conflicto armado interno en colombia

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Conflicto armado interno en Colombia El Conflicto Armado Colombiano es un conflicto ar- mado interno que se desarrolla en Colombia desde cerca a 1960. Los principales actores involucrados han sido el Estado colombiano, las guerrillas de extrema izquierda y los grupos paramilitares de extrema derecha. Ha pasado por varias etapas de recrudecimiento, en especial desde los años ochenta cuando algunos de los actores se comen- zaron a financiar con el narcotráfico. El conflicto tiene sus antecedentes históricos en la "época de la Violencia” (conflicto bipartidista de la década de 1950 y de años anteriores y que tiene sus orígenes pri- migenios cuando Colombia -entonces llamada la Nueva Granada- se independizó de España e inicia una pugna sobre el modelo de Estado que debía adoptar el país), sin embargo, cada etapa de la historia del país ha traído con- sigo un enfrentamiento diferente. Así, en el siglo XIX a lo largo múltiples guerras, los caudillos regionales levan- tados contra el gobierno se combatieron entre sí. [3] Las causas para que se desarrollara el conflicto armado colombiano se centran en una amalgama de elementos entre los que cabe destacar la debilidad del Estado, el conflicto por la posesión de la tierra, la existencia de mar- cadas diferencias económicas, o la polarización y la per- secución de la población civil debido a su orientación po- lítica. También destaca la permanencia de guerrillas de orientación comunista y la existencia de una industria del narcotráfico que se ha introducido en todos los sectores de la sociedad y del Estado. [3] Durante la década de 1980 el conflicto armado presen- tó un rápido escalamiento que se caracterizó por la inti- midación generalizada que produjo la guerrilla en nume- rosas regiones del país, [4][5] por los asesinatos selectivos de miembros civiles de la izquierda a manos de los na- cientes grupos paramilitares, así como por la aparición de sectores del narcotráfico que chocan con la guerrilla en desarrollo de sus actividades delincuenciales (en par- ticular, por el secuestro extorsivo de familiares de capos del narcotráfico por parte de la guerrilla). En esa década, el país experimentó transformaciones económicas que se centraron en la transición de Colombia de país cafetero a país minero y cocalero, con el dinamismo de nuevos sectores de la agroindustria, así como de la minería del carbón, el petróleo y el oro. A esta irrupción de nuevos polos de desarrollo económico se sumo el suroriente del país, donde creció la industria ilegal de la coca. La época en la que se ubica el mayor recrudecimiento ocurrió entre 1988 y 2003, [6] pero es en la segunda mitad de la década de 1990 cuando se presenta la mayor degra- dación del conflicto debido a que se generalizan las to- mas armadas de poblaciones, las desapariciones forzadas, las masacres indiscriminadas de civiles, el desplazamien- to forzado masivo y los secuestros colectivos de civiles, militares y políticos; [7][8] el pico de este recrudecimiento se presenta durante la presidencia de Andrés Pastrana y el gobierno de Álvaro Uribe, cuando confluyen el accio- nar del Estado, las guerrillas, grupos de narcotraficantes y paramilitares. A partir de la desmovilización de los grupos paramilita- res que se lleva a cabo entre 2003 y 2006, [9] sumado al debilitamiento de la guerrilla, [10] se presenta un descenso de la intensidad del conflicto. No obstante, las estructu- ras paramilitares no cesaron su accionar sino que siguie- ron comportándose como carteles de droga con gran ca- pacidad militar (llamados ahora Bacrim), mientras que la guerrilla todavía conserva capacidad de acción y con- frontación en ciertos lugares del país. [11][12] En 2013 un estudio cifró en 220.000 las muertes causa- das por el conflicto desde 1958. [13] Sin embargo, si se suman el resto de personas que han sufrido otros críme- nes de guerra, la cifra total supera los 6 milones de víc- timas. Dentro de estas categorías se encuentran las per- sonas que fueron desaparecidas, amenazadas, secuestra- das, víctimas de algún acto de terrorismo, personas afec- tadas por el asesinato de un ser querido, víctimas del desplazamiento forzado, víctimas de minas antipersonal, tortura, reclutamiento forzado de menores de edad y vio- lencia sexual. [14] 1 Antecedentes Tranvía en llamas frente al Capitolio Nacional durante el Bogotazo. Desde la independencia de Colombia en 1819 y la de- 1

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Conflicto Armado Interno en Colombia

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Page 1: Conflicto Armado Interno en Colombia

Conflicto armado interno en Colombia

El Conflicto Armado Colombiano es un conflicto ar-mado interno que se desarrolla en Colombia desde cercaa 1960. Los principales actores involucrados han sido elEstado colombiano, las guerrillas de extrema izquierda ylos grupos paramilitares de extrema derecha. Ha pasadopor varias etapas de recrudecimiento, en especial desdelos años ochenta cuando algunos de los actores se comen-zaron a financiar con el narcotráfico.El conflicto tiene sus antecedentes históricos en la "épocade la Violencia” (conflicto bipartidista de la década de1950 y de años anteriores y que tiene sus orígenes pri-migenios cuando Colombia -entonces llamada la NuevaGranada- se independizó de España e inicia una pugnasobre el modelo de Estado que debía adoptar el país), sinembargo, cada etapa de la historia del país ha traído con-sigo un enfrentamiento diferente. Así, en el siglo XIX alo largo múltiples guerras, los caudillos regionales levan-tados contra el gobierno se combatieron entre sí.[3]

Las causas para que se desarrollara el conflicto armadocolombiano se centran en una amalgama de elementosentre los que cabe destacar la debilidad del Estado, elconflicto por la posesión de la tierra, la existencia de mar-cadas diferencias económicas, o la polarización y la per-secución de la población civil debido a su orientación po-lítica. También destaca la permanencia de guerrillas deorientación comunista y la existencia de una industria delnarcotráfico que se ha introducido en todos los sectoresde la sociedad y del Estado.[3]

Durante la década de 1980 el conflicto armado presen-tó un rápido escalamiento que se caracterizó por la inti-midación generalizada que produjo la guerrilla en nume-rosas regiones del país,[4][5] por los asesinatos selectivosde miembros civiles de la izquierda a manos de los na-cientes grupos paramilitares, así como por la apariciónde sectores del narcotráfico que chocan con la guerrillaen desarrollo de sus actividades delincuenciales (en par-ticular, por el secuestro extorsivo de familiares de caposdel narcotráfico por parte de la guerrilla). En esa década,el país experimentó transformaciones económicas que secentraron en la transición de Colombia de país cafeteroa país minero y cocalero, con el dinamismo de nuevossectores de la agroindustria, así como de la minería delcarbón, el petróleo y el oro. A esta irrupción de nuevospolos de desarrollo económico se sumo el suroriente delpaís, donde creció la industria ilegal de la coca.La época en la que se ubica el mayor recrudecimientoocurrió entre 1988 y 2003,[6] pero es en la segunda mitadde la década de 1990 cuando se presenta la mayor degra-

dación del conflicto debido a que se generalizan las to-mas armadas de poblaciones, las desapariciones forzadas,las masacres indiscriminadas de civiles, el desplazamien-to forzado masivo y los secuestros colectivos de civiles,militares y políticos;[7][8] el pico de este recrudecimientose presenta durante la presidencia de Andrés Pastrana yel gobierno de Álvaro Uribe, cuando confluyen el accio-nar del Estado, las guerrillas, grupos de narcotraficantesy paramilitares.A partir de la desmovilización de los grupos paramilita-res que se lleva a cabo entre 2003 y 2006,[9] sumado aldebilitamiento de la guerrilla,[10] se presenta un descensode la intensidad del conflicto. No obstante, las estructu-ras paramilitares no cesaron su accionar sino que siguie-ron comportándose como carteles de droga con gran ca-pacidad militar (llamados ahora Bacrim), mientras quela guerrilla todavía conserva capacidad de acción y con-frontación en ciertos lugares del país.[11][12]

En 2013 un estudio cifró en 220.000 las muertes causa-das por el conflicto desde 1958.[13] Sin embargo, si sesuman el resto de personas que han sufrido otros críme-nes de guerra, la cifra total supera los 6 milones de víc-timas. Dentro de estas categorías se encuentran las per-sonas que fueron desaparecidas, amenazadas, secuestra-das, víctimas de algún acto de terrorismo, personas afec-tadas por el asesinato de un ser querido, víctimas deldesplazamiento forzado, víctimas de minas antipersonal,tortura, reclutamiento forzado de menores de edad y vio-lencia sexual.[14]

1 Antecedentes

Tranvía en llamas frente al Capitolio Nacional durante elBogotazo.

Desde la independencia de Colombia en 1819 y la de-

1

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2 1 ANTECEDENTES

sintegración de la república creada por Bolívar en 1830,el país no ha estado ajeno a la violencia bipartidista, he-cho que fue evidente en las numerosas guerras civiles quese desarrollaron durante el siglo XIX culminando en laGuerra de los Mil Días (1899–1902).[3]

Solo entre 1902 y 1946, Colombia gozó de una relativapaz, primero bajo los gobiernos de la hegemonía conser-vadora (1886–1930) y luego con los presidentes refor-mistas liberales (1930–1946).[15] No obstante, el conflic-to se reactivaría a partir de 1946 cuando el partido Liberalperdió las elecciones cediendo el control al conservadorMariano Ospina Pérez. En las áreas rurales del centro ysur del país (en las regiones andinas), estallaron violen-tas luchas entre seguidores de uno y otro partido atizadaspor la creciente participación de la Policía (denomina-da PoPol -Policía Política- por la oposición) en favor delas huestes conservadoras. Estas acciones dejaron 14.000muertos ya en 1947. Sin embargo el verdadero punto deno retorno en la confrontación llegaría poco después.[16]

El 9 de abril de 1948, fue asesinado en Bogotá el jefeliberal Jorge Eliécer Gaitán. Aún cuando el magnicidiono tuvo aparentemente un móvil político partidista, es-te crimen generó un cruento levantamiento popular en lacapital, conocido como el Bogotazo; si bien la violenciase extendió ese día a gran parte del país. Al menos 3500personas murieron en los combates que se extendieronpor una semana. No obstante, el gobierno de Ospina Pé-rez logró aplastar la revuelta y el primer mandatario cul-mino su periodo en 1950. Si bien en un principio acce-dió a establecer un gobierno de coalición, el intento delpartido liberal por juzgar al presidente en el parlamentolo decidió a declarar el Estado de sitio y a asumir pode-res dictatoriales.[17] En consecuencia para las eleccionespresidenciales de 1950, el partido Liberal alegando faltade garantías, no presentó su candidato.[17] Esto facilitó eltriunfo del partido Conservador en cabeza de LaureanoGómez, quien continuó y profundizó la política de segu-ridad de su antecesor frente a la violencia partidista,[17]política que no contemplaba negociar con los rebeldes yclaramente se orientaba hacia una verdadera guerra deexterminio contra sus contradictores políticos.La política de represión a ultranza provoco la confor-mación de guerrillas liberales para oponerse al autori-tarismo del gobierno conservador.[18] Además de dichasagrupaciones -que operaban principalmente en los LlanosOrientales, sur del Tolima, Sumapaz, Magdalena mediosantandereano y Antioquia-, en varias regiones se confor-maron grupos armados irregulares, tanto por parte de sec-tores afines al gobierno (pájaros y contraguerrillas) comopor los miembros del Partido Comunista. La fuerza ad-quirida por estos grupos insurgentes, quedó de manifies-to el 12 de julio de 1952, cuando las cuadrillas del Llanoal mando de Guadalupe Salcedo, emboscaron a una co-lumna de 100 efectivos del Ejército en El Turpial (PuertoLopez, Meta) y dieron de baja a 96 soldados. [19][20] Elfracaso de las políticas oficiales, la agudización del con-flicto que derivaba hacia una completa guerra civil y la

desconfianza que inspiraban las actitudes personales deun Gómez proclive al fascismo , llevaron a que este per-diera buena parte del apoyo del establecimiento, y a queen junio de 1953 el Ejército colombiano secundado porla clase política tradicional, le propinara un golpe de es-tado. El poder fue asumido por el general Gustavo RojasPinilla.[3]

Inmediatamente Rojas Pinilla buscó un acercamiento conlos líderes de las guerrillas liberales garantizándoles unaamnistía parcial.[3] La mayoría se acogió a los términosde la misma y se desmovilizó en agosto de 1953, des-activando la aguda situación de Violencia. Sin embargo,el asesinato de varios de los líderes insurgentes amnistia-dos y el incumplimiento de las promesas oficiales, suma-do al hostigamiento sistemático que sufrieron las áreascomunistas, contribuyó a que en breve plazo muchas delas cuadrillas subversivas se rearmaran (excepto las llane-ras) y volvieran a combatir contra el gobierno, si bien estasegunda insurgencia estaba dirigida claramente contra elEstado y no tenía ya móviles partidistas. En todo caso fuemucho más limitada y se concentró en el sur del Tolimay las regiones cafeteras (Viejo Caldas, Valle y norte delTolima), zonas que además se vieron sometidas a la vio-lencia terrorista de los denominados “Pájaros”, que esta-ban al servicio de los terratenientes conservadores. Fuedurante este periodo en el que las Autodefensas campe-sinas del Partido comunista, perseguidas ferozmente porel Ejercito Nacional en el centro del país (lo que desato lallamada Guerra de Villarrica entre noviembre de 1954 yjunio de 1955) debieron replegarse desde el Sumapaz to-limense hacia 4 pequeños enclaves en la cordillera centraly oriental.En todo caso la dirigencia tradicional del estamento bi-partidista, preocupada por la veleidades populistas de Ro-jas Pinilla -quien ademas pretendía extender su mandatopor 4 años más- promovió apoyada en las clases popula-res opuestas al régimen militar, un paro nacional en mayode 1957. Sin el apoyo incondicional del Ejército, que leretiro su beneplácito en el último momento, el Tenien-te General tuvo que renunciar a la presidencia el 10 demayo. El poder fue asumido entonces por una junta mili-tar de transición mientras se reanudaba el sistema políticodemocrático tradicional colombiano. Se calcula que apro-ximadamente 300.000 personas fueron asesinadas,[21] ymás de dos millones de colombianos debieron huir delcampo hacia las ciudades durante La Violencia.[3]

Los líderes de los partidos Liberal y Conservador final-mente acordaron que durante un nuevo período de tran-sición iniciado en 1958, y que se extendería por los pró-ximos cuatro períodos presidenciales (16 años), ambasagrupaciones se alternarían en el poder. Éste sistema sedenominó el Frente Nacional, y fue concebido como unaforma de concluir la violencia política bipartidista de losaños 50.Si bien el Frente Nacional logró cumplir ese objetivo, conel tiempo también se hizo claro que las esperanzas de

Page 3: Conflicto Armado Interno en Colombia

2.2 Repúblicas independientes 3

cambio que la paz había traído a la población campesi-na habían sido defraudadas. Y además que en la practicael Frente Nacional obstaculizaba la posibilidad de parti-cipación de grupos políticos distintos a los partidos tra-dicionales.

2 El conflicto durante el Frente Na-cional

Pronto el descontento de los campesinos que habían vistodefraudadas sus esperanzas en el acuerdo bipartidista de1958, fue asumido en parte por los denominados “Ban-doleros” y del otro por los proyectos políticos revolucio-narios emergentes. En efecto, la paz no vino acompañadapor reformas de fondo en el agro o por la reparación a lasmillones de víctimas despojadas en la gran Violencia, loque generaría una profunda desilucion dentro de la po-blación campesina, que buscaría entonces en las medidasde hecho su forma de expresión y la manera de hacerseescuchar. Igualmente el reparto a dedo de los puestos bu-rocráticos entre los 2 partidos tradicionales y la cerrazóna nuevas alternativas y propuestas que no fueran del ofi-cialismo bipartidista, se convirtieron en el caldo de culti-vo de nuevos conflictos. Los temores propios de la guerrafría, y la idea de que la revolución cubana se acabaríaextendiendo por todo el continente, hicieron el resto. Enefecto desde Norteamérica se promociono la denomina-da Doctrina de Seguridad Nacional, un concepto utili-zado para definir ciertas acciones de la política exteriorestadounidense tendientes a que las fuerzas armadas delos países latinoamericanos modificaran su misión paradedicarse con exclusividad a garantizar el orden interno,con el fin de combatir aquellas ideologías, organizacio-nes o movimientos que, dentro de cada país, pudieranfavorecer o apoyar al comunismo en el contexto del en-frentamiento ideológico con la URSS. El entrenamientobrindado a los distintos ejércitos latinoamericanos en tác-ticas de contrainsurgencia en la Escuela de las Américasen Panamá, es uno de los episodios ilustrativos de estefenomeno.[22][23][24][25]

2.1 Nuevas resistencias armadas

En este contexto una de los primeras organizaciones quedieron forma a la lucha armada fue elMovimiento ObreroEstudiantil Campesino MOEC, confluencia de estudian-tes e inconformes que habían participado en las agitacio-nes estudiantiles de 1958 y 1959, y de intelectuales y exmiembros del partido comunista, quienes habían adelan-tado fuertes críticas a sus dirigentes, en el marco del entu-siasmo provocado por la Revolución cubana.[cita requerida]

El 20 de julio de 1960 se celebró en Cali el primer con-greso del MOEC, en el que también participaron exgue-rrilleros liberales y combatientes contra el régimen mi-litar. El congreso se sumió en un debate sobre la insu-

rrección armada contra la oligarquía, sin el apoyo de or-ganizaciones políticas partidistas que pudieran acceder alpueblo y convocarlo a la revolución. La línea radical, conel líder estudiantil Antonio Larrota al frente trataría deabrir focos guerrilleros en Tacueyo, norte del Cauca (ma-yo de 1961) y en Santa Rita, Vichada (julio - diciembrede 1961) -donde actuó el médico Tulio Bayer- pero fuerápidamente derrotada. El mismo Larrota fue asesinadopor el jefe de cuadrilla con el que se había aliado. Otraexperiencia temprana fue la de Roberto González “PedroBrincos”, guerrillero liberal calificado por el Frente Na-cional como “Bandolero”, que organizó un Ejército Re-volucionario de Colombia ERC, que sería aniquilado enTurbo (Antioquia) en octubre de 1961.[cita requerida]

También fue protagonista de estas nuevas resistenciasarmadas el Frente Unido de Acción Revolucionaria(FUAR), fundado en 1962 por Luis Emiro Valencia yGloria Gaitán, quienes profundamente influenciados porla revolución cubana, trataron sin éxito de impulsar unproyecto de insurrección armada. Al mismo tiempo, en1962, surgió en el llamado Territorio Vásquez (Magda-lena medio) un nuevo foco guerrillero, por iniciativa deFederico Arango Fonnegra, un ingeniero que había es-tudiado en los Estados Unidos. La incipiente organiza-ción irregular fue rápidamente aniquilada, pues despuésdel 15 de septiembre de 1963, fecha en que su líder fue-ra acribillado desde un helicóptero del Ejercito, el grupose disolvió.[26]En su conjunto, estas primeras organiza-ciones habían partido de la convicción de estar viviendoen Colombia unas condiciones pre-revolucionarias que elmovimiento armado podía recoger, sin contar con el apo-yo de bases sociales organizadas ni partidos.[cita requerida]

2.2 Repúblicas independientes

La caída del Dictador Gustavo Rojas Pinilla en mayo de1957 y la llegada al poder del Frente Nacional en agos-to de 1958, acrecentaron las esperanzas de paz en todoel país. Muchas de las cuadrillas liberales que quedabanactivas se desarmaron y pactaron la paz con la adminis-tración de Lleras Camargo en virtud de un plan de rehabi-litación, pero a su vez otras bandas de combatientes, anteel incumplimiento de las promesas oficiales, y el asesinatoy persecución de que fueron objeto varios de sus lideres -sumado al patrocinio soterrado de algunos terratenientesque buscaban proteger sus territorios-, se constituyeronen los famosos bandoleros, que devastaron buena partedel centro del país entre finales de la década de los 50 yprincipios de los 60. Habiendo perdido para las elites sucarácter político -pues los dos partidos habían pactado lapaz- en lo sucesivo fueron considerados simples crimina-les comunes, bandoleros desadaptados a la vida civil.El otro factor de violencia en ese periodo las denominadasAutodefensas Campesinas, adscritas al partido comunistay replegadas a 4 pequeños enclaves -dos en la cordilleracentral, Marquetalia y Riochiquito, dos en la cordilleraoriental, El Pato y Guayabero-, optaron por cesar sus ac-

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4 2 EL CONFLICTO DURANTE EL FRENTE NACIONAL

ciones militares (de finales de 1957 a principios de 1960),pero no entregaron las armas, desconfiando de las inten-ciones del gobierno. En efecto uniformados de las guar-niciones rurales y muchos antiguos guerrilleros liberalesal servicio de terratenientes locales ansiosos por ocuparnuevas tierras, empezaron a hostigar a las autodefensas,dando muerte a muchos de los cabecillas amnistiados oque se hallaban inactivos. El 11 de enero de 1960 fueasesinado en las calles de Gaitana (Tolima) el principalcomandante comunista de la época Jacobo Prías Alape.La lucha se reactivó entonces en torno a los enclaves delas autodefensas campesinas en el sur del Tolima, que es-taban al mando del temido “Tirofijo”. En este contexto,en respuesta a la difícil encrucijada y al acoso de las auto-ridades, se celebró en el mes de junio de 1961 y en el másriguroso secreto el IX Congreso del Partido Comunista,que aprobó por primera vez la tesis de combinar todas lasformas de lucha.Meses más tarde el senador conservador Álvaro GómezHurtado, comenzó a denunciar ante el congreso de la Re-pública, la existencia de unas llamadas repúblicas inde-pendientes al interior de Colombia: El Pato, Sumapaz,Riochiquito, la región del Ariari y la intendencia del Vi-chada, (esta última debido a los intentos del MOEC decrear en la zona un foco guerrillero); zonas que según élse hallaban por fuera de la soberanía nacional y bajo elcontrol de los comunistas instruidos desde Moscú.En unaintervención ante el parlamento efectuada el 25 de octu-bre de 1961 señalo:

"...Hay en este país una serie de repúblicasindependientes que no reconocen la soberaníadel Estado Colombiano, donde el EjércitoColombiano no puede entrar, donde se le diceque su presencia es nefanda, que ahuyenta alpueblo, o a los habitantes... Hay la RepúblicaIndependiente de Sumapaz. Hay la RepúblicaIndependiente de Planadas, la de Río chiquito,la de este bandolero que se llama Richard yahora, tenemos el nacimiento de...la RepúblicaIndependiente de Vichada”.Alvaro Gomez Hurtado.

Ya en enero de 1962, durisimos combates enfrentarona las Autodefensas campesinas de Tirofijo con efectivosdel Ejercito Nacional en Marquetalia, sur del Tolima. Lastropas del gobierno se retirarían luego de varias jornadasde lucha, pero el conflicto continuaría abierto.[27]

2.3 La pacificación de Valencia

La llegada a la presidencia del conservador, GuillermoLeón Valencia en agosto de 1962, será el inicio de unesfuerzo masivo por alcanzar la “Pacificación” total delterritorio nacional, y cerrar así de una vez por todas el

capítulo de la violencia política. En tres años los principa-les cabecillas del Bandolerismo (Efraín González, JacintoCruz Usma “Sangre negra”,WilliamAranguren “Desqui-te”, Teófilo Rojas “Chispas”), fueron dados de baja trasuna ardua cacería y tomadas las Repúblicas Independien-tes. La guerra contra estas últimas se llevó a cabo ba-jo la presión de la clase política tradicional, recelosa delcontagio comunista y de los efectos que pudiera tener larevolución cubana en el país, y del gobierno norteame-ricano, ansioso por apagar el incendio revolucionario enLatinoamérica.[cita requerida]

Soldados del Ejercito Nacional de Colombia en medio de unoperativo contra los bandoleros del norte del Tolima. Marzo de1963.

Soldados del Ejercito Nacional de Colombia combaten contra elbandolero conservador Efrain Gonzalez, en una casa del barrioSan Jose en el sur de la ciudad de Bogota

Enmarcado dentro de la Doctrina de seguridad Nacionaly del famoso plan LASO (Latin American Security Ope-ration, un conjunto de operaciones psicológicas, preven-tivas, ofensivas y destructivas concebidas por los aseso-res contra-insurgentes de EE.UU para evitar la disemina-ción del comunismo), el Ministro de Defensa, el GeneralAlberto Ruiz Novoa, un veterano de Corea y prestigio-so militar, había diseñado un certero plan para someterlas regiones bajo control de las Autodefensas campesi-nas al arbitrio de la Constitución colombiana. Mientras

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2.3 La pacificación de Valencia 5

en el Sumapaz se evito la lucha frontal y el movimien-to fue decapitado liquidando sus líderes, la confrontaciónfue abierta en los demás frentes. Los hostigamientos con-tinuaron por meses, inicialmente en la cordillera centralcontra los rebeldes de Marquetalia: el 29 de diciembre de1963 entre Planadas y Gaitania los comunistas emboscanuna columna de abastecimiento dando muerte a 5 solda-dos y en marzo del 64 derriban un avión de Aerotaxi.Cuando un piloto y un capitán del ejército tratan de res-catar los cadáveres, son asesinados. Las últimas accionesprecipitaron la ofensiva de castigo que se preveía será la“final”.[cita requerida]

El General Gabriel Rebéiz Pizarro, Comandante de lasFF.MM, y el firmante de la directiva operacional que au-torizaba la ofensiva contra el núcleo comunista de Mar-quetalia, había advertido que las regiones en las cuales ha-bría intervención estatal “deberían recibir una decidida yrápida acción del INCORA y otras entidades del Estadocon el fin de resolver problemas urgentes” que apremia-ban a la población civil de la zona. Sin embargo, sus reco-mendaciones quedaron en el aire y la solución se decantópor la vía militar. La avanzada quedo bajo responsabili-dad del coronel Hernando Currea Cubides, Comandantede la VI Brigada en Ibagué. Con tropas especializadasen contrainsurgencia, grupos de inteligencia y aviones decombate, se dispone de tres batallones para asegurar todael área.[cita requerida]

A mediados de mayo de 1964 se lanza la Operación So-beranía: 2400 soldados (varios cientos del Batallón Co-lombia) avanzan sobre el altiplano de Atá e Iquira, en elsur del Tolima, y hacen un primer contacto armado conlos rebeldes el 27. Sin embargo, no logran penetrar en lazona, y es entonces cuando las tropas del teniente coro-nel José Joaquín Matallana asaltan con 4 helicópteros elnudo montañoso y lo ocupan rápidamente el 14 de ju-nio (a costa de 2 muertos y 14 heridos)[28], mientras loscomunistas en un número aproximado de 48 y divididosen 3 columnas (lideradas respectivamente por Isauro Yo-sa “Mayor Lister”, “Tirofijo”, e Isaías Pardo “SargentoTula”), escapan y se refugian en Riochiquito, controladopor Ciro Trujillo. El 18 de junio caen en combate 4 uni-formados al explotar una poderosa mina artesanal[29] y el22 se asegura toda la zona. Durante los enfrentamientosque siguen a su retirada de Marquetalia, muere a manosdel Ejército Isaías Pardo, uno de los dirigentes más cer-canos a Manuel Marulanda. Posteriormente, las FARCinteresadas en erigir su mito fundacional, magnificaranlos hechos elevando a 16.000 los atacantes.[30]

Desde Riochiquito se formularía el famoso Programaagrario de los guerrilleros en julio de 1964 y más tarde enmedio de la 1 conferencia se constituiría el Bloque Sur,con Pedro Antonio Marín alias Manuel Marulanda Vélezo Tirofijo como primer comandante, Ciro Trujillo Cas-taño alias Mayor Ciro como su segundo y Luis AlbertoMorante, Jacobo Arenas como ideólogo y enlace con elPartido Comunista. Entre otros jefes de cuadrilla se ha-llaban, Rigoberto Lozada “Joselo”, Jaime Guaracas, Ja-

nuario Valero “Oscar Reyes”, Noel Matta Matta “EfrainGuzman” y Jose de Jesus Rivas “Mayor Cartagena”. El17 de marzo de 1965, una columna de al menos 140 sub-versivos se tomó la población de Inza (Cauca), matandoen la incursión a 16 personas (incluyendo al alcalde de lalocalidad y a 2 monjas). Pero la ofensiva gubernamentalcontinuo sin tregua y se extendio a la cordillera oriental: 8días después, el 25 de marzo, El Pato en el Huila, fue so-metido por las fuerzas militares.[31][32]Seria sin embargo,con la caída del enclave de Riochiquito (Cauca) el 15 deseptiembre de 1965, que el Bloque Sur se vería obligadoa abandonar definitivamente sus bases fijas y a constituir-se en guerrilla móvil. Con alrededor de 350 hombres enarmas, abrieron operaciones en el Guayabero, El Pato,Natagaima y Chaparral. A finales de 1965 y tras sufrircuantiosas bajas (75 muertos en 18 meses de operacio-nes) el Ejército aseguro del área de las denominadas Re-públicas independientes, mientras el Bloque Sur se reple-gaba al piedemonte amazónico y el páramo del Sumapaz(sobre la cordillera oriental). Tras una segunda conferen-cia que culmino el 5 de mayo de 1966, esta organizacióntomo el nombre de Fuerzas Armadas Revolucionarias deColombia, FARC. Además, adoptaron sus primeros esta-tutos, un reglamento interno, un régimen disciplinario ylas normas de comando; acogieron un plan militar nacio-nal y afirmaron que iniciaban una lucha prolongada porla toma del poder. Tres meses después, el 19 de agosto,mientras las tropas del gobierno continuaban con las ope-raciones de búsqueda en la cordillera oriental, miembrosde las FARC emboscaron a tropas del Batallón Tenerifeen el cañón de San miguel entre San Antonio y vegalarga(Huila). Allí cayeron muertos el capitán Farid LondoñoCalle, dos suboficiales y 12 soldados mas.[33]

Sin embargo, luego de este ataque pasarían varios me-ses sin indicios de actividad rebelde hasta principios de1967.[34] El 3 de marzo de ese año, en “La perdiz” zonarural de Algeciras (Huila) -ya en límites con el Caquetá-,las FARC, dieron su primer gran golpe contra las tropasdel gobierno, cuando fue emboscada por al menos 50 irre-gulares una patrulla del Batallón Boyacá. Dos suboficia-les y 14 soldados murieron, mientras que gran cantidadde material de guerra fue incautado.[35]El ataque causoconsternación en los medios de comunicación, ya que laopinión pública estaba segura de que después de la Ope-ración Soberanía, “la pesadilla había terminado”.[36] Nopodían estar mas errados, puesto que al mismo tiempo,Ciro Trujillo, el segundo comandante de la organización,avanzaba hacia el norte del Valle y el departamento deQuindio, donde entraría en alianza con el temido bando-lero liberal Conrado Salazar alias “Zarpazo”.[37][38]

Sin embargo, el crecimiento del nuevo movimiento hasta1978 fue bastante limitado y para mediados de los 70 solotenían unos 900 hombres en armas. Para ese momento yase habían delimitado los principales 4 núcleos de expan-sión de las Farc, al que se sumaria un quinto para finalesde esa misma década: el primero en las selvas del sur, Me-ta, Huila y Sumapaz; el segundo en el norte del Cauca, sur

Page 6: Conflicto Armado Interno en Colombia

6 2 EL CONFLICTO DURANTE EL FRENTE NACIONAL

de Tolima y Valle; el tercero en el Magdalena Medio: elcuarto en Uraba; y el último en Arauca.[cita requerida]

2.4 Nacen el ELN y el EPL

Las consecuencias de la revolución cubana y de la efer-vescencia “revolucionaria” que vivía Latinoamérica, nodejaron de hacerse sentir en Colombia. Mientras lasFARC tenían su génesis en las secuelas generadas por laviolencia partidista de los años cincuenta, el ELN lo ten-dría en la experiencia castrista.[cita requerida]

Un grupo de jóvenes que al mando de Fabio Vásquez Cas-taño habían recibido entrenamiento militar en Cuba, re-gresaron al país y constituyeron la “Brigada pro libera-ción Jose Antonio Galán”, con el objetivo declarado dehacer la revolución en Colombia. Decidieron centrar suactuación en Santander, donde la situación originada porlas huelgas petroleras era difícil; y aprovechando los res-tos de las antiguas guerrillas liberales, conformaron enSan Vicente de Chucuri un primer foco insurgente. En elcerro de Los Andes donde se concentraban para recibirentrenamiento tomaron el nombre de Ejército de Libe-ración Nacional (ELN) el 4 de julio de 1964, pero seríasolo seis meses después que el movimiento se hizo pú-blico, cuando el 7 de enero de 1965, 22 guerrilleros setomaron Simacota y mataron a 5 uniformados y un civil.El pronto enrolamiento en sus filas del sacerdote católi-co Camilo Torres Restrepo, defensor de la Teología de laliberación al interior de la Iglesia y jefe del Movimientopolítico Frente Unido, le daría gran popularidad al gruposubversivo.[39]

El EPL por su lado, se origino a partir de la escisióndel partido comunista, acusado de revisionista por sec-tores que lo tildaban de ser un movimiento “burgués” al“esperar la revolución” y no generarla. Así fue como en1965 Pedro Hernando Vásquez Rendón, fundo el Parti-do comunista colombiano Marxista-Leninista, del que elEjército Popular de Liberación (EPL) se constituiría enbrazo armado. Sus dirigentes decidieron abrir operacio-nes en el noroccidente del país, en las riveras de los ríosSinu y San Jorge, y conformaron allí su primer núcleoguerrillero (diciembre de 1967). En 1968 pasaron a laacción cuando asesinaron a Orlando Marchena, un ha-cendado de la región.[cita requerida]

2.5 La reforma agraria de Lleras

Una de las formas de aliviar el pesado lastre de la Vio-lencia bipartidista era fortalecer la economía campesina,para restarles fuerza a los enfrentamientos sociales quegeneraba la mala distribución dela tierra y al mismo tiem-po frenar la migración campo-ciudad. Esta política fueconcretada por Carlos Lleras Restrepo, quien intento im-primir una dinámica más efectiva a la reforma agraria ya la supresión del latifundio improductivo, ambas medi-das contempladas con escaso interés desde principios de

la década del 60.[cita requerida]

Uniformado del Ejercito Nacional en 1971

En este contexto uno de los mayores impulsos que reci-bió la reforma agraria de Lleras, fue posibilitar la organi-zación del movimiento campesino para de un lado agili-zar y multiplicar los servicios del Estado en lo que teníaque ver con la reforma, y del otro convertirse en un ins-trumento que frenara las exigencias delos terratenientesdescontentos con el planteamiento de suprimir los lati-fundios improductivos. Para tal efecto, el decreto 755 de1967, legalizo la Asociación Nacional de Usuarios Cam-pesinos (ANUC) y las Asociaciones locales de usuarios.La primera fue un eficaz instrumento de organizacióncampesina que ejerció presión sobre la tierra, constitu-yéndose durante este gobierno en una importante fuerzasocial. Por su parte las Asociaciones locales de usuariosbuscaban que el trabajador del campo participara en losdiferentes organismos administrativos agrícolas, como elINCORA. En 1970 cuando se reunió el primer congre-so de la ANUC, existían cerca de 500 de estas organiza-ciones. El problema para el gobierno vino cuando estasagrupaciones se salieron del redil partidista y se politiza-ron con corrientes de izquierda, incluso ilegal (sobre tododel EPL en el norte del país). Comenzaron a presionar alINCORA para que iniciara la expropiación de tierras cul-tivadas y se abandonara la tradicional negociación, ade-más de las indemnizaciones. Esto convirtió a la reformaagraria en un problema político y sin dejar de recurrir ala represión, se trató por las vías legales de restarle podera las organizaciones campesinas.[cita requerida]

Además de la creación de la ANUC, el gobierno de Lle-ras busco fortalecer la débil redistribución de la tierra.Pero la inestabilidad económica y la necesidad de am-pliar el mercado interno para la industria, siguieron fa-voreciendo la gran propiedad. Para finales de la décadadel 60 apenas 3263 hectáreas habían sido expropiadasen 27 procesos y de las 935.000 familias con necesida-des de adjudicación cuantificadas por el INCORA, solo5000 salieron beneficiadas. En estas proporciones la re-forma agraria había sido tenue y prácticamente nula. El

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2.6 Evolución de las guerrillas desde 1966 hasta 1974 7

mismo ministro de agricultura Armando Samper decla-ro: “los cambios y realizaciones logrados durante el pre-sente periodo (1966-1970) en materia de parcelaciones ytitulación de tierras, resultan modestos ante la magnituddel problema”.Al final más que reforma agraria, hubo fueuna masiva titulación de baldíos, cerca de tres millones dehectáreas.[cita requerida]

En todo caso la ANUC siguió liderando el proceso en losprimeros años de la década del 70, por medio de nuevasformas de lucha. El movimiento campesino llevo a cabomás de 2000 invasiones de predios de terratenientes a lolargo de todo el territorio nacional en ese periodo. Todoello espoleado por el estancamiento del proceso de refor-ma agraria bajo la administración de Misael Pastrana Bo-rrero, sumado al hecho de que este favoreció a los grandeslatifundistas y relego aun segundo plano a la ANUC y lospequeños campesinos en los acuerdos sobre el agro (Pac-to de Chicoral, 1972).[cita requerida]

La reforma agraria termino así en un fracaso y cualquiersolución de fondo sobre el problema de las tierras en Co-lombia quedo definitivamente aplazada. El conflicto seagravaría entonces.

2.6 Evolución de las guerrillas desde 1966hasta 1974

Hasta cierto punto las diferentes guerrillas, las FARC, elELN y el EPL, fracasaron en llevar a cabo sus planes deinsurrección general y más bien fueron duramente gol-peadas. Sus principales núcleos en las selvas del sur, Cau-ca, Sur de Tolima, Magdalena Medio y en los ríos Sinuy san Jorge, no les permitían acceder a grandes recursosni hostigar seriamente al Gobierno y las Fuerza Arma-das. Estas últimas encontrarían en generales como Álva-ro Valencia Tovar y Jose Joaquin Matallana, unos hábilesestrategas contraguerrilleros, capaces de golpear a la sub-versión combinando la fuerza bruta con la mano tendida(las denominadas operaciones cívico-militares).Los golpes se sucedieron. El 15 de febrero de 1966, Ca-milo Torres sacerdote y político que se había unido alELN, murió junto a 5 guerrilleros en Patio Cemento(Santander) al intentar emboscar al Ejército. Un año mástarde cuando hombres de las FARC se arriesgaron a ope-rar en el norte del Valle y Quindío, el movimiento sufrióun fuerte descalabro a manos de las tropas regulares. Des-pués de atacar a unidades del Batallón Vencedores en zo-na rural de Cartago (Valle) el 27 de marzo de 1967 (conun saldo de 8 muertos), el Ejercito contraataco y liquidoa buena parte de la fuerza insurgente. Al menos 30 gue-rrilleros murieron o fueron capturados (incluyendo al co-mandante Cesáreo Bahamon alias “Arrayanales”), mien-tras el resto de la columna se replegaba, dejando sobre elterreno gran cantidad de armamento.[40]Ciro Trujillo, elcomandante responsable de la derrota, sería abatido unaño después, el 5 de octubre de 1968 cuando pretendíaabrir un nuevo frente en Aquitania, Boyacá. Mas tarde, el

14 de abril de 1970, seria detenido Januario Valero alias“Oscar Reyes” otro de los comandantes de las FARC.[41]No obstante, esos años de repliegue brindarían a la guerri-lla marxista, grandes oportunidades. En las selvas del surlejos de los principales núcleos de poder, se implantaroncon facilidad entre los colonos recién llegados a la zona yse constituyeron en la autoridad de facto de estas regio-nes. La población campesina, esencialmente compuestapor hombres sin tierra o despojados de sus predios en laGran Violencia, encontraría su base de apoyo en dichogrupo ante la ausencia total del Estado en la periferia. Elproceso llevo a lo que algunos llaman “Colonización ar-mada”.

Camilo Torres con estudiantes.

Agentes de DAS inspeccionan el cadáver de Ciro Trujillo Casta-ño, segundo comandante de la FARC.

Ese mismo año, el 4 de abril de 1968, el reconocido jefede la insurgencia liberal de los años 50, Dumar Aljure,quien se había negado a entregar las armas y era el amo yseñor de una amplia región de los Llanos orientales, fueabatido tras un violento combate con las fuerzas guber-namentales en el que murieron 9 rebeldes, 3 civiles y 6soldados. Respaldado por los líderes políticos de la zo-na que lo utilizaban como elemento de control social, loscambios en la administración regional lo habían puesto denuevo en la mira del gobierno. Su caída señalo el final deldenominado (por el frente nacional) “Bandolerismo”.[42]

Entonces, las operaciones se centraron en el ELN, la prin-cipal guerrilla del momento. La organización es minadadesde dentro por deserciones y conflictos internos que lecuestan la vida a varios de sus dirigentes en los llama-dos juicios revolucionarios: Víctor Medina Morón, JulioCesar Cortés y Heliodoro Ochoa son fusilados el 22 de

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8 2 EL CONFLICTO DURANTE EL FRENTE NACIONAL

marzo de 1968 por órdenes de Fabio Vásquez Castaño eljefe máximo del ELN. No obstante, en los años que si-guen logran extender su accionar a Antioquia y el sur deBolívar, donde se toman varias poblaciones y tienden nu-merosas emboscadas, la mas cruenta de ellas ocurrida el6 de agosto de 1969 en el río Guayabito cerca de Cimi-tarra (Santander), dejó un saldo de 8 soldados y 1 oficialmuertos.[43]Posteriormente, atentan contra el general Ál-varo Valencia Tovar frente al Ministerio de Defensa enBogotá el 8 de octubre de 1971. La respuesta vendrá conla operación Anori lanzada el 1 de septiembre de 1973,por fuerzas combinadas de las brigadas IV y V del Ejer-cito, al mando de los coroneles Álvaro Riveros Abella yRamón Arturo Rincón Quiñónez respectivamente. Contodos los medios al alcance, las tropas cercan y copanuna importante columna guerrillera que al mando de loshermanos de Vásquez Castaño, Manuel y Antonio se en-cuentra en el magdalena medio antioqueño. Tras un mesde combates, los destrozan totalmente dando de baja 30insurgentes y capturando un número similar. Los 2 ca-becillas son finalmente abatidos el 18 de octubre tras untiroteo a las orillas del río Porce, en la finca el Astille-ro. Es un golpe decisivo. Un mes después, en noviembrees detenido el segundo al mando, Ricardo Lara Parada,y el 20 de febrero de 1974 muere en combate, DomingoLain. Derrotado y a punto de ser juzgado por sus propioshombres, en agosto Fabio Vásquez Castaño huye del paísy se refugia en Cuba.[cita requerida]

Finalmente, el EPL también encajó una serie de durasderrotas. Solo 5 meses después de la conformación de suprimera columna armada, en mayo de 1968, el Ejérci-to emprendió una potente ofensiva que se prolongó hastaagosto del mismo año y en el curso de la cual 20 subversi-vos fueron dados de baja, incluyendo a Pedro HernandoVásquez Rendón, su principal comandante. Las continuasoperaciones de las fuerzas estatales, la organización degrupos de autodefensa con campesinos de la región, lasdivisiones internas y las deserciones impidieron la conso-lidación del EPL, que enfrentó en 1975 otra dura derrotacon la muerte de su cofundador y líder máximo PedroLeón Arboleda.La excepción a este pobre balance, lo constituirían las ac-ciones de las FARC, que en el intermedio extendieron susoperaciones militares por la zona del Uraba antioqueño ydel Carare santandereano, donde el 1 de septiembre de1970 mataron a 7 militares del batallón Ricaurte (árearural de Cimitarra, Santander). Ademas consolidaron susdominios en las estribaciones del Tolima: allí, en zonarural de Gaitania tendieron una mortal celada a unidadesdel Batallón Caicedo el 26 de septiembre de 1971, dandomuerte a 10 uniformados.[44] Tras un nuevo periodo derepliegue y aparente cese de actividades, una columna demedio centenar de guerrilleros se tomó por asalto la po-blación de Colombia (Huila), el 22 de mayo de 1973. Apartir de entonces las operaciones militares se extendie-ron durante varios meses por el norte del Cauca, sur delTolima y Huila. El 13 de octubre de 1973, en el sitio Be-

juqueros de Planadas (Tolima), las FARC matan en unaemboscada a 8 soldados y 3 civiles.[31] Sin embargo en elcontragolpe, las FF.MM. estuvieron a punto de aniquilarla comandancia del grupo guerrillero. En diciembre, lastropas cercan durante 15 días (del 4 al 17 de diciembre) auna compañía de 30 hombres que guiada personalmentepor Manuel Marulanda se movía en la región de La So-nora, en el municipio de Rió Blanco (Tolima). Empero,tras varias jornadas de combate, una vez más el astutocabecilla burlo el sitio y escapo.[31]

Sin embargo, pese a todas las victorias obtenidas por unEjercito que venia acumulando una gran experiencia enla lucha contra-insurgente, el poco interés mostrado porlas élites gobernantes –que veían el conflicto como algolejano, como una serie de emboscadas esporádicas en elfondo de una selva perdida- y el escaso apoyo material alas FF.MM. impidió que estas obtuvieran un resultado de-cisivo en su lucha contra las distintas insurgencias. A lasdificultades de un terreno quebrado y de difícil acceso, sesumo el hecho de que el esfuerzo militar se quedo redu-cido al empleo de la Infantería regular, sin la presenciade otra divisiones que pudiera brindar apoyo táctico en elcombate, como en el caso de la Armada -concentrada enlas costas- o de la Fuerza aérea que no tenia los equiposnecesarios para operar en todo el territorio. No existíatampoco una inteligencia verdaderamente articulada nicontingentes de soldados profesionales que hubiesen po-dido sostener en el tiempo las labores de contra-guerrilla.Ademas el presupuesto del renglón defensa era bastanteprecario, para las dificultades de orden publico que en-frentaba el país. Por ultimo y lo que era mas importan-te, los factores estructurales que habían dado origen alconflicto (como la tenencia de la tierra o la desigualdadsocial) estaban lejos de resolverse.[45]

2.7 Nacimiento del M-19

Para el último período oficial del Frente Nacional, el can-didato del gobierno, el conservador Misael Pastrana Bo-rrero se enfrentó al líder de la ANAPO, el General retira-do, Gustavo Rojas Pinilla. Después de una apretada cam-paña, en las elecciones del 19 de abril de 1970 Pastranaganó bajo numerosos alegatos de fraude. Esto impulsó avarios jóvenes universitarios a conformar un nuevo gruposubversivo, el Movimiento 19 de Abril.[cita requerida]

El M-19 apareció en escena el 16 de enero de 1973 co-mo respuesta “al descarado robo de las elecciones del 19de abril de 1970” y se constituyó inicialmente como unaguerrilla urbana, tras una audaz campaña de expectativaen la prensa. Su anti dogmatismo, sus acciones especta-culares y el carisma de su líder Jaime Bateman Cayonlo dieron a conocer pronto entre las masas de las ciuda-des que habían permanecido generalmente ajenas a unconflicto, que hasta ese momento afectaba solo a las zo-nas marginales del país, lejos de los principales núcleossocio-económicos de la nación. En enero de 1974 en loque seria su primer gran acto, robaron la espada de Bolí-

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9

El presidente colombiano Misael Pastrana Borrero.

var de la quinta-museo donde se encontraba en Bogotá. Elarma pasaría desde entonces a convertirse en un símbolode su lucha.[cita requerida]

2.8 Estado de sitio

Además los distintos gobiernos del Frente nacional, em-plearon continuamente la polémica figura constitucionaldel estado de sitio. Al hacer uso de ella, se suspendía lavigencia de las leyes ordinarias y se introducían decretosextraordinarios del Ejecutivo que entre otras cosas permi-tían que la autoridad militar reemplazara a la civil en loscasos concernientes al orden público. Los delitos contrael orden público fueron entonces juzgados por un tribunalmilitar según el procedimiento de los consejos verbalesde guerra. Con el tiempo, esta cuota de poder fue inva-diendo el terreno de la justicia efectiva, mediante la utili-zación de los sistemas de operación “cívico-militares” enzonas afectadas por el conflicto armado, lo que le permitíaal Ejército ejercer un control especial sobre el campesina-do de esas regiones. Estas medidas dejaron el terreno li-bre a las FF.MMpara que pudieran actuar conmayor hol-gura en las áreas rurales y cometer innumerables excesoscontra la población civil, que se vio sometida por su partea una excesiva presencia militar del Estado.[cita requerida]

La figura del estado de sitio se mantuvo con pequeñas al-ternancias vigente hasta el fin del gobierno de Julio CesarTurbay Ayala en 1982.[cita requerida]

3 Gobierno de López Michelsen

Alfonso Lopez Michelsen.

Con el amplio entusiasmo popular (voto el 58% de loselectores) que traían los recuerdos del MRL (Movimientode renovación liberal) de los años sesenta, Alfonso LópezMichelsen fue elegido a la presidencia de la república enlas votaciones de 1974. Oficialmente era el final del lla-mado frente Nacional, pacto político de los partidos tra-dicionales, el liberal y el conservador para repartirse elpoder y poner fin a la violencia política de los años cin-cuenta; pacto que le había cerrado el espacio político aterceras fuerzas, como la ANAPO, permitiendo a las gue-rrillas justificar su existencia. No obstante en la prácticala paridad en los puestos públicos se mantendría hasta elfinal del Gobierno Betancur.[cita requerida]

Con los propósitos iníciales de la concertación y de la ins-titucionalización de la democracia, bajo el lema del “nue-vo trato”, López intento realizar una mayor apertura, porun lado hacia el movimiento sindical, y por el otro inclusose propuso negociar con el ELN, que se creía se hallaba alborde de la extinción tras los duros golpes encajados en-tre 1973 y 1974. Pero la oposición de los militares -quecreían poder rematar de una sola vez el problema por lavía armada- y la renuencia de los guerrilleros a entregar-se, hizo fracasar las negociaciones. Otro propuesta seme-jante salida del seno de las propias FARC, se aborto porla misma causa.En consecuencia, las guerrillas se negaron a rendirse o adesaparecer y continuaron alzadas en armas. Lo que que-da del ELN se reorganiza bajo el mando de Nicolás Ro-dríguez Bautista “Gabino” en el sur de Bolívar y el 8 de

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10 4 GOBIERNO DE TURBAY

septiembre de 1975, protagonizan un atentado que mataal Inspector General de las FF.AA. general Ramón Artu-ro Rincón Quiñónez. Al año siguiente, se desplazaron ala serranía del Perija, que tomarían como base y cuartelgeneral desde ese momento. Así mismo convirtieron lafrontera de Venezuela en punto de apoyo y abrieron ope-raciones en los departamentos de Cesar, Norte de Santan-der y Arauca, donde empezó a gestarse el frente DomingoLaín.[cita requerida]

En ese momento precisamente, pese a las promesas deconvertir a Colombia en el Japón de Latinoamérica, y a lamisma bonanza económica que vivía el país (gracias a losaltos precios del café, y ya a los raudales de dinero que en-traba con el tráfico de cocaína), las clases medias y bajasvieron defraudadas sus esperanzas en el Gobierno López:un creciente deterioro del poder adquisitivo afecto a lostrabajadores, la inflación se salió de cause, y una fuerterecesión afecto los sectores no cafeteros de la economíadesde 1975 hasta 1977. Como respuesta a esta difícil si-tuación, a partir de 1975, se dio un aumento inusitado enlos conflictos laborales. José Raquel mercado, dirigentede la unión sindical CTC, fue secuestrado y muerto porla guerrilla delM-19, acusado de “traicionar las clases po-pulares” en abril de 1976. La CSTCmás radical y con unamayor influencia comunista en sus filas se fortaleció. Sedeclaro entonces la emergencia económica y se aumen-taron las facultades de los militares con Abraham VarónValencia a la cabeza del Ministerio de defensa.[cita requerida]

3.1 El paro cívico nacional

La difícil situación económica y el inconformismo de lasclases populares y medias con el crecimiento de las tasasde inflación y el deterioro de la distribución del ingreso,más la evidencia con las distintas bonanzas de que si ha-bía plata en Colombia, llevó a las centrales sindicales aproclamar el paro cívico nacional del 14 de septiembrede 1977. El gobierno que no vio más que subversión en laprotesta, lo reprimió con dureza y en los enfrentamientoscon la fuerza pública, murieron 22 personas. Fue el puntode quiebre. La población vio que le era negado hasta elderecho a la protesta, y perdió la confianza en sus insti-tuciones, que no representaban los anhelos del grueso dela sociedad. Las guerrillas aprovecharon entonces la co-yuntura y se relanzaron ante la sociedad con una nuevaimagen, como la de los auténticos delegados del pueblo.Su lucha que hasta el momento no había logrado despegarlimitándose a las zonas periféricas de la nación, toma unnuevo aire: la insurgencia creyó hallarse a las puertas deuna situación pre-revolucionaria y se movilizo para ello.A partir de ese momento, las fuerzas irregulares urbanastoman un mayor protagonismo con el M-19 y el ADO,aunque también las Farc y el ELN reclutan milicianos yexpanden su influencia por nuevos territorios. Una gene-ración completa salida de las universidades cree que elpaís también tomara el rumbo de las naciones del conosur, la dictadura militar, y se enrola en la insurgencia. La

ofensiva anti-popular de la última parte del periodo Ló-pez, no hace más que ensanchar la brecha entre ambasposiciones.[cita requerida]

4 Gobierno de Turbay

El presidente Julio Cesar Turbay jurando su cargo ante el senado.

Para las elecciones presidenciales de 1978, en medio deuna abstención electoral bastante alta (solo vota el 45%de la población con capacidad para hacerlo), sale elegidoJulio Cesar TurbayAyala. En base a los rumores alarman-tes que le llegaban sobre el crecimiento de las guerrillas yen respuesta a una carta de la oficialidad del Ejército fir-mada el 17 de diciembre de 1977, en la que reclamabanmayores poderes, Turbay expidió amparado en el Estadode Sitio, el 6 de septiembre de 1978 el polémico Estatutode seguridad. Se limitaron las libertades de expresión ymovilización, se amplio el marco del código penal mili-tar sobre los civiles y se consagró la violación del HabeasCorpus. Cuando días después, fue asesinado por el ADO,el ex ministro de Gobierno, Rafael Pardo Buelvas, fuedesempolvado el artículo 28 de la constitución de 1886,que permitía la detención hasta por 10 días de personassospechosas de alterar el orden público.[cita requerida]

Se vino una ofensiva durísima contra los sindicatos, con-tinuando el esfuerzo iniciado por López. Las centralesobreras fueron cooptadas, sus líderes represaliados y elmovimiento quedó decisivamente debilitado. Además ta-les recursos jurídicos, facilitaron los excesos de la fuerzapública, al permitirles realizar detenciones arbitrarias yprolongadas, interrogatorios con torturas y procesos mi-litares sin garantías de defensa.[cita requerida]

4.1 Auge guerrillero

Las guerrillas maduraron y entre 1978- 1980, el EPL,el ADO y el M-19, constituyeron numerosas milicias enlos núcleos urbanos más importantes. Pero serían los gol-pes de este ultimo los que pondrían fin al aislamiento deuna insurgencia relegada hasta ahora a la periferia y lapresentaría como un verdadero actor político. Su anti-dogmatismo que los enfrentaba a la intransigencia ideo-lógica de la izquierda tradicional y la astucia de su jefe

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4.2 Cambio de rumbo y final de la administración Turbay 11

Jaime Bateman Cayon, los hicieron un fenómeno públi-co. El 31 de diciembre de 1978, los miembros de dichaorganización ingresaron por un túnel al cantón Norte enBogotá y robaron 5000 armas, humillando al Ejército. Es-te tocado en lo más profundo, desencadenó una fuertecontraofensiva y gracias a las deficiencias organizativasdel grupo, les infligió duras derrotas, al desarticular va-rias de sus redes.[cita requerida] No obstante en febrero de1980, nuevamente el M-19, en un otro golpe de manoocupó la residencia de la embajada dominicana en la ca-pital y secuestró a 15 diplomáticos. 67 días después, trasarduas negociaciones con los rebeldes, estos viajaron aCuba con algunos de los rehenes y allí los liberaron, dan-do fin a la toma. Después de permanecer maniatado de-bido a la presión internacional, el Ejército reaccionó contodo y para mediados del mismo año había desbaratadola mayoría de las milicias urbanas del M-19 y captura-do a sus principales dirigentes, obligándolo a replegarsea las áreas rurales del sur del país: Caquetá, Huila, Ura-ba y Cauca inicialmente. Los enfrentamientos armados sedesplazaron hacia esas zonas y se hicieron cada vez másfuertes y costosos; y en efecto grandes contingentes detropa fueron desplazados hacia las selvas del surorientedesde 1981. [cita requerida]

Unidades de un Batallón de Policía Militar rodean la embajadade la República Dominicana en Bogota, luego de que el M-19 sela tomara en febrero de 1980.

Almismo tiempo, las FARCmultiplicaron sus frentes pa-sando de 6 en 1978 a 27 en 1982, consolidaron algunasnuevas áreas de influencia en Uraba, Arauca y Valle delCauca, y pasaron en varias zonas de la autodefensa a laofensiva. En efecto en un hecho que marcara un antes yun después en la confrontación armada, 3 columnas de laguerrilla comunista que agrupaban al menos a 100 hom-bres copan en Puerto Crevo (a orillas del rió Duda, Me-ta) a una patrulla de 20 efectivos del Ejército, el 18 deagosto de 1980. El ataque (denominado Cisne Tres porla subversión) el primero en el que una unidad completade las FF.MM. es reducida por los irregulares, terminacon 3 muertos, 3 heridos y 14 secuestrados en las filasdel gobierno.[31]Pero precisamente en el momento que lasguerrillas se extendían por la geografía nacional, el tráfi-

co de cocaína desde Perú y Bolivia (presente ya desdeprincipios de los setenta y que tenía como destino prin-cipal a EE.UU y Europa), se intensificó entrecruzándo-se con la expansión insurgente y terminó por favorecerla.Colombia se convirtió en la placa giratoria del funesto ne-gocio. Grandes zonas del sur del país, donde era práctica-mente inexistente la presencia del estado, pero en cambioera fuerte la de las Farc, se llenaron inicialmente de pis-tas clandestinas, cristalizaderos y laboratorios donde eraprocesada la coca, para más tarde hacer su aparición losllamados cultivos ilícitos. Tras un rechazo inicial a dichasactividades, los frentes presentes en la región terminaríancobrando vacunas, extorsiones y el famoso “Gramaje” alos grandes capos, a los cultivadores y a los raspachines.Ese sería el origen de la disputa con Gonzalo RodríguezGacha, a quien miembros de la guerrilla le destruyeronlaboratorios de procesamiento y le robaron cargamentosy dinero en efectivo en 1983.[46]

Tampoco, fue casualidad que cuando miembros del M-19 en Antioquia, secuestraron a Martha Nieves Ochoa,hermana de los famosos narcotraficantes y miembros delCartel de Medellín a finales de 1981, los capos reaccio-naran con todos los recursos a su alcance creando el MAS(Muerte A Secuestradores), organización que sería el ger-men del moderno Paramilitarismo en Colombia. Cadauno de ellos aportó armas, dinero y hombres, poniéndo-los a las órdenes del más activo y poderoso de los narcos,que ya entonces contaba con una fuerte organización mi-litar bajo su mando, Pablo Escobar Gaviria. Tras matara más de 200 personas en su búsqueda, entre milicianos,colaboradores y familiares de estos, Ochoa fue liberadaa principios de 1982. Pronto la organización paramili-tar, que contó con el activo respaldo de miembros de lafuerza pública, exportaría su modelo a otras regiones delpaís y pasaría de matar miembros activos de la guerrillaa políticos de izquierda. En efecto en lo que se constitu-yó en una primera prueba de la exacerbación del procesoparamilitar, entre el 4 y el 12 de agosto de 1983 en lasveredas Cañaveral y Altos de Manila del municipio deRemedios (Antioquia), 20 campesinos fueron asesinadospor una patrulla mixta de soldados (adscritos al Batallónde Infantería N° 42 “Batalla de Bombona), y civiles alservicio de Fidel Castaño Gil.[47]

4.2 Cambio de rumbo y final de la admi-nistración Turbay

A finales de 1980 el Gobierno se hallaba en crisis: la eco-nomía colapsaba y crecía la oposición de todos los sec-tores a la política de orden público y a la violación delos DD.HH. Desbaratadas las redes del M-19, una por-ción de la opinión pública manifestaba su aprobación alas propuestas de acuerdo nacional que difundían los mi-licianos desde la cárcel, no obstante, que paralelamenteponían en marcha su ofensiva más importante, la llama-da invasión por la costa Pacífica, que terminó en fracasoante la potencia de las fuerzas gubernamentales.

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12 4 GOBIERNO DE TURBAY

En efecto una columna de 150 hombres, dividida en 2grupos y entrenada por militares cubanos, ingreso por lacosta pacífica colombiana con el objetivo de abrir opera-ciones en el interior del país. El primer grupo al mandode Jose Elmer Marín, desembarco a finales de febrero enChoco, mientras que la otra agrupación compuesta por85 elementos y dirigida por Carlos Toledo Plata, lo hi-zo en la desembocadura del rio Mira cerca de Tumaco,el 4 de marzo. Sin embargo, el último grupo fue rápi-damente detectado por las fuerzas gubernamentales quepasaron de inmediato a la ofensiva. Para finales de abrilambas formaciones habían sido desbaratadas (cerca de40 muertos y 96 capturados) y los sobrevivientes huidohacia el Ecuador (entre los muertos se contaba CarmenzaCardona Londoño, alias la Chiqui quien se había dado aconocer durante la toma de la embajada Dominicana unaño atrás).[48][49]

Paralelamente y formando parte del mismo plan estraté-gico, en enero de 1981, el M-19 abría operaciones en lasselvas del sur, y 2 meses después (el 11 de marzo) se to-maba la capital de la comisaria del Putumayo, Mocoa.Pese a las victorias militares obtenidas por el gobierno,ante el acorralamiento político, la administración Turbayplanteó en marzo, una primera ley de amnistía, la ley 37,que a causa de sus múltiples restricciones fue rechazadapor las guerrillas, que a cambio atacaron nuevamente enlas selvas del sur: primero las FARC, que el 11 de juliomatan a 2 tenientes y 7 suboficiales en San Vicente delCaguan; (Caqueta)[50] y luego el M-19 que embosca a dospatrullas del Ejercito en Belen de los Andaquies -al sur delmismo departamento- asesinando a 12 militares.[51] Co-mo si fuera poco la misma organización ataca con dispa-ros de mortero la Casa de Nariño, el 20 de julio de 1981.Fracasada esta primera iniciativa y evitando comprome-terse personalmente, el presidente conformó en septiem-bre de 1981 una comisión nacional de paz, integrada por 9miembros y encabezada por Carlos Lleras Restrepo. Pe-ro aquel gesto fue desdeñado nuevamente por los insur-gentes, que prosiguieron su ofensiva. El 20 de octubre de1981, guerrilleros del M-19 secuestraron un avión de Ae-ropesca en Medellín, lo cargaron con armas en la Guajiray finalmente lo hicieron acuatizar en el río Orteguaza enlas selvas del sur. Un mes después, el 15 de noviembre,fue hundido el buque Karina, cuando pretendía ingresarun poderoso arsenal por la costa Pacífica. Mientras tantola comisión continuo con sus labores y propuso una am-nistía más funcional aceptada por el Gobierno y expedidapor el Decreto-ley 474 de 1982. Un nueva negativa comorespuesta. En consecuencia los posteriores intentos de ne-gociación con el M-19 fueron rechazados por Turbay, y lamayoría de sus miembros renunciaron entre abril y mayode 1982, siendo desmantelada poco después.[cita requerida]

Así el tema de la paz se convirtió en el centro de la cam-paña presidencial de 1982, disputada entre Belisario Be-tancur con su “paz nacional” y Alfonso López Michelsen(lanzado nuevamente a la primera magistratura) con la“paz liberal”. Se impondría la primera y para despejarle

el camino, Turbay levantó en junio el estado de sitio queregía desde mediados del periodo de López.[cita requerida]

4.3 Reorganización de las guerrillas

Luego de que las FARC celebraran sus dos primeras con-ferencias guerrilleras entre 1964 y 1966, otras cuatro másse realizaron hasta 1978. En ellas se prefiguró el encua-dramiento de los insurgentes en frentes, columnas y com-pañías móviles, se creó el estado mayor y el secretariado,y además se dictaron normas de carácter financiero. Pe-ro sería con la sexta conferencia realizada en enero de1978, que se inicia realmente el proceso acelerado decrecimiento y expansión de las Farc, con el desdobla-miento de sus frentes que pasan de 6 en ese año a 27 en1982.[cita requerida]

No obstante, fue la séptima conferencia demayo de 1982,la que marcó una ruptura. Realizada en el Guayabero(Meta) concluyó con la integración de un ejército revo-lucionario, lo que quedó consagrado agregando la siglaEP (Ejército del Pueblo) al nombre de las FARC, desdeentonces FARC-EP.[52]Además se adoptó un plan militarinmediato, situando el eje del despliegue estratégico enla Cordillera oriental tomando a Bogotá como su centro,mientras se disponía la creación de una cadena de 12 fren-tes que irían desde La Uribe hasta la frontera de Venezue-la y que permitiría aislar el sur-oriente del resto del país.Se ordenó también, duplicar el número de estructuras de27 a 48, ocupando con ellas las regiones donde la implan-tación de la organización era débil, y tomar una actitudmás ofensiva. Ya no se trataría de emboscar al enemi-go sino de buscarlo, coparlo y destruirlo. Multiplicar losataques, desgastar y desmoralizar a las fuerzas estatalesobligándolas a movilizarse constantemente. Paralizar lavida económica a base de sabotajes a la infraestructu-ra nacional. Dar por tierra con el régimen, erosionandosus bases en 8 años.[cita requerida] Aparte de estas decisionesmilitares, se tomaron disposiciones en el marco financie-ro, asignando cuotas de dinero a cada frente. Cuotas quedeberían recaudar de los grandes capitalistas y empresa-rios del país, pero también entre los grandes barones dela droga, dando instrucciones en todo caso de que no apa-reciera el nombre de la organización involucrado.[53] Loscinco años que siguieron serían de una vertiginosa expan-sión de las FARC-EP por amplios espacios del país. Elcrecimiento de frentes fue significativo en el Meta, Putu-mayo, Huila, Cundinamarca, Santander, Casanare, Nortede Santander, Sur de Bolívar, Antioquia (nordeste, BajoCauca, Uraba), Choco, Valle, Cauca, Tolima y la SierraNevada de Santa Marta. Ello le permitió al secretariadounir sus cuarteles del sur-oriente a una salida al mar porUraba.[cita requerida]

Mientras tanto, el ELN afectado por una importante ofen-siva militar en 1973 y reorganizado en la frontera con Ve-nezuela, celebró en 1983 la llamada Reunión de Héroesy Mártires de Anori. Se eligió una junta directiva de 9miembros y se nombró jefe político al sacerdote español

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5.2 Reorganización del Ejercito 13

Manuel Pérez, consolidando la estructura central del gru-po. Privilegiando la extorsión, las vacunas y los robos so-bre los sectores energéticos, mineros y agropecuarios dela economía, la fuerza insurgente obtuvo cuantiosos re-cursos financieros que le permitieron pasar de 100 hom-bres y 3 frentes en 1983 a 14 frentes y 1000 miembros en1986. Ese mismo año en una nueva asamblea nacional, seconformó el comando central -COCE- de 5 miembros yse dispuso la creación de los ”frentes de guerra” (que de-berían agrupar a los frentes de una misma región) dandoa la organización una estructura federal. Se constituyeron4 de estos frentes de guerra: el nor-oriental, norte, nor-occidental y sur-occidental, prefigurándose un quinto enel centro del país.[cita requerida]

El EPL, por su parte se rehízo bajo la férula de los herma-nos Calvo. En abril de 1980, el IX congreso del partidoMarxista-leninista rompió con las tesis maoístas, puso én-fasis en el trabajo político de masas y abrió paso a laconformación de importantes núcleos de milicias urba-nas (Bogotá, Cali y Cartagena), combinando este proce-so de desarrollo con la utilización de instrumentos legalesde lucha democrática. Desde el Noroccidente pronto susfrentes se extenderían hacia el interior de Antioquia, elEje cafetero y los santanderes.[cita requerida]

5 La administración Betancur(1982-1986)

5.1 El proceso de paz

Un soldado del Batallon Juanambu, acantonado en Florencia(Caqueta) observa el armamento decomisado a los subversivosdel M-19, luego de un ataque fallido a la ciudad. Marzo de 1984

El gobierno del “Movimiento nacional”, marco un nuevoinicio en la política estatal para el manejo del conflictoarmado, al reconocer el carácter político del fenómenoguerrillero. Es así como se abrieron conversaciones conlos grupos de “oposición armada”, dejando atrás las solu-ciones militares. El 18 de noviembre de 1982, el congresoaprobó la ley de amnistía, la ley 35, proyecto de GerardoMolina. Pese al secuestro y asesinato por el ORP, un os-curo grupo guerrillero, de Gloria Lara de Echeverri (ex

directora de las juntas de acción comunal) en noviem-bre de 1982, y de la emboscada tendida el 4 de febrerode 1983 a un convoy del Ejército que se movilizaba porla carretera que une los departamentos de Huila y Ca-quetá (con el saldo de un oficial, dos suboficiales y nuevesoldados muertos),[54] cientos de guerrilleros presos quefueron amnistiados, quedaron en libertad. Dado ese pri-mer paso, pronto se iniciarían los diálogos exploratorioscon las FARC, el ADO y el M-19 -cuyo líder máximoJaime Bateman Cayon murió en un accidente de aviaciónen abril de 1983-. Pese a que los primeros contactos fue-ron directamente realizados por el gobierno, en adelan-te las conversaciones quedaron a cargo de comisiones depaz autónomas a través de las cuales el diálogo se llevó deforma indirecta. Actuando de esta manera, en la prime-ra parte de la administración Betancur se llegó a acuerdosde tregua y cese al fuego con las FARC, el ADO y el EPL(24 de agosto de 1984).Con el M-19, las conversaciones exploratorias avanzaroncon mayores tropiezos a causa de las continuas operacio-nes militares del grupo insurgente. Los dos bloques dela organización, el sur (Caqueta) y el occidente (Caucay Valle) lanzaron múltiples ataques a partir de marzo de1984: el 14 de ese mes, de 70 a 80 guerrilleros ingresa-ron a Florencia (Caquetá) y se enfrentaron durante variashoras a las autoridades; y entre el 4 y el 5 de abril, fueronatacadas Corinto y El Palo (Cauca) -los combates que seprolongaron durante una semana dejaron 6 uniformadosy 17 guerrilleros muertos-. El Ejército respondió con unafuerte ofensiva sobre el Bloque sur del M-19, al mandode Gustavo Arias “Boris”. En dos meses, hasta mayo de1984, 54 insurgentes fueron dados de baja (por 20 solda-dos muertos), obligando así al M-19 a concentrar sus ac-ciones en el occidente, donde fue asaltada la población deYumbo (Valle) el 11 de agosto siguiente. Solo después deunas jornadas sangrientas en las que fue asesinado CarlosToledo Plata, y herido en una emboscada Carlos PizarroLeongomez, se llegó a un acuerdo con el M-19, el 24 deagosto de 1984.

5.2 Reorganización del Ejercito

Paralelo al proceso de mutación que sufrían las guerri-llas a principios de la década de los ochenta, el EjércitoNacional- en quien descansaba prácticamente todo el pe-so de la lucha contrainsurgente- se vio sometido a unasprofundas transformaciones en su estructura. El continuodeterioro de la situación de orden público, y la necesidadde movilizar Unidades Operativas Mayores que pudierangarantizar el mantenimiento del orden constitucional enmuchas regiones aisladas, fueron factores decisivos en laactivación a partir del primer semestre de 1983 de 4 di-visiones, cada una de ellas al mando de un Mayor generalcon su respectivo estado mayor y que englobarían dentrode su estructura jerárquica varias Brigadas.[55][56]

Efectivamente las tropas estaban organizadas en brigadasque tenían unas jurisdicciones territoriales bastante limi-

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14 5 LA ADMINISTRACIÓN BETANCUR (1982-1986)

tadas, por lo que las divisiones tendrían ahora bajo su res-ponsabilidad áreas geográficas mucho más extensas (la IDivisión inicialmente tenía a su cargo la costa Caribe yAntioquia, la II división los santanderes y el magdalenamedio, la III División la región del pacifico y el Valle, yla IV División la Orinoquia y el Amazonas). Esto permi-tiría coordinar las operaciones ofensivas de manera másintegral, enfrentando los problemas de orden público enlas regiones a nivel macro, con soluciones que fueran másallá de la jurisdicción de cada brigada. Por lo demás lacreación de un mando superior en cada División, permi-tió la adopción de un plan de acción general y de un dise-ño estratégico, que orientara la dirección de las distintasunidades implicadas en la lucha contra guerrillera, fun-ciones antes distribuidas entre cada una de las unidadesindependientes.[57][58]

5.3 La oposición a la paz

Pero las conversaciones de paz no tardaron en encontrar-se con la oposición del estamento militar. El comandan-te del Ejército, Miguel Vega Uribe mostró abiertamentesu desacuerdo con el proceso, y el ministro de defensa,General Fernando Landazábal seria destituido posterior-mente a causa de sus continuas fricciones con el ejecutivo.No por nada el propio presidente de la comisión de diálo-go, Otto Morales Benítez, hablo de la oposición que ha-llaban de “enemigos agazapados de la paz”. No obstante,la actitud de los militares se vio favorecida ante la opiniónpública por el accionar de los distintos grupos guerrille-ros: el Ricardo Franco grupo disidente de las FARC, y elELN (al mando ahora Manuel Pérez Martinez “cura Pé-rez”), se negaron a firmar acuerdos con el Gobierno, con-tinuando las hostilidades, los secuestros y las extorsiones.Asimismo, el líder del EPL, Oscar William Calvo, reco-noció la implicación de su organización en retenciones yvacunas, pese a encontrarse en medio de un cese al fue-go. Con las FARC que había firmado los acuerdos de laUribe en mayo de 1984, continuaron también las escara-muzas: su ambigüedad quedó de manifiesto en el plenode 1985, donde se pusieron sobre la mesa unos objetivosesencialmente orientados a lo militar.[cita requerida]

Sin embargo, las mayores dificultades se dieron con el M-19: en diciembre de 1984 un fuerte combate de 18 díasenfrento al Ejército y al grupo insurgente en torno al sitiode Yarumales (20 de diciembre de 1984 - 7 de enero de1985). La operación Garfio que movilizo a cerca de 4000soldados contra uno de los campamentos madre del M-19, ubicado en el páramo de San Pablo (Corinto, Cauca),terminó con un nuevo acuerdo entre el gobierno y el grupoinsurgente, luego de que las tropas regulares no pudierandesalojar a los subversivos de sus posiciones.[59] Pero eldilema siguió abierto, con el establecimiento de una nuevaárea campamentaría en Los Robles (Cauca). Además secomenzó a denunciar el proselitismo armado desarrolladopor este movimiento en los llamados Campamentos depaz, abiertos en las principales urbes del país. En vista

de lo que sucedía, el Gobierno prohibió la realización deun congreso del M-19 en Bogotá: al final este se llevaríaa cabo en Los Robles (Cauca) a pesar de la insistenciaoficial en prohibirlo.[cita requerida]

Apartir de esemomento, el clima del proceso se tensionó:los sectores más retardatarios iniciaron una campaña de“Guerra Sucia” contra guerrilleros amnistiados y líderesde izquierda, orientando su actuación al asesinato selec-tivo. En mayo de 1985 el líder del M-19, Antonio Nava-rro Wolf fue víctima de un atentado en Cali, que lo dejogravemente herido. Además, en el congreso de la Repú-blica, los partidos tradicionales conscientes de la crisisde representatividad alcanzada por sus agrupaciones, seopusieron al “Diálogo Nacional”, que era una instanciade deliberación y de generación de propuestas de cambiosocial en la que participarían los grupos guerrilleros, lossectores de izquierda y los 2 partidos, el liberal y el con-servador. Esta situación terminó con el experimento legalde los subversivos, puesto que la mayor parte del movi-miento insurgente volvió a la lucha armada uniéndose enla Coordinadora guerrillera Simón Bolívar.

5.4 La guerra se recrudece

Soldados del Ejercito en medio de los combates que siguieron ala Toma del Palacio de Justicia. 6 de noviembre de 1985.

El M-19 rompió la tregua el 20 de junio de 1985, día delparo cívico nacional convocado por agrupaciones popula-res, “como reacción al hostigamiento político y al asesina-to”. El 28 de junio, dicha organización se tomó la pobla-ción de Génova (Quindío) y mato a 8 policías, 2 militaresy 5 civiles.[60][61]Estalló entonces la guerra abierta,[62] yse emprendieron importantes operaciones de lado y lado:asaltos y hostigamientos sobre los municipios del Valleque dejaron hasta octubre, 44 uniformados y 60 guerri-lleros sin vida; muerte del Comandante Iván Marino Os-pina (Cali, 28 de agosto); robo de un camión repartidorde leche en el barrio San Martín de Loba en el sur orien-te de Bogotá (ocurrido el 30 de septiembre termino conla muerte de 11 milicianos del M-19) y atentado contrael General Rafael Samudio Molina. La violencia se in-tensificó a tal punto que el 6 de noviembre de 1985 un

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5.5 Inicios del narcotráfico 15

Un cascabel del Ejercito, cubre uno de los flancos del edificio delPalacio de justicia el 6 de noviembre de 1985

comando del M-19 tomó al asalto el palacio de justiciaen Bogotá. Más de 350 personas fueron tomadas comorehenes. El Ejército contraatacó con más de 1000 sol-dados y 8 tanques, mientras la Policía movía el GOES(Grupo de operaciones especiales) en varios helicópterossobre la terraza del edificio. Se produjo una batalla quese prolongó por espacio de 28 horas y que se saldó conmás de 100 muertos y desaparecidos entre ellos la mayorparte de los miembros de la sala constitucional de la cor-te suprema de justicia, 11 uniformados y todos los inte-grantes del comando asaltante.[63] Poco después el EPLrompió también el cese al fuego -tras el asesinato en lacapital de su jefe Oscar William Calvo-, y la guerra segeneralizó entonces contra todos los grupos subversivos(excepto las FARC y el ADO), agrupados a la sazón al-rededor de la Coordinadora Nacional Guerrillera CNG.No obstante, la insurgencia perdería legitimidad a raíz dela masacre de Tacueyo, efectuada entre sus propias tro-pas por la guerrilla del Ricardo Franco y su líder JavierDelgado, en noviembre de 1985 -con un saldo de mas de160 muertos-. Las mutuas acusaciones y las recrimina-ciones por entorpecer cualquier acercamiento, se multi-plicarían luego de que en una vasta operación contra elM-19, el Ejército matara a 15 personas (4 milicianos y11 civiles) en el Barrio Siloe de Cali (30 de noviembre- 2 de diciembre). Ese mismo día, 30 de noviembre, laIV Brigada daba de baja a 22 integrantes del V frente delas FARC en Las Cañas, Uraba antioqueño, poniendo derelieve la fragilidad de la tregua pactada en 1984 con laorganización comunista.[64]

La situación no vario en 1986, a raíz de la violenta ofen-siva del M-19 en el suroccidente colombiano. El 19 deenero una gruesa columna de guerrilleros, embosco uncamión del Ejército en el Alto de Mendez en Silvia, Cau-

ca. Nueve militares y un civil murieron y tres uniforma-dos mas fueron capturados. Cinco días después, el 24,fuerzas especiales rescataron ilesos a los secuestrados enun operativo en el que murieron 20 insurgentes y 1 solda-do (zona rural de Totoro, Cauca).[65][66]Los combates seprolongaron varios días mas, luego de que el M-19 ataca-ra el municipio de Morales el 3 de febrero. Las FF.MM.debieron movilizar entonces hacia el nororiente del Cau-ca al menos 6 batallones de tropa, que se enfrentaron enviolentos combates al denominado batallón América y nomenos de 400 rebeldes. Empero, desafiando la ofensivade los militares, los rebeldes se trasladaron al Valle delCauca y el 12 de marzo, cerca de 300 milicianos ataca-ron Cali desde la región del rio Pance.No obstante para el final de la administración de Betancurdicha organización había sufrido golpes con varios de susdirigentes asesinados o muertos en combate: Carlos To-ledo Plata, Iván Marino Ospina, Álvaro Fayad, GustavoArias “Boris”, Andrés Almarales, Luis Otero y AlfonsoJacquin.En este marco solo las Farc permanecieron en el procesode paz y conformaron con el partido comunista y otro gru-pos de izquierda, la Unión Patriótica, que obtendría en laselecciones de 1986, 11 curules en el parlamento y doce-nas de puestos en consejos municipales y asambleas de-partamentales. No obstante estos avances se vieron ame-nazados por el incremento de la “guerra sucia”, denun-ciada por múltiples organizaciones. Para agosto de 1986las guerrillas aglutinaban unos 9000 hombres (de 3000 a5000 de las Farc en 29 frentes, 1000 del M-19, 1000 elEPL, 1000 el ELN, 150 la guerrilla indígena del QuintínLame, 100 el Patria Libre y otro centenar el PRT -PartidoRevolucionario de los Trabajadores). A ellos se oponíanunos 100.000 militares y 40.000 policías.[cita requerida]

5.5 Inicios del narcotráfico

La economía del tráfico ilícito de drogas venía operan-do en Colombia, desde finales de los años sesenta cuandoen la costa Caribe especialmente, floreció el cultivo dela marihuana y se dio una primera bonanza, la llamada“Marimbera”. El mercado norteamericano receptor prin-cipal de los estupefacientes, empezaría luego a derivarhacia la cocaína, producto originado en la mata de cocay cultivada originalmente en los países andinos (Bolivia,Perú y Ecuador). En este marco jugaría Colombia el pa-pel de placa giratoria: los cargamentos del alcaloide llega-ban desde el sur y eran redistribuidos por las mafias loca-les hacia EE.UU.. A los grupos de narcotraficantes de laprimera parte de la década de 1970 presentes sobre todoen Medellín y el centro del país (en parte antiguos con-trabandistas) y pronto liquidados en guerras intestinas, lesucedería una generación más activa de la que serían ex-ponentes Pablo Escobar, su primo Gustavo Gaviria, loshermanos Ochoa y Griselda Blanco (sobreviviente de laprimera etapa) en Antioquia; Carlos Lehder en Armenia;Gonzalo Rodríguez Gacha en el centro del país; Miguel

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16 5 LA ADMINISTRACIÓN BETANCUR (1982-1986)

y Gilberto Rodríguez Orejuela, José Santacruz Londo-ño, Helmer Herrera y los hermanos Henao en el Valle delCauca; y José Abelló en la costa Atlántica.[cita requerida]

Sus profusas redes en Norteamérica y la diáspora colom-biana en el exterior les permitieron controlar el negocioy obtener grandes beneficios económicos. A partir de laAdministración López la economía de la coca alcanzaríasu apogeo. El gobierno Turbay emprendería las primerasacciones al respecto presionado por los EE.UU.. Lanzóuna ofensiva contra los cultivos de marihuana en la cos-ta norte, y firmó en 1979 el tratado de extradición con laAdministración de Jimmy Carter.Aunque al principio los narcotraficantes se presentaronsolo como empresarios, pronto fue evidente que tambiéneran agentes de desestabilización. Cuando miembros delM-19 en Antioquia, secuestraron aMartha Ochoa herma-na de los narcotraficantes de Medellín a finales de 1981,los capos reaccionaran con todos los recursos a su alcan-ce creando el MAS (Muerte a Secuestradores), organiza-ción que sería el germen del Paramilitarismo en Colom-bia. Cada uno de ellos aporto armas, dinero y hombres,poniéndolos a las órdenes de Pablo Escobar, que ya en-tonces contaba con una organización militar bajo su man-do. Tras matar a unas 200 personas en su búsqueda, en-tre milicianos, colaboradores y familiares de estos, Ochoafue liberada a principios de 1982.Consecuencia de estos hechos fue la formación de carte-les de la droga con la asociación de jefes narcotraficantes:el de Medellín terminó por alinear a los capos antioque-ños y al llamado cartel de Bogotá en una alianza que in-cluiría a las dos mayores cabezas del negocio: Pablo Es-cobar y Gonzalo Rodríguez Gacha. También se constitui-rían los de la Costa (cercano al primer grupo) y el de Caliy del Norte del Valle, aunque todos con menores recursosy poder que el de Medellín.[cita requerida]

Además pronto el modelo del MAS se aplicaría a la re-gión del Magdalena Medio donde nació la ACDEGAM(Asociación campesina de ganaderos y agricultores delMagdalena medio), una fuerza de autodefensa legal en-cargada de combatir la presencia de la guerrilla en la zo-na con apoyo del Ejército. Los homicidios y masacres semultiplicarían ahí a partir de 1982. Pronto Rodríguez Ga-cha, enemistado con las Farc a causa de la destrucción dealgunos de sus laboratorios en el sur del país y del robode dinero en efectivo y pasta base de coca en 1983, tomólas banderas de la contra-insurgencia y empezó a apoyarcon cuantiosos recursos, entrenamiento y armas a los pa-ramilitares de Puerto Boyacá.

5.6 La muerte de Lara: empieza la guerradel Narcotráfico

La reforma tributaria de 1983 planteó una nueva rela-ción entre Narcotráfico y Estado ofreciendo la alterna-tiva de incorporar los dineros calientes a la economía le-gal colombiana. Se sondeó además la posibilidad de la

legalización de las drogas y la expedición de un marcolegal que permitiera a los barones de la coca su partici-pación en la vida social, legal y política del país. El naci-miento del Movimiento Latino Nacional de Carlos Leh-der y de Civismo enMarcha de Pablo Escobar, quien ocu-pó un puesto en la cámara de representantes, fue una ex-presión de este proceso. Pero dicho esbozo, fracasó por laoposición de los sectores tradicionales para aceptar estoshechos. El Nuevo Liberalismo, movimiento liderado porLuis Carlos Galán y por Rodrigo Lara Bonilla (nombra-do ministro de justicia por Betancur), fue el adalid de estacruzada contra la narco-política, que convirtió en el obje-tivo principal de sus críticas a Pablo Escobar.[cita requerida]

El presidente Belisario Betancur Cuartas.

En este marco de rechazo a la narco-política se dieronlos primeros intentos de diálogo entre los traficantes dedroga y el Gobierno sobre el tratado de extradición a losEE.UU.. En una primera conversación con el Procura-dor Carlos Jiménez Gómez en octubre de 1983, el jefedel ministerio público mostró su rechazo a la extradicióny acordó con los narcos, que amagaban con declarar laguerra, su retiro de la política. Así fue que al final, pe-se a los intentos de sabotear la acción del ministro La-ra en el congreso, denunciando su supuesta relación conEvaristo Porras un narcotraficante del Amazonas, Esco-bar se vio obligado a renunciar definitivamente a la ac-tividad política. La difícil coyuntura que parecía desac-tivarse se complicó, cuando la policía anti-narcóticos almando del Coronel Jaime Ramírez (con el ministro Laradetrás del operativo), desmanteló el complejo cocalero deTranquilandia, en marzo de 1984. Aquel golpe al Cartelde Medellín, fue devuelto el 30 de abril de 1984, cuan-

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do 2 sicarios mataron al ministro de justicia en el NorteBogotá.Fue el divorcio entre la sociedad y los barones de la dro-ga. El gobierno amplió el estado de sitio a todo el país conel decreto 1038 y con el artículo 121 generó casi toda lalegislación regulatoria del narcotráfico en Colombia, enespecial el Estatuto Nacional de Estupefacientes (Ley 30de 1986). Con este marco legal Betancur inició la primeragran guerra contra el narcotráfico: se dispuso del embargoy del secuestro de bienes y del aumento de penas y multaspara delitos asociados al tráfico de drogas, pasando estosal conocimiento de la Justicia Penal Militar. Los princi-pales cabecillas del Cartel debieron refugiarse en el istmoe intentaron en mayo de 1984 en medio de los llamadosDiálogos de Panamá, un último intento de acercamientoal Estado. Su fracaso trajo una importante consecuencia:el dinero fue reemplazado por el terror como principalrecurso de enfrentamiento y diálogo. Meses después re-gresarían clandestinamente al país y la guerra total seríacuestión de tiempo.[67]

5.7 El narcoterrorismo: 1984-1986

Un año después del asesinato del ministro Lara Bonilla,pese a los anuncios del gobierno de combatirlos, los nar-cotraficantes del cartel de Medellín renombrados ahoracomo “Los Extraditables”, permanecían impunes expan-diendo su aparato criminal por amplias zonas del país yabriendo nuevas rutas de tráfico de cocaína por Nicaraguay Cuba. En cambio los efectos corrosivos del narcotra-ficante seguían creciendo, y contribuyendo al progresode la corrupción dentro del gobierno -en sus múltiplesestamentos-, los partidos políticos, y sobre todo las fuer-zas de seguridad, sobornadas con profusión por Escobary sus secuaces. Solo esto último permitió al cartel de Me-dellín, continuar golpeando impunemente al estado co-lombiano. En noviembre de 1984 “Los Extraditables” hi-cieron estallar un carro-bomba frente a la embajada es-tadounidense en la capital y en junio de 1985 ordenaronla muerte del juez Tulio Manuel Castro Gil. Pablo Esco-bar, ambiguo en sus relaciones con la guerrilla luego delepisodio del MAS, se acercó al M-19 por intermedio delcomandante Iván Marino Ospina y de algún modo estu-vo al tanto de los hechos que se iban a desarrollar en latoma del Palacio de Justicia ofreciendo apoyo económicopara la operación; si bien los hechos no están dilucidadosdel todo. En cualquier caso las relaciones fueron cerca-nas y motivaron cierto alejamiento de la cúpula del M-19con Ospina. Carlos Lehder por su parte busco refugio en-tre varios frentes guerrilleros para escapar a la arremetidadel gobierno y se declaro luchador contra el Imperialismoestadounidense.[cita requerida]

Las grandes ciudades Bogotá y Medellín inicialmen-te, luego otras, conocerán a partir de ese momento unterrorismo que sin estar ligado directamente al Conflictoarmado, hará estremecerse a las instituciones y a la so-ciedad con más fuerza que lo hecho por la guerrilla. A

la vez la violencia irrumpe con fuerza en el mundo ur-bano, rodeado de áreas periféricas pobres y marginadas:bandas de sicarios en la capital antioqueña pasan a con-trolar de facto más o menos desde 1985, las barriadas ycomunas de la ciudad, actuando o no al servicio del cartel.La misma situación se extenderá pronto a Cali, Pereira yBogotá. Las tasas de homicidio aumentarán exponencial-mente en todo el país desde mediados de la década delos ochenta y alcanzaran más de 20.000 anuales a con-tar de 1988. La criminalidad ligada o no al narcotráficotambién crecerá y la respuesta de la Policía en la formade sangrientas represalias y campañas de “Limpieza so-cial” solo aumentara progresivamente las dimensiones delproblema.[cita requerida]

La campaña de terror del Cartel continuaría contra susenemigos en el Gobierno, contra los que apoyaran el tra-tado de extradición -hecho efectivo en enero de 1985 conel envió de los primeros capturados a EE.UU.-, y todoslos que denunciaran sus negocios y redes mafiosas: “losExtraditables” asesinaron en febrero de 1986 en BatonRouge (Florida) al piloto y testigo ante la justicia esta-dounidense Barry Seal, en julio al magistrado HernandoBaquero Borda y al periodista de El Espectador RobertoCamacho Prada, y el 18 de agosto ya posesionado el nue-vo presidente de Colombia Virgilio Barco, al Capitán dela policía anti-narcóticos Luis Alfredo Macana. Además,demostrarían su poder de corrupción cuando evitaron queJorge Luis Ochoa y Gilberto Rodríguez Orejuela captu-rados en España y ambos reconocidos narcotraficantes,fueran extraditados a EE.UU. y más bien fueran deporta-dos a Colombia donde pagaron irrisorias penas de cárcel.Hasta ese momento los principales grupos exportadoresde droga mantuvieron buenas relaciones entre si, aunquela atención de las autoridades se centraba esencialmentesobre los violentos cabecillas de Medellín, que controla-ban hasta un 80% del lucrativo negocio. Y a pesar de quelos jefes de Cali optaron principalmente por la corrup-ción y por la infiltración dentro de las instituciones co-mo medio de lidiar con el Estado, en septiembre de 1986ordenaron el crimen del periodista del Diario OccidenteRaúl Echavarría Barrientos.[67]

6 La administración Barco (1986-1990)

En las elecciones presidenciales de 1986, el liberalVirgilio Barco ganó con 4,8 millones de votos, imponién-dose por un amplio margen a sus contrincantes. Al decla-rar el Gobierno de partido, puso fin a la partición equita-tiva de puestos con los conservadores, dando así por ter-minado el periodo del Frente Nacional.[cita requerida]

Compartiendo el diagnóstico de su predecesor respecto ala existencia de causas objetivas y subjetivas de la vio-lencia, manifestó sus intenciones de diálogo y puso enmarcha programas de aspecto reformista para las zonas

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18 6 LA ADMINISTRACIÓN BARCO (1986-1990)

El presidente colombiano Virgilio Barco, quien tuvo que enfren-tar la triple arremetida de guerrilla, paramilitarismo y narcote-rrorismo.

más afectadas por el conflicto. Retomó y fortaleció elPrograma Nacional de Rehabilitación (PNR) y reiniciólas conversaciones de paz con la guerrilla. La llamada Po-lítica de cambio para la reconciliación, normalización yrehabilitación, intentó institucionalizar y ampliar la polí-tica de paz de Betancur, acercando el Estado y sus ins-tituciones a la comunidad. Esta iniciativa se precisó alfinal del primer año de gobierno con la formulación delPNR, la Erradicación de la Pobreza Absoluta (EPA), y elPlan integral de desarrollo campesino-PIC, que ampliólos programas del fondo de Desarrollo Integral Campe-sino (DRI). Pese a los amplios esfuerzos del Estado nin-guno tuvo mayor impacto en la situación que vivía el país:el PNR manejado con una visión tecnócrata no alcanzó atener repercusión sobre el terreno, debido a la misma vio-lencia que impidió su desarrollo en las áreas con mayoresproblemas de orden público; y no hubo erradicación dela pobreza absoluta o integración de las mismas áreas a laeconomía nacional. La EPA terminaría opacada por susbajos resultados frente al PNR.[cita requerida]

Esta apuesta institucional vino acompañada de la imple-mentación de reformas democráticas que, en la primeraelección popular de alcaldes en 1988, dieron el paso defi-nitivo hacia la concreción de la descentralización políticay administrativa. De esta forma se intentó reforzar unaconcepción más civilista del orden público, reflejada enla intención de ejercer cierto control sobre las Fuerzas Ar-madas, mediante el nombramiento de un civil como Pro-curador para las Fuerzas Armadas y la creación de unaConsejería Presidencial para los Derechos Humanos. To-do este paquete de medidas, junto con el reconocimientode fuerzas políticas de la izquierda dentro del juego polí-

tico, incluyendo el reconocimiento de la Unión Patrióticay la vigencia de los acuerdos de paz (pese a la ruptura delproceso con las FARC), hacían parte de una intervencióndemocratizadora que intentaba incidir en una guerra endesarrollo y en una crisis política continuamente poster-gada.Sin embargo, el aislamiento del presidente Barco de laclase política tradicional, su falta de habilidad para lo-grar un consenso en la sociedad, y su distanciamiento dela opinión pública, impidieron la aprobación de todas lasreformas que debieron acompañar la política de rehabi-litación y la descentralización político-administrativa encurso. El conflicto entró en una fase de recrudecimien-to progresivo y las guerrillas multiplicaron sus acciones,justificando su creciente radicalizacion con los hechos dela “guerra sucia”. Uno de esos golpes a la confianza mu-tua ocurrió 15 de febrero de 1987, cuando fue detenido,torturado y luego presentado como muerto en combate,uno de los jefes máximos del EPL, Jairo de Jesús Calvo"Ernesto Rojas".[cita requerida]

6.1 Ofensiva guerrillera y conversacionesde paz

Camión destruido por grupos armados en una carretera ruralcolombiana, década de 1980.

La violencia guerrillera se intensificaría a niveles desco-nocidos con numerosos ataques a infraestructura, embos-cadas y tomas de pueblos. El M-19 a la ofensiva entrenoviembre de 1985 y marzo de 1986, sufrió una potentearremetida del Ejército a partir de abril de 1986 cuan-do fueron trasladados miles de hombres desde el fuerteTolemaida hacia el sur-occidente de Colombia. Se movi-lizaron nada menos que quince mil soldados de las Bri-gadas III (Cali) y X (Melgar), con refuerzos mecanizadosprovenientes de la XIII (Bogotá), y respaldados por arti-llería, tanques Urutú y Cascabel, helicópteros artilladosy aviones de bombardeo T-33 y T-37. En verdad, luegodel resultado de la operación del palacio de justicia, laorganización no pudo volver a levantar cabeza.

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6.1 Ofensiva guerrillera y conversaciones de paz 19

Un soldado del Ejercito Nacional posa con su ametralladora afinales de la década de los ochenta

El peso del esfuerzo recayó entonces cada vez más en losotros grupos que desplegaron una fuerte escalada en to-do el país. El ELN multiplicó sus atentados y extorsionescontra la infraestructura petrolera en las postrimeras de1986, lanzando también una incursión hacia Venezuelael 12 de junio de 1987 (incursión que le costo la vida a10 efectivos de la Guardia Nacional); mientras que lasFARC sacaron como única conclusión del episodio de laUP, que había que continuar solo en el frente militar yreactivar su aparato bélico, acrecentado y extendido a lolargo de 3 años en las sombras de un fallido proceso depaz.[68] El 16 de junio de 1987 los frentes 14 y 15 ata-caron en la carretera entre Puerto Rico y San Vicentedel Caguan (Caquetá), a una columna contraguerrilla delBatallón Cazadores del Ejército, matando a 26 soldadosy un civil.[69]La tregua con el Gobierno se rompió y elproceso sufrió un serio traspié del que nunca se recupe-

raría. El EPL por su parte apostaba por operar simultá-neamente en el campo político y militar, constituyendoel denominado Frente Popular en 1988 con el cual pre-tendía avanzar en las elecciones locales de ese año. A lavez su estrategia “revolucionaria” pasaba por apoyar insu-rrecciones parciales en las regiones, utilizando para ellolas movilizaciones sociales. En uno de los ataques lanza-dos por esta organización el 22 de marzo de 1987, fueemboscada una patrulla de 18 policías antinarcóticos enNecocli (Antioquia). 11 uniformados murieron y 3 másfueron secuestrados.La expansión territorial de las guerrillas, en todo caso so-lo fue posible gracias a nuevos factores que entraron enescena en la década de los 80. El país experimentó pro-fundas transformaciones económicas que multiplicaronlos conflictos sociales y crearon polos de desarrollo enlas antiguas periferias, brindando así valiosos recursos ala expansión de los grupos irregulares. Esos cambios secentraron en la transición de Colombia de país cafeteroa país minero y cocalero, con el dinamismo de nuevossectores de la agroindustria con el banano (Uraba), lasflores y la palma africana (sur del Cesar); y de la mineríacon el carbón, el petróleo (Arauca) y el oro (Bajo Cau-ca y Nordeste antioqueño). También jugaría a su favor lapoca disponibilidad de tropas contraguerrilla (unos 6000soldados a principios de 1987) y la escasez de mediosmateriales con que contaban las FF.MM. para enfrentara una insurgencia en plena expansión.[70][71]

Rotas definitivamente las conversaciones, los enfrenta-mientos se sucedieron sin tregua en las selvas del sur, enArauca, Córdoba, Uraba y el Magdalena Medio. Ademaslas distintas guerrillas que combatían al gobierno colom-biano (FARC, ELN, EPL, M-19, PRT Y Quintin Lame),crearon el 27 de septiembre de 1987, la CoordinadoraGuerrillera Simón Bolívar (CGSB) con el fin de podercoordinar mejor los esfuerzos de guerra de cada organi-zación al margen de la ley en su lucha contra el estado ylas fuerzas armadas legítimamente constituidas. El 21 denoviembre de 1987 miembros de las Farc mataron a 12soldados al dinamitar un puente entre Albania y San Jose(Caquetá); el 24 de enero de 1988 cayeron 8 policías delGOES (Grupo de operaciones especiales) en una embos-cada tendida por guerrilleros en la vía entre Bucaramangay Barrancabermeja (Santander); y el 29 del mismo mes,el EPL asesinó en Antioquia a 3 militares.[cita requerida]

Tras un breve interludio las hostilidades volvieron a esca-lar a mediados de año. El 29 de mayo los insurgentes dela coordinadora Simón Bolívar atacaron en varios frentes:el M-19 secuestro al político conservador Alvaro GomezHurtado; el ELN asesino en el sitio denominado LlanaCaliente, en San Vicente de Chucuri (Santander), al Co-ronel del Ejercito Rogelio Correa Campos junto a 5 mi-litares y 9 civiles mas, en momentos en que se celebrabauna reunión con miles de campesinos; y una emboscadadel EPL en San Pedro de Uraba se saldo con la muerte de3 soldados y 11 guerrilleros.[72] Después de este ultimoataque el Ejército emprendió una potente contraofensiva

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20 6 LA ADMINISTRACIÓN BARCO (1986-1990)

con carros blindados y 3 helicópteros artillados en el Ejebananero, que tras una semana de enfrentamientos ter-mino con no menos de 28 víctimas mortales (7 soldadosy 21 insurgentes). Mientras los paramilitares contraataca-ban con saña en Antioquia y la región del Ariari, el ELNy las FARC lanzaron un nuevo asalto conjunto el 12 dejulio de 1988, contra un puesto del Ejercito en zona ruralde El Bagre (bajo Cauca antioqueño): quince uniforma-dos murieron en el ataque sorpresa.[73][74] Un mes mástarde en la madrugada del 23 de agosto, el corregimientode Saiza (Tierralta, sur de Córdoba) fue escenario de otrabatalla. Al menos 200 subversivos de las Farc y el EPL,atacaron a un pelotón de 31 soldados que acampaba a lasafueras de la población y al cuartel de la policía, guarne-cido por 18 uniformados ubicado en el centro del mismo.Después de 12 horas de combate, se reportaron 49 muer-tos (10 soldados, 2 policías, 12 civiles y 25 guerrilleros)y 23 miembros de la fuerza pública secuestrados.[75]

La subsiguiente propuesta de paz lanzada por el Ejecuti-vo el 1 de septiembre, fue rechazada por la CoordinadoraSimón Bolívar que multiplico los golpes sobre el terreno.Desde esa fecha hasta el 1 de noviembre siguiente, múlti-ples acciones bélicas dejaron mas de 120 muertos y dece-nas de heridos. Además fueron secuestrados numerososefectivos del gobierno.[76]En el hecho más grave, ocurri-do el 2 de octubre de 1988, fueron asesinados 12 solda-dos y 2 civiles cuando fue atacado un bus de transporteintermunicipal que transportaba miembros del EjércitoNacional en Cartagena del Chaira, Caquetá.[77]Por aña-didura, el 27 de octubre de 1988, día del Paro Cívico Na-cional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores− cut, y la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos− anuc, entre otras organizaciones, el EPL trato de llevaradelante su apuesta por la revolución popular, proponien-do esa fecha como inicio de la insurrección contra el Es-tado. El resultado fue desastroso. Pocos días mas tarde, el1 de noviembre en la vía que de El Castillo conduce al co-rregimiento deMiravalles (Meta) miembros de las FARCatacaron a tropas del batallón de ingenieros Carlos Alban,matando a 2 suboficiales y 11 soldados.[78] Pese a la vio-lencia de esta última embestida terrorista, el presidentedenegó la autorización al ministro de Defensa, GeneralRafael Samudio, de conducir una estrategia de tierra que-mada contra la rebelión, forzando al alto oficial a dimitir.El 22 de noviembre un coche-bomba estallo en Bogotá alpaso de la caravana de su sucesor en la cartera de guerra,GeneralManuel JaimeGuerrero Paz, pereciendo en el ac-to 3 de sus escoltas.[79]1988 culminó así con 371 muertosentre las filas gubernamentales contra los 270 de 1987. Aestos se sumaron cerca de 600 guerrilleros dados de baja.En este marco las FARC realizaron en mayo de 1989un nuevo pleno de su organización, donde confirmandolo decidido 2 años atrás, se llegó a la conclusión que losesfuerzos políticos, como la búsqueda de la paz no erandurables y en consecuencia que la guerrilla debía prepa-rarse para un mayor escalamiento del conflicto: escala-miento que derivaría hacia la guerra civil. Las estructuras

insurgentes entrarían a hostigar frontalmente al Ejércitocolombiano. En adelante lo militar iría en detrimento decualquier otra opción.[cita requerida]

6.2 Negociaciones con el M-19

En vista de la situación de violencia que envolvía el paísen todos los frentes, en septiembre de 1988 el Gobiernoreconoció un interlocutor político válido en la insurgen-cia. Dependiendo del grado de radicalización alcanzado yde su localización geográfica, el Estado se acercó a nego-ciar unilateralmente con los distintos grupos guerrillerosreunidos alrededor de la Coordinadora Nacional Guerri-llera Simón Bolívar en septiembre de 1987. El gobiernocreó para ello la consejería para la paz de la presidenciay a diferencia de Betancur con sus comisiones autóno-mas, comprometió directamente al ejecutivo en las con-versaciones. Pero la administración Barco confrontandouna oleada de violencia ilimitada alimentada desde todoslos frentes, no redujo su accionar solo a la búsqueda dela paz por medio de las conversaciones, sino que tambiénaumentó el presupuesto del renglón de la defensa y multi-plicó los efectivos de las Fuerzas Armadas pasando estosde 150.000 en 1988 a 210.000 al año siguiente. El ejércitoque contaba ahora en sus filas 140.000 hombres, empezóa reclutar los primeros contingentes de soldados profesio-nales (unos 2000 inicialmente), orientados básicamente ala lucha contra-guerrilla y adquirió armamento más mo-derno entre ellos los helicópteros Black Hawk estadouni-denses. Los resultados de esta nueva estrategia llegaronen octubre de 1989 cuando unidades aero-transportadasatacaron un campamento madre del EPL en Puerto Li-bertadores (Córdoba) y dieron de baja a 18 insurgentes.A la par las pérdidas de la FF.AA. disminuyeron sustan-cialmente y por última vez caerían a la cifra de 238 en1989.[cita requerida]

Luego de liberar al político conservador Alvaro GomezHurtado secuestrado en mayo de 1988, el M-19, debili-tado política y militarmente se acogió a la fórmula del go-bierno e inicio conversaciones con la Consejería de pazen enero de 1989. Como resultado de dicho proceso el9 de marzo de 1990 se desmovilizaron sus 900 miem-bros, reincorporándose a la vida civil. Su exitosa parti-cipación en las elecciones locales y parlamentarias comoAlianza Democrática M-19, donde agrupado con otrosmovimientos de izquierda obtuvo 100.000 votos, llevó ala administración Barco a concretar su política de pacifi-cación y a que el EPL aceptara también entrar a negociar.Efectivamente esta última guerrilla, se hallaba debilitadaluego de la muerte de los Hermanos Calvo y del desastro-so resultado de la incursión a Tenjo (Cundinamarca), endonde fue masacrado su grupo de milicias bogotanas (9de marzo de 1989). Pese a que no era la agrupación másfuerte dentro de la insurgencia, el PRT y el Quintín Lamesiguieron el mismo camino y se entregaron a comienzosde 1991. Las Farc y el ELN obcecadas en seguir con laguerra continuaron al margen del proceso y no definieron

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6.3 Expansión de las autodefensas, guerra sucia y masacres paramilitares 21

ninguna política de negociación y diálogo, multiplicandosus acciones desde 1990.[cita requerida]

6.3 Expansión de las autodefensas, guerrasucia y masacres paramilitares

Luego de que las guerrillas fueron expulsadas del surdel Magdalena Medio por los paramilitares que atacaronprincipalmente a sus redes de apoyo y a la población queconsideraban era su colaboradora, el modelo de PuertoBoyacá fue exportado al resto del país. Amparados en dosleyes de la década de los 60 que permitían la existenciade las Autodefensas, grupos con experiencia en la zona,entrenaron a sus pares en Córdoba, Uraba, Putumayo y laregión del Ariari.[80]

El líder de la Unión Patriótica (UP), Jaime Pardo Leal

En este punto los narcotraficantes, convertidos en los nue-vos terratenientes y en los poseedores de amplias exten-siones de tierra, ansiosos de verse libres de las exigenciaseconómicas de la guerrilla y de los impuestos que poníana sus infraestructuras cocaleras del sur del país, entraron aapoyar activamente el proceso conformando sus propiosejércitos privados y brindando cuantiosos recursos a losdemás grupos que constituyeron ganaderos y grandes ha-cendados, cansados también de extorsiones y secuestros.No menos contribuyó la actitud de los subversivos quecometieron abusos contra la población civil empujándolaa los brazos de su enemigo. Tampoco estuvieron al mar-gen miembros de la fuerza pública, que vieron en estasestructuras la oportunidad de combatir más eficazmentea la insurgencia, dejándoles el trabajo sucio que ellos nopodrían realizar. Proceso que además estaba respaldadopor el hecho de que las Autodefensas eran constitucio-

nalmente legales y de que en los manuales de contrain-surgencia del Ejército, como el EJC-3-10 aprobado ennoviembre de 1987 por el general Oscar Botero, se lesconsiderara como apoyos indispensables en la lucha con-tra la subversión.[80]

El resultado fue un fortalecimiento desmedido de los gru-pos paramilitares en las zonas rurales y su expansión ge-neralizada sobre todo en dos áreas estratégicas: Córdo-ba, Uraba y el nordeste antioqueño de un lado, y el Mag-dalena Medio, algunas provincias de Boyacá y Cundina-marca, más los llanos orientales del otro. En 1987 el Mi-nistro de Gobierno Cesar Gaviria reconocía la existenciade 128 organizaciones de “justicia privada”. Conocidoscomo “Los Tangueros” por el nombre de la finca desdedonde operaban, Fidel Castaño y sus hermanos serían losprotagonistas de una brutal cruzada anti-comunista en elnorte: conformaron Muerte a revolucionaros del Nordes-te antioqueño MRN (más tarde Autodefensas Campesi-nas de Córdoba) con unos 300 hombres, y emprendieroncon apoyo narcotraficante una oleada de asesinatos y ma-sacres. El médico y activista Héctor Abad Gómez estuvoentre sus primeras víctimas destacadas en 1987.Más al sur en el otro frente, el barón de la droga más po-deroso de Colombia después de Pablo Escobar, GonzaloRodríguez Gacha, era el jefe de un ejército privado de1000 hombres entrenado por mercenarios británicos e is-raelíes; mientras que en Puerto Boyacá se centraba la fac-ción que actuaba con la fachada de la ACDEGAM. Co-mandado por Henry Pérez y Ariel Otero tras el asesinatode Guarín a manos de las FARC en 1987, tenía al menosmedio millar de integrantes. Su alianza con Rodríguez ysectores de la fuerza pública (Batallón Bárbula), les per-mitía operar aún con mayor impunidad y apuntar a obje-tivos de alto valor. A su vez Rodríguez no solo financiabaa estos grupos sino que extendía sus bandas armadas has-ta los llanos orientales y el Putumayo donde los Masetos,controlaban la zona del Guamuez.

Bandera de la Unión Patriótica (UP), movimiento político con-formado por las FARC y el Partido Comunista Colombiano comouna salida al Conflicto armado.

En este punto la UP, considerada el brazo político delas FARC, se convirtió en el blanco de sus ataques. Enseptiembre de 1986 el senador Pedro Nel Jiménez y el

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22 6 LA ADMINISTRACIÓN BARCO (1986-1990)

representante a la cámara Leonardo Posada, militantesambos de este movimiento, fueron asesinados en distin-tos hechos en Villavicencio y Barrancabermeja. Sería elcomienzo de una campaña de exterminio. Sicarios, pa-ramilitares e incluso agentes corruptos del Estado al ser-vicio de uno u otro grupo se verían involucrados en loshomicidios de decenas de líderes y miembros del parti-do. El 11 de octubre de 1987, pistoleros al servicio de ElMexicano asesinaron al presidente de la UP Jaime PardoLeal. El 24 de noviembre, 5 miembros de la JUCO fue-ron acribillados a tiros en la sede de la organización enMedellín.[cita requerida]

Sin embargo la mayor ola de violencia vendría en 1988. Ala par que la guerrilla multiplicaba sus frentes y presenciaen amplias regiones, la llamada guerra sucia alcanzó suapogeo. Cientos cayeron víctimas de masacres y ataquesselectivos, centrados sobre todo en el norte del país. Elaño lo abrieron los paramilitares del Moens (MovimientoObrero Estudiantil Nacional Socialista), con el ataque auna gallera en Vistahermosa (Meta), donde murieron 14campesinos (21 de febrero). El 4 demarzo, efectivos de laAcdegam, transportados con complicidad de las autorida-des militares desde Puerto Boyacá hasta Uraba, mataronen las fincas de La Honduras y La Negra a 20 sindicalis-tas bananeros. Un mes después, el 3 de abril en la MejorEsquina (Córdoba), la banda de los Magníficos ejecuto a28 campesinos, acusándolos a todos de ser colaboradoresde la guerrilla;[81]el 11 del mismomes las víctimas son 23civiles ultimados con ráfagas de fusil en la Vereda PuntaCoquitos de Turbo.[82]Por añadidura, el Ejército entrega-do a una violenta campaña contra las guerrillas, masacroentre el 14 y el 15 de junio a 17 mineros pertenecientes ala UP (vereda El Topacio, municipio de San Rafael, An-tioquia). El 30 de agosto fueron acribillados 16 jornalerosen El Tomate (Córdoba), y finalmente el 11 de noviem-bre, “los Tangueros” perpetraron la masacre de Segovia(Antioquia), asesinando a 43 personas, empezando por laalcaldesa del municipio perteneciente a la UP.[83]

La tendencia se mantuvo en 1989 y marcó un punto cul-minante el 18 de enero cuando una comisión judicialque investigaba en La Rochela, Magdalena medio san-tandereano, las masacres y asesinatos que se venían co-metiendo en la zona, fue atacada y 12 de sus integrantesejecutados.[84]Quedó de relevo que los paramilitares ca-da vezmás relacionados con los narcotraficantes del cartelde Medellín, podían también dirigir su actuación contralos agentes y funcionarios del Estado. Poco después enotra serie de atentados ordenados por Rodríguez Gacha,Teófilo Forero, el secretario del partido comunista y 3personas que lo acompañaban fueron acribillados en Bo-gotá (27 de febrero) y el 3 de marzo, el dirigente de la UP,José Antequera, cayó asesinado en el aeropuerto El Dora-do. En este último ataque también salió herido de grave-dad Ernesto Samper Pizano, precandidato a la presiden-cia por el Partido liberal. Antes de terminar el año, en oc-tubre, hombres de los Castaño mataron en su propia ofici-na de Medellín al segundo vicepresidente de la Asamblea

de Antioquia, Gabriel Jaime Santamaría.[cita requerida]

El gobierno Barco enfrentado crecientemente a Escobar ysus alfiles, se percató del peligro que representaban las es-tructuras de ultraderecha convertidas en ejércitos al servi-cio de la mafia, y derogó el decreto 3398 de 1965, decla-rando ilegales las autodefensas. Aunque la Acdegam tratóde camuflarse en las banderas de un nuevo movimientopolítico, MORENA (Movimiento de restauración nacio-nal) guiado por Ernesto Báez, la consiguiente campañaterrorista emprendida contra el estado por Los Extradi-tables, no dejó dudas al respecto: el matrimonio entre trá-fico de drogas y paramilitarismo era indisoluble. El 15 dediciembre de 1989, Gonzalo Rodríguez Gacha fue aba-tido por las autoridades;[85] pero su muerte no marco elfinal del paramilitarismo como fenómeno devorador dela protesta social ni autor de las masacres colectivas. Enefecto el 14 de enero de 1990, los Tangueros desapare-cen a 43 personas en el corregimiento de Pueblo Bello(Turbo, Antioquia).[86]

Como si fuera poco antes de finalizar el periodo Bar-co, 2 candidatos presidenciales para sucederle en el car-go fueron asesinados por las Autodefensas de Córdoba(Hermanos Castaño). El 22 de marzo de 1990, BernardoJaramillo Ossa de la UP fue acribillado en el aeropuer-to El Dorado de Bogotá por un sicario que le disparó aquemarropa. Un mes después el 26 de abril, Carlos Pi-zarro Leongomez, el desmovilizado comandante del M-19 y candidato por este movimiento, fue ultimado en unavión en pleno vuelo por un pistolero suicida.[87]

6.4 Inicio de la guerra entre carteles

A la par que la violencia guerrillera y paramilitar envolvíaprogresivamente a todo el país, el terrorismo de los nar-cotraficantes, dirigido o indiscriminado fue adquiriendocaracterísticas de otra guerra. Luego del ascenso a la pre-sidencia de Virgilio Barco, las muertes a manos de sica-rios motorizados del juez Gustavo Zuluaga en octubre de1986, del coronel de la policía anti-narcóticos Jaime Ra-mírez Gómez un mes después y sobre todo del Directordel diario El Espectador Guillermo Cano el 17 de diciem-bre, más el atentado que sufrió en Budapest (Hungría), elex ministro de justicia Enrique Parejo González en enerode 1987, le dejaron entrever al presidente a qué problemase estaba enfrentando. Problema acrecentado por los con-tactos entre las fuerzas paramilitares y la cúpula de LosExtraditables: como ahora los narcos eran los poseedoresde la tierra y necesitaban proteger sus negocios e infraes-tructura ilegal, y las autodefensas buscaban financiación,la confluencia de intereses los hizo aliados.No obstante, la intimidación y el asesinato selectivo nose quedaron relegados solo a sus enemigos de izquierda.Tras la captura y extradición a los EE.UU. de Carlos Leh-der, uno de los principales cabecillas del Cartel de Mede-llín, el 4 de febrero de 1987, Pablo Escobar y el restode la cúpula tomaron conciencia del peligro que la famo-

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6.5 Negociaciones y sicariato. Muerte de Galán 23

Gonzalo Rodriguez Gacha líder militar del cartel de Medellín.

sa extradición representaba a sus intereses. Decididos acombatirla, robustecieron su aparato militar y económi-co, para poder financiar el previsible escalamiento quevendría. Las tensiones creadas y la ambición de Escobarpor dominarlo todo, motivaron una primera purga den-tro de la organización y el secuestro de varios traficantesligados al Valle. Su posterior asesinato, motivó el rom-pimiento entre ambos carteles. La captura en noviembrede 1987 de Jorge Luis Ochoa en Buga (Valle), fue vis-ta como producto de una delación de los traficantes deCali.[cita requerida]

La confrontación volvió a escalar. Pocos días después elcandidato a la alcaldía de Medellín Juan Gómez Martí-nez, se salvó de un intento de secuestro reivindicado porLos Extraditables. Y si bien Ochoa fue liberado ampara-do en el derecho de Habeas Corpus, la dinámica del con-flicto se incremento, cuando el gobierno profirió órdenesde extradición contra los principales miembros de la or-ganización en los primeros días de enero de 1988. Comosi fuera poco Helmer “Pacho” Herrera uno de los jefesdel cartel de Cali, atacó a Escobar en su propio hogar aldinamitar el Edificio Mónaco -donde vivía su familia- el13 del mismo mes. La respuesta llegó en la forma de unasangrienta guerra de sicarios entre ambos carteles y conel estallido de numerosos petardos en las Droguerías LaRebaja propiedad de los Rodríguez Orejuela.[cita requerida]Contra el Estado a su vez, respondió secuestrando, pri-mero al aspirante a la alcaldía de Bogotá Andrés Pastrana

El narcotraficante Carlos Lehder.

Arango el 16 de enero, y después al Procurador Generalde la Nación, Carlos Mauro Hoyos, el 25 siguiente, enel momento que este se dirigía al aeropuerto de Rione-gro (Antioquia). En medio de la balacera murieron 2 es-coltas y un pistolero. El posterior rescate -el mismo día-de Pastrana, dictaminó la muerte de Hoyos, ultimado abalazos.[cita requerida]

Se llegó a un punto de no retorno. De un lado se multipli-caron los operativos y allanamientos, del otro la violen-cia criminal y terrorista del Cartel. En marzo varios cien-tos de uniformados cayeron sobre la finca El Bizcochopropiedad de Escobar, pero este logro romper el cerco yescapo.[67]

6.5 Negociaciones y sicariato. Muerte deGalán

A partir de julio de 1988, el secretario general de la Pre-sidencia, Germán Montoya había entrado en conversa-ciones con los líderes de Los Extraditables. Subsecuen-tes declaraciones del gobierno fueron interpretadas porlos narcotraficantes como una invitación al diálogo, porlo que el 15 de septiembre siguiente, estos respondieroncon una carta a la administración Barco, e hicieron lle-gar a Montoya un proyecto de ley de indulto y un plan

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24 6 LA ADMINISTRACIÓN BARCO (1986-1990)

de desmovilización. Sin embargo, ante la intransigenciade los EE.UU., renuente a la posibilidad de dialogar conlos narcos, se dilataron las conversaciones y al final se laspresentó como iniciativa personal del intermediario, des-ligando al primer mandatario de ellas.[cita requerida]

Como una reacción a este diálogo sin resultados, el car-tel de Medellín inicio una cadena de crímenes de jueces,de funcionarios del gobierno y de personajes de la vidapública. A la ya difícil coyuntura se termino de añadirun nuevo ingrediente: la guerra del capo cundinamarquesGonzalo Rodriguez Gacha, con los esmeralderos de Bo-yacá, tras la muerte del jefe de estos, Gilberto Molina y17 personas más en la masacre de Sasaima (febrero 27 de1989). Enmarzo del 89 Los Extraditables mataron a Héc-tor Giraldo Gálvez apoderado del caso Lara, y dos mesesdespués dinamitaron la sede de la televisora Mundo Vi-sión. El 30 de mayo una potente explosión al paso de lacaravana del jefe del DAS, General Miguel Maza Már-quez, mato a 7 personas en Bogotá. En Medellín, el 4 dejulio, muere en un atentado el Gobernador de Antioquia,Antonio Roldan Betancur y el 28 es víctima de sicarios lajueza Maria Helena Diaz. Por los mismos días, en mediode la lucha de Gacha contra los esmeralderos, la capi-tal es escenario de numerosas acciones: 4 personas sonmasacradas en el edificio Altos del Portal y 2 explosio-nes destruyen las instalaciones de Tecminas -propiedadde Víctor Carranza−.[cita requerida]

Era solo el preludio de un golpemás espectacular: el 16 deagosto cayó el magistrado del tribunal superior de Cun-dinamarca, Carlos Ernesto Valencia, y el 18, en la capitalantioqueña, el coronel Valdemar Franklin Quintero, acri-billado a traición en las calles de la ciudad. No bien lanoticia del crimen ocurrido en las horas de la mañana es-taba siendo digerida, cuando en la noche durante un mi-tin político en Soacha, pistoleros al servicio de RodríguezGacha dieron muerte al precandidato presidencial por elpartido liberal, Luis Carlos Galán. Enemigo de los narco-traficantes, era el más opcionado para alcanzar la primeramagistratura de la nación. Herido de muerte por JaimeEduardo Rueda Rocha, falleció horas después a causa deuna fuerte hemorragia. Era el comienzo de la guerra totalcon el cartel de Medellín y Los Extraditables.[67]

6.6 Doble ofensiva narcoterrorista. Muer-te de Rodríguez Gacha

Inmediatamente después del asesinato de Galán, los diá-logos se interrumpieron del todo y el presidente declaróla guerra al narcotráfico de la misma manera que lo habíahecho Betancur 5 años atrás, poniendo precio a la cabe-za de los terroristas en una alocucion televisada (inicial-mente se ofrecieron 100 millones de pesos por EscobarGaviria y Rodriguez Gacha).[88]

Con el decreto 1830 del 19 de agosto, Barco establecióla extradición por vía administrativa, sin contar con el fa-llo de la Corte Suprema de Justicia; con el Decreto 1863

Ataque al edificio del DAS, 6 de diciembre de 1989.

Gonzalo Rodriguez Gacha muerto tras el feroz enfrentamientocon la Policía Nacional de Colombia el 15 de diciembre de 1989.

autorizó a los jueces militares a practicar registros don-de se presumía o existían indicios de personas u objetosrelacionados con algún delito; con el Decreto 1856 orde-nó la confiscación de los bienes muebles e inmuebles delos narcos; y con el 1859 autorizó la detención en condi-ciones de absoluta incomunicación y por un tiempo queexcedía las normas constitucionales, de personas de lasque se tuvieran graves indicios de haber cometido deli-tos contra la existencia y seguridad del Estado. Ademásse dispuso la creación del Grupo Élite con 500 hombres,esencialmente dirigido a cazar a los cabecillas terroristasy lo puso al mando del Coronel Hugo Martínez. En losdías posteriores el Ejército y la Policía llevaron a cabomás de 450 allanamientos en todo el territorio nacional ydetuvieron a cerca de 13.000 personas acusadas de estarvinculadas al narcotráfico.[cita requerida]

El 23 de agosto Los Extraditables respondieron al go-bierno en una carta a la opinión pública, asumiendo elreto de la guerra total. Con 3000 sicarios en armas, elasocio del paramilitarismo y el respaldo de una porciónimportante de la población bajo su dominio, a lo que sesumaba el músculo financiero que le daba el control deal menos un 80% del tráfico de cocaína hacia el exterior,el Cartel de Medellín se enfrentó al Estado colombiano a

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6.6 Doble ofensiva narcoterrorista. Muerte de Rodríguez Gacha 25

base de bombazos y asesinatos selectivos. El terrorismose multiplicó y puso en jaque como nunca antes al esta-blecimiento: entre septiembre y diciembre de 1989 másde 100 artefactos hicieron explosión en Bogotá, Mede-llín, Cali, Bucaramanga, Cartagena, Barranquilla y Perei-ra, contra edificios gubernamentales, instalaciones ban-carias, comerciales, de servicios e infraestructura econó-mica. En total, sumando los ataques sicariales, los narco-terroristas fueron los responsables de 269 acciones béli-cas en ese periodo, con un fatídico saldo de 300 víctimasmortales y más de 1500 lesionados.[cita requerida]

Desde el 24 de agosto las primeras bombas hacen explo-sión en Medellín, el 2 de septiembre fueron destruidas lasinstalaciones del diario El Espectador, el 11 es asesinadoel líder liberal Pedro Peláez González, el 21 son dinami-tadas 9 sedes políticas en Teusaquillo y el 25 es atacadoel Hotel Hilton en Cartagena. Las autoridades multiplica-ron los allanamientos y capturaron a 2 capos: a EduardoMartínez y a Rafael Abelló, para luego extraditarlos. Co-mo respuesta, el 16 de octubre un coche-bomba arrasóla sede del periódico Vanguardia Liberal de Bucaraman-ga y mató a 4 personas. Ahora el aparato criminal de losnarcotraficantes se enfiló contra las clases dirigentes y loscírculos de poder: son ultimados por sicarios el magistra-do Héctor Jiménez Rodríguez, el periodista Jorge Enri-que Pulido, el representante a la cámara Luis FranciscoMadero, y la jueza del tribunal antioqueño, María ElenaEspinosa. A finales de octubre, 7 policías son dados debaja en la capital antioqueña, 5 de ellos en el bombazo aun bus, frente al Club de oficiales de la ciudad.[cita requerida]

Solo tras el operativo relámpago lanzado el 23 de noviem-bre sobre la hacienda El Oro en Cocorna, Antioquia (enla que se hallaban Escobar y Jorge Luis Ochoa), empezóla persecución sobre el capo. Pese a que logró escapar, 2de sus hombres murieron (uno de los cuales era su cuñadoFabio Henao) y otros 55 fueron detenidos. Pero al finalla ofensiva, sirvió también para que “Los extraditables”se envalentonaran aun más y para que en represalia em-pezaran a recurrir a las masacres indiscriminadas. Cua-tro días después, el 27, un avión de Avianca fue voladoen el aire con sus 107 tripulantes a bordo; pensaban queCesar Gaviria, el sucesor de Galán en la consulta liberaltomaría el vuelo y por eso lo hicieron estallar. Empero,Gaviria se salvo gracias a las advertencias de su cuerpode seguridad y no abordo la aeronave. Finalmente comoculminación de su campaña contra el Estado, el 6 de di-ciembre los narcos nuevamente atentaron contra el Ge-neral Maza y dinamitaron con 500 kilos la sede del DAS.El bus-bomba destruyó parcialmente la edificación y másde 200 establecimientos comerciales a su alrededor, peroel objetivo salió ileso. 63 personas murieron y 500 que-daron heridas.[cita requerida]

El gobierno Barco no pudo impedir estos actos, cada vezmás indiscriminados, pero se anotó un éxito cuando el 15de diciembre, Gonzalo Rodríguez Gacha fue fue dado debaja tras una persecución entre los municipios de Tolúy Coveñas en Sucre, junto a su hijo Freddy, a Gilberto

RendónHurtado alias “mano de yuca” y a 4 hombres de sucuerpo de seguridad. Atribuyéndosele a él, la mayor partede las acciones de los últimos meses, Los Extraditablesintentaron una nueva estrategia de diálogo y negociacióncon el Estado, queriéndolo presionar con el secuestro delhijo del secretario de presidencia, Álvaro Diego Montoyay de 2 parientes del presidente de la República.Surgió entonces una propuesta del ex presidente AlfonsoLópez Michelsen consistente en la formación de una co-misión de Notables para negociar con los narcoterroris-tas. El 17 de enero de 1990, estos respondieron a di-cha propuesta presentándose en un comunicado comoaspirantes legítimos al perdón judicial. Inmediatamen-te después liberaron los secuestrados, entregaron un buscon una tonelada de dinamita, y uno de los mayoreslaboratorios de procesamiento de droga en el Choco.Como contraparte los narcos esperaban del gobierno lacreación de la comisión de alto nivel que se encargaríade los procedimientos legales que permitirían su rendi-ción. Sin embargo, esto nunca sucedió y el intento dediálogo y negociación terminó en una nueva oleada deterrorismo.[cita requerida]

Enfrentados a una potente ofensiva militar en Envigado,declarado zona de operaciones militares por la IV Briga-da del Ejército (al mando del General Harold Bedoya),Los extraditables declararon que ponían fin a su treguacon el Estado y ofrecieron 2 millones de pesos por ca-da policía que fuera muerto (30 de marzo). Medellín ysu área metropolitana se vieron envueltos en una guerraurbana, tras las primeras ejecuciones de uniformados ydespués del ataque contra un bus del Grupo Élite, ocurri-do en un puente de Itagüí el 11 de abril. Este atentado quedejó 13 muertos y 100 heridos fue el primero de los 18que se sucedieron hasta finales de julio con un saldo de90 víctimas fatales y 450 heridos. El 12 de mayo, vísperade la celebración del Día de la Madre hicieron explosiónen 2 centros comerciales de Bogotá sendas bombas quemataron a 21 personas. El mismo día en Cali otro acto te-rrorista cobró la vida de 9 civiles. A fines de mes a la vezque un nuevo atentado frente al Hotel Intercontinental deMedellín, mataba a 3 policías y 7 transeúntes (mas los 2tripulantes), fue acribillado el senador Federico EstradaVélez y su conductor. [cita requerida]

La violencia en la capital antioqueña se recrudecio y lasvíctimas se contaron por miles: en represalia por el ase-sinato de 215 uniformados, caídos entre abril y julio de1990, escuadrones de la muerte emprendieron “Opera-ciones de limpieza” en las comunas. Después de que eljefe militar de Escobar, John Jairo Arias Tascon “Pini-na”, cayera abatido por las autoridades el 14 de junio,llegó una nueva ola de atentados: 17 jóvenes de la altaclase antioqueña fueron masacrados en el Bar Oporto, yun coche-bomba estallo frente a la Estación Libertado-res de la Policía matando a 13 civiles (28 de junio). Soloa finales de julio luego de un operativo en el MagdalenaMedio antioqueño del que una vez más escapó Escobar,Los Extraditables decretaron una nueva tregua y se situa-

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26 7 LA ADMINISTRACIÓN GAVIRIA (1990-1994)

ron a la defensiva, en espera de las decisiones que pudieratomar la nueva administración de Cesar Gaviria.[67]

7 La administración Gaviria(1990-1994)

César Gaviria.

La estrategia del gobierno Barco que le dio cabida en lasociedad civil a la guerrilla del M-19, dejó empero sinconcluir las negociaciones para la desmovilización y re-inserción de tres grupos armados menores que se habíanacogido a ella: el EPL a excepción de la disidencia co-mandada por Bernardo Caraballo, el Partido Revolucio-nario de los Trabajadores (PRT) y el Movimiento Arma-do Quintín Lame.Movimientos que al momento del cam-bio de mandatario en agosto de 1990, hacían parte de lacoordinadora Guerrillera Simón Bolívar junto a las Farc yel ELN. Aunque el gobierno de Cesar Gaviria retomó lasnegociaciones garantizando las ofertas ya pactadas, queconsistían en reincorporar los miembros de dichas orga-nizaciones a la vida civil en condición de actores políticosy la implementación de planes de desarrollo a través delPNR (Plan Nacional de Rehabilitación) para las regionesque se hallaban bajo su influencia, aprovechó la decisiónya tomada de convocar a una Asamblea Nacional Consti-tuyente, para presionar a los insurgentes a desmovilizarserápidamente si querían participar en ella, y concretar la

firma de los acuerdos finales sin contemplar reformas alsistema vigente, pues ya habría lugar a ello en la Cons-tituyente; pero con el compromiso, que efectivamente secumplió, de financiar una comisión especial que se en-cargara de analizar las causas de la violencia en las zonasde actividad del EPL y el Quintín Lame. En acatamientode lo así dispuesto, las 3 organizaciones depusieron las ar-mas entre enero y mayo de 1991, cesando las hostilidadesunos 2300 guerrilleros.Aparte de un proceso de paz inconcluso, Gaviria heredóla “guerra contra el narcotráfico” con la que su predece-sor había pretendido reducir al Cartel de Medellín y sured de sicarios, enemigos declarados del Estado. Aunquedurante su campaña presidencial había demostrado totalrespaldo tanto a la ofensiva como a las medidas tomadaspor el primer mandatario, entre ellas la más temida porlos narcoterroristas, que era la extradición por vía admi-nistrativa; una vez posesionado dejó entrever que el eleva-do costo económico y humano de esta guerra ameritabala búsqueda de una salida alterna en la que el fortaleci-miento de la justicia sería un elemento clave.

7.1 Las FARC y el ELN continúan el beli-cismo

En contra de las expectativas de quienes considerabanque el éxito de tales negociaciones incidiría en atraer ha-cia la concertación democrática a los 2 principales gru-pos rebeldes, estos se mantuvieron remisos a cualquieracercamiento y continuaron con sus acciones bélicas. LasFarc, bajo el mando único de Manuel Marulanda tras lamuerte de “Jacobo Arenas” en agosto del 90, y el ELN,se entregaron a una ronda de ataques que se saldó conla muerte de 56 uniformados y 30 civiles entre el 16 deseptiembre y el 9 de diciembre de 1990. El 10 de no-viembre, en el curso del más importante golpe de la sub-versión, fueron asaltadas simultáneamente la base mili-tar de Taraza y el cuartel de la policía en Cáceres (An-tioquia). 9 efectivos del gobierno, incluyendo al TenienteCoronel del Batallón Girardot, Jaime Fajardo Cifuentesfueron asesinados y 16 quedaron heridos.[89][90]

El 9 de diciembre, día que coincidía con las elecciones pa-ra la Constituyente, 640 hombres del Ejército se tomaron“Casa Verde”, sede del secretariado de las FARC en LaUribe (Meta), inmensa área campamentaria ocupada porno menos de 800 subversivos. El bombardeo de avionesseguido del desembarco de las tropas aerotransportadasencontró una feroz resistencia. Un Bell 212 fue derribadoy sus 4 tripulantes perdieron la vida. Tras varias jornadasde sangrientos combates los militares aseguraron el áreaa costa de 19 muertos propios, dando de baja al menosa medio centenar de guerrilleros. Pero el objetivo prin-cipal de la operación no fue alcanzado pues la cúpula delas Farc logró replegarse incólume y más bien desató enrespuesta, una serie de atentados.[91][92][93] Finalmente elaño terminó con 364 uniformados muertos a manos de

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7.2 La estrategia de orden público y el “revolcón militar” 27

la subversión y 93 más secuestrados, agregando a estascifras los cerca de 300 agentes de policía ultimados porórdenes del Cartel de Medellín.[cita requerida]

El gobierno justificó el operativo militar como un actode soberanía interna dado como respuesta a los continuosataques de una organización que mostraba nulos deseosde paz. Como lo expresó el Consejero para la paz, JesúsAntonio Bejarano era el anticipo de una nueva estrate-gia de paz en la que “el diálogo y la acción militar no seexcluyen”.Pero las FARC golpearon primero. El 2 de enero de 1991como anticipo de lo que vendría luego, 12 agentes anti-narcóticos son masacrados entre Ciénaga (Magdalena) ySanta Marta, y el 8 del mismo mes, el cerro Girasol enMesetas (Meta), es tomado por Víctor Julio Suárez, aliasel “Mono Jojoy” en represalia a la destrucción de CasaVerde. Guarnecido por 41 soldados, 2 de ellos muereny 17 son hechos prisioneros en el asalto, que también lecuesta la vida a 30 subversivos.[94] Seguidamente, en fe-brero, las guerrillas iniciaron una escalada terrorista con-tra las tropas del gobierno y la infraestructura económica;oleada que por su extensión (seis meses) y su número deacciones se constituiría como la más grande en la histo-ria de este grupo armado. En este marco arreciaron todoslos ataques contra la fuerza pública, entre ellos los asal-tos a bases militares, los hostigamientos, los sabotajes ainstalaciones, las emboscadas a patrullas y los golpes ur-banos. De 169 hechos de este tipo en 1990 se pasó a 425en 1991, representando ello un incremento del 151%. Alfinalizar el año, 416 uniformados habían sido asesinadosy otros 276 habían sido capturados.[cita requerida]

La reacción contrainsurgente del Ejército también fue du-rísima y en el transcurso de 1991 se lanzaron una seriede masivas ofensivas aéreo-terrestres en todo el país; 9operaciones en total: Neptuno, Oro Negro, Apolo, Dig-nidad (en Antioquia), Saturno (en septiembre de 1991 enla serranía de La Macarena y el Caquetá), Luz Blanca,Reconquista y Destrucción. 14 frentes de las FARC y 16del ELN, sufrieron contundentes golpes: 639 guerrillerosfueron dados de baja, 438 son capturados, y 106 cam-pamentos quedaron destruidos. Sin embargo, también semultiplicaron los abusos de la Fuerza Pública, que en elcurso de ese mismo año cometió dos violentas masacresen el Cauca: la primera en Los Uvos el 7 de abril de 1991que le costo la vida a 17 campesinos; y la segunda en lahacienda El Nilo de Caloto, donde caen asesinados por laPolicía 21 indígenas (16 de diciembre).[95][96]

7.2 La estrategia de orden público y el “re-volcón militar”

En plena coincidencia con la propuesta del presidente Ga-viria en su propio proyecto de reforma institucional, lanueva Constitución reemplazó la figura autoritaria de Es-tado de Sitio por la de Estado de Conmoción interior, conla necesidad de poder limitar la autonomía que la primera

Un UH-60 del Ejercito en Casa verde (La Uribe, Meta). Diciem-bre de 1990.

le concedía a los militares en el manejo del orden público.Sin embargo, por decisión unánime, los constituyentesdejaron por fuera de los debates otros importantes asun-tos referentes a las Fuerzas Armadas, entre ellos el fuerocastrense y la reforma de las instituciones de seguridad,dejando estos temas en manos del Ejecutivo.[cita requerida]

El número de homicidios había alcanzado en este mo-mento su punto cumbre: de 24.304 asesinatos en 1990 sepasó a 28.280 en 1991, con una tasa de 81 homicidios porcada 100.000 habitantes. En Medellín con 8954 críme-nes se alcanzó el récord de 381 por 100.000. Por lo tantoapareció a la luz pública en mayo de 1991 “La estrategianacional contra la violencia”, un documento que formu-laba una política para afrontar el Conflicto interno conbase en tres objetivos: garantizar el monopolio del usode la fuerza por parte de las instituciones armadas gu-bernamentales; recuperar la capacidad de la justicia parasancionar el delito y combatir la impunidad; y ampliar elcubrimiento institucional del Estado en todo el territorionacional.[cita requerida]

La novedad de la estrategia esbozada consistía en quecontrario a la regla heredada del Frente Nacional, depo-sitaba en el Ejecutivo y en su ministro de defensa (un ci-vil) la responsabilidad del diseño general de los planes deseguridad, así como su financiación y en las fuerzas mili-tares las decisiones estrictamente operativas, en el marcode su “acción legítima contra la subversión”. En concor-dancia con esta filosofía, en agosto de 1991 el presidentecolocó en el ministerio de Defensa a Rafael Pardo, reco-nocido gestor de paz de la administración Barco y hastaentonces concejero para la Defensa y la Seguridad, enreemplazo del General Oscar Botero. Aunque el relevode mando se llevó a cabo en los términos más cordiales,algunos oficiales en retiro criticaron la medida, tomadaen plenas negociaciones con la Coordinadora guerrillera.Sin embargo, entre las facultades otorgadas a Pardo nofiguraban ni la supervisión de las operaciones ni el con-trol de las cortes militares. También en el marco ofre-

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28 7 LA ADMINISTRACIÓN GAVIRIA (1990-1994)

cido por la Estrategia Nacional Contra la Violencia, sellevaron a cabo la reestructuración de la Policía Nacional(Ley 62 de 1993), complementada con un nuevo Estatutode Policía (artículo 34 de la ley 62), y la modernizaciónde las Fuerzas Armadas. Tanto en una como en otra ins-titución se mejoraron los salarios y en consideración alas denuncias, nacionales e internacionales, que vincula-ban a algunas unidades militares a graves violaciones delDerecho internacional humanitario, se introdujeron cur-sos de instrucción de esta materia en ambos organismosde seguridad.[cita requerida]

Por otra parte, para racionalizar y definir adecuadamenteel gasto público asignado a la Defensa en el Plan Nacionalde Desarrollo, se creó la unidad de justicia y seguridad,adscrita al Departamento Nacional de Planeación. Con elobjetivo de mejorar la capacidad operativa del Ejércitoen el marco de una guerra irregular que exigía conside-rables esfuerzos ofensivos para neutralizar al enemigo, seimportó material bélico de dotación por casi 500millonesde dólares, se crearon 21 nuevas unidades contraguerri-llas así como las Brigadas móviles 1, 2 y 16, todas ellasintegradas por soldados profesionales cuyo número pasóde 2000 en 1990 a 15.000 en 1993. La inteligencia militaro sexta arma se reorganizó en 1991 con ayuda de una co-misión asesora de los EE.UU. y para su debido funciona-miento se destinaron cuantiosos recursos a partir de 1992y especialmente en 1993, cuando se diseñó una campañade delación de guerrilleros y criminales que operaba pormedio de recompensas en dinero. En noviembre de esemismo año entró a operar la segunda fase, llamada “Se-guridad de la gente”, de la Estrategia nacional contra laviolencia que enfatizaba en la seguridad de la ciudadanía,de la que eran responsables las fuerzas del orden. Con es-to concluyó la reforma a las Fuerzas Armadas o “revolcónmilitar”.[cita requerida]

Empero todas las medidas adoptadas, la dinámica dela violencia solo había sufrido disminución casi im-perceptible: 28.225 homicidios en 1992 y 28.048 en1993.[cita requerida]

7.3 El fracaso de Caracas y Tlaxcala

El escalamiento progresivo del conflicto, terminó porabrir de nuevo la posibilidad de dialogar con la Coor-dinadora. Primero en Caracas, Venezuela (3 de junio aseptiembre 30 de 1991), y luego en Tlaxcala, México(del 10 de marzo al 4 de mayo de 1992), los representan-tes de ambos bandos intentaron infructuosamente llegara un acuerdo. Pero el irrespeto a las exigencias mutuasque condicionaban los diálogos, cese de hostilidades porparte de las guerrillas, y renuencia del gobierno a discutirla agenda suscrita al comienzo de las conversaciones en elorden que pedían los insurgentes, condujeron las delibe-raciones a un punto muerto y al encarnizamiento del con-flicto. La muerte en cautiverio del ex ministro ArgelinoDuran Quintero, sería el golpe de gracia que terminaríade hundir el proceso.[cita requerida] El cierre de las conver-

Un agente de la Policía Nacional custodia la estación de bombeode Churuyaco (Orito, Putumayo) hacia mediados de 1992.

saciones en Tlaxcala, iba a traer sus consecuencias inme-diatamente. En otra violenta oleada que se prolongó pormayo y junio de 1992, un centenar de personas resulta-ron muertas: 70 guerrilleros y 30 uniformados.[97]Uno delos hechos mas sangrientos se desencadenó el 23 de ma-yo, cuando unos 650 irregulares que se dirigían a Dabeiba(Antioquia), emboscaron y mataron a 15 militares que lessalieron al paso en el Cañón de la Llorona. Los posterio-res bombardeos y ametrallamientos, más una operaciónrastrillo por tierra dejo una treintena de bajas entre lasfilas de la subversión.[98]

En este punto, pese a los esfuerzos de un gobierno quemultiplicó los recursos del sector defensa y reclutó milesde nuevas tropas, las guerrillas continuaron su expansión:la insurgencia contaba con 16.000 hombres y cerca de50.000 millones de pesos al año -producto del secuestroy la extorsión a ganaderos, industriales y contratistas delsector petrolero-, para hacerle frente al Estado. En con-secuencia la situación de orden público se agravo en elsegundo semestre de 1992: el 14 de agosto, 7 agentes depolicía fueron asesinados cerca al aeropuerto Cravo Nor-te en Arauca y el 5 de septiembre siguiente en una se-rie de emboscadas perecieron 15 uniformados más, 9 deellos en el perímetro urbano de Villavicencio.[99]

El 31 de octubre debían reanudarse las conversacionesentre ambos bandos, pero nuevamente la estrategia deguerrilla de golpear sobre el terreno, hizo abortar esta úl-tima tentativa de acercamiento mutuo. En octubre fue-ron ejecutados decenas de ataques sistemáticos contra

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7.4 Ofensivas guerrilleras 29

la Fuerza Pública, los oleoductos, las vías de comunica-ción y las torres de energía en respuesta a la muerte encombate del comandante de las FARC, Rigoberto Loza-da Perdomo alias “Joselo”, uno de los fundadores de laorganización.[100]A punta de terrorismo también fue pa-ralizado el transporte en Putumayo, y hubo retaliacionescontra la población civil en amplias regiones del país. El20 de ese mes, 9 soldados murieron en Las Mirlas cercade Barrancabermeja. Gaviria respondió entonces descar-tando el inicio de nuevas negociaciones, declarando conello que el conflicto se iba a desarrollar a partir de esemomento en el plano estrictamente militar. Las FARCse encargaron de corroborarlo, el 7 de noviembre, cuan-do no menos de 300 insurgentes asesinaron a 26 policíasque custodiaban un tramo de oleoducto en Churuyaco,departamento del Putumayo.[101]El Ejecutivo se vio obli-gado a decretar por segunda vez el Estado de ConmociónInterior y llamó a calificar servicios a los comandantesdel Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, para confor-mar una línea de mando.

7.4 Ofensivas guerrilleras

La actitud refractaria de la guerrilla al diálogo con el Esta-do, sumado a sus tácticas progresivamente más terroristasles desprestigiaron ante la opinión pública. No obstante,las cifras de sus ataques demostraban un poderío que ha-cía imposible someterlos por la vía armada en los 18 me-ses anunciados por el Ministro de Defensa Rafael Pardo,luego de las medidas que se tomaron para fortalecer lasFuerzas del Estado. 2110 acciones bélicas de las Farc y1764 del ELN, entre 1990 y 1994, más 337 atentados co-metidos en el mismo periodo contra la infraestructura pe-trolera (principalmente por el segundo grupo), causaroninnumerables pérdidas humanas y materiales. SolamenteEcopetrol reportó en 1994 daños por un valor de $ 7.700millones.[cita requerida]

Asimismo, la decisión de gravar a los gremios con un im-puesto de guerra destinado a incrementar los efectivosmilitares y los primeros efectos palpables de la políticaeconómica del gobierno en materia de apertura y privati-zaciones, desataron dos nuevas ofensivas nacionales porparte de las guerrillas.[cita requerida]

En abril de 1993, las FARC celebraron su octava confe-rencia. En ella reajustaron su Plan Estratégico, adaptán-dolo a la coyuntura más favorable ahora para pasar a laguerra de movimientos, movilizando para ello los Blo-ques de frentes y los Comandos Conjuntos. Se diseña-ron también las normas de funcionamiento de los Esta-dos Mayores y se conformó un Comando general encar-gado de dirigir la ofensiva insurgente. Se ordenó ademása los Frentes operar en Compañías móviles de combate.Se terminaron de consolidar así 5 Bloques guerrilleros y2 comandos conjuntos: el oriental (Víctor Julio Suarez“Mono Jojoy”) en Meta, Guaviare, Cundinamarca, Ca-sanare, Arauca, Vichada, Guainía y Vaupés; el sur (LuisEdgar Devia “Raúl Reyes”) en el oriente de Nariño, Ca-

Luis Edgar Devia Silva alias Raúl Reyes abatido el 1 de marzode 2008.

quetá, Putumayo, la Bota Caucana, el sur y oriente delHuila; el Magdalena Medio (Rodrigo Londoño Echeverri“Timochenko”) en Santander, Norte de Santander, sur deBolívar, nordeste antioqueño y parte de Boyacá; el Norteen Sucre, Bolívar, Magdalena, Atlántico, Guajira y Ce-sar; el Nordoccidental o José María Córdoba (LucianoMarínArango “IvánMárquez”) el más potente en esemo-mento, en Antioquia, Córdoba, Choco y parte del eje Ca-fetero; el central en Tolima, norte y occidente del Huila,más Quindío; y el sur-occidental (Guillermo León Sáenz“Alfonso Cano”) en Valle, Cauca y Nariño. Por últimoel secretariado formuló la “plataforma para un gobiernode reconstrucción y reconciliación nacional”, documen-to de 10 puntos en donde se precisaba su nuevo mode-lo de Estado. Entre otras cosas proponían la realizaciónde profundas reformas a las instituciones y a la justicia,la implementación de mecanismos de control popular, latransformación de las FF.MM bajo una nueva doctrinabolivariana de defensa nacional, la nacionalización de lossectores estratégicos de la economía, la asignación de un50% del presupuesto a gastos sociales y de otro 10% a lainvestigación científica.[cita requerida]

Entonces llega la ofensiva del “Septiembre negro” tras va-rios meses de un aparente cese de hostilidades. El 28 deagosto de 1993, en La regadera a 58 km de Bogotá 13policías son muertos en una emboscada y solo 4 días des-pués el 2 de septiembre en la vía Carolina del Príncipe-Santa Rosa de Osos (Antioquia) las víctimas son 14 sol-dados del Batallón Pedro Nel Ospina, ultimados con car-gas explosivas.[102] Paralelamente, en Mutata otros 3 uni-formados son dados de baja. El ELN también multiplica

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30 7 LA ADMINISTRACIÓN GAVIRIA (1990-1994)

sus acciones: el 18 de diciembre un feroz combate en Gi-can (Boyacá) enfrenta a 250 tropas de las Brigadas I yXVI, con 160 guerrilleros del frente Domingo Laín. Ca-torce militares y diez subversivos mueren.[103]No obstan-te, 1993 termina con una ligera disminución en la tasade bajas de la fuerza pública, respecto al año inmedia-tamente anterior: de 481 fatalidades en 1992 se pasa a454.[cita requerida]

En julio de 1994, como “Despedida al gobierno Gavi-ria”, la coordinadora emprende otra serie de ataques. Pre-viamente la administración Gaviria se había anotado dosgrandes victorias sobre la subversión con la captura deFrancisco Galán miembro del COCE del ELN (diciem-bre de 1992) y de Bernardo Caraballo, jefe máximo de lafacción no desmovilizada del EPL (junio de 1994). Peroello no había repercutido en unas FARC, cada vez másfortalecidas gracias a los recursos de la coca. El 15 dejulio, al menos 300 guerrilleros del Bloque sur asaltaronuna estación de bombeo de Ecopetrol en Guamuez, zonarural de Orito (Putumayo). Los 29 soldados que la guar-necían fueron sorprendidos en medio de la noche y 17 deellos murieron.[104]El 19 fue asesinado en Villavicencioel Mayor General Carlos Julio Gil Coronado, comandan-te de la IV División del Ejército[105] y fueron tomadassimultáneamente las poblaciones de La Calera, Chuza yPasca así como el cerro Cruz Verde, cerca a Bogotá. ElPutumayo quedo paralizado por un paro armado y pocodespués del 22 al 24 de julio, unas jornadas bélicas quese extendieron por Bogotá, Antioquia, Cauca, Santander,Norte de Santander, Sucre, Arauca y Tolima, culmina-ron con 13 militares, 6 policías, 1 civil y 70 irregularesmuertos.[106]En Dabeiba una vez más, perdieron la vida10 miembros de la Brigada XVII[107]y en el sector bogo-tano de Ciudad Bolívar, fue hostigado un centro de aten-ción inmediata.[108]Ya en agosto, y mostrando los dientesal nuevo presidente, siguio la ofensiva: el día 9, fue co-pado un cuartel policial en Cartagena del Chaira (Caque-tá), con un saldo de 4 muertos y 5 secuestrados; el 16 enuna emboscada a una patrulla antinarcóticos entre Tori-bio y Tacueyo, perecieron 6 policiales; y el 18, el ELNmasacró a 8 militares y 14 civiles al incinerar un bus enTado, Choco.[109] Evidenciando el encarnizamiento de laguerra y el giro que estaba tomando la situación de or-den publico, el año terminaría con 571 uniformados da-dos de baja, superando por primera vez la línea del mediomillar.[cita requerida]

Pese a la violencia imperante en las postrimeras de la ad-ministración Gaviria, decenas de milicianos de Medellínse acogieron a la paz, camino que siguieron la Corrientede Renovación Socialista y el Frente Francisco Garnicadel EPL. A su vez, la fracción del EPL comandada porCaraballo, capturado recientemente, se dislocaba al nocontar con un mando claro y terminaría por desbandarse2 años después. No obstante, la política de desmoviliza-ción resultó magra en sus resultados, exceptuando tal vezal Quintín Lame y las milicias urbanas. Al menos 600antiguos militantes del EPL, 400 de ellos solo en Uraba

fueron asesinados por las FARC y por sus correligiona-rios que no se entregaron. Una gran parte de los que noperecieron, empujados por la persecución de la cual eranvíctimas, se enrolaron en las Autodefensas y constituiríanmás tarde el núcleo de las AUC. En el más aleve de es-tos hechos, miembros del V frente dieron muerte el 23 deenero de 1994 a 33 civiles en la masacre de La Chinitaen Apartado (Antioquia).[110]

7.5 Negociación de penas con el Cartel deMedellín y los paramilitares. Se rindeEscobar

Aprovechando el respiro de la tregua unilateral indefini-da anunciada en julio de 1990 por Los Extraditables, elministro de justicia Jaime Giraldo Ángel diseñó la le-gislación de estado de sitio que se haría pública como“Política de sometimiento a la justicia”. Dicha política,que se materializó en cinco decretos que posteriormente,serían elevados después de una depuración, a legislaciónpermanente en el nuevo Código de Procesamiento Penal,aspiraba en términos simplificados, a favorecer con la re-ducción de la pena a los narcotraficantes que se entrega-ran voluntariamente y confesaran un delito, con la garan-tía, en algunos casos condicional, de ser juzgados en elpaís y recluidos en pabellones de alta seguridad. Escobarreceloso de las intenciones del gobierno, organizó una se-rie de secuestros selectivos de periodistas de renombre yde personajes influyentes en la vida nacional (Diana Tur-bay, Marina Montoya, Francisco Santos, Maruja Pachón,Beatriz Villamizar y 5 periodistas más), presionando deese modo al presidente para que fuera tratado como undelincuente político, haciéndose beneficiario de paso delos indultos reservados a los guerrilleros.[cita requerida]

Los primeros en acogerse a la oferta, entre diciembre de1990 y febrero de 1991, fueron los hermanos Ochoa, Jor-ge Luis, Juan David y Fabio, socios cercanos de Escobar.Sin embargo, este último pretendía arrancarle al Ejecu-tivo un acuerdo hecho a su medida y siguió presionandonuevamente por la vía armada, amenazando con ejecu-tar a los rehenes y con reiniciar su ofensiva terrorista. El12 de diciembre de 1990 una bomba mató a 7 policíasen Medellín y otros 7 más serían ultimados por sicariosen los 3 primeros días de enero. Poco después el 22, re-sultaron abatidos en un doble operativo lanzado en el de-partamento de Antioquia, 2 de los hermanos Prisco, jefesde una banda transformada en el brazo armado del capo.El informante que los delató entregó luego, la ubicaciónde 2 de los secuestrados, pero en la confusa operación derescate que se adelantó el 24 de enero, Diana Turbay y 3de sus captores murieron.[cita requerida]

La respuesta no demoró en llegar, en la forma de la eje-cución de uno de los rehenes, Marina Montoya, hermanadel antiguo secretario de Presidencia, Germán Montoya,y con una nueva racha de atentados: una decena de efecti-vos policiales fueron víctimas de sicariato, una explosión

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7.6 Fin del Cartel de Medellín. Fuga y muerte de Escobar 31

Fabio Ochoa Vásquez.

en un bus dejó 6 muertos y el 16 de febrero un bombazocontra una patrulla del F-2 en Medellín -frente a la plazade toros de la ciudad- se saldó con 23 fallecidos. Dos me-ses después el ex ministró de Justicia Enrique Low Mur-tra, perdió la vida a manos de pistoleros en la capital dela República.[cita requerida] Su estrategia le dio excelentesresultados a Escobar, quien libero al resto de los secues-trados como gesto de “buena fe” con el gobierno; perosolo cuando estuvo seguro de que la Constituyente ha-bía votado y aprobado el 19 de junio de 1991 el artículoque prohibía la extradición de colombianos, se entregó enla capital antioqueña, en compañía del sacerdote RafaelGarcía Herreros y Alberto Villamizar. Luego sería reclui-do en la Cárcel de La Catedral en Envigado. Desde allísiguió controlando los hilos del negocio ilegal a través deotros 2 aliados suyos que no se entregaron: Fernando “elnegro” Galeano y Gerardo “Kiko” Moncada.[67]

Como la política de negociación de penas también cobi-jaba a los paramilitares, muchos miembros de las organi-zaciones afincadas en Córdoba, el Magdalena Medio, laSierra Nevada, Boyacá, el Valle del Cauca y los LlanosOrientales se allanaron a las autoridades confesando so-lamente el delito de porte ilegal de armas. El grupo másgrande al mando de Ariel Otero desmovilizó a 400 desus integrantes en Puerto Boyacá, mientras en Córdobala estructura de Fidel Castaño entregaba 600 fusiles, y al-gunas porciones de tierra como supuesta compensación alos campesinos despojados de sus parcelas. También unreducto de cerca de 200 hombres, antiguamente manda-dos por Gonzalo Rodríguez Gacha se acogió a la amnistíaen Pacho (Cundinamarca). En consecuencia, a partir de1992, se observa una importante reducción de los asesi-

natos de civiles, atribuidos a las autodefensas en los añosanteriores, pero en la práctica estas estructuras siguieronactivas.

7.6 Fin del Cartel de Medellín. Fuga ymuerte de Escobar

Miembros de la Policía Nacional de Colombia posan junto alcadáver de Pablo Escobar.

A casi un año de su encierro a principios de julio de 1992,Escobar, se había convertido en un extorsionista de altorango. Dejó de exportar cocaína y empezó a cobrar dine-ro a los demás narcotraficantes. Sospechando de sus alia-dos, ejecutó a Fernando “el negro” Galeano y Gerardo“Kiko” Moncada, pretextando que estos le ocultaban $20millones. La posterior purga entre los más cercanos a am-bos capos y entre sus familiares dejó unos 50 muertos. Elgobierno y la fiscalía general de la nación al conocer de loshechos y para evitar que el “Patrón” siguiera delinquiendodesde su prisión, ordenó el traslado de este hacia un nue-vo penal. Pero en condiciones oscuras que demostraronuna vez más el poder de corrupción y el temor que gene-raba el narcotraficante, él, su hermano Roberto y 8 de suslugartenientes se fugaron de La Catedral el 22 de julio de1992. El gobierno creó entonces el Bloque de Búsqueda,integrado por miembros de la policía y el Ejército, paracazar a los prófugos.[cita requerida]

Los terroristas de Cali se encargaron entonces de desen-cadenar nuevamente la guerra, al activar un coche bombaen Medellín que atribuyeron a sus enemigos antioqueños.Estos ante la arremetida de las fuerzas estatales, reactiva-ron su campaña con una serie de ataques en los que eje-cutaron a 30 uniformados y una juez, entre septiembre yoctubre de 1992. Pero esta vez la situación había cam-biado bruscamente para el Cartel: la muerte de Galeno yMoncada generó una fractura al interior de la organiza-ción. Diego Fernando Murillo, jefe de seguridad de loscapos asesinados y los hermanos Castaño, se alinearoncon los narcos del Valle contra Escobar, en una alianzaque incluía a oficiales del Bloque de Búsqueda y variosde sus antiguos socios y testaferros. Con la informaciónque pudieron suministrar a las autoridades se asestarondurísimos golpes a las redes del “Patrón”. El 28 de octu-bre, Brances AlexanderMuñoz unos de sus jefes militares

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32 7 LA ADMINISTRACIÓN GAVIRIA (1990-1994)

más importantes del cartel, fue abatido en una operaciónespecial.[cita requerida]

Escobar que trataba en ese momento de negociar su re-entrega y había autorizado la rendición de varios de suslugartenientes más cercanos, entre ellos su hermano Ro-berto, alias “Popeye”, “Otto” y el “Mugre”, desencadenóen respuesta una nueva guerra total. Decenas de pistole-ros ejecutaron a un centenar de policías hasta febrero ylos coches bomba reaparecieron en las grandes ciudadesa partir de diciembre de 1992. Si bien los mecanismosya no eran tan sofisticados como antes, las pérdidas hu-manas y materiales fueron cuantiosas, pues los atentadosya no iban dirigidos a un objetivo específico, sino queeran totalmente indiscriminados. En Medellín murieron19 personas, en la capital de la república 41 y en Barran-cabermeja 16.[111]El Valle de Aburra se vio afectado por3 ataques en diciembre del 92 y en Bogotá las explosio-nes se sucedieron a partir de enero de 1993: el 20 en elnorte, el 30 frente a la Cámara de comercio, mediandofebrero en dos áreas comerciales, el 5 de marzo en lasinstalaciones de Telecom y en abril 15 en la calle 93.[67]

Pese a la dura arremetida de los terroristas, en el cursode una ardua cacería las autoridades dieron de baja has-ta marzo de 1993, a 100 sicarios y 10 jefes militares delCartel, entre los que se contaban Mario Castaño Molina“El chopo”, Hernán Darío Henao “HH” y Jhonny EdisonRivera “El palomo”, todos hombres de confianza de Es-cobar. También fueron apresados 1900 sospechosos depertenecer a la organización y se rindieron 18 altos man-dos de su ala militar. Esto sumado a la derrota por bandasrivales de sus grupos de gatilleros, en una guerra que de-jó 300 muertos, terminó por debilitar decisivamente algrupo de Medellín que perdió en 8 meses el 80% de sucapacidad bélica. Como añadidura, el 30 de enero hizo suaparición pública una estructura paramilitar que se auto-denomino “Los Pepes” (Perseguidos por Pablo Escobar),detrás de la que estaban los Castaño y que se dedicaríaa matar a los testaferros, contadores, abogados y familia-res del capo, como también a destruir sus propiedades yminar sus finanzas.[67]

Escobar, arrinconado por las fuerzas armadas y por lasamenazas que pesaban sobre su familia interrumpió deltodo su campaña terrorista. Trato de renegociar su ren-dición, condicionándola a la salida del país de su mujery sus hijos, pero esta vez su propuesta no halló eco entreel Ejecutivo. Si bien logró evadir al Bloque de Búsquedapor 6 meses más, la muerte de su jefe de seguridad LeónPuerta Muñoz “El angelito”, en octubre de 1993, lo dejódesprotegido, al mando ya de sicarios rasos. Finalmente,la preocupación por la situación de su esposa refugiadaen el Hotel Tequendama bajo vigilancia policial, lo llevóa utilizar un radio de comunicaciones, revelando su ubi-cación. En la tarde del 2 de diciembre de 1993 sería aba-tido por un comando de 20 hombres al mando del MayorHugo Aguilar.Sumuerte y la de su único guardaespaldas significó el final

del Cartel de Medellín y del narcoterrorismo como actorbélico, pero en ningún modo afectó como tal al negociolucrativo del tráfico de cocaína, en manos ahora de losnarcotraficantes de Cali y el Norte del Valle.[cita requerida]

7.7 Auge del cartel de Cali e inicios de lasACCU

En orden de aparición Gilberto y Miguel Rodriguez Orejuela, Jo-se Santacruz Londoño, Helmer Herrera Buitrago, Henry LoaizaCeballos y Victor Patiño Fomeque, capos del Cartel de Cali.

En vez de desaparecer como tal, el Cartel de Medellínse atomizó en pequeñas estructuras, como la denomina-da Oficina de Envigado, fomentando ademas el fortaleci-miento indirecto del grupo de Cali, el cual no solo llegóa controlar el 80% del negocio, sino que perfeccionó susmétodos de inteligencia y reforzó su infiltración dentro delas autoridades. Y si bien la atención de la opinión públicase había centrado en Escobar y sus socios, las otras redesde narcotraficantes, específicamente la del norte del Valleno eramenos violenta. En Trujillo (Valle) los capos HenryLoaiza “El alacrán” y Diego Montoya “Don Diego”, eje-cutaron a principios de la década del 90, a no menos de250 personas en medio del silencio de las autoridades lo-cales.El gobierno de EE.UU. que había observado con cautelalos resultados de la política de sometimiento a la justicia,

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empezó a exigirle a Colombia más contundencia en lasacciones contra los nuevos amos del narcotráfico y aun-que el Bloque de Búsqueda logro apuntarse algunos éxitoscon la captura de Jaime Orejuela e Iván Urdinola, el nú-cleo de la organización se mantuvo intacto hasta la llega-da de la nueva administración. Además, ahora se añadíaun nuevo ingrediente a la ecuación: los cultivos ilícitosempezaron a expandir su frontera aceleradamente a fina-les del cuatrienio Gaviria. De placa giratoria del tráficode cocaína, pasó a ser el primer productor del mundo,desbancando de su puesto a Perú y Bolivia. Con el im-pulso del Cartel de Cali y sobre todo con la participacióncada vez mayor de las FARC y los paramilitares en el ne-gocio, el fenómeno se extendería rápidamente por granparte del territorio, en las selvas del sur sobre todo perotambién en otras áreas como el Catatumbo y Antioquia.Pese a la reducción de los aportes de los EE.UU. a la lu-cha antinarcóticos, el gobierno multiplicó la erradicaciónde las zonas sembradas de coca y amapola, iniciando en1992 las polémicas fumigaciones con glifosato, a la vezque desarrollaba programas de sustitución de cultivos.Por otra parte, los paramilitares del Magdalena Medio,se vieron envueltas en una lucha con sus antiguos sociosnarcotraficantes a partir de 1990. Henry Pérez, su primercomandante había sido asesinado por un pistolero en juliode 1991, y Ariel Otero el sucesor suyo que se alineó conel Cartel de Cali, correría la misma suerte a principios de1992. La fuerza sobreviviente se atomizó y algunos desus restos entraron al servicio de Escobar, mientras otrasbandas como la encabezada por Ramón Isaza, se reple-garon de la zona. Mientras tanto, en la parte sur de la re-gión, cerca a Honda, cobró protagonismo Jaime EduardoRueda Rocha, el asesino de Luis Carlos Galán, evadidode la cárcel hacia un año y ahora jefe de una partida de150 criminales. Buscando posicionarse como líder máxi-mo mató al alcalde de Puerto Boyacá en marzo de 1992.Pero su ascenso fue cortado por una patrulla del GOESque lo abatió a él y a 6 miembros de su cuerpo de seguri-dad en un restaurante de Honda el 23 de abril del mismoaño. Tras su muerte, la actividad de las autodefensas en lazona disminuyó considerablemente, ya que estas optaronpor mimetizar sus actividades delincuenciales. EliminadoEscobar en diciembre de 1993, Ramón Isaza retomaría elcontrol del estratégico territorio.[cita requerida]

Sin embargo, al final pese a los esfuerzos realizados enlos primeros años de la década del noventa para lograrla desintegración de las estructuras más poderosas, losgrupos paramilitares tuvieron un nuevo impulso a finalesdel cuatrienio Gaviria. Fue así como, con posterioridada la muerte de Escobar, las Autodefensas Campesinas deCórdoba y Urabá (ACCU), bajo el mando de Fidel (ase-sinado o muerto en combate en enero de 1994) y CarlosCastaño protagonizaron una significativa expansión; estocon el apoyo de cientos de desmovilizados del EPL, ma-sacrados metódicamente por las Farc y la disidencia deFrancisco Caraballo. Por último, y como efecto colateralde la paz fallida, los paramilitares se trabaron en feroces

disputas territoriales con la guerrilla, lo que contribuyóal desplazamiento forzado de al menos 600.000 personasy a la multiplicación de las masacres, culminando así lalabor de exterminio contra la UP, cuyo último senadorManuel Cepeda Vargas cayó víctima de sicarios en Bo-gotá en 1994.[112]

8 El cuatrienio Samper: la violen-cia desborda el Estado

La posesión del nuevo mandatario de la república,Ernesto Samper el 7 de agosto de 1994, fue seguida porlos acostumbrados mensajes de paz de la guerrilla, emi-tidos esta vez separadamente por las FARC, el ELN y elEPL, anunciando con ello la disolución definitiva de laCoordinadora Guerrillera Simón Bolívar. En lo sucesivocada grupo, se enfrentaría al Estado por separado.

8.1 La crisis del Proceso 8000

La elección de Ernesto Samper como presidente para elperiodo 1994–1998, estuvo acompañada por una serie desondeos y propuestas exploratorias para dialogar con lasguerrillas que seguían en armas. No obstante el prontoestallido del narco-escándalo, ocupó la agenda del ejecu-tivo, le restó credibilidad a sus iniciativas y minó tambiéntodos sus proyectos.[cita requerida]

Tan pronto como se conoció el resultado de la segundavuelta de las elecciones presidenciales de 1994, Samperhabía sido acusado por su rival Andrés Pastrana de haberrecibido del cártel de Cali 3,7 millones de dólares parafinanciar su campaña. Tras un período de calma, las acu-saciones resurgieron con fuerza en 1995 a instancias delfiscal general Alfonso Valdivieso. Finalmente el conocidocomo narcoescándalo llegó al Congreso, que el 4 de agos-to de aquel año inició una investigación contra el presi-dente. Dio comienzo entonces el llamado Proceso 8.000.El 13 de diciembre de 1995 la Comisión de Acusaciónde la Cámara de Representantes exoneró a Samper y ar-chivó el caso. Sin embargo, las declaraciones incrimina-torias del cesado ministro de Defensa, Fernando BoteroZea (quien se encontraba encarcelado en espera de juicio)y del tesorero de la campaña presidencial, Santiago Me-dina, en el sentido de que al menos 4 millones de dólaresprovenientes del narcotráfico habrían afluido a la campa-ña de 1994 con el conocimiento del candidato, desembo-caron en la reapertura del caso el 27 de febrero de 1996.Finalmente, el 6 de julio de ese año, la Cámara, por 111votos contra 43, absolvió por falta de pruebas a Samperde los cargos de enriquecimiento ilícito, falsedad, fraudeelectoral y encubrimiento.[113]

Pese a su absolución la controversia generada por la en-trada de dineros calientes a la campaña del presidente, notermino ahí y se extendió durante todo el mandato Sam-per, generando una ola de oposición sin precedentes con-

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tra el Gobierno. Este en consecuencia se vio impelido ca-da vez más a limitar su actuación a legitimarse en el cargoy a mantenerse en el poder dejando de lado la realizaciónde cualquier política coherente. El mandatario defendiósu inocencia con vigor en todomomento. Declaró sentirse“víctima de un atentado moral” y presentó las últimas de-tenciones de jefes del cártel de Cali o la confiscación porley de sus propiedades como pruebas del compromiso desu Administración con la lucha contra el crimen organi-zado. La política de seguridad en consecuencia no fue to-mada como un punto referente en la acción gubernamen-tal y los planes diseñados por la administración anteriorun tanto coherentes, no tuvieron continuidad. Adicional-mente el curso de la economía no proporcionó a Sampermayores satisfacciones.En 1997 se repitió la moderada tasa de crecimiento re-gistrada en el año anterior mientras que el desempleo sealzó hasta el 13% de la población activa, el mayor índiceen diez años. El peso experimentó una notable devalua-ción frente al dólar y a todo ello se añadió el descenso delos ingresos por las exportaciones del café y el petróleo,en lo que mucho tuvo que ver la decisión de Estados Uni-dos de restringir tanto la entrada de productos colombia-nos como las líneas de crédito. Samper privatizó entoncesempresas del Estado para poder mejorar la tesorería delGobierno.[113]

8.2 La ofensiva de las guerrillas

Julio Suarez Rojas “Mono Jojoy”, líder militar de las FARC.

Las Farc no dejarían de aprovechar la coyuntura para for-talecerse al amparo de los recursos obtenidos del tráficode coca en el sur del país, terreno que quedó libre de com-petición tras la caída de los grandes carteles de la dro-ga, y lanzó una ofensiva evidenciando su capacidad paraadaptarse a la guerra de posiciones. Su plan de expansiónafinado en la Octava conferencia del secretariado cele-

brada en 1993, se concretó con el avance progresivo porla cordillera oriental sobre Bogotá, hostigando a la veza las tropas del gobierno en todo el territorio, disipan-do sus esfuerzos, mientras que el grueso de las columnasconsolidaba el control de las selvas del sur. Ya no vaci-larían en comprometer cientos e incluso más de un mi-llar de hombres en una sola operación, siempre apoyadapor una potente artillera artesanal. Aparte de los ataquesmasivos contra bases e instalaciones militares, tambiénpasaron a bloquear ejes centrales de comunicación comolos que conducen a Uraba o Arauca, a amenazar carrete-ras neurálgicas como la vía Bogotá- Medellín o Bogotá-Villavicencio, y a destruir infraestructura de importan-cia estratégica (torres de energía, hidroeléctricas del no-roriente antiqueño, oleoductos en los Llanos orientales).Hábiles en el manejo de explosivos, empezaran a utili-zar profusamente los coches bomba, y con ellos reapa-reció el terrorismo tipo Cartel de Medellín en las ciuda-des, si bien no conocerá sus extremos (la excepción fue elatentado dinamitero ocurrido el 10 de junio de 1995 enel parque San Antonio de Medellin, que atribuido a lasmilicias de las FARC dejo un saldo de 29 civiles muer-tos y mas de 200 heridos).[114] El impacto para la eco-nomía nacional llegará a ser de 1 a 2 puntos del PIB, ysus consecuencias en el ámbito local y regional aun másdevastadoras.[cita requerida]

De otro lado el ELN se vio debilitado ostensiblemente deun lado por el avance paramilitar en el Magdalena Me-dio y Antioquia, y del otro por la expansión acelerada delas Farc, lo que le privó de importantes recursos financie-ros. Contando desde 1995 la organización concentraríasus actos en el saboteo sobre la infraestructura petroleray en los hostigamientos, si bien tampoco decayó del todosu accionar en grandes operaciones. Solo tras la muertede su líder el “Cura Pérez” a principios de 1998, sería queempezaría a descender ostensiblemente la capacidad delgrupo armado.[cita requerida]

A mediados de 1995, el Ministro de Defensa FernandoBotero Zea presentó su renuncia al cargo a raíz del escán-dalo del proceso 8000. Los sucesivos funcionarios que lesiguieron en la cartera de seguridad, no ejecutaron ningúnplan de orden público coherente: no existió una políticade seguridad clara y establecida. Como si fuera poco, elestamento militar no fue ajeno al escándalo del proceso8000 y se vio involucrado en él, como consecuencia delas continuas fricciones de su comandante Harold Bedoyacon el presidente, lo que al final llevaría a su destitución2 años después. En este punto, está claro que los gran-des éxitos obtenidos por la guerrilla comunista, debieronmucho a las vacilaciones de Samper y a la falta de prepa-ración de las FF.AA. El porcentaje del PIB destinado ala lucha contrainsurgente, era bastante bajo para el gradode violencia que enfrentaba el país, la Fuerza aérea eraprácticamente testimonial con solo 30 helicópteros ope-rativos para un territorio de más de un millón de Km, lacoordinación entre las distintas armas era nula y la inteli-gencia pésima. La corrupción, la violación a los derechos

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8.3 De Puerres a El Billar 35

humanos y el maridaje con grupos de extrema derechacampeaban en todos los niveles. No fue extraño entoncesel sesgo desfavorable que tomó el conflicto para el esta-blecimiento, cuando 1995 terminó con 650 uniformadosmuertos y cerca de 1200 heridos, las cifras más elevadashasta ese momento.[cita requerida]

Por añadidura las consecuencias corrosivas del proceso8000 no se limitaron solo al ámbito nacional y muy pron-to EE.UU. se vio involucrado en una agria disputa con elgobierno colombiano, descalificándolo en la lucha contrael tráfico de narcóticos el 1 de marzo de 1996 y retirándo-le al presidente su visado personal de entrada al país delnorte el 1 de julio siguiente. Samper decidido a mostrarel esfuerzo realizado por su administración en la cam-paña anti-drogas, profundizó la amplia ofensiva que sevenía realizando desde mediados de 1995 contra los cul-tivos ilícitos en el sur del país (la Operación Conquistadesarrollada en los departamentos de Caquetá, Guaviarey Putumayo). Como respuesta a la ofensiva del Ejército,más de 80.000 raspachines se movilizaron en violentasmanifestaciones promovidas por las FARC. Precisamen-te y en parte como represalia a la Operación Conquista,en abril del 96 comenzó la serie de ataques masivos con-tra bases militares, emboscadas y tomas guerrilleras quemarcaron el inicio de la mayor ofensiva subversiva de lahistoria del conflicto armado; ofensiva que desde las sel-vas sería pronto extendida al resto de la nación y que porsu magnitud hizo pensar a muchos que el gobierno es-taba siendo desbordado y perdiendo la guerra. El 12 demarzo de 1996, en lo que seria solo un preludio de loque vendría después, los frentes 35 y 37 de las FARC,masacran a 11 policías y queman sus cuerpos en Chalan(Sucre).[cita requerida]

8.3 De Puerres a El Billar

Los cuerpos sin vida de algunos de los 27 militares asesinadospor el Bloque Sur de las FARC, el 30 de agosto de 1996 en lasDelicias

El 15 de abril de 1996 en Puerres (Nariño) ocurrió el pri-mero de estos golpes. Ese día al menos 150 insurgentesde las FARC y el ELN atacaron con explosivos a una uni-dad de caballería mecanizada. 31 militares murieron. El20 de junio fue asesinado el gobernador de Caquetá, Je-sús Ángel González Arias. El 30 de agosto, en el mar-co de una ofensiva nacional que causo en una sola se-

Soldados del Ejercito Nacional de Colombia proceden a reali-zar el levantamiento de 2 de los uniformados asesinados en LasDelicias.

mana 80 muertos en las filas del Estado, 450 miembrosdel Bloque sur asaltaron la base de las Delicias en Pu-tumayo, donde se hallaban destacados 110 uniformadosadscritos al Batallón de selva 49 Juan Bautista Solarte, almando del Capitán OrlandoMazo. Tras una brutal batallade 17 horas en la que cayeron 27 soldados y 9 guerrille-ros, el resto de la tropa, 60 hombres faltos de refuerzos,se rindió.[115][116] Solo siete días después en La Carpa,Guaviare, el Bloque Oriental dio de baja a 24 efectivosde la Brigada Móvil No 2, en medio de una emboscada.Al mismo tiempo entre julio y agosto una serie de hosti-gamientos en Bogotá y Cundinamarca dejo 17 víctimasfatales entre los fuerzas del gobierno.Pese a estos golpes, el Ejército no cejó en su esfuerzo pordetener a la subversión y lanzo constantes operativos con-tra sus estructuras en Antioquia y Uraba, bajo el mandodel General Rito Alejo del Río. En efecto las FARC sufri-rían un importante descalabro cuando fueron expulsadasde la región bananera en 1998 y perdieron el estratégicocorredor al mar. El Bloque José María Córdova, consi-derado el más potente de la organización en 1993, fueduramente vapuleado, debiendo replegarse a la región deDabeiba, Mutata y el Cañón de la Llorona, que tomó co-mo cuartel general. IvánMárquez destituido de su coman-dancia que le fue entregada al veterano Efraín Guzmán,es enviado al Bloque Caribe.[117]

Sin embargo su táctica de dividir a las fuerzas guberna-mentales les dio apreciables resultados a los irregulares:el 16 de enero de 1997, asesinaron a 3 infantes de ma-rina y secuestraron a 10 más en Jurado (Choco), y el 1de febrero emboscaron y mataron a 16 militares cuandoestos desembarcaban de un helicóptero en San Juanito(Meta). Por añadidura los insurgentes hicieron estallar uncarro cargado con 100 kilos de explosivos frente al hotelEl Pescador de San Jose de Apartadó (Antioquia), ma-tando a 10 civiles.[118] La captura y retención de los 70militares en Las Delicias y Jurado llevó al gobierno, pesea la oposición del estamento militar, a conceder una zo-

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36 8 EL CUATRIENIO SAMPER: LA VIOLENCIA DESBORDA EL ESTADO

na desmilitarizada de 14.000 Kilómetros cuadrados en elmunicipio de Cartagena del Chaira (Caquetá), cediendode ese modo a las exigencias de las FARC. Allí fueron en-tregados todos soldados retenidos el 15 de junio de 1997.Pese a este gesto de paz, la violencia no hizo más sinoarreciar. El desconcierto era grande al interior de lasFuerzas Armadas y la Administración Samper despres-tigiada e impotente para adelantar alguna política de or-den público coherente, destituyó al General Bedoya porcriticar al Gobierno. El Ejército minado en su moral ymal equipado se halló dirigiendo solo el esfuerzo de gue-rra; contaba con 120.000 efectivos pero estos se hallaban“amarrados” en su mayoría a la infraestructura, con unos30.000 apenas dispuestos para lucha contra-insurgente.Sobre el terreno frente a los cerca de 20.000 guerrille-ros en armas y no menos de 15.000 milicianos las cuen-tas se hallaban parejas. Ni la Armada ni la Fuerza Aérearealizaban un aporte decisivo y la segunda no era capazde asistir realmente a los hombres en tierra, mientras laPolicía con 100.000 efectivos, aunque monopolizaba latotalidad de los recursos proporcionados por los EE.UU.para la lucha antinarcóticos, se hallaba también en fran-co retroceso ante los irregulares y más de 100 cabecerasmunicipales e innumerables corregimientos carecían desu presencia.Adicionalmente a partir de 1995 se verificó un avan-ce lento pero constante sobre las principales ciudades,Medellín y Bogotá esencialmente. Contra la capital, lasFARC emprenden un asedio progresivo, instalando susfrentes en los municipios que la dominan por el oriente,e infiltrando armas y recursos desde el Sumapaz para lasmilicias de Ciudad Bolívar, en el sur. En Medellín pasa-ran a controlar al menos 600 barrios y la mayoría de lasentradas de la ciudad, para principios de la década del2000.[cita requerida]

Los ataques de la subversión fueron haciéndose más con-tundentes y aumentaron de escala. El 17 de junio un po-deroso camión bomba hizo explosión en el parqueaderode la novena estación de Policía de Fontibón, en el occi-dente de Bogotá, en el momento que era examinado poroficiales y suboficiales de inteligencia del Comando de laPolicía Metropolitana: 8 uniformados murieron (un ma-yor y dos capitanes incluidos) y 16 quedaron heridos.[119]El 6 de julio de 1997, 20 soldados murieron al ser derri-bado un helicóptero MI-17 en Arauca y solo cuatro díasdespués en Arauquita, cayeron 10 más en una embosca-da. Ambos hechos marcaron el inicio de la avanzada “fa-riana” en esa zona, controlada hasta ese momento por elELN. En octubre las acciones bélicas nuevamente esca-laron: las elecciones locales fueron saboteadas sistemá-ticamente por las FARC; las autodefensas del Casanareemboscaron en San Carlos de Guaroa a una patrulla delGaula matando a 11 de sus integrantes; y en San Juan deArama (Meta) fueron asesinados mediante la activaciónde una carga explosiva, 17 policías. El día 17, 3500 tropasdel Ejército se desplegaron en los llanos del Yari buscan-do a miembros del secretariado de las FARC (Operación

Destructor II); Pero para los medios empleados, los resul-tados no pudieron ser más mediocres: 1 capturado. Final-mente y para rematar el año, el 22 de diciembre de 1997,el Bloque Sur tomó el Cerro Patascoy en menos de 15minutos, matando a 11 uniformados del Batallón Boyacáy haciendo prisioneros a 18 más.[120][121]

La situación no variaría con la llegada de 1998 y más bientomaría signos de desastre. Entre el 1 y 3 de marzo de eseaño una operación que buscaba interceptar a altos man-dos de las Farc en el Bajo Caguán, sobre la Quebrada ElBillar degeneró en una batalla campal que enfrentó a 600guerrilleros del Bloque sur y oriental, y a 153 soldados delbatallón de contraguerrillas No. 52 al mando del MayorJohn Jairo Aguilar. Copadas totalmente sus 3 compañías,el descalabro fue contundente: 64muertos, 19 heridos, 43secuestrados y 3 helicópteros impactados. En los poste-riores combates murieron 30 subversivos. Otras accionesse presentaron en todo el país durante los mismos días,vísperas de las elecciones legislativas: una decena de al-caldes y funcionarios fueron secuestrados; varios retenescortaron las vías de comunicación; bombazos en Neiva,Barranquilla y San Vicente del Caguan; 8 soldados y uncivil del Ejército muertos en una emboscada del ELN enLa Alejandra, cerca de El Zulia (Norte de Santander); yhostigamientos en Sucre, Casanare y Bolívar que dejanotros 3 uniformados sin vida. Un mes después a media-dos de abril en una avanzada que trataba despejar la víaal Llano constantemente bloqueada por las «Pescas mi-lagrosas», violentos enfrentamientos terminaron con unaveintena de bajas en ambos bandos. Tres semanas antesallí mismo miembros del frente 53, habían secuestrado almenos a 25 personas, entre ellas a cuatro estadounidensesy un italiano.[122]

En este marco de aguda expansión insurgente, del que lasFarc eran las principales protagonistas, el Bloque Orien-tal, con una ampliamargen demaniobra en el sur y orientedel país y al mando del Mono Jojoy, fue el que obtuvo loséxitos más relevantes y el que más avanzó en su plan es-tratégico, amenazando cada vez más con sus ataques y laprogresiva infiltración de sus estructuras, el centro de lanación y la capital de la república. Protagonista esencialde las tomas del 96 – 98 fue alias “Urias Cuellar”, un tác-tico hábil en el copamiento de bases fijas, y su columnamóvil, la Juan José Rondón. Todo este esfuerzo fue rea-lizado, con los recursos obtenidos del tráfico de cocaínaen Guaviare, Meta, Vichada, Guainía y parte del Vaupés,territorio sobre los que su predominio era casi absoluto.Con unos 7000 a 8000 hombres en armas, 22 frentes y 18columnas móviles, sus redes de milicianos también mul-tiplicaron los secuestros y extorsiones a veces en compli-cidad con las bandas de delincuencia común de la capital.Uno de sus comandantes, alias "Romaña" se hizo famosoal bloquear constantemente la vía al llano e inaugurar lapráctica de “Las Pescas Milagrosas”.[cita requerida]

A su vez aunque el bloque sur contaba con menos mi-litantes, unos 3000, emprendía en llave con el orientalnumerosas operaciones militares. Al mando de Raúl Re-

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8.4 La ofensiva Paramilitar 37

yes y Joaquín Gómez su control del Putumayo y granparte de Caquetá era indiscutible. La presencia en estegrupo de Fabián Ramírez un comandante involucrado enel narcotráfico, le brindaba además los necesarios recur-sos económicos para mantener en pie su maquinaria deguerra.[cita requerida]

Los demás bloques de las Farc eran de menos tamaño y asu vez también su operatividad. El Occidental con 2000irregulares subordinados Alfonso Cano era bastante ac-tivo en Tolima, Cauca, Valle del Cauca y Nariño perono era en lo absoluto, salvo casos excepcionales capaz derealizar ataques masivos como los acaecidos en el sur-oriente del país, limitando su accionar a hostigamientos,emboscadas y asaltos a cuarteles de policía. Igual suce-día con el Caribe y sobre todo con el Magdalena Medio,en lo sucesivo cada vez más acorralados por la ofensivaparamilitar de las AUC, si bien Martín Caballero, era elresponsable de acciones que dejaron cientos de muertosen los Montes de María, Bolívar y Sucre.[cita requerida]

Respecto al último bloque, el Nor-occidental comanda-do por Efraín Guzmán y presente en Antioquia y Chocofue el que recibió primero la doble embestida de las au-todefensas y el ejército, encajando una derrota que mástarde resultaría decisiva para frenar el avance guerrillero,la pérdida del estratégico corredor de Uraba. Pese a esto,resistió la dura arremetida militar controlando ampliosnúcleos a lo largo de toda la región (como el nudo de Pa-ramillo) y en su apoyo fueron enviados un millar largo desubversivos desde el sur del país. La contraofensiva de losguerrilleros en este frente, iniciada en agosto de 1998 secobró cientos de vidas entre las Fuerzas gubernamenta-les, que sufrieron descalabros semejantes a los acaecidosen Meta, Guaviare y Caquetá.[cita requerida]

Al final del periodo Samper la situación de violencia quevivía el país era crudísima; las bajas de los efectivos delGobierno se contaban por cientos: 797 muertos en 1996,670 en 1997 y 817 en 1998, estas últimas las cifras máselevadas del conflicto, a lo que se sumaban los 350 se-cuestrados y los no menos de 3500 heridos. Pero pese atodas las observaciones hechas, el Ejército se hallaba aúnlejos del colapso y contaba con suficientes reservas parasostener indefinidamente la lucha. En muchas regionesdel país la única cara del Estado que conocía la poblaciónera la del Ejército y ello no dejaba de ser paradójico.[123]

8.4 La ofensiva Paramilitar

A la vez que ganaba terreno la insurgencia, el Parami-litarismo se extendía por amplias áreas del país, la cos-ta atlántica principalmente, de la mano de los interesesde numerosos hacendados, militares, políticos y empre-sarios identificados contra la lucha de la guerrilla. LasAutodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu),bajo el mando de Carlos Castaño, se convierte en el grupomás activo. La avanzada liderada por las ACCU se ma-nifiesta, inicialmente, en el norte de Urabá apoyada por

antiguos miembros del EPL perseguidos a muerte por lasFarc y por las disidencias del movimiento que no se des-movilizaron. En 1995 se lleva a cabo la entrada al ejebananero y en 1996 la expansión a la región del Atrato,Oriente antioqueño y Nudo de Paramillo, junto con el ini-cio de acciones en Sucre, Magdalena y Cesar, bajo la for-ma de violentas incursiones de tierra quemada.[cita requerida]Las Cooperativas de seguridad rural o Convivir, nuevasasociaciones de autodefensa autorizadas por la adminis-tración Samper por medio del Decreto 356 de 1994, sir-vieron en este marco de fachada para que los ultrade-rechistas pudieran consolidar sus avances territoriales ya la vez se mostraran ante la opinión pública, cobijadospor una nebulosa entre lo legal y lo ilegal. La falta de su-pervisión del gobierno central, le abrió camino a muchasirregularidades, verificándose en las zonas donde se im-plantaron una multiplicación de las estructuras paramili-tares. Las Convivir proliferarían bastante en Antioquia,con el impulso del entonces Gobernador Álvaro UribeVélez.[cita requerida]

Hacia finales de 1996, el avance de las autodefensas setraduce, por una parte, en que las guerrillas, sobre todoel ELN, registran pérdidas territoriales muy significativasy, por otra, en que tienen que concentrar mayores esfuer-zos para contener a estas estructuras. Y es en medio de lamisma lucha, que tanto los irregulares de derecha comolos de izquierda, convierten a la población civil en blancode su acción, dando una clara demostración del alto nivelde degradación que comienza a experimentar el conflictoarmado. En efecto las FARC asumirían una clara actitudpredatoria hacia los civiles en el Eje bananero, donde enrespuesta a la masacre del Bar Aracatazo (cometida porlas ACCU) ocurrida el 12 de agosto de 1995, se desatóuna ola de cruentas retaliaciones. No menos de 800 per-sonas murieron en la guerra de exterminio que azoto aUraba en 1995, mientras que varios cientos de miles tu-vieron que desplazarse fuera de sus hogares.[cita requerida]

Es así como las masacres cometidas por el V Frente de lasFARC se suceden escalonadamente a partir de agosto de1995: el 29 de agosto en los terrenos de la hacienda LosKunas (Carepa, Antioquia) son asesinados 19 campesi-nos; el 20 de septiembre las víctimas son 26 trabajadoresbajados de un bus y fusilados en el sitio denominado Ba-jo del Oso; el 14 de febrero de 1996, 11 civiles son rafa-gueados en la finca Osaka; y el 5 de mayo, 16 labriegoshabitantes de las localidades de Alto de Mulatos y PuebloBello (Antioquia) son ejecutados.[cita requerida]

En abril de 1997, las Autodefensas Campesinas de Cór-doba y Urabá, las del Magdalena Medio y las de los Lla-nos Orientales se unieron en las AUC (Autodefensas Uni-das de Colombia), dando forma a un proyecto contrain-surgente de envergadura nacional. En la práctica se tratóde una federación de facciones regionales, que se agru-paron bajo una bandera común, con el propósito de pre-sentarse como una organización con un mando unifica-do, un plan definido, una coordinación multi-regional delas acciones bélicas y una agenda con pretensiones pro-

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38 8 EL CUATRIENIO SAMPER: LA VIOLENCIA DESBORDA EL ESTADO

gramáticas, todo con miras a lograr un espacio en la ne-gociación con el Estado y un estatus que garantizara, afuturo, su reconocimiento como actor político. A partirde este momento, las autodefensas se trazan la meta decontener la expansión de la guerrilla e incursionan en laszonas donde estos grupos tienen su principal fuente de fi-nanciamiento: el narcotráfico. Siguiendo este propósito,en la segunda mitad de 1997, los paramilitares penetranen los cuarteles generales de la subversión y ponen de ma-nifiesto su voluntad de realizar campañas de exterminioen todo el país, por medio de rápidas y sangrientas incur-siones. La primera evidencia de su nueva estrategia vienecon el ataque lanzado sobre Mapiripan (Meta) en juliode 1997, donde fueron asesinadas casi medio centenarde personas, y la masacre de El Aro (Antioquia) cometi-da en el nudo de Paramillo, el 22 de octubre del mismoaño.[cita requerida]

8.5 El narcotráfico durante la era Samper

Los “narcocasetes” obtenidos por la DEA en la sede de laCampaña Samper Presidente sirvieron para que EstadosUnidos ejerciera con mayor fuerza su diplomacia coerci-tiva iniciada durante la administración anterior. Para ello,contaba con el proceso de certificación como instrumentotáctico y la exigencia de extradición de nacionales comoherramienta jurídica. Con este perfil y con la inclusión delcriterio de nivel de narco-corrupción, en 1995 se certifi-có condicionalmente a Colombia “por razones de interésnacional”.[cita requerida]

Pero al año siguiente, Colombia se convirtió en el pri-mer país formalmente democrático en ser desertifica-do, aunque no se aplicaron las sanciones económicasdiscrecionales previstas en la medida. En 1997 Colom-bia volvió a ser desertificada, y en vísperas de la salidade Samper en 1998, el país fue certificado de maneracondicional.[cita requerida]

Gilberto Rodríguez fue sentenciado a quince años de pri-sión, los cuales se redujeron a siete años por confesióny buena conducta. Otro instrumento de presión de Esta-dos Unidos fue la extradición. El artículo 35 de la Car-ta de 1991 la prohibió, de alguna manera por influenciade los narcotraficantes y por consideraciones nacionalis-tas de los constituyentes. Durante el gobierno de Sam-per, la diplomacia de Estados Unidos se orientó a presio-nar la revocatoria de ese artículo. Luego de varios llama-dos de autoridades nacionales y con el fantasma de unapróxima descertificación en el ambiente político, final-mente, mediante el acto legislativo 01 de diciembre de1997, el Congreso aprobó la extradición sin retroactivi-dad ni aplicación a los delitos políticos. Esta medida es-tuvo antecedida por la aprobación, mediante la Ley 333de diciembre de 1996, de la extinción de dominio so-bre los bienes adquiridos en forma ilícita, y de la Ley365 de febrero de 1997, que aumentó las penas a losnarcotraficantes.[cita requerida]

Gilberto Rodríguez Orejuela procesado después de su captura.

La retórica nacionalista de Samper contrastó con su per-manente preocupación por satisfacer las exigencias de Es-tados Unidos en medio de la crisis política que lo envol-vió. Pero su preocupación se disimuló no sólo con la retó-rica presidencial, sino también con el protagonismo queejerció el embajador de este país, Myles Frechette, quienle dio aún más notoriedad a la relación del gobierno conlos Estados Unidos. Este embajador se posesionó pocoantes de terminado el gobierno Gaviria y se retiró en mar-zo de 1998, en vísperas de las elecciones presidenciales.La personalidad del embajador propició frecuentes en-frentamientos públicos con funcionarios del gobierno quehicieron más difíciles las de por si problemáticas relacio-nes con el país del norte. La debilidad del gobierno y sudependencia frente a Estados Unidos hicieron posible queesa situación se mantuviera durante tanto tiempo. Debidoa ese afán presidencial por responder a la presión externa,el narcotráfico se convirtió en el factor preponderante dela seguridad nacional durante su gobierno. En la décadaanterior, el narcotráfico también había sido un problemadestacado de orden público y de seguridad nacional, perono sólo como respuesta a la presión externa, sino tambiéncomo respuesta al terrorismo. El énfasis en el narcotrá-fico durante el gobierno Samper llevó a que la subver-sión y el paramilitarismo no recibieran la atención queameritaban. Los consecuentes descuidos e improvisacio-nes de los dirigentes políticos y los militares, facilitaronla inusitada expansión tanto de las guerrillas como de losparamilitares.[cita requerida]

Las operaciones Conquista I y Conquista II, adelantadasen el sur del país contra el narcotráfico por la IV Divi-sión del Ejército y sus brigadas, entre junio de 1996 yfebrero de 1997 afirmaron la tendencia de militarizaciónde la lucha antinarcóticos. Así fue posible combinar, y

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8.5 El narcotráfico durante la era Samper 39

confundir, la represión antisubversiva con la guerra con-tra las drogas. Ya desde antes el Ejército había realizadooperaciones que combinaban la lucha militar de las tropasantiguerrilleras con la fumigación de cultivos ilegales porparte de la Policía en busca del apoyo directo de EstadosUnidos a sus actividades antisubversivas. La importanciaprogresiva que adquirió el Comando Sur de Estados Uni-dos -ubicado hasta fines de los años noventa en la Zona delCanal de Panamá-para el país tiene que ver no sólo consu papel de mediador de la absorbente política militar es-tadounidense para el área, sino también con esa búsquedade apoyo por parte del ejército nacional.[cita requerida]

La preponderancia del narcotráfico como factor centralde la seguridad nacional se percibió desde el inicio delgobierno, siempre bajo los dictámenes norteamericanos.A finales de 1994 el Consejo Nacional de Estupefacien-tes aprobó la extensa fumigación de cultivos de coca yamapola con glifosato, contrariando los acuerdos guber-namentales suscritos poco antes con los campesinos delGuaviare a raíz de un paro cívico de protesta por las fu-migaciones. Los acontecimientos subsiguientes ratifica-ron la decisión: en febrero de 1995 el presidente Samperanuncio el Plan Antinarcóticos 1995-1997 y su “Opera-ción Resplandor” destinados a la erradicación total de cul-tivos ilícitos, en abril el gobierno compró equipos técni-cos y de aviación por la suma de 2.000 millones de dóla-res, y en mayo el mismo Consejo aprobó el Plan “Com-promiso de Colombia frente al Problema Mundial de laDroga”. Además, en noviembre, el ministro de Defensaanunció la instalación de un radar de Estados Unidos enMarandua, Departamento de Vichada, como parte de lalucha antinarcóticos, En 1996 con el fin de reforzar lasfumigaciones se ensayo el imazapyr, herbicida granuladomás potente que el glifosato.[cita requerida]

La ofensiva en contra de los cultivos ilícitos provocó lamovilización campesina más importante desde los añossesenta. El anuncio de fumigación de finales de 1994 ge-neró un paro cívico en enero de 1995 de los cultivado-res del Putumayo, que culminó tras las promesas del go-bierno de hacer inversión social en la región. Dicho anun-cio también causó inconformidad en los campesinos delGuaviare y hostilidades por parte de las Farc en esa zo-na, cuyo momento crítico fue la toma de la ciudad deMiraflores a mediados del año. Sin embargo, la reacciónmás fuerte estaba por venir. En julio de 1996, millaresde campesinos del departamento de Putumayo se movili-zaron en contra de las fumigaciones del programa guber-namental de erradicación de cultivos ilícitos. Esta pro-testa se extendió a los departamentos de Guaviare, Ca-quetá, Bolívar y Norte de Santander, con las marchas dedoscientos mil campesinos cocaleros. La organización dela movilización estuvo a cargo de las Farc, que obligó alos campesinos a participar, lo que sirvió de excusa algobierno para reprimirlos de manera indiscriminada. Lareacción del gobierno sirvió para darle mayor legitimidada la guerrilla entre la población vinculada a los cultivos decoca. La guerrilla aprovechó el momento para adelantar

una ofensiva en varios lugares del país, de la que resultóel desastre militar derivado del ataque a la base de LasDelicias en el Putumayo.[cita requerida]

Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela.

La acción del gobierno se dirigió también contra los nar-cotraficantes. La presión ejercida por una replica del lla-mado “bloque de búsqueda” que eliminó a Pablo Esco-bar, conformada por militares, policía, DAS y Fiscalía, yla acción de la política de entrega y negociación promul-gada por la Fiscalía, lograron la captura y entrega de lacúpula del cartel de Cali a mediados de 1995. En juniofueron capturados Gilberto Rodríguez Orejuela y PhanorArizabaleta, en julio José Santacruz Londoño y en agos-to Miguel Rodríguez Orejuela. En el transcurso de esosmeses se entregaron Tulio EnriqueMurcillo, Henry Loai-za y Víctor Patino Fomeque. Además fue desmanteladagran parte de la red de ese cartel, con la incautación dedocumentos y la ocupación de parte de sus propiedades.En septiembre se entregó a la justicia estadounidense, através de la DEA, Guillermo Pallomari, tesorero de esaorganización delictiva. Por otra parte, la fuga y posteriormuerte, por parte de la Fuerza Pública, del narcotrafican-te José Santacruz, en los primeros meses de 1996, sirvióde excusa para que el gobierno estadounidense insistieraen su pedido de revivir la extradición.[cita requerida]

La política antidroga del gobierno de Samper tuvo mu-chos opositores, buena parte de ellos alentados por susvínculos económicos y políticos con los narcotraficantes.La conducta del Congreso de la República fue notoria:varias de las iniciativas legislativas del Ejecutivo fueroncontrarrestadas o alteradas en el curso de los debates, in-clusive con la abierta participación de grupos políticosafines al gobierno. La discusión sobre la extradición for-mó parte de esa situación, reforzada con la negativa ini-cial del Presidente de revivirla. También hubo iniciativasdel Congreso destinadas a entrabar la acción en contra delnarcotráfico. Entre ellas sobresale el llamado narcopro-yecto, que era una reforma al Código de ProcedimientoPenal que restringía la órbita de acción de los jueces dela justicia regional, denominados sin rostro, convertía el

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40 9 PASTRANA Y EL PROCESO DEL CAGUAN. EL PLAN COLOMBIA

enriquecimiento ilícito en un delito secundario y prácti-camente lo liberaba de sanciones punitivas. La discusiónde este proyecto absorbió la segunda mitad de 1994 hastaque fracaso con la intervención del gobierno. Así mismo,en 1995 apareció lo que se llamo el narcomico a la ley deseguridad ciudadana, que buscaba que el enriquecimientoilícito fuera tratado como delito conexo y no como deli-to independiente. La Cámara finalmente lo eliminó, y esaacción fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia, laFiscalía y la Corte Constitucional.[cita requerida]

Los resultados de la lucha contra las drogas del gobiernode Samper fueron desalentadores a pesar del crecienteapoyo del gobierno de Estados Unidos, instigador de lapolítica. Por ejemplo, en 1996 se destinaron dos y me-dio millones de dólares para la construcción de bases an-tinarcóticos en los departamentos del Valle del Cauca yPutumayo, y en 1997 se adicionaron 100millones en ayu-da militar para esos menesteres. Sin embargo, los cul-tivos ilícitos en Colombia pasaron de 40.100 hectáreasen 1990, a 50.900 en 1995, 79.500 en 1997 y cerca de100.000 en 1998. En este último año, el país ocupaba yael primer lugar como productor de coca a nivel mundial,conmás del 40 por ciento del área cultivada total. Ni la fu-migación ni los programas de desarrollo alternativo logra-ron frenar la expansión de los cultivos. Entre 1990 y 1998se fumigaron más de 120.000 hectáreas, una superficiesemejante a la cultivada en 1999. La fumigación, ade-más de ser ineficiente, produjo daños ecológicos y pro-blemas sociales difíciles de estimar. El Programa Nacio-nal de Desarrollo Alternativo, Plante, no logró encontrarsustitutos para la coca y la amapola, ya que la rentabili-dad de los cultivos alternativos esta lejos de competir conla de los ilícitos, entre otras cosas debido a la ausencia deinfraestructura y a la falta de una organización adecuadapara su comercialización.[124]

9 Pastrana y el Proceso del Ca-guan. El Plan Colombia

Combatientes en las FARC.

Dos años de continuas derrotas, tenían postrado moral-

mente al cuarto de millón de soldados y policías que com-batían a una insurgencia venida a más en medio del caosque representaron los 4 años de la Administración Sam-per. Desde el norte a base de masacres, avanzaban lasAUC, mientras el suroriente del país escapaba casi quetotalmente al arbitrio del Estado que controlaba solo lascapitales y las poblaciones más grandes. El nuevo man-datario, Andrés Pastrana, si bien se la jugo por el procesode paz, no descuido el frente militar. La caótica situaciónempezó a cambiar con la llegada al Ministerio de Defensade Rodrigo Lloreda Caicedo y el relevo de los altos man-dos militares de la última fase del cuatrienio anterior, conlos generales Manuel José Bonet y Mario Hugo Galán alfrente.[cita requerida]

El objetivo del cambio de cúpula era recuperar la mo-ral de la tropa, prácticamente destruida tras dos años demúltiples debacles bélicos, reestructurar las Fuerzas Mi-litares y retomar la iniciativa del conflicto. Los GeneralesFernando Tapias y Jorge Enrique Mora, fueron escogidoscomo comandantes de las Fuerzas Militares y del Ejérci-to respectivamente. La cúpula fue complementada conoficiales como Rafael Hernández López, quien venía deliderar la Fuerza de Tarea del Caguan y pasó a ocuparel cargo de Jefe de Estado Mayor Conjunto y el Gene-ral Néstor Ramírez, comandante de la Tercera División,nombrado segundo al mando.[cita requerida]

Junto con la conformación de la nueva cúpula, el Minis-tro Lloreda creó una comisión de reestructuración inte-grada por civiles y militares, encargada de revisar todoslos aspectos de las Fuerzas Militares, la Policía Nacionaly el Ministerio de Defensa. Este proceso seria continuadoy profundizado por el Ministro Luis Fernando Ramírez,quien asumió el cargo tras la renuncia de Lloreda en mayodel 99.La estructura del Ejército se transformo, con la creaciónde cuatro nuevas jefaturas: personal, logística, operacio-nes, y entrenamiento y doctrina, cada una de ellas bajo elmando de un mayor general. Estas reemplazaron la anti-gua estructura y eliminaron o fusionaron varias oficinas,permitiendo al General Mora entenderse con solo 4 sub-alternos sobre los aspectos estratégicos. Además se desa-rrolló un sistema de comando, control y comunicacionesen base al Centro de Operaciones Conjuntas (COC), quepermitió a las distintas armas coordinar las acciones so-bre el terreno. Estas ofensivas lanzadas por las fuerzas gu-bernamentales fueron desarrolladas a partir de la segun-da mitad 1999 por unidades de asalto de 120 hombres (1compañía), evitando así que se repitieran los desastrososresultados de las batallas del 98, donde las tropas contra-guerrilla se movilizaban en grupos de 50 y se veían copa-das rápidamente por cientos de insurgentes. Igualmente,la permanencia de la cúpula durante los cuatro años delmandato de Pastrana, contribuyó a darle continuidad aeste proceso, que pasaría con el respaldo económico delos EE.UU., por la profesionalización de las FF.MM., lacapacidad de realizar operaciones nocturnas, la creaciónde la FUDRA, la activación de nuevas brigadas móviles,

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9.2 La toma de Mitú y la desmilitarizacion del Caguan 41

el perfeccionamiento de la inteligencia y el fortalecimien-to de la capacidad aerotactica. También se reformaron losestatutos de carrera, de evaluación y de ascenso del perso-nal uniformado, a través de la expedición de decretos-leyen el marco de las facultades extraordinarias otorgadasal Gobierno por el Congreso de la República en el año2000.[cita requerida]

9.1 La ofensiva del 3 de agosto y el ascensode Pastrana

La prioridad otorgada por el candidato del partido con-servador, Andres Pastrana, a las propuestas de iniciar ne-gociaciones de paz con las guerrillas comunistas de lasFARC (unos 17.000 hombres) y el ELN (unos 5.000), su-mado a su incidencia en los mensajes sociales, alimenta-ron las esperanzas de una población estragada por cuatrodécadas de violencia en múltiples frentes y otros déficitsde tipo económico. Por otro lado, su oferta de restaurarel nivel de cooperación con Estados Unidos vigente hasta1996, cuando la Agencia para la Lucha contra la Droga(DEA) desertificó al Gobierno de Samper, fue acogidapositivamente en Washington. Aún y todo, Pastrana, alque se le asociaban contactos con las élites económicasy políticas de Estados Unidos, precisó que de llegar a laPresidencia no estaría dispuesto a acoger asesores milita-res de ese país para no hacer un “excesivo énfasis en lasmedidas represivas”.[cita requerida]

En la elección del 31 de mayo de 1998 Pastrana fue, conel 34,4% de los sufragios, el segundo candidato más vo-tado, aunque tan sólo con una décima menos que el libe-ral Horacio Serpa, que había desarrollado una campañapopulista y planteado similares propuestas, si bien en elelectorado pesaba la defensa que en su momento hizo deSamper. Sin embargo, en el desempate del 21 de junioPastrana obtuvo el apoyo de la mayoría de los votantescon el 52% de los sufragios. Los comicios se celebraronen un clima relativamente pacífico para los estándares co-lombianos y registraron un índice de participación histó-rico, el 59%.Pastrana tomaba posesión de su mandato cuatrienal, pri-mero para el Partido Conservador desde 1986, el 7 deagosto, pero no esperó hasta entonces para mover suspiezas en el frente de la guerrilla. Así, el 9 de julio elmandatario electo se internó en la selva para reunirse conel comandante Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, líderhistórico de las FARC. El encuentro, primero directo deun mandatario colombiano con la guerrilla, sentó las ba-ses para futuras negociaciones encaminadas a finalizar elconflicto armado.[cita requerida]

Al mismo tiempo, el ELN y el Consejo Nacional de Paz(CNP), foro integrado por organizaciones no guberna-mentales y representantes de la sociedad civil colombia-na, llevaban tres meses dialogando en un convento enlas cercanías de Maguncia (Alemania). De esta “mesa desondeo” surgió, el 15 de julio, un acuerdo de principio

para convocar antes de octubre una Convención Nacio-nal como conferencia consolidación del proceso. Todoello parecía indicar que la elección de Pastrana había si-do un catalizador de las iniciativas de paz. No obstante,bien pronto quedaron decepcionadas las perspectivas másoptimistas y cobraron argumentos quienes venían advir-tiendo que el proceso de paz iba a ser largo. El 22 de julioel ELN rompió su compromiso de tregua y comenzó unacampaña de atentados. El mismo 7 de agosto, la ceremo-nia de asunción de Pastrana quedó deslucida por la ola deviolencia guerrillera sin precedentes que asolaba el país,que quedó conmovido en particular por el desastre militardel 3 de agosto, con cientos de soldados y civiles muertoso desaparecidos en los combates. Se habló de un desairede la insurgencia a Pastrana y, ciertamente, esta situaciónno iba a ser excepcional en los cuatro años siguientes.[113]

La ofensiva subversiva del 3 de agosto de 1998, lanza-da como «despedida al Gobierno Samper», fue la ma-yor en toda la historia de las guerrillas colombianas. Seatacaron en todo el país 62 objetivos del Gobierno conasaltos masivos de instalaciones militares, hostigamien-tos, sabotajes y carros bomba, dejando 81 uniformadosmuertos, 120 heridos y más de 150 secuestrados. EnMiraflores Guaviare, escenario de un autentico desastremilitar, la base antinarcóticos de la policía y el cuar-tel del Batallón Joaquín París, donde estaban destaca-dos 190 hombres, fueron totalmente arrasados tras 26horas de violentos enfrentamientos que se saldaron con16 muertos, 30 heridos y 129 capturados entre las fuer-zas gubernamentales.[125][126] Otros combates asolaronLa Uribe (Meta) donde fue golpeado el Batallón No. 21Vargas (29 soldados y 1 policía muertos, 30 heridos, 7 se-cuestrados y 1 helicóptero derribado), Pavarandó (9 sol-dados muertos y 7 capturados) y San Carlos (Antioquia)(9 policías rendidos).[cita requerida]

9.2 La toma deMitú y la desmilitarizaciondel Caguan

Pero con la llegada a la presidencia de Pastrana, tampo-co se detuvieron los ataques: en Tamborales (Riosucio,Chocó) el 14 de agosto de 1998 murieron 42 militaresy 21 más fueron hechos prisioneros en una nueva bata-lla campal entre 200 contraguerrilla del Ejército que pre-tendían rescatar a los secuestrados de Pavarando y 1.000guerrilleros (que contaron en sus filas 60 bajas); en sep-tiembre el EPL y el ELN asaltaron el corregimiento deLas Mercedes en Norte de Santander, sometiendo a los20 uniformados que ocupaban el cuartel de policía local;y finalmente, el 18 de octubre nuevamente el ELN, di-namitó un oleoducto en Machuca (Antioquia) y provocóuna masacre que le costo la vida a 80 civiles.Pese a estos gestos desalentadores el 14 de octubre, tresdías después de hacer lo propio con el ELN, el Gobiernoarrancó las conversaciones con las FARC. Éstas vieronreconocido un estatuto político y el Ejército comenzó a

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abandonar una vasta zona selvática en los departamentosde Caquetá y Meta, al sur del país, de 42.130 km² (exten-sión ligeramente superior a la de Suiza y que comprendíacinco municipios), satisfaciendo la precondición plantea-da por Marulanda a Pastrana de levantar un “laboratoriode paz” en esta región dominada por la guerrilla. El 7 denoviembre los militares completaron la evacuación y lallamada Zona de Distensión de San Vicente del Caguánse hizo efectiva. Pero antes de que se terminara de con-cretar el despeje total del área, las FARC lanzaron su másatrevido plan de guerra al tomarse por asalto una capitaldepartamental, Mitú, ubicada en medio de las selvas delVaupés. Aproximadamente 1.500 hombres se lanzaroncontra la exigua guarnición compuesta por 120 elementos(5 oficiales, 2 suboficiales, 77 patrulleros, 6 agentes y 30auxiliares bachilleres) al mando del Coronel Luis Men-dieta. Tras 12 horas de feroces combates contra los cercade 90 policías parapetados en la Estación y sus alrededo-res, sobre las 4:30 de la tarde la posición fue copada, conun saldo de 16 policías muertos y 61 capturados, entreellos el mismo Comandante de la Ponal en el Vaupés.[127]

Los guerrilleros ocuparon Mitú por 72 horas, aprove-chando la impotencia del Gobierno para enviar refuerzos,ya que la pista aérea había sido destruida, y esa era la úni-ca forma de acceso a la distante población. Sin embargolas FF.AA preparaban el contraataque. Luego del desem-barco nocturno de 220 efectivos de fuerzas especiales (a6 Km de la población), seguido por la llegada de mediomillar más de uniformados a Cuererí (60 Km de Mitú),las tropas avanzaron en medio de enfrentamientos haciala ciudad apoyados por un inmenso dispositivo aéreo, re-tomándola al atardecer del día 3 tras el repliegue de losguerrilleros (que la habían abandonado sobre el medio-día con no menos de un centenar de bajas), que huyeronhacia el Guaviare. Fue el primer descalabro serio sufridopor el bloque oriental, en el curso de su aparente inexora-ble cadena de triunfos.[128][129]

Las operaciones no se detuvieron y a fines de mes entreEl Retorno y Calamar (Guaviare) cuando 1000 hombresde la Brigada Móvil Número 3, trataban de cercar a 800guerrilleros que huían desde Mitu, se desataron nuevoscombates. 20 militares murieron y 3 fueron secuestrados,a la vez que se contaron más de 40 bajas en las filas de lasubversión.[cita requerida]

9.3 Los diálogos del Caguan

El 7 de enero de 1999 comenzaron las negociaciones demanera oficial, y lo hicieron con mal pie: al encuentroinaugural en San Vicente del Caguan, en Caquetá, nocompareció Marulanda, dejando a Pastrana en situaciónembarazosa, como señal de advertencia al Gobierno con-tra la concesión de un estatuto político similar y garantíasde amnistía a las organizaciones paramilitares de extremaderecha, unos 7.000 hombres agrupados desde abril de1997 como Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ybajo el mando de Carlos Castaño.[130] Precisamente, es-

tos grupos, responsables de violaciones de los DerechosHumanos, habían desencadenado en la víspera una cam-paña de masacres contra civiles sospechosos de pertene-cer o simpatizar con la guerrilla, para obligar al Gobiernoa sentarse con ellos en una mesa de negociaciones y ob-tener beneficios políticos también en plano de igualdad.El 9 de enero las organizaciones de extrema derecha eje-cutaron a 55 civiles en El Tigre (Putumayo) y en Playonde Orozco (Magdalena).[cita requerida]

En todo caso las FARC dilataron las conversaciones ar-gumentando la poca efectividad del gobierno en la luchacontra los paramilitares y nuevamente la emprendieroncontra las FF.AA., buscando posicionarse en la mesa dediálogos. Pero esta vez los golpes vendrían de lado y lado.El 18 febrero de 1999 entre los corregimientos del Oa-sis y La Esmeralda en Arauquita (Arauca), 12 militaresmurieron en un ataque del 10 frente, que sufrió en el con-tragolpe medio centenar de bajas. El 12 de marzo el co-mandante del frente 51, Miller Perdomo murió en unacelada tendida por el Ejército en Cundinamarca; y cua-tro días más tarde el 16, el avance de una columna de nomenos 1000 militantes de las FARC que se dirigían haciael Uraba por el cañón de la Llorona, vio cortada su mar-cha por un batallón de 100 contraguerrilla. Reforzadospor 2000 uniformados más y decenas de helicópteros, lasFF.MM., obtuvieron una estratégica victoria y abortaronlos planes de guerra del bloque noroccidental, negándolesu entrada al eje bananero (60 muertos de la subversiónfrente a 6 del gobierno).[131]

La siguiente ronda la protagonizaría la insurgencia: el12 de abril, cuando un convoy de 43 efectivos del ba-tallón Cacique Lutaima al mando del mayor Henry Gó-mez Navas, se movilizaba por el puente sobre el rio Ta-sido, en Uraba, un numeroso grupo de guerrilleros losembosco, muriendo en el ataque 19 uniformados (entreellos el mayor y su segundo, el teniente Fabián ChicaMosquera).[132] El ELN por su parte, fue el responsablede 2 secuestros masivos: el primero en abril, de 41 pasa-jeros de un avión de Avianca, que fue obligado a aterrizaren Santander y el segundo en mayo, a las afueras de Calide más de 200 personas en la iglesia la María.[cita requerida]

El mismo mes las operaciones Némesis y Llanura, termi-naron con 28 guerrilleros dados de baja en enfrentamien-tos ocurridos en el Vichada y Arauca. Entre los abatidosse encontraba alias Esteban, comandante del frente 16 yprincipal comprador de armamento para las Farc en sur-oriente del país.[cita requerida]

9.4 Ofensivas de las FARC

El 2 de mayo de 1999 Pastrana y el jefe de las FARC ce-lebraron una conferencia por sorpresa y desbloquearon lasituación empantanada desde el 25 de enero por decisiónunilateral de la guerrilla, y cuatro días después se reanu-dó el proceso negociador. Pero en los meses siguientes lacoyuntura no hizo más que empeorar en todos los fren-

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9.4 Ofensivas de las FARC 43

Un AH-60L Arpía de la Fuerza Aérea Colombiana.

tes. Por un lado, las guerrillas no le concedieron ningunafacilidad, incrementando los asesinatos y los secuestrosde personajes públicos o de grupos en masa (pesca mila-grosa), las voladuras de instalaciones como oleoductos ytorres de energía y las emboscadas a militares y policías.Sin duda crecidas por los resultados obtenidos hasta en-tonces, las FARC optaron por las grandes demostracionesde fuerza a fin de obtener del Gobierno las máximas ga-nancias. La tesis de Pastrana de perseverar contra vientoy marea no encontraba eco en buena parte de la opiniónpública, cada vez más escéptica ante un proceso de pazpercibido sólo como una sucesión de concesiones y gestosde apaciguamiento, que a cambio sólo producían en losalzados en armas declaraciones arrogantes y una espiralde agresiones. El 26 de mayo de 1999 se abrió una crisissin precedentes en el Ejército por la dimisión de 14 gene-rales y coroneles, con el ministro de Defensa a la cabeza,en protesta por la desmilitarización de una parte del paísen aras del proceso de paz.[cita requerida]

En todo caso las FARC iniciaron en el último tercio delmes de junio una importante ofensiva en todo el país, des-tinada a repetir los golpes de marzo y agosto de 1998. Pe-ro como ya dejaban entrever los resultados de los comba-tes producidos entre febrero y mayo de 1999, la situacióngeneral de las FF.AA. había evolucionado positivamentedesde el año anterior y ahora con un mayor respaldo de lafuerza aérea, el Ejército seria capaz de responder con efi-cacia los ataques de la subversión.[cita requerida] Con todo, el23 de junio, este sufrió un primer descalabro, cuando 50hombres pertenecientes a una compañía del batallón Ri-fles adscrita a la XI Brigada, cruzaba el río San Jorge enjurisdicción del corregimiento Juan José (Puerto Liber-tador (Córdoba), para impedir el avance de más de 500guerrilleros de las Farc. En el momento en que un he-licóptero estaba desembarcando a un segundo grupo desoldados, ambas formaciones se vieron atacadas por to-dos los flancos. En los combates perecieron 36 militaresy 30 subversivos.[cita requerida]

Seria solo el primer anuncio de una vasta y violenta esca-lada. Un sangriento combate enfrento en Gutiérrez (Cun-

dinamarca) el 8 de julio siguiente, a una columna de 80uniformados, sorprendidos en medio de la noche, conunos 500 insurgentes de los frentes 51, 53, 54 y la móvilAbelardo Romero del bloque oriental, al mando de aliasRomaña. Esta vez si bien perdieron la vida 38 miembrosde la brigada XIII, también las Farc sufrieron un fuer-te castigo (36 muertos) y vieron fracasado su intento detomarse la vía al Llano y atacar varios puntos estratégi-cos en el suroriente de la capital del país.[cita requerida] Dosdías después, el 10 de julio, no menos de 600 guerrilleroscon dos tanquetas hechizas, asaltaron Puerto Rico (Me-ta) y cercaron el cuartel de la localidad, defendido por 34policías: la posición cayo luego de dos días de resisten-cia y 29 uniformados fueron secuestrados. Paralelamen-te centenares de insurrectos se dirigieron a Puerto Llerastambién en el Meta, para atacar la guarnición de la pobla-ción, que al mando del Teniente Wilson Andrés Delgadi-llo, estaba compuesta por 10 efectivos. Sin embargo, laoperación fracaso tras 36 horas de combate que dejaron4 muertos (2 policías y 2 civiles) y el centro del pueblodestruido: la exigua estación había aguantado los sucesi-vos embates con cilindros de gas, granadas de mortero yráfagas de fusil. Al mismo tiempo sufrieron hostigamien-tos El Doncello y Puerto Rico (Caquetá), en límites con lazona de distensión; Arauquita (Arauca); San Carlos (An-tioquia); Toledo y Labateca (Norte de Santander); HatoCorozal (Casanare); San José del Guaviare; El Líbano,entre Paujil y La Unión Peneya (Caquetá); Mesitas delColegio, Boquerón y Tibacuy (Cundinamarca); Algeci-ras (Huila); y Santana y Puerto Caicedo (Putumayo).[133]En total perdieron la vida 4 militares y 17 policías, perolas Farc tuvieron que soportar un tremendo descalabro.El contraataque de las fuerzas militares se cebó princi-palmente en las columnas que cercaban las poblacionesdel Meta: apoyados por decenas de helicópteros y avio-nes, miles de soldados de la recién constituida FUDRA(Fuerza de despliegue rápido) mataron a 162 guerrillerosdel Bloque Oriental en medio de la Operación Indepen-dencia, obligando al resto a replegarse desordenadamen-te hacia el Caguan dejando decenas de cuerpos sobre elterreno.[134] Lo mismo paso en Doncello (Caquetá); enHato Corozal (Casanare), cuando la flotilla aérea que en-tró a repeler el ataque de los frentes 28 y 45 bombardeosiete de sus transportes; en Puerto Rondón (Arauca); enel río Putumayo (una lancha hundida); y en Puerto ri-co (Caquetá) donde otros 40 insurgentes son abatidos enla retoma de la población por el Ejército. Al final en lajornada más negra sufrida por las FARC en toda su his-toria, 242 irregulares fueron dados de baja en 72 horasde combates y bombardeos. Los planes de las Farc pa-ra llegar fortalecidos a la mesa de dialogo el 20 de juliosiguiente se vieron frustrados, y la estruendosa derrotadesbarato su paso de la guerra de guerrillas a la guerra deposiciones. En adelante pasarían preferiblemente de ata-car grandes unidades militares, a golpear sobre todo a lapolicía y destruir sus cuarteles en las cabeceras munici-pales y los corregimientos más aislados, no renunciandoempero a las embestidas ocasionales con cientos de hom-

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bres a puestos fijos.En represalia el 30 de julio siguiente, el frente 47 al man-do de la "Negra Karina" (Elda Neyis Mosquera) ataco lapoblación antioqueña de Nariño con una violencia extra-ordinaria. Después de 2 días de combates y de castigar elcomando con un centenar de cilindros bomba, la guerri-lla copo la plaza matando 9 agentes y capturando 7 mas.También perecieron 8 civiles y un 80% del pueblo quedodestruido. El mismo día, milicianos de las Farc, hicieronestallar un carro bomba frente a las instalaciones del gru-po antisecuestro del Ejército, Gaula, en Medellin. Comoconsecuencia del atentado nueve personas murieron y 30quedaron heridas.[135] No obstante, el 1 de septiembre,como corroborando el cambio de tornas, medio centenarde alzados en armas fue liquidado en Hato Corozal (Ca-sanare), cuando sus estructuras intentaban replegarse delárea tras atacar el municipio llanero. Fue la quinta derrotaconsecutiva del año para el frente Oriental y las guerrillasizquierdistas, que encajaron casi un millar de muertos en1999.[cita requerida]

9.5 La nueva política anti-narcóticos y elplan Colombia

En agosto de 1999, durante su visita a Colombia, el se-cretario de Estado estadounidense Thomas Pickering lehabía sugerido al Gobierno Colombiano revaluar su “Po-lítica de Pacificación y su estrategia antinarcóticos”, paraencauzar eficazmente la ayuda ofrecida por los EE.UU.en unos objetivos concretos. Este entendimiento redun-do en la redacción del plan Colombia. A diferencia deloriginal, que se centraba en la sustitución de cultivos ilí-citos y en la atención a la población desplazada, el nuevodio preeminencia a la guerra contra las drogas y por en-de a la asistencia de carácter militar, que en últimas sedirigiría a aplastar a las guerrillas.[136]

Finalizando el año, las FARC protagonizarían otro ataqueen Jurado (Choco). Más de 500 guerrilleros, entraron ala población por las 2 desembocaduras del rio Baudo a lamedianoche del 11 de diciembre. Mientras varios cente-nares de hombres atacaban por el norte el puesto naval, enel que se encontraban 2 oficiales, 11 suboficiales y 123 in-fantes, otro grupo de subversivos combatía contra los 16agentes del puesto de Policía, enclavado en la parte surdel municipio. Los militares resistieron el ataque durantemás de 15 horas, mientras esperaban apoyo aéreo. Pero elmal tiempo bloqueó la entrada de los refuerzos. A las cin-co de la tarde del día siguiente 78 uniformados tuvieronque entregarse. 23 marinos, 1 policía, 1 civil y 42 irregu-lares habían muerto en las 18 horas de enfrentamientos.Otros 33 efectivos del gobierno quedaron heridos. Esamisma tarde, 75 de los capturados fueron entregados enla plaza aledaña a la Alcaldía, al párroco Bernardo Niño.Tres quedaron en poder de sus captores.[cita requerida]

El 11 de enero del 2000 Clinton dio a conocer pública-mente el nuevo plan Colombia y el 5 de mayo durante

Andrés Pastrana en 2001, con el entonces secretario de defensade Estados Unidos, Donald Rumsfeld.

el XXX consejo de las Américas, expuso que la ayudasolicitada por Colombia era igualmente vital para la se-guridad de Estados Unidos. El 13 de julio del 2000 firmola Ley 106-246 que aprobaba el monto del paquete deayuda destinado a la nación sudamericana: US$ 1.3 mi-llones, con el 82% para el fortalecimiento de las fuerzasde seguridad del Estado en sus labores de erradicación decultivos ilícitos principalmente en el Putumayo y Caque-tá, 9% para el desarrollo alternativo, 3% para ayudar alos desplazados, 2% para la reforma judicial, 1% para ladefensa de los derechos humanos y menos del 1% para lapaz.[cita requerida]

El 22 de agosto para liberar la ayuda financiera a Colom-bia de las restricciones impuestas en relación con el res-peto de los Derechos Humanos, Clinton invoco, haciendocaso omiso de los informes que comprometían a las fuer-zas armadas en la constante violación de aquellos, la sec-ción cuarta del artículo 3201 que permite soslayar dichanorma si a consideración del Presidente la integridad Na-cional de Estados Unidos así lo amerita. Ocho días des-pués los dos mandatarios oficializaron el inicio del planColombia como parte de su compromiso bilateral contrael flagelo mundial del narcotráfico.[cita requerida]

Para muchos observadores la transformación del plan Co-lombia es una estrategia básicamente antinarcóticos privoal país de una ocasión única en la consecución de la paz.Así mismo las organizaciones defensoras de los derechoshumanos como Human Rights Watchs, demostraron sudesacuerdo con una estrategia que favorecía la capacidadoperativa de unas fuerzas militares “de dudoso record enla materia” de los Derechos humanos y acusadas ademásde mantener vínculos de vieja data con los paramilitares.Los países fronterizos también se manifestaron en con-tra, especialmente Ecuador que argumento que la agudi-zación de la lucha armada acarrearía migraciones masi-vas de refugiados a la par que desplazarían los focos decultivo a las zonas limítrofes del norte.[cita requerida]

Desde sus inicios, el plan Colombia fue concebido comouna estrategia que demandaba la participación económi-ca de otras naciones para su cabal cumplimiento. Aundespués de las modificaciones sufridas y de la promesa

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9.6 Fortalecimiento de las FF.AA. 45

segura del aporte estadounidense, faltaba atraer más in-versionistas. Aunque líderes y organizaciones no guber-namentales de diversas naciones europeas habían demos-trado su apoyo al proceso de paz gracias al esfuerzo de la“Diplomacia por la Paz” de Pastrana, su solicitud de con-tribuir con $1,5 billones – elevada en julio de 2000 ante26 países congregados en Madrid- solo encontró acogidaen España, Noruega y Japón. Esta reticencia europea acooperar específicamente con el plan tenía razones de pe-so que fueron recogidas en una resolución del ParlamentoEuropeo en febrero de 2001; una estrategia que solo com-petía a los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, ha-bía sido concebida sin una consulta amplia a la sociedadcivil y en su raíz privilegiaba la lucha contra la produccióny el trafico de drogas por encima de prioridades naciona-les como la recuperación social y económica, el fortale-cimiento de las instituciones y el desarrollo social. Asi-mismo porque contenía aspectos militaristas “contrariosa las estrategias de cooperación y proyectos ya compro-metidos por la Unión Europea y proclives a escalar el con-flicto en la Región.[137] En consecuencia, el ParlamentoEuropeo había optado más bien por contribuir al proce-so del Caguan con 105 millones de euros para el periodo2000-2006.[cita requerida]

El 3 de mayo siguiente, luego de instar a las guerrillasy gobierno de Colombia a mantener vivas las negocia-ciones, y reiterar su intención de combatir la produccióny tráfico de drogas ilícitas, la Unión Europea anuncioque como resultado de un esfuerzo coordinado entre laComisión Europea y los Estados miembro aportaría 230millones más a la causa.[cita requerida]

9.6 Fortalecimiento de las FF.AA.

Kfir C.2 de la Fuerza Aérea Colombiana.

Como eslabón importante en el restablecimiento de lasrelaciones bilaterales con los Estados Unidos, el secreta-rio de Defensa y el Ministro de Defensa Rodrigo Lloredafirmaron en diciembre de 1998 un acuerdo destinado apropiciar una mayor cooperación militar en la lucha anti-narcóticos. Si bien las FF.AA. se sumaron a la Policía en

la guerra contra las drogas desde 1988, a juicio de los nor-teamericanos, aquellas debían contar con una mayor po-tencia bélica y más personal para convertirse en un apoyoreal y decisivo.Si bien estos argumentos parecían indicar que el fortale-cimiento del aparato militar obedecía apenas al objetivode mejorar los programas antidrogas, en 1997 la Agenciade Inteligencia de Defensa de los EE.UU., había diagnos-ticado que, en vista de estado de precariedad del ejércitola subversión estaba en condiciones de derrotarlo militar-mente; en consecuencia, era difícil descartar la idea deque en algún momento la lucha antinarcóticos terminaradirigida también contra las guerrillas, no obstante que laasistencia Estadounidense excluía por principio la accióncontra insurgente y había limitado el numero de asesorescomprometidos en el desarrollo del plan Colombia, tantociviles como militares, a 800 y en caso excepcionales a1000.[cita requerida]

Bien fuere por una o ambas razones, el caso es que la Ad-ministración Pastrana se dedico a robustecer a sus Fuer-zasMilitares empleando el 40% del presupuesto Nacionalademás a los recursos del Plan Colombia destinados a talfin. Según cifras proporcionadas por el primer mandata-rio amediados del tercer año de su gobierno, el número desoldados profesionales había pasado de 22.000 en 1998 a55.000 en el 2001 y el de los soldados regulares de 57.000a 73.000 con la meta de llegar a 103.000 en el 2004. Porotra parte, el establecimiento de una Fuerza de desplieguerápido FUDRA, integrada por 5.000 uniformados seriacomplementado al finalizar el periodo con la adición deun contingente nuevo de 2.500 efectivos que contribuiríaa fortalecer la acción del Ejército en gran parte del te-rritorio Nacional. También se logro la puesta en marchade una Brigada Antinarcóticos, con sede en Tres Esqui-nas y de tres batallones Antinarcóticos, de 950 hombrescada uno, entrenados y asistidos en labores de inteligen-cia por oficiales de las Fuerzas Armadas de los EstadosUnidos. Estos nuevos Batallones junto con la Central deInteligencia conjunta y la Brigada Fluvial de Infanteríade Marina de la Armada Nacional, deberían socavar lasactividades del Narcotráfico en los departamentos del Surdel País.[cita requerida]

Aparte de su misión antinarcóticos y contra insurgente,en el Ejército recayó además el deber de salvaguardar lainfraestructura petrolera, vial y energética de los atenta-dos guerrilleros. Se permitió la adquisición de 18 helicóp-teros Black Hawk y 42Huey (UH-1h) que fueron destina-dos a garantizar las operaciones en el Putumayo y Caque-ta así como la movilidad y eficacia ofensiva de las tropas.Las normas relativas a la Institución Castrense tomaroncuerpo en un nuevo código penal militar, que tras ser pre-sentado como proyecto ante el Congreso de la Repúblicadurante la legislatura de 1998 se convirtió en 1999 en laLey 522. La ley 684, que entre otros aspectos le otorga-ban funciones de Policía judicial al Ejército y permitíael nombramiento de alcaldes militares en la zona de ma-yor perturbación publica, fue por el contrario declarada

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inexequible por la Corte Constitucional gracias a la pre-sión, entre otras, del Alto comisionado para los derechoshumanos de la ONU en Colombia.[cita requerida]

9.7 Logros y reveses de la política antinar-coticos

Para cumplir con los compromisos suscritos en el planColombia y con la meta de reducir hasta el 2006, en 50%el cultivo, procesamiento y trafico de narcóticos, el Go-bierno Colombiano dio inicio a finales del 2000 a los dosprogramas de erradicación de cultivos ilícitos previstospara el departamento de Putumayo, que serian comple-mentados con la destrucción de laboratorios para el pro-cesamiento de cocaína y la interceptación de la ruta deacopio de insumos y embarque de la droga. El primero,dirigido a las plantaciones de tipo individual contempla-ba la sustitución de ilícitos con apoyo gubernamental y laposibilidad de una erradicación voluntaria que debía de-mostrar resultados en doce meses, al cabo de los cualesse procedería a discreción de las autoridades a la fumi-gación aérea. El segundo, enfocado a los cultivos a granescala, comprendía una intensa y sistemática labor de as-persión aérea apoyada en los dos batallones antinarcóti-cos, ya existentes así como los nuevos helicópteros UH-1h.[cita requerida]

Pero el solo anuncio de estos objetivos del Plan Colombiaen los que las FARC-EP intuían el inicio de una guerramejor dotada contra ellos, a la vez que socavaba sus fi-nanzas fue suficiente para que en abril estas le exigieran alos empresarios con ingresos demás de dos mil millonesde pesos el pago de un impuesto de paz (ley dos). Asimis-mo ofrecieron recompensas por la captura de pilotos decombate, declararon objetivos legítimos de las operacio-nes guerrilleras al personal militar de EE.UU. presenteen la zona y comenzaron a armar a la población civil paraque ofrecida resistencia a las fumigaciones. Cuatro mesesdespués impusieron un paro armado en el departamentode Putumayo que redundo en pérdidas económicas cerca-nas a los cincuenta millones de pesos, la muerte del alcal-de Carlos Julio Rosas y el acorralamiento de sus trescien-tos mil habitantes. A esta situación de emergencia socialse aunó la potente contraofensiva de las FF.MM. interesa-das en recuperar el terreno cedido desde mediados de losnoventa, lo que derivo en durísimos combates que provo-caron el éxodo de la población nativa hacia los departa-mentos de Nariño, Tolima y la frontera con el Ecuador.Estos sucesos fueron suficientes para verificar en la prac-tica lo que ya se sospechaba serán las consecuencias delplan Colombia. Sin embargo, la nueva estrategia de erra-dicación de cultivos logro satisfacer las aspiraciones prác-ticas del gobierno. Al año siguiente el presidente aseguroque gracias a ella había sido posible erradicar, hasta me-diados del 2001, 174.000 hectáreas de coca y 19.800 hec-táreas de amapola, destruir 1732 laboratorios y 305 pistasclandestinas e incautar más de un 1.800.000 kilos de in-sumos sólidos y 2.400.000 galones de insumos líquidos.

Según datos contenidos en el informe sobre la actividadcocalera en Colombia de diciembre de 2002 realizado porla Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el De-lito, la evolución global de los cultivos de coca empezó adescender desde su pico más elevado: 101.800 hectáreasen 1998, 160.000 en 1999,163.000 en 2000, 145.000 en2001 y 102.000 en 2002. Es decir, desde la aplicación dePlan Colombia apenas se había logrado erradicar un sex-to de cantidad de hectáreas mencionada por Pastrana. Porsu lado la Policía antinarcóticos aporto cifras relativas a laaspersión de cultivos de coca más cercanas a los estima-tivos del gobierno que mostraban que entre los años 2000al 2001 se habían destruido 152.226,32 hectáreas de estaplanta en todo el país, de ellas 46.015,05 en el Putumayoy 26.669,07 en el Caqueta. La aspersión de amapola porsu parte, redundo para el mismo periodo la eliminaciónde 11.535,01 hectáreas en el total de los departamentosinvolucrados en se siembra.[cita requerida]

Para remediar sus precarias condiciones de vida muchoscampesinos habían optado por exiliarse en los departa-mentos limítrofes –mas diez mil entre finales de 2000 ymediados de 2001-, unirse a las FARC–EP, mimetizarnuevos plantíos de coca entre los de subsistencia o aden-trarse en Nariño para continuar a salvo con los cultivosilícitos; de hecho este departamento reporto en el 2002 unincremento en las hectáreas cultivadas con coca de 102%respecto al año anterior. Por otra parte, la circunscripciónde la estrategia antinarcóticos a los departamentos del surdejo por fuera aquellos del norte del país donde se sabiaque los grupos paramilitares se dedicaban al negocio contal capacidad que podía no solo abastecer con creces a losmercados europeo y norteamericanos, sino aportar en un70% a la financiación de estos grupos ilegales responsa-bles del 80% de las violaciones de derechos humanos enColombia.

9.8 Crisis del Proceso de paz

El 7 de enero de 1999, en San Vicente del Caguan, Pas-trana había inaugurado oficialmente los diálogos de pazy el 6 de mayo las dos partes habían suscrito una agendade 12 puntos que serviría de guía para la Mesa Nacio-nal de Negociación prevista para el 20 de julio siguiente.Entre sus puntos relevantes las conversaciones incluían lareforma a los sistemas político y judicial, al modelo dedesarrollo y la estructura agraria así como tópicos rela-tivos al Derecho Internacional Humanitario, las relacio-nes internacionales, el narcotráfico, el medio ambiente yel fenómeno paramilitar. El último tema provocó el re-pudio inmediato del líder de las AUC, Carlos Castaño,quien ya había demostrado en enero con una serie de ma-sacres que dejaron 140 muertos, la poca estima en la quetenía a un proceso de paz que no ofrecía a su organiza-ción las mismas prerrogativas políticas que a los insur-gentes. Las negociaciones con las FARC, recuperadas el24 de octubre de 1999 tras otro nuevo parón, volvierona colapsar en mayo de 2000 a raíz del anuncio por la

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9.9 Las FARC entre dos vías 47

guerrilla de la creación de un impuesto revolucionario alos particulares con un patrimonio superior al millón dedólares: quien no pagara esa exacción se exponía a sersecuestrado.[cita requerida]

Como contrapartida, el 24 de julio de 2000, tras dos añosde estériles encuentros, representantes del ELN y el Co-mité Nacional de Paz se reunieron en Ginebra (Suiza) pa-ra explorar si se podía alcanzar un consenso básico sobreel calendario de conversaciones, que incluyera un alto alfuego firme y la convocatoria de la Convención Nacio-nal (entendida como un foro de discusión de propues-tas abierto a todos los sectores sociales). Sin embargo,el ELN reiteró la exigencia de que se crearan “zonas deconvivencia” (áreas desmilitarizadas) dentro del departa-mento de Bolívar, a pesar de que la población local sehabía movilizado en contra de esa posibilidad.[138]

No obstante estos avances la falta de eficacia que a juiciode las guerrillas demostró el gobierno tanto para verificarel control efectivo del Ejército sobre los paramilitares, asícomo para propiciar su desmantelamiento, conspiro paracongelar varias veces los diálogos con las FARC-EP y en-rarecer los acercamientos de paz con el Ejército de Libe-ración Nacional; organización que le atribuyo a la estra-tegia paramilitar la movilización ciudadana que impidióel despeje del noreste de Antioquia y el Sur de Bolívarpara instalar la Mesa de Negociaciones y llevar a cabo laConvención Nacional acordada con el Presidente el añoanterior.[cita requerida] En diciembre del 2000 en un clarogesto de paz que pretendía destrabar las negociaciones,el ELN libero a 29 policías, 10 soldados y 3 agentes delDas que permanecían en su poder.Finalmente este grupo opto por romper los diálogos uni-lateralmente en abril de 2001 por la “falta de voluntaddel Gobierno para luchar contra los paramilitares” (larazón de fondo era la negativa a concedérsele una zo-na desmilitarizada), si bien el Ejecutivo inculpo a su vezal ELN, de haber obstaculizado su desarrollo por la víamilitar (secuestro de 70 civiles en el Km 18 de la víaCali-Buenaventura en septiembre del 2000); afirmaciónque el COCE no reconoció sin tener en cuenta que accio-nes como los secuestros masivos, el hostigamiento con-tinuo a las FF.MM y los atentados contra la infraestruc-tura económica del país, habían minado la confianza delgobierno y de la sociedad civil. En todo caso la capaci-dad bélica de la estructura insurgente, había comenzadoa decaer desde 1998 y no volvería a recuperarse poste-riormente. Las autodefensas le arrebataron importantesterritorios en el Magdalena Medio, Antioquia y la costaAtlántica, mientras una guerra intestina con las FARC,que duraría una década, terminaría por amenazar sus úl-timos bastiones.[cita requerida]

El otro gran tema de discordia con las guerrillas fue elplan Colombia, que a juicio suyo no solo era una agre-sión contra ellas “sino contra el pueblo colombiano”. Lasmedidas ya aludidas que tomaron para hacerse sentir alrespecto, así como la continuidad en sus ataques contra la

fuerza pública, el uso de armas de efectos indiscrimina-dos, las ejecuciones fuera de combate, el reclutamientoforzoso- masivo de menores-, las masacres, los secues-tros y asesinatos de funcionarios públicos, entre otros ac-tos cotidianos, terminaron por enrarecer el ambiente delproceso.[138]

9.9 Las FARC entre dos vías

Las FARC en todo caso dejaron pasar la oportunidad depresentarse como una opción real de poder. El despeje de42.000 km2 entre Caqueta yMeta, les permite consolidaraun más sus bastiones sureños: desde allí se extienden conlos cultivos de coca sobre el Guaviare y amenazan cons-tantemente Huila y su capital Neiva. La base antinarcóti-cos de Miraflores, reconstruida tras la toma de agosto fueevacuada en octubre de 1998, dejando la zona en manosde los subversivos. Lo que alguno de sus comandantesevocara como un “Estado en formación”, les llevara a ex-pulsar a las autoridades locales que no son de su agrado ya sabotear insistentemente las elecciones.[cita requerida]

Pero no perderán de vista, tampoco el objetivo centralesbozado por las conferencias de 1982 y 1993, que es elavance sobre la Cordillera oriental y el cerco progresivode las ciudades del triangulo Bogotá-Medellín-Cali. Losnuevos polos de producción de drogas y los corredoresque permiten su exportación y a la vez la importación dearmas, toman para ellos (perdido el de Urabá) importan-cia capital: el primero que va por el norte del Choco alPacifico, reemplaza al anteriormente citado del Urabá yse convierte en escenario de una temible guerra con pa-ramilitares y fuerzas del Estado; el segundo el que desdeel Caqueta desemboca en Cauca y Nariño por Huila, es-ta en manos de la Columna Teófilo Forero; y por últimolos que van hacia Venezuela por Arauca y el Catatumbo,también defendidos palmo a palmo de las AUC, que seabren paso a base demasacres. El plan lo complementariauna red política clandestina, el Movimiento Bolivarianocreado el 29 de abril del 2000 en el Caguan y puesto ba-jo la dirección de Alfonso Cano. Es según el secretariadoun componente de las “nuevas fuerzas armadas” y esbo-zo de una “Fuerza Pública dependiente del poder civil,nacida del pueblo”. El potencial de las Farc era en todocaso menor del aparente y si bien contaba con una po-tente fuerza de combate, altamente entrenada y armadaprofusamente de fusiles y artillería artesanal, esta últimaera bastante imprecisa, los medios de comunicación uti-lizados eran anticuados y se carecía de antiaéreos, cosaque se revelaría decisiva en un futuro cercano.[cita requerida]

Sin embargo, su ofensiva no mermaría por el momentoy antes adquiriría características de tierra arrasada en elnorte de Colombia donde se disputaban amplios territo-rios palmo a palmo con las AUC. Entre el 25 y el 26 demarzo del año 2000, cerca de 400 guerrilleros pertene-cientes a los frentes 34 y 57 de las Farc, atacaron las po-blaciones de Bellavista (Choco) y Vigía del Fuerte (An-tioquia), separadas ambas por el curso del rió Atrato. Tras

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48 9 PASTRANA Y EL PROCESO DEL CAGUAN. EL PLAN COLOMBIA

10 horas de violentos combates, los insurgentes coparonel cuartel de policía de Vigia del Fuerte, asesinando a 21uniformados y 8 civiles (incluido el alcalde de la loca-lidad y sus escoltas, muertos a sangre fría). Los ataquescada vez mas indiscriminados y sangrientos se sucedieronen el resto del país: el 14 de julio, Roncesvalles (Tolima),fue asaltada por un centenar de guerrilleros de las FARCque mataron en la toma a 13 efectivos de la policía; y diezdías después, el 24 de julio, otros nueve policías murierony 12 quedaron heridos, luego de que 200 miembros delfrente 13 emboscaron una caravana con 45 uniformadosen La Cruz (Nariño).

9.10 La ofensiva del 2000: la batalla de Da-beiba

A la vez que paralizaban el Putumayo en medio de unaofensiva nacional lanzada en respuesta al estancamien-to de las negociaciones con Pastrana, a la aprobación delPlan Colombia y la expansión paramilitar, las FARC die-ron inicio a una nueva táctica de guerra consistente en elsecuestro de reconocidos miembros del estamento políti-co nacional. El 5 de agosto del 2000, retuvieron al congre-sista Oscar Tulio Lizcano y el 14 de diciembre del mismoaño al exministro Fernando Araujo. A la vez destruye-ron 287 torres de energía y tomaron varios municipiosde Antioquia, Caldas y Choco. El 29 de julio, 300 sub-versivos pertenecientes a los frentes 47 y 9 encabezadospor la "Negra Karina", arrasaron el corregimiento de Ar-boleda, municipio de Pensilvania (Caldas). Doce policíasy cuatro civiles murieron en el asalto, que concluyo lue-go de 36 horas de combate.[139] El 1 de septiembre, ca-yo en acción el teniente coronel Jorge Eduardo SánchezRodríguez, comandante del Batallón de Artillería No 8San Mateo, cuando lideraba una ofensiva del Ejército enuna zona montañosa en límites de los departamentos deRisaralda y Chocó. El 16 de septiembre, 200 militares delBatallón Pedro justo Berrio y 350 guerrilleros del BloqueJosé María Córdova se enfrentarían en un primer choqueen la zona rural de Dabeiba. El resultado: 19 efectivos delgobierno asesinados.[cita requerida]

Un mes después, en la noche del 18 de octubre, másde 650 irregulares entraron a la cabecera municipal deDabeiba y cercaron la estación de policía atacándola conuna lluvia de cilindros bomba. La guarnición de 28 ele-mentos resistió la embestida a costa de 2 bajas, pero cuan-do efectivos del Ejército trataron al día siguiente de libe-rar la población con un asalto helitransportado, uno de los4 aparatos que participaba en la operación fue derribadocon 22 hombres a bordo, mientras las otras 3 aeronaves,averiadas debían volver a su base. Los 80 uniformadosque si lograron desembarcar quedaron aislados en las co-linas que rodeaban la ciudad, envueltos en una batalla quese prolongo hasta la madrugada del 20. Los combates ter-minaron con 54 uniformados muertos.[140]

Sin embargo, un intento similar de la guerrilla en los san-

tanderes, terminó en fracaso. Desde la zona de despeje,medio millar de insurgentes fue enviado al norte, pararecuperar el terreno perdido en el Magdalena medio amanos de los paramilitares y simultáneamente golpear alEjército. Pero esta vez las FF.MM. se adelantaron a susplanes y miles de soldados de la V Brigada al mando delGeneral Martin Orlando Carreño, coparon en el paramoBerlín (Surata, Santander), a la vanguardia de 240 ele-mentos que abría paso al grueso de la columna. Despuésde 20 días de operaciones que se extendieron desde el 26de noviembre hasta el 20 de diciembre, la avanzada fueaniquilada contando en sus filas más de 62 muertos y 120capturados, por solo 4 bajas del enemigo. Únicamente lo-graría retirarse incólume su comandante alias “Rogelio”,con 50 sobrevivientes.[cita requerida]

Mientras tanto , la violencia siguió azotando el departa-mento de Antioquia: el 3 de noviembre, varios parami-litares ingresaron disparando indiscriminadamente a lapoblación de Granada y mataron a 19 personas; un mesdespués, el 6 de diciembre, miembros de las FARC ac-tivaron un poderoso carro bomba frente a la estación depolicía de la misma localidad asesinando a 16 civiles y 4uniformados.[141][142] Finalmente el 29 de diciembre, elfrente 14 de las FARC, ejecuto en una carretera de Flo-rencia (Caqueta) al parlamentario Diego Turbay Cote y a5 personas mas.[143]

9.11 Agonía del Proceso de paz

Gracias a los cuantiosos recursos proporcionados por losEE.UU., pero sobre todo a la reforma militar, las fuerzasgubernamentales pudieron demostrar crecientemente so-bre el terreno su estruendosa transformación. El 11 de fe-brero 3550 tropas se tomaron Barrancominas (Guainía),cuartel general del frente 16 en el oriente del país.[144]Tras 2 meses de continuas operaciones que permitieronla total destrucción de la infraestructura cocalera de la re-gión, fue capturado el 21 de abril el narcotraficante bra-sileño Luiz Fernando da Costa alias “Fernadinho BeiraMar”, protegido del Negro Acacio (Tomas Medina Ca-racas) y las FARC. Aquello no solo demostró la estrecharelación del movimiento insurgente con las redes de trá-fico de estupefacientes, sino que fue un profundo mentísa las declaraciones del Secretariado, cuyos miembros ne-gaban constantemente su implicación en el lucrativo ne-gocio, achacándolo todo a una campaña de desprestigiodel Estado colombiano.[145][146]

Debido sobre todo a los contundentes golpes recibidos,y a que ya no podían operar con grandes masas de com-batientes, las FARC optaron por evitar los asaltos ma-sivos a instalaciones militares centrando su actuación enlos atentados urbanos, la toma de cuarteles de policía ylos secuestros de personalidades del mundo político. Laexcepción fueron 2 grandes ataques, emprendidos contrapuestos aislados y relativamente fáciles de copar: en elprimero de ellos el 10 de marzo del 2001, 300 hombresal mando de JJ (Milton Sierra Gómez), irrumpieron en

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9.11 Agonía del Proceso de paz 49

Cerro Tokio (Dagua, Valle), base de un importante nudode telecomunicaciones custodiado por 75 elementos de laInfantería deMarina. 16 infantes y un civil murieron en latoma facilitada por la acción de 2 infiltrados. Tres mesesdespués, el 22 de junio, 500 guerrilleros del Bloque surdirigidos por Fabián Ramírez, se lanzaron con todo sobreLa Granja o Coreguaje entre La Tagua y Puerto Legui-zamo (Putumayo), sede de una escuela de entrenamientodel Batallón de selva No 49. Tras un primer asalto so-bre los 100 soldados que guarnecían la posición, 800 tro-pas transportadas en 6 helicópteros artillados reforzaronel fuerte. Pero los subversivos, no rehuyeron el combateque degenero en una autentica batalla. Solo tras 2 nuevasembestidas y bajo el ametrallamiento de la Fuerza Aé-rea se retiraron al atardecer, dejando 26 muertos sobre elterreno. 30 militares fueron dados de baja.[cita requerida]

Asimismo la guerrilla de las FARC contraataco con sañaen las regiones dominadas por las AUC sobre todo en elnorte del país, buscando golpear las estructuras militaresde esta organización y a la vez debilitar sus redes de apoyoentre la población civil. Es así como la violenta ofensivaemprendida por el Bloque Noroccidental en el nudo deParamillo y el sur de Córdoba, degenera pronto en unaguerra abierta: a finales de marzo una base paramilitaren Ituango (Antioquia) es copada por la insurgencia quemata en el asalto a 30 autodefensas; y a principios de abrilen el área deMontelíbano y Puerto Libertador (Cordoba),mueren 20 guerrilleros y 10 paramilitares en otra seriede combates. Sin embargo, la acción que marco el puntoculminante de la embestida, fue el secuestro y posteriorejecución por parte de las FARC, de 33 campesinos enRio Manso (Tierralta, Cordoba) entre el 22 y el 24 demayo de 2001.[147]

De otro lado conscientes del peso político, militar y finan-ciero que representaba tener más de 400 uniformados re-tenidos, y como único resultado plausible dela política depaz de Pastrana, el Secretariado de las FARC, soltó lastrey en el mes de junio de 2001 dejo en libertad a todos lossoldados y policías regulares que tenía en su poder (unos310), quedando no obstante otros 50 oficiales y subofi-ciales secuestrados en espera de un efectivo intercambiohumanitario.[148][149]

En espera de que capturando políticos esta vez el esta-blecimiento cedería al final, la organización profundizodicha estrategia. El senador Luis Eladio Pérez (11 de ju-nio), el gobernador del Meta Alan Jara (15 de julio), Glo-ria Polanco y sus 2 hijos (retenidos por la Columna móvilTeófilo Forero en un audaz asalto al edificio Mirafloresde Neiva el 26 de julio), los congresistas Orlando Beltrán(28 de agosto) y Consuelo González (11 de septiembre)fueron las víctimas de esta nueva táctica. El 24 de sep-tiembre el turno fue para la “Cacica” Consuelo Araujo,asesinada poco después en medio de la persecución delas autoridades.Es entonces cuando la solución militar termina por impo-nerse contra la guerrilla. En agosto de 2001, 1300 gue-

rrilleros del Bloque Oriental, avanzaron desde la zona delCaguan hacia el oriente del Meta, para retomarlo de ma-nos de las AUC. 5000 tropas de la FUDRA al mandodel General Carlos Alberto Fracica, apoyados en un des-pliegue aéreo que incluyo 28 helicópteros y 15 aviones(Operación 7 de agosto), les salieron al paso el día 13 y leinfligieron a las FARC una contundente derrota. Murie-ron 80 insurgentes, entre ellos su comandante Urias Cue-llar (dado de baja el 19) artífice de muchas de las victo-riosas tomas de los años noventa. Evidenciando el nuevoequilibrio alcanzado, el año terminó con 1028 insurgentesabatidos, superando por primera vez la línea del millar, y1766 fueron capturados. Pese a las duras derrotas sufri-das, el influjo territorial y el poder bélico de las FARCno se verían por el momento disminuidas sustancialmen-te. Sin embargo, en respuesta a los duros golpes sufridos,la organización respondería con cada vez mayor dureza:el 14 de diciembre de 2001, integrantes de los frentes 18y 58 incursionan en la vereda Las Acacias, en zona ru-ral del municipio de Tarazá (Antioquia) y asesinan a 23campesinos, a quienes acusan de ser colaboradores de lasAUC. Los labriegos son desmembrados con machetes ymotosierras.[150]

El 9 de enero de 2002 Pastrana, en respuesta a la últi-ma campaña de ataques, declaró suspendido el procesode paz con las FARC y el día 12, previo rechazo de sudemanda de que terminaran las medidas de control desu territorio mediante sobrevuelos, retenes militares enel perímetro exterior y restricciones a las visitas de ex-tranjeros, les lanzó un ultimátum de 48 horas para queclarificaran sus propuestas de cese de hostilidades antesde ordenar al Ejército la retoma de la zona de distensión.En el último momento, el 14 de enero el proceso de pazse libró del colapso al suscribir ambas partes un docu-mento propiciado por la ONU y los países facilitadoresen el que se declaraba que existían garantías para seguirnegociando.[138]

Pero este logro in extremis sólo fue un espejismo.[138] LasFARC desatarían otra embestida terrorista contra civilesy militares en febrero de 2002 que dejo casi un centenarde víctimas fatales: el 18 de enero en curso de un ope-rativo antinarcóticos perecieron 5 comandos jungla y unhelicóptero fue destruido; el 19 dos emboscadas contrael Gaula del Ejército en los farallones de Cali se salda-ron con 12 muertos; el 25 estallo una bicicleta bomba enel sur de Bogotá matando a 4 uniformados y una niña;el 29 fueron masacrados 29 soldados de la Brigada Mó-vil No 2 en El Dorado (Meta) al hacer explosión una ca-sa cargada con 2 toneladas de dinamita; y finalmente enla madrugada del 11 de febrero es atacado con morterosel alojamiento del batallón de infantería número 27 delEjército, en Pitalito (Huila). Diez militares perdieron lavida y cuarenta quedaron heridos.[cita requerida]

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50 9 PASTRANA Y EL PROCESO DEL CAGUAN. EL PLAN COLOMBIA

9.12 Fin del proceso de paz y ascenso deUribe

Un proceso de paz cada vez más desprestigiado, sufrió elgolpe mortal de manos de las FARC. Estas que habíanvisto una oportunidad estratégica en la desmilitarizacióndel inmenso territorio selvático, ahondaron su campañabélica (que le costo la vida a 2000 civiles y 1500 unifor-mados entre enero del 2000 y agosto de 2002) y el 20de febrero de 2002, secuestraron al senador Eduardo Ge-chem Turbay, haciendo aterrizar el avión que lo transpor-taba en una carretera del Huila.[151] Su retención justificoel mismo día de febrero, la decisión del Presidente de ter-minar la parodia de paz con esta organización y mantenerla solución de fuerza a la que se había visto compelidodesde mediados del año anterior.[138][152]

"...por eso he tomado la determinaciónde no continuar el Proceso de paz con lasFARC...Manuel Marulanda, yo le di mi pala-bra y la cumplí, siempre la cumplí, pero ustedme ha asaltado en mi buena fe y no solo a misino a todo el pueblo colombiano...Decretamosuna zona para sostener las negociaciones, cum-plimos con la promesa de despejarla de lasFuerzas Armadas y ud. la ha convertido en unaguarida de secuestradores, en un laboratoriode drogas ilícitas, en un deposito de armas,dinamita y carros robados...He decidido ponerfin a la zona de distensión a partir de la 00:00AM (mirando su reloj) de hoy...Andrés Pastrana. Alocución Presidencialfebrero 20 de 2002

A pesar de los esfuerzos de los países amigos del procesode paz y de los oficios del asesor especial del SecretarioGeneral de Naciones Unidas, James Lemoyne, en pro deuna reactivación de los entendimientos, el gobierno semantuvo y ordeno a las Fuerzas Armadas proceder a larecuperación de la zona de distensión, por medio de laOperación TH.[138]

La Fuerza aérea y la aviación del Ejército castigaron du-ramente los campamentos subversivos desde la madru-gada del 21, mientras 20.000 tropas avanzaban sobre las5 cabeceras municipales despejadas, recuperándolas enmenos de 24 horas. La bandera de las FARC izada enel centro de San Vicente del Caguan fue echada abajopor los soldados, marcando con ello el epilogo de un pro-ceso frustrado. Las más de 121 operaciones de bombar-deo y los combates en tierra terminaron con más de 350insurgentes muertos, rendidos o capturados, mientras elgrueso de sus fuerzas se replegaba a las áreas selváticascontiguas.[cita requerida]

Por otra parte, los atentados contra Estados Unidos per-petrados el 11 de septiembre de 2001 por la red Al Qae-da, opacaron la guerra contra las drogas y la activaron

contra el terrorismo. Gracias a la presión del Presiden-te George W. Bush, el Congreso de su país autorizo enjulio de 2002, la extensión de los recursos del Plan Co-lombia a la lucha contra los grupos armados ilegales co-mo parte de “una campaña unificada contra el trafico denarcóticos y las organizaciones designadas como terroris-tas” (FARC-EP, UC-ELN, AUC); es decir, le brindo algobierno nacional argumentos adicionales para restarles alas guerrillas cualquier vestigio de legitimidad que hubie-ra podido quedarles luego de su pobre papel en el procesode paz. Además, la designación de las FARC-EP como elgrupo terrorista más peligroso del hemisferio y la presun-ción estadounidense de sus vínculos con la ETA, el IRAe incluso el Al Qaeda, fueron utilizadas por el gobiernopara ponerles precio a las cabezas del Secretariado de es-te grupo y lograr que la Unión Europea lo incluyera en supropia lista de organizaciones terroristas.[cita requerida]

En respuesta al fracaso de las negociaciones de paz y a lanueva coyuntura internacional, las FARC-EP, fortaleci-das como nunca antes en efectivos (unos 20.000 hombresen armas y 15.000 milicianos en 2002, frente a 295.000uniformados) y pertrechos gracias al amparo de la zonade distensión y de tres años de continuas dilaciones, opta-ron por profundizar en su táctica de urbanizar el conflictoestrechando el cerco sobre Bogotá, Cali yMedellín y con-tinuar con la estrategia de consolidación de su poder localmediante la intimidación, el destierro o asesinato de lasautoridades locales.[cita requerida]

La campaña a la presidencia del candidato Álvaro UribeVélez, personalmente partidario de la guerra total contrala subversión y de su aplastamiento militar, propuesta quese hizo popular entre el electorado colombiano graciasa los errores de un proceso fracasado y al cansancio deuna sociedad harta de un conflicto sin fin, terminaría porahondar la ofensiva terrorista de las FARC.[cita requerida]

Esta pese al repliegue territorial ante los paramilitares ya los golpes infligidos por el Gobierno, conserva toda sucapacidad militar intacta. Entre el final de la Adminis-tración Pastrana y el comienzo del primer cuatrienio deUribe, las acciones bélicas aumentan a un número supe-rior de 700, afectando sobre todo a Antioquia, Arauca,Meta, Nariño y Cauca. Ya no hay operaciones de granimpacto, pero se multiplican las emboscadas, los hostiga-mientos, los sabotajes a infraestructura y la destrucciónde ejes de comunicación. Más de 690 uniformados pier-den la vida en 2002 frente a 499 en 2001. Adicionalmentelas FARC, toman como objetivo las autoridades locales:matan a 12 alcaldes y 60 concejales, obligan a más de300 a despachar desde otros municipios y amenazan demuerte a 6000 de 12.000 funcionarios públicos. El 16 demarzo sicarios ultiman a la salida de una iglesia al arzo-bispo de Cali, Isaias Duarte Cancino. El 7 de abril un co-che bomba activado en la zona rosa de Villavicencio dejasin vida a 10 civiles. El 11 de abril en un operativo ci-nematográfico el comandante JJ (Milton Sierra Gómez)saca de la Asamblea del Valle a 12 diputados haciendopasar a sus hombres como miembros del Ejército y el 21

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9.13 Apogeo de las AUC: las masacres paramilitares 51

de abril, el gobernador de Antioquia Guillermo Gaviriay su asesor Gilberto Echeverri, son secuestrados en me-dio de una marcha por la paz. 172 cabeceras municipalescarecen de presencia estatal en 2002. Además sus frentesmultiplican los enfrentamientos con las autodefensas, quea la sazón se encuentran en pleno apogeo de su capacidadbélica. El 2 de mayo, en medio de feroces combates conparamilitares en el Choco, miembros de las FARC, lan-zan un cilindro bomba sobre la iglesia de Bojaya dondese refugian cientos de civiles. 79 personas mueren.[153]

Por añadidura preparándose para un larga ofensiva delejecutivo, tuvieron la suerte de hacerse de un importantebotín de guerra, en la persona de la candidata presiden-cial Ingrid Betancur y su formula vicepresidencial Cla-ra Rojas, retenidas el 23 de febrero, cuando se aventura-ron a entrar a la recién tomada zona de despeje. Si bienestaba rezagada en las encuestas, su doble nacionalidad,colombo-francesa, fue vista como una oportunidad paralas FARC de internacionalizar el conflicto y sacar réditospolíticos.[cita requerida]

Desde este momento, Pastrana se limitó a gobernar conuna agenda del día a día, sin propuestas ni iniciativas, has-ta la terminación de su mandato, dejando a su sucesor unefectivo aparato de disuasión, encarnado en unas FuerzasArmadas con un poder ofensivo real.El 7 de agosto se posesionaba Álvaro Uribe y la guerrillalo recibía en pie de guerra al bombardear con morterosla misma Casa de Nariño.[154] Pese a que no alcanzaronsu objetivo, 18 personas mueren y la confrontación quedamás abierta que nunca.

9.13 Apogeo de las AUC: las masacres pa-ramilitares

El comandante de las AUC, Carlos Castaño Gil.

El Urabá es solo la primera fase de la reconquista parami-litar. Desde sus bastiones costeños y antioqueños avanzanluego sobre el Magdalena medio. El ELN que compartíala región con las FARC se ve debilitado militarmente demanera irremediable y cede el control de la zona a susenemigos, que comienzan a partir de mayo de 1998, con

lamasacre de 32 personas, a hostigar el importante puertopetrolero de Barrancabermeja, sede de una gran refineríay núcleo de un fuerte movimiento sindical. Los meses denoviembre y diciembre de ese mismo año, estarán marca-dos por la contraofensiva de ambas guerrillas en el sur deBolívar y en el eje bananero, operación que se saldara conmás de 200 bajas en los 2 bandos. Incluso los frentes V yXVIII del Bloque Noroccidental, se atreverán a atacar el28 de diciembre el campamento madre de Carlos Casta-ño en la vereda El Diamante de Tierralta (Córdoba). Eljefe de las AUC escapa por poco al asalto, en el que caenuna treintena de personas (15 civiles, 12 subversivos y 8miembros de la guardia personal de Castaño). No obstan-te a la larga las autodefensas prosiguen su arremetida y afines de 1999 ocupan definitivamente Barrancabermeja,procediendo a ultimar a más de 500 civiles en los mesessiguientes.[cita requerida]

Las AUC ya no limitan su acción como las autodefensasde los años ochenta a golpear solo a las redes de apoyode la guerrilla sino que ahora lanzan una verdadera cru-zada de limpieza, que pasa por la expulsión total, graciasal terror y las masacres colectivas de la población de lasáreas antiguamente controladas por la insurgencia. El nú-mero de desplazados que llegaba en 1995 a medio millónse dispara a raíz de la arremetida paramilitar a cientos demiles anuales hasta 2003. La expulsión de los civiles quevivieron bajo el arbitrio de las FARC y el ELN, engrosalos cinturones de miseria en Medellín, Cartagena, Cali yCúcuta principalmente.[cita requerida]

Moviéndose desde el norte de los ganaderos y bananeros,las AUC se enfrentan a las FARC por el domino de am-plios territorios del país. A base de masacres,[155][156] dela desaparición forzada, de la tortura sistemática y de losasesinatos selectivos se abren paso hacia el Catatumbo yla costa Caribe, eliminando al grueso de la subversión deMagdalena, Sucre y la Sierra Nevada, cercando además aMartin Caballero y lo que queda del Bloque Norte en losMontes de María. En una verdadera tenaza, cuya pinzaizquierda se mueve con Salvatore Mancuso por Córdobay la derecha con Rodrigo Tovar Pupo “Jorge 40” a tra-vés del Cesar, atrapan a los 7 departamentos de la costaatlántica.Asimismo el Bloque Central Bolívar, grupo que confede-rado a las ACCU formaba las AUC y tenía en sus filasuna fuerte influencia narcotraficante lidero la embestidaparamilitar en el centro del país. Tras el envió de contin-gentes de hombres a los llanos orientales (llamados ura-beños por la población local) las autodefensas penetraronen los bastiones sureños de las FARC, adueñándose departe del Meta, Vichada y Arauca. El Bloque Centaurosque lidero esta avanzada fue más tarde comprado por elnarcotraficante Miguel Arroyave, que lo encabezo entre2002-2004. Hasta el Valle (con el Bloque Calima), Nari-ño, Caqueta y Putumayo llegaran sus fuerzas; en el últimodepartamento, zona de cultivo de coca disputada palmoa palmo con los comunistas cometerán innumerables crí-menes. En las ciudades Medellín principalmente, pero en

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muchas otras intermedias aniquilan al grueso de las mili-cias bolivarianas y montan bandas que les son adeptas; enla capital antioqueña Diego Fernando Murillo “Don Ber-na” antiguo narcotraficante del Cartel y ex miembro delEPL dirige la creación del Bloque Cacique Nutibara en2001, encargado de reconquistar más de 600 barrios enmanos enemigas.[cita requerida]

La precaria unidad del movimiento, del que fue víctimasu propio líder Carlos Castaño (quien seria retirado de lajefatura suprema antes de ser asesinado en 2004) y loscontinuos enfrentamientos entre Bloques de la misma or-ganización (guerra entre los BloqueMetro de alias “Doblecero” y Cacique Nutibara de “Don Berna”), no impidie-ron su fortalecimiento al amparo de los dividendos quedejaba el narcotráfico, que llegó a representar un 70 %del financiamiento de las AUC. Progresivamente los nar-cos afianzaron su poder en las estructuras paramilitares,adquiriendo franquicias enteras de hombres. Además nu-merosas figuras regionales de la política y la economía seinvolucraron en nombre de la lucha contra insurgente enlas Autodefensas, brindándoles cobertura legal y recursosfinancieros.[157]

Aunque desde el punto de vista militar, esta amalgamade grupos armados no estaba en condiciones de enfrentardirectamente a las FARC, lograron arrebatarles ampliosterritorios desde la Guajira hasta el Amazonas pues lesaventajaban en otros frentes. La falta de unidad, la frag-mentación y diversidad de las AUC, le permitió a las dis-tintas facciones que la componían adaptarse a las condi-ciones de cada región, compitiendo primero por el controlde la zona y luego expulsando a la guerrilla atacando susbases de apoyo y redes de milicianos. La segunda ventajaderivaba del hecho que se presentaban como un movi-miento político antisubversivo; en las múltiples entrevis-tas que concedió Carlos Castaño a la prensa, el, presentoa las autodefensas como una simple respuesta de la pobla-ción civil contra la insurgencia. El hecho de que el mismojefe de las AUC, reconociera sus actos y no escondie-ra la cara, a diferencia del secretariado siempre reticentea aceptar responsabilidades, le atrajo la atención de am-plios sectores de la población colombiana. Un ejemplo deello fue cuando un movimiento cívico respaldado o gene-rado por Castaño, impidió el despeje de una segunda zonadesmilitarizada en el sur de Bolívar. El fiasco del Caguany lo que muchos vieron como debilidad de Pastrana “en-tregando el país a los violentos” hizo el resto. Finalmentelos paramilitares contaron con la complacencia (abiertaen unos casos) de numerosas unidades policiales y mili-tares, gustosas de que los irregulares de derecha hicieranel trabajo sucio por ellas. Pero no solo hallaron apoyo enlas FF.MM. sino también en líderes políticos regionalesy nacionales, varias agremiaciones, renglones de la eco-nomía legal y empresas exportadoras. En 2002 declara-ban que un 35% del congreso había salido elegido con surespaldo.[cita requerida]

Con todas esas ventajas en su haber, las AUC no se con-formaron solamente (como anteriores grupos paramilita-

res) con hacer el trabajo de refuerzo al Estado, sino queocuparon ellos mismos por lo menos una cuarta parte delpaís. La ofensiva total contra la izquierda que incluyo enella el asesinato del abogado EduardoUmañaMendoza enabril del 98 y del humorista Jaime Garzón en agosto de1999, los llevo a atacar de manera sistemática a la pobla-ción campesina supuestamente colaboradora de la sub-versión: solo entre 2000 y 2002, en crímenes colectivoslas autodefensas mataron a casi 3100 civiles, sin contar lasmiles de víctimas de desaparición forzada y asesinato se-lectivo; quizá 25.000 desde 1997 hasta 2005.[cita requerida]

Solo enumerando las incursiones más sangrientas, lasAUC ejecutaron a alrededor de 35 personas en la regiónde La Gabarra (Norte de Santander) en agosto de 1999;a 66 habitantes del salado (Bolívar) el 18 de febrero del2000;[158] a 15 campesinos muertos a garrote y piedra enMacayepo (Bolívar) el 16 de octubre del mimo año;[159] a38 civiles en la Ciénaga Grande de santa Marta (Magda-lena) el 22 de noviembre siguiente; a 27 labriegos liquida-dos a mazazos en el corregimiento del Chengue (Ovejas,Sucre) el 17 de enero del 2001;[160] a 40 indígenas entrelos departamentos del Cauca y Valle del Cauca (Alto Na-ya) en abril de 2001; y finalmente a 140 inocentes en todoel país en los primeros 10 días de octubre del 2001, 24 deellos en Buga (Valle).[cita requerida]

El terror como estrategia de guerra les permitió alcanzargrandes victorias sobre la subversión, pero le significo lamuerte a más de 25.000 colombianos y el desplazamientoa dos millones mas. El repliegue de las FARC hasta 2003debió en todo caso mucho a la táctica de tierra quemadade las AUC.[cita requerida]

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Álvaro Uribe junto a George W. Bush.

Con una contundente victoria en primera vuelta, ÁlvaroUribe Vélez llegó al poder, movilizando a un gran nume-ro de colombianos en torno al lema de campaña “manofirme, corazón grande”, que contenía la reiterada incon-formidad del país frente al fracaso de un proceso de paz,que antes de debilitar el poder de la insurgencia, multi-plico sus zonas de influencia y permitió la expansión del

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10.1 La negociación con los paramilitares 53

paramilitarismo.[cita requerida]

El debut presidencial de Uribe aconteció en unas circuns-tancias especialmente difíciles. El 11 de agosto, la inten-sificación de los ataques de las FARC le empujó a decla-rar el estado de conmoción interior o de excepción porun período de 90 días prorrogable. Al facultar al Ejecu-tivo para adoptar medidas extraordinarias por decreto yasumir funciones legislativas, la excepcionalidad consti-tucional reforzó los temores en sectores de la oposiciónliberal e izquierdista de un debilitamiento del equilibrioinstitucional y del menoscabo de los derechos y liberta-des fundamentales. Así, en septiembre, el Gobierno esta-bleció en los departamentos de Arauca, Bolívar y Sucredos Zonas Especiales de Rehabilitación y Consolidación,donde miembros de la Fuerza Pública estaban habilitadospara realizar detenciones de sospechosos sin orden judi-cial, interceptar las comunicaciones privadas y restringirlos movimientos de las personas, asumiendo las funcio-nes de policía judicial. Pronto se previo la creación deotras 5 áreas similares en los Departamentos del Meta,Guaviare, Guainía, Choco, Antioquia, Huila, Putumayo,Caquetá, Valle del Cauca, y Tolima. Pero a pesar de lamagnitud y alcances de esta iniciativa, el fracaso de laszonas de rehabilitación fue inevitable como consecuenciade la decisión de la Corte Constitucional de no extenderel Estado de conmoción interior más allá de 2 prorrogasiníciales y de declarar fuera de ley, las Zonas Especialesde Rehabilitación y Consolidación.[cita requerida]

Sin embargo, el grueso de la opinión pública acogió fa-vorablemente estas medidas como también la aplicacióndel nuevo impuesto sobre el Patrimonio para financiar elesfuerzo de guerra y la puesta en marcha, con la creaciónde las primeras redes de cooperantes e informadores civi-les, de la Política de Seguridad Democrática (PSD), cuyodocumento marco fue presentado por el presidente y laministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, en el depar-tamento de Putumayo el 29 de junio de 2003.[cita requerida]

En su exhaustivo articulado, la PSD diagnosticaba los ti-pos de amenazas que infligían las diversas “organizacio-nes armadas ilegales” activas en Colombia, como son elterrorismo, el homicidio, el secuestro y la extorsión, elnarcotráfico, el tráfico de armas y las finanzas ilícitas. Enconsecuencia, fijaba seis “líneas de acción”. Éstas eran: lacoordinación de todas las actuaciones del Estado a travésdel Consejo de Seguridad y Defensa Nacional y la Juntade Inteligencia Conjunta; el fortalecimiento del sistemajudicial y las instituciones armadas y de seguridad (Fuer-zas Militares, Policía, aparato de inteligencia); la recu-peración y consolidación del control del territorio nacio-nal que había estado o seguía en manos de guerrilleros yautodefensas, así como la eliminación del negocio de lasdrogas ilícitas y la desarticulación de las finanzas de lasorganizaciones narco-terroristas; la protección de las per-sonas y las infraestructuras; la promoción de la “coope-ración voluntaria y patriótica de los ciudadanos en cum-plimiento de sus deberes constitucionales y en aplicacióndel principio de solidaridad que exige el moderno Esta-

do social de derecho”, a través de redes de cooperantes yprogramas de recompensas, más el refuerzo de la coope-ración internacional en este terreno; y por último, la co-municación a la población de las políticas y acciones delEstado.[cita requerida]

Optimista el gobierno se concedió a si mismo un plazomáximo de un año y medio para debilitar a los ilegales,antes de abordar eventuales procesos de paz individualescon cada organización. El estimulo a la deserción iba aser la táctica más empleada por las autoridades. El mar-co asimétrico de la PSD, que otorgaba en todo momentola primacía al Estado y negaba a los irregulares la posi-bilidad de negociar en pie de igualdad, fue despreciadopor las FARC, acogido con cautela por el ELN y toma-do positivamente, según hicieron constar a mediados deoctubre, por unas AUC sumidas en una crisis de identi-dad por las divisiones internas y la participación de algu-nos de sus dirigentes en actividades no contra guerrille-ras como el narcotráfico y la extorsión. La desmoviliza-ción de los paramilitares fue, por tanto, el primer procesogestionado por el Ejecutivo en el marco de la SeguridadDemocrática.[161]

10.1 La negociación con los paramilitares

Sin dejar de lado la política de mano dura, encaminada acombatir la subversión, rasgo esencial de la política de se-guridad democrática instaurada por Álvaro Uribe, el go-bierno emprende el cuestionado proceso de negociacióncon los grupos paramilitares. Proceso que debería termi-nar con el desarme, la desmovilización y la reinserciónde los combatientes a la vida civil. En resumidas cuen-tas, mano dura para unos, mientras para los otros una to-tal voluntad de paz. Esta desequilibrada relación no solorompe la lógica de los gobiernos anteriores, para los cua-les los diálogos con los paramilitares serian el productode la negociación de paz con la guerrilla, sino que poneen evidencia el fracaso en los intentos de acercamientoentre gobierno e insurgencia. De ahí que se halla opta-do por desmovilizar primero las autodefensas, para luegoavanzar en los diálogos con la guerrilla.[cita requerida]

Tomada la decisión de parlamentar con los paramilitares,Álvaro Uribe se dispone a abonar el terreno legal paraconceder estatus político al grupo armado, como condi-ción para adelantar las negociaciones. Es así como prorro-ga y reforma La ley 418 de 1997, a través de la cual se de-terminaba el estatus político del grupo armado, como unode los prerrequisitos para poder negociaron con el, y emi-te el decreto 128 de 2003, mediante el cual se extiendenlos beneficios jurídicos para la reincorporación socioeco-nómica de los miembros de las organizaciones armadas almargen de la ley que decidan desmovilizarse.[cita requerida]

Las AUC abordaban el Proceso de paz en un momentocrítico. Carlos Castaño inquieto por la inclusión de lasAutodefensas en la lista de organizaciones terroristas delos EE.UU. y la Unión Europea, trato de darle a estas un

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giro radical en su estrategia política y sobre todo en su or-ganización interna, consiente del peso que iba ganando elnarcotráfico en las filas del paramilitarismo. Por eso mis-mo se intereso en buscar caminos que le permitieran elregreso a la legalidad, aunque implicaran la negociacióncon las autoridades estadounidenses. Esos bandazos sinembargo van conduciendo a Castaño al aislamiento y asu posterior defenestración de la jefatura máxima de lasAUC.[162]

10.2 El pacto de Ralito; crisis interna delas AUC

Si bien el terreno se venia abonando en materia jurídi-ca, el proceso de acercamiento con los paramilitares entérminos prácticos avanzaba a pasos agigantados: el 29de noviembre de 2002, como culminación de la “fase deacercamiento” transcurrida en las últimas semanas, Car-los Castaño Gil y Salvatore Mancuso, jefes máximos delas AUC, notificaron el comienzo de una tregua unilateralindefinida el 1 de diciembre. El Bloque Central Bolívar yla Alianza Oriente, siguientes organizaciones paramilita-res en importancia, adoptaron igual medida días después.Satisfecho el principal e innegociable prerrequisito, Uri-be creo el 23 de diciembre una Comisión Exploratoriade Paz para canalizar los contactos con los irregulares dederecha, a cuyo frente puso al Alto Comisionado, LuisCarlos Restrepo.[161]

Las conversaciones formales con las AUC arrancaron el22 de enero de 2003 y el 15 de julio siguiente alumbra-ron en Santa Fe de Ralito, área rural del municipio deTierralta (base de operaciones de Mancuso en Córdoba),un Acuerdo para contribuir a la paz en Colombia que da-ba por finiquitada la “fase exploratoria” y abría camino auna etapa de negociación oficial. Los signatarios asumíanuna serie de compromisos: los paramilitares, la desmo-vilización gradual de sus aproximadamente 15.000 hom-bres desde finales del año en curso hasta el 31 de diciem-bre 2005 a más tardar; el Estado, la facilitación de dichoproceso estableciendo “zonas de concentración” con ga-rantías jurídicas temporales y adelantando los mecanis-mos de reinserción de los ex combatientes en la sociedadcivil. La verificación del proceso correría a cargo de laOEA.[161]

Estos avances en la negociación no solo iban dejando asu paso la desmovilización y el desarme de grupos para-militares en Antioquia y Cauca, sino que reclamaba unmarco jurídico más sólido, que garantizara por un ladoherramientas necesarias para avanzar en el proceso (be-neficios para los paramilitares), y por el otro reparaciónde las víctimas de los crímenes de lesa humanidad co-metidos por estos grupos irregulares de extrema derecha.En consecuencia en agosto de 2003 inicia su trámite enel Congreso un controvertido proyecto de Ley llamado,en su primera versión, de Alternatividad penal; este con-templaba beneficios Jurídicos a los paramilitares que iban

desde una sustantiva rebaja de penas hasta la posibilidadde no cumplir ninguna condena. De hay que esta primeraversión pronto recibió una lluvia de criticas provenientesde diferentes sectores de oposición e incluso de la ban-cada Uribista, que obligaron al Alto Comisionado para lapaz a retirar el proyecto.[cita requerida]

Procurando corregir los vacíos jurídicos del primer inten-to frustrado, el Gobierno presenta en el 2004 al Congresoun nuevo proyecto de Ley denominado “Justicia y Repa-ración”, a través del cual se contemplaba el cumplimientode unas penas mínimas de cárcel por parte de los miem-bros de las autodefensas y la creación de un Tribunal deverdad y justicia para que juzgara los delitos cometidospor los paramilitares.[cita requerida]

En tanto el marco jurídico se abre camino, las denunciasfrente al incumplimiento por parte de los paramilitares alcese de hostilidades acordado en Santa Fe de Ralito (almenos 2400 civiles fueron ejecutados por esta organiza-ción entre 2003 y 2005, 1000 de ellos en masacres colec-tivas) y la puja al interior de las AUC, que culmina conla desaparición y asesinato de Carlos Castaño, jefe supre-mo y principal vocero de esta organización en el procesode negociación, pone de presente la crisis del proceso depaz, y con esta, el endurecimiento de la administraciónUribe frente a las violaciones denunciadas y el llamadovehemente a los grupos de Autodefensa para que demos-traran una genuina voluntad de paz. Como lo advirtieronmuchos periodistas en Colombia y las autoridades esta-dounidenses, varios capos del narcotráfico estaban com-prando Bloques enteros de la organización o montandofranquicias falsas, para hacerse pasar como jefes parami-litares, y de ese modo recibir status de delincuentes polí-ticos, legalizando su situación en la reinserción; de pasoasí también esquivarían la temida extradición. En efectoCarlos Castaño luego de haberle retirado los demás co-mandantes el rol interlocutor en las negociaciones con elGobierno (puesto que se disponía a denunciar la progre-siva infiltración del narco en su organización), fue man-dado a asesinar por su propio hermano, Vicente Castañoen abril de 2004.[163][164][165]

Al mismo tiempo en los Llanos Orientales, las ACC(Autodefensas Campesinas del Casanare al mando de loshermanos Buitrago, se vieron involucradas en una violen-ta guerra contra el Bloque Centauros de las AUC (desde2003). La contienda que se prolongo por 15 meses y de-jo 1000 muertos, solo concluyo con la ejecución de Mi-guel Arrollave “Arcangel”, el 19 de septiembre de 2004,a manos de sus propios hombres (entre ellos Pedro Oli-viero Guerrero Castillo “Cuchillo”); y con la interven-ción del Ejército, que descargo todo su peso sobre lasestructuras ilegales que combatían en el sur de Casana-re. La primera intervención contra las ACC de “MartinLlanos”, la Operación Astuto se lanzo el 29 de agosto de2004 y dejo 16 paramilitares muertos. Pero la más gran-de embestida solo llegó a finales de septiembre, cuando2500 tropas de las brigadas móviles 1 y 16 avanzaron so-bre Tauramena y Monterrey, en los límites de Casanare

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10.3 La ley de Justicia y paz 55

y Boyacá. La operación Santuario que buscaba pacificarla zona culmino con el desmantelamiento total de la es-tructura de los hermanos Buitrago, que conto en sus fi-las 27 muertos, 95 capturados y 87 desertores. Otros 15miembros del Bloque Centauros también resultaron aba-tidos en la arremetida que culmino en los primeros díasde octubre.[cita requerida]

10.3 La ley de Justicia y paz

Producto de la violencia de la política de seguridad de ÁlvaroUribe, en su gobierno se llegó al más alto nivel de desplazamientoforzado en la historia del país, con más de 4 millones dedesplazados,[166] es decir, casi el 10% de la población nacional.Esto generó una grave crisis social y humanitaria, que ha tenidoeco en Organismos Internacionales.

Con su desaparición y muerte, el papel jugado por Car-los Castaño en el proceso de negociación fue asumidopor Salvatore Mancuso, quien había empezado a ganar unmayor protagonismo en la mesa de negociación, lo que lepermitió tomar la vocería de las AUC y firmar el 13 demayo de 2004 un segundo pacto en Santa fe de Ralito, elAcuerdo de Fátima. Este acuerdo desempantano las nego-ciaciones y le devolvió la legitimidad a partir del estable-cimiento de una “zona de ubicación”; permitió tambiénla consecución de cuatro objetivos: 1. Facilitar la conso-lidación del proceso de paz que se adelanta con las AUC.2. Alcanzar el cese de hostilidades. 3. Avanzar hacia ladefinición de un cronograma de concentración y desmo-vilización de los integrantes de las AUC. 4. Permitir lainterlocución de la mesa de dialogo con todos los secto-res Nacionales e Internacionales.[cita requerida]

Con el terreno más despejado, el gobierno emprendiónuevamente la tarea de viabilizar ante el congreso el mar-co jurídico que fijaría las condiciones para una efectivadesmovilización de los grupos paramilitares, a través deun proyecto de Ley presentado por un grupo de Congre-sistas Uribistas. No obstante, este primer proyecto dura-mente criticado por la oposición naufrago, y el que le si-guió, presentado por el ministro del Interior Sabas Preteltde la Vega, se asemejaba en su articulado un 95% al ante-rior. Además se debió sortear con los condicionamientos

Vicente Castaño Gil, señalado de ordenar el asesinato de su her-mano Carlos.

impuestos por los norteamericanos, reticentes a que ca-pos del narcotráfico se colaran en las filas de las AUC,y por esa vía evitaran su extradición. Este desencuentroentre proyectos que emanaban de la fuente oficial y queintentaban legislar sobre el mismo tema, dejo en claro lascontradicciones del Gobierno Uribe y de su bancada en-torno al elemento que debería privilegiarse. Mientras pa-ra unos era claro que la justicia primaba sobre la paz y porende debería castigarse los abusos cometidos por los pa-ramilitares, como es el caso del proyecto Pardo-Parody,para otros debería primar la búsqueda de la paz, como lodejo ver el proyecto de Ley presentado por el alto comi-sionado para la paz Luis Carlos Restrepo y un grupo decongresistas entre los que se encontraba Armando Bene-detti, Sandra Ceballos, Adriana Gutiérrez, Zulema Jattiny William Vélez.[cita requerida]

Una vez presentado el proyecto del alto Comisionado alcongreso, el Gobierno tuvo que condicionarlo a los intere-ses enfrentados de las distintas partes. Así es como en po-co tiempo se genera una serie de fuertes críticas y temoresentre los parlamentarios, entorno al fantasma del Narco-tráfico evidenciado en la nueva definición de “delito polí-tico” consignada en el artículo 64. Estos temores no eraninfundados, puesto que empezaron a surgir rumores (cier-tos en todo caso) respecto al hecho de que importantescapos (Gordo Lindo El Tuso Sierra, los Mellizos MejíaMunera, y un largo etcétera) estaban comprando bloquesde Autodefensas próximos a desmovilizarse para adqui-rir los beneficios que otorgaba la Ley y de paso librarsede la extradición. Estas inconsistencias en el proyecto delComisionado Restrepo y el peligro que representaba la

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ambigüedad de algunos artículos, fueron objetos de preo-cupación de ONG, de organismos Internacionales comola OEA y del gobierno norteamericano, quien condicionosu ayuda económica al Estado colombiano justamente alhecho de que este “extradite a los miembros de las orga-nizaciones que tengan cuentas pendientes con la justiciade Estados Unidos”.[cita requerida]

El 1 de julio de 2004, arriesgado a última hora por el bre-ve secuestro del ex senador José Eduardo Gnecco Cer-char, principiaron en la zona de ubicación de Santa Fe deRalito el proceso de concentración de las autodefensas yel diálogo oficial sobre el desarme, la reinserción subsi-diada, la sustitución de los cultivos de coca y los aspectosjudiciales. El 25 de noviembre, con casi un año de retra-so sobre el calendario esbozado en el Acuerdo de 2003,depusieron las armas 452 integrantes del Bloque Bana-nero de las AUC. El 10 de diciembre les siguieron Man-cuso, el comandante Camilo del Bloque Catatumbo y los1.585 hombres a sus órdenes. [161] En los meses siguien-tes, nuevos contingentes de paramilitares renunciaron a laviolencia, pero en sectores de la opinión pública cundióla sensación de que quienes eran responsables de terriblesviolaciones de los Derechos Humanos podrían no respon-der de sus crímenes ante la justicia, recibiendo impunidada cambio de la paz. Como si fuera poco el hecho de que alfinal se terminaran entregando más de 30.000 hombres,y no los 15.000 que se suponía conformaban las AUC,termino por confirmar el hecho de que la infiltración delnarco en la filas de la organización ultraderechista era unarealidad.[cita requerida]

Los múltiples proyectos de ley, la confusión y el trasie-go de versiones y enmiendas precedieron la aprobaciónpor el Congreso el 22 de junio de 2005 del marco jurí-dico del proceso de desmovilización de los paramilitares,la Ley de Justicia y Paz, que establecía penas máximasde cinco a ocho años de privación de libertad para losacusados de delitos graves, confesados en “versión libre”por los propios desmovilizados como requisito para reci-bir los beneficios legales o que el Estado pudiera probar aposteriori, y que protegía contra la apertura de procesosde extradición a Estados Unidos, excluidos aquellos queya estuvieran en curso. Los múltiples vacíos a que dabalugar no demoraron en levantar una aguda polémica.[161]

Los primeros en manifestarse en contra fueron los edi-torialistas del New York Times, quienes calificaron a laley de justicia y paz “como una ley de impunidad paraasesinos, terroristas y traficantes de cocaína”. Pronto lessiguieron la ONU, políticos de distintas tendencias y conmás énfasis las ONG defensoras de los Derechos Huma-nos y las propias víctimas: les parecía un pacto dema-siado indulgente con los paras, que recibían un estatusde delincuentes políticos y que además se hacían acree-dores de retribuciones económicas, hasta el punto de re-cordarles una “amnistía encubierta”. Los miembros deloficialismo, por el contrario, destacaron la salvaguardiade los principios de justicia y reparación, y de maneramás o menos explícita indicaron que si el rigor penal hu-

biese sido mayor, las autodefensas no habrían aceptadoreinsertarse.[cita requerida]

Pese a las garantías brindadas por el Ejecutivo, muchasde las estructuras paramilitares se negaron a entregarseal amparo del lucrativo negocio del narcotráfico y todaslas actividades ilícitas conexas (la extorsión, el tráfico degasolina, el contrabando, el chance, etc.), en el marco deuna narcotización y criminalización ya casi total (las fa-mosas Bandas Criminales, Bacrim).[cita requerida]

10.4 Guerra sin cuartel contra las FARC

Mientras tendía la mano a las AUC, Uribe descargaba to-do el peso de la fuerza armada del Estado en la principalorganización guerrillera, las FARC, y en los grupos decriminalidad narcotraficante. Su apuesta era por la firme-za: si la guerrilla, que seguía considerándose a sí mismauna insurgencia sustentada en un ideario marxista y au-to legitimada como parte beligerante de un conflicto in-terno, no quería acogerse al marco de paz condicionadoque le ofrecía el gobierno, éste se encargaría de desnive-lar la relación de fuerzas hasta obligarla a claudicar. Laexigencia de entregar a los guerrilleros una zona desmi-litarizada en los departamentos de Caquetá y Putumayo,fue rechazada por el primer mandatario que llegó a ca-lificar a las FARC de “caterva de bandidos”. En cuantoa la lucha contra el narco ésta no admitía ningún tipo dediálogo o negociación.[161]

Pero si quiere doblegar a los ilegales, el proceso debe pa-sar lógicamente por el fortalecimiento de las Fuerzas le-gítimas del Estado. En efecto el esfuerzo militar se for-talece como nunca antes bajo Álvaro Uribe. La parte delpresupuesto que le es destinada a la Defensa no deja deaumentar: en 2007 equivale al 6.3% del PIB, uno de losmás altos del mundo; y con el impuesto al Patrimoniose recaudan 8,25 billones de pesos extras destinados aella. El pie de fuerza también se incrementa: en 2002 as-ciende a 295.000; en 2007 llega a ser de 397.000, conaproximadamente 73.000 soldados profesionales.[167]Lacoordinación de las operaciones y la inteligencia mejo-ran sustancialmente. Las FF.AA. adquieren nuevo equipoy repotencian el ya existente: se compran 25 aviones debombardeo ligero Súper Tucano, blindados, lanchas, pa-trulleras fluviales, bombas inteligentes, decenas de BlackHawks llegando al gran total de 83, 12 Huey II de ataque,4 casa C-295, 4 Beechcraft 350 Súper King, 5 Cessna208 Caravan, 25 aeronaves de entrenamiento y 13 K-fir;logrando a su vez la extensión de la Industria Militar (IN-DUMIL y COCTEMAR) . Es así como la aviación delEjercito puede contar ahora con una excelente planilla de114 helicópteros: 50 Black Hawks, 23 M-17, 30 Huey y11 UH-1N, que le permiten cubrir gran parte del territo-rio nacional y socorrer rápidamente a las tropas en tierra.Además la administración Uribe, consiente del peso querepresentaba el narcotráfico en las finanzas de la guerrillacomunista (de los 500 a 800 millones de dólares que re-caudaban anualmente, alrededor del 50% provenía de la

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10.5 Primera fase del Plan Patriota: Libertad I y Operación JM 57

coca, el 40% de la extorsión y un 10 % del secuestro masotras actividades), ataco su principal fuente de financia-ción. A la par que el secuestro y la extorsión disminuíandramáticamente, aumentando de rebote la dependenciade la organización respecto a la coca, se multiplicaba laerradicación de cultivos ilícitos a base de fumigaciones ymas tarde de cuadrillas de trabajadores que destruían lasplantaciones manualmente. En la población deMiraflores(Guaviare), escenario en 1998 de un auténtico desastremilitar, fue reconstruida la guarnición de esa localidad,atacando de este modo uno de los principales emporioscocaleros de la subversión.

Un A-29 Super Tucano de la Fuerza Aérea Colombiana durantela exhibición aérea F-Air de 2008.

En lo que será el primer paso importante de la PSD, lasFF.MM. retomaran las entradas a Medellín y la comu-na 13 con la Operación Orión desarrollada por tropas delEjército con el apoyo de helicópteros artillados, a par-tir del 16 de octubre de 2002. La recuperación de los 4barrios bajo control de los milicianos: Belencito, El Co-razón, 20 de Julio y Las Independencias II, arranco enmedio de feroces combates que dejaron 10 muertos y 27heridos el primer día. Luego de varias jornadas de en-frentamientos en los que también intervinieron los para-militares, la zona fue asegurada.[168][169][170] La políticade seguridad proseguiría sistemáticamente con la insta-lación de estaciones de policía o puestos militares en lascabeceras de los 172 municipios donde no se tenía pre-sencia del Estado, la recuperación de los principales ejesviales y la creación de una amplia red de informantes.La guerrilla de las FARC que vio en esto la culminaciónde la “agresión fascista e imperialista que sufría el pue-blo colombiano”, respondió con todos los medios a sualcance: el 25 de noviembre del 2002 sus hombres em-boscaron a tropas del Grupo Mecanizado Guías del Ca-sanare cerca de Paz de Ariporo (Casanare), dando de ba-ja a 14 soldados;[171] y empezando el 2003, en un ges-to de desafío a Uribe, atacan el centro del país. El 7 defebrero detonan un potente carro bomba en el Club ElNogal, sede social de la alta clase bogotana, matando a36 civiles.[172]Poco después el 14 de febrero es Neiva lavíctima. En vísperas de una visita presidencial, una ca-

sa cargada de explosivos ubicada cerca al aeropuerto dela ciudad, vuela por los aires cuando la policía realiza-ba un allanamiento. Dieciocho personas fallecen, contán-dose entre las victimas 8 agentes, la fiscal especializadaCecilia Giraldo Saavedra y el mayor de la SIJIN, HenryAngarita Calderón.[173][174]

Los ataques en los que perecieron 52 personas, indicaronla intención del secretariado de extender la violencia a lasciudades y fueron el prologo de un semestre luctuoso. El16 de enero, guerrilleros del IX frente de las FARC in-cursionaron en las veredas Dos Quebradas, La Tupiaday Dinamarca de San Carlos (Antioquia), y asesinaron a17 labriegos, a quienes señalaron como colaboradores deparamilitares.[175] El 13 de febrero, una avioneta, que tra-bajaba para la empresa Californiana Microwave Systems,fue derribada en el Caqueta por el Bloque Oriental. Trescontratistas estadounidenses que realizaban labores de in-teligencia, Marc Gonsalves, Keith Stannsel y Thomas Ho-we, fueron secuestrados, mientras que otro norteameri-cano Jennis Thomas y el sargento colombiano Luis Al-cides Cruz, murieron al intentar evitar su captura.[176]Enmarzo la operación Fénix, lanzada en los Montes de Ma-ría obtiene pocos resultados en una zona bajo el dominiototal de la subversión (500 hombres de los frentes 35 y37, mas varias decenas de miembros del ELN y una disi-dencia suya el ERP). Y el 5 de mayo de 2003 cuando 75comandos trataban de liberarlos, subversivos del frente34 de las FARC al mando de Aicardo de Jesús Agudelo“El Paisa”, ejecutaron a sangre fría en Urrao, Antioquia,a Guillermo Gaviria Correa, gobernador de ese departa-mento, a Gilberto Echeverri, su asesor y ex ministro deDefensa, y a ocho oficiales y suboficiales de las FF.MM.que permanecían secuestrados.[177]

Además, los rebeldes tendieron letales emboscadas a co-lumnas de soldados y policías, matando a muchas dece-nas de uniformados. El 27 de marzo de 2003, un con-voy integrado por 25 efectivos del Ejército, que intenta-ba evitar un secuestro masivo en Aracataca (Magdalena),cayó en una trampa de la guerrilla pereciendo 11 de susintegrantes.[178]El 24 de junio siguiente, 13 militares fue-ron asesinados durante el ataque a una patrulla de la In-fantería de Marina, en la vía que del Carmen de Bolívarconduce a Zambrano (Bolívar).[179]Como si fuera poco,el 17 de agosto de 2003 subversivos intentaron derribarel helicóptero que transportaba al presidente Uribe en di-rección a la localidad antioqueña de Granada medianteráfagas de ametralladora disparadas desde las montañasaledañas.

10.5 Primera fase del Plan Patriota: Li-bertad I y Operación JM

Tras varios meses de preparativos el gobierno emprende-ría su ofensiva total contra la subversión con la primerafase del Plan Patriota, destinada a expulsar del centro delpaís a las FARC. En Cundinamarca la arremetida contra

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las estructuras que rodean la capital, empezó el 1 de ju-nio de 2003 con el lanzamiento de la Operación LibertadI, en las provincias de Oriente, Gualivá, Rionegro y Su-mapaz. Al menos 10.000 hombres del Ejército dirigidospor el general Reynaldo Castellanos, comandante de la VDivisión, participan en la ofensiva. Hasta el 7 de noviem-bre en medio de una vasta operación rastrillo por tierray aire, se dieron de baja a 5 cabecillas de frente, a 174subversivos de base y se capturaron a 212 insurrectos (sedesbandaron otros 80). Entre los abatidos estaba MarcoAurelio Buendía hombre de confianza de Jojoy y miem-bro del estado mayor del Bloque Oriental EMBO (31 deoctubre). Varios de los civiles que permanecían secues-trados, como los esposos Bickenbach Gil y el empresariojaponés ChikaoMuramatsu fueran ultimados a tiros antesde ser rescatados.[180][181] En todo caso la intensa ofensi-va se extendió por 2 meses mas: el 27 de noviembre AdánRodríguez “El cura”murió junto a su radioperador tras untiroteo con la FUDRA en la quebrada Capira de Topaipi(Cundinamarca); y a mediados de diciembre fue captu-rado en Soacha, Wilmer Antonio Marín Cano, alias Hu-go, comandante del frente 22. Su caída cerró el operativoen Cundinamarca: los grupos sobrevivientes al mando deEl Zarco y Byron se replegaron hacia el Meta por órde-nes del EMBO, mientras algunas células que aguantaronla embestida en la provincia de Rionegro, fueron poste-riormente desmanteladas en la Operación Libertad II. Elcerco sobre Bogotá se rompió y al menos 600 insurgentesquedaron fuera de combate, dando al traste con uno de losprincipales objetivos estratégicos marcado en la séptimay octava conferencias del Secretariado, que era amenazarel centro del país.[182]

No obstante, la hemorragia de bajas ocasionada a la tro-pa y la dirigencia de las FARC entre muertos, prisioneros(en enero y febrero de 2004 fueron aprehendidos respec-tivamente Ricardo Palmera Pineda “Simón Trinidad”, eldirigente de mayor rango capturado hasta entonces, enQuito, Ecuador,[183] y Nayibe Rojas Valderrama, aliasSonia), desertores y rendidos a las autoridades (el másdestacado, el comandante Rafael Rojas Zúñiga, entrega-do en abril de 2003), esto no hizo mella aparente en suscapacidades; lejos de tambalearse, la guerrilla golpeó unay otra vez: el 25 de febrero de 2004 por ejemplo, fue al-canzada con cilindros bomba, la base militar que protegíala población de Santa María (Huila), pereciendo 12 uni-

formados en el ataque.[184] Los continuos golpes de lasFARC obligaron al presidente y sus colaboradores a mo-derar el optimismo de sus declaraciones y arrojaron seriasdudas sobre la efectividad del Plan Patriota, la más ambi-ciosa de las ofensivas montadas contra la guerrilla, cuyasegunda y principal fase arrancó en abril de 2004.[185]

Inicialmente 14.000 soldados contraguerrilla, luego20.000, asistidos por unos 800 “asesores” militares es-tadounidenses (y por un número indeterminado de mer-cenarios y contratistas de seguridad), se agrupan bajo lafigura de un mando conjunto unificado, la Fuerza de tareaOmega –en diciembre de 2003-, acuartelada en 3 gran-des bases del sur-oriente: Apiay, Tres Esquinas y Laran-dia. Las tropas que han sido entrenadas para sobrevivir enla selva por periodos largos de tiempo, tendrán el obje-tivo declarado de cazar a los altos mandos de las FARCen un área de 82.000 km2 puesta bajo su jurisdicciónen el Meta y Caqueta, pero con la capacidad de exten-der los operativos hasta el Guaviare, Guainía, Vichada yVaupés.[186]En abril la Operación JM, nombrada en ho-nor del Comandante de las FF.MM., Jorge Mora Rangel,abriría la campaña en el sur. Cientos de hombres y variasdecenas de helicópteros atacaron las principales aéreascampamentarias de Víctor Julio Suarez, el temido “MonoJojoy” en los llanos del Yari, pero este logro escapar enuna inmensa caravana de vehículos.[187] El principal ob-jetivo estratégico del gobierno que era decapitar al EstadoMayor de las FARC, no se alcanzó. La guerra sería máslarga de lo pensado.Una vez más vendrá otra sangrienta arremetida bélica dela organización guerrillera que quiere mostrar su invulne-rabilidad a la PSD,[161] golpeando con saña redoblada alas tropas del gobierno por medio de unos actos en los quese adivinaba el afán de venganza: el 15 de junio en La Ga-barra (Norte de Santander), el frente 33 asesina a 34 ras-pachines de coca que trabajan para las AUC;[188] el 7 dejulio, son atacados simultáneamente 4 municipios nari-ñenses; el 10 de julio, el frente 9 masacra a siete hombresen el corregimiento Samaná Norte, en San Carlos (An-tioquia) , y expulsa a 506 personas de la vecina Cocorná;el 22 de julio, 13 soldados de un grupo de 36, pierden lavida en una emboscada en la vía que comunica a Huilay Putumayo; el 2 de agosto 9 policías mueren al caer enuna celada tendida en Trujillo (Valle);[189] y finalmente el11 de agosto otros 10 campesinos son ejecutados por lasFARC en el Catatumbo. El gobierno pese a estos reve-ses y a las críticas de quienes sostienen que “enterró” lasmejores tropas del Ejército con el Plan Patriota, no cejaen su esfuerzo de doblegar la guerrilla comunista. El 24de diciembre de 2004, siguiendo el ejemplo de la Omega,fue creado en la costa norte del país el Comando Conjun-to del Caribe, con jurisdicción sobre 10 departamentos yencargado de combatir la subversión en esta zona, agru-pando para ello unos 60.000 hombres de la Armada, elEjercito y la Fuerza Aérea.A la vez que las combate por la vía armada, Uribe insis-te en probar a toda costa su determinación de despojar

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10.6 Avances y retrocesos 59

a las FARC de cualquier forma de caracterización po-lítica. A fines de 2004 extradita por narcotráfico a dosimportantes figuras de esta organización: Simón Trini-dad negociador durante el proceso del Caguan, capturadoen Quito durante un operativo de los servicios secretos,y alias “Sonia” responsable ante Fabián Ramírez de lasfinanzas del Caqueta.[161]A partir de 2005 el presidentey su principal consejero José Obdulio Gaviria se esfor-zaran por convencer a los medios de comunicación deno hablar más de “Conflicto armado”, y de tratar a lasFARC de simple expresión delincuencial, narcotraficantey terrorista.[161]Pero como no quiere ser considerado be-licista frente a todas las guerrillas, el Ejecutivo tambiéntrato de convencer al ELN de entablar negociaciones conel Estado. Los primeros contactos, tímidos y erráticos,adquirieron visos de seriedad en junio de 2004, cuandoel vicepresidente de la República, Francisco Santos, sereunió con el portavoz del grupo, Francisco Galán, en-carcelado desde 1994, para sondear la disposición de loselenos” a cesar las hostilidades, liberar a los rehenes yrenunciar a la violencia a cambio de un reconocimien-to político por el gobierno. En septiembre de 2005 Galánfue puesto en libertad con carácter temporal para que pu-diese ejercer la interlocución con el Gobierno y el 16 dediciembre del mismo año arrancó en La Habana la faseexploratoria de las conversaciones de paz; el comisionadoRestrepo y el jefe militar de la guerrilla, Antonio García,encabezaron las respectivas delegaciones. Durante 2006prosiguen en la capital cubana las rondas de negociación,que no llegaran a buen término debido a las vacilacionesy divisiones internas de la organización irregular.[161]

10.6 Avances y retrocesos

Protesta de artistas en Bogotá junto a las madres de los jóvenesde Soacha asesinados y presentados como muertos en combatepor el ejército de Colombia.

En los primeros tres años de gobierno Uribe la notoriadisminución en la tasa de homicidios, la seguridad en losprincipales ejes viales, el fuerte descenso del secuestro yla extorsión, mas la ruptura del cerco sobre el trianguloBogota-Medellin–Cali, convence a la opinión publica del

éxito de la política de seguridad democrática. No obstantesi bien la guerrilla de las FARC, sea replegado sobre susbastiones más alejados, hasta 2004-2005 los resultadosson bastante limitados.[161]

La recuperación del territorio se debe en buena medi-da a los paramilitares, a la sazón en proceso de desmo-vilización. El repliegue de las FARC puede parecer unexpediente provisional mientras las operaciones milita-res pierden fuerza y el prestigio de Uribe se desmorona.Muchos de sus dominios siguen estando fuera del alcancede las FF.AA. y aunque no están en capacidad de realizarasaltos masivos sobre instalaciones militares sin exponer-se a sufrir un fuerte descalabro a manos de la aviación,multiplican los sabotajes, emboscadas y hostigamientos.Además consolidan su presencia en las zonas fronterizascon Venezuela y Ecuador, que toman como retaguardiaestratégica. Y si bien su credibilidad política es poca, supotencial bélico no parece muy mermado pese la cons-tante hemorragia de bajas, que afectan especialmente alas fuerzas de base. Entre 2003 y 2005, 5792 guerrillerosfueron dados de baja (por lo menos ahí se incluyen 250falsos positivos),[190] 18.794 fueron capturados y 6074más se desmovilizaron, mientras las tropas del gobiernoperdían 7341 hombres (1904 muertos y 5437 heridos) enel mismo periodo.[191]

Sin embargo, a la par que se incrementaba el esfuerzobélico contra la subversión, también lo hicieron los des-manes del Ejército. El 10 de abril de 2004, en Cajamarca(Tolima) un aparente error militar termino con 5 campe-sinos muertos.[192]Ocho meses después, el 21 de febre-ro de 2005 una patrulla conjunta de tropas gubernamen-tales y paramilitares (en represalia por la emboscada dela vereda El Porroso), asesino brutalmente a machete a8 labriegos en una vereda de San José de Apartado.[193]Por añadidura, estimulados por los beneficios asignadosa aquellos que reportaran bajas, muchas decenas de jóve-nes salidos de las zonas mas deprimidas del campo y delas barriadas de las ciudades fueron asesinados y luegopresentados como subversivos muertos en combate. Losmal llamados falsos positivos, que venían sucediendo des-de mediados de los ochenta tuvieron un desmedido creci-miento contando desde 2004. De 52 ejecuciones en 2003se pasó a cerca de 120 en ese año y a 244 en 2006.[194]

Además los contactos con narcotraficantes, que mante-nían en sus nóminas a muchos oficiales y suboficiales (co-mo fuentes de información y delatores de operativos mi-litares) y las redes de corrupción dentro de las FF.AA.también quedaron en evidencia en dos luctuosos hechos:el primero ocurrido el 19 de marzo de 2004 en Guatarilla(Nariño) concluyo con 7 agentes y 4 civiles acribilladospor una patrulla de soldados, presumiblemente a causa deun cargamento de droga;[195] y el segundo el 22 de mayodel 2006, en Jamundi (Valle) donde 10 policías de eli-te y 1 informante, fueron masacrados por un pelotón delEjercito en el momento que se disponían a realizar unaoperación antinarcóticos.[196]

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60 10 GOBIERNO URIBE

10.7 La ofensiva del 2005

Con el objetivo de demostrar la impotencia del gobiernopara someterlas por la vía militar y también para aflojarla presión sobre el Bloque oriental (y sus finanzas estran-guladas progresivamente), el Secretariado ordeno pasarde la defensiva y el repliegue, a la ofensiva. A partir deese momento los golpes de envergadura se sucederían es-calonadamente en Tolima, Arauca, Antioquia, Meta, Pu-tumayo, Nariño, Cauca y Choco, precisamente en unaszonas que estaban tomando importancia estratégica pa-ra las FARC, que obligada a recular en amplias áreas delsur-oriente del país -sus tradicionales bastiones- necesita-ba mantener el control de los corredores hacia el Pacifico,Venezuela y Ecuador. La masacre de 17 campesinos enel corregimiento de Puerto San Salvador en Tame (Arau-ca), el 31 de diciembre de 2004 fue el prólogo de la úl-tima gran embestida bélica de la subversión, que tomocomo objetivo principal al Ejercito y las Brigadas Móvi-les, puntas de lanza del Ejecutivo en la guerra contra losirregulares de izquierda.El 18 de enero de 2005, murieron 7 militares al activarseun campo minado en Ortega (Tolima). El 1 de febrero,el frente 29 bombardeo con cilindros una base de la Ar-mada Nacional en Iscuande (Nariño) dando de baja a 16infantes de marina.[197] Al día siguiente, 2 de febrero, unconvoy que se desplazaba por la vía Puerto Asís-SantaAna (Putumayo), fue atacado con explosivos, pereciendoen el acto 8 soldados y un civil; a la vez que en Vistaher-mosa (Meta), combates terminaban con otras 4 víctimasen las filas de las FF.MM. El 9 de febrero menos de unasemana después, una patrulla de 30 uniformados adscritaal batallón de Infantería No 47 Voltigeros, que se movíapor la región del Urabá, fue emboscada por el V frente delas FARC a la altura de la vereda El Porroso (cerca al Ca-ñón de La Llorona entre Dabeiba y Mutata), con un saldode 1 oficial y 18 regulares asesinados.[198]Culminando elmes de marzo, el 23, nuevamente en Putumayo una par-tida de 8 infantes de marina y 2 efectivos del Ejército queescoltaba a una juez militar fue sorprendida por irregula-res en Puerto Leguizamo (10 murieron).[199]

La ofensiva guerrillera no tardo en llegar a la frontera conVenezuela, cuando el frente 10 de las FARC embosco enla noche del 6 de abril a un convoy del Batallón de Contra-guerrilla número 47 que se desplazaba entre Tame y For-tul (Arauca), matando al Mayor Omar Pío Bellojín Gui-llot y a 16 militares que lo acompañaban.[200][201]Ademáslas estructuras rebeldes (el sexto frente) la emprendieroncontra las guarniciones del Norte del Cauca, donde cer-caron Toribio por una semana (desde el 14 de abril). El19 de mayo el ERG (Ejercito Revolucionario Guevarista)disidencia del ELN en el Choco, mato en la vía Quibdó-Pueblo Rico a 10 efectivos de la Policía Nacional; mien-tras la columna móvil Teófilo Forero ejecutaba a 4 con-cejales y al secretario del cabildo municipal de PuertoRico, Caqueta (el 24 de mayo). Empero el golpe de ma-yor de mayor calado, fue lanzado contra la base de Teteye

en Putumayo, donde estaban destacadas tropas del PlanEnergético y Vial Número 11. Al menos 500 subversivosde los Bloques Oriental y Sur de las FARC, concentradosen Ecuador arremetieron con todo sobre las instalacio-nes militares en la madrugada del sábado 25, aniquilandoun pelotón de 19 hombres que se hallaba apostado a 800metros de la posición central. Solo la intervención de laaviación y la pronta llegada de refuerzos pertenecientesa la Brigada Móvil No 13 evito que la guarnición fueracopada totalmente. El saldo fue de 21muertos y 1 secues-trado liberado poco después.[202][203]

Pero contrario a lo que pensaban las FARC, la arremeti-da guerrillera y la sorprendente resistencia de la organiza-ción al Plan patriota no erosiono el apoyo popular a Uribe,quien se vio fortalecido ante la opinión pública al asumirpersonalmente el reto de la guerra total contra la subver-sión. Lo que se vino fue un endurecimiento en la políti-ca de ambas partes. El Ejecutivo profundizo el esfuerzomilitar, y si bien fracaso en dar de baja por el momen-to a algún cabecilla del Secretariado golpeo fuertementelas estructuras rurales y urbanas de las FARC (la excep-ción fue la emboscada tendida por Fuerzas Especiales delEjército en el rio Papanaua -entre Guaviare y Vaupés-, a5 lanchas con 100 guerrilleros de los frentes 16, 39 y 44,el 5 de octubre de 2005. Entre los decenas de muertos secontó alias “Danto”, cabecilla de 39), que no dudo por sulado en responder con más ataques.[204]

Presidente Álvaro Uribe Vélez con el secretario de defensa deEstados Unidos.

Pero contrario a lo que pensaban las FARC, la arremeti-da guerrillera y la sorprendente resistencia de la organiza-ción al Plan patriota no erosiono el apoyo popular a Uribe,quien se vio fortalecido ante la opinión pública al asumirpersonalmente el reto de la guerra total contra la subver-sión. Lo que se vino fue un endurecimiento en la políti-ca de ambas partes. El Ejecutivo profundizo el esfuerzomilitar, y si bien fracaso en dar de baja por el momen-to a algún cabecilla del Secretariado golpeo fuertementelas estructuras rurales y urbanas de las FARC (la excep-ción fue la emboscada tendida por Fuerzas Especiales delEjército en el rio Papanaua -entre Guaviare y Vaupés-, a5 lanchas con 100 guerrilleros de los frentes 16, 39 y 44,el 5 de octubre de 2005. Entre los decenas de muertos secontó alias “Danto”, cabecilla de 39), que no dudo por su

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lado en responder con más ataques.[205]

En la madrugada del 17 de diciembre de 2005 al menos300 irregulares de las FARC y el ERG, comandados porKarina se tomaron el Corregimiento de San Marino, enBagado (Choco), sometiendo al escuadrón de 57 policíasque lo protegía. Ocho agentes murieron y 29 más cayeronprisioneros en el asalto, que concluyó con la liberación 72horas después de todos los secuestrados.[206] Sin embar-go, el peor revés para la administración Uribe, llegaría el27 de diciembre. Ese día una compañía de 90 soldadosprofesionales adscritos a la Brigada Móvil 12, cayó en uncampo minado y en medio de la confusión que siguió fue-ron acribillados con fuego pesado de ametralladoras por300 guerrilleros del Bloque Oriental. Un tercio del grupo,29 militares fueron asesinados por solo 5 bajas en las filasdel enemigo.[207][208]El año terminaría como el tercermássangriento para la fuerza pública en toda su historia, con717 efectivos dados de baja.[209] Además saldría bastan-te afectada la infraestructura nacional, al ser derribadas227 torres de energía y dinamitados muchos oleoductosen el sur del país. Sin embargo la capacidad militar de lainsurgencia terminaría por empezar a resquebrajarse en2006-2007, luego de la reelección de Uribe y la continua-ción de la Política de Seguridad Democrática.

10.8 Fin de mandato

El 10 de enero del 2008 Venezuela llevó a cabo la"Operación Emmanuel", con la autorización de Colom-bia y el apoyo de la Cruz Roja, la cual consistió en con-cretar la liberación de dos de los secuestrados que habíasido previamente anunciada por las FARC. Fueron libe-radas Clara Rojas y Consuelo de Perdomo. Emmanuel,hijo de Clara Rojas nacido en cautiverio, ya no se encon-traba en manos de los guerrilleros sino en las del Institu-to Colombiano de Bienestar Familiar, pudiendo reunirsecon su madre biológica después de casi dos años de sepa-ración.El 1 de marzo a las 12:25, alias Raúl Reyes, vocero in-ternacional de las FARC, murió a causa de un bombar-deo realizado por la Fuerza Aérea de Colombia en laOperación Fénix, en territorio ecuatoriano, muy cerca dela frontera, constituyendo el golpe más duro a las FARC.En el operativo, murieron varios guerrilleros más. Dichooperativo desencadenó una controversia internacional en-tre Colombia y Ecuador, principalmente, al igual que en-tre Colombia y Venezuela.

“Uribe nos quiso acusar de contubernioy de albergar lo que llama terroristas. Esun insulto. El país que más los alberga esColombia, narcotraficantes, paramilitares yguerrilla; las FARC tienen en Colombia 500campos. Quién alberga a quién?"[210]Rafael Correa, Presidente de Ecuador

Extradición de Salvatore Mancuso.

El 13 de mayo de 2008, 14 jefes de las autodefensas (En-tre ellos “Jorge 40” y Salvatore Mancuso) fueron extradi-tados a Estados Unidos. El argumento que dio el gobiernopara dar vía libre a la extradición fue que ellos seguíandelinquiendo desde la cárcel, incumpliendo los compro-misos adquiridos en la ley de justicia y paz.El 2 de julio de 2008, Íngrid Betancourt fue rescatadapor el ejército colombiano en una zona selvática del de-partamento del Guaviare de Colombia en una operaciónde inteligencia militar denominada "Operación Jaque",junto a tres ciudadanos estadounidenses y siete miembrosdel Ejército de Colombia y cuatro miembros de la PolicíaNacional de Colombia.

11 Gobierno de Santos

11.1 Diálogos de paz entre el gobierno San-tos y las FARC

12 Efectos

El conflicto armado colombiano ha generado miles demuertos, lisiados, secuestrados, y afectados por diferen-tes acciones terroristas una de las peores crisis de despla-zamiento forzado en el mundo y desaparecidos, lo que haconllevado a que Colombia sea clasificado como uno delos países más violentos del mundo y uno de los principa-les exportadores de drogas ilegales.[211][212] Desde 1964se han presentado innumerables combates, asaltos a ba-ses militares, tomas de cabeceras municipales, masacresy atentados terroristas que han dejado miles de muertos,heridos o desaparecidos.

12.1 Pérdidas y abusos a los derechos hu-manos

Según el Centro de Investigación y Educación Popular(CINEP) entre el 1 de enero de 1970 y el primer trimes-tre de 1981, ocurrieron numerosos asesinatos, torturas,

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62 12 EFECTOS

Colombia es el país con mayor cantidad de desplazados en elmundo. Cerca de 4,9 y 5,5 millones de personas han sido despla-zadas a causa del conflicto armado, según la más reciente cifrapublicada en 2012 por el Centro de Monitorio del Desplazamien-to Interno.[213]El informe no incluye a personas desplazadas porel narcotráfico o las bandas criminales.[214]

desapariciones y otras violaciones de los Derechos Hu-manos. “Desde 1970 hasta marzo de 1981 se presenta-ron 1.053 asesinatos y 7.571 casos de torturas provoca-dos principalmente por las Fuerzas Armadas.”[215] Por suparte, Amnistía Internacional, entre 2006 y 2008, los ca-sos de las personas y comunidades que han sido golpea-das con mayor dureza por el conflicto, son miembros decomunidades indígenas, afrodescendientes y campesinasque han sido víctimas de homicidio o de desplazamien-to forzado. En 2007 hubo alrededor de 1.400 homicidiosde civiles, superior a los 1.300 que se dieron en 2006. Enlos casos en los que se logró identificar a los autores, lasfuerzas estatales fueron responsables de al menos 330, losgrupos paramilitares de unos 300 y los grupos guerrille-ros de alrededor de 260.[216]

Los reclutamientos forzados, las retaliaciones, masacres,falsos positivos y toda la especificidad alienante en el con-flicto, han puesto a Colombia en un lugar donde se pre-senta una continuidad en las violaciones de los derechoshumanos e infracciones al derecho internacional humani-tario cometidas por los grupos guerrilleros y las fuerzasarmadas colombianas.En cuanto ejecuciones extrajudiciales, generalmente setrata de población campesina, líderes comunitarios, in-dígenas, trabajadores, y personas socialmente margina-das, previamente detenidas de manera arbitraria, seña-ladas por informantes que buscan obtener recompensaso beneficios judiciales, y asesinadas posteriormente parahacerlos aparecer como guerrilleros muertos en combate.Por otra parte, de acuerdo a reportes del Comité para losRefugiados de Naciones Unidas, en el 2008 se presen-tararon hechos de reclutamiento forzado de menores deedad por partes de las fuerzas del estado para recopilar in-formación de inteligencia de los grupos armados ilegales.Según el mismo organismo, las guerrillas de las FARC

y el ELN, además de grupos paramilitares no desmovili-zados, practicaron el reclutamiento forzado de niños y elcual han extendido a regiones fronterizas con Venezuelay Ecuador.[217]

Cabe destacar que Colombia es uno de los países del mun-do con el mayor número de desplazados internos. Hastamayo de 2011 el Gobierno de Colombia ha registrado amás de 3,7 millones de desplazados internos en el país.ONG como la Consultoría para los Derechos Humanosy el Desplazamiento (CODHES) consideran que la ci-fra real de desplazados por el conflicto armado internodesde mediados de los años 80 supera los 5 millones depersonas.[218]

El desplazamiento en el país es una causa directa del con-flicto armado de Colombia. Con casi 400.000 refugia-dos y entre 4,9 y 5,5 millones de desplazados internos en2012, el país es protagonista del mayor drama humanita-rio del América latina, según el Alto Comisionado de lasNaciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).[219][214]

Así mismo, se calcula que en Colombia hay sembradasunas 100 mil minas antipersonal, donde las principalesvíctimas son los civiles que han contribuido a aumentarlas cifras de muertes o lisiados.[220]

12.2 Opinión pública sobre la guerra

A lo largo del conflicto armado colombiano se han produ-cido protestas populares contra los hechos violentos cau-sados por los diferentes actores del conflicto armado, y enotros en apoyo a alguno de los actores. Los más importan-tes han sido el Movimiento de la "Séptima papeleta" queen parte se le atribuyó el impulso para la creación de laConstitución de Colombia de 1991, el del Mandato por laPaz de 1997.[221] A principios del siglo XXI se llevaron acabo Homenaje a las víctimas del paramilitarismo, la pa-rapolítica y los crímenes de Estado, Un millón de vocescontra las FARC y el Gran Concierto por la Paz del 20de julio de 2008.[222]

Internacionalmente, en países que se presentan fenóme-nos de mafias y narcotraficantes se le empezó a deno-minar “Colombianización”, donde hacen convergencia elnarcotráfico, la violencia y la corrupción. El término hasido utilizado por la prensa de países como España,[223]Guatemala[224] México,[225] Venezuela,[226] Nicaragua yEcuador.[227][228] A Colombia se le ha asociado inclusocon Afganistán por la asociación entre mafias terroristasy narcotráfico.[229]

12.3 Impacto ambiental

En relación con el impacto ambiental, un periodista bri-tánico que investigo sus efectos, revelo que la aspersiónde los cultivos de coca había arrasado tanto la vegeta-ción natural como sembrados lícitos (entre estos 3.000hectáreas de cultivos alternativos). Aparte de estas perdi-

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La fumigación de cultivos ilícitos con glifosato ha tenido un im-pacto ambiental negativo en las selvas colombianas, sumado ala deforestación causada por los grupos ilegales.

das que afectaban la supervivencia humana de la región laayuda prometida de US$81millones para adelantar la sus-titución de cultivos había ido aparar, presumiblemente, amanos de políticos corruptos. Por otro lado contradicien-do las aseveraciones del Plan Colombia según las cuales elglifosato es un herbicida inofensivo, tras cada fumigaciónaérea el hospital de Puerto Asís atendió numerosos casosde envenenamiento y de problemas respiratorios severossobre todo de niños que habían entrado en contacto conel químico o habían bebido agua contaminada por este.

13 Debate político por definiciónde “conflicto interno” y belige-rancia

La definición de «conflicto interno», al referirse a la con-frontación de grupos armados ilegales contra el Estado enColombia, obtuvo trascendencia durante la presidencia deÁlvaro Uribe. El 7 de febrero de 2008, el principal ase-sor del presidente Uribe, José Obdulio Gaviria, calificó alas guerrillas de amenaza terrorista y no un grupo beli-gerante, que ya no tenía ningún proyecto político, y quesi se aceptaba un “conflicto interno” les daría cierto po-der a las FARC y eso entorpecería lograr la paz.[230] LasFARC perdieron el estatus de 'beligerante' tras el términode los diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastra-na Arango. Según el Derecho Internacional Humanitario(DIH) un grupo beligerante, es aquel “grupo de poblaciónde un Estado que se alza en lucha armada contra un ordenconstitucional legal y vigente establecido”. En el DerechoInternacional, para que pueda un Movimiento, Comuni-dad o Grupo beligerante ser reconocido, es necesario quese les otorgue reconocimiento jurídico internacional porparte de otros sujetos del sistema jurídico internacional,además de reunir las siguientes condiciones:[231]

• «Dominio real y efectivo de una parte considerabledel territorio del Estado»:[231] El gobierno de Colom-

bia aduce que las FARC y ELN dejaron de controlarterritorios, después que el gobierno anunciara que lafuerza pública había logrado recuperar el control detodos los municipios del país.[230]

• «Constitución de un aparato político-militar»:[231]Contrario a la autodefinición de las FARC y el ELN,el gobierno colombiano, como el de Álvaro Uribehan aducido en ocasiones que las guerrillas utili-zan la política para escudar otras acciones ilegalesde las que se benefician integrantes de los gruposirregulares, como el narcotráfico, tráfico de armas yotros productos, el abigeato, el robo, el secuestro yla extorsión.[232]

• «Aplicación irrestricta de las normas del Derecho In-ternacional Humanitario»:[231] El gobierno colom-biano acusa a las FARC de violar constantementeel Derecho Internacional Humanitario, por lo queniega que cumpla con los requerimientos de belige-rancia. Las guerrillas como las Farc han acusado algobierno de ser ilegítimo por hechos de corrupciónen los procesos de elección. Organizaciones comoHuman Rights Watch han instado tanto al gobiernocolombiano como a las grupos irregulares a respetary seguir las normas del DIH.[233]

En virtud de la Ley 762 que reemplazó lo proveído en laLey 418, no es necesario calificar como grupo “político”a un grupo “terrorista” para negociar.[234][235]

En la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448de 2011) de iniciativa del gobierno del presidente JuanManuel Santos se reconoce la existencia de un conflictoarmado interno.[236] De acuerdo con Santos, el recono-cimiento del conflicto no implica un reconocimiento a labeligerancia de los grupos armados ilegales.[237] Esta de-cisión, sin embargo, ha sido criticada por el ex presidenteUribe y sectores afines.

14 Véase también• Cronología del conflicto armado colombiano

• Lista de hechos de violencia del conflicto armadointerno en Colombia

• Época de la Violencia en Colombia (1948-1960)

• Categoría:Víctimas del conflicto armado en Colom-bia

• Implicación de la CIA en el tráfico de drogas

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[4] Atículo en Semana de 1987

[5] Artículo en Semana de 1988

[6] Revista Semana: La dinámica del conflicto colombiano,1988-2003

[7] Artículo en la revista Semana

[8] Panorama general del desplazamiento causado por el con-flicto armado

[9] Artículo en VerdadAbierta.com

[10] Artículo sobre el debilitamiento de las Farc

[11] Artículo sobre el conflicto en el Cauca

[12] ídem

[13] El conflicto armado en Colombia deja 220.000 muertosdesde 1958.

[14] http://www.semana.com/nacion/articulo/victimas-del-conflicto-armado-en-colombia/376494-3.

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[125] El Espectador: Una pesadilla que lleva 10 años

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[128] El Tiempo: Se conmemoran 10 años de la toma a Mitú, elgolpe más sangriento de las Farc

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[136] El subsecretario de Estado para el control internacionalde Narcóticos norteamericano manifestó, en septiembrede 1999, lo que seria el rumbo a seguir por Colombia:“hemos sido muy claros con el Gobierno del PresidentePastrana que la paz a cualquier precio, no es una políti-ca aceptable hemos sido claros con todos los partidos queel proceso de paz no debe interferir con la cooperaciónde Antinarcóticos”. El Senador demócrata Joseph Bidenfue aún más rotundo al afirmar al año siguiente que nun-ca antes se había presentado una oportunidad tan propiciacomo el Plan Colombia para asestarle un golpe decisivo altrafico de estupefacientes; por tanto, la ayuda a la naciónandina revestía una importancia Nacional si se considera-ba que de ella provenía la mayoría de las drogas que estabaenvenenando a los Estados Unidos.

[137] [http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1233863 ]

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[153] La Fiscalía General de la Nación de Colombia reconocela existencia de 74 víctimas, cuyos cadáveres procedió aanalizar según Boletín de Prensa nº 135. Reitera la cifraen todos los documentos de condena a los diversos auto-res identificados y condenados con el siguiente texto: "Lamasacre de Bojayá fue perpetrada el 2 de mayo de 2002,cuando un cilindro bomba lanzado por las Farc mató a 74personas que se refugiaban en la iglesia de la población."Por ejemplo en:

[154] Nación: Mensajes en computadora de “Reyes” hablan deatentados contra Uribe

[155] «Paramilitares Genocidas». Univisión (YouTube).

[156] Se entrenaban para matar picando campesinos vivos

[157] Infiltración paramilitar

[158] Más de 100 fueron las personas asesinadas por 'paras’ enmasacre del Salado, revela la Fiscalía. El Tiempo (Co-lombia). 06/23/2008. Consultado el 6-23-2008.

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[224] Presnsa libre: Colombianización copa el país

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17 Enlaces externos•

• Wikimedia Commons alberga contenido multi-media sobre Conflicto armado interno en Colom-bia. Commons

• Información sobre las Fuerzas Militares de Colom-bia

• Bioética y conflicto armado

• ¡BASTA YA! Colombia: memorias de guerra y dig-nidad del Grupo de Memoria Histórica en la Biblio-teca Luis Ángel Arango

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18 Text and image sources, contributors, and licenses

18.1 Text• Conflicto armado interno en Colombia Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto%20armado%20interno%20en%20Colombia?

oldid=79779196 Colaboradores: Joseaperez, Julie, Vanbasten 23, Kusaja, Rosarino, Jarfil, FAR, LeonardoRob0t, Digigalos, Chlewey, Bo-ticario, Taichi, Tequendamia, Caiser, Tico, Albeiror24, RobotQuistnix, Caiserbot, Yrbot, Varano, BOTijo, YurikBot, Jorpcolombia, Jyon,KnightRider, DamiánDV, Jaques Sabon, Cheveri, Nihilo, Ric delg, CEM-bot, Laura Fiorucci, Baiji, Felipnator, Montgomery, Rafa606,Thijs!bot, IrwinSantos, Bernard, Chien, Poc-oban, Tatehuari, Teknomegisto, Mansoncc, El señor de las letras, Beaire1, CommonsDelinker,Mercenario97, Humberto, Nelammog, Pólux, Rémih, Wikichasqui, Donponcho, VolkovBot, Snakeyes, Technopat, Galandil, Martiko, Mo-moelf, Cescac, Matdrodes, MILEPRI, DJ Nietzsche, Luis1970, Altayre, Shadowxfox, Muro Bot, Santiago31, SieBot, Mushii, Ctrl Z, Paint-Bot, Matrix 2007, Carmin, Cesaranieto, Bigsus-bot, BOTarate, Jorjum, Manwë, Felviper, Irenegr, Pedro Felipe, DorganBot, Universalis,Angel paez, Kikobot, Nicop, Leonpolanco, Botito777, Furti, Chuak, Petruss, BQ17, Marxista1917, Ecuatorianowikipedista, Milo Verde,UA31, Martin Roca, AVBOT, Redeyes, Mauricio Agudelo Lopez, Vial anpi, Diegusjaimes, Davidgutierrezalvarez, Linfocito B, Pipe45,Javu61, BOTamon, Arjuno3, Mimis24, Andreasmperu, Luckas-bot, Ptbotgourou, Bonnot, Dangelin5, Roferbia, Amigotes, Treight, Bori-sAirwolf, Libertad y Orden, SuperBraulio13, Amnesico29, Anderson0494, Xqbot, Jkbw, Dreitmen, AldriumGyet, FrescoBot, Alex299006,Manizalita11, Hprmedina, Halfdrag, Enrique Cordero, EEIM, Leugim1972, Elberth 00001939, PatruBOT, AldanaN, Mr.Ajedrez, Cono-cimientoabierto, Don Galaoor, Foundling, Canaria05, Aihotz, Afrasiab, EmausBot, Savh, Megazilla77, ZéroBot, Remux, J. A. Gélvez,Grillitus, Sentinel R, KLBot, Uricm55, Sahaquiel9102, Albertojuanse, Omartinezmon 96, Edc.Edc, KLBot2, Acocris, LuisGab, Afa86,Tack50, Davidbaner, Apesiof, Hozkar4, LlamaAl, Leandroc, Elvisor, Santga, DLeandroc, Skamilo 06, Helmy oved, Ralgisbot, Chevebot,Haucheng, Zerabat, Patron125, Rauletemunoz, Rotlink, Legobot, Leitoxx, Roboting, Homero70, Addbot, Fedayo, Tiberiun, XerxesDX,D49franco, DrRiascos, Fedayin17, Historian2013a, Gogo212121, MrCharro, KevinMcLEAN77, Matiia, Egis57, Ardilgarzon, TuCove,Diegoandres71360, Eskombro y Anónimos: 366

18.2 Images• Archivo:A-29_SuperTucano.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ee/A-29_SuperTucano.JPG Licencia:CC

BY 3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Neoreich• Archivo:Belisario_Betancur.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d1/Belisario_Betancur.jpg Licencia: CC

BY-SA 2.0 Colaboradores:• Belisario_Betancur_01.jpg Artista original: Belisario_Betancur_01.jpg: ALTAIR Crea & Comparte• Archivo:Bogotazo.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/57/Bogotazo.jpg Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colabora-dores: Santiago Martinez Delgado Artista original: Daniel Pradilla Holguin

• Archivo:Camilo_Torres_con_Estudiantes.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/1e/Camilo_Torres_con_Estudiantes.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Cristianismo y Revolución Nº 17 Artista original: Cristianismo y Revolución

• Archivo:Camion_incendiado_colombia.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/52/Camion_incendiado_colombia.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Trabajo propio Artista original: user:Albeiror24

• Archivo:Carlitoslehder.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/81/Carlitoslehder.png Licencia: Public domainColaboradores: Transferred from en.wikipedia; Transfer was stated to be made by User:Chien. Artista original: Original uploader was ZeroGravity at en.wikipedia

• Archivo:Carlos_cmd.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b4/Carlos_cmd.jpg Licencia: CC BY-SA 4.0 Co-laboradores: Trabajo propio Artista original: Asdfg4520

• Archivo:Carteldecaliposter.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/75/Carteldecaliposter.png Licencia: Publicdomain Colaboradores: self-made with images in the public domain. [1][2] Artista original: F3rn4nd0

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• Archivo:Combate_en_el_barrio_san_jose.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d2/Combate_en_el_barrio_san_jose.JPG Licencia: CC BY-SA 4.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17

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• Archivo:Commons-logo.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4a/Commons-logo.svg Licencia: Public domainColaboradores: This version created by Pumbaa, using a proper partial circle and SVG geometry features. (Former versions used to be slightlywarped.) Artista original: SVG version was created by User:Grunt and cleaned up by 3247, based on the earlier PNG version, created byReidab.

• Archivo:DAS_Logo.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bc/DAS_Logo.svg Licencia: Public domain Colabo-radores:

• DAS_Logo.jpg Artista original: DAS_Logo.jpg: Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Republica Colombiana• Archivo:Das_BOMBING.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Das_BOMBING.JPG Licencia: CC BY-

SA 4.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17• Archivo:Death_of_Pablo_Escobar.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2a/Death_of_Pablo_Escobar.jpgLicencia: Public domain Colaboradores: U.S. Government Artista original: Steve Murphy

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70 18 TEXT AND IMAGE SOURCES, CONTRIBUTORS, AND LICENSES

• Archivo:Defense.gov_News_Photo_0308019-F-2828D-165.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/8f/Defense.gov_News_Photo_0308019-F-2828D-165.jpg Licencia: Public domain Colaboradores:Esta imagen ha sido realizada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos con el número indentificatorio 0308019-F-2828D-165.Esta etiqueta no indica el estado de copyright del trabajo adjunto. Es necesario una etiqueta normal de copyright. Para más información vea Sobre las licencias.Artista original: U.S. Department of Defence Tech. Sgt. Andy Dunaway, U.S. Air Force

• Archivo:Desplazadoscol01.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/cb/Desplazadoscol01.jpg Licencia: Publicdomain Colaboradores: http://www.state.gov/r/pa/ei/pix/b/prm/95359.htm Artista original: state.gov

• Archivo:Donald_Rumsfeld_Andres_Pastrana_Pentagon_Feb_2001_010226-D-9880W-030.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/72/Donald_Rumsfeld_Andres_Pastrana_Pentagon_Feb_2001_010226-D-9880W-030.jpg Licencia: Publicdomain Colaboradores:Esta imagen ha sido realizada por Department of Defense de Estados Unidos con el número indentificatorio 010226-D-9880W-030.Esta etiqueta no indica el estado de copyright del trabajo adjunto. Es necesario una etiqueta normal de copyright. Para más información vea Sobre las licencias.Artista original: Robert D. Ward

• Archivo:EPLflag.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/77/EPLflag.png Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colabora-dores: ? Artista original: ?

• Archivo:ElMexicanomuerto.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d4/ElMexicanomuerto.jpg Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: album familia Gomez Ospina Artista original: Camilo Ernesto Gomez Ospina

• Archivo:Embajada_dominicana.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5c/Embajada_dominicana.JPG Li-cencia: CC BY-SA 4.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17

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• Archivo:Estacion_de_bombeo_churuyaco.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/6d/Estacion_de_bombeo_churuyaco.jpg Licencia: CC BY-SA 4.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17

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• Archivo:Fabioochoav.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/42/Fabioochoav.png Licencia: Public domain Co-laboradores: http://www.dea.gov/pubs/pressrel/pr053003.html Artista original: http://www.dea.gov/pubs/pressrel/pr053003.html

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• Archivo:Flag_of_Colombia.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/21/Flag_of_Colombia.svg Licencia: Publicdomain Colaboradores: Drawn by User:SKopp Artista original: SKopp

• Archivo:Flag_of_ELN.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d8/Flag_of_ELN.svg Licencia: Public domainColaboradores: Trabajo propio Artista original: Fibonacci (<a href='//commons.wikimedia.org/wiki/User_talk:Fibonacci' title='User talk:Fibonacci'>talk</a>)

• Archivo:Flag_of_M-19.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/ba/Flag_of_M-19.svg Licencia: Public domainColaboradores: Image:M19.png Artista original: Jolle

• Archivo:Flag_of_the_ERP.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/57/Flag_of_the_ERP.svg Licencia: Publicdomain Colaboradores: Image:Erp.png Artista original: jolle

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• Archivo:Flag_of_the_United_States.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/a4/Flag_of_the_United_States.svg Licencia: Public domain Colaboradores: SVG implementation of U. S. Code: Title 4, Chapter 1, Section 1 [1] (the United StatesFederal “Flag Law”). Artista original: Dbenbenn, Zscout370, Jacobolus, Indolences, Technion.

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• Archivo:George_Bush_and_Alvaro_Uribe_Velez.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/3c/George_Bush_and_Alvaro_Uribe_Velez.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: http://georgewbush-whitehouse.archives.gov/news/releases/2008/09/images/20080920-4_d-0356-2-515h.jpg Artista original: Eric Draper

• Archivo:GilbertoRodriguez.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/68/GilbertoRodriguez.jpg Licencia: Publicdomain Colaboradores: http://www.dea.gov/pubs/history/1990-1994.html Artista original: http://www.dea.gov/pubs/history/1990-1994.html

Page 71: Conflicto Armado Interno en Colombia

18.2 Images 71

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• Archivo:Globe-with-clock.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c8/Globe-with-clock.svg Licencia: CC BY-SA 2.5 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Derivative work by Werson, based on Image:Mail-evolution.svg and Image:Internet-web-browser.svg by The people from the Tango! project.

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• Archivo:KFIR_FAC3034.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/11/KFIR_FAC3034.JPG Licencia: GFDLColaboradores: Trabajo propio Artista original: Neoreich

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• Archivo:Raulreyesfarc.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bb/Raulreyesfarc.png Licencia: Public domainColaboradores: Imagen sacada del Departamento de Estado Estadounidense (nº. 63841)Artista original: uploader: F3rn4nd0 at en.wikipedia

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• Archivo:Simontrinidadmug.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/53/Simontrinidadmug.png Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: Transferred from en.wikipedia; transfer was stated to be made by User:Chien.Artista original:Original uploaderwas Zero Gravity at en.wikipedia

• Archivo:Sin_memoria_me_moria.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bd/Sin_memoria_me_moria.jpg Li-cencia: CC BY 2.0 Colaboradores: Flickr: Sin memoria: me moría Artista original: GUACHE

• Archivo:Soldado_de_infanteria_años_ochenta.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b1/Soldado_de_infanteria_a%C3%B1os_ochenta.jpg Licencia: CC BY-SA 4.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17

• Archivo:Turbay_jura_frente_al_Mural_por_Santiago_Martinez_Delgado_en_el_Capitolio.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bd/Turbay_jura_frente_al_Mural_por_Santiago_Martinez_Delgado_en_el_Capitolio.jpg Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: This Picture and the negatives are of Public Domain donated by the author to the Blaa for public use under theGNU Free Documentation License Artista original: Daniel Pradilla Holguin

• Archivo:UP.gif Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2e/UP.gif Licencia: Public domain Colaboradores: Trabajopropio Artista original: Chien

• Archivo:Uniforme_de_combate_para_Oficiales_y_Suboficiales.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e9/Uniforme_de_combate_para_Oficiales_y_Suboficiales.JPG Licencia: CC BY-SA 3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original:Paolabj16

• Archivo:Vicente.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/80/Vicente.jpg Licencia: Public domain Colaboradores:http://www.state.gov/j/inl/narc/rewards/115250.htm Artista original: http://www.state.gov/j/inl/narc/rewards/115250.htm

• Archivo:Warfare_current.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/dc/Warfare_current.svg Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores:Current event clock.svgArtista original: Ssolbergj + creators of images above

• Archivo:_Alfonso_Lopez_Michelsen.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Alfonso_Lopez_Michelsen.jpg Licencia: Attribution Colaboradores: http://fototeca.iiccr.ro/picdetails.php?picid=37702X3X4 Artista original: Arhivele Nationale aleRomaniei si Institutul de Investigare a Crimelor Comunismului in România

• Archivo:_Arpia_III.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/af/Arpia_III.jpg Licencia: Public domain Colabora-dores: Trabajo propio Artista original: FFMM Colombia

• Archivo:_Cap_mazo.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d5/Cap_mazo.JPG Licencia: CC BY-SA 4.0 Co-laboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17

• Archivo:_César_Gaviria.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d1/C%C3%A9sar_Gaviria.jpg Licencia: CCBY 3.0 br Colaboradores: Agência Brasil [1] Artista original:Marcello Casal Jr./ABr

• Archivo:_Misael_Pastrana.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e6/Misael_Pastrana.JPG Licencia: Attribu-tion Colaboradores: http://fototeca.iiccr.ro/picdetails.php?picid=37492X8X10 Artista original: Desconocido

• Archivo:_Mono_jojoy_-_EEUU.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/28/Mono_jojoy_-_EEUU.jpg Licen-cia: Public domain Colaboradores: Fuente federal EE.UU. http://www.state.gov/p/inl/narc/rewards/115285.htm Artista original: Fuentefederal EE.UU. http://www.state.gov/p/inl/narc/rewards/115285.htm

• Archivo:_Soldados_caidos.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/52/Soldados_caidos.jpg Licencia: Public do-main Colaboradores: album familia Gomez Ospina Artista original: Subteniente Manuel Antonio Ayala Traslaviña

• Archivo:_Virgilio_Barco.png Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/25/Virgilio_Barco.png Licencia: CC BY-SA3.0 Colaboradores:

• President_Virgilio_Barco.png Artista original: President_Virgilio_Barco.png: F3rn4nd0• Archivo:_operacion_contra_sangrenegra_marzo_1963.JPG Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/76/

Operacion_contra_sangrenegra_marzo_1963.JPG Licencia: CC BY-SA 4.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Fedayin17

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