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El asesinato de Jesse James por el

cobarde Robert Ford: un estudio

sobre el Viejo Oeste y sus leyendas.

Rubén Navajas Ortiz

2º COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL – GRUPO MAÑANA

Historia de la Comunicación Audiovisual: de lo analógico a lo digital

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INDICE

I. BREVE HISTORIA DEL WESTERN

-Contexto histórico

-Contexto cinematográfico

II. LOS FORAJIDOS DEL VIEJO OESTE

-La figura de outlaw

-Billy The Kid

-Butch Cassidy and the Sundance Kid

-Frank James

III. JESSE JAMES EN LA HISTORIA DEL CINE

IV. EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD

V. CONCLUSIÓN

VI. BIBLIOGRAFÍA Y FILMOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN

La película, el tema central al que va dirigido este trabajo para la asignatura de Historia de la Comunicación Audiovisual es ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’ (The assassination of Jesse James by the coward Robert Ford), del cineasta australiano Andrew Dominik, estrenada en el año 2007. Es una adaptación de la novela del autor Ron Hansen, escrita en 1983. En las páginas de este trabajo se podrá ver el análisis técnico-estructural y narrativo de este largometraje, su crítica y su también obligada defensa, puesto que se puede afirmar abiertamente que es una de las obras más sobrecogedoras del siglo XXI y también una de las pocas que han contribuido recientemente a la creación del lenguaje cinematográfico. Es conveniente resaltar también que es una película extremadamente poco reconocida en la historia del cine -quizá, debido a su escasa premiación, factor clave a la hora de escribir en los anales de la historia cinematográfica- y que hay muy pocos análisis respecto a ello, así que este escrito se ha realizado a partir de una base personal y subjetiva, pero aplicando ante todo unos criterios de análisis objetivos, ya que esto es un trabajo de investigación, y ha de realizarse como tal. Antes de entrar en el apartado central debemos hacer un recorrido sobre otros apartados ‘secundarios’ previos para poder realizar correctamente la investigación. Aunque hayamos calificado estas secciones como secundarias, son igualmente necesarias e importantes para hablar correctamente de una obra audiovisual situada en un género cinematográfico de unas dimensiones tan sobrecogedoramente analizadas como es el western. Primero, expondremos brevemente un contexto tanto histórico como cinematográfico referido al Viejo Oeste, ya que será esencial aplicar posteriormente estos datos al análisis de la ya nombrada película. A continuación haremos otra breve exposición y análisis de la figura del villano/malo/outlaw del western, ya que ahí se clasifica y gira la figura humana principal de nuestro proyecto: el famoso forajido Jesse James. Esta sección vendrá acompañada de una continua relación de las leyendas del Oeste con su correspondiente representación en la historia del cine, con una selección de largometrajes personal, que han contribuido a formar parte de esta historia. Seguidamente, se analizará concienzudamente esta figura de leyendas y mitos que es Jesse James, para luego finalizar con el análisis de la película de Dominik y realizar una argumentada y obligatoria conclusión acerca de los aspectos y consecuencias que trae la creación de éste film aplicado siempre al universo western y, aún más importante, al universo fílmico. Disfruten.

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1. BREVE HISTORIA DEL WESTERN Es el año 2007, pleno siglo XXI. Un director de origen australiano presenta su segundo largometraje, y es un western. Hace más de un siglo, en 1903, uno de los primeros cineastas de la historia (y curiosamente, es un periodista) presenta una película llamada Asalto y robo a un tren (The Great Train Robbery). Es Edwin S. Porter, y consigue un hito histórico: realiza el primer largometraje sobre western ficticio. A Dominik y a Porter les separa más de un siglo de cine, pero sus dos obras están enmarcadas en un género cinematográfico, en el género de los géneros, el western. Porter consigue el primer western puro de la historia adaptando un suceso real sobre el robo de un tren, y lo hace como periodista; Dominik adapta una historia ya escrita por un autor llamado Rob Hansen, sobre un suceso real y verídico ocurrido en el año 1882: el asesinato de Jesse James por otro hombre llamado Robert Ford. Jesse James fue una leyenda del Oeste, un conocido asesino y ladrón que, paradójicamente, robaba trenes en el siglo XIX, como el suceso retratado por Porter. Todo está conectado. El western no es sólo un género cinematográfico, ni el género de los géneros. Es un universo, en el que lo real y lo ficticio se funden para dar cabida a multitud de palabras, imágenes, vidas, leyendas, actos, sentimientos, etc. Es una inmensidad por sí sola. Pero como todas las cosas, tuvo su origen, en algún momento de la historia de la humanidad. Cuando hablamos de western, por supuesto hablamos de cine. Pero cuando mencionamos en sí la palabra western hay unas variadas imágenes que se proyectan en nuestra mente, en nuestra conciencia imaginaria: western es América, son cowboys, forajidos y defensores de la ley, caballos, desierto, pueblos y trenes…tópicos que hasta día de hoy siguen, desde la era dorada del western cinematográfico de John Ford o el espagueti western de Leone y Clint Eastwood, hasta los dibujos animados de Lucky Lucke. El ideario es creado en nuestras mentes a través tópicos. Pero el western es algo mucho más amplio, mucho más filosófico que estas afirmaciones, sólo la superficie de un iceberg. Hablemos un poco de la historia de América para situarnos en el contexto, pues como dijo John Ford: ‘’el país es el verdadero protagonista del western’’. Condensando extremadamente la historia del nacimiento y conquista del Nuevo Continente, nombraremos el ya conocido por todos ‘descubrimiento de América’ de la expedición de Cristóbal Colón a finales del siglo XV. A partir de ese hallazgo, fue poco a poco conquistándose la nueva tierra por navegantes y colonos de diversas regiones europeas en el siglo XVI. Concretando aún más, hablaremos del nacimiento del Viejo Oeste, surgido del objetivo de los colonos americanos de alcanzar la costa oeste del continente tras la principal iniciativa gubernamental del presidente Thomas Jefferson. El objetivo de esta expansión y conquista fue perseguir una nueva fase de progreso y riqueza (aunque quizá sea adecuada aquí la palabra ‘genocidio’) donde se le arrebató la tierra a los ‘indios’ aborígenes previamente asentados, y con proyectos de industrialización, comunicación y agricultura, se fue formando lo que se conoce como el Viejo Oeste, la conquista de la frontera y de la Nueva Tierra. En unas pocas líneas, diríamos que esta es la historia del origen de este universo, aún sin entrar en todos los aspectos filosóficos y morales que desprendió esta conquista y que fue fundamental para la creación del western (que veremos más adelante). La llamada Fiebre del Oro en 1848 –esto es, el descubrimiento de oro en los ríos de California- fue lo que principalmente motivó esta búsqueda de una nueva vida por parte de los colonos americanos, españoles, franceses, chinos, etc. Y también esto fue lo que principalmente actuó como factor de cambio y creación de una nueva nación, una nueva tierra, unos nuevos hábitos y costumbres, y sobre todo un nuevo universo.

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Se formó la industria del Ferrocarril gracias a la invención de la máquina de vapor, el sector de la minería creció enormemente y los que no trabajaban en buscar oro lo hacían como labradores de la tierra y el ganado (los llamados cowboys). Una nueva tierra trae consigo nuevas posibilidades, pero estas fueron tanto positivas como negativas. A parte del éxito de los prósperos nuevos oficios de los hombres trabajadores, también vino el contra-éxito, la proliferación de los forajidos del Oeste. Su fracaso en los trabajos industriales, mineros o agrícolas o su conciencia postraumática debido a la Guerra de Sucesión ocurrida pocos años después de la Fiebre del Oro fueron factores que inclinaron la balanza hacia la búsqueda de ese éxito a través de lo injusto, lo violento, lo delictivo. Y la ley que permitía el uso de armas a cualquier ciudadano fue un detonante aún más fuerte. En una nueva tierra como es el Viejo Oeste es fácil que la convivencia se vea distorsionada por algunos hombres malos, donde el poco peso de la ley en aquella tierra consiguió otra conquista: la de los villanos sobre todos los hombres y mujeres. Y ante esto se hizo necesaria la figura de la Ley, el sheriff, que protegía a su pueblo de esos hombres malos, y que tenía el mismo poder que el outlaw. Un juego de dos, un enfrentamiento cara a cara. Esa es una de las bases de la civilización americana. En un territorio sin ley, en una sociedad dominada por las armas, es la pistola la que acaba siendo la autoridad. Es un ‘todos contra todos’ donde el más fuerte acaba siendo superior al resto. El Viejo Oeste es igualmente conocido como el Salvaje Oeste ya que esta situación descontrolada acabó por ser una lucha por la supervivencia en un país joven y desconocido. Lo que más importa al villano de este juego es hacerse respetar ante todo, hacerse un nombre, hacerse una leyenda, así que (cómo veremos más detenidamente después) el mito de los duelos a muerte entre los pistoleros más famosos de la historia fue una mentira. No obstante, no significa esto que no hubiera asesinatos, justamente lo contrario: la sangre de los hombres vertida en la tierra era una de las características más importantes de la época. La violencia era algo normal, una forma de vivir, como ocurre en las grandes guerras, y esta violencia fue engrandecida de una forma épica a través de los escritos; fue una mentira engrandecida, convertida en mito. Sin embargo, la auténtica identidad del Viejo Oeste no se concentraba en el origen sino en la llamada Conquista del Oeste, el mito americano del siglo XIX que construía una realidad alrededor de la imposibilidad de anexionarse a nuevos territorios. Se asemejaba muy cercanamente a las ideas religiosas sobre la Tierra Prometida, llena de expediciones demográficas (no mucho más que peregrinajes misioneros). Precisamente el territorio del cual estamos hablando fue descubierto por la expedición de los legendarios Lewis y Clark, comandados por el presidente de los Estados Unidos: Thomas Jefferson. Más adelante el héroe del western (como Davy Crockett) era leído así como sus grandes aventuras a través de folletines por personas del Este. La conquista de esa tierra prometida fue guiada a través de implicaciones religiosas con lo que se conoce como el Destino Manifiesto, que afirmaba el encomendamiento por parte de Dios de una misión evangelizadora y civilizadora (como a Moisés en Egipto). Esta conquista fue realizada a través de dos históricos actos. El primero es el gran conocido e interpretado por la cultura popular, el exterminio de los indios. Los americanos arrebataron sus tierras y después de años y años de lucha llegaron a acuerdos que irremediablemente fueron incumplidos. Los indios fueron traicionados, despojados de sus propiedades hasta cercarlos a lo que se conoce hoy como ‘reservas’. El segundo acto, no tan famoso, fue propiciado por el ejército estadounidense, el cuál prometió tierras de libre aprovechamiento a agricultores si ayudaban en esta expansión. Esto, al igual que pasó con los indios, fue finalmente

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incumplido por parte de los colonos. Estas traiciones provocaron esa oleada, comentada antes, de violencia, villanos, malestar, pobreza, etc. El mito no concibió nunca esta parte oscura de la historia de Estados Unidos y se quedó sólo con la leyenda y la épica de la conquista del preciado mundo inconquistable por parte de héroes americanos. Aquí concluye la verdadera historia, el nacimiento, la conquista de los conquistadores. El cine optó por narrar esta parte aún viva en la mente de las personas y lo logró con una entusiasmada fascinación. Cómo decía William S. Hart en 1916: ‘’No sé cuánto significa el western para Europa, pero para ésta región significa la esencia misma de nuestra vida nacional’’. Aunque había un claro sentimiento nacional en todas las películas del Oeste, éstas no fueron idénticas ni con un esquema homogéneo, sino que cada director usaba este american way of life para introducir sus propias ideas y su visión del mundo. Sólo necesitaban una base para que ellos pudieran utilizarla y hacer un cine con una gran libertad de expresión. Sólo con la llegada del superwestern (el western inicial era mudo) y la llegada del sonido en las películas se pudo tratar temas más complejos y denunciar problemas sociales. Por ejemplo, Nicholas Ray (al cuál analizaremos más tarde por su visión de Jesse James) trató de estudiar al forajido a través de la psicología. También John Ford y William Wellman, que trataba temas como las arbitrariedades del poder o el papel de la población en los linchamientos populares de la época. El superwestern surgió después de la victoria estadounidense en la Segunda Guerra Mundial y abrió las puertas a una etapa dorada dónde una gran serie de directores absolutamente brillantes como John Ford, William Wyler, Nicholas Ray, John Huston, Anthony Mann, King Vidor, Fred Zinnemann, Otto Preminger, Howard Hawks e incluso Fritz Lang pusieron sus propias ideas sobre este universo y fueron más allá, aunque muchos de ellos no fueran americanos (John Ford era irlandés y lo reivindicaba continuamente). No mucho más tarde, el superwestern culminaría con otra variante, el western crepuscular. Es aquí donde situamos ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’, pero empezaría con una de las obras más monumentales de la historia del cine: ‘El hombre que mató a Liberty Valance’, de John Ford. En la película se palpa un ambiente trágico, nostálgico y decadente, autoconsciente de los mitos que se han ido formando a lo largo de su historia y que proporciona al western un ‘jarro de agua fría’. No hay lugar para leyendas ni épicas; estamos en un mundo dominado por el miedo y las inseguridades del ser humano, que no mata por hacerse un hueco en la historia, si no que mata por sobrevivir. El homicida no es el que aprieta el gatillo (John Wayne), si no el periodista que difunde la noticia (James Stewart). Cómo dijimos antes, ya no es la pistola la que tiene el poder sino la pluma, el lápiz sobre el papel. John Ford dijo sobre esto: ‘’En el Oeste, cuando la leyenda supera la realidad, publicamos la noticia’’. Prefirieron construir una leyenda que jamás existió a mirar hacia el futuro, evolucionar de lo antiguo y lo moderno; prefirieron quedarse a contemplar su pasado y a añorarlo con gran devoción. A parte de la decadencia del mito, otras características peculiares del western crepuscular fueron la marcada lucha del Este contra el Oeste (los primeros se preguntaban la razón de la construcción de esas mentiras) y el claro retroceso evolutivo que tuvo esta tierra, que se negaba a dejar un lado su pasado para construir un futuro. Hemos hablado del western como género cinematográfico. Lo hemos denominado como el género de los géneros, pero es mucho más que eso; se ha abarcado tanto el rango de lo que es western que puede ser prácticamente cualquier cosa: un drama, una comedia, un musical…todas estas variaciones del modelo son válidas a condición de que respeten lo inmutable, y es esto lo que complica las cosas, porque no resulta fácil identificar qué es lo inmutable en un conjunto tan amplio y variado de filmes.

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Existe, está ahí, pero su naturaleza es difusa, se resiste a dejarse atrapar por las garras de los definidores. Más que un género cinematográfico es un estudio sobre la vida de personas pasadas, una filosofía y un mundo nuevo totalmente creado por los seres humanos. Es tan abarcable este ámbito que podríamos enumerar algunas de las características que se pueden ver en sus películas: - ‘’El cine del Oeste tiene cualidad y condición de rito y todo rito es por fuerza

repetitivo. Ceremonias que conforman el tejido de las películas. Todo forma parte de un modelo’’ (John Ford). -El papel de la mujer: como ocurre en las manadas, el hombre sale y la mujer se queda, y es ella la que mantiene vivo el espíritu de su colonia, la que está en la retaguardia de la batalla. La mujer es un animal de supervivencia, no es algo natural en un juego dominado por hombres despiadados y que se matan entre sí. -El western es un equivalente actual de las novelas de caballerías. Eso explica la fascinación de lo sagrado que nos causa. Nos fascina el relato del náufrago con una balsa. El destino como único aliado del hombre. - El paisaje del western es más que un simple decorado. Es un poema de división y degradación, lo crepuscular de la naturaleza pura y limpia: es la transformación de la tierra como condición de tierra hacia la tierra como condición de territorio. El vaquero contra el indio. La tierra no es su hermana sino su enemiga y cuando la ha conquistado se retira de ella. - Georges-Albert Astre: ‘’el western hace revivir una y otra vez el instante privilegiado y peligroso en que, sobre un continente nuevo, vuelve a comenzar la experiencia primera de los hombres. Es el instante en que se construye la primera ciudad en que se nombra al primer juez al primer policía, en que Caín debe ser castigado por sus semejantes y no sólo por el ojo de Dios’’. - Joseph McBride: ‘’Ese diabólico e irónico paisaje es algo más que un lugar real, es un campo de batalla moral, un estado mental, cuya belleza recuerda a las teorías de los poetas decadentes sobre la estética de lo inútil, porque es al mismo tiempo un final muerto y un valor último, el lugar perfecto para el acto gratuito, cuyo horizonte, más allá de la sociedad, apunta a lo eterno’’ -Los filmes son capaces de representar el mal como realidad bella. La mujer, el indio, la tierra, adjetivadas por la diabólica sustantivación del varón, contemplan desde el fondo de su incomodidad cómo el homicidio es elevado, por carecer de contenido mortal, a la condición de acto hermoso, ejemplar e incluso estimulante. - El cine del Oeste representa el comienzo de la construcción de un universo ya finalizado, con las rutas borradas, sin lugares de partida o de llegada, ni zonas intermedias de reposo. Los únicos lugares reales son aquellos que no están en ningún mapa. -El cine del Oeste, que es parte de la materia con que se hizo el sueño americano, coadyuvó a hacer de sí mismo un sueño incómodo, una pesadilla americana. De ahí el llamado western sucio. Lo patriótico se convierte con endiablada frecuencia en todo lo contrario, en la exaltación del desarraigo, en concreto, un desarraigo interior, una escisión, un desdoblamiento de la conciencia civil.

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- La americanidad del hombre del Oeste se manifiesta como marca de empresa antes que como peculiaridad nacional y menos aún popular. Actúa casi por completo al margen de una reacción popular tópica, como es la solidaridad. En el interior del origen de la Patria Americana, el hombre del western manifiesta su americanidad como una ausencia de patria. -El hombre del western procede de un lugar impreciso y se dirige a otro inconcreto. Está casi siempre de paso. Su país es su camino. Es por ello un arquetipo de relato itinerante, lo que le sitúa en la médula de las tradiciones más fértiles de la narrativa anglosajona posromántica, razón por la que la americanidad del western es también una manifestación de poesía del camino, del tránsito y, en consecuencia, del desarraigo; e, incluso, del exilio interior. Es un aventurero romántico e idealista. -La Biblia gravita sobre todo la historia del western. Los mitos bíblicos que más hondo han herido al western y que más se interrelacionan en su entramado, son el mito del pecado original, mito genesíaco por excelencia, y el mito de la tierra prometida, mito mosaico por excelencia. Uno y otro se sostienen y destruyen recíprocamente y de su precario equilibrio mutuo surge un tercero, el mito del patriarca, mito profético por excelencia. -Los trágicos patriarcas fueron en su juventud pioneros y su itinerario fue el vehículo que trasladó a la plenitud del vacío de las praderas la exaltación de las caravanas en el camino. Pero esa exaltación se ahogó en sus gargantas. La memoria de esa sangre les marca, como sus hierros marcan sus reses: es el signo, la cicatriz de la herida del pecado original, transmisible como el que corresponde a todo génesis. -G.A.Astre: ‘’una conciencia que proclama su inocencia, pero que no cesa de sentirse culpable y que, por medio del western, oscila entre la exaltación a su misión civilizadora y los remordimientos que le produce el recuerdo de esta misión’’ -La categoría narrativa específica del western es la de hostilidad circundante o, con más precisión, la antes enunciada de territorio hostil, el principio de la Naturaleza agresora. La vida del hombre del western está amenazada por el entorno, pero también por su propia respuesta a esta amenaza circundante. - El cine del Oeste mejora el mundo, porque enseña a sus contempladores los iconos que representan los comportamientos sin fronteras; y es ahí, en la destrucción desde dentro de todas las fronteras artificiales, donde hay que buscar uno de los signos naturales de la universalidad de esta formidable aventura cinematográfica. Estamos, por consiguiente, en la pista de despegue de uno de los grandes vuelos imaginativos de este tiempo, y tal vez por eso, el western alcanza sus mayores elevaciones emocionales cuando su destinatario es un público formado por niños, o lo que es lo mismo, por adultos pesimistas, hombres cuya identidad de alimenta de sus carencias. Nos permite rescatar el perfume de una delicada sensación perdida: la gloriosa ilusión de que los hombres todavía movemos con nuestros actos los inasibles hilos que mueven nuestro destino.

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2. LOS FORAJIDOS DEL VIEJO OESTE La figura del outlaw Si hay una figura que representa como ninguna el espíritu y alma de todo lo relacionado con el Viejo Oeste y su americanidad, ya sea a través de la historia o sus cientos de adaptaciones al cine, es el villano, el mal hecho persona que vaga por toda la vasta tierra maldita del sur de Estados Unidos. Es un perfecto analista del territorio, conoce a todo lo que gira alrededor suyo. No se esconde entre la multitud, al contrario, renuncia a toda máscara y lleva su maldad de los pies a la cabeza a través de rasgos distintivos como gestos, ropas y acciones que le delatan. El forajido no mata por matar, sólo mata para sobrevivir y cuando es necesario: el sólo es un superviviente de toda este oscuro universo. La muerte forma parte de su existencia, sólo sabe ir en contra de la ley y lo sabe hacer realmente bien, diríamos incluso que ha nacido para ello y que lo disfruta; forma parte de su destino y condición, ir en contra de eso sería completamente antinatural. Hasta él lo hace de una forma artísticamente siniestra y con una macabra belleza, visible en esos duelos a muerte en el que dos hombres frente a frente se enfrentan a su destino y durante unos segundos no son nadie, esperando al impasible futuro de sus vidas. El western es el lugar donde lo bello y lo malvado se funden y dan lugar a un poema muy peculiar, un poema oscuro, pero sobre todo humano y con infinidad de connotaciones religiosas. El forajido del western no es sólo un villano: es un vigilante. Está en constante alerta ante todo lo que surge en su territorio, nunca va desarmado y es capaz de desenfundar el revólver cuando la ocasión lo requiere para meterse en la boca del lobo. Aun así, desnudo ante la multitud, el villano siempre ejercerá el mal y lo hará hasta el fin de sus días al igual que nuestro personaje estudiado aquí, Jesse James. Todos ellos saben que algún día su fin llegará ya que no sólo viven con la muerte, sino que trabajan con ella cogidos de la mano como ángeles de la muerte encomendados a repartir el destino de los demás. Sergio Leone, uno de los grandes directores de la historia del western y más concretamente del spaguetti western dijo en declaraciones sobre los personajes de su película ‘Hasta que llegó su hora’: "Todos los personajes del film, con la excepción de Claudia (Cardinale) son conscientes de que no llegarán al final con vida. Es una danza de muerte". La oposición al malo del western es el bueno. Aunque en sus formas y acciones no haya una distinción muy marcada, el hombre bueno americano es con frecuencia un granjero, padre de familia, que su único objetivo es proteger lo suyo: su hogar, sus tierras y sus seres queridos. La forma es la misma que la del malo, mediante la muerte. Es un juego de supervivencia, del gato y el ratón, donde el bueno espera a que el malo venga a por él, pues sabe que en algún momento de su historia pasará y está preparado para ello. Como explicamos anteriormente, el western es un rito, y aquí comienza cuando se dispara un arma de fuego, ya sea para proteger lo tuyo o para arrebatárselo a los demás. Pero, ¿por qué, sin embargo, nos fascina más el villano que el héroe? Aunque los dos realicen el acto de matar, en el malo encontramos una superioridad debido al ‘poder’ que tiene este sobre todos los demás, el poder de juez de la vida que nosotros contemplamos a través de la pantalla y que tiene unas connotaciones oscuras del ser humano que añoramos realizar como desafío a lo moral y a lo ‘políticamente correcto’. Queremos ser otra vez niños y no tener reglas sobre nosotros. Nos fascina la violencia, el lado macabro de la humanidad. Y esta añoranza es precisamente lo que más caracteriza al visionario de este peculiar género cinematográfico.

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A medida que el tiempo pasa los roles de bueno y malo se diluyen hasta tal punto que ninguno se diferencia del otro. Solo son sujetos en un mundo tratando de sobrevivir. El que era héroe puede ser a la vez villano. Una persona que mata a familias puede ser el padre de una, como Clint Eastwood y su personaje William Munny en ‘Sin perdón’. Al fin y al cabo, las leyendas son solamente leyendas. Son solamente seres humanos en un único juego sin bandos: el juego de la vida y la muerte. El juego del western. A continuación se mostrarán algunos de los mitos y leyendas del Viejo Oeste, concretamente los forajidos más famosos de la historia, y su vinculación con la historia del cine contemporáneo. Ante todo deseo recordar que es una selección personal de las películas y que las he escogido pensando que son las más indicadas para explicar la figura de estas personalidades, tanto en este apartado como en el siguiente sobre vinculado a la historia de Jesse James. Billy El Niño y ‘Pat Garret and Billy the kid’, de Sam Peckimpah (1973) Es posible que William H. Boney, más conocido por Billy el Niño, sea junto con Jesse James el forajido más conocido de América y uno de los que más se ha representado en el cine. Su fama se debe a dos factores fundamentales: su corta edad de vida y el misterio que hay alrededor de él ya que no hay apenas datos de su vida, sólo estimaciones. Nació en Nueva York en torno a 1860 o 1861. En 1873 se mudó a Nuevo Méjico con su madre enferma de tuberculosis. Tras varios trabajos ganaderos cometió su primer crimen: robar ropa en una lavandería china. Pasó dos días en el calabozo y, en vez de escarmentarlo, le animó a acercarse más al lado criminal. Tras varios encarcelamientos con robos, su primer asesinato fue a los 16 años en un salón de Camp Grant, Arizona. Mató a Frank ‘Windy’ Cahill cogiendo su revólver y huyó de la escena, viajando a caballo de nuevo a Nuevo Méjico. Allí pasó a ser miembro de una banda juvenil liderada por un hombre llamado Tunstall, donde se empezó a llamar ‘el Niño’. En un enfrentamiento con otra banda, Billy se hizo con el liderazgo con tan sólo diecisiete años. Refugiándose en un enclave militar llamado Fort Sumner fue ganándose un nombre por toda América hasta que Pat Garret, un ex forajido elegido sheriff y US. Marshall, fue encomendado para capturar a Billy. En 1880 lo consiguió, pero tras una fuga espectacular Billy consiguió volver a Fort Sumner. En diciembre de 1881 Garret volvió a dar con él y finalmente lo mató con un tiro en el corazón. Como curiosidad, 122 años más tarde un sheriff llamado Tom Sullivan reabrió el caso desenterrando el cuerpo de Billy y el de su madre para comprobar si de verdad Garrett había acabado con su vida, ya que un anciano llamado Brushy Bill Roberts declaró en 1941 ser Billy el Niño con veintidós declaraciones jurídicas y muchas evidencias físicas. Según palabras de Brushy Bill Roberts, Pat Garrett mató a su amigo William Barlow y declaró todos sus asesinatos cometidos, con tal de recibir el perdón antes de morir. En la película de Sam Peckimpah, la cual he escogido por pertenecer al género de western crepuscular (al que pertenece también nuestra película analizada), narra el final de las vidas de Billy y Garrett. Comienza con el asesinato de Garrett por la muerte de Billy. Seguidamente se nos cuenta la historia de cómo Pat se hace sheriff y la búsqueda de su antiguo amigo. El Niño se nos muestra como una persona carismática, despreocupada. Muy leal, defiende a todos los miembros de su banda e, incluso cuando intenta huir, finalmente se queda por la muerte de su amigo Paco y así poder vengarlo. Es un mujeriego, incluso se enamora al final de su vida. Pero lo más importante es que, como todo forajido, no se arrepiente de lo que hace y sabe que

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nunca va a cambiar. Como dice Pat: ‘’Este país se hace viejo y quiero envejecer con él. El Niño no piensa lo mismo’’. ‘Butch Cassidy and The Sundance Kid’, de George Roy Hill (1969) Robert LeRoy Parker, más conocido por Butch Cassidy, nació el 5 de abril de 1866. Vivía en una granja con su padre en Circleville, Utah, utilizada por los forajidos de la época, entre los cuales el más frecuente en sus visitas era Mike Cassidy, que tuvo una influencia tan grande en Robert que le llevó a utilizar su apellido en el mundo del crimen. El 24 de 1889 se unió a Tom McCarty y Matt Warner en el atraco a un banco de San Miguel Valley, el primero de una serie de golpes de su banda. Más tarde Cassidy formó una nueva banda con el nombre de ‘’The Wild Bunch’’ (la cual representaría Sam Peckinpah en su película de 1969) y en la cual se encontraba Harry Longbaugh, conocido como The Sundance Kid. Longbaugh nació en Colorado en 1870 y no se sabe mucho de él, sólo que pasó 18 meses en una prisión de Sundance. Después de un atraco fallido en 1897 se unió al Grupo Salvaje. Como curiosidad, Cassidy siempre ordenaba disparar a los caballos y nunca a los jinetes. Se orgullecía de no haber matado a ningún hombre. Después de varios atracos legendarios y de gran éxito, varios de la banda fueron cazados o abatidos en 1900, y Cassidy emigró a Sudamérica junto con Sundance. Tras varios años como granjeros, en 1906 decidieron volver a las andadas robando bancos pero fueron abatidos en Bolivia en el año 1909 después de varios atracos. La imposibilidad de reconocer los cuerpos agranda más la leyenda, incluso afirmando por algunas partes que no fue en Bolivia sino en Uruguay donde fueron asesinados, y en el año 1911. En la película de George Roy Hill, la cual he escogido por ser un referente en la historia del western al haber ganado 4 premios de la Academia, Narra los acontecimientos del último atraco por parte del Grupo Salvaje, fallido en la segunda vez y la posterior huida de Butch y Kid durante todo el film, para finalmente exiliarse en Bolivia (dónde fueron asesinados por el Gobierno). A diferencia de Billy The Kid, estos dos bandidos se denominan como ‘’bandidos de pacotilla’’. Butch es el simpático, no quiere pelear nunca y tampoco ha disparado a nadie en su vida. Kid es tozudo, siempre quiere arreglar las cosas con disparos. Pero hay una cosa que los une: su ambición por hacerse ricos y seguir viviendo a toda costa, aunque sea huyendo. Si tienen una oportunidad de no pelear la aprovechan, como la escena donde Kid decide saltar al río aunque no sepa nadar. No les importa su honor, sólo las mujeres y cómo gastar su dinero. Finalmente, justo antes de su muerte, deciden pelear por su honor en vez de huir aunque esto significase su fin. Frank James y ‘La venganza de Frank James’, de Fritz Lang (1940) Antes de centrarnos en el legendario y quizá más famoso forajido de la historia, Jesse James, hablaremos sobre su hermano Frank James a modo de preludio del apartado analítico de su figura. Al ir su vida muy en paralelo con la de su hermano y debido a su menor importancia, sobre Frank James hay poco que escribir. El 10 de enero de 1843 nació el primer hijo de la familia James, Alexander, que posteriormente se lo cambiaría por Frank porque el anterior le parecía demasiado afeminado. Al ser el hermano mayor, fue el más maduro y sensato del equipo Jesse-Frank, más centrado y superviviente. Después de la Guerra Civil, Jesse formó una banda de criminales en la que estaría su hermano mayor Frank y su primo por parte de madre, Cole Younger Simms. Tras

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varios robos con éxito en 1873 ya era conocida como ‘’la Banda de los James’’ y cambiaron su objetivo de robar bancos por asaltar trenes. Continuó hasta 1881, cuando en un atraco fallido a la oficina del First National Bank diezmó la banda con varios heridos. Los hermanos James consiguieron escapar de Dakota y entre 1876 y 1879 se fue dispersando hasta cometer su último atraco en una diligencia en septiembre de 1881. Después de eso, Jesse James fue asesinado por dos miembros de su banda en 1882: Charles y Robert Ford. La película de Fritz Lang narra la venganza de Frank James posterior a la muerte de su hermano, que al enterarse de que Charles y Bob Ford se están ganando la vida burlándose del asesinato de Jesse se toma la justicia por su mano. Cómo veremos más adelante en las dos películas analizadas, aquí Frank sigue siendo un bandido precavido, cauteloso pero con ansias de venganza por el asesinato de su hermano. Intenta llevar una vida tranquila como granjero pero no puede renegar de lo que es y se embarca en un camino de venganza y muerte.

3. JESSE JAMES EN LA HISTORIA DEL CINE

Hablar de Jesse James en la historia del cine es decir poco. Nos encontramos con el personaje real más veces llevado a la gran pantalla del western, con un total de cuarenta y siete películas. Es todo un emblema, una personalidad que ha llevado un largo recorrido desde los comienzos del cine mudo hasta el tecnicolor y la producción de películas de Serie B. Antes de pasar a la película que nos centra en este trabajo vamos a analizar, comparar y reflexionar la leyenda del bandido a través de dos películas fundamentales de la filmografía que han marcado la historia del género: ‘Tierra de audaces’, de Henry King, y ‘La verdadera historia de Jesse James’, de Nicholas Ray.

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Tierra de audaces, o la visión del ser humano contra la máquina de hierro destructora de su mundo. Nada más empezar el film los créditos iniciales dan una premisa sobre la clave de los acontecimientos que marcarán la trama: el tren que avanza y destruye. Cómo dijimos antes, la historia del ser humano contemporáneo en los Estados Unidos de finales del siglo XIX está profundamente marcada por la incursión del ferrocarril y la llegada de la industrialización a las tierras del sur. El Gobierno es sobornado por la Institución del Ferrocarril y presiona a los habitantes para que cedan sus tierras, ya sea por el pago de una mísera cuantía o por la violencia. La venganza llevada a cabo por Jesse James en su vida fue hacia esta máquina, y por todo el daño que le hizo el Gobierno al haber asesinado a su madre y quitado todo lo que tenía. Esto se ve claramente en su asalto al primer tren, donde le va diciendo a los ricos viajeros que ‘’culpen al ferrocarril de estos actos’’. También se puede ver en la misa de su casamiento, donde el cura le da las gracias por lo que hace ya que él sufrió lo mismo (‘’me arrebataron lo mío’’), y lo proclama como un ‘’Robin Hood’’ que lucha por la causa del pueblo, el nuevo héroe. Incluso cuando quiere confiar en el Gobierno al entregarse éste le traiciona nuevamente. No puede confiar en nadie. Su mujer, Sirley, confirma su espíritu: ‘’Sé que nunca cambiará. Jesse será un forajido hasta que se muera. Un potro indomable (…) Ésta vida le ha transformado’’. Hasta en su último día de vida con la visita de Bob y Charles Ford anunciando un nuevo golpe por parte de su hermano Frank le hace replantear su vuelta al crimen, pero tras una escena donde ve a su hijo jugando a ser él y exclamando ‘’Jesse James es el que tiene que morir’’, se da cuenta de su trágico destino y se redime. Aun así la muerte que le tenía preparada Robert Ford disparándole por la espalda mientras descolgaba un cuadro formaba parte de su destino. A todos los villanos del Viejo Oeste les llega su fin, tarde o temprano. En el final de la película se proclama un discurso donde Ruth, el tío de Shirley, afirma en el entierro que ‘’ni siquiera la Nación se avergüenza de Jesse James’’. Nadie se avergüenza, ya que ha muerto una leyenda y se va otro trozo de su historia, masacrada otra vez más por la industrialización y el avance de la modernización. Es tan grande su nombre que en su lápida pone: *en memoria de Jesse James, asesinado por un traidor y un cobarde cuyo nombre no merece estar aquí’’. Todo lo demás no importa.

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La verdadera historia de Jesse James, o la visión del ser humano corrompido por la sociedad. Dieciocho años después del gran éxito comercial que tuvo el film de Henry King, un director de gran prestigio llamado Nicholas Ray (famoso por su western Johnny Guitar) dirigió otra adaptación cinematográfica de esta leyenda. Con un grandísimo parecido y con una forma bastante peculiar de narrar los hechos a través de diferentes puntos de vista y flashbacks, Ray quiso mandar un mensaje con esta película. Lo hizo a través de una afirmación filosófica de Rousseau: ‘’el hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo hace corrupto’’. En una época dónde los grandes directores de Hollywood realizaban películas con grandes mensajes, él quiso tratar el tema de la psicología humana y cómo grandes conflictos como una guerra civil puede marcar en la vida de las personas. Al igual que en Tierra de audaces, los créditos remarcan este mensaje: ‘’La Guerra Civil generó cosas buenas y malas. Una dicotomía es Jesse James’’. Es lo que le convierte en lo que es. Después de que lo torturaran buscando a su hermano se une a la guerra aun siendo un crío (‘’un chico que ni siquiera se afeita’’). Incluso después de recuperarse de los horrores vividos y a punto de casarse, la guerra le persigue y los simpatizantes del norte acaban con su paz matando a su amigo. Las palabras de Jesse son claras: ‘’la guerra nos ha empobrecido. Los bancos nos quieren de echar aquí’’. Frank apela el orgullo, heredado de su padre: ‘’No quiero que me pisoteen’’. Es interesante ver la relación que mantienen Frank y Jesse a través del film, mucho más notoria que en Tierra de audaces. La personalidad reflexiva y cautelosa del primero y el impulso y la codicia del segundo se ven muy bien en diálogo entre ellos dos en la cueva donde se refugian: F:¿Te gusta matar? J: Forma parte de mi trabajo. F: No me enorgullece J: A mí sí. En lo referente a su formación de leyenda, hay un par de acontecimientos que reflejan muy bien la construcción del mito. El primero da lugar en una lectura de Cole Younger de un tebeo sobre la vida de Jesse James, afirmando que ‘’es un incomprendido. Es un Robin Hood que se lo da todo a los pobres’’. Termina la frase riéndose al darse cuenta de las mentiras que se cuentan. El segundo da lugar en una conversación en la estación de trenes, donde el detective Remington da respuesta a la denominación de ‘’nuevo héroe’’ que le da el pueblo: ‘’No se puede cambiar la opinión pública. Cuando se cansen de él, llegará su fin’’. La figura de Bob Ford aquí, muy mal tratada y sólo apareciendo anecdóticamente al final, cobra importancia después del asesinato: sale a la calle y proclama al mundo entero ‘’Yo he matado a Jesse James’’, tratando de hacerse un nombre en la historia del Viejo Oeste. Esto cambia radicalmente en la película del trabajo, ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’, la cual se analizará a continuación.

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4. EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR

EL COBARDE ROBERT FORD Sinopsis Narra la historia del más famoso forajido del oeste americano, el carismático e impredecible pistolero Jesse James, un bandolero sudista hijo de un predicador. Mientras Jesse planea su próximo gran robo, declara la guerra a sus enemigos, quienes intentan hacerse con la recompensa -y la gloria- que implicaría su captura. Pero la amenaza más importante a su vida puede que venga de aquellos en quienes más confía. Contexto histórico-social Los hechos acontecidos en el film datan desde el año 1881 hasta el 1892. El siglo XIX en Estados Unidos fue especialmente importante por dos acontecimientos históricos: La Guerra de Secesión y La invención de la máquina de vapor. Las tensiones entre estados pro-esclavistas y los abolicionistas, junto al aumento de los desacuerdos en la relación entre el gobierno federal y estatal, provocaron conflictos violentos por causa de la expansión de la esclavitud hacia los nuevos territorios. Abraham Lincoln, candidato del Partido Republicano y un gran abolicionista, fue elegido presidente en 1860. Antes de que tomase posesión de su cargo, los siete estados esclavistas declararon su secesión de la Unión, formando los Estados Confederados de América. El gobierno federal declaró que la secesión era ilegal y pronto se produjo el ataque por parte de los secesionistas a Fort Sumner, iniciándose así la guerra civil estadounidense. Tras la victoria de la Unión en 1865, se añadieron tres enmiendas a la constitución para garantizar la libertad de los casi cuatro millones de afroamericanos que habían sido esclavos, convirtiéndolos en ciudadanos y dándoles el derecho de voto. La guerra

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y su resolución dio lugar a un aumento sustancial de las competencias del gobierno federal. Fue un periodo de la historia estadounidense que duró de 1865 a 1877, durante el cual los Estados Unidos se dedicaron fundamentalmente a resolver las cuestiones que habían quedado pendientes tras el final de la Guerra Civil. La necesidad de solucionar las dificultades que habían dado lugar a la Guerra de Secesión se hizo patente nada más terminar la confrontación, esto es, justo después de que los Estados Confederados de América fueron derrotados en abril de 1865 y la esclavitud terminase a través de la aprobación de la Decimotercera Enmienda a la Constitución de 1787. Este periodo de la Historia de los EE.UU. es denominado «Reconstrucción» porque fue dedicado a abordar la reintegración de los estados sureños secesionistas, que tras la contienda civil iban a regresar a la Unión Estadounidense, al estado civil de los dirigentes de la Confederación, y a la condición jurídica de los libertos negros, reconstruyendo además la economía de los Estados del Sur, basada en la agricultura y devastada tras la guerra de Secesión y ahora debía complementarse (y no enfrentarse) a la economía de los Estados del Norte, basada principalmente en la industria y el comercio. La controversia sobre la manera de abordar esas cuestiones se dificultó a causa de los diferentes intereses sostenidos entre los líderes blancos del Sur, que pretendían conservar su influencia política y económica pese a la derrota militar de 1865, y los reclamos de los esclavos libertos que ansiaban plena igualdad legal y política ante sus antiguos amos; a ellos se unía el interés del gobierno de los Estados del Norte, donde la población negra era muy minoritaria, para mantener el control administrativo sobre los Estados del Sur con la menor cantidad posible de conflictos políticos y sociales. A fines del decenio de 1870 la Reconstrucción no había conseguido integrar más que parcialmente a los libertos de raza negra en el complejo jurídico, político, económico y social estadounidense, y los líderes blancos del Norte decidieron abandonar sus esfuerzos de integrar a la población negra del Sur. La introducción de la máquina de vapor de James Watt en las distintas industrias fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción. Más tarde el desarrollo de los barcos y ferrocarriles a vapor así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión interna y la energía eléctrica supusieron un progreso tecnológico sin precedentes. Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la renta y el capital. Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y laborales, revoluciones y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una mejora de las condiciones de vida de las clases populares como el sindicalismo, el socialismo, el anarquismo o el comunismo. De estas características simplemente aparece el lado sureño patriótico y anti-norteño de Jesse James, contando fábulas sobre el carácter salvaje y agresivo de la señora Lincoln y engrandando la figura del presidente sureño Jefferson por su cumplimiento con los ‘deberes maritales’ con su esposa.

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Análisis de la película Personajes Si analizamos fuera de las dos figuras más importantes, nos encontramos durante la película con algunos personajes secundarios poco reveladores e influyentes. Nada más empezar la película se nos presenta a Frank James, mucho más viejo que en las representaciones anteriores y con una personalidad dura, antipática y cautelosa. Robert Ford intenta unirse a la banda de los James pero él ni siquiera se lo plantea y lo rechaza, acusándole de ser ‘uno más’. A diferencia de otras representaciones como ‘Tierra de audaces’ o La verdadera historia..’, la relación que éste tiene con su hermano pequeño es simplemente anecdótica. La narración en ‘off’ nos da a entender que la historia de cientos de atracos que han tenido desde su juventud hasta su retiro han influido nocivamente en su relación fraternal por el temperamento impulsivo de Jesse y hay una tensión bastante creciente, tanta que ni siquiera se despide de él antes de su muerte, un acto que lamentará toda su vida. Otros personajes en el film son los que forman básicamente la banda. Charles Ford es el hermano de Robert, un hombre bastante social, burlón y despreocupado en el cuál Jesse James deposita toda su confianza después de la disolución de la banda. Wood Heit, primo de Jesse, es un hombre con fuerte carácter que utiliza sus lazos familiares para asustar a sus enemigos. Dick Liddel es un descarado, cobarde criminal y engatusador de mujeres. Ed Miller es un pobre granjero, asustadizo y temeroso por lo que le sucede a su alrededor. Como podemos ver son unas personalidades muy humanas y poco que ver con la épica honorífica del western pasado. La única mujer relevante en la trama es Dorothy Evans, quien Bob Ford conoció en el último tramo de su vida y su única amiga después del asesinato de la leyenda. Más tarde comentaremos con detalle su relación. Todos estos personajes no hacen más que girar alrededor de una historia compleja de análisis psicológico entre dos personajes perfectamente construidos y que son el centro de la trama: Robert Ford y Jesse James. A continuación se irá reconstruyendo estas dos personalidades y su profunda conexión a través de algunas escenas seleccionadas de la película. Escenas ‘’Ya estaba en su edad madura y vivía en una casa pequeña en la Avenida Woodland. Se instalaba en una silla mecedora y fumaba un habano en las noches mientras su esposa se limpiaba las manos y le hablaba alegremente de sus dos hijos. Sus hijos conocían sus piernas y el picor de su bigote contra sus mejillas. Ellos no sabían cómo se ganaba la vida ni por qué se mudaba tanto. Ni siquiera conocían el nombre de su padre. En el directorio de la ciudad figuraba como Thomas Howard. Iba a todos lados sin que lo reconocieran y comía con tenderos y comerciantes de la ciudad llamándose a sí mismo ganadero o inversionista, alguien rico y desocupado que se llevaba con cualquiera. Tenía dos hoyos de bala en el pecho que no habían sanado y otro en el muslo. Le faltaba el final del dedo cordial izquierdo y tenía cuidado de que nadie viera esa mutilación. También tenía una aflicción que llamaban ‘’párpados granulados’’ que lo hacía parpadear más del o común, como si la realidad le pareciera difícil de aceptar. Los cuartos se calentaban estando él presente. La lluvia caía más derecha. Los relojes iban más despacio. Los sonidos se amplificaban. Se consideraba fiel al Sur y un guerrillero en una guerra civil que nunca acabó. No se arrepentía de sus robos ni de

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los 17 asesinatos que se atribuía. Había pasado otro verano en Kansas City, Missouri. Y el 5 de septiembre, en 1881, tenía 34 años’’ Este es el inicio. Una voz en ‘off’ que nos va narrando los hechos más relevantes nos hace una descripción. Una descripción sin decir su nombre, pero todos lo sabemos. Es como la introducción del cuento popular. Nos introduce de lleno en la leyenda, del hombre que era único en el mundo y alrededor del cual ocurrían cosas sobrenaturales. Todo son fábulas, pero como toda fábula viene precedida de un hecho real. Un hecho real que todos los espectadores presenciamos desde el momento en que hay un fundido en negro. Desde el momento de su último cumpleaños. Esta película se fundamenta en un análisis psicológico tanto de Jesse como de Bob, y lo hace a través de diferentes conversaciones. La primera relevante que tenemos (min.26) es el primer cara a cara de ellos dos después del atraco al tren, sentados a medianoche en un porche. En un primer vistazo podemos contemplar la reacción nerviosa y niña de un Bob joven que ni siquiera sabe fumar un puro a la izquierda, y la tranquilidad inquietante de Jesse a su derecha. Le expresa su inquietud debido al enorme aprecio que le ha tenido desde que era un crío. Leía sus hazañas a través de tebeos y panfletos con la boca y los ojos abiertos y se imaginaba algún día que cumpliría el sueño de conocerle. Su respuesta es concisa y fría: ‘’Son puras mentiras’’. Acaba de matar el mito, uno de los temas más importantes del film y fundamental del western crepuscular. Aun así, Bob coge su caja donde guarda sus tebeos y esconde el velo de ladrón que ha llevado puesto durante el atraco como trofeo, como un coleccionista de sueños (min. 36). Es un niño metido en el cuerpo de un adulto. Se enfada con su hermano Charly y con Wood por tocar sus cosas y burlarse de él. No le tienen respeto. Charly se lo recuerda: C: ‘’¿Quién es este? No es Jesse’’ B:’Tú no sabes’’ C:‘’Desde que era niño Bob ha coleccionado cosas sobre los hermanos James’’ Incluso Wood le rompe su ilusión al insistirle que nunca será una persona temida y respetable. W: ‘’Puedes fingir que eres un tipo de temer en una tienda’’

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Después se nos muestra la personalidad de Jesse y su posición. Mientras juega con su hijo pequeño está constantemente alerta (‘’es sólo un pájaro’’). Es un paranóico. La voz en ‘off’ nos sigue construyendo al personaje: ‘’Jesse empezó a ver detectives en cada supervisor, barrendero y hombre común que entraba a una tienda’’. Al mudarse, ‘’despertó a su mujer con las Escrituras de la huida de la Sagrada Familia a Egipto’’. Su padre era pastor y tiene una gran vocación religiosa heredada. Compara su huida con la de Moisés, que huye de los hombres malos que quieren capturarle. Se considera a sí mismo como el salvador del pueblo libre. Después, algunos hombres de su banda son arrestados. Cuando visita a Ed Miller para encontrar al chivato, éste está muerto de miedo. Lo ve llegar como un ángel exterminador. Sabe que llega su fatal destino. Busca un responsable. ‘’¿Qué tal si damos un paseo a caballo?’’. Acepta con resignación, acepta su destino. El juego de luces nos muestra un Jesse ensombrecido, como si fuera la muerte que viene a por Ed. Va yendo uno por uno para que cumplan con su castigo.

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Es una persona que va siempre detrás, vigilando los pasos de los demás para que no le pille desprevenido.

Buscando a Jim Cummins, un miembro de la banda desaparecido, le propicia una paliza a Albert Ford para que lo delatase. Le tapa la boca y le pregunta repetidamente la misma frase: ‘’¿Dónde está Jim?’’, sin que él pueda responderle. Sabe perfectamente que desconoce su paradero, aun así tortura al niño desatando toda su

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ira y frustración hasta que Dick lo consigue parar. Si no puede castigar a Jim castiga a otro en su lugar. Seguidamente rompe a llorar, ya que se da cuenta del error que ha cometido. Al fin y al cabo, es sólo un ser humano.

’El insomnio le inundaba las cuencas de los ojos como hollín. Leía augurios en los intestinos de las gallinas o en el vuelo de pelos de gato soltados al aire. Y los augurios prometían mala suerte, lo cual lo distanciaba y aislaba’’ Son simplemente fábulas. Era un paranóico, pero la leyenda dice que veía su futuro llegar. Se avecinaba su fin y quería cambiar su destino eliminando a sus enemigos. Duelo Dick-Wood. Si antes eran peleas épicas hombre frente a hombre luchando por su honor y su destino, ahora son batallas de exterminio por un tema tan vulgar como el adulterio. Duelos que no dependen de la destreza ni la suerte, sino de quien apunte mejor. AL final se salda con un tiro por la espalda de Robert Ford contra Wood, demostrando su superioridad por haberse metido con él antes. Por detrás, deshonor. Un adelanto de su cobardía. Abatidos, cansados de luchar, heridas no mortales por su falta de destreza con el gatillo.

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Ya no hay gloria ni siquiera en los entierros. El cuerpo desnudo de Wood se halla en la nieve. Ni siquiera saben bendecir su cuerpo (‘’Bienaventurados los…’’ ‘’Mansos’’).

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Una vez que se nos muestra a detalle la personalidad cobarde de Robert y la maldad de Jesse, esas dos personalidades convergen una conversación en el comedor de la casa Ford, clave en la película. Charly se burla de su hermano pequeño por su idolatría hacia el forajido y Jesse le toma el pelo. Sin embargo, tiene curiosidad por ese lado oculto de Bob y le hace hablar de las similitudes que tienen ellos dos. B: ‘’Discúlpame por decirlo, pero supongo que son interesantes las cosas que compartimos. Empezando por nuestros padres. Tu padre era pastor de la Iglesia Nueva Esperanza. Y mi padre era pastor de una iglesia en Excelsior Springs. Tú eres el más joven de tres hermanos. Yo soy el más joven de cinco. Entre Charley y yo hay otro hermano, Wilbur, con un nombre de seis letras. Y entre Frank y tú hay otro hermano, Robert, también de seis letras. Y mi nombre de pila es Robert, claro. Tú tienes ojos azules, yo también. Tú mides 1’72 metros de altura, yo mido 1’72 de altura. Tenía una lista muy larga cuando tenía 12 años, pero parece que perdí alguna curiosidad con los años’’.

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Esta similitud entre ellos puede ser perfectamente una casualidad. Dos personas, que ni siquiera se conocen realmente, tienen más en común de lo que imaginaban. ¿Por qué? Jesse no es un superhombre, es como el resto del mundo. No es como dicen las leyendas ni las canciones. Es simplemente un ser humano. Su respuesta: la hiistoria de George Shepherd. ‘’Era un lugarteniente de Quantrill. Me contó algo parecido a lo que me dijo Bob. Siempre hablaba de lo que teníamos en común para meterse a la banda. ¿Cómo iba a saber que estaba resentido conmigo? ¿Cómo iba a saber que me estaba mintiendo para caerme bien? Una mañana George llega al campamento y unas 20 armas le dispararon’’. B‘’¿Por qué te guardaba rencor?’’ Jesse le muestra su lado más sanguinario. J: ‘’George tenía un sobrino y quería que lo protegiera en la guerra. Ese sobrino tenía 5000 dólares. Resultó que murió en batalla y alguien le robó el dinero. Y cuando George está en la cárcel, alguien le dice: Jesse James fue el que lo degolló’’ Le envía un mensaje a Bob. Le recalca de nuevo que no es la persona que se muestra en sus preciados tebeos. En ese preciso momento, el héroe de su infancia muestra su verdadera cara, inundada por la locura y el mal. Conversación Charly-Jesse Lo despierta de madrugada y le cuenta cómo asesinó a Ed por la espalda. Va por detrás, sigiloso como la muerte. Hay una tensión constante en la pantalla, no sabes cuándo va a ocurrir. El destino hacia la muerte es inesperado. Ed simplemente ruega que llegue pronto. Ha asumido desde el primer momento en que salió de su casa que nunca más regresaría. Lo remata en el suelo. Acto de asesinar, por la espalda. No hay honor ni gloria.

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¿Has considerado suicidarte?

Mientras pasan por un valle helado, Jesse se para y le hace esa pregunta. C: ‘’Me parece poco respetable’’. J: ‘’Una cosa te voy a asegurar: no te molestará morir cuando te hayas asomado al otro lado. Desearás volver a tu propio cuerpo tanto como comer tu propio vómito’’.

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Seguidamente, ve el suelo helado de sus pies y dispara concienzudamente. Se desprecia a sí mismo después de tantos asesinatos. No tiene paz en su alma. Desea acabar con su vida o que alguien lo haga por él. Al disparar espera que se rompa el hielo y caiga al agua para morir congelado, pero el destino no lo quiere así. Se marcha, y nos damos cuenta de que hay un lado humano en él que desea acabar con todo el mal.

‘’Jesse cada vez es más arrogante, alegre, temperamental, excéntrico, impredecible. Pero al mismo tiempo que bromeaba o le hacían cosquillas a su hijo Jesse miraba a Bob con ojos melancólicos como si estuvieran enredados en una conversación íntima. Bob sabía que el hombre lo había descubierto, que sabía sus razones para venir eran falsas, que Jesse podía predecir todos sus movimientos y preferencias y solo se hacía el inocente para que Bob cayera en una calma estúpida y cometiera errores’’ Jesse le entrega un revólver a Bob J: ‘’Pensé que tu Colt podía volar en pedazos la próxima vez que tiraras del gatillo’’. Jesse se lo regala a modo de disculpa por su actitud, pero puede ser interpretado como un regalo que va más allá. No le regala una pistola: le regala su vida. Sabe desde el principio que Bob le miente. Sabe sus intenciones. Entonces, ¿por qué le regala un arma nueva y mejor? Para que no falle cuando tenga que matarle. Para que pueda acabar de una vez por todas con su sufrimiento.

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Bob se hace pasar por Jesse James ‘’Entró al dormitorio principal e hizo un inventario de la ropa en las perchas y ganchos. Tomó del vaso de agua en el tocador. Olió el talco y las lilas en la almohada de Jesse. Sus dedos recorrieron sus costillas para imaginarse las cicatrices donde Jesse fue herido dos veces. Se dobló su dedo cordial para que le faltaran dos falanges. Se imaginó a sí mismo a los 34 años. Se imaginó a sí mismo en un ataúd. Consideró las posibilidades y todas las cosas maravillosas que podían volverse realidad’’

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La muerte de Jesse James B: ‘’¿No es muy inteligente llevar armas por la calle? ‘’ Esto cambia respecto a las otras representaciones. Aquí Jesse es un villano. Quiere que todo el mundo vea quién es. No se avergüenza de lo que es. En las otras adaptaciones fílmicas Jesse deja sus armas en la casa para que nadie vea que es un forajido, y así lo pillan desprevenido. Descubren a Bob y a Charles por un artículo del periódico del arresto y confesión de Dick Liddel. Justo en ese mismo momento se da cuenta que su hora ha llegado. Mientras Bob y Charley se encuentran abatidos emocionalmente al saber que deben matar a su amigo, Jesse se acerca tranquilamente a la ventana y se despide de su niña pequeña con la mirada. Se quita sus armas para dar un mensaje a los hermanos: hacedlo. Quitadme la vida, ahora que desenfundo por primera vez en mi vida. ‘’¿No tiene mucho polvo ese cuadro?’’. Está listo para darle la espalda. Está listo para irse. Un cuadro que precisamente es un caballo. En el Viejo Oeste un caballo significa la máxima libertad y es precisamente lo que desea. Todo ocurre muy deprisa, sin pausa, pero a la vez parece que se detiene el tiempo. Ya no estamos en duelos frente a frente, duelos de hombres, duelos de honor. Ahora se mata por la espalda y a sangre fría. Esta escena tan brillantemente filmada y con un lenguaje fílmico exquisito es muy diferente a la de películas como Tierra de audaces o La verdadera historia de Jesse James. Si en estos a Jesse le disparaban sin que él lo esperase, aquí sabe perfectamente qué va a ocurrir. Lo sabe hasta la última imagen que ve en su vida: Bob Ford apuntándole, que lo mira a través del reflejo del cuadro. Jesse James se suicidó y fue Robert Ford, y un cobarde, quien le ayudó a conseguirlo. El hombre que siempre iba detrás fue asesinado precisamente por la espalda, sin sus armas. Esta muerte tiene un significado brutal en la historia del mito: el cobarde asesina toda esperanza del americano en su mirada nostálgica y apuñala cualquier indicio de esplendor de su vida pasada. Es el cambio hacia una nueva era. Ya no va a existir ningún Jesse James en la historia.

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Todos se querían hacer una foto con su cuerpo fallecido y todo el mundo deseaba a toda costa tener un recuerdo sobre él. Realizaban peregrinajes a su casa o veneraban sus restos. Su cuerpo recorrió el país para que todo americano pudiera verlo. ‘’Le tomaron otra foto al renombrado bandido yaciendo en su cama de hielo. Esa era la foto más disponible en tiendas y farmacias para ser vista en un estereoscopio junto con la esfinge, el Taj Mahal y las catacumbas de Roma’’. Los hermanos Ford se ganaron la vida haciendo espectáculos de recreación del famoso asesinato. Pero no iban a ver a Bob Ford, sino para ver una vez más el espíritu de Jesse James, que nadaba en los corazones de la gente.

‘’Cuando estaba más enojado pensaba visitar a los parientes de las víctimas de Jesse. Iba a ir a sus casas y decir que era Robert Ford, el hombre que mató a Jesse James. Se imaginaba que le estarían agradecidos’’. El único consuelo que le queda, cuando todo el mundo le odia.

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Conversación Dorothy-Bob D: ‘’¿Por qué lo matate? B: ‘’Él me iba a matar a mí D: ‘’Tenías miedo y esa fue la única razón? B: ‘’Sí, y el dinero de la recompensa. ¿Sabes lo que esperaba? Aplauso. Apenas tenía 20 años. No entendía cómo lo iba a ver la gente. Me sorprendió lo que pasó. Nadie me aplaudió’’ Este diálogo refleja perfectamente la conclusión de esta historia. Bob no es un cobarde, ni Jesse un héroe. Sólo quería el respeto y la admiración de los demás. Siempre soñó con ser él, y acabó matándolo porque no le quedaba ninguna otra opción. El destino lo quiso así. Quería canciones que alabasen su nombre. Quería aplausos, pero nunca los tuvo. Al final, una persona que mató y robó fue la persona más querida de América, y la otra que acabó con todo ese mal fue la más odiada. ¿Por qué? Porque no asesinó a un hombre, sino a una nación entera. El western representaba la vida nacional y el origen de ella, y la borró de la historia. Esta historia siguió con Edward O’Kelly cuando mató a Bob Ford por un vago anhelo de gloria y un deseo de venganza generalizado contra él. Además fue asesinado al igual que Jesse: por la espalda y desprevenido. ‘’Nadie elogió a Bob, ni vendieron fotos de su cuerpo en las tiendas. La gente no abarrotó las calles en la lluvia para ver pasar su cortijo. Nadie escribió su biografía. Nadie nombró a un niño en su honor. Nadie pagó 25 centavos por estar en los cuartos donde creció. La escopetad disparó y Ella Mae gritó, pero Robert Ford solo se quedó mirando el techo con la luz de sus ojos extinguiéndose antes de encontrar las palabras correctas’’.

Fundido en negro.

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5. CONCLUSIÓN

‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’ es una película única, irrepetible en la historia del cine. El mejor western del siglo XXI, precisamente porque no se ha hecho jamás algo con semejantes características. Todo se cuece a fuego lento, como en el viejo oeste, desatapando todos los finísimos rasgos de sus personajes y su profundísima conexión emocional. Dominik recurre a una historia donde un simple hecho (un enfrentamiento entre dos personalidades distintas) va mucho más allá, nos habla de sus personajes a corazón abierto y todo lo que guarda en ellos: sus miedos, sus frustraciones, sus ansias, su transformación en el tiempo. La voz en off no es nada banal, sino que nos transporta a través de un largo recorrido por la narración contándonos muchísimos detalles, junto a un trabajo de fotografía sobrecogedora por parte del aclamado Roger Deakins y una banda sonora de Nick Cave impecable, poniendo énfasis en los momentos más cruciales. Tiene un perfecto equilibrio entre narración cinematográfica y reconstrucción casi documental. La primera parte de la historia, se limita a contárnoslo todo con pelos y señales, sin obviar ni un sólo detalle y dejando cada cosa en su lugar, sin embargo, es durante ciertos tramos, cuando una brutal tensión, un golpe árido y seco, nos deja ensimismados con todo lo que transcurre en la pantalla, nos aturde con ese relato que contemplamos, palpitantes, pese a saber cuál es el final. El reflejo que observa Jesse antes de ser tiroteado por Robert en el cuadro, no es más que un reflejo de esa situación, de como él lo acata sin poner trabas, de cómo deja que todo siga su cauce y nos muestra esa relación que fue de la admiración y el respeto al pavor más visceral, hasta terminar como una tragedia desgarradora, que se te pega, que te deja impertérrito por mostrar una vez más cuan traidoras pueden llegar a ser las emociones, y lo imperfecta que es esa máquina llamada ser humano Tres horas de intensa planificación de planos y escenas cuidando detalle a detalle, con un control del tiempo y la puesta escena pausada, marcado por unos rostros áridos y serenos. Esta película es la historia de Bob Ford, no la de Jesse James; es la historia de todo lo que pasa por su cabeza y sus sentimientos: admiración envidia, miedo, humillación, ansia de gloria. Los de Jesse son locura, desvarío, paranoia. Aquí no se nos cuenta una historia de robos ni de muertes épicas. Es un desglose del corazón de dos seres humanos. Realizar un western de estas características es muy arriesgado. Dominik apostó por un acercamiento con el espectador, lo trata de igual a igual. Quiere que vea los gestos, que se fije en los detalles, en las miradas, para que veamos más allá de las palabras. El mito de Jesse James se nos presenta oscuro, frío; la cobardía de Ford aparece cercana, cálida, humana. Pero ambos actores protagonistas, con sus miradas, sus rostros sin maquillar y sus gestos, expresan con brío el destino de estos personajes. Un destino que constriñe, marcado a fuego, y les guía a la hora de comportarse en el conocido desenlace de tiros por la espalda y cuadros en la pared (ya haya que enderezarlos, limpiarlos o colgarlos…)

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6. BIBLIOGRAFÍA Y FILMOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA: -FERNÁNDEZ SANTOS, ÁNGEL. Más allá del Oeste. 2007 -ALBERT SASTRE, GEORGES. El universo del Western. 1998 -HUECAS DOVAL, GREGORIO. Breve historia del Salvaje Oeste. Pistoleros y forajidos. 2010 - PORRAS STRAEHLE, EDGAR. El mito como excusa: diferentes usos del "western" págs. 203-220 -LAZCANO GONZÁLEZ, JUAN IGNACIO. De cómo Búfalo Bill se inventó el Salvaje Oeste. 2013 -ESTEVE, CESC. Sin Perdón, entre el mito y la historia del Oeste Americano. Págs 761-774 -JUAN PAYAN, MIGUEL. Los mitos del Oeste en el cine. 2004 FILMOGRAFÍA: -El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (The Assasination of Jesse James by the Coward Robert Ford, 2007). Director: Andrew Dominik. -El gran robo del tren (The Great Train Robbery, 1903). Director: Edwin S. Porter. -El hombre que mató a Liberty Valance (The man who shot Liberty Valance,1962). Director: John Ford. -Pat Garrett y Billy The Kid (Pat Garrett and Billy The Kid, 1973). Director: Sam Peckinpah. -Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and the Sundance Kid, 1968). Director: George Roy Hill. -La venganza de Frank James (The return of Frank James, 1940). Director: Fritz Lang. -Tierra de audaces (Jesse James, 1939). Director: Henry King. -La verdadera historia de Jesse James (The true story of Jesse James, 1957). Director: Nicholas Ray.