derrida singo linguistico

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VícTOR FLORIÁN Departamento de Filosofía Universidad Naciana1 Bogotá. " DERRIDA Y EL SIGNO LINGUISTICO "Por lo tanto es la idea de signo lo que sería preciso desconstruir mediante una meditación sobre la escritura". "La diferencia entre significado y significante pertenece de manera profunda e implídta a la totalidad de la gran época cubierta por la historia de la metafísica... Saussul'e se mantiene en los límites: a la vez en la metafísica que es preciso clesconstruir y más allá del concepto de signo nificante/ significado) del que todavía se sirve". Derrida: De la Grarnmatologie. El hecho de que el signo lingüístico siga siendo hoy objeto de una renovada atención reviste cierta importancia. No es este el momento para hacer una presentación de lo que se podría llamar los 'avances teóricos' alrededor de las nociones saussureanas 1 en particular de la noción de signo. En el esp.acio abierto por la teoría del signo ocupa un lugar especial 10 que DENIS HüLLIER en un trabajo relativamente reciente ha de- nominado "la clausura del Bajo esta denominación, y dentro del propósito de un balance de las ciencias humanas, son comprendidos su- cesiv.amente Lacan, los Anagramas de Saussure, Derrida y finalmente 1, Cf. por ej., en relación con la OpOSlClOn lengua/habla el notable, trabajo de Oswald Ducrot "De Saussure a la phUosophie du langage" (prefaeio a la obra de John R. Searle Les Actes de langage, Hermann, Paris 1972), traducido por Rubén Sierra Mejiá para la, revista ECO, N9 186, abril de 1977. Desde otro punto de vista, véanse los trabajos de Benveni'Ste sobre la noción de "lo arbitrario del signo" en Problemas de linaüística general, y los documentos para la historia de algunas nociones saussureanas (en especial la noción de lo arbitrario del signo en George Boole y un pasaje del ensayo de Paul Valéry sobre el Essai de sémantique de M. J3réal) contenidos en los Cahiers Ferdimmd de Saussure, N9 21 (1964). -129 - IDEAS Y VALORES - 9

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Artículo de Derrida sobre el signo linguistico

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  • VcTOR FLORINDepartamento de FilosofaUniversidad Naciana1Bogot.

    "DERRIDA Y EL SIGNO LINGUISTICO

    "Por lo tanto es la idea de signo lo que sera precisodesconstruir mediante una meditacin sobre la escritura".

    "La diferencia entre significado y significante pertenece demanera profunda e impldta a la totalidad de la gran pocacubierta por la historia de la metafsica... Saussul'e semantiene en los lmites: a la vez en la metafsica que espreciso clesconstruir y ms all del concepto de signo (sig~nificante/significado) del que todava se sirve".

    Derrida: De la Grarnmatologie.

    El hecho de que el signo lingstico siga siendo hoy objeto de unarenovada atencin reviste cierta importancia. No es este el momentopara hacer una presentacin de lo que se podra llamar los 'avancestericos' alrededor de las nociones saussureanas 1 en particular de lanocin de signo.

    En el esp.acio abierto por la teora del signo ocupa un lugar especial10 que DENIS HLLIER en un trabajo relativamente reciente ha de-nominado "la clausura del signo'~. Bajo esta denominacin, y dentro delpropsito de un balance de las ciencias humanas, son comprendidos su-cesiv.amente Lacan, los Anagramas de Saussure, Derrida y finalmente

    1, Cf. por ej., en relacin con la OpOSlClOn lengua/habla el notable, trabajo deOswald Ducrot "De Saussure a la phUosophie du langage" (prefaeio a la obra de JohnR. Searle Les Actes de langage, Hermann, Paris 1972), traducido por Rubn Sierra Mejipara la, revista ECO, N9 186, abril de 1977. Desde otro punto de vista, vanse lostrabajos de Benveni'Ste sobre la nocin de "lo arbitrario del signo" en Problemas delinastica general, y los documentos para la historia de algunas nociones saussureanas(en especial la nocin de lo arbitrario del signo en George Boole y un pasaje del ensayode Paul Valry sobre el Essai de smantique de M. J3ral) contenidos en los CahiersFerdimmd de Saussure, N9 21 (1964).

    -129 -IDEAS Y VALORES - 9

  • Benveniste. El sentido y ;el alcance de dicha clausura nos ayudarn aabordar el tema propuesto.

    Con Lacan, cuando el inconsciente es puesto en referencia al len~guaje (bajo su forma de habla) y se establece una primaca del signi-ficante, la clausura del signo aparece entonces abierta por el inconscienteen el que se opera una lgica especifica, la del significante 2. Por lodems, Saussure ya habia sospechado de tal lgica a propsito de lafuncin paragramtica de los versos saturnianos. Funcin que precisa-mente permite descubrir en los versos latinos la presencia de un signi-ficante o elemento sonoro de un nombre propio.

    Con Benveniste, la lengua es definida en trminos de significancia.Es el nico sistema cuya significancia est articulada en dos dimensio-nes: lo semitico, 10 Reconocido (es el modo de significancia propio delsigno lingstico), ylo semntico, lo Comprendido (el modo de signifi-cancia engendrado por el discurso). En cuanto base significante de lalengua, el signo existe cu~ndo es reconocido 3 como significante por losmiembros de una comunidad lingstica. Ahora bien, cuando Saussuredefini la lengua como sistema de signos y estableci que el signo co-rresponde a unidades significantes de ella, ya habia rozado la dificultadde erigirlo en principio nico. de la lengua en su funcionamiento dis-cursivo. Saussure, nos dice Benveniste, "no ignor la frase, pero visible~mente le creaba una grave dificultad y la remiti al 'habla', 10 cual noresuelve nada. Se trata justamente de saber s y cmo del signo se puedepasar al habla. En realidad el mundo del signo es cerrado. Del signoa la frase. no hay transicin. . . Un hiatus los separa" 4..

    Finalmente en el plano filosfico y lingstico, Jacques Derrida halogrado librar el concepto de. escritura y fundar una gramatologia gra-cias ,a la desconstrucdn del concepto de signo. Esta nueva prcticafilosfica o gesto menos sencillo que el de una destruccin no se limitasimplemente a "neutralizar las oposiciones binarias de la metafsica"(Positions, 56): inteligible/sensible, ausencia/representacin, presen-cia/ausencia, .naturaleza/cultura, originario/derivado, etc., ni tampoco a"pasar de un concepto a otro sinO a invertir y desplazar un 'orden

    2 Cf, Lacen, sobre todo: "La subversion du sujet et diatectique du dsir dansl'inconscient freudien" en Ecrits 11, Seuil 1971; "L'instance de la lettre dans l'inconscientou la raison depuis Freud" en Ecrits l. Y los trabajos de JacquesAlain Miller: "Lasutura. Elementos de la lgica del significante", J. C. Milner: "La cuestin del significante", recogidos en Sil1.nificante y sutura en el sicoanlisis, S; XXI, 1973. C. igualmentela obra de Jean.Luc Nancy y Philippe Lacoue-Labarte: Le tUtre de la lettre(une lecturede Lacan), Galile, Paris 1973 (en especial la primera parte: la lgica del significante).

    !J P. Ricoeur, por otra parte,. ha insistido en el uso o empleo como determinantespara la significacin del signo. Cf. P. Rieoeur, !,a Structure, le mot, I'6vnetri.ent"~

    4 E. Benveniste, "Smiologie de ta langue", Semiotica, 1.2, Moutan d. 1969.

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  • conceptual, 10 mismo que el orden no conceptual con el cual se articula"(Marges, 393).

    Determinemos los elementos constitutivos del doble exergo con elque hemos iniciado la exposicin: reflexin- sobre la escritura, la dis-tincin significante/significado como perteneciente a la metafsica, y fi-nalmente la necesidad de desconstruir dicha distincin.

    El -tema de la escritura es constantemente tratado 5 por Derrida ybien podemos preguntarnos por qu la escritura? Pregunta a la queno es fcil responder en trminos de eleccin en cuanto problemticapoco abordada por la filosofa y sobre todo cuando se sabe que en lareflexin' derrideana sobre la escritura se entrecruzan la fenomenologahusserliana, el Talmud, Mallarm y A. Leroi-Gourham ".

    Pero' ms que de una eleccin se trata ms bien de la necesidadde partir de la escritura como el lugar propio para una crtica de lalingstica: la reduccin de la escritura -como reduccin de la exterio-ridad del significante-- iba paralela con el fonologismo y el logocentris-mo. Se sabe cmo Saussure, segn una operacin tradicional que fuetambin la de Platn, Aristteles, Rousseau, Hegel, Husserl, etc., exclu-yen la escritura del campo de la lingstica -de la lengua y del habla-como un fenmeno de repres;entacin exterior a la vez intil y peligroso"(Positions, 35-36).

    La dimensin en la que se coloca la lingstica es la del verbo, la'palabra' viva, la voz, como expresiones del lenguaje hablado. Ahorabien, 10 constitutivo del 'discurso' entendido como palabra y que orientael pensamiento metafsico es precisamente el binarismo significante-significado que implica ver la escritura como un derivado, como algoexterior-representativo, como un 'signo de signo'. Naturalmente que a esaconcepcin representativista de la escritura, o la escritura consideradacomo _simple representacin de la palabra, est unida la escrituraalfabtica, fontica.

    En la relacin palabra-escritura Saussure debi privilegiar la pa-labra. Y bien podemos ver de dnde vienen ese privilegio y el carcterde derivacin, de suplemento, otorgado a la escritura. Segn Derrida,y por un astuto procedimiento propio de su escritura (en el que seestarlan forzando algunos pasajes del Curso de lingiilstica general),

    l> Desde su primer libro editado en 1962, lntroduction ti I'origine de la. geometriede Husserl, pasando por todos los artculos reunidos en L'Ecritute et la diffrence, De laGrammatologie, La. dissemination, Marges, Positions.

    oEn el nmero 54 de la revista L'ARC, dedicado a Derrida, encontramos unamplio esquema de la territorialidad o de los autores en que gira su pensamiento. Y esbien significativa la referencia en la Gramma.tologie a Leroi~Gourham a partir del grafis~mo, el mitograma, el pensamiento simb6Iico multidimensionaI.

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  • S.aussure habla de la limon 'natural' entre el pensamiento y la voz, elsentido y el sonido, y aun del pensamiento-sonido. Lo propio de esafuncin representativa es su condicin de significante del significanteprimero, es decir, la representacin de la voz presente a s, la traduccinde una palabra originaria y plenamente presente a travs del signogrfico 7.

    Pero esta oposicin entre lagos (palabra y pensamiento) y escritura('traza' de la palabra, del pensamiento) se hace estrecha y problemticaen cuanto que se reduce la traza a la pura representacin de un sentidopreexistente, significado, e inversamente, el significado se reduce a. unapresencia que la traza significante tiende a evocar. Desconstruir .. tal opo~sicin implica ante todo invertir la jerarqua entre un significante pri-mero, mayor, el lenguaje, unido naturalmente al significado, y unsignificante segundo, la escritura. En primer lugar, seala Derrida, enla medida en que el significado funciona ya desde siempre como signi~ficante, y que la secundariedad atribuida a la escritura es propia detodo significado en general, aparecer entonces que la escritura medianteun nuevo concepto excede y comprende al lenguaje, es decir, que ellenguaje es una forma de escritura.

    En segundo lugar, la deportacin por la escritura de 10 que durantesiglos se ha reunido bajo el nombre de 'lenguaje', comienza justamentea partir de una crtica del lenguaje, de la devaluacin e inflacin dellenguaje. Y es esta inflacin del signo 'lenguaje' el signo de una crisisy tambin el sntoma de que "una poca histrico-metafsica debe final-mente determinar como lenguaje la totalidad de su horizonte proble-mtico" (De la grammatologie, 15).

    "El problema del lenguaje nunca ha sido un problema entre oUos.Pero nunca como hoy haba invadido como tal el horizonte mundial delas investigaciones ms diversas y de los discursos ms heterogneosen su intencin, su mtodo y su ideologa. .. Desde hace algn tiempose deca 'lenguaje' para accin, movimiento, pensamIento, reflexin, con~ciencia, inconsciente, experiencia, afectividad, etc. Ahora se tiende a decir'escritur,a' para todo esto y para otra cosa: se designa as:

    -Los gestos fsicos de la inscripcin literal, pictogrfica o ideo-grfica y todo lo que la hace posible.

    -Todo 10 que puede dar lugar a una inscripcin en general: cine~matografia, coreografa; escritura pictrica, musical, escultrica.

    7 El primado metafsico y lingstico (el "fonologismo") opera el rebajamiento dela escritura.

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  • -El bilogo habla hoy de escritura y de pro-grama a propsito delos procesos ms elementales de la informacin en la clula viva"(De la GTamm. 19).

    Segundo exeTgo. Bajo diversos enfoques la problemtica del signoha sido abordada en la obra de Derrida: el signo en la fenomenologahusserliana (La Voix et le phenomene), el signo en las ciencias humanas(L'EcriluTe el la diftTence), el surgimiento de la frivolidad desde elorigen del signo (ATcheologie du fTivole), y a travs de la performativi-dad de la escritura la obra Gla's a la vez 'significante' y 'significado' deltexto 8.

    El inters de las pginas que consagra a la crtica del signo radicaen mostrar que en definitiva Saus~ure, en su formulacin del signo, nopudo sustraerse al sistema de la metafsicai que por su raz e implicacio-nes, el concepto de signo es solidario de las teologas estoica y medie-val 9; y que el trabajo de crtica a la que ha sido sometido no halogrado arrancarlo de ellas. La distincin significante/significado esmetafsica, es decir, reproduce la diferencia entre sensible e inteligibley deja abierta la posibilidad de pensar un concepto significado en smismo independiente con relacin a la lengua, es decir, con el sistemade significantes (Positions, 29-30).

    Ahora bien, esta distincin entre significante y significado se haceproblemtica e insostenible a partir del momento en que Derrida:

    8 Para la obra Glas, .el. el sugestivo trabajo de Fran~ois Laruelle "Le style di~phallique de JacQ.ues Derrida", Critique, 334, marzo de 1975.

    L'Archologie du frivole, es un anlisis del Ensayo sobre el origen de los conoci~mientas humanos de Condi11ac en el que Derrida trata de definirlo como una "semitica"a partir de la clasificacin de los signos (accidentales, naturales, de institucin) y des~tacando la cadena qUe rige el comercio, lo arbitrario del signo, la libertad, el dominiodel objeto presente, concluye que' "lo propio del signo es el -sistema de lo arbitrara"(pg, 77). Y como en Condillac el lenguaje original es el lenguaje gestual, Derrida en~atiza la tesis de que el. lenguaje de accin precede y funda todo lenguaje.

    Es necesario sealar que en la clasificacin de los signos de Condillac, el carcterde arbitrario es puesto en los sijnos de institucin ("aquellos que nosotros mismos hemosescogido y que no tienen ms que una relacin arbitraria con nuestraS ideas", la. parte.seccin seeunda, cap. IV).

    La Voix et le phenomime, una de las obras ms difciles de Derrida, aborda lasdos clases de signos en Husserl: el ndice (que no expresa ni transporta una Bedeu.tu.n~)y la expresin. Que Husserl parece eludir la cuestin sobre la estructura del signo engeneral; .que hay un 'tratamiento reductor" del ndice y un privilegio de la expresin("para Husserl, la expresividad de la expresin --que supone siempre la idealidad de unaBedeutung- tiene un vnculo irreductible con la posibilidad del discurso hablado (Rede)"pg. 18), y finalmente, que la distincin entre ndice y expresin es funcion::!l o inten-cional, no sustenial (pg. 40), son los enfoques bajo los cu'ales Derrida trata el problemadel signo en Husserl.

    9 En la oposicin medieval siguans/signatum, el sijnatum remite como a su re--ferente a una res,a un ente creado, primeramente p

  • 1. Postula la necesidad de un significado trascendental ("que noremitira en s mismo en su esencia a ningn significante y que no fun~cionara l mismo ya como significante", Positions), para que la diferen-cia sea absoluta.

    2. Niega la posibilidad de un tal significado trascendental o pri-vilegiado, y

    3. Reconoce que todo significado se encuentra tambin en posicinde significante en cuanto que est inscri'to en la cadena de remisionesque forma el sistema de las significaciones.

    y como se trata de buscar una economa que escape. a ese sistem,ade oposidones, se desconstruye la met~fsica al borrar la diferencia, entresignificante y significado 10 en cuanto todo significado es ya ta.mbinsignificante: "si ,se borra la diferencia radical entre significante y signi-ficado, es la palabra misma significante la que habra que abandonarcomo concepto metafislco" (L'Ecriture et la diffrence, 412).

    La reflexin sobre el signo tambin la sita Derrida en relacincon su estructura clsica que hace de la relacinsignificante~significadouna relacin de representacin 11. El signo, se dice corrientemente, secoloca en el lugar de la cosa misma; la representa, hace presente unaausencia. Y 10 subyacente .a esta nocin es que no se puede pensar elsigno sino a partir de la presencia que difiere y en vista de la presenciadiferida. Es decir, la determinacin del ser como presencia nos revelainmediatamente que el signo por su carcter de representacin, de me~diacin, queda reducido a una funcin secundaria y provisional.

    Pero es precisamente esta doble funcin la que Derrida va a cues-tionar por un movimiento de incursin en los dos elementos ~nseparablesde la teora del signo de Saussure:Lo arbitrario y su carcter diferen-cial. Dice Saussure: "Si la parte conceptual del valor est constituidanicamente por relaciones y diferencias con los otros trminos de lalengua, otro tanto se puede decir de la parte material. .. En la lenguasolo hay diferencias . . . Una diferencia supone en general trt;ninos po~sitivos entre los cuales se establece. En la lengua slo hay diferenciassin trminos positivos. Ya se considere el 'significadp, ya. et significante,la lengua no comporta ideas ni-sonidos preexistentes al sistema lin-

    lO Hay dos maneras de borrar la diferencia: "la clsica, que consiste en reducir -oderivar el significante, en someter el signo al pensamiento; la otra consiste en poner enduda el sistema en el que funcionaba la reduccin anterior' L'Ecriture et la diffrence, 413.

    II En el amplio anlisis de la configuracin- del saber en el siglo XVII, Foucaultdestaca justamente que 'esa representacin es condicin indispensable para la organiza~cin binaria del signo. El signo, dice la L6JIica de Port-Royal, encierra dos ideas: por unlado la de la cosa que representa y por el otro, la de la cosa representada, y su naturale%aconsiste en provocar la primera por la segunda", Les mots et les choses, 78.

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  • gstico, sino solamente diferencias conceptuales o diferencias fnicasresultantes de' ese sistema. Lo que de idea o de materia fnica hay enun ,signo importa menos que 10 que haya su alrededor en otros signos11 12.

    Ahora bien, Derrida acenta, por una parte, el principio de ladiferencia "que como condicin de la significacin afecta la totaUdaddel sino, esto es, al significante como al significadd' (Marges, 11);y por otra parte, saca la consecuencia de la imposibilidad de la presen-cia por cuanto el "concepto significado no est jams presente en smismo, en una presencia suficiente que no remitira sino a ella misma.Pues todo concepto est inscrito en una cadena, en un sistema en elinterior del cual remite a otro, a otros conceptos" (ibid).

    En resumen, Derrida nos ha sealado el estatuto enigmtico delsigno ("la unidad de una heterogeneidad") a travs de una reflexincrtica, desconstructora que milita contra una metafsica de la presencia.Ahora podemos preguntar, qu permite entonces repensar el signo cuan-do se libera al significante de su dependencia en relacin con el logos?y si bien, "la presencia lejos de ser, como' se cree comnmente, lo quesignifica el signo" (Marges, 76) qu se puede oponer a la metafsicade ,la p~.es_encia~

    . La afirmacin nietzscheana del juego ("la alegre afirmacin deljuego del mundo y de la inocencia del devenir, la afirmacin de unmundQ de signos sin verdad, sin origen", L'Ecriture et la diffrence, 427)encuetitr su eco en Derrida precisamente en el copcepto de juego, de"accin recproca", "unidad de azar y de necesidad", "aventura seminalde la traza". Desde esta perspectiva el proceso de signific.acin debeser comprendido como un juego formal de diferencias, es decir de trazas:

    l'EI juego de diferencias supone en efecto sntesis y remisiones queimpiden que en algn momento, en cualquier sentido, un elementosimple est presente en s mismo y solo remita a s mismo. Ya en elorden del discurso hablado, ya en el orden del discurso escrito, ningnelemento puede funcionar como signo sin remitir a otro elemento el cualno est l mismo simplemente presente. Este encadenamiento hace quecada l'elemento" -fonema o grafema- se constituya a partir de la trazaen l de otros elementos de la cadena o del sistema. Este encadenamien-to, este tejido, es el texto que no se produce ms que en la transformaRcin de otro texto. Nada, ni en los elementos ni en el sistema, esten alguna parte o alguna vez simplemente presente o ausente. No hay departe y parte ms que diferencias y trazas de trazas" (Positions, 37-38).

    Esquemticamente, el proceso de significacin estara condicionadopor el juego de remisiones de los elementos y la inscripcin en el

    ;Ul Curso de lingstica l5eneral, Losada. 1967, pg. 203.

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  • juego de diferencias de los elementos definidos en relacin con los otros.Ahora bien, ese principio de la diferencia neutraliza el privilegio de unasustancia fnica ('temporal') sobre una sustancia grfica ('espacial') ydeja abierta la posibilidad de una teoria de toda inscripcin (gramato-logia). A ese movimiento de juego que produce las diferencias, Derridalo denomina 'Diffrance' (la a de diffrance connota actividad, producti-vidad en el juego de las diferencias) a la vez 'espaciamiento' y 'tem-porizacin' 13. Por su carcter conflictivo, por su condicin de 'movi-miento de juego que produce', nada la precede. El espaciamiento estemporizacin.

    Finalmente, cuando la 'diffrance' interviene, se pueden sealar susimplicaciones: 1; Las oposiciones conceptuales de la metafsica sevuelven no pertinentes (significante/significado, sensible/inteligible, na-turaleza/cultura) en cuanto tienen por referencia ltima la presenciade un presente. 2. La 'diffrance' en cuanto que produce las diferencias,es la raz comn de todas estas oposiciones. 3. Se anuncia el adveni~miento de un orden que resiste a esa oposicin fundadora de la filosofia(sensible/inteligible) y ese orden es el movimiento de la 'diffrance'.Pero como bien 10 expresa el autor: "no se trata de confundir a todoslos niveles y muy simplemente, el significante y el significado. Que estaoposicin o esta diferencia no pueda ser radical y absoluta, esto noimpide su funcionamiento ni su indispensabilidad dentro de ciertos 1trli~tes, y muy amplios. Por ejemplo, ninguna traduccin sera posible sineIJa". (Positions, 31).

    a 'Espaciamiento' _y 'temporizacin' son los dos elementos para el anlisis 'Semnticode la 'diffranc~'. El verbo "diffrer" tiene dos sentidos distintos: a) diferir, retardar,aplazar, reservar, es decir, todos los conceptos inscritos en la cadena de la 'temporizacin'.b) No ser idntifico, .ser diferente, ser otro, discernible; conceptos que indican intervalodistancia,'espaciarniento'. La 'diffrance' conserva estos dos sentidos, lo que no sucedecon la 'diffrence' - (con e). En trminos' de Jean Franl;ois Revel, el hablar de 'diffrance',con a, en \,lna conferencia y tratar de hacer sentir en la oreja la' diferencia entre 'diffrance~y 'diffrence', bien puede calificarse como una "astucia" del autor (Pottrquoi des philosopheset la cabale des dvots, pg. 41) por cuanto que la "diffrance", Cama 10 expresa Derrida,"se escribe o se lee pero no se escucha" (Margas. 4).

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