desafio del empleo juvenil en el caribe

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boletíncinterfor 73 No. 150, setiembre-diciembre de 2000 Este artículo es una versión resu- mida del Volumen 1 del Borrador de un trabajo para una conferencia titula- do: “Repasando el desafío del empleo juvenil en el Caribe”. Su autor es el Dr. Dennis A. Pantin, y el trabajo fue encargado por la Organización Inter- nacional del Trabajo, Oficina de la OIT en el Caribe, Trinidad y Tobago. Las opiniones expresadas por el autor y sus colaboradores no son necesariamente las de la OIT. Resumen ejecutivo Resumen ejecutivo Resumen ejecutivo Resumen ejecutivo Resumen ejecutivo Este estudio de 1999, “Repasan- do el Desafío del Empleo Juvenil en el Caribe” actualiza un trabajo ante- rior realizado en 1996 (Pantin, 1996). Ese primer documento se titulaba “El Desafío del Empleo Juvenil en el Ca- ribe: El Papel de los Programas de Formación Ocupacional para Jóve- nes”. Ambos estudios fueron encarga- dos por la Oficina Regional de la OIT en Puerto España. El trabajo de 1999 está basado en cinco principales tér- minos de referencia: 1. Definir el concepto de juventud y la situación del empleo juvenil en el contexto caribeño; 2. Identificar las tendencias y proba- bles pautas futuras del volumen, características e importancia del empleo, desempleo y subempleo juveniles en el Caribe; Repasando el Repasando el Repasando el Repasando el Repasando el desafío del empleo desafío del empleo desafío del empleo desafío del empleo desafío del empleo juvenil en el Caribe juvenil en el Caribe juvenil en el Caribe juvenil en el Caribe juvenil en el Caribe Dr. Dennis A. Pantin Dr. Dennis A. Pantin Dr. Dennis A. Pantin Dr. Dennis A. Pantin Dr. Dennis A. Pantin En el presente artículo se describe la situación del empleo juvenil en el Cari- be de habla inglesa, con particular én- fasis en los casos de Barbados, Jamai- ca y Trinidad y Tobago. Asimismo, identifica las tendencias y probables características futuras del desempleo y el subempleo en esta región, consi- derando en el análisis de las mismas la influencia que tienen una serie de medidas correctivas que han sido de- sarrolladas con el fin de atenuar la magnitud y consecuencias del desem- pleo juvenil en el Caribe. El artículo fi- naliza con una serie de recomendacio- nes de políticas y programas que bus- can promover y estimular la creación de oportunidades de empleo para la población joven.

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Dennis Pantin

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  • boletn cinterfor

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    No. 150, setiembre-diciembre de 2000

    Este artculo es una versin resu-mida del Volumen 1 del Borrador deun trabajo para una conferencia titula-do: Repasando el desafo del empleojuvenil en el Caribe. Su autor es elDr. Dennis A. Pantin, y el trabajo fueencargado por la Organizacin Inter-nacional del Trabajo, Oficina de la OITen el Caribe, Trinidad y Tobago. Lasopiniones expresadas por el autor y suscolaboradores no son necesariamentelas de la OIT.

    Resumen ejecutivoResumen ejecutivoResumen ejecutivoResumen ejecutivoResumen ejecutivo

    Este estudio de 1999, Repasan-do el Desafo del Empleo Juvenil enel Caribe actualiza un trabajo ante-rior realizado en 1996 (Pantin, 1996).

    Ese primer documento se titulaba ElDesafo del Empleo Juvenil en el Ca-ribe: El Papel de los Programas deFormacin Ocupacional para Jve-nes. Ambos estudios fueron encarga-dos por la Oficina Regional de la OITen Puerto Espaa. El trabajo de 1999est basado en cinco principales tr-minos de referencia:

    1. Definir el concepto de juventud yla situacin del empleo juvenil enel contexto caribeo;

    2. Identificar las tendencias y proba-bles pautas futuras del volumen,caractersticas e importancia delempleo, desempleo y subempleojuveniles en el Caribe;

    Repasando elRepasando elRepasando elRepasando elRepasando eldesafo del empleodesafo del empleodesafo del empleodesafo del empleodesafo del empleojuvenil en el Caribejuvenil en el Caribejuvenil en el Caribejuvenil en el Caribejuvenil en el CaribeDr. Dennis A. PantinDr. Dennis A. PantinDr. Dennis A. PantinDr. Dennis A. PantinDr. Dennis A. Pantin

    En el presente artculo se describe lasituacin del empleo juvenil en el Cari-be de habla inglesa, con particular n-fasis en los casos de Barbados, Jamai-ca y Trinidad y Tobago. Asimismo,identifica las tendencias y probablescaractersticas futuras del desempleoy el subempleo en esta regin, consi-derando en el anlisis de las mismasla influencia que tienen una serie demedidas correctivas que han sido de-sarrolladas con el fin de atenuar lamagnitud y consecuencias del desem-pleo juvenil en el Caribe. El artculo fi-naliza con una serie de recomendacio-nes de polticas y programas que bus-can promover y estimular la creacinde oportunidades de empleo para lapoblacin joven.

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    3. Identificar y analizar algunas delas causas subyacentes del desem-pleo/subempleo juvenil y sus con-secuencias para la juventud y lasociedad. El estudio tendr encuenta las condiciones del merca-do laboral, adems de los factoressociales y econmicos;

    4. Estudiar y evaluar una muestra demedidas correctivas sealadas enel estudio anterior sobre desocu-pacin juvenil, y recientes medi-das que se han adoptado, en espe-cial en Jamaica, Barbados y Tri-nidad y Tobago para paliar los pro-blemas del desempleo;

    5. Recomendar polticas y programascon relacin a las acciones ten-dientes a promover el empleo (asa-lariado e independiente) con espe-cial nfasis en las necesidades delos jvenes de la subregin. En estaseccin se tendrn en cuenta y ana-lizarn las recomendaciones de es-tudios anteriores y los trabajos deopinin sobre el empleo juvenil. Eneste sentido, se considerar el im-pacto en el Caribe de las estrategiasque se enumera a continuacin, yse evaluar la efectividad de losproyectos que tienen mayor poten-cialidad para la generacin de em-pleo para los jvenes de la regin:

    La formacin y la asistenciafinanciera para la creacin denuevos empleos y empresas;

    La formacin, el aprendizajey la asistencia financiera para

    el empleo en las empresas yaexistentes;

    Polticas activas de mercadode trabajo, incluyendo progra-mas de colocacin y empleosubsidiado;

    Generacin directa de puestosde trabajo mediante el empleoen el sector pblico y la inver-sin en infraestructura;

    O una combinacin de opcio-nes.

    Adems de los anteriores trminosde referencia, el estudio tuvo comobase tres objetivos referidos al estudioprevio de 1996. Estos tres objetivoseran los siguientes:

    1. Actualizar la situacin de las po-lticas de empleo juvenil y de lasinstituciones de formacin conrespecto al statu quo de 1996.

    2. Obtener respuesta de los rganospertinentes en materia de formu-lacin y gestin de polticas deformacin a las propuestas del in-forme de 1996.

    3. Hacer una reflexin sobre los pro-blemas planteados en 1996, e in-cluir una nueva resea de la lite-ratura del tema del desempleo ju-venil.

    Como en el caso del estudio de1996, este informe se divide en dosVolmenes. El Volumen1 hace un re-sumen de tres estudios de caso de pa-

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    ses: Trinidad y Tobago, Jamaica y Bar-bados, en el marco de los cinco trmi-nos de referencia descritos arriba. Enel Volumen 2 se ofrece una apreciacinms detallada de los tres estudios decaso nacionales.

    APROXIMACIN AL ESTUDIOAPROXIMACIN AL ESTUDIOAPROXIMACIN AL ESTUDIOAPROXIMACIN AL ESTUDIOAPROXIMACIN AL ESTUDIO1

    Como lo indica el ttulo, este in-forme constituye una revisin y actua-lizacin del estudio que el autor lleva cabo en 1996 sobre Desafo delEmpleo Juvenil en el Caribe: Papelde los Programas de FormacinOcupacional Juvenil (Pantin, 1996).Se establecieron tres objetivos en estenuevo estudio. En primer trmino, eltrabajo procura actualizar la situacinde las polticas de empleo juvenil y lasinstituciones de formacin con respec-to al statu quo de 1996. Segundo, elestudio trata de obtener respuestas, porparte de las instituciones que formu-lan y gestionan polticas, a las propues-tas de 1996; y tercero, reflexionar so-bre los problemas planteados en ese en-tonces e incluye una nueva resea dela literatura del tema de la desocupa-cin juvenil. Se desarroll trabajo decampo en Trinidad y Tobago, Barba-dos y Jamaica. Al igual que el Informede 1996, el Estudio se divide en dosvolmenes. El Volumen 1 ofrece losprincipales detalles relativos a los Tr-minos de Referencia. El Volumen 2proporciona una versin actualizadadel anterior Volumen 2 de 1996, conestudios de caso ms pormenorizadosde Trinidad y Tobago, Barbados y Ja-maica.

    En la prctica,la definicin

    operativa de lajuventud vara

    considerablemen-te de un pas a

    otro, segn facto-res culturales,

    institucionales ypolticos

    SECCIN 1:SECCIN 1:SECCIN 1:SECCIN 1:SECCIN 1:CONCEPTO DE JUVENTUDCONCEPTO DE JUVENTUDCONCEPTO DE JUVENTUDCONCEPTO DE JUVENTUDCONCEPTO DE JUVENTUDY TENDENCIAS DEL MERCADOY TENDENCIAS DEL MERCADOY TENDENCIAS DEL MERCADOY TENDENCIAS DEL MERCADOY TENDENCIAS DEL MERCADODE TRABAJO JUVENILDE TRABAJO JUVENILDE TRABAJO JUVENILDE TRABAJO JUVENILDE TRABAJO JUVENIL

    Concepto de juventudConcepto de juventudConcepto de juventudConcepto de juventudConcepto de juventud

    El concepto de juventud que seutiliza en este estudio es el de la defi-nicin normativa de las Naciones Uni-das, que comprende al grupo poblacio-nal entre los 15 y 24 aos de edad. Sinembargo, y como en el estudio de 1996,se sugiere que es preciso tambin pres-tar atencin al grupo entre los 25 y los29 aos. El principal motivo para ha-cerlo es el hecho de que el de jovenes un concepto tanto demogrficocomo cultural. En un segundo sentido,mucha gente joven (por cierto en el Ca-ribe) permanece en el hogar de sus pa-dres hasta que forma su propia fami-lia, y a veces hasta despus de hacer-lo. OHiggins (1997) seala ademsque:

    En la prctica, la definicinoperativa de la juventud vara consi-derablemente de un pas a otro, segnfactores culturales, institucionales ypolticos [...] En Gran Bretaa, porejemplo, las Polticasde Empleo Juvenil porlo general apuntan algrupo etario entre 16 y18 aos, mientras queen Italia describen laspolticas referidas apersonas entre 14 y 29aos de edad en el nor-te de la pennsula, y 14

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    y 32 en el sur [...] Dentro de la cate-gora de jvenes es adems impor-tante distinguir entre adolescentes yadultos jvenes, porque los problemasde estos dos grupos son diferentes.(OHiggins, 1997:4)

    Por otra parte, este estudio revi-sado tambin nos sugiere que hay quereconocer asimismo las necesidadesdel grupo etario entre 12 y 15 aos, queo bien no logra acceder a la educacinsecundaria, o en la prctica casi nuncaasiste a ella por una serie de razones,algunas de las cuales veremos ms ade-lante en este trabajo. De algn modo,este grupo intermedio experimentamuchas de las reacciones emocionalesde la categora de 16 a 24 aos, en elsentido de tener que hacer frente a lanecesidad de ganarse la vida y las frus-traciones que surgen de las dificultadesen la consecucin de dicho objetivo.

    Como prembulo a la considera-cin del papel que les corresponde alos jvenes en la fuerza de trabajo, esconveniente ubicar al grupo etario ju-venil dentro de la poblacin total delCaribe. El Cuadro 1 ofrece datos par-ciales que reflejan un pico en la evolu-cin del tamao relativo de la pobla-cin joven con relacin a la poblacintotal de los pases de la regin, comoya lo indicaba el Informe de 1996. Odicho de otro modo, el Caribe empie-za a mostrar los primeros indicios deun envejecimiento de su poblacin.Por ejemplo, en 1990 el grupo entre15 y 24 aos era el 18% de la pobla-cin de Trinidad y Tobago y Barbados.

    La proyeccin para 2000, es de un cre-cimiento del 1% subiendo al 19% deltotal en Trinidad y Tobago, pero de unadisminucin hasta el 15% de la pobla-cin total en Barbados. Como resulta-do el grupo etario de 15-29 aos semantendr en el 27% de la poblacintotal en 1990 y 2000 en Trinidad yTobago, para caer luego al 22% hacia2015 y 21% hacia 2025. El porcentajeequivalente del mismo grupo (15-29aos) en Barbados disminuir del 27%en 1990 al 23% en el 2000. La proyec-cin en Jamaica para el mismo grupoes un decrecimiento del 31% en 1992al 28% del total de la poblacin en el2000 y al 24% en 2024.

    La juventud en la fuerza laboralLa juventud en la fuerza laboralLa juventud en la fuerza laboralLa juventud en la fuerza laboralLa juventud en la fuerza laboral

    Como revela la Parte A del Cua-dro 2, el grupo etario de 15 a 24 aosconstitua entre el 22 y el 30% de lafuerza de trabajo de 1996 en una mues-tra de siete pases del Caribe. En elextremo inferior se encuentran Trini-dad y Tobago y Barbados, donde elgrupo juvenil es el 22% de la fuerzalaboral. En el medio estn Jamaica ySt. Lucia, donde los jvenes aportanel 26%, y finalmente, en el extremo su-perior, estn Guyana, St.Vincent yBelice con el 30% y el 29%, respecti-vamente.

    El agrupamiento de los pasescambia algo al considerar al grupo en-tre los 25 y 29 aos, tal cual apareceen la ltima fila del Cuadro 2. Se com-prueba que Trinidad y Tobago y Bar-bados permanecen en la parte inferior

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    con el 36% de la fuerza laboral, en1996, para el grupo de 15 a 29 aos, alos que puede sumarse Jamaica con un39%. En el medio estn Belice yGuyana donde este grupo etario cons-tituye el 43% y 45% respectivamentede la fuerza de trabajo. En el extremosuperior se ubican St. Vincent y St.Lucia con el 48% y 55%, respectiva-mente. Para 1998, el porcentaje de lafuerza laboral correspondiente al gru-po etario entre 15-24 aos haba au-mentado marginalmente al 23%, perose mantena constante en un 36% para

    el grupo entre 25-29 aos. En Jamaicael grupo de los jvenes entre 14-24aos tambin disminuy levemente al24% en 1997. En Barbados, la dismi-nucin fue ms marcada en 1997, conuna cada al 18% y el 31% de los gru-pos etarios 15-24 y 24-29 aos, respec-tivamente.

    Desempleo juvenilDesempleo juvenilDesempleo juvenilDesempleo juvenilDesempleo juvenil

    Como lo muestra claramente elsegundo componente (Parte B) delCuadro 2, en el Caribe el desempleo

    CUADRO 1CUADRO 1CUADRO 1CUADRO 1CUADRO 1LA JUVENTUD COMO % DE LA POBLACIN DEL CARIBELA JUVENTUD COMO % DE LA POBLACIN DEL CARIBELA JUVENTUD COMO % DE LA POBLACIN DEL CARIBELA JUVENTUD COMO % DE LA POBLACIN DEL CARIBELA JUVENTUD COMO % DE LA POBLACIN DEL CARIBE

    PAS 1980 1990 2000 2010 2015 2025

    Trinidad &Tobago15-24 18 19 14.5h 14.7 h

    25-29 9 8 7.8 h 6.7 h

    15-29 27 27 22.3 21.4

    Barbados15-24 22 18 15 1325-29 9 8 715-29 27 23

    Jamaica15-2425-2915-29 31 (1992) 28 24 (2020)

    h Proyeccin de alta poblacin

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    CUADRO 2CUADRO 2CUADRO 2CUADRO 2CUADRO 2LA JUVENUD DENTRO DE LA FUERZA LABORAL DEL CARIBELA JUVENUD DENTRO DE LA FUERZA LABORAL DEL CARIBELA JUVENUD DENTRO DE LA FUERZA LABORAL DEL CARIBELA JUVENUD DENTRO DE LA FUERZA LABORAL DEL CARIBELA JUVENUD DENTRO DE LA FUERZA LABORAL DEL CARIBE

    PAISES GRUPO ETARIO

    15-19 20-24 25-29 15-24 15-29

    A (como % de la fuerza de trabajo)

    JAMAICA (1997) 8 18 (n.a) 26 (n.a)

    JAMAICA (1996) 8 18 13 26 39

    T & T (1998) 8 15 13 23 (n.a)

    T & T (1996) 7.4 15 13 22 36

    BARBADOS (1997) 5 13 13 18 (n.a)

    BARBADOS (1996) 8 14 13 22 35

    GUYANA (1996) 13 17 15 30 45

    ST. LUCIA (1996) 10 16 29 26 55

    ST. VINCENT (1996) 12 18 18 30 48

    BELIZE (1996) 14 15 14 29 43

    (B) (como % de los desocupados)

    Desocupados

    JAMAICA (1997) 22 30 31 52 (n.a.)

    JAMAICA (1996) 24 33 37 57 84

    T & T (1998) 20 22 11 42 (n.a.)

    T & T (1996) 15 24 15 39 54

    BARBADOS (1997) 16 22 16 38 (n.a.)

    BARBADOS (1996) 13 24 15 37 52

    GUYANA 39 28 14 67 81

    ST. LUCIA 28 26 23 54 77

    ST, VINCENT 31 26 17 57 74

    BELIZE 33 20 12 53 65

    es un fenmeno que afecta predomi-nantemente a los jvenes. De formaanloga a lo apuntado ms arriba con

    respecto a la fuerza de trabajo, los pa-ses caribeos incluidos en la muestrase alinean en tres grupos desde el pun-

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    to de vista de la carga de desocupacinsegn las cifras anuales ms recientespara los siete (7) pases:

    En la parte inferior se ubican Tri-nidad y Tobago y Barbados con el 39%y 37%, respectivamente, de desemplea-dos en el grupo etario entre 15-24 aos.Al observar el grupo de 15 a 29 aos,vemos que la carga proporcional dedesocupacin sube al 54% y 52%, res-pectivamente.

    Luego vienen Belice, St. Lucia ySt. Vincent, con el 53%, 54% y 57%,respectivamente, de su fuerza laboraldentro de las edades de 15-24, y el65%, 77% y 74%, respectivamente,entre los 15 y los 29 aos.

    Finalmente, en el extremo supe-rior estn Jamaica y Guyana con el57% y 67%, respectivamente, de sufuerza laboral desempleada en el gru-po etario de los 15-24 aos, y el 84% y81%, respectivamente, en el de 15-29aos. Datos ms recientes de 1998 paraTrinidad y Tobago indican un aumen-to del subempleo juvenil del 15-20%para el grupo entre 15-29 aos, perouna declinacin del 24-22% para losdel grupo de 20 a 24 aos, y del 15-11% para los de 25 a 29 aos de edad.En el caso de Jamaica se registr unamejora para todos los grupos etarios(14-29 aos) hacia 1997. En Barbadosse registr una tendencia algo similara la de Trinidad y Tobago, con un au-mento de la carga de desocupacin enel grupo entre 20-24 aos del 13% al16%, una disminucin en el siguiente

    grupo etario 20-24 del 24% al 22%, yun incremento del uno por ciento, del15% al 16%, para el grupo entre los25 y 29 aos.

    SubempleoSubempleoSubempleoSubempleoSubempleo

    No existen series de datos espec-ficamente relativos al subempleo. Sinembargo, el empirismo causal y el ra-zonamiento econmico sugieren que esprobable que al grupo de los jvenes sobre todo si se incluyen los del tramoentre 25-29 aos le corresponda unpeso an mayor de subempleo que dedesocupacin abierta en las sociedadesdel Caribe.

    SECCIN 2:SECCIN 2:SECCIN 2:SECCIN 2:SECCIN 2:CONSECUENCIASCONSECUENCIASCONSECUENCIASCONSECUENCIASCONSECUENCIASDEL DESEMPLEO JUVENILDEL DESEMPLEO JUVENILDEL DESEMPLEO JUVENILDEL DESEMPLEO JUVENILDEL DESEMPLEO JUVENILY ALGUNASY ALGUNASY ALGUNASY ALGUNASY ALGUNASDE SUS PRINCIPALES CAUSASDE SUS PRINCIPALES CAUSASDE SUS PRINCIPALES CAUSASDE SUS PRINCIPALES CAUSASDE SUS PRINCIPALES CAUSAS

    ConsecuenciasConsecuenciasConsecuenciasConsecuenciasConsecuencias

    OHiggins (1997) seala que seopinaba generalmente en el pasado quelas consecuencias de las elevadas ta-sas de desempleo juvenil eran proba-blemente menos graves que para elcaso de los adultos, especialmenteaquellos de ms edad. Esta argumen-tacin tradicional se basa, en gran par-

    En el Caribe eldesempleo es un

    fenmeno queafecta predomi-

    nantemente a losjvenes

    te, en el hecho de que seespera que el desempleodure menos en los jve-nes que en los mayores.Sin embargo, OHigginssubraya que aun cuandola premisa de la dura-

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    se justifica y relaciona con cuatro delas principales consecuencias del des-empleo y subempleo juvenil estable-cidas en este Estudio.

    (i) Para los jvenes desempleadosy/o subempleados est la frustracin yen algunos casos la privacin materialque deriva de la incapacidad tanto deganar un ingreso como de encontrarsalida a su energa y creatividad. El re-sultado es una prdida de autoestima yautovaloracin que, sobre todo en elcontexto de una desocupacin prolon-gada, puede tener un efecto funesto enlas personas afectadas. OHiggins se-ala, por ejemplo, que

    El desempleo, al principio de la vidalaboral de una persona, puede perju-dicar en forma permanente su poten-cial productivo y, por ende, sus posi-bilidades de empleo. El corolario esque las pautas de comportamiento quese establecen en una etapa tempranatendern a persistir por el resto de lavida. Sucede as que, aunque los nive-les totales de desempleo juvenil qui-zs sean un fenmeno (relativamente)transitorio [...] las consecuencias paralos individuos especficos que deben

    hace frente a un largo perodo de inac-tividad por cierto no lo son. Puedensufrir un dao permanente en lo querespecta a sus perspectivas de empleoe ingresos como resultado de una eta-pa de desempleo en los comienzos de suvida de trabajo (OHiggins, 1997:16).

    (ii) Para las familias de los jve-nes afectados, est tambin la cargatanto de compartir la frustracin comode tener que estirar recursos materia-les que, en la mayora de los casos, sonlimitados. En un contexto en el queprcticamente no existen redes de bien-estar social para la juventud desocu-pada, sus familias y las comunidadesgeogrficas inmediatas en las que vi-ven tienen que hacerse cargo de la si-tuacin.

    (iii) Por lo tanto, las comunidadesdonde habitan los jvenes desocupa-dos comparten la carga, en tanto queson el espacio geogrfico inmediato enel que los jvenes inactivos pasarngran parte de su tiempo.

    (iv) La sociedad en su conjunto,como extensin de las comunidadesgeogrficas inmediatas de los jvenes,tambin experimenta un doble efectonegativo a causa del desempleo/subempleo juvenil: por una parte, lamano de obra ociosa le quita a la so-ciedad y a la economa los beneficiosde la mayor actividad y produccin quesu empleo productivo generara. Por laotra, la sociedad termina pagando lacuenta de la alienacin social (fenme-no paralelo al desempleo) y otros ser-

    El desempleo, alprincipio de la vidalaboral de unapersona, puedeperjudicar enforma permanentesu potencialproductivo y, porende, sus posibili-dades de empleo

    cin se sostenga aun-que menciona pruebasempricas de los pasesde la OCDE que son am-biguas al respecto hayde todos modos razonespoderosas para prestaratencin a la situacinde los jvenes desocu-pados. Esta conclusin

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    vicios sociales (p.ej. de salud) a quedichos jvenes puedan recurrir. La ma-nifestacin ms evidente, aunque no lams importante de esta carga, es ladesviacin de la norma social, especial-mente en los grupos juveniles de ries-go. Como sealramos en el prece-dente Informe de 1996:

    Las caractersticas tpicas de estosgrupos juveniles de riesgo es que sonpredominantemente masculinos, entre15 y 19/21; provienen de familias yambientes comunitarios disfunciona-les; tienen alguna enseanza secunda-ria (incompleta) o muy poca educacinformal; y pertenecen a subculturas quese distinguen por el abuso de sustan-cias y alguna actividad criminal(Pantin, 1996, Vol. 1:8).

    OHiggins nota adems que

    El desempleo juvenil tambin estasociado con el abuso de drogas y losdelitos, y estas dos formas de compor-tamiento son persistentes y tienen unalto costo tanto social como indivi-dual (OHiggins 1997:16).

    El Cuadro 3 ofrece algunos datosde Trinidad y Tobago para el ao 1997,por ejemplo de los delitos cometidospor los internados de tres alberguespara jvenes. El robo predomina entrelos delitos de los internados masculi-nos y representa el 31% en el hogar demenores y el 61% en el de muchachosmayores (un 38% total). El Cuadro 4muestra que los internados provienenpredominantemente de hogares mono-

    parentales, de madre soltera, (32%) oque estuvieron a cargo de un tutor(29%). Aunque los datos no revelan elgnero de ese tutor, podemos suponerque en esa categora tambin hay pre-dominio femenino. No obstante, estono debera causar sorpresa, puesto quehistricamente en el Caribe es la ma-dre la que asume la responsabilidad decriar a los hijos tal es el caso, por cier-to, en los espacios fsicos de ocupa-cin comn. Lo que quizs sea msrevelador es que el 10% de estos inter-nados provienen de hogares con soloun padre, en un contexto donde esoscasos quizs no lleguen ni al 5% delos hogares de un solo progenitor. Di-cho de otro modo, el problema pareceser la falta de uno de los progenitoresy no el gnero per se de ese progenitoro tutor nico.

    Datos anteriores de Barbados re-flejan similares tendencias en lo querespecta a los jvenes y los delitos.Sobre la base de datos de 1990, unaComisin de la Juventud de Barbadosconcluy en 1993 que

    ...son ms proclives (los jvenes) quecualquier otro grupo etario a morir porestas causas (homicidio y heridasautoinfligidas) [...] En su conjunto, losdatos de mortalidad y morbilidadmuestran que los jvenes son particu-larmente vulnerables a los accidentes,las heridas y la violencia. (Braith-waite, 1999:45).

    La comisin, asimismo, compro-b que los jvenes constituan casi las

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    CUADRO 3CUADRO 3CUADRO 3CUADRO 3CUADRO 3Delitos cometidos por los jvenes de tres albergues en 1997Delitos cometidos por los jvenes de tres albergues en 1997Delitos cometidos por los jvenes de tres albergues en 1997Delitos cometidos por los jvenes de tres albergues en 1997Delitos cometidos por los jvenes de tres albergues en 1997

    Caso de Trinidad y TobagoCaso de Trinidad y TobagoCaso de Trinidad y TobagoCaso de Trinidad y TobagoCaso de Trinidad y Tobago

    DELITO YB1 YB2 YG3 TOTAL

    Prdida de control 32.00% 6.90% 60.70% 27.30%

    Tentativa de suicidio 0 0 0.90% 0.20%

    Fuga del albergue 24.10% 3.70% 20.50% 13.60%

    Drogas 3.90% 10.20% 0.90% 6.10%

    Robo 31.30% 60.70% 1.80% 37.90%

    Ria (asalto) 2.30% 3.70% 1.80% 2.90%

    Tentativa de asesinato 1.60% 2.80% 0 1.90%

    Asesinato, muerteultra intencional

    Vctima de abuso 1.60% 0 8.90% 2.60%

    Posesin de armas/ 0 6.90% 0 3.30%municiones

    Violacin 0 0.90% 0 0.40%

    Otros 3.20% 4.20% 4.50% 3.80%

    TOTAL 128 216 112 456

    Fuente: Revista Caribea de Criminologa y Psicologa Social, julio de 1997, Volumen 2, nmero 2. Ladelincuencia juvenil en Trinidad y Tobago: Desafos para la poltica social y la criminologa en el Caribe,por Ramesh Deosaran y Derek Chaddee.

    1 YB1- Hogar de nios2 YB2 Hogar de muchachos mayores3 YG3- Hogar de nias* Los datos de 30 jvenes no estaban disponibles al recabar los datos

    dos terceras partes de los culpables dedelitos en 1990, que era cuatro vecesms probable que esos culpables fue-ran del sexo masculino que del feme-nino, y ese diferencial por sexo ha ve-nido aumentando ao a ao desde1960:

    Los delitos de violencia entre los j-venes estn decididamente por enci-ma del nivel nacional y van en francoaumento (Braithwaite 1993:76/7).

    La evidencia de Jamaica indica unpapel similar de los jvenes en una so-

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    CUADRO 4CUADRO 4CUADRO 4CUADRO 4CUADRO 4ANTECEDENTES FAMILIARES DE LOS HOGARES DE JVENES, 1997ANTECEDENTES FAMILIARES DE LOS HOGARES DE JVENES, 1997ANTECEDENTES FAMILIARES DE LOS HOGARES DE JVENES, 1997ANTECEDENTES FAMILIARES DE LOS HOGARES DE JVENES, 1997ANTECEDENTES FAMILIARES DE LOS HOGARES DE JVENES, 1997

    Trinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y Tobago

    Padres YB1 OB2 YG3 TOTALAmbos progenitores 29.9% 24.1% 18.6% 24.4%Solo padre 16.4% 5.9% 10.2% 10.0%Solo madre 29.1% 36.4% 27.1% 32.0%Tutor 21.6% 27.7% 39.8% 29.0%Vive solo 0.7% 5.5% 0 2.8%Con amigos 0 0.5% 1.7% 0.6%En hogar orfanato 2.2% 0 2.5% 1.3%Total 134 220 118 472

    Fuente: Revista Caribea de Criminologa, etc., Volumen 2, nmero 2. La Delincuencia Juvenil en T y T.,etc. Mismos autores que antes.1 YB hogar de nios2 OB hogar de muchachos mayores3 YG hogar de nias

    ciedad donde el nivel de violencia esms alto que en Trinidad y Tobago, Bar-bados y el resto del Caribe Oriental.

    En trminos generales, la atencintiende a concentrarse sobre todo en lacuarta consecuencia, lo cual es desafor-tunado, pues parte del supuesto de quesolo se est ante un verdadero proble-ma cuando las tres primeras conse-cuencias del desempleo juvenil se ma-nifiestan en la cuarta (comportamien-to fuertemente antisocial). La irona esque los limitados esfuerzos de preven-cin es decir, haciendo frente a lostres primeros tipos de consecuenciasno conduce ms que a exacerbar la

    cuarta, exigiendo ms de los recursosdisponibles para lidiar con las cuatro.

    No sera realista suponer que lacreacin de pleno empleo para los j-venes habra de eliminar las desviacio-nes sociales. Sin embargo, la estrecharelacin que existe entre la pobreza, eldesempleo/subempleo y las transgre-siones sociales, solo pueden llevar a laconclusin de que las condiciones delmercado de trabajo y la distribucin deingresos tienen mucho que ver con eldelito. Llegamos as a la inexorableconclusin de que, para hacer frente alas cuatro consecuencias arriba descri-tas del desempleo juvenil, es preciso

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    entender las causas determinantes delempleo/desempleo/subempleo.

    Factores circunstanciales delFactores circunstanciales delFactores circunstanciales delFactores circunstanciales delFactores circunstanciales deldesempleo/subempleo juvenildesempleo/subempleo juvenildesempleo/subempleo juvenildesempleo/subempleo juvenildesempleo/subempleo juvenil

    Los factores que explican el des-empleo/subempleo juvenil estn tantodel lado de la demanda como de la ofer-ta del mercado de trabajo.

    La demanda de mano de obraLa demanda de mano de obraLa demanda de mano de obraLa demanda de mano de obraLa demanda de mano de obra

    La demanda de mano de obra es lavariable independiente en la ecuacin delempleo. Si la actividad econmica exi-ge mano de obra, sta le ser provista,aun con desfasajes en materia de des-trezas y capacitacin. En Trinidad yTobago y en Barbados, por ejemplo,se registra un nivel ms bajo de des-empleo juvenil que en Guyana y Jamai-ca. Esto, en general, se corresponde conel desempeo macroeconmico de estosdos grupos de economas caribeas.

    A su vez, tiende a haber una es-trecha correlacin entre la pobreza yel desempleo de adultos y jvenes. Enla medida en que la economa repro-duce la pobreza, continuar dndoseuna concentracin del desempleo/subempleo entre los integrantes de lascomunidades pobres. Cuando se tomaen cuenta el factor pobreza, y vincula-do a ste el de un hogar con un soloprogenitor, lo que actualmente se con-sidera desempleo juvenil se ver en elcontexto de la poltica macroeconmi-ca, especialmente en lo que respecta ala reduccin de la pobreza.

    Sin embargo, OHiggins tambinobserva que la pregunta que ms vie-ne al caso no es si la demanda agrega-da influye sobre el desempleo juvenil,ya que obviamente lo hace, sino porqu los jvenes sufren mayor impactonegativo que los adultos. Su respuestaes que es ms fcil despedir a los tra-bajadores jvenes, ya que las empre-sas no han hecho inversiones conside-rables en capacitarlos, y que el achica-miento econmico no va delante de laspolticas de empleo sino que general-mente las sigue2 . Como resultado, esmuy probable que los potenciales j-venes empleados se encuentren antemercados laborales duros en un marcode declinacin o estancamiento macro-econmico. Dicho de otro modo, losjvenes enfrentan ms dificultades enmercados de trabajo reacios, ya quetienen adems otras limitaciones paraacceder a ellos. La primera de ellas esla experiencia. En la mayora de loscasos, los empleadores prefieren tomara alguien que ya tiene experiencia la-boral de hecho, alguien que ya esttrabajando en otro lado y no ser pio-neros en la experimentacin con losrecin llegados al mercado de trabajo.Por lo tanto, los jvenes deben sortearesta barrera al empleo junto con la otra vinculada a ella de no haber desa-rrollado todava, en la gran mayora delos casos, ninguna red ni contactos nitcnicas eficaces de bsqueda de em-pleo, ni siquiera la preparacin parasolicitudes o entrevistas. Por otra par-te, los que llegan no gozan de los be-neficios de la sociologa del lugar detrabajo, donde es ms fcil retener un

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    empleo que forzar la puerta de unonuevo, ya que las relaciones interper-sonales fortalecen la colocacin origi-nal.

    La oferta de trabajoLa oferta de trabajoLa oferta de trabajoLa oferta de trabajoLa oferta de trabajo

    La proporcin que corresponde algrupo juvenil dentro del total de lafuerza laboral es tambin una variableexplicativa que puede afectar o distor-sionar las tendencias del crecimientoeconmico, lo cual se ve reflejado enel caso de St. Lucia (con un 55% de lafuerza laboral entre los 15 y los 19aos) y St. Vincent, donde el porcen-taje equivalente era de 48%.

    En la literatura se considera queel nivel salarial tambin puede influiren la demanda de mano de obra joven.OHiggins seala que en la OCDE, losestudios de la relacin de lo que gananlos jvenes y el desempleo no son cla-ros. En el caso de Gran BretaaOHiggins dice que

    ...mientras que los estudios del asuntocomprobaron que la demanda agrega-da desempeaba un rol importante enla determinacin del nivel de desem-pleo juvenil, lo que indicaban los efec-tos de la relacin salarial eran menosevidentes; algunos estudios le adjudi-caban influencia y otros no [...]Blanchflower y Freeman (1996) sea-lan que la casi universal reduccin delos salarios relativos de los jvenes quese pudo observar en los pases de laOCDE en la dcada del 90, no produ-jo ningn aumento en las tasas de ocu-

    relativos de jvenes y adultos y lascorrespondientes tasas relativas dedesempleo, en trece pases industria-lizados (OHiggins, 1997: 10).

    De manera similar, podemos en-tender que la parte que le correspondea la juventud en el desempleo/subem-pleo, tambin est distorsionada por lamanera en que se recogen los datospara las estadsticas de la fuerza de tra-bajo. Es discutible, por ejemplo, quemuchos de los integrantes del grupoetario de los 15 a los 17-18 aos, en elCaribe, hayan adquirido realmente lacompleja formacin de actitudes, pre-paracin psicolgica para el lugar detrabajo, y/o destrezas que los capaci-ten para el empleo productivo. Podraser til reclasificar a los que no estnen el sistema de enseanza, entre los12 aos cumplidos y antes de los 17/18, como fuera de la fuerza laboral, ocomo aprendices. Si se efectuara esacorreccin, por ejemplo excluyendo algrupo 15-19 aos de la primera fila delas estadsticas de la fuerza laboral delCuadro 2, sta disminuira entonces un5% en Barbados, entre un 7 y un 8%

    En la medida enque la economa

    reproduce lapobreza, continua-

    r dndose unaconcentracin del

    desempleo/subempleo entre

    los integrantes delas comunidades

    pobres.

    pacin juvenil, que tam-bin bajaron duranteese perodo [...] Blanch-flower (1996), en suanlisis de los datos delrelevamiento interna-cional Social SurveyProgramme (SSP) (Pro-grama de Encuesta So-cial), halla un valor d-bil (R2= .15) para la re-lacin entre los salarios

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    en Trinidad y Tobago y Jamaica, entre10 y 12 % en St. Lucia y St. Vincent yalrededor de 13-14% en Guyana yBelice.

    Hasta podra ser ms sensato cla-sificar al grupo de edades entre los 20y los 24 aos como empleados en for-macin. Como lo indica el Cuadro 2,el grupo de quienes tienen entre 15 y24 aos constituye algo ms del 50%de la mano de obra desempleada enBelice, St. Lucia, Jamaica y St.Vincent, el 67% en Guyana y el 38% y42% en Barbados y Trinidad y Tobago,respectivamente.

    Lo que aparece estadsticamentecomo un problema de desempleo y/osubempleo, con esa reforma se verams como una crisis del sistema deeducacin y formacin de jvenes(YETPS, segn la sigla inglesa).

    SECCIN 3:SECCIN 3:SECCIN 3:SECCIN 3:SECCIN 3:EVALUACIN DE LOS CAMBIOSEVALUACIN DE LOS CAMBIOSEVALUACIN DE LOS CAMBIOSEVALUACIN DE LOS CAMBIOSEVALUACIN DE LOS CAMBIOSEN LOS PROGRAMAS JUVENILESEN LOS PROGRAMAS JUVENILESEN LOS PROGRAMAS JUVENILESEN LOS PROGRAMAS JUVENILESEN LOS PROGRAMAS JUVENILESDE FORMACINDE FORMACINDE FORMACINDE FORMACINDE FORMACINPARA EL EMPLEOPARA EL EMPLEOPARA EL EMPLEOPARA EL EMPLEOPARA EL EMPLEO

    El conjunto de requisitos para elempleo destrezas, actitudes, etc., esla principal variable dependiente en laecuacin del mercado de trabajo, parauna demanda de trabajo dada. La cues-tin es saber si los programas juvenilesde formacin para el empleo (YETPS)del Caribe satisfacen adecuadamentedichos requerimientos. Nuestro estu-dio de 1996 identificaba dos criteriosbsicos para evaluar a los YETPS

    caribeos en relacin con esta interro-gante fundamental:

    1. Ofrecen estos programas sufi-cientes oportunidades de forma-cin con relacin a la demandade formacin de la poblacin jo-ven?

    2. Aun cuando la formacin quebrindan los YETPS no se adecuea la demanda, resulta apropia-da para los tipos de capacitacinque exigen los actuales mercadosde empleo y el trabajo indepen-diente?

    PREGUNTA 1:PREGUNTA 1:PREGUNTA 1:PREGUNTA 1:PREGUNTA 1:Ofrecen los YETPS suficientesOfrecen los YETPS suficientesOfrecen los YETPS suficientesOfrecen los YETPS suficientesOfrecen los YETPS suficientesoportunidades de formacin conoportunidades de formacin conoportunidades de formacin conoportunidades de formacin conoportunidades de formacin conrelacin a la demanda de forma-relacin a la demanda de forma-relacin a la demanda de forma-relacin a la demanda de forma-relacin a la demanda de forma-cin de la poblacin joven?cin de la poblacin joven?cin de la poblacin joven?cin de la poblacin joven?cin de la poblacin joven?

    La respuesta a la Pregunta 1 en elestudio de 1996 (Pantin, 1996) fue quelo que ofrecan los programas de ca-pacitacin juvenil para el empleo nose adecuaba a la demanda. Se seala-ba que en el caso de Jamaica, por ejem-plo, se estim que en 1995 haba entre55.000 y 85.000 jvenes potencialmen-te disponibles para la formacin, perosolo 20.000 personas se haban inscrip-to en esos programas.

    En Trinidad y Tobago hubo 15.000enrolados en 1995, cifra que se calcu-la disminuy para 1999 con el cierrede un campamento juvenil, la elimina-cin de otro programa de capacitacinde jvenes (Civilian Conservation

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    Corps) y la reduccin general del n-mero de participantes en estos YETPS.Del mismo modo, en Barbados no pa-rece haber habido gran aumento del n-mero de estudiantes desde 1995.

    Por otra parte, el Informe de 1996indicaba que es til desglosar el grupode los jvenes segn sus antecedentesfamiliares, ingresos, logros educativosy hasta raza. En especial, el informesealaba que

    La evidencia circunstancial indicaque estos programas apenas estn lle-gando hasta los jvenes en situacinde riesgo, sobre todo en las comuni-dades de segunda clase (Pantin,1996, V.1:19).

    Esta actualizacin de 1999 no en-cuentra pruebas de que algo haya cam-biado al respecto. De hecho, es posi-ble que en Trinidad y Tobago la situa-cin haya empeorado con el cierre delprograma Civilan Conservation Corps(Cuerpo de Conservacin Civil), queapuntaba a esos jvenes en situacinde riesgo y haba reclutado a 4.000 en19963.

    PREGUNTA 2:PREGUNTA 2:PREGUNTA 2:PREGUNTA 2:PREGUNTA 2:El contenido curricular de losEl contenido curricular de losEl contenido curricular de losEl contenido curricular de losEl contenido curricular de losYETPS satisface realmenteYETPS satisface realmenteYETPS satisface realmenteYETPS satisface realmenteYETPS satisface realmentela demanda del mercadola demanda del mercadola demanda del mercadola demanda del mercadola demanda del mercadode trabajo?de trabajo?de trabajo?de trabajo?de trabajo?

    El Informe de 1996 determincuatro indicadores equivalentes(proxy) que podran ser tiles pararesponder esta pregunta:

    1. Las experiencias de empleo de losegresados de los programas.

    2. Las experiencias de ingresos dedichos egresados.

    3. La opinin de los egresados so-bre el peso de los programasYETP en las oportunidades deempleo e ingresos. (A la cual sepueden aadir ahora sus destre-zas laborales y sociales).

    4. Las opiniones de los empleadoressobre los niveles relativos de des-trezas y aptitudes de los egresadosde los YETP comparados conotros empleados de edad similar(Pantin, 1996).

    1 y 2. Experiencias de empleo e1 y 2. Experiencias de empleo e1 y 2. Experiencias de empleo e1 y 2. Experiencias de empleo e1 y 2. Experiencias de empleo eingresos de los egresadosingresos de los egresadosingresos de los egresadosingresos de los egresadosingresos de los egresados

    El estudio de 1996 sealaba quela respuesta a estas interrogantes de-penda de la realizacin de estudios depanel, pero que

    Desafortunadamente [...] muypocos de los programas YETP del Ca-ribe, o de otras organizaciones exter-nas, han llevado a cabo estudios depanel de esta ndole. Por otra parte,aun cuando se los realiz, no parecehaberse adoptado un enfoque coheren-te, ni siquiera al repetirlos dentro dela misma institucin (Pantin 1996,V.1:20).

    El Informe de 1996 rese la evi-dencia parcial disponible a partir de losestudios de panel, e indicaba ciertoimpacto positivo de los YETP en elempleo y los ingresos. Uno de ellos,

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    realizado en 1992 por el HEART/NTA(Agencia Nacional de Formacin, Ja-maica), constataba por ejemplo que losegresados de dicha institucin tenanmejores posibilidades de conseguirempleo que los desertores y no parti-cipantes en relaciones del 69%, 37% y

    43%, respectivamente. En Trinidad yTobago, otro estudio efectuado por elYTEPP en 1993, comprob que susegresados mejoraban su situacin deempleo en un 177% en comparacincon el 25% de un grupo de control desujetos que no haban participado en

    Cuadro 5Cuadro 5Cuadro 5Cuadro 5Cuadro 5Personas empleadas y sus logros educacionalesPersonas empleadas y sus logros educacionalesPersonas empleadas y sus logros educacionalesPersonas empleadas y sus logros educacionalesPersonas empleadas y sus logros educacionales

    Trinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y Tobago

    AMBOS SEXOS

    LOGROS EDUCACIONALES 1992 1993 1994 1995 1996

    Sin educacin 1%

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    los programas. Como lo sealaba elInforme de 1996, la experiencia sobrediferencias de ingresos se basaba en elCaribe sobre todo en la sensacincualitativa de los egresados delHEART/NTA de Jamaica y el YTEPPde Trinidad y Tobago.

    Es muy poco lo que ha cambiadodesde el Informe de 1996 en lo que serefiere a la inexistencia en general deestudios de panel adecuados, inclusi-ve para comparar el desempeo encuanto a empleo, ingresos y actitudesde los egresados de los YETP con gru-pos de control de edad y antecedentessimilares. El Cuadro 5 sugiere que hayalgunas pruebas - con certeza en Tri-nidad y Tobago - a favor de la conclu-sin de que la formacin es un factorpositivo. El cuadro muestra que losegresados de secundaria sin asignatu-ras especializadas (en nivel O /CXC)pero con capacitacin, se empleabanms que sus contrapartes sin capacita-cin. De modo similar, los que habanaprobado cinco o ms asignaturas yhaban recibido capacitacin, tambintenan mejores logros laborales que susequivalentes no capacitados4 .

    En el momento de preparar esteInforme de 1999, se supo que se esta-ba realizando un estudio de panel enSERVOL por parte de una de sus agen-cias financiadoras (Van LeerFoundation). Se espera que en unrelevamiento nacional de la juventudque ha de llevarse a cabo en Barbados,se incluya un componente semejante aun estudio de panel.

    3. Opiniones de egresados de3. Opiniones de egresados de3. Opiniones de egresados de3. Opiniones de egresados de3. Opiniones de egresados deprogramas YETPprogramas YETPprogramas YETPprogramas YETPprogramas YETP

    El Informe de 1996 registraba sa-tisfaccin general entre los egresados,aunque ello solo se basaba en el estu-dio de panel de 1992 del HEART/NTAde Jamaica5 y en algunas reuniones degrupos de discusin, celebradas comoparte de dicho informe, con alumnos oegresados del HEART/NTA en Jamai-ca, los programas SERVOL y YTEPPen Trinidad y Tobago y la Junta Na-cional de Formacin de Barbados. ElInforme de 1996 indicaba que

    la mayora de los participantes pen-saba que la capacitacin mejoraba suactitud hacia la vida y el trabajo ascomo tambin sus perspectivas de em-pleo y autoempleo (Pantin, V.1:21).

    Sin embargo, de acuerdo con loshallazgos preliminares de las reunio-nes nacionales de grupos de discusin,realizadas en Trinidad y Tobago parauna Fuerza Nacional de Tarea de laJuventud, en 1998, parece haber ciertainsatisfaccin entre los graduados conrespecto a la profundidad de la forma-cin impartida por YTEPP, SERVOLy la actualmente cerrada CCC.

    4. Opiniones de los empleadores4. Opiniones de los empleadores4. Opiniones de los empleadores4. Opiniones de los empleadores4. Opiniones de los empleadores

    Como en 1996, no se dispuso deinformacin especfica acerca de lasopiniones de los empleadores. En lamedida en que los egresados de estosprogramas YETP parecen tener mejor

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    experiencia laboral que sus competi-dores, como lo sugiere la evidenciaparcial arriba reseada, podramos su-poner que sus empleadores tienen unaopinin positiva de los programas. Sinembargo, se informa que en las reunio-nes de los grupos de discusin para laFuerza de Tarea de la Juventud, en Tri-nidad y Tobago, por lo menos algunosde los participantes encuestados dije-ron que los empleadores no aceptabanlos certificados del YTEPP.

    SECCIN 4: CONCLUSIONES YSECCIN 4: CONCLUSIONES YSECCIN 4: CONCLUSIONES YSECCIN 4: CONCLUSIONES YSECCIN 4: CONCLUSIONES YRECOMENDACIONESRECOMENDACIONESRECOMENDACIONESRECOMENDACIONESRECOMENDACIONES

    Las acciones que hay que tomarpara promover el empleo en el Caribe,sobre todo el de los jvenes, debenderivarse de un diagnstico de los fac-tores que lo determinan. Por consi-guiente, las siguientes recomendacio-nes comienzan por el lado de la deman-da de mano de obra antes de conside-rar la oferta de trabajadores capacita-dos. Por aadidura, las recomendacio-nes sobre oferta de capacitacin noempiezan por los programas de forma-cin ocupacional juvenil, sino por elsistema general de educacin.

    La demanda de mano de obraLa demanda de mano de obraLa demanda de mano de obraLa demanda de mano de obraLa demanda de mano de obra

    Como sealamos antes, la deman-da del mercado de trabajo es la varia-ble independiente en la ecuacin delempleo. Una evaluacin realizada en1996 por un comit parlamentario bri-tnico sobre el impacto de la capacita-cin y los consejos empresariales in-dicaba que sus resultados:

    en ubicar a la gente en empleos...parece reflejar las condiciones econ-micas, y no superarlas 6

    Ese mismo nmero de TheEconomist comenta, con respecto aAlemania, que su sistema de educacindual o de alternancia:

    ...no es una solucin para el desem-pleo, algo que resulta ms evidente enestos momentos en que la desocupa-cin ha alcanzado un nuevo rcord depostguerra en Alemania con una cifrade ms de 4 millones. Casi la mitad delos desempleados alemanes sonegresados del aprendizaje con base enel trabajo (Ibid).

    En el Caribe, la Comisin de laJuventud de Barbados de 1993 subra-yaba a ese respecto en el Informe de1996:

    ...el fracaso de la economa en gene-rar suficientes empleos, en especial enreas preferenciales (Braithwaite,1993:26).

    En un estudio de 1992 sobre losprogramas de formacin de jvenespara el empleo en Jamaica, Knight tam-bin conclua que la economa no eralo suficientemente dinmica para des-atascar el mercado laboral y de esemodo resolver el problema del desem-pleo. En un estudio de la OIT para Ja-maica, en 1997, Anderson lleg a si-milares conclusiones. Ms an: sobrela base de la relacin creciente del des-empleo juvenil con respecto al adulto,

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    Cuadro 6Cuadro 6Cuadro 6Cuadro 6Cuadro 6Relacin de desempleo juvenil a desempleo adultoRelacin de desempleo juvenil a desempleo adultoRelacin de desempleo juvenil a desempleo adultoRelacin de desempleo juvenil a desempleo adultoRelacin de desempleo juvenil a desempleo adulto*

    Tasas 1975 1995, JamaicaTasas 1975 1995, JamaicaTasas 1975 1995, JamaicaTasas 1975 1995, JamaicaTasas 1975 1995, Jamaica

    1975 1980 1985 1990 1995

    Ambos sexosRelacin adolescente/adulto 4.0 4.0 9.8 13.4 14.5Relacin joven/adulto 2.4 2.9 8.0 10.3 9.3

    VaronesRelacin adolescente/adulto 7.8 5.9 9.8 18.5 16.8Relacin joven/adulto 3.5 3.8 6.8 12.1 10.4

    MujeresRelacin adolescente/adulto 3.1 3.4 10.3 13.1 13.8Relacin joven/adulto 2.0 2.5 8.2 9.8 8.5

    *Se utiliza la tasa para adultos de ms de 35 aos como base de comparacin.

    como lo indica el Cuadro 6, Andersonsugera que se ha hecho un reajusteestructural de la economa jamaiquinaque la ha tornado cada vez ms inca-paz de crear un mercado de empleodinmico. Por consiguiente, este autorno encuentra razones en 1999 que con-tradigan su conclusin de 1996 de que

    Nadie discute el hecho de que el pro-ceso de reajuste estructural tienecostos negativos. Lo que se espera esque se vean beneficios en el futuro cer-cano. Hay quienes no comparten estepronstico optimista, ya que no hay enla actualidad pruebas empricas queapoyen tales expectativas. Esto podraleerse desde la perspectiva de que lastendencias positivas an se mueven en

    un nivel subterrneo. Sin embargo,como el proverbial pasto al crecer, lajuventud del Caribe tiene cada damayores dificultades para acceder alas instituciones de educacin y for-macin profesional, as como al mer-cado laboral. Dicho de otro modo, lademanda del mercado de trabajo se veexcedida por la oferta (Pantin, 1996,V.1:11).

    Recomendacin 1Recomendacin 1Recomendacin 1Recomendacin 1Recomendacin 1

    La primera accin que se necesi-ta, y que por lo tanto se recomienda,es el estudio de las estrategias y polti-cas macroeconmicas desde el puntode sus implicancias para la demandade mano de obra y empleo.

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    La oferta de trabajoLa oferta de trabajoLa oferta de trabajoLa oferta de trabajoLa oferta de trabajo

    Desde el punto de vista de la ofer-ta de trabajo, este informe de 1999quisiera reiterar y subrayar la objecinexpresada en el estudio de 1996 sobresi es posible que los YETP estn di-vorciados del asunto ms amplio delsistema de educacin disponible paralos jvenes. La evidencia demuestraque estos programas constituyen cadavez ms una segunda oportunidad paralos estudiantes de enseanza secunda-ria, y a veces incluso de primaria, que,o no logran culminar sus estudios, ono han adquirido las destrezas y acti-tudes que requiere el mercado laboral(Pantin, 1996, V.1: 9).

    En su estudio de 1992 sobre elempleo juvenil en Jamaica, Knighttambin apuntaba que

    ...en el largo plazo, la verdadera ne-cesidad quizs sea mejorar la calidadde nuestros egresados de secundaria[...] la mayora termina la enseanzacon escasa o nula certificacin(Knight, 1992.31).

    Sobre la base de informes de losgrupos de discusin, el Informe de1996 sugera tambin que los partici-pantes de los YETP expresaban crti-cas, o hasta resentimiento, sobre suexperiencia en la enseanza secunda-ria.

    Los grupos similares organizadoscomo parte de la actual Fuerza Nacio-nal de Tarea de la Juventud, en Trini-

    dad y Tobago, tambin mencionan que-jas acerca de:

    falta de docentes adecuadamentepreparados;

    necesidad de programas para losalumnos de lento aprendizaje (so-bre todo dislxicos);

    se ensean materias que no sonrelevantes; se necesita ms ense-anza en lenguas extranjeras, idio-ma ingls y matemticas;

    junto con eso, se enfatiza dema-siado la enseanza acadmica y nolo suficiente la formacin profe-sional; y

    se necesitan clases paliativas y dealfabetismo.

    Vale la pena recordar que los pro-gramas juveniles de formacin para elempleo, o profesional, (los YETP),duran generalmente unos 6 mesescomo promedio. No sera realista es-perar que puedan compensar las fallasde 10 a 12 aos de educacin primariay secundaria. Por desgracia, la eviden-cia emprica sugiere que pese a todala retrica en sentido contrario lasinversiones de los gobiernos en edu-cacin han cado en trminos reales.En el Cuadro 7 se observan los gastosen educacin de Trinidad y Tobago,que muestra que la proporcin corres-pondiente a Programas de Educaciny Desarrollo en los gastos del gobier-no de ese pas disminuy del 15% en1989, a cifras de un solo dgito para1993. Alcanz un mnimo del 3,5% en1994, para rondar el 6% hasta 1998.Dado que el gasto de capital es de ca-

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    Cuadro 7Cuadro 7Cuadro 7Cuadro 7Cuadro 7Gasto fiscal en educacin y saludGasto fiscal en educacin y saludGasto fiscal en educacin y saludGasto fiscal en educacin y saludGasto fiscal en educacin y salud

    como porcentaje de los gastos gubernamentales totales, recurrentes y de capitalcomo porcentaje de los gastos gubernamentales totales, recurrentes y de capitalcomo porcentaje de los gastos gubernamentales totales, recurrentes y de capitalcomo porcentaje de los gastos gubernamentales totales, recurrentes y de capitalcomo porcentaje de los gastos gubernamentales totales, recurrentes y de capitalTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y TobagoTrinidad y Tobago

    1989 4,969 820 6,255 21.4% 15.2% 19.1%1990 5,509 653 6,953 18.7% 14.1% 16.1%1991 5,911 885 7,500 16.6% 16.1% 15%1992 7,363 787 9,180 12.4% 11.9% 11%1993 6,541 591 8,287 12.3% 5.1% 10.1%1994 7,084 1,120 9,913 10.9% 3.5% 8.2%1995 7,765 1,105 10,044 11.1% 6.7% 9.3%1996 8,755 949 11,010 8.3% 6.4% 7.2%1997 8,591 1,300 12,322 8.3% 5.5% 6.3%

    1998 estimados 8,995 1,079 11,782 8.6% 6% 7.1%

    Fuente: Estimacin de Gastos de la Repblica de T y T para los aos 1990 1998

    Total GastosRecurrentes

    Millones TT$

    GASTOS TOTALES DEL GOBIERNO MINISTERIO DE EDUCACIN(como %)

    Capital Programas de

    DesarrolloMillones TT$

    TOTAL

    Millones TT$

    Total GastosRecurrentes

    como %

    Capital Programas de

    Desarrollocomo %

    TOTAL

    como %

    AO

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    rcter discontinuo, la tendencia de lasasignaciones a la educacin no es su-ficiente para causar alarma. Sin embar-go, la ltima columna del Cuadro 7revela un desplome an ms pronun-ciado de lo que se invierterecurrentemente en ese rubro, que entanto porcentaje del total de gastos re-currentes se redujo del 19% en 1989,a apenas el 7% hacia 1998. Los datoscorrespondientes a Jamaica revelan untendencia similar de declive. Convie-ne adems tener en cuenta las inver-siones en salud pblica, ya que la nu-tricin es importante para el aprendi-zaje. Como lo ilustra el estudio de casode Jamaica en el Vol. II, se ha estable-cido una relacin clara entre la buenanutricin y las capacidades de apren-der. Por consiguiente, resulta difcil noconcluir que esta importante disminu-cin del gasto fiscal en educacin ysalud ha tenido un impacto negativoen la calidad de la enseanza imparti-da en el perodo de 10 a 12 aos pre-vio a los programas YETP, y por endeen el nivel de los alumnos que acce-dan a ellos.

    Recomendacin 2Recomendacin 2Recomendacin 2Recomendacin 2Recomendacin 2

    Existe la necesidad de revisar elsistema fiscal, tanto desde el punto devista de la asignacin de gastos comodel de la recaudacin de ingresos.

    Lo que se plantea es si hay unamala distribucin de la torta fiscal ,o si la torta se ha encogido demasiadoy no puede ya ofrecer una parte ade-cuada para la infraestructura que apun-

    tala el desarrollo humano sustentabledesde el punto de vista de la educaciny la salud. El corolario de esto es si elEstado, en sus esfuerzos por adaptarsea las exigencias de atraer inversionesen el llamado ambiente globalizado, noestar hipotecando a las generacionesfuturas, que tendrn que vrselas conuna poblacin subeducada, subforma-da y desnutrida.

    El caso especfico de los progra-El caso especfico de los progra-El caso especfico de los progra-El caso especfico de los progra-El caso especfico de los progra-mas juveniles de formacinmas juveniles de formacinmas juveniles de formacinmas juveniles de formacinmas juveniles de formacinprofesionalprofesionalprofesionalprofesionalprofesional

    Tambin se ha registrado un im-pacto especfico en la educacin tc-nica y la formacin profesional. ElCuadro 8 detalla la proporcin de gas-tos fiscales educativos de Trinidad yTobago que ha ido a la enseanza tc-nica y la FP. De hecho, el Cuadro indi-ca un aumento del 1% a un promediodel 3%, con el inusual mximo del 10%en 19957 . Sin embargo, el Cuadro 9muestra que el nmero de estudiantesque se inscribieron en la enseanza tc-nica y la formacin profesional en lasislas aument de 4.282 en 1988/89 a4.936 en 1990/91, pero desde entonesha continuado disminuyendo y estabaa un nivel todava inferior (4.221) en1996/97. No se ha hallado explicacina este declive brusco; tal vez se deba ala forma de registrar las oportunidadesde estos tipos de educacin.

    Aunque las consideraciones pre-cedentes pueden traer algn consueloa los que se dedican a impartir estosprogramas de YETP, aun as es nece-

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    1989 0.03 709.0

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    4. dependencia de encuestas infor-males para determinar los tipos deformacin a ofrecer;

    5. limitados intentos de realizar es-tudios de panel y otras formas deevaluacin de los YETP;

    6. reciente convencimiento de quedeben priorizarse los temas vincu-lados al comercio, sobre todo la

    formacin para las micro empre-sas;

    7. desinters general, aunque no to-tal, en la importancia de un cam-bio de actitudes;

    8. excesivo nfasis (aunque ahoramenor) en la terminacin del ci-clo formativo, ms que en el con-cepto de formacin permanente.

    Cuadro 9Cuadro 9Cuadro 9Cuadro 9Cuadro 9Inscripcin en las escuelas de enseanza tcnicavocacionalInscripcin en las escuelas de enseanza tcnicavocacionalInscripcin en las escuelas de enseanza tcnicavocacionalInscripcin en las escuelas de enseanza tcnicavocacionalInscripcin en las escuelas de enseanza tcnicavocacional

    por curso, ao y sexopor curso, ao y sexopor curso, ao y sexopor curso, ao y sexopor curso, ao y sexoCursos de artesanas y Tcnicos, Trinidad y TobagoCursos de artesanas y Tcnicos, Trinidad y TobagoCursos de artesanas y Tcnicos, Trinidad y TobagoCursos de artesanas y Tcnicos, Trinidad y TobagoCursos de artesanas y Tcnicos, Trinidad y Tobago

    1987/88 4282 2924 1358 0.5 773 117

    1988/89 4235 2848 1387 0.3 709 71

    1989/90 3890 2796 1094 0.45 728 116

    1990/91 4936 3449 1487 0.45 860 91

    1991/92 4879 3485 1394 0.46 773 94

    1992/93 4871 3516 1355 0.25 806 51

    1993/94 3879 2691 1189 28 912 7.218

    1994/95 4073 2791 1282 83 985 20.378

    1995/96 4639 3392 1247 33 1.032 7.114

    1996/97 4221 2934 1287 31 1.068 7.344

    1 Ministerio de Educacin

    Fuente: Repblica de T y T. Informe sobre gastos recurrentes para los aos 1988-1997, Cuadro; Resumende gastos.Oficina Central de Estadsticas. Informe sobre estadsticas educativas 1987/88 1996/97. Cuadro: Inscrip-cin en las escuelas tcnicas y vocacionales por curso, ao y sexo (Cursos de artesanos y tcnicos, a tiempoparcial y de dedicacin total)

    Millones MillonesTT$ TT$

    Gastos en Form.Total de gastos Educacin porAO AMBOS VARONES MUJERES Profesional en M.E. 1 Estudiante

    SEXOS Totalcolumna 1 columna 2 columna 3 columna 4 (2/1)

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    No ha habido mayores cambios enestas ocho caractersticas. Las institu-ciones de YETP con predominio delsector pblico continan ms expues-tas a los vaivenes polticos que las or-ganizaciones educativas de nivel pri-mario, secundario y terciario. Porejemplo, en el Informe de 1996 se des-tacaba que el cambio de gobierno de1991 en Trinidad y Tobago haba cau-sado la suspensin del programa YouthTraining and Employment Partnershipdurante seis meses8 . El Informe de1996 indicaba adems que con otrocambio de gobierno en 1995, el YTEPPsufri otra transformacin drstica alfinalizar los contratos de 22 gerentesen setiembre de 1996; se les informque deban presentar nueva solicitudpara ocupar sus cargos9 , la cual ya noestara sometida a la aprobacin de laJunta Directiva sino que tendra queser refrendada por el Gabinete. Parasetiembre de 1999, solo cinco de estos22 directores seguan en funciones enla YTEPP. Es muy poco frecuente queun Gabinete Ministerial tenga que re-frendar los cargos de funcionarios atiempo parcial.

    Como desde entonces no ha cam-biado el gobierno en Jamaica, no se hanregistrado variantes de este tipo. Sinembargo, el Informe de 1996 sealabaque el HEART/NTA, la principal ins-titucin de formacin de Jamaica

    ...era la creacin de un gobierno nue-vo, que estaba al mismo tiempo cerran-do muchos de los YETP existentes(Pantin, 1996, V.1:15).

    La tensin entre los servicios deformacin profesional y el mejora-miento poltico social contina en laactualidad. La clausura del CivilianConservation Corps (CCC) en Trini-dad y Tobago y la introduccin de unaversin reducida de l dentro delYTEPP, es una nueva manifestacin dela distincin que se est haciendo en-tre la formacin de los jvenes y sumejoramiento social. Sin embargo, loque ambas tendencias significan tantoen Jamaica como en Trinidad yTobago, es una menor atencin a losproblemas de la juventud en situacinde riesgo. Es aconsejable considerarlas otras cinco caractersticas anotadasen 1996 a la luz de las cuatro limita-ciones tambin identificadas por el In-forme de ese ao, que afectaban el fun-cionamiento de los YETP en el Cari-be, y las proposiciones que se hicieronentonces para aliviar si no eliminardichas limitaciones:

    1. las condiciones generales que en-frentan los jvenes en el Caribe;

    2. los parmetros de formacin pre-vios a los YETP;

    3. las limitaciones especficas de losYETP;

    4. experiencias de los egresados delas YETP (Pantin, 1996, V.1.23)

    Los cuatro componentes de la (1)condiciones generales que enfren-tan los jvenes en el Caribe no hanvariado. Tampoco se han hecho esfuer-zos evidentes para implementar ningu-na de las proposiciones del Informe de1996 al respecto. Dicho de otro modo,

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    les y eventos policiales comunitariosen Trinidad y Tobago. La tercera cir-cunstancia social apuntada en el Infor-me de 1996 eran las familiasdisfuncionales, y la propuesta era quelos YETP de la regin tomaran en

    independiente (por ejemplo la Escue-la de Educacin de la UWI) elaboraraun sistema para evaluar la calidad dela educacin a todos los niveles parasugerir mejoras, entre ellas una carre-tera educativa flexible que facilitarael reingreso a la enseanza en diver-sos puntos. En el caso de Jamaica, exis-ten unos 5000 jvenes en riesgo itine-rantes en este grupo etario. Las entre-vistas con el HEART/NTA revelaronrenuencia a rebajar los requisitos m-nimos de edad a menos que fuera a tra-vs del SKILLS 2000 y otros proyec-tos comunitarios.

    Parmetros de poltica de forma-Parmetros de poltica de forma-Parmetros de poltica de forma-Parmetros de poltica de forma-Parmetros de poltica de forma-cin previa a los YETPcin previa a los YETPcin previa a los YETPcin previa a los YETPcin previa a los YETP

    La otra importante limitacin so-cial que se identific fueron los par-metros educativos previos al ingreso aestos programas. La primera carenciafue la falta de una base para evaluarlos programas existentes debido a laescasez de esquemas de seguimientode los estudiantes y egresados. La pro-puesta al respecto fue el desarrollo deuna metodologa comn para un anli-sis comparado de los YETP. Desde1996 se han realizado algunos; elYTEPP de Trinidad y Tobago tiene elsuyo propio. Cuando se estaba prepa-rando este informe (octubre de 1999)SERVOL tambin estaba consideran-do un estudio de panel, financiado porla Fundacin Van Leer. En Barbadosse lanz recientemente (1999) un Re-levamiento Nacional de la Juventudque incluir la evaluacin del impactorelativo de los YETP. Hay tambin una

    Resulta difcil noconcluir que estaimportante dismi-nucin del gastofiscal en educa-cin y salud hatenido un impactonegativo en lacalidad de laenseanza impar-tida en el perodode 10 a 12 aosprevio a los pro-gramas YETP, ypor ende en elnivel de los alum-nos que accedana ellos

    El corolario deesto es si elEstado, en susesfuerzos poradaptarse a lasexigencias deatraer inversionesen el llamadoambiente globa-lizado, no estarhipotecando a lasgeneracionesfuturas, quetendrn quevrselas con unapoblacin subedu-cada, subformaday desnutrida

    contina la clasificacinestereotipada de los j-venes segn su edad,raza y lugar de residen-cia, sin que se haya lle-vado a cabo ningnprograma dirigido aempleadores / gerentespara sensibilizarlos so-bre este hecho. Tampo-co se ha implementadoningn programa educa-tivo policial, pese a lasquejas de los jvenes dehostigamiento por partede la polica. S ha au-mentado el nmero declubes policiales juveni-

    cuenta esos aspectos ylos incorporaran a susagendas temticas. Losprogramas YETP yacontienen alguna forma-cin de actitudes, peroparece haber evidenciade que algunos YETPresuelven el problemaexcluyendo a los jve-nes en riesgo.

    La cuarta condicinsocial era que la vida nocomienza a los 16, y lapropuesta era entoncesque alguna institucin

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    Fuerza de Tarea Juvenil que est termi-nando su informe relativo a Trinidad yTobago, aunque no est claro si incluyeuna evaluacin explcita de los YETP.

    Para abordar los factores polti-cos se propuso que, o bien se hacauna privatizacin formal de estos pro-gramas, o se pasaba su control a algu-na ONG, o se adoptaba un financia-miento mixto mediante un descuentode la nmina salarial con mayor repre-sentacin comunitaria en sus juntasdirectivas.

    No ha habido ningn cambio enel control o propiedad de los YETP enel Caribe, salvo su mayor grado depolitizacin a travs de recomendadospolticos para ocupar cargos de ges-tin10 , y un creciente poder del Gabi-nete (por lo menos en Trinidad yTobago) para manejar los nombra-mientos.

    Otros dos factores limitantes quese haban sealado eran la manera in-formal de establecer la capacitacin, yel nfasis creciente en la formacinpara el comercio y los negocios. Comose dijo en 1996, era necesario formali-zar el proceso para proyectar la deman-da de competencias, e incluso tener unavisin de futuro de las posibles cir-cunstancias econmicas, y en conse-cuencia de las destrezas que se iban arequerir.

    En ese sentido parece haberse pro-gresado algo. El YTEPP de Trinidad y

    Tobago est realizando estudios delmercado de trabajo. El pas tambin hacreado una Agencia Nacional de For-macin (NTA) que procura establecerla demanda del mercado, pese a queen la etapa inicial lo haca medianteun cuestionario dirigido a los miem-bros de su Junta directiva con criteriospredeterminados. El HEART/NTAtambin depur sus mtodos para de-tectar la demanda del mercado de tra-bajo, que ya se aplicaban en 1996.

    Sin embargo, contina enfatizn-dose la formacin comercial, con pocasensibilidad a las realidades de lasmicroempresas o al hecho de que loms probable es que la mayora de losjvenes que asisten a estos cursos hande adaptarse ms al perfil de emplea-dos que al de empleadores. La Fuerzade Tarea Juvenil de 1998/99 en Trini-dad y Tobago parece opinar que la ju-ventud del siglo XXI se las ver conuna realidad de empleo contratado.Hay quienes podran poner en tela dejuicio la necesidad o inevitabilidad deese futuro. Sin embargo, aun cuandose lo acepte, lo que se plantea en laformacin no es tanto la destreza em-presarial sino el manejo de los flujosde ingresos (en especial ahorros) en unempleo por contrato. Lo que se habapropuesto en 1996 era que los progra-mas YETP equilibraran la formacinque ofrecan, que incluyeran una multi-plicidad de competencias para facili-tar el ajuste de los egresados a las con-diciones cambiantes del mercado.Tambin se peda que se investigara en

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    mayor detalle la dinmica de la activi-dad de las microempresas en el Cari-be11.

    Limitaciones especficas de losLimitaciones especficas de losLimitaciones especficas de losLimitaciones especficas de losLimitaciones especficas de losYETPYETPYETPYETPYETP

    Aqu se sealaron diversos tiposde limitaciones. Algunas de ellas te-nan que ver con la actitud mental dequienes ingresaban a los programas, yotras con el estigma que se atribua almenos a algunos YETP. El Informe de1996 recomendaba que se abordara elprimero de estos problemas (la actitudmental) subrayando los aspectos positi-vos, la autoconfianza, etc. en la educa-cin juvenil. La sugerencia se ha vistoreforzada por un reciente estudio delISER de UWI sobre la situacin labo-ral en las islas, que llegaba a la conclu-sin de que exista un acuerdo casi uni-versal entre sindicatos, empleadores,funcionarios laborales y docentes, de

    tema. Tampoco parecen haber estrate-gias de venta (cosa que fuera pro-puesta) para subrayar las ventajas deasistir a los programas y contrarrestaras el estigma que sobrellevan esas ins-tituciones.

    Otro componente de la tercera li-mitacin de los YETP eran la falta deequipos y lugares de capacitacin si seoperaba en un solo turno. Las solucio-nes propuestas fueron compartir losequipos e introducir turnos vespertinosen los colegios secundarios. Parece ha-berse registrado una tendencia positi-va en ese sentido. En Trinidad y Toba-go, el recientemente creado Centro deCompetencias de la Energa ha incor-porado las instalaciones para la forma-cin de aprendices de la azucareraCaroni Ltd, de la empresa petroleraPetrotrin y de la compaa de elec-tricidad. Tambin comparte los loca-les de capacitacin de la MetalIndustries Company (MIC) y utilizaotras escuelas para prestar sus servi-cios.

    Participacin ulterior yParticipacin ulterior yParticipacin ulterior yParticipacin ulterior yParticipacin ulterior yexperiencias de los egresadosexperiencias de los egresadosexperiencias de los egresadosexperiencias de los egresadosexperiencias de los egresados

    Dos de los componentes que enu-meraba el Informe de 1996 dentro deeste cuarto factor limitante, eran lafrustracin de los egresados ante lasdificultades de hallar empleo (o traba-jo independiente), o de ser explotadoscuando se empleaban. La recomenda-cin que se hizo entonces fue la crea-cin de sistemas de apoyo luego del

    Contina enfati-zndose la forma-cin comercial,con poca sensibili-dad a las realida-des de lasmicroempresas oal hecho de que loms probable esque la mayora delos jvenes queasisten a estoscursos han deadaptarse ms alperfil de emplea-dos que al deempleadores

    que los asuntos de ac-titud eran una grave de-ficiencia en la forma-cin de los jvenes.

    Nada parece habercambiado al respectodesde entonces. Con laexcepcin de SERVOL,cuyo perodo inicial de3 meses equivale a unprograma de desarrollopara adolescentes, losdems YETP de la re-gin le dedican pocoms de una semana al

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    egreso. Ningn YETP de la regin pa-rece haber instituido un sistema de esandole. La recomendacin para lidiarcon el segundo componente era imitarel ejemplo del NTA de Barbados ensu Programa Nacional de Aprendi-ces, en el cual la formacin dura tresaos y los aprendices ganan no me-nos del 45%, 55% y 65% del salariode un obrero en cada uno de esos tresaos. Pero ningn otro pas del Caribeha introducido un programa similar.

    El tercer componente planteado enel Informe, fue el de los desertores quequizs desearan terminar su formacin.Lo que se propuso fue modularizar losprogramas para facilitar su reingreso.En 1996, el HEART/NTA ya haba co-menzado a hacerlo, y parece haber pro-fundizado el proceso. El YTEPP deTrinidad y Tobago tambin est consi-derando la modularizacin. El arribamencionado Centro de Competenciasde la Energa (National Energy SkillsCentre) fundado en 1998, en Trinidady Tobago, tambin ha manifestado supropsito de ofrecer programas mo-dulares. El ltimo componente del aba-nico de esta cuarta y ltima limitanteera la asistencia en el manejo del cr-dito y del negocio en general. La reco-mendacin era que se ofreciese capa-citacin en el manejo de las finanzaspersonales y en la negociacin del cr-dito. No hay pruebas de que se hayahecho nada en ese sentido desde1996.

    Recomendacin 3.Recomendacin 3.Recomendacin 3.Recomendacin 3.Recomendacin 3.Introducir un sistema piloto deIntroducir un sistema piloto deIntroducir un sistema piloto deIntroducir un sistema piloto deIntroducir un sistema piloto deaprendizaje en por lo menos tresaprendizaje en por lo menos tresaprendizaje en por lo menos tresaprendizaje en por lo menos tresaprendizaje en por lo menos trespases del CARICOMpases del CARICOMpases del CARICOMpases del CARICOMpases del CARICOM

    La idea sera establecer un progra-ma piloto de aprendizaje bien disea-do en tres pases del CARICOM en,por ejemplo, cuatro sectores, como serturismo, agro-industrias, procesamien-to de la informacin y paramdicos. Eldiseo debera incluir procedimientosincorporados de monitoreo, revisin yestudios de panel.

    Este programa piloto permitiraperfeccionar un sistema de formacinjuvenil en el lugar de trabajo, que po-dra empezar entre los 16 y los 18 aosy continuar hasta una edad de entre 20y 25. Durante este perodo los partici-pantes ganaran un salario progresivosegn su desempeo en otros progra-mas de capacitacin relacionados.

    Recomendacin 4.Recomendacin 4.Recomendacin 4.Recomendacin 4.Recomendacin 4.Programa especial para jvenesPrograma especial para jvenesPrograma especial para jvenesPrograma especial para jvenesPrograma especial para jvenesen situacin de riesgo y laen situacin de riesgo y laen situacin de riesgo y laen situacin de riesgo y laen situacin de riesgo y lageneracin intermediageneracin intermediageneracin intermediageneracin intermediageneracin intermedia

    Estos dos grupos tienden a que-dar entre medio de los programasYETP y uno de ellos (el de los que tie-nen ms de 12 aos y menos de 15)generalmente alimenta a los otros n-cleos de jvenes en situacin de ries-go. Hay que pasar revista a los progra-mas que existen, inclusive los de

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    albergues de delincuentes juveniles.La literatura en general sugieretransversalizar a esos jvenes (esdecir, incorporarlos a otras activida-des) y no aumentar su alienacin.Posiblemente sea necesario aplicarambas estrategias a la vez, a manerade prueba piloto, en tres pases delCARICOM.

    Recomendacin 5.Recomendacin 5.Recomendacin 5.Recomendacin 5.Recomendacin 5.Implementar las recomendacionesImplementar las recomendacionesImplementar las recomendacionesImplementar las recomendacionesImplementar las recomendacionesanteriores hechas en el Informeanteriores hechas en el Informeanteriores hechas en el Informeanteriores hechas en el Informeanteriores hechas en el Informede 1996 y otros estudios similaresde 1996 y otros estudios similaresde 1996 y otros estudios similaresde 1996 y otros estudios similaresde 1996 y otros estudios similares

    Es preciso cotejar el estudiorealizado en 1996 por este autor con otroshechos por Anderson (1997), Knight(1992), etc. y ponerlos en prctica.

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    region for human resources development. Prepared by HRD Consultants (D. Bhajan; B. Dinham-Smith and G. Hurley) on behalf of UNIDO for the Caribbean Community. (US/CAR/93/144 and UC/CAR/94/131).

    Winter, Soren, Implementation of Danish youth employment policy. En: unemployment: theory, policy,and structure. 1987.

    NOTAS1 Quisiera dejar constancia del apoyo investigativo de Ms. Marlene Attzs para todo el informe (como

    as tambin para el estudio de Trinidad y Tobago); del Sr. Rex McKenzie (caso nacional de Jamaica) y Mrs.Yvette Brown (caso nacional de Barbados).

    2 Por ms anlisis y referencias sobre la economa de la reduccin, y por ende del empleo, ver estudiode Pantin, 1992, sobre el reajuste econmico y la reduccin del sector pblico en el Caribe.

    3 Como se seala en el Vol. 11 de ese Informe de 1999, se ha acusado al YETPP de hacerse cargo delas funciones del CCC con un programa similar pero un grupo objetivo ms reducido.

    4 Es preciso manejar estos datos con cuidado, pues no sabemos a ciencia cierta qu significa capa-citacin ni el tamao relativo absoluto de los grupos que se comparan.

    5 En el que se informaba que el 73% de los egresados expresaba satisfaccin con la capacitacinrecibida.

    6 Citado en The Economist, 1996:217 No se ha encontrado una explicacin inmediata para este 10% en TVET de 1995.8 El Informe de 1996 no mencionaba el hecho de que dos rganos similares creados por el gobierno

    anterior, el YES y el AIM, fueron cerrados en 1992.9 El Informe de 1996 deca, errneamente, que se les haba pedido la renuncia.10 Por ejemplo, un miembro del ejecutivo del partido gobernante de Trinidad y Tobago (1999) el

    UNC, es a la vez integrante del directorio de la recientemente creada Agencia Nacional de Formacin(NTA).

    11 Un estudio anterior de este autor sugiere que los microempresarios atraviesan cinco etapas y quesus requerimientos de supervivencia (y por ende de capacitacin) varan, por lo menos en nfasis, en estascinco etapas. (Pantin, de prxima pubicacin).