el montaje (11)

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180 EL MONTAJE (10) La programación que emite una emisora de radio es una secuencia continua y simultánea de sonidos que, en su conjunto, componen un gran montaje sonoro que desarrolla una estructura narrativa, compuesta a su vez de montajes más pequeños: los programas y las informaciones, reportajes, entrevistas, etc... El montaje es, por tanto, el medio de expresión del lenguaje radiofónico a través de una combinación de sonidos que tiene por objetivo facilitar la comprensión de un mensaje, y que se estructura en función de la expresividad y contenido que se quiera trasladar al oyente. Habrá pues tantos tipos de montajes, como objetivos comunicativos se quieran plantear. Al ser una combinación de elementos sonoros, el montaje genera una estructura narrativa en la que los sonidos se presentan ante la audiencia de manera sucesiva y simultánea en un mismo espacio temporal, lo que confiere al medio radio una capacidad comunicativa pluridimensional. Un oyente puede escuchar a la vez la locución del presentador y un sonido relacionado con la información que se le cuenta, lo que le permite disponer en paralelo de dos elementos informativos, de significación, sobre un mismo hecho. EL EJE DE SINCRONÍA (10.1) El montaje radiofónico es donde se estructuran y armonizan los elementos sonoros (voz, palabra, sonido, música), disponibles para elaborar un mensaje concreto, bien sea este una información o noticia, un programa, o el conjunto de una programación. Para que la estructuración y combinación de elementos - que es todo montaje - adquiera significación para el oyente, el planteamiento narrativo deberá atenerse a un eje de sincronía a través del cual cada uno de esos elementos encuentra su valor significativo. Este eje de sincronía está referido a dos planos narrativos que no necesariamente tienen que presentarse en paralelo en todo montaje: uno, denominado eje sucesivo y otro, eje simultáneo. El primero (eje sucesivo), define la permanente e imprescindible relación de continuidad que el mensaje radiofónico establece entre unos sonidos y otros. El segundo eje (simultáneo), referencia la relación sonora que se establece entre los sonidos que se emiten de manera simultánea. Ambos planos determinan un eje de sincronías que permite que los distintos elementos que configuran el mensaje, obtengan significación para el oyente.

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Page 1: EL MONTAJE (11)

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EL MONTAJE (10)

La programación que emite una emisora de radio es una secuencia

continua y simultánea de sonidos que, en su conjunto, componen un gran

montaje sonoro que desarrolla una estructura narrativa, compuesta a su vez

de montajes más pequeños: los programas y las informaciones, reportajes,

entrevistas, etc... El montaje es, por tanto, el medio de expresión del

lenguaje radiofónico a través de una combinación de sonidos que tiene por

objetivo facilitar la comprensión de un mensaje, y que se estructura en

función de la expresividad y contenido que se quiera trasladar al oyente.

Habrá pues tantos tipos de montajes, como objetivos comunicativos se

quieran plantear.

Al ser una combinación de elementos sonoros, el montaje genera una

estructura narrativa en la que los sonidos se presentan ante la audiencia de

manera sucesiva y simultánea en un mismo espacio temporal, lo que

confiere al medio radio una capacidad comunicativa pluridimensional. Un

oyente puede escuchar a la vez la locución del presentador y un sonido

relacionado con la información que se le cuenta, lo que le permite disponer

en paralelo de dos elementos informativos, de significación, sobre un

mismo hecho.

EL EJE DE SINCRONÍA (10.1)

El montaje radiofónico es donde se estructuran y armonizan los elementos

sonoros (voz, palabra, sonido, música), disponibles para elaborar un

mensaje concreto, bien sea este una información o noticia, un programa, o

el conjunto de una programación. Para que la estructuración y combinación

de elementos - que es todo montaje - adquiera significación para el oyente,

el planteamiento narrativo deberá atenerse a un eje de sincronía a través del

cual cada uno de esos elementos encuentra su valor significativo.

Este eje de sincronía está referido a dos planos narrativos que no

necesariamente tienen que presentarse en paralelo en todo montaje: uno,

denominado eje sucesivo y otro, eje simultáneo. El primero (eje sucesivo),

define la permanente e imprescindible relación de continuidad que el

mensaje radiofónico establece entre unos sonidos y otros. El segundo eje

(simultáneo), referencia la relación sonora que se establece entre los

sonidos que se emiten de manera simultánea. Ambos planos determinan un

eje de sincronías que permite que los distintos elementos que configuran el

mensaje, obtengan significación para el oyente.

Page 2: EL MONTAJE (11)

181

De nuevo el ejemplo más básico aclarará el concepto: un sonido,

declaración oral o canción emitidos de manera aislada carecerán de

significación para el oyente si no van precedidos de un antes y un después

sonoro que aclare su valor significativo: es el eje sucesivo que siempre

resultará imprescindible para asegurar la comunicación de cualquier

contenido o mensaje. Con un ejemplo similar, si a la palabra libertad

pronunciada de manera reiterada se incorpora de forma simultánea el

sonido del oleaje, se podrá establecer una relación significativa entre

ambas; pero la misma carecerá de significación radiofónica, sin un sonido

anterior y otro posterior que determinen el valor comunicativo que

incorporan al mensaje que se quiere transmitir a la audiencia. De este modo

se puede concluir - para diferenciar la capacidad comunicativa de ambos

ejes -, que, si bien la presentación simultánea de sonidos aporta riqueza

expresiva al mensaje; es la sucesión en la que estos son presentados, lo que

otorga el valor significativo al conjunto del mensaje.

Sucesivo (10.1.1)

Todo montaje radiofónico implica una secuencia temporal de sonidos, en

la que se asienta la continuidad de la cadena sonora que emite la radio. En

este sentido, a la hora de abordar un montaje importa más la relación de

continuidad que cada sonido guarda con los que le preceden y le suceden,

que el propio sonido en sí mimo; lo que garantiza que el mensaje que se

emite sea inteligible para quién lo recibe. Por tanto, en el montaje

radiofónico los sonidos no tienen carácter autónomo, sino que su fuerza

expresiva o significativa dependerá del lugar que ocupen dentro de la

narración, y no de su valor intrínseco.

Al igual que sucede en el mundo del cine y de la televisión con respecto a

las imágenes, la secuencia continua de sonidos con que se presenta la radio,

precisa de una clasificación jerárquica de los elementos sonoros disponibles

y de una orquestación de los mismos, acorde a la intencionalidad

comunicativa que se plantee en cada caso. En los montajes de carácter

informativo, esa jerarquía de elementos deberá primar a aquellos sonidos

que aporten los datos esenciales o fundamentales del hecho; mientras que

en otro tipo de programas el criterio puede ser, por ejemplo, el valor

hilarante de cada uno de los elementos de que se disponga.

Page 3: EL MONTAJE (11)

182

Junto a la clasificación jerárquica de elementos, todo montaje debe

configurar un conjunto armonizado de los sonidos que forman parte de él,

para que no se produzcan estridencias en el mensaje, para que no resulten

abruptas las transiciones de unos montajes a otros o para evitar disonancias

entre los elementos sonoros de un mismo montaje. Es lo que en el mundo

de la televisión o el cine se conoce como <<raccord>>, y que en la radio se

expresa por los niveles de intensidad, entonación y timbre con que se

presentan los distintos planos sonoros de cada elemento ante la audiencia.

Así, por ejemplo, la emisión en un mismo montaje de sonidos con distintas

intensidades o en tonos diferentes puede inducir a error y al despiste del

oyente; salvo que el salto de tono o intensidad se utilice como elemento de

transición para diferenciar un montaje o tema de otro, o con un objetivo

comunicativo específico: denotar caos, confusión, excitación, etc...

Simultáneo (10.1.2)

Junto al carácter sucesivo, la narrativa que establece el montaje

radiofónico permite un segundo eje de expresividad, por medio de las

relaciones significativas que establecen distintos sonidos emitidos de

manera simultánea. Relaciones que en el montaje, y de acuerdo a la

intención comunicativa que se persiga, se pueden establecer con un sentido

armónico (sincrónico), o de contrapunto entre unos elementos y otros

(asincrónico). Una relación sincrónica de sonidos emitidos de manera

simultánea es la que se establece, por ejemplo, cuando a una locución sobre

los datos de un incendio de última hora, se le incorpora de fondo, en

segundo plano, el sonido ambiente – en directo - desde el lugar de los

hechos. Aquí, la emisión simultánea de este segundo sonido sirve para

reforzar el valor significativo de la información que se ofrece en la

locución.

Una relación asincrónica de sonidos es la que se establece, por ejemplo, en

la emisión simultánea de un debate parlamentario, que se presenta al oyente

en primer plano, mientras que de fondo se incorpora - de manera aleatoria

-, el sonido de las risas hilarantes de un grupo de personas. Aquí, el sonido

emitido en segundo plano, no sólo no refuerza el contenido del primero,

sino que ejerce el valor de contrapunto; en este caso, con un objetivo de

burla, humorístico, etc...

Page 4: EL MONTAJE (11)

183

La utilización de una u otra modalidad estará en función del guión previo

del que se parta, aunque el empleo de ambas opciones es muy común en los

programas radiofónicos y, especialmente, en los de entretenimiento. No

obstante, el montaje sincrónico de los elementos sonoros - en cuanto a

intensidades y tonos empleados -, es el propio de los programas

informativos por el contenido conceptual del mensaje que se transmite:

para propiciar su comprensión y, a la vez, respetar la mayor fidelidad

posible con respecto al contenido original del hecho del que se informa. Un

montaje informativo con sonidos relacionados como contrapunto unos de

otros, dificultará la comprensión al oyente, ya que el efecto auditivo que se

produce puede anular el valor informativo del hecho original que se

pretende transmitir. En los programas, donde existe una mayor capacidad

de maniobra expresiva y comunicativa, la estructuración asincrónica de los

elementos sonoros puede llegar a alcanzar un primer plano de significación,

especialmente en determinados programas como los de humor. En

resumen, se puede concluir que una combinación en contrapunto de los

recursos sonoros disponibles, incorpora una mayor carga de intencionalidad

deliberada al mensaje, que una organización sincrónica de los mismos.

COMPONENTES DEL MONTAJE (10.2)

En todo montaje radiofónico los contenidos sonoros son sometidos a dos

tipos de tratamiento, indisolublemente unidos: uno de carácter técnico y

otro expresivo, cuya influencia final en el mensaje dependerá de la

intencionalidad comunicativa que se pretenda obtener. La emisión en bruto

de un sonido que no ha sido sometido a un tratamiento técnico - en cuanto a

duración, modulación, intensidad o supresión del ruido -, ni a una selección

de los contenidos; por ejemplo, el discurso de un dirigente político en un

mitin: producirá un efecto en la audiencia distinto, a si ese mismo sonido

se modula y limita su duración a los aspectos más interesantes del discurso.

Distinto también sería el efecto si, además, se introducen nuevos elementos

de expresividad, como pueden ser las opiniones de un comentarista o un

fondo musical.

Técnico (10.2.1)

El montaje técnico es la acción física de limpiar de ruidos, cortar, unir o

empalmar los sonidos que se vayan a utilizar en cada caso, de acuerdo a lo

establecido previamente en el guión.

Page 5: EL MONTAJE (11)

184

El montaje puede realizarse bien en directo, en el mismo momento de la

emisión, o bien grabarse y quedar almacenado para su utilización, en cuyo

caso se denomina editado. El montaje técnico requiere una gran precisión y

pericia por parte de los profesionales. Tarea que en el caso de la edición

analógica implica la necesaria colaboración entre el periodista y el técnico

de sonido, mientras que en la edición digital (capítulos XIII y XIV), los

periodistas pueden desarrollar esta labor de manera autónoma.

Aunque existen notables diferencias entre la edición analógica y la digital,

en ambos casos, el montaje técnico tiene los mismos principios de

actuación.

Limpiar

Consiste en eliminar los ruidos que pueden acompañar a los sonidos

que se quieren emitir y que impiden o dificultan la comprensión de

su valor significativo.

Cortar

Seleccionar, por corte, la duración del sonido que se va a utilizar en

el montaje. Consiste en eliminar los sonidos que preceden y suceden

al fragmento sonoro que se va a emplear.

Pegar

Es la unión de dos fragmentos sonoros que tienen un mismo origen,

pero que se han producido en secuencias temporales distintas. Por

ejemplo, cuando en el montaje de una entrevista se elimina una o

varias partes de la misma y se unen las restantes. La dificultad en

este caso estriba en encontrar el punto exacto de unión, para que no

se produzca un salto de eje narrativo, de <<raccord>> sonoro, entre

un fragmento y otro, que pueda ser reconocido por el oyente.

Empalmar

En este caso la unión se produce entre sonidos que tiene orígenes

distintos. Por ejemplo, la unión que se establece de manera frecuente

entre una música y la declaración del protagonista de un hecho o

entre un fondo musical y un efecto sonoro.

Page 6: EL MONTAJE (11)

185

Mezclar

Cuando se unen de manera simultánea sonidos con orígenes

distintos por medio de una mesa de mezclas; cuya virtualidad es la de

permitir la combinación de múltiples fuentes de sonido de manera

sincrónica o asincrónica, lo que contribuye a enriquecer el contenido

expresivo del mensaje. Su utilización está orientada

fundamentalmente a la edición de montajes en directo, realización de

programas, o para los editados de montaje complejo.

Expresivo (10.2.2)

Es la combinación estructurada de los elementos sonoros, con el objetivo

de trasladar al oyente el valor informativo y significativo de un mensaje;

en función de una duración predeterminada y del contexto sonoro en el que

dicho montaje o programa, va a ser emitido. Este aspecto del montaje

requiere el cumplimiento de una serie de requisitos básicos que garantizan

y facilitan la comprensión del contenido por parte del oyente.

Eliminar

En función del tiempo asignado, se deben rechazar todos aquellos

elementos que resulten redundantes, que enmascaren o que

compliquen la comprensión del contenido significativo del mensaje.

Sintetizar

No se debe abusar de la multiplicidad de sonidos ni de una locución

prolija en datos, ya que pueden complicar innecesariamente la

comprensión para el oyente. Sintetizar significa cumplir con la regla

básica y general para que el mensaje radiofónico cumpla su objetivo

comunicativo; esto es: economía de palabras, sonidos y efectos,

nitidez en cuanto a la audibilidad y la dicción en la locución, y

precisión y sencillez en cuanto a la terminología y exposición del

contenido significativo y conceptual.

Por ejemplo, un efecto sonoro cumplirá mejor su función de llamar

de atención del oyente si se dosifica su utilización a lo largo del

programa, que si se emplea con reiteración o de manera recurrente.

En ambos casos, su valor significativo perderá sentido por

redundante, y se convertirá en una distorsión para comprensión del

mensaje.

Page 7: EL MONTAJE (11)

186

En la misma línea argumental, el abuso en la utilización de la frase

de un protagonista, hará que esta pierda su valor significativo y su

efecto sorpresa; por ejemplo, en el caso del famoso <<manda

huevos>> que pronunció desde la tribuna, cuando era Presidente del

Congreso, Federico Trillo, convertido ya en un elemento más de la

retórica radiofónica.

La dosificación de elementos es especialmente necesaria en el caso

de los montajes informativos, en los que la sencillez y claridad deben

primar sobre cualquier otro criterio, y en los que cargar las tintas

sobre el valor sentimental, dramático o trágico de un hecho debe, en

principio, ser rechazado en aras de una mayor fidelidad al contenido

original de lo que se relata. Si un hecho, un mensaje, puede ser

expuesto con tres sonidos y una locución sencilla y directa, siempre

será más comprensible y tendrá más impacto en el oyente, que si

empleamos cuatro o cinco sonidos y una locución prolija en datos y

conceptos. En este caso, el montaje podrá provocar la saturación y el

aburrimiento del oyente. Sólo en determinados momentos, en los

programas donde prima la evocación, la digresión o el puro

divertimento, puede tener valor comunicativo una locución

incoherente, la acumulación de sonidos o su utilización reiterada y

constante.

Ordenar

El tercer paso en la edición de un montaje consiste en establecer un

orden lógico, coherente, entre los distintos elementos. Una jerarquía

que se establece en función del objetivo comunicativo que se persiga

y el valor significativo de cada uno de esos elementos. En todo caso,

deberá partir del elemento que pueda despertar el mayor grado de

interés o atención por parte del oyente. En el supuesto de un

programa informativo, siempre será con el dato más importante de la

actualidad o del hecho en concreto de que se trate; mientras que en

otro tipo de programas puede ser desde una sintonía llamativa, hasta

una declaración del presentador o un sonido electrónico, etc...

El desarrollo posterior se puede establecer de distintas maneras

(cronológicamente, con planos sonoros distintos, etc...), aunque los

distintos elementos siempre tendrán que tener un referente previo

que justifique su presencia en el montaje. El oyente sólo podrá

comprender el sentido de una palabra, de un sonido, de un efecto o

hasta de un silencio, si está contextualizado, si tiene un referente que

justifique su utilización.

Page 8: EL MONTAJE (11)

187

Recursos Expresivos

Son las opciones a las que puede recurrir de manera intencionada el

redactor o realizador del montaje, para implementar la expresividad

del mensaje. Se trata de elementos sonoros que se pueden introducir

en el montaje de manera simultánea o sucesiva, en función de la

relación que establecen con los sonidos que componen el mensaje

principal. La intencionalidad en la utilización de este tipo de

recursos, puede tener como fin el de reforzar el contenido de la

información que se transmite o también un objetivo estético, en

cuanto a la presentación y puesta en antena del mensaje. Por otra

parte, la utilización de estos recursos implica una alteración en el

orden lógico de la exposición radiofónica, al incorporar elementos

que trasladan realidades sonoras directa o indirectamente

relacionadas con el contenido que se transmite. En función de su

origen, los recursos expresivos pueden ser de carácter técnico,

sonoro o de expresión oral.

Técnicos

Son los que se emplean para mejorar la calidad y

expresividad de los sonidos, en virtud de las opciones de

edición que facilitan los equipos de grabación,

reproducción y mezcla. Son, por ejemplo, los cambios

de velocidad en la reproducción o grabación, el eco, la

reverberación, etc...

Sonoros

Los recursos expresivos sonoros se emplean, por regla

general, con un objetivo estético, como llamada de

atención o como identificación para el oyente. Las

opciones son múltiples, aunque las más frecuentes son:

Repetición:

Dentro de sus opciones expresivas, la más simple

es la reiteración de un mismo sonido a los largo

de todo un discurso o parte de él, bien para

enmarcarlo o para reforzar determinados aspectos

del mismo. Un sonido puede utilizarse de fondo,

bajo otro que se presenta en primer plano, y al que

podemos o no aplicar una frecuencia constante.

Page 9: EL MONTAJE (11)

188

De este modo se puede aportar contraste al

discurso, imprimirle ritmo o sosiego y calma. Otro

recurso es utilizar siempre del mismo sonido en el

inicio, para identificar un programa o los distintos

bloques de contenido que, a su vez, pueden

empezar y finalizar con un mismo sonido. Así

mismo, también en frecuente cerrar un programa

o bloque con un determinado sonido e iniciar el

siguiente con otro sonido similar. En estos casos

se producirá un efecto de continuidad en el

discurso radiofónico, dentro de un mismo marco

de referencia o programa.

Ruptura

Es la utilización de dos sonidos distintos para

diferenciar unos contenidos de otros, por medio

de una ruptura en la armonía sonora que provoca

un efecto de llamada de atención para la

audiencia.

Alteración

Consiste en cambiar el orden lógico de la

secuencia de sonidos, con el objetivo de destacar

un valor significativo en especial y producir un

cierto efecto de sorpresa en la audiencia. Es, por

ejemplo, cuando se emite primero el sonido de los

niños de San Indefonso cantando el premio gordo

de la lotería de Navidad y, a continuación, se da

la explicación de que es el número premiado en el

sorteo. Se trata de un recurso que debe ser

utilizado con cuidado en los programas

informativos, ya que puede despistar al oyente o

inducirle a una interpretación errónea del

contenido informativo. En su utilización extrema,

la alteración implica siempre una clara

manipulación del contenido original.

Page 10: EL MONTAJE (11)

189

Sacar de contexto

Consiste en descontextualizar los sonidos con

respecto a la secuencia, momento y lugar en el

que originalmente se han producido, para situarlos

en un ámbito de referencia distinto. El empleo de

este recurso siempre denota ante el oyente una

clara intencionalidad por parte de quién lo

produce; por lo que su utilización debe estar

vedada en los programas informativos, donde

prima la fidelidad con respecto al contenido

informativo y sonoro originales. El empleo de esta

opción expresiva suele estar reservado a los

programas de entretenimiento y humor, donde el

valor significativo de los distintos elementos del

montaje se justifica, no por la fidelidad a su fuente

de origen, sino por el objetivo comunicativo

establecido de manera previa y deliberada en un

guión. Por el contrario, en los programas

informativos el guión viene determinado por las

noticias de actualidad que se produzcan en cada

momento y por una selección periodística

posterior, en función del valor informativo de

cada una de ellas.

Comparación

Es cuando se ponen en relación dos sonidos

distintos, en virtud de las semejanzas o similitudes

que existen entre ambos, con el objetivo de

generar en el oyente una imagen acústica con un

nuevo valor significativo. Por ejemplo, cuando se

emiten dos declaraciones de un mismo

protagonista, distanciadas en el tiempo y

producidas en momentos y lugares distintos, para

destacar la evolución de su opinión o

planteamiento con respecto a un determinado

asunto.

Page 11: EL MONTAJE (11)

190

Combinación

La combinación de varios sonidos distintos,

enmarcados o no en una misma realidad sonora,

puede cumplir una doble función expresiva. Por

una parte, para reflejar el ambiente concreto en el

que se ha producido el hecho que se relata; por

ejemplo, el debate acalorado en una sesión

parlamentaria. Por otra parte, puede tener por

objetivo provocar en el oyente un determinado

estado de ánimo. Se trata de un recurso muy

utilizado en los programas musicales, para denotar

actividad, movimiento, excitación. En el caso de

los programas de carácter intimista o sentimental,

para trasladar las sensaciones de tranquilidad,

sosiego, reflexión, etc...

Tropo

Aquí el sonido original se utiliza para trasladar al

oyente un valor significativo, distinto al de la

fuente que lo ha producido. Por ejemplo, cuando

se comprime y aprieta papel de celofán para

significar ante el oyente el crepitar del fuego, o el

sonido de una máquina de escribir empleado para

denotar el avance del tiempo o actividad.

Parodia

Es la alteración técnica o la imitación de un

sonido original, producida para destacar los rasgos

sonoros más característicos de la fuente emisora;

todo ello con el objetivo de provocar la risa o,

incluso, la carcajada del oyente. Por ejemplo,

cuando se reproduce un disco o un discurso a

mayor o menor velocidad de la real; por ejemplo,

un disco de Enrique Iglesias reproducido a una

velocidad lenta o unas declaraciones de Manuel

Fraga con la velocidad de reproducción acelerada.

En el caso de las imitaciones, muy frecuentes en

los programas de radio, el efecto estará

garantizado, en función de la profesionalidad y

agudeza del imitador.

Page 12: EL MONTAJE (11)

191

Orales

Son todos aquellos que se pueden poner en práctica

mediante la articulación de los sonidos a través de la voz

y en la locución, para reseñar ideas, pensamientos,

sensaciones, estimular la imaginación, etc... Los

recursos de expresividad oral tienen una doble fuente de

origen: recursos fónicos o producidos por la voz, y los

que se pueden poner en juego durante la locución del

discurso.

Fónicos

Entre los más utilizados en la radio se

encuentran los cambios en el tono, la intensidad o

la velocidad en la articulación y locución de los

sonidos. No transmite lo mismo un tono grave y

cavernoso o grandilocuente que uno agudo y

directo; uno incitará a la reflexión, a la

profundidad, mientras que el otro a la agitación, la

rapidez. De igual modo, la intensidad en la

emisión del sonido repercute de manera distinta

en el ánimo del oyente. Una voz imperativa,

altisonante, traslada más fácilmente una sensación

de rechazo que una que emite un sonido débil o

tenue. En el mismo sentido, una producción

acelerada de los sonidos denotará dinamismo y,

en el caso extremo, confusión; mientras que una

fonación calmada de los sonidos tranquiliza,

sosiega o, en el caso extremo, aburre. Si en el

primer caso se puede llegar a aturdir al oyente, en

el segundo, un tono monocorde terminará por

despertar el desinterés por parte de quién escucha.

Discursivos

Al igual que sucede en el mundo de la literatura,

también existe una retórica radiofónica puesta en

juego en función de los recursos discursivos de

cada profesional en concreto. La ironía, la

antítesis, la metáfora, la cita, la intriga, son los

elementos retóricos más empleados en la radio

como recurso de expresividad oral. Así, la ironía

Page 13: EL MONTAJE (11)

192

tiene como objetivo significar una idea contraria a

la que verbalmente se expresa, por medio de un

contrapunto. Por ejemplo, cuando una vez

expuesto un argumento, se cierra la locución con

una pregunta formulada al aire y dirigida al

oyente, en la que se pone en tela de juicio, la

duda, sobre la validez de lo anteriormente

expuesto. Ese contrapunto puede ser también

sonoro opuesto al sistema verbal. La antítesis se

expresa en la radio para contrastar dos ideas,

pensamientos o sentimientos, para trasladar las

distintas sensaciones que puede transmitir un

mismo hecho. Por ejemplo, contar de manera

jocosa la caída al suelo del Presidente de Estados

Unidos al descender por la escalerilla del avión e,

inmediatamente después, contar el mismo hecho

con formalismo y seriedad.

La metáfora se pone en juego cuando se utilizan

las palabras con un sentido distinto al que

realmente les corresponde, pero con el que

mantiene alguna semejanza. Por ejemplo, <<tejido

social>> para referirse al conjunto de

organizaciones de carácter no público que

cumplen un fin social. También se dan casos

extremos por su complicación para ser

interpretados; por ejemplo, el empleado con

frecuencia por un destacado y afamado

profesional del medio, cuando dice: << vamos a

balizar la actualidad de la mañana>>, para

introducir una jerarquía, una organización en la

información del día. La cita de frases celebres,

refranes, asertos populares son de uso frecuente

en la radio, de hecho hubo un programa

radiofónico en Radio80, dirigido y presentado por

el periodista Jesús Hermida, realizado todo él con

citas literarias e históricas enmarcadas por música.

Ocultar algunos datos fundamentales para

retrasar la interpretación del mensaje, la identidad

del personaje protagonista del hecho o sobre el

sentido final del relato que se expone, es habitual

en algunos programas de radio para retener el

Page 14: EL MONTAJE (11)

193

interés del oyente. Por ejemplo, cuando el director

de un programa da paso a la publicidad en medio

de un encendido debate entre los invitados o,

también, cuando se emite una declaración

contundente de un personaje de actualidad y se

pasa a otro tema, con el anuncio de que más tarde

se dará a conocer la identidad del citado

personaje. Si bien la utilización de estos recursos

retóricos es muy frecuente en la radio, en el caso

de los informativos su empleo debe estar muy

dosificado, ya que el discurso breve y directo

siempre resulta más informativo que el retórico y

recargado.

Al igual que sucede en la literatura, también en la

radio se da una retórica redundante, abusiva, que

puede enmarañar y ocultar el contenido del

discurso. Las muletillas, los latiguillos o las frases

hechas son claros ejemplos de este tipo de

retórica, especialmente inútil y negativa en el caso

de los programas informativos. En este sentido,

es muy frecuente el recurso al estiramiento de los

sonidos de las palabras, por ejemplo, al alargar

innecesariamente las "eses" y "enes" finales. Se

trata de un recurso con origen en las

retransmisiones deportivas, como elemento para

cubrir tiempos muertos o imprimir un ritmo a la

locución ("Liga de Campeonesssss..", "Los

equiposssss, saltan al terreno de juego"); y que se

ha convertido en manía en otros contextos

radiofónicos, especialmente en los informativos:

"en el Congreso de los Diputadossss". En este

caso, se trata de un recurso puesto en juego por el

locutor, para darse tiempo así mismo para pensar

en la continuación del discurso que pronuncia. El

abuso en la utilización de este tipo de recursos

retóricos, no sólo produce un desgaste del sentido

original de la expresión, que pierde el efecto

discursivo que debería producir; sino que además

empobrece el discurso, al transmitir esa impresión

a la audiencia.

Page 15: EL MONTAJE (11)

194

DESARROLLO NARRATIVO (10.3)

Es estructurar de la manera más atractiva y sugerente posible los

elementos disponibles para el montaje, de modo que las imágenes

mentales que se generan el oyente, le permitan extraer el contenido

significativo que se desea transmitir. Se trata pues de trasladar a

imágenes acústicas los contenidos determinados por un guión; bien se

trate de hechos de la realidad o de situaciones de ficción. Proceso,

denominado de edición, que requiere de una planificación y tratamiento

específico de los distintos elementos que se vayan a utilizar, de acuerdo

al ritmo y estilo propios de la emisora y del programa concreto en que

se van a emitir.

Planificación (10.3.1)

Es el paso previo para iniciar la edición del montaje. Lo primero es

definir claramente qué se quiere contar, que contenido, planteamiento o

idea principal es la que se pretende trasladar al oyente. Aunque esta

parezca un afirmación de <<Perogrullo>>, muchas veces la rapidez con

que se trabaja en la radio, la diversidad de matices y datos que ofrece

un mismo hecho o la abundancia de elementos sonoros disponibles,

complican la definición clara del objetivo comunicativo que se

persigue, lo que puede diluir el contenido significativo de lo que se

transmite; cuando no, desviar el interés del oyente hacia los aspectos

menos relevantes o interesantes del asunto de que se trate.

Tal y como se ha expuesto en el capítulo IV, el carácter volátil e

irreversible del mensaje radiofónico y los umbrales de percepción del

oído humano no permiten trasladar varios conceptos a la vez, por lo que

es de capital importancia concretar y definir claramente la idea

fundamental del mensaje que se quiere trasladar, en torno a la cual se

deben ir articulando los distintos elementos sonoros, con el objetivo de

que la idea principal quede presente ante el oyente como resultado final

de ese montaje. La definición clara de la idea – noticia, será pues la

que permitirá determinar qué elementos se van a utilizar en el montaje

y cuales no; así como el tratamiento que se debe dar a cada uno de

ellos. Es obvio que la planificación no será la misma para un montaje

con un objetivo publicitario que para uno informativo, humorístico,

dramático, musical, etc...

Page 16: EL MONTAJE (11)

195

Tratamiento (10.3.2)

Una vez definido claramente el qué se quiere contar, y determinados

los elementos que se van a utilizar para el montaje, el segundo paso

será el de establecer un tratamiento para los mismos; es decir, como

van a ser presentados ante el oyente. A la hora de tratar los distintos

elementos que componen el montaje, lo primero que se deberá

establecer es la relación que van a mantener entre ellos; relación que

dará lugar a unos determinados tiempos narrativos distintos: es decir, la

relación temporal que guardarán entre ellos en su presentación ante el

oyente. Aunque los tiempos narrativos están sujetos a la creatividad de

cada profesional en concreto, los más empleados en el medio radio son

los siguientes.

Cronológico

En este caso los elementos del montaje ofrecen una exposición en el

orden cronológico a como se produjeron los hechos en la realidad. Es

el caso de una retransmisión en directo, en la que los hechos se van

presentando conforme se van produciendo. Es, por ejemplo, el

montaje de la biografía de un pintor, escritor, una negociación

política, una manifestación, etc...

Paralelo

El desarrollo narrativo en paralelo, es cuando se exponen ante el

oyente hechos de interés que se producen al mismo tiempo, pero en

lugares distintos. Por ejemplo, la retransmisión que efectúan todas

las grandes cadenas de la jornada de la liga de fútbol, donde se

expone en paralelo el relato, la narración, de lo más interesante que

sucede en cada estadio, y que el oyente percibe como un único

mensaje; incluso, aunque las narraciones se lleguen a superponer,

como cuando se cantan los goles o en los momentos álgidos de cada

partido en disputa.

Invertido

Es cuando en la exposición ante el oyente se altera el orden

cronológico en el que los hechos se han producido en la realidad, con

el objetivo de generar un efecto de llamada de atención, para centrar

su interés, como estímulo a la imaginación o como sugerencia

sentimental.

Page 17: EL MONTAJE (11)

196

Por ejemplo, cuando la narración se inicia con el dato más

importante o de última hora de un hecho, para continuar el desarrollo

de la información de manera cronológica a como se sucedieron los

hechos. Este desarrollo narrativo es el más utilizado en los

programas informativos, en los que prima la exposición clara y

directa del dato más importante y significativo del hecho que se

relata, que posteriormente se enmarca en el contexto en que se ha

producido, para su mejor comprensión en todos los aspectos de

interés.

El desarrollo narrativo invertido también se utiliza en todo tipo de

programas para pasar del presente al pasado de un mismo hecho o

protagonista. Es como el <<flash back>> cinematográfico, empleado

con el objetivo de situar mejor al oyente con respecto al hecho actual

que se le expone. Es, por ejemplo, cuando en la entrevista con un

cantante se emite uno de sus primeros discos, para poner de

manifiesto su evolución musical en cuanto a similitudes o diferencias

con respecto al disco que acaba de sacar al mercado. En un

programa informativo, por ejemplo, cuando al hilo de la última

reunión para la paz en Oriente Medio, se realiza un recuento de

cuando y como se inició el proceso.

En los programas de entretenimiento la narración invertida servirá

como elemento de creatividad en la evocación de ambientes,

situaciones o vivencias del pasado con reminiscencias en el presente,

y que gracias el estímulo de la imaginación que incorporan, permiten

establecer un juego de sugerencias con el oyente. No obstante, la

utilización de este tipo de narración dentro de un mismo programa

debe dosificarse, ya que su reiteración puede desorientar al oyente

sobre el tiempo narrativo real en el que se encuentra.

Alterno

La narración alterna es cuando se exponen distintos aspectos o

puntos de vista sobre un mismo hecho. En el caso de un programa

informativo, cuando se establecen varias conexiones alternas desde

distintos puntos del lugar donde se han producido los hechos. Por

ejemplo, en el supuesto de unas inundaciones, podremos establecer

una conexión desde la plaza del pueblo más afectado, otra desde el

puesto de mando establecido para dirigir las operaciones de

salvamento, otra desde el centro sanitario ha donde han sido

trasladados los heridos, otra que este con una redactor que realiza el

seguimiento de un equipo de rescate, etc...

Page 18: EL MONTAJE (11)

197

Además de lo hasta aquí expuesto, el tratamiento narrativo de los

elementos del montaje no sólo está referido a la presentación temporal de

los mismos ante el oyente, sino también a otras características que atienden

al ritmo y estilo propios de cada emisora y de cada programa y presentador

en concreto.

Ritmo y estilo (10.3.3)

Ritmo y estilo son dos elementos más a considerar a la hora de la edición

de un montaje, en el que juegan un papel fundamental porque sirven para

definir una manera propia de hacer radio. Es por medio del ritmo y el estilo

como el oyente puede diferenciar, en función de sus gustos, entre unas

emisoras de otras y entre los distintos programas y locutores de una misma

cadena radiofónica. Aunque establecer el ritmo y el estilo de una

programación, de un programa o de un reportaje o información puede

defender de muy diversos factores, incluso de carácter puntual; de manera

genérica se pueden establecer tres parámetros elementales que son: tipo de

audiencia, la hora de emisión y la personalidad del presentador, realizador

o editor del montaje.

Por tipo de audiencia se entiende el público objetivo o potencial al que se

dirige la programación de una emisora en concreto, dentro del espectro

total de posibles radioyentes. En términos publicitarios es lo que se define

como <<target>> de audiencia, para referir un producto radiofónico que

busca ajustarse a los gustos, preferencias y necesidades de un sector

determinado de la audiencia que puede ser más o menos amplio o

específico. La selección por parte de una emisora de un <<target>> propio,

implica el establecimiento de un ritmo y estilo propios en la manera de

hacer la radio, al que deberán ajustarse los distintos programas que integren

su programación. Un claro ejemplo es la abundancia de emisoras dirigidas

a público muy determinado, por ejemplo, Radio clásica de RNE, los 40

Principales, Radio Olé, etc..., emisoras todas ellas orientadas a un público

que si bien puede ser genérico – es difícil que a alguien no le guste la

música-, demanda contenidos musicales más específicos: clásica, moderna,

española, etc... También tienen o buscan un <<target>> propio las grandes

cadenas de radio generalista, en las que a pesar de los contenidos diversos y

múltiples que ofrecen sus programaciones, la selección y el tratamiento que

se da a los distintos contenidos responde a los gustos de un sector, más o

menos amplio, de la audiencia potencial. Así, por ejemplo, mientras en la

Cadena COPE, se sigue emitiendo el <<Ángelus>> a las doce del mediodía

y existen programas de contenido y orientación católica; por el contrario,

en la cadena SER, se prima una programación laica, carente de contenidos

religiosos específicos.

Page 19: EL MONTAJE (11)

198

El segundo parámetro que determina un ritmo y un estilo es la hora de

emisión del montaje, que viene determinada por los tramos horarios en los

que se divide una programación radiofónica: mañana, tarde y noche. Estos

bloques horarios están establecidos de acuerdo a los hábitos de escucha de

la radio por parte de la audiencia. La actitud de escucha de un oyente no es

la misma a una hora del día, las once de la mañana que, por ejemplo, a las

once de la noche. A una y otra hora su capacidad receptiva será distinta y

sus intereses como demandante de unos contenidos u otros, también será

diferente. Es por ello que, de manera genérica, la programación de la

mañana está orientada hacia la información y los contenidos de actualidad

con un tratamiento más ágil y directo; la tarde a temas de contenido

humano y social tratados con amenidad y distensión; mientras que la noche

atiende a contenidos evocadores y con un tratamiento intimista y

personalizado de los temas. En este sentido, no tiene mucho sentido la

emisión de una radionovela a las diez de la mañana, como tampoco lo tiene

un programa de noticias a la una de la madrugada.

Una vez definido el tipo de audiencia a la que se dirige el montaje y la

hora de emisión del mismo, el tercer elemento que definirá el ritmo y el

estilo será la personalidad del presentador del programa o del editor del

montaje, en cuanto a la estructuración y diseño de los distintos contenidos y

la manera de dar continuidad, de enlazar unos asuntos con otros. La

profesionalidad, el timbre, los tonos, los recursos lingüísticos, el dominio

de los temas; es decir, la manera de hacer y decir de cada uno, es lo que

define a la postre la singularidad de cada montaje o programa que, en

ocasiones, se convierte en el punto de referencia que aglutina a una parte

sustancial de la audiencia en torno a ese programa, y no a otro. Tal sucede

con los denominados comunicadores radiofónicos, profesionales que

consiguen la fidelidad de importantes grupos de oyentes a los que arrastran

en sus cambios de programas o de emisoras: por ejemplo, Iñaki Gabilondo,

Luis del Olmo o José Mª García. Cada uno de ellos ha trabajado en

distintas emisoras y cada uno de ellos aporta un ritmo y un estilo propio, un

sello personal, a la hora de hacer radio. Un estilo más pausado y retórico en

el primer caso, más directo y superficial en el segundo y, más populista y

agresivo en el tercero. Sin llegar a estos casos tan significativos, la

realización de un montaje o programa radiofónico implica la búsqueda de

un estilo comunicativo propio que surge del hacer profesional de cada uno

en concreto. Así, existen editores o presentadores que gustan más de la

utilización de recursos sonoros, mientras que otros se decantan más por los

recursos semánticos y fónicos, etc...

Page 20: EL MONTAJE (11)

199

Entre los profesionales de radio y de manera frecuente, el ritmo suele

confundirse con la velocidad y la rapidez en la exposición de los

contenidos, al asociar una cosa a la otra. Por sí sola, la velocidad en la

exposición, en la locución, no determina un ritmo, ya que también influyen

otros elementos que atienden a la duración de la narración, al tratamiento y

variedad de los contenidos, a la inmediatez de la información que se

transmite, a la circunstancia concreta de cada momento, a los elementos de

continuidad y enlace de unos temas y otros: las pausas, el tono, la ráfaga

musical, etc...

El ritmo y estilo son, en resumen, el resultado de un conjunto de elementos

en los que la velocidad expositiva no es más que uno de ellos. Una

exposición acelerada de los contenidos, mantenida de continuo, supone

también incurrir en el error - bastante frecuente -, de asociar el ritmo con el

mantenimiento invariable de una misma cadencia expositiva. En uno y otro

caso, bien sea acelerada o lenta, el mantenimiento de una misma cadencia

expositiva a lo largo de todo un programa, más que imprimir un ritmo crea

un espacio radiofónico que termina por despistar, aturdir o aburrir y

desinteresar al oyente.

Las Transiciones (10.3.4)

Las transiciones son los enlaces que se establecen entre unos contenidos

sonoros y otros a lo largo de un montaje o programa. Las transiciones

pueden ser de carácter técnico, verbal o una mezcla de ambos. Las

modalidades más utilizadas son las siguientes:

Yuxtaposición

Yuxtaponer - unir o colocar un objeto inmediatamente

después de la anterior - se emplea como transición radiofónica

para evitar el salto brusco de un sonido a otro y conseguir que

la transición de un asunto a otro sea imperceptible para el

oyente o denote una cierta continuidad temática, sonora o de

ambientación. En el caso de los sonidos supone la introducción

de un nuevo sonido, justo al final del precedente. En el caso de

la música la yuxtaposición busca mantener la cadencia rítmica

entre la música nueva que se introduce al término de la que la

precede. Por último, en el caso de la palabra, la yuxtaposición

consiste, por ejemplo, en hacer coincidir el final de la locución

con el pitido inicial de las señales horarias, con el comienzo de

otra locución o de cualquier otro sonidos o efecto.

Page 21: EL MONTAJE (11)

200

Fundido

El fundido también tiene por objetivo evitar que se produzca

un salto brusco, aunque no imperceptible, entre un sonido y

otro. En este sentido, el fundido es una transición con la que se

pretende trasladar sin brusquedad de un contexto sonoro a otro

nuevo, a la vez que se aporta la sensación de continuidad al

oyente, al objeto de que no se desenganche de la escucha al

término de un determinado programa o montaje. En lo

concreto, el fundido consiste en hacer desaparecer de manera

progresiva el sonido que se ofrece en primer plano, mientras

emerge desde un segundo plano otro nuevo, que es el que

finalmente se impone y queda en primer plano, mientras el

otro desaparece. Al tratarse de una transición progresiva, en el

fundido hay un momento en el que uno a otro, suenan a un

mismo nivel. El fundido se da, por ejemplo, cuando a la

canción que se radia en ese momento se incorpora desde el

fondo y de manera progresiva, el sonido de otra canción o la

sintonía de despedida del programa o, a la inversa, cuando

bajo la sintonía del programa se introduce desde un segundo

plano el sonido correspondiente a la información o tema con el

que arranca el nuevo montaje. El fundido es el enlace más

utilizada en las despedidas y transiciones de un programa a

otro, y el de menor uso en los programas informativos.

Superposición

La superposición en una transición abrupta de un asunto a otro

que resulta claramente identificable para el oyente. Aquí el

sonido que se escucha en primer plano pasa directamente al

segundo, ante la irrupción de uno nuevo con mayor volumen e

intensidad. Una transición por superposición es, por ejemplo,

cuando un presentador interviene – superpone su voz - en una

acalorada conversación entre dos invitados a los que se baja

progresivamente el volumen de sus micrófonos, como medio

para zanjar la disputa y despedir el programa o dar paso a otra

locución, montaje, sonido o efecto.

Page 22: EL MONTAJE (11)

201

Resolución

La transición por resolución sirve para marcar de manera clara

el final de un determinado tipo de contenido, y el inicio de otro

nuevo. Consiste en mantener un sonido en primer plano hasta

su finalización, aunque con una progresiva reducción del

volumen hasta su resolución final, lo que puede dar lugar a

unos segundos de silencio antes de la aparición del siguiente

sonido o contenido temático. La transición por resolución se

produce, por ejemplo, cuando el locutor mantiene la locución

hasta un par de segundos antes del inicio de la señales horarias

o cuando se deja sonar la sintonía o el disco de despedida del

programa hasta el final. Si se utiliza en la despedida del

programa, remarcará la diferencia con el que viene a

continuación; y si es en el arranque del mismo, producirá el

efecto de llamada de atención o suspense para el oyente, con

respecto a lo que sigue a continuación.

Ráfaga

Es un efecto sonoro o musical necesariamente breve, que se

utiliza de manera instrumental para separar contenidos,

situaciones o bloques informativos. La ráfaga no tiene más

significación que la de delimitar o diferenciar las partes de un

montaje o programa, y favorecer la continuidad sonora. Estos

separadores son imprescindibles en los programas

informativos a los que aportan ritmo y continuidad; mientras

que en otro tipo de programas no son especialmente

frecuentes. Las ráfagas pueden ser indicativos del programa o

emisora que se escucha, indicadores del inicio de bloques

publicitarios o llamadas a las distintas emisoras de una misma

cadena radiofónica, para engancharse o desengancharse de la

emisión nacional.

Mantener la antena

Es otro tipo de transición que tiene lugar cuando se produce

un hecho imprevisto durante el desarrollo de un programa.

Mantener la antena supone cubrir los tiempos muertos - de

silencio - que se pueden producir, por ejemplo, cuando se corta

la conexión en directo con una emisora, con un corresponsal,

una grabación que se atasca o que no llega a tiempo, una

entrevista telefónica en la que de golpe se corta la línea, etc...

Page 23: EL MONTAJE (11)

202

En esos casos el presentador está obligado a mantener la

antena (cubrir la emisión), e improvisar una transición de un

asunto a otro, en un primer momento, por medio de la locución

y, después de unos cuantos segundos, con recursos sonoros al

alcance en ese momento: un disco, otra conexión, una ráfaga,

etc...; con el objetivo de no reseñar más allá de lo necesario el

salto sonoro que se ha producido. En estos casos la naturalidad

y mantener la calma son siempre las mejores alternativas.

TIPOS DE MONTAJE (10.4)

Si bien existen tantos tipos de montajes como guiones y contenidos se

puedan imaginar o ideas se quieran trasladar a lenguaje radiofónico, todo

dependerá del formato en el que vayan a ir insertos y de la creatividad de

cada realizador, editor o presentador. Bajo este criterio general, existen

unos modelos que son los más utilizados en la radio, ajustados a unos

criterios narrativos mínimos para trasladar el mensaje que se desea en cada

momento.

Informativo

Es el que tiene como meta trasladar los datos de un hecho o

noticia con la mayor objetividad posible, en cuanto a su ajuste

con la realidad a la que se refieren. Su desarrollo narrativo

parte de lo más a lo menos importante o menos relevante, de

lo general a lo particular; y en él deben estar respondidas las

famosas cinco preguntas que debe contener toda información

periodística: ¿Quién?. ¿Qué?, Cómo?, ¿Dónde? y ¿Por qué?.

Preguntas que específicamente en el caso de la narración

informativa en radio deben comenzar de manera preferente por

el ¿Quién?, ya que las características del medio obligan a

ubicar al oyente con respecto a quién es el autor o cual es el

origen de todo aquello que se le cuenta, para evitar su despiste

y pérdida de atención. Así mismo, en el montaje informativo

radiofónico no se suele recurrir al empleo de música o efectos

sonoros no relacionados con el origen sonoro de la

información; al menos no son recomendables en los montajes

relativos a la información puntual del día o el momento. Por

ejemplo, en la información sobre una rueda de prensa o un

debate parlamentario, no tiene sentido ofrecer un fondo

musical o un efecto sonoro, salvo que se persiga algún otro

objetivo más allá del meramente informativo.

Page 24: EL MONTAJE (11)

203

Por el contrario, la música y los efectos sonoros si son de uso

frecuente en los reportajes informativos, en los que se trata de

recrear o remarcar un ambiente, una situación o un

determinado concepto o idea.

Descriptivo

Aquí, el montaje se orquesta con el objetivo de describir una

realidad por medio de una secuencia de sonidos imitativos u

originales de esa misma realidad. No se trata tanto de objetivar

una realidad en concreto, como de describir un ambiente

específico en el que se desarrolla una acción, por medio de

aquellos sonidos que sean más fácilmente identificables por el

oyente. Por ejemplo, para describir un ambiente rural se puede

recurrir al sonido de los árboles mecidos por el viento, el

mugido de una vaca o de cualquier otro animal de granja, el

sonido de un puchero en el fuego, el de un tren en la lejanía,

las campanas de una iglesia, etc...

En este tipo de montaje el desarrollo narrativo se estructura

intercalando todo tipo de recursos sonoros que aporten un

significado concreto que contribuya a reforzar el contenido de

la exposición verbal que, en este caso, no tiene que arrancar

del dato más informativo, sino de aquel que mejor traslade y

sitúe al oyente en el ambiente o situación que se le quiere

describir.

Conceptual

En el montaje conceptual la secuencia de sonidos no tiene

porque ajustarse de manera objetiva a ninguna realidad en

concreto, pues lo que se pretende es trasladar al oyente ideas y

conceptos, por medio de la evocación de vivencias, hechos y

datos – reales o inventados - que estimulen su capacidad de

abstracción y movilicen su estado de ánimo. Por ejemplo, un

montaje conceptual para expresar las ideas de solidaridad y

libertad que para la sociedad internacional supuso la caída del

muro de Berlín; podría estar conformado por la canción << el

muro>> de <<Pink Floyd>>, mezclada con el sonido de unas

campanas, de un numeroso grupo de personas que aplaude y

vitorea el discurso del, por entonces canciller alemán, Helmut

Kohl, con una locutor que aparece y desaparece del primer

plano sonoro con datos especialmente significativos, etc... El

Page 25: EL MONTAJE (11)

204

resultado será una mezcla de sonidos, con orígenes sonoros

distintos, pero con un valor significativo y conceptual común a

todos ellos, en virtud de la intencionalidad del desarrollo

narrativo preestablecido.

Creativo

El montaje creativo es el que deliberadamente se aleja de toda

realidad objetiva, para trasladar al oyente a un mundo de

ensoñación e inventado. Implica la subordinación de los

distintos elementos del montaje a un objetivo,

fundamentalmente estético o artístico, surgido de la voluntad

expresa del autor. Normalmente, en la radio se entiende por

montaje creativo aquel en el que una vez definida la idea que

se quiere transmitir al oyente, se deja entera libertad al editor

para establecer los elementos que debe utilizar y la manera de

relacionar unos con otros. El desarrollo narrativo podrá ser

realizado por medio de combinaciones y mezclas de sonidos

no habituales y aleatorias, que pueden dar lugar a actos

comunicativos nuevos y originales.

El hecho de que en la radio no exista (como en otros ámbitos

de la comunicación), una tradición en la experimentación y

exploración de nuevos modelos de comunicación radiofónica,

hace que no sean muchos los ejemplos de montajes elaborados

con un objetivo meramente estético o artístico. No obstante, es

en los programas nocturnos donde la creatividad en el montaje

ha tenido su campo de actuación. Se trata, fundamentalmente

de montajes donde abundan los efectos de sonido artificiales o

distorsionados, y en los que la expresión verbal queda muy

limitada en intervenciones muy puntuales y medidas.

Dramático

El montaje dramático centra su desarrollo narrativo en el

contenido sentimental - emociones y vivencias - de unos

personajes o de una situación concreta, que puede

corresponder a una realidad específica o inventada. En el caso

de un hecho real, por ejemplo el incendio en una comunidad

de vecinos, el montaje dramático va más allá del mero

contenido informativo del hecho, con la incorporación al

mensaje de músicas o efectos sonoros que refuercen los

aspectos más emotivos y trágicos. En el caso de los programas

Page 26: EL MONTAJE (11)

205

informativos, el desarrollo narrativo deberá atenerse, en todo

caso, al carácter noticioso del hecho que se relata y, por lo

tanto, deberá evitar cargar las tintas sobre el dramatismo

propio de la situación.

Si se trata de un montaje dramático inventado, el objetivo

será trasladar la intensidad de las situaciones descritas por un

guión y vividas por unos personajes, por medio de toda una

serie de recursos (diálogos, ambientación sonora, diversidad de

tonos, sonidos iconográficos, etc...) que permitan al oyente una

percepción progresiva de la trama que se le plantea y de los

perfiles de esos mismos protagonistas. Es la intensidad

dramática que debe reflejar el desarrollo narrativo, al objeto de

que el oyente se pueda identificar con la situación y emociones

planteadas, y con unos personajes en los que pueda

estigmatizar sus filias y fobias.

Musical

El montaje musical puede tener un doble objetivo. De una

parte, el de servir de estimulo al oyente como incitación a la

acción y a la excitación o, por el contrario, a la relajación y la

reflexión. De otra parte, también puede ser un mero elemento

de distracción, entretenimiento o acompañamiento del oyente,

durante las múltiples tareas que puede desarrollar mientras

permanece a la escucha. Es el caso, por ejemplo, del hilo

musical empleado en centros de trabajo, consultas médicas, etc

..., como medio para trasladar al trabajador un ambiente de

actividad agradable y cómodo o de tranquilidad y normalidad a

los pacientes. Ejemplos de lo anterior son también todos los

programas dedicados a tipos de músicas específicas: clásica,

rock, pop, etc... En todos los casos el desarrollo narrativo debe

mantener unas constantes en cuanto al mantenimiento

sostenido de una misma acústica a lo largo del montaje. No

tendría sentido, porque rompería el sentido comunicativo que

se persigue, incluir una canción de la copla española en un

montaje sobre música <<reagge>>; salvo que se quiera reseñar

deliberadamente algún dato especialmente significativo. Sin

embargo, el desarrollo narrativo si puede e incluso debe, variar

en cuanto al número de combinaciones y la frecuencia con que

se producen las mismas, en función del objetivo final que se

persiga. Buena prueba de ello son las emisoras musicales

<<Los 40>>, <<Cadena 100>>, etc ... en las que no todas las

Page 27: EL MONTAJE (11)

206

canciones suenan el mismo tiempo, unas suenan enteras y

otras no, otras se distorsionan, etc... La frecuencia y el número

de combinaciones no será el mismo tampoco si se quiere

propiciar la relajación o evasión del oyente que si, por el

contrario, se quiere animar e incitar a bailar a quién permanece

a la escucha.

Intimista

En este caso el montaje busca establecer una relación

personalizada con cada oyente, mediante la exposición ante el

micrófono de las vivencias e impresiones intimas del

presentador o protagonistas, como apelación al oyente para

que participe desvelando sus propias opiniones e intimidades.

En este supuesto, es la personalidad del presentador o editor

del montaje la que determina el desarrollo narrativo que, en

todo caso y para ser eficaz, deberá contar con la participación

del oyente. Desde este punto de vista, el resultado narrativo

será la combinación de elementos sonoros, en los que las

intervenciones de los oyentes deben ser parte sustancial del

montaje final. Son los programas que fundamentalmente se

emiten de madrugada, por ejemplo, <<Hablar por hablar>> de

la cadena SER, en el que todo el montaje consiste en un fondo

musical que aparece y desaparece a lo largo del programa, las

llamadas de los oyentes y las breves exposiciones orales de la

presentadora que les da paso.

Humorístico

Con el objetivo de divertir y provocar la sonrisa, el montaje

humorístico depende en su desarrollo narrativo de la

personalidad y creatividad de su editor o presentador. En este

caso son aceptables todo tipo de combinaciones de sonidos,

acústicas, etc... Queda para el oyente la valoración final sobre

la creatividad, originalidad o buen gusto, de quién pone el

montaje en antena. Un ejemplo de la utilización de sonidos

impensables como elementos del desarrollo narrativo del

montaje, son los frecuentes eructos en antena de los

protagonistas del programa <<Gomaespuma>>, emitido hasta

2002 en la emisora M-80.

Page 28: EL MONTAJE (11)

207

Divulgativo

El desarrollo narrativo deberá atenerse a la regla de la mayor

simplicidad en la exposición de los datos, que deberán estar

relacionados por un hilo argumental de causa efecto. Bajo esta

premisa, se pueden diferenciar dos tipos de montaje

divulgativo en función de su contenido: uno histórico-

sociológico y otro teórico-técnico, y cuya diferencia estriba en

que en los montajes del primer tipo es más fácil combinar y

obtener un cierta variedad de opciones sonoras como

elementos de significación, mientras que el número de

recursos sonoros suele ser bastante reducido en el caso de los

montajes teórico-técnicos. Así, por ejemplo, en el caso de un

hecho extraído de la realidad social: un reportaje sobre los

preparativos del intento de golpe de Estado del 23F, se podrán

incorporar a la expresión oral una gran variedad de elementos

sonoros: grabaciones del hecho, sonidos o efectos que denoten

el carácter simbólico de lo acontecido, declaraciones de

protagonistas, historiadores, sociólogos, etc..., que contribuirán

a aligerar al oyente la comprensión del contenido del mensaje.

Sin embargo, en el caso de un montaje para divulgar un

contenido teórico o de carácter técnico, la utilización de

elementos sonoros como complemento de la expresión oral, no

sólo pueden ser difíciles de encontrar, sino que incluso pueden

contribuir a dificultar la comprensión del oyente. En este caso,

el empleo de elementos sonoros debe limitarse a cumplir una

función de acompañamiento, de estímulo de la comprensión

del oyente, y como herramienta para la dosificación del

contenido y aspectos más complejos del tema a lo largo del

montaje. El desarrollo narrativo deberá reposar

fundamentalmente sobre la expresión oral, mediante

intervenciones breves, que eviten la mezcla de conceptos en

una misma intervención. Los cambios de tono, el juego de

distintas voces en la exposición de datos y conceptos, y las

entrevistas y declaraciones breves, resultan imprescindibles

para evitar un ritmo cansino y tedioso, que es el principal

peligro en este tipo de montajes que, por otra parte, son poco

frecuentes en la radio. No obstante, existen programas

radiofónicos divulgativos y dedicados a la formación como los

emitidos por la Universidad nacional a Distancia (UNED), a

través de RNE.