bbltk-m.a.o. e-002 fas 67 - lo desconocido - ovnis - una conste presencia - vicufo2

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  • L MCffiruffiCffiffiPARAPSIC()LOGIA EI{IGMAS OVI{ISLA MUERTE Realidad y transcendencia EL TRIANGULO MORTAL DE LAS BERMUDAS 0YNIS: Una realidad indiscutible 1OTRAS YIDAS? Espiritu y reencarnacin LA ISLA DB PASCUA: Un ensayo del fin del mundo? CUANDOLOSOVNIS ATERRIZAN 6EL ESPIRITISMO y sus metodos TECNOL0GIA DEL PASAD0: Unos hallazgos

    sorprendentesEFECTOSELECTRoMAGNETIC0SD[LOS qOVNIS

    PSICOF0NIAS: Gnesis y prcticaLa inminencia de EL FIN DEL MUNDO OYNIS:TOPSECRET IZ

    POLTERGEISTElpoder mgico de tAS PIRAMIDES C0M0 SON LOS OVNIS? -1 >CLARIVIDENCIA Y TETEPATIAEL DILUVIO Y EL ARCA DE NOE OYNIS: LAS DIFICITES MANI0BRAS 1"3

    ASTR0L0GIA: Teoria y prctica

    H0R0SC0P0: Ellensuaie de los astrosLA ATLANTIDA: Mito y realidad OYNIS:LOSYIAJESIMPOSIBLES ? I

    PRODIGIOS DE tA SENSIBILIDAD EGIPTO MILENARIO Los TRTPULANTIS DEL COSMOS ']-r i

    MENSAJES EN PIEDRA ENCUENTROSCONHUMANOIDES 4'HIPNOSIS Y SUGESTION

    LOS MONSTRUOS IMPOSIBLES OVNIS EN EL PASADO t-,'LOS SUENOS y su significado

    Elenigma de TIAHUANACO OVNIS: ENTIDAD DE LOS TESTIG0S -jTAROT: El futuro en los naipes

    VAMPIROS Y HOMBRES.LOBOS OVNIS:ELPRIMERC0NTACTO 3-YIAJI At FUTURO: Claves de la Adivinacin

    EL MUND0 MAYA y sus miferios OVNIS: PELIGRO,ABDUCCION J.BRUJERIA Y SATANISMO

    MAGIA Y TEYENDAS DE LA INDIA OYNIS:PORQUEtOSRAPT0S? i tQUIROMANCIA: El destino en las manos

    PROFETAS Y PROFECIASEt UNIYERSO INCA OVNIS:SECTASYCULTOS "ELAS PIEDRAS DE ICA: Bllegado de otra historia OYNIS SUBMARINOS -}

    LAS FRONTERAS DE LA MEMORIALAS PISTAS DE NAZCA y ohos dibujos areos LOS VISITANTES DE UMMO -,J

    LA FUERZA DE LA MINTELOS HECHOS MALDITOS LAHISTORIASECRETADELOSOVNIS i-.

    LA 0TRA MEDICINA: Proceso a los curanderosEt IMPERIO AZTECA Y SUS SECRETOS LOS OVNIS PROTAGONISTAS 0 TESTIG0S? :PARAPSICOLOGIA en animales y plantas

    TELEPLASTIAS: Imgenes de otros mundosLA DESTRUCCION DEL COSMOS:Un hecho inevitable

    OVNIS: LAS GRANDES OLEADAS I .JEL HOMBRE Y Et UNIVERSO ., .JOVNIS: ENIGMATICA PUESTA EN ESCENA : :OYNIS:Ul,lA C0NSTANTE PRESENCIA '- -

    TECNICAS D[ RELAJACION Y MEDITACION LOS SEORES DEt CONOCIMIENTOESPIRITISMO BRASILENO LAS ESFERAS CELESTES DE COSTA RICA

    E}.IIGMAS DE AMERICA

    LA DESAPARICION DE tOS DINOSAURIOS

    EDICIONES I. SUORUM, S.A.Consejo edito!'ial: CANDIDO CONDE, MAhIUEL GASCH

    Director de la obra: FERNANDO JIMENEZ DEL OSO Director ejecutivo: JOAQUIN GOMEZ BUnON Director artstico: LUIS DE MIGUELFotografas: PABLO RODRIGUEZ Ilustraciones: JEAN SEMMEL,ZEN, OYARBIDE, TOMAS IVENDEZ, LUIS DE MIGUEL Colabotradores: LEONOa

    ALARAZKI, JULIO ARCAS, VICENTE J.BALLESTER, J.J. BENITEZ, MERCEDES CASTELLANO, SINESIO DARNELL. ANDREAS FABER KAI.SER, MA LAURA FELIX, SALVADOR FREIXEDO, JOSE L, JORDAN PEA, JOSE M, LOPEZ IBOR, JUANA MARIN, FRANCISCO PADRON, JE.sus A. pEREz OASTAO, ANTONTO RIBERA, JOSE RUESGA, ENRIQUE DE VICENTE, CARLO LIBERIO DEL ZOTTI. lmpresin: GRAFICAS

    REUNIDAS, S. A. ISBN de la obra: B4-77O1-143-5 ISBN del fascculo: B4-77O1-142-7 ISBN del tomo l:84-7701-141-9Dposito legal: M.28466-1989Printed in Spain Distribucin: MARCO lilERlCA, S. A.o 199O Ediciones l. Quorurn, S. A. lmpreso: Septiembre 199C

    Redaccin y Administracin: Diego deLen. 7 - 1a 28006 MADRID Tef.: 5645863 Fax: 5645490

  • Ht

    tUna constante

    presenctaDe que los ovnis estn aqu no hay

    duda. Para bien o para mal, o tal vezsin trascendencia alguna para los sereshumanos que poblamos este planeta,su existencia entre nosotros es uln he-cho demostrado por miles y miles detestimonios y miles y miles de docu-mentos grficos. Entonces, lo que de-bemos de cuestionarnos es desdecundo nos visitan, porque a la vistade mltiples documentos histricos,entre los que podemos y debenroscontar incluso urna buena coleccin depinturas rupestres, su presencia ha si-do constante a lo largo del devenir hu-mano. Es decir - y para tradtlcir nuestraafirmacin a trminos ms inteligiblesy concretos -, que los ovnis y toda suparafernalia en forma de aterrizajes,huellas, raptos y otros fenmenos queles son genuinos, nos vigilan quizdesde que aparecimos como seres in-teligentes sobre la Tierra, y nos acom-paarn probablemente hasta que de-saparezcamos.

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  • ffiffiffiffiffiffiffi a gran inquietud acerca

    de los fenmenos atribuidos a la presencia delos ovnis comenz en 1941 , tras el avistamien-to de Kenneth Arnold sobre el Monte Rainierde los nueve discos volantes famosos ya; peroen verdad la historia haba comenzado muchoantes, no sabemos cundo, como tampoco co-nocemos cul ser el final de esta etapa co-menzada en el mencionado ao.

    No lo sabemos, efectivamente. Es posibleque, pasado algn tiempo, "ellos" desaparez-can de nuestro horizonte o se limiten a espo-rdicas visitas. Sin embargo, la evolucin ex-

    perirnentada por el fenrrrerro parece sealaruna aproximacin cada vez mayor; slo quepor cauces diferentes a los que en un princi-pio habanros imaginado. El situar los ovnisdentro de un contexto fsico condiciona engran medida llegado el momento de irnagi-nar qu suceder a continucain. La apari-cin de las naves sobre ciudades, bases mili-tares o instalaciones industriales sugiere unintento de "concienciarnos" para la etapa ul-terior: aterrizar en la plaza rnayor de los pue-blos con una mano levantada en seal de sa-ludo. Es un plarrtearniento lineal, simple y, en

    De da o por lanoche, con for-mas perfecta-mente definidaso apareciendocomo focos deluz que manio-bran de maneraintelgente, losovnis proliferanpor todos loscielos del mun-do.

    WT

  • Ovnis: Una constante presencia

    .a discoidal ycon cpulaDarece ser unaCe ias formasrras frecuentesde Ios ovnis.Testimonios entodos los conti-nentes as loco rroboran.:::.:i::t+:-.-1>,.=++.W.lr,,t;

    ir:r:::::.r::r::!r-::.: r: r'':

    apariencia, lgico. Pero no deja de ser unplanteamiento humano... y "ellos" no lo son.En realidad, lo que est sucediendo no encajaya en ese esquema. Su "aterrizaje" no se estproduciendo en la plaza mayor de los pue-blos, ni ante el edificio de la O.N.U.. Su aterri-zaje se est producendo en la mente denuestros vecinos, de nuestros parientes y, aveces, en la de nosotros mismos. No se tratade una invasin tcnica, sino psquica. Ya he-mos hablado de ello.

    UNA INVASION A pesar de todo, y aun-

    Cualquier aficionado a los ovnis sabe questos existan antes de 1941. Es cierto quesus aparciones constituan hechos aislados, yhabran quedado en el terreno de los anecd-tico si todo lo sucedido despus no hubieraproporcionado una perspectiva con la queenjuiciarlos. Hoy entendemos que los foo-fighters son parte del fenmeno, pero cuandohicieron su aparicin durante la segundaguerra mundial, no podan haber sido objetode la misma consideracin. En aquellas cir-cunstancias, la realidad inmediata ocupaba elpensamiento de medio mundo; no poda pre-tenderse que los pilotos atribuyesen la pre-sencia de aquellas bolas luminosas a otro ori-gen e intencin que no fuesen los del pasenemigo. Unos y otros contendientes pensa-ron que se trataba de un arma secreta delcontrario, aunque el comportamiento deaquellos "cazas de fuego" fuese ms diverti-do que peligroso. Evolucionaban en torno alos aviones como lucirnagas curiosas, inclu-so atravesaban su fuselaje, igual que los fan-tasmas se "filtran" por las paredes. Pero, apesar de su etrea ccnsistencia, lo cierto esque se vieron con frecuencia e incluso pudie-ron ser fotografiados. En casi todos los librosdedicados al tema pueden verse dos viejasfotografas, copias de copias, en las que sedistinguen perfectamente varios foo-fighters.Una fue obtenida en 1944, durante una mi-sin de reconocimiento sobre Australia, y la

    TEGNIGA YPSIQUCA,W

    que ste no sea perfec-to, hay un entendimien-to del fenmerro, una in-clusin de los hechos en

    el contexto de lo real, de lo mensurable. Eseentendimiento es consecuencia de nuestronivel de conocimientos. Los "ovnis" tienenimportancia por las dos ltimas letras. Uni-camente su carcter de "no ide.ltificados" eslo que les separa de lo convencional. Pero, siantes de ahora hubo ovnis cmo fueronconsiderados por nuestros antepasados? Elsimple hecho de ser objetos volantes ya losconverta en no identificados. Vamos a ocu-parnos de esa posibilidad, porque, aunqueya haya sido tratada con frecuencia, resultaimprescindible si queremos llevar el tema delos ovnis hasta sus ltimas consecuencias.

    523

  • otra en 1945; en esta ltima son reconocibleslas siluetas familiares de dos Stuka germanosacompaados por dos de estas misteriosasI uces.

    El fin de aquella tremenda bestialidad,ms conocida como "segunda guerra mun-dial", puso de manifiesto que ni alemanes nialiados eran responsables de los foo-figh-ters. Luego, a medida que ha pasado eltiempo, ha quedado claro que no se tratabade un hecho limitado a las pasadas circuns-tancias blicas; las bolas de luz siguen vin-dose, y siguen acompaando a los avionesdurante parte de su recorrido. Veamos unosejemplos:

    El comandante Julin Rodrguez Bustamenteno recuerda la fecha, pero s recuerda perfec-tamente cmo sucedi todo.

    Acababan de despegar del aeropuerto deTenerife con destino a Las Palmas. Era unanoche sin luna y con una excelente visibili-dad.

    "lba haciendo el vuelo el segundo. Yo estabaentretenido mirando por la ventana porque lanoche era muy tranquila.

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    "Vi algo all lejos que se mova. Pens inicial-mente que era una ilusin ptica, pero me dicuenta de qu.e se vena acercando a una velo-cidad bastante grande y me llam ms la aten-cin. Y de repente, casi sin darnos cuenta, lotenamos ya encima. Vena a una velocidadimpresionante.

    "Era una luz enorme. Se par en seco".Oued a unos metros del avin y los estuvo

    acompaando durante tres o cuatro minutos.Tambin tuvimos oportunidad de charlar con

    el comandante lbaez, que en aquel vuelo es-taba encargado de las comunicaciones. Aligual que Rodrguez Bustamante, lo primeroque hizo fue descartar cualquier causa naturalo tcnica que explicase el fenmeno dentro deunos cauces normales.

    UNA "Vi en el cristal unastInpONENTE IUZ ond.ulaciones de luzOUE NO CEOABA azul. Al,,prrncrpro crerffi l#.1?';""Ii:'T;:il:para ver si sobrevolbamos alguna nube tor-mentosa. En ese momento, Rodrguez Busta-mante me dijo: "Mira, lbaez, miral" Entonceslo vi. En un ngulo aproximado de cuarenta ycinco grados, vena hacia nosotros una luz auna velocidad enorme. Se meti entre el mo-rro del avin y la hlice. No slo se par en se-co, sino que invirti la marcha para ir a nues-tra velocidad (unos 500 kilmetros por hora;se trataba de un avin Fokker-27).

    "El avin se ilumin totalmente de esa luzazul. Estuvo ah ms de tres minutos. Poda-mos mirar al foco perfectamente, porque nodeslumbraba. Y lo que me llam la atencines que era blanco, aunque la luz que se des-prenda de l era azul Tena el tamao aproxi-mado de una rueda de coche. Lo que no pod-amos saber es si detrs de la luz haba algnobjeto; slo podamos ver la luz.

    "Al cabo de esos tres o cuatro minutos se fue.Lo hizo de repente. lnstantneamente se puso auna velocidad... incalculable, y se march en lamisma direccin en que haba venido".

    Los dos testigos se mostraron unnimes enel momento de afirmar rotundamente que nin-gn objeto debido a nuestra tecnologa podrahaber maniobrado como lo hizo aqu1. Rodr-guez Bustamante calcul que la "luz" se movia una velocidad de diez mil kilmetros por ho-ra y, a pesar de ello, se detuvo instantnea-mente, lo que para cualquier objeto conven-cional habra significado su literal desintegra-cin.

    Todo el pasaje fue testigo de lo sucedido;incluso, segn le fue confirmado despus ala tripulacin, tambin desde tierra se vio lallegada de la luz y cmo acompaaba alavin.

    Testigos similares son relativamente fre-

    No slo sus for-mas y calidadesluminosas hansido fotografia-das, tambin -mediante exp-sicin perma-nente - se hancaptado sus in-crebles despla-zamientos.

    w

  • Ovnis: Una constante presencia

    cuentes dentro de la casustica ovni, lo quenos permite acoger a los foo-fighters dentrode ella y hacer retroceder as el fenmeno aunos aos antes de 1947.

    No incluyo aqu los casos habidos entre elprincipio de la segunda guerra y los platillosde K. Arnold. Los hubo, y algunos perfecta-mente estudiados, pero en estas pginas evo-cadoras de Ia historia de los ovnis (tal ves se-ra ms justo hablar de prehistoria) slo va-mos a ocuparnos de los ms espectaculares, ode aquellos de los que ha quedado testimoniogrfico. No hacerlo as transformara esto enalgo internimable.

    Y hablando de espectacularidad, no puedeomitirse lo sucedido en Los Angeles el 25de febrero de 1942. Esa industriosa ciudadde Norteamrica, reconocida como tal en1769 por el cataln Qaspar de Portol, go-bernador de California por aquellas fechas,ha vivido desde entonces acontecimientosdramticos, pero pocos como el de aquellanoche.

    Ouince objetos volantes no identificados es-tuvieron sobre la ciudad durante casi cincohoras. Haban transcurrido slo tres mesesdesde el bombardeo de Pearl Harbor, as queel Departamento de Defensa no se tom elasunto a broma. Tal vez fue sa la primeraocasin en que los ovnis sufrieron un ataquede los terrestres, pero sin duda no ha sido laltima. Se dispararon cerca de mil proyectilesantiareos sobre aquellos objetos iluminadosdesde tierra con reflectores; sin embargo, nin-guno de ellos result alcanzado. Los datosesenciales estn recogidos en Ia prensa de

    entonces; incluso se public una fotografa enLos Angeles Times en la que se ven borrosa-mente dos de los ovnis entre la luz de los re-fl ecto res.

    olEADA DEOVNIS ENNo es Ia nica fotografade esa poca. En algu-

    GATIFORNIA? nos libros puede encon-i& ;:{-es lLTi"" itir"ll",lJ,1,"i,ldad china. En ella aparece un ovni tpico, conforma de sombrero mejicano, sobrevolandouna calle ante la sospechosa indiferencia delos viandantes.

    Hay otra ms antigua, tomada en Tokio en1929, durante la llegada a la capital del Japndel clebre dirigible alemn Graf Zeppelin. Loshabitantes de la ciudad que estaban en venta-nas y terrazas contemplando las evolucionesdel gigantesco aerostato fueron testigos tam-bin de la aparicin de tres ovnis que, apenasdefinidos, pueden verse en Ia fotografa quetom un aficionado.

    Aunque no pueda hablarse apropiadamen-te de una "oleada", aquel ao de 1929 debide haber una intensa actividad ovni, porque,a pesar de no haber entonces organizacio-nes dedicadas a recoger este tipo de testi-monios, hubo al menos dos ms; ambos enCanad.

    El primero, en Fermeneuve el 12 de junio.Un joven de veinte aos de edad, que volva asu casa por el campo, pudo observar un obje-to oscuro de unos quince metros de dimetroque estaba posado en el suelo; junto a l ha-

    A velocidadesde vrtigo, Iosovnis cruzannuestros cielos;a veces slopueden sercaptadas sustrayectorias,que dejan unaInea continuamisteriosa enlos negativos.

    ffi

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  • iI

    I

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    ba cuatro o cinco humanoides de pequea es-tatura que despus se introduieron en la nave.Segn el testigo, sta despeg con "ruido demaquinaria" y al elevarse produjo una "rfagade aire".

    El segundo fue en julio, en Robsart. En estaocasin fueron cinco los testigos. El ovni erauna esfera luminosa de enorme tamao quealerriz suavemente y estuvo iluminando losalrededores durante treinta minutos.

    Tambin en Canad se obtuvo una de las pri-meras fotografas relacionadas con el fenme-no. Lo que en realidad aparece son las estelasdejadas por numerosas luces que se vieron el9 de febrero de 1913. Distintos obsevatoriossiguieron la trayectoria de unos objetos queavanzaban en pequeos grupos dejando orun rumor como de trueno lejano. Segn hicie-

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    ron notar los observadores, que registraron supaso desde Canad hasta Brasil, no se tratabade meteoritos. An no se hablaba de ovnis, asque, ante la imposibilidad de relacionarlos conalgo conocido, los bautizaron con el nombrede "cirlidos", en honor de san Cirilo, que erael santo del da.

    No faltan testimonios en los aos siguien-tes, ni tampoco en los anteriores, pero sontestimonios aislados. En cambio, hay un aoespecialmente interesante y no mucho antesde que aparecieran los "cirlidos", el de1897. Ese ao s que puede afirmarse quehubo una "oleada" , al menos en EstadosUnidos. Y no deja de ser curioso que tal"oleada" se produjese exactamente cincuen-ta aos antes que la de 1947, referida tam-bin al mismo pas.

  • Ovnis: Una constante presencia :

    Realizar una lista de casos fiables no es fcil;hacerla con casi un siglo de distancia es casiimposible. Sin embargo, Jacques Valle lo hi-zo en el captulo "Un siglo de aterrizajes de ov-nis", de su libro "Pasaporte a Magonia". Dej aun lado los testimonios de veracidad dudosa yaquellos en que el objeto visto pudiera ser ex-plicado por causas naturales o asequibles a latecnologa de entonces. Su informacin estrecogida en los archivos de doscientos peri-dicos de diferentes pases, de dieciocho revis-tas especializadas y de treinta y un investiga-dores del tema.

    De esta lista, formada con novecientosveintitrs casos, hay veintiuno que se refie-ren exclusivamente a 1897, todos ellos en Es-tados Unidos. EI primero recogido correspon-de al 26 de marzo, en Sioux City (lowa). Unaextraa mquina volante enganch con algosimilar a un ancla a Robert Hibbad, al quearrastr ms de diez metros. Dos das des-pus, esta vez en el Estado de Nebraska, lamayor parte de los habitentes de Omaha fue-ron testigos del paso de una enorme luz desudoeste a nordeste a poca velocidad y muycerca del suelo.

    DIVEpSIDAD Ms espectacular fue loi-fnS que sucedi el 1 de abrily IORMAS en Everest (Kansas). Unaparato estuvo realizandoffi fantsticas evoluciones,unas veces con lentitud y otras a gran veloci-dad; llegando incluso a quedar inmvil duran-te cinco minutos. Durante esa especie de exhi-bicin, presenciada por toda la poblacin deEverest, el misterioso objeto ilumin con unpotente foco calles y edificios.

    En esos veintin casos hay variedad de for-mas y tamaos, como sucedera en las si-guientes "oleadas", aunque al hacer la des-cripcin de los objetos vistos los testigos tra-taron de compararlos con mquinas o arte-factos propios de Ia tcnica de fin de siglo.Por ejemplo, el 12 de abril hubo un grupo demineros de Girard (lllinois) que comtempla-ron el aterrizaje de un gran objeto, y un ma-quinista de tren, Paul Mc Cramer, estuvo tancerca que lleg a ver cmo un hombre saladel aparato y realizaba lo que pareca ser unareparacin. Al hacer la descripcin, los testi-gos dijeron que era como un barco y que "te-na techo y doble dosel". Ese mismo da, tam-bin en lllinois, hubo tres testigos del aterri-zaje de un objeto que posiblemente fuera elmismo de Girard, porque la descripcin, aun-que se utilizaron otros trminos comparati-vos, se refiere igualmente a un objeto alarga-do con algo encima: "Tena forma de cigarro,con una cpula".

    Es esa forma cilndrica y alargada la quems abunda en la casustica de 1897. Objetos

    oscuros, provistos frecuentemente de cpulao "dosel", que unas veces dejan or el rugidode fuertes motores, y otras se mueven silen-ciosamente, como fantasmas. Ventanillas ilu-minadas, focos deslumbrantes... y, a veces,formas inslitas, como la del objeto que aterr-z el20 de abril en Homan (Arkansasi, dotadode ruedas y provisto de palas horizontales, co-mo si fuera un helicptero.

    Naturalmente, hay referencias a los tripulan-tes de esas naves y, como sucede actualmen-te, las descripciones sugieren diferentes razasy orgenes. Algunos tenan aspecto impresio-nante, como el que sali del interior de unanave en Williamston (Michigan) el 17 de abril.Meda casi tres metros de estatura y su voz so-naba como "una serie de mugidos". Uno delos campesinos que contemplaron el aterrizajese acerc al gigantesco individuo y recibi ungolpe que le fratur la cadera.

    El juez Lawrence A. Byrne, de Texarcana(Arkansas), vio el 23 de abril un objeto extra-o tripulado por tres seres que hablaban deforma incomprensible y tenan aspecto orien-tal. Cuatro das antes, en Leroy (Kansas), trestestigos tuvieron un encuentro con otro ovnien el que haba seis ocupantes a los que des-cribieron como "extraos" y "repugnantes".

    Aunque intensa, se debi de tratar de unacorta visita, ya que de los veintin casos de1897, veinte se refieren al mes de abril y sola-mente uno a los primeros das de mayo. De loque no cabe duda es que fue una visita bienaprovechada. Persiguieron trenes, mataronvacas, charlaron con los humanos, pidieronagua, e incluso hicieron compras, como el hu-manoide que el 22 de abril pidi una serie deobjetos anodinos a un labrador de Rokland(Tejas), pagndole despus con un billete dediez dlares.

    Contemplada con la perspectiva de casi no-venta aos de distancia, la "oleada" de 1897en Estados Unidos resulta superponible acualquier oleada posterior. Tal vez llame laatencin que las descripciones estn ms cer-ca de lo anecdtico que de lo tcnico, peroera inevitable en una sociedad escasamentetecnificada y con unos testigos escasamentecultos. Muchos de los testimonios son prcti-camente iguales a los que ahora se recogenen el ambiente rural; con una diferencia; losmedios de difusin actuales han hecho de losovnis algo popular, y cualquier objeto que es-cape a las caractersticas convencionales in-terpretado , hasta por los menos documenta-dos, como "un ovni de sos". El testigo tratarluego de establecer comparaciones, de rela-cionarlo a nivel de formas y medidas con unacasa, una cabina de telfonos o una carpa decirco; pero desde el principio ha situado el ob-jeto visto dentro del fenmeno ovni. Eso, queaparentemente facilita la identificacin de "lovisto", es con frecuencia un inconveniente, ya

  • que el testigo tiende a encuadrar todo lo queno conoce bajo ese aspecto, lo cual no siem-pre responde a la realidad. Esa tendencia aidentificar como ovnis todo aquello que esdesconocido por el testigo no exista en laspocas anteriores; en todo caso, podra ha-blarse de una tendencia contraria: hoy, unglobo puede ser confundido con un ovni; eniggz, lo normal habra sido tomar a un ovnipor un globo.

    tA IOGIGA Lo que resulta eviden-DE LA te, a Pesar de que vein-tin casos no sean unaINGOHERENGIA amptia muestra, es que:: ait=:qii- g$ry--f,--f+ el fenmeno ya se Pre-sentaba entonces con las mismas caracters-ticas esperpnticas que ahora tiene. Lejos demantener una actitud coherente, "ellos" pa-recan, igual que ahora parecen, improvisarconstantemente. A travs de los testimoniosno se recoge la impresin de estar anteunos visitantes lcidos, consecuentes, disci-plinados o simplemente cuerdos. Ms dis-puestos a sorprender que a impresionar, losextraos actuaban en 1897 con ribetes detransformismo, exactamente igual que aho-ra. Puede que exista un orden detrs de esaaparente incoherencia que nosotros percibi-mos; que haya una meloda de fondo y no-sotros slo oigamos el sonido de un par deinstrumentos. Y puede tambin que todosea una colosal broma.

    Pero, broma o no, lo cierto es que viene delejos. Los acontecimientos de 1897 destacanpor su acumulacin en un territorio y en uncorto perodo de tiempo, pero no son los msantiguos ni los ms sorprendentes.

    Catorce aos antes, un astrnomo mejicano,Jos A. Y. Bonilla, observ y fotografi una"flota" numerosa de objetos volantes no iden-tificados. Fue desde el observatorio astron-mico de Zacalecas,los das 12 y 13 de agostode 1883.

    El astrnomo estaba dedicado al estudio delas manchas solares, cuando, a las ocho de lamaana del da 12, vio un objeto luminosoque al pasar por delante del Sol, y debido a laluminosidad de ste, se mostr oscuro, opaco.lnmediatamente despus vio pasar otro, yotro, hasta un total de doscientos ochenta ytres en el transcurso de dos horas. Eran cuer-pos slidos, redondos unos y otros alargados.Cruzaban por delante del Sol, individualmenteo en grupo; a veces tan numerosos que se ha-ca difcil contarlos. Al da siguiente, 13 deagosto, pudo contar otros ciento diecisis en-tr las ocho y las nueve cuarenta y cinco de lamaana.

    "Fotografi a casi todos aquellos cuerpos ex-traos en proyeccin y en perfil. Algunos deellos parecen ser redondos o esfricos, pero

    528

    en las fotografas se observa que no son esf-ricos, sino de forma irregular".

    Jos A. Y. Bonilla telegrafi a otros observa-torios mejicanos lo que estaba sucediendo,pero su diferencia de posicin relativa respec-to al Sol no les permiti contemplar el paso delos objetos que, obviamente, estaban muchoms cerca de la Tierra.

    Esas fotografas de 1883 son, casi con todaseguridad, las primeras fotografas de ovnis.Antes de esa fecha, las referencias a sucesosextraos, que hoy pueden interpretarse comorelacionados con el fenmeno ovni, no estnapoyadas en pruebas fotogrficas, pero no porello dejan de ser convincentes.

    A medida que retrocedemos en el tiempo,los testimonios son cada vez ms aislados.Supongo que no porque el fenmeno se hayamostrado escaso, sino porque la difusin queun suceso de este tipo alcanzaba se limitabanormalmente al pueblo o comarca. Para que lapresencia de los ovnis quedara registrada enla historia, era preciso que tuviese gran espec-tacularidad y que durase el tiempo suficiente,adems de suceder en un lugar accesible a loscronistas de los escasos peridicos de la po-ca. Hay otras fuentes de informacin, comoson los archivos parroquiales y las crnicas lo-cales que duermen con polvoriento sueo enstanos o desvanes. Algunos grupos de inves-tigadores se han tomado el trabajo de buscaren tan aejas fuentes, rescatando casos muyi nteresa ntes.

    Otras veces, los testimonios se relacionancon personajes nobles; reyes o emperadoresque, rodeados de su squito, contemplaronatnitos la presencia de algn objeto celeste.Como es natural, en esos casos la aparicin espuesta al servicio biogrfico de tan importantetestigo, interpretndose como el anuncio detriunfos militares o de felices partos.

    ALOUNOS TamPoco faltan descriP-AvrsrAMrENros :i;,::: H i,t?11'e:'J,_GUR.IOSOS ferentes materias, al es-ffiffi tilo de los "modernos"anuarios. Algunas son muy curiosas:

    "Del reino de Navarra escribe don CarlosArslegui, cura de Equisoaya, que le observcamino de Monreal, en el monte de Aliz de di-cha villa con otros amigos, y algunos pasto-res, a los cuales, a las dos horas despus de laprimera noche del da nueve de octubre de es-te ao, los asust una claridad casi igual a ladel Sol, con cuya peregrina luz registrabancon toda distincin los montes, heredades ypueblos convecinos. Dos horas aseguraron es-tos verdaderos obsevadores que fue la dura-cin de la luz, y al fin de ellas descubrieron unnubarrn, o globo monstruoso de fuego haciala parte de el Oriente, y ste dur una hora,

    I

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  • exhalndose la mayor parte de sus humos alsitro de el Poniente. En el mismo lugar dondese form el promontorio de fuego, aparecie-ron tres columnas grandes del mismo color yencendimiento que el globo; la columna de elmedio se desvaneci en el espacio de mediahora, y las otras dos duraron hasta las cuatroy media de la maana, que sali la Luna. DeAndaluca me enviaron dibujadas estas mis-mas figuras que observ otro curioso a lasmismas horas que'hemos dicho se aparecien la Navarra".

    Es un prrafo del libro Juicio i pronstico delGlobo i tres columnas de fuego que se dejaronde ver en nuestro Orizonte Espaol el da dosde noviembre de este ao de 1730, escrito pordon Diego de Torres y Villarroel, "Cathedrticode Prima Mathemtica en la Universidad deSalamanca". Libro del que da noticia nuestroamigo Pedro Ferriz en su obra Los ovnis y laarqueologa de Mjico, escrita en colaboracincon Christian Siruquet.

    Segn los datos recogids por Torres Villa-rroel, en aquellos meses finales de 1730 hubovarias manifestaciones de este tipo en Espaa.En el prrafo precedente, que alude funda-mentalmente a lo que se vio en Navarra, ter-mina mencionando los dibujos que de un fe-nmeno similar le envi un "corresponsal" de

    Andaiuca. Pero no habra de transcurrir ui'mes sin que el propio autor fuese tambin ies-tigo de la presencia del globo luminoso y delas "columnas" o focos (l mismo no sabe biencmo definirlas):

    "El da dos de noviembre a las once y treintaminutos de la noche, observ yo desde esteorizonte salamantino, en la parte Meridiana,entre el signo de el Cncery Len, y parte de IaConstelacin de Virgo, un estupendo globo defuego, tan soberbio como el edificio ms sun-tuoso de la Corte. Estaban de colaterales a estepromontorio dos rfagas o columnas, que a lavista me pareci que suban y bajaban, y ad-qurian con el movimiento mayor luz y clari-dad. El color de las columnas era vario, porqueya pareca verde, ya encarnado, y en la cimasuperior del globo se registraban dos grandesllamas cerleas, y de el color del fuego..."

    Tambin es cierto que el prolfico autor, inte-resado en tantas y tan diversas materias, eravisto con cierta suspicacia por sus contempo-rneos. Hubo otros autores y cientficos de lapoca que no escatimaron "elogios" a la laborinvestigadora de Torres Vi llarroel y a su inte-rs por los fenmenos inslitos del espacio.Merece la pena conocer un par de esas autoti-zadas opiniones, de las que tambin da mues-tra Pedro Ferriz en su libro.

    Por la noche,os ovnisofrecengeneralmentef ormasesfricas, noporque suestructurasea asn ecesariamen-te, sino a causade la intensa luzque despiden, amanera depotentsimofoco.

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    "Lo que no puedo sufrirle es que se ponga aexplicar Meteoros, para llenar dos o tres hojasde desatinos... y la generacin de el Metheoro,como l la pone, es una correccin de toda laPhilosopha. Supone haber Esphera de el fue-go en el cncavo del Cielo de la Luna; lo queya hoi apenas hay phsico que lo crea... Estoslo Torres lo so; porque cuantos philsop-hos afirman la existencia del fuego elemental,dicen que ni luce, ni quema; y es como la bo-rrica de Bamba, que ni come, ni bebe, ni an-da... Hermano Torres, djese de escribir de loque no entiende... Los mdicos hallen modode purgar al Mundo de este escremento de elgnero humano.

    "Sepa el Seor Torres que no hay ms quetres cielos que como son lquidos, el movi-mento de los astros no tiene fuerza... Oue losastrlogos decretan ese movimiento como lesparece y a su modo y no como lo compusoCoprnico, Tycro Brahe u Keplero que l si-gue... Cuando el Seor Torres afirma que eslocura y disparate de la Chmicos el hacer oro,miente el bribn, porque mi maestro SantoToms dice que es verdadero oro el que hacenlos Alchemistas... Aristteles saba ms queusted, Seor Torres, cuando afirma que unosanimalitos se engendran y viven en el fuego...Torres nos quiso persuadir que era la Luna detierra y Io que hay en esto es que la Luna esde materia ethrea y no puede tener los Mon-tes y Valles que l dice... Cosas he callado que'o slo censura, sino excomunin merecen".

    531

    ApOUMENTOS Al leer tan razonadas yDE AyEp y sesudas crticas, uno noDE SIEMpRE Puede dejar de Pensaren algunos cientficos y

    divulgadores actuales ylos argumentos que utilizan para negar el fe-nmeno ovni. Lo divertido es que, ajenos aesos y otros planteamientos, ignorantes sinduda de que no deban existir, los ovnis si-guen y siguieron apareciendo. lnterpretadosde diversas formas, sembrando desconciertoo esperanza, los ovnis parecen haber estadocon nosotros desde tiempos lejanos, tal vezdesde siempre. En ocasiones resulta difcil se-guirles la pista y hay que descubrir su presen-cia desbrozndola de contenidos mgicos oreligiosos. Otras veces, son tan evidentes co-mo pueda desear el ms incrdulo.

    El amanecer del 7 de agosto de 1566 no fueen Basilea un amanecer ms. Los ciudadanosmadrugadroes fueron los primeros en darsecuenta de que algo inslito suceda. Como sihubiera llegado el fin del orden celeste, en elcielo aparecieron numerosas esferas negrasvenidas de Dios sabe dnde. Animadas de unaespecie de locura, aqullas iniciaron un espec-tculo que durara bastante tiempo; el sufi-ciente para que todos los habitantes de la ciu-dad fueran testigos. Se dirigieron hacia el Solcon velocidad vertiginosa, para volver y enre-darse en una especie de batalla area. Unasesferas se volvan de color rojo y luego se es-fumaban, como si hubieran sido alcanzadas

  • 0vnis: Una constante presenc a Ipor un rayo misterioso. Finalmente, todas de-saparecieron.

    No se trata de rumores, sino de una noticiarecogida en La Gacera de Basilea con grandespliege de titulares. Segn el mismo peri-dico, no era la primera vez que la ciudad reci-ba la visita de tan extraordinarios artefactos.El27 de julio de ese mismo ao de 1566, otrasesferas, esa vez Iuminosas, haban estado evo-lucionando sobre los tejados al atardecer y alda siguiente volvieron a ser vistas a las cuatrode la tarde.

    La ciudad suiza deba ejercer una especialfascinacin sobre los ovnis, ya que al ao si-guiente se vio otra, esta vez solitaria y gigan-tesca. Probablemente la misma, ya que tam-bin se describi como oscura y de gran tama-o, volvi a sobrevolar Basilea cuatro aosms tarde, permaneciendo varias horas a lavista de todo el mundo. Eso suceda exacta-mente el 29 de septiembre de 1571.

    No conozco qu explicacin dan los es-cpticos a hechos como stos. No me pare-ce posible conciliarlos con fenmenos at-mosfricos de ningn tipo; La Gaceta de Ba-silea es bastante explcita y no deja resqui-cio por el que los detractores del fenmenopuedan introducir sus "rayos en bola", los

    cuales, dicho sea de paso, son mucho masdifciles de ver que los propios ovnis. Tam-bin cabe la posibilidad de que los antiguossuizos estuviesen locos, o que el cronistafuese en exceso aficionado al alcohol y susesferas no fuesen otra cosa que elefantesde colores.

    Lo nico seguro es que aquellas esferas noeran obra humana. En esas fechas, los ni-cos antecedentes de vuelo, si es que se lespuede considerar como tales, eran el pro-yecto de "carro volador" de Roger Bacon(1214-1294) y las alas mecnicas de Leonar-do da Vinci (1452-1529), ninguno de los cua-les pas del papel a la realidad. En el terre-no material, el nico antecedente a tener encuenta es el intento que hizo John Damian(un fsico de la corte de Jacobo lV de Esco-cia) de volar provisto de un par de alas. En1507 se lanz desde las almenas del castillode Stirling con tan buena fortuna que slose rompi una pierna.

    Con lo nico que podran haber sido confun-didas las esferas es con globos. Y eso, conce-diendo a stos la capacidad de volar vertigino-samente y maniobrar con soltura. Lamentable-mente para los "antiovnlogos", faltaban msde doscientos aos para que los hermanos

    La primerafotografa quese conoce de unovni la obtuvoel astrnomomexicano JosBonilla, directordel observatoriode Zacatecas(Mxico); y essta. Su fecha:12 de agosto de1883.

    E

    531

  • lMontgolfier soltaran el primer globo de airecaliente en la plaza de Annonay. As pues, eltrmino ovni es el nico aplicable para los su-cesos de Basilea.

    Pero no es solamente la forma y la capaci-dad tcnica lo que sita aquellos hechosdentro del contexto ovni, es tambin su con-ducta. Un espectculo grandioso y gratuito;una exhibicin sin finalidad aparente, porquelos habitantes de Basilea se quedaron sin sa-ber qu era aquello y ni siquiera lo relaciona-ron con lo sobrenatural. Aunque el cronistaexpresa su opinin de que aquellos objetoscombatan entre s, lo ms probable es queslo fuese apariencia, justificada por las idasy venidas a gran velocidad y el hecho de quealgunos desaparecieran despus de haberse,uetto rojos. En cualquier caso, en sus visi-tas anteriores y siguientes las esferas se li-mitaron a dejarse ver, evolucionando sin ac-titud blica alguna. Adems, tampoco era laprimera vez que se dedicaban a ejercicioscircenses sobre las ciudades europeas. Anms espectacular y absurdo fue lo que hicie-ron unos pocos aos antes en Alemania. Lanoticia debemos agradecrsela a otro peri-dico de la poca, La Gaceta de Nuremberg,la cual recogi en sus pginas, ilustracin in-cluida, los extraordinarios acontecimientosen que se vio envuelta la ciudad el 14 deabrii de 1561. Con ms sentido dramticoque sus colegas suizos, el cronista se refierea lo sucedido aquella madrugada empleandoel trmino "espantosa visin". No era paramenos: sobre Nuremberg hicieron su aparci-cin todo tipo de objetos inslitos: esferasde diferentes colores, cruces, cilindros, pun-tas de lanza, y dos grandes tubos de los queentraban y salan esferas. El ilustrador de LaGaceta de Nuremberg realiz un primorosodibujo al gusto de la poca en el que podanverse tan extraordinarios objetos segn ladescripcin literal de los testigos, lo que nopermite que ahora nos hagamos una idea desu autntica forma. A pesar de todo, no re-sulta difcil identificar aquella "espantosa vi-sin". Los ovnis esfricos son muy frecuen-tes, constituyen una de las formas habitua-les. El que entraran y salieran de unos gran-des tubos recuerda inmediatamente a las lla-madas "naves nodriza", vistas frecuentemen-te, fotografiadas incluso, que tienen formacilndrica y suelen ser comparadas por lostestigos con "tubos" o "cigarros puros" de losque entran y salen pequeos ovnis, muchasveces de forma esfrica. Respecto a los otrosobjetos, "puntas de lanza", "medias lunas" yotras comparaciones, siguen estando vigen-tes hoy da. lncluso las mencionadas "cru-ces" son reconocibles en la casustica actual.En la clasificacin de formas que haca Poheraos atrs, el 0,73 por ciento correspondana "cruces".

    532

    LAS PRltlERAS Al isual que en LaDEINTEGRACIONES Gaceta de Basilea,y GAMUFIAJES el Peridico alemnrc de 1561 alude a un

    "com bate" entreesos misteriosos objetos. La lectura de ambascrnicas no permite asegurar si la contiendafue real o slo aparente, pero en el caso de LaGaceta de Nuremberg esa impresin estabams justificada, ya que parte de los testigosaseguraron que algunos de los objetos fuerona parar a tierra y all se convirtieron en humoantes de desaparecer. Aun as, esa aparentedestruccin pudo ser solamente eso; aparente.De no existir ms datos, lo lgico sera pensarque tal desintegracin se produjo, pero en es-tos ltimos treinta y siete aos se ha acumula-do tanto y tan heterogneo material, que noes difcil encontrar algn caso similar sin recu-rrir a la interpretacin blica.

    Ovnis que se convierten en nubes han sidovistos ms de una vez. Tambin han sido fo-tografiados. En muchos de los libros dedica-dos al tema figura la secuencia fotogrficaobtenida por un inspector de carreteras enSanta Ana (California) el 3 de agosto de 1965.Rex Heflin, que llevaba una cmara Polaroid,pudo fotografiar un objeto discoidal que evo-lucionaba junto a la carretera. Tres fotograf-as fueron tomadas desde el interior de la ca-bina del camin, luego el objeto desaparecien el campo, a la derecha de la carretera. He-flin se baj del camin, camin unos doscien-tos metros y pudo obtener la cuarta fotogra-fa, en la que no se ve el objeto, sino un anillode humo negro. Aunque sin gran entusias-mo, el N.l.C.A.P. (National lnvestigatonsCommission on Aerial Phenomena, de Was-hington) acab reconociendo las fotografascomo autnticas.

    Existe otra serie fotogrfica (an ms de-mostrativa) del "camuflaje" de un ovni trasuna nube creada por l mismo... La secuenciaest compuesta de seis fotografas tomadasel 9 de septiembre de 1957 a las nueve de lamaana en Fort Belvoir (EE.UU.). En la prime-ra fotografa se puede observar un objetoanular volando sobre unos barracones delfuerte. En la segunda se ve cmo el extraoanillo ha cambiado de posicin. En la terceraya se aprecia una nube formndose en tornoal ovni. Esa nube es mucho ms espesa en lasiguiente fotografa, hasta el punto de cubrirtotalmente el objeto. Por un rbol que sirvede referencia, se ve cmo durante su procesode "camuflaje" el ovni est inmvil. En laqunta fotografa, la nube ya casi no permitever al objeto que hay en su interior. Final-mente, en la sexta fotografa el proceso se hacompletado; se ve uan nube casi esfrica, sinque nada permita pensar que dentro de ellahay objeto alguno. Poco tiempo despus, se-gn relat el autor de las fotografas, esa re-

  • Ovnis: Una constante presencia Ii; :3icoe:-cir que los::'3

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    533

  • cin formada nube ascendi, unindose a lasnubes normales que haba esa maana sobreFort Belvoir.

    Por una serie de circunstancias, esa secuen-cia fotogrfica obtenida en 1957 no lleg amanos de los expertos oficiales hasta marzode 1966. Tambin como en el caso anterior, elN.l.C.A.P. confirm la autenticidad de las foto-grafas. .

    OVNIS Aunque no sea frecuen-DISFRAZADOS te observar cmo un ov-DE NUBES ni se disfraza de nube,w !3HXlj::";:;;,'[il:para considerar que ese tipo de enmascara-miento no es excepcional. Lo que s se puedeconsiderarse como tal es que el testigo seaprecisamente un piloto. Pero, al menos, hayuna caso.

    El comandante Juan Menalla tuvo la oportu-nidad de presenciar cmo un ovni de enormetamao realizaba esa operacin:

    "salimos de Las Palmas sobre las cinco de lamaana. Volbamos a diediocho mil pies condestino a Lanzarote. Aproximadamente entreFuerteventura y Lanzarote vimos un resplan-dor hacia el oeste. Nos llam bastante la aten-cin: an no haba amanecido y adems el solsale por el este".

    De momento no observaron nada ms. Elavin aterriz felizmente en Lanzarote y la tri-pulacin esper a que el pasaje bajara y nue-vos viajeros ocupasen el avin. Haban pasadoapenas diez minutos desde el aterrizaje, cuan-do lo vieron:

    "Sala de ese resplandor, por el horizonte,entre dos montaas en forma de pirmide quehay en la isla. Era un cilindro alargado' Yo lecalcul un tamao relativo de dos bidones dedoscientos litros. A cuarenta y cinco grados dehorizonte se form una nube a su alrededorque lo tap totalmente, y luego, a los ocho odiez segundos, sali de la nube".

    Algo sucedi durante el corto espacio detiempo en que estuvo oculto por la nube. Algosobre lo que no es posible conjeturar, peroque recuerda a un transformista y su biombo,porque al salir de la nube el ovni procedi auna especie de parto mltiPle.

    "Sali de la nube y, a noventa u ochenta gra-dos, empezaron a salir por la "panza" una seriede luces de color azul intenso, que se pusierontodas a volar alrededor del cilindro. Una deellas se qued detrs, pero en seguida acelery se uni a las dems. Yo cont diecisis, otrosde los que estaban all contaron catorce. Cru-zaron el horizonte de oeste a este en minuto ymedio".

    Los pasajeros que iban a subir al avin y to-da la tripulacin fueron testigos del paso delobjeto y de todas las incidencias relatadas.534

    Despus, el avin despeg con rumbo a LasPalmas y, tras una breve escala en ese aero-puerto, sigui hacia Madrid. Desde el airevolvieron a ver la nube, que estaba ms omenos a la misma altura en que volaba elavin.

    "A la altura de veinticinco mil pies sobreLanzarote, la nube permaneca en el mismo si-tio, del mismo color, o quizs un poco ms cla-ro. No haba ninguna nube ms. Era una espe-cie de cmulo de buen tiempo".

    Comentando algunos detalles de lo que ha-ba visto, el comandante Juan Menalla semostr categrico: "Desde luego de aqu noera". Aunque no pudo determinar con preci-sin a qu altura volaba el cilindro y las pe-queas naves que le acompaaban, estimaque no sera por debajo de los cuarenta milpies. Teniendo en cuenta que los objetos reco-rrieron ciento ochenta grados de arco de hori-zonte en minuto y medio, puede deducirseuna velocidad aproximada de treinta mil kil-metros por hora.

    EXTRAO Si bien los casos precedentesGASO EN Pueden comPararse con loilnnS que sucedi a algunas de laswffi :fl f ', j"" ::ilf;n;""".,.i1?yor exactitud, puesto que no se trata de un"camuflaje", sino de una aparente desmateria-lizacin tras fabricar una nube:

    Aquel ao de 1976 fue prdigo para loscanarios buscadores de ovnis. El archipila-go recibi frecuentes y espectaculares visi-tas de naves desconocidas, muchas de lascuales en nada se parecan a los tpicos pla-tillos. Con toda seguridad, la ms extraordi-naria fue la que se dej ver en el mes de no-viembre de ese ao en Agaete (Gran Cana-ria ).

    Cuando estuvimos charlando con el princi-pal testigo, don Manuel Barroso, haban pasa-do ya seis aos desde el suceso, lo que no res-taba emocin a su relato. La impresin an es-taba viva, como si hubiera sucedido el da an-terior... y supongo que lo seguir estando, por-que aquel encuentro es de los que jams seolvidan.

    No fue el nico testigo. Los que iban con len el coche tambin lo vieron y casi todos losvecinos del pueblo de Agaete presenciaronparte del fenmeno.

    "Habamos salido de Tagaete por la carreterageneral. lba acompaando a unos seores.

    "A la altura de los Llanos de Agaete, el con-ductor nos llam la atencin para uqe mirra-mos hacia el Teide".

    Agaete est en la costa noroeste de Gran Ca-naria y, si el cielo est despejado, desde allpuede verse perfectamente el Teide, en la veci-na isla de Tenerife.

  • Ovnis: Una constante presencia I

    En diversas ocasiones sehan podido obtener seriesfotogrficas de los desplazamientos y Ias mltiplesactividades que llevan acabo los ovnis durante la

    noche. Secuencias especta-culares hay un buen nme-ro, y muchas de ellasmuestran cmo varias na-vecillas discordales o esf-ricas salen de - o regresan

    hasta integrarse en - la es-tructura de lo que los uflogos denominan "navesnodrizas". Una de estasmaniobras de regreso deun ovni a su portaovnis fue

    fotografiada por RrcardoRodrigo: es la famosa se-cuencia fotogrfica de Pu-silibro, que hemos resumi-do en las imgenes que si-guen

    En las primeras fotografiasde la serie, el ovni se apro-xima a la estructura de lanave nodriza, por uno delos extremos de sta.

    El ovni, seguidamente, de-saparece en el interior - ose oculta tras ella - de lanave nodriza: el fotgrafono sabra precisar.

    tras integrarse el ovni enla nave nodriza, sta se in-clina cambiando de posi-cin y con una extraordi-naria rapidez desaparece.

  • "Entonces, al mirar en aquella direccin,vimos un objeto esfrico del tamao de laLuna llena". No pudieron precisar la distan-cia, pero pareca lo suficientemente cercanocomo para que se sintieran impulsados aacelerar, con la idea de verlo ms de cerca'En esa zona la carretera es muy sinuosa ytuvieron que dejar atrs un tramo de cerra-das curvas hasta que tuvieron el objeto alalcance de su vista. Haba aterrizado en unapequea pradera.

    "Era una esfera de unos treinta metros dedimetro. Era transparente; a travs de ella sevean las estrellas (...) Despeda destellos decolor relmpago, una luz lechosa y muy po-tente".

    Manuel Barroso encuentra serias dificulta-des para describir en trminos comprensi-bles las caractersticas de aquella enormeburbuja, a pesar de que no fue una visin fu-gaz (estuvieron observndola escondidosdurante la casi media hora que estuvo enti e rra ).

    Dentro de la esfera haba una serie de ci-lindros verticales que el testigo compara con"surtidores", porque parecan estar forma-dos de luz qua cambiaba de color, pasandodel amarillo al verde y de ste al violeta.Esos cilindros o "surtidores" estaban dis-puestos en dos crculos concntricos. En elextremo haba alrededor de cuarenta, mien-

    536

    tras que en el interno slo haba dos, muchoms gruesos y altos, que despedan una luzamarillenta. Como sabran despus los testi-gos, el pueblo de Agaete, apenas a un kil-metro de distancia, estuvo iluminado "comoen pleno da" mientras el ovni permanecien el suelo.

    Aunque la visin era algo que escapaba acualquier experiencia anterior, lo verdadera-mente sorprendente para los testigos vinodespus, cuando haban transcurrido unosveinticinco minutos.

    "Vimos cmo de la misma nave se iba crean-do una nube de gas que la termin por ocultartota lmente".

    Segn la medicin que hicimos sobre el te-rreno siguiendo las indicaciones del seor Ba-rroso, la nube fabricada por el ovni cubri unrea muy extensa, mucho ms que la del pro-pio objeto. El clculo aproximado fue de cua-trocientos metros de dimetro y unos doscien-tos de altura.

    Aqul fue el final del espectculo, porque alos pocos minutos de haberse formado la nu-be, sta se deshizo rpidamente en franjas ho-rizontales, hasta desaparecer por completo. Loincomprensible es que cuando la nube desa-pareci la esfera ya no estaba all.

    Obviamente, fenmenos como ste com-plican el tema de los ovnis hasta los lmitesde lo aceptable. No son naves que van y

  • Ovnis: Una constante presencia tvienen; que cubren enormes distancias conmtodos sofisticados. Los ovnis son "algo"que se escapa a nuestros conceptos de laFsica. Sin embargo, son hechos, y, comotales, inevitables, por muchos problemasque su existencia plantee. Hablar de otrasdimensiones, de mundos paralelos, de hipe-respacio o de cualquiera otra hiptesis queextienda la realidad ms all de nuestrossentidos, es ineludible. Lo malo es que eselenguaje se parece demasiado al que utiliza-ra un ciego para describir los colores. El fe-nmeno ovni es, hoy por hoy, algo que espreciso aceptar, pero que no es posible en-tender.

    Sea como fuere, lo cierto es que la presenciadel fenmeno en el pasado puede seguirsecon bastante facilidad; no faltan testimonios, ystos describen una realidad igualmente in-comprensible, pero perfectamente identifica-ble. Esto no quire decir que los datos seansiempre tan precisos y reconocibles como losque proporcionaron La Gaceta de Basilea y LaGaceta de Nuremberg; sobre todo, porque amedida que retrocedemos en el tiempo, losovnis se mezclan con lo sobrenatural y susdescripciones tienen ms de tendencioso quede objetivo. Aun as, tampoco faltan testimo-nios suficientemente claros. Sobre todo si setiene en cuenta que en aquellas pocas slovolaban los pjaros y cualquier tecnologa a-rea tena que ser forzosamente de origen ex-trahumano. Simplemente hay que leer a losviejos cronistas y descartar, por si acaso,aquellos casos que pudieran ser explicadospor causas atmosfricas o astronmicas. Vea-mos un ejemplo: objeto metlico sobre Fran-cia.

    El da 1 de noviembre de 1461 apareci so-bre el cielo de Francia "un objeto brillante co-mo hierro encendido; largo y ancho como lamitad de la luna". Con esa descripcin puedepensarse en algn meteorito, pero al aadir elcronista que el objeto estuvo inmvil en el cie-lo durante largo rato, y que despus "empeza subir en espiral, girar y voltear, como unacuerda distendida de un reloj" hasta desapare-cer, ya no queda otra interpretacin que la delobjeto volante no identificado, puesto que nin-gn objeto de origen natural puede compor-tarse de esa forma.

    Ofrecen algunas dudas los relatos en los queno hay detalles precisos y se limitan a la des-cripcin de luces, sin especificar forma y tra-yectoria, puesto que siempre cabe la interpre-tacin meterica. De ese estilo hay muchos,como el que cuenta lo sucedido el 8 de enerode 1388 en Sicilia, fecha en la que un conventode frailes menores de Ragusa fue sobrevoladopor objetos "muy luminosos y alienados".

    En otros casos, el "periodista" local utilizatrminos que, aunque imprecisos, definen alobjeto como mquina: "Hacia de medianoche,

    en el cielo sereno apareci una especie de na-ve que fue visible largo rato y luego desapare-ci lentamente" (Pars, 1254). Probablementefue el mismo objeto que se vio en lnglaterra elda 1 de enero de ese mismo ao y que sobre-vol la abada de Saint Albans: "Una especiede nave grande de forma elegante, bien apare-jada y de maravilloso color".

    Como se ve, gran parte de los hechos del pa-sado vinculados con el fenmeno ovni estnrelacionados con frailes y conventos; lo queno deia de ser lgico si se tiene en cuenta queen aquellos tiempos muy pocos saban escri-bir a excepcin de los monjes. Otro relato deesa fuente y mucho ms descriptivo es el delprior de la abada de Byland (Yorkshire). El yios dems frailes fueron "presa de espanto" el3 de agosto de 1290, cuando vieron pasar len-tamente sobre la abada un enorme disco pla-teado.

    LO "GLIPEIARDIENTES"DE ROT,TAffi

    No hay etapa histricaen la que falte la pre-sencia de los ovnis.Cuando se cimentabanlas bases de la actual

    Europa, tambin "ellos" estaban presentes,siendo reseado su paso por los autores msslidos y prestigiados de la poca. Plinio, Cice-rn, Tito Livio, Din Cassio... Todos ellos lla-maron la atencin sobre los "clipei ardentes"(escudos llameantes) y otros objetos extraor-dinarios que, segn se describe en sus textos,eran bastantes frecuentes en el cielo clsico:

    "En Ariminium, una intensa luz ilumin lanoche como si fuese de da. En muchas partesde ltalia aparecieron tres lunas durante la no-che" (Cassio).

    "En Arpia, un escudo en el cielo (...) Se vie-ron naves fantasmas en el cielo (...) En Prae-nerte, centellearon luces en el cielo" (Tito Li-vio)

    "En el consulado de Lucio Valerio y CayoMario, un escudo en llamas, rodeado de chis-pas, cruz el cielo" (Plinio).

    Ese tipo de "escudo en llamas" fue muy fre-cuente. El mencionado por Plinio fue visto enel ao 85 a.C., pero tambin se vieron en el 60y77 d.C., descritos exactamente igual; ademsde otros en los que resultaba difcil establecerla fecha.

    En cualquier caso, las referencias a objetosvolantes son abundantes, ya sea como "clipeiardentes", esferas, luces o rayos. Tan abun-dantes, que el propio Cicern, en el captulo43 del libro lde su De Divinatione, se refiere aestos fenmenos como si de algo habitual setratara: "Muchas son las ocasiones en las quenuestro Senado pidi a los decenviros queconsultaran a los orculos cuando aparecierondos soles, o cuando fueron vistas tres lunas yunas llamas de fuego en el cielo; o cuando

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    una nube parec estallar y se vieron extraosglobos en el cielo".

    Hace tres mil quinientos aos, los escribasde la Casa de la Vida y el propio faran Tutmo-sis lll observaron la presencia de los mismos"escudos ardientes" que vieron griegos y ro-manos:

    "En el ano 22, durante el tercer mes de in-vierno, a la hora sexta del da, los escribas dela Casa de la Vida vieron un crculo de fuegoen el cielo (...) No tena cabeza y despeda unolor nauseabundo. Su cuerpo tena una varade largo y un quinto de grueso, y no tenavoz. Los escribas sintieron sus corazonesinundados de espanto y se arrojaron al suelo(...) dieron cuenta de ello al faran. Su majes-tad mand (...) fue examinado (...) l meditsobre el suceso y orden que se registrara enlos papiros de la Casa de la Vida. A los pocos

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    das, estas cosas se vieron con frecuencia enel cielo; eran ms luminosas que los rayosdel sol y se extendan hasta los lmites de loscuatro pilares del cielo (...) Los crculos defuego lo dominaban todo desde su posicin.El faran, en medio de su ejrcito, los vio du-rante la noche. Despus, los crculos de fue-go subieron ms alto en los cielos y se diri-gieron hacia el sur".

    El mismo Amenophis lV el clebre Akhena-tn, que estableci el culto a Atn y brill conla luz de la justicia y la cultura en la vieja histo-ria de Egipto, tambin fue testigo del aterrizajede un ovni. Dej constancia de ello en el can-tar cuarto al dios Atn. Su descripcin, un tan-to lrica, como corresponde al contexto religio-so, seala un detalle que muchos testigos ac-tuales tambin han incluido en sus relatos: laluz pulstil con que frecuentemente brillan los

  • Ovnis: Una constante presencia Iovnis instantes despus de aterrizar o antes dedespegar.

    "... y as fue que estando el faran a la cazadel len y siendo an pleno da, sus ojos seposaron en un disco refulgente que estaba de-tenido sobre una roca. Lata como un corazny su brillo era como el del oro y la prpura. Elfaran se postr de rodillas y lo ador".

    Referencias similares las hay entre los calde-os, los chinos, los japoneses y en cuantas cul-turas han significado algo en el mundo anti-guo. Pero de todas esas referencias, las msprecisas, las que podramos considerar in-cuestionables, proceden de la lndia.

    La mstica hind est fundamentada enunos viejos textos snscritos con variosmilenios de antigedad, que abren lapuerta a un aspecto diferente del hombrey del alma, relacionndolos con f uerzas ydioses que apenas tienen que ver con elresto de las religiones del planeta. El en-tendimiento de esos textos es algo quecasi nadie alcanza; en ellos hay diferen-tes niveles de conocimiento. A pesar detodo, dentro de la compleja enseanza delos textos hindes hay prrafos y captu-los que son meridianamente comprensi-bles y totalemtne identificables bajo laperspectiva de los ovnis.

    La enseanza est recogida en los Vedas, delos que casi todo el mundo ha odo hablar. LosVedas estn divididos en cuatro partes: Sma,Yajur, Rig y Atharva. Son textos oscuros parael hombre de "entendimiento ordinario", poreso su contenido se expresa en forma msasequible a travs de dos obras pico-histri-cas, el Mahbhrata y el Rmyana, y en die-ciocho Purnas. As pues, las obras vdicasestn constituidas por los cuatro Vedas, losdieciocho Purnas, el Mahbhrata y el Rm-yana de Vlmiki. A su vez, los Vedas estn dis-tribuidos en partes de diverso contenido yprofundidad, como los Upanisads y los Vedn-ta-Stras, que son lo fundamental de los Ve-das. En un nivel intermedio, el Bhagavad-Gltse acepta como la esencia de todos los Upani-sads y la introduccin a los complejos Vedn-ta-Stras.

    OVNIS En toda esa oscura literaturay vdica hay frecuentes alusio-VIMANAS nes a las Vimanas, unas na-w xi;,::';ixJ.J[:?3:: i:: 1".:trecha relacin con lo que hoy denominamosovnis. Se quiera o no admitir, lo cierto es quetras el contenido pico-lrico y su envolturamoralizadora, en los textos religiosos hindesse nos habla de una civilizacin tecnificada,cuyos vehculos y armas sugieren un nivel anno alcanzado por las naciones actuales y, pre-sumiblemente, ajeno a lo terrestre. Como los

    autores de aquellos textos no se privaron dehacer una descripcin precisa de la Vimanas ysu poder destructivo, unas cuanteas transcrip-ciones ilustrarn perfectamente cuanto digo.

    "Las Vimanas tenan forma de esfera y nave-gaban por el aire gracias al rasa (mercurio),que produca un fuerte viento propulsor. Loshombres a bordo de las Vimanas podan ascubrir enormes distancias en un espacio detiempo extraordinariamente corto.

    "El piloto conduca las Vimanas a su volun-tad; volando de abajo arriba, de arriba abajo,adelante o hacia atrs, segn la disposicin dela fuerza y de su inclinacin: (Rmyana).

    Esos hombres que tripulaban las Vimanasnecesitaban una preparacin especial y unaindumentaria adecuada, que en el manuraGhatotrachabadma se describe como ajustaday dotada de cascos especiales "que se apoya-ban en los hombros".

    En algunos textos, la descripcin que se ha-ce de las Vimanas es tan precisa que slo seecha en falta la presencia de unos planos a es-cala:

    "Su estructura debe de ser fuerte, ligera yduradera. En su interior hay que disponer unrecipiente para el rasa con un calentador dehierro por debajo. Gracias a la fuerza que en-cierra el rasa, el torbellino impulsor se poneen movimiento.

    "Un hombre puede utilizar esta nave paratrasladarse de forma maravillosa y cubrirgrandes distancias en el cielo. Tambin conesos mtodos se puede construir una Vimanagrande como un templo. Hay que colocar cua-tro slidos depsitos para el rasa en su estruc-tura inferior. Cuando stos han sido calenta-dos por el fuego controlado de los depsitosde hierro, la Vimana, gracias al rasa, alcanza lafuerza del rayo y pronto se transforma en unpunto de luz en el cielo.

    "Gracias a estas mquinas, los hombres pue-den volar a los cielos y los seres celestes ba-jar a la tierra" (Smranghna Sutradhara).

    No cabe pues argumentar que se trata deuna idealizacin, de una descripcin ms omenos lrica de la que los fanticos de los ov-nis se han servido para convencer a los crdu-los. Los textos vdicos son claros al hablar dela Vimanas, de sus diferentes tipos y funcio-nes, y de cul es el secreto de su energa. Y sino proporcionan detalles suficientes como pa-ra que hoy nos lancemos a fabricar tan extra-ordinarias naves, es precisamente para que nopodamos hacerlo. En el citado SmranghanaSutradhara se dan las razones:

    "Los datos necesarios para la fabricacin delas Vimanas no son revelados aqu no por ig-norancia, sino porque es preciso guardar elsecreto. la ciencia de su construccin es ocul-tada, porque debe saberse que si fuera dada alos hombres comunes, stos se serviran delas Vimanas con fines perversos".

  • Aprovechamos esta oportunidad para darmis ms calurosas "gracias" a quienes escri-bieron los libros vdicos. No s si hace milaos los hombres eran ms necios de lo quesomos hoy da, pero est claro que cuantoconduce a la destruccin masiva debe sernosnegado. Nuestra tcnica es suficiente paraconducirnos a la hecatombe que ya se pre-siente; slo faltaba que desempolvando vie-jos manuscritos escontrramos la forma deacelerar el estpido suicidio.

    Aunque es posible que, en los que se refierea potencia destructora, las fantsticas Vimanasno llegaron ms lejos que nuestras armas ac-tuales. Al menos eso parece desprenderse dealgunos textos:

    "Obedeciendo a la voz del espritu, Narayanaconvoca a Danava, el disco destructor, As quela voz del espritu le hubo llamado, Dnava bajdel cielo con armas que sonaban como lastrompas de los elefantes y despedanrelmpagos espantosos, capaces de destruirlas ciudades del enemigo, Y este disco, res-plandeciendo con fuegos aniquiladores quesalan por todas partes, destruy a los Daityasa millares" (Mahbhrata).

    El efecto de aquellas terribles armas es algoque, lamentablemente, nos resulta familiar alos hombres de este siglo:

    "Los cadveres abrasados eran irreconoci-bles, los pelos y las uas se desprendan conslo tocarlos.

    "Las vasijas se rompan sin recibir golpe al-guno.

    "Los pjaros se volvan blancos,"En el transcurso de unas pocas horas, todos

    los alimentos se volvieron nocivos..." (Mauso-la Parva)

    Cualquiera de los datos que figuran en es-te captulo es susceptible de diversas inter-pretaciones. Es cierto que todas esas des-cripciones parecen referirse a lo que hoy lla-mamos ovnis, pero siempre cabe la posibili-dad de que el hombre antiguo fuese miope,embustero o suficientemente imbcil comopara confundir "escudos ardientes", esferas,tubos y dems objetos con meteoros, nubesy rayos.

    Pensamos que son pruebas suficientes: losovnis, me limito a saber que "estn" y "han es-tado". Tampoco sabemos cules son las razo-nes de su Bresencia; lo cual no es extrao, sipartimos del hecho de ignorar el porqu denuestra propia presencia. Pero partiendo delos dos convencimientos: que estn y que hanestado; tal vez se pueda interpretar bajo esapremisa la etiologa de unos hechos incom-prensibles del pasado.

    El 25 de febrerode 1942, por lanoche, aparecie-ron sobre el cie-lo de Los Ange-les varios ovnisen formacin.Fueron ilumina-dos por poten-tes reflectoresantiareos yatacados conpoderosos pro-yectiles que nolograron derri-barlos.Esta esuna fotografapublicada por eldiario "Los An-geles 1imes" alda siguiente.

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