Sofia Kharissova 8 A #3

El Mago

-Vamos Tom, esperamos cinco minutos y entramos. ¡Ya no aguanto más! Me muero de curiosidad por ver lo que hay en la casa del mago. - dijo Jess.

Lo pensé por un momento. Todo ya estaba planeado desde hace semanas. Sabíamos que el mago Gothlick Slytherinne salía del pueblo cada mes a comprar ingredientes para sus pociones y esta vez decidimos aprovechar para investigar su casa.

El mago Gothlick Slytherinne acababa de salir de su casa. Y nosotros dos estábamos esperando su momento de partida desde los arbustos de su casa.

Cuando el mago se fue de la vista, Jess se levanto y me hizo una señal para que lo siguiera.

Le dimos la vuelta a la casa del mago Gothlick Slytherinne y Jess abrió la ventana trasera de la casa que parecía la ventana de un sótano.

Entramos.

Todo estaba muy obscuro. Comencé a dar pequeños pasos pero choque con una mesa.

-Por aquí, Tom- dijo Jess prendiendo la luz y señalando a una puerta.

-¡Vaya! ¡Qué cosas!- dije.

El cuarto en el que estábamos tenia de todo. Había libros, vasijas, ratones y ratas enjauladas, diferentes hierbas, vasos de vidrio, unos lentes, una bata, y un refrigerador pequeño.

-¡Sí! Y mira, un libro de magia- señalo Jess.

Los dos nos acercamos y comenzamos a hojear el libro.

Todo parecía tan interesante y extraño pero a su vez daba un poco de miedo.

Mientras Jess seguía leyendo el libro, yo fui a las otras habitaciones para seguir observando.

Los otros cuartos casi no tenían nada de interesante. En esa casa no había televisión, radio ni teléfono. Pero en algunos cuartos si había cosas extrañas, como en la habitación en la que había una cama había siete piedras del tamaño de una pelota de beisbol de diferentes colores cada una. Me acerque para verlas y justo cuando quería tocar la piedra del color verde escuche un grito proveniente del sótano.

Corrí a todo pulmón.

-¿Jess? ¿Qué paso?- pregunte asustado mirando a todos los lados para ver donde estaba.

-Bee-ee-eee - dijo un borrego parado en un rincón.

Al principio no le di mucha importancia, pero después el borrego se acerco a mí y pude ver que sus ojos me decían algo.

-¡JESS!- grite mirando los ojos del animal.

-Bee-ee-eee – dijo el borrego que supuestamente era mi amigo.

-¿Qué has hecho?- grite.

-Bee-ee-eee– contesto Jess en su forma animal apuntando con su hocico hacia la mesa que estaba en su derecha.

Observe sus movimientos y me di cuenta de que en la mesa había caramelos verdes. Apunte hacia ellos y Jess asintió con la cabeza.

¡Oh! ¡No! Jess se comió unos caramelos que tenían el poder de convertir en animal. Eso estaba mal. ¿Qué se supone que debería hacer?

Lo primero que me vino a la cabeza fue agarrar el libro de magia que Jess estaba leyendo y buscar algún hechizo o algún conjuro para desencantarlo.

“Hechizos de amor…hechizos para atraer dinero…hechizos para la suerte…felicidad… contra envidias…” leía mientras pasaban las hojas. “Conjuro para deshacer hechizos y pociones”.

-¡Lo tengo!- dije emocionado mientras observaba el texto que decía así:

Conjuro para deshacer hechizos y pociones

Santêl Galïmburen

Cunyts Fárrênzhen

Lobitoÿa Ralenquïs

Muzitamuhs Deteriogis

Cerrar los ojos al decir el conjuro

“¡Wow! ¿Cómo se supone que diré este conjuro con los ojos cerrados?” me pregunte a mí mismo.

Repase varias veces el texto. Cerré los ojos y comencé…

-Santel galbuner…eh… cunyts farencen…lotoya enquis… ¿este?....miquitarioris- abrí los ojos y me sorprendí al ver que ahí estaba Jess en forma de borrego pero en lugar de hocico tenía una trompa de elefante.

Dije el conjuro mal y lo eche todo a perder. Otra vez, leí el texto, cerré los ojos y comencé a decir el conjuro.

-Santel galimburen … cunits farencen…lobiyota palenenquis… emm ....musiramunes deteriomesis- repeti. Y otra vez, me di cuenta de que dije el conjuro mal. Al borrego Jess le aparecieron dos cuernos en lugar de la cola y una pata extra en la espalda.

-¡Oh! ¡No!- dije.

En ese momento escuche pasos que provenían de la puerta de entrada. Me asuste y el libro de magia se me callo de las manos.

Estaba seguro de que era el mago así que me escondí debajo de escritorio.

“Hay no, como pude haber olvidado mi libro de magia…ahora llegare tarde…”dijo el mago.

El mago Gothlick Slytherinne entro al sótano y se sobre salto en el momento que vio a Jess convertido en borrego.

-¿Que has hecho?- pregunto el mago dirigiéndose hacia Jess. -¿Acaso no te han enseñado que es malo entrar a casas de otras personas y tomar sus sin el permiso de sus dueños?

Jess estaba muy asustado para contestar. Esta era casi creo que la primera vez que escuchábamos al viejo mago hablar y parecía estar muy furioso.

-Podría hacer que te quedes así por todo un año o incluso por toda tu vida…- decía este. –Y sé que no has sido solo tu- dijo el mago señalando a el animal mientras levantaba el libro de magia.

Hubo un silencio.

–Donde quiera que estés sal.- Ordeno el mago.

Al principio solo quería morirme de vergüenza y no quería salir pero al pensarlo bien decidí que sea cual sea el castigo tendría que enfrentarlo y no huir de él. Entrar a la casa del mago era la causa y la consecuencia seria el castigo que ambos nos merecíamos. A veces lo prohibido nos parece interesante y divertido pero tenemos que ponernos en los zapatos de la persona que sufre daños ocasionados por nosotros mismos.

Muy decidido y aun un poco asustado, salí de mi escondite esperando mi castigo.

Sofia Kharissova 8 A #3

Never stop…

I got married four months ago with Diane. We met at the geology university 2 years ago. Both of us are studying geology and we want to travel all around the world to look for new places where to find new rocks and crystals.

We are very happy to work together. But the most important thing is that we combine our learning’s to discover new things. Just like before our marriage. We combined our hypothesis and got to the conclusion that the Chocolate Hills in Bohol, Philippines have underground caves that contain gemstones. Now we are going on a trip to the Chocolate Hills.

So tomorrow Diane and me will sit on an airplane and fly directly to Bohol.

-Do not forget your tools, Andrew- Diane told me.

-I won’t, honey- and I smiled to her.

At 8 a.m. we were half way to Bohol. Diane told me to get some sleep. I was so tired, but at the same time so desperate to get to the hills…

-Wake up, Andrew. We are here! - Diane woke me up. The airplane was still and there were only some passengers picking up their things to get out of the plane.

We got out of the airplane, picked up our baggage and found a small restaurant were to eat.

Two hours later we took a taxi to the Chocolate Hills.

-I hope we find those caverns this week- I told Diane.

-Yeah, me too! - She replied.

–Are there any wild animals that live in the hills?- she asked.

I didn’t know what to say. We didn’t think about that little detail. So I asked the same question to the taxi driver.

-There are bears, and sometimes snakes… but they do not hurt you if you do not bother them. - He said.

At last we arrived.

“Wow!” was my first impression.

The hills were supposedly composed of around 1,268 perfectly cone-shaped hills of about the same size spread over an area of more than 50 square kilometers. This was a highly unusual geological formation. But it was perfect! Everything was so beautiful and natural!

Diane was impressed too! She didn’t stop to take pictures until I told her that we did not take any extra batteries with us.

We walked all day. At night, Diane found a nice place to make a tent and have some sleep.

I made the tent while she made supper for us. Then, with some dried leaves and branches we created a bonfire. We didn’t have marshmallows but still, it was an unforgettable moment.

I woke up by the sound of heavy steps and can scratching sounds. No human, but animal steps. And then I remembered what the taxi driver told us. Bears habituated in the hills and we forgot to hide the food last night.

I decided to wake up Diane; maybe she would know what to do.

-Do not move, with that, the bear will not sense our movements- she said.

So the only thing to do was to lay and wait.

Fifteen minutes passed and everything got very quiet. I realized that the bear was gone for now.

I pulled my head out of the tent and saw most of the food cans broken and scratched.

-Fast. We have to take our things and go- I said gathering all our things around.

Diane also helped me. She took some leftover food cans, pots and dishes and also helped me to fold the tent.

Everything was ready.

Rapidly, we walked out of that place but the horror didn’t stop.

-Andrew, I heard the bear’s steps. - Her face went pale. – Should we run or lie down and pretend to be dead?-

-Place the food bag in the ground, but carefully, without sound…- I said whispering.

She did that and I placed the other bags in the ground too, I only kept our geology tools. Then we heard the leaves rustling.

-RUN!!!- I shouted and took my wife by her hand.

As we ran, the bear’s footsteps became louder but they suddenly stopped. I think that the big creature found the bags with food.

We continued running.

-There! - Diane cried pointing to a cavern.

We stopped at the moment we entered into the cavern. It was very dark.

I took my flashlight from the pocket of my jacket and illuminated the cave. My wife did the same.

It was very obvious but as both of us was scared; we did not notice that we were on one of the caves we were looking for. YES!! We made ir!! In less than a week!

-I can’t believe this! I can’t believe this! YES!! YES!!! YES!! Andrew!!- Diane gave me a big hug.

After having completely researched the place, I called to the university so they could send more people to help with the research.

I had accomplished some of my most important life goals and I won’t stop, I want to continue, I WILL continue giving the best of me, working hard and at the end, enjoying the happiness of life.