adol y subjetividad virtual

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  • LA TERCERA CULTURA sbado 16 de febrero de 2008 13

    Con ms de un milln de visitas en YouTube, el videoRosa Espinoza ejemplifica el modo en que el espaciovirtual ha reconfigurado los procesos de construccinde la identidad adolescente, donde la reinvencin de smismo y del resto, as como el tener un pblico, eltransgredir y agredir, resultan centrales.

    La tarea de definir laadolescencia no es nadasencilla, pero es claroque la nocin con quenos manejamos apela auna produccin culturalque vara generacional-mente. As, los adolescen-tes de hoy tienden a ser un todoms diverso, y las formas de asociativi-dad estn ms ligadas a comunidadesemocionales -segn la denominacinde Max Weber-, donde la pertenenciagrupal se da en torno a temas especfi-cos, ms que a grandes proyectos socia-les, a lo que se agrega un sentido deoportunidad. Ejemplo de ello son innu-merables grupos juveniles no asociadosa grandes organizaciones, as como unsentido ms prctico en las decisionesque el que se dio en generaciones ante-riores. La rebelda social reemplaza lalucha por la libertad personal.

    En la actual transformacin ado-lescente, muchos cambios se asocian ala modernizacin y globalizacin delas comunicaciones. En especial, elespacio virtual ha comenzado a ocupar

    Germn Morales * un lugar imprescin-dible en las interac-ciones y sub-culturas

    adolescentes.

    Voyerismo y gruposde pares.

    Los modelos sociales delgrupo de pares son fundamen-

    tales en la configuracin de iden-tidad, cumpliendo un papel relevantecomo espacio de apoyo emocional dedicho proceso. El grupo de pares per-mite tener la sensacin de contencinemocional en un espacio intermedio,es decir, diferenciado del mundoparental y del resto de la sociedad; unlugar de transicin entre lo familiar ylo social. Es en ese espacio que serecrea la realidad, segn DWWinnicott. Los adolescentes, al mismotiempo, viven al grupo como una suer-te de espejo y tienden a sentir la rela-cin con otros como una audiencia. Susensacin es la de estar en una suertede escenario.

    Como parte del ensayo y la reivin-dicacin de la libertad personal apare-ce a veces all la transgresin con ribe-tes rabiosos y agresivos. No slo se

    trata entonces de generar una ruptura,sino que sta tenga pblico, que se sor-prenda, impacte con algo.

    Hoy podramos estar cerca de unmodelo cultural prefigurativo. En este,es el futuro al que se tiene como refe-rencia, no el pasado. Por ello, lasexpectativas prevalecen por sobre lasrealizaciones de ayer. Al mismo tiem-po, se exacerban las confrontaciones ylas tendencias a la desmitificacin defiguras del pasado, rompiendo fronte-ras como las sexuales y de clase. Desdeesta perspectiva, podra exacerbarse elmito del poder joven, asociado aldominio de la tecnologa.

    De algn modo, el canal para lareivindicacin de la libertad personalest en el lugar privilegiado del mundovirtual, donde se puede recrear, rein-ventarse a s mismo y tambin a losotros. De all la necesidad de estar en lared y de que lo que ven o quieren queotros vean est en fotologs, blogs ysitios como youtube.com

    En la red, la fantasa y la realidadno son dos caras de una misma mone-da, sino ms bien una moneda enmovimiento donde cara y sello no slono se distinguen: no interesa distin-

    guirlas. Como en la pelcula TheTruman Show o en el reality Pelotn,lo verdadero no es relevante, lo rele-vante es la reinvencin, la recreacinde s mismo. Y de los otros.

    Entonces los lmites son triviales,dando lugar a la ruptura, a una trans-gresin con audiencia y que, por ello,muchas veces llama a la agresin. Searremete contra alguien exponindo-lo burlonamente, por la va deridiculizar o agredir directamente,como podemos observar en RosaEspinoza, video subido a la reddonde un grupo de adolescentesagreden a una joven: se burlan de sufsico, la insultan con eptetos degrueso calibre y ella reacciona delmismo modo, llegando el conflicto ala violencia fsica.

    A Rosa -que no es su verdaderonombre- la han visto, como observa-dores participantes, ms de un millnde visitantes en http://www.youtu-be.com/watch?v=iyITldrHBmk.

    El club de la peleaEl club de la pelea no es nuevo.

    Roma tena un circo donde los conten-dores se batan a muerte en un espec-

    Adolescencia,subjetividadvirtual yviolencia

    Ideas/Sicologa

    *Psiclogo clnico, profesor del Post ttu-lo en Psicoterapia Infanto-Juvenil UC.

    tculo real de agresin cruenta y sinlmite, aplaudido y visitado. Hoy sepuede ver a Rosa en la red. En este yotros videos pareciera que algunosadolescentes, protegidos tras sus com-putadores y/o celulares, pueden darrienda suelta a lo que no crearon, eljuego cruel y agresivo, y ser audienciay partcipe. Pueden mirarlo a solas orefugiarse en su grupo de pares, queprobablemente viven como el nicolugar confiable, porque afuera ya no losienten as.

    Sea o no real lo visto, los adoles-centes pueden asistir a este espectcu-lo sin ser vistos ni evaluados, puedengozar con la idea de la farsa/realidadagresiva y luego comentarla con sugrupo, no para juzgar a los otros, sinopara jugar con lo que podra ser, o paracuidarse de las cmaras indiscretas, opara recrear juntos algo con lo cualjugar a la crueldad emulando a Rosa, yluego ponerlo en Youtube. Despus detodo, las guerras se transmiten endirecto por TV y todos pueden verlas ydudar: sern reales?