conciencia

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I. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA ACTUAUDAD Y EN LA HISTORIA DE LA MORAL 1. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA ACTUALIDAD a) Realidad decisiva. b) Realidad compleja. c) Es necesario un análisis. d) Centros de interés. 2. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA HISTORIA DE LA MORAL a) Aproximación metafórico - popular al fenómeno de la conciencia moral. — Metáforas llterario-religlosas para expresar la conciencia. — Significado de las Imágenes. b) La conciencia en los pueblos primitivos. c) La conciencia moral en la cultura grecorromana. d) La conciencia moral en la reflexión cristiana. 3. ANOTACIONES BIBLIOGRÁFICAS a) Estudios básicos. b) La conciencia en la Sagrada Escritura. c) Problemas relacionados con la conciencia. II. NATURALEZA DE LA CONCIENCIA CRISTIANA (Presentación del concepto personalista de conciencia moral) 1. CONCIENCIA PSICOLÓGICA Y CONCIENCIA MORAL a) Naturaleza de la conciencia psicológica. b) La conciencia moral en comparación con la conciencia psicológica. 2. LA CONCIENCIA MORAL EN LA SAGRADA ESCRITURA a) La conciencia en el Antiguo Testamento. b) La conciencia en el Nuevo Testamento. 3. CONCEPCIÓN INTELECTUALISTA Y CASUISTA DE LA CONCIENCIA MORAL a) Comprensión de la conciencia moral. b) Factores que intervienen en esta comprensión de la conciencia. c) Valoración crítica. 4. CONCEPCIÓN PERSONALISTA DE LA CONCIENCIA MORAL a) Doctrina del Concilio Vaticano II (GS 16). b) Rasgos de la comprensión personalista de la conciencia moral. III. GÉNESIS DE LA CONCIENCIA MORAL 1. LA CONCIENCIA: REALIDAD AUTÓNOMA a) La moral y la conciencia de la síntesis del pensamiento grecorromano. b) La moral y la conciencia del pensamiento kantiano. 2. LA CONCIENCIA: REALIDAD HETERONOMA a) Teoría biologicista. b) Teoría sociologicista. c) Teoría psicológica del psicoanálisis (Freud). — Origen de la conciencia en el psiquismo humano según Freud. — Critica de la doctrina freudiana sobre el origen de la conciencia. 3. SÍNTESIS: LA CONCIENCIA MORAL, REALIDAD TEONOMA a) ¿Cómo aparece la conciencia moral? b) ¿Cuándo aparece la conciencia moral? IV. LA CONCIENCIA MORAL EN ACCIÓN (Analítica de la conciencia moral cristiana) I. LA SUBCONCIENCIA MORAL a) Estratos principales de la subconciencia moral — La conciencia como «eco de la sociedad». — La conciencia como «voz del inconsciente». — La conciencia como «papel (máscara) ante los demás». — La conciencia como «ideal del yo». b) Mecanismos psíquicos por los que se expresan dichos estratos. c) Valoración de la subconciencia moral. 1

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I. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA ACTUAUDAD Y EN LA HISTORIA DE LA MORAL1. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA ACTUALIDADa) Realidad decisiva.b) Realidad compleja.c) Es necesario un anlisis.d) Centros de inters.2. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA HISTORIA DE LA MORALa) Aproximacin metafrico - popular al fenmeno de la conciencia moral. Metforas llterario-religlosas para expresar la conciencia. Significado de las Imgenes.b) La conciencia en los pueblos primitivos.c) La conciencia moral en la cultura grecorromana. d) La conciencia moral en la reflexin cristiana.3. ANOTACIONES BIBLIOGRFICASa) Estudios bsicos.b) La conciencia en la Sagrada Escritura.c) Problemas relacionados con la conciencia.II. NATURALEZA DE LA CONCIENCIA CRISTIANA(Presentacin del concepto personalista de conciencia moral)1. CONCIENCIA PSICOLGICA Y CONCIENCIA MORALa) Naturaleza de la conciencia psicolgica.b) La conciencia moral en comparacin con la conciencia psicolgica.2. LA CONCIENCIA MORAL EN LA SAGRADA ESCRITURA a) La conciencia en el Antiguo Testamento.b) La conciencia en el Nuevo Testamento.3. CONCEPCIN INTELECTUALISTA Y CASUISTA DE LA CONCIENCIA MORALa) Comprensin de la conciencia moral.b) Factores que intervienen en esta comprensin de la conciencia.c) Valoracin crtica.4. CONCEPCIN PERSONALISTA DE LA CONCIENCIA MORALa) Doctrina del Concilio Vaticano II (GS 16).b) Rasgos de la comprensin personalista de la conciencia moral.III. GNESIS DE LA CONCIENCIA MORAL1. LA CONCIENCIA: REALIDAD AUTNOMAa) La moral y la conciencia de la sntesis del pensamiento grecorromano.b) La moral y la conciencia del pensamiento kantiano.2. LA CONCIENCIA: REALIDAD HETERONOMA a) Teora biologicista.b) Teora sociologicista.c) Teora psicolgica del psicoanlisis (Freud). Origen de la conciencia en el psiquismo humano segn Freud. Critica de la doctrina freudiana sobre el origen de la conciencia.3. SNTESIS: LA CONCIENCIA MORAL, REALIDAD TEONOMA a) Cmo aparece la conciencia moral?b) Cundo aparece la conciencia moral?

IV. LA CONCIENCIA MORAL EN ACCIN (Analtica de la conciencia moral cristiana)I. LA SUBCONCIENCIA MORALa) Estratos principales de la subconciencia moral La conciencia como eco de la sociedad. La conciencia como voz del inconsciente. La conciencia como papel (mscara) ante los dems. La conciencia como ideal del yo.b) Mecanismos psquicos por los que se expresan dichos estratos.c) Valoracin de la subconciencia moral. La subconciencia como Iniciacin a la vida moral. La subconciencia como premoral y como procesos morales subhumanos. La subconciencia como pseudomoral.2. LA CONCIENCIA PROPIAMENTE DICHA a) Proceso discursivo.b) Proceso directo.3. LA SUPERCONCIENCIA MORAL CRISTIANA

V. LA CONCIENCIA: NORMA INTERIORIZADA DE MORALIDAD1. LA CONCIENCIA: NORMA INTERIORIZADA DE MORALIDAD2. CONDICIONES DE UNA ACTUACIN PERFECTA DE LA CONCIENCIA EN CUANTO NORMA INTERIORIZADA DE MORALIDADa) Rectitud de conciencia (conciencia recta).b) Verdad de conciencia (conciencia verdadera). c) Certeza de conciencia (conciencia cierta).3. LOS DERECHOS DE LA CONCIENCIA ERRNEAa) La conciencia Invenciblemente errnea.b) La conciencia venciblemente (culpablemente) errnea.3. LA DUDA DE CONCIENCIA Y SU RESOLUCIN a) Planteamiento del problema.b) Principios sobre la conciencia dudosa.1. Principios para las dudas de derecho. 2. Principios para las dudas de hecho.VI. PSICOPATOLOGIA DE LA CONCIENCIA MORAL1. DESVIACIONES NORMALES DE LA CONCIENCIA MORAL (Las desviaciones clsicas)a) Tendencia al maximalismo exagerado.b) Tendencia al minimalismo exagerado (conciencias laxas o anchas).c) Tendencia al farisesmo (conciencias farisaicas). d) La conciencia perpleja.2. EL ESCRPULO: DESVIACIN INTERMEDIA ENTRE LO NORMAL Y LO ANORMALa) La escrupulosidad.b) Realidad multiforme y estratificada.c) Explicacin del fenmeno de la escrupulosidad tico- religiosa.d) Gnesis de la escrupulosidad.e) Tratamiento de la escrupulosidad. 3. DESVIACIONES ANORMALES DE LA CONCIENCIA a) Cuadro patolgico de la conciencia psicolgica.b) Repercusin de las alteraciones en la conciencia moral

Hemos visto en el captulo quinto cmo el comportamiento moral acaece dentro de las estructuras antropolgicas del hombre integral, en cuanto sujeto de moralidad. En ese captulo formulamos un esbozo de antropologa moral, en que se estudia la infraestructura antropolgica de todo comportamiento moral.En el capitulo sexto estudiamos la moralidad cristiana en su dimensin objetiva. Respondimos a las preguntas fundamentales: Qu es la moralidad cristiana? Cmo se puede formular objetivamente?Ahora, en este sptimo captulo, vamos a tratar de ver cmo la moralidad cristiana resuena en el interior de la persona. Estudiaremos la dimensin subjetiva de la moralidad.Desarrollaremos el tema en los siguientes apartados:I. El tema de la conciencia en la actualidad y en la historia de la moral.II. Naturaleza de la conciencia moral cristiana. III. Gnesis de la conciencia moral cristiana. IV. La conciencia moral en accin (Analtica de la conciencia moral). V. La conciencia: norma de moralidad.VI. Psicopatologa de la conciencia moral.IEL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA ACTUALIDAD Y EN LA HISTORIA DE LA MORAL

1. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA ACTUALIDADa.. La conciencia es una realidad decisiva para la vida de cada hombre y para la vida de toda la humanidad. El fondo insobornable de la persona est en su conciencia. Donde acaece la autenticidad ms profunda del hombre es en su conciencia. El temor del hombre a la alienacin no entra en el sagrario de la conciencia, ya que es aqu donde el hombre se encuentra consigo mismo y es aqu donde se define en su mismidad ms genuina. La gran dignidad del hombre radica en su conciencia.Para la humanidad entera representa la conciencia un factor decisivo en la dinmica de la historia. Elemento imprescindible de crtica, de construccin y de acusacin. Qu sera de la aventura humana sin el timn de la conciencia? Lo que representa la instintividad como vector de dinamismo seguro en las especies animales eso mismo hace en una clave de mayor perfeccin la conciencia entre los hombres.Esta importancia decisiva de la conciencia en la vida de cada hombre y en el devenir y porvenir de la humanidad ha sido puesta de relieve muchas veces. Basta citar al respecto dos testimonios complementarios: el testimonio del Concilio Vaticano II (GS, nm. 16): el testimonio de E. Fromm: No existe aseveracin ms soberbia que el hombre pueda hacer que la de decir: 'Obrar de acuerdo con mi conciencia'. Sin la existencia de la conciencia la raza humana se hubiera quedado estancada hace mucho tiempo en su azarosa carrera[footnoteRef:-1]. [-1: E. Fromm, Etica y psicoanalisis, Mexico 1969, (155)]

b. Pero la conciencia es una realidad muy compleja. Lo veremos ms detenidamente a lo largo de estas pginas. Ya desde ahora podemos observarlo, en primer lugar, en las respuestas que los hombres dan al trmino y nocin de conciencia. Los hombres de hoy apelan a la conciencia cuando protestan contra la intolerancia, el prejuicio o el legalismo exagerado; a veces identifican conciencia con responsabilidad (es un hombre de conciencia]; la conciencia significa otras veces la libertad frente a las decisiones ms fundamentales (libertad religiosa, por ejemplo); otras veces la conciencia denota la resonancia interna de las decisiones tomadas (buena conciencia; mala conciencia)[footnoteRef:0]. [0: Cfr. B. Haring, Responsabilidad y situaciones limite, Moral y hombre nuevo (Madrid 1969), 163-166]

Esta complejidad se advierte cuando acudimos a la historia de las decisiones de los hombres. Complejidad que se convierte en contradiccin abierta. A travs de la historia, los hombres han sostenido los principios de la justicia, el amor y la verdad contra toda clase de presiones a que se han visto sometidos con el fin de hacerlos renunciar a lo que saban y crean. Los profetas obraron de acuerdo con su conciencia cuando denunciaron a su pas y predijeron su cada a causa de su corrupcin e injusticia. Scrates prefiri la muerte a seguir una lnea de conducta con la cual hubiera traicionado a su conciencia a transigir con la mentira... Diferentes a estos hombres fueron otros, que tambin decan que obraban de acuerdo con su conciencia: los hombres de la Inquisicin, que quemaron en la pira a hombres de conciencia, pretendiendo obrar en nombre de la conciencia; los rapaces provocadores de las guerras que han sostenido que obran siguiendo a su conciencia, cuando anteponen a cualquier otra consideracin su voracidad por el poder. En efecto, es difcil que exista alguna accin de crueldad o indiferencia hacia otros o hacia uno mismo que no haya sido racionalizada como el dictado de la conciencia. En sus diversas manifestaciones empricas, la conciencia es, ciertamente, desconcertante[footnoteRef:1]. [1: Fromm, o. c., 155-156]

c. Ante este carcter decisivo y complejo del fenmeno de la conciencia tanto en su vertiente terica como en su dimensin prctica es necesario un anlisis lo ms amplio y serio posible. Este anlisis debe realizarse desde todas las vertientes del saber. Son las ciencias antropolgicas las que han de contribuir de un modo decisivo para esclarecer el fenmeno de la conciencia. Ser tambin la teologa la que aporte una dimensin propia al examen de las dems ciencias antropolgicas.Con lo dicho, queda justificado el tratamiento a que vamos a someter el tema de la conciencia moral.d. Al hablar de conciencia moral aludimos a una gama bastante notable de problemtica. Son varios los centros de inters que se engloban al hablar de la conciencia moral. Entre ellos destacan los siguientes: 1) a veces se habla de conciencia en referencia a la responsabilidad moral; en este caso, conciencia sera lo mismo que el sentido moral del hombre y del cristiano; 2) otras veces, el trmino y concepto de conciencia dice relacin especial al ncleo de principios fundamentales que constituyen el mundo de la moral o de la tica; 3) en tercer lugar, se suele emplear el trmino y concepto de conciencia para aludir al conjunto de problemas relacionados con las expresiones del obrar moral; en este caso, se asemeja bastante el tema de la conciencia a la llamada antropologa moral; 4) por ltimo, conciencia puede hacer referencia a la llamada sede de la moralidad, como el rgano fundamental mediante el cual se vivencia la responsabilidad moral.En la moral postridentina poca en que se fragu el famoso tratado moral De conscientia se ha entendido la conciencia como la facultad propiamente moral de aplicacin de los principios morales a las situaciones singulares y personales. Bajo esta perspectiva de tipo casustica ha cobrado mucho relieve y amplitud la problemtica sobre la conciencia (recurdese el gran debate de dimensiones eclesiales en torno a los sistemas de moral). Esta manera de entender la conciencia vena a suplir y a ampliar el papel que jugaba en el organismo moral de la escolstica (del tomismo, principalmente) la virtud de la prudencia.En la actualidad, se Impone una nueva impostacin del tema de la conciencia. Esta impostacin depende de la reorganizacin que se tiene que hacer en el campo de lo que se llamaba la moral general.

2. EL TEMA DE LA CONCIENCIA EN LA HISTORIA DE LA MORAL

No intentamos hacer una exposicin de la evolucin histrica de la nocin de conciencia moral[footnoteRef:2] Nos interesa nicamente sealar la perspectiva que se ha adoptado al abordar el tema de la conciencia moral. [2: Ver una exposicin sinttica pero precisa en A. Hortelano, Moral responsable, (Salamanca, 1969) 17-53]

a. Aproximacin metafrico-popular al fenmeno de la conciencia moral.No cabe la menor duda que la primera manera de abordar el tema de la conciencia moral es hacerlo a travs de las imgenes literarias y religiosas que se han usado y se siguen usando para hablar de este fenmeno humano. No podemos decir que esta forma corresponda a un perodo histrico preciso; entra en todos ellos como un condicionamiento a tener en cuenta. Forma parte del inconsciente colectivo con que nos sentimos condicionados a la hora de abordar crticamente el hecho de la conciencia moral.

Metforas literario-rellglosas para expresar la conciencia*.Antes de que se elaborara una definicin cientfica de la conciencia moral nos encontramos en el lenguaje popular y en la historia de la literatura con toda una serie de metforas y comparaciones poticas, por medio de las cuales el genio popular ha tratado de descubrirnos de una manera Intuitiva la naturaleza de la conciencia moralHe aqu algunas de estas imgenes: Genios o furias de los griegos que persiguen a los criminales, llevndolos a un remordimiento que linda con el delirio y la locura (Orestes). Ojo de Dios (Can). Voz de Dios que resuena en nuestro interior (es el predicador de Dios de que habla San Buenaventura). Gusano que muerde y remuerde (sentido del remordimiento). En la literatura patrstica occidental se compara la conciencia con los personajes que intervienen en los tribunales: juez, testigos, acusador. Apuntador: en la obra de Caldern El gran teatro del mundo.

Significado de las imgenes.Todas estas imgenes nos describen la conciencia de una manera intuitiva (es decir, global) y al mismo tiempo vivencial (es decir, mezclando aspectos que no son noticos, sino vivenciales).

En todas estas imgenes vemos una tensin que se da en el fenmeno de la conciencia: tensin de dos elementos que hay que tener en cuenta y que es necesario mantener a toda costa en la misma conciencia. Tensin entre consecuencia y antecedencia (la conciencia es consiguiente y antecedente; los dos aspectos son necesarios; no se puede prescindir de uno de ellos). Tensin entre bondad y maldad (la conciencia es para el bien y para el mal que hacemos; no se la puede reducir nicamente a los aspectos perversos de nuestro comportamiento). Tensin entre excusa y acusa (los dos aspectos van inherentes al dinamismo de la conciencia).Las expresiones simblico-metafrlcas nos abren a la complejidad del fenmeno de la conciencia; complejidad no slo terica, sino vivencial. Es necesario no perder esa anchura y profundidad de la corriente vital que va inherente a la realidad de la conciencia.La aportacin ms valiosa de esta etapa reside en poner de relieve la riqueza vivencial de la conciencia; riqueza que no puede ser perdida cuando se traspone el fenmeno de la conciencia en plano de reflexin teolgico-clentfica.

b. La conciencia en los pueblos primitivos.

En todos los pueblos ha existido la conviccin de que el hombre posee una facultad para or la voz de Dios. Los trabajos etnogrficos nos hablan de la existencia de cierta conciencia en todos los pueblos primitivos.Los rasgos de la conciencia de los pueblos primitivos (muy parecida a la conciencia de los nios) pueden ser resumidos en los siguientes': Es una conciencia espontnea: no es un fenmeno reflejo, sino meramente espontneo. Es ms objetiva que subjetiva. Los pueblos primitivos (al igual que los nios) estn todava dominados por el objeto exterior y volcados hacia el mundo exterior. Por eso perciben la conciencia como algo exterior que resuena dentro de su interior (puede provenir de Dios, de espritus, etc.). Tiene un carcter colectivo: hay una culpabilidad de grupo y al mismo tiempo una conciencia de grupo. La conciencia moral de los pueblos primitivos tiene una escenificacin ritualistico-mgica.La conciencia de los pueblos primitivos tiene muchos aspectos buenos. Hemos de resaltar el aspecto espontneo y el carcter colectivo de la conciencia frente a las alambicaciones de la moral casustica. Pero no hemos de quedarnos en este estado imperfecto de la maduracin moral. A veces la educacin que damos a los nios se queda en estos estadios imperfectos de los' pueblos primitivos: objetivacin excesiva; existencia de tabs; colectivismo excesivo.

c. La conciencia moral en la cultura grecorromana.

En el mundo de la reflexin grecorromana aparece por vez primera una palabra tcnica y especfica para expresar el fenmeno de la conciencia; y aparece tambin una concepcin cientfica sobre la misma.El trmino syneidesis viene de synoida (infinitivo syneidenal: que expresa una ciencia ocular o Intuitiva) que significa: saber con otro, es decir, ser testigo, confidente o cmplice de una misma cosa. De aqu se pas a: saber consigo mismo (la relacin del hombre consigo mismo: un conocimiento reflexivo).El concepto de conciencia se va perfilando en los diversos autores griegos y latinos: en Crlsipo (conciencia-remordimiento: lo mismo en Cicern), Sneca, Plutarco.Como rasgos caractersticos de la nocin de conciencia en el mundo grecorromano habra que resaltar los siguientes: la nocin de conciencia consiguiente est puesta de relieve en la literatura grecorromana, pero no tanto la de conciencia antecedente la conciencia es un aspecto concreto de algo ms general que se admite: el que el hombre es un ser responsable y un ser moral; aparece el carcter reflexivo de la conciencia. Estos rasgos pueden desembocar en unos extremos peligrosos, como son el individualismo, la teorizacin y el naturalismo. Tales peligros pueden aparecer tambin en los hombres de hoy, sobre todo en la etapa adolescente y juvenil'.

d. La conciencia moral en la reflexin cristiana. Recordamos los momentos importantes en la reflexin moral cristiana sobre la conciencia moral. Las etapas ms decisivas son las siguientes: poca patrstica": se mira la conciencia ante todo en su dimensin religiosa (en referencia a Dios). Se resalta la dimensin testifical de la conciencia, que aparece como testigo y como juez; en este sentido, cobra importancia la dimensin del remordimiento. Sin embargo, tambin se destaca el gozo de la buena conciencia: Quien tiene la conciencia pura, aun cubierto de andrajos, aun luchando con el hambre, est ms alegre que los que viven en las delicias [footnoteRef:3]. [3: Juan Crisostomo, In epist. Ad Rom, hom 1.4, PL 60,400]

poca escolstica: se sistematiza la nocin de conciencia a partir de una visin intelectuallsta. La conciencia se convierte, con San Alberto Magno y Santo Toms, en la conclusin de un silogismo que comienza en la premisa de la sindresis. Sobre este punto volveremos ms abajo. poca postridentina: En esta poca el tratado de la conciencia adquiere un gran relieve y autonoma dentro del marco general de los estudios teolgicos. Como dice Merkelbach, la 'conciencia' se ha desarrollado sobre todo a partir del momento en que Bartolom de Medina sistematiza, en 1577, el probabilismo moderado y de modo particular despus de las controversias entre tucioristas y laxistas de un lado y probabilistas y laxistas de otro (hacia 1650). Desde el siglo XIII hasta esta poca se hablaba principalmente de la conciencia en el tratado de los actos humanos, y los autores se limitaban a estudiar los principales temas de carcter general en torno a ella. Medina y los principales comentadores de Santo Toms de esta poca, como Juan de Santo Toms, Vzquez, Surez, etc., siguen estudiando la conciencia con los actos humanos. Pero la importancia que ha adquirido el tema mueve a muchos a estudiarlo separadamente, combinndolo de diversas maneras con los tratados de los actos humanos, pecados, leyes. San Alfonso, el ms grande moralista de esta poca, adopta el esquema C. A. L.. En esta poca existe una preocupacin especial por la eliminacin de la duda en el obrar moral; aparecen los sistemas de moral para solucionar la duda moral; cobra dimensiones de preocupacin casi morbosa el tema de la conciencia escrupulosa ". La teologa moral actual Intenta buscar una sntesis coherente sobre el hecho de la conciencia moral. Les perspectivas que se adoptan provienen de: la Sagrada Escritura, la dimensin personalista en dilogo con la antropologa, la Incorporacin de los estudios pslcosociales, etc.u.

II NATURALEZA DE LA CONCIENCIA CRISTIANA Presentacin del concepto personalista de conciencia moral.

De la concepcin intelectuallsta y casuistaa la nocin personalista de conciencia moral

En este apartado pretendemos hacer una presentacin global del fenmeno de la conciencia moral; dicha presentacin nos aportar dos orientaciones o enmarques decisivos para la inteligencia de toda la problemtica sobre la conciencia:En primer lugar, nos dar el cambio operado en el concepto de conciencia moral en estos ltimos tiempos en el mundo Intra y extraeclesial. La ciencia teolgica tiene que ir acusando los avances de las dems ciencias y de la evolucin histrica en general. Por lo que respecta a nuestro tema, la conciencia moral cristiana no puede entenderse si no es a partir de los impactos de todas las corrientes cientficas (sobre todo de las ciencias antropolgicas) y de las corrientes culturales.En segundo lugar, nos colocar en la perspectiva exacta, aunque global, desde donde hay que plantear todos los problemas sobre la conciencia.El subttulo del apartado alude a la finalidad que pretendemos con ella: mostrar la nueva manera de entender la conciencia moral en el momento presente en comparacin con el modo que se tena en la etapa anterior de la teologa y de la cultura europea.El punto de mayor Inters est en mostrar la variacin que se ha operado en el concepto de conciencia moral. Para describir esta variacin se necesita describir los tres momentos que engloban todo cambio soclo-cultural: la situacin anterior vigente, los factores que provocan el cambio, la nueva situacin creada.Estos son los puntos en que dividimos el apartado:1. Conciencia psicolgica y conciencia moral.2. La conciencia moral en la Sagrada Escritura.3. Concepcin intelectuallsta y casuista de la conciencia moral. 4. Concepcin personalista de la conciencia moral.

1. CONCIENCIA PSICOLGICA Y CONCIENCIA MORALPara describir la naturaleza de la conciencia moral es necesario hacer una delimitacin inicial: contradlstinguirla de la conciencia psicolgica. Difcilmente se podr tener una nocin exacta de conciencia moral si no se la relaciona con la dimensin psicolgica de lo consciente.La palabra conciencia proviene del latn conscientia ( = saber con: cum-scire). Este saber con es de un saber compartido (testigo del hecho o testigo de la interioridad). El compartir el saber puede aparecer en varias direcciones: como acusacin, como disculpa, como ayuda, como garanta, etc.En las lenguas provenientes del latn con la palabra conciencia expresamos dos conceptos diferentes: 1) el hecho de ser conscientes; 2) y el hecho de ser responsables. Otras lenguas tienen dos palabras diferentes para expresar estas dos realidades. Por ejemplo, el alemn expresa el hecho de ser consciente con el trmino Bewustseln y el hecho de ser responsables con el trmino Gewissen.Esta aproximacin lingstica nos dice que al hablar de conciencia tenemos que ponerle siempre un calificativo; ya que puede referirse tanto a la conciencia psicolgica como a la conciencia moral. Es una anotacin de bastante inters al comienzo del estudio sobre la conciencia moral.Conviene anotar que histricamente ha habido un proceso de separacin del concepto unitario de conciencia (ser consciente-ser responsable) en dos aspectos: el psicolgico y el moral. Cuando apareci la psicologa como ciencia (ya desde Descartes) el aspecto psicolgico de conciencia se emancip del aspecto moral, obligando a hacer la distincin entre conciencia psicolgica y conciencia moral.Por eso mismo es necesario hacer una precisin inicial, distinguiendo la conciencia moral de la conciencia psicolgica y denotando la relacin que existe entre ambas.a) Naturaleza de la conciencia psicolgica.La conciencia psicolgica es ser conscientes (darse cuenta), lo cual expresa la complejidad del vivir su propia experiencia.La conciencia no es una funcin del ser, sino su misma estructura (estructura consciente): una estructura organizativa, que comprende a la vez ser objeto y sujeto de su propia vivencia.No existe una conciencia pura, en el sentido de que la conciencia sea el objeto de una percepcin pura. Tenemos conciencia al tener contenidos de conciencia (de tipo notico, afectivo o emocional).Al ser conciencia de algo, la conciencia tiene un campo da accin. Si se concibe la conciencia como un teatro en cuyo escenario se mueven varias figuras, hay que investigar si es posible que se representen al mismo tiempo varias obras; si se la concibe como un campo luminoso, lo que hay que determinar es hasta dnde llega la iluminacin. A pesar de la gran variedad de excitaciones que actan sobre nuestros rganos sensoriales, slo nos damos cuenta de un nmero limitado de experiencias actuales. Esto depende del fenmeno de la atencin y de su carcter selectivo.La conciencia es, por tanto, una posibilidad formallzadora de los contenidos de conciencia. Pero esta formallzacin tiene el carcter de la elasticidad o movilidad: se contrae, recibe, refleja, baraja (certera o caprichosamente) los contenidos de conciencia. Lo que existe siempre es una 'formalizacin' fundamentalmente dinmica de estructura elstica, que se concentra o se extiende en su hacerse, o sea, al 'formalizarse' en contenidos de conciencia que se renuevan continuamente. En esta elstica 'formalizacin' se captan nuevos objetos mientras otros son eliminados. Esta seleccin se hace bajo la presin de situaciones e Intereses muy variados, que van desde el inters y la atencin hasta la constitucin biotpica, pasando por la inteligencia y la afectividad La conciencia evidencia la totalidad unitaria de la persona. La conciencia nos presenta los fenmenos psquicos como mos, y al mismo tiempo como unidad. La conciencia nos patentiza la unidad del pensar y de la voluntad, de la tonalidad vital y de la vida afectiva toda. La conciencia es, pues, una intencin revelante y revelada (Heidegger): en ella se me revelan como mos los contenidos de conciencia (carcter revelante de la conciencia) y al mismo tiempo ella se revela en los mismos contenidos de conciencia (carcter revelado de la conciencia).La conciencia hace, pues referencia al yo. nicamente empezamos a hablar de conciencia cuando las vivencias quedan relacionadas con un centro comn, el yo, en que su multiplicidad queda sintetizada en una unidad formal.

Podemos distinguir diversos niveles en la conciencia psicolgica. Podemos distinguir diversos niveles en la vivencia anmica: la vivencia elemental, la conciencia, ia conciencia refleja (en la que se toma posicin sobre lo vivido y vivenciado). Se puede hablar de 'inconsciente psicolgico? Se puede hablar de iatencias in- conscientes. Por ejemplo: el Inconsciente no-conocido, el incons- ciente disposicin, el Inconsciente reprimido, el inconsciente colec- tivo ".La conciencia no tiene una localizacin neurolgica. Sin em- bargo, se pueden sealar ciertas estructuras del sistema nervioso central en las que puede aparecer una referencia al substracto biolgico de la conciencia. Se encuentra este substracto, sobre todo, en el Sistema de Activacin Central (SAC), que tiene una funcin moduladora (sistema inespecfico)".b) La conciencia moral en comparacin con la conciencia psicolgica ".La conciencia moral y la conciencia psicolgica no son lo mismo; pero no conviene separarlas tanto, que se las haga irre- ductibles entre s. Veamos algunos aspectos de comparacin (uni- ficacin y distincin).La conciencia moral presupone la conciencia psicolgica; pero sta, de por s, no necesita la conciencia moral. Sin embargo, la conciencia psicolgica encuentra su culminacin en la conciencia moral. La conciencia moral prolonga y acaba la conciencia psico- lgica.La conciencia psicolgica y la conciencia moral son distintas por razones de su objeto, pero no son contradictorias. W. Janklevitch dice que la conciencia psicolgica tiene un objeto de contempla-cin: es una conciencia feliz; en cambio, la conciencia mora! mira al objeto en sus aspectos dramticos: es una conciencia mala30. Quiz habra que hablar mejor de que la conciencia moral aade a la conciencia psicolgica el aspecto de compromiso; ah estara la diferencia.Esto mismo se expresa diciendo que la conciencia psicolgica es una conciencia-testimonio (que solamente atestigua la presen-ca de las funciones en el yo), mientras que la conciencia moral es una conciencia-juez (aade la funcin testifical o valorativa)". Otra nota que distingue a la conciencia moral de la conciencia psicolgica es su carcter imperativo; en un doble sentido: 1) en cuanto que la conciencia moral es un juicio en orden a la accin: su saber no es desinteresado, sino que se orienta a la realizacin concreta del yo: es un proyecto de vida; 2) en cuanto que la con- ciencia moral aade a la conciencia psicolgica el carcter deobligacin, que compromete al yo.2. LA CONCIENCIA MORAL EN LA SAGRADA ESCRITURALa nocin cristiana de conciencia moral tiene que apoyarse en lo que nos afirma la Sagrada Escritura sobre esta realidad. La teologa ha de partir de este contenido bblico para despus ana- lizarlo y sistematizarlo.a) La conciencia en el Antiguo Testamento.En el Antiguo Testamento aparece tres veces la palabra -synev- desis (Eclo. 10,20; 42,18; Sab. 17,10). Pero no se puede reducir el concepto de conciencia en el Antiguo Testamento a la simple expresin de conciencia. Va unida a otras palabras y nociones.Recordemos las nociones siguientes:La nocin de corazn23. El corazn aparece en el Antiguo Testamento como el testigo del valor moral de los actos humanos. De David se dice que le palpit el corazn en dos ocasiones en que hizo algo mal (1 Sam. 24,6; 2 Sam. 24,10). Salomn afirma contra Seme: Sabes tu corazn da testimonio de ello todo el mal que hiciste a mi padre (1 Re. 2,44). Jeremas advierte que el pecado est grabado en las tablas del corazn (Jer. 17,1). Job responde a los que le acusan: Mi corazn no me condena (27,6). Dios es el que sondea el corazn y sobre el corazn juzgar, en definitiva, la culpabilidad o la inocencia del hombre (cfr. 1 Sa. 16,7; Prov. 21,2; Jer. 11,20; 17,10; 20,12; Sal. 7,10; 26,2, etc.).El corazn es el lugar donde se interioriza la ley divina. Viene a convertirse en la ley interiorizada. Grabad en vuestro corazn que no tenis otro seor a quien servir, sino a Yav (Deut. 4,39). Jeremas (31,33) y Ezequiel (11,19) anuncian que la ley nueva sergrabada por el mismo Dios en el corazn del hombre. El libro de los Proverbios vuelve con frecuencia sobre la prescripcin del Deu- teronomio: Tened mis preceptos escondidos en el fondo de vues- tros corazones... (2, 1-5.10-15; 3, 1-3; 4, 4-6.20-21; 7. 1-3).El corazn aparece tambin como la fuente de la vida moral. El hombre camina por las vas de su corazn (Is. 57,17) y esta va es buena o mala segn sea bueno o malo el corazn (Prov. 29,27).La conversin de la conciencia se conecta con el corazn. Co- nocer la llaga del propio corazn y extender las manos a Dios va a convertirse en una expresin clsica (cfr. Ez. 6,9; Jer. 23,9; Is. 57.15; 61,1; Sal. 51,19; 146,3).La nocin de sabidura33. La nocin de sabidura en el Antiguo Testamento es sumamente rica. Por lo que respecta a nuestro tema abarca diversos aspectos de la prudencia y de la conciencia. La sabidura es fruto de la experiencia. Lleva consigo el sentido de la agudeza. Aparece relacionada con la eleccin de los me- dios en orden a un fin. La posesin y el ejercicio de la prudencia comporta la prctica de las buenas obras: misericordia (Prov. 19,11), justicia (1 Re. 3,11.28; Prov. 1,3; 2,9'; 19,7), pureza (Prov. 7,4), pa- ciencia (Prov. 14,29; 19,11). fortaleza (Is. 10.13; 112; Jer. 10,12; Prov 8,4; Sab. 8,7).La nocin de espritu. El espritu es, junto con el corazn, la sede principal de toda la vida moral y religiosa. La restaura- cin de la vida moral se har a travs de una renovacin del esp- ritu y del corazn de cada uno (Ez. 11,10; 18,31: 36,23.26).Anotemos, para terminar este punto, que en el judaismo se fue perfilando cada vez ms el concepto de conciencia. En Filn aparece la conciencia consiguiente. La secta de Qumran tambin tiene alusiones a la conciencia propiamente dicha, aunque no se emplea la palabra tcnica.b) La conciencia en el Nuevo Testamento.En el Nuevo Testamento aparece la palabra conciencia en bastantes pasajes. Los sealamos a continuacin: 8 veces en 1 Cor. 8,7.10.12; 10,25.27.28.29. 3 veces en 2 Cor. 1,12; 4,2; 5,11. 3 veces en Rom. 2,15; 9,1; 13,5. 5 veces en Hebr. 9,9.14; 10,2.22; 13,18. 6 veces en las Pastorales: 1 Tim. 1,5.19; 3,9; 4,2; 2 Tlm. 1,3; Ti. 1,15. 3 veces en 1 Ped. 2,19; 3,16.21. 2 veces en Act. 23,1; 24,16. De estos pasajes se deducen algunos rasgos decisivos en la concepcin neotestamentaria de conciencia. He aqu los princi- pales: Nocin de conciencia: La conciencia es un juiclo-rellgloso- moral o mentalidad religioso-moral (2 Cor. 4,2; 5,11; Rom. 135). La conciencia aparece tambin como testigo (Rom. 2,15; 9,1; 2 Cor. 1,13): probablemente se refiere aqu Pablo a la conciencia consiguiente, que es un testigo insobornable. La conciencia: disposicin natural moral comn a todos los hombres (Rom. 2,14 ss.). En este difcil texto, San Pablo afirma, al menos, que todos los hombres tienen una capacidad de juiciq moral. La conciencia es la ltima instancia de la decisin moral. Para Pablo, la conciencia decide en ltimo trmino la calidad mo- ral de una accin. Aqu entra en juego el tema de los derechos de la conciencia errnea. Expone esta doctrina en dos famosos pasajes: 1 Cor 8-10; Rom. 14. Formacin y educacin de la conciencia. Pablo desea para todos mentes ilustradas y claras (1 Cor. 10,29-30), aunque ms desea corazones que amen. Los cristianos tienen el deber de formar su conciencia: exa- minndose .a s mismos (1 Cor. 11,28; 2 Cor 13,5; Gal. 6,4), buscando la voluntad de Dios (Rom. 12,2; Ef. 5,10), ponderando en cada oca- sin qu es lo que conviene (Fil. 1,10). La conciencia tiene que ser buena e irreprochable (Act. 23,1; 24,16). El autor de las cartas pastorales relaciona la conciencia con la fe y la hereja. El cristiano perfecto es aquel que tiene una fe sin quiebras, sin compromiso con la hereja y dentro de una con- ciencia buena y perfecta. No se puede tener una conciencia pura si no se tiene la fe perfecta. La fe es una condicin indispensable para una conciencia moral buena. El autor de la Carta a los Hebreos relaciona la conciencia con el pecado y la purificacin. La sangre de Cristo es capaz de purificar la conciencia humana manchada por el pecado para hacer de la exis- tencia humana un culto digno de Dios (Hebr. 9,14). En la concepcin bblica la conciencia adquiere matices muy vivos. Son los matices de personalismo, de dilogo, de religiosidad. . CONCEPCIN INTELECTUALISTA Y CASUISTA DE LA CONCIENCIA MORAL Dentro de la historia de la conciencia moral nos encontramos con una etapa de gran importancia en la concepcin y vivencia de la conciencia moral: es la etapa que corresponde, hablando en trmi- nos generales, a la poca postridentina. Reconocemos que es muy difcil describir de un modo perfecto y plenamente abarcador la vivencia y la comprensin de una realidad tan importante como es la conciencia durante una etapa, por otra parte, tan larga y compleja. Sin embargo, creemos que puede expo- nerse tal comprensin de la conciencia moral a partir de dos pers- pectivas: el intelectualismo tomista y el afn casuista. a) Comprensin de la conciencia moral.Se considera la conciencia dentro de la estructura y de las funciones intelectuales del hombre. La conciencia es el juicio sobre la moralidad de una accin. Para entender esta definicin, es nece- sario tener en cuenta todo el proceso discursivo cuya ltima etapa es la conciencia como juicio. Anlisis del proceso discursivo. El juicio de la conciencia se presenta como la conclusin de un silogismo que esquemticamente se desarrolla de la siguiente manera24:Hay que evitar el mal (primer principio de la razn natural). Ahora bien, el robo es un mal (objeto de la ciencia moral).Por tanto, hay que evitar el robo (conclusin de la cienciamoralj.Esta accin es un robo (objeto de la casustica).Luego hay que evitar esta accin (conclusin impersonal). Luego yo debo evitar esta accin (juicio de la conciencia).Puesto de la conciencia dentro de los hbitos intelectuales. La conciencia aparece como un juicio sobre la moralidad de una accin; pero este juicio presupone otros hbitos intelec- tuales: La sindresis (hbito de los primeros principios en el orden prctico): principios morales per se nota. La ciencia moral (hbito del entendimiento especulativo: los principios universales del obrar humano). La casustica (juicio especulativo singular). La conciencia: juicio especulativo singular personal. Prudencia: juicio prctico implicado en la accin (la prudencia es hbito del entendimiento prctico sobre el obrar humano).(A veces la prudencia se coloca antes de la conciencia; depende de las diferentes interpretaciones de los autores.) Como se ve, en esta concepcin de la conciencia predominan los elementos intelectuales de la misma; adems, se la ve dentro de un proceso discursivo como etapa final del mismo. B. Factores que intervienen en esta comprensin de la conciencia.Son muchos los factores que intervienen en esta comprensin de la conciencia moral. Sealamos los ms importantes: Afn por la certeza. La conciencia se considera en esta etapa de la historia del pensamiento occidental como una aventura por la bsqueda de la certeza moral, tratando de deshacer toda duda. En este sentido, se considera a la conciencia como una fun- cin de la ciencia. Este afn por la certeza desembocar en la pol- mica de los sitemas de moral que tanto preocup en la vida ecleslal de varios siglos. La bsqueda cartesiana por las Ideas claras y distintas. Tambin dej honda influencia en la vivencia y comprensin de la conciencia moral. Ante todo, se quiere hacer de la conciencia una facultad de claridad en la vida moral personal. La pasin del siglo XVII y XVIII por eliminar la duda moral; del intelectualismo tomista y del afn cartesiano por las ideas claras y distintas se desliz la problemtica de la conciencia sobre los casos dudosos. Hubo entre los moralistas una1 que podramos llamar neurosis de duda, que llev el tema de la conciencia a callejones sin salida. Recordemos la importancia que tuvieron, en este sentido: a) los sistemas morales; b) la apelacin al valor ex- trnseco de las autoridades en materia de resolucin de casos; c) el fenmeno de los escrpulos, que enturbi an ms el tan com- plicado problema de la conciencia dudosa. Bsqueda del singular. Lo singular fue un descubrimiento filosfico de la escolstica decadente (a partir, principalmente, de Ockam). Pero lo singular comenz a ser un valor predominante a partir del Renacimiento. Ha existido todo un proceso desde el Rena- cimiento hasta nuestros das en la bsqueda y complacencia por lo singular o por la singularizacin.La conciencia entra dentro de este proceso. Se pone de relieve lo que se ha llamado individualizacin de la conciencia moral oc- cidental. Es una etapa que podramos calificar de adolescente dentro de la evolucin histrico-dinmica de la conciencia moral. Frente a una visin colectivista de la conciencia, el hombre europeo moderno implanta su individualidad como criterio de moralidad y como una especie de instinto de aplicacin de los principios mo- rales. Aplicacin legalstico-jurdica. La conciencia se estructur como un sistema de aplicacin de las leyes a situaciones particu- lares. Esto le dio una impronta extrinsecista, legalista y juridicista al tratado y a la vivencia de la conciencia moral, ka conciencia vena a ser como un pequeo jurista que cada hombre llevaba dentro para ver hasta dnde le obligaba o no obligaba la ley. Se establecida as una pugna entre la ley y la libertad; la conciencia era quien haca de intrprete, de arbitro y de juez25. Atraccin de este perodo por lo subjetivo. El hombre del siglo XVI y XVII se lanza al descubrimiento de las zonas incgnitas del yo con la misma ilusin, si cabe, con que va descubriendo uno a uno nuevos continentes. El gran acierto de Descartes en este sentido es el haber centrado sus meditaciones filosficas, no en elobjeto pensado, sino en el sujeto que piensa, abriendo as nuevas perspectivas a la filosofa y tambin a la conciencia, moralab". El kantismo fue una acentuacin decisiva en esta bsqueda por la subjetividad. La conciencia moral recibi una impronta, decisiva de esta tendencia subjetlvista.c) Valoracin crtica.No podemos desechar las grandes adquisiciones que para el tema de la conciencia nos ha aportado la poca moderna europea. Son valores que deben ser reasumidos en las siguientes etapas de la evolucin cultural y teolgica. Sobre todo son de gran importan- cia los aspectos subjetivos e individuales introducidos en la nocin de conciencia moral.Sin embargo, no podemos desconocer los grandes fallos que ha tenido la exposicin del tema de la conciencia en la moral postri- dentina. Ms an, en cuanto concepcin socioteoigica global debe dar paso a otra nueva y mejor formulada.La concepcin socioteoigica vigente de conciencia moral ha recibido diversos impactos de las ideologas ms poderosas de nues-tro tiempo (principalmente del siglo XIX y del siglo XX). Nos refe- rimos a los tres grandes choques intelectuales que han quebrado la confianza del hombre en s mismo, y que, en realidad, podran ser saludables y servir poderosamente a la filosofa moral s supi- semos comprender las cosas como es debido, y si el hombre mo- derno, en lugar de doblegarse ante la humillacin, tomase nuevo vigor, irguindose de nuevo en las dos virtudes conjuntas de humil- dad y de magnanimidad *. A las tres ideologas que seala Maritain vamos a aadir otras dos; son los cinco grandes factores o impactos que obligan a operar una variacin fundamental en el concepto y vivencia de conciencia moral: Impacto del evolucionismo en la conciencia moral. Impacto del marxismo en la conciencia moral. Impacto del psicoanlisis en la conciencia moral. Impacto del personalismo en la conciencia moral. Impacto del socialismo en la conciencia moral.Estos factores han provocado una variacin en la manera de entender y vivenciar el fenmeno de la conciencia moral. La teolo- ga moral ha de asumir estos factores y proponer una nueva con- cepcin global de la conciencia. Es lo que vamos a hacer a con-tinuacin.4. CONCEPCIN PERSONALISTA DE LA CONCIENCIA MORALLa naturaleza de la conciencia moral la entendemos a partir de una visin personalista. El ltimo resorte de la conciencia no pue- de explicarse ni por la naturaleza de la inteligencia ni por la volun- tad, consideradas aisladamente; lo que nos da su explicacin es ms bien la unin de entrambas en la sustancia misma del alma, en donde realizan la ms acabada imagen de Dios ".La conciencia moral debe ser considerada en referencia a la totalidad de la persona humana y cristiana. As la ha expuesto el Concilio Vaticano II y as la vamos a exponer a continuacin.a) Doctrina del Concillo Vaticano II (GS, nm. 16).D. CAPONE, Antropologa, concienciey personalidad: La conciencia moral hoy (Madrid, 1971), 101-156. J. CLEMENCE, Le mystre de la consclence la lumlre du Vatlcan II: .NRT-. 94 (1972), 65-94. En lo ms profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que l no se dicta a s mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los odos de su corazn, advirtindole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal: haz esto, evita aquello. Porque el hombre tiene una ley puesta por Dios en su corazn, en cuya obe- diencia consiste la dignidad humana y por la cual ser juzgado perso- nalmente (cfr. Rm. 2,15-16). La conciencia es el ncleo ms secreto y el sagrario del hombre, en el que ste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto ms ntimo de aqulla. Es la con- ciencia la que, de modo admirable, da a conocer esa ley, cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prjimo (cfr. Mt. 22,37-40; Gal. 5,14). La fidelidad a esta conciencia une a los cris- tianos con los dems hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al Individuo y a la sociedad. Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia, tanto mayor seguridad tienen las personas y las sociedades para apartarse del ciego capricho y para someterse a las normas objetivas de la moralidad. No rara vez ocurre que yerre la conciencia por ignorancia invencible, sin que ello suponga la prdida de su dignidad. Cosa que no puede afirmarse cuando el hombre se despreocupa de buscar la verdad y el bien, y la con- ciencia se va progresivamente entenebreciendo por el hbito delpecado (GS nm. 16).Este nmero 16 de la Gaudium et Spes sufri diversas redac- ciones: En concreto, de julio de 1964 a diciembre de 1965 tuvo cuatro redacciones. En estas sucesivas redacciones se advierte una tendencia a comprender cada vez ms la conciencia a partir de la dimensin personalista y de la dignidad del hombre en cuanto ser personal".b) Rasgos de la comprensin personalista de la conciencia moral.La conciencia es una funcin de la persona y para la persona. La conciencia no es voz de la naturaleza, sino de la persona. El orden moral se tiene formalmente no en cuanto la persona se conforma a la naturaleza, sino en cuanto la naturaleza se personaliza en la persona que habla con Dios por medio de la Palabra de Cristo.Todo el significado de la conciencia est en ser funcin y valor de la persona.

Las afirmaciones anteriores suponen que admitimos que la per- sona y el mundo personal son valores originales y no homologables a la naturaleza. Tambin suponen la superacin de una moral natu- ralista, de tipo estoico.En efecto, para los estoicos la creacin es homognea y est animada y unificada, en su dinamismo maravilloso y diferenciado, por la razn inmanente, que es precisamente la ley csmica, eterna. En el individuo humano la virtud, nica e indivisible, consiste en uniformarse con esa ley eterna. Dentro del individuo, la conciencia es la voz de esta ley eterna, y es siempre esencialmente la recta razn en conformidad con la razn csmica".Para el cristiano, la conciencia no puede quedar reducida a ser funcin de la naturaleza. La conciencia es valor de la persona en cuanto que sta supone un salto cualitativo con relacin al orden csmico.Pero es necesario dar un segundo paso, tambin de importancia, para la comprensin de la conciencia moral. Se trata de la afir- macin siguiente: la conciencia no es funcin de la ciencia. Los Escolsticos entendan la conciencia como la conclusin de un silogismo en que intervenan la ciencia moral como premisa mayor. La conciencia estaba en funcin de la ciencia moral, que tena que ser apersonal para tener un valor universal. Los elementos personales apenas si contaban. Se daba mucha importancia a los factores intelectuales, factores de verdad, y de una verdad deducida de la naturaleza. La conciencia no es un instrumento de la ciencia moral.La comprensin de la conciencia como funcin de la ciencia moral es propia de los llamados esencialistas. Los esencialistas afirman que la conciencia es funcin de la ciencia y que la ciencia es apersonal, es elaboracin del orden de la naturaleza, la cual se separa idealmente del mundo existencial; es abstrada, para cap- tarla y contemplarla en sus elementos quiditativos, con los cuales se puede construir ciencia. Tanto es as, que los esencialistas defi- nen la moralidad principal del acto por el objeto especificativo, y esta moralidad debe enunciarla la conciencia30.Frente a esta comprensin de la conciencia, de matiz esencia- lista e intelectualista, es necesario resaltar su dimensin persona- lista. Pero qu es lo que hace la conciencia en la persona?La conciencia es funcin de unidad y de claridad dentro de la persona. Goza el alma de perfecta unidad interior, y por lo mismo de perfecta salud, cuando no slo la inteligencia se abre y se daa los verdaderos valores y la voluntad se entrega al bien conocido, sino cuando su misma sustancia, cuando el alma, all en su ms profundo centro, se une con el Dios vivo, a cuya imagen fue crea- da y cuya accin la mantiene en la verdad, en el bien y en la unidad *'.De la conciencia recibe la persona su dignidad, en cuanto que la abre al dilogo con Dios. Pero la persona da una dignidad inalie- nable a la conciencia. Esta no recibe la dignidad de la verdad (de la ciencia moral) ni de la certeza, sino de la persona. Por eso mien- tras la persona no sea insincera consigo misma, la conciencia no pierde su dignidad de conciencia.La conciencia es la misma persona referida, o en cuanto se siente referida o en referencia a Dios.La conciencia como luz es la claridad de la persona en referen- cia a Dios. Esto lo comprenderemos mejor si nos atenemos a los principios de antropologa bblica. En cuanto criatura, el hombre, con toda la complejidad de su naturaleza, Igual que toda la crea- cin, es la expresin de la voluntad de Dios y por lo tanto expre- sin de su Palabra creadora. El hombre es imagen de Dios, y en cuanto imagen de Dios, el hombre es capaz de saber leer esta vo- luntad creadora y esta Palabra creadora en su naturaleza y en la creacin.Cuando la persona se vivencia a s misma como imagen de DQS es entonces cuando aparece la conciencia moral y es enton- ces cuando la conciencia adquiere toda su dignidad.La conciencia viene a ser, por tanto, la interioridad de la per- sona, que de modo admirable le da a conocer el orden natural de la personalidad singular, cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prjimo.A partir de esta explicacin tenemos que admitir que la con- ciencia no es una supraestructura aadida a la persona, a modo de funcin o facultad nueva. Es la misma persona en su dinamismo esencial hacia la plenitud de su ser.De todo cuanto acabamos de decir se deduce que la concien- cia tiene una amplitud tan grande como la misma persona. Es la misma persona en cuanto se clarifica a s misma (aspecto de cla- ridad) en referencia a Dios (aspecto referencial) y en cuanto ex- presa el mundo valoratlvo humano (aspecto valoratlvo). No es la naturaleza la que lleva y ordena a s la persona, como sucede en el mundo Infrahumano, donde la naturaleza refiere y or- dena a s misma a los individuos, sino que es la persona la que lleva y ennoblece a la naturaleza y su obrar, confirindole dignidadmoral y valor religioso. El orden moral se consigue formalmente, no cuando la persona se unifica con la naturaleza, sino en cuanto la naturaleza se personifica en la persona que habla con Dios Pa- dre por medio de la Persona Cristo y obra, no en el mundo sin ms, sino en el misterio csmico de Cristo, que ahora se propone como Iglesia en el Espritu de Cristo. La dignidad de la conciencia con- siste toda entera en ser funcin y valor de esta nueva persona; en dar testimonio a nuestro espritu de si en cada una de nuestras decisiones morales expresamos nuestro ser de hijos de Dios Pa- dre en Cristo32.IIIGNESIS DE LA CONCIENCIA MORALLa conciencia: realidad autnoma, heternoma o tenoma?En el apartado anterior expusimos la nueva orientacin perso- nalista en la nocin y vivencia del fenmeno de la conciencia fren- te a la concepcin de a poca postrdentna. Dijimos que la moral tradicional debe sufrir los impactos producidos por las diferentes ideologas del siglo XIX y del siglo XX.Vamos a verificar esta nueva orientacin en un tema concreto sobre la conciencia. Vamos a dialogar con la sociologa y la psico- loga sobre la explicacin que ellas dan del fenmeno de la con- ciencia moral. Pero no se trata nicamente de dialogar con dichas ciencias; se trata de reflexionar sobre uno de los problemas fun- damentales que tiene planteada la conciencia moral. La cuestin se puede formular en forma-de pregunta de la siguiente manera: es la conciencia moral en el hombre una realidad autnoma o una realidad heternoma?, o es ms bien una realidad tenoma?En el fondo ste es un problema que afecta a toda la moral: es la moral algo autnomo o algo heternomo? El problema gene- ral lo vamos a ver reflejado en el campo concreto de la concien- cia; pero advertimos que todo cuanto digamos tiene aplicacin para todo el amplio mundo de la moral.El ritmo de este apartado es sencillo y fcil de comprender. Ex- ponemos en primer lugar uno de los extremos de solucin: la con- ciencia es una realidad autnoma; en segundo lugar exponemos otro de los extremos de la solucin: la conciencia es una realidadheternoma. Pero como quiera que ninguno de los extremos nos satisface, tratamos en un tercer momento de buscar la snte- sis de la solucin: la conciencia no es ni autnoma ni heternoma, sino tenoma.1. LA CONCIENCIA: REALIDAD AUTNOMAEsta es la primera de las respuestas que se han dado a la pre- gunta por el origen y naturaleza de la conciencia en el hombre. La conciencia es algo que le viene al hombre desde el interior.Esta respuesta la vamos a ver reflejada en tres diferentes in- tentos de fundamentar la moral y fundamentar la conciencia (fun- damentaciones que suelen ir muy unidas).a) La moral y la conciencia en la sntesis del pensamiento gre- corromano.El pensamiento grecorromano supone, junto con el monotesmo judeocrisUano, uno de loa pilares en que se apoya la cultura occi- dental. Pues bien, el hombre grecorromano intent fundamentar por vez primera el mundo de la moral (y de consiguiente, fundamentar la conciencia moral). Nosotros somos deudores de dicha fundamen- tacin.Como quiera que toda moral se resuelve en antropologa, la fundamentacin de la moral se resuelve en la fundamentacin del hombre: en la idea sobre la realidad del hombre. .La fundamenta- cin que hace el pensamiento grecorromano de la moral descansa sobre la concepcin antropolgica que tiene.La filosofa moral grecorromana fue la primera en querer funda- mentar la moral en la autonoma del hombre. Por lo que respecta a la conciencia moral, el pensamiento grecorromano es una etapa nueva en relacin con la conciencia de los pueblos primitivos. En concreto, descubrimos los siguientes valores: a) frente al carcter espontneo de la conciencia en los pueblos primitivos, el mundo grecorromano Introduce el aspecto reflejo: la conciencia es fen- meno reflejo y no meramente espontneo; b) mientras que en los pueblos primitivos la conciencia es ms bien algo objetivizado, los griegos descubren la responsabilidad subjetiva: el hombre es unser responsable; c) la conciencia moral primitiva tena un carcter colectivo (exista una culpabilidad de grupo y una bondad del gru* po); en cambio la conciencia en el mundo griego se hace ms In- dividualista (cada uno paga por sus propios pecados).Esta manera de entender la conciencia en el pensamiento gre- corromano nos habla de una fundamentacin de la moral en la au- tonoma del hombre. La moral se funda en la Imagen (eidos) ntima que a cada hombre le orienta en su formacin, como el ar- quitecto ejemplar.Sin embargo, este primer intento de fundamentar la moral y la conciencia en la autonoma del hombre no es plenamente satisfac- torio, ya que esa autonoma no es en el fondo ms que una hetero- noma. En efecto, el ideal que descubre en s mismo el hombre como fundamentacin de su moral es un ideal exterior: en la concepcin platnica: el arquetipo est fuera (son las ideas ejemplares las que explican y fundamentan la rea- lidad del hombre). en la tica aristotlica: la felicidad o la dignidad humana es la dignidad y la felicidad del hombre en cuanto especie hu- mana. en la tica estoica: la adecuacin del hombre debe hacerse con la naturaleza (algo exterior al hombre).Podemos, pues, concluir que el Intento del pensamiento greco- rromano por fundamentar la moral y la conciencia humana queda como un intento glorioso, pero no como algo definitivo en la histo- ria del pensamiento moral.b) La moral y la conciencia en el pensamiento kantiano.Kant hace un intento grande en la historia del pensamiento oc- cidental por fundamentar la moral y la conciencia en la autonoma. El imperativo categrico es la solucin que Kant ve para fundamen- tar la moral.Pero tampoco el imperativo categrico de Kant es verdadera- mente autnomo. No es una mera creacin subjetiva, sino la inti- macin a la conciencia por s misma de una norma de prudencia y de una exigencia del derecho natural: comprtate de manera que dejes valer a los dems humanos como fines en s y nunca como, medios.Como se ve, el intento kantiano de fundamentar la moral en la autonoma del hombre no es plenamente satisfactorio.Lo mismo podramos decir de otros intentos posteriores a Kant: el intento de Bergson con la doble moral (la moral cerrada y abier- ta); o el Intento de Sartre por fundamentar la moral en la ambige- dad de la persona. No existe una autonoma pura de la concienciamoral, ni una autonoma pura en la tica. Toda autonoma se re- suelve al final en heteronoma.Son aspectos sobre los que hemos insistido ms arriba y que no creemos necesario volver a desarrollar aqu.2. LA CONCIENCIA: REALIDAD HETERONOMAFrente a la fundamentacin de la moral y de la conciencia en la autonoma est el otro extremo de fundamentarla en la hetero- noma. La conciencia, en 'esta explicacin, provendra de fuera del hombre.Esta es la solucin extrema que han adoptado las explicaciones cientficas del fenmeno de conciencia. No podemos pasarlas por alto. Necesitamos dialogar -con ellas, porque nuestra explicacin cris- tiana actual debe sufrir el impacto de dichas aportaciones.Las explicaciones cientficas del fenmeno de la moral y de la conciencia tienen de comn el considerarlas como factores prove- nientes del exterior del hombre.Se han propuesto varias teoras cientficas para explicar la gnesis de la conciencia moral en el hombre. Vamos a referirnos a tres ms principales: teora biologicista, teora sociologista, teora pslcoanaltica. Las tres tienen puntos comunes, segn veremos; pero tienen tambin matices peculiares que las diversifican entre s.a) Teora biologicista.J. ENDRES, Falsas Interpretaciones biolgicas y sociolgicas de laconciencia: La conciencia moral hoy (Madrid, 1971), 5-36.La teora biolgica de los evolucionistas pretende que la con- ciencia se explica suficientemente por el instinto de adaptacin al ambiente. Es un eco, muy empobrecido y dbil, de la elevada con- cepcin estoica, que pona la conciencia en la conservacin de la espiritualidad personal. Aqu queda todo reducido al campo biol- gico con un grave desconocimiento del espritu y de sus eternas leyes. A la idea que esa teora se forma del hombre corresponde la de conciencia".La explicacin biologicista del origen de la conciencia moral se basa en los siguientes presupuestos:la conciencia es un producto de la naturaleza; proviene de las mismas fuerzas y posibilidades de la naturaleza; no es algo que conecte con el espritu y que, por tanto, pro- venga de arriba; en este contexto, naturaleza significa una naturaleza sin esp- ritu; por eso mismo a la conciencia podra asignrsele como origen no slo una naturaleza humana, sino tambin otras naturalezas; se equipara la totalidad de la naturaleza humana al elemento sensible contenido en la naturaleza del hombre y que conviene tambin a los animales.Las formas concretas en que expresa esta teora son diversas. Recordemos las siguientes M: Monakow entiende la conciencia como algo que dirige todo el conjunto biolgico hacia la consecucin del ptimo vital. La con- ciencia est instalada en todas las totalidades biolgicas; la con- ciencia propia del hombre, protopiasma gigante, se distingue de otros organismos en que se hace cada vez ms consciente y se enriquece con las cualidades del sentimiento. Para Darwin la conciencia es un instinto peculiar del hombre; precisamente el hombre se distingue del animal por la presencia de la conciencia moral; considera a sta como una unidad com- puesta del instinto social, que se da en la esfera animal, y del entendimiento. Hertwig cree que las diferencias del mundo humano, con rela- cin al mundo animal, son nicamente de grado; y esto incluso en lo que se refiere a los valores morales y espirituales. Algunos consideran al hombre dentro de una perspectiva pura- mente biologicista. Son concepciones antropolgicas presididas por una mentalidad zoolgica; de este modo el comportamiento humano, incluso el moral, se interpreta a partir del comportamiento animal; la tica se interpreta a partir de la etologa. Entre estos autores conviene recordar, aunque no todos mantengan la misma posicin, a Husley, Morris, Lorenz, etc. Otros autores, por fin, interpretan la conciencia moral como la voz de la sangre; significando aqu la sangre la propiedad radical del hombre que se supone fundada en lo biolgico y que se contina hasta lo psquico; conciencia y tica son, pues, funcionesde la sangre; la raza adquiere un valor predominante (recordar la fundamentacln tica del nacionalsocialismo).En la explicacin biologicista de la conciencia moral hay cosas buenas: la conciencia del hombre se la ve enraizada en lo ms n- timo de su estructura. Pero en cuanto explicacin global del fen- meno de la conciencia es una explicacin falsa. Su fallo principal radica en reducir al hombre a sus elementos puramente biolgicos; por eso la conciencia queda dentro del mbito de la" Instintividad. Adems, estas teoras se basan en hiptesis de que lo ms elevado del hombre evoluciona de lo ms imperfecto.Las mencionadas teoras naturalistas incurren en el cortocir- cuito de convertir una parte en el todo. Lo que ellas designan como la totalidad de la naturaleza humana, no es realmente ms que una mnima parte de ella: la blolgico-animal. Esto no puede ser ni representante de las perfecciones morales, ni raz de la con- ciencia, con cuya ayuda adquiere el hombre aquellas perfecciones. El hecho de la conciencia y de la moralidad demuestra que la concepcin del hombre que suponen las teoras naturalistas no es exacta. Hay que admitir que lo que se designa como conciencia puede desenmascararla a veces la reflexin como una funcin clara- mente determinada instintiva. Pero eso no es precisamente la con- ciencia. La conciencia, que claramente se manifiesta como autntica, tiene sus raices en un terreno espiritual: en aquella parte modela- dora de la naturaleza del hombre, que est siempre abierta y apli- cada a la verdad y al bien como tales".b) Teora sociologlclsta.La teora sociologicista explica y considera el fenmeno de la conciencia moral como un eco de la sociedad; la conciencia es una adaptacin a las condiciones sociales o como un convenio indis- pensable entre el egosmo individual y el Inters social.El hombre vive inmerso en la sociedad y recibe de ella un sis- tema de valores morales la moral socialmente vigente que con frecuencia acepta sin ms. Esto es verdad. Pero a ello agrega el sociologismo que la fuerza moral de estas valoraciones procede pura y simplemente de la presin social.El discpulo de A. Comte (fundador de la Sociologa como cien- cia), Durkheim, acometi de una manera sistemtica la tarea de reducir la moral (as como la religin) a la sociologa. La sociedad impone al Individuo tanto sus costumbres como sus creencias. El supuesto de esta teora es la hiptesis de una conciencia colee tiva, realidad distinta de los individuos, anterior y superior a ellos, que se apodera de las conciencias de stos.H. Bergson intenta refutar el sociologismo, pero propone una solucin que queda dentro de sus mismas fronteras. Admite Bergson al sociologismo que la moral puede consistir en pura presin social. Pero en este caso se trata de lo que l llama moral cerrada, est- tica, pasiva, meramente recibida. Junto a ella est la moral abierta, dinmica, activa, de aquellos hombres (a los que l llama hroes), que reaccionan frente al medio social.La teora sociologista aporta muchos aspectos buenos, en cuanto que nos habla del influjo social dentro de la conciencia personal. Pero, como explicacin global, tampoco puede ser admitida. En efecto: La obligacin, aunque de facto sea impuesta por la socie- dad, de lure nunca puede traer su origen de sta. Como hace notar Zubiri, la sociedad no podra nunca Imponer deberes si el hombre no fuese previamente una realidad debitoria; es imposible pres- cribir deberes a una mesa56. La sociologa o la ciencia de las costumbres se refiere ms bien a los diferentes contenidos de moral, segn las diferentes culturas. El conocimiento de tales contenidos es interesante para el moralista. Pero el moralista no puede aceptar lo social como fuente de la moral. Hay que admitir que el hombre es constitutivamente moral, cualquiera que sea el contenido de su moral concreta, la obser- vancia o inobservancia ('inmoralidad') de sta, y el posible origen social de ciertas normas morales que a veces, sin duda, el individuo acepta, simplemente porque se hacen las cosas as dentro del grupo social'7. El hombre siempre recibe activamente las influencias socia- les. Las pautas sociales no pueden ser normas ticas, si no son asumidas de una manera activa por el hombre. Por eso mismo la moral no proviene de lo social, sino que nace de dentro. A partir de esta apropiacin dinmica, el hombre puede asu- mir contenidos sociales o impersonales. Pero siempre que se los haga propios. Aun con contenidos Impersonales, el hombre puede escapar de la mediana; ya que, como dice Zubiri, la mediana no consiste en hacer las cosas como se hacen, sino en hacerlas porque se hacen. Cuando el hombre acta con una moral totalmente Impuesta, porque no ha sido asimilada o apropiada por la persona, entonces podemos pensar en que tal persona no tiene una responsabilidad personal.c) Teora psicolgica del psicoanlisis (Freud).E. FREUO, El psicoanlisis y la psicologa de la moral (Madrid, 1968).VARIOS, Psicoanlisis y conciencia moral (Buenos Aires, 1948).La explicacin psicoanaltica de la conciencia moral participa de las dos teoras anteriores, la biologlcista y la sociologicista. Pero les da un matiz psicolgico, que la hace tener un carcter propio.Por el inters que tiene esta teora nos extendemos un poco ms en su exposicin. Nos centraremos principalmente en la doc- trina de Freud.Para Freud el sentido de la conciencia moral se explica a partir de su origen, es decir, del modo como se origina en el hombre. Este origen de la conciencia (o del sentido moral) es doble: un origen en la historia de la humanidad (lo que podramos llamar filognesis de la conciencia moral) y un origen en el psiquismo de cada individuo (lo que podramos llamar ontognesis de la conciencia moral). Vamos a limitarnos al segundo de los as- pectos.Origen de la conciencia en el psiquismo humano segn Freud.Para tener una idea exacta de la doctrina de Freud sobre la conciencia moral es necesario situarse en su perspectiva evolu- cionista y mecanicista del psiquismo humano. La moral para Freud no est dada de una vez para siempre; es una realidad que apa- rece progresivamente segn unas leyes de crecimiento y de evo- lucin. Es precisamente en esa lnea evolutiva donde hemos de encontrar el origen y desarrollo de la conciencia moral.El psiquismo humano est sometido a una evolucin antes de llegar a su madurez. Las fases principales (que a su vez son los niveles fundamentales del psiquismo humano) son las siguientes: 1) el Ello; 2) el Yo; 3) el Super-yo.En esta ltima etapa y en esta ltima instancia del psiquismo humano es donde aparece la conciencia moral. Podemos, pues, afirmar que la conciencia es el producto del Super-yo.Podramos concretar del siguiente modo su nocin de con- ciencia: La conciencia moral es una funcin del Super-yo: El Super- yo es una instancia psquica inferida por nosotros: la conciencia es una de las funciones que le atribuimos, junto a otras; est destinada a vigilar los actos y las intenciones del Yo, juzgndolos y ejerciendo una actividad censoria... Jams se debera hablar de conciencia mientras no se haya demostrado la existencia de un Super-yo; del sentimiento o de la conciencia de culpabilidad, en cambio, cabe aceptar que existe antes que el Super-yo, y en consecuencia, tambin antes que la conciencia moral. La conciencia moral es algo tardo en el hombre: Si la conciencia es algo dado en nosotros, no es, sin embargo, algo ordinariamente dado. Constituye as una anttesis de la vida sexual dada realmente en nosotros desde el principio de la existencia y no ulteriormente agregada. Pero, como es sabido, el nio pequeo es amoral, no posee inhibicin alguna interior de sus impulsos ten- dentes al placer. El papel que luego toma a su cargo el Super-yo es desempeado primero por un poder exterior, por la autoridad de los padres... Slo despus se forma la situacin secundaria que aceptamos, demasiado a la ligera, como normal: situacin en la cual la inhibicin exterior es interiorizada, siendo sustituida la instancia parental por el Super-yo, el cual vigila, dirige y amenaza al Yo, exactamente como antes los padres al nio. La conciencia moral tiene un doble contenido: 1) Un sistema de preceptos o de normas ticas, introyectadas. Freud estudi este mecanismo de interiorizacin a partir de la resolucin del complejo de Edipo por el miedo a la castracin acompaado del sentimiento de culpabilidad. 2) Un ideal personal (Yo ideal o Ideal del Yo) constituido por el conjunto de lo que el Yo quisiera ser, tener, saber y poder. La formacin de este ideal dice una relacin con el padre, a quien el nio considera como el ideal de perfeccin. La conciencia moral corre el riesgo de hacerse religiosa. Freud constata que histricamente la moral del Super-yo ha sido casi siempre religiosa. Pero para l ste es un fallo. Se hace po- sible este fallo por la fuerza que tiene el inconsciente de proyec- tar la imagen paterna (como ideal y como poder autoritativo y ven- gador) a un Ser divino. La formacin de la idea de Dios est en ntima conexin con la formacin de la instancia tica, ideal del Yo. Dios no ser, en ltimo trmino, sino el mismo Super-yo pro- yectado por una especie de mecanismo paranoico. La conciencia moral debe racionalizarse para lograr la auto- noma. A la moral del Super-yo, de signo religioso, debe sucederuna tica cientfica-, dominada por la razn y la ciencia. De este modo la conciencia moral llegar a su plena y total autonoma.Estos son los aspectos fundamentales que podemos destacar en la nocin que Freud tiene de conciencia. Son los pilares bsicos de su doctrina moral. Todos los dems aspectos particulares hacen referencia a estos ms fundamentales.Crtica de la doctrina freudiana sobre el origen de la conciencia.Freud ha puesto de relieve la inexistencia de sentimientos e ideas morales innatas en el hombre. Consiguientemente, lo que In- teresa ver y resaltar es por qu caminos se le introyecta la con- ciencia moral.Y la respuesta de Freud es clara: la conciencia moral al hom- bre le viene del exterior a s mismo, le viene de la sociedad por mediacin de los padres y de la vida familiar y social. Al principio esa conciencia permanecer exterior a l, aunque constrindole (etapa del Yo); despus lo obligar desde dentro, una vez que la ha introyectado (etapa del Super-yo). De este modo Freud entra de lleno en la corriente de aquellos que desde puntos distintos han defendido el origen social de la conciencia moral (E. Durkheim, J. M. Baldwin, M. P. Bovet, etc.). Lo peculiar de Freud sera el ha- ber dado un soporte de tipo biolgico y psicolgico a este sociolo- gismo de la conciencia.Con relacin a este punto importante de la nocin que tiene Freud de conciencia moral queremos hacer las siguientes anota- ciones:La explicacin de Freud entra dentro de las explicaciones in- completas.Se han formulado muchas hiptesis para explicar el origen de la conciencia moral: hiptesis empirista (simple y natural resultado de nuestra vida en el contacto con la experiencia). hiptesis asociacionista (integracin de nuestras acciones y de sus efectos en una especie de experiencia media). hiptesis crtica (existencia previa de la sustancia absoluta). hiptesis crtica (expresin previa de la conciencia comoun a priori de la razn prctica). hiptesis evolucionista (resultado de la historia filogentica). hiptesis biolgica (reduccin de la moral a lo biolgico). hiptesis sociolgica (imposicin de la moral a partir de lasociedad).Todas estas hiptesis tienen algo de verdad, pero se convierten en falsas cuando se quieren erigir en explicaciones completas so- bre el origen de la conciencia moral. No hace falta que insistamos en su carcter incompleto, ya que ha sido puesto de manifiesto con argumentos slidos.Freud exagera la dimensin biolgica y la dimensin sociolgi- ca de la conciencia moral.La dimensin sociolgica y la dimen- sin biolgica de la conciencia ha sido puesta de relieve en la his- toria de la moral de los ltimos tiempos. Freud se coloca dentro de esta lnea. Tenemos que reconocer la importancia de los facto- res biolgicos y sociolgicos en la formacin y estructura de la conciencia. Pero hay que colocarlos en el lugar y en la jerarqua que les toca.Hay que partir de las fuerzas espirituales del hombre. Hay una capacidad original del hombre para el juicio moral que arranca de su naturaleza espiritual. Es la voz del espritu lo primero y fun- damental en la formacin y estructura de la conciencia moral. Pero a esta voz del espritu se aaden las voces que proceden del do- minio del propio cuerpo (factores biolgicos; la conciencia como voz de la sangre) y del mbito social (factores sociales; la con- ciencia como eco de la sociedad). Naturalmente, estos mecanis- mos biolgicos y sociolgicos tienen mayor influencia en los pri- meros aos de la vida, y son como las estructuras de prepara- cin para las funciones del espritu, que aparecen tardamente en el hombre.En el concepto de origen de la conciencia moral hay que dis- tinguir varios aspectos: 1) origen dinmico; 2) origen cronolgico; y 3) origen axiolgico. En el hombre existe una capacidad original e innata que le permite regular su conducta en funcin del bien y del mal; esta capacidad le viene dada por la existencia del espri- tu en el mismo hombre. Pero no se pone en acto desde el princi- pio; necesita unas disposiciones en el sujeto (estructuras biol- gicas y sociolgicas). Cundo se da en el hombre la edad de la razn y, por consiguiente, la posibilidad de la decisin tica? No se puede dar una respuesta general; depende de caso y caso. Pero hay que decir que cuando el hombre se determina por una autoposesin y autodeterminacin, entonces tiene lugar la con- ciencia moral actual. Esta actualizacin de la conciencia se ir ha- ciendo cada vez ms lcida a medida que la persona se autopose- sione con ms claridad e intensidad; la adolescencia ser un mo- mento decisivo en esta formacin autnoma de la conciencia moral.

Como se ve, el gran fallo de Freud es su a priorI de querer explicarlo todo con un sentido materialista, mecanicista y evolucio- nista. Tericamente, el psicoanlisis de Freud ha sido un gigantes- co esfuerzo en pro de la intil tarea de fundamentar la antropologa en el -empirismo y el mecanicismo evolucionista radicales. Sus ha- llazgos acerca de las etapas del desarrollo de la conciencia moral hubieran cobrado mayor fuerza si no la hubiese coloreado de estos a prioris, descartados hoy da por la misma ciencia.Freud desconoce las explicaciones dadas anteriormente.En ste como en otros puntos de su sistema, Freud desconoce todo lo dicho anteriormente a l; construye a partir de cero.Resaltamos el desconocimiento de la explicacin que la tica escolstica haba dado con relacin al origen de la conciencia mo- ral. Segn la doctrina tradicional, en la razn prctica reside un elemento primordial y bsico llamado el hbito de los primeros principios (= sindresis moral). Al llegar al uso de la razn, estos principios se hacen lcidos para el hombre; la razn humana se adhiere necesariamente, sea cual sea la presin social y el influjo educativo, al primer principio del orden moral: bonum faciendum, malumque vtandum. A medida que se deducen otros principios de este primero y cuanto ms secundarias sean las conclusiones con respecto al principio primero, entonces la influencia social, cul- tural y religiosa tiene mayor influencia sobre el ejercicio de la con- ciencia moral. A esta calidad intelectual de enjuiciar el comporta- miento humano corresponden en el hombre otras dos facultades: la de apetecer y la de vivenciar su comportamiento tico.Es cierto que esta explicacin escolstica debe ser enriquecida con las nuevas aportaciones de la psicologa, pero no puede ser desconocida totalmente. Sus valores positivos han de ser conser- vados y enriquecidos con las nuevas aportaciones.3. SNTESIS: LA CONCIENCIA MORAL. REALIDAD TEONOMANo dan una explicacin satisfactoria las teoras que quieren ex- plicar la gnesis de la conciencia moral como una realidad que ad- viene heternomamente al hombre. Tampoco satisfacen las teoras que pretenden fundamentar la conciencia moral en la pura autono- ma de la persona. Qu solucin existe ante estas posturas ex- tremas?Es necesario acudir a una superacin de los extremos. Supera- cin que es necesario comenzar a hacerla desde la autonoma y no desde la heteronoma. En este sentido, pensamos que la explica-cin autnoma tiene mayores posibilidades. En efecto, moral au- tnoma no significa ms que una moral evidenciada por s misma en la intimidad de una conciencia humana; mas el contenido que se evidencia as, es decir, la norma misma, supera esta dicotoma, no es ni 'autnoma' ni 'heternoma', sino objetivamente vlida o no, y si no lo es, no es tal norma ni obliga a nada*.Esta superacin podemos expresarla afirmando que la concien- cia moral constituye una realidad tenoma, para emplear el len- guaje de Tillich.La conciencia moral ni viene totalmente de fuera de la perso- na ni viene totalmente de dentro del hombre. La gnesis de la conciencia moral se explica a partir de los mecanismos que inter- vienen en la formacin de la personalidad del hombre; adems, ha de entenderse esa formacin con el mismo sentido temporal que acompaa a la formacin de la personalidad.a) Cmo aparece la conciencia moral?La conciencia moral es la dimensin valorativa que acompaa a la persona cuando sta se abre a Dios y, consiguientemente, cuando se abre ai mundo de ios valores morales. Esta dimensin crtica de la persona aparece en el hombre: mediante unos mecanismos psicosociales que podemos con- cretar en los siguientes: 1) mecanismo de identificacin, el cual supone la introyeccin de lo parental en la propia vida psquica; 21 mecanismo de rechazo o de oposicin a todo lo ajeno; y 3) mecanismo de idealizacin del Yo.Estos son los mecanismos fundamentales mediante los cuales aparece la conciencia moral en el hombre. Como quiera que tales mecanismos son conocidos a partir de los estudios psicolgicos, no entramos en su explicacin detallada. Solamente queremos ad- vertir que esos mecanismos son formas-tipo que se combinan en formas concretas muy variadas. Adems, son mecanismos que se dan de una manera integrada y no aisladamente. Sin embargo, se- gn prevalezca uno u otro de estos mecanismos, la conciencia moral tiene su sello peculiar. mediante una Interiorizacin del proceso gentico de la con- ciencia. La conciencia moral no podra darse en el hombre si ste no tuviese desde dentro la capacidad de personalizar el ejercicio de los mecanismos descritos.La conjuncin de estas dos dimensiones, mecanismos psico-sociales (aspecto heternomo) e interiorizacin (aspecto autnomo), puede hacerse de un modo coherente si admitimos que el hombre es una realidad autnoma y abierta al mismo tiempo: en la apertu- ra est su autonoma y sta fundamenta la apertura. Autonoma y apertura son categoras que han de ser entendidas en referencia a Dios para que cobren todo su valor.b) Cundo aparece la conciencia moral?SI hacemos de la conciencia moral una funcin de la ciencia, la interpretaremos en relacin muy estrecha con la razn humana. De ah que en la explicacin tradicional la gnesis de la conciencia moral se entendiese como coincidente con la gnesis de la razn en el hombre.La teora moral y la praxis pastoral de la poca intelectualista- casuista hacan coincidir la aparicin de la conciencia moral con los aos de discrecin o con la llamada edad de la razn. Era una conclusin coherente con los presupuestos en que se apoyaba.Creemos que la respuesta sobre el cundo aparece la concien- cia moral debe ser matizada a partir de las explicaciones que fie- mos dado anteriormente. Sobre todo hay que relacionar la gnesis de la conciencia moral con la psicologa evolutiva.La conciencia moral es una realidad dinmica dentro del hom- bre. Debe verse, por tanto, correlacionada con el dinamismo de crecimiento de la persona. En este sentido no existe conciencia moral definitiva a ninguna edad. Sin embargo, se puede hablar de una conciencia moral suficientemente constituida cuando nos en- contramos con una persona suficientemente constituida.En concreto, diramos que no hay conciencia suficientemente constituida antes de que se den en el hombre los mecanismos psi- cosociales que hemos sealado como los fundamentales en la g- nesis de la conciencia.Esta explicacin tenoma de la gnesis de la conciencia moral quedar ms aclarada en los dos apartados siguientes de este ca- ptulo. No queremos, por tanto, adelantar aqu temas que sern desarrollados a continuacin.IVLA CONCIENCIA MORAL EN ACCIN Analtica de la conciencia moral cristiana.En los dos apartados anteriores hemos expuesto la naturaleza de la conciencia moral y su gnesis o formacin dentro de la com- prensin total de la persona humana. Ahora vamos a analizar esta realidad de la conciencia moral tratando de desglosar los elemen- tos que contiene.La conciencia moral no se ha de entender como una realidad o fenmeno simple. Es algo muy complejo. La razn de tal compleji- dad reside en que se trata de algo personal, y la persona es siem- pre misteriosa, compleja y no cuantificable.Se ha expresado esta complejidad acudiendo a la divisin de tres partes o aspectos que integran el fenmeno complejo de la conciencia moral. Imitando la terminologa freudiana, se habla de subconciencia moral, de conciencia moral propiamente dicha y de supraconciencia. As lo hace de un modo brillante y profundo Hor- telano ".Recogiendo esa misma terminologa vamos a exponer de un modo sinttico los elementos que integran la conciencia en su ac- tuacin dentro de la persona, fijndonos preferentemente en los aspectos de la subconciencia moral.1. LA SUBCONCIENCIA MORALR. DALBIEZ, El mtodo pslcoanalltlco y la doctrina freudiana, 2 tomos (Buenos Aires, 1948). E. FREIJO, El psicoanlisis de Freud y la psico- loga moral (Madrid, 1966). A. HORTELANO, Nuevos aspectos de la conciencia moral: -Moral y Hombre nuevo (Madrid, 1969), 131-146. A. PLE, Vida electiva y castidad (Barcelona, 1966). C. VACA, Psico- anlisis y direccin espiritual (Madrid, 1967'). VARIOS, Psicoanlisis y conciencia moral (Buenos Aires, 1949).Entendemos por subconciencia moral aquellos aspectos y dina- mismos que se dan en la conciencia moral pero no forman propia- mente el ncleo consciente de la conciencia. Se trata de procesos o etapas imperfectas en la gnesis de la conciencia o de inmadu- reces o retrocesos.Al exponer la gnesis de la conciencia moral hicimos alusin

a un grupo de opiniones y teoras explicativas del fenmeno de la conciencia que calificamos de falsas. Eranjas teoras que resal- taban los aspectos biolgicos, sociolgicos y psicolgicos de la conciencia. Las consideramos como teoras falsas en cuanto que absolutizaban algunos aspectos. Pero tienen aportaciones muy va- liosas que es necesario asumir e Incorporar a una explicacin com- pleta de la conciencia moral.a) Estratos principales de la subconciencia .moral.La subconciencia moral est formada por diversos estratos o, mejor, procesos. Enumeramos los siguientes como los princi- pales *:La conciencia como eco de la sociedad.Muchas veces vivi- mos el fenmeno de la conciencia moral como un eco de la socie- dad. Y esto es en parte inevitable. Estamos condicionados por la historia; es un condicionamiento que no podemos evitar; ms an, es un condicionamiento enriquecedor; no podemos comenzar a cero. A veces creemos que estamos obrando con conciencia per- sonal y no somos nada ms que un eco de la conciencia social. Somos deudores de toda la historia humana. La savia cultural de la humanidad est condicionando nuestra conciencia, y nosotros no somos nada ms que eco de esa conciencia cultural. Esta concien- cia social est influyendo cada vez ms sobre nosotros por los me- dios de comunicacin.Esta afirmacin ha sido exagerada muchas veces diciendo que no existe la conciencia individual; nicamente se dara la concien- cia colectiva, de la que sera eco la conciencia individual. Esta fue la exageracin del sociologismo: para el sociologismo la concien- cia colectiva es una realidad autnoma y la conciencia individual es un mero reflejo de aqulla. La conciencia individual nace dentro de la conciencia colectiva; se alimenta y se desarrolla a partir de la conciencia colectiva.El existenclalismo, desde el punto de vista de la tica, ha lla- mado la atencin sobre la posibilidad que tiene el hombre de caer en la inautenticidad; es el hombre del se (on, man): se dice, se piensa, etc. Este sera el hombre que tiene una conciencia- eco de la sociedad.No cabe duda que tenemos que vivir nuestra responsabilidad personal dentro de la sociedad; pero lo podemos hacer de dos

modos. Empleando la terminologa de Bergson, podemos vivir nues- tra insercin en la comunidad de una forma cerrada o de una forma abierta. La primera forma nos da una conciencia masifica- da, basada en la presin social (en la irresponsabilidad de la masa; en la estereotipia de los prejuicios). La segunda forma nos da una conciencia responsabilizada con la comunidad, en la que descubre los alicientes para descubrir la responsabilidad personal (mediante el ejemplo, la amistad, la comunicacin). La conciencia perfecta sera la que tiene en cuenta la sociedad, pero al mismo tiempo una responsabilidad socializada de tipo personal.La conciencia, en cuanto eco de la sociedad, tiene elementos muy importantes; pero han de ser asumidos desde la interioridad de la persona. Si la sociedad se vive como una presin exterior, en- tonces se origina la conciencia despersonalizada (masificada) o nace la rebelin.La conciencia como voz del inconsciente.A veces se vive la responsabilidad personal como respuesta a la voz del inconsciente, individual o colectivo.Existe este aspecto inconsciente en la formacin de nuestra conciencia. Se trata de un condicionamiento vital que hemos de asumir. Es ciertamente un obstculo en cuanto impide la plena concienciacin; pero es un lmite de la naturaleza humana. El hom- bre es as, tiene un dentro y un subdentro. El animal no tiene den- tro y Dios no tiene subdentro; nosotros estamos casi en medio con ese mundo tan complicado de un dentro y un subdentro4'.Los aspectos subconscientes de la conciencia moral han sido puestos muy de relieve por la psicologa profunda: el inconsciente individual por Freud y el inconsciente colectivo por Jung. Tenemos que aceptar en nuestra conciencia moral los influjos del inconscien- te y tratar de recuperarlos (si se trata de contenidos subconscien- tes fallidos), de integrarlos (si se trata de contenidos del incons- ciente colectivo) y de armonizarlos con la conciencia (si se trata de contenidos del inconsciente individual).La conciencia como papel (mscara) ante los dems.La con- ciencia tiene muchos aspectos de papel social que tenemos que desempear ante los dems. Lo que los dems esperan de nosotros se constituye muchas veces como voz de nuestra conciencia. La responsabilidad no sera otra cosa que la representacin (ms- cara, teatro) que el individuo tiene que hacer ante los dems.Es evidente que muchas de nuestras acciones las realizamos porque tenemos tal rol social determinado. Existe en este sentido una conciencia de sacerdote* (determinada por el papel social que tiene que desempear el sacerdote: lo que esperan de l los dems).Pero esta realidad puede ser asumida no pasivamente, sino de un modo activo. Es entonces cuando este factor de la subconcien- cia queda plenamente asumido por el Yo y forma parte integrante de la conciencia total.La conciencia como ideal del yo.Freud descubri un meca- nismo interesante en la formacin del Super-yo que para l era la conciencia moral. Este mecanismo es la idealizacin del Yo. El Yo se desdobla y se hace ejemplar o arquetipo de sf mismo. Nace asi una serie de principios o criterios de actuacin. Eso serfa la conciencia moral.No cabe duda que muchas de nuestras actuaciones correspon- den a esta exigencia del ideal del Yo. Cuando nos dejamos conducir nicamente por l se origina en nosotros una moral narclsista, de signo morboso. Pero cuando entra como otro Ingrediente en la formacin de la totalidad de nuestra conciencia, entonces resulta de gran Inters.b)Mecanismos psquicos por los que se expresan dichos estratos.Hemos tratado de enumerar los diversos estratos que forman la subconclencia moral. Ahora nos interesa estudiar la forma como actan dentro de la totalidad de la conciencia.La subconclencia no es algo yuxtapuesto a la conciencia propia- mente dicha. Acta dentro de todo el conjunto del nico fenmeno que llamamos conciencia. Como un mecanismo que acta desde la totalidad.El modo de actuar la subconclencia moral es el que hace valo- rarla autnticamente. Estos modos principales de actuacin son los siguientes: La subconclencia puede actuar suplantando la conciencia propiamente dicha. En ese caso no podemos hablar de conciencia moral, sino de pseudoconcienca moral. Es la pseudoconciencia de las personas no maduras (que viven de las influencias sociales y a partir de las fuerzas biolgicas de su persona). La subconclencia puede actuar falseando los contenidos de la conciencia propiamente dicha. Los deseos reprimidos buscan un disfraz y de ese modo se camuflan, falseando as los contenidos de la conciencia. Este falseamiento puede darse de diferentes maneras o a tra- vs de varios mecanismos psicolgicos. Los dos principales son: 1) la proyeccin inconsciente (proyectar nuestra problemtica sobre otra persona o sobre una situacin y as falsear la valoracin objetiva); y 2) la racionalizacin: justificar una accin concreta con una motivacin aparente, siendo as que la verdadera motiva- cin es otra. La subconclencia puede actuar integrndose armnicamente con la conciencia propiamente dicha. En este caso no hay contra- diccin entre los dos aspectos (inconsciente y consciente) del psi- quismo humano. Un mismo acto puede estar motivado consciente e inc