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Cubay el 90: nuevas aportacioneshistoriogrficas

JULIA MORENO GARcA

Departamento de Historia Contempornea (UCM)

Muchos y variados han sido los libros publicados en tomo al 98, perosiempre quedan algunos quepor cuestiones editoriales o de comunicacin lle-gan tarde a nuestras manos. Vamos aintentar resear brevemente estos ltimos.

En primer lugar est el libro de Francisco Prez Guzmn Herida profunda(la Habana, Ediciones Unin, 1998), que versa sobre uno de los temas menosestudiados, tanto por la historiografa espaola como cubana, de la guerra de18951898: la reconcentracin. Este vacio historiogrfico es menos compren-sible si tenemos en cuenta que la reconcentracin tuvo repercusiones sociales yeconmicas no slo en el momento en que se produce sino, indudablemente aposteriori.

La reconcentracin afect demogrficamente ala sociedad cubana por el

nmero de muertes que produjo (an sin evaluar en su totalidad) pero sobretodo incidi en la composicin social y racial. Econmicamente la reconcen-tracin alter, de forma significativa, la relacin campociudad y las estructu-ras agrarias. Todos estos factores, sin olvidar el trauma psicolgico que supuso,es lo que analiza el autor utilizando todas las fuentes aprovechables. Orales, de-mogrficas, econmicas, estadsticas y literarias, convirtindose el libro en elpunto de partida de nuevos estudios abocados a la multidisciplinaridad.

Nadie pone en duda que las relaciones comerciales fueron uno de los fac-tores que incidieron en la guerra hispano-cubanonorteamericana de 1898;pero quizs no quedaba claro cules eran los intereses que se ocultaban trasella: la preocupacin de los azucareros criollos, el creciente agotamiento de lapresencia de Espaa en el intercambio comercial cubano y la reformulacin delas ambiciones imperiales estadounidenses.

Todos esos elementos son analizados de forma clara y sinttica en la obrade O. Zanetti Comercio ypoder. Relaciones cubanohispanonorteamericanasen torno a 1898 (la Habana, fondo Editorial Casa de las Amricas, 1898).

El objetivo final de l libro, apoyado en una amplia investigacin, es contri-buir a dilucidar el entrelazamiento de factores que marc el destino de Cuba a

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fines de l siglo xx. Un destino forjado durante la segunda mitad de la centuriaanterior cuando, por un lado, los vnculos de Cuba con su metrpoli eran cadavez ms endebles mientras que, por otro, la influencia norteamericana sobre laIsla se incrementaba. La intervencin militar de Estados Unidos en la guerrahispano-cubana no slo aceler la tendencia americana sino que frustr la

soberana de l Estado nacional por cuya creacin haban combatido los cubanosdesde el Grito de Yara de 1868.

La guerra de Cuba de 18951898 signific el fin del imperio colonial es-

paol en Amrica y el Pacifico a manos de una potencia emergente: EstadosUnidos. La trayectoria poltica y sus implicaciones bilaterales son el objetivode l libro de A. Elorza y E. Hernndez SandoicaLa guerra de Cuba (1895 -98).Historia polticade una derrota colonial (Madrid, Alianza, 1998). Para losau-tores, la guerra fue el final de un proceso que dejaba al descubierto las insufi-ciencias de un sistema abocado al fracaso ante su negativa a modernizar las re-laciones coloniametrpoli.

Lo que sucedi en Cuba fu ms que una guerra. Fue un reajuste interna-cional econmico y estratgico que se haba venido gestando desde los prime-ros aos del siglo xx. Cuba, por su situacin, estaba en la rbita de l EstadosUnidos. Si permaneci durante la centuria anterior en poder de Espaa fue porcompromisos internacionales no escritos. Pero a fines de l siglo xix, una vez ter-minada su colonizacin interior hasta el Pacifico, Estados Unidos inicia con laguerra en Cuba una expansin imperialista, determinada, entre otros, por Ma-han y T. Roosevelt, que se proyecta en dos direcciones: el control econmicoen exclusiva del caribe y el dominio geoestratgico de l Pacifico-Atlntico quellevara a establecer la presencia estadounidense en Hawai, Filipinas. Cuba yPanam.

Pero la guerra tambin tuvo unos actores que es preciso no olvidar. EnEs-paa, Cnovas se empe en consolidar (frente a opiniones contrarias pero ais-ladas como las de Moret) la monarqua alfonsina mediante la explotacin co-lonial econmica y poltica sistematizada en la Paz de l zanjn (1878). En

Cuba, fue Jos Mart el lder indiscutible que aun a la emigracin y alos mi-litares de la isla y proporcion los ideales y la accin concreta para luchar porla independencia de Cuba. En Estados Unidos, Mckinley aprovech la guerrasostenida, sin resultado claro, entre Espaa y los cubanos insurrectos para ex-pulsar de Cuba a la antigua metrpoli, abortar el naciente Estado indepen-diente y afianzar la hegemona de su pas hasta 1959.

Desde un punto de vista ms sosegado M~ DEL CARMEN BARCIA en

Elites ygrupos depresin. Cuba 18681898 (La Habana, Ed. de Ciencias So-ciales, 1998) hace un estudio monogrfico de los grupos de presin e inters co-

loniales. El rgimen poltico bipartidista implantado en 1 879 pona de mani-fiesto las dificultades de las agrupaciones polticas en el ejercicio de susactividades de representacin social. La autora al desglosar y analizar los ob-

jetivos, conductas y procedimientos de l grupo de presin financiero, integradopor Manuel Calvo y otros especuladores, de los grupos de inters representati-

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vos de los intereses econmicocorporativosde la burguesa azucarera y taba-quera, precisa cules eran las tendencias que se movan en tomo a la poltica

colonial. Pero la obra va ms all ya que en ella se sealan las diferencias entreel grupo de presin financiero y los grupos de inters de la burguesa insular, e,igualmente, la proyeccin y las alineaciones de los grupos de inters represen-

tativos de determinados estratos etnosocales.Si los anteriores libros son ensayos basados todos ellos en una slida in-

vestigacin, los siguientes son de recopilacin documental que sirven para di-vulgar documentacin fundamental para analizar y comprender las opiniones,intereses, deseos, directrices, etc., de dos de los representantes ms seeros dela poltica cubana: Mximo Gmez y Jos Mart.

Algunos de los escritos de l general son recopilados por Carmen Almodvaren Mximo Gmez. Diario de campaa 18681899 (Universidad de Oviedo,Servicio de Publicaciones, 1998). Hay que sealar que esta recopilacin de do-cumentos es un resumen del Diario de Campaa del mayor General MximoGmez publicado en 1941 en La Habana, con algunas variantes y aportaciones.

El libro reseado se estructura en tres panes. En la primera se recogendo-cumentos tanto de la guerra de los Diez Aos (18681878) como de la de In-dependencia (1895 1998) ascomo un extracto del Diario de Campaa. La se-gunda parte es una novedad respecto del libro primigenio ya que en ella seincluyen textos escritos por el General en diferentes pocas y que, en opininde la autora, ayudan mejor a comprender a la persona. Por ltimo, se transcri-ben dos textos: una carta de Jos Martinvitando a Gmez a ocupar el cargo deJefe de l Ejrcito Libertador y el nombramiento de la Asamblea Constituyentede Jimaguay a Mximo Gmez como General en Jefe de l Ejrcito Libertador.

El segundo libro objeto de resea,JosMart. ElPartidoRevolucionario

Cubano (Universidad de Oviedo, Servicio de Publicaciones, 1998, est cen-trado en la documentacin ms significativa, seleccionada por Aurea MatildeFernndez, y reproducidade las Obras Completas de Jos Mart (La Habana,Ed. Nacional de Cuba, 1963) de l principal representante de la independenciaen Cuba: Jos Mart, desgraciadamente poco tratado por la historiografa es-paola.

Jos Mart fue el alma de l Partido Revolucionario Cubano, fundado enabril de 1892. Su creacin, en el exilio, inici una nueva etapa en la lucha in-dependentista mucho ms organizada y encaminada a la fundacin de una re-pblica en la que todos tenan cabida.

Aurea Matilde Fernndez selecciona aquellos documentos, muchos de

ellos publicados por el rgano portavoz de l Partido Revolucionario Cubano, elDiario Patria, que mejor recogen las ideas fundamentales de Jos Mart encuanto a su proyecto de independencia y Repblica. Tambin estn incluidas enla recopilacin cuestiones militares tales como el Manifiesto de Montecristi,bsico para analizar los fundamentos de la guerra y a quin iba dirigida, ascomo correspondencia entre Mart y los mandos militares de la guerra: MximoGmez y Antonio Maceo.

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Cierran la seleccin dos documentos significativos. El primero es la Cartaa ManuelMercado, escrita el dia antes de su muerte en Dos Ros, 18 de mayode 1895, considerada como su testamento poltico. El segundo, el ltimo diariode Mart, De Cabo haitiano a DosRos, donde se refleja la vida de las tropasindependentistas en el campo de batalla cubano.

Un ltimo apndice a esta larga nota sobre cuestiones cubanas. En unmundo dominado por la informtica y las nuevas formas de comunicacin ydi-vulgacin ha aparecido un CD-ROM sobre Textos clsicos de la Historia deCuba cuyos autores son Alejandro Garca Alvarez y Luis Miguel Garca Moradentro de la Coleccin Clsicos Tavera de MAPFRE. El CD incluye los docu-mentos originales bsicos para el conocimiento de la historia de Cuba en el Si-glo xix de autores como Eco. Arango y Parreo, Alejandro de Humboldt, Ra-fael Maria de Labra, Jos Mart, Antonio Maura, Femando Ortiz, Jacobo de laPezuela, Jos Antonio Saco, Ramn de la Sagra y Enrique Jos Varona entreotros.

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