7 r a z o n e s p a r a n o c e l e b r a r h a l l o w e e n

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Esta actividad es dedicada a la exaltación de

Satanás y demonios,

nunca ha sido parte de las Iglesias cristianas en el mundo y nunca

lo será.

Dios está en contra de la brujería en todas sus formas: Magia negra,

magia blanca, espiritismo, hechicería, adivinación, lectura de

cartas, horóscopo, astrología y toda cosa

semejante; hay innumerables citas bíblicas donde se

condena la práctica de todas estas cosas.

No es un acto cultural, no es un

legado patrimonial, no es de nuestras idiosincrasias, sino es salido del mismo

infierno.

Aunque parezca una actividad recreativa, encierra

tremendas redes satánicas para los seres humanos, los niños son tan inocentes, lo

ven como algo entretenido y sus padres son engañados,

por desconocer las Escrituras...

Esta fiesta rinde culto a Satanás, drogas,

muertes, sexo, lujurias, sacrificios humanos, y

toda clase de desenfreno y una burla a las

Escrituras, es llamada también misa negra.

Esta fiesta, no exalta el Nombre de Jesús, ni tiene nada que ver con el Padre de las luces, tampoco con

el Espíritu Santo; esto va en contra posición al primer mandamiento de amar a Dios con toda nuestra alma, nuestra

mente, nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas.

Si Usted participa habrá graves consecuencias, Iglesia de Cristo no hagas lo que le desagrada a Dios, es una responsabilidad espiritual

tremenda porque esto glorifica a Satanás y no a Dios, no te olvides de El.

Esto es gravísimo se los entregamos a Satanás al hacerlos participar

en esta fiesta, pasamos a nuestros hijos por el fuego.

Las fuerzas del mal existen, así como existe Satanás, Jesús lo nombró muchas veces, advirtiendo sobre sus maquinaciones. La fiesta de halloween no tiene nada de inofensiva, las fuerzas del

mal están detrás de todo esto. No expongas a tus hijos.¡No lo tomes a la ligera, no pienses que es una

exageración o cosa de fanáticos!

Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium

espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas

costumbres se hará abominable al Señor...

Deuteronomio 18:10-11