anexo 5 el cantar del mio cid

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La poesía épica: el Cantar de Mío Cid (siglo xii) El Cid sale para el destierro (versos 1-67) (Tras salir llorando de Vivar al contemplar sus palacios vacíos, el Cid entra en Burgos, acompaña dodesus caballeros, pero nadie se atreve a hablarle ni a acogerle porque el rey lo haprohibido, amena zando con graves castigos a los que incumplan sus órdenes.) De los sus ojos tan fuertemente llorando, tornaba la cabeza y estábalos mirando. Vio las puertas abiertas, que estabansin (candados, alcándaras1 vacías, sin pieles y sin mantos, sin sus halcones, sin sus azores mudados2. 5 Suspiró mió Cid, por sus grandes cuidados5. Habló allí mió Cid, bien y muy mesurado'1: «Gracias te doy, Señor, Padre que estás en lo [alto, esto contra mí han hecho mis enemigos malos-. 1 alcándaras: especiede perchas, tanto para colgar ropas como para atar aves de cetrería. 2 azores mudados: que ya han mudado la pluma y son por tanto adultos y aptos para cazar. 3 cuidados: preocupaciones, penas. 4 mesurado: comedido. 59

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Page 1: ANEXO 5 El Cantar Del Mio Cid

La poesía épica:el Cantar de Mío Cid (siglo xii)

El Cid sale para el destierro(versos 1-67)

(Tras salir llorando de Vivar al contemplar suspalacios vacíos, elCid entra en Burgos, acompañadodesuscaballeros, pero nadie seatreve a hablarleni a acogerleporque el rey lohaprohibido, amenazando congraves castigos a los que incumplan susórdenes.)

De los sus ojos tan fuertemente llorando,tornaba la cabeza y estábalos mirando.Vio las puertas abiertas, que estabansin

(candados,

alcándaras1 vacías, sin pieles y sin mantos,sin sus halcones, sin sus azores mudados2. 5Suspiró mió Cid, por sus grandes cuidados5.Hablóallí mióCid, bien y muy mesurado'1:«Gracias te doy, Señor, Padreque estás en lo

[alto,

esto contra mí han hecho mis enemigos malos-.

1 alcándaras:

especiedeperchas, tantopara colgar ropascomo para ataraves de cetrería.

2 azores

mudados: queya han mudadola pluma y sonpor tanto adultosy aptosparacazar.

3 cuidados:

preocupaciones,penas.

4 mesurado:

comedido.

59

Page 2: ANEXO 5 El Cantar Del Mio Cid

5 aguijanespolear al

caballo.

A aguijar allí empiezan5, allí sueltan las[riendas. 10

Al salir de Vivar la corneja a la diestravieron, y entrando en Burgos, la vieron a

[siniestra*.Se encogió el Cid de hombros y movió la cabeza:•Alvar Fáñez, ¡albricias!6, aunque senos destierra,porque retornaremos con gran honra a

[Castiella». 15

6 [albricias!:¡qué buena

noticia!

7 pendón:banderín ogallardete.

Cada lanza

llevaba unpendón entre elasta y el hierro.

8 de grado: debuena gana,con agrado.

9 recaudo:precaución,

cuidado.

Ruy Díaz mió Cid por Burgos se adentró;en su compaña iban sesenta con pendón7;muchos salen a verlo, sean mujer o varón,burgueses y burguesas se asoman al balcón,llorando de sus ojos, tanto era su dolor.Por las sus bocas todos decían esta razón:•¡Dios, y qué buen vasallo si hubiese buen

[señor!-

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Leinvitarían de grado8, pero nadie lo osaba,porque el rey don Alfonso le tenía mucha saña.Antes de caer la noche llegó a Burgossu carta, 25con recaudo9 muy grande, fuertemente sellada:que a mió Cid Ruy Díaz nadie le dé posada,y aquel que se la diese supiese, es su palabra,que perdería sus bienes, los ojos de la cara,y además de los cuerpos perderían las almas. 30Gran pesadumbre tienen estas gentes cristianas,se esconden de mió Cid, no le osan decir nada.

(Se dirige elCid después a ¡aposada donde solíaparar y también la encuentra cerrada. Ante su intentode abrir lapuerta porlafuerza, la hija delposaderole ruega que se marche.)

60

• Existía lacreencia de que un modode adivinar elporvenir era observar el vuelo de las aves, a lo que se denominaba -agüeros-.

El buen Cid Campeador marchó hacia su posaday al llegara la puerta la encontró bien cerrada,por miedo al rey Alfonso así lo prepararan: 35que si no la quebrase no leabriesen pornada.

Las gentesde mióCid con altas voces llaman,losde dentro no quieren responderles palabra.Aguijó mió Cid, a la puerta llegaba,sacó un piedelestribo y un fuerte golpe daba; 40mas no se abre la puerta, que estaba bien cerrada.Una niña de nueve años se le acercaba:•¡Campeador, que en buena hora habéis ceñido

[espada!El rey nos lo ha prohibido; anoche entró su carta,con recaudo muygrande, fuertemente sellada. 45No osaríamos abriros ni acogeros por nada;puestoque perderíamos los bienesy lascasas,y también perderíamos los ojos de la cara.Buen Cid, de nuestro mal no os aprovecha nada;mas el Criador os valga con sus virtudes santas». 50Todo esto habló la niña y volvióse a su casa.Ya ve el Cid que del rey ha perdido la gracia.Partiósede la puerta, por Burgosaguijaba,llegóa Santa María, luegodescabalgabahincóse de rodillas, de corazón rezaba. 55La oración terminada, de nuevo cabalgaba,salióse por la puerta, y presto cabalgaba,pasaba por la puerta, el Arlanzón pasaba,y fuera de la villa, en la glera10 acampaba,allí planta la tienda, y luego descabalga. 60Así mió Cid,que en buena hora ciñó la espada,acampaba en la glera, nadie le acoge en casa,aunque a su alrededor había buena compaña;así posó mió Cid, cual si fuese en montaña.Lehan vedado la compra dentro en Burgosla

[casa11 65

de entre todas las cosas, cuantas son de vianda;aun por pocodinero no osanvenderle nada.

10 glera: arenapedregoso de wrío.

11 Es tantocomo decir-enla ciudad deBurgos-, y no e.la comarca o

alfoz quedependía deella.