CASOS DESARROLLO PSICOMOTOR Y TEORIA PSICOSEXUAL

Juliana DaziTatiana SalazarLida Turizo Ortiz

1. Isabela tiene 8 meses, permanece la mayor parte del día acostada y con sus pies vendados, sus familiares piensan que esto hace que sus pies sean más fuertes para caminar. Lo único que la niña mueve un poco son sus manos y le encanta chupárselas y llevarse los juguetes o lo que alcance a coger a la boca; cuando le sueltan sus pies para cambio de pañal o baño, se pone muy feliz los mueve y flexiona con vigorosidad, también disfruta chupándoselos, sin embargo esto dura por muy poco tiempo, pues rápidamente su madre vuelve a vendarla. Isa vive con su padre, madre y 2 tías, la única que permanece en la casa es la madre quien trabaja allí, los demás trabajan todo el día fuera de casa, así que a la madre no le queda mucho tiempo para jugar o compartir con la niña, solo está con ella cuando la va alimentar, un verdadero placer para la niña.En la etapa oral, los niños disfrutan del alimento, la succión, morder, balbucear o llevarse cosas a la boca. Vemos como en cuanto a coordinación viso manual, la niña tiene buen agarre entre el dedo pulgar y los otros dedos, siendo capaz de coger un objeto plano sin que se le caiga, y siente una especial atracción por tocar todos aquellos objetos que le llaman la atención. Se esperaría que la niña a los ocho meses pudiera mantenerse perfectamente sentada sola, sin ningún apoyo, y ser capaz de inclinarse y enderezarse a voluntad, volver la cabeza hacia los lados, mantenerse de pie agarrado a los barrotes de su camita o del corral, durante unos instantes. Disfrutaría estar echada boca abajo con la cabeza muy levantada, haciendo trabajar los músculos de la espalda y del abdomen.

2. Migue de 3 años de edad no ha lograr el control de esfínteres, su madre se siente muy frustrada, pues desde que él tenia 12 meses empiezo con este entrenamiento, ella ha manifestado que apenas el niño pudo mantenerse de píe e inició sus primeros pasos, lo ponía a orinar y hacer popo en la bacinilla, ella siempre lo llevaba hasta allí, le bajaba los pantalones y lo sentaba a la misma hora sin tener en cuenta las necesidades del niño. Todos los días lo sentaba en la bacinilla 3 o 4 veces sin que el niño quisiera, y lo dejaba sentado por más de 10 minutos o hasta que el niño hiciera su necesidad, la madre colocaba la bacinilla en la sala donde estaba toda la familia con el fin de que a migue le diera pena y aprendiera a ir solo al baño. Hace poco migue ingreso a una guardería, pero, lo han devuelto varias veces porque se orina, al llegar a su casa la madre le pega, le dice que es cochino, y lo sienta en la bacinilla por mucho rato. Migue hace mucha fuerza para intentar hacer su necesidad ya que estar en esa bacinilla es incómodo para él, el niño le tiene miedo a la bacinilla y la evita la mayor parte del tiempo.

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Durante la etapa anal se realiza el control de esfínteres, cuando su madre empezó este entrenamiento, 12 meses, el niño no tenia las habilidades motoras necesarias: bajarse pantalones, sentarse solo, y volverse a parar sin ayuda.

3. Emilio Velez de 6 años de edad se niega a realizar las actividades propuestas por su profesora de expresión corporal, la frentea de manera agresiva y le dice que ella no lo manda a é, que él hace lo que le de la gana. la maestra está muy preocupada pues al niño se le dificulta correr, saltar, y mantener el equilibrio, sus compañeros lo excluyen por ser un niño grosero, descoornidado y torpe. La profesora muy preocupada indaga el porqué de esta situación con su madre María Carmenza Hoyos, ella le cuenta que cuando el niño tenia dos meses su padre murió, ella se volvió a casar cuando el niño tenia 18 meses, y desde entonces vive con su esposo y los padres de su esposo. Desde que se fueron a vivir juntos al niño lo cuidan y sobreprotegen, por lo tanto cada que él se rancha o patalea por que no le dan lo que el quiere, no le insisten pues prefieren evitarle el sufrimiento, incluso su padrastro cuando el niño se siente frustrado y hace una pataleta por que no es capaz de montar en bicicleta, saltar con los dos pies juntos, reptar o correr más rápido que los otros niños, él lo contempla y le entrega su teléfono inteligente para que se divierta. Durante la etapa fálica, los niños deben interioridad la norma, y es el padre, o un adulto masculino significativo, el encargado de poner los límites y hacer que se respeten y cumplan, esto es clave para que el niño se instaure de manera adecuada en la sociedad y no retando y disociando los espacios que habita.En esta edad el movimiento es una necesidad que le permite a Emilio relacionarse con el mundo y expresar sus necesidades y sus emociones. Es vital que el niño tome conciencia de su cuerpo, domine el equilibrio, aprenda a controlar su respiración, orientarse en el espacio, entre otros, competencias relevantes para el progreso de las habilidades básicas de aprendizaje.

4. Juan José Londoño tiene 5 años y tiene dos primos de su misma edad, María y David, ellos un día se pusieron a explorar su cuerpo, bajándose los pantalones mirando a ver cómo era la niña y como eran los niños. La mamá de Juan los pillo y se escandalizo mucho y los juzgo de niños morbosos, los niños se sintieron muy mal y Juan se puso a llorar, sin embargo al otro día en su preescolar volvió a repetir lo mismo con dos amiguitos y una amiguita. La profesora apenas los vio al instante los regaño, y pidió a sus padres que llevaran a los niños a un psicólogo porque temía por la salud e integridad de los demás niños del preescolar. Durante la etapa fálica, la identidad personal hace referencia al conocimiento, valoración y control que los niños van adquiriendo de sí mismo. Para ello es fundamental las interacciones del niño con su medio, así como el control y

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conocimiento progresivo de su cuerpo. El niño en este proceso irá conociendo sus posibilidades y limitaciones y los aspectos que le diferencian de otros, de igual manera el reconocer las partes de cuerpo le permiten darle uso y movimiento. Para ello se deben realizar actividades en la que los niños se puedan autoconocer, tener conciencia de sí mismos, atendiendo su propio cuerpo. La percepción del propio cuerpo es el eje del desarrollo total del hombre; es el primer medio de percepción y de expresión del niño, resultado de una conducta total, plena de sentido, contenido y significación. posee Etapas de desarrollo: estructuración, ajuste y reelaboración permanente Se requiere un conocimiento de -Del cuerpo como totalidad -De las diferentes partes del cuerpo -De las posibilidades y límites en cuanto a: . Generar fuerza . La magnitud de la elasticidad muscular, movilidad articular y flexibilidad corporal de mi cuerpo esfuerzos o trabajos prevalentemente aeróbicos y anaeróbicos . Resolver problema-situaciones físico-motrices. . Obtener performances o rendimientos-resultados económicos, óptimos o máximos. . La plasticidad coordinativa y de acervo motor -De su capacidad expresiva -De su capacidad instrumental en general MSc. Rony PintoLa expresión corporal ayuda al niño en la formación del concepto de sí mismo y contribuye a la adquisición de instrumentos básicos de control del propio cuerpo y de la acción sobre la realidad.

5. Carlos Julian tiene tres 3 años, su madre en repetidas ocasiones lo ha descubierto jugando con sus heces y nota que su hijo siente mucho placer oliendo y amasando su popo, ella ha decidido comprarle barro y plastilina, elementos aseados, para que el niño juegue y libere esas ganas de amasar que mantiene.Durante la etapa anal, jugar con la materia fecal hace parte del conocimiento que poco a poco adquiere el niño del mundo que lo rodea, para lo cual hace uso de la manipulación y el juego. Ocurre con casi todos los niños de esta edad, transcurre con toda la naturalidad y pasa sin que por ello se le pueda generar una culpa, ni se deba considerar una conducta anormal. El jugar con plastifica estimula el desarrollo del niño en todos los sentidos. Aumenta su capacidad de concentración, le propone metas a corto y a largo plazo, facilita su proceso de lectoescritura, ya que la plastifica permite desarrollar la motricidad fina, pues al trabajar constantemente con las manos y los dedos, estos se ejercitan y luego, “cuando llegue el momento de iniciar los procesos de lectoescritura, los niños van a tener mayor facilidad para manejar los lápices, hacer los trazos de las letras y concentrarse”. El hecho de que el niño pueda moldearla como quiera y de forma rápida hace que se desarrolle mejor su sistema propioceptivo, que es el que permite que la información que el niño recoge a través de su cuerpo, la pueda interiorizar y expresar. Así, sus procesos de aprendizaje se facilitan posteriormente. Adicional a esto lo relaja y tranquiliza, en los momentos de mucho estrés y de nervios.