c. geertz, j. clifford - el surgimiento de la antropologia posmoderna

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Editorial Gedisa ofrece los siguientes titulos sob're ANTROPOLOGIA Y ETNOGRAFIA , , ~ . ~ . ' , ~ " ' B13H1; EL SURGIMIENTO D E I A ANTROPOLOGIA 'POSMODERNA po r c. G e e r t z , ~ J : Clifford1Fotros " Compilaci6n d e Carlos Reynoso }" '1> ESCUElA NACiONAlDE "::-~NTROPOlOGIA ,fE HISTORIA. UNIDAD CHIHUAHUA BIBi.. OrEtA "GUIUERMO BONFfL BArAltA . credisa " t: > ' . ditorial· :,:lm.treSV()Cf:S de lti frrUlginf.J:I:i6n colectiva·· >N<;OISL~:;~)~~~O~~~.J;l~ "

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Editorial Gedisa ofrece

los siguientes titulos sob're

ANTROPOLOGIA Y

ETNOGRAFIA

, , ~ . ~ .

"

'

B13H1;EL SURGIMIENTO

DE IA ANTROPOLOGIA

'POSMODERNA

po r

c. G e e r t z , ~ J : Clifford1Fotros

"Compilaci6n de Carlos Reynoso

..}"

'1>

ESCUElA NACiONAlDE

" : : - ~ N T R O P O l O G I A ,fE HISTORIA.

UNIDAD CHIHUAHUA

BIBi . . OrEtA

"GUIUERMO BONFfL BArAltA .

credisa "t:> ' .ditorial·

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frrUlginf.J:I:i6n colectiva··

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Se agradece a las editoriales Y revistas que han autorizado la pu

. blicaci6n de los t rabajos aquf compilados,'cuyos creditos figuran

a1 pie de pagina de cada capitulo. . •..~ ' J ; : , . . .;,:,";>,:,':;' . .

"--:,'

Traducci6n: Carlos Reynoso

; , ~ S I J N . : ~ 7 4 3 i 4 7 - 5 . . . . '

. D e n 6 § ~ t o l ~ g a 1 : : B - 9 ~ 7 9 g J 1 9 ~ g "

' . '...... < i ! i , ? ~ q . ~ t ~ ~

.. ~ ; l ! r i j : t r ~ ! : i ~ e , n ; , p n t P ~ & ! ' -! ~ ' t l ~ . 1 \ I 1 o g o d a : ~ 9 ~ 3 1 . { ) S 2 I P !

~ , : ~ : ; ; J , . . '': Itnpreso ;:,D Espana .' . Printl}d i.n Spain

"

13 g if)

INDICE

COLABORAnORES ....................................................................................... 9

PRESENTACI6N, por Carlos Reynoso .................. ..................................... 11

I

ANTROPOLOGIA SIMB6UCA

....• J . l ~ . ~ n ~ c o ~ . l . a ~ f i g u r a c i o n del ~ e n t o social, por_

..\: ~ } · . . . . ~ C f i l f i i r ~ ~ , I ~ ~ ~ E . ~ · : ~ ... · ~ · · ~ · ~ : : : : : : : : ~ · · ~ ..=:·....······....·...··.......................... 63

,2!.J,a.rebelipnri;niinncade la antropologfa contra el iluminismo, 0 el

'.' ~ ~ ~ ~ ~ l ! : ' ~ s que razon y evidencia,JIOr Richard A. Sh:weder... 78

c: .' IIAm'ROPOLOOIA FENOMENOWGICA

117

II IANTROPOLOGIA POSMODERNA

. 4.Sobre la u t c > ~ ~ , ~ g r 8 f i c a , por James Clifford ................................ 141 ." ~ . , - ~ . . .. . , , '"'- .' '".. .

; ~ ; l : ; ? , " t : , ~ · ~ ~ ! ' J t t ~ ~ texlos, por George E. MarCus y Dick E.- - - - - · . : ~ C r u l l 1 1 ' d i J ; : : . : ; . ' ~ : . ~ : ~ ~ · ~ . ~ l . ; ' . ' i _•.••..•.••••.•...•.....••.....•............•.......••......•........ ........... ·171, ~ . ' . ' ? · ; ~ : 4 i ; l ~ ~ : : ? ~ 2 n ; ,

'. ~ . J ~ 4 e ~ ~ ~ ~ L a s ficciones persuasivas de la antropolOgla.por

': M Q , ; j ) n · ~ h e r n . : " g t ~ ~ ~ · · · ..··......··..·..·..·............·.......·.·............................ . 21 4

, · C O ~ ~ o s , p o ~ ' J l I ' R. Crick, R. Fardon, E. Hatck, 1. C.Jarvie, R.. i n x t e n ~ P . R a b ~ ; E . Tonkin, S. A. Tyler y C. Marcus ..................... 253

R e s p ~ t J ~ j t ; J u y n Strat1iem ........................................................ .. 270

. 7 : ~ ~ ~ ~ ~ e n t e s ala antropologla dialogica, porDennis

. T e d l o c k . : ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275

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'.del trahajo de <;ainpo, tal como:

.

es sOlo un aspecto.deuDamplio rangode"reflexiones personaleS, las cuaieS'se,)W;

E S . ~ t ; ' S ? : ~ ~ " ! E ? J r " i : = ~ ! & 1.. ejemplo, Bachnik, 1978; Favert-Saada, 1980; Lewis, 1980; Rosaldo, 1980f';,:;%

Shore; 1982), pasandopor referencias ooasionales a Is naturaleza de la n t e i " . ~ / ~ ' [ : ·pretaci6n (por ejemplo, AlverSon, 1979; Gregor, 1977; Levy, 1973; R o s a l d 6 ~ : : : ; n1980; Schieffelin, 1976; Thornton, 198Oc; Weiner, 197 6), hasta r e o c u p a c i d ~ ' :;>nes e p i s t e ~ o l 6 g i c a s Irms difnsaS, m a y ~ i ' m e n t e en las nuevas fOnDas en que ••

presentan el material y las interpretaciones (por ejemplo, Crapanzano, 198Q;:\!'

Riesman, 1974; Siegel, 1979). Tal diversidad existe porque en u n a c i r c u n S ~ \ "lancia hist6rica en la que las fOrrruls"convencionales no se adecuan al plantea

172,,.:

.1 t - ",;.•..

!.: ; •,.,yesblninspiradasen el revival de estilos etnograficos antiguos), enc6litraste'con

".' J ~ . U ! t i m o S 60 MOS de realismo etnografico angloamericano. · .' ; ~ i · 1 · 7 , · c : , , ~ E n s e g u n d o lugar, definimos una etnograffa simp lemente cotnoiJD: infor

me que resulta del hecho de haber realizado trahajo de c a l i r p o ~ drul8ctividad

relativamente indisciplin ada cuyo folclore ha conferido ideiItidacf a una disci

plina academica. Hacer trahajo de campo es algo muy disiiIito a rej>resentarlo

en una etnograffa; pero asf como ci erta s convenciones de:doC'tirnentacioii sefia

Ian un trabajo como historia, del mismo modo la evidencia del tiahajo de cam

po -aunque solo sea escrita en un texto-- seiiala un trabajo como etnograffa.Dehemos ocupamos, en consecuencia, de la representaci6n del trabajo de

. campo en tCxtos, pero es valido excl uir aquf 10 que reaJ.r,nente sucede en el campo.

Mas aun, por mor de la simplicidad, no consideramos la relacion sumamente

173,-'"

. ..

La caracteristica principal compartida por las etnograffas experimentales miento de los problemas etnograficos, la creatividad es no solo requerida, sinoes que integran, en sus interpretaciones, una preocupacion epistemol6gica ex- . ,

plfcita por la forma en que se han construido tales interpretaciones y en que se .

las representa textualmente como discurso objetivo sobre los sujetos entre los

cuales se ha conducido la investigaci6n. En derto sentido, la escritura etno

grafica contemporanea intenta sintetizar el debate cliisico sobre la hennen6uti

ca (palmer, 1969) entre la reflexi6n filos6fica sobre la naturaIeza de la'

interpretaci6n (que enfatiza la apertura de la actividad interpretativa) y el in

tento metodolOgico de crear una ciencia de 1a interpretaci6n (que enfatiza la posi

bilidad de interpretaciones sistematicas y autocontenidas). Si las etnograffaspodriin, como parte de una convencion pennanente, balancear tanto la refle:..

xiOn sobre la comprensi6n y una comprensi6n en sf misma en un solo texto, es

un problema queestos experimentos dejan sin resolver. Sin embargo, el prop6- -1

silo de.explorar cuestiones epistemologicascomo un a parte vital e integral del

~ i s i s culturaldistinguefil:-estosteXtos y hace a sus autores, tanto como a sus

lectores, Cadavez masconscieittesde -slli;"estructurasnarrati vas ydesu ret6rica.

Es necesariosubrayar, q u i ~ quetOdo el asunto en tomo dela autorre

flexiVidad en las etnograffas recieritesr ib es meramente una repeticion m e t ~ dol6gicamEmte or ienta da de los relatos las experiencias y la s condiciones ~ l a ~ n C u e n t r a en la literaturaetnognUica

fesional delosUltimos <Frince aii os?Mientr as que tales trahajos han a y u ~ ociertamente a estimwar la clase de cuestiolunniento a los supuestos tacitos dela practica de invesiigacion qUe ha conducido hoy a una· perspectiva critic a !, .

. mas aguda sobre la escntura etnograficaen sf misma, su objetivo principal h8sido el de desmitificarel proceso del trabajo de campo antropol6gico, cuyo

10 de secrete pUblico ha sido cada vezmas embarazoso para una disciplina qUe.·· Ise precia de "cientffica". Talesreseiias, en razon de estar concebidas y de'ser .'

. publicadas, en general, como fines erisl Inismos --como arUculoso libros iIi- ,.I 

dependientes-:- sOlo 4 : l S ~ ! e l l U e ~ e n t e relacionadas con los objetivos e t n o g r a ~ . 'Ticos de u S a u t o r e s ~ L O s e s c ' i i t o r e s d e etnograffas experimentales, en cambia, s' \

menudo representan las experiemCiasdel trahajo de campo como una t6cnici't.

vi.tal pm:a e s t r u c t u r a r s ~ ' D a r r a t i v a S de, descripcion y anaIisis. "',. ". ' En estos e X p e ~ e ~ t o s , e l ; n : : } X ) r ; e : d ~ l a experiencia del trahajo de Canlp6, i,,)) "

I'

particulannente alentada. Mientras las etnograffas estandar se siguen produ

ciendo continuamente, se ofrecen considerables recompensas (tanto en grado

de interes editorial como en respuesta critica positiva) a los etnografos que

ofrezcan sustrabajos expresados en formas mas personales y novedosamente

estructuradas. En esta si tuacion emergente, los etn6grafos'leen avidamente los nuevos trahajos en busca de modelos, 'interesandose tanto -s i es qu e no

mas- por los estilos de construccion de textos como por los aruilisis cultura

les, los cuales son, de todas maneras, aspectos diffciles de separar. De este modo, la tendencia actual se caracteriza por textos muy personalmente escri

. tos, pero que son sin embargo emulativos en su busqueda de nuevas conven

ciones: algo que se asemeja al patron cliisico del desarrollo de los generos ... iterarios.

:"':':' ~ q u e el tema de la escritura etnografica podria (e ideal mente, deheria)

. ratarse en amplia escala, las discusiones siguientes han puesto entre p a r ~ n t e -.si s cic,'lrtos asuntos, establecienao exdusiones ydistliiCiones--aflJi de definir un

objeto manejable. En primer lugar, una perspectiva mas amplia sobre laescri

lura etnognUica que la que aquf se intenta deheria asomarse no s610 a toda la

historia de la etnograffa dentro de la tradicion angloamericana, iIicluyendo for

mas premalinowskianas surgidas de proyectos de investigaci6n snmamente di

versificados; y deheria aharcar el trahajo etnografico fuera de la tradicion

angloamericana y fuera inclus o de la disciplina antropol6gica: por ejemplo losrelatos de viaje; el trahajo de los misioneros, los reportes de los adminisqado

res colonjales, superpuestos a los desariollos temprartos de la etnograffa a n ~ r o -polcSgica; las tradiciones etnograficas francesa, alemana e italiana; y el interes

hacia la interpretaci6ncultural y 10 exotico en la tradicion literaria del Conti

nente(vease en :especial Clifford,-1981). Un amplio-trammiento-tambieIrTela_

cionarfa la escritura. etnografica con la realizacion fflmica (Asch, 1973;

Heider, 1976; MacDougall, 1978) y con su uso -sumamente infrecuente

en obras mas focalizadas y teoreticas que no se presentan directamente comoel simple producto de la investigacion de campo (por ejemplo, Fischer,1980;

Taussig, 1980; Taylor, 1979). En estetrahajo, sin embargo, nos limitamosa un

. ~ x a m c : m de las tendencias actuales de experimentacion (algunas de,Lls'cUB.Ies

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interesante entre la producci6n de un texto etnografico puhlicado y versiones

escritas preliminares en forma de notas de campo., disertaciones 0 arUculos. , En la etapa pionera del realismo etnogl'l:ffico, se considemba qu e el tra

bajo etnografico abarcaba varios voliimenes proyectados (como era el caso de

Malinowski, Firth y Evans-Pritchard), una concepcion del formato que se reo

montaba al contexto de la etnografla anterior a la era del trabajo de campo. Encontraste, la moda contemporanea, dominada por una investigaci6n mas focali;., ,

zada en problemas definidos, impone un solo volumen ligado a un periodo de

trabajo de campo, que combina varias tareas complejas, descriptivas e i n t e r ~pretativas. EI proyecto etnografico multitexto podria, de hecho, volver a i m p d ~nerse nuevamente (por ejemplo, Dumont, 1976 y 1978; Rahinow, 1975j "1977), pero aquf limitaremos la perspectiva a la reseiia en un solo volumerlf \'Y

simemca con uno 0 dos periodos de trabajo de campo. , , ' ~ ':<'"E n tercer lugar, nuestro pUrilo de vista al presentar estos asuntos es el <Jel :}

antrop61ogo practicante, que escri be y lee etnograffa con un interes empirico anal',':'"dido poi la producci6n de cooocimienlo cultural sobre otras formas de vida. U i , ) , ; ~ 'j>eiSpectiva del histonador intelectual de la antropologla, 0 del trorico soCuJta, ,'t;1\)cultural interesado en la escritura etnognifica podrla coincidir o n s i d e r a h l e n R : } n t ~ : ' , : : 'con la del practicante, pero el manejo preciso del a.<;unto seria sin duda i f ~ : ' :Su:Nuestra preocupaci6n suhyacente es la utilidad de una perspectiva critic a sobni -, ', "

escritura etnografica, en este momenta preciso del desanollo de la disciplina,J

la comunidad de antrop6logos que se yen a sl mismos como etn6graIos. ,, 'En cuartoy Ultimo lugar, entre los experimentos en cursO es import\3

-aunque no necesariamente sencillo-- distingllir eDtre dos suhtendenci

La mayor parte de las etnograff8s experimentales pretenden cambiar venciones del genero, en linea con un giro en las orientaci ones teoretic

los problemas del significado,'aunque sin cambiar los objetivos fundamentales de descripci6ri e interpretaci6n. En la actllalidad,

perimentoS e t n o g r a f i c o g . ( m e n o ~ ,en niimero, pero mas' extremos)

las cODvenciones del genero,' t e n i e I l d o una indefinici6n basica'

10 quedeberfanser los prop6sitosy lOs intereses de una escritura

"tOdavia basada en el trahajodecampo.Como ha diCM Frederic

meson, 1981, pag. 106), ~ ! ~ ~ ~ € ~ r o s , s o n esencialmente instituciones,

rias0

contratos socialeS entreun

escritor yun

pUblico especffico, cuyaes estahlecer el ~ o conecto' de,un artefacto cultural". Aquellas

perseguir objetivos teoreticamenfe modificados pero tradicionales en

de la disciplina, operan aoo conforme al conceplo genero, no

rico se haya vuelto este.Ensu aparente desprecio bacia cllalquier

funci6n "policiBca" inherente a la noci6n de genero, las etnograffas

en segundo termino parecen quer er dejar que los proyectos de s c r i t n ~ren sus propios objetivos,e nlugar de aienerse a los de la disciplina. ,

1 U;'" analogia dentto de la litemtura de Recion reciente COli la distinclon de

que he hecho aquila o£rei::e 1'he FmU:h Lieutenam', Woman de lohn Fowles, un

174

de que tOOo el campo de la experimentacion este en plena emergencia y de

que ambas tendencias de escritura compartan caracteristicas comunes, ya seiiaIadas, haee que distinguir entre ellas sea difi'cil en algunos casos. No obstante, en este ensayo nuestra atenci6n primordial se dirige hacia la mayorla de

los experimentos, los cuales estiin restringidos por su genero y por consideraciones disciplinarias, pero que plantean dificultades considerahles a los antro

p6logos al clasificar y e valuar crilicamente los trahajos etnograficos, que hoyen dla dependen fuertemente de diversas ret6ricas para lograr sus efectos

[comparense por ejemplo las criticas de Mangarella (Mangarella, 1980) y Crapanzano (Crapanzano, 1981) sobre una etnografla reciente realizada por Geertzy sus colahoradores, critic as bas adas en los hedges de su ret6ricaJ.

El resto de este ensayo se referira a cada uno de los siguientes ternas: el

desarrollo hist6rico del realismo etnogrMico como un con unto de convenciones de genero y Ia reaccion contra el en las tendencias contemporaneas de es

'critura etnografica; el desafi'o a las convenciones realistas a traves de 1lIlli serie

de cuestiones interrelacionadas que se plantean en los experimentos actuale s,

concermentes a la forma en que se estahlece la autoridad en las etnograffas, en

que se logm la plausibilidad y alltenticidad de las interpretaCiolles y en que

todo ello es recibido por parte de los diversos lectores; las fuentes de la criticaliteraria capace s de conferir forma a una perspectiva sobre los hechos etnogra.

ficos; las relaciones entre las tendencias cultllrales en escritllra etnografica, la

realizacion del trahajo de campo y los cambiantes in tereses te6ricos de la antropologi"asocial y cultural; una consideracion sobre los experimentos etnograficos que

se h a l l ~ fuera de las tendencias predominantes; y, finalmente,una eval1l8Ci6nconclllyente sabre la importanciB de la etnogmfia realista experimental y la utilidad de una perspectiva critica de la escritura elnografica en antropologfa.

EI realismo etnogratieo

EI realismo etnografico -para tomar prestado el Mrmino de la concepcion literaria de la ficci6n del siglo XIX (Allerbach, 1953; Stem, 1973)-:- es un

modo de escritura que busea representar la realidad de todoun mundo 0 de

. una forma de vida. Como dice Stem a prop6sito de una desviaci6n descriptiva

en una novela de Dickens (Stem, 1973, pag. 2); "el prop6sito c a 1 : ~ t d e estadesviaci6n es agregar y agregar mas a ese sentido de la seguridad, l a a h u n d ~ -cia' y la realidad que nos habla desde cada p8.gina y c ada capItulo de la novela.•.". De la misma manera, las etnografias realistas es tan escn,tas para aludir

una totalidad por medio de partes 0 focos de atenci6n analftica, qtI{l constan'temente evocan una totalidad social y cultural. Otros aspectos de la escritura

" - son una cuidadosa atencion hacia los detalles y d e ~ o s t r a c i o n e s redun

e inusual en el interior de Ia tradiei6n del realismo literario, J ~ J i k d ' e A l a i l l Rob

, un experimellto igualmeute creativo e iuusual que eOllscienteinellte toma por asalto las taracteri'sticas realistas, especialmellie ell 10 que concierne' Q,las dimellsioues,temporales.

175

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danles de que el escritor compartio y experimento ese mlllldo. De hecho, 10

qu e otorga autoridad al etn6grafo y un senti do pe netrante de realidad concretaal texto, es la afirmaci6n del escritor de que el estii representando un mundocomo solo puede hacerlo alguien que 10 conoce de primera mano; de esta forma se estahlece un nexo Intimo entre la escritura etnografica y eltrahajo de

campo. La descripci6n etnognlfica no es en ahsoluto el trahajo simple y carente de prohlemas que las ciencias sociales creen que es, sino un efecto o m p l e ~jo que se alcanza a traves de la escritura y que depende de la elecci6nestrategica y de la construccion de los detalles disponihles. La presentacion de

la interpretacion y el an8lisis estan inseparahlemente unidos en la r e p r e ~sentacion vfvida y sistematica de un mundo que parece total y real para ellector•.

El surgimiento de Ja etnograffa realista como el genero aprobado de la

antropologia, dependi6 claramente de dos desarrollos historicos: el estahleci.i..miento de la antropologia como disciplina ac ademica y la elaooraci6n del tra:-; ..

hajo de campo profesional como el prerrequisito esencial de los informesetnognlficos. Es interesante notar que estos dos desarrollos tuvieron Ingar eI1:

orden inverso en las tradiciones norteamericana y hritanica. En America, deS;cadas de experiencia de trahajo de campo precedieron al nombramiento d ~ ; . ·Boas en la U n i v ~ r s i d a d de Columbia, mientras que en Inglaterra la i s c i p l i ~ ' "ya estaha firmemente establecida en las universidades antes de que Malinows7:ki elaborara el trahajo de campo como un metodo [10 cual esta expresado fcir.<

mando parte de una etnograffa (Malinowski, 1922)] y de que se ligara el;

trahajo de campo a la escritura, definiendose asf la actividad profesional C O ~ lrrecta del antrop6l0g0 profesional. Las elahoraciones de Malinowski defiru:erQ4:condiciones,de la practica de la investigacion qu e rompfan co n el,pasadO ! • ,'

mediato de los estudios hritanicos, cuando el trahajo de campo coma .t':'!,...>cuenta de expediciones 0 de ohservadores qu e no participahan en la escrittitii',de textos etnognlficos basados en sns propias ohservaciones. A despechoestf? desarrollo historico heterogeneo y a pesar de su s orientaciones te6ridiscrepantes (cultural versus socioestructural), las tradiciones etnog..a£icii;$·

norteamericana y hritanica convergieron en la consolidacion del realismonognlfico como el genero para la antropologia, como la "institucionqu<;.sema a los ohjetivoscientfficos positivistas. ... .. Un resultado d e ~ m e j a n t e consolidacion fue qu e los etn6grafos .,Parlantes esperahan cierta adh esion 8: determinadas convenciones delpor parte de losdemas r i t o r e s . Sin embargo, ni en la antropologia

.' tamcR (donde laetnograffa realista se hallaha mas estrictamente disciplinldehido al inflnyente trahajo profesional de Malinowski como

. institucion), ni en la antropologia cultural norteamericana (donde ella escritura etnografica siguio siendo un tanto difuso y experimental) se

acordado a esas convenciones alguna consideracion explfcita y algfuIcntico. Consecuentemente, durante mucho tiempo s'u desarrollo fuede muy poco interes. Mas aun, una articulacion de convenciones tan

pudo menos que influir directlunente sohre la manera caprichosafundahan los juicios crfticos sobre la adecuacion de etnografIas especffic8$.

176

- - - - - - - - ~ - - - - - -.......ejemplo, en las cnticas de las disertacione s doctorales ye n la s revisiones

de las puhlicaciones periodicas); simplemente haMa que tener un "senti_miento" de las convenciones qu e hadan que un texto fuera consistente 0insatisfactorio.

Como son precisamente estas cQnvenciones del genera realista las qu e

hoy en dfa se encuentran sujetas a diversas clases de experimentacion y las

que, en algunos pacos casos, estan siendo trascendidas (quiuls en direc

cion a 10 qu e puede llegar a ser una nueva concepci6n de la etnograffa), in. tentaremos identificarlas y caracterizarlas con cierto detalle. Comenzamos .

intentando aplicar las discriminaciones literarias hahituales de argumento,punto de vista, c a r a c t e r i z a c i 6 ~ contenido y estilo. Sin emhargo, a medida

que nuestro anaIisis avanzaha, encontramos qu e el cuarto y el quinto factornecesitahan descomponerse en categonas analfticas menores y mas manejahles (contenido en tres categonas, estilo en tres); de aIll nuestro total de

nueve convenciones para delinear el genero del realismo etnogrBfico. Deb e.namos suhrayar el hecho de que fue a traves de la conjuncion de estas convenciones :en las ohras individuales que la etnografla tradicional se lasarreglo para proyectar esa distintiva ilusion de totalidad - I a sensacion de

crear todo un mundo-- que, como dijeramos antes, es la caractenstica mashasica de la escritura realista.

1. La escritura narraliva de la etrwgrafia tota l

La escritura narrativa tfpica de la etnograffa tradicional se desarrollo en

relaci6n de dependencia con las imaginenas analfticas culturalista y estructural-funcionalista; las cuale s of edan una respuesta flieil y sorprendentementeCOngruente al prohlema de la representacion de las relaciones entre el todo ylas partes. Como el ohjetivo del escritor antropol6gico era la "etnograffa total"Qa descripcion completa de otta cultura 0 sociedad), la solucion ohvia consistia en atravesar, en orden secuencial, l as unidades (complejos culturales°ns

titueiones sociales) en las que ----eegfuI se Suponfa sohre bases te6ricas-Ias

cuituras 0 las sociedades eslahan divididas. EI resultado fue una tabla de contenidos mfnimamente ortodoxa (geograffa, parentesco, economfa, polfticll. y re

ligion) y la eventual creaci6n de los Archivos de la HRAF. Tal estructuranarrativa normativa prevaleci6 en la aniropologia desde los dfas de la reconstrucci6n ~ las culturas indias norteamericanas, pasando por los grandiosos

proyectos etnogr8ficos de Malinowski y Firth en los que los capftulos se convirtieron en vol6menes y por los "estu dios de comunidades" de las decadas de

1940 y 1950, basta la cads vez mas comfut etnograffa de "partes" (Ia religionde los tales y tales, por ejemplo, donde se supone que estudios posteriores rellenanm las partes "perdidas" de la etnograffa total). En los experimentos recientes con .la escri tura etnografica se han desarrollado por 10 menos dos(lStructuras narrativas altemativas. Una consiste en converur Ia naturaleza~ r n p o r a l de la experiencia del trahajo de campo en un marco de referencia es

177

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pacial para eltexto (Briggs, 1970; Castaneda, 1968). La otra, en plantear un

prohlema 0 paradoja cultural en el primer capilulo y, a traves de cierto n6mero de

capitulos dedicados al examen del material relevante, Ilegar a una solucion en las·

conclusiones.

2. La presencia no intrusiva del etnOgrafo en el texto

La experimentacion con el punto de vista ha sido desde hace tiempo uno'

de los elementos clave que distinguen el modo de escritura de la ficcion y de.l a no-ficcion. Ademas de eso, los antrop610gos tempranos fueron altamente;

. sensihles a la existencia de un predccesor inmediato I semejante contempora'::;'

neo de la etnografia profesional: el relato de viajes. Una de las diferenciaS:

p r i m o ~ d i a l e s entre el relato de viajes y la etnograffa realis ta es la marcada ail;.>'

sencia, en esta Ultima, del narr ador como una presencia en primera persona en"

el texto, y el predominio en su Ingar de un narrador cientffico (invisihle uom.:.'

nisciente) que s610 se manifiesta como un ohservador desapasionado, s e r i t e ~ , '. jan te a ,una camara; la tercera persona, cplectiva y plena de autoridad ("el X'

.hizo esto") reemplaza a la primera persona, mas falihle ("yo vi que eI X hacla,' .

esto").'EI efccto resultante, por supuesto, es paradojico. Mientras que el Us6,

del autor omnisciente aumenta la sensacion de ohjetividad cienufica proyecta.,

da por el texto, tal recurso tamMen contrihuye a quehrar la relaci6" entre 10'qu e el etn6grafo salle y el modo en que ha lIegado a saheilo.MientraS·que'

existen, pol' cierto, a1gunas llamativas e x c e ~ i o n e s entre la s etno¢fas reaIis-.

tas pionenlsrespecto de la esteril ausenciadel narrador en el texto, inclll,SQ"

esas excepciones relegan al autor a prefacios, notas al pie 0 apendices.3 N a v ~ ~ i - ..

de Bateson (Bateson, 1958) siguio siendo durante muC'ho tiempo una rareza" ,

virtualmente Unica entrelos relatos realistas, en su preocupaci6n e x p l l c i t a ' : " ~ ~ ·su leXtualidad en relaci6n con sus ohjetivos analfticos.

, 2 Por desdicha, las similitudes sigueu sieudo irresislibles para fil0s0fos tales como

(l,oucb, 1966) y taWbieu para eluOgrafos de ciectos pueblos COIIIO los beduiuos; ell •

,.una I l ' a d i ~ i o l l d e r e l a l O s 4e viaje ha ejeroido uu impaclo apremiaule y recollocido sobre ..

. , . " , ,""EI'll£esional, ~ Iii ehlogtafla de,Cole (Cole, 197&), que paga lribulo aly Seenclleiifra! '·'?,oif· " , ~ la tradici611 de

T.E, Lawrence, Charles DoughiifWiUiied 1'hesiger..

{'C:',;,s'"'' .:' '",: ,,_, '" . .c.,, ' .. . ' , , :""" .. ' ' ..'iF' . ,

. ..' V6ase ademas de la iUlroducci611 de Malin<-wski a Los OTSPTUWlas, Coral Gardens

Magu:, textualmeule ~ 1 8 S illieresanle. Ell pal1iciilal' el ApelJdice, lilulado "Coufesiolie s de il..cia y de fracaso" (Maliuowski, 1935, vol. 5, pigs. 452-82), sa ellcuenlraell gran medida

. del esP iiifi(coufempor anco de aUlon-eflexion y aulocrllics; pel'Q 10 mas nOlable ell que

Irab4jo de campo. sino 1000 el pl'OyeclO de illvesligacion que el lexlo lIIisrno comuuica

vamenle, Vease lambien, por ejemplo, la breve pel'O alormelllada iUll'Oduccioll de E v a n s - P r i l ~a Los Nuer ( E v a ~ P r i l c h a r d , 1940, pig. 15) Y el eslilo aulon-eflexivo al'pic o de

.Ordculcs enlre los Azande (Evans-Pritchard, 1937), alfpico ell razon de su desacostulllhrado

yliClo inleleclual. Existen olros Irabajos que SOli reseijas pel'sollales detllro de los ma l .

, funciollaliStrio, lales como Divinity and Experience de UellhalUI (Lieuhal'dl, 1961), pero: : . t a m e l l l ~ fuera de lacOni enle principal.

1'7'8

3. El comun denQminador personal

Dada la abrumadora preocupacion de los antrop6logos tempranos por estahlecer la cultura 0 la sociedad como un foco legitimo de la inclagaci6n, era

habitual que se suprimiera la existencia de los individuos en la escritura etnografica profesional. En su lugar se colocaha una creacion compuesta, el m o d e ~10 nonnativo del rol 0 el caracter nacional. Existieron excepciones tempranas,

pero se las concehfa como un genero separado, el de la "hiograffa antropo16gi_

ca" (Barton, 1938; Blowsnake, 1926). Nuevamente, surge la misma paradojaque en el casa del punto de vista: una desconexion entre los datos del trabajode campo y la generalizacion etnografica resultante. La exclusion de los perso

najes individuales de la etnografia realista prohahlemente explique, mejor que

cua1quier otro factor por separado, el tono seco e ilegihle de tales textos, algo

que el uso esencialmente ilustrativo de los estudios de casas (en realidad, un

intento de hacer entrar la caracterizacion por la puerta trasera) s610 podia Com

pensar en parte. Mas aun, es notahle el giro hacia la caracterizaci6n que tiene

lugarapenas uno pasa de la etnograffa escrit a para colegas profesionales a la

etnograf(a diseiiada para consumo del pUblico en general. En la s ohras con

temponineas se aprecia una tendencia creciente hacia un estHo de caracterizacion mucho ma s rico y ma s particularista; tanto que en algunas ohras el Irrnite

tradicional entre los modos de escritura factica y ficticia se ha visto seriamente

violado (Castaneda, 1968; Crapanzano, 1980; Turnbull, 1972),

4. Lamarcaci.6n de La experiencia del trabajo de campo

Desde los'rnismos inicios de la etnograffa realista, ciertas indicacionesdirectas de la s condiciones y experiencias del trahajo de campo resultahan

cnmi.ales para estahlecer la autoridad global de los textos antropo16gicos como

una especie de legitimaci6n envoi vente, hajo la cual poder reivindicar argu

mentoa especi'ficos y validar la evidencia. Dado 10 inmensamente pretenciosoque es el iritento de escrihir una ..etnograffa (otal" y dado el tiempo necesaria

. mente lirnitado que se haMa pasado en el campo, esto implicaha admitir la fa

lihiIidaq de l etn6grafo por un lado, para poder estahlecer, por el· otro, la

ciedihilidad general de sus afirmaciones especfficas. La soluci611.j Suniiunenteestereotipacla (yen sf misma un correlato del tratamiento del punto de vista

que i s c u t i ~ o s mas arriba), consisti6 en relegar la informaci6n sohre el traha

jo de campo verdaderamente desarroUado a prefacios, notas al pie y apendices,

con alguna que otra incursi6n ocasional en un capftulo introductorio. La distri-

huci6n a 10 largo de un estudio tlpico de mapas, dibujos y fotografias, cuya

presencia como marcadores simh6licos del hecho de "haber estadoal1i verda

deramente" era al menos tan importante como la informacion que pretendlan

comunicar, em un refuerzo supl ementario. En esencia, elestandar que sede-

sarroIl6 a partir de los modelos pioneros, consisua en seiialar la s condicionesde trahajo de campo, pero solo como un aspecto marginal y relativamente no

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integrado al resto del texto. Fue este virtual sileneio 10 que origina el relato dellrahajo de campo, un genero que anticip6 con cierta ingenuidad -y que en

pm1e iniciO----" la lendencia actual a la experimentaci6n en la escritura, en laque ha hahido un esfuerzo general para aproveebar la experiencia de campo en

el anali sis etnografico'mismo. '

5. Elloco en las situacwnes de la vida cotUiana

La presentaci6n de detalles a traves del anaIisis de situaciones 0 sucesosespacial 0 temporalmente circunscritos, ha constituido una forma comun de

representar la vida real en las etnograffcis ieal ista s. Ese analisis no 8010 tiendea validar indireetamente la sensac.ion de intimidad del etn6grafo para' con sus

sujetos, sino que tambien proporciona, quiza, la si'ntesis perfecta de los o b j e t i ~vos interpretativos y de los realistas: los c6nceptos del analisis se superponen"

y a menudosofiidenticos, a)os terrninos 'basicos mediante Ios-cuales se puedl';

describir una situaci6n. En la etnografla funcionalista, e sta convenci6n a l c a n ~zo su desarrollomassofisticadoen la etnografia producida por Ia " e s c u e l a " d ~Manchester, y mas particularmente en la obra de Victor Turner (Turner, 1957)i ' ,La tecnicadel analisis de casas fue elahorada por los antrop6logos de M a n ~chester tanto para organizar los textos etnograficos como para orientar la reeo"

leeci6n del material de campo. Con la poderosa influenci a de la p e r s p e c t i ~ klegal

,:':,;I"·' '.

de Max Gluckman, el metodo de casas recuma a una especie de autori

dad alternativa con respecto a los canonespositivi stas de la ciencia, pero

IlCrrnaneci'a bien dentro de los modos legitimados para jilstificar un argument9'ien la academia occidental. 5610 el razonamiento legal tenia tanto prestigio

moel metodo cientlfico. De esta manera, el metodo de casos represent6 Ialucion mas original, durante el perfodo funcionalista, al problema de e g i t i m ~ t : ' \ \ " :Ia prod,l.lcci6ndeI' con6cimiento con e f e t ~ n ~ i a a mocJelos generale s de

cia, sin dejar de emp]ear un i n s t r i u n e n t o ~ s e m i l i t e r a r i o . Mas recientementEetnografoshan tomado en prestamo, en Cormas tan concentradas como

"

'

_,sas, marcos de I:eferencia t e 6 r i c o ! p r o p i ~ , ; ~ e pens,adores y disciplinas,de proporcionar ~ o n c e p t o s para e1estul;li?'dela interacci6ncara ~ a , c a r a .ha n c o r p o r a d ~ l ! l 1 i C h a S c o S a s d e l a l i # g U f ~ r l c a j n t e r a c C i o r i i s ~ ' d e ' l a

)ogfa,qel n t e r a c ~ i o n i s m o simb6li<!9 j ' ~ ~ < ; c i e r t a s p e r s p e C t i v ~ ! 6 n i c a ~ eduales, como ]a'de Erving < ! r r m a n : ~ ' ~ J L ~ ~ ; ' ; : ' ; " ' : ' i \ : : ' "

6. La representaeron del punto de vista, niitivo- - ' ~ - .

E] re]atode viajes es en general de tonoperentorio y eonfiado ensl'",

mo, como es propio de un genero de lectQJa qu e pretende una traclucci6rt7<turalmente compartida de otro modo He'vida (FuSsell, 1981), pero e letnografico realista, durante mucho tiempo, se ha dedicado a presentar

terial como si fuera (0 como si representara fielmente) e] punto de vista

180 '

" T ~

sujetos culturales, mas que e] de supropia cultura de referencia. EI prol>ositci

de representar]a realidad de un mundo entraiiaha eI intento de representar elmundo de los otros tal y como estos olros 10 vefan; solo recientemente la pro.blematica implicada por ese ohjetivo ha merecido una discusion teoretica so.

fisticada. Estas son las sucesivas fases en eI desarrollo de dicba doctrina: en

la etnograffa realista temprana la doctrina as umio ]a fonna de simples afirma.

ciones respecto de que un inforrne deterrninado presenta 0 deherfa presentar ]aperspectiva nativa sobre eI asunto (como en las etnograffas de Malinowski);

luego, el uso de declaraciones nativas con sus traduceiones, para dejar "queellos bablen", pero 8010 con la eslre cha vigilanc ia editorial 'del etnografo (como

en.Ias etnografias de Firth); ]uego, un largo perfodo duran te el eua! prevalecio

]a idea -alardeada, pero no sujeta a eXamen- de que el relato funcionalistaincorporaha (0 era fiel a) e] punto de vista nativo; luego, un giro ]mcia una vi

si6n distintivamente mentalista de la estructura social y de los puntos de vistanativos, dehido a la influencia de Levi.Strauss; 0 el proyeclo, sistematico perQ

ingenuo, de losetnosemanticos; y la fase mas reciente de legitimacion fiJosOfica, en la que las interpretaciones de los reportes etnograficos se enmarcan en

U.tla meditaci6n sobre la traclucci6n y los problemas del significado. Esta ulti

ma, una preocupaei6n comun de muehos de los experimentos actuales, afrontafInalmente todo e] ambito del problema qu e supone tratar de captar 10 que estaconvenci6n entraiia. Pues es precisamente el status no resuelto de esta cues

ti6n]0 que la ba hecho Ian productiva en la gestae on de toda una variedad deanaIisis, una vez que eJla se ahri6 a examen en el discurso que los antrop6lo_ gos sostienen sobre sus propias practicas de escritura. Como se vera, los relab?s contemporaneos que cuestionan con mayor fuerza la posihilidad de

representar de un modo realis ta y no ficticio la subjet ividad del otro, son aque

Ilos quese encuenlran experimentando en los ](miles 0 mas alIa de las fronteras del genero realista.

7. La extrapolacwn estillstica de datos particulares

, Tomando a ]a"etnograffa total" como su objetivo,]os autores de etnogra

fi'asrealistas desarroJlaron tempranamente un eslilo distintivo de escrilura que cons!ituye, desde haee tiempo, una de las caracterfsticas dominanles del generoo A despeeha de ]8 comprohacion de que eI trahajo de campo en el que se ba

saba C ~ q u i e r estudio se hallahaseriamente restringido, lantoespac ial como

temporalmente, eI estilo del reporte siempre propendi6 firrnemente a la gene.

ralizaci6n, en vez de mantenerse a nivel del mero detalle de heehos particula.

res acumulaclos durante ]a investigacion. Los particulares' de cualquier cosa

que se investigara (rituales, practicas matrimoniales, formas de organizaci6n poli'tica, etc.) tara vez se presentaban en su individualidad; mas bien se los

'aIitaiiaha en una afinnaci6nde tipicalidad (un ritual tlpico, una pmctica matri.monial tlpica , una ti'pica reunion de]a aldea, etc.). Lo que es significativo aquf

,'CS que este efecto se lograha mediante un estilo de esclitura que,cuando se

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acoplaba a las demas caracteri sticas del genero, se lasarreglaba con exito paradivorciar la experiencia de campo y la informacion derivada de ella de 10 que

se comunicaba al lector. Para bien 0 para mal, esta discontinuidad significa

que es imposible desandar el camino desde el reporte final hasta el trabajo de

campo original, de una manera parecida a la del qufmico que desanda un

perimento reportado por otro quimico. EI reciente aluvion de experimentaciones ha tratado de rellenar esta laguna reduciendo bilsicamente la escala del

estilo de escritura al nivel de una presentacion de evidencias particulares ob7

tenidas en el campo, acompafiada de una autoconsciente elaboraci6n de laS

generalizaciones.

8. Embellecimiento por medio de la jerga" .,, ' ,..... ,: .. , .

. Otro elemento importante en el estilo'de la etnografi'a realista fue el d e j - ~sarrollo y el uso de terrninos pertepecientes a una jerga, cuya sola presencia Ita..sido una de las demostraciones genericas 'mas c1aras de que un texto dadoconstitma una etriograffa. Ciertamente, la ausencia de jerga en una obra etauno de los signos esenciales de que ella apuntaba a Un lectorado popular, ~que a uno academico. La introducci6n dejerga ha servido, ademas, para a f i t ~ma r simh6licamente la competencia antropo16gica del autor y para r e f o r z a r ~ lestilo de generalizacion que comentaramos mas arriba. No ohs tante, 10setliQi:

grafos siempre han tenido que medirse un poco ert el uso c ; ! ~ la jerga , a riesgo 'de crear r e p r e s e n t ~ i o n e s demasiado generalizadas de reaIidades c u l t u r a l ~particulares: una paradoja latente, que se ha evitado merced a un j u i c i ~equilibrio entre la jerga tecnica y los conceptos nativos. Las etnografi'as

mentales mas recientes tienden a evitar esla paradoja simplemente arrojs,JlPPal agua la jerga y concentrandose en la explicacion de los conceptos n a t i v . ( ) ~ ; :

. una estrategia que a menudo presta a dicha escritura un tono superficialment¢,aun mils realista. .

; . , ~-;::,

9. ~ g e . s u contextual de ducursonatwo

Dado que trabajar en lae n g 1 l 8 > n a i i ~ a e s

uno de los pilares queel'lrabajo de campo como una hase·preferencial paradiscutir el puntonativo, la evidencia de 1a competencia lingiifstica del etnografo ...,-atmmlindirecta- es una de las representaciones claves y mas sensitivas que

de lograr en un texto realista. En la reaccion critica frente a un p r ' w ~ < ' t ngrafico, este es uno de los criterios mas salientes sobre el que se 10

embargo es uno de los aspectos de la experiencia de campo sobre eltextos son, generalmente, mas s i l e n c i o ~ o s ; esto es algo sobre 10 que

"leer entre li'neas" en un reporte etnogrMico. Admitir incompetenciacerel usa extensivo de interpretes equivale a minar seriamente la

del escritor (0 al menos del clasico reporte realista). Pero esta no es

182

mente una cuestion de deshonestidad: la mayoria de los etnografos trabaja en

la lengua de los actores, pero tambien la mayoria nunca alcanza el ideal de un

control perfecto de la misma en el campo. Es cliflcH escribir con precision y en

terminos generales sobre la propia competencia lingiiistica.

En la etnografia funcionalista, construida sobre abstracciones coneeptua_les qu e eludi'an toda atencion clirecta allenguaje, el etnografo podia permaneeer silencioso acerca de su dominio de las cuestiones lingilisticas. Pero con elimpaeto de los modelos Iingiiisticos y de las teorlas del significado que depen

dian de la exegesis de conceptos indfgenas, el silencio sobre la competencialingilistica debfa romperse. En los trabajos recientes los etn6grafos siguen

siendo renuentes en la explicitacion de su control del lenguaje, pero tienen

que manifestar competencialingiifstica como una parte integral del anaIisis.

En numerosos textos recientes, Ia exegesis contextual de conceptos cIavesconstituye la forma principal en que se estructura el anaIisis etnografico (por

ejemplo, Rosaldo, 1980; Schieffelin, 1976). La exegesis contextual de conceptos nativos es a Ia etnograffa interpretativa 10 que el parentesco y la estructura

social fueron a la etnograffa funcionalista: en ambos casos, los etnografos po_

dri'an constitui r sus reportes sin haber cumplimentando la tremenda cantidad

de trabajo de campo necesaria para satisfacer las convenciones, tal comoideal mente se las concibe. Ambos son modos de representacion que perrnitenal etnografo decir 10 que sahe autorizadamente. Es posible que un control lin

giiistieo total no sea necesario para estahlecer la autoridad etnografica, y quesOlo se necesite mas bien controlar esa parte dellenguaje relativa a un trabajo

de interpretacion definido. Parte del trahajo de i n t e r p r ~ t a c i o n consiste, enton-.

ces, en ohtener un nivel de competencia en el lenguaje partieularmente alto'

pero selectivo, a traves de preguntas y chequeos intensivos, necesarios para un

anaIisis particular. El ideal del control lingilistico, de esta manera, ha sidopuesto en linea COn una base mas realista de Ia autoridad etnografica, confinada a los prohlemas espedficos del texto y no al mito del trahajador de campoomnisciente que antes clicho ideal evocaba.

AI clasific'ar general mente a la etnograffa como un arte deScriptivo que

encajaha torpemente en el conjunto de metodologfas prevalentemente positivistas, lasciencias sociales impiclieron la cIase de cliscurso crltico sobrela

pmctica etnogrBfica conforme a las convenciones seiial adas que pudiera tener

impIican<;ias suhversivas para sus propios metodos. De la misma manera que

al priviIegiar la literatura como un arte, al mistificarla como una actividad,se

hIoquea la investigacion sobre su practica (Williams, 1977), al concebir laet..,llograffa como un arte tanto se la respeta como se la mantiene a distancia, lejos.• la comenle principal de investigaeion social. Durante mucho tiempo, los

estuvieron atrapados entre su pertenencia a una ciencia social y. nso de sUs m6todos, sin un marco de referencia para evaluar a estos critica

El arDbivalente silencio result ante sobre la misma actividad de investi

que habla conferido a la clisciplina su profunda identidad, fue rota

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cuerpo aut6nomo d e t ~ r l ~ antropo16gica que sucedieraat

estmcturalismo (elcual, a

1lIlque SUIJUUllente. s t i m u l ~ t e , ~ r d i 6 . eficacia .como paradigms de, in;.

vestigaci6n porqUe c : l g u i ~ > a l a etnografia),estas orientaciones sObresalieron .p"",;.....ente po. . . .@8n_.a una prueba pnIcliea -po< " " dec;"·l ~ en.' la escritgrade anaI•. ' isi.s e.tnognlficosdesdeel trahajo de campO: Su ma

• . t . . ~ ' . d o . . . . ' d . 'al' " "de >_..1' , . • deIDlestacl6n no. naSi . ~ _ t r a v e s , e u n . u Y l O ~ tramuOS teoreticos, S i n o ,una proliferacionde experimentos en la esc

riturade textos etnognUicos.

• .. En . , \ " I a ~ 9 ' l f o ~ . l p ~ . t i .lu!oido.una n ...a infl_;- no 061;"escntor : I ~ e t n , o g i ' ~ l ' t a S S l n q ' C o l l 1 9 } l m ¥ ~ t o r . d e J u e n t C l i l deesumulo .'N L:.. . . . ," 'c l ' •. . ' .... , . tal .. 'I ' di""de . L_ .

,'-T" ~ _ y ~ ~ . . . . . . . . . . . ~ •••.• ~ : ~ , ~ u s . . . . ~ u _ ~ ' .. ' : ~ ) a d e " " " a l ~ ~ " " ' " , , , , ~ ; ! ~ ~ ~ d .... '_ . ; , , ~ e , ! o d O o , . . . . . , ~ ~ . . . , . . . , r ~ , .._ l " ' ~ d o F = _ ~ d e i"!"

_._, "-hl... o o b t e , ~ l U ~ - ! ~ ' l < ' .. .. ""ili." el ~ J o _,."f ~ d e ~ ~ a . 1 ~ d i l ' 1 " " " ' " ~ . d e ? _ ' e n _ : '~ I ....tilr........a.J'" . . , . . . , ~ ~ ~ , ~ . <lei."" ~ ( ~ .~ i a 1 m e n ! e B a t e S O l 1 , : r : ~ v l l D s - P r i t c h a r d ) . y : e l , ~ e : s p l r i ~ i ~ ~ t i v o deesta,";;

, ~ a , " " "_ .. .'!'-l"'....... e ~ ~ . ~ ~ o a """. t. .,y' .""'. . . . . . . . o p O _ . ~ " . p i " " ~ . . ~ ~ ',"~ r i ~ u y " algo.o>f.c"""':""" . . . . " . , t . . ~ ~ Geclt< eo podo "!""",, \) u . t o n c ~ ~ _ - . t e n d " " ' . " " " , ~ ~ . ind,::"..-'·" , ~ n c , , ! ~ .. . i l > t ~ p o ~ d ~ t ! ' < ~ 'l" ~ d e ~ d e c h ; ; : ~ : " ' .tI· -

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ela\>omdaS """ han ....."...10 en I. . \Ili.."bem..... . . '.":>11,1;.'.. H a h i ~ ~ lao eondioi!"""que ........ I" , actual'\" ~ " ; i f

a las c. .. e n c . ~ ~ " ' " ~ I e m d a o . y . . . . las . . . . . . . .'"'' ' ' ""\';f:'i,:i':"'" pode. . . . d i ~ . . m o . . l > ' ~ ~ de I. . """'-0: ...1. . ' : ' , : ( ;flas actuales. Pam:soi;layar'eLnesgo.de.desarrollar un. cat8logo de. a s l ~ ; , ' J }..1_'-t ..• 'I ' .'b '. I ual ' '. . I ' ~ _ " ; ' h ., ' "'-'

,.""" n .....? e ..... e , = . c.... . . . . . c. . . . . . . .nte • .-...... n m a r e - ~ ' . ' l l i ,. . . , . . , . discus. . . . . . i ~ m n n o s de I. . nuew convene.ones y a . ~ n ~ ; \ ) \ j i. , ,';,,;Vf

hemos preferido refundir nuestro analisis en terminos de tres cuestiones funprimero por la literatura confesional del tra)lajo de campo y luego, principal:

damentales, parcialmente solapadas: desde la perspectiva del escritor:a) c6mente, por nuevas orientaciones teoreticas :m.8s preocupadas por el significado

mo se han modificado a reemplazado las convenciones para establecer nuevasque por la acci6n. Ejltas derivahan de la leona social europea, Y tuvieron un

formas de autoridad textual; b) como se comunican allector la autenticidad yimpacto dismptivo Sabre 10$ "primeros principios" a 10 largo de las ciencias

la plausibilidad de las interpretaciones en un texto, y c) como reciben la escrisociales, con la posible excepci6n de la economla (Bernstein, 1976; Geertz,lura etnogr8fica los diferentes lectorados.

1900; Giddens, 1976 Y1979). El impacto ba sido quiz8. mas fuerte en la amropologfa, porqUe ~ ~ ~ t Q . < l g r a f l a literalmente habia estado esperando un cuerpotrorico s e m e j a n t e . ~ ~ t e n s t i c a m e n t e , en lugar'de dar origen a' un nuevo,

. Laautoridad de los texto8 etnogrMicos

, El • • • enIal t;"ti"'" ~ P""F"" P'" qu6 el eocnlm etnognIf= expe,; •• ~ ~ : . t ~ ~ c _ ucelsu reflexlOn eplstemol6gica en privado y 111P.D'o publicad: _

sloJlBWllIlente os datos confi-_..1 • - . , apaEsta' 'sfura no u;ruauos, como conoClmiento seguro y objetivo,dosr . • pretende la quIebra fundamental entre el saber sujeto a meta, - 1 0 ~ . , ' : : : : ' ; ';t,Uadioi6n ,..,.;.,..J """ ~ <n la n."",d6n. T.i " . ' " d er ( ~ a d a m e r , 1975), el acto mterpretativo conceh'd

COlDO un proceso e traducC16 d i" l ' ,I 0]n'd_I,rae' oded 1- n"",,!, m....conIinuoe_hdi,.....eu..... . . . . . . . J:' " " " " , ! , e n ~ . de los . . . . . .os . . . . . . . y 'upu"'" como, E i < ~ ~ " ! ' M,nca y ~ . t i f t """ v ~ de ~ mane'" dialktic&

. ' ~ l a I.....":" 'ca y de ,..ctica de la " : " ' ~ etnognUic.. eslD ....loom

f ' Ili ........... . . . . . : """ .e s t a h ~ la ~ , ! " " , d a d en el texto. La autoridad os:, ,. de.,;;;.,.. .; . . d . nada de ~ I. . .ti,"""'...envolvenle y de los esti\os de eri·

- \ 'dew,idiimaci envan de ella a \raves de las d ~ s c r i p c i o n e s p8gi.na a p3gina _ ............ ~ de un 1exIo: Eota ~ - ~ a l _ deberia ref:'? ' mi...... <lei ~ ~ Y'" lonna,,,!,,.,.. .,,,_.lac_ <lei I""",,,. los conoci·

<i' , fa"", ""*:........ ~ , 0 0 « _ de10 que el texID afinna.l) ~ ' o J:" parte d,e 10• ..,...,.........acruales no "" ' ; . . .de los o h j e t i ~

........ im ., " " " " : " " ' ~ de la ~ ..no """ . . . . bien I.. pone en 1(·_.& l . 'F.J:t"'un . . . . . . . . ~ mucoo ....".piici. . en I. . p. .

it' .OnD.<<Ie ':" .. 0 y en ~ b . . d a d ~ c a """ . . . . conIle. .. LaIt'·· floo", . n ~ a . ~ d a d _ en las . . . . . . .fum que':"" . . . . .erulo . . ....,;.w . ~ ' " ~ ; . ; : y i l ; . ' -'11\;.' .<Wil'"':u. ifi,,0fre0er""'"" ••bente de los """ '" ~ .. . ya ,.;;alada,

y ~ I e _ l a o ~ . . . . . la n l o n e f l ~,ill'" ~ ....c 6n calcuIa?a. del e ~ . 5610 oontexlo del P. . . . . . . . : " i a ' ~ ~ camelemtiea . . . . . . . . .tuye _ Ia di......ca mereod a la cual

.. ' i ' " U..olit.ri ~ ~ , . .. ,. qUe . . . . m"JO' ~ . . . . . . . . . . bai>ajoo c""""""tiv,,"p" • en la ,:""ntum etnognOIica eontempo. . . . ., estahiece. una..,::;:;:;;::""va, defi. . . "!'" i 6 n ten""! y preencodifi. . . la pre

,eioneo ....u:: a t ~ , Coleetivamenle: dicoo. ~ modiSean lao c o n ~ . ·_'&dares de . .-onando las bauoftas ep.. ..,mol6t!!"'" que erlJ!"" a I. .

_ con 11. L a ~ Y <]:Ue presuponen las expreslones textuales de esas- - venclODes. mfluencla he '".: I •,..... os .........' . . . . .e _ ~ ~ . . . . . """' ."" ' ' ' ' ' ' - e m p o n l. ; de Ioi. _ de":'!: ':"" 'r""Iamon,................. den . . . deltexto,R, p ese lanes reallStas. La pregunta que se desarro

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lIa hrevemente mas ahajo, es hasta que punto en la escritura de etnograflas experimentales se puede n transformar fundamental mente estas convenciones y.con elias, los ohjetivos traclicionales de la etnografia.

1. Estahleciendo· una presencia na"ativa

En la escritura etnografica actual, Ia intrusion de l etnografo y su experienda de trahajo de campo, caracteristicamente desarrollada en forma margi

nal 0 aun reprimida en el realismo etnografico cliisico, se ha convertido quizasen el foco central de Ia elahoraci6n y Ia experimentaci6n. Este foco se debe alrol teoretico sustantivo que la autorre8exi6n ha alcanzado gracias a la n f 1 u e n ~ 'cia de perspectivas que enfatizan el significado y la interpretacion. Los leela-.res deben preslar una atenci6n cuidadosa a las diversas formas en que I&;;

marcas de la en.undaci6n (por ejemplo, e] uso de la primera persona por partedel aulor), las fahuIaciones sobre el rapport en el campoy mas general mente 1a

rt<presentaci6n de la experiencia del trahajo de campo aparecen escritasen el

".(exto, ~ r q u e todo esto constituye precisamente Ia ret6rica basica de autoridad-:que legitima todo 10 que se. diga 0 se aflITlle acerca del "otro". ' .

Una vez que se I:lStahlece un marco para la presencia narrativa (en c o h ~junci6n con las otras operaciones que luego se diseutiran) , la intrusiOn de

timonios personales. en distintos puntos de un texto juega un rol sumamen.te crucial y suti! comosoporte de determinadas ideas y argumentos desarroUad()s .

en el Curso de la ~ r i p c i o n . Por ejemplo, en The Sc,"OW ofthe Lonelyand tMc,Burning Qfthe Dancers, de E. L Schieffelin (Schieffelin; 1976), el incidenle ,en primera personaaparece ocasionalmente en Ia narracion, por 10 cornUri c o . ~ ,mo un "remache" 0 elahoracion final de Un punto interpretativo; Sin embargo,esas intrusiones son mucho mas que las ilustracibnesmarginales que podrf@aparecer en los textos funcionalistas. EI texto de Shieffelin se encue:ntrato y presentado de. una ma nera autorre8exiva tal que 18. intrusion de testimQ:"

mos personales hajola cascara de llllegitimacion hermeneutica es Ia

'\ . sopOrteums persuasiva para sus argumelltaciones de tipointerpretativo.:., ;; ,;:Como problema de escritura, muchos de los' aspectoS de la c u e s t i 6 I t ' ~ 'lestahlecer la presencia narrativa s¢ resuelven deacuerdo con la m a n e r a , ; ~ ; : ; ' ;que el etnografo comienza.8u texto.Eitlas etnografias contempomneas.. 'la s fOI-mas mas efectivasycotnunes eIique se introducela autorre8exion·'

de colocarse uno mismo en un coDJfnuUm lUstorico con todos los extrimji.'Jrolt

anteriores que han observado y vivi<:io en el grupo sobre el cual se

te es un comienzoparticuIannente efectivo cuando uno puede orienlar u e t A ~ ~ i : ' ;grafia en relaci6n directa con laS lagunas y prohlemas de las e t n o g r l i ( f ~ : ianteriores (vease especialmente Rosaldo, 1980; Weiner, 1976). Se tmta

iialar un prohlema 0 un enigma que el trahajo debe resolver, y que se localizano tanto en el interior de la cultura misma como en Ia forma en que eStado interpretada en el pasado. De esta manera, Ia autoridad del lexta a c t u a l : ; ~ . { .situa con precision en un contexto henneneutic o, y 10 que sigue a partir de'

queda natu.talmenle ahierto al apoyo ret6rico de las descripciones y de las afirmaciones realizadas a titulo de testimonio personal.

2. D ~ n i e r u l o una organizacwn textual

Un texto etnogratico requiere una concepci6n general en forma de algonadase de imagineria organizacional de su ohjeto lematico, dentm de ]a cual se

habra de confinar todo 10 que Ie conciema. La autoridad del escritor etnograti_co queda asf ligada, en Ultima instancia, a la c1ase de historia que el define.La narrativa hist6rica se pue de prestar mejor a un fonnato argumental; pero elefecto de la narrativa etnografica no e sta menos determinado que el de aqu61la

por el tipo de marco organizacional en el cual se captura y se pone en foco ]aatencion del lector sohre los detalles descriptivos.

La etnograff8 flmcionalista descansaha en el concepto de estructu.ta social (lease parentesco) como 1m marco dentro del cual asuntos aceptados y

mas encasillados tales como la religion, )a economla y la poHtica (todos ellosdiferenciados como instituciones en lass ocied ades complejas), poclian discutirse sistematicainente. Escritores Como Bateson, Turner, EvanS-Pritchard y

Monica Wilson ofrecieron organizaciones textua)es idiosincrmicas que tuvieron su atractivo, pero no ha hahido ningUn desarrollo ampJio y ninguna adapta_

cion de ellas hasta· muy recientemente. Una vez mas, la mayona de losexperimentos actuales meramente enriquece, con influencias henneneuticasmas expllcitas, 10 que fue marginal 0 ignorado en las etnografi'as realista.; tradicionales. Existeuna variedad de formas estahlecidas de organizar el ohjelolematico, mediante una concepcion hollstica referida a que es 10 que una elnografla esta haciendo: meditar sobre un Suceso, un ritual, una practicn 0 unconcepto quese presenta inicialmente como problematico (por ejemplo, Lewis,1980; Schieffelin, 1976; Shore, 1982); tomar parte de una unidad (por ejem

plo, Geertz, 1975; Stack, 1974); acompaiiar una actividad (por ejemplo, Malinowski, 1922); seguir a actores 0 a grupos a traves de un p r ~ e s o temporal,incluyendo un siglo,un ano a aun un dia en la vida de una aldea 0 de un gru_p o ~ l a h i s t o r i a de vida individual y los estadios de vida de las petsOl1H en ge

sneral,diferenciadas por edad y genero (por ejemp]o, Rosaldo, 1 9 8 0 ) . ~ s t a s son

formas orgiinizacionales basicas, sujetas a comhinaci6n y a elahoracion creati

va por parte de los escritores elnograticos contemporaneos. En esta tendenciade experimentaci6n tamhien apare cen textos 6nicos que son dificiles de relacionar· 'con la s modos anteriores. tales como Mehinaku de, Gregor (Gregor,

·1977), inspiradQ por Erving Goffman, que presenta sistematicamente la "imagen negativa"de )a privacidad en una sociedad trihal estrecharnenteHgada, y

Deadly Words de Favret-Saada (Favret-Saada, 1980), que, qniza de mayor exito que cu.alquier reseiia que hayamos lei'do, utiHza la experiencifi del trahajo

de campo como la imagen orgnnizacional para un anaIisis que es primordial_mente sobre el "otro". . . , ' .

Uno de los modos mas efectivos y comunes de organizacion textual es el

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rar el exito 0

textualizandolo a traves

gresi6n y descripciones particulares.

cesidad de restringirseal enigma organizante.

".

confrontan actos culturales a interpretar 0

188'

primero que mencionamos antes, el cual fue prominentemente desarrollado

la

:'/

'--J

por primera vez en Naven (Bateson, 1958) de Bateson: presentar un suceso 0

una practica rica mente des crita que cocporiza un enigma para el lector, mover

se luego a 10 largo de una serie de topicos que en general tienen que ver con la

cullura, pero que se relacionan con el enigma original, y finalmente reconside

la pnictica, resolviendo 0 explicando al lector el prohlema, con

de capftulos intermedios qu e versan sohre

organizaci6n cultural y social. Este concepto organizacional es potencialmente

muy dectivo, dehido a que es capaz de integrar todas las convenciones realis.:.

la s

presentadas en la Ultima seccion en una sola estrategia narrativa que posee la coherencia de la narracion de historiaS, pero qu e pennite tamhien cierta di

.

Sin embargo, los textos que nos son familiares y qu e han utilizado esta

organizacion han fallado hasta ahora en aventar la impresion de que esta tecni

ca es meramente u n recurso autoconsciente, y sagaz, y no una organizacion na

rrativa integrada. La etnograffa qu e interviene en esos textos a menudo va n:uis alIa: del detalle necesario para explorar el suceso focal introductorio, explicado

. finalmente en la conclusi6n de cada texto, y en la organizaci6n se percille cier

ta sensaci6n de desprolijidad. La naturaleza artificiosa del decto se deOO a la

mezcla de las cualidades literarias de la introducci6n y la conclusion con el·

lenguaje mas austero y analftico de lasdiscusiones qu e componen el cuerpo

del texto. Sin embargo, parece haOOr un respeto y una aprobacion general hacia

estos esfuerzos experimentales; y, concurrentemente, la transparencia detecnica no ha suscitado cntlcas capaces de inhihir su evolucion ulterior como

un modo distin\ivo de escritura etnografica. Pero a medida que esos textos sbtoman mas articulados para servir a suproblematicaorganizacional de expIi...i .

ca r los sucesos 0 las practicas enigm8iicas, lapreooupacion por la forma puede

tener un efecto aun mas selectivo s o b ~ e 10 que se reporta 0 no se reporta de 16

que es el caso con los desmafiados usos actuales, en los que los capftulos in

termedios tienden a cuhrir un rango de temas muy amplio sin reconcicer la ..

Precodificando la presentacwn de los d . p . t ~

Lo que en eI texto se representa o J ~ ; } ~ hechos 0 los fenomenos e r t i P { ~ : ~ ~. cos hajo n 8 I i s i s Q ~ p e n d e mucho de la manera en qu e las dos d i m e n s i o n e s d ~ : : " '

la autoridad textual bayan sido manejadaspor el escritor. La instancia q u e / ~ r : " ' "narrador selecc::ioneen relacion con un objeto de estudio define la forma de 1&.'datos. Por ejemplo, a veces los etnografossugieren la analogla de que eIlos s'inicomo nifios 0 aprendices que aprenden las reglas de la conducta o t i d i a n ~ b d ~ 'la conducta ritual a partir de la perspectiva de los aeloreS. Alternativamente, y'ahora mas a la moda, se pueden concehir a sf mismos como traductoresqiX\

decodificar. La primera instariciil'

acomoda intereses te6ricos cognitivos, lingiifsticos y fenomeno16gicosque han

sustentado la escritura etnogralica y genera como datos descripciones de con

ducta, cIasilicaciones, juegos de lenguaje y sistemas de reglas. La segunda

acomoda intereses te6ricos semi6ticos, estmcturalistas y simh6licos mas gene

rales y genera descripciones de secuencias ordenadas de interacci6n como

comportamiento simh6lico. La manera en que se haya disefiado eI espacio organizacional de un texto estahlece la instancia del narcador y relina de alll en

mas el "montaje" de los datos para la interpretacion. Los argumentos (Schief

relin, 1976), los dramas sociales (Turner, 1957), los textos (Geertz, 1973), las

taxononUas (Spradley, 1970), los conceptos clave 0 las categorfas en uSo (Ro

sa/do, 1980) y los SUcesos rituales (Lewis, 1980), entre otros, han servido como recursos de encuadre para seleccio nar detalles para la p resenlacion

. textual, operando al mismo tiempo como marcos interpretativos. De este modo,

el anaIisis interpretativo se halla estrechamente implicado en _y es casi in

distinguihle d e - la manera en que su objeto se presenta como dato.

Para comprender el desarrollo actual de la escritura etnogralica experi

mental, es importante distinguir dos estilos prominentes en el cumplimiento. dela tarea --,..ya sefialada- de relacionar las descripciones textuales con su

interpretacion. 0 hien 10 que se interpreta se estahlece primariamente en las

interacciones del etnografo con otros significativos en la cultura, tales como el

·,clasico inforrnante clave, 0 bien se 10 construye como un elemento aislado, qu e

esta por 10 menos un paso apal1ado de los contextos de dialogo e interacccion

deltrabajo de campo en los qu e eI etnografo es una presencia principal ye!ici

·lante. En eI primer caso, los datos se representan como suhsumidos en dialogosentre el informante y el etnografo, el cual posee sus propias ohservaciones

en las que confra a los efectos contextuales; en el segundo, el etn6grafo como

.observador 0 traductor se encuentra separado de 10 que interpreta y solo des

cansamarginalmente en el dialogo contextual con los informantes para otorgar

forma a susaniilisis incorpOreos de textos, argumentos, situaciones 0 rituales.

Muchas etnograflas combinan estos estilos de presentar los datos, pero unooe! oiro son predominantes como foco para definir e! sujeto tematico de la

etnograffa. En:un artIculo excelente, pero aun no puhlicado, sohre la autoridad

etnografica (Clifford, 1980) Clifford Compara el modo dial6gico, corporizado

en el discursoentre.etnografo e informante [y comun a las etnograffas psicol6gicamenteorienlaclas, como las de Levy (Levy, 1973) y Crapanzano(Crapanza_

no, 1980)J, 'Con eI modo textual, en el qu e eI etn6grafo se ocupa de las conductas nativas abstrafdas de contextos especfficos de comportamiento en

que el etnografo es18. presente como participante. Mediante una variante u otra,

el realismo etnografico en sus formas clasicas y experimentales Ita utilizado el

modo textual de representacion de su sujeto tematico, el cual encucnlra su ex

presi6n mas elaborada y autoconsciente en los al1Iculos de Clifford Geeliz

(Geertz, 1973, 1976). Ricoeur (vease Ricoeur, 1973) proporciona el eslimuloteoretico para llevar a cabo la textualizacion del discurso del trabajo de campo

de modo qu e los datos puedan ser encuadrados de una forma que complemen_

fa la concepcion del etnografo como traductor 0 lector de lextos. Para extender

la analogfa literaria, estos textos generalizados, definidos por el escritor elno

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griilico para su interpretaci6n, se suponen de autorla cultural.El modo dial6gico depende de una representaci6n del discurso concreto

del trabajo de campo, y pese a no ser menos un a construccion del escritor etnografico que la textualizaci6n de Geertz, por 10 menos intenta perrnanecer, en

su representaci6n de los datos, cerea del material del que se ahstraen lostex-'tos culturales para su interpretacion. Lo que es mas, el modo dialogico preten

de mostrar que el corazon del aruilisis etnografico debe estar en la negociacionde realidades compartidas entre e1 etn6grafo y el sujeto. Clifford sugiere enton

ces que Ia forma de la alternativa etnognifica al modo dialogico estaria en la

presentaci6n literaria de 10 que elllama autoridad dispersa,cuya consecuci6nes, segfm cree, eI problema crucial de los experimentos contemporaneos en es- .

critu ra etnografica. La autoridad dispersa es eI intento de evitar Ia domestica;;

cion d el texto etnografico por un autor predominante, merced al reconocimiert"

to de que eJconocimiento de otras Connas de vida involucra vanos autores de

facto, que deherlan tener presencia narrativa en las etnograffas (vease Bahr,

1974; Bulmer, 1978). C6mo se han de representar en eI texto otras voces aulo"'

rizadas junto a la del escritor etnograIico y quienreconoce los objetivos de lit

autoridad diSpers8 son problemas cruciales para la experimentaci6n haciala

cnalloSejemplos actuales del modo dial6gico en la presentacion del sujetomatico de una etnografia (por ejemplo,.Crapam:ano, 1980) se pueden o n s i d e ~ ' •

rar como una etapa.Las !res' tareas constructivas discutidas en esta seccion afectan la auton:,:.

.da d textual envolvente del escritor etnografico. Las primeras dos, y por 10.co..:mo o tambienla .[creera, han perrnanecido dentro de los objetivosrealistaS:tradiciorniles del genero etnognifico, pero mucha s convenciones de larga data

se hari t r a n ~ f o r r i t a d ~ creativarnente.A despecho de todas lassalvedades epiS'-:·

temo16gicas, la mayor parte de la eseri.tura experimental conservaohstinada:-;

mente el objetivo depresentar una vision autorizadamente real de otras fonnas!.

de vida para la lectura r o f e ~ i o n a l . ~ ~ . I o con latercera tarea de definir un. f o c ~ :descriptivopam el sujeto tematico de las elnograffas y, dentro de eso, Ia expli)racio ride alteniativ8S ill foco diaI6gico,'ha habido unmovimiento aparenteql1iij

ire alejade los objelivos realislas. 'YPOIn? sugiere Clifford, estatransforIDaci6iii ""

depende de un deSaflo a la!'lStruct6ta de una autoridad dominante singul18 etnograffa de 18 cual ruw. depenclidoparasu expresi6n las convencio

realistas.P r e s u m i b l e m e n t e , l a ~ t n 9 g r a f l a

puede llegilf'a-ser no tanlo unapretaci6n coherenle del o t r o , c o m ' i ~ ~ ~ e z c l a demUltiplesrealidades

ciadas escritas ell texlos elnogrMicos de autoridad dispersa.- En cierto

este movimiento puede verse como)ma asociacion bastante radical con

siGn prerreali sta dela elnograffa c o ~ o publieaciQn de textos nathoo.hargo, ahora, en la incorporaci6n (Ie las vocesnativas, se'debe consi<iemr.'lijl

relacion compleja entre el etnOgraf" que escribe y el nativo que hahIa, aSImo el control de la comunicacion ge significados en un texto pensado pant8mhito de lectura p:re<iominantemel11e occidental.

E1 valor de este tipo de representacion qu e no se preooupa por los

del realismo podria no ser bien comprendido por muchos antrop6logos

poraneos y podria ser elocuentemente criticado por olros que examinen sus

fundamentos. Por ejemplo, Tyler (Tyler, 1982, pag. 3) ha expresado en Unarticulo reciente:

Aquellos que hicieran .. del diiilogo el foco de la etnografl'a en ciertosentido estarfan en 10 correcto, potque el di.ilogo ell la fuente del texlo; pem el di.ilogo vet1ido

como texto (10 que deberia ser la consecuenciaJ ya no es dialogo, sino un textodisfrazado de di.ilogo, un mem monologo sobre un di.ilogo, en la medida en quelas apariciones del inforrnante en eJ dialogo esi!ln por 10 menos mediadas por el

rol autorial dominante del etn6grafo. Aunque es ponderable incluir a1 nativo, suposicion no es mejorada por ello, porque sus palabras siguen siendo sOlo instrumen_tos de la voluntad del etnOgrafo. Ysi se pretende que el di.ilogo proteja la autoridad del

etn6grnfo pasando el paso de la verclad de las lJaIabrns del etn6grafo a lasdel nativo, estoes aun mas reprensible, porque ninguna invocaci6n del "olIO" puede estabIeeerlo a ez

como ei agente de las paIabrag Yhechos que se Ie atribuyen en el registro de un diaIogo,

a ntenos que e1larnbien sea libre de interprelarlo y mecharlo con advertencias, apolQgfas, notas a1 pie y detal.les axplicativos (pem contra Ctapanzano, 1980). Estos poc 10

tanto no son dialogas., sino taxtos sofisticos como aquei10s diiUo,,"OS fingidos pe!petradospocPlat6n.

Pam los escritores de etnograf{as tradicionales y experimentales dentro

de los Ifmites del realismo, los experimentos con la autoridad dispersa correnelriesgo, por as{ decirlo, de dar por perdido el juego que ha definido Ia antropologfa social y cultural; pero si bien correr tiesgos pertenece a Ia naturaleza

de los eXperirnentos, estos pueden estimuIar, como reaccion, una prolija reeva

.luaci6n de 19 que se considera deseabl e como practica de investigacion. De es

Ie modo, en Ia conlinuacion del realismo elnogriilico, ya sea por mediostradlcionales 0 experimentales, los experimentos radicales mas alIa del modo

.dialogi co sirVen para enfatizar por contraste las hahilidades de escrilura nece~ a s para lograreldiffcil balance de un texto que representa objetivamente. :otras fonnasde vida; mientras reflexiona salientemente sobre el trabajo de

campoy reenrsosliterarios de su producci6n. La mods henneneutica alientaeHogrode la.autoridad textual basada en el intento de encontrar eSfe-balahce,

jloS experiiilentos iri.$ radicales suhrayan los lrmites de esla empreS8 y los .ti

'poS aej>Iohlemas y lexlos que pueden explorarse mas alia de ella..

-". - : ~ ; ' P a r a completar esle punto, es impo11anle seiialar otra cuestionque estar e I a c i o n ~ a tangencialmente a los aspectos ya vistos de la ;:tutondad elnografi_

ca,pero qUe-afeeta notol'iamente la capacidad del escl110r para a}><'lrecer almisma tiempo como cienHfico y como interprete. Esta es la dualidad impuesta

a los etitografos por la difusion historiea del genero enlre las. tradicidnes cieJ)t f f i c ~ s o c i a l y h u m a t l l s t a . Por una parte, exisle una tendencia inculcada a.un

anaIisis eserito en las' etnograffas de un marco de sistemas: las seiiales de. un

conocimiimlo confiable y seguro para ellector. Por Ia otra, Uno de los mensajes

hasicos de gran parte del espiritu hennenenlico e interpretativo en los experi_mentos elnograficos actuElles es que los sentidos son contingentcs' a con[ex{os

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.

. .....",

.

.

"':

de interacci6n siempre cambiantes, que son imposibles de expresar como conocimienlo determinante, agarrado con clavos por de cirlo as l, y que tanto los

etn6grafos como sus lectores dehen poseer una enorrne tolerancia {rente a la

ambigtiedad continUa como WI aspecto de la comprension, en lugar de un a explicaci6 n satisCactoria de W I objeto fijo de amUisis. No es qu e el amllisis interpretativo sea neceSariamente blando 0 nebulosoen su conceptualizaci

6n. sino

que 61 se confina a la s condiciones por la s cuales se produce el significado en

la Vida social. 'Algonas clases de interpretaci6n.. como la s qu e se derivan delestructuralismo, esb'fu orientadas por sistemas Cormales y m6todos que aparentan producir interpretaciones autocontenidas, Cormales.Estas hansido particularnlente diffciles de adaptar como marcosmodeladores de la escrituraetnografica. OtroStipos de interpretacion. tales como losalentados par Geertz ylos te6ricosdel inleraCdonismo s:i:rnl>6lico en t r o p o l o g i : a , se alcanzan mercedala Cuena de suexpresi6n literariaydesu imaginerla en la discusi6n sobre lanaturalezl1eseDcialmente abierta de, significados culturales. Este tipo de

. interpreUwi6n sff'encuentraa'susftIlc\las en la escritura etnogr8flca,pero es

dificil' abs6:8erun, siStenl1dforico a b ~ t o . onn, m6todo a partir de sus diversasexpTe!;;i9nes textualeS f.Poi, e j ~ p I 9 , y ' e r e t C Q I l c i e n z u d o amUisis de Rice( R i c ~ 1900) sobre los variadosUSO$delconcepto de cultma en. diferentes

.cntos deGeertz].(Jomo problema ~ J I l flracticadela escritura, existe entoncesu n a o p o ~ c i 6 n l 8 t e n i e entte dos i p o S ' d ~ r e t § J i c a e D . unaetnografia experimen

. tal: lau e i : n t ~ i d a

cerrar netamente''P.l reportetioI! una.explicad6n satisfacto..ria'autocontenida(que es 10 que s p e r 8 n l o s 1 ~ t ( , r e s d e l a anfropologfa cotiro·ciencia social) y18 que deja el mundo obse rvadoc omo algoabiefto,ambigtlO'Y'encontinno flujo(loqtie pued eresultar perturbad0r par!1 los lectores, perdqU:ees paneel objetivoo elmeollo dco:muchoS, X p e r i m e n ~ o s ) . . ....L 8 S e t n o g r 8 f i a S e x p e r i m e n t a l ~ mimejmiestatensi6n dediversas mB.rie;', ,>

. i a s ~ , D e s a r r o l 1 a n ~ g u n a s t a r e a s anaIiticas y ciertaspartesdel texto con e r r a ~ . ''miento y' r l i a u m h r e ; otras ..parteS' geLmismo. text?qrtedan suspendida&'f:desalimdaS.:eI . 8 . i : i t O i ' ~ l i g e autOconsclentemente,no.Set.auio

ritarioen •

. c.i6n ' ~ . ' e M ~ ' ; ~ porque ellas s p n : p i e s U m i h l ~ i r t e c o i l m e n S u r a b l e s C Q n ; ; , f u . ; ' > '~ d e l f ~ ' . . nfad(por· · l&sMd '1900) Est,a'~ [ ; : " ' ~ ~ ~ ~ ~ I i f j A ~ ~ , ~ , ~ " " " . I 0 _ " " " d . " 'bilidild de lliibulC,eI!l'ta escntwaCOUSlste t o n c e $ en no sobredetermmar o ' ~ ~ } ~ " : ' ' , . . . ·.l" " i . ~ ! ¥ . " ~ m o l i v a c i 6 n y pa1rones de respueeta" ' ' ' ' ~ ' ' ' ' ' ' ~ y . e n .. '';'''; L . s ~ ,Ioant<nidiii\ d e \ ~ ~ R ' ~ ~ 1 i " ' " ' ~ - - " " " ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' : t : : ' ~ ~ · ~ ~ ~ ' ' ' '- " " " ' J d < i ~ olleclo<. Qm.u .. "",rito, pue<la ~ : : W 'Ii; ' . . , . " , , ~ ~ d ' ' : ' ' ' ' __ ................ .;:....;:;;..':; ••: :el l. . . . . . . . . i ¥ ~ I o o c i o . 1 a ~ ~ ~ _ 0 ~ 1 a c u a l i d < o d e O . l i ~ ¥ ( I , . ~ ~ ~ ~ , ~ 1 .... ~ . l m ; _ 1 9 8 O ; ; ; , . ........n"".,10 o u ~ . ~ d e 1a 0 . . . . . . . ."""6n """""va, y:_ geneoa1_te F9!',\l:'''',jIoabiIuI..J con que Iioll.,..doa oabo ]a ""'" """""""m 10 e o I a h I _ ] a ~ ' 1 ! Wda d de u e ~ , M s .mboo. 51_ faIIa, . i no . . I."..,.unio D d o s 1 o e ~ 1 . ! i

__ Ll!..;" .. ~ ! . . ~ ~ _ . . : " .dad ,.1-'1 El . . . ' .•di.(i"";'\aen om . . . . . . . . . . . ._""""'" . . . . . . ' " """" . . .....,.. neo",,,,,• • , , , , . ~ , · 6 'las etnograflasaeiUal.es es que elias tratan de operar con ambas clases de e t 6 1 i o / i i : ~ , " ; ' .

...... . ___ .l : __ .1_ 1 1 al I • . ... , ..... "en e nusmo texto, p e r s U H . U l e l ~ a os ectores para que. temen os c n t e : n o s ~ g J : hg6n1. . cuaIeo . . _ o l _ o u o o o 6 a m a Y ~ - d a d . ··."·N'l!·)r;·

Autentieidad y plausibilidad: Un problema de ret6riea

Aparte de su CWicion legitimadora como Corma de autoridad hermeneutics, WI segundo eCecto importante de las prcocupaciones epistemo16gicas expHcitas de las que los experimentos etnognif'icos contemporiineos estan infundidos, es que aquellas pteocupaciones Cacilitan Ia expresi6n de la s diCerenciasculturales de una manera que la s hace aparecer a la vez autenticas y plausibles para los It:iCtores de las etnograffas. La expresi6n de estas diferencias es

irurerente 81 cumplimiento de 1a convenci6n realista de representar el pWitode

vista. de l nativp, 10 que puede convertirse en un a Cuente de escepticismo entrelosJectores.puestosmetaforicamenteen el rol de iraductores de textos 0 situa

. .dolles c ~ \ q r a l e : s , l o s escritores de etnograflas experimentales se enfrentan alc l ~ i c o doi>le vinculo de los traductores convencionales de textos estrictamen t ~ l ~ U f @ ~ t i ~ ~ , tanhien expresado por Quine (Quine, 1960, pilg. 58): "La ira

~ i q n ; l i ~ . p u e d e . h a c e r sonar a los nativos tan extravagantemente como Wl O

' 9 f f i . ~ . V ~ t i : a d u c c i 6 n mejor impone nuesira propia lOgica sobreeIIos .....

, . , < , : , Q ~ l ~ i ~ p m W 1 t c i a particular que tiene para 1a etnograffa realists lacon

. , ~ ~ ~ n . : d ! j J ~ ~ ~ e l punto de vista nativo, las a f i r m 8 c i ~ y descripciones: d . e \ . ~ g g m r o , (leb.en ~ significativas para sus lectores a dos mveles, cuya inlerre

. > J ~ ~ . : . ~ , U D a , P l ' 9 b l e I J , l l i t i c a fundamental dellenguaje desciiptivo en 1a escritura~ ~ , l ' ( Q , ~ l o 4ebe elleng uaje conceptual y descriptivo del etn6grafo iener

,:' S ! ' l n i i < ; l ~ ;

(c;.oPit,n) Piu"asus lectores dentro de su propio marco cultural de reCeren-" A A . ~ ~ ~ , t ] J ! e i J d > e c : i o i n w n c a r a esosmi smos 1ectores significados que elIos crean· · q u ~ f ; i ~ : ~ : r i t i a o ' ( c o m 6 n . nuevamente) para los sujetos e l : ~ a f o ." ': . " , : , , ~ L ~ l ! i t o r u t i ~ i z a un lenguaje de deScripci6n que transports, incorpora.': ~ , J l r O C ~ ~ ~ e q e n t r o de el, asociaciones que entraiian el sentidOCOllllin

r i ~ ' ~ u ; p r o p ~ , q J J 1 t u i a , s ~ n la s cuaIes Is comunicaci6n con sus 1ectoresserla im

•posilll*".. ~ G ~ p l : e s ~ n t a entonces el etn6grafo a sus lectores, p l a u s ~ ' l > l e n l . e n· Pt9(w.<Ji.S &rerencias que 61 percihe, mediante el usa de WI I ~ ~ j e

' ; < ~ " . ,,' - ' . , . ".' c f., . • . .- 4." '" - ," ,

· u e e s q ~ ~ la,lmses utilment e etnocentrico? Hasta el momento, la n i c ~ s o -l ~ i ~ ~ · c ~ ~ A ' ~ . ~ ~ ~ p , ~ sido un elahorado trabajo de constIUcci611 en.taeli!cri

__ " " " " " " ~ · · · · " · . ual)' . . ' , P I l € E l ~ q u e en

" " ~ " ' f " " , , , , , , , , , ; : - ~ 5 ' : ' " ~ _ . . . . . , . . . . m ~ " " " " ' ' ' ' ............... 010 10 _ ........... """'" . .. " , , : : : " , " , - - . . . - J . > . ~ d,lo

C8~ ..... .........-....;. .... . . . . . . : : : : . "",":" . : ' ~ d - - a l deljl. agmcia.y de -IIIIllIisis.AUn esIi OIl Sl emMi ea persona a oIroe nivele!ide"" .' .. ...._.w-,..qw . . . . . . . . . . . . .1.,.... .........."., . eo:las- ~ O B . E s t a !lSprecisamenle Ia clase de texro que requier: m i a ' : D 1 A I ' i ~ ~ · ~ ~ ' ~. conveDClOIIe8derepresen!aci' de l - , - ~ - - - r - - - _lvunIWCIU

BmQaS, sin d$rde satW'acer 011 os muu:w" nativos desde sUSperspectivilSyexpenellciasilU

. . . . . . . . . . - . . . . . . . . . . . . . : . . . ~ q u o ~ .....................;..........

li

193

192

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de texlOS etnograficos, el cual debe seguir un curso que evite tratar las m-~ i 8 S culturales de los significados nativos como algo ta n profundamentedW nte quedesoriente por completo el sentido comUn del lector ("haciendo

lose:JIIll' tan extravagantemente c o ~ o uno q u i e ~ " ) , y que e t r a t e }as i f e r e n ~ ';iN

' eias. JeilresenwJ.as. ;antenlicmnente propl8S del naltvo, mas que como . hf'; e 1 ~ t o d e l arbficlO ret6nco. del etn6grafo. .. . .T: .. . . . . $ n ] a s . ~ ~ ~ ~ c o n ~ m p o r 8 : n e a s , e x i s t e un o inte-.

, ; e I l ~ l o s S l ~ de. ~ 1 6 n de los mundos nativoS como ritdi-i;.;\~ ~ ~ s t i I i i O & - : d e l O i l nuestJ:os.De este. modo, aun si los esci itQl'<l8 de eslotV';>

. .• . - un lenguajede descripci6n c u l t n r a l m e ~ 8 e S W l 4 0 ; /ferenda cultural objetivo claVe dElia, constpJcci6U: 7 . r ~ ~ . l o s traJ:.jqi; depreparar a los ~ t Q r e l ; > ~ ' ~ s ~

.. . . ' - • • 'viopiOsJi!upuestos de sentido.comUnv,:

,plicitamente la autenticidad c on que los lectores percihen los mundas nativos.Para ver la forma en que la autorreflexi6n epistemol6gica en las etnografias ac-

tuales encaja en este contexto en desarrollo, sera mejor eshozar la historia del

usa del contraste comparativo como un aspecto de la o n v e ~ 6 n realista concerniente a la representaci6n del punto de vista nativo.

'L a comparaci6n de los contenidos de una etnografla con las practicas

cultumles de sus lectores ha sida siempre una exposici6n razonada impllcita y'(lonstilutiva del genero,sea que los escritoresetnognlficos incorporaran expH

citantente comparaciones en .. sus trahajoso no. Pero mienlras la diinensi6n

• ' a ~ P a r a t i y a e s t a .mplicada en el actomismo de la escritura etnogra6.ca, el usae x p l ~ c i t o d e l cOlllniste comparativopara efectosret6ricos 0 como urtmodo de

. _ 0 ~ g ~ i 6 n textual apareci6 en nunterosas etnograffaS reaIistas pioneras. Por: . ~ ~ p l ( ) , b m t o l \ 1 e a < l . c o m o Malinowski ut ilizaroncomparac iones· "nosotros

, ~ J l , ~ " n p 8010 para.pJ;Oporcionar .UIla raz6n basica para a . ~ r i t u r a d e sus texpara s ~ t e n t a r . mediante el conlraste, algunos de los puntas

: 4 e . d i f ~ r ~ D c i a cultural· en-el-fenomenoque-se balliiliaen[000: E I 1 ~.c.......<t.nh....... _pionei:as.1;.s comparaciones se ofrecfaualos lectores e m a r i e r a d i ~

- . o h v i ~ e n t e , un esfuetz6 para legitimarnnadiseiplina nOyata

.. .. .... .... E l U i ~ ' e r i c a n o . La coinpafad6nen eltexta s-ugerfapiHalaanfro-.c;;.mlnmamiautilidadnorpartidadOble: denio8traha quemedisntela c om p r e ' "nsi6ri 

.. .• ~ ; I : ; · : : : - ; \ : C T ; J : F . ' , ~ · "' , '• i>'!-''':''-'',_",".:.{''·'"7:", .'. . _ .' " ,' , . _ .':. " . , . ', :_', '. ,:' '"'. /" "" d e ' J a ; c . u l t u r a d e J ~ . o t r o s podemos, t}D contraste,compreil<lerlneprla propia, y . ,cllalla

escrituriie t n o g r a f i ~ ¢ o r i i m I i c a h a J a d ~ t r i D a ~ '7 ' i t ~ : : : : : : : s ~ a ~ &

. ; '";"':

; f ~ ~ ; ~ ! ; ~ ~ ~ = ~ ~ ~ ~ c = : ~ ! S : : ! ~ ~ ~ ~ ~ . : i : i ~ : ..... ( : ~ , 1 ~ I I ~ ~ ~ ~ ~ ~ imaginativo delescritor, a ~ r d e l (!OJtQc(inif:n!9<i:ple .

• C c ) J \ l . o : ~ e ~ " e m p , \ @ r e s de lipilieacian ideal Weberiana, aJsull!lS 1 l 1 i h a ~ redenkii; ~ .. '. · . ' .c , . . . . - . . . . ." .• oonoeimientoque tiene el eseritorsobre otroe eepecl'6cOe p B n ( ~

! olEO IIlOIlOIlIieo (es decir, Is sociedad tradiclonal.ea.todas BUS •~ ) y ~ # r n i d ! ! d igualmeule 1IlOIIlOIl1ica, a Is eualls eoocepcioo del capitali$DiooeCidOOfaI.1ciEi ~ socialeaba aporIado su iJna;ineria (vease.por ejemplo, Tai&dg;19i:!O; Wagn6i!;

. .' " ><," ••. .•

195

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como se ha visto, invita a los lectoresa

de 1950 y 1960 gi6 una serle de debates enbi ahtropologfa$OCialy csur  qu e dODlln6 sus campos especificos y en algunos casos' constituy6 su

fundaciona1.: Esfus debates tomaron la forma de discusione s a favor 0

.• d ~ f . ; o - d e c Q n P e p t o f f occidentalee para describire iriterpretm ren6men

...OccricleI#les:' ~ a n t i o p o l o g f a legal, .S€ sUScit6 laeoriiioverSiaentre , 1 } ~ l u c k m 8 h ~ b r e l o $ terminos a p r o p i a d o s p a r a c o m p r e n d e r l ~ ' l e y ' ; . c i ~ i r l b a l e S ; e n a n t r o p o l o g i a : e c o n 6 m i ~ o c u r r i Q eldebate entre' o ~ ~ \ · : K i ; ; k . . t8s'y .8UsiantivistaS, Sobre la p r o p ~ e d a d de l a a p I i ~ i . 6 n . d e c()uceptDs' ; t ~ ' ~ o n 6 n i i c a O c c i d e n t a l a l a S ~ { llamadas 'ec9nOnU8sPrilnitivas:

' e s t u d i ~ d e l p a i e n t e s c o , se a n i ( ~ t 6 l a teOna r a f f i ~ i i l a e lacultura.'. <ki,;que pretendi6"desconstruir como campo de interes el parenteseO

.enconcepcionesgeneal6gicas o c c i < l e , I i t a 1 e s ) . P ~ a que"-

'&aban'en c U e S t i ~ n e s f i l 0 s 6 f i c a s eXtreD:ladanieDte m p o r t a r i t ~ s~ o ~ n d e l B s a J : O O i s i s etnograficos, nirlgqp.9. \ 1 d o ~ l v e r s e JllCdiante: sede disCUts& t ~ n c o que o d e l ~ . I ~ i n v e $ t i g a c i 9 ~ ~ e J 1 l P :

'c?eQnel tienipo,seSSotaron como 1 1 : n ~ d e o t i ~ ~ i 6 J H e o r e t i c a fuera de la antropologia. Una": pacesoecQrtduc u la: I n v e s t i g a c i 6 , p , ; . J ) e ~ h o , , ; , : h v " " ~ " " " :

con un lootorado p articular en mente,peto los dib i ~ t ~ \ e l i e s t , i 6 t t ' a u n ma s MSiea.que.s610 1cads uno un sentido homogeneo, au nque pobremente,sauJaC,ijltia.mehle,'ehla s c r i t u i a d e U h t t } x t t : l : e m Q g @ 6 c o p 8 r \ i ~ u 1 a r : l'i

o debe ser una etnografia en geMral. El actual desaso.". ,',' .... ; " ' ~ d e 1nUldle$ti6n'conducente'sld

ebatete6

rlos estBndares para la escritura etnografica (si'es quet ; ' : J j i ~ ~ ~ f ~ ; ~ ; l l iapnictica de la s C : r i t 1 i k : ~ ~ .-',

con mas fuerza cuando la s expectativasde un lecto'." ' C ~ r d a i r i i ~ l . l i d a d p e e @ r p & : : d . e { ~ , e ~ e " ' J '~ ; c h o q u e c w . t t U a l q u ~ l i e e s c i i b e e n . t o d O tex.to n t ~ , a lossUpuf,$JOs-" ". "" ,.-.

1975):Adi£erenciade l(I$oontmtes ~ ~ o e ~ ) o s ieiklsetnogratioos O n t e m ~ de 01 objetivode la o ~ p a r a c i O n es !lOnceiltrar la ,atencioo en -dlos,iel C o n t l ; 8 S I e ~ t fuente de su rea.cci6n cntica frentea eI.. Por supuesto, pos ideaIes en _ obtiIe' utiliza caractefjzaciooes,del otro para' COII.eentrar la a

, . . d e s pueden mezclar algunas de las distinciones(enespelW$OITos.FsIaS O n i s e o n ' ~ 10 tanto iel leiadOdireo:.to,lIlJIIqUEl IRueho mas eo6sticado, dactics ,dela comparacWU de las etilosralilis. : S i ~ pioneraS. Abora. COO la comparilci:

, la lOnna ~ c a COII.lienciODalY e O O S I i ~ ~ ielnUcloo de un diacurso ~ 001'88 ban adoptadoU,Djl perapecliva cotica uWclio ~ r a d i c a l . sCIxe Qccidenle de 10 las etnogralias tempnmas. en las que el r e l a I i ~ s r O O cultural deCtnia lI B ~ t m n e n l e Objetiva YUIl&quepodrfa ' c o m o Una libia criticsdelas pnieticas oecidet1tidE

. 196"

este haadquirido sobre oua forma de vida. De esta manera, el contrastecparativo en la s etnograflas ba pasado sutilmente de servir como pretexto did8Qltico para la antropologfa en su propia cultum. a servir como un recurso,'df,.:·

,rutina para lograt' la convenci6n del genero de representar la diferencia" y

pecialmente de la diferencia qu e concieme a la subjetividad nativa.EI contra ste comparativoen las etnografias hasufrido un giro adicilt)rull

ha llegado a ser visto como la encamac i6n del problema clave de la tradueci6n

cultural que discutimos mas arriba. Este es el dilema deexpresar la s

cias culturales mediante el uso de un lenguaje y de conceptos s u t i l m e r i l e i , ~ " \ ; 'gados, que losantiop6l0g0s toman prestados yases de su uso cotidianoim,;ti;;;'!

pi-opia cultura, odedisciplinas s ~ i a l i z a d a s ; tales como a e c o n Q t n l a : t ' e l ~ d . ~ ~ i ' t H ' irecho, orientadas' al"estudio de instituciones occideniales. Durante.las.pecad.ii>

-- C ~ " " ' i '

-

',' "

, ; ~ ? , ,,

.-.' ,. ' ' .-'.

estrecho

incorporados en el lenguaje, una altemativa imporlantehasidolad

eJUllarC8r la s diferencias culturales en el texto mediante el uso decontraste:

: cornparativos en un plarto de representacion diferente del que ha sido'elcaso

pasado, En vez de utilizar 1a forma did actica de este recurso. ' l n o S o t r O s ~eUos",las etnograflas experimentales han adoptado una forma de contrasteau.:..

ra, ':yo-ellos", la cual,ernpatiZo1U' con Iii experiencia revelada al etn6grafo y al hacerlo los prepara para

discusi6n de practicas culturales que, pese a parecer como radicalrnentedistintas, se r e s e ~ t a m b i e n como algo autentico y plausible. Ellector ya no

. ' instnrid? sino que es ma s bien un testigode la forma en que los s i g n i ~culturalesque comparte con el etnografo sOn desafiados por la confron

t8(llon que este realiza con diferencias que requieren interpretacion., . o e e s t a . ~ ~ r l l , el antiguo contraste comparativo directo de la s etnogra

realistasha,sl#o tiansformado en una dimension importante de la aut()rreepisJeuioI6gica. caractenstica de los experimentos actuales. As) como el

)blerila de i l a u t , o ~ 9 B d dispersa puede representar el desaffo mas cntico pa

, x p e r i ~ ~ W # i 6 n ' radical en la expresi6n de la autoridad etnogmfica, elleinade'descn'bir satisfactoriamerite a los lectores otras formas de vida

~ u e s t i o ~ ' : i n pf9fundidad los presupuestos enclavados en ellenguaje de

a e S q r i p c . i C 5 i ( p , i l ~ ~ . : r e p r e s e n t a r un desa.fi'o similar para la experimenikion

, e ! i t a ~ j J , ~ ~ ? n fil0s6ficam:ente no resuelta, basica para la etitograffa,eS Ia traducci6ri ·cUltural.

~ ~ ~ . a r t ~ Q c i a l sobre laetnograffa que ha sustentado en parte alatropologf4, Yiultural como disci plirut es desenmascarado reveladora

~ ~ ~ : # ; ) ~ perspectiva de los escritores a.la. de los diversOs lec to~ l ! f f a , tanto dentro como

gt,lpoh, , ~ , ~ 6 e s t a

: p . ~ c U l M ~ J : i r e la etnograffa en general no son satisfechaSpor un textoS 8 t i ~ f a n a mejor la s expectativas de otros lectorados.

~ , s , ~ ~ n t e 4iferenciacion de lectorados los distingueniediantela ex-Qs:a,5M<it9s de un texto etnografico dado que atraensu interes prin

..' ; ;de' ,AlvCi'SOJ):,1979, y la Asch, 1971). pero vale la pena distinguirlas,':mas no$ea como orientaciones crlticas colectivas bacia los textos.. t l J ~ o r a d o d e especialistas en el area, que posee la mayor familiari. la, ternatica de l texto, se interesa primordialmente en los detalles y en

197

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los puntos m8.s finos de la interpretaci6n; Yes el m8.s propenso a manifestarse sensitivo y cntico frente a la caUdad del trahajo de campo y a las conexiones entre este y Ia generalizaci6n resultante. La escritura en sf s610 deviene mate

ri a de atenci6n cnuca cuando se observa que obstrnye la claridad 0 las impli

cancias de los det alles etnogr8ficos.2. EIlectorado antropo16gico general tiende aser el que m8.s se preocupa

por la disposid6n general de una obra y co n la forma en que Ia teona e t e r m i . ~na lo s becbos en consideraci6n. Cada vez m.8s, sin embargo, este lectorado

presta atend6n a la forma narrativa, a la ret6rica y allenguaje de un teno, esqecii, a lo s rasgos expresivos mediante los cuales este presenta unargnmento

, 0 un a interpretacion. La exactitud 0 la claridad de detalles es menOS importan:.}te.que la forma y Ia coberencia de la "bistoriaque el texto narra". Esta categQ

ria apuntaa lectores que son ellos mismos escritores etnogr8ficospractiCantesy

:cuyo inter6s cnuco principal se centra en la babilidad artesanal de, un texto, el~ " . " , l : : u a l . P # o f ' r E l c e : r c o m o modeloa'imitar unestilo de argmnentaci6nexpresado ¢D.

./respetuosanie

. ..

LA-' '< ', ' : . .... - -.- ,

";,,,;_,

su numejo:de las convenciones reallst8S.Lacorn(lntede e x p e r i . n i e n l a c i 6 r i ~ g r a : -, . ,;:,

la

r n s a d ~

. .' .'

su

" .'

6.98 esfin!,ula el desarrollo de la sofisticaci6ncntica eneste leCtomdo."

, .3.Ellectoradodelas otriwcienciassocialestrata81 irabajo'.de  ~ p o~ e U n a manera Simplista- c O I 1 l P / , ~ r t m 6 t o d o como cualquierotro. y

"nograila como descripci6n. Desde esta perspectiv8, Is. misi6ndela n t r o p o l ~gia es la de proporcionar beCbos sbbre sociedades marginalesparase

, • :mArginalmente por las ciencias sociales occidentales. Comoya se ba seiialadO;c , ; . , . ~ . u a 1 q u i e r revisi6n de 10 que.es 0 dE$loque ofrece una etnografia mediante uDarenexi6n sobre la forma en que se h@ a eserita, es potenciaIinente suhversivapara lasmetodologias Yprop6sitos pOsiuvistas.· modo; con la l n ~

marginalizada como.n n medio. paraproporcionar iDformaci6n:,nte

trivi8l, el Jectorado.de la ciencia' soci81 general es probahlemente e l m e r i O s ~"sensitivoentre todasestas,categorlas a Iavari8cion en la, esc ritura etnogr8A4!""

. i .yel m8s sorprendidopor Ia sigoi6.caei6Ii delos problemas teor6ucO$ y e p i $ . ~ ~ i ' ; '"".,jno16giOOsqUe plan tea n los. experirnentoS a ctuales .

,<4.:El'lec.torado.& los eStudiantes e's el uroco :grupo qu e aqui.sej . i q u e ~ e d e unruedo o t m a l ~ para criucar lasetnograflas diseiu,.:"\-. , , ' " , ' , , ~ ' , - ; ' ', " - . , , < ' ~ ' -,:-:. ' " " ' ,' - , .~ 4 : ~ ; . ~ 'i\',l.'I!el y ; p e _ u n i n t e r e s ~ c l a r 8 m e n t ~ i 9 ~ r i t i f i c a b l e . LaSetn.ograffas ProducidaS

, , , : ; : , , " d ) , e s t e J ~ ~ r a d o , del8S'que seriede Holt, Rinehart &W'mston eS s6lo~ ~ c " ' : ; j ~ g o a , yproll6.ca, p a r e c e ~ : e s t a r c o n c d » d a s ~ i a d o a m e n ~. f c ~ " j ~ e I 8 i o n e s diluidas y 8:mpli!imente simplificadas de las etnografiasles. Como :tales,exhihencon frecuencia una adbesi6n pedestre a las

~ i o n : e s d e l rea1ismo etnografico de que bablamos antes.,5 . Ellectorado orientado bacia la acci6n, consistente de funcionari

- g ~ b i e ! J W , administradores de programas Y personal militar se interesa~ c o ~ d o d e laselnograffas y particulannente por la informaciontrasladarse de inmediatoa politicas y procedimientos pr8.cticos.Pamparamal"los antrop610g0s siempre ban sido sumamente sensitivos a la

'ra de'etnograffas cortadas a la medida de este leetorado.6 •.Ellectorado popular mira a.la etnograffa por su mensaje 0

en un marco de referencia culturalmente familiar y demanda legibilidad; con

la jerga minima suficiente como para legitimar el caracter experto de la reseDa. Este es probablemente ellectorado :mas ingenuo desde la perspectiva de la

antropologfa profesional. Siempre La hab ido una cntica subterranea contra los profesionales que se comprometen prominentemente con este tipo de escritura, como ser Margaret Mead; 0 una sospecba, jnstificada 0 no, sobre su integridad, como con la serie de libros de Castaneda (pot ejemplo, Castaneda, 1968); 0 ,

por Ultimo, un a condena descarnada, como en un caso reciente y memorable que se menciona :mas abajo [Barth (Barth, 1974), pidiendo a Turnbull rendi

ci6n de cuentas por The Mountain People.]. Las grietas en el presunto consenso sobre la etnografrn sOn especiaimeIl

te evidentes en las revisiones cntieas de las publicaciones peri&llcas; el caso .IIIBS com6n es el del lector especialista en el area que critica las trahas y los

ohstaculosen la escritura de un etn6grafo que ueue en mente un lectorado general cOn'to elde nuestro tipo 2 (Crapanzano, 1981; Fuller, 19f;Jl; Magubane,

, 1980; Mangarell, 1980 son buenas ilustraciones de ello, dado que loS .reviews~ i i a h n l . l a r e t 6 r i c a d e esos textos como un obsbiculopara el·conocitniento).

E : : i i s i ~ ~ m ~ h O s o t r o s reviews donde esta clase de cnuca es m a s i U n i s t ~ y,09monooLa,alpasar (por ejemplo, Samuel, 1980). Quiza para un est'udio de las .

t e ~ c i a s a c t u a l e s , l a s cnticas snstantivas mas interesantes son laS de los;escri:- .f()res deetnograffas experimentales que leen los trabajosde9lros e x p e r l m ~ .

'res 60n un inter6sde lectorado de tipo 2 (ve8nse Crapanzano,l98 1;' i i i d ' f e l i l i ; > ',1981). Talesrevisionescnueas se hanconvertido en un foro pataJarusc1isi6n de'

.' .varias temlitjcas yatratada s en las seccioneS anterioreS de eSte articUlo.. '.,.", ...j¥ .•L8s :ciiti.cas por los, s p e c i a l i s t a S d ~ 8reas o par ellector n t r o ~ l § g i ~ & g e - ;

neral,deoDras escritas para un lectoradopopular. son interesanteSpor' 9 : q u ~revtiIan Sohre1a v'isi6n que tienen los primetos lo s Ifmites de la formaet

'riognffipacoDlO un medio serio, e inclusoetico,'de expresi6n del o n d c i n n e n t o ~ . ," F r e i l r i k ' ~ plihlicoQllalaque:ememadamentesevero contra ColinTUmbUll•. '.':en,Cun:ent'Aiuh:topology ( B a r t b , ' 1 9 7 4 ) ~ p r e c i s i t m e n t e en este c o n ~ X t Q : . ~ .ohra q u e p a r e c ~ a p a s a r pot una etnOgtafiaprofesional, i n c o r p o r a b a ¢ n ' ~ l l a ( ) ~ : - _

'.VaciOIieS n o m I e s ~ r e el mundo ' s ~ e r e n c i a s poIemicas o n c e i n i ~ Ii l i i ' p p I I ~licliqnepOdri8ri.8.feclar el destino:delos'lk: La tespUesta a este 8biqtI6en1..Medici6n o s t e r i ~ (Wilson, 1974) irl<iluia'oomentarios inoderadores de e s p & :cialistaS deItvea,Jo. cual por 10 meiios'tendla p r e s t a r un snstentomas. ~ - ;do al material etnognlfico que Turnbull bahfa elahorado de acuerdo ~ . sU

prOyfl9f() de escritllra. Pese a que estqsjntercambiosse refenan a los prOp6sitoSa.. los quepodrlan servir las convencionesrealistas (despues de todo, ~ n l l pu<lq

.habet escntO un ensayo estipulando sus"pUiiliJsde vista, de modo de smcifilr l D i , a t a ~que menosvehemente por parte delJaitb), ninguno de los moderadores mijo a c < > l a ~ci6n elpapel que jugaba el medio I n o ~ c o 8Dzandoel fuegode s t a c o D : r Q v e ~ .

Por Ultimo, los etn6grafos queescriben para los especi81istas de ~ , y

para ellectorado general a menudo cntiean los an8lisis comparativos anipliosambiciosos intentados en la antropologf8, por su violaci6n tanto del detalle

de Is rica complejidad que se explora en ]as etnograffas, utilizadas como

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r

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fuente de datos para la comparaci6n. No di'scutireinos aqW la fOima en que losexperimentos actuales parecen alejarse aun mas de la posibilidad de las gran':des comparaciones,en el contexto de la vieja y no re suelta controversia de I i .antropologla entre el etn6grafo y el comparativista, quien considera que el pro..;'p6sito de.l a etnograffaes ser una fuentede datos (mas que una fuenle t e o r e t i ~ ..

cal ~ una eventual abstracci6n a ~ o o ; ; a r r o l l a r s e en proyectos inductivo!fYnomoteUcos. En efeclo, el trahajo de o s , ~ m p a r a t i v i s t a s generales, como haM;, .tualment:e se 10 concibe, apunta allector8do de las ciencias sOciales, el

definimos como 3 mas arriba. La na,turaleza misma de estos proyectos ofendea

la concepci6n de Ia etnograffa.y de los uSos a los que debe se t puesta que Sful;i:

tentan los lectores que representan las categonas 1 y2 (Alverson, 1979; Asc14.:1973) [por ejemplo, vease la extensa yneg ativa revision de Weiner (Weinerj\

1980) sobre Ia sfutesis comparativa de Rosnian.y Rubel de loscompfejos t t I 8 ~,}teriales de Nueva Guinea].

,,";,-,;.:... ',. J ) ~ ~ ¥ , J q m u i . l o s t i p o s : c I c : l , ~ . r l ! i c : : ! t d ~ J a e t n C ? g r a f i ~ c o ~ ~ ~ ~ . t t t ~ t ~ .! •. c ": ' " , ~ o del truiterial etnOgnlficoencompantciones ]Xlrparte de lectores queStiii ' ...

;,,'i' ·..,.. - ' ; ~ : ~ 1 1 ~ mismos etn6grafos, d e m u e s t r a n 9 P J : l ~ J a r i d a d cpre losdesacuerooS s o } ) ~ : : ' . ·. ... . " ..;, "" Jo,qUe deberlanser la s e t n o g r a f i ' a s ~ O l n . o t e : ~ o s c ~ r r e J : l i n u y .}KlI' <,lebajo del'eOIiI/>,l,"',vv ._, ' ' ~ n s p t8cito d e l a d i s c i p l i n a y s 6 1 0 , ~ . s i d o a r t i ~ ~ o s . parciB.J. 0 i n d i r e c ~ ; ) ; ,." - " 'meDteen el discw'so autocrl'iicode ~ ~ ~ p O l o g l a . : , " ' , . " ,,};>;

~ ~ t : ~ ~ d ; ~ J ~ W ~ ~ ~ D c i O n a d o S " n m s perolo qUe es ' p e r t i n e D t e pam el tipo de cuestionesque sediscute'entfculo l i t e r a t u m ~ i e n r e que hainteritaOO. revivir lasignificaci6nde

rica,quitandole la :miuicJia quela f e c b . l ~ e n e l :pensainientoOcciderihil .su tiatamiento por parte 'de los'filOsof<>s(;lasicos(eneSpecfJ:J!, ''PIat6nyA'te!es) en el debate'entre la dial&itica y laret6rica ~ « : l n n e d y " l ~ y.,

• <- ., •~ todaslas veni.onesde las actualei;'teorfas eohre el discUl'110 podnan ~ l D i rmulos posihIes para U1la pe.-specliva eohre la escriima eInogl'IiIica 0 hislOriea,pero mi imIlresi<

Originariamente la retorica tema que ver con el habla, y consistia en wlcrici,t:po te6rico desarrolladoautoconscientemente para el uso ye l entrenamiento de .los oradores .Se la distingufa tajantemente de la argumentacion i a l e c t i c a . { ~era un cuerpo de lOgica abstracta, por su foco en las tecnicas del manejo dela'

iI!lpresion: como se omamenta y se hace persuasiva una IOgica teniendoun

auditorio en mente. Ei tratamiento modemo de la retoricacomo una perspeeti

vacntica difiere considerahlemente de la perspectiva clasica. Se focaliza en laescritura, mas que en el habla, desde el punto de vista del lector cntico masque delescritor. Esta es una consecuencia natural de la declinacion histOrieadela retorica como un cuerpo de teona para oradores 0 escritores conscien temente aplicada.

'Las funciones ret6ricas son, entonces, una dimension no autoconsciente. . ..eintegrid decimlquiel" clase de expresi6n escrita, ligada inseparablemente a l

Ccontelnclo'susuintivo de la narrativa, Ia interpretacion 0 el aru1lisis qu e se pre

" senta.. Asi coJp.O . 1 a J 6 g i c a . ~ la ~ n t a Q i 9 n d e _un.Jexto se pUede abstraer--

:p8iji u n d e t e ~ p I O p 6 s i t o , como ser la discusion teoretica, del mismo mo, . ,it<>. d i f l l E l p s i ~ n i ' e t 6 r i . c a de un texto y de sus argumentacionesse puede abs

:traei-pSra u npT0p6sito detenninado, coma ser la discusion cntica de la~ r a eu ~ lexto persuade y comunica efectivamente sus significacio'DeS. EJ:1 a m b O s , ~ Ia integracion reconocida de tados estos aspectos de un

",texto se d e j a , ~ , ~ W s p e n s o , en obsequiode una especie particular de ana:tisis;

_) .. P i i m I i r l e ~ , . I i , t j Q g i ~ niega 0 ignora Ia. importancia de laretOrlca viendola·;como.. o r i ~ t e , ) a i e t o r i c a cortio shol'a se la concibe nunea pierde de vista .

. . ~ u : ~ 1 ~ i 9 ~ ~ , c . 9 ~ l e z n e n t a r i e d a d en la pnli-;J.ica con los contenidos 16gicos de

. i . r ~ ~ (i; ,.una interpretacion y cOn la inextricable ligazon de estos' e o ~ h m i d O S ' c o ~ ia ret6rlca de su expresion Iingill'stica. .

·....... .... . E u · l ~ , ~ resurreccion de la retOrica, Perelman y Oibrechts-Tyteca

· r ~ ~ ~ 9 , 6 ? ) , P r o p o r c i o n a n una defensa vigorosa y sofistiCada, e l a c ~ o r u 1 n -4 o I a ' t o d a ~ ~ . Q 9 n ' " ~ J . i v i d a d oral;Kinneavy (Kinneavy, 1971) h a ~ r l , t o unaijnpljl!l Y l I ! I ~ 4 n ~ )asfuentes clBsicas y modemas de la  rett1rica;;.sf  uni , i n e ¢ o ¥ , t ~ ~ ~ · i r i n t 6 t i e a . En literatura, Frye (Frye, 1 9 5 7 1 i a ~ ~ J ) 3 u r k e ,

. .1?5g): $ . ~ ¥ P ~ ? ~ ~ al insistiry al demostrar Ia importancia.cle Ja.¢16rica, ' ~ l a i } l ~ ~ J i c e ~ 6 n y no·ficcion.Booth (Booth, 1961) desarrOIl6:unainflu

y ~ n l ~ ~ t S ~ J i . ~ ~ ~ t 6 i i c a sobrela. ficcion, ymas recientemcitteValEjgiO' (Vale1 r i ~ ; l 9 0 0 ) h a . e s c r i t o u n articulado estudio conceptual de )o'qu),(6Hlama.... l e t 6 r i c ~ . j ~ t ( ; a t i n . i n t e p t o menos'satisfactorio de una te'orfa fotitliil;ae lare16ri

ca. S i n e ~ o ; . l a ,oWa de Hayden White (White, 1973 y 1980)' es quiza la

mas. ntil. a una.perspec.tiva de la escritura etnognffica, no s6lopor Is sOfisticaci(in . l a n a t u r a l ~ sistematica de sus observaciones, sino'debieb aque'aplica

•• - - - -- • --: •'" : : : ' . .. -·f-"

,que Jasvemones qUe'ulJuido elJssyadas DO fuerou e l a h o ~ c , o l ; 6 D t ~ t p c ; ~ ; j ~ p ~ ~ ~ ~ ' el defectuOso uso de Grice pl r parte de Waldman en 1Ul esiudio de Ia ' i i i S l o d ~ i a l # i a i c a < W a l d i i u u l , 1980)]. En CODIra$te, una estrategia ret6rica como Ia d e s a n - O l l a . t \ ' ~ Y d e D ' W h . i t e ' J i l i ' e l d 6 t r a _

. hajada hrillanfementea propOsito de Ia eecritura hist6rica; yes:OhviaJileDteel tlpode'peispeedva que estll mQ en linea con la fonna en que planteamos las cuestionesenestearticulo" .

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;,i';

: : : t ~ ' -

una perspectiva desarrollada en la Critica literaria [en su ohra principal (Whi:" 'te, 1973) su deuda principal es con Northrop Frye] a un a disciplina de s c r i t u ~ra extraliteraria, pero que eemplea un medio literario: la historia. En .ensayos (White, 1978 y 1980), White proporeiona convincentes muestras de la

aplicaci6n de sus ideas al anBlisis ret6rico de ;;elecciones de escritura hist6rlca..· :

. Aplicar un anaIisisret6rico a Iii historia es quizas Un proyecto mas inte:resante y m8s ohvioquti, aplicarlo a la etnograffa, al menos arttes de la actuai .".

tendencia experimental; Esto se debe a que la historiograffa es una inquietud.·m8s antigua y profunda enire los historiadores de 10 qu e la escritura etnogr8fi .

..... ca ha sido entre los iui.trop6logos,porque lariarrativa:historica lleva m8s d i r e c ~t . ~ e n t e a la narraci6nde relatos qiIe IS: narrativa -etnografica, y porque Ia'iIiiaginaci6n ha tenido much.!tmaYot liheJiadpm- a desarro llar formas textuales

_apropiadas en lahistoria, desdee(momentoen u e n 9 ~ s e ellcontraha ligadani

", atiria practicade'investigaci6Ildonlinante,comoeltrahajo d ~ c a m p o , n i a l o s

··... ~ t l . § ~ ~ [ ~ · . · · · ·.. la, escrit ura f u o g r a f i c a . ~ p o r - t : i j e m p l o ~ en la r ~ e n ~ i ~ n siguiente s610 se

__ '.. , ~ ' ; " ,ceSita: sustituir la palahra i s t 6 r i ~ 0 par etnogr8.fico (Wijite, 1978, pag. 105):.: 2 ; ; : = : ~ 1 S ; ~ ~ : ~ J F ~ ~sus reeIam06 de ~ b J e t i v j d a d y v e r d a d . E S t ~ s i g n i f i d i ;sujetar tOdo di!

'. co':aim:aiiMisis'r:#6ru:9piira paneide ~ ~ t o ] S : i p f r i l f i s l r U c t U i a lque p r e t e I i d e : ~ W t ; ~ u n a , modestid'epreSentaCi6rt_enprosa de 1a realidad;'aDiilisis D O s p ~ p O r p i ~ a , s < x . t ~ n g o , cUll, e C l i J ' s o ' ; ~ . p a r a ~ p O r t e r demedida en qUe uil'disCursO h i s l 6 r i ~ dado ' ~ , p ~ e c } l : ! s i f i c a r con mM

.' .•..•...••;; .' "-"'-"-"":_.,1.:',,- , _ j ' ' ; :L!': '• ..;·..:J_ " '- ••• ...l:o.que por,

: e x p l i ~ l l

; ~ . - ' ~ .. o < ; : : ~ ~ ~ ~ t ; - ~ ~,_. ;..

.Asf, 10 q u e i e v e l ~ ~ i " ~ i ~ ~ ~ : . : e t t r i ~ ; r < i l o q u ~ ' n o ' r e v e l a ~.IUaci6n de las argUmentaCiolies)eS.laJonDa eli que I l e n g u a j e y la

..c;:i6n narrativa-deun text() h i s t 6 r i ~ 0 0 :etpograficoprecodifica tanto el

- ~ s i s . (10 que cuentacomo datOS). C-;):rno loS fundameritos de una

.. ci6n explicativa espedfica. Como con laeEicritura hist6rica, una

. ret6rica podrla ser unit dimensi6nanalliicamente aut6noma de la evalg@,iqi\ik';,

critica de las etnograffas,pero no es de ningfut modo un sustituto de__ ,. _ ! . " , , , _ . _. - . _ ." . . . . :' 0 •

·202 " " ' ~ '

. ; J ~ : "

luaci6n complementaria de la lOgica y de la evidencia de las afirmaciones de. 7un texto.

Mencionemos otras fuentes de la critica literaria que podrlan ser 6tilespara Un a perspectiva de la escritura etnognffica: el elahorado aruilisis formalde Roland a r t h e ~ sohre el realismo en Balzac (Barthes, 1974); lit perspectiva

-de Raymond Williams, imhuidB. de marxismo (Williams, 1977); Jacques Derrida como un a fuente para la desconstrucci6n de los textos, independiente de

la intenci6n autoral (Derrida, 1978); la critica orientada allector (Fish, 1980;

lser, 1974; Suleiman,J980); yel complejo e idiosincratico desarrollo de Michel Foucaultdeconceptos tales como discurso y episteme (Foucault, 1972).

''''Foucaultes ipteresante aquf porque un estudioso literario realiz6 un intentopara inccirporru:sus i!1eas en un proyecto que incluye la consideraci6n de es

crituraetnogr8.f'icadelsiglo XIX..(Said, 1979). La dificultad con el uso de Fou

cault como u ~ H ~ s t i : m u l o para el pensamient9 sohre la escritura etnogr8.fica es

'.---.F s u ~ ~ ( ) ~ i ! i _ Q Q . d ~ J " ~ j ' e r e n c j a l l i e g a la autonQmlade_textos_}'-autores.es. .- p e C l f i c O s j ' i ~ . 8 s c h i e n sitlia el concepto de discurso en terminos eSpaciales y

' .. ' t e m J > o r a l e $ ; . ~ , l W l p l i 9 S . Esto haee diffcil a daptar su metodo a nu estros pro

." y e c t o S / p e S e a , ] 9 _ ~ ! i , i J ! . w . a n t e que sean las intuiciones sustantivas que puedan

. derivarsede:1I11!l: triim.Iciosa inspecci6n de su sistema. En su aguda revisi6n.' c n t i ~ a de'Said,(CJjff9rcl, 1980), Clifford explora las dificultades inherentes a

..... 'lacoJDhinaei6D,qe .interes haeia el anaIisis de textos particulares' con Ia

"; iUDplia i ! ~ e p q i p u ; f o ! l c a u l t i a n a del discurso. Cliffotd concluye su articulo,a s i m i s i n q ; ¢ ( ) l l , ~ ~ J c t e n s o comentario sohre el cuestionamiento radical de Said

de lo s s u p U : ~ Q i H i u ~ l e g i t i m a n las interpretaciolies de otras culturils;elcual

, _posee phrililli! iiPlpIicEJ.D..cias para la escritura etnografica; por desgracia, S aid ig

. , n o r a ~ t : M ~ ~ e n ! e " a etnograffacontemporanea, con excepqi6n de un a referencia-pOSitivaa Geertz, hechaal pasar. '. ".

Al:$ugerh; g e h t e ~ de la CrItica literaria (en especial, la perspeetiva de la

, ~ 6 p c ~ ) w i e , ~ p . p . e ~ t i m u l a r la discusi6n sohre la escritura e f u o g r a f i c ~ no

. , ~ ~ n d c ; : n l P $ q p , e t l l 1 a . s sirvan como un modelo de emulaci6n de tipo "c';i'D.o ha-- : , ; ~ : d o ~ % ; a , J ( ) S _ ~ r i t o I : e s o lectores de etnograffas. Esto s eria repeth- e r e ~ ~ f a t a l

' i : , ? ' d e j h i ~ ~ ~ ~ < . 1 i 9 n F d ! : ' ret6rica clasica, aisl8.ndola como un cueriJb detoona, > p l j l . : i ~ ; y . i ! ; ( ) D i ? : ~ , ,exponiendOla a cargos de que todo eS una manipUlaci6n

J9r(D,I( I i I ~ A ! ) ~ n i @ . Son precisamente los paradiginas yl£¥l: i ~ l ? g l a s ,fC!r.,, ~ e ~ J a ; ~ r i t t m t d e modemos escritores de ret6rica ( p o r : , e j ~ ~ " ' \ 9 ; . ~ t e ,

V81esip.y :Kinneavy) 10 que se vuelve diffcil de seguir y 10 que esb! en agudo

. ' . ~ i J . t J . : a s J e ' ~ o n l ~ : e l e g a n c i a de los planteamientos e i n t u i c i o I l ( ~ S , . e J q l ~ o s en

7 - "'- -' . '. . . . . . . ',.,.., .i.,c" .'" " .

;" (:oiJ.:whire,-Sugeririamos que el awilieis retorico es anterior a UnaevalWicioD de loevaloresde verdad, porque la explicaci6n y la conslruccion de teonas no p U e d e i i ~ # Ii Ia"retorica del

'. lenguajeen que.Be expi'el3an. La sensibilidad Crente a1lenguaje de laoonceptUalizacion aclara eI•camillQ de Iii: disension de la verdad y la evidencia. La reciente evaluacion de Alan Ienkins de la

teoria social.de .evi-Strauss (Jenkins, 1979) eigne una pnictica que Jincula un an8lisis. del discu r80 conceptual previo y una consideracion siguiente de so 1000ca absiracta, en un awilisis cntico de

. una escrimm. mas teoretica que emogr8fica. . .. ' .

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un discurso de estilo mas convencional que enos dealgUn modogeneran. Unos610 pnede llegar a la conclusion de que esos formalismos, aunque parecen set.modelos que otros pueden emular, son de hecho modelos personales de lfuS'

autores, originados como una heuristic a para su propio pensamiento. La pre,f .sentaci 6n textual de estos modelos formales es en S1 un ejercici o retorico .enca"minadoa interesar a los lectores por un movimiento intelectnal que asigna una,enorme importancia. a la ret6rica del a:n8lisis formal yel metodo. Los lectores 1.,

escritoresque prek1ndenapropiarse de esosmodelos tan utiles, t a n p r o d u c t i ~. vos en las manos de sus creadores, a menudo enc uentran que en sus r o p i ~ ~

j , ? ; , ~ o S , se vuelven mecamcos.

".

., .... La efectividad. del anaIisis retoJ,icono depende entonces de mimt'Stodo;

. sinoqe'Una pl'Qljja d ~ l a r a c i o n de principios y de la demoStracion ' C o n V i n c e n ~ ; : ' :, te, pOr parte de.los crlticoS, de la importancia de tenerlo en cuenta ta;nto:en·lft<,

'escrifura 6 m o . e p l a l ~ b m i ' d e l o s t e x t o s ~ Para el escri tor etn0graficQ;tene! " .+ \ 6 u e n b j " a s c q e s t i 9 n e s , r e t 6 r i c a s ~ p O d t i a enriquecer los proqcs<isde pensamie: ..

~ ~ n a r i m p l ! c a d q s ; · ~ n : . 1 a produccion'cle.;-imlextQ) st u e c e s i d r u l d e r e s u e i ~

' ~ ~ i f : ~ : : , ~ ~ l i i d o ai' i l e n c i ~ ~ b r e r i a p f a c t i c ~ d e L t 1 " a k j ; a l ; c a m p o d ~ hi ~ ~ ' . ; ' , ' ~ ; .: : y o t : ~ ~ l perlododel realism etnogl8fico, ~ r 1 a ' q u e J 8 : formaen:«I¥::',:';;

.. ; ; ? ' ~ > ~ : ~ ~ t a b a n escriiaS'lema escasa ·relaci6nC9il,la: forma .en q u ~ : ~ ' ( ; ' , ;";'.habfa collilucido eI ~ j o de campo. 'De hecho; cwmdo : w ~ m i l m e ~ s e ~ : : : ~

: t ~ C u b ; } con cierto detalle la expeiiencia del'trilbajo de'campo.en lacopiosa i t e t i l ~ ' ,"tUra c9Ilfesionalde la s decadas de 1960 y 1970. 'que pormenorizaba I ~ , ;

. . '. . ' de ' . . . . . ; . . . . : ; l ~ . ..··ban·aI' . . •..• rob'l"'.±'Z""·" ,,';expenenclas mv"",,"'6auvreS gue 1 campo con onenlaClones p ' l e ~ r i ' : ..ticaa y teoreticas suinamente diversas, uno.queda impresionadopor la simil8;;

ridad de esas experiencias, qu e toleran cierto margen de v a r i a c i 6 r i ' p e ~ i Q }Por desgracia, no tenemas un n(unero semejante de relatos que i a ~ , & t ; t r a ~bajo de campo como una odisea intelectnal y que situen en primer l a r i { d Q . ' ! ~ : 'rna en que las interpretaciones surgen en el proceso del trabajo de campO. Lo$trabajos de Rabinow (Rabinow. 1977), Dumont (Dumont, 1978) y C r a ~ Q(Cmpanzano, 1980), apesar del artrcUlo de Silverman (Silverman, 1972kiilOmpor 10 que sabemos, las Unicas obras contemporaneas que aportan una,visi9iidetallada y frontal de la epistemologla de la investigaci6n. EI estudio biogr8.fi;.co de Clifford (Clifford, 1980a y b, y 1982) sobre Maurice Leenhardt como

hombre, trabajacL>r de campo y escritor etnografico es una reconstrucci6n ho..llstica, igualmentera ta, de la epistemologia de investigaci6n de una figura historiea. Mientras que el folclore del trabajo de campo jug6 el papel de una

, silenciosa intluencia dominante, modelando las convenciones de la etnograffareali!ila;hO hubo Dada en la etnografia realista misrna que pudiem suscitada

.discusi6n 0 xeformular la manem en que. el trabajo se coneebfa como una pes"qwsaintelectuiil;masquecomo.una especie ®expenenCiIl personal'"

Esia intluencia unidireccional de l trabajo de campo .sobre las convencio':,nes. etnograt'icas puedecarnbiar con Is actual.comente de etnograffasexperi

mentales, a unque mas' no sea porque estas se ocupan, antorreflexivamenle, de

lit forma en queel proceso total de l conocimient9, incluyendo una repre1·;rsentaci6n intelectuaIdel trabajo'decampo, se relaciona con la s interpretacio

i,,,,,1ies Y;ieltplicilcioDe!!\qge se ofrecen.·.Es decir.,ahom los eb:¢grafos pierlsanmuelJ.o m.8s;;retrospectivamente sobre .su pr8ctica de trabajo de camp" comopatte,integral deja o n s t r u c c i 6 n . ~ e un lexto etnogr8fico.Mientms que la reali-

, d a d , d e l t r a l i a j o k , ~ p o segnira siendo.siempre.un tanto caatics y siempre ,•. s e g n i m ¢ $ l a n d ( ) ~ a l · I D ~ n o s p a . r c i a l m e n t e , mas. alIa deI control del etnografo. la

refiexi§n S Q b r e ~ L t r a b a j o de campo relevante pam un estrategia nari'ativay un

esJilodei'epJ;e$entaei6n puede tene r finalmente algUn impacto directosobre la

, ,fofiua en:que.se cOnduce el trabajo de campo de lOs' propiOs lemores profesio" , : i : i u d ~ ~ d e J M ~ Q g i : a f ' ( ~ e x p e r i m e n t 8 l e s . LamOdificaci6n que expenmen

; J o s : , ~ m t " r e l a c i 6 n con las conveneionesrealiStases ju), cuestionainientoL;delasc1.---.i:--, . . 1_ . ' . :.... 1.<".;·' . ·te· i r rea! ' .....•. . e S a s i ' o o i t ~ e n c i o n e s" ' : . ;: . , ~ - ~ c ~ ep....emo "'6"camen '. es., que., " ."," .

; b D p l i c : a n . ( ~ ~ O i ; p o r c9USiguiente, lui conducido por 10 ~ ,.,una.reprepmcticas de campo en e I ~ i 6 n conlos, i ~ ' d e expli

;'.',:e8ciQfie$,que,ellas legitiman y los cuale s proporcionan antoridacl texfua1.,=; " i i ' . U l : i : e l a c i ~ l d l ~ J a , e t n o g m f f a con el desarrollo de late()ria,antropoI6gica

: "Joo·sidQ."un:W1to,cJistiiitaa su relacion con 1a prBctica del r a b a j ~ : i < k i c$lp<>. En

uno.detlus:sentidoS,Ja teona antropo16gica se conellie compun u e t p Q d ¢ aftr.maciones,seinejantes a1eyes sobre ciertos topicos de mter6Seiripmco (jom() el

parente8C9"la:ie!igioIi:y la economla, erigidos a .partir de.comparaqioues de

datos, ebstiafdoSasu vez de las etnograflas. Hace m u c h d ~ m $ t ~ ..manta-

gonisino sUbyooente cont ra es ta clase de teona y contra la reIaci9n de la dno-

grarIa con, ella;por parte de quienes se considemn,a sf nllsnws prlniaria:mentecomoetD6grafoS; La construcci6n eventual deamplias teo6ast6picasbasadas

en el.uso inductivo de etnograffas ha sidQ la pretextaci6n racional de la,antro

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.

.'

'

'

'.. ;

texto etnografico antes que por Iii obra teoretica modelaoora, es el hecho de

que los trabajos te6ricos en antropologla (por ejempIo. Sahlins, 1976) estanmotivados habitual mente por UIll l reflexi6n sobre materiales etnograficos (alin

. que su registrosea nuis abstracto) y de que poseen una vigencia Iimitada, lIegando a ser relevantes 8010 como documentos en la historia de las ideas. Encontraste, los texk>s etnograficos viven y poseen una relevancia mucho masperdurable. Esto puede ser un resultado de la continuiclad distintiva y de l ca

racter acumulativo de10s marcos geograficos mediante los cua les los antrop6

logos dennensu investigaci6n etnografica de una generaci6n a la siguiente.· Pero nuis alia deesto, los etn6grafos (pertenecientes a la categoria 2 dellecto

' .. rado, segWi lasecci6nanterior) parecen admirar eI texto etnografico como una

Cuente t:leirispiraci6n aser redescubierta y revivicla; y esta atenci6n primaria a" f o n n a ~ n g u e se traLim textual mente los problemas en la escr itura etnografi..:,.,¢a,generacoi1Stantemente obras te6ricas. '.

:(" ... .. ; ~ ; i ~ { , L a a c t u a l o o m e n t e de experimentos en etnograffaparece estar en Hnea

conl:iStarel8()i6ntradihional entre la etnograffa y la tooriadebase que la mo" , , ~ ! B : ~ ~ i n . e I D k a r g 6 , aJtOra existe en los proyecws etnograficos u n r ~ g o mucho

'masric.() de perspectivas te6ric8S a ser exploradas. No es probable que esto· . , ~ ~ q u e I a s r e l a c i o n e s hasicas entre la etnografia' y la teona, pero, como se

• . ~ v i ~ t o ; : C ! I l f e J o s l e x t O s singulares de mUltiple interes que seestanproducien

d O ~ ] o ~ ¥riritentos que parecen ir nuis alIa de unaprdextaci6nle1,llistaestan, ' W ! i Z : a . r i a ~ ~ ~ ' ~ o d e la etnograffa para un discurso o o ; e t i ~ o en Sl mismo. La~ ~ e n c i a ~ ~ 8 t n p o j>uede conduci r a un tipo de reflexi6n que aI menos ins· . ' . P ~ : ~ j ~ ~ · s i s t e . ~ ~ ~ c a total mente local a la antropologla, capaz de modelarsli1nteres pnorii8.rio'en la producci6n de etnografias. . .

. P o r : ' U l ~ m o . vale:. la pena mencionar aqul' el tratamienlo de ' Hayden. ' ,breel dehate entre la fiIosoCia de la historia y la historiograffa, a

~ ~ , : ......It;'"uel,sigIOXIX (White, 1973). pags. 267;.79), por Stl similaridadcon el

i : i r i 1 e n t o a n f r o ~ o 1 6 g i c o . en el que ensle'un debate paraleloentre la

• sii-vienta de una leorla general desarrollada Cueia'geella y .; llilfln en sf misma,' reforzaclapor ampIias toorlas so cia

_ .a}u·serricio. Una importante diCerenciaentre la.historiay

lI1'8Jltrop61ogia es qtie.en la primera ciews sistemas t6l?reticos innovadores'. .iecU;,f'dosPflasde lahistoria que detelminabari el i g n i 6 c a ~ de las re

, ' . ! i e ~ · l U S t 6 r i c a s . inmviduales) peneti'aroh, merced a Marx y a.Nietzche.e r s e ~ o d e ' UJ.la tradici6n historiognffica mucho nuis.estable cida que se

'conceniraba enla autononna de las reseiias y en su construcci6n.como texlOs, mieniras que en antropoIogfa la situaci6n ha sido la inversa: en laco' r r i e n t e , ~ o n t e m p o r a n e a de experimentaci6n, una preocupaci6n por las. r e s e ~ y lasleoriasque las mooeIan ha hecho i n t r u s i 6 ~ en una.tradici6nestableque tiene en la teoria general su finalidad putativa. En h i s ~ o r i a , la

· Posicion historiogra6ca, desarroIIada por Croce, prevaleci6. R esta por

COmo habra de resolverse un momenta hist6rico ampliamente .similar en laantropologla cultural y social.

pologla social y cultmaI; pero los etn6grafos y los te6ricos comparativos --su La evidencia mas clara del interns prioritario de Ia antropologla par. el puestamente parte de la misma e m p r e ~ a menudo han sido gente dislinta, con diCerentes perspectivas.

La comente actual de etnografias experimentales tiende a Hevar la etno-. graffa nuis alia --esta vez explicitamente--:- de dicha racionalizaci6n comparativa. Los intereses te6ricos se Cocalizan mas estrechamente en los problemas descriptivos e interpretativos planteaclos por un sujeto, rigurosamente circunscrito por eI texta, qu e deviene parte del dominio de interes teoretico.

Las comparaciones controladas de sujetos c ulturales superpuestos (y pre.;.

sumiblemente de preocupaciones t e x t : u a l ~ superpuestas en Is etnograffa, prO"'. pias de pequeiias "comunidades" de investigadores) tal vez sean aceptabIai . paia los etn6grafos. por cuanto es posibl¢un estrecho control de los context6s representados en la etnograffa, contextosgueie pierden en las comparacion.es amplias 0 ·altamente abstractas. A ~ ' d e : e s t a comparae i6n de etnografl8S experiinentales entre. especialistas de8reaSe. pueden'cons truir . ipos .de. fl:IoliaS

'comparativaS c h o - n l l i . i f ' S O f i s t i c a d a $ ; ' . : p e o r e s t o s e r i a S 6 1 0 uit'sUhpiOducw de u.na.; pr:eocupaci6ncoJ,remporanea mas ~ ~ r l a claSe'.de leona Cundamentalqtie··

proporciona al etii6pq una O r m a c : l ~ ~ ~ h r e ; ~ u ; : i n a t e r i a l y , mas e s p e c f f i c a ~ '.

:'mente,Un e d i o ~ c o n s t r u i r u n t e X t o ~ ' e S a lavezodescriptivo yexplicat ivos,En este otrosentido de la teoria#ttfO}X)l6gica, laconstrucci6nde teona.$

g e n e r a l e s ' I . r o c ~ e p o r m e d i o d e ' r e f j I l l l l J i i e r l t O l ! l ~ ~ l a Cornia en que sucesivO$

escritores etnognlficos manipulan. e ~ ~ m ¢ n t e e s e P . ' " l t e r i a l de campo, ,mas '.. que· por medi9 de . r e c o l ~ c i 6 1 1 g e ~ ~ . s , c J a t o s Para Una teo,ria envolventehao,eacla en laeomparaci6n. U, que secomJi#aeS la adecuaci6n de Cormaso estif

. lo s de;explicliCi9R ~ t e r n a t j v o s d e , l i l i ' . f e i l 6 ~ n o s i m i l a r ~ d e s a r r o l I a ~ , e hdiCerentes ~ e f i a s . E i ! t a e s i l r e c l s 8 n i e n t k i · I s ~ I 8 s e de teonaque dependedeJ8Ji,

,variacione8 innovador,a8 d e : l ~ d i . f ~ ~ ~ m o g r a f i a s , yqua conIlevaUllllexpei:,

.. n t : : ~ e ; I , ~ ~ ~ ~ ~ = : ; ~ ~ l ~ : t t i ¥ ~ 1 6 g 6 S ~ b ~ 8 d o . ~ ~ ~ ~ \ · · · · · · los. mas a l h l J J ~ : ' ~ ~ s j ) l V P i a s f J : O n t ~ n $ ~ f ) U o s i l j v 9 c 8 n . y d ~ a r r o l l a n . p 8 J ' a ; " s ~ ' : i ~ { ) "

. r o p i o s . p i o p 6 8 i w s ; : . 1 . . i ( l e a ~ l i d c : l l p s l . ~ ~ ~ ~ ' ~ a d o s 'y -recientes'como'!; : ? E a ~ . ~ eicos en l n i o d e l ~ d e ; l 8 l i ; ~ t i v i ~ 7 Y ~ h a l m j o de campo id e

e t n o g n i f i c a ; ~ ~ e l i g a d a $ ; qU6tcODstitUyeri su inleres p r i m C l ~ elpasado, en U § ! + , d e c ~ leorias,s6bi81eso cultUrales para poner de u s i n C o r m ~ ? ' l O $ e t n 6 g m f o s h a n sidoespecialislaserila puesta a. elaboraci6n d e p e r $ ~ v a s i e o ~ c a s g e D e r a l e s , desarrolladas en otras plinas y por otr6$pensadores, por su utili,dB.d enlas tareas de explicaci6n terpretaci6n emanadas de una tradici6n deinvestigacion y actividad ria. Los cambios. en elinteres te6rico dependen en gran'medidade la

critica y de la insatisCacci6n con la Cornia en que esas influencias teor6ticti particular "Iucen" cuando se las somelerepetidamenle a prueha en los lo s de l escritor etnognifico.

006..

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Otro8 sentidos.de la experimentacion

Hasta aqul, nuestra discusi6n se ha limitado s610 a c ierto nUmero de et

nograffas contempor8neas. y por una buena razon. Aunque exista apenas un

puiiad de textos escritos, estos parecen ocasionar en la antropologJ:a un inteo

res general desproporcionado. La mayor parte de las etnografias p e n n a r i e c ~ . fuera de este ambito de experimentacion, porque en su produccion elIas no tor

... na n problenu1ticos ni la construccion de interpretaciones y descripciones, Jli . su pr8.c de escritura. En contraste conlos experimentosactuales, los inte

tica~ s . t c : l O r e t i c 9 S Y las. formas realistas convenc;'onales de estas etnografi'as ~ - ;'apartiUi del foco delaconstrucei6n social del mundo de sus sujetos, el p a l : ~ : .

. sido qIDzas el principaleStfmulo para el desarrollo de un discurso u t o r r e f l e x i - i ; . s ' ~ ; ' ~ . ·. :voexpllcito s o ~ 1a practica de la escritura en los e ~ r i m e n t o ~ e b : l o g r a f i c ~ . ; ' · . .

En i ~ r t o s e n t i d o ; e n t o n c e s . estoS e ~ r i m e n t o s se yergnen cpmo ur i enlicaf a c t o a e ~ ~ lasotrasetnograffascontemponineas qtIe noincorporimunare;;:.

.' : : ~ . . "fleXi6n: s 6 b ~ - s u , : p r O p i a P r o d u c c i o n c o I l l o u n c o m p o ~ ~ n t e ' V i t a l de · l o J j · a . D : a 1 i $ i ~ ~ · ; : : j ~' t ! l ~ ~ ~ . . J i , ~ 6 n d e laS :"1Ia,nadas ; : " t i v . s ' a d ; ; m i i l i ~

[ : ' ~ . , l a . a n t r O p o l o g f a cQniem.poninea'corttrasta;rudamentecon la .' : 1 " , : ; , , " c ~ t L i d d e ~ p e ~ p e c t i v a ' d e la conducta:oJaperspecti:va Ips., .•. teresadi!.SerimodelosanaIfticos d e ~ l i c a c i 6 n q : u e ' e n la.defmicioll

"marCos'irt£ llgen8S.de lsignificado.E sb:t discU$i6n se . 0 r i g i I w . j i ! ? ~ , ..

'. cion l 8 r i f i g u o i P t e ~ de Ia: etnograt'fa realistil en a r , e p ~ i ~ # ' : i l ~ r ) j ~ ,de viSta (del) iiativo;LosanaIisis de si$temas, de los' qUe elfull/:::lona1.iSD:lo "

' d ic iona l ehi.imafoIIn8.no refinada. s610 hari avanzado co

feor6ticaen eCologfaCJJltural;'enanm;.pologla c o i l 6 m i ~ a y enc a m p O s t ' l n . l Q que a ~ r i t u r a etnogratica no sitl9 m8:votfueD.tel

nificaciones. Sin embargo, todavfa tienen qU e probarse a Sl mismos como nw

delos viables 0 conw gufa para la escritura de etnOgraflas de aruiIisis de sistemas que vayau nuisalIa de Pigs for the Ancestors en experimentaci6n textual. No debe interpretarse qu e textos tales como los de Rappaport e st8n exentos de

un an8lisis de sus estrategias ret6ricas y narrativas en tanto practicas de escri'tura. Dichos textos s610 son menos conscientes y prestan menos reconocimiento a su ret6rica deconstrucci6n que la s etnograflas interpretativas qu e de buen

grado llaman la atendon sobre sus propios fundamento s epistemo16gicos y li

terarios.

La naturaleza reflexiva,vuelta sobre SI misma de los experimentos recientesen escritura etnografica puede ser considerada perversa por algunos,como Un signa de crisis en la disciplinay no de salud. Podrla sostenerse ade

mas que la experimentaci6n productiva en etnograffa deberia cen trarse mas'm8nifiestwnente en nuevas formas de.expresar textualmente problemas de in

vestigaci6nque se plaittean tID.ellrabajo de campotradieional;perocuya ma-DipulaCi6l1 lrasciende la perspectiva obtenida de la investigaci6n en

comuriidadlilScerradaSO pequ eiios grupos.Esta otra especie deexperimenta

:ci6h textual Seorigirui;entonceseri r o y e c ~ para los cuales el texto emografi'co simetricoaltriiliajode campo es parcialmente relevante, pero demasiadoliinitado. etlsfinismocomo medio para tratar un problema de investigaci6nainplianiente concebido. Recfprocamente; es:posible,qUe. surjan experimentos''de ~ r i t U r a e m o g r a f i c a en 8reas de la. n v e s t i g ~ i 6 u ~ o p o 1 6 g i c a en las qtIe:eI'medium elnogTMioo'(o su facsfmil) eS utiliz8do como un vehfculo innovador

'para Is. presintaci6n'de Ch:lJos y x p l i c a c i o n ~ . . .' •.... '. . '.

Muchos antrop6logoS socialesy cUltutalesnunca<producenun a emograpUblic8dB:a -pmurde sus notas 0 e v e n t u a l m e I l t ~ C k l l a s d i s e r t a c i o n e s q u e

derivaii t.riJ')ajO::de campo. Esto u e d ~ ~ u l t a d o de la pereza;-o de t'm

. ';!iniliioeD los"intei'eseS profesionales, 0 de una i n ~ { a c c i 6 n . y 'lUlBambiva- .~ : l e i i c i a 'que tienen"qlie'ver con dudas sobre.la a9.ec1ll'lci6n,delpro.pio. trabajo,da<JaslaSengen.cia1S' epistemoI6gicas i r r ~ e ! i l implicitas e : I 1 1 a s ~ 0 n . v e n c i o n e s .'rtWiStas;'Tamhi&!eSi>Osible qU e la etnograffa eris(misroa .sel8 de.masiadidi

problemas enelqt1!.ese u t ~ dur.t;lrite.(:}1'c1,1l'$Odesu.'inYe'Stigacl6ii'el'8DiroIlOlogo que haee trabajo de a J I l p o . , D e . ~ . l a s c i e n C i a s

sida la mas e n t u s i ~ t a m e n t e i J : l t e r d i s c i p l i r u n i a . e nIll"<?XplotlU:ii6WdeVJ'as'relevantesde investigaci6n. D o n d e J a e t n Q g I a { l ~ c Q n v e n " C i o f u d ; I i & t ' l l i i p ~ ; l o s e s t u d i o s o s de qu e habIabamos t ~ f d . e c g . l ~ s a l -. , _. " ~ ~ k l i m a del texto etnognlfico amarradoal" j o , d e e a m p o yldefiniran -OOl- st:riUsmOs problemas qu e requierenfol11l8Smuy direrentesde

',.'••

de textos en los que puede incluirse como parte de tin proyec

"' '. la:propia etnografla deprimera mana, son el estudio comparatir o e 8 1 ~ c { h l t : u n p r o b l e m a 0 en un t6pico y el estudiode las, sociedades

. D t p l e i a t l ( y ' d e U n i ~ e s mayores qu e incluyan la alde&; la comunidad.o la

elpual·comh ina historia social, etnograflay economia pol{Qca o r g a u i ~ entonlo de un asunto clave (Huntingdon, 1979; Meeker, 1979; Taussig,

:-, .

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1980) senan ejemplos recientes de la primera; Fischer, 1960; Taussig, 1980;

Taylor, 1979; Wallace, 1978 de la segunda). El trahajo de campo, por 10 menos en el area geografica de inter&;, es una experiencia de investigacion for

:madora que se encuentra detn1s de esos textos y que les confiere por 10 menosparte de su autoridad; pero muchas perspectivas, inspiradas en lecturas teore-ticas e histOricas, se esmn incorporando al tratamiento de los temas p r i n c i p a ~les de esos textos, para los cuales el mediwn etnogrMico por sf solo resultaria

inadecuado.. En el estudio comparativo, el trahajo de campo puede darle a uno una idea interpretat i ; pero aquel s610 se puede desarrollar en amplia escala com

vaparando el trahajo propio con otros casas e l ~ v a n t e s . En el estudio de procesO$ .de grsn escala en lIOCiedades complejas, la combinaci6n de la etnografla conotras p e r s ~ t i v a s es necesaria pant. ~ a y a r la. cntica que ha meretido gran

"'parte deJaetnognUia de las sociedades complejas como alga que es 6.til enCierta medida, pel'o que es asimismo ~ i a l m e n t e parroquial y ciego a otrasperspectivas- e n t e S q m r s e foealiuuien los IIl8Croprocesos(porejemplo;

ver la critics de MagUhane (Magubaru:<;1980) a a e t n ~ F a . d e Alverson]. Enlos texi9ScitB.dos'mM arriba, los a u t Q ~ ' ; ; 1 . W : e S t 8 n O i s p u e s ~ q s a ahandonar di,;.·

J.<-versas p e r s p e c t i ~ a s q u e a f e c ~ . a a H ~ l d e c ~ p o e n b e n ~ f i c i o de.otmS.. ~ . c l ~ de especialistas. En · l u g a r d e e s o ; : ~ i i h o t d m i e n · s u s , p l O p i O s t e x t o s v a r i o s-piveles de. aignificancia,

e x p a n d i e n ~ , l ! l O h i e ic

1l!'8 ampliavariedad

de p e r s ~.pectivas yfuen de ideas y d a t o s r i t ~ l t i d o r e ~ d ~ l ~ . q u e su propio1rabajo

les<:Ie campo de primeta numo es s610 t J J I A . J l p ~ ( j p l e I D a d e escritura deesoS pro

yectos es ellogrode la coheiencia teXtlial.; cOnSecuentemente,setornanvUhl.er ,!ahles a cnticas por parte de los e c t o ~ ~ p o l p g i c o s , en el - - - ..••

. soiltexlOS pesados:"que no se leen. c O . i n Q ~ 8 J ' l l I ( l p o l ( ) g i a ; . Por supuestq, :esta·de reacci6n es.dnmdicede au s t a i J 9 ~ r i m e t W d · ParticuIarmente.en - '.'tuc1!.<!_de las sociedades o m p l e j a s , ~ l ~ j o de c,nnP<> p ~ e d e seguirsierido!Ji(actiVidad de investigaci6ncentral d e } ~ : P J l t r 9 p 6 l o g o S , s U p l e m e n t a d 8 P O r i : ' . < i , i ~ ,.versas lectur8Syporuna e f l e x i 6 n ~ , ~ p l i a : p e . ~ ~ e I s610 d o n 1 i r t a . r & i & ~ i ~ ; ; .

< : i a l m e r i t e l o s t e x t ( ) s ' c o m p u e s t o s e n ) ~ . ~ . l a p ~ n t a c i 6 n.:material.etnOgrafico sera sOlo-un ( ) ~ I ) ( u : ~ e ~ e ; ~ n t - n t m S . L o s ~ e n k , J O § q U e l a ~ r e s i 6 t i . ' e t n ~ C 8 - . .... .

,si6n, Cundal:bi:en:im .. d e i b v e s ~ i 6 h

estudioS psiciOl6gicos·y el trahajo .. ' . tropologia m6(lic8.i lulil {avorecidoyasea.1a 

,":",;: -' / , . drian considemt 'Un subgenero etnografico, ~ ~ 1 l e I D O S j(!11OI8do··eJ

articulo) 0 las:' comparaciones transculturales. que. cuna retOrica iInpresionista a una ret 6ricaque constituye la aproximacicercana de la antropologia social al ID(JdC:llo de testco de hip6tesis de

social positivist&. Dentro del conjunto deexperirnentos en tomo de lasciones r ealistas,algunos han sido experimentales en el sentido de

medi.urn etnOgrafico realista para descrihir y explicar caractensticascas de una poblaci6n en textos que no estan foca1izados en historias

no esmn pesada ni explfcitamente cargados con un aparatO' teoretico tal comola psicologia freudiana y nO'se conforman a la ret6rica formal positivista. Tahi-tians de Robert Levy (Levy, 1973) en Ia antropologia psicol6gica y Kuru So-

ciety de Shirley Lindenhaum (LindenhatJ.JD. 1979) en Ia antropologia medicarepresentan usos efectivos del mediwn emognillco en campos de interes de la

antropologia en los que la tradici6n realists de la escritum etnografica ha permanecido poco desarrollada.

Por Ultimo, eI campo de la sociohiologia puede conducir crecientementea un a expresi6n textual de forma muy parecida a la del realismo etnogrMico. A

rafz de la controversia sohre la relevancia (0 irrelevancia) mutua de Ia sociohiologia y de las preocupaciones tradicionales de 18. anlropolO'gia social, una

mirada etnografica a los reportes de estudios de campo de primates (0 de otros6rdenes)requerina un manejo hahilidoso. Langurs of Abu de Sara BalfferHrdy (Atdy, 1977) es uno de esos tems, cauto en sus afirmaciones perocer

!::8J:l.9 ~ t a s c o n v e n c i o n e s de laetnografi8 realists.

Quizala pregunta conclusiva mas ohvia de este articulo sea &d6nde estallevando-laetriogtafia experimental contemporanea a la antropologia social y

ctiItui'al   duraDtetantO tiempo ident ificada con un a pmctica de trab&jo·de campa y COrluDareSemf etnognifica distintivas. Una r e s p u ~ t a desde el punto de

v j ~ t s de 10' qu e hemos caracterizado como experimentos radicales, distinguidospOt i;ufaltsdepreoc'upaci6n par la adhesi6n a l as convenciones del genero

r e a l i s t s , n o s e n ~ fundamentalmente distinta; la mayor parte de los experimentos,POI"nlas i:nteresantes que sean las condiciones hist6ricas que Ia originaron,esun f i n a m i e t l t o : y r e p r e s e n t a un periodo esencialmente involutivo enla hlslOria del e a I i s m d d ~ l s i g l o xx. El futuro, desde esta perspectiva r a d i c ~ todavia 'oscurarneDte·;defi·nida [que ha tornado cuerpo en la caracterizaci6n que

:ofreeeClifford, (Clifford, 1980) de los experimentos involucrados con el pro..,

ibleiWi textUal de iaautorid ad dispersal, se encuentra en las etnograffas has adas eqnocionesm.uy' dilerentessohre c6mo deben definirse y representarse

' ;teXt:Wdmenlt;lasdilerencias cuIturales en un mundo contemporanco; un mun

dOInllY"distiDto al queofrecfa plausihlemente sistemas cerrados--trihus, puesbIOS""-'-'como-s11jetos . merced a los cuales se desarroll6 hlst6ricamente el

' · r e a I i s I n o ~ o g t 8 f i c o .Reconociclamente, esta perspectiva radical es basta el momenta s6Io un a

de'bilvoz en la disciplina. Dentro de los limites de la pnictica realists, la respUestaconvencional a los experimentos shar ca desde Ia decepci6n has;a el en

tusiasmcism reservas. Cualquier cambio en el loco de interes puede suscitar,razonahlemente, rcaCciones tan variadas como estas; pero la funci6n reflexlvamentecntica queentraiia esta concentraci6n particular de l inter&; sohre el

texto etnograGco, plantea un a revisi6n de la empress etnognlfica sofisticada ypenetrante, sin precedentes, en el coraz6n de las pretextaciones racionalizado-

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7/27/2019 C. Geertz, J. Clifford - El Surgimiento de La Antropologia Posmoderna

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ra g de Is antropologta social y cultural. Aeste respectOt los experimentos esuhtperturhando el consenso tiicito sabre "10 que hacen los antrop61ogos". Estopuede leeme como algo que abre cmmnos 0 como algosuhversiv<\ pero decualgUiermanerael actual inreres bacia la eseritura etnogrBfica es mas qQe

otrofoc§de arencion y otramoda pasajera.Q I l ~ P u n t o apropiado sahre el mud fiDaIizar esta reseDa, entonces, coricier;..

· ne 8 pal;i quien'y e . ~ manera el desarrollo de una perspectiva critica sahre. lostextOs;.etnograficos puedeietnms 6tH en Ia antropologta. Debe admitirse

que el desarrollo mas rico ymassofisticado de esta perspectiva dependent delos el!'pecialistal; f u l l - : : ~ e en historia de la antropologi8 Yt mas generalmente;. .de los campoS que Se. inte!SCCtan de la historia intelectual y la teorla sociah ...Un estudiosotieneveP-fiU8$ considerahles en el estudio de la etnogi:afi'a cuan":.

" ' ; ~ C I o su tema es·laoma e u n ' 1 ~ g r a n d e " reconocido del pasadOtComo M81'inowF.'i

. •. E , : ~ } l ~ ~ ~ . ' .. ~ : o I k n l w d t [este Ultimo es el sujeto de laohm' ..•.+ . P ! q , . ~ ~ d ~ ~ P i f f o n J J G l j f f ' Q ~ 1 2 ! ! Q a y ! > , r ! ~ l gtIe va rruis aUa de la i o g r a , ¥ · ~ ; ..'

~ : · ~ ~ : ; , = ~ ~ ~ ~ m n : ~ t ~ : : : ~ = i C : ~ S 2 : c . : , ~ · ~. i n t e m t e C l i 9 S · t a l ~ c \ : l n i ( ) . ~ ! 1 e ~ p o .rquizas inclusoinformantes YasocUi+'

· · · ' ; ' ; · · . ! : . : ~ ~ t f ~ ~ ~ ~ ~ ~ t ~ t a ~ ~ ~ : : ~ : : : : ~ ~ : a U : o t · ·'.' . , . d i ~ i o ~ p t 8 S f r l 1 c t 1 f E l r i i S p a n l ~ l ~ l l o ,de una perspectiva 8Qhre las}

~ " ~ " i · · ' , : · " ~ I ~ e ~ ~ ~ ~ ~ ~ : ~ ; ; ~ ~ t · n u e s t r o enfasi$.·ha. ,sido i n t e n c i o n a l ~distituq;. ~ o s · c o n C e $ a d o en d lector profesional de)'

. q U i e n t i e ~ e s c a s a c l ) l l c i e n c i i t de los' problemas textuales cUando at>c?J'da':.h\'V:Yl ~ t l J l 1 l c ; l e etn0graffus-::AunsLun·lector.essensihle.aJaret6ricLde..textos n a t l : : 1 . ~ ; ; ;

\ i d w a l e s . c o n t e m p Q ~ ' S 6 1 ( ) p o s e e un o n t e x t o m u r ~ t e n U & ( s i . es-aue1lOl

~ : ~ ~ j ~ S 9 P ~ . ~ ~ ~ ~ ( ) r i ~ . " « r I corpus ~ o s ~ e ~ e h e situar las .. duales,};xcepto en'iilcasode.ohr asmuydisclltid aS de Geertzy de las

: ~ U t o , h i Q g r B f i c a s d e ~ 6 ! i c r i t o : r e s t a l e s como DumontyRahinow. que lasdeinvestigaci6n.ellectorAlilntip.n .

• .' . . . ~ , . '" . OJ .' selparterutinaria de la practica profesioDaJ· virtud.dela coniente dee;q,erimentaci6n'etnogr8fica radica en quI3

ta(si es que no iDlpOpe)-estaactitud cntic8porparte de.los lectoresg r a f i ~ . i t o mediantela imposicion de me.odos de cntiCStsino mediantec : l i s Q W C i ~ ~ de f a c t ~ d ~ " l a S cOllvenciones que hanconstituido d ~ e

·eno ~ d o coltiM:ptcd"esionaldelos lectores y escritores de etnogramque es ~ o ~ ~ ) : l i s c ~ i o n crftica,pory para los etn6grafos,o ~ r a s Pc los.deri18s, ~ e , ' a l prestilratenci6na loret6ricot ·no pierda de

o h j e t i y ~ dela o n s t r n , c c i 6 n d e ~ c o n o c i m i e n t o sistematico de las, .: ; ~ _ . ; ~ . ,h ' : : : , ~ ' . ; .

la s . Es precisamente la allSencia de tal literatura 10 que La hecho necesarioque esta resefia se conce.nlre en la critica del reaIismo etnografico como unafunci6n interns de las modernas elnografias experimentales.

~ a d e c U w i e b ~ 8

Va:rlaSPerson&s han leido critieamente un horrador inidal de este artfcu10; deseamos agradecer ]a ayuda.de las siguientes, sin dejar de seiialar nuestraexclusiv8 responsabilidad por su version final: Jim Clifford, Vincent Crapan_zano,Mike Fischer, Renato Rosaldo, Julie Taylor, Robert 1'homton, StephenTylary Jim Wooten..

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