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CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA y RETOS DEL ANÁLISIS POSTSRAFFIANO Eduardo A. Bolaños C. Profesor de la Universidad de Antioquia Este artículo se recibió el primero de agosto de 2001 Y fue aprobado por el Comité Editorial el 27 de agosto de 2001.

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CONTRIBUCIONES DE LAOBRA DE SRAFFA y RETOS DEL

ANÁLISIS POSTSRAFFIANO

Eduardo A. Bolaños C.Profesor de la Universidad de Antioquia

Este artículo se recibió el primero de agosto de 2001 Y fue aprobado por el Comité Editorial el 27 deagosto de 2001.

ResumenBolaños C., EduardoA. "Contribuciones de la obra de Sraffa y retosdel análisis postsraffiano", Cuadernos de Economía, v. xx, n. 35,Bogotá, 2001, páginas 119-161

En este ensayo se hace un an¿lisis general de las teorias sra-ffiana y neoricardiana que permi ta esclarecer sus principalesaportes al pensamiento económico positivo e identificar sus limi-taciones y desafios, que sus autores deben afrontar.

Palabras clave: teoría sraffiana, teoría neoricardiana.

Abstract

Bolaños C., Eduardo A. "Contributions of Sraffa' s work and thechallanges of postsraffian analysis", Cuadernos de Economía, v.xx, n. 35, Bogotá, 2001, pages 119-161

This essay seeks to carry out a general analysis of sraffian andneoricardian theories in order to clarify their most importantcontributions to positive economic thought as well as identifythe limitations and challenges that their authors must confronto

Key words: sraffian theory, neoricardian theory.

Piero Sraffa (1898-1983) hace parte del selecto grupo de economistas notables,pensadores originales y profundos, que tuvo que ver con el progreso del pen-samiento económico del siglo xx, tanto a nivel teórico como doctrinal. Maestroen el manejo de la abstracción, como único método posible para comprender elmundo económico, propuso análisis modernos a partir del buen conocimientode los clásicos premarxistas. Su trabajo teórico elogiado, controvertido, mini-mizado o desdeñado, de todas maneras, ha concernido a las más importantesteorías generales y a no pocas parciales. El propósito de su obra era la creacióndel fundamento de la crítica a la teoría marginalista; crítica que reemprendieronlos seguidores de su línea de pensamiento. En ese fundamento considera sóloun conjunto de problemas de la teoría económica, muy restringido pero crucial;su preocupación central, cuyo desarrollo constituiría el 'núcleo' de su teoría,eran las relaciones necesariamente existentes entre precios de producción y ladistribución de la renta nacional en condiciones dadas de producción. Su cons-trucción teórica también probó ser apta para la solución significativa de ciertosproblemas, que venían siendo debatidos durante largo tiempo, referentes a lateoría clásica y a la teoría marxista del valor. Los. cimientos establecidos por elautor, y sus propósitos teóricos, generaron nuevas investigaciones y el refina-miento de herramientas analíticas y formales, las cuales se desarrollarían acele-radamente, llegándose a constituir después de la década de los sesenta una co-munidad específica de pensamiento, con no despreciables éxitos en la reinter-pretación de tesis hasta entonces instauradas y en la obtención de nuevos re-sultados; esta es la corriente neoricardiana o postsraffiana.

Dado que la obra de Sraffa fue una de las más influyentes contribuciones alpensamiento económico, que su naturaleza ha sido ampliamente controvertiday que tanto sus resultados teóricos como los del postsraffianismo han provoca-do oposición, y motivado un intenso y permanente debate, es necesario reexa-

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minar las construcciones conceptuales sraffiana y neoricardiana para esclarecersus principales aportes al pensamiento positivo e identificar las limitaciones ylos desafíos que deben afrontar sus autores. Este escrito apunta en esa direc-ción, para 10 cual tratará de ajustarse a esta secuencia:

(i) La obra de Sraffa considerada en sus vínculos con los autores clásicos y pre-clásicos y en su continuidad o ruptura con las tradiciones clásica y neoclásica;sus principales contribuciones. (ii) La obra de Sraffa y la crítica a la teoría neo-clásica. (iii) Los principios metodológicos generales que guían el desarrollo teó-rico del autor, de acuerdo a los cuales deben distinguirse dos niveles de abstrac-ción. (iv) Implicaciones en el análisis postsraffiano de relajar estos principiosmetodológicos. (v) Consecuencias en el análisis postsraffiano de ubicar los pre-cios de producción en la perspectiva del mercado. (vi) Críticas de la teoría neo-clásica al modelo de precios de producción y réplicas. (vii) Recapitulación delos aportes de la teoría sraffiana y de los desafíos que se le presentan a la neori-cardiana en sus desarrollos analíticos contemporáneos.

1. APORTES DE LA OBRA DE SRAFFA

Piero Sraffa examinó el capitalismo como forma general de organización de lasociedad en que está inmerso, abstrajo las bases económicas estructurales deesa realidad distinguiéndolas de los procesos políticos y de la política económi-ca y llegó a representar lo esencial de la economía a partir de conceptos cuyoscontenidos fueran, en principio, empíricamente determinables. Se propusoconstruir una imagen de la sociedad comercial sobre fundamentos empíricos yno sobre hipótesis no verificables o sobre presupuestos derivados de teoríassobre la naturaleza humana [Eatwell y Panico 1987,445; Napoleoni 1987, 191].En lo concerniente a la teoría del valor, su obra cumbre: Produaion de mercandaspar medio de mercandas. Preludio a una crítica de la Teoria Econánica, 1 ha sido comúnconsiderarla en una relación de continuidad con la tradición clásico-marxista yen una relación de ruptura con la tradición neoclásica. Su principal contribu-ción al pensamiento económico se condensa en un sistema abstracto preciso yriguroso que se ha constituido en paradigma alternativo a la explicación neoclá-sica dominante del valor y la distribución.

El sistema de Sraffa recupera, según su mismo autor, elementos fundamentalescomunes a las teorías del valor avanzadas por pensadores como Petty, Canti-llon, los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx, para obtener, en terminología mo-

Sraffa [1960]. En adelante utilizaremos Produaion para referirnos a esta obra

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derna, una estructura teórica que le permita obtener una solución consistente alproblema del valor y la distribución, usando exclusivamente los datos encon-trados en el enfoque del excedente de estos autores [Kurz 1998, 437]. Estaelaboración sienta las bases para el resurgimiento de la posición teórica clásica,particularmente la de David Ricardo: el impacto de una alza -o caída- del sala-rio real sobre la tasa de beneficio y los precios relativos. Pero no sólo eso, elpoder explicativo de esa reconstrucción tendrá importantes consecuencias en larevisión de algunas soluciones, la crítica de ciertos postulados y el estudio denuevos temas relacionados [Eatwell y Panico 1987,450; Garegnani 1979, 189].

El redescubrimiento del enfoque clásico se inicia con el bosquejo de su estruc-tura esencial que Sraffa hace en su introducción a Principios de econanía política ytributación de Ricardo.! Allí señala, a partir de su interpretación de la tempranadoctrina de este último, cómo la racionalidad de ella reposa en la determinaciónde la tasa de beneficio a partir de magnitudes en términos físicos; delinea lasimplicaciones de adherir al concepto de costos reales físicos y arguye que elconcepto de trabajo es suficientemente cercano y en ciertos casos equivalente alprimero, lo que permitió a Ricardo en Principios preservar el rasgo relevante desu temprana teoría: la explicación de todas las partes del ingreso, diferentes alsalario, en términos de sobreproducto. Con respecto a las teorías ricardiana ymarxista en particular, en PrrxIuaión se especifican los límites de la primera y seda solución a dificultades analíticas que habían quedado sin solución en RicardoyMarx, como son el problema de la determinación de la tasa de ganancia y delos precios de producción, para lo cual se adoptan hipótesis más generales quelas de los dos grandes economistas.

Pero si bien la más importante empresa en teoría económica fue plantear laspremisas para redescubrir la posición teórica propia a los economistas clásicosy clarificar las limitaciones de sus proposiciones teóricas, la obra de Sraffa no esmenos importante en su relación con la teoría neoclásica. A este respecto, co-mo expresamente él lo señala, el conjunto de proposiciones teóricas de Prcduc-ción deberán servir de base a una crítica de la teoría marginalista. Como era suaspiración, esa crítica fue efectivamente emprendida por los economistas quesiguieron su línea de pensamiento. El trabajo teórico del autor italiano es degran significación por las implicaciones que tuvo sobre los fundamentos lógicosde la teoría neoclásica del valor y la distribución, las cuales resultan de demos-trar la consistencia lógica del análisis clásico de los precios y la repartición.

Ricardo [1959]. En adelante nos referiremos a esta obra como Principins.

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Ciertos autores cuestionan la tesis de continuidad entre Sraffa y los clásicos yde ruptura con los neoclásicos. Así, según Claudio Napoleoni [1998] lo que esverdaderamente importante en la obra de Sraffa no es la solidaridad con unacierta tradición y la ruptura con otra, sino mas bien la crítica de las dos quepermite su pensamiento. Pues, a partir de Sraffa se pueden forjar instrumentospara una teoría del valor desprendida tanto del presupuesto ricardiano y mar-xista del valor-trabajo, como del presupuesto marginalista del concepto de "re-cursos originales". El autor, partidario de esta visión, concluye que la posiciónde Sraffa es simétrica con respecto a las dos tradiciones. La igual distancia de suposición teórica tendría que ver no sólo con el rechazo de todo presupuesto noempírico, sino. también con la aceptación de un aspecto central de la teoríaclásica: la producción como un proceso circular de "producción de mercancíaspor medio de. mercancías" y de un aspecto central de la teoría neoclásica: laposibilidad de representar la distribución como siendo gobernada por una leyobjetiva inmanente almercado)

El objeto central del análisis presentado por Sraffa en Prrx:Iu:x:m es el problema delos precios de producción y su relación con el reparto del sobreproducto entre lasclases sociales, para lo cual considera sólo los factores que son directamente rele-vantes para el problema examinado. Este núcleo teórico se distingue de otros pro-blemas que aunque relacionados no se examinan en su obra, sin que esto impliquela negación de análisis rigurosos sobre ellos: acumulación capitalista y crisis, deter-minación de la distribución a partir de las relaciones entre las clases sociales, nivelesde productos y realización, empleo, cambio tecnológico, crecimiento y desarrollo,etc. [Roncaglia 1980,41-43; Garegnani 1979, 180].

1.1 La teoría de Piero Sraffa

El núcleo de la teoría. de Sraffa se inscribe dentro del mundo teórico de los"viejos economistas clásicos", el cual se diferencia del mundo teórico domi-nante, esencialmente, en dos aspectos: los determinantes de los precios norma-les y de la distribución [Garegnani 1998, 415-425]. Respecto a los precios nor-males, éstos son determinados sin recurrir a las funciones de oferta y demanda.El análisis de precios rechaza el papel de la demanda en la determinación de los

La teoría de Sraffa daría lugar a una determinación de la distribución, basada en la subsistencia yel conflicto social, regida por una ley objetiva. Comparando posiciones que se suceden en el largoplazo, cada una siendo definida como un esquema sraffiano, podría establecerse una ley de varia-ción del nivel histórico de subsistencia y del beneficio. Esta ley obedecería a la evolución e inte-racción de las innovaciones tecnológicas, de las fuerzas sociales y de la función específica del ca-pital-gestión del proceso productivo-. El conflicto social sería concebido como siendo interno auna regla objetiva [Napoleoni 1987, 196-199].

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precios de equilibrio -en el sentido de tasa uniforme de beneficio- y, por tanto,esos precios no son del tipo market-dearing [Hollander 1998, 430]. La demanda -demanda efectiva- y oferta -cantidad llevada al mercado- son consideradassolamente para explicar la tendencia del precio de mercado de una mercancíahacia un nivel normal o natural, en el, cual se interesa Sraffa, pero que en simismo está determinado sin referencia a esas fuerzas del mercado.

Respecto al segundo aspecto, la distribución del sobreproducto social es priorita-ria y explicada por la acción de fuerzas económicas y sociales y no por funcionesde demanda y oferta fundadas en preferencias individuales, en la técnica y en lasustituibilidad entre factores. El salario -o la tasa de beneficio- y el tamaño ycomposición del producto social son tratados como datos en el análisis de losprecios competitivos de largo plazo o precios normales. En la presentación que acontinuación hacemos se verá que, en las proposiciones más importantes deSraffa, estos dos rasgos de la economía clásica siempre están presentes.

1.1.1 Teoría de los precios de producción

P. Sraffa, en sus comentarios al primer volumen de Trab:Jjos y correspondenaa deDavid Ricardo (1950), [Sraffa edición 1959] hace una interpretación de la teoríadel valor y la distribución completamente diferente a la de la escuela margina-lista, basada en el enfoque del excedente que de manera perspicaz entrevé tantoen el Ensayo sobre el bajo preio del grano (1815)4 como en las sucesivas versionesde Principios. Esta interpretación, que insinuará en sus trabajos teóricos poste-riores, devuelve a Ricardo un sitio preferente en la teoría económica, cuyo aná-lisis del valor había sido relegado, deformado y hasta olvidado.

El autor capta la dificultad analítica, contra la cual persistentemente luchó Ri-cardo, que consiste en no disponer de un método de medición del capital avan-zado que sea coherente con la determinación general de la tasa de beneficio"normal". Esta dificultad y otra que preocupa a Ricardo, el problema de la uni-dad invariable de medida de los precios, se originan en el hecho de que los pre-cios de las mercancías varían debido a cambios en la distribución aunque susvalores-trabajo permanezcan invariables. Sin embargo, Sraffa percibe implícitoen el Ensayo un principio racional de determinación de la tasa de beneficio elcual, al ser generalizado, permitirá resolver las dificultades teóricas del econo-mista inglés. La. nueva interpretación de la obra de Ricardo tuvo una gran re-percusión al difundirse, no tanto porque el análisis de la distribución es central

4 Ricardo 1815. En adelante citaremos este artículo como Ensayo.

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en la teoría del crecimiento, abordada en la época por neoclásicos y keynesia-nos, sino porque facilitó la comprensión de la parte del análisis marxista delvalor fundamentada en la teoría ricardiana y porque reivindicó la óptica delexcedente para estudiar el valor y la distribución, la cual había sido por muchotiempo, y hasta ese entonces, casi olvidada o considerada lógicamente defi-ciente.

En la primera parte de Produaión, está contenido lo esencial de la teoría sraffia-na: la demostración de que el enfoque para el análisis del valor y la distribuciónadoptado por los economistas clásicos, y Marx, es lógicamente coherente ypermite demostrar los precios como los medios de distribuir el sobreproductosocial y ver que ellos reflejan causas tanto técnicas como sociales. Dentro deeste marco general de análisis resuelve el problema de la determinación de latasa de beneficio y los precios relativos de las mercancías a partir de hipótesismás generales que las de las teorías del valor de Ricardo y Marx.Mientras en losdesarrollos teóricos de estos últimos se intenta determinar la tasa de gananciacomo una razón de agregados en valor, después de haber determinado los valo-res; en Produaion se demuestra que la tasa y los valores deben determinarse si-multáneamente.

Se parte de una serie de hipótesis básicas que describen algunos elementos de lasociedad capitalista que se asumen dados y esenciales para el inicio del análisisproyectado. Tales elementos se refieren a los aspectos técnicos del sistema deproducción y a ciertas normas sociales de distribución y circulación de la rique-za en un estado privilegiado del sistema económico: la situación de equilibrio ode referencia investigada por los antiguos economistas clásicos.A partir de esteconjunto de supuestos se construye la imagen de lo esencial de una economíacapitalista ideal: una economía descentralizada en la que sólo se manifiestanfenómenos, relaciones y tendencias generales, técnicas y sociales, que tienencierta regularidad, estabilidad y permanencia; haciendo abstracción de las fuer-zas momentáneas, temporales y particulares. Dentro de esta construcción seexplica la determinación de los precios relativos de las mercancías que permitena la vez la reproducción del sistema de producción, la distribución del exce-dente socialy la continuidad del sistema económico bajo una misma situación.

Esta imagen o modelo teórico que se ocupa de un problema específico: el delos precios de producción y su relación con la formación de los ingresos de losgrupos sociales, se constituye en el cuadro de referencia fundamental para elanálisis de otros problemas relacionados, abordados en la misma obra de Sra-

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ffa, O para desarrollos nuevos afrontados por economistas postsraffianos.> Elmodelo teórico básico de derivación clásica permite a su autor el estudio de unamplio rango de fenómenos, incluyendo la producción conjunta, el capital fijo,los recursos naturales escasos y la elección de técnica.

Autores postsraffianos contemporáneos, como Schefold [1997] han defendidola tesis de que un tratamiento adecuado de la producción conjunta permitereencontrar la mayor parte de las propiedades bien conocidas de la producciónsimple y que las leyes enunciadas por los clásicos, y establecidas rigurosamenteen el cuadro de la producción simple, tienen un alcance general.s Además de losprogresos en las investigaciones sobre la producción conjunta y el capital fijo, lateoría de Sraffa inspiró a muchos académicos y los condujo a acelerados desa-rrollos en otras áreas como: la elección de técnicas en un marco general; la in-tegración vertical en la producción y la reducción a cantidades de trabajo fe-chadas; la teoría de la renta de la tierra y de los recursos escasos; el análisis delas diferentes formas de progreso técnico; la teoría del comercio internacional;la teoría de la "gravitación" de los precios de mercado, etc. [Kurz y Salvadori2000].

La más importante contribución de Piero Sraffa a la teoría económica consisteen haber proporcionado una solución rigurosa al problema de la determinaciónde los precios de producción dentro de una estructura conceptual similar a lade la teoría clásica antigua, cercana a la teoría marxista y diferente a la teoríaneoclásica tradicional y contemporánea. Este marco conceptual, enfoque de lamedida del excedente no fundado en la teoría del valor-trabajo, permitió a suautor solucionar los principales problemas de la teoría clásica del valor y la dis-tribución, particularmente los de la teoría ricardiana, especificando sus limita-ciones. También hizo posible que doctrinas tradicionalmente aceptadas fueranescudriñadas y se demostrara su sostenibilidad sólo en casos especiales. Estosucedió con: la teoría de la tasa de beneficio y los precios relativos basada en elenfoque marxista ortodoxo del valor-trabajo; la teoría tradicional de la produc-tividad marginal, del valor y la distribución; y la teoría del comercio internacio-nal de Heckscher-Ohlin-Samuelson [Bidard 1997; 1998].

Se utilizan aquí los términos postsraffomismo y rroricardianism en la acepción más amplia común-mente utilizada desde los años setenta, es decir, para hacer referencia a los trabajos en teoría eco-nómica inspirados a partir de la obra principal de Sraffa. Las denominaciones pa;tsra/fianos y neri-cardianos hacen alusión, por tanto, a los autores de estos trabajos en los cuales se explicita, inter-preta y hace avanzar el estudio de los problemas planteados inicialmente en Pn:xlua:ián y se ade-lantan análisis críticos y de réplica de otros enfoques de teoría económica sobre tales problemas.Bidard cuestiona esta tesis y afirma que ciertas proposiciones de Sraffa concernientes a la produc-ción conjunta son analíticamente indefendibles [Bidard 1997,685-701; Bidard 1998].

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1.1.2 Precios y distribución de la renta nacional

El objeto específico central del análisis de Sraffa es el problema de los precios ysu relación con la distribución. Se propone aislar conceptualmente las variacio-nes en los precios relativos de equilibrio originadas en cambios en la distribu-ción del ingreso de aquéllas asociadas a otras causas, por ejemplo, las que pue-den ocurrir cuando las condiciones técnicas se alteran. En el caso general, esdecir, cuando parte de la renta nacional se asigna a salarios y la parte restante abeneficios, es preciso indagar acerca de cambios en los precios cuando fluctúala tasa de salario -w- o la tasa de beneficio -r-,7 manteniéndose constantes lastécnicas de producción, y explorar la posibilidad de predecirlos de acuerdo auna cierta regla.

En un primer examen Sraffa muestra que la regla buscada, si existe, no es sen-cilla. A pesar de ello, siguiendo a Ricardo [1959, 29] señala el elemento esencialque debe analizarse para comprender la lógica de los cambios de los precios deproducción: los movimientos al alza o a la baja de los precios, y por tanto de r(o w), se dan cuando la proporción entre trabajo y medios de producción esdiferente de un sector productivo a otro. Sin embargo, no es fácil saber en quésentido cambia el precio de una mercancía cualquiera, pues, variaciones en wdeben afectar también a los precios de los medios de producción que tambiénson producidos normalmente por industrias con diferentes proporciones tra-bajo-medios de producción y también afectarán a los precios de los insumas deestos medios de producción y así sucesivamente hacia atrás. Esto hace que nosea posible saber a ciencia cierta cómo cambia el precio de una mercancía decualquier industria. Una variación de la distribución altera los precios relativosde manera imprevisible, aun cualitativamente.

Lo único que se sabe es que el mantenimiento de una tasa de beneficio igual entodos los sectores necesita de una adaptación de los precios. Pero es imposibleenunciar una conclusión general sobre las reacciones del precio ante modifica-ciones del salario. Ahora bien, no sólo es complicado establecer la dirección delmovimiento del precio de una mercancía con respecto al valor del capital in-venido en su producción, sino también el movimiento del precio de una mer-cancía con respecto al de otra que le sirve de numerario. Ante una variación dewes difícil saber si la alteración del precio relativo de un bien es ocasionada porcambios en el valor del bien o en el valor del numerario o en el valor de ambos.Sraffa demuestra que, en general, nada se puede concluir acerca de la dirección

7 En adelante seguiremos utilizando los símbolos wy r,para referirnos a esas tasas.

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del cambio de un precio relativo cuando se altera una variable distributiva. Noexiste una regla simple para determinar a priori si el precio relativo de una mer-cancía sube o baja cuando w disminuye o r se eleva.

1.1.3 La unidad invariable de medida de los precios

P. Sraffa declaraba: "En un mundo donde todo se mueve en todas las direccio-nes [... ] uno simpatiza con Ricardo en su búsqueda de una medida invariabledel valor".8 Debido a que los precios de las mercancías y valores de los agrega-dos son relativos, para conocer su real variaci6n ocasionada por cambios en lasvariables distributivas, la unidad de medida de los precios, o mercancía numera-rio, debe poseer las cualidades de tener valor y éste ser invariable ante cambiosen la distribuci6n. De lo contrario, no podría determinarse sin lugar a equívo-cos la verdadera variaci6n de todos los precios relativos de los bienes cuando semodifican r o w.

Se sabe que el valor de la generalidad de las mercancías es siempre variable antecambios en la distribuci6n, por lo cual es difícil encontrar una de ellas cuyovalor permanezca constante ante tales cambios. Ricardo, hasta el final de suvida, se enfrentó a la soluci6n de este problema sin poder encontrar, entre elmundo de mercancías, una que tuviera las condiciones requeridas; sin embargo,sugiri6 los principios de la construcci6n de una tal mercancía, los cuales fuerondesarrollados más de un siglo después por Sraffa. Esos principios tienen quever con las condiciones técnicas de producci6n ideales bajo las cuales deberíaser obtenido el bien que desempeñe la funci6n de unidad invariable de medida;esas condiciones deben ser acordes a una composici6n de capital especial: laproporcion crítica, la cual debe ser recurrente en el período de producci6n directoyen los períodos indirectos [Bolaños 1997, 8].

La mercancía producida de acuerdo a la proporrión crítica recurrente, o mercancía"equilibrada", es el patr6n ideal que permite aislar los movimientos de precios decualquier producto. Si un precio se expresa en términos de ella siempre se estaráseguro de que sus alteraciones provienen de "las peculiaridades de la producci6n"de la mercancía medida y no de las del patrón de medida: "Si pudiéramos descu-brir tal mercancía, nos encontraríamos en posesi6n de un patrón capaz de aislarlos movimientos de precios de cualquier otro producto, de modo que pudieranser observados como en un vacío" [Sraffa 1960, 38]. Como lo demuestra el eco-nomista italiano, ese patrón con tales requisitos es una mercancía compuesta, una

Kurz [1998, 45], cita tomada de los manuscritos no publicados de Sraffa.

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cesta de bienes, la cual puede ser construida. Esa mercancía la denomina "mer-cancía compuesta patrón" (MQ»9 o simplemente "mercancía patrón". Para cons-truirla se toman las mercancías simples básicas del sistema económico real enciertas proporciones particulares que se pueden determinar. El valor'? de la MCPes invariable e independiente de las variaciones en la distribución y los consi-guientes efectos de ellas sobre los precios. Introduciendo la "renta nacional pa-trón" o "producto neto patrón" como unidad de medida del sistema de precios,estos yw están expresados en términos de mercancía compuesta patrón y se pue-de estar seguro de que cuando r cambia los primeros varían mientras el valor dela unidad de medida se mantiene constante.

Sraffa logró resolver el problema ricardiano de la unidad invariable de medidasacándolo del contexto de la teoría del valor-trabajo, puesto que ésta demostróser incompatible con la solución buscada. El problema pudo ser resuelto jus-tamente porque él lo sacó de una teoría contradictoria. Sin embargo, al aban-donar la teoría del valor-trabajo tuvo que renunciar al propósito de Ricardo -ytambién de Marx- de explicar el valor del excedente en el mercado, en el inter-cambio -explicación también incompatible con la teoría del valor-trabajo tradi-cional-JI

La mercancía patrón probó ser una poderosa herramienta de análisis y un útilrecurso pedagógico, que "es capaz de aislar los movimientos de los precios"cuando la distribución cambia y facilita el estudio de la relación entre las varia-bles distributivas dentro de un ambiente técnico dado. Además, esta construc-ción auxiliar y la demostración de su unicidad permiten:

- Hacer la derivación de la tasa de beneficio a la manera clásica -como en elEnsayo de Ricardo- y evidenciar su lógica y posibilidad de generalización.

- Hacer visible la determinación de la tasa de beneficio por la magnitud delexcedente y el nivel del salario, dependiendo éste del poder obrero en el pro-ceso socio-político de apropiación del sobreproducto social.

- Concluir la conveniencia práctica de considerar a r -mejor que a w- romo lavariable independiente o exógena en el. sistema de precios, la cual puede ser

En adelante utilizaremos las letras iniciales MCP para referirnos a la "mercancía compuesta pa-trón" y PNP para el "producto neto patrón".

10 Este valor será siempre igual al valor del PNP (1) más el valor de los medios de producción (1/R)del sistema patrón [Bolaños 1997, 19].

11 Según Napoleoni, ese abandono y esa renuncia hicieron que el problema ricardiano de la unidadde medida, resuelto por Sraffa, fuera del contexto de Ricardo ya no fuera un problema esencial.Para una sustentación profunda de esta posición, ver Napoleoni [1961, 186-189].

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 131

fijada por fuera de las relaciones técnicas de producción, antes de que los pre-cios sean determinados. La teoría que explique esa fijación no está en los ob-jetivos de la investigación de Sraffa, así dé una muy breve sugerencia para in-tentar explorar en la dirección de los desarrollos keynesianos sobre la tasamonetaria de interés [Bolaños 1997,24].

1.1.4 La relación entre las variables distributivas

Al fracasar la validez general de la teoria del talor-trabaio inorpomdo y demostrarseque el valor de cambio tiene dos causas y no una, ya la relación entre las varia-bles de repartición no es nada clara, pues, ahora ante variaciones de r el efectosobre w no puede conocerse puesto que éstas, por la vía de los precios, tambiénafectan al valor del producto neto y al del capital. Si dentro del marco del mo-delo básico de Sraffa se intenta establecer esta relación, encontramos de igualmanera un elemento perturbador similar al de la explicación dentro de la lógicaricardiana. No pueden conocerse con claridad los cambios en la variable derepartición endógena ocasionados por una modificación de la variable exógena,debido a que ésta simultáneamente afecta a todos los precios y por tanto alvalor del producto neto y del capital social. Como se ha visto antes, la influen-cia del comportamiento de los precios es bastante complicada impidiendo saberapriori las repercusiones sobre los valores del producto neto y el capital.

Se ha demostrado que, en general, el salario en términos de una mercancía sim-ple es función monótona decreciente de r y viceversa [Pasinetti 1983, 115].Pero no se puede conocer su forma, esta función adopta en el mismo sistemaeconómico una forma compleja diferente cada vez que se cambie de mercancíanumerario. Esto significa que no es posible eliminar del todo el efecto pertur-bador de los precios, pues al menos el precio del numerario perturba la relaciónwr. Esta complicación tiene origen en las particularidades del método de pro-ducción de esa mercancía numerario. Aunque puede saberse la dirección delcambio de una variable distributiva cuando la otra varía, el efecto precio impideconocer a priori de manera sencilla la magnitud de esa variación. Lo que pro-yectaba Ricardo en su investigación, separar el problema de la distribución de larenta nacional del de los precios, tampoco es posible dentro del marco de lateoría sraffiana.

No obstante, la utilización de la Ma como numerario de los precios y de la tasade salario hace posible la separación de esos dos problemas, pues, permite es-tablecer la relación lineal entre salario y tasa de ganancia: r =R(l - w).Esta sen-cilla relación lineal presenta a r dependiendo de w,mas no de los precios, ya que

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R es una tasa de rendimiento físico que puede conocerse antes que ellos. Deesta manera, el alza de la tasa de beneficio es directamente proporcional a labaja de la tasa de salario. La mercancía compuesta patrón hace posible analizarla distribución de la renta nacional de una economía en forma independiente delos precios. Al usar esa mercancía particular como unidad de medida se eliminael efecto perturbador de los precios sobre la relación salario-tasa de beneficio.Es .decir que la mercancía patrón hace desaparecer las dificultades analíticas quese presentan al estudiar la relación wr bajo las formas que resultan cuando seelige como unidad de medida de los precios y del salario cualquier mercancíasimple.

Ahora bien, con una unidad de medida cualquiera se puede evidentementeobtener una relación funcional, así sea complicada, entre tasa de ganancia ysalario, la cual constituye lo esencial para formar una teoría del excedente. Elhecho de que midiendo en términos de MO> esta relación se convierta en lineal,le confiere a ese tipo particular de unidad un grado de conveniencia prácticamayor con respecto a otros tipos de unidad; sin embargo, eso no le confiereninguna significación teórica particular. Sraffa que es perfectamente conscientede esto advierte al lector: "El sistema patrón es una construcción puramenteauxiliar. Debería ser, por tanto, posible presentar los elementos esenciales delmecanismo que estamos considerando sin recurrir a él" [Sraffa 1960, 53].

Así, el sistema patrón, del cual se obtiene la MO>, dejada de lado su elegancia,no parece jugar otro papel que el de mantener el contacto con la única tradicióndel pensamiento económico en la cual el problema del sobreproducto haya sidoexplícitamente presentado. No hay que perder de vista que el verdadero puntocentral, aunque implícito, de Prrxiuaión es aquél de la medida del valor -no el dela unidad invariable- y, en consecuencia, la refutación de una parte importantede la teoría económica moderna. El punto significativo es el de la homogenei-zación de agregados heterogéneos, el cual es resuelto por Sraffa desde el mo-mento en que establece su sistema de precios de equilibrio, en el seno del cualla elección de la unidad de medida es en principio totalmente indiferente [Na-poleoni 1961, 189].

1.2 Las paradojas del capital y la crítica a la Teoría Neoclásica

Desde sus primeros escritos, de 1925 y 1926, Sraffa inicia el estudio y la críticade la teoría neoclásica, predominantemente marshalliana [Bolaños 1998, 139].Encuentra que la ley de los rendimientos no proporcionales, soporte de la cur-va de oferta, es menos sólida que los fundamentos de las otras partes de la teo-ría. Al no poder ser demostrada esta ley, la determinación de los precios en la

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teoría simétrica fracasa y, por tanto, no es posible suponer equilibrios en losmercados de factores productivos que garantizarían un nivel óptimo de salariosy ganancias. En 1930 declara la imposibilidad de cualquier rectificación de lateoría marshalliana, la encuentra incoherente, con serias deficiencias, y sugieredesecharla [Bolaños 1998, 140]. La desestimación del análisis del equilibrioparcial pronto se convertiría en repudio del enfoque marginalista en general yde sus modelos "subjetivos". La interdependencia entre las variables, nacida delcarácter circulatorio de la producción, impide razonar bajo el supuesto del ceensparibus. Vuelca su atención a las ideas y argumentos de los economistas clásicosingleses, donde vislumbra un sistema teórico de estructura "objetiva" y flexiblepara permitir la incorporación de factores institucionales concretos.

Como subproducto del análisis de la teoría clásica esencial, realizado en Prcduc-ción, surgen elementos claves o se demuestran proposiciones decisivas para lacrítica de los fundamentos lógicos de la teoría neoclásica. La aproximacióncrítica que el autor había hecho a esta teoría en sus escritos anteriores a Trabajosy Correspondencia (Ricardo 1951-73) basándose especialmente en los textos deteoría marshalliana, es ahora conducida en términos puramente lógicos desde laperspectiva clásica. Según el autor el conjunto de sus proposiciones teóricas"aunque no entran en una discusión de la teoría marginalista del valor y de ladistribución, han sido elaboradas, sin embargo para servir de base a una críticade tal teoría" [Sraffa 1960, Prefacio]. Sin embargo, la crítica a la teoría neoclási-ca está solamente implícita en el libro; otros la volverán explícita, y reempren-derán su estudio alcanzando resultados interesantes, durante las controversiasdel capital de los años 60 Y 70, las cuales concluirán en la imposibilidad lógicade concebir una magnitud homogénea denominada capital.t-

Esta crítica tácita puede notarse en algunos apartes de Prrxlua:ión: Un corolariodel capítulo VI de la parte II tiene consecuencias contundentes sobre la teoríaneoclásica del capital, basada en la función agregada de producción, al estable-cer que la tasa de ganancia no se puede determinar a partir del producto margi-nal del capital, porque éste no se puede medir como una magnitud indepen-diente de la distribución y de los precios. Desde 1929 el connotado economistade Turín había señalado que para poder tener una teoría marginal de la distri-bución debería poderse disponer de una medida física de la cantidad de cadafactor, independientemente de su tasa de remuneración [Hollander 1998, 448].

12 Como señala Bidard, a propósito del último libro de Shefold, esta imposibilidad implica que lasfunciones de producción tipo Cobb-Douglas, CES, etc., deben ser desterradas del discurso deleconomista. Como esta imposibilidad ha resultado ser indiscutible (incluso para Sarnuelson), lateoría económica dominante, que utiliza abundantemente las funciones de producción agregadas,encuentra su "coherencia" olvidando la cuestión misma [Bidard 1998,230].

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Algunos autores como Bohm-Bawerk y'Wicksell creyeron haber encontrado enel concepto de "período medio de producción" una medida de la "cantidad decapital" que es independiente de la distribución y, por tanto de los precios [Ga-regnani 1980, 30-40]. En 1942 Sraffa observaba que esa medida del capital de-jaba de ser independiente de la distribución en el momento en que se adoptarandos hipótesis: que los capitalistas reclaman beneficios a una tasa compuesta debeneficio y que los procesos productivos emplean capital fijo. La inevitableimplicación es la obligatoria aceptación de la "cantidad de capital" como unasuma en valor pero con el inconveniente de que ella no es invariable con res-pecto a la tasa de beneficio; luego, nunca será posible apriori hablar, en general,de un incremento en la "cantidad de capital" antes de resolver las ecuaciones deprecios y conocer la tasa de beneficio.

En la parte III de su obra principal, Sraffa investiga las propiedades de la elec-ción de métodos de producción alternativos que sirve de fundamento a la ideamarginalista de sustitución de factores. El descubrimiento de la posibilidad derewitx:hing de métodos y de rn.erse de la intensidad de capital a medida que elsalario -tasa de beneficio- cambia monótonamente, dio indicios de las defi-ciencias radicales en el tratamiento tradicional de tal elección. Pues, el descu-brimiento hecho por nuestro autor llevó a otro corolario: la intensidad del ca-pital en la producción no es una función inversa de la tasa de beneficio. Estotambién repercutiría sobre los postulados de la teoría de la productividad mar-ginal del capital, pues se refutó de manera clara los "Teoremas de sustituibili-dad" los cuales establecen que la sustitución entre factores en una determinadadirección ocasiona variaciones en sus "precios" en sentido contrario, y vice-versa [Pasinetti 1983, 216-224].

Ya en 1939 Kaldor había argüido que los índices que dan las relaciones capital-trabajo de los diferentes métodos o técnicas de producción pueden clasificarseen un rango "ordenado" y observar cómo a mayor intensidad de capital el"precio" de este baja [Hollander 1998, 449]. Con Sraffa se demuestra que si latasa de beneficio cambia, esos índices también se modifican y no conservan elorden inicial. Por tanto, en general no tiene sentido afirmar que una técnica esmás "intensiva en capital" que otra, a menos que se especifique la tasa de bene-ficio para la cual se desea establecer la jerarquía de técnicas en términos de in-tensidad de capital.

En los desarrollos teóricos posteriores a Prrxluaión, la obtención de las curvas w-r no lineales, a pesar de no permitir observar con claridad la variación del re-parto de la renta entre salarios y beneficios, fue de gran utilidad en la generali-zación del análisis de los problemas de selección de técnicas cuando cambian

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 135

las variables distributivas y alcanzó particular importancia en la refutación de lasconclusiones derivadas por la teoría neoclásica tradicional de la "función deproducción macroeconómica" y de la "función de producción sustituta de Sa-muelson". De acuerdo a ellas, variaciones en la demanda llevan a una sustitu-ción entre los factores productivos en una determinada dirección y a un cambiode sus precios en dirección contraria; es decir, existe una relación monótona einversa entre la tasa de beneficio y la proporción capital-trabajo; la tasa de ga-nancia aparece como un precio, juega el papel de cualquier precio en la teoríatradicional, interpretándose como un índice de escasez.

La curva envolvente de todas las curvas tor de un sistema de producción, de-nominada "frontera tecnológica", permite observar que a medida que r au-menta -o disminuye- el criterio de rentabilidad conduce al sistema a elegir enunos casos técnicas intensivas en capital y en otros casos. técnicas intensivas entrabajo, pudiendo suceder que técnicas más intensivas en capital, seleccionadasa bajas tasas de beneficio pueden volverse a escoger a tasas de beneficio altas.Esto lleva a concluir que los resultados derivados de las funciones de produc-ción macroeconómica y sustituta, en general, no son válidos 13• Según Garegna-ni esas deficiencias en el tratamiento de las elecciones de técnica de producciónpor parte de la versión tradicional de la teoría marginalista, corroboradas y pro-fundizadas en el curso de las controversias sobre el capital de los años 60 y 70,afectan igualmente a las versiones del equilibrio general intertemporal en lascuales los teóricos habían encontrado protección a la convicción de que ellospodrían encontrar allí una base teórica libre de señalamientos sraffianos [Ga-regnani 1998, 424]. En 1997 Schefold corrobora de manera aun más precisaque el concepto de cantidad de capital no puede ser definido rigurosamente ylas técnicas no pueden ser clasificadas según un orden absoluto asociado a esacantidad. Aun más, este autor reubicará estos debates en el contexto del equili-brio general intertemporal y establece que ese cuadro tampoco permite excep-tuar las paradojas [Schefold 1997].

2. LIMITACIONES DEL ANÁLISIS POSTSRAFFIANO

2.1 Los precios de producción presuponen teorías parciales

El análisis de Piero Sraffa se mantiene dentro del enfoque del sobreproductopresente en Quesnay, los clásicos y, a veces, en Marx, de acuerdo al cual la de-terminación de los precios parte del conocimiento del excedente social exis-tente en la economía y, por consiguiente, de las técnicas de producción, el sala-

13 Para un tratamiento amplio de este tema, ver Sraffa [1960, cap. XII; Pasinetti [1983, 197-230];Abraham-Frois [1977,133-138].

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rio real y las cantidades producidas. De esta manera, la determinación del valordel excedente requiere una teoría de los precios relativos que está condicionadapor otras teorías parcialest+o "datos intermedios" de la teoría, como los deno-mina Garegnani, en el sentido de no ser datos para la teoría en general, la cualtiene desde luego que explicarlos, sino que funcionan como tales solo en uncampo particular de ella [Garegnani 1998,419].

Esa clase de "datos intermedios" refleja la estructura lógica específica de untipo de análisis económico en el cual se reconocen dos campos que tienen queser mantenidos separados. Un primer campo es aquel donde se considera queexisten relaciones cuantitativas generales de forma suficientemente definida:estas consisten esencialmente en ecuaciones de precios competitivos por mediode las cuales se determinan precios y beneficios. Además de este campo deanálisis hay otro más amplio donde los "datos intermedios" tienen que ser es-tudiados: el salario real, los productos normales, las condiciones técnicas deproducción, etc., deben determinarse endógenamente y ser analizados en lateoría con todos sus condicionantes económicos, sociales e históricos. En estesegundo campo se considera que las relaciones en la economía son general-mente muy complejas y variables de acuerdo a las circunstancias, como paraque se traduzcan en relaciones cuantitativas con una forma definida y generalsuficiente para ser útiles en la explicación de las relaciones económicas esen-ciales de que trata el primer campo de análisis.

En la teoría clásica puede detectarse un "núcleo" consistente esencialmente enlas ecuaciones de precios que tienen que ver con relaciones generales que po-seen propiedades claramente definidas; allí los "datos intermedios" juegan elpapel de datos provisionales. En cambio, el resto de la teoría considera relacio-nes de un tipo diferente que son la razón fundamental de cambios en esos da-tos provisionales. El resto de la teoría deberá incluir las interacciones entre tales"datos intermedios", así como también cualquier reacción sobre ellos de lasincógnitas del núcleo.

En Sraffa, suponiendo la determinación por separado de los niveles de produc-ción y del salario real o de la tasa de ganancia, el modelo teórico determina losprecios relativos de equilibrio y la variable distributiva endógena. Este análisistrata de conservar la característica del núcleo del pensamiento clásico de separarla teoría de la distribución de las de los precios y de las cantidades. El estudiode la situación de equilibrio se hace a partir de varias teorías parciales que ini-

14 Entre estas teorías parciales también pueden mencionarse: teoría de las técnicas productivas,teoría de la acumulación (de la determinación de la inversión neta, de las decisiones de gasto),teoría de la competencia, etc.

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 137

cialmente se consideran separadas o independientes. Sin embargo a pesar deadoptar la característica de la separabilidad de las teorías, en la obra de Sraffa,de manera diferente al pensamiento clásico tradicional, no se desarrollan esasteorías parciales anteriores lógicamente a la teoría de los precios; tampoco seincorporan en un segundo momento del análisis ni las principales relacionesentre tales teorías, ni las que se dan entre ellas y la teoría de los precios.

A continuación se presentan algunos rasgos de las teorías sobre los niveles deproducción y del salario real en los autores clásicos, a partir de las cuales, segúnlos neoricardianos, podría justificarse la opción tomada por el análisis sraffianoy a la vez completarse. También se adelantan algunas ideas respecto a las con-secuencias sobre el modelo sraffiano básico de considerar las interrelacionesentre las teorías parciales y entre ellas y la teoría de los precios. En la primerasección (2.1), las teorías parciales consideradas tienen que ver con la determina-ción de las cantidades de productos y de las variables distributivas; y en la segun-da (2.2), la teoría parcial integrada al análisis alude a los fenómenos del mercado.

2.1.1 Determinación de los niveles de producción y efectos sobre el sistemade precios

Acorde a lo que acabamos de decir, Sraffa separa la determinación del repartodel ingreso y los precios de aquella de las cantidades; estas últimas son tomadascomo dadas o como variables independientes. Como lo hace ver Napoleoni[1961, 178] para nuestro autor la determinación de las cantidades producidas esun problema económico, pero ella solo tiene sentido si se supone que el con-sumo, el cual hace parte de las cantidades producidas, es un componente efec-tivo, autónomo, del sistema económico y no un simple momento subordinadoa la producción. Pero en la representación de la economía, por la cual optaSraffa, el consumo directo para la satisfacción de necesidades expresadas demanera autónoma, no puede ser tenido en cuenta. Luego, en su esquema elconsumo en el sentido propio del término no encuentra lugar, siendo claro,entonces, el hecho de asumir como dadas las cantidades de bienes; esta asun-ción es una manifestación de coherencia.

Sin embargo, si se abandona el nivel de abstracción en el cual el principio deseparación es completamente válido y se pasa a grados crecientes de compleji-dad, en los cuales ese principio es cada vez más imperfecto, el análisis hará.aparecer nuevas relaciones que podrían poner en cuestión propiedades ya esta-blecidas para el esquema sraffiano básico. Puede analizarse cómo se "moverá"este si se consideran las determinaciones mutuas con un "dato intermedio"

138 CUADERNOS DE ECONOMÍA No. 35, 2001

fundamental: las cantidades producidas y sus fluctuaciones. Esto se esboza acontinuación.

2.1.1.1 Nnele de produaion y demanda

La determinación de los niveles de producción en la tradición clásica, y general-mente en la tradición sraffiana y postsraffiana," es independiente de cualquiermecanismo de ajuste entre demanda y oferta agregada, postulando implícita-mente que las decisiones de producción se ajustan a la identidad entre ingresos -beneficios y salarios- y gastos -en consumo final e inversión-. El nivel de pro-ducción en los autores clásicos ingleses se determina bajo los supuestos de quetoda decisión de ahorrar de los capitalistas es simultáneamente una decisión deinversión y de que los trabajadores consumen todo su salario. Estas hipótesisllevan a la admisión de la ley de Say, de acuerdo a la cual los límites de la demandaestán dados únicamente por la producción. La admisión de esta ley por parte delos principales autores clásicos podría entenderse en el sentido de la siguienteafirmación de P. Garegnani a propósito de Ricardo: "Parece posible concluir quela ley de Say no fue el resultado de un análisis del proceso ahorro-inversión sinomás bien el resultado de la falta de tal análisis" [Garegnani 1983, 28].

Aunque la teoría postsraffiana está fundada sobre el principio de la igualdadentre la oferta y la demanda, este tipo de interpretación de la teoría clásica hamotivado a autores postsraffianos a intentar algunos análisis separados de ladeterminación del producto, en los cuales se considera a la demanda efectivacomo reguladora del nivel de actividad y a los factores socioeconómicos afec-tando la composición del producto [Schefold 1997, cap. 14]. Algunos proponenla sustitución de la ley de Say por un principio de la demanda efectiva de acuerdoal cual los niveles de producción se determinarían a partir de las decisiones degasto de los capitalistas, en particular por los niveles de inversión neta [EatwellyMilgate 1983]. Ese gasto -demanda efectiva- a diferencia de lo que ocurre enla teoría neoclásica, se considera autónomo y, por consiguiente, debe estar pre-determinado, ser exógeno e insensible a los precios e ingresos.t-

15 Y en el núcleo de la teoría neoclásica.16 M. De Barros hace una ilustración de esta propuesta corroborando en efecto que el vector de

cantidades producidas queda totalmente determinado una vez se conozcan las inversiones netasautónomas. Para obtener este resultado hay que asumir rendimientos constantes de escala y sala-rios reales pagados postfaaum gastados totalmente en subsistencias y suponer conocidos los pre-cios de producción, la tasa de beneficio uniforme, la propensión marginal a ahorrar y determinarel vector de inversiones netas de tal manera que el valor del ahorro sea igual al valor de la inver-sión. En esta ilustración se ve claramente, además, la separación propuesta por los clásicos entreteoría de los precios relativos y teoría de la acumulación (determinación del vector de inversiones

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 139

2.1.1. 2 Niul deprcduaion y preios

En el razonamiento de Sraffa sobre los precios de producci6n, las cantidadesproducidas son consideradas como datos. Como en la teoría clásica, no existe apriori el vínculo entre precios y cantidades, no se estudia la dependencia de va-riaciones en los precios respecto a variaciones en las cantidades. En desarrollosneoricardianos modernos se demuestra la ausencia lógica de ese vínculo en el.aso de producci6n simple y rendimientos constantes de escala: dado el salarioreal o la tasa de beneficio puede seleccionarse la técnica productiva acorde alcriterio de rentabilidad y determinarse los precios de producción, correspon-dientes a esta técnica, independientemente del vector de cantidades producidas;consiguientemente, una variaci6n en este no afecta a los)precios, ni viceversa.

I

Una alteración de las cantidades producidas solo puede alterar los precios rela-tivos indirectamente a través de un cambio en la distribuci6n de los ingresos,por ejemplo, una variaci6n de las cantidades afectaría la demanda de serviciosde los factores y esta a la distribuci6n. Pero si se introduce la posibilidad deocurrencia de rendimientos no constantes de escala, puede deducirse que varia-ciones en las producciones de cada mercancía tienen efectos directos sobre ladeterminaci6n de los precios relativos y, a su vez, cambios en estos ocasionaránefectos indirectos -vía salarios, técnicas de producci6n, etc.- sobre las cantida-des producidas. Luego, en este caso, la terminaci6n del análisis de los preciosrequiere de una "teoría parcial" que tenga en cuenta las múltiples interaccionesentre precios, productos y condiciones técnicas, las cuales muy bien podríanproporcionar el núcleo de una teoría de la acumulaci6n [Garegnani 1998,422].

2.1.1.3 Niul deprcduaion Y distribuci&z

La constancia del vector de cantidades producidas y de las proporciones de losmedios de producci6n utilizados, en el análisis de Sraffa, refleja la necesidad dediferenciar los efectos esenciales de un cambio en la distribuci6n, de aquellossobre los cuales ninguna conclusi6n general puede enunciarse. Esta necesidadlegitima el análisis por separado, por un lado, de los determinantes de los pre-cios relativos y, por el otro, de los niveles de producci6n y de la variable distri-butiva ex6gena -salario real o tasa de beneficio-. En cuanto a los efectos de ladistribuci6n sobre los precios relativos y las cantidades producidas, 'solo seabstrae el primer efecto para un vector dado de cantidades producidas que nose hace variar.

netas). En un segundo momento del análisis, al asumir rendimientos no constantes.de escala,puede verse que tales teorías son interdependientes. Ver De Barros [1993, 93].

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Cuando las cantidades varían, este efecto también puede estudiarse, con losmismos resultados obtenidos por Sraffa, en el caso de asumir la ocurrencia derendimientos constantes de escala. En este caso, una variación de los preciosrelativos al no acarrear ninguna sustitución y, por tanto, ningún cambio en lademanda de insumos, no llevará a ninguna variación en las cantidades. El análi-sis puede ampliarse para captar los posibles efectos de cambios en la distribu-ción sobre las cantidades producidas [Garegnani 1985]. Cuando los rendi-mientos de escala no son constantes las cantidades se pueden ver afectadas pordos tipos de efectos: por los cambios en la composición de la demanda finalocasionados por alteraciones en la distribución y por variaciones en la compo-sición de la demanda de insumos inducidas por modificaciones de los preciosrelativos, originadas en los mismos cambios distributivos. Con todo, estosefectos no pueden ser representados en una necesaria relación cuantitativa ge-neral puesto que dependerán tanto de los patrones de consumo como de losrendimientos de escala específicos de cada sector.

2.1.2 Determinación de la variable distributiva exógena

En la tradición clásica, la determinación del salario real natural no obedece a lasleyes del mercado sino a factores extraeconómicos distintos a los factores rela-cionados con los principios que rigen los precios de mercado. Según esta pers-pectiva, en general, el salario real natural depende de factores fisiológicos y defactores socialesY El salario real corriente o salario real de mercado depende,además, de factores institucionales y económicos.ts La acción de estos factoresen el largo plazo juega un papel primordial en el mecanismo de ajuste del "mer-cado" de trabajo, cuya dinámica haría tender el salario real de su nivel corrientehacia su nivel natural.

Así pues, según los clásicos la determinación exógena del salario real natural im-plica su independencia de los precios relativos y de los niveles de producción, elnivel de empleo y de las demandas agregadas; aunque el salario real corriente sipuede depender de las cantidades; por ejemplo, exceso de oferta en los mercadosde bienes podrían llevar a excesos de oferta en el "mercado" de trabajo y de aquíllegarse a una disminución en el salario real. Los precios de producción dependende un salario real natural dado que debe conocerse a priori, no hay simultaneidad

17 Fisiológicos como el sostenimiento de la vida del trabajador y su familia; sociales como los hábi-tos, costumbres, convenciones, fenómenos culturales y psicológicos.

18 Factores institucionales: en Smith, el poder de negociación relativo entre trabajadores y capitalis-tas, que depende del aparato institucional del sistema económico. Factores económicos: en Smithel ritmo de acumulación, en Ricardo la relación entre oferta y demanda de trabajo en el largo pla-zo.

CONTRffiUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 141

en la determinación de la variable distributiva exógena y de los precios, luego, elequilibrio garantizado por los precios naturales en los mercados de bienes notiene por qué ser asegurado en el mercado de trabajo. En esta línea de análisis esnormal la posibilidad de que a los precios de equilibrio exista desempleo en elsistema económico. La normalidad de este estado encontrará después en Keynesa su principal teórico.

Esta caracterización del equilibrio, por parte de la teoría clásica, de largo plazocontrasta con las cualidades de la posición de equilibrio de la teoría neoclásicadonde, al determinarse simultáneamente el vector de cantidades y el vector deprecios de los bienes o factores, se garantiza el pleno empleo de todos los fac-tores de producción. Según esta teoría, la cual asume que en condiciones decompetencia perfecta existe una función de demanda de trabajo salario-elástica,en las situaciones de desempleo actuarán mecanismos endógenos al mercadoque llevarían a la economía de mercado al pleno empleo. En la presencia dedesempleo involuntario los salarios reales serían 10 suficientemente flexibles,hacia abajo, para eliminarlo; la posibilidad de una situación de equilibrio demercado con desempleo está descartada.

Según los neoricardianos, la imposibilidad teórica de validar el argumento neo-clásico sobre la tendencia al pleno empleo cuando se alcanza el equilibrio gene-ral, junto con la constatación empírica de desempleo en economías con salarioreal estable, lleva a la necesidad teórica de construir una teoría alternativa de ladistribución de los ingresos y legitima el retomo a la teoría clásica. Según esta,la competencia sólo puede ser libre dentro de un marco institucional legal oconvencional, el cual limita el contrato salarial -ajuste del salario real- a ciertorango que tiene como mínimo el salario real natural y puede tener un máximode acuerdo a la situación examinada. Esto, y no la flexibilidad salarial indefini-da, es considerado como natural y acorde a lo inmediatamente observable en elmercado de trabajo.

En PrrxIua:ión, hasta el momento en que se adopta la hipótesis de salario fijado anivel de subsistencia, el razonamiento sobre su determinación es el mismo delos primeros economistas clásicos. En el instante en que es aceptada la prácticade tratar todo el salario como variable endógena, aunque se mantiene el criteriode que su determinación se rige por leyes propias y distintas a aquellas que ri-gen los precios de las mercancías, su nivel ya no depende de los factores fisio-lógicos y sociales señalados por los clásicos ingleses. Ese nivel estará influen-ciado directamente por factores económicos, sociales e históricos; los salariosserán determinados por las acciones de las clases sociales dentro marcos insti-tucionales históricamente determinados, más precisamente, por los resultados

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de la resolución de conflictos de intereses y relaciones de fuerza de los gruposcomprometidos en la distribución del ingreso. Aunque solo se esbocen estoslineamientos, quedando por hacer la teoría sobre la determinación del salario,se puede ver con claridad que, una vez se determina exógenamente el valor delsalario de equilibrio este puede ser mayor al valor del salario natural de Smith yRicardo y, por tanto, es más contundente la conclusión de que en una situaciónde equilibrio donde rijan los precios de producción, los excesos de demanda detrabajo no tienen por qué ser nulos.

No obstante, la hipótesis sraffiana de que los salarios se pagan postfact:um conparte del excedente social deja indeterminada la especificidad de la relaciónsalarial. Pues, como componente del producto neto el ingreso de los trabajado-res no se diferencia del ingreso de otros grupos sociales e incluso de la partici-pación que ciertas instituciones como el gobierno podrían tener al reclamaringresos bajo la forma de impuestos. Se pierde en Sraffa la esencia de la rela-ción salarial enfatizada por los clásicos y Marx.

Cuando en el sistema de precios es la tasa de beneficio la variable distributiva afijar exógenamente!", Sraffa solamente insinúa la posibilidad de ser determinadapor fuera del sistema de producción, particularmente a partir de la política ban-caria y de los datos empíricos de lo que sucede en los mercados crediticios o dedinero, los cuales juegan un papel importante en la formación de la tendenciade largo plazo de las tasas monetarias de interés y, de aquí, en la regulación dela tasa de beneficio. Esta posibilidad sugiere tener en cuenta no sólo nuevasvariables como el tiempo, la incertidumbre y el riesgo, las cuales de esta manerainfluirían indirectamente sobre el sistema de precios, sino también la conexióndel mundo real con el mundo monetario y la afirmación de la no neutralidaddel dinero.

El acudir, como determinantes de la variable distributiva independiente a facto-res que no tengan que ver con las relaciones técnicas de producción o acumula-ción -mundo real- va en la línea del pensamiento keynesiano según la cual lostipos monetarios se determinan independientemente de las variables ahorro,inversión, ingreso y eficiencia marginal del capital. El tipo monetario de interéstiene que ver con la oferta y demanda de dinero, siendo la oferta determinadade forma autónoma por la autoridad monetaria -determinante institucional- yla demanda la expresión de la "preferencia por liquidez" de los agentes econó-nucos.

19 Opción que podría interpretarse como la renuncia a considerar que la tasa de beneficio -con-cepto central del análisis de la sociedad capitalista en la teoría clásica- pueda tener una determina-ción económica. Ver Deleplace [1979,148-150].

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 143

Los neoricardianos que exploran el problema de la variable independiente en lateoría de los precios de producción, en la óptica clásica y sraffiana, reconocencierta insuficiencia en el conocimiento de esos precios, debida al carácter opcio-nal de la variable distributiva exógena: una vez elegida la variable que será inde-pendiente, la otra asume un papel totalmente pasivo y, por tanto, los factoreseconómicos, sociales e históricos de los cuales depende dejan de ser importantes.Sin embargo, muestran que poner el análisis del nivel de los precios en la direc-ción señalada por Sraffa lleva a territorios que, aunque no muy bien delineados,son probablemente menos ilusorios que situarlo en la dirección que pretendedeterminarlo todo dentro de su modelo general [Garegmani 1998, 425].

2.2 Los precios de producción en la perspectiva del mercado

2.2.1 La demanda y la permanencia de los precios de producción

De acuerdo a la interpretación de los teóricos neoricardianos, los precios deproducción de Sraffa, deducidos dentro del marco de un análisis estático, co-rresponden a un estado especial de la economía que puede alcanzarse en ellargo plazo. En este estado los valores de equilibrio de las variables endógenasestarán determinado por los fenómenos económicos sistemáticos, entre loscuales se destaca la utilización en toda la economía de técnicas productivasdominantes que minimizan los costos de producción de cada una de las indus-trias. Esta situación será estable en el sentido de que para un conjunto de pa-rámetros y variables exógenas, una vez el sistema alcanza la fase de equilibrio,no habrá ninguna fuerza interna que aparte al sistema de esa posición. Luego, sien el mercado rigen los precios de producción estos tienden a permanecer vi-gentes a lo largo del tiempo y garantizan que el sistema económico se siga re-produciendo de manera idéntica.

Ahora bien, para la realización de esto último se necesita no sólo que siganexistiendo las mismas condiciones técnicas y económicas, sino también que lacomposición y volumen del excedente social físico producido correspondaexactamente a la composición y volumen de la demanda por ese excedente.PLa inexistencia de excesos de demanda por las diferentes mercancías no necesa-riamente es garantizada por los precios normales de producción ni se asumeexplícitamente que se cumple, pues, Sraffa no se refiere a la demanda, ni quiere

20 Por otra pane, un producto neto dado y agotado en el mercado dificulta la comprensión de lasvariaciones en la distribución, puesto que estas exigirían que las mercancías producidas sean indi-ferentemente destinadas a los capitalistas o a los asalariados.

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construir una teoría de la oferta y la demanda. En el modelo de precios de Sra-ffa está ausente cualquier referencia tanto a la composición física del excedentecomo a las preferencias de los consumidores; o las exigencias de la demandaestán implícitas. Autores neoricardianos, aunque no por unanimidad, en aras dela perfecta inteligibilidad del modelo de Sraffa hacen explícita la idea de que"las cantidades que los productores llevan al mercado son exactamente lo queel mercado absorbe cuando las mercancías son vendidas a sus precios naturalesyel equipo del que están dotados es exactamente aquel que les permite produ-cir esas cantidades sin alejarse del grado normal de utilización de la capacidadde producción" [Vianello 1985].

Sin embargo, el que los precios de producción correspondan a una situación deequilibrio en que no existan excesos de demanda en los diferentes mercadossería una casualidad muy remota. En general, en una economía competitiva,cualquier vector de cantidades producidas no es compatible con una tasa debeneficio uniforme estable. Puede suceder, por ejemplo, que dado un vector decantidades producidas y el correspondiente vector de precios de producción, elexceso de demanda a esos precios sea negativo para algunas mercancías y posi-tivo para otras. Consecuentemente la competencia de capitales entrará en ac-ción, las cantidades producidas cambiarán y, por tanto, pueden cambiar losprecios, perdiéndose la uniformidad de la tasa de beneficio. Entonces, el vectorinicial de precios de producción, incapaz de permanecer vigente, no puede serun vector de precios de equilibrio. En ese caso, los precios de producción deSraffa no serían verdaderos precios de equilibrio. Para que lo fueran, haría faltaintroducir en el análisis hipótesis estrictas relativas a las preferencias de los con-sumidores.

El pensar en una situación de equilibrio en ausencia de referencias explícitas alas preferencias de los consumidores y a las cantidades producidas es equiva-lente a suponer que a los precios de producción la oferta se ajusta perfecta-mente a la demanda en todos los mercados. Las cantidades que se demandaríana los precios normales son las demandas efoctiu:ts en términos físicos de A. Smitho cantidades normales, como las denomina P. Garegnani.

En la teoría clásica, la determinación de las cantidades ofrecidas esta separadade aquella de los precios de producción y las cantidades normales: dadas las canti-dades producidas y ofrecidas se determinan los precios de producción y la tasade beneficio única. Se acostumbra pensar que dadas las técnicas de produccióny cualquier vector de cantidades producidas, siempre se puede calcular el vectorde precios de producción correspondiente. Pero no hay ninguna razón paraconcluir que ese vector dado de cantidades sea igual al vector de cant:idades nor-

CONIRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 145

males O cantidades demandadas en situación de equilibrio. Si no se da la igual-dad, los precios de mercado serán diferentes a los precios de producción cal-culados -los cuales no son los verdaderos precios de producción- y por la ac-ción de la competencia las cantidades ofrecidas se alterarán resultando, en laocurrencia de rendimientos no constantes de escala, nuevos precios de produc-ción. A no ser que se supiera apriori que el vector de cantidades a partir del cualse calculan los precios es el vector de cantidades nonnales. Sólo en ese caso losprecios calculados serían los verdaderos precios de producción que no tendríanninguna tendencia al cambio.

En otro sentido, si bajo rendimientos no proporcionales las cantidades produ-cidas varían, entonces, las técnicas pueden cambiar, 10 que implica que las téc-nicas dominantes con las cuales se obtuvieron las producciones iniciales noeran aquellas que maximizan la tasa de beneficio. El único caso en que los pre-cios de producción permanecen iguales debido a que las técnicas son indepen-dientes de las cantidades producidas y, en consecuencia, independientes de lacomposición de la demanda es aquel en que todos los sectores producen bajocondiciones de rendimientos constantes de escala. Luego, habría que introducirexplícitamente esta hipótesis en el modelo básico de Sraffa para que no fueraincompatible con los movimientos de la demanda.

Los neoricardianos acostumbrados a razonar en términos de análisisestático delargo plazo frecuentemente consideran que una eventual existencia de desajus-tes entre oferta y demanda en algún sector o entre las técnicas de producciónutilizadas y aquellas que minimizan los costos de producción son irrelevantesen la determinación de la posición de equilibrio de largo plazo, puesto que es-tos fenómenos al ser temporarios no existen, por definición, en ese estado.Esto significaque el enfoque estático de largo plazo se restringe sólo a estudiarlos efectos de cambios en una economía que ocurrirían independientemente delos desajustes mencionados. Pero, como se acaba de ver, esto llevaría a adoptarpara ese estado ideal hipótesis inaceptablemente restrictivas que quitan genera-lidad al análisis.

En conclusión, los precios de producción del modelo sraffiano serán precios deequilibrio, capaces de mantenerse indefinidamente estables en el tiempo, sóloen el caso particular en que los procesos productivos funcionen bajo rendi-mientos constantes de escala. Ahora, si esto ocurre, no se necesita conocer eltamaño del producto social, ni es cierto que no se requiera hacer supuestossobre los rendimientos, contrariamente a como lo estipulan los supuestos delmodelo.

146 OJADERNOS DE ECONOMÍA No. 35, 2001

2.2.2 Precios de producción como posible resultado del mercado

Como se acaba de ver, no es claro que los precios de producción garanticen unestado de la economía que tiende a perpetuarse una vez alcanzado. Pero, aunsuponiendo que si garantizaran ese estado, es necesario e importante demostrarcómo se llega a esos precios en el mercado. Se debe explicar cómo los agentespartÍcipes logran coordinar sus acciones de manera tal que la economía es con-ducida' hacia un sistema único de precios de producción. Es decir, hay que de-mostrar cómo, cualquiera sea la situación del mercado, su dinámica propia llevaa las variables económicas a su estado único de equilibrio. La convergencia dela economía a este estado ideal es supuesta.s! Sin embargo, no se explica el pro-ceso que hace posible esa convergencia, no se da cuenta de ninguna relaciónformal entre el período en que se alcanza el equilibrio y los períodos anteriores.La naturaleza estática del enfoque sraffiano y postsraffiano de largo plazo tieneque ver con el objeto de análisis o pregunta básica que se busca responder: larelación entre precios de producción y la distribución, haciendo abstracción defactores que no son directamente relevantes al problema a investigar. Estosfactores son los que se manifestarían transitoriamente o accidentalmente en lasposiciones de desequilibrio que se suceden en la trayectoria hacia la posición dereposo.

Este análisis particular de largo plazo, en el cual no son consideradas las fuerzastransitorias o temporales tales como las fluctuaciones de la oferta y la demanda,supone la existencia de fuerzas capaces de llevar a la economía hacia una posi-ción determinada solamente por factores estructurales. Estas fuerzas solo estánimplícitas en dicho análisis pero, si este se ha de situar en la tradición clásica,debe suponerse que existen y funcionan de acuerdo a una cierta ley y dependende la naturaleza competitiva de una economía de mercado, la cual induce a loscapitalistas a la búsqueda del empleo más rentable del capital, obteniéndosecomo resultado la uniformidad de la tasa de ganancia. Según la teoría clásica dela gravitación, situaciones del sistema económico en las cuales existan capitalesmovilizándose en búsqueda de mejores rentabilidades o menores pérdidas sonsituaciones de desequilibrio que, en un sistema mercantil en libre competencia,son de naturaleza necesariamente temporaria. El mecanismo competitivo haríaaparecer una situación en la cual el mercado está regido por precios de produc-ción, las técnicas dominantes son las de mínimo costo y las cantidades deman-dadas a estos precios son iguales a las cantidades ofrecidas por los sectoresproductivos.

21 Así por ejemplo Schefold, conspicuo postsraffiano actual, hace un postulado metodológico que leautoriza a no investigar ese tema: la gravitación "debe ser vista como un axioma de la teoría clási-ca más que como uno de sus resultados". Ver Schefold [1997, 175].

CONfRmUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 147

La hipótesis según la cual los precios de producción determinados por la teoríason el resultado de las fuerzas del mercado actuando en condiciones de librecompetencia y la hipótesis según la cual esos precios, una vez alcanzados, ga-rantizan excesos de demanda nulos y la correspondencia entre las técnicas deproducción utilizadas y aquellas que minimizan los costos, no están suficiente-mente fundamentadas en la teoría neoricardiana de los precios. Parece ser quela coherencia lógica de los precios de producción y del supuesto movimientogravitacional que conduce a ellos, contrariamente a como lo postula Sraffa, sirequiere de una hipótesis sobre los rendimientos: la hipótesis de que todos losprocesos productivos se rigen por rendimientos constantes de escala.

Algunos autores han llamado la atención respecto a las consecuencias sobre elmodelo de precios de producción y la correspondiente teoría del ajuste de losprecios de mercado, cuando se adopta la hipótesis de rendimientos no cons-tantes de escala [De Barros 1993, 119]. En ciertos casos se demuestra-l la exis-tencia de múltiples vectores de precios de producción compatibles con las con-diciones de largo plazo: técnicas de producción disponibles, salario real y pa-trones de gasto de capitalistas y trabajadores. Para un vector dado de cantidadesproducidas puede obtenerse el vector de precios de producción correspon-diente y garantizar la igualdad entre la oferta y la demanda en los diversos mer-cados, pero al variar las cantidades producidas existiendo rendimientos noconstantes de escala no se mantiene el mismo vector de precios de producciónsino que resulta un vector de precios de producción diferente al primero. Deesta manera, puede obtenerse una serie de precios de producción que cumplenlos requisitos neoricardianos haciendo variar las cantidades producidas y, portanto, las cantidades disponibles de cada insumo.

Estos resultados restan validez a la tentativa de identificar los precios de pro-ducción con los precios tendenciales de largo plazo y a la separación entre ladeterminación de cantidades producidas y la de precios relativos. Pues, bajo lashipótesis utilizadas, no parece ser posible determinar el vector de precios deproducción que casualmente no dependa de los fenómenos temporarios, talescomo los cambios en las cantidades ofrecidas y en los insumas que se destinana las producciones. Contrario a las exigencias de la teoría neoricardiana, cadavector posible de precios de producción no podría determinarse a priori, sinoque dependería de las características específicas del proceso de gravitación y delvector de cantidades iniciales de cada mercancía.

22 De Barros [1993, 147] presenta un ejemplo numérico interesante para ilustrar este caso.

148 CUADERNOS DE ECONOMÍA No. 35, 2001

Ahora, suponiendo que un elemento del conjunto de vectores de precios deproducción contenga el vector de los precios tendenciales de la economía demercado, no es posible garantizar que esta irá a converger al vector de canti.dadesnormales de referencia. Pues, una eventual obtención de este resultado dependeno solo del vector de producciones iniciales, sino también del comportamientodel gasto capitalista a lo largo del proceso de desequilibrio, es decir, de cambiosen los patrones de consumo final y productivo de los capitalistas a los preciosde desequilibrio asociados a las tasas de beneficio no uniformes. Cambios enestos patrones llevarán a cambios en las cantidades producidas que buscanadaptarse a las nuevas estructuras de la demanda pero no es fácil demostrar, enel caso de ser factible, que estas sucesivas cantidades producidas se ajustan paraconfluir hacia las cantidades ncrmales. Para intentar esta demostración hace falta,como también sucede en la teoría neoclásica, desarrollar una teoría sobre lasdecisiones de consumo e inversión a los diferentes precios relativos [y demos-trar que exista estabilidad]. En tanto no se llene este vacío no se podrá verificarla existencia de una única posición tendencial de los precios y cantidades demercado.

Dificultades de los modelos de precios de producción similares a las anteriorestambién se han hecho evidentes en modelos con rendimientos no constantesde escala en los cuales las cantidades producidas varían de un período a otro,cuando parte de los beneficios capitalistas. son reinvertidos [De Barros 1993,152-153]. En este caso se puede obtener vectores de "precios de producción"diferentes para los diferentes períodos, cada uno de ellos asociado a una técnicadiferente, que garantizan una tasa de beneficio uniforme y la no ocurrencia deexcesos de demanda en todos los mercados. Aquí sucede el caso raro en que elmismo vector de mercancías, según estas cumplan la función de productos o deinsumos, está asociado a dos vectores diferentes de "precios de producción",constituyéndose otra excepción más a la regla de los modelos sraffianos y neo-ricardianos en general." En ausencia de rendimientos proporcionales solo sepueden obtener los precios de producción de la teoría clásica en el caso en quelas cantidades producidas permanezcan constantes a lo largo de todos los pro-

23 Cuando las técnicas utilizadas para la producción de las mercancías no permanecen constantes alo largo de los diversos períodos, es imposible asociar el mismo vector de precios de produccióntanto a las merCancías utilizadas como insumo como a las mercancías producidas a partir de esosinsumos. La obtención de precios de producción en los modelos neoricardianos presupone que elmismo conjunto de técnicas utilizado en la producción de un vector de mercancías sea igual-mente utilizado en la producción de los insumos consumidos en esta producción y, así sucesiva-mente, en todos los procesos de producción anteriores deben haber sido utilizadas las mismastécnicas productivas. No obstante, esta constancia de técnicas en general no es posible y está li-gada a la noción que se tenga de tiempo de largo plazo.

CONTRffiUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 149

cesos de producción, es decir en una economía en estado estacionario [Bidard1991, 20]. Esta es la única manera de garantizar estacionalidad de técnicas y,por tanto, precios de producción constantes en el tiempo.

Los dos casos anteriores ilustran suficientemente la debilidad de la afirmaciónde Sraffa, y sus continuadores, según la cual en su teoría no es necesaria ningu-na hipótesis sobre los rendimientos. La validez de. esta afirmación sólo se con-serva si se piensa el vector de precios de equilibrio como un punto indepen-diente, totalmente separado ("como en un vacío") de la trayectoria temporal delos precios de producción. En el momento en que este vector se analiza inte-grado a ella, la coherencia del modelo sraffiano sólo se logra bajo la hipótesisnada general de rendimientos constantes de escala en todos los procesos pro-ductivos de un sistema económico. .

2.3 El modelo de precios de producción y la Teoría Neoclásica

Como se aludió antes (en 1.2), y según las consideraciones de los autores neori-cardianos, el modelo teórico de Sraffa permitió señalar la existencia de proble-mas analíticos en la teoría neoclásica del capital, los cuales se convirtieron en elnúcleo del debate sobre la teoría del capital que había comenzado en 1950. Poruna parte se demostró que, en las funciones agregadas de producción neoclási-cas, no es posible encontrar alguna magnitud de la "cantidad de capital" comoun agregado independiente de la distribución. Por otra parte, con los descubri-mientos teóricos de Sraffa se refutó la "parábola" neoclásica según la cual elprecio del capital es el índice de su grado de escasez. Esta crítica va a rompertoda idea de distribución como precio de los factores, determinado tecnológi-camente. De la demostración de la posibilidad del "reswitching" de técnicasinfiere que los "precios" de los factores primarios no siempre se relacionan demanera inversa y monótona con su escasez relativa; por lo tanto, es equivocadala idea según la cual deben considerarse esos "precios" como precios y asigna-dores óptimos de recursos productivos.

Según los neoricardianos estos resultados impiden realizar cualquier tentativade obtener, en el enfoque neoclásico, una teoría coherente y rigurosa de losprecios relativos y de la distribución de la renta en un sistema económico com-petitivo en el cual los procesos productivos utilizan factores de producción noreproducibles y bienes de capital. Ante la no viabilidad del camino neoclásico,la alternativa sería ir a los modelos de precios de producción inspirados en lateoría clásica, caracterizados por la determinación por separado de los preciosde equilibrio y las cantidades producidas, permitiendo la determinación de losprimeros independientemente de cualquier referencia a funciones neoclásicas

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de demanda de factores de producción -no producidos- y funciones de de-manda de bienes de capital.

La apreciación de Sraffa, de asociar teoría marginalista y "factores de produc-ción" originales, es fundamentalmente correcta para las versiones austríaca ywalrasiana, pero para la versión moderna de Arrow-Debreu esa apreciaciónpuede ponerse en duda. En esta no aparece ninguna clasificaciónde bienes pordestino -no se establece que el destino de los bienes sea sólo el consumo final-ni se dice que los insumos de la producción sean tomados de los recursos ini-ciales -podrían consistir en bienes de consumo final producidos-. Sólo si losbienes elaborados no entran en las nuevas producciones la distinción entre"factores de producción" y productos se mantiene y la crítica de Sraffa es ad-misible [Bidard 1991, 267].

El nivel de abstracción retenido por el modelo de precios de producción sra-ffiano, la propiedad de interdependencia general de las variables consideradas yla posibilidad de endogeneizar "datos intermedios" exigen que sea confrontadocon el modelo de equilibrio general Arrow-Debreu, particularmente en su ver-sión de equilibrio interternporal.s+ y no con el modelo marginalista de los fun-dadores. Aunque el equilibrio general intertemporal a la Arrow y Debreu esca-pa a las paradojas del capital, debe utilizarse para establecer las diferencias conla teoría de Sraffa y juzgar por qué esta constituye una representación de laeconomía, alternativa a la neoclásica [Deleplace 1999,459]. En esta confronta-ción es donde se debe analizar la relevancia de las diferencias que subsistenrespecto a: la fijación exógena o flexibilidad endógena del nivel de salario real,el equilibrio o desequilibrio en el mercado de trabajo y la concepción del equili-brio en términos de reproducción o de estado.

2.3.1 La tesis de Hahn

Frank Hahn en un famoso artículo publicado en 1982 [Hahn 1982, 353-374]cuestionó la utilización del modelo de Piero Sraffa y los planteamientos de losneoricardianos, arguyendo que, por un lado, la teoría del capital es poco im-portante en los modelos de equilibrio general de la teoría neoclásica (MEG)25 y,por tanto, los resultados de la controversia del capital no demuestran la incohe-

24 Pues, la teoría neoclásica contemporánea del equilibrio general sería apta para tomar en cuenta lareproducción de mercancías con ayuda de ellas mismas, aunque la gran mayoría de marginalistasmantienen esa capacidad ociosa, pues en ellos la representación de la producción que predominaes la que más ha criticado Sraffa, aquella "de un camino en sentido único que va de los factoresde producción hacia los bienes de consumo".

25 En adelante se utilizará la sigla MEG para hacer referencia al Modelo de Equilibrio General de laTeoría Neoclásica.

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 151

rencia ni tienen por que llevar al abandono del modelo de referencia de la teoríaneoclásica de los precios relativos y de la distribución del ingreso. Por otro ladoafirma que el modelo de precios de producción constituye un caso particular delos modelos neoclásicos de equilibrio general.

Según el gran autor neoclásico, SI en un MEG intertemporal se hace el supuesto,entre otros, de igualdad de las tasas de interés propias= y se endogeniza elvector de dotaciones iniciales de cada agente, se obtiene un modelo de preciosde producción como el de Sraffa. La condición adicional de Hahn, de unifor-midad de tasas de interés propias, es equivalente a la suposición de que los pre-cios relativos no se alteran a 10 largo de los períodos de tiempo, característicaesencial del modelo de precios de producción, en el cual el mismo vector deprecios relativos es utilizado para calcular el valor de los insumas. En este caso,los precios del MEG son iguales a los precios de producción. Luego, el modelode Sraffa antes que sentar las bases para una teoría alternativa de los preciosrelativos no sería más que un caso particular de la teoría neoclásica, restándolesolo el mérito de haber permitido demostrar la imposibilidad de generalizaciónlógica a toda la economía de los resultados obtenidos por la teoría neoclásica dela función de producción microeconómica y de los modelos de crecimientoequilibrado para un sector yun agente.

La réplica de F. Hahn a la posición neoricardiana en la controversia sobre elcapital originó una serie de artículos, de los representantes de esta posición y deotros autores que querían corroborar los resultados de Hahn, en los que sediscuten las características del equilibrio en los MEG y las condiciones requeri-das para obtener de ellos modelos de precios de producción. Entre las demos-traciones que intentan resultados similares a los de Hahn se puede mencionar larealizada por M. De Barros a partir de estudios sobre el MEG intertemporal deMcKenzie [De Barros 1993, 134-135]. Demuestra que es posible obtener -bajociertas condiciones- un vector de precios walrasiano al cual esta asociada unatasa de beneficio uniforme para todos los procesos productivos, en cada perio-do, a los precios no descontados-", la cual es igual a la tasa de interés-! en esemismo periodo.

26 La Tasa de inieré: propia, de una cierta mercancía, es la tasa de actualización que iguala el valoractual de la cantidad de mercancía que se reembolsaría en un período futuro con el valor de lacantidad de la misma mercancía que se daría a cambio en el período presente. En' general, las ta-sas de interés propias de las diferentes mercancías para un mismo período no son iguales.

27 Para tener una idea de este concepto es necesario referirse a otros conceptos utilizados en lateoría walrasiana del equilibrio intertemporal, los cuales no se manejan en las teorías del equilibriotradicionales.En un MEG intertemporal· todas las transacciones de mercancías ocurren en un período inicialúnico, así vayan a ser entregadas en diferentes períodos futuros. Los precios walrasianos a los que

152 CUADERNOSDE ECONOMÍA No. 35, 2001

2.3.2. Réplicas a las críticas de Hahn

2.3.2.1 Sobre el supuesto de dotaciones iniciales enJ4p¡as

Según los neoricardianos, la segunda condición impuesta por Hahn de ajustar elvector de dotaciones iniciales para obtener precios de producción en un MEG escontradictoria con las características específicas de la posición de equilibrio deeste tipo de modelo, donde las dotaciones iniciales son un dato esencial. En elcaso en que el vector de dotaciones iniciales no se ajuste exactamente a las can-tidades únicas requeridas para garantizar la uniformidad de las tasas propias deinterés no es posible garantizar que los precios relativos serán constantes a lolargo de los diversos periodos, como sucede en los modelos de precios de pro-ducción para cualquier magnitud de cantidades producidas y, por lo tanto, paracualquier magnitud de dotaciones iniciales.

Según los defensores de esta objeción, las razones de la necesidad de esta con-dición paradójica son análogas al problema encontrado por Walras al intentar,en la teoría del capital, demostrar el equilibrio general en el largo plazo. El granautor no pudo concluir, contrariamente a lo que esperaba, que la tasa de bene-ficio -"tasa de ingreso neto" - fuera uniforme. El problema del equilibrio en ellargo plazo hubiera podido resolverse a través de la supresión de la uniformi-dad de la tasa de beneficio como norma del equilibrio de largo plazo.

2.3.2.2 Sobre el supuesto de la unifonnidad de las tasas de interés propias

Respecto a la primera condición introducida por Hahn, los neoricardianos afir-man que en general las tasas de interés propias en un MEG no son uniformes, porlo que no siempre es posible obtener precios de producción en este tipo de mo-delos. La uniformidad en las tasas de interés solo se da en condiciones demasiado

se efectúan esas transacciones se denominan preios descontados o preios aaualizadas, los cuales ex-presan el valor presente de todas las mercancías que estarán disponibles en el transcurso de losdiversos períodos. Intuitivamente, el precio descontado de una mercancía que será entregada enel período t es el valor de ella expresado en términos del nivel general de precios del período ini-cial (t=O)j el precio del año t está ligado a los precios del año inicial.Inversamente, el preio no descontado de una mercancía que será entregada en el período t es el pre-cio de ella expresado en términos del nivel general de precios del período tj el precio del año t noestá ligado a los precios del año inicial. Para definiciones precisas y rigurosas de estos conceptos.Ver Malinvaud [1997, 241-245]j Dumenil y Lévy[1996, 359-365].

28 Cuando la tasa de interés se refiere al numerario (una canasta de bienes) de los precios intertem-porales, se le denomina simplemente tasa de interés. Esta es la tasa de actualización que iguala elvalor actual de la cantidad de numerario que se daría en un período futuro con el valor de la can-tidad de numerario que se daría a cambio hoy; (ver notas última y antepenúltima).

CONfRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 153

particulares-? que en ningún momento se corresponden con las condiciones delos modelos clásicos.de precios de producci6n. Por otra parte se afirma que losMEG desarrollados a partir del modelo original de Walras rompen con la caracte-rizaci6n tradicional de la posici6n de equilibrio en teoría econ6mica clásica: launiformidad de la tasa de beneficio. No es posible garantizar esta uniformidad alos precios walrasianos, razón por la cual debe concluirse que los precios walra-sianos caracterizan la ocurrencia de un equilibrio de corto plazo.'?

La no uniformidad de la tasa de beneficio a los precios walrasianos se sustentaen argumentos como los siguientes: En primer lugar se afirma que, en general,no es posible compatibilizar la uniformidad de la tasa de beneficio con la exo-geneidad del vector de dotaciones iniciales y excesos de demanda sectorialesnulos)! En la teoría del capital de Walras, contrario a sus prop6sitos, se debesuprimir la igualdad de la tasa de beneficio como norma de equilibrio, puestoque, su sistema básico de precios de corto plazo resultó incompatible con unapropiedad que pertenece realmente al equilibrio de largo plazo: la igual remune-ración de los capitales. Ahora, abandonar la uniformidad de la tasa de beneficiocomo norma de equilibrio, así se suponga un horizonte de largo plazo, lleva aabandonar el método de largo plazo. Pues, la competencia entre los diferentescapitales llevaría a alteraciones no solo en la composici6n de la oferta, sinotambién en las técnicas de producci6n utilizadas, no siendo ya posible diferen-ciar los fen6menos temporales de los fen6menos sistemáticos en el análisis delos precios relativos. La alteraci6n frecuente de la posici6n de referencia -técni-cas de producci6n dominantes- y los ajustes temporales sucesivos en tomo aella -rnovimientos de oferta y demanda- ya no proporcionarán ninguna guía alcomportamiento de la economía.

En segundo lugar, es posible construir MEG tales que todas las mercancías utiliza-das como insumos sean producidas y que los procesos productivos de todos losinsumos reproducibles estén asociados a una tasa de beneficio uniforme a los pre-cios no descontados [Dumenil y Levy 1996, 361-364; Schefold 1985, 113]. Sinembargo, al contrario del modelo de precios de producci6n, en tales modelos elvector de precios relativos, descontados o no descontados, asociado a los insumos

29 Las condiciones adicionales a las requeridas para demostrar la existencia de precios walrasianosson: Rendimientos constantes de escala; un vector especial de cantidades iniciales, el cual debe ser"r-eficiente"; e hipótesis adicionales sobre el comportamiento de la demanda final que garanticenexcesos de demanda nulos a los precios de producción. Ver De Barros [1993, 136].

JO Schefold y Eatwell explican la posibilidad de que la tasa de beneficio no sea uniforme en el nio-delo de McKenzie de equilibrio general y de que la posición de equilibrio representada en estemodelo caracterice un equilibrio de corto plazo. Ver Schefold [1985] YEatwell [1983].

) 1 El caso particular que obtiene Hahn es a costa de eliminar esa exogeneidad de la lista de supues-tos básicos de los MEG.

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utilizados no es igual al vector de precios relativos correspondiente a las mercancíasproducidas y, por tanto, la tasa de beneficio calculada a esos precios es diferente ala tasa de beneficio de equilibrio de los modelos clásicos y sraffianos. Dumenil yLevy denominan a los precios de equilibrio deducidos de un MEG intertemporal"precios' de producción diacrónicos" y a la tasa de beneficio "tasa de beneficiodiacrónica". Por otra parte, en los MEG intertemporales las tasas de interés propiasde las diferentes mercancías no son uniformes. Por esta razón, el vector de preciosde equilibrio de ese tipo de MEG a pesar de estar ligado a una tasa de beneficiouniforme, en general es diferente del vector de precios de producción. Además, losprecios de equilibrio y las tasas de beneficio de los MEG con producción e inter-temporales dependen de datos que en ningún momento son fundamentales en elmarco clásico de la teoría de los precios de producción: las dotaciones iniciales, lasfunciones de utilidad y el período al cual se refiere el precio.

La posibilidad de construcción de estos modelos impide identificar los preciosde producción diacrónicos con una posición de largo plazo en una economíade mercado. La existencia de tasas de beneficio uniformes en estos modelos,uniformes para determinado período t pero no uniformes intertemporalmente,implicaría la existencia de alteraciones tanto del vector de cantidades produci-das como de las técnicas de producción utilizadas. Esto implica la no existenciade propensión alguna a que los precios de producción diacrónicos converjanhacia los precios de producción,

No es posible garantizar que los precios de producción diacrónicos caractericenuna posición tendencial de los precios de mercado porque estarían reflejando losmovimientos de fuerzas tanto accidentales como sistemáticas de una economía demercado. En los modelos de precios de producción neoricardianos, en el equili-brio, el mismo vector de precios está asociado tanto a los insumos como a las mer-cancías producidas a partir de ellos. Allí, la identificación de los precios de produc-ción con los de largo plazo presupone la existencia de un único vector de preciosque minimiza los costos de producción asociado a una tasa de beneficio uniforme,dadas las condiciones de largo plazo: técnicas de producción disponibles y distribu-ción de la renta, las cuales se suponen inmodificables durante el tiempo real en quetranscurre el movimiento gravitacional de los precios de mercado.

2.3.2.3 Posible ~ de los preios ualrasianos hacia los preios deprrx/.ua:i6n.

Dumenil y Levy,32 en respuesta a Hahn, después de reconocerle razón a sutesis= sólo en el caso en que los precios de producción fueran precios de equi-

32 Dumenil y Levy[1996, 130,131 y anexo 2]; Dumenily Levy [1985].

CONTRIBUCIONES DE LA OBRA DE SRAFFA 155

librio de corto plazo, defienden la proposición según la cual la única relaciónformal entre los MEG y los modelos de precios de producción tiene que ver conla trayectoria asintótica del MEG intertemporal sobre un horizonte infinito.Demuestran que en un MEG intertemporal con horizonte infinito y con rendi-mientos constantes de escala, los precios walrasianos convergen progresiva-mente a los precios de producción cuando el índice del periodo tiende a infi-nito. Al crecer el número de periodos hacia el infinito la interacción de la ofertay la demanda ya no actúa sobre los precios diacrónicos que confluyen hacia losprecios de producción y son determinados completamente por la técnica y ladistribución. Lo mismo sucede con las tasas de beneficio diacrónicas qu~ con-vergen hacia la tasa de beneficio asociada a los precios de producción.

En un modelo walrasiano excepcional, MEG intertemporal sobre un horizonteinfinito, surgen precios de producción pero este resultado no elude todas lascríticas dirigidas a los modelos walrasianos que intentan obtener precios deproducción. Aun podría afirmarse, con Dumenil y Levy, que el MEG sobre ho-rizonte infinito saca a la luz los defectos de la microeconomía walrasiana. Losequilibrios walrasianos son equilibrios ex ante en el sentido de que son obteni-dos como resultado de un ajuste preliminar realizado por un subastador. Esteajuste o tanteo es un proceso dinámico que se realiza en un tiempo ficticio y secaracteriza por ser completamente centralizado. El caso especial de MEG al quenos estamos refiriendo debe cumplir con este requisito del tanteo: los valoresde equilibrio de todas las variables correspondientes a todos los periodos debenser determinados simultáneamente al fin del proceso del tanteo. Esto implicaque los valores de desequilibrio de las variables del mundo económico real sonrelegados a un proceso imaginario que se desarrolla en un tiempo ficticio bajola acción de una competencia ficticia.

Los precios y las cantidades de un MEG intertemporal sobre horizonte infinitoconvergen hacia los mismos límites asintóticos de un modelo clásico de preciosde producción, pero la gran diferencia está en que en estos últimos la trayecto-ria de convergencia transcurre en una sucesión de estados en que la economíaestá siempre en desequilibrio. La trayectoria walrasiana es la única que vinculalas dotaciones iniciales al límite de convergencia -precios de producción- pormedio de una sucesión de estados donde todos los factores están plenamenteutilizados y donde todos los mercados están en equilibrio. En esta sucesión deestados no hay lugar para el desequilibrio del consumo y de la producción

33 Tesis según la cual los precios de producción son un caso particular de precios de equilibriowalrasiano y el modelo de precios de producción no tiene interés puesto que los precios no anu-lan los excesos de demanda de los mercados sino para valores predeterminados (no cualesquiera)de las dotaciones iniciales.

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puesto que todas las formas de desequilibrio reposan en el proceso del tanteo.Luego, en este modelo particular, todo lo que suceda antes del límite asintóticono tiene sentido económico, pues las variables de las economías reales no gra-vitan en tomo a esa trayectoria walrasiana.

3. ANOTACIONES DE CONCLUSIÓN

3.1 El gran aporte de Piero Sraffa es la construcción de una teoría del valor rigu-rosa y consistente, que apunta a obtener las herramientas teóricas fundamentales,válidas y apropiadas buscadas por los autores de Principios y de El Capital, paradescubrir y explicar las leyes de la dinámica capitalista; así este último propósitono haya sido perseguido por el gran economista. En esta elaboración el autor sedesprende tanto del presupuesto ricardiano y marxista del valor-trabajo como deaquel marginalista de "recursos originales". Su teoría, al ofrecer una solución alproblema de la medida de la magnitud del valor, u homogeneización de agrega-dos heterogéneos, permite dar luz o poner sobre bases rigurosas o corregir algu-nos enunciados clásicos: principio del valor trabajo, patrón invariable, oposiciónde w y r, incidencia de los impuestos sobre la renta, movimiento de los preciosrelativos, orden de fertilidad de las tierras, etc.

3.2 Un resultado importante de la teoría de Sraffa, en el campo de la economíapositiva, es la demostración de la existencia de una relación inversa entre lossalarios y la tasa de beneficio, la cual, a pesar de no ser admitida por la corrientedominante de la ciencia económica, no ha podido ser invalidada. Una explica-ción posible, además de las resistencias ideológicas, es que la teoría de la distri-bución del producto entre salarios y beneficios ha dejado de ser un tema dedebate teórico y en su lugar se ha privilegiado la aplicación a los mercados detrabajo y de capital de las mismas herramientas microeconómicas "modernas"que se utilizan para los mercados de bienes [Deleplace 1999, 457-461]. Lasdificultades internas del paradigma dominante del equilibrio general walrasiano-como la imposibilidad, demostrada por la teoría de Sraffa, de generalizaciónlógica a toda la economía de los resultados obtenidos de la función de produc-ción microeconómica y de los modelos de crecimiento equilibrado para unsector y un agente- han conducido a una gran parte de los economistas orto-doxos a relegarlas al olvido, para consagrarse a los ejercicios más excitantes dela "nueva microeconomía" o de la "macroeconomía real".

3.3 Los progresos del análisis postsraffiano han sido considerables: conoci-miento más preciso y refinado de las propiedades de la producción conjunta ylos dominios conexos, tales como la producción con capital fijo o con tierra -teoría de la renta-; establecimiento de las propiedades de los sistemas en los

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cuales las tasa de beneficio uniforme; derivaciones y generalización de las pro-posiciones teóricas del modelo básico de Sraffa; establecimiento riguroso decondiciones de existencia de soluciones; intentos de explorar la incorporaciónal modelo de aspectos relacionados con la demanda, etc.>

3.4 Los temas que abarca la teoría sraffiana están circunscritos al estudio delefecto de un cambio en una variable independiente de distribución sobre la otravariable.y sobre los precios de producción. Este estudio ha conducido a resul-tados valiosos, sin embargo, su alcance es muy restringido frente a la ampliagama de desafíos teóricos que plantea la comprensión del funcionamiento de lasociedad mercantil capitalista. Esta teoría no ha pretendido decir nada sobre elfuncionamiento del mercado, la moneda, el papel de la demanda en la determi-nación de las cantidades producidas o los efectos de la acumulación de capital ydel progreso técnico. La teoría sraffiana no cubre sino un campo de la econo-mía política clásica, y de una manera que da lugar a pensar que aquella puedeser difícilmente coordinada con el análisis de cuestiones que la última si consi-dera en su proyecto científico.

3.5 La teoría sraffiana conserva el mismo núcleo del equilibrio general, en sen-tido amplio, que se encuentra en Ricardo, Marx -esquemas de reproducción- yWalras, y a la vez -la teoría- distingue varios niveles de abstracción, dejando lapuerta abierta a las determinaciones sociopolíticas, institucionales e históricas.No determina simultáneamente precios y cantidades de equilibrio, los primerosno dependen sino de las condiciones de producción y de una variable distribu-tiva, en lugar de estar influenciados por el imperio de la demanda. La distribu-ción, resultado de la lucha de clases o de las decisiones de los banqueros, aligual que los niveles de actividad y las demandas, no son explicados. Toda refe-rencia al pleno empleo y a la utilidad está ausente. Estos rasgos de la teoríasraffiana la presentan como una teoría inacabada con respecto a la teoría neo-clásica contemporánea del equilibrio general. Los esfuerzos de los economistasneoricardianos contemporáneos, por cerrarla, no han tenido éxito hasta el pre-sente pero ello no invalida la tentativa de reconstrucción y la teoría de los pre-CIOS rrusma.

3.6 Un problema crucial existente en la concepción teórica de Sraffa es la afir-mación, insuficientemente justificada, de que el concepto de precio de produc-ción está efectivamente construido independientemente de cualquier hipótesissobre las cantidades, la escala de producción y los rendimientos. Esa afirmación

34 Una reseña de los trabajos (textos, artículos) de los últimos años, reimerpretaciones y críticas delanálisis neoricardiano puede verse en Bolaños [1998, 45].

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no es fácil sostenerla, pues, por lo vist035, sólo bajo el supuesto de rendimien-tos constantes de escala -caso en el cual no es requisito conocer los niveles deproducción- se puede garantizar la estabilidad de los precios de producción ysólo bajo ese supuesto es posible sostener la "separación" entre modelo básicoy "datos intermedios". Los precios de-producción no aparecen inteligibles sinobajo la adopción de rendimientos constantes de escala o de una situación regu-lar del sistema económico. Por otra parte, casi en todas las obras de los postsra-ffianos se ve, contrariando a Sraffa, puesta implícitamente la constancia de losrendimientos, frecuentemente por la facilidad de análisis que presentan las sua-ves trayectorias de crecimiento regular.

3.7 La tesis de Hahn, según la cual el modelo de Sraffa es un caso particular dela teoría neoclásica, no es tan fácilmente defendible como lo pretendía su autor.Pues, por una parte, el modelo de equilibrio general utilizado para sustentar latesis no conserva ciertas características específicas esenciales a la naturaleza deun modelo de equilibrio general walrasiano y, por otra, necesita de condicionesadicionales que no se corresponden con las del modelo de precios de produc-ción clásicos. La tesis sólo puede aceptarse en casos teóricos extremos artificio-samente configurados, que llevan bien a reinterpretar los precios de produccióncomo precios de corto plazo o bien a reinterpretar los precios del MEG comoprecios de largo plazo.

3.8 Los progresos del análisis postsraffiano no parecen integrarse del todo alproyecto de Sraffa, ni necesariamente obedecen a la voluntad de ruptura subya-cente en su obra. Esos avances analíticos no pocas veces ponen en duda lacontinuidad teórica entre Sraffa y los postsraffianos. Estos han desarrollado ysofisticado la presentación formal del modelo teórico sraffiano y los conceptosrelacionados y al hacerlo se salen de los principios metodológicos que, se supo-ne, debían respetar, de tal manera que el modelo resulta pareciéndose cada vezmás al neoclásico de equilibrio general.w En consecuencia, las crítica a este,

35 En 2.1.1.2 y en 2.2.1.36 Christian Bidard señala tres "puentes" entre el modelo de precios de producción y el MEG: (i)

Análisis postsraffianos suponen frecuentemente la constancia de los rendimientos o crecimientoregular -en contra de la suposición de Sraffa-. Se ha demostrado que MEG de sistemas con cre-cimiento regular hacen surgir precios que. permiten la igualación de las tasas de beneficio, obte-niéndose precios similares a los precios de producción. (ü) Sraffa y sus epígonos rechazan todareferencia a' la utilidad y a la explicación de los precios de equilibrio con intervención de la de-manda, Ciertos autores postsraffianos, en ciertos estudios (p. ej. Salvadori [1985], Kurz y Salva-dori [1995]), implícitamente identifican el concepto "proporciones requeridas" (Mencionado enProdua:i6n, parágrafo 50) al concepto neoclásico de demanda. Otros han tratado de introducir almodelo sraffiano funciones de demanda flexibles. (iü) La identidad entre ahorro e inversión haceparte de las hipótesis que los neoricardianos ponen corrientemente. En el modelo neodasico deequilibrio general intertemporalla ley de Walras toma la fonna de esa identidad. (iv) Al refutar a

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. desde la óptica sraffiana, dejan de ser contundentes. Obviamente, este resultadono ha sido buscado de manera consciente, sino que ha surgido al desarrollar yrefinar la teoría básica, respetando las formas generales de esta e introduciendociertos elementos neoclásicos con el estatuto de puras hipótesis técnicas, desti-nadas a ser sobrepasadas. Esta manera de proceder ha llevado a obtener resul-tados positivos nuevos, pero, al mismo tiempo, a retroceder en la "crítica de lateoría económica" la cual, no debe olvidarse, está en el proyecto inicial de Sra-ffa. Pareciera vislumbrarse una cierta incompatibilidad entre el programa origi-nal y el tratamiento que de el hacen los economistas postsraffianos. Quedaplanteada la cuestión de si el proyecto teórico propuesto por Sraffa para restau-rar la teoría clásica y fundamentar la crítica a la neoclásica debe ser replanteadoo si es el análisis desarrollado de ese proyecto el que debe se revisado o reo-rientado.V

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Marshall, Sraffa se decide por un marco conceptual que relieva las interacdones entre las indus-trias, con base en el cual concibe una teoría coherente de los precios de largo plazo, pero, fuerade la demostración de la existencia de esos precios no puede enunciarse ninguna ley positiva so-bre la evolución de esos precios y la distribución. En la teoría neoclásica del equilibrio generalocurre una situación parecida sobre la imposibilidad de explicar la dinámica de los precios relati-vos. Los neoricardianos al tener en cuenta y generalizar esas interacciones también ha debilitadoel principio metodológico de Sraffa de distinguir diferentes "niveles de análisis" -variables a estu-diary "datos intermedios" -. Ver Bidard [1998b, 778-795].

37 B. Schefold es optimista en cuanto a la identidad de las contribuciones neoricardianas, sus pro-gresos en la "crítica de la teoría económica" y el papel de ésta como fundamento de una recons-trucción de la teoría económica. Ver Schefold [1997, cap. 14].

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