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Universidad Andrés Bello Facultad de Odontología Cátedra de Periodoncia “Defectos Óseos: Diagnóstico Radiográfico” Autor: Melissa López

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Universidad Andrés Bello Facultad de Odontología Cátedra de Periodoncia

“Defectos Óseos: Diagnóstico Radiográfico”

Autor: Melissa López

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� Introducción

La enfermedad periodontal es una enfermedad de los tejidos de soporte de

los dientes, que afecta al ligamento periodontal, cemento radicular, hueso alveolar

y tejidos gingivales. Se trata de una enfermedad de progresión cíclica

caracterizada por inflamación de la encía causada por la colonización bacteriana

de superficies dentarias adyacentes que extendida a tejidos periodontales mas

profundos, resulta en la destrucción de la inserción del tejido conectivo al cemento,

formación de sacos, destrucción del hueso alveolar, movilidad de los dientes y

exfoliación de los mismos.

Los microorganismos presentes en la placa tienen un papel primordial en el

inicio de la enfermedad periodontal, siendo la enfermedad consecuencia puntual

de la interacción de la placa bacteriana con la respuesta inflamatoria e

inmunológica del huésped. La reacción inflamatoria es visible microscópica y

clínicamente en el periodonto afectado y representa la respuesta del huésped a la

microflora de la placa y sus productos.

En algunos casos las reacciones de defensa del huésped pueden ser

perjudiciales para el mismo, puesto que la inflamación puede dañar a las células

circundantes y al tejido conectivo. Más aún, las reacciones inflamatorias e

inmunitarias que se extienden profundamente en el tejido conectivo más allá del

fondo de un saco periodontal pueden afectar al hueso alveolar en aquel proceso

destructivo. Así, los procesos defensivos pueden, paradójicamente, ser

responsables de gran parte de la lesión tisular observada en la gingivitis y

periodontitis.

En general, se reconoce que clínicamente existen tres formas de evaluar el

daño de los tejidos periodontales:

• Detección visual de signos clínicos de destrucción de tejidos.

• Medición del nivel de inserción clínico con un sonda periodontal.

• Detección radiográfica de pérdida ósea

El objetivo del siguiente trabajo es entregar mayor información acerca de

los defectos óseos, sus definiciones, clasificaciones, sus morfologías y su

detección radiográfica para la obtención de un correcto diagnostico y algunas

pautas para tratamiento.

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Patrones de Destrucción Ósea en la Enfermedad Periodontal.

� Defectos Óseos: La perdida de soporte óseo alveolar es uno de los signos característicos de

destrucción de la enfermedad periodontal considerada generalmente para

representar las secuelas anatómicas de la extensión apical de la periodontitis.

La extensión y la severidad de la perdida de hueso alveolar esta

usualmente determinada por una combinación de signos clínicos y radiológicos,

cuya importancia radica en el diagnostico clínico, planificación de tratamiento y

estimación de un pronostico.

Sin importar el número y naturaleza de los factores contribuyentes

involucrados, la formación de una lesión ósea es actualmente considerada como

el resultado de un crecimiento en sentido apical de la placa subgingival, con la

consecuente reabsorción de hueso con un radio de aproximadamente 2 milímetros

desde la superficie de la raíz.

La morfología esta determinada por una variedad de factores entre los cuales

se incluyen:

• Localización de los microorganismos causales en la superficie radicular.

• Raíz y la anatomía del tronco radicular.

• Posición de la raíz con respecto al proceso alveolar y la amplia relación con las

lesiones periodontales adyacentes (cercanía con otras superficies radiculares

afectadas).

• Grosor del hueso alveolar, siendo este el de mayor importancia, determinando

si la perdida osea es horizontal o vertical.

Cada defecto óseo afecta individualmente a un diente especifico en la

dentadura de un cierto paciente, por lo tanto presenta una anatomía única.

Las clasificaciones se basan generalmente en criterios morfológicos

específicos y tiene como meta guiar a los clínicos en su diagnostico, tratamiento y

pronostico.

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Defectos óseos

Defectos Supraóseos

Defectos Infraóseos

Defectos Interradiculares

Defectos Intraóseos

Una Pared

Dos Paredes

Tres Paredes

Combinados

Cráteres

Horizontales

Clase I

Clase II

Clase III

Verticales

Subclase A

Subclase B

Subclase C

Tipos de defectos óseos Periodontales: Una manera de clasificar los defectos óseos es diferenciar entre defectos

supraóseos, infraóseos, e interradiculares o defectos de furca, según lo propuesto

por Goldman y Cohen.

Fig. 4 Esquema de clasificación de los defectos óseos periodontales.

“Diagnosis and epidemiology of periodontal osseous lesions”.

Periodontology 2000, Vol. 22, 2000, 8-21.

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1.- Defectos supraóseos:

Son aquellos defectos en donde la base del saco se localiza coronalmente

a la cresta alveolar subyacente.

Se caracterizan por una perdida de hueso horizontal tomando como

referencia una línea trazada desde el limite amelocementario de un diente al LAC

de un diente adyacente. La altura del hueso se reduce, pero su margen

permanece aproximadamente perpendicular a la superficie dentaria.

2.- Defectos infraóseos:

Aquellos defectos en que la base del saco tiene una localización apical a la

cresta alveolar residual adyacente.

Se caracterizan por una pérdida vertical (angular) de hueso, existiendo

mayor perdida en un diente que en el diente adyacente a él. El nivel del hueso no

es paralelo a la línea trazada entre los LAC de dos dientes contiguos.

Se puede reconocer dos tipos de defectos infraóseos, los llamados defectos

intraóseos y cráteres. Los defectos intraóseos son aquellos defectos cuyo

componente infraóseo afecta en forma primaria un único diente; en cambio, en los

cráteres el defecto afecta dos superficies radiculares adyacentes en un grado

similar.

a. Defectos intraóseos: Pueden ser clasificados de acuerdo a su morfología en términos del número

de paredes óseas residuales, ancho del defecto y según la extensión

topográfica alrededor de la raíz.

Desde el punto de vista del numero de paredes óseas residuales

encontramos defectos de tres, dos o una pared.

Frecuentemente los defectos intraóseos presentan una anatomía compleja que

consiste de un componente de tres paredes en la porción mas apical del

defecto y un componente que puede ser de dos o una pared en la porción mas

superficial, por lo cual se habla de una combinación de defectos.

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Fig.5 A. Defecto óseo de una pared. B. Defecto óseo de dos paredes. C. Defecto óseo de tres paredes.

“Diagnosis and epidemiology of periodontal osseous lesions”.

Periodontology 2000, Vol. 22, 2000, 8-21.

b. Cráteres:

La morfología especial del cráter es de especial interés. Es definido como

un defecto con forma de copa (o taza) en el hueso alveolar interdental con

perdida de hueso casi igual en las raíces de dos dientes adyacentes y de una

posición mas coronal de la cresta vestibular y lingual/palatina; las paredes

vestibulares, linguales o palatinas pueden no presentar la misma altura.

Este defecto puede ser considerado como el resultado de la extensión

apical de la periodontitis a lo largo de dos raíces adyacentes en un área

interproximal (mesio-distal) relativamente estrecha.

Fig.6 Defecto óseo periodontal tipo cráter. “Diagnosis and epidemiology of periodontal

osseous lesions”. Periodontology 2000, Vol. 22, 2000, 8-21.

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Se han sugerido las siguientes razones para explicar la elevada frecuencia

de cráteres interdentales:

• La zona interdental acumula placa y es difícil de limpiar.

• La forma vestíbulo lingual plana o incluso cóncava normal del tabique

interdental en los molares inferiores puede favorecer la producción de

cráteres.

• Los patrones vasculares desde la encía hacia el centro de la cresta pueden

proveer una vía para la inflamación.

3. Defectos Interradiculares o defectos de furca:

Las condiciones en que se produce reabsorción patológica del hueso en la

furca de un diente multirradiculado también se incluyen en esta clasificación

pudiendo distinguir tres tipos de defectos de furca (según la clasificación

americana):

a. Clase I: indica mínima, pero notable pérdida de hueso en la furca.

b. Clase II: indica un grado variable de reabsorción, pero no afecta por

completo el hueso en la furca.

c. Clase III: el hueso en la furca se encuentra completamente reabsorbido.

En la literatura europea estas lesiones son comúnmente llamadas

compromiso de furca y su clasificación se formula de una manera algo distinta,

aunque en esencia la definición es casi idéntica. Así, según Hamp et al se obtiene

la siguiente clasificación:

a. Grado I: Se caracteriza por una perdida horizontal de soporte

periodontal que no excede un tercio del ancho del diente.

b. Grado II: El compromiso de furca sobrepasa un tercio del ancho del

diente, pero no abarca todo el ancho del área de la furca.

c. Grado III: El compromiso de furca implica un destrucción completa del

soporte periodontal en el área de la furca.

La clasificación de Hamp et al. ha sido simplificada dando valores

numéricos críticos para el componente horizontal de la perdida de soporte: menos

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de 3 mm en clase I, 3mm o más pero sin perdida completa en clase II y clase III

permaneció sin cambios.

Fig. 7 Clasificación horizontal del compromiso de furca.

“Diagnosis and epidemiology of periodontal osseous lesions”.

Periodontology 2000, Vol. 22, 2000, 8-21.

Recientemente ha sido introducido un componente vertical para el

diagnostico del compromiso de furca, en el que para cada clase de la clasificación

horizontal le fue agregada una subclase basada en la reabsorción vertical del

hueso en el área de la furca. En la subclase A el compromiso furca existe una

perdida vertical de hueso de 3 mm o menos, subclase B de 4 a 6 mm y subclase C

que presenta una perdida de 7 o mas milímetros.

La furcacion denudada se ve a simple vista o esta cubierta por la bolsa. El

compromiso de furca es determinada por métodos clínicos, en el cual se realiza un

sondaje horizontal con una sonda especialmente diseñada. Los métodos

radiográficos entregan información valiosa que complementa el examen clínico,

pero no puede reemplazarlo.

Clasificación vertical del compromiso de furca

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� Detección Radiográfica de los Defectos Óseos Las radiografías panorámicas y periapicales son las más utilizadas en la

práctica odontológica, pero éstas no permiten una evaluación completa de1as

estructuras óseas. Por ello, la tomografía complementa el estudio del hueso

alveolar, facilitando su visualización desde un eje transversal, razón por la cual

el estudio tomográfico es indispensables para un correcto y más exacto

diagnostico.

1. Técnicas Convencionales a. Radiografía Retroalveolar ((Técnica Periapical o Bisectriz):

Esta técnica nos entrega información respecto a la forma

radicular y nivel óseo aproximado. Su poca estandarización en

cuanto a angulación vertical y el grado de ésta, hace que la

proyección del nivel óseo respecto a la longitud radicular no sea

exacta, permitiendo solo una estimación de los niveles de

reabsorción ósea, ya sea de tipo horizontal o vertical, no

identificando si estos niveles de reabsorción corresponden a las

tablas vestibular o palatina, o ambas; sin distinción de cuál de

ellas es la afectada.

b. Radiografía Retroalveolar (Técnica Paralelismo): Esta técnica

al lograr un paralelismo del diente y la película, nos permite

establecer de manera más confiable los niveles de reabsorción

real, pero al igual que la técnica de la bisectriz solo nos entrega

información de los niveles y de la afección de las tablas vestibular

y palatina. Por ser una técnica que permite estandarización es

posible repetir radiografías con la misma angulación para hacer

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seguimiento comparativo de un paciente en tratamiento

periodontal.

c. Técnica Bite-Wing: Al igual que las dos técnicas anteriores ésta

nos permite evaluar solo los niveles de reabsorción ósea, pero de

forma más exacta, ya que la angulación vertical es de 6º a 8º. Se

puede tomar con la película en posición horizontal o vertical,

prefiriéndose la película de forma vertical cuando se evalúan

niveles de reabsorción avanzados.

d. Panorámica de Maxilares: Esta técnica extraoral nos

proporciona una visión panorámica de las formas y longitudes

radiculares y los niveles óseos de ambas arcadas, pero sin

detalle de estos, por lo que se debe complementar con

radiografías bite wing y/o paralelismo en los grupos o dientes que

el clínico estime conveniente.

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2. Tomografía Computarizada de Alta Resolución (Cone Beam): Esta

técnica digital computarizada extraoral se indica para casos complejos de

reabsorción ósea en dientes uni o multirradiculares, en donde de requiere

información detallada y tridimensional de los niveles óseos de cada pared y

el grado exacto de compromiso de furca. 3. Tomografía Convencional: Su indicación sería similar a la de la

tomografía computarizada, en caso que no se cuente con ella, pero el grado

de nitidez de la imagen es muy escaso para considerarla como un aporte

en casos complejos.

Diagnostico. Los defectos óseos periodontales son una secuela frecuente de

periodontitis. Diagnosticar su presencia y establecer su morfología antes de los

procedimientos quirúrgicos requiere de una examinación clínica cuidadosa de los

niveles de soporte periodontal, apoyada con imágenes radiográficas diagnosticas

obtenidas con técnicas consideradas convenientes al caso clínico.

Las radiografías proporcionan información adicional respecto de la

morfología, longitud radicular y de la reabsorción de hueso alveolar. La

interpretación de la imagen radiográfica convencional del tabique óseo interdental

es complicada, ya que este tipo de radiografía entrega una imagen bidimensional

de una anatomía que en realidad es tridimensional que consiste en estructuras

sobreproyectadas incluyendo hueso alveolar, tejidos duros del diente y tejido

conjuntivo. Se debe considerar que radiografía requiere de una cierta cantidad

mínima de perdida de tejido óseo para ser evidenciada, por lo que lesiones

incipientes pueden no ser reveladas en la radiografía.

Nuevamente se hace hincapié en un acucioso examen clínico del los tejidos

de soporte, considerando a la radiografía convencional como una herramienta útil

pero complementaria, en la elaboración de un diagnostico de gran exactitud.

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