El Poliuretanoen nuestra vida: elastómetros y selladores

El Poliuretano como elastómetros y selladores

La versatilidad del Poliuretano lo convierte en un material

único, capaz de adoptar diferentes formas y usos. Su

durabilidad, resistencia a la corrosión y a la intemperie del

Poliuretano, convierten al Poliuretano en la solución más

adecuada para el revestimiento de todo tipo de superficies.

Asimismo, puede actuar como adhesivo, en forma de colas,

capaces de unir, con gran fuerza y proporcionando

seguridad, materiales tan diferentes como madera, caucho,

cartón o vidrio.

Elastómeros

Los elastómeros (polímeros que muestran un

comportamiento elástico) de Poliuretano se utilizan en una

muy amplia  gama de aplicaciones, esencialmente en el

campo de la ingeniería, donde las propiedades de

resistencia a la abrasión, durabilidad y resistencia química

son necesarias.

Se usan principalmente para cierres herméticos, adhesivos

y partes flexibles. Comenzaron a utilizarse a finales del

siglo XIX, dando lugar a aplicaciones hasta entonces

imposibles, como los neumáticos de automóvil. En la

actualidad, las aplicaciones más habituales incluyen

rodillos y correas para llevar a los minerales en canteras,

las ruedas de los patines o de las camillas de los hospitales,

las mangueras y otros componentes que se esconden

debajo del capó de los coches.

Selladores

Los selladores cuentan con un alto poder de adhesión y

elevadas características de resistencia, velocidad y

elasticidad. Son aptos para aplicar sobre la más variada

gama de superficies, en uniones de materiales

homogéneos o diversos entre sí.

La principal función de los selladores es evitar que los

líquidos entren o se escapen a través de huecos y grietas.

En ese sentido, el Poliuretano se muestra una vez más

como un material de gran resistencia que puede ser

utilizado a duras condiciones climáticas para proteger las

ventanas. Los selladores ayudan a reducir la pérdida de

calor y en consecuencia la disminución de las facturas de

energía y las emisiones de CO2.

Otras aplicaciones de sellado son las referentes a las

juntas de hormigón, dentro del sector de la construcción

o el habitual sellado de juntas en el sector de la

automación: parabrisas, lunetas, ventiletes en

automóviles, autobuses, trenes y embarcaciones.   Los

selladores se utilizan también en los aparatos eléctricos y

electrónicos para detener la humedad entre los

componentes, tales como las articulaciones y los

dispositivos de conmutación.

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