el conquistador francisco cortés, reivindicación de un cobarde

8/9/2019 El conquistador Francisco Cortés, reivindicación de un cobarde

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Independencia 79Colima, C o l . C P . 28000México

Telfax91 (331)22857

ISBN 968-7412-05-4

000802



índice

Introducción 51. Raíces de un proyecto 7

2. Francisco Cortés en Colima 143. Conquista de Amula 214. En busca de las Amazonas 255. El retomo de los fracasados 346. El mito de una segunda fundación 387. Francisco Cortés en desgracia 47Colofón 49

Notas 51



El conquistador Francisco Cortés.

Reivindicación de un cobarde

José Miguel Romero de Soiís *

A don Genaro Hernández Corona

Introducción

Entre los conquistadores que padecieron la incuria del tiem po, el menosprecio de sus contemporáneos y el desinterés delos cronistas, figura Francisco Cortés, a quienes algunosagregan la coletilla "de San Buenaventu ra" . Sin embargo, tan

to las fuentes documentales de la época como los resultadosderivados de su gestión, dan pie para opinar que éste mereceser reinvindicado y, en el caso específico de la historia regional del occidente de México, abrirle un espacio mucho másamplio y generoso del que le ha sido otorgado.

* Investigador del Programa Cultura (CUIS/Universidad de Colima);director del Archivo Histórico del Municipio de Colima. Miembro delSist ema Nacional de Investiga dores. Este trabajo corres ponde al capítulo I de mi obra Colima: raíces y rostros (1 9 9 4 ) , aún inédi ta , de la que

está en prensa una versión abreviada que coeditan El Colegio de Méxicoy el Fondo de Cultura Económica, bajo el título Breve Historia de

Colima.

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Escasísimas noticias biográficas tenemos. Se supone queera extremeño y pariente más o menos cercano de HernánCortés; quizá ambos cruzaron juntos el Atlántico y, tras pasar un tiempo en Cuba, unieron de nuevo sus destinos en laconquista de México-Tenoch t i t l an . 1

Al silencio total de las fuentes sobre sus ancestros ylugar de origen hay que sumar la ausencia de otros datos: nose le conocen amores ni hijos. De acuerdo a los testimoniosconservados, parece haber sido un hombre más bien solitario,nostálgico, cohibido, incluso débil; lento en las decisiones, in -fluenciable y tímido, por no usar el doloroso calificativo decobarde.

Pero aquel conquistador tuvo sin duda tamaños y cualidades. Fue un buen organizador, capaz de sugerir e intuir elfuturo, crear vínculos y suscitar lealtades.

No aparece probanza alguna de sus méritos y servicios . Nadie tampoco reclama por su fama ni gloria. No hay rastrosde bienes ni testamentos, ni siquiera un poder o una carta de

compraventa que permitan avizorar sus intereses económicos.Apenas quedan confusos recuerdos que aluden a sucomprensión y ternura, a su dureza y violencia, algunos ecosde su bonhomía con los naturales y también denuncias y rescoldos de la destrucción y la opresión que dejó tras de sí lahueste por él capitaneada.

Cuando estuvo al borde del éxito y el poder, la quiebrade Hernán Cortés le arrastró consigo y lo opacó por un t iem po. La vuelta del capitán general, con utópicos proyectos, fueotra oportunidad para Francisco Cortés, sin embargo apenasalgunas huellas pueden localizarse de lo que pudo acontecer.

El tiempo no había corrido en balde: en silencio t ranscu-rrirfan sus últimos años , residiendo tal vez en la Villa de Col i -

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El conquistador Francisco Cortés

ma o en su encomienda de Tecomán mientras casi ciego esperaba una muerte sin epitafio a lg un o . 2

Pretendemos aquí rastrear sus huellas, relacionar situaciones y dar elementos de juicio para colocar a FranciscoCortés en la coyuntura crucial de la que fue protagonista: losalbores de la historia colonial de una amplia región que nom

bramos, quizá con cierto atrevimiento, el gran Colima.

1. Raíces de un proyecto

Aquella puebla de españoles situada en el finísterre novohis - pano habría de adquirir para Hernán Cortés un valor especial:la Villa de Colima sería un enclave suyo para nuevas exploraciones y conquistas, tanto por tierra como por mar. 3 Para la

realización de este proyecto, Hernán Cortés diseñó una estrategia que, con seguridad, fundamentó en las informacionesrecabadas, entre otros, por Gonzalo de Sandoval , Cristóbalde Olid, Antonio de Carva ja l 4 y otros conquistadores.

Ante todo, buscó al hombre en quien descargar su confianza y, para el puesto, eligió a su pariente Francisco Cortés,a quien instruyó para su misión marcándole objetivos muy precisos, entre los cuales, destacan los siguientes: consolidar aquella puebla recién fundada, ampliar su jurisdicción connuevas tierras, controlar desde Colima el territorio tarasco,repartir los pueblos michoacanos entre los españoles des

contentos, acelerar los trabajos del astillero de Zacatilla paratener listas las naos del sueño y abrir derroteros inéditosmediante exploraciones y conquistas más ampl ias . 5




Esta estrategia, sin e m b a rg o , fue llevada a cabo por eta pas: pr imero , en la región sometida por Cristóbal de Olid yáreas anexadas por Francisco Álvarez Chico; después, en C o lima y provincias limítrofes; en tercer lugar, organizando laimportante expedición a través de Jalisco hacia tierras nayari-tas .

Obedeciendo las órdenes del capitán general, Francisco

Cortés salió de la Ciudad de México. Es preciso situar su partida meses antes que don Hernando se pusiera en camino paralas Hibueras a combatir la rebelión de Olid (octubre de1 5 2 4 ) . 6 Una fecha tentativa pudiera ser diciembre de 1523,

por cuanto por esos días fueron suscritas las cédulas de encomienda más antiguas que nos han llegado de pueblos de la región col imeca . 7 De este modo, bien pudo Francisco Cortésser el portador de las mismas e iniciar su viaje en ese mismomes o en enero de 1524.

Francisco Cortés ocupó los primeros meses del año entareas específicas por tierras de Michoacán y Zacatilla. Ante

todo conviene fijar los límites del escenario de tales actividades.Un indicio muy claro son los "cor reos" remitidos por él a

la capital novohispana y de los que hace mención el capitángeneral en la única carta que escribiera a su pariente que hayasido hasta el momento localizada. Los portadores de sus not icias fueron Juan de Cartagena, vecino de Zacatula; un clérigo, que seguramente fue el padre Francisco Martínez, cura deaquella villa; unos indios de la tierra; y Juan Pantoja, conquistador de Michoacán, Colima y Yopelc ingos , que se avecindó en Pátzcuaro y, con el tiempo, fue encomendero de La

H u a c a n a .8

8




En la misiva a la que nos referimos, Hernán Cortés jus t ifica no haber contestado antes las diversas cartas enviadas

por su pariente, dando algunos motivos: estar ocupado en losdespachos para Castilla, por los quebrantos y desazones suscitados ante las alarmantes noticias del alzamiento de Cristó bal de Olid ("otras muchas cosas que al presente se han ofrec ido" , dice con aparente serenidad Cortés), y

por concertar el repartimiento de esa villa, el cual va agora hecho por parecer de Rodrigo Á l v a r e z . 9

La "villa" aquí señalada debe ser Zacatula. Curiosamenteel encargado de "concertar" tal repartimiento era Rodrigo Ál-varez , hermano de Francisco Álvarez Chico, quien descubriese y fundase aquella villa.

En segundo lugar, entre los datos que nos aporta la cartade Cortés, se alude a la rebeldía de los indios de Chipila, pue

blo perteneciente a la provincia zac a t u l ana . 1 0 Según da a entender la carta, Francisco Cortés creía oportuno castigar a los

naturales alzados. El capitán general está de acuerdo contales represalias pero mediatiza el castigo a un próximorepartimiento de pueblos que, a tenor del texto, parecería degran magnitud. Este "repartimiento" anunciado, distinto alelaborado en México por Rodrigo Álvarez, obliga a preguntarnos si sólo Chipila estaba alzado o si había otros puebloslimítrofes también en rebeldía. El castigo previsto sería laguerra total. En el escueto lenguaje cortesiano simplementese dice: "e para esto yo os envío ballestas y pólvora y almac é n " . 1 1

A propósito de estos repartimientos, pensamos que, el primero, concertado por Rodrigo Álvarez, beneficiaba a losvecinos de Zacatula, dándoles pueblos cercanos a este puerto

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-una manera de fijarlos a esta villa estratégica en el proyectomarítimo de Hernán Cortés-, y el otro, apenas anunciado,tendría efectos más extensos, a favor de españoles residentesen tierras tarascas e incluso de los vecinos de Colima.

En efecto, el 24 de julio de 1524 están, datadas las cédulas de encomienda suscritas por Hernán.Cortés de los pueblosde Charo y Tajimaroa en beneficio de Rodrigo de Albornoz y

Gonzalo de Salazar, r e spec t i v am en t e ;

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del 13 de agostosi

guiente, son las cédulas que benefician a los vecinos de Col i ma Jorge Carrillo y Benito Gallego, quienes recibían pueblos,el primero, en Tepetitango y Motines, y el segundo, en la

provincia de C o l i m o t l . 1 3

Por consiguiente, este gran repartimiento anunciado a-barcó pueblos de un amplio territorio que comprendía Z ac a -tula, Michoacán y Colima, y que quedaba bajo el cuidado y laresponsabilidad de Francisco Co r t é s^^^ i z^^—

Francisco Cortés aprovechó su estancia en Zacatula parareprimir a los naturales alzados, repartir pueblos a los españo

les allá avecindados y, también, agilizar los trabajos del puerto y astillero.

Mientras pasaban los días en Zacatu la , tuvo oportunidadde sopesar posibilidades y obstáculos. Entre las medidas que

juzgó conveniente tomar, destaca la propuesta formulada adon Hernando para trasladar la villa y las instalaciones portuarias zacatuíanas a A c a p u l c o . 1 4 Esto obliga a concluir queeste capitán tuvo que haber recorrido con anterioridad la costa y conocer aquella lejana bahía para tener elementos comparativos sobre las ventajas entre uno y otro puerto.

Tal vez, aparte de la mejor situación de A ca p u lco , pudo

influir en la opción de Francisco Cortés el ambiente sórdidode Zacatula. Esta villa, desde su fundación, había acumulado

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una larga cadena de sinsabores: ataques pro t a g o niza do s por

los indios alzados, " r u i n d a d e s " de los propios españoles, una

agobiante lentitud en los trabajos del astillero que hacía des

esperar al capital general, dificultades para el transporte de

materiales e, inc luso , el fortuito o provocado incend io de la s

instalaciones y pertrechos l istos en el puerto para los navios

en co ns t rucc ió n .

Escribía por aquellos días a este respecto Hernán Cortés

al Emperador:

He heclio a vuestra alteza mención de cuatro navios que tengo c o me nzados a hacer en la Mar del Sur, y porque por haber mucho tiempo quese comenzaron, le parecerá a vuestra real alteza que yo he tenido algúndescuido en no se haber acabado hasta ahora, doy a vuestra sacramajestad cuenta de la causa; y es que, como la Mar del Sur -a lo men osaquella parte donde aquellos navios hago- está de los puertos de la Mardel Norte [océano Atlántico] -donde todas las cosas que a esta NuevaEspaña vienen [y] se descargan- doscientas leguas y aún más, y en partede muy fragosos puertos de sierras, y en otros de muy grandes ycaudalosos ríos, y como todas las cosas que para los dichos navios son

necesarias, se hayan de llevar de allí, por no haber de otra parte dondese provean, liase llevado y llévase con mucha dificultad. Y aúnsobrevino para esto que -ya que yo tenía en una casa en el puerto, dondelos dichos navios se hacen, todo el aderezo cjue para ellos era menester,de velas, cables, jarcia, clavazón, áncoras, pez, sebo, estopa, betumen,aceite y otras cosas- una noche se puso fuego y se quemó todo, sin seaprovechar más de las áncoras, que no pudieron quemarse.

M ora de nuevo lo he tomado a proveer, porque habrá cuatro mesesque me llegó una nao de Castilla, en que me trajeron todas las cosasnecesarias para los dichos navios, porque -temiéndome yo lo que mevino - lo tenía proveído y enviado a pedir.

Y certifico a vuestra cesárea majestad que me cuestan hoy los navios, sin haberlos echado al agua, más de ocho mil pesos de oro, sin

otras cosas extraordinarias; pero ya, loado Nuestro Señor, están en talestado que, para la pascua del Espíritu Santo primera [Pentecostés de

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1525] o para el día de San Juan de junio, podrán navegar si betumen nome falta; porque, como se me quemó lo que tenía, no he tenido de dóndeproveerme, mas yo espero que, para este tiempo, me lo traerán de esosreinos, porque yo tengo proveído para que se me e n v í e n . 15

Cuando Francisco Cortés sugiere al capitán general eítraslado de villa y puerto de Zacatula a Acapulco, éste la

acepta en principio aunque bajo una condición: "Pero paréce-me que, hasta que esos navios vayan fuera de ahí [Zaca tu la ] ,no es posible h a c e r s e " ; 1 6 y le da algunas recomendaciones:hacer asiento, construir una amplia casa junto al desembarcadero que sirva de residencia, de almacén para lo necesario yde bodega donde guardar las mercancías que transporten los barcos; le dice también que, en lugar cercano, se haga "una buena estancia de ajes y yuca" y que los indios lugareñossiembren maíz "para que, cuando os paséis, tengáis qué co-^ ^ ^ ^ — ^ ^ ^ ^ ^

No obstante estos preparativos, a Hernán Cortés le ur

gen sus sueños : surcar el mar desconocido, descubrir la Especiería, explorar el litoral y hallar un estrecho que enlace elPacífico con el Atlántico.

Por este motivo, cuando Francisco Cortés le manda decir que no pueden llegar los mástiles previstos a Zacatula, se im

pacienta. Escribe al respecto el capitán general:

Vi la carta que me escribisteis acerca de los mástiles para los na vio s ,que decís que se hallaron muy buenos, e que no pueden traer a causa delaangustura -que dec ís- que hace el río. Y si ella es tan ancha -cdmovos dec ís- , harto lugar hay para pasar por ella árboles para carracas,cuantimás para navios como esos. Por eso, debéis de daros mucha prisa

a los traer de una parte o de otra porque, hasta que sepa que los tenéis[en Zacatula], no proveeré de cosa para los navios. Y hecho esto,escribidme luego, que yo enviaré todo r e c a udo .18

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José Miguel Romero de SxAís

2. Francisco Cortés en Colima

A través de territorio raichoacano y después de hacer visitade inspección a las minas de Tamazula, que se había reservado para sí el capitán general, por la vieja ruta de Tuxpan qvae bordea el Volcán de Fuego, Francisco Cortés ambo a la Villade Colima.

Por la Instrucción recibida, lo primero que hizo, fue acudir ante la Justicia y Regimiento y presentó al alcalde ordinario en funciones la provisión con la que se le nombraba "lugarteniente" y así, como le decía Hernán Cortés

os reciban e bagáis la solemnirJad del juramento que en ^ste caso se re quie r e .22

Si bien Francisco Cortés era enviado con el rango militar supremo sobre teda la región, también iba con plenos poderes para administrar justicia y regular la vida y necesidades del

vecindario. Recordemos que Hernán Cortés estaba en vísperas de salir a las Hibueras y era oportuno señalar responsabilidades con el objeto que, en su ausencia, las institucionesfueran consolidándose y la república de los españoles funcionara con la. mayor regularidad posible. Sobre estos pu ntos ,conviene hacer algunas precisiones.

Hernán Cortés nombra a su enviado mi lugarteniente de

la Villa de Coliman y sus comarcas.21

* Este título que eng lo baba el de "justicia mayor", tenía connotación militar; de hecho, era constituido por "teniente de gobernador" militar deuna amplia región a la que se le designaba por sede o capital

la recién fundada Villa de C o l i m a .2 4

Por Villa de Coliman y sus comarcas hay que entender, en esta situación y porconsecuencia, tanto _ la villa de españoles fundada por

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Gonzalo de Sandoval y "provincia dé Col iman" , como lasantiguas tierras pertenecientes al reino tarasco y las instalaciones portuarias de Zacatula, según ya exp l icamos .

Colima, en esta fase inicial de la Nueva España, se convierte en cabeza de un dilatado territorio -el gran Colima-

que llegaría a abarcar, en el momento de mayor dilatación,desde las riberas del río Santiago Ixcuintla, en Nayarit, hasta

por lo menos Acapulco.A modo de ejemplo, señalemos algunas pistas documentales.

El 11 de marzo de 1 5 2 7 , en pleno corazón de Michoacán-en Tzintzuntzan- , Francisco Cortés entregó a Pedro Tiscare-ño varios tiros de artillería y otras vituallas que éste debía llevar a Zacatula para su embarque en la flota pronta a zarpar

bajo las órdenes del capitán Alvaro de Saavedra Cerón condestino a "las islas de Maluco e a las otras tierras a ellas com a r c a n a s " . 2 5

Dos meses después, el 28 de mayo, Hernán Cortés ins

truía al capitán Saavedra Cerón a que. mantuviese contactoinmediato con sus lugartenientes en los territorios costeros dela Mar del Sur, a saber, Colima y T e hua n t e p e c . Decían talesrecomendaciones:

Y no hallando a ninguno de los dichos capitanes [García de Loaysa ySebastián Cabotol , haréis lo que os está dicho por los capítulos pasados,e enviaréis los navios cargados al puerto de Aguatan, que es [en] tér

mino de la villa de Colima, o al puerto de Mazatlán, que es en la provincia de Teguantepeque , y escribiréis a Francisco Cortés, que reside

en la dicha villa de Colima, y a Francisco Ma ldo na do , que reside enTeguantepeque [,..], para que con mucha brevedad me hagan saber la

venida de los dichos navios y les provean de las cosas ne c e sa r ia s .26

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Todavía, cinco años después, las jurisdicciones aquí señaladas al parecer seguían siendo válidas para Hernán Cortés,

puesto que, en 1532, cuando da instrucciones a Diego H u r t a do de Mendoza que está de partida para explorar la costa dela Mar del Sur, le dice;

SÍ. navegando por la fonna suso dicha desde el puerto de Acapulco hastael paraje de ciertos puertos que están en la costa desta tierra, que se

Harria el Ziguatanejo que es en la provincia de Colima, adelante de ladicha villa de Colima treinta o cuarenta leguas, no hubiereis visto nidescubierto tierra a l g u n a . .P

Y es conveniente aclarar que esta amplitud territorial dela jurisdicción cedida en Francisco Cortés fue incluso mantenida cuando a éste se le retiró del cargo mientras se soltaronlos rumores de la muerte del capitán general en su trágicacampaña contra Olid.

Así, en el periodo comprendido entre 1525 y 1527, Francisco de Orduña ocupó el puesto de "alcalde mayor y capitán

de las villas de Colima y Zacatil la", como lo atestigua él mismo en uno de los famosos pleitos entre Ñuño de Guzmán yHernán C o r t é s , 2 8 Que en esa época, todo este territorio fueseuna unidad jurisdiccional -y no tan sólo un favor personal deun Cortés a otro Cortés-, aparece en la comisión que el t e sorero Alonso de Estrada dio el 13 de junio de 1528 al bachiller Ortega para abrir información sobre supuestos maltratos inferidos a los naturales por un vecino zaca tu lano , en la que se ledesigna "teniente de gobernador de las provincias de M i c h oa-cán y Zacatula y C o l i m a " . 2 9

Por tanto, lo que hemos llamado el gran Colima, fue una

realidad territorial, al menos, desde 1524 al ser nombradoFrancisco Cortés para este oficio, hasta los años treinta de

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ese siglo cuando Ñuño de Guzmán afectó los intereses cor t e -sianos en Jalisco y Nayarit.

El diseño del gran Colima lo fue elaborando HernánCortés a partir de aquella primera entrada imprevista e ino

portuna realizada por una hueste amotinada. Desde entoncesy durante años, Zacatula y Colima quedaron apareadas.

En realidad a Cortés le resultaba de primera importancia

dejar bien establecidas estas dos villas de españoles abiertas ala mar. Ya vimos las dificultades que desde un principio afectaron el puerto zaca tu lano ; quizá por ello, el interés cor t e -siano en afianzar la villa de frontera que era Colima, sin duda,aún en precaria situación insti tucional.

Esto explica de un lado que Francisco Cortés no dispusiera de libertad absoluta, como se dijo antes, para incorporara sus filas a quien quisiera; una serie de restricciones le fueronimpuestas. Sin licencia expresa del capitán general, nadie

pudo ser alistado. En segundo lugar, el panorama del reinotarasco barruntaba tensiones y la expedición prevista por la

Instrucción cortesiana hacia el norte, como toda exploracióny nueva conquista, era un arma de doble filo al no conocersecon certeza los eventuales enemigos y escollos a sortear.

De todo ello se desprenden, por lógica, las estrictas medidas de seguridad dispuestas por Hernán Cortés, quien, parahacerlas más evidentes, subrayó el carácter militar de su lugarteniente y del ejército que le ac om pañ aba :

No consentiréis que, por el camino por donde fuéredes, se aparte •ninguno de vuestra compañía, sino que todos vayan juntos con vos sin seadelantar ni rezagar, y en los pueblos por donde pasáredes en el dichocamino [hacia la Villa de Colima], aposentarse han todos juntos; e

tendréis mucho cuidado y diligencia en que no se haga daño ni agravio alos naturales de los dichos pueblos ni a otros cualesquiera , ni les

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Jose Miguel Romero de Solís

tomaréis cosa contra su voluntad; y cuando alguno lo hiciere, lo• castigaréis conforme a j u s t i c i a .3 0

El carácter militar con el que venía investido FranciscoCortés, sin duda, favoreció en forma inmediata su gestión.Los hombres que le acompañaban, algunos de ellos vecinosde Colima pero estantes en la Ciudad de México, sabían que,aparte de determinados objetivos a cumplir en esta Villa, la

más importante tarea sería explorar hacia el norte y, entreotros fines, descubrir el secreto de las Amazonas del que ha

bían hablado en México Gonzalo de Sandoval y sus acompañantes.

El atractivo de aquella misión podía sonsacar a los españoles apenas avecindados en Colima. Esto debía impedirse. Elmejor medio para evitar el abandono de aquella pueblamarginal -el fmisterre novohispano- sería fijar a sus pobladores con la garantía de las encomiendas, por lo cual, dispusoHernán Cortés en la mencionada Instrucción que, tan prontosu lugarteniente prestase juramento ante el Cabildo, hiciese publicar

el repartimiento que agora lleváis de los naturales de esas provincias ydaréis a cada uno de los vecinos las cédulas de e l lo s . 31

Desde diciembre de 1523, como ya se dijo, habían sidoexpedidas algunas-cédulas encomendando pueblos a vecinosde Colima que, probablemente, confirmaban un repartimiento previo realizado por Gonzalo de Sandoval al concluir su c am paña en este territorio y proceder a la fundación de la puebla .

Sobre el particular conviene indicar que los capitanes te

nían esta capacidad de decisión: ellos eran quienes conocíanlos méritos y servicios de sus soldados, las pérdidas que ha-

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bían sufrido en combate con los naturales y, también, los re cursos que podían proporcionar los pueblos conquistados.

Pero dichos repartos, como el llevado a efecto por San-doval y el que habría de hacer Francisco Cortés, necesitabanla ratificación .oficial mediante la correspondiente cédula delcapitán general, fuente originaria de todo derecho en la Nu e va España en nombre del rey.

Es bien sabido que no todos los conquistadores quedaron satisfechos con tales repartos; a veces, cuando llegaba lacédula, los datos resultaban imprecisos o equivocados, por loque algunos vecinos apelaban al sentirse agraviados. Un casofrecuente de alegatos era porque, a juicio de los encomenderos, la calidad de los pueblos no era proporcional a los servicios prestados durante la conquista.

Esto explica que Hernán Cortés, al redactar su Instruc

ción* aconseje a su teniente tener . — -

mucho cuidado de saber si alguno de los dichos vecinos fue agraviado enél [el repartimiento], o si a alguno se le dio más de lo que la calidad de

su persona merecía, y de todo me haréis muy larga y particular relaciónpara que yo lo r e m e d i e . 32

Tenía sobrada razón Hernán Cortés porque todavía estaba reciente el caso del vecino de Colima Jorge Carrillo, quienhabía sido beneficiado con la encomienda del pueblo de T e-cocitlán por sus trabajos en la conquista de Michoacán. C onociendo el caso, el capitán general hizo el siguiente comentario:

Ya veis como ha acaecido con muchos que a quien se pensaba que le

dábamos algo, sucedía no ser bueno y, por el contrario, de esta manera.No tengo yo la culpa de lo que mal se hizo sino vosotros, pues me disteis

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tanta prisa a que os repartiese la tierra que no pude hacer otra cosa sinohacerlo casi a c i e g a s . 3 3

Que en esta ocasión surgieran desaveniencias e inconformidades, no hay duda de ello. Baste recordar que, dos anosmás tarde, Francisco de Orduña, sucesor de Francisco Cortésen el cargo, despojaría de sus pueblos a algunos encomende

ros para dárselos al vecino Juan Fernández El Viejo, en cir

cunstancias un tanto e x t r a ñ a s . 3 4

No se sabe, empero, si el primer repartimiento de S a n d o -val y el de Francisco Cortés fueron distintos o simplementedos actos complementarios; tampoco del número de cédulasdespachadas por el capitán general.

Sea lo que fuere, lo significativo es que, con motivo de lallegada del lugarteniente a Colima, se hace un reparto generalde los naturales a los vecinos españoles de esta Villa para, entre otros efectos, facilitar su arraigo en e l l a . 3 5

A pesar de este interés, de enorme valor estratégico enlos planes cor t es ianos , llama la atención la insistencia del ca pitán general sobre el.cuidado que debían tener los encomenderos con los indios de la región; una y otra vez les insta a nocometer maltratos ni vejaciones en contra de ellos, sobretodo, "porque sobre pedirles oro se le suelen hacer algunasp r e m i a s " . 3 6 En otra ocasión, Hernán Cortés insistiendo sobreeste punto, alude a una de las primeras actividades más productivas a las que se dedicaron aquellos vecinos: la cría de puercos. Dice el capitán general al respecto:

Porque algunos de los vecinos de la dicha Villa [de Colima] tienenpuercos e agora llevan más, teméis especial cuidado en qiie no lospongan en parte en que hagan daño a los naturales de la tierra; y sisupiéredes que algunos han hecho o hicieren de aquí adelante, mandarles liéis pagar más, a convenio de los dichos naturales . 37




Algunos vecinos, incluso, sacaban a vender lotes de cerdos al mercado de la Ciudad de México, como consta poruna obligación fechada el 20 de noviembre de 1525, por lacual Pedro Meneses, vecino de aquella ciudad, reconocía unadeudo de cien pesos a Pedro Romero, vecino de Colima, porla venta de unos p u e r c o s . 3 8

3. Conquista de Amula

.Desde la Villa de Colima, Francisco Cortés ejerció su mandotambién sobre algunas zonas que, de una manera u otra, fueron anexadas a la Nueva España durante su gestión.

Aunque no podamos situar con exactitud tiempos ni cir-=rf :U jns t anc ias , el control fue ejercido sobre las provincias de

Zapotlán, Tuxpan y Tamazula -donde estaban las minas deplata que se había reservado para sí Hernán Cortés-; también,sobre un conjunto de comunidades indígenas que fueron

nombradas pueblos de Avalos\ y la de Amula, que arrancabadesde las faldas de los Volcanes de Colima e iba a finalizar enCuzalapa, pueblo cuyo término colindaba por un lado con lacosta, y por otro, con Tenamazüán y los pueblos de Martín

Monje, que habrían de ser incorporados posteriormente cuando se organizó desde la Villa de Colima una importante entrada hacia el norte.

Estos conjuntos, años después, conformarían una de lasfronteras entre la Nueva España y el reino de la Nueva Galicia.

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Francisco Cortés vinculó tales territorios que, incluso antes de la presencia española, ya tenían relaciones muy estrechas, tanto en tiempos de guerra cuando estos pueblos lucha ban entre sí, como comerciales y rel igiosas .

Es posible que este proceso de integración regional lollevara a cabo Francisco Cortés por razones de alguna maneraestratégicas.

De hecho, cuando la conquista capitaneada por S a n d o -val, numerosos indígenas, al huir del invasor, buscabanrefugio en las serranías. Luego, de vez en cuando bajaban asus antiguos pueblos y tierras, lo que suscitaba conflictosmuy localizados con los vecinos de la Villa de Colima que,apenas, estaban iniciando su nueva vida de co lonos .

En este sentido hubo algunas zonas particularmente sensibles, como fue la llamada de los M o t in e s , que obligaron unay otra vez a los españoles -de Michoacán y Zacatula, y a losvecinos de Colima- a acudir con sus armas para reprimir a losindios s u b l e v a d o s . 3 9

Era importante, por consiguiente, ir cerrando las salidasde escape que los naturales rebeldes escogían cuando eranapremiados por los españoles. En este sentido, las Relaciones

de la provincia de Amula escritas en 1579 y por las que ha blan informantes de aquellos pueblos, son e locuen tes . Po r ejemplo, cuando se trata de la manera que entraron los españoles en el pueblo de Zapotitlán, los testigos indígenas del lugar declararon:

Y, después de apaciguada la dicha provincia de Colima, entraron enésta por Mazatlán, pueblo sujeto a éste [Zapotitlán], e fueron derechos aun pueblo que estaba poblado antiguamente, [a] dos leguas y media deaquí, que se llamaba Xicoti t lán, que, por causa de haber muchos abe-

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jones negros de los que se entran en la madera, le llamaron así, ad[en]ominación de los dichos a be jo ne s . 40

Los ancianos informantes de Tuxcacuesco recordaban a-quellos tiempos:

Tuvieron noticia que venían dos españoles de los del Capitán FranciscoCortés al dicho su pueblo, y que los fueron a recibir a un pueblo llamado

Tamazula [...], que es de la provincia de Tuspa. Y que, desde allí, lostrujeron en una hamaca, que es como a manera de una red, porque yavenían cansados. Y que estuvieron en el dicho su pueblo como cinco oseis días, y que todos los naturales los vinieron a ver. Y que, al cabo delos cinco días, los tornaron a llevar a los susodichos al dicho pueblo [deTamazula] . Y que, desde a dos años y medio, poco más o menos, oyeron

decir cómo venía el dicho Capitán [Francisco Cortés] conquistando la

provincia de Colimad

Contrariamente a lo que aconteció con algunos pueblosde Colima, que estaban en guerra cuando Francisco Cortésfue enviado a esta villa de españoles, los pueblos de Amula

no pusieron impedimento para someterse y darse por vasallosdel Rey. Los informantes de Zapotitlán dijeron a este propósito que cuando

Francisco Cortés entró, ellos le salieron a recibir y se dieron luego poramigos, y le sirvieron en todo lo que fue menester; y luego le hicieronuna casa muy grande donde se aposentaba cada vez que venía; porque,des ta vez, no estuvo más de cuatro o cinco días, mas que, después,volvió muchas ve ces desde la provincia de Ávalos y desde Z a po t lán . 42

Los ancianos de Tuxcacuesco informaron que Cortés losmandó llamar por dos españoles a quienes envió a su pueblo.

Entonces,

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luego fueron a su llamado, y que le llevaron mantas de algodón y maíz ya ve s . Y que el dicho Capitán Francisco Cortés les dio un papel a manerade ma nda mie nto , y les dijo que lo guardasen, y que, cuando los enviasea llamar, que le obedeciesen. Y quedaron en p a z . 4 3

En el pueblo de Cuzalapa recibieron en paz a los primeros cinco españoles que llegaron desde la Villa de Colima,

porque éstos

les dijeron que no venían [a] hacerles mal, sino a verlos y ser susamigos. Y así se volvieron donde estaba el dicho Capitán [FranciscoCortésj . Y, a la despedida, les dijeron los dichos españoles que tuviesenal dicho Capitán por su señor. Y que los naturales les respondieron queansí lo harían. Y que, algunas veces, le fueron a visitar a la provincia deColima, donde estaba el dicho Capitán. Y rque quedaron en paz y lereconocieron por se ño r . 44

Si abreviamos el relato, tenemos tres situaciones bastantedefinidas. En primer lugar, el encuentro inicial entre la tropa

de Francisco Cortés y los pueblos de Amula, fue protagonizado por españoles aislados que su capitán enviaba, bien a modo de exploradores, bien como mensajeros de paz.

Y esto sucedió en repetidas ocasiones y desde sedes distintas: Tamazula, Zapotlán, los pueblos de Ávalos y la Villade Colima.

Por tanto, la entrada a esta provincia se llevó a cabo contoda seguridad a través de rutas distintas: desde Zapotlán.ySayula, de un lado, y desde Colima a través de Cómala y Ma-zatlán, por otro.

Todos estos pueblos, a partir del primer momento, semostraron pacíficos y se dieron por subditos. La conquista deAmula, pues, fue pacífica y tuvo lugar una vez que fue s o me tida la provincia de Colima por el propio Cortés. 45 -




Ello nos sugiere que, al menos, durante un largo períodode tiempo, Francisco Cortés tuvo por residencia permanentela Villa de Colima y hacía recorridos de inspección por el territorio a su cuidado. Estas visitas también beneficiaron directamente a los naturales de la región. Francisco Cortés expidióa las comunidades indígenas títulos de propiedad sobre sustierras -"un papel a manera de mandamiento'1, dicen algunos

informantes-, e insumos:Hay en toda esta provincia, especialmente en las faldas y corrientes delvolcán, gran cantidad de tigres, leones y otras alimañas bravas, que matan caballos y otro cualquier género de ganado. Hay muchas gallinas deCastilla, y danse bien: fueron traídas de Castilla, que las trujo FranciscoCortés, que fue el que las repartió entre ellos y les dio semillas de plátanos y cañas dulces para que sembrasen. Danse ahora en gran cantidad,y se sustentan con e l l o , 4 6

4. En busca de las Amazonas

Si la Villa de Colima resultaba importante en los planes dedon Hernando, no era hacia tierra adentro sino con vistas almar abierto.

Sentía urgencia el conquistador de la Nueva España porabrirse espacios. Esta inquietud se hace manifiesta en la Ins

trucción dada a su lugarteniente en aquella villa de frontera,cuando le pide "entera relación" de cómo corría la costa y susp u e r to s . 4 7

Con este objeto y con toda minuciosidad, casi paso a pa

so, dicta una serie de normas a Francisco Cortés cuando se

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refiere a organizar la expedición que, saliendo de la Villa deColima, llegaría a las riberas del río Santiago Ixcuintla,

En principio, los objetivos que se propone Hernán Cortés entremezclan realidad y mito:

Porque soy informado que [por] la costa abajo que confina con esta

dicha Villa, hay muchas provincias muy pobladas de gente, donde sesabe que hay muchas riquezas. Y que, en cierta parte de ella, hay unaisleta poblada de mujeres, sin varón ninguno, las cuales dizque tienen enla generación aquella manera que en las historias antiguas -se escribeque- tenían las A m a z o n a s . 4 8

Para calibrar el alcance de esta expedición, nada mejorque* los efectivos que Hernán Cortés piensa distraer en ella yel modo de llevarla a cabo:

i

Y. porque, por saberse la verdad de esto y de lo demás que hay en ladicha costa, Dios Nuestro Señor y Sus Majestades serán muy servidos,

tomaréis veinte o veinte y cinco de a caballo, de los vecinos de la dichavilla, y cincuenta o sesenta peones que sean, los más, ballesteros yescopeteros; y con dos tiros de artillería que allá tenéis, para los cuales ypara los ballesteros, lleváis todo aparejo y munición. Y con mucho concierto, seguiréis el camino de la dicha costa abajo para saber el secretode lo suso d ic ho , 49

Para ello, en buena medida, don Hernando había ordenado a su lugarteniente recoger a los vecinos de Colima estantes en la Ciudad de México y salir, hacia esta Villa; además,podría llevar consigo a otros moradores de la Nueva Españapero tan sólo con licencia suya o por su mandato.

Recuérdese también que Francisco Cortés traía consigoun repartimiento de encomiendas, que hizo efectivo tan pronto como se presentó ante el Cabildo de Colima.




Ambos aspectos nos hacen pensar que aquella tropa quesaldría en expedición "costa abajo", estuvo compuesta en sumayoría par los hombres de a caballo que, libremente o porórdenes precisas de don Hernando, vinieron desde la Ciudadde México. Pocos vecinos de Colima de los que tenían caballo, acompañarían a Francisco Cortés en esta campaña. Acababan de recibir muchos de ellos sus encomiendas y otros venían logrando sus primeros beneficios en las minas y otrasgranjerias.

Pero, de manera especial por razones estratégicas, la Villa de Colima no podía quedar desprovista de hombres de acaballo, apenas aun año de su fundación y cuando se veníantodavía observando aislados brotes de rebeldía por parte.de los indígenas sometidos.

Por lo tanto, en nuestra opinión, los jinetes que acompa-ñaron a Francisco Cortés desde México, todos o casi todos,prosiguieron cabalgando con este capitán hacia lo desconocido.

Dos indicios hay que apoyan esta apreciación. De un lado, un comentario de Ñuño de Guzmán cuando escribe en1532 desde Compostela refiriéndose a esta tropa:

Vuestra majestad sabrá que va en siete años o más que don HernandoCortés, marqués que agora es, envió a Francisco Cortés, pariente suyo,con hasta veinticinco o treinta de caballo y otros tantos peones, adescubrir por aquí.

50

r ^ - —

La otra pista se refiere a los pueblos encomendados porFrancisco Cortés a lo largo de la campaña.

De hecho, muy pocos vecinos de la Villa de Colima fue

ron beneficiados con pueblos del extenso territorio recorridoy conquistado durante ella. La única explicación es que, en

27

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realidad, eran pocos los vecinos que acompañaron a aquelcapitán y, de los que fueron, en su mayoría eran gente de

poca fortuna, a saber, simples peones de infantería de los"ciento y veinte" avecindados cuando Gonzalo de Sandovalfundó la Villa y que, por lo general, cuando se llegaba la horadel reparto, alcanzaban m e n o s . 5 1

Si se comparan ahora las cifras dadas por don Ñuño deGuzmán y el número de tropa que Hernán Cortés prevé en suInstrucción, resulta que, en efecto, Francisco Cortés reunió lacaballería sugerida por el capitán general -incluso superó los"veinte o veinticinco de a caballo"-, pero no tuvo capacidad

para atraer "los cincuenta o sesenta peones" recomendados por Hernán Cortés. Apenas le siguió la mitad de la infanteríarequerida -"y otros tantos peones", al decir del conquistador de la Nueva Galic ia- .

Aquella escasa tropa estuvo acompañada, sin e m b a r g o ,de auxiliares indígenas tomados de la misma provincia deColima o de las regiones aledañas, quienes cumplirían tareas

de intendencia, de tamemes y correos, para tener permanentecontacto con la Villa de Colima y el propio cuartel general deMéxico, de intérpretes que mediasen entre los españoles y los pueblos del recorrido, y también de espías:

Después que entréis por la tierra de aquellas gentes que aún no estánsujetas al imperial dominio de Sus Majestades, iréis vos mismo alrecaudo llevando vuestra gente junta y apercibida, y llevando siemprecuatro o cinco de a caballo por corredores de la tierra adelante, a trechosque los podáis ver y ellos a vos, y con ellos alguna gente de los naturales, que son nuestros amigos, que fueren con vos; que de éstos habéis dellevar algunas personas, en especial de los princ ipales . 52

El capitán general insistía en la buena relación que debería mantenerse entre los expedicionarios y las comunidades

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indígenas: era necesario evitar la confrontación y la violencia.Tan sólo la guerra sería justificable si los naturales se o p o nían a darse por a m ig o s . Por tanto, si éstos

todavía perseveraren en querer romper con vos, trabajad de os defendery de los ofender. Y puesto que alguna vez rompáis con ellos y ellos convos , dándoos Dios Nuestro Señor la victoria, como se espera que os ladará, pues lleváis tan justa y santa demanda, trabajad que sea con las

menos muertes de ellos que sea po s ib le .

53

En el supuesto caso que, de nuevo requeridos, aquellosnaturales se rindieran y se diesen por amigos, Hernán Cortésaconsejaba buen trato, sin consentir que se les hiciera agravios o arrebatara bienes. Pero, de seguir hostiles, el pueblohabría de ser "muy bien castigado", de modo

que venga en noticia de los indios el castigo que hic iéredes, porqueconozcan que les decís verdad y guardáis todo lo que con ellopus iér e de s . 54

Insta a su lugarteniente a evitar incidentes y malograr laempresa , y prohibe terminantemente el despojo de los natu rales. La argumentación del capitán general es espléndida y sagaz:

Porque la codicia es pecado que muchas veces trae consigo la penitencia* dando causa por ella a alborotos, y podría ser que, por se gur o s , 'alguno de vuestra compañía hiciese alguna premia a los naturales deestas partes, por donde habéis de ir, de donde resultaría que ellos seresabiasen y se alborotasen; y como sean gentes sin número y vosotrostan pocos, os podrían matar a todos. Y ya que -Dios Nuestro Señor estono permit iese- sería dar causa de impedimento a vuestra jornada [...] Por

tanto, vos ni ninguno de vuestra compañía no hagáis premia alguna aninguno de los dichos naturales sobre pedirles oro, ni plata, ni perlas, niotras cosas, si ellos de su propia voluntad no os lo quisieren dar; antes

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disimulad con ellos, dando a entender que aquello tenéis en poco.Porque, desta manera, demás de excusarse el inconveniente que arribadijimos, fácilmente podréis saber el secreto de las riquezas de esasprovincias, porque no le esconderán viendo que lo tenéis en poco, antes,como digo, les dad de lo que vos lleváis para que os tomen amor, e deninguna cosa tomen r e sa b io . 55

La expedición se puso en camino siguiendo "desde aque

lla Villa la costa del sur abajo, hasta ciento y cincuenta o d o s cientas leguas", en un fecha muy cercana a la partida de Hernán Cortés hacia las Hibueras, que fue en octubre de 1 5 2 4 . 5 6

Francisco Cortés y sus hombres, acompañados de t a m e -mes y auxiliares indígenas, se trasladaron a los límites explorados en la costa por Gonzalo de Sandoval , tal vez, lasmárgenes del río Marabasco. Cruzaron luego el valle de Ci-huat lán, en donde a este conquistador le habían hablado delas Amazonas y, a lo largo del litoral, arribaron a una pequeñay acogedora bahía que nombraron Puerto de la Navidad,

aunque tiempo después Juan Fernández de Híjar, fundador de

la Villa de la Purificación, se atribuyera su h a l l a z g o .5 7

A partir de aquí, dejando la costa, se adentraron por tierra firme hacia el valle de Espuchimi lco . La marcha de la tro pa fue haciéndose más difícil. Pronto asomó el rostro de laviolencia.

Como ya fue mencionado, a tenor de la Instrucción, laguerra era justificable si, a pesar de los requer imien tos , losnaturales se obstinaban en no darse por amigos. Así tuvo quesuceder. Los visitadores Francisco de Vargas y GonzaloCerezo, quienes recorrieron estas tierras en mayo de 1525,hallaron pueblos destruidos y comunidades desoladas, atri

buyendo el hecho a "la guerra que los españoles le dieroncuando los c onq u i s t a r on" . 5 8 Al entrar Francisco de Vargas al

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pueblo de Xil ipanga, "halló todo quemado y destruido"; entonces, su ^ informantes le declararon que los españoles

mataron mucha gente y quemaron todo el pueblo, y que se murió lagente de hambre por las sierras [.,.] y no les quedó casa s a n a . 59

Vargas y Cerezo apuntan que los naturales huían de lamasacre y buscaban refugio en las seiTanías, abandonandotierras y ho g a re s , dejando de sembrar y padeciendo hambrunas, y muchos murieron. Y todo, porque temían que los conquistadores retornaran "a los acabar de destruir". 6 0

Otros, como los naturales del pueblo "quemado" de Ins-tlichanga, "con el miedo" a c u e s t a s , se mantuvieron "en la sierra hasta agora". El visitador pudo convencerlos para que se"tornasen al p u e b l o " . 6 1

Conquistada la región, Francisco Cortés premió a algunos de sus hombres con pueblos: a Juan de Almesto -quien

años después, en cierto alzamiento y revuelta de pueblosindígenas, ayudado de algunos vecinos, los reprimió y ahorc ó 6 2 - , ya Bartolomé Chavar ín , Alonso López, Aparicio Me-

jía, Martín P áe z , Pedro de Simancas y Diego Téllez.Hechos estos repartimientos, la expedición avanzó hacia

los valles de Aullan y Milpa, regados por el río Ayuquila (oSan Pedro). Las huellas de la violencia aquí fueron menores:tan sólo se visitó en el valle de Milpa un pueblo afectado por el paso de la hueste, Tlacapatlán, con unas ciento cincuenta"casas pequeñas como ranchos, porque fueron q u e m a d o s " . 6 3

También estos pueblos fueron repartidos: Hernán y Pero

Gómez, Rodrigo Lepuzcuano, Alonso del Río, Diego Martínde Mérida, Hernán Ruiz de la Peña, Luis Sánchez y Martín (oMateo) Sánchez resultaron beneficiados con ellos.




El derrotero corrió luego a través de las tierras aledañasal río Ayutla y una zona, saqueada por la tropa, que toril ó conel tiempo el nombre de pueblos de Martín Monje. Guando losvisitadores Vargas y Cerezo acudieron a ella, los caciquesMelindoque y Acuitapil denunciaron que apenas quedaba unaveintena de casas en pie, porque todo el valle de Ayutla "fuemuy destruido" y "mataron la gente del dicho pueblo cuando

lo c onq u i s t a r on" .6 4

También Tepetitlán fue a f e c t a d o .6 5

Tres vecinos de-Col ima, Pero Gómez (por segunda vez),Rodrigo Alonso, y Martín Monje, resultaron agraciados conel reparto en es ta .ocas ión .

Concluida la conquista de esta zona, la expedición pasó por Am ec a , Ahualulco y Etzatlán, pueblos que fueron dadosen repartimiento a Juan de Iniest ra, Benito Gallego, Alonsode Vargas, Hernando Moreno, Juan de Escárcena y Pedro de

A partir de aquí, el rastro de la desolación, disminuye o,al menos, no se conservan noticias al respecto, de tal modo

•que se podría concluir que, desde Etzat lán, la hueste deFrancisco Cortés no tropezó con dificultades* seria s, al tiempoque penetraba en tierras hoy nayaritas.

A través de la sierra, entró Francisco Cortés al valle deAhuacatlán por Tetitlán; luego, bordeó el volcán del Ceboru-co y llegó a las poblaciones de Jalisco y T e p i c . 6 6 Alonso delRío y Alonso López, una vez más, recibieron pueblos;también, un Fulano Castillo y Pedro de Luzón se dividieron elimportante pueblo de Jalisco; y Tepic fue repartido entre Az-nar y Rodrigo Manrique. •

La única crónica indígena localizada sobre el paso de la

tropa castellana por estos lugares, muy deteriorada, por cierto, dice así:

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He aquí les queremos hacer saber a ustedes como otra vez vino nuestroseñor... vino nuestro señor don Martín [Francisco] Cortés aquí a nuestracasa Xalisco... no nos conquistó, sólo en el camino lo recibieron, en lasementera de un señor gobernante . . . luego se dirigió a Tepic, luego vinosu mensajero [Francisco de Vargas] . . . siete personas saludaron, cadauno con una jicara de oro señor... allí ordenaron que se quedaría eltributo de mantas en Colima... nuestro señor marqués cuatro años...después vino otro conquistador [Ñuño de G u z m á n ] . . . 6 7

Beltrán Ñuño de Guzmán tiene también su propia versión acerca de esta entrada de Francisco Cortés.

Escribiendo a la emperatriz en 1532, dice que el marqués del Valle había enviado a su pariente Francisco Cortés

a descubrir por aquí; y antes que entrase por tierra de enemigos, le envióa mandar expresamente que se volviese y no pasase adelante; él,haciendo cuenta que pues era llegado a los confines y que tardaría pocoen dar la vuelta por la costa, no curó de obedecer sino tiró su camino yen algunas partes destas le dieron de comer considerando que pasaba decamino, y en otras le salieron de guerra; y dio la vuelta por la costa yquedóse en Colima .[de] donde había salido; al primer lugar que en traron por aquí que se llama Aguacatlan y a otro que está aquí que sellama Xalisco, dicen que enviaron a unos españoles a que sirviesen, queson sesenta leguas de Colima, y respondiéronles que se fuesen, si no queles matarían: y así nunca más tornaron, y se han estado como deprimero se e s ta ba . 68

Desde Tepic marcharon hacia el río Santiago Ixcuintla,pero, al parecer, no se pudo reconocer su curso, a tenor delinforme remitido al respecto por Hernán Cortés al Emperador:

Y no pasó adelante [dicho capitán] porque llevaba poca gente y no hallóyerba. Y, entre la relación que trajo, me dio noticia de un muy gran río,

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que los naturales le dijeron que había [a] diez jornadas de donde éll legó , del cual y de los pobladores de él le dijeron muchas cosasextrañas.69

Es difícil saber hasta qué punto Francisco Cortés cumplimentó todas y cada una de las órdenes dadas por su capitángeneral, y respetó las pautas estratégicas durante la expedición, pero don Hernando quedó sin duda satisfecho de los lo

gros a lcanzados . Indicio de ello queda en la V Carta de Rela

ción, por cuanto en ella sigue viva la esperanza de estar cercadel hallazgo del estrecho que habría de permitir el paso ejeocéano a océano y, por ello, asegura al Emperador que planea de nuevo organizar otra campaña que rompa los límitesde la realidad y penetre en el sueño:

Le tomo a enviar con más Copia de gente y aparejo de guerra para quevaya a saber el secreto de aquel río, y según el anchura y grandeza quede é l - s e ñ a l a n , no tendría en mucho ser estrecho. En viniendo, harérelación a vuestra majestad de lo que de él supie r e . 70

5. El retorno de los fracasados

So discute el posible itinerario del r e g r e s o . 7 1 Hay, empero,fuentes contemporáneas a los hechos que aluden a un retorno por la costa.

Testigos en el famoso pleito entre Ñuño de Guzmán y elMarqués que tuvo lugar en 1 5 3 1 , lo confirman. El vecino deColima Jerónimo Flores, quien un día llegaría a ser alcalde

mayrjr de esta Villa y su provincia, aseguró que del pueblo delas Palmas, donde

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estuvieron dos o tres días, e de allí se volvieron por la costa haciendoguerra, e que algunos pueblos venían de paz e otros n o . 7 2

Alonso Quintero, otro de los vecinos de Colima enrolados en la expedición, afirmó que

de aquel mesmo pueblo [Tepic] se volvieron la vuelta de Colima, c o nquistando por la c o s t a . 7 3

Juan Bautista, vecino de Colima y luego compañero deaventuras de Ñuño de Guzmán, declaró sobre el particular;según su testimonio, tras pasar dos o tres días en Tepic,

de allí se volvieron guerreando por la costa e se volvieron a la dichaVilla de C o l i m a . 7 4

Sin duda, la fuente principal para conocer la trayectoriade la expedición cortesiana en su vuelta a Colima es la Rela

ción de una visitación de 1525, cuyos autores fueron los

mencionados Gonzalo Cerezo y Francisco de Vargas. Estos,primero, fueron hombres de la hueste de Francisco Cortés y,después, comisionados por éste para visitar los pueblosconquistados durante la expedición.

Según esta Relación, iniciaron su visita en Tenamaztlánel 17 de enero de 1525 y llegaron a Tepic el 6 de marzo deese mismo año. El regreso lo hicieron por una serie depueblos de la costa hasta arribar al valle de Espuchimilco elI o de mayo, y subir luego, por Milpa, hasta Tomatlán, dondedieron por concluida su Relación.

Las etapas hechas por los visitadores bordeando la costa

sugieren que fue el itinerario seguido por la hueste de Cortésen su vuelta a C o l i m a . 7 5

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Otro indicio para asegurar que la expedición retornó aColima recorriendo parte de la costa de los actuales estadosde Nayarit y Jal isco, pudiera ser el siguiente: Alonso Álvarez ,soldado de la compañía de Francisco Cortés, recibió varios

pueblos en encomienda a las orillas de la Mar del Sur, a la altura de lo que hoy es Puerto Vallar ía; y este premio sólo

pudo acontecer durante el tornaviaje:

Y tiene en encomienda el pueblo de Tintoc e Xiquián e Izcuyuacán, queson en el Valle de Valderas, los cuales son pocos y pobres, y muy lejosunos de otros, y no le dan ninguna c o s a . 7 6

Desde este punto, Francisco Cortés siguió el hilo quebrado de la costa para, poco más al sur, apartarse del mismo -enlas inmediaciones de Cuxmala- y cruzar por tierras ya conocidas, donde los pueblos meses atrás conquistados estaban enmejores condiciones de avituallar a hombres y c a b a l l o s . 7 7

Sentía urgencia por concluir aquella agotadora y arriesgada entrada, y volver al remanso de la Villa de C o l i m a . 7 8

Por ello, apresuró el paso para acortar las j o rn a d a s .Tal decisión estaba justificada por dos motivos, al me

nos: el primero, porque no quería arriesgar más vidas y recur

s o s ; 7 9 en segundo lugar, porque tal vez para esos momentosya había recibido las alarmantes noticias de lo que ocurría enla capital de la Nueva E s p a ñ a . 8 0

HPor otro lado, puede comprenderse la desazón y el m alestar de aquellos soldados frustrados por los escasos frutosobtenidos durante una entrada que, por lo menos, se había prolongado por cinco meses, tiempo que gastaron los visitadores en hacer su recorrido de inspección/Cinco meses enque, tanto en la ida como en el regreso, además de las dificultades del terreno, lo inesperado de las circunstancias, el

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agobio ante la incertidumbre del mañana, tuvieron que sumar los encuentros armados con los naturales.

No obstante, más de uno de aquellos hombres deseabacontinuar e incluso, llegado el caso, enfrentar a los naturalesa campo abierto con tal de hallar gloria y fama.

Ante la firme decisión de Francisco Cortés de retornar aColima o, como escribe bellamente fray Antonio Tel lo , por

que "no vía la hora de dar la vuel ta", algunos de la tropa leecharon en cara una supuesta cobardía y de dejarse manejar por unos cuantos paniaguados, despreciando el consejo delos m e j o r e s , 8 1

A este propósito se cuenta que, estando en cierta ocasiónlos españoles frente a una multitud de enemigos, FranciscoCortés

desmayó y hizo una plática bien cobarde a todos los soldados [...] yoyendo estas palabras de un Capitán que tantos y buenos caballeros ysoldados tenía consigo, se afrentaron, y mirándose unos a otros serieron, aunque muy corridos de oir tal cobardía, y luego Ángel de

Vil lafaña, valiente caballero, habló por todos, diciendo:-Señor Capitán, ¿ahora es tiempo de decir esas razones y desmayar?¿Qué cosa es volver las espaldas a tal vil gente?. ¡No muestra VuestraMerced ser Cortés!. Si quiere Vuestra Merced volverse, vuélvase, quepor vida de Ángel de Villafaña, que han de decir; "Aquí los mataronpeleando", y no han de decir: "Aquí los mataron h u y e n d o " .82

Los señuelos del mito dejaban por huella un reguero dedesolación y malquerencias .

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6. El mito de una segunda fundación

jLa fiesta de la Pascua de Resurrección de 1525 se celebró el16 de abril Quizá, algunas semanas después, hizo su entradaen la Villa de Colima aquella tropa maltrecha, cansada, llenade insatisfacciones.

Tal vez ni siquiera hubo alegría por el retorno de la hue s

te exploradora. Tras los primeros momentos de curiosidad,de las nuevas contadas por los aventureros, la pesada realidady el sórdido ambiente moral de la Villa contrarrestó cualquier amago de esperanzas.

No resultaba cómodo para los vecinos ver acrecentadasu población hasta sumar alrededor de doscientos hombres,número muy elevado si se compara con las restantes poblaciones^ novohispanas, con quienes, al parecer, deberían c om -partir la vecindad. La convivencia, es posible, se hizo agria.

Colima era un pueblo de pioneros, de conquistadores, dehombres con frecuencia profundamente lastimados en su interior y con una moral resquebrajada y doliente. No había mu

jeres españolas en la Villa. Las que se movían entre las miserables chozas de los vecinos, eran mujeres de la tierra, de los

pueblos encomendados o tomadas por esclavas en la guerra.Con ellas se solazaban los encomenderos; en torno de ellasiban quienes acababan de arribar a la Villa, surgiendo sinduda rivalidades y duelos.

Los expedicionarios a su arribo hallaron la áspera recepción de los vecinos y pudieron descifrar la zozobra que lesagobiaba. Los rumores por la muerte de Hernán Cortés eran

ins is tentes , la lucha por el poder en la capital de la Nueva Es paña se hacía cruel, y la vida cotidiana en Colima, fiel reflejode aquella crisis.

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Es preciso suponer también que hubiera vecinos abier tamente hostiles por los escasos resultados obtenidos durante laexpedición, culpando de ello a Francisco Cortés. Otros vivíaninciertos por las expectativas que pudiera ofrecer la vecindadde Colima.

Una inmediata y urgente necesidad para Francisco Cor

tés fue proporcionar a los miembros de la expedición solares para sus casas y terrenos de huertas en las cercanías de laVilla. Los altos costos de algunos materiales en un mercadoinflacionario, de un lado, y las menguadas ganancias del botínalcanzado, por otro, obligaron al Cabildo de la Villa a salir ensu auxilio.

Quizá fue en esta ocasión cuando se avivó la concienciade que a la Villa de Colima le faltaba algo constitutivo de losayuntamientos castellanos para garantía de la libertad de susvecinos: era un imperativo obtener la merced real de los pro

pios, es decir, tierras aledañas a la puebla, bajo administración de su Cabildo, en bien y pro de la república de sus p o bladores. A este propósito, hay que observar que, a la sazón,no existía en toda la Nueva España, villa alguna de españolesque ios t u v i e r a . 8 3

La incapacidad del Cabildo para socorrer las más urgentes necesidades provocaron horas de i ncer t idumbre , de ligas ymonipodios, de quejas solapadas o abiertas.

Llegada la oportunidad, también vendría la dispersión,sobre todo, porque ya no estaba Hernán Cortés para exigir suresidencia en Colima. .

Así, poco a poco fueron desfilando hacia México ohacia otras regiones en busca de fo r t u na . 8 4

La lealtad de muchos se puso en venta al mejor postor.Corrieron meses inciertos.




El 10 noviembre de ese año se celebró en la Ciudad deMéxico junta de procuradores de las villas españolas para solicitar de Su Majestad providencias que calmaran el escozor sentido en la Nueva España. . Pedro Sánchez Farfán, quientiempo después recorrería pacificando las tierras de Motín,representó a la capital, Juan Volante asistía por la Villa Rica,Juan Coronel por la Villa de Medellín, Alonso de Cas trillo ennombre de los vecinos de C o a t z a co a l co s , Alonso Álvarezacudía por Panuco y Francisco C o r t é s , procurador de la Villade C o l i m a . 8 5

Primero hablaría el procurador de México,

así por ser ciudad como por ser cabeza desta Nueva España y la principal cosa destas partes, y que luego hablen los procuradores de lasdichas villas así como fueron poblándose de e s p a ñ o l e s .8 6

No fue tan fácil llegar a ello, porque había celos entre algunas villas y más urgentes eran los asuntos a presentar antela Corona: a saber, que los regidores fueran perpetuos y

elegidos entre los que "han derramado su sangre en la conquista desta t ierra"; 8 7 que también se hiciera a perpetuidadmerced de los indios dados en repartimiento, porque el reydebía saber que

si esta tierra está y estará debajo de su dominio, es por la premia yfuerza que hay y tiene de los españoles, que en ella habitan, y que esgente tan belicosa y bulliciosa que si no son señalados de munchosespañoles, hay tantos principales y señores entrellos que, cada día,procurarán su libertad; y si se viesen con posibilidad y la tierra conpocos españoles, lo intentarían y pornían por o br a . 88

Urgía a la Corona prestar mayor y mejor atención a lanueva tierra y, entre otras providencias, liberar el comercio

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con "las islas de este mar Océano como de cualesquier partesde los puertos de Castilla";89 facilitar la inmigración de "hombres casados, labradores y aradores, con sus mujeres y hij o s " , 9 0 para poblar una inmensa geografía, e impedir a todacosta el despacho desde Castilla de navio alguno a estas partes, "sin que traiga plantas de todas marieras". 91

Y algo particularmente sensible a todos los procurado

res y que tampoco podían silenciar, era el asunto de los pro

pios. En primer lugar, porque

los concejos no tienen propios y tienen necesidad de proveer muchascosas, así de caminos como de puentes, que continuamente tienen deabrir y pr o ve e r . 92

En segundo lugar, por cuanto apenas alcanzaba comomedida provisional la "merced de las penas de Cámara porcierto tiempo" que su Majestad tenía otorgada, rogándoleque "les haga merced dellas perpetuamente" 93 . De hecho,

agregaban los procuradores: "lo susodicho no basta para proveer bien lo que los dichos concejos han de proveer". Noquedaba otra alternativa que urgir a Su Majestad que concediera de una vez los propios, para lo cual todos y cada uno delos procuradores, según su turno, fueron señalando por susnombres algunos pueblos.

Llegado su momento, la petición de Francisco Cortés,procurador por Colima, quedó registrada:

Para la villa de Colima el pueblo de Tuspa 94

Siguiendo una tardía -pero malintencionada e interesada-opinión del oidor de la Nueva Galicia y visitador de la NuevaEspaña, licenciado Lorenzo Lebrón de Quiñones, que dejó

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escrita en su Relación sumaría de 1554, en los últimos añosse ha identificado este "pueblo de Tuspa" solicitado para pro

pios de la Villa de Colima, con un poblado cercano a la Villao, mejor dicho, en donde los vecinos de ésta se asentarondespojando de sus casas y tierras a los naturales.

Citemos al oidor de la Nueva Galicia:

Aquella villa de Colima se fundó habrá treinta y dos anos [...] en otro

sitio, [a] siete leguas del que al presente tienen', el cual dicho asientoprimero estaba a una legua o legua y media de la Mar del Sur [...] y en

este sitio estuvieron poblados dos años [...], y luego se despoblaron

deste asiento y se fueron al que al presente tienen, que era el sitio

donde solía estar el pueblo de Tuspa. Pasáronse a este si t io , por estarmás cerca de las minas de oro y ser mejor que el primero, y tenermejores tierras y e j ido s . 9 5

En el citado texto, Lebrón de Quiñones, en primer lugar y, por cierto, con bastante exactitud, sitúa hacia 1524 la fundación de la Villa de Colima. Pero, asegura que fue en otro

sitio, retirado al menos unas siete leguas del actual asentamiento. En tercer lugar, no dice en dónde estuvo aquel primer asiento; tan sólo lo ubica a una legua o legua y media de

la Mar del Sur, punto que algunos historiadores -llevados por la opinión malintencionada del visitador- han identificado como Caxitlán.

Según Lebrón de Quiñones que es la única fuente hastaahora identificada que sostiene semejante hipótesis, los primeros vecinos españoles en este sitio estuvieron poblados

dos años, es decir, hasta 1526. Fue cuando tomaron la deci -

% sión de abandonar aquella primera sede y buscar otra. Con

palabras de Lebrón de Quiñones: luego se despoblaron desteasiento y se fueron al que al presente tienen, a saber, el lugar donde hoy en día se alza la ciudad de Colima. El motivo dado

42




para este traslado, en concreto, fue por estar más cerca desus minas, tener mejor clima y haber tierras más fértiles.

No queda satisfecho con tal aserción el visitador novo-galaico. Su afán preciso -cosa que no hizo cuando dijo dóndeestaba la primera fundación- es señalar ahora el lugar en quela nueva Villa de Colima puso su asiento. Dice a este

propósito Lebrón: era el sitio donde solía estar el pueblo de

Tuspa, lo cual abre nuevas hipótesis y discusiones.En nuestra opinión, Lebrón de Quiñones pretendió hallar

cualquier motivo para defender los intereses de la Real C o ro - ,na y, por ello, atacar -valga la expresión- los derechos adquiridos por los vecinos de Colima. Así, su interés por exigir aéstos las cédulas de encomienda y cuestionar de la validez delas mismas si había alguna duda sobre ellas.

Su Relación sumaria no deja de ser un espléndido y lúcido alegato* pero tenemos serias prevenciones acerca de suobjetividad.

En este sentido, uno de los argumentos más efectivos

que aquel ardiente defensor de los intereses de la Corona podía en un momento dado enarbolar, era justamente negar incluso la validez misma de la puebla de Colima, y por tantola justicia que pudieran alegar sus vecinos.

Para ello bastaba afirmar que la Villa de Colima fue fundada original y legalmente a una legua o legua y media de la

Mar del Sur, y que, sin autorización alguna y tan sólo por lainiciativa de sus vecinos o de la autoridad local, se despobló

para irse al sitio donde solía estar poblado el pueblo de Tus-

pay arrebatando impunemente y contra toda ley a lös natu rales, lo que era suyo.

43




En este sentido y según la óptica del visitador, la existencia misma de Colima y los derechos de sus vecinos era jurídicamente nulos .

Decimos por ello que su testimonio fue interesado y malintencionado. A nuestro juicio, a Lebrón le pudieron llegarrumores imprecisos de cómo el Cabildo de la Villa habíasolicitado treinta años atrás el pueblo de Tuspa para propios,

y confundió aquella solicitud con un traslado de sede y, por tanto, con dos fundaciones de Colima, una al principio a iniciativa de Hernán Cortés, y otra, sin base jurídica alguna, dosaños después , Véamoslo.

Sólo dos lugares, más o menos cercanos a Colima, llevaron alguna vez este nombre de Tuspa, según las fuentes documentales. El Tuxpan actual del sur de Jalisco,y un pobladohomónimo, a orillas del mar, que, en el último tercio del sigloXVIII, el cura de Ixtlahuacán aseguraba estar abandonado demucho tiempo atrás. El padre Juan {osé Morales, en su excepcional Descripción del Curato de Ixtlahuacán (fechada el

12 de sep t iembre , 1778), habla de "muchos pueblos que medicen existieron, y aún se dejan ver algunos vestigios", comociertos "muros arruinados" e

inmediatos al mar, con los cuales presúmese se defenderían del enemigo, cuando asaltaba, pues hay tradición que por este motivo desampararon los indios que le habitaban a un pueblo llamádose Tuspan,

transportándose a otro terreno, a quien llamaron con el mismo nombre,

y en donde hasta el día de hoy se m a n t i e n e n .96

El autor ciertamente tenía razón al dar cuenta de aquelTuspa a orillas del mar, porque en un proceso de 1575 se

mencionan incidentes ocurridos en Tuspa (de Jalisco) y enotro Tuspa, "que es en las salinas", donde el acusado confiesa

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que estaba "rescatando una poca de s a l " . 9 7 Se trata, pues, contoda claridad de dos pueblos homónimos, distintos y distantesentre sí. Es m ás , según se desprende del testimonio del padreMorales, en su tiempo, cuando describe la jurisdicción de sucurato de Ixtlahuacán, él conoce perfectamente la identidad yubicación de ese Tuspa que un día estuvo a la orilla del mar yque ahora estaba en otro lugar, probablemente, dentro aún delos límites de su parroquia. En manera alguna, el Tuspa referido por el cura de Ixtlahuacán pasó a donde Colima se alzaya que por lo menos en 1575 todavía estaba junto a lassalinas, y Lebrón escribía su testimonio veinte años antes, en1554. Hay que descartar, por tanto, esta hipótesis.

A nuestro parecer, el Tuspa solicitado por FranciscoCortés para propios en la junta de procuradores del 10 de noviembre de 1525, era el Tuxpan de Jalisco.

Según la Relación de Tatnazula, Zapotlán y Tuxpa, fechada en 1580, este pueblo indígena era muy anterior a la

conquista y estaba de la Villa de Colima "a diez leguas por camino t o r c i d o " . 9 8 Tal lejanía, aparentemente grande para ser considerada lugar idóneo de unos propios, deja de serlocuando se tienen en cuenta otras posibilidades.

Una, que también en la junta de procuradores, se solicitaron por propios de otras villas españolas de la época,

pueblos que estaban a distancias incluso mayores: por ejem plo, la Villa de Medellín pedía par^ propios el pueblo deTatatelco, que bien podría estar a unas veinticinco leguas , yPanuco que na Tamoín que estaba a más de. diez l e g u a s . 9 9

No era un despropósito, por tanto, demandar un rico

pueblo como era nuestro Tuspa, con abundante población in dígena para que tributase en favor de un Cabildo como el deColima, lleno de necesidades.

45




Otro motivo y bien fundado aunque no se explicite, esque Francisco Cortés conocía a la perfección el pueblo deTuxpan y sus recursos y, además, sabemos que se lo había re servado Hernán Cortés quien, cuando el procurador de Col i

ma lo pide para propios, parecía estar muerto.Decir Tuspa era, de alguna manera, decir Tamazula con

sus minas de plata.De concederse aquel pueblo para propios de la Villa de

Colima, se aseguraban ingresos directos procedentes de lostributarios indígenas, e indirectos por los beneficios que re

portaban las cercanas minas de T a m a z u l a . .A d e m á s , se mantenían firmes los vínculos que, desde un

principio, se habían establecido entre aquellos pueblos del ca pitán general y esta Villa que, se quiera o no, era creación y proyecto de Hernán Cortés de cara al futuro.

A falta de mejor documentación o, por lo menos, dealguna otra que nos permita con un mínimo de seguridadaventurar la hipótesis de dos fundaciones sucesivas de la Villade Colima, no se puede seguir aseverando tal tesis. Mientrasello no suceda, decir que Colima fue fundada en 1523 enCaxiüán o en algún otro lugar cercano a la mar, es un mitoque se ha ido consolidando en las últimas décadas y, por tanto, con el mismo criterio, hay que medir la afirmación desu traslado tiempo después a su actual asiento.

En tanto no aparezcan nuevos argumentos, en nuestraopinión, Colima se fundó originalmente donde hoy la c o n o c e mos: en el recodo del río y al pie de los Volcanes .




7, Francisco Cortés en desgracia

A pesar de tales súplicas, según parece, la Corona jamás re s

pondió concediendo propios a las villas novohispanas .El acta levantada al fin de la junta de procuradores con

cluyó con dos apreciaciones de extraordinaria gravedad. Deun lado, se denunciaba a Su Majestad "cuan oprimida estabaesta tierra en el tiempo p a s a d o " , 1 0 0 a saber, en tiempos deHernán Cortés; y por otro, se hacía un elogio desmesuradode la gestión Salazar y Almíndez C h i r i n o . 1 0 1

Todos los procuradores, según el acta de la Junta, votaron por unanimidad semejantes c a p í t u l o s . 1 0 2

Francisco Cortés, entre la espada y la pared, se vio for

zado a olvidarse por primera vez de su capitán general; aceptó un mal menor con tal de salvar algo de los intereses de su

pariente; tal vez pudo más su nuevo amor -la Villa deColima-, tierra a la que, sin duda alguna, había ofrecido lomejor de sí mismo. Aquel voto suyo, sea que lo haya otorgado en realidad o simplemente que el acta de la Junta loregistra por dado -puesto que contra él ya se preveían represalias con toda seguridad-, no le sirvió de nada.

Saliendo de la sala de cabildos de la Ciudad de México,dejó de ser la máxima autoridad en Colima, Amula, Tuxpan,

pueblos de Avalos , pueblos de Martín Monje, Motines, Zaca-tula, Michoacán, etcétera, es decir, de el gran Colima.

Cargaba con un estigma que no podía borrarse: era un

C o r t é s . Lo que hacían ahora con él, era una más de las muchas venganzas orquestadas contra los hombres e intereses dedon Hernando.




En sustitución suya fue nombrado Francisco de Ordu-ña, antiguo secretario privado del capitán general y ahora unacérrimo e n e m i g o . 1 0 3

Colima, a pesar de los pesares, permaneció siendo unbaluarte de la causa cortesiana y cabeza de puente de un ex tenso terr i torio . De hecho , las tierras anexadas por la expedición a las órdenes de Francisco Cortés fueron durante años

reconocidas como conquistas logradas por los vecinos de laVilla de Colima y, por tanto, tierras integrantes a esta provincia y bajo su jurisdicción.

Esto explica algunos sucesos posteriores: la incorporación a la provincia de Colima de los enclaves cortesianos deTamazula, Tuxpan y Zapot l án , por una parte, y la provinciade Amula, por otra; el afán de Ñuño de Guzmán por destacar el abandono en que los vecinos de Colima tenían sus lejanasencomiendas repartidas por Francisco Cortés y la falta deatención prestada a sus indios, en cuanto a la doctrina cristiana y a los auxilios espirituales; por último, una vez que a q ue

llas tierras quedaron desligadas de la jurisdicción de Colima,aunque las encomiendas más al norte vinieron a formar el núcleo inicial de la Nueva Galicia, los pueblos en torno a A u-tlán, pueblos de Martín Monje, Am ec a , Etzatlán, pueblos deÁvalos, Amula y la provincia de Tamazula, Tuxpan y Zapotlán, mantuvieron su autonomía con respecto al reino neoga -laico y se erigieron, por siglos, en frontera occidental de la

Nueva España.

48




Colofón

Cuando volvió Hernán Cortés de su triste desventura y r ecuperó en parte el poder perdido y sus prebendas, miraría a C o lima con peculiar interés . El recuerdo de la expedición dirigida por su pariente le acicateaba. Aquel río que resultó el limite de su aventura, el Santiago Ixcuintla, le inquietaba y susci

taba en él nuevas expectativas, allende la Mar del Sur y envísperas de lanzarse al descubrimiento de las Californias.

Sus sueños tropezaron con un escollo: Ñuño de Guz-m á n , cuya inacabable competencia iría creciendo a partir de la

Navidad de 1529. Las tierras otrora pertenecientes a Colimay su provincia serían entonces zona de conflicto entre ambos

personajes._ En Colima, tuvo el marqués del Valle amigos e intereses;

aquí tenía puerto para poder descubrir el ignoto Mar del Sur;aquí, llegada la oportunidad, firmaría la creación de su mayorazgo el 9 de enero de 1 5 3 5 . 1 0 4

Aquella villa de frontera tuvo durante las décadas de losveinte y los treinta del siglo XVI visos de erigirse con el tiem

po en un enclave importante de cara al mar y hacia tierraadentro.

El ocaso de Hernán Cortés, el alistamiento de algunos desus vecinos en la hueste de Ñuño de G u zm á n , el señuelo nuevamente avivado por las intangibles Amazonas, las Siete Ciu-

dades de oro y plata, la falaz abundancia de las minas y per-

las del litoral, etcétera, motivarían, entre otras causas, el declive de el gran Colima y el colapso de aquella Villa, al tiem-

po que desaparecía, silencioso y casi ciego, Francisco C o r t é s ,un conquistador malogrado, el hombre que, en definitiva, su-

49




po dar genio y figura a la Villa de Coliman de la Nueva España.

Aquel conquistador, a pesar de la incuria de sus c on t em poráneos y de la escasa valoración que los tiempos hicieronde él, sumó aptitudes merecedoras de mayor crédito. Su ca pacidad para organizar una amplia región del occidente de la Nueva España, la extensión dada a la misma, su atento

observar bitácora en mano tierras y oportunidades, la actituddecidida de no arriesgar más hombres y t iempo, la conciliadora política con los naturales, el interés por procurar unospingües propios para la Villa de Colima como era el pueblode Tuxpan en Jalisco, son todos ellos elementos que no

justifican la supuesta cobardía y la debilidad de carácter ymando de este conquistador.

El 8 de junio de 1532, a siete años de su fundación y por

los días que falleciera Francisco C o r t é s ,1 0 5

el Cabildo de laVilla de Colima soñaba qún con un futuro prometedor. Encarta a Su Majestad, decía que eran 60 los vecinos, solicitabanombramiento de seis regidores perpetuos e informaba de lanecesidad de enviar a la Corte un procurador que mirase por el acrecentamiento de la misma de cara a la pacificación de suprovincia, de Michoacán y J a l i s c o . 1 0 6

Cuatro meses después , el 23 de octubre de ese mismoaño, el mismo Cabildo acordó "hacer descripción de esta tier r a " , 1 0 7 que fue el primer padrón de Colima: los ahora 51 vecinos poblaban empero una villa sin rostro ni ventura.

Colima, en la Casa del Archivo, febrero de 1994.

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Notas

P. B O Y D - B O W M A N , índice geobiográfico de más de 56 mil

pobladores españoles de América en el siglo XVI. México, Instituto deInvestigaciones Históricas-UNAM/Fondo de Cultura Económica, 1985,

I, p.l70,n° 5093.-o

Francisco Cortés, en 1531, declaró "ques de edad de treinta e dosaños, poco más o menos" y no firmó su declaración en el pleito entreÑuño de Guzmán y Hernán Cortés, "por estar muy enfermo y pordefecto de la vista": E. O'GORMAN (Ed.), "Ñuño de Guzmán contraHernán Cortés sobre los descubrimientos y conquistas en Jalisco yT e pic .15 31" [==Nuño de Guzmán contra Hernán Cortés sobre los

descubrimientos (1531) ] , en; Boletín del Archivo General de la Nación,

VIII: 4 (1937), pp. 555-556. Un año después, el primer censo de Colimalo declara ya difunto y registra Tecomán entre otros pueblos comoencomienda suya: E. O'GORMAN (Ed.), "Vecinos y pueblos de Colimaen 153 2" [^Vecinosypueblos ( 153 2) ] , en: Ibid., X: 1 (19 39 ) , pp. 14 -15 ,

n° 52 .3 Véase J.M. ROMERO DE SOLÍS, Colima marinera en el siglo XVI.

C o l ima , Archivo Histórico del Municipio de Colima (Pretextos, textos ycontextos, 9), 19 9 4 .

4 Es importante la visita realizada por Caravajal a los pueblos mic ho a -canos en octubre de 1524: Archivo General de Indias (=A GI ) , Justicia,

ieg . 130, ff. 952-959, 1145-1152 y leg . 138, en: J.B, WARREN, La

conquista de Michoacán, 1521-1530. Morelia, Fíma x , 1989, 2a. ed., pp.386-408.

^ Aparte de las menciones en las Cartas de Relación, son fundamentales dos documentos: la "Instrucción civil y militar de HernánCortés para la expedición de la costa de Colima" (1524) [-Instrucción

civil y militar ( 1 5 2 4 ) ] , en: J.L. MARTÍNEZ, Documentos cortesianos.México, U N A M / Fondo de Cultura Económica, 1 9 9 0 - 1 9 9 1 , 1 , pp. 310-315, y la "Carta de Hernán Cortés a Francisco Cortés dándole instrucciones y respuesta a sus consultas" (1524) [=¿Carta de Hernán Cortés a

Francisco Cortés( 1524) ] , en: Ibid, 316-318.



IIMfljii'l




^ P . G E R H A R D , Geografía histórica de la Nueva España, 1519-

1821. México, Institutos de Geografía e Investigación Histórica-UNAM,1 9 8 6 , p. 404.

ü Carta de Hernán Cortés a Francisco Cortés (1524), 3 1 6 .

19

Estas y otras encomiendas de pueblos michoacanos , repartidas enaquellos días de agosto de 1524, en: WARREN (1989), 134 -135 .1 3

Transcribe éstas, LEBRÓN (1554), 47 y 49-50.*

4 "En lo que decís de la mudada del pueblo [de Zacatula], me pareceque es muy bien que se mude al pueblo de Acapulco, porque en él haymás calidades para el propósito de la navegación de esa mar, que en otroninguno; y aun estará en él más a propósito la contratación para estaciudad e puertos": Carta de Hernán Cortés a Francisco Cortés (1524),316-317.1 5 IV Carta de Relación (15 de octubre, 1524), en: CORTÉS (1960),164.1 6 Carta de Hernán Cortés a Francisco Cortés (1524) , 316-3-17 .

1 7

/ t e / . , 317.1 8

№ / ¿ , 3 1 7 ,

^ Ibid., 317. Quién fuera el conílictivo carpintero, la carta no lo dice.Hubo un Antón Sánchez, carpintero de ribera y vecino de Zacatula, quealternaba su oficio con actividades de minero, según una escritura decompra-venta que fue otorgada el 22 de septiembre de 1525, ante el es-cribano Juan Fernández del Castillo: MILLARES-MANTECÓN (1945),I, n° 80. Bien pudiera tratarse de la misma persona.2 0

Cana de Hernán Cortés a Francisco Cortés (1524), 317. Si se

refiere don Hernando a las minas de Tamazula, esto pennite esbozar la

hipótesis de que Francisco Cortés pasó de Zacatula a Michoacán y deahí bajó hasta ese pueblo que se había reservado para sí don Hernando,donde pasó -antes de residir en la Villa de Colima- una corta temporada,

enviando a algunos de sus hombres a la provincia de Amula, punto delque más adelante trataremos.2 1 Instrucción civil y militar (1524), 310.2 2

Ibid^310




2 3Ibid., 310.

94 .

^ Ángel de Villafaña atestiguó años más tarde que fue con FranciscoCortés a la conquista de Jalisco hasta que éste "volvió a la villa deColima, donde era Theniente de Gobernador": Ñuño de Guzrnán contra

Hernán Cortés sobre los descubrimientos ( 1 5 3 1 ) , 5 4 5 .2~* Conocimiento de Pedro Tiscareño de cosas que llevó para la

armada del Sur (11 de marzo, 1527): Archivo General de la Nación( = A G N ) , Hospital de Jesús, leg. 203, f. 69, citado en extenso porWARREN (1989), 159; además, "Instrucción dada por Hernán Cortés aAlvaro de Saavedra para el viaje a las islas del Maluco" (28 de mayo,1527), en: MARTÍNEZ ( 1 9 9 0 - 1 9 9 1 ) , I, 439.2^ Ibid., 448. Subrayados nuestros.2 7 "Instrucción que dio Hernán Cortés a Diego Hurtado de Mendozapara el cumplimiento del viaje a la Mar del Sur" (circa mayo de 1532),en: MARTÍNEZ (1990-1991), III, 303. Subrayado nuestro. Sobre elpuerto de Ziguatanejo , la Relación de Zacatula, en: R. ACUÑA (Ed.) ,

Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. México, Instituto deInvestigaciones A ntr o po ló g ic a s -U NA M, 1987, p. 461.2 8

Ñuño de Guztnán contra Hernán Cortés sobre los descubrimientos(1531), 548. Salazar y Chirino dieron "comisión, poder y facultad" aOrduña en las provincias de Colima, Zacatula y Michoacán: A GÍ,

Justicia, leg. 198, n° 3, cit. por WARREN (1989), 149. También enperíodos de tiempo acéfalos o con comisionados y visitadores, estasprovincias al parecer constituyeron una unidad administrativa; así sucedió durante las comisiones dadas a Antón Caicedo, Cindos dePortillo, Alonso de Ávila y Godoy: cf. Ibid., 14 6 -14 7 .2 9 A GÍ, Justicia, leg. 135, n° 3, trascrito por WARREN (1989), 431-432.3^ Instrucción civil y militar (1524), 3 10 .3 1

Ibid, 310.3 2 Ibid, 310.

3 3Provanga de méritos y servicios de Jorge Carrillo (1558): A G Í , Pa

tronato, leg. 61, n° 2, ramo 5, cit. por WARREN (1989), 136.




3 * F. SEVILLA DEL RIO, Breve estudio sobre la conquista y

fundación de Coliman. México, Galas de México (Colección PeñaColorada), 1 9 7 3 , p. 202, transcribe la cédula firmada por Francisco deOrduña el 2 de diciembre de 15 2 5 .J J Entre las providencias para facilitar este arraigo, las Ordenanzas

sobre la construcción que diera Francisco Cortés, en 1524: AGÍ,Justicia, leg . 223, n° 2, en: A.M. ESCOBAR OLMEDO, Catálogo de

Documentos Michoacanos en Archivos Españoles. Morelia, UniversidadMichoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1989, p. 74, n° 154. Sobre éstasy otras encomiendas referidas más adelante, nuestro estudio inédito

Encomenderos de Colima.

3 6 Instrucción civil y militar (1524), 3 1 0 - 3 1 1 . Sólo nos ha llegadonoticia del caso de Pedro de Simancas quien perdió su encomienda enColima por maltrato a los naturales: LEBRÓN ( Í 5 5 4 ) , 55 .3 7 Instrucción civil y militar (1524), 3 11 .3 8 MILLARES-MANTECÓN (1945), I, n° 236.

— Según el padrón de 1532 aún había pueblos rebeldes: Epeilán "estáde guerra" (n° 40); Milpa "que al presente está de guerra" (n° 47);

Yanquila "está de guerra" (n° 48); Utlán, Zacatlán, Tlila, Iscayutlan,pueblos "alzados" (n° 57); Cachan, Pomar o, Maruata y Estopila,

"pueblos que están alzados en la Provincia de Motín, término de estavilla" (n° 61): Vecinos y pueblos (1532), 13-16.4 0 J.M. ROMERO DE SOLÍS, Relaciones de la Provincia de Amula

(1579). Colima, Archivo Histórico del Municipio de Colima (Pretextos,textos y contextos, 7), 1993, p.14 . Subrayado nue süo .4* Ibid., 2 4 -2 5 . Subrayados nuestros.4 2

Ibid, 14-15.4 3 Ibid, 25.4 4 Ibid, 30-31.4

^ No obstante, queda abierta la posibilidad sugerida antes en la nota20.4 6 ROMERO DE SOLÍS (1993), 21,4 7 Instrucción civil y militar (1524), 3 12 .




4 8Ibid, 311-312. Cortés no indica la fuente. Su primer biógrafo

cuando refiere lo sucedido inmediatamente después de la conquista yfundación de la Villa de Colima, escribe: "Trajeron entendido Sandovaly sus companeros que a diez soles de allí había una isla de Amazonas,tierra rica; mas nunca se han hallado tales mujeres: creo que nació aquelerror del nombre Ciuatlan, que quiere decir tierra o lugar de mujeres":F. LÓPEZ DE G O M A R A , Historia General de las Indias: II. Conquista

de México. Barcelona, Orbis, 1985, p. 218.4 9

Instrucción civil y militar (1524), 3 1 2 .®̂ "Carta a la emperatriz de Ñuño de Guzmán, dando cuenta del estado

quejándose de los daños que le hacían la Audiencia y el marqués delValle" (1 2 de junio , 1532) [=Carta a la emperatriz de Ñuño de Guzmán

( 153 2) ] , en: A. BLÁZQUEZ-TH. CALVO, Guadalajara y el nuevo

mundo. Ñuño Beltrán de Guzmán: semblanza de un conquistador. Guadalajara, Institución Provincial de Cultura "Marqués de Santillana",1992, p. 2 5 1 . Según los intereses de Ñuño de Guzmán, es obvio suponerque pudo disminuir la importancia de la fuerza expedicionaria a lasórdenes de Francisco Cortés.

Hay, sin embargo, otras interpretaciones; por ejemplo, SEVILLADEL RÍO (1973), 22, dice que Francisco Cortés "enroló a casi todos losvecinos de la Villa para que fuesen en su compañía". Cf. J, AM A YATOPETE, Bioteca de Occidente. Conquistadores y conquistas, funda

dores y fundaciones, pobladores y poblazones, incluso lo de Ameca.

Apéndice a Ameca, protofundación mexicana, Historia de la propiedad

del Valle de Ameca, Jalisco, y circunvecindad con ilustraciones

cuatricentenarias. México, Lumen, 1951, p. 42.

^Instrucción civil y militar (1524), 3 1 2 . Francisco Cortés reportó quedurante la expedición "le mataron [...] tres caballos, e que hirieron amuchos españoles de los que iban en su compañía, e que mataron muchos indios de los amigos que les ayudaban en la guerra": Ñuño de

Guzmán contra Hernán Cortés sobre los descubrimientos (1531), 555.

^ Instrucción civil y militar (1524), 3 1 2 .5 4

Ibid, 313.5 5 Ibid, 3 13 .

56




5 6 V Carta de Relación (3 de septiembre, 1526), en: CORTÉS (1960),236.

^ Sobre este conquistador, un buen trabajo es el de J. AMAYA TOPETE , Los conquistadores Fernández de Híjar y Bracamente. Ensayo

biogeneográfico. Guadalajara, Gobierno del Estado de Jalisco, 1952.

^ Ñuño de Guzmán contra Hernán Cortés sobre los descubrimientos

(1531), 567. El texto de la Relación de una visitación (1525) formaparte de aquel sonado proceso. Para esta reconstrucción, nos basamos

en diversos testimonios aparecidos en ese pleito, fuente tambiénutilizada por SAUER (1976), 29-33 y 47-58, a quien remitimos sobretodo por. sus ncas» axvolacvow^ de carlctet %eo%tá£\co.

59 Ñuño de Guzmán contra Hernán Cortés sobre los descubrimientos

(1531), 5 6 7 .6 0 / £ / ¿ , 5 6 7 .6 1 / ¿ / ¿ , 5 6 7 .o z No quedaron pacíficos los pueblos tras la visita de Cerezo y Vargas;permaneció latente la inquietud entre los naturales. Así aconteció conlos de Juan de A lme sto , "Cuando fue Francisco Vázquez [de Coronado]a la Purificación [en 1543], andaban ciertos pueblos y un cacique

alzados, y él [Almesto] fue con ciertos vecinos, y los prendió y ahorcó, yluego estuvo todo pacífico; y que tiene en la Purificación cien indios, losmás de guerra que de paz, y nunca le han dado tres pesos de provecho":ICAZA (1969), II, 262, n° 1161. Los límites entre Espuchimilco y Purificación eran confusos: SAUER (1976), 55-56.

0 Ñuño de Guzmán contra Hernán Cortés sobre los descubrimientos

(1531), 572.6 4 \ ¡bid., 557. ¿ 5 = = ^

6 5Ibid.,551.

6 6 Cf. SAUER (1976), 30; J.M. M U R I Á , Historia de Jalisco. Tomo i:

Desde los tiempos prehistóricos hasta fines del siglo XVII. Guadalajara,Gobierno de Jalisco, 1980, p. 268.

" 7 T H . CALVO et al., Xalisco, la voz de un pueblo en el siglo XVI.

México, C I E S A S - C E M C A , 1993, p. 80 .

57




^ Carta a la emperatriz de Ñuño de Guzmán (1532), 251.6 9 V Carta de Relación (3 de septiembre, 1526), en: CORTÉS (1960),2 3 6 .7 0

lbid,236.

7 * "Por lo que respecta a la ruta de regreso, principalmente tenemos losrelatos de Tello y sus sucesores, los historiadores románticos de NuevaGalicia": SAUER (1976), 31 . El calificativo de romántico resulta e x te mporáneo; con mayor propiedad se podría recurrir al de barroco. Noobstante los límites que, sin duda, tiene el relato del franciscano, frayAntonio Tello manejó fuentes y tradiciones locales hoy quizáirrecuperables. A este propósito, la oportuna anotación hecha porErnesto Terríquez en su prefacio a su edición de C.O. SAUER, Colima

de la Nueva España en el siglo XVI. Colima, Ayuntamiento deColima/Universidad de Colima, 1990, p. xiii .7^ Ñuño de Guzmán contra Hernán Cortés sobre los descubrimientos

(1531), 376.7 3 ' Ibidr, 378.7 4 / ¿ / ¿ , 3 8 8 .

7 5

/ ¿ ¿ ¿ . , 5 6 4 - 5 6 6 ; cf. SAUER (1976), 31. A esta etapa de la expediciónse remonta la tradición del descubrimiento de las islas Marías por DiegoGarcía de Colio y Juan de Villagómez: Fray A . TELLO, Crónica

Miscelánea de la Sancta Provincia de Xalisco. Libro segundo, volumenI. Guadalajara, Instituto Jalisciense de Antropología e Histo-ria/INAH/Gobierno del Estado de Jalisco/Universidad de Guadalajara,1 9 6 8 , p. 55.7 6 ICAZA (1969), II, 282, n° 1206. Sin embargo, el dato resulta untanto sorprendente, pues ahí mismo se dice que este conquistador a c o m pañó a don Hernando a Honduras .Por otra parte, tanto el controvertidoJerónimo López como Diego de Coria -escribano de la expedición-remiten a los combates sostenidos con los naturales de este valle y que

coaf irman, de uno u otro modo, el espléndido relato de fray Tello, locual es impensable si la expedición de Francisco Cortés no tocó la costaa su regreso de Tepic: TELLO (1968), 55-61; cf. SAUER (1976), 31,remitiendo a Dorantes de Carranza. El religioso Francisco Lo r e nz o , en

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1530, halló el valle de Banderas repartido entre españoles; Fray F.M.

DE TORRES, Crónica de la Sancta Provincia de Xalisco escrita por...

1755. Guadalajara, Instituto Jalisciense de Antropología e Histo-ria/INAH (Historia, 7), 1965, p. 58; cf. MURIÁ (1980), I, 269.77

1 Según fray Tello , Francisco Cortés siguió bajando por la costa hastael "puerto y pueblo de Chiamila" y, allí, "preguntó por dónde saldrían aColima, que todo era mar y grandes serranías". El cacique lugareño

respondió que en los alrededores "estaba un pueblo que se llamaCuxmalán, de lengua zayulteca, y que arriba había otros pueblos de lamisma lengua, que eran sus amigos, y que por allí saldrían bien":TELLO (1968), 73. De ser cierta tal versión, la hueste se apartó dellitoral en Cuxmala y entró a la provincia de Amula para llegar a la Villade Colima."JO

/ 0 Según el cronista franciscano, Cortés quería celebrar la pascua enColima y, sintiéndose ya cerca de esta Villa, "no vía la hora de dar lavuelta": Ibid, 54 y 55.^9 Francisco Cortés atestiguó que durante aquella campaña "le mataron[...] tres caballos, e que hirieron a muchos españoles de los que iban ensu compañía, e que mataron muchos indios de los amigos que les

ayudaban en la guerra": Ñuño de Guzmún contra Hernán Cortés sobrelos descubrimientos (1531), 555.o u La lucha por el poder en ausencia de Hernán Cortés dio inicio enfebrero de 1525. Salazar y Chirino pregonaron la muerte de donHernando el 22 de agosto de ese mismo año: G. PORRAS MUÑOZ, El

•gobierno de la ciudad de México en el siglo XVI. México, Instituto deInvestigaciones H i s t ó n c a s - U N A M , 1982, pp. 138-139.o íO A "El Capitán iba disgustado con todos sus soldados y ellos con él, y lacausa era porque nunca tomaba consejo de los caballeros y genteprincipal que iban en el exército, sino con la gente plebeya, y así losprincipales sufrían y pasaban por ser su Capitán y deudo del Marqués, yque era fuerza volver con él, considerando que presto se le habían de

acabar aquellos bríos, quedándose en Colima hecho pobre soldado; y eratanta la soberbia que había tomado, que si le durara mucho la guerra y elmando, le dejaran": TELLO (1968), 54.8 2 lbid.,5%59.

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8 3 "ítem supliquen a su majestad que porque los concejos no tienenpropios y tienen necesidad de proveer muchas cosas": "Junta celebradaen México por Gonzalo de Salazar, Pedro Almidez Cherino, Leonel deCervantes y otros, como representantes del Gobierno, así de Méxicocomo de otros pueblos de Nueva España, sobre pedir al rey lesconcediere ciertos puntos de gobierno para tranquilizar aquellasprovincias" (10 de noviembre, 1525) [-Junta celebrada en México( 1 5 2 5 ) ] , en: F. DEL PASO Y TRONCOSO, Epistolario de la Nueva

España (1505-1818). México, Antigua Librería de Robredo de JoséPorrúa e hijos, 1 9 3 9 , 1 , p. 83.8 4 El vecino de Colima Benito Méndez, compró el 23 de noviembre de1525 a Juan de Cáceres Delgado por 330 pesos de oro "unas casas esolar que son en esta dicha cibdad [de México] en la calle de Estapalapa,en que vos vivís, e más de otro medio solar questá a las espaldas de lasdichas casas, que de vos rescebí comprado": MILLARES-MANTECÓN(1945), 1, 82, n° 253.8~* Junta celebrada en México (1525), 78.8 6 / ¿ / ¿ . , 7 9 .8 7 / ¿ / ¿ , 8 1 .8 8 / ¿ / ¿ , 8 1 .

/ ¿ / ¿ , 8 2 - 8 3 .

/ ¿ ¿ / . , 8 3 .9 1 / ¿ / ¿ , 8 3 .9 2 / ¿ / ¿ , 83.9 3 / ¿ / ¿ , 83.9 4

lbid., 84.9 5 LEBRÓN (1554), 69. Subrayado nuestro.9 6 En: CALDERÓN QUIJANO (1979), 228-229. Subrayado nuestro.9 7

La Justicia Mayor de Colima, de oficio, contra Baltasar Rodríguez

por amasiato y otros hechos (15 de junio, 1575): A H M C , Sección A,caja 8, exp. 4.9 8 Relación de Tuchpan y su partido, en: ACUÑA (1987), 385.

89

90

60




9 9 Cf. ver mapas y distancias en GERHARD (19 8 6 ) , 85 y 369 (Tatatel-

co)\ 218 y 363 (Tamoín).

Junta celebrada en México (1525), 89.1 0 1

Ibid, 8 9 -9 0 .1 0 2 7¿wC, 90.1 0 3 Sobre Orduña, véase BOYD-BOWMAN (1985), 157, n° 4750;ICAZA (1969), I, 74-75, n° 129; PORRAS (19 8 2 ) , 379-383.1 0 4 J.L. MARTÍNEZ, Hernán Cortés. México, UNAM/Fondo de Cultura Económica, 1990, pp. 6 8 2 - 6 8 4 . Transcribe parte de la mencionadaescritura, SEVILLA DEL RÍO (19 7 3 ) , 2 3 5 - 2 4 1 .

105 p Q r e | m a |e s t a c

j0 ¿ e s a j u ( j ( j e Francisco Cortés, dudamos seriamente

de cierta versión, según la cual falleció a manos de indios cerca de Villa

de la Purificación, cuando zarpó en la expedición de Diego Hurtado deMendoza de 1532. En torno a esta fallida y trágica armada, cf. nuestroensayo ya arriba citado Colima marinera en el siglo XVL

Carta del Cabildo de la Villa de Colima al rey, donde se le

informa de la necesidad de enviarle un procurador para que trate en la

corte el acrecentamiento de la misma, para la pacificación de las

Provincias de Colima, Michoacán y Jalisco (8 de junio, 1532); AGÍ, Audiencia de México, leg. 94 , n° 1; ESCOBAR OLMEDO (1989), 143,n° 263.

^ Vecinos y pueblos de Colima ( 1 5 3 2 ) , 6.

el conquistador francisco cortés, reivindicación de un cobarde

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