CAPITULO SEXTO

DE LA ACTIVI A TEORETICA EL PANAMEÑO

(Teoría sobre la capacidad de abstracción del paname偩o)

CAPITULO SEXTO

E LA ACTIVI A TEORETICA EL PANAMEÑO

(Teoría sobre la Capacidad de abstracción del paname偩o)

En el examen del fenómeno de lo paname偩o nos enfrentamos, entre otras,a la pregunta fundamental : Tiene el paname偩o suficiente capacidad intelectual,para profundizar sus razonamientos respecto de su ser en sí y en relación con suentorno? Es este un punto de suyo trascendente por cuanto pretendemos seruna nacionalidad formada en un contexto de valoraciones dimanantes de unaesencialidad comunitaria formada históricamente desde hace 4 siglos que le dancontenido y sentido al quehacer paname偩o, lo que nos permite hablar de la pa-name偩idad como una cultura .

Una típica discusión metaideológica es la que planteo en torno a la tesisdel "País por Conquistar, o la del País Integral',( * ) en mi monografía así titu-lada, la cual comprende el examen historicista de las etapas del devenir históricoistme偩o identificados como la del país de los colombianos ; la del país ocupado,y la del país de los paname偩os .

El paname偩o debe pensar en lo que ha sido, y es, como sujeto histórico .Creo, sinceramente, que en la medida en que captemos este problema en todasu profundidad conceptual estaremos en mejores condiciones analíticas para pene-trar en el en-sí-paname偩o y determinar si en verdad tenemos, o carecemos definidauna personalidad del hombre-nacional-paname偩o . Obs偩rvese nada m偩s la categori-zación que se hace del hombre-paname偩o entre "paname偩os-rabiblancos", "afro-paname偩os", "negros hispano-paname偩os", y la tendencia, casi notarial, discri-minativamente a los distintos grupos humanos que integran la nación paname偩a .

( 偩) V. Juan Materno V偩squez : "El País por Conquistar, o la Tesis del País Integral" .

(') Op. cit.

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Se da en nuestro país una lucha de los grupos humanos, que identificancupos sociales, por acomodarse dentro de la estructura social con exigencias dereconocimiento de su valer como tal. Yo he entendido que esa lucha de acomoda-ción de los grupos sociales, tradicionalmente discriminados por la clase elítista,tra engendrado una cierta idiosidad de clases en Panam偩 sumamente peligrosapara la unidad nacional . Pero es que en nuestro país, hay que reconocerlo, sepractica una de las m偩s crueles discriminaciones como es la discriminación ptual

:,:prrual que tiene su principal manifestación en la valoración social que tiene enI indio ("machigua"), en el cholo y el negro a paname偩os de inferior condición .

Cuando nos independizamos de Espa偩a en 1821 偩ramos aldea . urante elperíodo colombiano adquirimos la dimensión de pueblo grande, Y cuando nosconvertimos en Estado nacional apenas si pens偩bamos en t偩rminos de Nación .Nadie mejor que Eusebio A . Morales definió el estado de nación en formaciónpara esa 偩poca de la Constitución del Estado Nacional, cuando escribía :

Por ser un país en formación requerimos de enormes esfuerzos intelectualespara hacer conceptuaciones sobre las diversas manifestaciones del espíritu nacionalen arte, religión literatura, así con el razonamiento científico, como elementosindispensables para moldear al hombre paname偩o .

El arte y la religión valga decirlo, son las canteras de la resultante de la ima-ginación y la habilidad . La imaginación y la conceptuación son las herramientasdel intelecto para entender los fenómenos . Por eso ha dicho Hegel que la enología

rrrenología es la explicación con las palabras adecuadas de las realidades socialesconforme se las representa el espíritu . (* ) Por su parte en la religión espíritu vulgarse sublima en un af偩n de encontrarse a sí mismo en una idealidad que todos lospueblos tengan una concepción religiosa o mítica de la vida .

En Panam偩 no se ha discutido seria, y a fondo, sobre estos aspectos de lavida del paname偩o, yo que no puedo entender como se rehusa el examen de lascuestiones religiosas en Panam偩 . Como tampoco se entiende el dogmatismo deque hacen gala los dirigentes religiosos en el ejercicio de su sacerdocio . No havivido lo suficiente el hombre como para sustraerse aparte del sentido religiosode la existencia ; como tampoco del sentido mítico, ni para desprenderse delhombre est偩 dominado por esas tres fuerzas mentales, las cuales le hacen con-formar sus actitudes frente a la vida .

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(') Ver Hegel

La moral social se nutre, por lo dicho, de la moral religiosa . Ni en las nacio-nes de mayor desarrollo científico el hombre se ha podido desentender de la moralreligiosa . Por ello, uno de los sistemas de identificación de los grandes gruposhumanos es el de su credo religioso . Así se dice que en el mundo hay tantos millo-nes de cristianos; otros tantos de mahometanos ; de budistas o de confucionistas .No se dan proporciones de ateos, nihilistas ni agnósticos .

En el estilo de vida cotidiana ("cotidianidad", como expresa Lukcas), elarte refleja como expresiones culturales el mito . Y es que en la ideación mítica,lo incógnito queda resuelto como lo impensable . esde nuestras culturas autócto-nas hasta hoy día, cuando el hombre ha ido a la luna, lo misterioso gravita en laconceptuación del mundo . La parte m偩s sugestiva de las religiones la constituyen,justamente, los milagros .

Aún cuando seamos refractorios a las pr偩cticas de brujería, es lo cierto queellas atraen a mucha gente . Por ello es tan extraordinario el mercado internacionalde ventas de amuletos, o reesguardos, y la proliferación de charlatanes, adivinos ycuranderos, cuya clientela se nutre de gente de todos los niveles sociales y cultura-les .

La influencia de los brujos en determinadas etapas de la historia es cosa queaún nos asombra . En muchas regiones del orbe es cosa corriente el que los hombresorienten sus acciones diarias conforme a las predicciones de los brujos, indistinta-mente denominados, adivinos, augures, curanderos, cartistas y magos . e aquí,entonces, que no se le pueda marginar en la consideración de la formación espiri-tual del hombre moderno.

El punto de partida del pensamiento científico y filosófico es la abstracción .Cuando se abstraen las cualidades de un objeto para considerarlas aisladamente, opara considerar el mismo objeto en su esencialidad, se abre un mundo antes desco-nocido cuya existencia solo intuía la mente especulativa . Es este el papel del in-telectual. Servir como de faro luminoso a las masas. Y esta labor intelectual, es,diríamos, la matriz de un tipo especial de hombre : el hombre de ideas, que a talpunto se identifica con ellos que llegan hasta el sacrificio por las mismas . La cien-

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El contexto cultural paname偩o est偩 constituído por segmentos culturales, aveces sin relación entre sí . Baste unos dos o tres ejemplos : A) En el país se hablancorrientemente tres lenguas ; el espa偩ol (declarado idioma oficial por la carta polí-tica) ; el ingl偩s (que domina en las relaciones mercantiles) ; y los dialectos Kunas,guaymí y choco偩s. Siendo Ministro de Gobierno y Justicia organic偩 la campa偩ade defensa del idioma durante la cual descubrí que su aceptación se produjo entreotras razones, como una reacción contra la aculturación idiom偩tica por el ingl偩s .B) No hay un folklore nacional solo, folklores regionales. Aún cuando "los bailestípicos", y las tradiciones sante偩as han querido reclamar ese puesto a impulso defolkloristas de la región de Azuero, es lo cierto que m偩s son las regiones dondese desconoce esos elementos folklóricos que en las que se conocen y practican .C) En los principales núcleos de población en las ciudades de Panam偩 y Colón,lo extranjero compite con lo nacional, de tal suerte que para la inmensa mayoríade paname偩os del interior estas ciudades le son un tanto extra偩as en sus costum-bres .

La psicología social se concreta en estilos de vida ; en expresiones y actitudesde las gentes . Estas formas externas de la conciencia individual se entremezclancon tres particularismo que dialecticamente se convierten en estados de concienciasocial de la cual deriva la idiosincia de los pueblos . Esto es : cómo piensan; cómoactúan ; y qu偩 actitud adoptan frente a la vida y ante el hecho ineluctable de lamuerte .

Pienso en lo ilógico de la norma constitucional que compromete al Estadopaname偩o a darle divulgación, procurar su conservación y hacer especial estudiode `las lenguas aborígenes", al extremo de consagrar, como norma constitucional,el disparate conceptual de "establecer programas de alfabetización bilingüe en lascomunidades indígenas" (*) . Esta extravagancia conceptual solo pudo darse en laelaboración de una carta política en donde no hubo discusión metaideológica enlas cuestiones culturales, de tal suerte que cada t偩cnico que estuvo allí puso susello ideológico en instituciones que deben normar la vida cultural nacional . Pruebade estas distorsiones conceptuales por cerrazones ideológicas son A) La definiciónde "cultura nacional", como "las manifestaciones artísticas, filosóficas y científi-cas producidas por el hombre en Panam偩 a trav偩s de las 偩pocas", de la cual seexcluye uno de los m偩s importantes elementos culturales del hombre nacional,cual es la religión (específicamente la católica), B) El reconocimiento y respetode parte del Estado de la "identidad 偩tnica de las comunidades indígenas nacio-

(') V偩ase art 83 C/N.

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nales", con lo cual introduce un privilegio y autoriza un discriminen racial delos indios hacia sus connacionales . Esto es, que en tanto un indio puede yacer concualquier mujer paname偩a, por ejemplo a los paname偩os no - indios les quedaprohibida la yacencia con las indias . Por otro lado, el disparate es m偩s de bultocuando se tiene que la propia Carta prohibe `los fueros o privilegios personalesy toda discriminación por razón de raza, nacimiento, clase social, sexo, religióne ideas políticas" .

Hay pues, a no dudarlo, un ancho campo para la teorización del intelectualpaname偩o sin tener que auxiliarle de recursos históricos extranacionales paradefinir lo paname偩o por lo que no es, como afirman algunos . O para rechazar laotra tesis de que no existe una cultura nacional . O para entender superado laagónica imprecación de Morales sobre la necesidad" del cultivo de sentimientosde nacionalidad" . El problema que confrontamos es de una indebida correlaciónentre la teoría y la pr偩ctica, que se explicita en un af偩n del intelectual por serquerido políticamente por la masa popular . Esto, a mi modo de ver, es unerror . La responsabilidad del intelectual es dar a la masa alimentos ideológicosque aún cuando no lo puedan digerir del todo, tampoco la indigesten, y puedanir tras las de ideas encamadas en los grandes dirigentes políticos . Con la inten-ción de provocar la discusión y la crítica, exponemos aquí, nuestra teoríasobre la capacidad de abstracción del paname偩o, a base de los que podemos deno-minar los estados de conciencia histórica .

La conciencia ingenua .-

Mariano Arosemena es una de la m偩s representativa personalidad pensantesobre el destino histórico del Istmo durante la primera mitad del Siglo XIX . Per-tenecía al grupo social identificado como `los blancos", distinguido así racialmente,e históricamente definido como "criollos" . Para estos, el problema existencial delIstmo se resolvía en un concepto de autonomismo administrativo, político y eco-nómico sin necesidad inmediata de llegar al Estado Nacional. Esta tesis, expuestacon extraordinaria vehemencia periodística, implicaba la identificación de susparticulares intereses de ese grupo elitista con los llamados intereses de los pueblosistme偩os, como se dice en las Actas de los Cabildos Abiertos celebrados entre losa偩os 1830 y 1840 en la ciudad de Panam偩 .

La tesis del autonomismo es replanteada en la segunda mitad del siglo pasadopor otro Arosemena, on Justo Arosemena . Esta vez con mejor criterio científico

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y metodológico, pero con los mismos basamentos teóricos, pues este prolíficoescritor, y profundo pensador, entendió al país istme偩o en una geografía diferen-ciada de los bloques continentales de Centro y Sur Am偩rica, que por la mismarazón, merecía una tratativa política, con respecto a Colombia, distinta al restode las secciones de ese Estado Nacional. Buena parte de su fundamental mono-grafía : "El Estado Federal", lo dedica a demostrar esa posición, que en buenalógica constituía una negación del Estado Nacional Paname偩o . La falta de clari-dad conceptual sobre el curso de la política colombiana del siglo pasado y la formatendenciosa de escribir la historia, para hacer aparecer como h偩roes a personalida-des determinadas, o sepultar en el olvido a otras personalidades por razón de esapolítica, se traduce en interpretación contratia de los efectos del federalismo pro-pugnado por los Arosemena, Tom偩s Herrera, Jos偩 omingo de Obaldía y otraspersonalidades istme偩as de la fecha . Las consecuencias de esta distorsión históricaha impedido que buen sector de los paname偩os, particularmente de los jóvenesque se agitan en las lides de reivindicación nacional, no hayan entendido fenómenostan importantes como lo que significan las guerras colombianas y la participaciónde los istme偩os en ella . A partir de la firma del Tratado Mallarino Bidlack (1846),la vida en el Istmo transcurre en una permanente estado de zozobra, causado prin-cipalmente: lo . Las guerras civiles colombianas, que tenían trascendencia en elIstmo; y 2o. Por las intervenciones del ej偩rcito norteamericano . Y quien no tengaideas claras de estas circunstancias, muy difícil le ser偩 comprender el sentido denuestra historia en esa 偩poca, durante la cual la opinión pública istme偩a se divideentre los autonomistas, que desde entonces se nuclean como clase social cerrada,controladora del poder político y due偩a de todos los privilegios sociales ; los inde-pendentistas, integrada por dirigentes políticos populares nacidos en el Istmo ; yun grupo liberal radical inspirado en conceptos ideológicos muy asentados sobrelas relaciones del Estado y la Iglesia, la oposición al intervencionismo y el repudioa todo tipo de discriminación .

Esta posición del liberalismo colombiano fue expuesta primariamente por Jos偩Hilario López en su Constitución de 1853, para el Estado de la Nueva Granada .

Conviene esquematizar, pues, sobre las vertientes teor偩ticas de estos tresgrupos de pensamientos paname偩o en el siglo pasado .

lo . Los autonomistas se aferraron tan absesivamente al federalismo, peroal federalismo sólo para el Istmo de Panam偩 dentro del Estado de la Nueva Gra-nada, como se exponen en documentos fundamentales como la Constitución del

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Estado del Istmo que surge a consecuencia de la gestión de Tom偩s Herrera en1841, en cuyo artículo 2o se lee claro, que no obstante y haberse separado el

Istmo de la Nueva Granada, la única forma como se reintegraría sería a basedel federalismo . Tan obsesivo aferramiento, a la tesis autonomista en la contradic-ción de no aceptar el federalismo para toda Colombia ; porque ha de recordarseque en el acto adicional de la Constitución de Nueva Granada de 1855, medianteel cual se facultaba la creación del Estado de Panam偩, se decía que el sistema podíaser adoptado para otros estados de la Nueva Granada . En Panam偩 llega a estable-cerse en 1855 ; en tanto que el paso de instaurar el federalismo en toda Colombiase da con la expedicción de la Constitución de Río Negro de 1863, que acabó con

la República de Nueva Granada y creó la de los Estados Unidos de Colombia . Seinstauró el federalismo puro en esa Nación, siendo notorio el repudio que de eseinstrumento político hiciera on Justo Arosemena, no obstante y haber precedidovarias sesiones de la Convención que lo expidiera y haber renunciado precisamente,pr偩cticamente a la vicepresidencia de Colombia y la ulterior Presidencia, por estimarque con esa Constitución, hecha por un solo partido, en la cual entre otros detalles,bueno es de anotar, estaba la eliminación en el pre偩mbulo de la invocación de ios,no se podía gobernar a Colombia según 偩l mismo expresa .

La explicación m偩s lógica de la circunstancia expuesta, la debemos encontraren la tesis autonomista sobre el concepto en que el Istmo de Panam偩 se uniera a la

Gran Colombia en el Acta del 21, y se integrase luego al Estado Nacional de laNueva Granada con base a la Constitución de Cúcuta de 1832 . Para ellos, en elActa de Independencia del 28, el Istmo actuó como pueblo soberano, que en talvirtud podía delegar parte de su soberanía, como lo hizo cuando en el Artículo 2o .del Acta del 21, se expresaba que el "Istmo de Panam偩 pasaba a ser territorio de lagran Colombia a cuyo Congreso iría a representarlo un iputado" . Sin embargo, laverdad fue que no obstante los elogios de Bolívar a este Acta en la contestacióna Jos偩 . F偩brega, de la carta remisoria de copia del mismo y escasos tres meses,de ello se expidió un decreto de destitución de Jos偩 . F偩brega, firmado por San-tander, quien designa nuevo Gobernador, del Istmo al Comandante Carre偩o, con el

título de Intendente General del Istmo de Panam偩, en virtud de un ecreto Ejecu-tivo del Gobierno Bogotano que asimilaba al Istmo de Panam偩 a una de las divisio-nes territoriales políticas conforme la cual estaba dividida Colombia dentro de suConstitución política . No obstante tal asimilación para los autonomistas, el Istmopodía reasumir su soberanía cuando así lo estimase conveniente . Fue esa una ideainmamente que actúa como leit modine durante este período y que en el Acta deIndependencia del 3, se concreta al decirse que esta independencia no era m偩s queun acto legítimo de reasumir la soberanía que en su día había el Istmo delegadoen Colombia . En otros t偩rminos, Panam偩, según los autonomistas, nunca fue parte

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del estado nacional colombiano como integrante de su territorio, sino solo comouna entidad soberana. Por esto sostuvo Justo Arosemena que era una nación concaracterísticas e intereses muy propios y distintos a los del resto de Colombia . eaquí se seguía a las tesis hanseatista y la del protectorado, los cuales vemos expues-tas en las Actas de los pronunciamientos del 30 y 31 y de las Juntas Populares cele-bradas por los Vecinos Notables de Santiago de Veraguas y San Jos偩 de avid enel a偩o 1861, en cuyos textos llaman la atención el hecho de que en plena vigenciadel Estado federal los ciudadanos que las suscriben piden al Jefe del Estado delIstmo que separase a Panam偩 del resto de Colombia, porque sus intereses no estabansiendo debidamente garantizados dentro de ese estado, al cual ellos se habían unidosólo en razón del prestigio del Libertador y la capacidad del ej偩rcito colombianopara preservar la defensa nacional y en su defecto, solicitase la protección de Fran-cia, Estados Unidos e Inglaterra .

2o. Los Indepentistas se encontraban en minoría, en cuanto a influenciaspolíticas se refería, pero contaban con la mayoría de los pueblos del Istmo en lorelativo a contingentes populares . Este grupo estaba integrada por la gente ofensi-vamente llamada "los del arrabal", o sea, todo los istme偩os que no vivían dentrodel barrio amurallado del "Panam偩 de adentro" . Estos Independentistas se identi-ficaba, en mucho, con los ideales del grupo de los Liberales Radicales de Colombia .

Fundamentalmente se nutrían del resentimiento por la postergación que sufríande los cargos públicos . Para tener una clara idea de la profundidad de este resen-timiento, vale el ejemplo de que en el período m偩s crítico durante muestra unióna Colombia, que va desde la derogatoria de la Constitución de Río Negro en 1885hasta 1903, días antes de nuestra Independencia, el Istmo tuvo 14 Jefes de Gobier-nos, de los cuales 7, la mitad, eran generales colombianos, y de los 7 civiles 3 erancolombianos ; y de los cuatro civiles paname偩os gobernaron: uno cinco a偩os, otrodos días, otro dos meses y otro 13 días . Tambi偩n resintieron a los Istme偩os elcomportamiento de la soldadezca colombiana que llegó a los extremos de las tro-pelías del General V偩squez Cobos de apalear, a los periodistas e intelectuales queosaron criticar al ajusticiamiento de Lorenzo ; siendo el caso m偩s grave el mal com-

portamiento de V偩squez Cobos cuando depuso al Gobernador Facundo Mutisur偩n ordenó las torturas a León A . Soto, que ocasionan su muerte, es un epítome

de las tragedias del paname偩o independentista la cual de este período . Esa genera-ción finisecular de periodistas que enarbolaron el independentismo aún por estu-diar, estaba constituida, entre otros por León A. Soto, Simón Rivas, Ardila, EmilioBrice偩o y Rodolfo Aguilera . Este último, Rodolfo Aguilera, es el que da el m偩sclaro enfoque de la tesis independentista en momentos en que se preludiaba, pre-cisamente, la consolidación o la realización de la tesis del protectorado por razónde las negociaciones del Tratado Herr偩n-Hay cuando decía :

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"Aquí en el Istmo puede y debe resultar la independencia absolutaresto de la República : sin odios, porque no hay razón para hacerlo ; sin anti-patías, que hasta ahora no se conocen, pero debe resultar en beneficio delIstmo, el cual separado políticamente hablando, no por eso dejaría de apre-ciar a los colombianos todos" .

"Y no se crea que queremos la anexión a ninguna Potencia, no . esea-mos una República soberana donde los que gobiernan sean istme偩os o colom-bianos que tengan tiempo de vivir aquí hayan fundado su hogar. Costa Rica,por ejemplo, es nación peque偩a y no obstante vive feliz . ¿Por qu偩 el Istmono podría vivir del mismo modo?'';

Para la misma fecha de ese discurso en los diarios de la capital se cantabanlos cantos de sirenas sobre las bondades del Tratado Herran-Hay, que mutatismutanoi fue vertido luego, en el Tratado Hay-Buneau Varilla .

Con el ajusticiamiento de Victoriano Lorenzo se corrió la última cortina deltelón de fondo de la participación cómplice de liberales y conservadores colom-bianos residentes en el Istmo, en contra de los paname偩os . Esa muerte, la deLorenzo, sólo protestada por los liberales de Santa Ana y que recien en su ensayoluminoso Jorge Conte Porras hasta firmar que fue el producto de una cl偩usulasecreta del pacto de Winsconsin, fu偩 el último anillo de la cadena de injurias infe-ridas por los colombianos contra el paname偩o raigal . La franca protesta de losIndependentistas contra estos actos desencadenó la represión contra ellos ; y estesuceso, sumado a anteriores, eleva a un concepto, al primer concepto de democra-cia popular representado en el Barrio de Santa Ana cuando, que desde entonces,en una feliz frase de uno de estos periodistas, se le denomina "Corazón de la de-mocracia paname偩a".

La otra vertiente de la tesis independentista fud la cerrada oposición al Tra-tado Herr偩n-Hay . Veían muy claro sus sostenedores que su aprobación significaríala p偩rdida de toda posibilidad de independencia política del Istmo, habida cuentade que con su firma los Estados Unidos garantizaban a Colombia el dominio sobreel Istmo a perpetuidad .

Los Liberales radicales, por su lado, se entendían como parte de la unidadpolítica de Colombia . Por ello, ninguno de sus m偩s connotados Jefes en el Istmoabogó por la Independencia total . Al contrario, no la querían por el momento .Fu偩 la tesis de Pablo Arosemena, de Belisario Porras, Carlos A . Mendoza, que nunca

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se comprometieron en un pronunciamiento independentista en Panam偩 . Es quepara varios de ellos la meta era la presidencia de Colombia . Tan desprestigiadaestaba el Gobierno del departamento del Istmo que ocuparlo no era aspiraciónpara hombres liberales de esa talla . El pensamiento de algunos de ellos seguía lalínea trazada por Tom偩s Cipriano de Mosquera, el m偩s radical de los liberales co-lombianos, de : a) Un cerrado anticlericarismo (Recuerden que es Tom偩s Ciprianode Mosquera quien dicta la Ley de desamortización de los bienes de manos muertas,es decir, de la riqueza de la iglesia, la riqueza parroquial) ; b) La descentralizaciónde la administración, (Es Tom偩s Cipriano de Mosquera quien propicia la Conven-ción de Río Negro y quien con su prestigio personal hace que sea aprobada laConstitución) ; y c) La eliminación de todo tipo de discriminación racial, (Es Tom偩sCipriano de Mosquera quien propugna en Colombia por la eliminación real de laesclavitud que en este Panam偩 subsistió hasta 1903) .

Esta generación de paname偩os, fue, para mí, una de las de mayor densidadideológica en la historia del liberalismo istme偩o . No tiene en ninguna otra etapade la historia patria en cuanto a su pureza principista y vocación de sacrificio .efinitivamente vivieron a la guerra civil de 1899, denominada de los Mil ías,

en las peores de las circunstancia, en una acción cívico-militar que tendía el controldel gobierno del Istmo para ayudar a Rafael Uribe Uribe y a Santos Vargas enColombia, para reconquistar el poder para los liberales radicales que desde el 1885lo habían perdido con la Regeneración de Rafael Nú偩ez . En Panam偩 es BelisarioPorras el m偩s representativo de este liberalismo radical . Hasta la hora de su muerteel grande hombre tuvo que sufrir de las injurias de una prensa, conservadora aligual que las del grupo social de los libero-conservadores de "adentro" que no leperdonó jam偩s el haber convertido a una nación sin pueblo en un estado nacional .La sola denominación categorial de liberales y godos nos indican el contenidoideológico de la contienda que sin dudas influyó en las formas ideológicas de laRepública . La Independencia fu偩 un acto planeado y ejecutado, lo sabemos todos,con ayuda de intereses extranjeros en la construcción del Canal . La Repúblicanace comprometida en su integridad en casi todos los órdenes de su existencia .Esto hizo surgir una "leyenda negra" en torno al acto de independencia . Reci偩nsi estamos saliendo de esa situación traum偩tica, cuando ante lo irremediable prin-cipiamos a redise偩ar la República con visión de futuro . Vale aquí repetir conOrtega y Gasset que "el pasado es naturaleza, porque es lo dado, es ¡mutable, entanto que el futuro es historia, porque es transformable, porque ha sido materiade densos an偩lisis, y lo ser偩 por mucho tiempo, es la actitud de los diversos sectoresde la nación paname偩a frente a la nueva situación, o mejor, el comportamientodel hombre paname偩o republicano . Queda para los sicológos y sociólogos la tarea

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del estudio de los fenómenos sociales surgentes de estas circunstancias en susinterioridades y trascendencias . Para los que humildemente tratamos de analizarla filosofía de la historia paname偩a importa el tratamiento de hechos fundamentalescomo los siguientes :

lo. La consolidación de la 偩lite social como clase política y económica, en razónde sus proclividades servilísticas a los extranjeros ;

2c . La formación de una capa de intelectuales en los primeros tiempo de la Re-pública muy dependiente de e sa 偩1e que se encargó, con clara conciencia ú,:la labor que desarrollaban, de escribir la historia patria y dise偩ar la educaciónpatria en función de esos intereses ; y

3o . El rebajamiento de que fu偩 objeto la noción fundamental del Estado Nacionalpaname偩o, que se inicia en firme con la fundación del Instituto Nacional, encuya estructuración pro y económica, en razón de sus poclividades servilísti-cas a los extranjeros .

2o . La formación de una capa de intelectuales en los primeros tiempo de la Repú-blica muy dependiente de esa 偩lite que se encargó, con clara conciencia dela labor que desarrollaban, de escribir la historia patria y dise偩ar la educaciónpatria en función de esos intereses ; y

3o . El rebajamiento de que fu偩 objeto la nación fundamental del Estado Nacionalpaname偩o, al extremo de desarrollarse una pr偩ctica de gobierno anti-nacionalcon la aceptación y peuderación del protectorado consagrado en el artículo136 de la Constitución Nacional .

entro del cuadro de desolación cultural de las primeras d偩cadas de Repúbli-ca hubo, no obstante, personalidades intelectuales que definieron posiciones fun-damentales para el itinerario cultural paname偩o, que se inicia en firme con la fun-dación del Instituto Nacional, en cuya estructuración program偩tica tuvieron tantoque ver Eusebio A. Morales y Justo Facio, su primer Rector . Morales tuvo que su-frir las consecuencia de su apego al pensamiento liberal-ortodoxo . La diatriba con-tra su persona se plasmó en una tesis antimoralista que le impidió llegar a la Presi-dencia de la República aleg偩ndose que no era paname偩o de nacimiento . Fue elprecio que tuvo que pagar por ser consecuente con sus principios .

Por su parte a Justo Facio se le hizo tan difícil la vida aquí que tuvo queemigrar al extranjero radic偩ndose en San Jos偩 de Costa Rica para sus paisanos erademasiado radical .

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A estos dos hombres mucho es lo que le debe la cultura nacional . Elloslograron entre otras cosas importantes, imponer en Panam偩, desde la segundamitad de la d偩cada del diez el criterio de la escuela laica y obligatoria, tras unaferoz campa偩a de prensa, en pol偩mica, con reaccionarios las cuales no respetabanlos valores de la intimidad familiar .

Morales se enfrento con tanta profundidad que el ensayista e la Rosa llegóa calificarlo "de conciencia crítica de la República" .

Se reconoce, tambi偩n a Morales el formulados de la tesis tradicional pana-me偩a sobre la naturaleza jurídica de la Convención Istmica, en cuya exposicióny defensa se han realizado extraordinarios esfuerzo hermen偩uticos a partir de1926, con el rechazo del Tratado Kellog-Alfaro, por presión popular, y que pare-ciera estar triunfando con los recientemente aprobados tratados Torrijos-Carter .

La terminación de los trabajos de construcción del canal, casi co偩taneamen-te con la finalización de la primera guerra mundial, provocaron una vertiginosacaída de la economía nacional .

En las ciudades de Panam偩 y Colón se había concentrado una poblaciónmuy superior a la capacidad habitacional de ellas, que al quedar sin empleo enlas obras de construcción ejerció una tremenda presión social ; particularmente enel sector de la vivienda .

Incapaz el Gobierno Nacional de dar solución a esa situación se agudizo lacrisis, y en el a偩o 1925 (el 10 de octubre), estalla el primer conflicto social enPanam偩, con saldo de muertos y heridos .

El suceso del 25 fu偩 la indicación de la floración de aparte una concienciaen otros grupos sociales, en este caso el de los inquilinos de las ciudades de Pa-nam偩 y Colón, que se nutrían ideológicamente de la capacitación que le dabaun grupo de jóvenes Santaneros, pr偩cticamente autodidactos, que introdujeronal escenario histórico nacional y a la literatura nacional nuevos t偩rminos y con-ceptos políticos .

Tales acontecimientos marcaron el final del período aparte republicanodenominado 2 de los tiempos de la patria boba" el cúal marca el juicio del res-quebrajamiento del patriciano liberal que tiene como signo desesperante la últimapetición de intervención del grande hombre Porras en la campa偩a electoral entre

la candidatura de su preferencia y la de Florencio Arosemena, en 1925, la cu偩lel departamento de estado niega .

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Es tambi偩n, el momento cu偩ndo surge el grupo Acción Comunal, que esgrimeconsignas nacionalistas por vez primera en nuestro país, siendo las m偩s significa-tivas el lema de "Sea buen paname偩o ; hable en castellano y cuente en balboa" .

Se hacen circular manifiestos en hojas sueltas planteando la necesidad de laorganización del pueblo, (llamados los de la gleba) contra los de adentro, llamadosdel Club Unión. Se condena la odiosa discriminación racial tanto en la zona delcanal como en Panam偩 ; y se presiona para que se de alguna protección al obrero .Y para el que quiera profundizar sobre la tragedia del paname偩o en los tiempos aque m偩s estamos refiriendo se entienda el por qu偩 de la violencia, en ciertos sec-tores populares ; b偩ste abrir las p偩ginas del código Administrativo vigente, total-mente, hasta 1938, según el cu偩l se permitía a los due偩os de las haciendas perse-guir a sus peones para reintegrarlos a las mismas, oblig偩ndolos pagar los días quetuvieron ausentes y al igual que el costo de la captura .

Le atribuyo al segundo lustro de la d偩cada del veinte una importancia ex-traordinaria en la formación del pensamiento teórico de profundidad en Panam偩 .Es dentro de este período cuando afloran las tendencias ideológicas que basamen-tar偩n a cuestiones fundamentales de nuestro ser nacional, tales como : a) Las cues-tiones sobre el Acto de Independencia del 3 y los factores concominentes, princi-palmente la intervención de extranjeros y la firma del Tratado Hay-Buneau-Varilla,que desde entonces principia a analizarse, hecho que no es hasta 1928 cuando seda la primera traducción oficial del articulado del Tratado del 3 ; b) Es el tiempo,pudi偩ramos decir, cuando el paname偩o realiza el apotegma de Gracia el de vivirporque comienza saber. c) Tambi偩n le discute sobre la naturaleza jurídica de lacontratación sobre el canal y la forma en que debía ser operada la ruta . Es cuandopor primera vez se expone la tesis de la nulidad de la convención . Y es tambi偩npor primera vez cuando se habla de la internacionalización de la vía . Antes nose hablaba de ello, porque el mal llamado Convenio Taft operaba como una vendaen la conciencia nacional de los paname偩os . Tambi偩n se vino hablar, por vezprimera, sobre el papel del Estado frente a la cuestión social. Y tambi偩n se hablaalto sobre las aspiraciones nacionales en el proceso revisionista del tratado del 3,el cual se inicia, precisamente, en el 24 y se aborda el gran tema de la orientaciónprogram偩tica de la escuela paname偩a, en el cual maestros de la estatura de unJos偩 aniel Crespo, de uncan, de un Moscote, echan sobre sus hombros la tareade divulgar los conceptos de Escuela Nueva, de Nuevos Programas sufriendo lasconsecuencias persecutorias de gobiernos no precisamente progresistas .

En la indagación y preocupación sobre esos temas se formaron varios grupos,con sus respectivas metodologías, para los enfoques de la problem偩tica nacional,

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entre los que se destacan, por el 偩xito obtenido en sus propósitos, los propulsoresde la educación pública, cuyos esfuerzos se ven coronados en la fundación de laUniversidad de Panam偩 en 1935, Creo que Panam偩 es el último país de Am偩ricaen donde se fundó la Universidad .

esde luego que no admite ninguna discusión la afirmación de que estehecho constituye el aspecto m偩s destacado de la actividad teórica del paname偩o ;pues nuestra Universidad vino ampliar la cosmovisión del hombre nacional en un偩mbito cultural que le dió valimiento intelectual para elevar su pensamiento aalturas hasta entonces insospechadas . Las mejores p偩ginas del pensamiento pana-me偩o la han escrito, precisamente, los filósofos de la educación que han logradoimponer una teoría educativa del estado nacional paname偩o como un Estadoocente, plasmado en disposiciones constitucionales y legales tan sólidas, que ni

aún los gobiernos m偩s retrógados que hemos sufrido han osado violar, como aque-llas que exigen preferencia presupuestarias para los gastos de educación nacional .

La intentona de revolución del Movimiento Acción Comunal (1921-1931)estuvo nutrida de una teorización política que proponía nuevos valores en opo-sición al caudillismo heredado de los tiempos colombianos . Tan profunda e inten-sa fue esa labor intelectual, que no obstante y el fracaso de sus gestores, para obte-ner el poder, logró una variación en el planteo de la cuestión política, destac偩ndosela suplantación de los esquemas ideológicos del liberalismo colombiano por unanueva fraseología m偩s densa en conceptos sobre nacionalidad ; m偩s densa en con-ceptos sobre problemas sociales ; m偩s densa sobre problemas económicos, segúnlos nuevos tiempos que principiaba a vivir la humanidad despu偩s de la primeraguerra mundial . Se pierde el miedo y aquí est偩 la primera gran reducción concep-tual en la teor偩tica del paname偩o ; a t偩rminos y palabras como socalismo, marxismo,comunismo, burguesía, proletariado, sindicalismo, imperialismo, etc ., y se proponeseriamente la formación de partidos ideológicos en contra de los líbero-conserva-dores personalista .

Pero cuando esta floración ideológica iba en crescendo, se produce la grandesviación de Acción Comunal con su golpe de 1931, que no cuaja en formasrevolucionarias, sino que apenas si sirve para llevar al poder a un nuevo grupo depolíticos que reemplazan las pr偩cticas caudillistas con la organización plutocr偩ticade las organizaciones político-electoral, que tanto da偩o ha hecho al pensamientopolítico en Panam偩 . Este nuevo grupo impone un nuevo estilo consistente en laalternativa en el poder de las jefaturas de facciones, introduciendo visiones ísticas

¡ísticas al conglomerado nacional, como aquellas de la democracia representativa,

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la oportunidad para todos, la representación proporcional de los partidos y elrespeto sacrosanto a la Constitución y a las Leyes . Afloran en este período clarastendencias al perpetuismo din偩stico en el poder, convirtiendo al Gobierno delEstado en una mera agencia de intereses particulares . Estos vinieron a ser los signosde los tiempos en la 偩poca que va de 1931 a 1941 . Pero cuando por la GuerraCivil espa偩ola y el estallido de la Segunda Guerra Mundial propiciaron un ambientede m偩s liberalidad ideológica en el mundo aquí en Panam偩 hubo tolerarse m偩s lasideas era tal el avance del nazi-fascismo que todas las voluntades democr偩ticasdebierón unirse, so-pena de correr el riesgo de desaparecer . e este período, pre-cisamente de fermentación de nuevas ideas, es la carta política de 1946 que con-tenía verdaderos programas de acción gubernamental, que por falta de correlatoentre la teoría y la pr偩ctica hubo que modificarla recientemente, reemplazandolacon la moderna de 1972 .

Otra vertiente de la labor teórica del paname偩o es la preocupación filosóficapor comprender al ser paname偩o en su mismeidad y trascendencia . La labor epis-temológica es iniciada en esta dirección por acad偩micos omínguez Caballero eIsaías García la misma constituye para mí el punto de mayor elevación intelectualen la historia del pensamiento filosófico en Panam偩 . esde su inicial proposiciónde lo paname偩o como problema, hasta hoy día, ha habido una acelerada progre-sión conceptual en el replanteo de la tem偩tica de lo paname偩o como fenómeno,que no obstante y los diversos enfoques metodológicos, tienden todas al esclareci-miento de cuestiones tan fundamentales en la existencia nacional como las quepaso a rese偩ar:

lo . La adopción de una metodología en los estudios de nuestra historia, de ma-nera que la misma no siga siendo ense偩ada en base al recuento cronológico,ni a la actuación aislada de las personalidades, sino conforme a la interrela-ción de los factores, hechos y circunstancias que se produjeron en una rela-ción causal espacio-temporal .

Ensayos como los de Hern偩n Porras, Ricaurte Soler, Alfredo Castillero Calvo,Mois偩s Chong, mi distinguido prof. Roberto de la Guardia, Jorge Conte Porras,entre otros, nos revelan un nuevo sentido de la historicidad paname偩a .

2o. La necesidad de reconstruir el tiempo histórico paname偩o en una valoraciónde esencias nacionales y populares en evitación de la tendencias al olvido, delo que ayer nada m偩s ocurrió . Es dicho en otros t偩rminos, la conciencia dela necesidad de dotar de memoria al paname偩o . e aquí que ahora sean fre-

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cuentes los Congresos, los Symposium, Mesas Redondas, celebracines desemanas dedicadas al Idioma, a la Ciencia, a la Historia, a la Geografía, a la

Filosofía . Por eso estamos hoy aquí, precisamente, inaugurando este Sym-posium de la ciencia del hombre paname偩o .

Existe una tendencia a restar importancia a la producción intelectual pana-me偩a. Hay una verdadera iconoclastía en algunos sectores de nuestra intelectuali-dad frente a la originalidad en el pensar de otros . Se prefiere la erudición a laautenticidad tem偩tica. Esto no sólo ocurre entre nosotros, es una tarea intelectualde Am偩rica, que apenas si ahora principia a hablar en lenguaje propio . Por eso seregatean m偩ritos a grandes maestros paname偩os y se rehuye el encuentro con suspensamientos para acoger servilmente el de extranjeros que no pueden proporcio-nar la savia nutricia para el intelecto que tiene que analizar las realidades autócto-nas. Mucho esfuerzo se ha perdido en esa evasión teor偩tica . Y es por ello queencuentro propicio el momento para llamar la atención hacia la conveniencia deexaltar nuestros valores intelectuales en el estudio y divulgación de sus obras, por-

que es en razón de los pensamientos de esos Grandes Maestros, en los cuales todosaquí estamos pensando, que el paname偩o de hoy tiene suficiente argumentospara pensarse como una realidad histórica . Esos maestros teóricos que no sabo-rearon nunca el dulzor de la pr偩ctica del poder, ni político, ni económico, no searredearon ante el desconsolador espect偩culo de una nación sin pueblo, ni ante laamenaza latente de la presencia en el país de un contexto humano supercivilizadoen competencia desleal con el nacional, en una República que se inició en mediode todo tipo de contratiempos, y que, ahora, al pensarlo tenemos que angustiosapreguntamos: "y cómo es que hemos podido subsistir"? .

La pregunta fundamental en este aspecto es la siguiente : ¿"Qu偩 influenciahan ejercido o ejercen los teóricos en la cotidianeidad paname偩a? ifícil es decontestar en verdad, m偩s en un acto de esta naturaleza, por lo cerrado ; pero empe-zamos diciendo en intento de respuesta . . ,que ha sido muy poca . Y ha sido muypoca, no por el esfuerzo de los intelectuales paname偩os, sino porque el hombretipo-paname偩o no ha aprendido a pensar, o mejor, no se le ha ense偩ado a razonar .Como se quiera decir, pero es cierto . Hay tal vacío en el pensar profundo entrenosotros, que en una u otra respuesta es valedera . Por eso es bajo el porcentajede los pensadores aut偩nticos paname偩os, y por eso es alto el porcentaje de los eru-ditos; porque el ser erudito evita el compromiso puntos de vistas originales discu-tibles .

2. La Conciencia rectificadora .- En las labores grandiosas de construir unapatria nueva, los errores, equivocaciones y rectificaciones, son las constantes .

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Esas variantes le dan, no por incapacidad de los hombres que dirigen, sinoen razón de una condición humana cual es que en tanto la sociedad sea un grupodin偩mico, resulta imposible dise偩ar el curso de los acontecimientos .

Hay una copiosa teorización sobre el ritmo social . Para unos, como VICO,la din偩mica social es un "corsi e recorsi"; teorización que es retomada por ¡os dosextraordinarios filósofos contempor偩neos, NIETZCHE y BRENTANO, bajo laidea del eterno retorno y el movimiento pendular . HEGEL, una de las m偩s pode-rosas mente del siglo XIX, hincando las garras de su intelecto en la Filosofía hel偩-nica, encuentra en la dial偩ctica la razón del devenir con la tesis, antitesis y síntesis,que en una eterna negación de los dado en la síntesis, determinando por la idea .

Marx, otro formidable pensador alem偩n del siglo XIX, invierte la dial偩cticahegeliana y expone el m偩todo del materialismo dial偩ctico, según el cual el devenirhistórico esta determinado por el factor económico por cuya posesión los hombresentran en luchas de clases independientemente de las explicaciones teóricas deldevenir, es lo cierto que el mundo deviene entre convulsiones sociales .

Cabe se偩alar que en este siglo se han dado las grandes revoluciones mexicanasy rusas ; y las sacudidas al Estado Nacional que representan los movimientos delnacional socialismo alem偩n, el fascismo italiano, la falange espa偩ola y el nacimientode los nuevos estados nacionales africanos, surgentes de condiciones tribales .

Vale, por lo dicho recordar, que no veneramos a la Francia inmortal por lasaberraciones de la Convención del 89, que impregnada del jacobinismo revolucio-nario, se tragó a sus propios creadores, como Robespierre y antón, y que en unacto de negación del espíritu de la ilustración que inspirara la Gesta, votó por lamuerte de uno, "porque había escrito un libro" . No es esa la Francia que admira-mos. No es esa la Revolución francesa que inspiró a Nari偩o y a otros precursoresde la Independencia Americana No . . . admiramos, sí, la Revolución Francesa entanto que fue la matriz de la idealística trilógica, aún no hecha realidad del todo,

de la IGUAL A , de la FRATERNI A y de la LIBERTA .

Siempre pensando en la Francia inmortal, como numen de la libertad indi-vidual, debe decirse que reconstruyó su sociedad arrasando con el ancien regimen .Qui偩n pudiera predecir, que un movimiento tan trascendental como ese, inspiradoen las ense偩anzas de los enciclopedistas, padres de la ilustración o del iluminismo,cortara la cabeza a Lavossier, el padre de la química francesa . Qui偩n pudiera pre-decir que el Gran Corso, que vió la revolución desde la perspectiva de un simpleCapit偩n del Ej偩rcito realista, llegase a ser el m偩s directo beneficiario de las gloriasdel 89 .

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Su proconsulado terminó en la Isla de Elba . Pero su gloria es imperecederaporque dejó ordenada la vida jurídica francesa, con su gran codificación, justa-mente llamada Código Napoleónico . Código este, que no fue redatado ni por laGironda ni por Monta偩a . Ellos manejaron la guillotina . Ese gran código es la basede toda la Codificación del erecho de tendencia romanista, es el producto dementes conservadoras como la de Portalis . Y qui偩n hubiera podido predecir tam-bi偩n, que el mejor producto de esa revolución fu偩 un producto conservador . Esque la revolución, no puede prever ninguna circunstancia ; porque es un turbiónde pasiones, de deseos de aspiraciones, que tiene m偩s fuerza que las fuerzas indi-viduales de los hombres que la hace . La gran revolución norteamericana de 1776,por haber sido una gesta de hombres libre, pudo evitar el error de elaborar unaConstitución justificativa de su Independencia de Inglaterra . En Filadelfia se hizouna declaración de independencia, no una Constitución Política . Pero como enesa declaración est偩n compendiadas las aspiraciones de todas las colonias, ellavive en el corazón de todos los norteamericanos. Y en un país tan enorme y tangigante como ese, de cuyas gentes hubo de decir Jos偩 Enrique Rodó, "Los admiroaún cuando no los ame", es de reconocer su respeto al orden .

En nuestra Am偩rica india ; nuestra Am偩rica norena ; nuestra Am偩rica angus-tiada, Bolívar, el Gran Libertador de pueblos, murió sólo, abatido, amargado,expresando : "Colombia si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y seconsolide la Unión, yo bajar偩 tranquilo al sepulcro" . Y el epilogo esa enormevivencia indo-americana, quedó resumido en el dístico todo amargura de : "Hearado en el mar" . Qui偩n hubiera podido prever que los mismos a quien Bolívarlibertara una noche, muy negra noche, de Septiembre de 1831, quisieran asesinarlo .Pero Bolívar se equivocó, porque no previó, no podía prever, que "en tiempos dela paz, la palabra es la espada" ; y que de un combate sólo se daba el resultado alfinal nunca el principio . Todos los americanos admiramos a la patria de BenitoJu偩rez. Admiramos a Benito Ju偩rez, porque es el indio que en función de esta-dista puede decirle al mundo que el respeto al derecho ajeno es la Paz . Admira-mos a esos hermanos grandes que han sabido ser nación orgullosa y progresistad偩ndole valor a la rica espiritualidad de los hijos de Quetzatqoal, en la pinturaviril de un iego de Rivera . Pero no hay que olvidar que Francisco Villa era lom偩s impredecible en la Revolución Mexicana; y que Villa y Emiliano Zapata, contodo y que convirtieron en cementerios las inmensas llanuras mexicanas, sonparte de las glorias de ese gran país . Qu偩 diferencia entre nosotros ; un VictorianoLorenzo no viene a ser reivindicado como Gloria Nacional, sino hasta ahora .

El hombre paname偩o es un producto histórico cuyos perfiles han sido cin-celados con el sufrimiento de una patria angustiada . Situado en una geografía en-

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vidiable y codiciable, ha venido labr偩ndose una personalidad nacional dentrode un contexto de factores negativos que ha tendido a su desasimiento. Comoningún otro hombre de Am偩rica ha tenido que explicarse la razón de su existen-cia, como perteneciente a una nación independiente . Y con todo y su capacidadexplicativa, una monta偩a de preconceptos tendenciosos dificultan la compresiónexacta de su ser-nacional .

Nos viene bien la expresión de que vivimos en permanente drama histórico,cuando en la poesía, la novela y la música predominan el sentimiento tr偩gico dela vida, expresado en los t偩rminos de : "Ya no eres mío idolatrado Ancón" . "Yes preciso que yo sepa quien soy",(9 6) o, "Paname偩o tu siempre dices sí", conlo cual no se m偩s que revelar un estado de 偩nimo en que la desesperanza agónicaatenaza a un espíritu rebelde que de tiempo en tiempo tiene un despertar de volc偩ny estremece las conciencias, y a sus efluvios desencadena explosiones de indigna-ción y de rabia cuyos efectos van desde la mera manifestación de dolor por la im-potencia, hasta la entrega en holocausto a la Patria .

Los pueblos se identifican por sus glorias y por sus pesares ; por su af偩n cons-tante de superarse en el esfuerzo común ; y por la determinación indeclinable deser m偩s grandes cada nuevo día . Y esto, la determinación de ser m偩s grandescada nuevo día, es un ideal cuya realización implica el esfuerzo sostenido parallegar a metas tales como la construcción material del país y la solidificación delespíritu nacional en una vocación de patriotismo, sin eufemismo, mediante unproceso de concientización en cada paname偩o, para que se entienda realizado enuna situación de compromiso permanente con la historia . Para lograr esto sonmenester los impulsos de los iniciados, los guías, los paradigmas, o los que enotros t偩rminos denominamos los grandes hombres, bien en su versión de m偩rtireso bien en su versión heroicista . Son los que actúan en la vida de los pueblos cum-pliendo una misión de trascendencia entendida en un permanente aletear contralos peligros de la desintegración moral o insufiandolos de dignidad para que no seentreguen a la crematística idolatría de los "becerros de oro", o para vitalizarlosen sus esencias con el heroísmo o el martirologio, en los cuales hacen síntesis lossentimientos colectivos de la nacionalidad .

Nuestra nación paname偩a, aún en proceso de integración, se ha estremecidoen sus fundamentos por el impacto de la fuerza puesta al servicio de la intolerancia .Lo de Coto, primero, y el 9 de Enero de 1964, despu偩s, son instantes eternos en la

(96) Versos de la poesía .

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paname偩idad . Ellos representan las ocasiones en que la dignidad nacional agrediday ofendida obligó a toda la nación, sin distinción de ninguna clase entre sus miem-bros, a erguirse en protesta y llorar de impotencia ante las agresiones injustificadas .Y en ambas ocasiones gobierno y pueblo, en una unidad de conceptos y emociones,expresaron una sola voz: "Panam偩 protesta ante el mundo de la agresión injusta deque ha sido víctima", haciendo constar en protesta en los manifiestos, las proclamasy los ríos de l偩grimas que han ba偩ado los lares de la Patria . Pero existen el primerofu偩 la protesta diplom偩tica y la manifestación salidad de lo m偩s íntimo de las esen-cias nacionales y hecha verbo a trav偩s del Ministro Garay de que : "Mientras palpitencorazones Paname偩os en el mundo, Panam偩 conservar偩 viva la herida profunda infe-rida a su dignidad y altivez y mirar偩 con ansiedad hacia el porvenir en espera de esajusticia redentora que hoy se le deniega".(97) Peor en el segundo, la protesta, am偩s de la monta偩a de palabras, las l偩grimas derramadas, la ruptura de relacionesdiplom偩ticas y la acusación ante la Organización de Estados Americanos y el Con-sejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tuvo un 偩pice heroicista en la inmolaciónde la vida joven de Ascanio Arosemena y veintiun paname偩o m偩s .

A los paname偩os de esta 偩poca nos tocó sufrir ese acto de nuestra historiaque a medida que pasa los gravitamas en la conciencia paname偩a . Su recordaciónobra como acicate en los esfuerzos de revaluar la cuestión del canal sobre la basede la eliminación de los puntos de insatisfacción paname偩a, tal como se definieraen la declaración que dió inicios al último ciclo visionista que concluyó con lafirma del Tratado Torrijos Carter en 1977 .

Se ha dicho y con razón, que cada generación tiene un compromiso con laNación. Las generaciones de paname偩os jóvenes que han recibido cívico bajo lainspiración de la Federación de Estudiantes de Panam偩 han hecho de la reivindi-cación de la cuestión canalera la razón eficiente de su actuación pública . En sudía, todos los que recibimos las aguas bautismales de su credo nos erigimos enantenas para recibir y trasmitir esa razón vital: la defensa de la soberanía nacio-nal en todo su territorio, sin tropismo acomodaticios . Y de aquí que siendo laBandera el símbolo de soberanía por excelencia, se comprenda que su rasgamien-to concite voluntades para rechazar la ofensa que tal acto entra偩a al orgullo na-cional de un país, que no por dicho es menos digno de un tratamiento digno .La generación joven de Ascanio Arosemena cumplía con su contribución a laPatria, al reclamar el cumplimiento de una medida de la autoridad zoneíta por

(97) Narciso Garay, Carta de Protesta del Gobierno paname偩o ante Washington por la inter-vención de Coto.

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disposición de la jerarquía del Ejecutivo norte偩o, que había entendido la justezade la petición paname偩a en el sentido de que ondease en todo el territorio la en-se偩a nacional, porque con todo y la apocalíptica interpretación y los efectos dela misma, de la cl偩usula 3a., de la Convención Istmica, un principio quedó a salvo :que Panam偩 nunca cedió ese territorio denominado Zona del Canal y el cual, elmismo Presidente Teodoro Roosevelt excluyó de la categoría de una colonianorteamericana . En el mismo orden de ideas el gran Presidente de los EstadosUnidos de Norteam偩rica, en espíritu justiciero reconoció que "LA SOBERANIATITULAR", aún cuando esto implique una tautología, corresponde a Panam偩 .Y lo mismo el Gobernador Goethals, respondía a la misma orientación con res-pecto a la titularidad soberana de Panam偩 sobre todo su territorio . Y el erechoInternacional siempre en auxilio de Panam偩, esgrimido en sus reglas de interpreta-ción con la claridad de juristas de la talla de Eusebio A . Morales, y . RicardoAlfaro, ha permitido la captación en todos, desde los m偩s entendidos a los m偩slegos en estas materias, que lo que reclama Panam偩 es justo, de aquí que puedadecirse que en las vibrantes palabras del extinto Presidente Remón de : "Ni millo-nes ni limosnas, queremos justicia", son la expresión herida en lo m偩s íntimode su alma nacional .

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