adiós a eduardo videla. dejo una huella imborrable

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Pag. 32 El 17 de agosto murió repentinamente Eduardo Videla, editor de El Cruce, AUNO y Página 12. Su ausencia produce un vacío enorme. Lo homenajeamos reproduciendo algunos de los mensajes que circularon tras conocerse la noticia de su muerte. del lado del más débil, del que más ne- cesitaba. Tenía el don de pararse siempre en la vereda del bien. Vivía pendiente de lo más sagrado, sus hijos Mauro e Ivana. Y siempre estaba atento a las necesida- des de los alumnos. Les tendía la mano sin demagogia. Reparaba en cosas que a los otros nos pasaban por el costado. Muchos de ellos recibieron una mano sin saber que atrás estaba la iniciativa de Eduardo. Gracias por tu compromiso. Gracias por tu bondad. Gracias por tu lealtad. Gracias por tu amistad. Gracias por haber dado tanto, querido Eduardo”. (Daniel Miguez). **** “Con la mirada siempre atenta para ver lo que otros muchas veces no veíamos, con una corrección atinada para mejorar o re- finar un texto periodístico, un consejo sa- bio o una humorada a tiempo para aliviar algún que otro intercambio de palabras. Así era Eduardo Videla, maestro de los que pasamos por la AUNO (…) Siempre pre- ocupado por darle voz y lugar a aquellos que suelen ser silenciados e invisibilizados por los grandes medios. Humilde, alejado de los egos que suelen dominar a las re- dacciones y respetado por sus colegas. Así se lo va a recordar. Así se lo va a extrañar. Duele su partida, cuando todavía no estaba cicatrizada —ni lo estará, claro— la herida de otro imprescindible como era Daniel Casal. Eduardo era uno de los motores de AUNO. Tanto es así que pasaba madruga- das corrigiendo errores para que el portal luciera de la mejor manera, para que las noticias tuvieran un trato justo, sin caer en subjetividades o parcialidades”. (Martín Voogd, fragmento de su nota en AUNO). **** Para los que creemos que la verdadera Pa- “Te fuiste hermanito querido, hiciste la última travesura y no me llamaste, te fuis- te sin avisar (…) Me quede sin el gran DT, sin el defensor ideal que abría las pier- nas para que le haga el caño y el arquero perfecto que sacaba la mano para que sea gol, y mi representante futbolístico. Me quede con el recuerdo de los campamen- tos y los almohadones que volaban de una punta a la otra de la casa, con los días de cancha viendo al Rojo y al Cele, el cine y el teatro. Me quedo con el dolor desga- rrador de haberte tenido y ahora ya no. Fuiste el hermano que la vida me dio y el amigo que de todos modos hubiera ele- gido, sin dudas, el fiel, el confidente y el cómplice y el que me tapaba las cagadas que yo hacía, el profesor que sin importar la hora que venías de trabajar, ni la que te tenías que levantar, te quedabas a mi lado para que apruebe una materia, y te debo quien soy. Te fuiste temprano, y como no iba a ser de otra manera, si tus días tenían treinta y seis horas, siempre ocupado, siempre aprendiendo cosas, inquietudes y desafíos, una vida plena, llena, porque a pesar de las obligaciones que te creabas, siempre había un lugar grande para los que querías (…)”. (José María Videla). **** “Si hay una virtud que parece obvia para un periodista, pero que cada vez escasea más, es la rigurosidad para tratar la información que tiene para comunicar. Eduardo Videla hizo de esa cualidad el pilar de su trayec- toria. Fue el hombre que nunca publicó un dato sin chequear, un antecedente sin co- rroborar, una opinión sin fundamentar (…) Eduardo Videla fue periodista y maestro de periodistas (…) Eduardo, también fuiste mi profesor, mi colega docente, mi compa- ñero de trabajo. Planeamos juntos cientos de notas y fatigamos cientos de cierres. Discutimos cientos de veces, nos amiga- mos otras tantas. Pensamos juntos todos los días cómo hacer un periodismo mejor. Fuiste un gran soporte para muchos. Para mí, también”. (Andrés Osojnik, fragmento de su nota en Página 12) **** Su primer nombre era Marcos, pero se pre- sentaba como Eduardo. Así lo conocí cuan- do lo tuve como alumno en 1985 cuando el estilo afro de sus rulos empezaba a apla- carse. Tiempo después se sumó como ayu- dante en Periodismo Grafico y desde en- tonces hasta su muerte construimos juntos, con el querido Daniel Casal, un camino en AUNO y El Cruce. Se ponía todo al hombro. Los problemas propios y los ajenos. Era serio, súper responsable y, a la vez, sabía reírse. Era solidario sin alharaca. Siempre

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El 17 de agosto murió repentinamente Eduardo Videla, editor de El Cruce, AUNO y Página 12. Su ausencia produce un vacío enorme. Lo homenajeamos reproduciendo algunos de los mensajes que circularon tras conocerse la noticia de su muerte

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  • Pag. 32

    El 17 de agosto muri repentinamente Eduardo Videla, editor

    de El Cruce, AUNO y Pgina 12. Su ausencia produce un

    vaco enorme. Lo homenajeamos reproduciendo algunos de los

    mensajes que circularon tras conocerse la noticia de su muerte.

    Dej una huella imborrable

    EL ADIOS A EDUARDO VIDELA

    del lado del ms dbil, del que ms ne-cesitaba. Tena el don de pararse siempre en la vereda del bien. Viva pendiente de lo ms sagrado, sus hijos Mauro e Ivana. Y siempre estaba atento a las necesida-des de los alumnos. Les tenda la mano sin demagogia. Reparaba en cosas que a los otros nos pasaban por el costado. Muchos de ellos recibieron una mano sin saber que atrs estaba la iniciativa de Eduardo. Gracias por tu compromiso. Gracias por tu bondad. Gracias por tu lealtad. Gracias por tu amistad. Gracias por haber dado tanto, querido Eduardo. (Daniel Miguez).****Con la mirada siempre atenta para ver lo que otros muchas veces no veamos, con una correccin atinada para mejorar o re-finar un texto periodstico, un consejo sa-bio o una humorada a tiempo para aliviar algn que otro intercambio de palabras. As era Eduardo Videla, maestro de los que pasamos por la AUNO () Siempre pre-ocupado por darle voz y lugar a aquellos que suelen ser silenciados e invisibilizados por los grandes medios. Humilde, alejado de los egos que suelen dominar a las re-dacciones y respetado por sus colegas. As se lo va a recordar. As se lo va a extraar. Duele su partida, cuando todava no estaba cicatrizada ni lo estar, claro la herida de otro imprescindible como era Daniel Casal. Eduardo era uno de los motores de AUNO. Tanto es as que pasaba madruga-das corrigiendo errores para que el portal luciera de la mejor manera, para que las noticias tuvieran un trato justo, sin caer en subjetividades o parcialidades. (Martn Voogd, fragmento de su nota en AUNO).****Para los que creemos que la verdadera Pa-

    Te fuiste hermanito querido, hiciste la ltima travesura y no me llamaste, te fuis-te sin avisar () Me quede sin el gran DT, sin el defensor ideal que abra las pier-nas para que le haga el cao y el arquero perfecto que sacaba la mano para que sea gol, y mi representante futbolstico. Me quede con el recuerdo de los campamen-tos y los almohadones que volaban de una punta a la otra de la casa, con los das de cancha viendo al Rojo y al Cele, el cine y el teatro. Me quedo con el dolor desga-rrador de haberte tenido y ahora ya no. Fuiste el hermano que la vida me dio y el amigo que de todos modos hubiera ele-gido, sin dudas, el fiel, el confidente y el cmplice y el que me tapaba las cagadas que yo haca, el profesor que sin importar la hora que venas de trabajar, ni la que te tenas que levantar, te quedabas a mi lado para que apruebe una materia, y te debo quien soy. Te fuiste temprano, y como no iba a ser de otra manera, si tus das tenan treinta y seis horas, siempre ocupado, siempre aprendiendo cosas, inquietudes y desafos, una vida plena, llena, porque a pesar de las obligaciones que te creabas, siempre haba un lugar grande para los que queras (). (Jos Mara Videla).****Si hay una virtud que parece obvia para un

    periodista, pero que cada vez escasea ms, es la rigurosidad para tratar la informacin que tiene para comunicar. Eduardo Videla hizo de esa cualidad el pilar de su trayec-toria. Fue el hombre que nunca public un dato sin chequear, un antecedente sin co-rroborar, una opinin sin fundamentar () Eduardo Videla fue periodista y maestro de periodistas () Eduardo, tambin fuiste mi profesor, mi colega docente, mi compa-ero de trabajo. Planeamos juntos cientos de notas y fatigamos cientos de cierres. Discutimos cientos de veces, nos amiga-mos otras tantas. Pensamos juntos todos los das cmo hacer un periodismo mejor. Fuiste un gran soporte para muchos. Para m, tambin. (Andrs Osojnik, fragmento de su nota en Pgina 12)****Su primer nombre era Marcos, pero se pre-sentaba como Eduardo. As lo conoc cuan-do lo tuve como alumno en 1985 cuando el estilo afro de sus rulos empezaba a apla-carse. Tiempo despus se sum como ayu-dante en Periodismo Grafico y desde en-tonces hasta su muerte construimos juntos, con el querido Daniel Casal, un camino en AUNO y El Cruce. Se pona todo al hombro. Los problemas propios y los ajenos. Era serio, sper responsable y, a la vez, saba rerse. Era solidario sin alharaca. Siempre

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    tria es la infancia (y un poco ms), un do-lor como el que siento hoy por la prdida de Eduardo Videla es fundacional. Eduar-do lo fue en mi vida, en la de grande. En aquellos aos en los que AUNO era todo: la casa, el club, la escuela. Tipo serio como pocos, recuerdo sus sorprendentes risas ante los chistes que lo desacartonaban. Se rea como un nene. Y todos nos reamos por verlo rer. Y enseaba, todo el tiempo. Haba que chequear hasta nuestro nombre antes de publicar algo. Inflexible, senta-mos miedo de equivocarnos, de defraudar-lo en su enseanza. Brindamos hace poco por el ascenso del rojo, a la distancia. Con la cercana de los momentos vividos. Puta madre. No me puedo olvidar de Martn Hermida. No me puedo olvidar de Toma-te Casal. No me puedo olvidar de Eduardo Videla. Gracias. A los tres. Y suerte en el proyecto que estn encarando juntos. En la vereda de los tipos buenos. (Martn Glade).****Eduardo Videla encanutaba unos pesitos para comprar la cerveza en las despedidas de los pasantes de Pgina 12, se sentaba conmigo en cada edicin, se preocupaba en cada detalle, cada palabra, cada con-cepto. Lo quera todo el mundo y eso que slo dejaba que conozcamos un mnimo porcentaje de las cosas que lo hacen un tipazo () Por cada nota, me llamaba dos o tres veces para que no se nos escapara nada. Roco? S, soy Eduardo Videla, se presentaba siempre. Se comprometa con todo. () Todo era una maratn. () Lo salu-dan de la universidad, del diario, su familia, los docentes de la ciudad, las familias de una casa tomada sobre la que escribi, sus amigos. Nos vemos, Edu. (Roco Magnani).****

    Hay que seguir... El tema es cmo. Re-cordarte as. Gracias por todo, Eduardo. (Leonardo Castillo)****Se me muri uno de esos ngeles de la guarda que uno tiene en algn momento de su vida, el periodista argentino Eduardo Videla. Me duele mucho. Nunca olvidare sus enseanzas, su paciencia y su ternura. (Erwin Prez).****Te vamos a extraar... Por tu sencillez, tu calidez, tu humildad. Prometemos home-najearte en AUNO todos los das dndole a ese trabajo la dedicacin y preocupacin que siempre le diste. Hasta siempre, Edu. (Mara Daniela Yaccar).****Triste, muy triste por la muerte de Eduar-do Videla.... Todos los compaeros que nos formamos en el periodismo dentro de la fa-cultad de Lomas tenemos con l una deuda intelectual inmensa. (Alejandro Giuffrida).****En uno de los festejos por el ltimo Da del Periodista, estuve almorzando con Eduardo. Como siempre, una charla que combin historias y periodismo. AUNO presente siempre, porque era esa casa grande que lo vio sonrer en tantos aos de gran enseanza para los que pasamos

    por all. Volvimos a hablar de la revista El Cruce y de las nuevas generaciones de jvenes docentes. Y hablamos de cunto extrabamos al Tomate Casal. Ahora es-tars hablando con l y nosotros perdien-do tan jvenes a nuestros guas en esta profesin.... (Ariel Maciel).****Nos conocimos por los pasillos de Socia-les, en los comienzos de nuestra carrera. Tambin se iniciaban los 80 y cada un@ de nosotr@s, transitaba por aquella facultad con temor en la mirada que superbamos al encontrar en el otro la mano amiga, la opinin con la que nos identificbamos, el debate en voz baja. Voces que despacito y lentamente comenzamos a alzar. Y a unir-nos en esa lucha por recuperar el Centro de Estudiantes y tantas otras conquistas y derechos que la dictadura genocida anu-l. Con Eduardo nos conocimos al elegir-nos para realizar una investigacin sobre los Pueblos Originarios () Conservo aquel trabajo que nos permiti compartir un compaerismo eterno. (Claudia Dito).****Un enorme dolor. Siempre estar en el recuerdo de quienes tuvimos la fortu-na de aprender de l en el periodismo y tambin por su don de buena gente. (Pablo Romano).****Un tipo sencillo, de bajo perfil, que se senta ms cmodo escuchando y sola ganarse el afecto como docente en virtud de su rigor profesional y conocimientos, que comparta generosamente con sus alumnos. () Siempre puso especial aten-cin en aquellos temas de escasa visibi-lidad en la mayora de los medios y que tenan que ver con hechos y personajes que se movan detrs del foco de aten-cin habitual, demostracin en esa op-cin periodstica de su compromiso con los sectores ms postergados de la so-ciedad. Una conducta que tambin mani-fest en su relacin gremial y profesional con la UTPBA. (Unin de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires).

    Gabriel Mariotto@gabmariotto. Gran dolor por la partida del amigo y compaero Eduardo Videla, periodista de raza. Junto a Tomatito Casal nos acompaarn para siempre.

    Alberto Sileoni @AlbertoSileoni. Lamentamos el fallecimiento de Eduardo Videla, un gran profesional, que contribuy a la difusin de las polticas pblicas educativas.

    Santiago Aragon @santiagoaragon. Gran dolor por la muerte de Eduardo Videla. Tenaz y labu-rante, nuestra Facultad perdi un valor muy grande para la formacin periodstica.

    Martn Granovsky @granovskymartin. Muri Eduardo Videla, uno de los tipos ms serios, rigurosos y sensibles con los que labur.