aproximaciÓn al...
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APROXIMACIN
AL
APOCALIPSIS
TOMO UNO
GINO IAFRANCESCO V.
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PREFACIO
El ttulo de este libro, Aproximacin al Apocalipsis, es adrede ambiguo, pues se
refiere a varias cosas al mismo tiempo. Por una parte, significa que es un acercamiento
al libro bblico; por otra, significa que tambin vivimos y nos acercamos a los
acontecimientos descritos en el Apocalipsis; por fin, significa tambin que al
interpretar el Apocalipsis, no pretendemos tener la ltima palabra, sino que estamos
abiertos a mayor luz.
Este libro, Aproximacin al Apocalipsis, est formado por la serie de conferencias
dadas por Gino Iafrancesco V., en reuniones de la obra cristiana llevadas a cabo las
noches de los viernes, en la localidad de Teusaquillo, Bogot D.C., Colombia, Amrica
del Sur, entre el 6 de julio del ao 2001, hasta el 19 de octubre del ao 2003. La serie
de conferencias conserva el estilo oral e informal.
El autor asumi tal encargo exegtico por comisin directa del Espritu Santo, que le
dijo ntidamente:
-Ensea Apocalipsis-.
Igualmente, en una ocasin anterior, mientras el autor enseaba tambin acerca del
Apocalipsis, un profeta que estaba escuchando, terminadas las ministraciones,
convid al autor a cenar y le dijo: Mientras enseabas, vi que un ngel vena con un
rollo y una pluma y tomaba nota de todo lo que estabas enseando; por lo tanto, debes
publicar lo que el Seor te ha dado acerca del Apocalipsis.- Esto no significa que el
autor se sienta infalible, sino, por el contrario, temeroso de Dios por la gran
responsabilidad. Se consultaron variados autores de diferentes escuelas, como consta
en la bibliografa, sin embargo la exgesis final es absoluta responsabilidad del autor.
Eso quiere decir que aunque se realizaron muchas consultas, no todos los autores
consultados fueron necesariamente seguidos, pero s todos respetados.
El autor agradece una vez ms a la hermana Marlene Alzamora, la cual, como si fuera
poco, despus de haber asumido voluntaria y gratuitamente la transcripcin de las
conferencias del Libro de Las Jornadas, ahora tambin asumi, de la misma manera
voluntaria y gratuita, la transcripcin de las conferencias de sta serie de
Aproximacin al Apocalipsis. La hermana Marlene Alzamora es diaconisa de la iglesia
en la localidad de Teusaquillo. Que el Seor le recompense su inmenso trabajo!, el
cual permite que estas conferencias puedan llegar a un ms amplio pblico. Tambin
agradece el autor a su hermano y compaero en el ministerio Arcadio Sierra Daz por
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el igualmente voluntario y gratuito trabajo de composicin en sistemas del texto de
este libro, la indicacin de subttulos y algunas de las notas a pie de pgina. Asimismo
agradece el autor al hermano Carlos Guillermo Parra que con su apoyo y trabajo ha
hecho posible la presente edicin.
Quiera Dios que ste trabajo pueda servir a la reflexin del pueblo de Dios y a su
preparacin para la segunda venida de Jess Cristo; que pueda servir tambin de
testimonio a los hombres de nuestra poca, y si el Seor lo quiere, tambin a las
generaciones venideras.
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CONTENIDO
1. Introduccin I: El libro de la consumacin.7
2. Introduccin II: Autora del Apocalipsis...23
3. Introduccin III: Trasmisin del Texto..41
4. Introduccin IV: Hermenutica del Apocalipsis..57
5. Ttulo del Apocalipsis...71
6. Saludo del Apocalipsis.86
7. El Testigo Fiel, Reino y sacerdotes106
8. Viene con las nubes.122
9. La Voz entre los candeleros...144
10. Visin de Cristo glorificado.161
11. El Misterio de las siete estrellas...173
12. Las llaves de la Muerte y del Hades186
13. Panormica de las siete iglesias de Apocalipsis.199
14. El mensaje a la iglesia en feso 211
15. El mensaje a la iglesia en Esmirna..232
16. El mensaje a la iglesia en Prgamo.250
17. El mensaje a la iglesia en Tiatira..266
18. El mensaje a la iglesia en Sardis...280
19. El mensaje a la iglesia en Filadelfia294
20. El mensaje a la iglesia en Laodicea.308
21. Excursus: Libros celestes.320
22. El Trono y los veinticuatro ancianos.336
23. Los seres vivientes353
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24. La apoteosis del Cordero..375
25. Panormica de los siete sellos del Apocalipsis389
26. La apertura del primer sello...402
27. La apertura del segundo sello415
28. La apertura del tercer sello.433
29. La apertura del cuarto sello449
30. Y el Hades le segua..465
31. El descenso de Cristo al Hades y al Trtaro..485
32. La apertura del quinto sello502
33. La apertura del sexto sello (I)515
34. La apertura del sexto sello (II)..528
35. La apertura del sptimo sello544
36. La primera trompeta...564
37. La segunda trompeta..576
38. La tercera trompeta.589
39. La cuarta trompeta...601
40. El anuncio de los tres ayes...616
41. La quinta trompeta..629
42. La sexta trompeta.646
43. El ngel del pacto y el libro abierto...656
44. Los dos testigos..676
45. La sptima trompeta...692
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Capitulo 1
INTRODUCCIN (I):
EL LIBRO DE LA CONSUMACIN
Visin panormica
Antes de adentrarnos en los detalles del tema de esta introduccin, miremos todo bajo
la perspectiva de una introduccin panormica, porque hay veces en que uno se pone
a mirar un motor, pero el motor est descompuesto, desarmado, todas las piezas estn
sueltas, amontonadas en el suelo, y en esas condiciones es difcil saber de qu se trata
el motor. Es necesario, pues, que todo el motor est armado, que cada tuerca vaya con
su correspondiente tornillo, que cada plaquita est en su lugar, que cada resortito
asimismo est en su lugar, que todas las cosas estn relacionadas una con la otra de
una manera coherente.
Antes de entrar en los detalles necesitamos inicialmente tener una visin panormica
introductoria que nos ayude a ubicarnos en el asunto central. Lo mismo ocurre
cuando se va a construir, por ejemplo, un edificio; primeramente se busca el lugar y
los elementos apropiados, se colocan los principales fundamentos, las columnas
principales, las vigas principales, las planchas principales; luego se hacen las
principales divisiones, y recin despus viene el decorado. Pero uno no puede meterse
en el decorado, con los pequeos detalles, sin ver primeramente el plano general, las
lneas maestras y directrices, o el esquema fundamental. As necesitamos tambin
entender precisamente que al libro de Apocalipsis es necesario verlo primero en
relacin con el programa divino, en relacin con toda la Biblia, y en particular con
todo el Nuevo Testamento, y particularsimamente con los escritos del apstol Juan, y
ver qu es lo que Dios quiere darnos a travs de este libro; primero de una manera
general, y luego s entrando en los detalles.
En primer lugar fijmonos en la ubicacin providencial que el libro del Apocalipsis
tiene en el canon de las Sagradas Escrituras; aparece nada menos que al final de toda
la Biblia, y el mismo ttulo del libro, Apocalipsis, que es una palabra griega que
significa revelacin o develacin, nos muestra como si fuera y es la culminacin de
todo un programa, de todo un proceso. Debemos entender que esa es la razn de la
ubicacin del libro providencialmente al final del canon, no slo de los escritos de Juan
y del Nuevo Testamento, sino de toda la Biblia.
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Apocalipsis significa quitar el velo. Es como un artista que estuvo haciendo durante
mucho tiempo una obra maestra y minuciosa; pero mientras se haca, esa obra estaba
oculta al pblico en general. Al pasar cerca a la casa del artista, podra ser un escultor
o un pintor, el pblico a lo mejor escuchara algunos ruidos, algunos martillazos, pero
no comprendera aquello, tanto para la escultura como para la pintura; a lo mejor
saldra un poco de polvo por la ventana, y el pblico sin saber lo que estaba haciendo
el artista. Pero cuando se llega el da de la inauguracin, como cuando se va a quitar
un velo para mostrar el busto de algn personaje importante, pues se llega a ese da
final y se corre el velo y se muestra al pblico la obra maestra. El Apocalipsis cumple
ese mismo papel.
El libro de Gnesis es el libro de los orgenes; es el libro donde se siembran las
primeras semillas del programa de Dios, donde se establecen las primeras pistas del
propsito eterno de Dios, y donde se muestran tambin las primeras lneas de
conducta, tanto de la descendencia de la Simiente de la Mujer, como de la
descendencia de la simiente de la serpiente. En el libro de Gnesis se siembran esas
semillas. La primera profeca donde se nos resume lo que sera la historia est
primeramente en Gnesis. Pero despus de haberse desarrollado a lo largo de toda la
Biblia y de toda la historia, se consuma en el Apocalipsis.
El combate histrico entre las dos simientes
Dice la Palabra de Dios en Gnesis 3:15:
"Y pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; sta te
herir en la cabeza, y t le herirs en el calcaar".
Dios habla aqu anticipndose al programa de la historia, y le habla a la serpiente,
aquella serpiente antigua, que es el diablo, Satans, y vemos que el Seor est
identificando a un personaje y a una lnea de conducta que sigue a ese personaje.
Como el Seor Jess dijo despus: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los
deseos de vuestro padre queris hacer" (Juan 8:44a), el Seor ya identific a un
personaje rebelde y profetiz una descendencia espiritual de ese mismo personaje, y a
la vez una conducta y tambin un final. Dios puso enemistad entre la simiente de la
serpiente y la Simiente de la Mujer. Claro que la mujer por s sola no puede tener
simiente, a menos que sea la virgen Mara que dio a luz sin intervencin del hombre;
por lo tanto realmente el Seor Jesucristo es la Simiente de la Mujer porque naci de
la mujer sin intervencin del varn.
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De ah que esto se trate de una lucha entre el Seor y el diablo, en la cual el Seor
hiere en la cabeza a Satans; ah est anunciado el final; y el diablo hiere al Seor en el
calcaar. El Seor le aplastar la cabeza al diablo, y al aplastrsela, l ser herido, pero
de todas maneras se la aplastar. La primera profeca, que podramos llamar el proto-
evangelio, nos muestra un combate entre Dios y el diablo; entre la descendencia del
uno y la del otro, y un final victorioso para el Seor, revelado a travs de la Simiente
de la Mujer. Para obtener esa victoria tuvo que haber una herida, un sufrimiento en
esa Simiente de la Mujer. Gnesis aqu presenta de una manera resumida el programa
de Dios a lo largo de toda la historia, y la historia misma tiene su final.
Esta misma mujer y esta misma serpiente aparecen tambin en Apocalipsis;
solamente que en Apocalipsis ya no se nos revela algo tan simple, sino un poco ms
complejo. Para ilustrar mejor leamos, por ejemplo, en Apocalipsis 12:1-4:
"1Apareci en el cielo una gran seal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de
sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2Y estando encinta, clamaba
con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. 3Tambin apareci otra seal
en el cielo: he aqu un gran dragn escarlata, que tena siete cabezas y diez cuernos, y
en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas
del cielo, y las arroj sobre la tierra. Y el dragn se par frente a la mujer que estaba
para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese".
Aquella mujer que era muy simple cuando se le mencion en Gnesis, ya ha tenido un
desarrollo en el Apocalipsis. Tambin vemos aqu la Simiente de la Mujer. La primera
seal que aparece es que la mujer da a luz un hijo varn; la segunda seal es la
aparicin en el cielo de un dragn escarlata, que es la misma serpiente, como lo
explica el versculo 9, cuando dice:
"Y fue lanzado fuera el dragn, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satans, el
cual engaa al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ngeles fueron arrojados
con l".
Ah se nos explica que este dragn es la misma serpiente, solamente que al principio
aparece de una manera muy simple; es decir, simplemente la mujer, la Simiente de la
Mujer, la serpiente y la simiente de la serpiente. Pero al transcurrir el tiempo de la
historia, vemos a la mujer ya vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, con doce
estrellas. Asimismo vemos la serpiente muy desarrollada, convertida en un dragn
con siete cabezas y diez cuernos. Otros acontecimientos finales los vemos en los
versos 15-17, que dicen:
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"15Y la serpiente arroj de su boca, tras la mujer, agua como un ro, para que fuese
arrastrada por el ro. 16Pero la tierra ayud a la mujer, pues la tierra abri su boca y
trag el ro que el dragn haba echado de su boca. 17Entonces el dragn se llen de
ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella,
los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".
Aquello que comenz en el libro de Gnesis de una manera simple, proftica, ha tenido
un desarrollo a lo largo de toda la historia, y precisamente aparece un final en el libro
de Apocalipsis. Hasta ahora slo hemos venido haciendo un esbozo de este histrico
drama, pues solamente hemos visto la primera mira, y la final; como cuando se va a
disparar a un blanco, hay que tener en cuenta la primera y la ltima mira. Si slo
miramos con la primera mira, o slo con la segunda, no damos en el blanco; por eso
debemos mirar Gnesis con Apocalipsis, para descubrir cul es la lnea recta para dar
en el blanco.
Cuando miramos el libro de Apocalipsis vemos que esas cabezas del dragn despus
aparecen identificadas con las cabezas de la bestia; as como el dragn tiene siete
cabezas, tambin la bestia tiene siete cabezas; entonces nos damos cuenta de que las
cabezas de la bestia son las mismas cabezas del dragn. Solamente que el dragn
representa la parte espiritual del reino de las tinieblas, y en cambio, la bestia
representa la parte poltica y terrenal de ese reino; y existe, adems, una sincrona
entre ese mundo espiritual y ese mundo natural. Por ejemplo, en el captulo 10 del
libro del profeta Daniel, aparece una lucha en los aires y se dice que aquel ngel que
estuvo luchando para poder venir a darle a Daniel la revelacin de Dios, tuvo que ser
ayudado por el arcngel Miguel, quien luch contra el prncipe de Persia; pero la
Palabra narra que despus de que el prncipe de Persia cayera, vendra el prncipe de
Grecia; y eso significa que en los aires existi un principado que se llam prncipe de
Persia. Mientras ese principado demonaco estaba reinando, en la tierra gobernaba el
imperio persa. Cuando el prncipe espiritual de las tinieblas de Persia cay, el imperio
persa tambin cay. Y ante quin cay el imperio persa? precisamente ante el
imperio griego, que era liderado por el prncipe de las tinieblas llamado el prncipe de
Grecia. Vemos, pues, que la Palabra de Dios nos revela que existe una sincrona entre
el mundo espiritual y el mundo natural, entre el dragn y la bestia, las cabezas del
dragn o sus prncipes y las cabezas de la bestia y los grandes lderes, o grandes
imperios que estn representados por esas cabezas.
Est profetizado desde Gnesis lo que entre la Simiente de la Mujer y la simiente de la
serpiente se ha desarrollado en toda la historia universal; y la Palabra de Dios nos
revela el trasfondo de la historia universal. Qu es lo que est detrs de todos los
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acontecimientos? Cul es el significado ltimo detrs de todo lo que ha acontecido en
la historia? Un combate entre la simiente de la serpiente y la Simiente de la Mujer. La
lnea de Dios contra la lnea de Satans; al fin de cuentas eso es lo que est detrs.
Pero la Biblia nos ensea que tanto Dios como el diablo tienen un objetivo, tienen un
propsito.
La gran mentira del diablo
La Biblia nos habla del propsito de Dios y tambin nos habla de las intenciones o
deseos del llamado padre el diablo; no es llamado as por nosotros, obviamente. Como
citamos arriba, el Seor le dijo a ciertos personajes: "Vosotros sois de vuestro padre el
diablo, y los deseos de vuestro padre queris hacer" ; ah vemos que Jess habl de los
deseos del diablo, de los objetivos que l tiene; hay algo que l quiso. En los captulos
14 de Isaas y 28 de Ezequiel, la Palabra de Dios nos aclara que el diablo tuvo unos
objetivos; pero esos objetivos no son de Dios ni son eternos. Antes de que el diablo
tuviera esos objetivos, y antes de que el diablo existiera, y antes de que existiera cosa
alguna, Dios exista desde la eternidad y Dios tena Sus propios objetivos, Sus propios
propsitos, aun sabiendo que una de las criaturas anglicas, un querubn protector
que l creara como el sello de la hermosura, se rebelara contra Dios y tendra
tambin sus propsitos, que estn revelados claramente en Isaas 14 y Ezequiel 28.
Esos propsitos satnicos consisten en que el diablo quiere ocupar el lugar de Dios. El
diablo deca:
"13Subir al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantar mi trono, y en el
monte del testimonio me sentar, a los lados del norte; 14sobre las alturas de las
nubes subir, y ser semejante al Altsimo" (Isaas 14:13-14).
Esos han sido los deseos del diablo desde el comienzo de la rebelin en el cielo; es
decir, que el diablo tiene un objetivo. El quiere sustituir, reemplazar a Dios; l quiere
que la criatura ocupe el lugar de Dios. Ese principio est detrs de muchas filosofas,
de muchas mitologas, de muchas religiones y de muchas rebeliones; pero ese mismo
principio, "seris semejantes a Dios" , es el mismo con que el diablo ha tentado al
hombre desde el principio: Vosotros seris como dioses, conociendo el bien y el mal; y
eso es precisamente lo que est detrs de la filosofa evolucionista, del hombre auto
desarrollndose por s mismo hasta llegar a ser la expresin final de la divinidad.
Pero la divinidad ya no se le llama a Dios, sino a la naturaleza, como en el pantesmo;
filosofa que dice que la naturaleza tiene unas fuerzas intrnsecas evolutivas que van
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desarrollndose, y que esa divinidad va apareciendo en el hombre, y que el hombre es
el estado ms evolucionado del hilo primordial de la sustancia divina, que es el todo
de la naturaleza, segn ellos; y eso est detrs de las religiones, detrs de las
mitologas y de las filosofas seculares. Esa es la filosofa de Hegel, de Teilhard de
Chardin; esa es la pseudofilosofa del evolucionismo; asimismo esa es la filosofa del
esoterismo, del gnosticismo, del cabalismo, del hermetismo, de la masonera, de la
nueva era.
Todo ese principio es el mismo de la serpiente: Seris como Dios, sabiendo el bien y el
mal; es decir, vosotros ocuparis el lugar central. Esa fue la sensacin que el diablo
difundi, que no naci de nadie sino de s mismo, y quiso ocupar el lugar central. En
Romanos 1:21-23, Pablo lo expresa hermosa y magistralmente as:
"21Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias,
sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazn fue entenebrecido.
22Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de
cuadrpedos y de reptiles".
Los hombres adoraron a la naturaleza, incluido el hombre mismo, en lugar de a Dios.
Es el mismo problema del diablo; l dijo: ser semejante al Altsimo. Esos son los
deseos del diablo. Pero as como el diablo tiene sus propios deseos, antes de que el
mismo diablo existiera y tuviera la oportunidad de rebelarse, Dios ya tena un
propsito eterno. En la Palabra de Dios son muchos los pasajes que nos hablan del
propsito eterno de Dios, y que cuando Dios cre las cosas, las cre en funcin de Su
propsito eterno.
Cuando Dios dio permiso para que existiera la rebelin, lo hizo en funcin de Su
propsito eterno; y la providencia de Dios, que profetiz lo que sera la historia, ha
estado detrs de todos los acontecimientos, llevando adelante todo el propsito de
Dios, aun con la existencia de un mundo rebelde que tiene otro propsito. Y Dios
permiti esa rebelin porque El quera hacer notorio lo que El reprueba, y tambin Su
poder y Su ira contra la rebelin; y tambin Su gracia y Su misericordia para con
aquellos de quienes se compadezca y salve e introduzca en Su Reino, en Su economa
final.
Un substrato del propsito de Dios
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Dmosnos cuenta de que el libro de Apocalipsis est situado en un lugar donde
confluye la consumacin de esas dos lneas. No es cualquier libro; eso supone un libro
tremendo; un libro donde todo lo que se sembr en Gnesis y se desarroll a lo largo
de la historia, en la Biblia, y tambin despus de que la Biblia cerr su canon, todo eso
que estaba ya profetizando, se consuma en el libro de Apocalipsis. Ese libro contiene
el destino final de aquella simiente de rebelin, y contiene tambin la consumacin del
plan eterno de Dios. En la epstola a los Efesios 1:8-12, la Palabra es tan clara, que nos
ayuda a analizar las cosas, para saber qu es lo que deberamos encontrar en
Apocalipsis, porque a veces, cuando vamos a este libro, nos fijamos en las tuerquitas,
en los tornillitos, en los resortitos, en el motor desbaratado, pero necesitamos ver
todo eso armado y consumado. Leamos el pasaje:
"(Su gracia) 8que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabidura e
inteligencia, 9dndonos a conocer el misterio de su voluntad, segn su beneplcito, el
cual se haba propuesto en s mismo, 10de reunir todas las cosas en Cristo, en la
dispensacin del cumplimiento de los tiempos, as las que estn en los cielos, como las
que estn en la tierra. 11En l asimismo tuvimos herencia, habiendo sido
predestinados conforme al propsito del que hace todas las cosas segn el designio de
su voluntad, 12a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que
primeramente esperbamos en Cristo".
Esta gracia sobreabundante ya no se refiere solamente a la redencin, al perdn de los
pecados, que ya de por s es una gracia muy abundante. "Donde abund el pecado
sobreabund la gracia"; pero tanto sobreabund, que la gracia no se limit solamente
a la redencin, porque la redencin es para recuperar al hombre cado, a fin de poder
Dios continuar con Su propsito eterno. El propsito final de Dios no es la salvacin,
pues la salvacin es el medio que Dios utiliza para recuperar al hombre, para alcanzar
su propsito final. El propsito final de Dios va ms all de la redencin y la salvacin,
y por eso dice aqu que a la gracia la hizo sobreabundar ms all de la redencin, en
toda sabidura e inteligencia espiritual, o sea, sabidura e inteligencia que provienen
de la gracia y en relacin con el propsito eterno de Dios; y eso se extiende dndonos
a conocer el misterio de Su voluntad, porque Dios tiene una voluntad. Todava muchos
dicen: Cmo es que vinimos ac? para qu vivimos? ser que el mundo por ac
tiene algn sentido? Eso es lo que algunos estn concluyendo. Sin embargo, a la
Iglesia, no a la universidad, no a la ciencia secular, a la Iglesia, no por medio de sus
propios esfuerzos, sino por la revelacin divina, a la Iglesia le es dado a conocer el
misterio de la voluntad divina; cul es el objetivo que Dios se propuso en S mismo;
para qu cre; para qu permiti la rebelin; para qu salv, y dnde terminar todo
el desarrollo de la historia. Esto se lo revela Dios a la Iglesia. Lo que a Dios le placi
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desde la eternidad, se lo propuso como un objetivo, y no habr diablo que pueda
estorbar a Dios en Su propsito eterno, Sus objetivos. En el verso diez dice que se
propuso en S mismo reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensacin del
cumplimiento de los tiempos, dndonos en forma resumida el substrato del
Apocalipsis, porque Apocalipsis es la consumacin del plan de Dios, y aqu en Efesios
se nos est diciendo cul es ese plan.
Es decir, que a travs de la llave de este versculo, vemos el substrato fundamental o
esquemtico de Apocalipsis. Reunir significa tomar lo que estaba disperso, lo que sin
estar en este lugar, a los pies de Cristo y en funcin de Cristo, no tendra razn de ser.
Tngase en cuenta que el diablo tambin quiere reunir. Si entendemos esta primera
consideracin panormica, despus vamos a entender otras muchas cosas con
relacin a la religin, a la poltica, a la economa; pero aqu se habla de reunir todas las
cosas en Cristo, en cambio el diablo quiere reunir todas las cosas pero no en Cristo,
sino alrededor de s mismo. El diablo en sus deseos quiere sentarse en el monte del
testimonio, poner su trono sobre las estrellas del norte y hacerse semejante a Dios, y
para eso necesita tambin reunir, pero reunir alrededor de s mismo; en cambio el
Seor quiere reunir alrededor de Cristo. A quien ama el Padre por sobre todas las
cosas es al Hijo, porque antes de que existiera la creacin, slo exista la Trinidad, y el
Padre amaba al Hijo, y el Padre quiere la preminencia del Hijo sobre todas las cosas.
La creacin fue hecha para el Hijo; la redencin es para darle al Hijo un Reino; el Hijo
est en el centro del corazn del Padre, pero el diablo quiere ocupar ese centro.
Si entendemos esto, se nos va a afinar el discernimiento acerca de los acontecimientos
actuales; porque sabemos que existen dos fuerzas en combate, en el cual prevalecer
la del Seor, aunque sea muy aparente la del diablo. Es ms aparente un dragn con
siete cabezas que una mujer con un nio, pero sin embargo es el nio de esa mujer, la
Simiente de la mujer, quien prevalecer contra el dragn, sus cabezas y sus cuernos.
Cuando en Efesios se nos dice "de reunir... en la dispensacin del cumplimiento...", en
el griego dice: "en la economa de la plenitud de los tiempos". Esta palabra economa,
que en este pasaje se traduce dispensacin, en otros pasajes se traduce
administracin, en otros se traduce mayordoma, comisin, edificacin. La palabra
economa viene de unas palabras griegas, oikos (oo), de donde viene la palabra
espaola hogar, que quiere decir casa, y nomos (vo), de donde viene la palabra
espaola norma, que significa ley; de donde oikonoma significa la ley de la casa, la
norma del hogar; es decir, la administracin del Reino. Entonces dice que Dios quiere
reunir todas las cosas en Cristo en la economa de la plenitud del cumplimiento del
tiempo.
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Cuando habla de los tiempos, en plural, significa que la historia ha recorrido varias
etapas; pero al contrario de lo que piensan los griegos, que el tiempo es una cuestin
cclica que se repite ciegamente, o de lo que piensan algunos que creen en el azar, que
no hay ningn sentido en la historia, sino que las cosas surgen en la historia de una
manera desbocada, que no tienen ningn sentido, la Palabra de Dios revela que la
sucesin de los tiempos, de las etapas, de los perodos de la historia, tiene un sentido,
que detrs de la historia hay una mano providente y gobernante, que es la de Dios, y
que Dios est dirigiendo el sentido de cada perodo de la historia; que cuando un
perodo de la historia se ha dado, ha conseguido una primera plataforma, una primera
escala o eslabn de un programa definido que Dios tiene, de reunir en Cristo todas las
cosas. Dios gobierna la historia en funcin de Cristo. Cuando despus o travs de
cierto tiempo Dios establece una base, entonces se entra en un segundo perodo,
despus en un tercero, luego en un cuarto, y esas sucesiones de perodos vienen hacia
el cumplimiento y finalizacin o consumacin de la economa divina, en la cual el Hijo
de Dios tiene la preeminencia, pues todas las cosas estn ordenadas alrededor de Su
Hijo, teniendo en cuenta que Su Hijo le da sentido a la realizacin de todas las cosas. El
Hijo est en el centro del corazn del Padre, y el Padre le entreg la creacin, y por
ende la historia. La historia discurre en funcin del Hijo, porque la creacin es en
funcin del Hijo; el Hijo es quien ocupa el lugar central. Por eso cuando entramos a
Apocalipsis, encontramos el trono de Dios. La parte sobresaliente de Apocalipsis no
son los cuernos de la bestia sino el trono de Dios, el cual es la parte central; la
Jerusaln de Dios. Dios en Su cpula, en Su Lugar Altsimo, y el Cordero es Su
lumbrera, y la gloria de Dios a travs del Cordero y de Su Esposa, siendo la capital del
universo. Todas las cosas reunidas alrededor de Cristo, expresando la excelencia de
Cristo. Dios el Padre ama tanto al Hijo, que quiso darle a El todas las cosas para que
disponga de ellas y las administre, y sea el mayordomo de la plenitud. Por eso se le
llama economa del cumplimiento de los tiempos, o dispensacin del cumplimiento, o
plenitud de los eones, de las eras, de los tiempos.
La Iglesia en el propsito de Dios
Un hecho importantsimo es que en este propsito eterno de Dios en el que el lugar
central lo ocupa el Hijo de Dios, el Cristo, el Seor Jess, la Iglesia juntamente con
Cristo ocupa tambin un lugar central, como esposa de El que es, como coherederos
que somos los hijos de Dios con l; por eso en el verso 11 de Efesios 1 dice que en l, o
sea en este Cristo alrededor del cual Dios quiere reunirlo todo, en l asimismo, as
como Dios quiere reunirlo todo alrededor de Cristo, Dios quiso que este Cristo fuese
un Cristo corporativo, un Cristo que se incorpora en Su Cuerpo que es la Iglesia, y que
hace a los miembros de Su Cuerpo, herederos con l de todas las cosas, que es una
verdad que queremos resaltar por su importancia. De manera que la Iglesia ocupa con
l un lugar central en el plan eterno de Dios. Esa es la razn por la cual el ltimo libro
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de la Biblia, el Apocalipsis, termina con la Nueva Jerusaln, con la esposa del Cordero,
que asimismo se identifica con la Iglesia. As como la Jerusaln terrenal tena en las
afueras un basurero donde iban a para todas las cosas inservibles, para quemarlas con
fuego, ubicado en el Valle de Hinom, de donde viene la palabra Gehena, de la misma
manera la Jerusaln de Dios tiene en las tinieblas de afuera su basurero, el lago de
fuego que arde con fuego y azufre, donde estar Satans y sus ngeles, y los perdidos
que le siguieron; es decir, todo lo que era inservible a la causa y propsito de Dios va a
parar al basurero que estar en las afueras. Por eso es que el Apocalipsis termina con
un juicio de esa lnea maligna en el lago de fuego, pero con la consumacin del
objetivo de Dios en la Nueva Jerusaln.
"En l asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al
propsito del que hace todas las cosas...". Dios tiene un propsito, y l escogi
personas y las predestin para que alcancen ese propsito, y precisamente para eso
hizo la redencin, para recuperar esas personas de su cada y poder alcanzar lo que l
se propuso en l, en Cristo, en ese Cristo central, en el Cristo preeminente alrededor
del cual Dios el Padre rene todo. Asimismo como Cristo, la Cabeza, tambin el Cuerpo
tiene herencia; fuimos hechos coherederos conforme al propsito del que hace todas
las cosas segn el designio de Su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de Su
gloria, nosotros los que primeramente esperbamos en Cristo. En estos versos de
Efesios que hemos venido desglosando est el substrato bsico, la esencia de
Apocalipsis, porque esta es la revelacin de lo que es el objetivo de Dios, y Apocalipsis
es la expresin, la revelacin ya ms detallada de esa culminacin del programa de
Dios. Si entendemos esta visin panormica, vamos a entender despus mucho mejor
los detalles.
Visin panormica de la economa divina. Asimismo es importante detenernos un
poco en esta visin panormica en lo relacionado con la teologa y la economa divina.
La teologa que se ocupa del estudio y profundizacin de la Palabra de Dios en general,
tiene tambin un orden formal, sistemtico, que es la Teologa Sistemtica, la cual no
se atraganta con un montn de temas inconexos. Por eso se le llama sistemtica; en
cambio la exgesis hace el examen de cada texto para sacar su sentido. La Teologa
Dogmtica es la que relaciona las verdades tradas por la exgesis. La dogmtica no
estudia por textos, por autores, por pasajes en orden, por libros, por versos, por
races, sino que su estudio lo hace por temas.
La Teologa Exegtica estudia por autores, como la coleccin de las epstolas paulinas,
e incluso haciendo las subdivisiones como las epstolas primeras, las epstolas de la
prisin, las epstolas pastorales; el paso siguiente sera empezar con Romanos, sus
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principales secciones, luego todo el primer captulo, pasaje por pasaje, verso por
verso, frase por frase, y si es necesario, palabra por palabra, y aun raz por raz de esa
palabra; todo eso lo hace la exgesis. La exgesis se encarga del estudio del libro, lo
ubica, y puede comenzar por estudiar la raz de la palabra, el sentido del versculo, el
contexto del captulo, el lugar que ocupa en toda la epstola, y lo que Dios nos quiere
decir a travs de Pablo en esa epstola, incluso del aporte paulino en todas sus
epstolas. Ya tenemos la teologa paulina. Despus se hace lo mismo con Pedro,
obteniendo la teologa petrina; despus hacemos lo mismo con Juan, y tenemos la
teologa juanina. Luego tomamos toda la teologa de los autores del Nuevo Testamento
y tenemos la teologa neotestamentaria. De esa manera hacemos lo mismo con la
teologa del Antiguo Testamento, y tenemos la Teologa Bblica que surge de la
exgesis.
La Teologa Dogmtica es la antesala de la Sistemtica; como hemos dicho, la
dogmtica no estudia por libros, por autores, por pasajes, sino por temas. A la
dogmtica lo que le interesa es Dios, el plan de Dios, la creacin de Dios, los ngeles, el
diablo, los demonios, el hombre, la cada, el pecado, la salvacin, Cristo, el Espritu
Santo, la Iglesia, las ltimas cosas; o sea que estudia los grandes temas y las verdades
reveladas y proclamadas. A eso es a lo que en la Biblia, en su versin original se le
llama dogmtica. Cuando leemos la Biblia en espaol, all no encontramos la palabra
dogma, pero en el original griego s est. Cuando se reuni el Concilio de Jerusaln, y
llegaron a una conclusin y la escribieron, despus que llegaron a las iglesias, dice
aqu en la traduccin Reina Valera de 1960, que enviaron la carta con las ordenanzas
de los apstoles. Pero en el original griego, la palabra que aqu se traduce ordenanza,
como en otras partes que se traduce edicto, decreto, acuerdo, orden, es la palabra
Jerusaln; o sea, el primer concilio. De esa palabra bblica, dogma, surge lo que es la
dogmtica. La Teologa Dogmtica es el estudio de los grandes temas; ya no es el
estudio de los grandes textos, pues de eso se encarga la exgesis para que surja la
Teologa Bblica. Cuando estos temas se ponen en orden en una secuencia lgica y
coherente, entonces se arma un sistema completo. La Iglesia no solamente tiene que
tener mensajes sueltos de una cantidad de cosas, como si nos estuviramos comiendo
un sancocho, sino que la Iglesia tiene que ordenar esos temas en una gran
cosmovisin que demuestre cul es el consejo de Dios. Por esa razn Pablo hablaba de
que no haba rehuido anunciar a la Iglesia todo el consejo de Dios.
El consejo de Dios es la cosmovisin coherente, lo que el salmista en el Salmo 119:160
dice: "La suma de tu palabra es verdad"; y de ese versculo es de donde surgieron los
nombres de los grandes sistemas teolgicos, y que por eso en la Edad Media se les
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llamaba la Suma Teolgica, que se deriva de la palabra latina summa, que significa
totalidad, como las que escribieron Toms de Aquino y Alberto Magno. La de Toms
de Aquino es una obra monumental donde no est tratando un tema u otro, sino que
se mete con los grandes temas y los ordena en un sistema. Por eso se dice que Toms
de Aquino fue un telogo que en el siglo XIII sistematiz todo el dogma catlico de su
tiempo. Al unir esos grandes temas en un sistema, surge la Teologa Sistemtica. As
como de la exgesis surge la Teologa Bblica, de la dogmtica, la cual se encarga de
realizar los estudios por temas, al relacionarlos en sistema, surge la Teologa
Sistemtica.
La Teologa Sistemtica es la presentacin ordenada y coherente del cuerpo de la
verdad o de la suma de la Palabra.. Dentro de la Teologa Sistemtica, y precisamente
en honor de su nombre, existe una secuencia de varios temas, y el ltimo justamente
tiene que ver con Apocalipsis, dentro del contexto de la Escatologa. Lo primero que
Dios ha revelado en la Biblia es acerca de S mismo; por lo tanto el primer gran tema
de la Teologa Sistemtica es Dios mismo. La teologa propiamente dicha, lo que se
llama Teologa Propia, es la materia que se ocupa del ser de Dios, de los atributos de
Dios, de los nombres de Dios, de Su eternidad, de Su espiritualidad, de Su
personalidad, de Su infinitud, de Su amor, de Su unidad en Trinidad, etctera.
Solamente es Dios el contenido de esta gran materia, o seccin, o asignatura de la
Teologa Sistemtica, que es la teologa propiamente dicha, o Teologa Propia.
Pero Dios no solamente ha revelado algo acerca de S mismo, sino que ha revelado
algo acerca de Sus planes, porque una cosa es lo que El es en S mismo y para S
mismo, y otra es lo que El planea para con Su creacin. Antes de llegar a la creacin
misma haba unos planes, y Dios ha revelado en las Sagradas Escrituras el contenido
de Sus planes: Cul es Su beneplcito, cul es Su voluntad, cul es Su propsito, cul es
el plano, el programa para llevar adelante ese propsito en el futuro; la presciencia de
Dios o el conocimiento anticipado de todas las cosas que Dios tiene para escoger
segn esa presciencia, y para predestinar a esos escogidos, y para bendecir con Su
gracia con un decreto antes de la fundacin del mundo, de manera que Sus escogidos,
predestinados, alcancen el propsito; y ha ordenado las cosas, y tiene lo que la Biblia
llama un consejo determinado, una mano providente que dirige todas las cosas a ese
propsito. Todos esos captulos forman parte de una especie de segunda gran materia
de la Teologa Sistemtica, que es la Divina Teleologa; es decir, tratado acerca del
telos, o la volu
sentido de terminacin, sino de objetivo, meta, propsito. Despus de la teologa
propiamente dicha, viene la Divina Teleologa.
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Luego de Dios haber hablado de S mismo y de Sus planes, tambin ha hablado acerca
de la creacin. Dios se ha revelado all. Qu es la creacin? Cmo se origin? Cmo
est? Qu le ha pasado? Qu sentido tiene? Cmo hay una creacin invisible?
Cmo hay una providencia de Dios que sostiene esa creacin? Cmo hay una
concurrencia de Dios como causa primaria, con las causas secundarias de lo que se
produce en la naturaleza? O sea que Dios ha revelado algo acerca de la creacin, y eso
constituye la materia llamada Cosmologa Bblica.
Pero despus de Dios revelar acerca de S mismo, de Sus propsitos, de Su creacin, y
empieza a desglosar un poco ms sobre la creacin, entra en el mundo invisible, en las
principales criaturas de ese mundo, en los ngeles, y entonces surge esa gran materia
que se llama la Angelologa. Entre esos ngeles hubo un querubn, Lucero, que se
rebel, y surge la Satanologa; pero como no se rebel l solo sino que se llev la
tercera parte de los ngeles, entonces surge la Demonologa, siendo esas dos materias
derivaciones de la Angelologa. De todo esto ha hablado Dios en la Biblia.
Pero vienen las criaturas del mundo visible, de las cuales la principal es el hombre.
Dios ha hablado en la Biblia acerca del hombre; de la misin del hombre conforme al
propsito de Dios; del diseo del hombre conforme a la misin que Dios le ha
encomendado; de la constitucin del hombre, de su espritu, de su alma y de su
cuerpo; de cmo cay el hombre, y cmo afect la cada el ser del hombre, tanto en lo
individual como en lo familiar y en lo cultural, y cmo ha sido restaurado. Todo ese
tema y lo que se relaciona con l, es el contenido de esa gran materia que se llama
Antropologa Bblica. As como existe una antropologa secular, que trata de
interpretar al hombre en su origen y su sentido desde el punto de vista humano, existe
una antropologa revelada, la bblica, que nos ensea lo que Dios dice acerca del
hombre, de su origen, de su misin, de su estado, de sus fines, etctera.
Vemos que, al igual que aquel querubn, el hombre tambin cay, y surge otro gran
tema de los que Dios habl muy claro en Su Palabra. Dios ha revelado con mucha
claridad en la Biblia acerca del pecado, acerca del mal, todo lo relativo al por qu Dios
permiti el pecado; qu efectos ha tenido el pecado, cmo tiene que ser tratado el
pecado, etctera. Todo esto pertenece a una materia de la Teologa Sistemtica
llamada Hamartiologa, porque la palabra pecado en el griego se dice hamarta
mal, es la Hamartiologa.
Ahora, cmo trata Dios con esa condicin cada? Entonces viene la Cristologa, que,
como su nombre lo indica, nos habla de Cristo. Quin era Cristo antes de la fundacin
del mundo? Qu parte tuvo Cristo no slo con el Padre en la eternidad, sino tambin
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en el propsito de Dios, en la creacin de Dios, en la redencin de parte de Dios, en el
juicio y en el Reino de parte de Dios? Y nos habla tambin sobre todo de lo relativo a la
persona de Cristo antes de la encarnacin, su kenosis (vo), o despojamiento, Su
concepcin en el vientre de la virgen Mara, Su gestacin y nacimiento, Su crecimiento
en estatura y en gracia y sabidura, las pruebas que tuvo, Su muerte, Su resurreccin,
Su ascensin, Su ministerio celestial, Su segunda venida; todo lo referente a Cristo es
lo que trata la Cristologa. Asimismo, todo lo referente al Espritu Santo lo registra la
La Cristologa y la Pneumatologa son las bases de la Soteriologa, que es la materia
que se ocupa de la salvacin, porque Cristo y el Espritu Santo vinieron para sanar y
salvar. Todo lo que la Biblia habla de la salvacin, todo ese gran contenido de
revelacin bblica, se llama Soteriologa, que viene de la palabra griega sotera
(), que significa salvacin. De modo que ya tenemos a Cristo, al Espritu Santo
y la salvacin, y surge la Iglesia, que es tan importante para Dios, porque la Iglesia es
la esposa de Su Hijo, todos los salvados. El Seor dice frases profundsimas con
palabras sencillsimas, y en una parbola muy sencilla, solamente al inicio de esa
parbola dice: "El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a
su hijo..." (Mateo 22:2). En una frase muy sencilla narra de un rey que hizo fiesta de
bodas a su hijo. Aleluya. Qu profundidad en esa frasecita! El rey est revelando al
Soberano Dios que promueve estas bodas, y est revelando el propsito eterno de
Dios; hacerle bodas a Su Hijo.
Est mostrando la centralidad de Cristo y est revelando el sentido de la Iglesia, que es
la esposa de ese Hijo para esas bodas; una frase tan sencilla y a la vez tan profunda;
entonces surge esa gran materia acerca de la esposa de ese Hijo, el Cuerpo de Cristo, la
Iglesia, que es la Eclesiologa; porque la Iglesia es el vehculo de vanguardia que usa la
Cabeza del universo que es Cristo, el cual no slo es Cabeza de la Iglesia. El es Cabeza
sobre todas las cosas, dado a la Iglesia, y es Cabeza de todo principado y potestad, y
Cabeza de toda la creacin. Asimismo es Cabeza de todo varn, soberano de todos los
reyes de la tierra. Y como Cabeza, El tiene un Cuerpo; a El le fue dado una esposa, y
todo lo que la Biblia habla acerca de la Iglesia, el lugar de la Iglesia en el propsito
eterno de Dios, el origen de la Iglesia, la naturaleza de la Iglesia, las profecas y la
tipologa acerca de la Iglesia, la administracin de la Iglesia, el gobierno de la Iglesia, el
funcionamiento de la Iglesia, el ministerio de los miembros del Cuerpo de Cristo, que
es mucho lo que la Palabra de Dios habla sobre este tema, todo eso lo trata esa gran
materia que se llama Eclesiologa.
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La ltima de las grandes materias de la Teologa Sistemtica y que precisamente
encuentra su sentido en el Apocalipsis, es la Escatologa; es la materia que se ocupa de
las ltimas cosas, de la consumacin, porque el Dios eterno que tena un propsito y
que providentemente se ha movido detrs de la historia y ha hecho una gran obra de
salvacin a travs de Su Hijo y por Su Espritu, lo ha hecho con un sentido final y ese
sentido final es para cada criatura y para todas las criaturas en una sola historia.
Entonces aquella materia que se ocupa de las ltimas cosas en relacin a cada
criatura, sobre todo las criaturas humanas, lo relativo a su propio fin, su muerte,
ultratumba, el cielo o el infierno, y tambin el fin de la historia y las etapas para ese
fin, las profecas acerca de Dios, de Cristo, de la Iglesia, de Israel, de las naciones, de la
creacin, de la gran tribulacin, del arrebatamiento, del milenio, de la Nueva Jerusaln,
todo eso es el contenido de una final materia de la Teologa Sistemtica, que es la
Escatologa. De manera que la Escatologa se va a colocar al fin del estudio sistemtico
de la teologa; y el Apocalipsis, que es el libro de la Biblia que corona todo el texto
sagrado y todo el programa de Dios, es tambin el libro que le suministra el material
fundamental a la Escatologa.
El Apocalipsis es un libro muy importante; no es un libro suelto, ni profeca suelta,
sino que es nada menos que la coronacin de toda la Palabra de Dios, tal como ha sido
revelada en las Escrituras, y tal como ha sido entendida y revelada por la teologa. El
Apocalipsis es tambin la culminacin y coronacin de la misma teologa; o sea que no
es cualquier libro; es un libro precioso, profundo. El Apocalipsis mismo atribuye su
autora al apstol Juan, corroborado por los escritos de la Iglesia primitiva en su
corriente tradicional. El apstol Juan es el ltimo de los doce apstoles del Cordero
que qued. El Seor Jess le haba dicho a Pedro: "Cuando eras ms joven, te ceas, e
ibas donde queras; mas cuando ya seas viejo, extenders tus manos, y te ceir otro, y
te llevar a donde no quieras" (Juan 21:18).
Ah le estaba revelando el Seor con qu muerte habra de morir; y la historia dice que
Pedro fue llevado cautivo y crucificado y dijo que no era digno de morir como nuestro
Seor, que lo pusieran boca abajo, y as fue como muri el apstol Pedro, boca abajo o
con las piernas para arriba. Existen libros apcrifos y existe un Apocalipsis de Pedro
que es considerado apcrifo, que trata de unas supuestas experiencias de ultratumba
y visiones acerca del cielo y del infierno. Cuando el Seor Jess le estaba diciendo las
anteriores palabras a Pedro, el apstol vio que detrs vena Juan y le pregunt al
Seor: "Seor, y qu de ste?", refirindose a Juan. Dicen los versculos 22 y 23 que:
"22Jess le dijo: Si quiero que l quede hasta que yo venga, qu a ti? Sgueme t.
23Este dicho se extendi entonces entre los hermanos, que aquel discpulo no morira.
Pero Jess no le dijo que no morira, sino: Si quiero que l quede hasta que yo venga,
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qu a ti?". A ese discpulo, Juan, el Seor se le apareci para revelarle todos los
acontecimientos del libro de la consumacin de las cosas.
De manera que los escritos de Juan son los que completan toda la Biblia; su evangelio
completa a los sinpticos, sus epstolas fueron las ltimas en ser escritas, y el
Apocalipsis cie
Contina con Introduccin II: Autora del Apocalipsis
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Capitulo 2
INTRODUCCIN (II):
AUTORA DEL APOCALIPSIS
1La revelacin de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas, que
deben suceder pronto; y la declar envindola por medio de su ngel a su siervo Juan.../...
9Yo Juan, vuestro hermano, y copartcipe vuestro en la tribulacin, en el reino y en la
paciencia de Jesucristo, estaba en la isla de Patmos, por causa de la palabra de Dios y el
testimonio de Jesucristo.../... 22:8Yo Juan soy el que oy y vio estas cosas. Y despus que
las hube odo y visto, me postr para adorar a los pies del ngel que me mostraba estas
cosas (Ap. 1:1,9; 22:8.).
Alta crtica
Ya terminamos el estudio sobre el Libro de las Jornadas, y ya desde bastante tiempo
haba tenido una direccin del Espritu del Seor para compartir con los hermanos,
con los que quieran estar voluntariamente, una serie sobre el Apocalipsis. En una
ocasin casi la comenzamos; no se dio esa vez, pero la direccin s la recib del Seor.
Me acuerdo de una vez en que fui invitado a donde el hermano Holbert y estuve dando
una serie de introduccin al Apocalipsis, y uno de los pastores all, de los hermanos,
cuando termin la serie, me llam aparte, me invit a cenar, y cuando estaba cenando
me dijo: Hermano Gino, cuando usted estaba tratando esos temas, el Seor me mostr
que un ngel vino con un rollo y con una pluma y tomaba nota de lo que usted estaba
enseando, y yo entend que usted tiene que publicar esas cosas que estaba
enseando. Eso me lo dijo l en privado en una cena; entonces yo pienso que con la
ayuda del Seor, si l nos ayuda, quizs estemos en el momento de considerar ese
libro. Yo lo haba guardado en mi corazn, pero algunos hermanos se acercaron a m, e
inclusive sin saber eso, me lo pidieron tambin; y yo dije: quiz sea una seal de que
podamos comenzar esa serie. Les ruego sus oraciones porque ninguno de nosotros es
suficiente, especialmente para una cosa tan delicada como esa; pero confiamos que el
Seor, si l nos coloca ah en la arena, l nos va ayudar. No pensamos decir la ltima
palabra ni todas las palabras, sino hacer un aporte particular de un miembro del
cuerpo, que ustedes completarn tambin con otros hermanos; entonces no pensamos
dar la ltima palabra, sino solamente aquello que el Seor ponga en el corazn.
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Ustedes ven hoy en esta mesita, que tuve que ponerla para colocar unos documentos
de la iglesia primitiva, que aqu estn los escritos de aquellos hermanos que tuvieron
contacto directo con los apstoles, que algunos han dado en llamar los padres
apostlicos; tambin est la coleccin de las apologas escritas durante los tiempos de
la persecucin a la iglesia primitiva escrita por los apologetas, una coleccin de sus
defensas; tambin est la obra Contra las herejas de Ireneo de Lyon, que fue
discpulo de Policarpo en la iglesia de Esmirna, y que a su vez, Policarpo, conoci a
Juan . Cuando Juan recibi el Apocalipsis tuvo que entregarlo a los ngeles de las siete
iglesias, a las siete iglesias; y precisamente una copia fue a Policarpo. Ireneo era uno
de los que estaba sentado a los pies de Policarpo recibiendo el testimonio que
Policarpo daba del Seor Jess y de la comunin estrecha que haba tenido con el
apstol Juan. Tambin tengo aqu los volmenes de la obra de Eusebio de Cesarea, la
historia eclesistica, donde hay muchos datos de la iglesia primitiva.
Antes de entrar propiamente en la consideracin exegtica del libro del Apocalipsis,
yo quisiera hacer una introduccin de lo que se suele llamar Alta Crtica; o sea, lo
que tiene que ver con: quin es el autor del libro, cules son las pruebas histricas de
que eso es as y qu problemas han surgido; cuestionamientos a lo largo de la historia
y cmo han sido tan refutados. De manera que la iglesia debe conocer estas cosas,
porque en cualquier momento los hermanos se tropiezan con terribles corrientes de
incredulidad y de escepticismo que circulan por toda la tierra; los hermanos a veces
no se chocan con esas corrientes, pero de pronto un da se chocan con ellas y
necesitan tener estas cosas claras. Por eso permtanme, antes de entrar directamente
en la exgesis del libro, hacer una introduccin al mismo. Vamos a ver cuatro versos
iniciales en el libro de Apocalipsis que estn en el captulo 1 y tambin despus en el
captulo 22. Quiero llamarles la atencin inicialmente, con el propsito de
introduccin, a 4 versos. Apocalipsis 1:1-2, dice as:
1La revelacin de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas
que deben suceder pronto; y la declar envindola por medio de su ngel a su siervo
Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y
de todas las cosas que ha visto.
Interesante es esa ltima frase del verso 2: las cosas que ha visto. El apstol Juan
usaba mucho esa frase. Ustedes recuerdan en la primera epstola del apstol Juan,
donde l habla en un lenguaje parecido. Les invito a leerlo conmigo, porque es muy
bueno desde el principio, ver la semejanza en el lenguaje, la semejanza en las palabras.
Dice 1 Juan 1 desde el verso 1:
1Lo que era desde el principio, lo que hemos odo, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de Vida
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2(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la
vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifest); 3lo que hemos visto y
odo, eso os anunciamos, para que tambin vosotros tengis comunin con nosotros, y
nuestra comunin verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 4Estas
cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
La autora de Juan
El objetivo es que nos gocemos en la fe que viene de recibir el testimonio de Dios por
medio de los apstoles. Lo que hemos visto, testificamos, lo que hemos odo. All dice:
ha dado testimonio de las cosas que ha visto. Es el lenguaje tpico de Juan hablando del
Logos, del Verbo, como aparece tanto en el evangelio, como en sus epstolas, como en
el Apocalipsis. Dios escogi que Juan escribiese, que contara esa experiencia de
revelacin de Jesucristo, que fuera su siervo. Este es Juan el apstol, de los doce
apstoles; Juan el hijo de Zebedeo y de Salom, hermano de Jacobo, y primo del Seor
Jess; porque Salom era hermana de Mara. Entonces en el versculo 4 de Apocalipsis
1, dice: Juan; no necesita ese Juan ponerse otros apellidos porque era bien conocido;
l simplemente dice: Juan; era un Juan conocido por las iglesias en el Asia Menor.
Juan, a las siete iglesias que estn en Asia. Es decir, a ellos, l inicialmente les
escribi este libro, esta profeca; l tuvo la experiencia, y el Seor le dio la orden que
enviara esta profeca a las siete iglesias que estn en Asa. Por eso los testimonios ms
antiguos en la historia de la Iglesia, acerca del Apocalipsis de Juan, son los que
provienen de esa regin del Asia Menor: de Efeso, de Esmirna, de Sardis, de
Hierpolis, que queda ah al lado de Laodicea, y en fin; son los testimonios ms
antiguos acerca del Apocalipsis; stos comenzaron a darse all en el Asia Menor.
En aquella poca los libros no circulaban como ahora; hoy en da hay cantidades de
imprentas, hay internet, y una cosa que hoy se pone en una pgina web ya en el
mundo entero se sabe; en aquel tiempo haba que escribir rollo por rollo con mucho
trabajo y se circulaba a pie, o en caballo, o en camello y las cosas eran muy lentas y as
los libros fueron expandindose de una manera muy lenta, pero se fueron
expandiendo; y cuando uno estudia las huellas de la transmisin del Apocalipsis en la
historia, uno se da cuenta de que realmente los testimonios ms antiguos comenzaron
en el Asia Menor y fueron extendindose justamente en el Asia Menor, que es como
decir un lugar central en los tres continentes, y de all comenz a extenderse ms
hacia el occidente; por fin fue llegando hacia el oriente, bien al oriente, donde se
tardaron bastante en aceptar el Apocalipsis, porque como les voy a contar hoy, y les
voy a leer, se presentaron algunas cuestiones histricas que impidieron que algunas
personas tuvieran acceso al Apocalipsis, y que estuvieran abiertos a l. Gracias a Dios
que la Palabra de Dios prevaleci sobre todos los problemas, sobre todas las
resistencias que Satans le puso; porque Satans siempre le pone muchos problemas
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especialmente al Gnesis y al Apocalipsis, que son los libros que revelan su principio y
su fin.
Entonces son dos libros tremendamente atacados por Satans; y entonces estamos
aqu identificando al autor humano; lgicamente que es una revelacin divina, pero a
travs de un ser humano, sin anular al ser humano, usando a ese ser humano, tal como
l es, usndolo con su personalidad, usndolo con su lenguaje, con su estilo, usndolo
con su condicin humana; y esto lo digo muy a propsito por lo siguiente: porque la
gramtica griega del Apocalipsis es una gramtica sui gneris; en el autor no era el
griego su primera lengua; su autor hablaba arameo porque Juan hablaba en arameo, y
l no solamente hablaba en arameo, sino que tambin pensaba en arameo y haca las
frases conforme a la sintaxis en arameo, y el arameo es muy diferente al griego. Hay
cosas que en la gramtica y en la sintaxis se llaman los casos; entonces, por ejemplo,
a veces el pronombre, si es plural, tiene un plural en la conjugacin del verbo. Por
ejemplo, en ingls y en espaol; en ingls no hay esa diferencia; en ingls los verbos
regulares, si t hablas el yo, o el t, o el nosotros, o ellos, o vosotros, la conjugacin es
la misma; en espaol s tenemos diferencia; por eso cuando un norteamericano est
tratando de hablar en espaol, pues lgicamente que l a veces dice: yo estar muy
contenta. El yo, es l, estar, no concuerda estar con yo, porque l dice: yo estoy; pero l
no es espaol, entonces l usa la conjugacin que no concuerda con el pronombre y a
veces, el gnero; l es hombre y dice contenta, porque como fulana dijo que estaba
contenta, entonces l tambin est contenta y pone en femenino lo que era en
masculino. Pero aun siendo as, nosotros entendemos perfectamente y Dios nos habla
a nosotros como somos. Si las personas son del pueblo, entonces hablan en un
lenguaje popular y Dios las usa en su lenguaje popular. Por ejemplo, el griego de
Marcos es un griego koin muy popular, porque Marcos era una persona popular;
entonces l cuenta, inspirado por el Espritu Santo, conforme a su personalidad, y Dios
lo usa como l es; porque quin dijo que slo los que han ledo mucho se pueden
comunicar? o que slo para ellos es el lenguaje? no; Dios usa a todos los hombres as
hablen como hablen; si habla chino, si habla ruso o si habla mezclado, lo importante es
que es una persona limpia usada por Dios y con su personalidad; entonces Marcos
escribe con una gramtica popular; Lucas, en cambio, era un mdico, un gran lector y
un hombre muy culto; entonces l habla con un lenguaje casi clsico, un koin clsico;
as tambin Juan, cuando escribi Apocalipsis, l estaba solo; l lo escribi en un
lenguaje de un Juan que era pescador; l no era un escritor clsico y adems l no
estaba escribiendo en arameo, sino que estaba escribiendo en griego; estaba solo y no
tena quien le ayudara.
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Si ustedes se dan cuenta de cmo el Seor permite que eso sea as, en Hechos 15
quiero mostrarles algo. Dice en Hechos 15 que despus de que el snodo apostlico y
presbiterial en Jerusaln lleg a una conclusin, se escribi una carta; entonces dicen
los versos 22-23:
22Entonces pareci bien a los apstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de
entre ellos, varones y enviarlos a Antioquia con Pablo y Bernab; a Judas que tena por
sobrenombre Barsabs, y a Silas, varones principales entre los hermanos; 23y escribir
por conducto de ellos.
Asuntos de cultura griega
Tenemos aqu a Silas. La palabra Silas es una contraccin de la palabra Silvano, as
como Pacho es una contraccin de Francisco, como kiko una contraccin de Francisco,
como Lucas es una contraccin de Lucano, como Epafras es una contraccin de
Epafrodito; as Silas es una contraccin de Silvano. Este Silvano era un hermano culto;
y los apstoles, que eran personas del pueblo, pero llenas del Espritu Santo,
acostumbraban dictar sus cartas; an Pablo se las dictaba a Tercio; y aqu los
apstoles la dictaron a Silvano. La carta era de los apstoles, pero Silvano escriba con
buena gramtica. Vamos, pues, a las dos cartas de Pedro. Ustedes se van a dar cuenta
de que entre la primera y la segunda carta de Pedro hay una diferencia, pues la
primera fue escrita de Pedro por conducto de Silvano, y la segunda por Pedro solo; es
por eso que la gramtica griega de la primera epstola de Pedro es muy culta, y la
gramtica griega de la segunda de Pedro es ms popular; y por eso algunos han
pensado que el autor no es el mismo Pedro y quieren rechazar la segunda,
simplemente porque consideran el griego de la primera ms culto que el de la
segunda; pero qu fue lo que pas con la primera?
En 1 Pedro 5:12, dice Pedro: Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel,
os he escrito brevemente. Vemos que Silvano era un hermano culto; as como entre
nosotros hay hermanos que tienen buena gramtica, buena ortografa, entonces les
pedimos si nos hacen una transcripcin; nos la ponen bien; puntos, comas; nos hacen
bien las cosas; nosotros, a veces, hablando de manera informal, dejamos una frase por
la mitad, y l termina la frase y la hace correcta; lo mismo sucedi en la iglesia
primitiva. Silvano era un escriba de los apstoles; era tambin un apstol con Pablo,
era un hombre culto, y los hermanos lo apreciaban y le pedan que escribiera lo que
ellos decan; ellos eran inspirados por el Espritu Santo y l lo escriba con un lenguaje
culto. Por eso la primera epstola de Pedro, es de Pedro, pero se le nota la gramtica de
Silvano. Ya en la segunda no estaba Silvano, de manera que se le nota ms a Pedro
cuando escribe solo. Lo mismo sucede con el Apocalipsis.
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El Apocalipsis tiene una gramtica que era aramea expresada a travs del griego,
como si un gringo hablara en castellano, porque el griego no era el lenguaje de Juan; el
lenguaje de Juan era el arameo; sin embargo, no hay libros tan sublimes como stos de
la Biblia, y ste del Apocalipsis es donde se termina toda la revelacin; y Dios escogi a
un pescador para hablar Su palabra y coronar Su palabra a travs de un Juan en que el
griego era apenas su segunda lengua y estaba por all preso sin quien lo ayudara. Sin
embargo, Dios us a Juan como es Juan, y le damos gracias a Dios por eso, y eso explica
lo sui gneris de la gramtica griega de Apocalipsis. Claro que despus vinieron unos
escribas, cuando fueron copiando el Apocalipsis; por eso surgen variantes, porque le
adaptaron un poco: Yo estar con yo estoy; bueno, por eso al compararse unos
manuscritos con otros, t notas unas variantes de acomodacin de los gneros, de los
nmeros, etc.; pero de todas maneras eso en las copias posteriores y en las
traducciones no se nota. En las traducciones t no notas las diferencias de estilo de
Lucas y de Marcos, de Moiss, de Pablo, sino que todo es del mismo traductor; pero en
la Biblia original s se nota. Dios nunca le quit las caractersticas al hombre, sino que
lo utiliza as como es l.
Yo recuerdo que el hermano Branham era un hermano tambin de extraccin popular.
Dios lo us mucho; tanto lo us el Seor, que los hermanos queran que las
grabaciones aparecieran exactas, as como l deca. Por qu? porque los hermanos no
queran que se le pusieran retoques gramaticales y hacerlo muy bonito, sino as en
toda su crudeza que apareciera; y as ustedes lean los primeros folletos que
publicaban muy pulidos, pero despus los hermanos dijeron: No, qu tal que en ese
pulir haya una traicin a la idea? No, as con toda la crudeza nos cuentas las cosas; y
hermanos, no tiene derecho el pueblo a hablar? Acaso es solamente algn hombre
de la Academia de la Lengua el que tiene derecho a comunicarse? No, Dios no tiene ese
concepto, Dios se comunica a travs del ser humano como el ser humano es; lo que
importa es que le entiendan. Y no estamos hablando para rebajar la categora de nadie
cuando hacemos la diferencia entre lo popular y lo clsico; solamente para mostrar el
hecho, pero no para rebajar a las personas, porque Dios no las rebaja y Dios las us
as; entonces las respetamos y las recibimos como de Dios. Toda la palabra es
inspirada por Dios. Eso, pues, era necesario decirlo al respecto.
De manera que ese Juan no necesita otro apellido; y eso lo digo tambin muy a
propsito por algo que voy a tener que decir despus; porque es que hay algunos que
han querido negarle la autora del Apocalipsis a Juan, o del evangelio, o de las cartas, o
de alguna de las cartas. Ha habido mucha lucha en el campo de la alta crtica
modernista liberal. Se necesita hacer estas introducciones para poder poner los
parapetos cuando los hermanos se encuentren con esas corrientes escpticas y
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antagnicas; por eso me detengo en esto. Entonces fjense en Apocalipsis 1:4: Juan, a
las siete iglesias. Era un personaje tan conocido, que no tuvo ni siquiera que decir:
Hijo de Zebedeo, ni de Salom, ni hermano de Jacobo; era el Juan que haba
sobrevivido a los dems apstoles y que estaba ah; era simplemente Juan. Luego en
1:9, dice: Yo Juan, vuestro hermano, y copartcipe vuestro en la tribulacin, en el
reino y en la paciencia de Jesucristo. Se ve que haba conocido a Jesucristo de cerca,
conoca la paciencia de Jesucristo. Muchas personas tienen la imagen de un Dios ogro,
pero l conoca la paciencia de Jesucristo. Estaba en la isla llamada Patmos, por causa
de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. En la isla de Patmos fue donde este
Juan, el apstol Juan, recibi esta revelacin y la escribi sin la ayuda de Silvano. No
sabemos si en los prximos libros le hayan podido ayudar en Efeso, pero aqu en
Patmos estaba solo. En el captulo 22, tambin aparece el autor de este libro, que es el
apstol Juan; 22:8: Yo Juan soy el que oy y vio estas cosas. Es el estilo tpico de
Juan: lo que hemos visto y odo, ya sea que hable con la ayuda de Silvano en el
evangelio y sin la ayuda de l en Apocalipsis, es su estilo y sus palabras: Yo Juan soy el
que oy y vio estas cosas; o sea que el que escribi este libro fue el apstol Juan.
En el captulo 1, cuando estaba comenzando la revelacin, l ya recibi esta orden del
Seor. El Seor le dijo: Escribe en un libro lo que ves; esa fue la eleccin del Seor,
que fuera Juan, y le mand a escribir. Al Seor no le importaba si Juan hablaba arameo
y no griego, y tena que mandar eso a iglesias que hablaran griego, y lo hizo muy bien.
11Escribe en un libro lo que ves, y envalo a las siete iglesias que estn en Asia: a
Efeso, Esmirna, Prgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. De modo que Juan el
apstol en la isla de Patmos recibi una revelacin de Dios que se le dio a Jesucristo,
que se la envi por un ngel al apstol Juan, y le orden enviarla a siete iglesias
especficas del Asia Menor, que son las de estas ciudades: Efeso, Esmirna, Prgamo,
Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Como les dije al comienzo, lo ms lgico era que
los primeros testimonios del texto, las referencias ms antiguas al Apocalipsis, y los
documentos manuscritos, pergaminos ms antiguos, provinieran de aquellas regiones;
y justamente as ha sido. Despus de que muri Domiciano, el emperador, que fue el
que conden a Juan a la isla de Patmos, entonces por un ao subi un sucesor suyo
llamado Nerva, que inmediatamente hizo sacar a Juan de la isla de Patmos, y l volvi
a Efeso y all continu haciendo la obra del Seor teniendo como centro de la obra la
ciudad de Efeso; y justamente, es de la iglesia de Efeso de donde surge el testimonio
ms antiguo acerca de la autora del Apocalipsis por el apstol Juan.
Testimonio de Justino Mrtir
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En la iglesia de la ciudad de Efeso hubo un hombre de Dios muy famoso en la
antigedad, muy respetado, que se llam Justino Mrtir. Se llam as porque l fue
martirizado; y l era un filsofo y fue martirizado por otro filsofo, amigo de un
emperador filsofo. Qu paradoja! Este hombre, que era un filsofo, haba nacido en
Samaria, en la ciudad de Siquem, que hoy se llama Nablus o Nablusa o Nepolis, que
son las diferentes pronunciaciones de la misma palabra: Nepolis, Nablusa, Nablus; es
lo que era la antigua Siquem en Samaria; ah fue donde naci Justino, y l empez a
leer filosofa. l estuvo pasando por todas las escuelas filosficas; Dios quiso que as
fuera; y l se fue corriendo hacia el occidente, y se estableci por fin en Efeso, y all
conoci al Seor y se hizo cristiano. Los filsofos en aquella poca usaban su manto de
filsofo, y l comenz a predicar el evangelio como si fuera un filsofo porque la gente
iba a donde l a or filosofa, y l aprovechaba eso para evangelizarlos. Luego se
traslad a Roma, y en una casa cerca de unos baos pblicos, l estableci su lugar de
predicacin, y los que queran iban a orlo all, hasta que el filsofo Junio Rstico,
amigo del emperador Marco Aurelio, lo mand a llamar para obligarlo a l y a sus
compaeros, que eran como siete hermanos, entre ellos una hermana llamada
Caridad, y los obligaron a la idolatra despus de hacerles unas preguntas; ellos se
confesaron claramente cristianos; tenan que hacer sacrificios a los dioses; como ellos
no los hicieron, por tanto ese filsofo los mand a azotar y a decapitar, y ellos fueron
fieles con grande alegra; pusieron su vida por el Seor. Por eso se le llama Justino
mrtir. l vivi en la primera parte del siglo II, y escribi por ah por los alrededores
del ao 135 a ms tardar, cuando haba la persecucin contra los cristianos. Justino es
llamado El prncipe de los apologetas, porque en esa poca de persecucin de los
emperadores romanos y del imperio romano a los cristianos, entonces algunos
hermanos escribieron apologas o defensas del cristianismo y se las enviaron al
emperador Marco Aurelio, o a Antonino Po, o a los otros emperadores. Esas apologas
se recogieron en este volumen que tengo ac, donde est la coleccin de esas defensas
de los cristianos primitivos; y Justino escribi unas apologas y escribi tambin un
dilogo con un judo famoso llamado Trifn, con el cual l tuvo un dilogo, que
despus Justino redact. Entre los judos, parece ser llamado el Rabino Tarfn; Trifn
se le dice en el griego. Justino, que viva en la ciudad de Efeso, escribi ese dilogo con
Trifn en la ciudad de Efeso, en la primera parte del siglo II, a ms tardar en el ao
135. Les voy a leer aqu una partecita de lo que l escribi, donde aparece el
testimonio ms antiguo, aparte del Apocalipsis mismo, donde se dice que este Libro de
Apocalipsis lo escribi el apstol Juan.
Voy a leerles aqu en el Dilogo con Trifn, despus de que l ha citado aqu unas
palabras del profeta Isaas; l ley aquel pasaje de Isaas, donde habla cmo va a ser el
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reino venidero, aquello de que el cordero comer paja con el len, etc; entonces
despus de citar esas palabras de Isaas a Trifn, dice Justino:
Lo que en estas palabras, pues, se dice, dije yo, porque segn los das de los rboles,
sern los das de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarn las obras de sus manos,
entendemos que significan misteriosamente los mil aos, porque como se dijo a Adn
que el da que comiera del rbol de la ciencia del bien y el mal, morira; sabemos que
no cumpli los mil aos; entendemos tambin que hace tambin a nuestro propsito
aquello de que un da del Seor es como mil aos; adems, hubo entre nosotros un
varn por nombre Juan, uno de los apstoles de Cristo, el cual en revelacin que le fue
hecha, profetiz que los que hubieren credo en nuestro Cristo, pasarn mil aos en
Jerusaln y que despus de esto vendra la resurreccin universal y para decirlo
brevemente, la eterna resurreccin y juicio de todos unnimemente; lo mismo vino a
decir tambin nuestro Seor: No se casarn, ni sern dadas en matrimonio, sino que
sern semejantes a los ngeles, hijos que son del Dios de la resurreccin; porque entre
nosotros se dan hasta el presente carismas profticos, de donde vosotros mismos
debis entender que los que antao existan en vuestro pueblo han pasado a
nosotros.
Hasta aqu una cita textual de Justino Mrtir, donde hablando del milenio, en ese
contexto l hace una referencia antiqusima, apenas a comienzos del siglo II, cuando l
viva en Efeso. Hubo entre nosotros un varn llamado Juan, de los apstoles de Cristo,
que recibi una revelacin; y hace una referencia al Apocalipsis. Vemos aqu, pues, la
referencia ms antigua al Apocalipsis conocida hasta ahora, hecha por un lder de la
iglesia primitiva en el siglo II.
Testimonio de Papas
Tengo aqu tambin otras referencias que hacer: uno de los discpulos directos del
apstol Juan fue Papas de Hierpolis. Hierpolis era una ciudad que quedaba cerca a
Laodoicea y a Colosas. Esas tres ciudades, si ustedes las miran en el mapa del Asia
Menor, estn cerquita una de la otra; casi como decir: Suba, Bosa, el antiguo Tiguaque,
que es San Cristbal; o sea que es una regin ms cercana que este Distrito, pero
quedaban muy cerca la una de la otra; entonces para ver esa cercana, vamos all a la
epstola a los Colosenses; all el apstol Pablo hace referencia a estas tres iglesias.
Colosenses 2:1: Porque quiero que sepis cun gran lucha sostengo por vosotros, y
por los que estn en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; o sea,
los que estaban all cerca de Laodicea; y en 4:13 dice: Porque de l doy testimonio (de
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Epafras o Epafrodito, que es la contraccin de Epafras) de que tiene gran solicitud por
vosotros (los de Colosas), y por los que estn en Laodicea, y los que estn en
Hierpolis. Esas tres localidades: Colosas, Laodicea y Hierpolis, estaban cerca, y ellos
se visitaban, de tal manera que Pablo ms adelante les dice en el verso 16: Cuando
esta carta (la de los Colosenses) haya sido leda entre vosotros, haced que tambin se
lea en la iglesia de los laodicenses; o sea que la carta que le envi a los Laodicenses,
lanla tambin ustedes, y la que le envi a ustedes, Colosenses, hgansela leer a ellos;
porque estaban muy cerca; no haba carro, no haba internet, no haba avin, pero
podan ir a pie, o en burro; entonces podan hacer eso. Se dan cuenta de que
Hierpolis quedaba ah cerca? Ah en Hierpolis vivi el dicono y evangelista Felipe y
tambin las hijas de Felipe; puesto que l tena cuatro hijas profetizas. Justamente
Papas, que era un discpulo de Juan, haba conocido a Felipe y haba odo varios de los
testimonios de la tradicin antigua de las mismas hijas de Felipe, y Papas dice algunas
cosas. Yo quisiera leerles algo de lo que dice Papas para que los hermanos tengan
esas noticias de la iglesia primitiva. Justamente, una mala interpretacin que se hizo
de unas palabras de Papas, de ella se agarraron primero unos herejes y luego unos
escpticos; no es exactamente lo mismo, pero estn trabajados por el diablo para
tratar de decir que haba otro Juan y que no fue Juan el apstol el que escribi esto.
Voy a leerles algunas de las palabras de Papas. Tengo aqu los fragmentos de Papas.
Papas escribi una obra en cinco rollos que se llam Exgesis de los Logiones del
Seor, que era una explicacin de los dichos, de las sentencias del Seor Jess.
Despus los libros fueron llamados Los Exotricos; no los esotricos con ese, sino con
equis; son los mismos cinco libros de Papas; esos libros sobrevivieron hasta cierto
tiempo; luego se perdieron, pero algunos fragmentos de Papas sobrevivieron. Ireneo
lo cita, Eusebio lo cita, Apolinar de Hierpolis, que fue sucesor de Papas, lo cita,
Andreas de Cesarea los cita a ellos. Ustedes saben que en Cesarea hubo una gran
biblioteca que form Orgenes. Orgenes, cuando fue a Cesarea form una gran
biblioteca que luego, cuando l muri, la continu Pnfilo, y en esa biblioteca l
procur recopilar todo lo posible de los cristianos anteriores, y gracias a la biblioteca
de Orgenes completada por Pnfilo, Eusebio de Cesarea pudo escribir la historia
eclesistica que tenemos ac, donde nos da las noticias de la iglesia primitiva; gracias
a esa biblioteca. Andreas de Cesarea tambin cuenta algunas noticias de Papas; o sea,
tenemos los dichos de Papas que han sobrevivido. No sobrevivieron todos los libros,
pero sobrevivi algo de su historia; son muy importantes para la Iglesia los
testimonios de Papas, porque algunos de los evangelios, en s mismos, ellos son
annimos. Hoy sabemos que el evangelio de Mateo lo escribi Mateo por el testimonio
que dio Papas. Sabemos que el evangelio de Marcos lo escribi Marcos porque el
testimonio de eso lo dio Papas, que lo oy del mismo apstol Juan. El apstol Juan fue
el que ley el evangelio de Marcos y le dijo a sus discpulos que Marcos no haba
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mentido en nada de lo que haba escrito; eso lo escribi Papas. De manera que
muchas noticias importantes para conocer los autores de los libros de la Biblia nos
vienen a travs de Papas; aunque no sobrevivieron los cinco volmenes de Exotricos
o de exgesis de los dichos del Seor, por lo menos, los fragmentos que sobrevivieron
han sido muy importantes. Por eso quiero leerles algo de Papas. Dice Ireneo, citando
a Papas:
Cuando tambin la creacin renovada y libertada fructificar muchedumbre de todo
gnero de comida, del roco del cielo y de la fertilidad de la tierra, a la manera que
recuerdan los ancianos que vieron a Juan, discpulo del Seor.
Quin est hablando aqu? Est hablando Ireneo. Ireneo era de la iglesia en Esmirna
cuando la presida Policarpo, que fue quien recibi el Apocalipsis de mano de Juan,
porque el Seor le dijo: Envalo a la iglesia de Esmirna y a las otras; pues el que estaba
al frente de la iglesia en Esmirna era un discpulo de Juan que fue el que qued
haciendo trabajo apostlico cuando ste muri; el que qued haciendo esa obra que
haca Juan fue Policarpo; entonces el mensaje del Seor por Juan lo recibi Policarpo;
pero Policarpo tena un joven de la iglesia de Esmirna que era Ireneo. Este Ireneo es el
que escribe estas cosas. l dice as:
La manera que recuerdan los ancianos que vieron a Juan (entre ellos estn Policarpo
y Papas), discpulo del Seor, habrselo odo a l , de qu modo enseaba y hablaba el
Seor de aquellos tiempos.
Se refiere a los tiempos del reino milenial; entonces, pone comillas para citar las
palabras del Seor transmitidas por Juan y transmitidas por Papas y por Policarpo;
ahora las est transmitiendo Ireneo, as:
Vendrn das en que nacern vias que tendrn cada una diez mil cepas, y en cada
cepa diez mil sarmientos, y en cada sarmiento diez mil ramas, y en cada rama diez mil
racimos, y en cada racimo diez mil granos, y de cada grano prensado dar veinticinco
metretas de vino, y cuando alguno de los santos tomare uno de aquellos racimos
gritar: yo soy mejor, tmame a m, bendice por m al Seor. Igualmente se dar un
grano de trigo que producir diez mil espigas, y cada espiga tendr diez mil granos, y
cada grano dar cinco libras de flor de harina clara y limpia, y as de los dems frutos y
semillas y hierba, conforme a la conveniencia de cada uno, y todos los animales, que
usando de aquellos elementos que se reciben de la tierra, se convertirn en pacficos y
unidos entre s, sujetos a los hombres con toda sujecin. Esto atestigua tambin por
escrito Papas, discpulo que fue de Juan y compaero de Policarpo, varn antiguo, en
el cuarto de sus libros, pues, tiene en efecto compuestos cinco libros, y aadi
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diciendo: Ahora bien, estas cosas son crebles para los creyentes; se lo deca el
Seor; y como Judas, el traidor, no creyera y preguntara: entonces cmo sern
llevadas a cabo por el Seor tales producciones? Respondi el Seor: lo vern los que
lleguen a aquellos tiempos.
Mas adelante voy a leerles otras cosas acerca de Papas. Esto lo dice Eusebio
conservando fragmentos de Papas:
Mas de Papas, cinco son en nmero los escritos que corren de su nombre, titulados:
Explicacin de las sentencias del Seor. (Es una traduccin del ttulo). De stos hace
tambin mencin Ireneo, como los nicos por l escritos, en los siguientes trminos:
Esto atestigua tambin por escrito Papas, discpulo que fue de Juan y compaero de
Policarpo, varn antiguo, en el cuarto de sus libros, porque fueron por l compuestos
cinco libros, que es el testimonio de Ireneo.
Tergiversaciones en tiempos de Eusebio de Cesarea
Voy a saltar unas palabras aqu de Eusebio, porque Eusebio toma unas palabras de
Papas y l les da una interpretacin equivocada a esas palabras, y a raz de esas
palabras equivocadas, otros se equivocaron; porque parece que Eusebio no era
milenarista, entonces hubo a partir de cuando ya el cristianismo comenz a conquistar
el Estado, y ya Eusebio de Cesarea era amigo de Constantino, quienes empezaron a
entender prcticamente que lo del milenio era una cosa alegrica, aquella profeca del
Apocalipsis, y comenzaron a no tomar en cuenta las palabras del Apocalipsis en forma
literal. Comenz, pues, a surgir un sentimiento en contra de los que ellos llamaron
milenaristas. Juan habl en Apocalipsis del milenio, de manera que Papas hablaba
del milenio, Ireneo hablaba del milenio, Melitn de Sardis hablaba del milenio; aqu
aparece tambin Apolinar de Hierpolis, que hablaba del milenio, Tertuliano de
Cartago hablaba del milenio, Victorino de Petavio hablaba del milenio, Lactancio
hablaba del milenio; todos estos eran los lderes cristianos primitivos que eran
milenaristas. Como tambin Montano, que era un lder de los alrededores del ao 150,
y era bastante entusiasta, como decir un pentecostal bien clsico, y que ellos
enfatizaban las profecas y los dones del Espritu, y a veces algunos o algunas se iban a
los extremos, y como Montano crea tambin en el milenio y en el Apocalipsis,
entonces, lgico, en reaccin contra los excesos entusiastas de Montano surgieron
algunas reacciones contra el montanismo; pero como el montanismo era literalista y
se basaba en el Apocalipsis, entonces comenzaron a rechazar a los hermanos que
crean en el milenio literal y los consideraban los herejes kiliastas, de kilo, de mil, de
milenio. Despus ya no slo rechazaron a la interpretacin milenarista, sino que
rechazaron incluso el Apocalipsis, porque el Apocalipsis era el que daba pie para eso.
Comenz, pues. a surgir, en una vertiente, un rechazo al libro del Apocalipsis, porque
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decan que el Apocalipsis era prcticamente el culpable de la hereja de los mil aos
y todas esas cosas. Entonces en Roma, por el ao 210, uno de los presbteros de Roma,
que se llamaba Cayo de Roma, l escribi contra Montano, y en sus escritos contra
Montano y el montanismo tambin atac al milenarismo y atac al Apocalipsis;
entonces uno que haba aprendido de Ireneo, que se llamaba Hiplito de Roma,
escribi una obra contra Cayo, refutando de una manera tremenda todo lo que era el
ataque antiapocalptico y antimilenarista, siendo l un hombre ortodoxo. A partir de la
obra que escribi Hiplito contra Cayo de Roma, siendo Hiplito tambin de Roma, un
anciano en Roma, desde all, en occidente, gracias a la intervencin de Hiplito se
respet mucho el Apocalipsis.
Del Asia Menor se difundi mucho por occidente, y los ataques que se levantaron
contra el Apocalipsis y contra el milenarismo fueron acallados por la obra de Hiplito
en el occidente; pero como las obras no circulaban tan rpido, por all en el oriente,
por Georgia y por Armenia, se demoraron mucho en aceptar el Apocalipsis, y
heredaron despus ese escepticismo de los alegoristas. Los alegoristas, que no queran
hablar de un milenio literal, no slo rechazaron la interpretacin literal, sino que
rechazaron el libro mismo del Apocalipsis. Si es muy delicado para el que le saque una
parte al libro, cunto ms sacar el libro entero. Quitarle un pedazo o agregarle es
delicado, cunto mas delicado es quitar el libro entero. Fue, pues, Hiplito el que hizo
la defensa en su libro contra Cayo de Roma en el ao 215.
Otro que escribi y us el Apocalipsis fue Metodio. Ya estamos citando algunos de los
testigos antiguos que son: Justino Mrtir, Papas de Hierpolis. Estoy aqu con
dificultad de leerles todo el material que hay; adems que no quiero leerles a Eusebio
sin darles la explicacin, p