza la arrogancia; el hecho de que la mayora de los miembros de la Orquesta Sinfnica Juvenil Teresa Carreo (OSJTC) El conjunto nmero dos de El Sistema eran de clase media, no de los barrios pobres; y la desconcertante orientacin comercial del proyecto, con sus lucrativas presentaciones en festivales y contratos de CD. En el campo acadmico, Borchert (2012) ofrece un anlisis penetrante sobre la relacin de la filosofa de El Sistema y la produccin de candidatos para el capitalismo, mientras que la vigorizante crtica de Logan (n.d.) sobre la poltica de El Sistema constituye un importante paso hacia adelante en la comprensin del programa.

    La ruptura de ms alto perfil en el consenso de habla inglesa vino con dos artculos crticos del periodista britnico Igor Toronyi-Lalic (2012a y 2012b). Su principal crtica se enfoc en la pobre evidencia sobre el supuesto impacto positivo de El Sistema. Agreg que, incluso si se comprobaba que un alto nivel de inversin en este programa produca mejores resultados que el no invertir en nada, esto no servira como prueba de que El Sistema es una forma particularmente eficiente para conseguir sus objetivos sociales. Al cuestionar la idea de que la msica clsica es mejor para las

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  • personas, y en especial para los pobres, que otros estilos musicales, acus a los defensores de El Sistema de ignorar las a menudo desagradables realidades del mundo de la msica profesional. Tambin arremeti contra la prensa, a la cual acus de llevar a cabo un encubrimiento irreflexivo: pocos han considerado apropiado el realizar incluso las preguntas ms bsicas sobre este proyecto Solo se permite una devocin ciega. El escepticismo y la indagacin, incluso desde un punto de vista musical, estn prohibidas (2012a). El tono de Toronyi-Lalic fue polmico y provoc la furia de los principales defensores de El Sistema; pese a su superficial conocimiento del programa, hizo notar ciertos temas importantes. De hecho, sus crticas hacia la prensa pueden ser extendidas al 9mundo acadmico, en donde las referencias a El Sistema hoy en da se pueden encontrar fcilmente en trabajos en importantes publicaciones como The Oxford Handbook of Music Education, aunque muy a menudo se basan en fuentes problemticas como Wikipedia, sitios virtuales promocionales y artculos de prensa con contenido insuficientemente investigado.

    En Venezuela, las crticas han sido incluso ms fuertes, y puede que sorprendan a los lectores extranjeros. Un artculo en internet sobre la entrega del Premio Nobel Alternativo a Abreu se convirti en un foro pblico sobre El Sistema, recibiendo casi doscientos comentarios, la mayora de los cuales fueron escritos por miembros actuales y pasados del programa y muchos eran largos y detallados. No todo lo que brilla es oro, comenz diciendo un participante del foro. Con el 10paso del tiempo me he dado cuenta que la FESNOJIV es una gran mentira, no es ms que un mundo de ensueo, pero cuando te despiertas te das cuenta de todo y es un golpe terrible, escribi otro de ellos. El celebrado documental Tocar y Luchar tambin fue objeto de repetidas crticas: Todos quienes somos parte de El Sistema sabemos que se trata de una vil mentira y una farsa diseada para lavarle el cerebro a la gente! Muchas de las caractersticas mejor conocidas del programa fueron denunciadas como manipulacin emocional. Un participante indic que el supuesto trabajo social que realiza la fundacin, el cual es todo una fachada para hacerla ver como un fenmeno en otros pases para que as pueda llenar sus cofres con recursos enviados desde afuera no hacen un trabajo de verdad sobre los valores y principios de los nios, sino que los hacen trabajar hasta romperles la espalda durante una semana antes de que llegue algn estpido director del extranjero y quede maravillado con ese fraude.

    Detrs de las atractivas apariencias, segn numerosos participantes del foro, existen crudas realidades: corrupcin, mala administracin, discriminacin, nepotismo, favoritismo, abuso, malos salarios y condiciones laborales, disputas entre la administracin y los profesores y explotacin del personal y los nios. El departamento de recursos humanos y la alta burocracia de FESNOJIV son repetidamente sealados por su despectivo trato hacia el personal de menor rango. Comentaristas del foro hablan de una excesiva concentracin de poder en manos de las figuras de ms alto nivel, una de las cuales es duramente criticada de manera especfica por su comportamiento autoritario. Existen alusiones a supuestas relaciones de carcter sexual entre el personal y los estudiantes y la persecucin de profesores que se pronuncian en contra de los problemas internos.

    Comentaristas de las regiones indican que no cuentan con suficientes instalaciones, equipos y profesores, adems de la existencia de crasas desigualdades en recursos y salarios. Disgustados profesores provinciales se quejan de que la oficina central en Caracas los ignora o los trata con desdeo, y se lleva los mejores alumnos a la capital. No obstante, tambin existen reportes que hablan de condiciones deplorables en algunos ncleos en la capital misma. Las condiciones en los ncleos del frente de batalla contrastan con el opulento gasto en la OSJSB. Han surgido amargas rivalidades entre las diferentes orquestas de El Sistema. Las preguntas sobre el destino de grandes

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  • sumas de dinero y la verdadera cantidad de nios en el programa han llevado a muchos participantes a exigir una auditora gubernamental.

    Este foro pone en duda las afirmaciones de que El Sistema est creando una sociedad ideal y armoniosa. Sin lugar a dudas, el internet es un espacio por el que hay que andar con cuidado; no obstante, los detalles de algunos comentarios (que incluyen nombres y lugares) y la repeticin de ciertos temas claves son insinuantes, y mi trabajo de campo menudo lo corrobor. Conoc a muchas personas que disfrutan siendo parte de El Sistema; pero tambin fui testigo de tanta decepcin y desilusin que las crticas suenan sinceras.

    Esto no quiere decir que el El Sistema no haya tenido numerosos aspectos positivos. Ha llevado una actividad cultural a muchos nios; su escala e intensidad son impresionantes; y jvenes de condiciones humildes han recibido oportunidades extraordinarias. Dedicados profesores de msica trabajan en todos los rincones de Venezuela. Miles de nios estn disfrutando de hacer msica bajo su direccin, en muchas casos beneficindose de la atencin personal de un adulto, de sociabilidad con sus pares y de los beneficios cognitivos del aprendizaje musical infantil. Pero es esencial examinar las fuerzas ms globales que tienen un impacto en este programa educacional, reduciendo su efectividad o desvindolo hacia direcciones no deseables. Todos los profesores saben que su trabajo se puede ver comprometido por problemas sistmicos un currculo demasiado rgido, malas condiciones laborales, un nmero elevado de estudiantes, bajos salarios, bajo prestigio- y el programa Venezolano tambin tiene debilidades ideolgicas y estructurales que van ms all de los mejores esfuerzos de los individuos que lo integran.

    Las instituciones y las prcticas culturales potencialmente poseen efectos tanto positivos como negativos de manera simultnea y sus supuestos beneficios puede que traigan consigo costos o efectos derivados ocultos. Segn Bowman (2009, 11): La msica y la educacin musical no son bienes incondicionales. Pueden ser dainas como tambin curativas Los resultados que se buscan a un nivel puede que no sean aceptables en otro. Por lo tanto, es necesario investigar un rango ms completo de resultados. Adems, un programa intensivo como El Sistema requiere de tanta normalizacin y condicionamiento que muchos de sus miembros podran no estar conscientes de las complejas fuerzas que operan sobre ellos. Es por esto que una investigacin crtica y detallada es necesaria.

    No cabe duda que el realizar actividades grupales con sus amigos, conocer a sus novios y novias, tocar msica en grandes grupos y ser parte de un prestigioso proyecto pueden llegar a ser algo divertido para los jvenes. No obstante, la investigacin juega un rol importante al hurgar por debajo de la superficie para descubrir las realidades menos obvias (y potencialmente ms problemticas). Innegablemente, muchos nios disfrutan de su participacin en El Sistema, aunque tambin es cierto que muchos no lo hacen y se ausentan , aunque ello no sea tan percibido o discutido. (Las observaciones y entrevistas en los ncleos solo revelan una parte de esta realidad, ya que se enfocan en un grupo auto-seleccionado, dejando prcticamente invisibles y sin voz a los disidentes). Pero el hecho de que los nios estn disfrutando no quiere decir necesariamente que estn recibiendo una educacin de buena calidad, as como el disfrutar de la comida rpida no necesariamente la hace nutritiva. The Third Wave, un experimento educacional en una escuela de California, demostr que los nios disfrutaban estudiando en un ambiente fascista, pero pese a esto pocos adultos consideraran esto como como una validacin de dichos mtodos (vase captulo 8). Por lo tanto, mi crtica no niega que El Sistema sea una fuente de placer. Muchas de las fuerzas

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  • ideolgicas que identifico son problemticas desde el punto de vista tico, pero al mismo tiempo son completamente compatibles con el placer.

    El Sistema como un milagro social y musical es una historia que ha sido contada incesante e hiperblicamente en aos recientes y muchos lectores conocen muy bien esto; aquellos que no, pueden consultar los libros y artculos que cito o los cientos de otros que estn disponibles al alcance de un clic. El repetir estas desgastadas y por lo general errneas historias servira de muy poco en este libro, en especial dado que existen muchos relatos menos conocidos que necesitan ser contados de manera urgente. Algo que muchos desconocen es que El Sistema consiste de una pluralidad de narrativas. La dominante, propagada por la misma institucin y perpetuada por la prensa y apoyada en el extranjero, ha capturado la atencin pblica en todo el mundo, pero, al igual que la mayora de las narraciones pblicas, es selectiva y simplista; en el terreno en Venezuela, la realidad es ms compleja, ambigua y contradictoria. Este libro se enfoca en las narrativas que actualmente no son escuchadas y cmo estas complican la narrativa oficial; saca a la luz los debates que normalmente tienen lugar en privado.

    El Sistema se ha revestido de capas de retrica y mitos poco transparentes. Un anlisis requiere levantar esas capas y desinflar algunos mitos. Un rol importante de los estudios acadmicos es el poner en tela de juicio declaraciones ostentosas, revelar la complejidad de relatos simplistas y otros puntos de vista sobre una historia, en especial cuando las narrativas privadas han sido suprimidas por las institucionales. El utilizar un enfoque de esta naturaleza con El Sistema podr, con suerte, contribuir a una discusin ms informada entre quienes estn interesados en entender el programa.

    Un excelente ejemplo de este tipo de anlisis (y una clara ilustracin del valor de una etnografa) puede ser encontrado en el estudio de Wald (2011) de dos programas inspirados en El Sistema en Buenos Aires. Los periodistas y productores se mostraron cautivados por el espectculo y sonidos de jvenes de barrios pobres tocando msica de orquesta, por lo que los programas fueron el objeto de innumerables artculos de prensa y reportajes de televisin, adems de dos documentales. Wald explora la brecha entre narrativas oficiales como esas (de objetivos formales y caracterizaciones de la prensa) y las no oficiales (las experiencias y percepciones de los participantes). Los jvenes msicos se enteraron de los objetivos sociales formales de las orquestas a travs de la prensa, y a menudo estaban en desacuerdo con ellos: No estamos ms integrados en la sociedad gracias a la orquesta; si quiero integrarme a la sociedad voy y me consigo un trabajo y listo, dijo uno de ellos; Me estaba yendo peor en la escuela porque ocupaba mi tiempo estudiando msica, aadi otro. Los jvenes msicos criticaban lo que ellos vean como una idealizacin de su educacin musical y la exageracin de sus beneficios por parte de la prensa y los lderes del proyecto. Tambin atacaron la conversin de sus realidades sociales en estereotipos y el estigma que se le asignaba a fin de resaltar los efectos transformativos de la msica: hablan sobre nosotros como si furamos unos salvajes que tiene un violn en lugar de un arco y flecha; no corremos riesgo, en mi casa nunca ha faltado nada; no nos sentimos vulnerables porque somos fuertes, vivimos aqu y podemos trabajar, estudiar y salir adelante. Los participantes puede que no comprendan del todo los efectos de su educacin musical, y los beneficios que han menospreciado puede que de todos modos s estn presentes; pero su escepticismo sugiere que un enfoque crtico en relacin a las narrativas oficiales y de la prensa sera lo sensato.

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  • Los participantes del programa en Buenos Aires se vieron beneficiados por su educacin musical, pero no de la manera en la cual la prensa lo describi. Se enfocaban en el placer y la sociabilidad. Nadie estara en desacuerdo en que estos son resultados deseables pero no son de ninguna manera exclusivos de la msica orquestal. Lo que es ms importante, los gobiernos y bancos de desarrollo no financiaran costosos programas orquestales simplemente porque son divertidos y sociables y El Sistema no hubiese alcanzado hegemona nacional y fama mundial sobre estas bases. Por lo tanto, la pregunta clave para los investigadores no es si el tocar en una orquesta es agradable algo que es sin lugar a dudas cierto para algunas personas en ocasiones- sino si es un vehculo particularmente efectivo para una transformacin personal y social. Las afirmaciones ms ostentosas provienen de beneficios de los cuales los participantes probablemente no estn conscientes o de la necesidad de proponer resultados que se alinean con las tendencias polticas y sociales existentes, a fin de obtener financiamiento? El hecho de que muchas de estas afirmaciones antedatan las investigaciones, an no han sido comprobadas y son cuestionadas por los participantes sugieren que esta segunda posibilidad debe ser considerada seriamente, en especial teniendo en cuenta el anlisis de Belfiore (2002, 6) sobre la tendencia hacia la justificacin de gastos en la cultura a travs de afirmaciones sobre beneficios sociales y econmicos como en principio una estrategia defensiva de sobrevivencia, con el objetivo de preservar los niveles existentes del gasto cultural .

    Es por eso que mi etnomusicologa activista (Bohman 2008; Ranmarine 2008) va en defensa de las voces y narrativas que han sido marginalizadas en la esfera pblica y no de las que la han dominado. Los problemas identificados por los profesores y estudiantes, en lugar de las historias de xito o los aforismos tan bien elaborados por Abreu, sern el ncleo de este libro, el cual se apoyar en el argumento de C. Wright Mills (2000, 187) de que la tarea de un socilogo polticamente comprometido es la de traducir los problemas personales en asuntos pblicos. En lugar de dictar como estos xitos, fracasos, beneficios y costos deberan ser comparados los unos con los otros creando una cuenta balanceada de manera arbitraria- proveer un contrapeso a la historia oficial que ha sesgado la discusin de manera dramtica y dejar al lector decidir cual tiene ms sustancia.

    INVESTIGANDO EL SISTEMA

    Mi trabajo se apoya en publicaciones de anlisis crticos de Venezuela, pero se basa principalmente en aproximadamente cien entrevistas y un nmero mucho mayor de conversaciones informales con msicos venezolanos, directores, administradores y autoridades culturales, desde estudiantes y profesores hasta concertistas internacionales. Convers tanto con ex empleados como con personas que actualmente trabajan en El Sistema, msicos de todas las edades tanto dentro como fuera de la institucin, adems de expertas figuras de otras organizaciones. Mi objetivo era el obtener visiones cndidas de una muestra representativa de la vida cultural venezolana, en lugar de simplemente los mismos de siempre (directores de El Sistema, voceros y estudiantes destacados). A menudo, en conversaciones confidenciales, descubr una gran cantidad de opiniones divergentes y visiones detrs de la superficie de uniformidad que tanto ha impresionado a los observadores extranjeros. (No hice el intento de hablar con Abreu. Sus puntos de vista han sido documentados de manera exhaustiva en discursos y entrevistas, y, al igual que Born (1995), prefer analizar al carismtico lder a travs de los ojos de quienes trabajaron y tocaron bajo su liderazgo).

    Algunos de los ms penetrantes anlisis vinieron de miembros de la primera generacin de la Orquesta Juvenil Nacional los fundadores, como se los llama. Conocan a Abreu y El Sistema

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  • desde haca dcadas y algunos haban llegado a los niveles ms altos de la pirmide de El Sistema. Las numerosas horas que pasaron hablando conmigo ayudaron, de manera fundamental, a dar forma al anlisis de este libro. Los coetneos de los fundadores tambin fueron una importante fuente de informacin, ya que mantuvieron largas amistades con sus contrapartes en El Sistema sin sentirse cohibidos por miedo o lealtad.

    Junto con las entrevistas semiestructuradas y las conversaciones informales observ las actividades del da a da de El Sistema y estuve presente en ensayos, lecciones y las actividades administrativas de los diferentes ncleos. Las redes sociales fueron muy tiles para poder observar los debates que no figuraban en las narrativas oficiales. Es por eso que mi anlisis ser ms cualitativo que cuantitativo, con un par de excepciones importantes. Los estudios etnogrficos se preocupan menos de contar o probar y ms de analizar percepciones, significados y la construccin de mundos sociales. Mis intereses principales son la cultura, ideologa y percepciones de El Sistema; el anlisis cuantitativo del impacto de la educacin musical en los logros personales o la economa nacional ser algo que otros debern realizar.

    Los dos tipos de investigacin son necesarios ya que cubren reas diferentes. La actual evaluacin del BID puede arrojar luz sobre el impacto de El Sistema en el corto (y en el mediano) plazo sobre factores fcilmente medibles (ver captulo 11), pero otras preguntas ms complejas, relacionadas a lo cultural, lo poltico o lo tico, no sern tan fcilmente respondidas y requieren un tipo de anlisis distinto. Tambin existen otros mtodos potencialmente fructferos para estudiar a El Sistema. La vida y obra de Abreu suministraron en su momento una valiosa fuente para los periodistas de investigacin y podran ser un territorio frtil para una renovada evaluacin por parte de quienes cuenten con las habilidades necesarias.

    Pese a todas las dificultades para encontrar personas que estn dispuestas a hablar abiertamente con un investigador del exterior, el escribir como extranjero tiene sus ventajas. Esencialmente, no tengo relacin antigua con el proyecto, no guardo resentimiento alguno en su contra. Sin excepciones, fui bien tratado por el personal y los estudiantes y no tuve ningn problema personal con nadie en el programa. En contraste, la mayora de los msicos clsicos en Venezuela han tenido alguna relacin con El Sistema, por lo que sus crticas pudiesen ser descartadas (aunque injustamente) como producto del resentimiento mientras que a los crticos que no han sido parte de El Sistema se les acusa de tener envidia de su xito. Sin embargo, mi relacin con El Sistema es completamente neutral.

    Aunque hice lo posible para incluir una variedad de interlocutores y lugares, el alcance de mi investigacin es inevitablemente limitado. El Sistema ha estado vigente durante casi cuarenta aos y ha educado a cientos de miles de nios; la carrera de Abreu se ha extendido por medio siglo. Por lo tanto, este libro no es una narrativa completa ni concluyente, sino un anlisis crtico e informado sobre las afirmaciones y actores principales de El Sistema, resaltando las preguntas actuales y los debates sobre Abreu y su programa. Solo puedo abrir una ventana sobre estas complejas realidades; hay mucho ms por explorar, muchos otros mtodos de anlisis que aplicar y una enorme cantidad de historias que esperan ser contadas.

    En la ltima conversacin a fondo que tuve en Venezuela, dos pioneros me indicaron que El Sistema haba estado llenando de ilusiones las mentes de los msicos, en Venezuela y en el mundo. Me dijeron que el programa necesitaba ser purificado de la cabeza a los pies y para que eso suceda me miraron seriamente a los ojos- la verdad debe salir a la luz. Las siguientes pginas puede que no

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  • sean la verdad, pero contienen algunas (incmodas) verdades y espero que su publicacin sirva de motivacin para que los debates sobre El Sistema que vayan ms all de las repeticiones de los discursos institucionales, lo cual ha llevado a la inercia prctica y acadmica. Me motivaron las palabras de un ex alto funcionario del programa: desafortunadamente hay resistencia a pensar. Es ms cmodo para las personas aceptar las cosas como son y no molestar. Pero estoy seguro que algn da la verdad sobre El Sistema saldr a la luz no para destruirlo o ponerle fin, sino para fortalecerlo y hacerlo honesto una vez ms. Otra importante figura de muchos aos de El Sistema escribi: Amo todo lo que El Sistema representa ha sido mi vida- pero no me voy a quedar callado ante sus enormes fallas. El escepticismo, la crtica y el abordar temas incmodos no deberan ser confundidos con un deseo de debilitar a El Sistema todo lo contrario. Su falta de escrutinio, crtica y debate pblico es lo que ponen en riesgo al programa.

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  • OBSERVACIONES SOBRE NOMBRES Y LUGARES

    Llev a cabo mi investigacin en distintas partes de Venezuela, desde Caracas hasta pequeos pueblos del interior. Mi investigacin se enfoc en una ciudad de provincia que llamar Veracruz. Decid utilizar este seudnimo en parte para reforzar el anonimato de quienes proveyeron informacin para el proyecto la mayora de los nombres en este libro no son reales, y en algunos casos otra informacin que los podra identificar tambin fue alterada y por otro lado para resaltar que las crticas en este libro no estn dirigidas hacia una ciudad especfica ni a ningn individuo en particular que viva all. Mi intencin es bsicamente ir ms all de los detalles sobre lo que sucedi, para abordar los problemas sistmicos y plantear preguntas ms generales sobre la accin social a travs de la msica, las instituciones y prcticas de la educacin musical, la poltica cultural venezolana, la cultura europea en un contexto poscolonial y la msica clsica en el siglo veintiuno.

    Ms discusiones y artculos sobre El Sistema pueden ser encontrados en http://es.tocarypensar.com

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  • PRIMERA PARTE

    La institucin y sus lderes

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  • CAPTULO 1

    El Maestro: Jos Antonio Abreu

    l es muchas cosas: msico, administrador, ejecutivo, ministro, psiclogo, tcnico, filsofo y a veces colricoSobre todo, l es un lder de hombres. Sus sbditos buscan su gua.No tiene ms que extender su mano y es obedecido. No tolera oposicin alguna. Su voluntad, su palabra, su simple mirada, es ley.

    H.C. Schonberg, El Gran Conductor (1967)

    Para entender el triunfo de El Sistema, primero debemos entender el triunfo de Jos Antonio Abreu. Fundador, director, gerente da a da de El Sistema por treinta y nueve aos; director de orquesta, tecladista, profesor de msica, economista, poltico, hombre de letras: Abreu es un individuo extraordinario. Su lista de premios internacionales aparentemente no tiene fin, y va creciendo mes a mes. Entre sus premios estn el Premio Nobel Alternativo del Parlamento de Suecia por una vida ejemplar. Es divinizado por sus admiradores. En Venezuela, Hollinger (2006, 2015) lo escuch describirse a s mismo como el padre y madre para El Sistema y para nosotros, como el creador, la vida y el alma de El Sistema, y como poseedor de un gran amor por la humanidad. Ha sido comparado con Gandhi , la Madre Teresa, Nelson Mandela y el Papa (Wakin 2012; Eatock 2010; Aloy 2013). Desde que Claudio Abbado se refiri a l como un santo, parece adecuado que fuese la Academia Internacional de Hagiografa -dedicada al estudio y difusin de la vida y trabajos de santos y personas virtuosas- la que propuso a Abreu para el Premio Nobel de La Paz 2012. Su beatificacin y la mxima recompensa terrenal parecen estar acercndosele cada vez ms.

    Este es el Abreu de documentales, artculos y comits de premios - es la imagen que circula a nivel mundial. Tambin es el personaje pblico construido por el departamento de relaciones pblicas de El Sistema y por muchos emprendimientos extranjeros con los cuales est vinculado. La pgina virtual de FESNOJIV lo retrata como un visionario y creador de sueos y realidades y el nico responsable del xito de El Sistema, mientras que Deutsche Grammophon lo describe como incansable, dedicado y respetado universalmente. El mundo clsico de la msica, con su tendencia para divinizar compositores, directores de orquestas e intrpretes, es terreno frtil para un culto a la personalidad de este tipo.

    Sin embargo, ms all de las frases de relaciones pblicas, existe otro Abreu: uno al que llaman Maquiavelo , El Padrino, El Fuhrer, el Faran. El periodista Rafael Rivero (1994) lo etiquet como el Ogro Filantrpico. Una dominante figura de la cultura de Venezuela, Abreu es un personaje mucho ms complejo que el santo moderno del que habla el discurso pblico. En su tierra natal motiva fuertes sentimientos, gran admiracin, pero tambin para aquellos que han lidiado de cerca con l, duras crticas e incluso un miedo palpable. Algunos describen su gran carisma y otros su gran ego. Comparte con el legendario director de orquesta y dictador musical Toscanini algo ms que slo el ttulo de El Maestro (como si no existiera otro). Sus crticos lo acusan de tirana, sealando el enorme y antidemocrtico poder que ejerce en Venezuela, en donde, segn dicen, su palabra es simplemente ley.

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  • Msicos destacados lo describen en privado como vengativo, malvolo, e incluso como un genio malfico. Hablan que trabajar con Abreu es como vender su alma. Ha sido comparado con un lobo con piel de cordero, o un pulpo extendiendo sus tentculos a lo largo de los crculos polticos y empresariales de Venezuela, exprimiendo a sus contactos para recibir apoyo y estrangulando amenazas potenciales. El escritor Eduardo Casanova (2009) describi a Abreu como totalitario y oportunista , cuyas motivaciones eran dinero, poder y fama. Un reconocido director de orquesta lo llam un genio siniestro, impulsado por el narcisismo y compar su figura pblica con un diablo vestido de ngel. Un msico altamente condecorado lo compar con Ronald Wilford, el sombro maestro de maestros, quien mueve los hilos de la msica clsica en The Maestro Myth de Norman Lebrecht. Para Abreu, dijo, la msica es un medio para influenciar a las personas y eventos. Numerosos observadores bien posicionados crean que, en realidad, la poltica y el poder eran el ms grande inters de Abreu.

    Tanto amistades como enemigos de Abreu coinciden en que es excepcionalmente brillante y poderoso; un individuo con muy buenos contactos que brill en la vida poltica y cultural. Ejerce una importante influencia en los niveles ms altos de la poltica venezolana y en los medios de comunicacin, ayudado por su tremenda habilidad como orador. Est rodeado de misticismo, algo que est ejemplificado en su famoso cuaderno con cdigos de colores - un caos indescifrable de garabatos multicolores que sugiere que la codificacin trazada es de una forma de vida superior - y las historias que cuentan sobre la utilizacin de anillos de palo negro por parte de l y sus sus aliados ms cercanos. Dos msicos que le conocen y han trabajado con Abreu durante dcadas dicen que rara vez firmaba algo, movi muchos hilos pero dej pocos rastros.

    El Sistema es, a todos los efectos, Abreu con maysculas, hecho a su propia imagen y moldeado por sus fortalezas y debilidades, sus preocupaciones y prejuicios. Si para sus colaboradores l es el arquitecto de todo el xito del programa, para sus crticos es de igual manera la fuente de todos sus fracasos. El comenzar con Abreu, es comenzar con la semilla de la cual creci El sistema.

    Para entender a Abreu no podemos limitarnos a su tan relatada biografa oficial, sino que debemos explorar como es percibido en los crculos culturales venezolanos y como estas percepciones estn basadas en episodios que en su mayora han sido borrados de los registros oficiales pero que viven en las memorias de sus contemporneos. . Estos puntos de vista alternativos casi nunca, o nunca, han sido expresados a nivel internacional, pero con la influencia y la fama de El Sistema en crecimiento, merecen nuestra atencin. Para poder comprender el xito de El Sistema, necesitamos comprender el ascenso al poder y el uso del mismo por parte de Abreu. El orden social es el resultado de continuos procesos de competencia y conflicto; como indica Peter Martin (1995, 178), refleja el poder de algunos grupos para imponer definiciones autoritativas sobre otros, acumular los recursos necesarios para proteger sus posiciones y hacerlas legtimas, y resistir los desafos a su supremaca. Debajo de la retrica de espiritualidad y arte, la historia de El Sistema se desenvuelve como una contienda tremendamente injusta en un campo cultural de dinmicas y vigorosas batallas (1995, 180-81), las cuales Abreu ha luchado con tenacidad y maestra sin igual.

    EL REGISTRO HISTRICO

    Abreu es un hombre difcil de investigar. Los msicos hablan de una conspiracin del silencio una combinacin de su amplia red de aliados y su costumbre de silenciar a sus crticos. Part en bsqueda de las memorias y opiniones de aquellos con los que haba trabajado o se haban encontrado con Abreu en diferentes pocas, desde cuando ascendi de ser un estudiante de msica y

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  • economa hasta cuando se convirti en una importante figura en la poltica y la cultura venezolana. Sus opiniones hicieron ms sentido luego de leer dos artculos publicados por periodistas de investigacin a principios de los aos 1990, enfocados en el apogeo de la carrera poltica de Abreu su paso como ministro de cultura y presidente del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) durante el segundo gobierno (1989-1993) del Presidente Carlos Andrs Prez (conocido como CAP). La historia de estos artculos es misteriosa. Fueron de marcada importancia cuando fueron publicados, pero son difciles de encontrar hoy en da. Segn cuenta el mito, las revistas en las que fueron publicados fueron recolectadas misteriosamente y muy pocas copias llegaron a tener circulacin pblica. No obstante, an existen fotocopias bien preservadas en la esfera cultural, casi como un samizdat, y un msico me regalo copias de ambos.

    El primer artculo fue escrito por Roger Santodomingo (1990), quien luego se convertira en el presidente del Colegio Nacional de Periodistas. Santodomingo resalta el opulento nivel de gasto que tuvo lugar cuando Abreu era ministro. Pese a la crisis econmica de la poca, la cultura se mantiene en la Venezuela Saudita y despilfarradora, como fue apodada la nacin en los aos 1970 cuando los precios del petrleo estaban altos. Santodomingo identifica a la irracionalidad y la compulsividad como el sello del gasto en cultura bajo Abreu. Dos tercios del presupuesto del CONAC fueron a la burocracia: un nivel opulento de gastos que produjo muy pocos resultados visibles y que a menudo desapareca de los libros como si hubiese sido transferido a otros ministerios. Debido a que, segn Santodomingo, Abreu haba eliminado la oficina de auditora interna del CONAC era imposible garantizar que ese dinero estaba siendo utilizado de manera adecuada.

    Santodomingo identifica un par de cuentas, tituladas Transferencias a personas y Transferencias diversas a personas, las cuales considera eran parte de una partida secreta para el uso personal de Abreu. Ms de cincuenta millones de bolvares fueron a parar a esta cuenta a partir de recortes de personal y programas que incluan Planificacin e Investigacin Cultural y Promocin y Difusin de Eventos Culturales. El dinero fue gastado en una semana, dijo Santodomingo, en lo que fue una movilizacin de fondos extraa por su improvisacin.

    Santodomingo tambin asegur haber visto cheques y contratos que revelaban que Abreu haba contratado consultores y periodistas como parte de una campaa meditica para mejorar la imagen del CONAC. La gran cantidad de prensa uniformemente positiva sugiere que esta poltica estaba funcionando bien. La principal fuente de Santodomingo, Joaqun Lpez Mujica, un miembro del consejo consultivo del CONAC, asegur que Abreu tena aproximadamente unos cuarenta periodistas entre sus consultores y afirm que la gestin de Abreu se ha caracterizado por un control encubierto de la informacin. Es lo que puede llamarse un totalitarismo en informacin cultural. Santodomingo llega a la conclusin de que Abreu ama la prensa.

    Los principales objetivos del CONAC en ese entonces supuestamente incluan su descentralizacin, pero su director regional de desarrollo revel que solo la mitad de los objetivos relevantes fueron alcanzados en algn momento, con menos del 4 por ciento de su presupuesto total gastado en descentralizacin. La mayora del presupuesto continu siendo consumido por grupos pequeos en Caracas y la regionalizacin consisti simplemente de actos simblicos.

    Una de las caractersticas que mejor definen a Abreu surge como una obsesin exhibicionista. Lpez Mujica afirma abiertamente que la cultura para Abreu es espectculo, y la prioridad es el show. Abreu es criticado por dejar de lado la investigacin y, sorprendentemente, la educacin. Con esto en mente, Santodomingo pregunta por qu, dado el presupuesto de cultura en auge, los

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  • conservatorios de Venezuela estn en un estado de abandono. (Como ministro, Abreu no solo logr conseguir una cantidad considerable de fondos para su proyecto orquestal personal, sino que lo hizo a expensas de otras instituciones de educacin musical sus competidores, segn las palabras de Martin). Se asignaron grandes cantidades de dinero a nuevos programas e instituciones que cumplen los requerimientos de contar con un enfoque instruccional y de carcter nacional, pero, segn Lpez Mujica, muchos terminaron en institutos fantasmas o programas que nunca arrancaron.

    El Sistema tampoco se salva de la crtica de Lpez Mujica, programa que l describe como una ilusin. La OSJSB comenz con el objetivo de democratizar la alta cultura pero ha terminado compitiendo deslealmente con otras orquestas. Enormes cantidades de dinero se gastan en giras internacionales, mientras que la mayora de los ncleos de provincia estn lejos de impresionar. El Sistema parece recibir recursos en exceso y, al mismo tiempo, arrojar resultados por debajo de lo esperado.

    Para Lpez Mujica, Abreu est divorciado de la realidad, flotando en un caramelo. El problema es que por debajo hay una gran inequidad en la asignacin de recursos y se descuidan las prioridades. Se gasta, se gasta y no se ven resultados. La cultura popular, la educacin y la investigacin han sido puestas de lado, mientras que se invirtieron ms de mil millones en un gran espectculo. Ese es el estilo de Abreu.

    Lpez Mujica tambin public muchos artculos por su cuenta, tales como una visin general crtica sobre la escena artstica (1992). Como ministro de cultura, Abreu tuvo muchas responsabilidades, pero su hijo predilecto es la msica clsica y el clientelismo, los tratos preferenciales y el favoritismo eran la norma. La mitad de la gran inversin en orquestas sinfnicas fue destinada a la fundacin de orquestas juveniles de Abreu, mientras que el apoyo a la composicin fue mnimo.

    Lpez Mujica (1991) se enfoca en el atropellante favoritismo de Abreu por su propio proyecto en un artculo sobre el presupuesto del CONAC, cuestionando el por qu el gasto en orquestas juveniles era ms de cuatrocientas veces mayor que el gasto en bandas sinfnicas provinciales y quinientas veces mayor a lo gastado en un programa llamado Extensin a zonas populares. Critica la estrangulacin del sistema nacional de bandas, la concepcin elitista de la cultura musical [y] la rigidez de los proyectos impuestos a las provincias. En los ojos de Lpez Mujica, el fundador de El Sistema utiliz su responsabilidad sobre el presupuesto cultural de su pas para llevar adelante sus propios proyectos y finalmente redefinir el orden cultural de la nacin segn sus propios intereses.

    Lpez Mujica (1993) tambin critica al CONAC de Abreu por su falta de planificacin, su pesada burocracia y su narcisismo institucional y por proveer un apoyo insuficiente para la investigacin la composicin y la grabacin de msica venezolana, acusando a la institucin de eurocentrismo musical. Ech la culpa de lo que consideraba una fallida poltica cultural a Abreu, resaltando la centralizacin, el elitismo, la marginacin de la investigacin y un enfoque en lo efmero y lo espectacular (1992b).

    Sera fcil desestimar a Lpez Mujica como alguien con un resentimiento en contra de Abreu, de no ser porque sus argumentos estn basados en hechos a los cuales supuestamente tena acceso como miembro del consejo consultivo del CONAC- y como estos han resonado en artculos de otros periodistas. Manuel Quintana Castillo (1994) habl en un artculo sobre como un enorme

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  • presupuesto cultural estaba siendo repartido segn los caprichos y para el beneficio de un grupo muy pequeo. Muchos proyectos fueron anunciados, pero aparte de las orquestas juveniles, no hubo resultados concretos. Mara Teresa Boulton (1992) sostuvo que el Ministerio de Cultura tena muy poco tiempo para actividades menores, ya que es claro que en el contexto de un liderazgo vertical como el que actualmente existe en el CONAC- otras actividades ms ostentosas, llamativas y espectaculares sern las nicas que se beneficien.

    En un artculo titulado Los Humillados del CONAC, Earle Herrera (1994) describi las oficinas de las instituciones de Abreu como llenas de humildes artistas haciendo cola para ser pagados, pero simplemente para que les digan tu cheque no ha salido vuelve en un mes, un proceso que poda continuar de esa manera por seis meses. Los artistas viajaban toda la noche desde todos los rincones del pas para recibir un trato ineficiente y a menudo grosero en el centro dictatorial de la cultura. La paga era tan pobre y tan difcil de recibir que algunos artistas simplemente ni se molestaban. Los artistas e intelectuales venezolanos son mal tratados y peor pagados en todas partes, pero el Consejo Nacional de la Cultura marca la pauta y se lleva la batuta. Cierto, hay un grupito que no tiene de qu quejarse: los nombres prominentes de siempre que hablan con desprecio del art