el agua de la vida

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Adaptado por Ana Martínez Luján. El agua de la vida. Cuentos para reflexionar.

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cuentos para reflexionar sobre como nos limita cuando nos imponemos cargas difíciles de soportar, hay veces que la solución es sencilla pero si centramos nuestra energía en las cargas nos sentimos agotados y perdemos el rumbo que nos guía hacia lo que realmente importa.

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Page 1: El agua de la vida

Adaptado por Ana Martínez Luján.

El agua de la vida. Cuentos para reflexionar.

Page 2: El agua de la vida

Había una vez tres personas que

buscaban el agua de la vida, esperando

que después de beberla, vivirían para

siempre. …………

Page 3: El agua de la vida

Una de estas personas era un guerrero. En

su opinión, el agua de la vida tendría

muchísima fuerza. Sería algo así como un

torrente o como una catarata y por eso se

había embutido en una armadura; se había

provisto de una espada y de un escudo; se

había equipado con un puñal y con una

maza, además de una lanza, de un arco y

unas flechas. Caminaba al límite de sus

fuerzas con toda la impedimenta pero

estaba convencido de que así podría vencer

al agua y bebérsela.

Page 4: El agua de la vida

En su opinión, el agua la vida era mágica, algo

así como un remolino o un geiser, de manera

que podría controlarla con un hechizo. Para

ello, se había enfundado en una larga capa

estrellada, se equipó con la varita más poderosa

de su colección; también cogió todas las

pociones de su bien surtido armario y por lo que

pudiera surgir, guardó en un saco todos los

ingredientes necesarios para cocinar cualquier

pócima. Por último, para no dejar nada al azar

se llevó sus 10 libros de hechizos.

La segunda persona era una hechicera.

Page 5: El agua de la vida

La tercera persona era un mercader. En su

opinión el agua de la vida era tremendamente

costosa, algo así como una fuente de perlas o de

diamantes. Por ello decidió llenarse todos los

bolsillos de su atuendo con monedas de oro,

cargar con pesadas alforjas llenas de dinero, un

cinturón repleto de piedras preciosas, sedas

bordadas en oro y alfombras tejidas por los más

hábiles artesanos, todo ello con la esperanza de

comprar el agua de la vida al precio que fuera.

Page 6: El agua de la vida

Tras largas y agotadoras jornadas,

después de idas y venidas, de

atravesar junglas impenetrables y

abrasadores desiertos, finalmente

llegaron al lugar.

Page 7: El agua de la vida

Cuando los viajeros llegaron a su destino, se

encontraron con que todos estaban equivocados. En

realidad, el agua de la vida tenía poco o nada que ver

con lo que ellos habían imaginado. Por lo pronto no era

un torrente susceptible de ser intimidado por cualquier

muestra de fuerza, ni tampoco amenazaba a quien se le

acercara. Tampoco era un remolino rugiente, misterioso

ni mágico que pudiera ser encantado por un hechizo o

sortilegio. Y naturalmente no era una fuente de perlas

o de diamantes, ni de piedras preciosas que pudiera

comprarse con dinero o ser cambiada por costosísimas

mercancías.

Page 8: El agua de la vida

Era, simple y

llanamente, un pequeño

lago de agua dulce y

brillantes aguas oscuras.

En realidad lo único que hacía falta para

beneficiarse de los poderes mágicos del agua era…

arrodillarse y beber.

Page 9: El agua de la vida

Ahora bien, esto resultaba

mucho más difícil que

cualquier cosa que

hubieran imaginado.

Page 10: El agua de la vida

El guerrero, con su armadura, su

espada, su escudo, su puñal, su

maza, su lanza, su arco, sus

flechas, era incapaz de ponerse de

rodillas y si lo conseguía

arrojándose de bruces, corría el

riesgo de caer al agua y morir

ahogado. La coraza y las armas lo

protegían pero también le

impedían alcanzar lo que deseaba.

Page 11: El agua de la vida

Por otro lado, la capa de la hechicera, al

mojarse, perdía sus propiedades mágicas.

Además, prácticamente, le impedía

moverse y con su varita, sus pociones, sus

ingredientes y sus libros de hechizos, lo

mismo que le ocurría al guerrero, si se

arrodillaba para beber, le resultaría

imposible levantarse y correría su misma

suerte.

Page 12: El agua de la vida

Para el mercader, la tarea no era más

sencilla. Con los bolsillos llenos de

monedas de oro, con las pesadas alforjas

al hombro, con su cinturón repleto de

piedras preciosas, con sus sedas bordadas

en oro, y con sus carísimas alfombras, era

seguro que al inclinarse para beber, el peso

le vencería y también moriría ahogado.

Page 13: El agua de la vida

Así que allí permanecieron durante largo

tiempo, caminando alrededor del lago,

buscando la forma en que pudieran beber

del agua de la vida sin perderla en el

intento. Finalmente, cuando el desánimo y

la desesperación habían hecho presa de

ellos, se dejaron caer derrumbados a la

orilla del lago.

Page 14: El agua de la vida

Postrados de esa guisa, observaron como

un pajarillo iba y venía, en un recorrido

incansable, construyendo su nido. En cada

viaje transportaba una ramita, pasaba

raudo a su lado, la depositaba en el árbol,

y volvía al arbusto a por más. En uno de

sus viajes, el pajarillo sintió sed. Depositó

la ramita a la orilla del lago y se zambulló.

Emergió recogió su ramita y siguió

construyendo su nido.

Page 15: El agua de la vida

Los tres viajeros que habían observado

al pajarillo comenzaron a reír de forma

descontrolada, casi histérica y entre

carcajadas soltaron toda su cargase

desnudaron y se zambulleron en el agua

de la vida.

Page 16: El agua de la vida

Moraleja: todo nuestro afán está enfocado en

conseguir amasar el máximo de armas,

herramientas o riquezas para poder vivir. Con

esta historia se muestra que para sumergirse en

la vida no es necesario cargar con todo hasta el

límite de nuestras fuerzas. Sólo es necesario

entrar en ella y disfrutarla. También podemos

descubrir que la sabiduría, el auténtico

conocimiento para la vida, puede provenir de

cualquier lugar, incluso de aquello que nos

parece insignificante, siempre que sepamos

observar y estemos abiertos a aprender.