Rizoma

[ REVISTA DE CULTURA URBANA ]

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Metrpoli - PaisajeTransformacin de paisajes urbanos para el desarrollo susTenTableOct. - Dic. 2008ISSN EN TRMITE

PROPUESTA DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO URBANSTICO Las urbanizaciones privadas en el entorno metropolitano REA METROPOLITANA DE BARCELONA Un modelo de gestin adaptativo REA METROPOLITANA DE BARCELONA El Espacio Pblico y la Construccin Metropolitana Expectativas del Mxico Metropolitano, los retos de cara al futuro Competitividad de las ciudades en Mxico Las diferencias especializadas de las ciudades globales Hacia una poltica integral de suelo urbano para la regin metropolitana de Monterrey Ms all de la planeacin en un mundo globalizado Arquitectura de paisaje e identidad metropolitana GOBERNANZA Y TERRITORIOS DINMICOS GLOBALIZADOS La incertidumbre como escenario: crisis y potencialidades Gobernanza y competitividad en el Valle de Mxico VALENCIA: CIUDAD VERDE Hacia un desarrollo sostenible ANLISIS CRTICO Programa de habilitacin fsica de barrios en Venezuela Noticias de la aPdUNl

RizomaDIRECTORIO

REVISTA TRIMESTRAL DE LA AGENCIA PARA LA PLANEACIN DEL DESARROLLO URBANO DE NUEVO LEN - OCTUBRE - DICIEMBRE 2008

DIRECTOR ARQ. JUAN IGNACIO BARRAGN VILLARREAL Presidente Suplente de la APDUNL COORDINADOR EDITORIAL ARQ. LISETTE CRDOVA ROBLES Directora de Gestin y Fomento Urbano de la APDUNL COORDINACIN TCNICA LIC. FELIPE E. VILA RIVERA CONSEJEROS ING. HUMBERTO LEAL GARCA Presidente del Consejo de Participacin Ciudadana y la Obra Pblica del Estado de Nuevo Len

ARQ. JUAN MANUEL CASAS GARCA Catedrtico de la Facultad de Arquitectura de la UANL ARQ. RENA PORSEN OVERGAARD Catedrtica del Departamento de Arquitectura del ITESM DR. HERNN VILLARREAL RODRGUEZ Director Ejecutivo del Consejo Estatal de Transporte y Vialidad de Nuevo Len ARQ. ROBERTO CHAPA GARZA Miembro de la Academia Nacional de Arquitectura Captulo Monterrey DISEO Y EDICIN LINEACUATRO carlos@lineacuatro.com

Ao 3 - Nm. 10 - 2008. 3,000 ejemplares. Certificado de Licitud de Ttulo en trmite; Certificado de Licitud de Contenido en trmite; Certificado de Derechos de Autor en trmite. Esta es una publicacin de la Agencia para la Planeacin del Desarrollo Urbano de Nuevo Len, ubicada en Washington 648 Ote., Centro, 64000 Monterrey, N.L., Mxico. Tel. +52(81)2020-6736. Impresa en Monterrey, Nuevo Len.

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NDICE

PROPUESTA DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO URBANSTICO Las urbanizaciones privadas en el entorno metropolitano Por: Lic. Pablo Molina Alegre REA METROPOLITANA DE BARCELONA Un modelo de gestin adaptativo Por: Dr. Josep Bernis Calatayud REA METROPOLITANA DE BARCELONA El Espacio Pblico y la Construccin Metropolitana Por: Arq. Xavier Segura Grau y Arq. Josep Antoni Megias Grau Expectativas del Mxico metropolitano, los retos de cara al futuro Por: Arq. Jos Luis Llovera Abreu Competitividad de las ciudades en Mxico Por: Dr. Gustavo Garza Villarreal Las diferencias especializadas de las ciudades globales Por: Dra. Saskia Sassen Hacia una poltica integral de suelo urbano para la regin metropolitana de Monterrey Por: Arq. Juan Ignacio Barragn Villarreal

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Ms all de la planeacin en un mundo globalizado Por Dr. Alfonso Vegara y Arq. Judith Ryser Arquitectura de paisaje e identidad metropolitana Por: Arq. Laura Alonso Lutteroth GOBERNANZA y TERRITORIOS DINMICOS GLOBALIZADOS La incertidumbre como escenario: crisis y potencialidades Por: Dr. Jos Nez Castain Gobernanza y competitividad en el Valle de Mxico Por: Lic. Alfonso Navarrete Prida VALENCIA: CIUDAD VERDE Hacia un desarrollo sostenible Por: Arq. Juan Antonio Alts Mart ANLISIS CRTICO Programa de Habilitacin Fsica de Barrios en Venezuela Por: Lic. Claudia Gimnez Mercado, Arq. Elfide Mariela Rivas Gmez y Arq. Juan Carlos Rodrguez Vsquez NOTICIAS DE LA APDUNL

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Fotos de portada: The Montjuic fortress. Foto: Marshall Manson., Palacio de Gobierno. Foto: APDUNL., LUmbracle. Foto: Boccalupo., Torre Mayor, Ciudad de Mxico. Foto: F. Hanneorla., Ciudad de Bogot, Colombia., Foto: Fernando Jimnez., Obelisco, Buenos Aires, Argentina. Foto: lvaro Fonta.

RIZOMA

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Estas dos palabras quE parEciEran contradictorias antE la obsErvacin cotidiana dE nuEstras ciudadEs, sEalan sin Embargo una dialctica quE puEdE sEr rEsuElta al contar con una visin intEgral dE la mEtrpoli.

Esta problemtica fue precisamente el tema de reflexin central del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo, desarrollado en Monterrey en octubre de 2008, y cuyos principales aspectos se abordan en este nmero de RIZOMA. Ciertamente, para la mayora, los problemas de nuestras ciudades siguen rondando los aspectos funcionales, fsicos, ambientales y sociales. As, la mayor parte de las ponencias giraron en torno a la movilidad, las polticas de suelo, la competitividad, la sustentabilidad y el equipamiento, cuestiones que an distraen la mayor parte de nuestro tiempo y esfuerzo en el mbito del urbanismo y la planeacin urbana. Empero, el objeto del congreso fue ms all: si bien no podemos soslayar los temas cotidianos, s podemos tener siempre presente que la metrpoli objetivo puede ser una ciudad bella, no nicamente como objeto construido, sino en congruencia y relacin con su entorno natural. Constituyendo as un paisaje. Un ideal que en ocasiones pareciera inalcanzable, pero que constituye hoy da un nuevo paradigma en los pases de la comunidad europea. En la presente revista se incluye una sntesis de algunas de las ponencias ms importantes que se presentaron en el Congreso, en espera de la edicin ms completa que se concluir dentro de unos meses. Una parte sustancial del trabajo se relaciona con la metrpoli analizada en el mbito global, temas que fueron objeto de las conferencias magistrales de Gustavo Garza Villarreal sobre la competitividad de las metrpolis en el mundo; de Saskia Sassen sobre las diferencias entre las metrpolis globales; de Alfonso Vegara sobre los territorios inteligentes; y de Jos Nez Castain sobre el principio de incertidumbre para pensar las ciudades del Siglo XXI. En estos artculos vemos la confrontacin de posiciones y predicciones que van desde el nfasis de la ciudad como lugar de desarrollo del hombre, pasando por la necesidad de propiciar espacios competitivos, hasta la prediccin de un Siglo XXI dominado por las ciudades-regin. Adicionalmente, diversos artculos tratan problemas puntuales de ndole metropolitana, en particular sobre temas como las expectativas legislativas e institucionales

del Mxico metropolitano y los problemas de poltica de suelo urbano, as como el programa de barrios en Venezuela. A travs de estos artculos podemos conocer visiones y propuestas para temas metropolitanos puntuales. El tema de la gobernanza, como esquema que permita dar salida a las confrontaciones urbanas del Siglo XXI est presente en dos artculos: un estudio sobre Barcelona y otro ms sobre el Valle de Mxico. En cuanto a la integracin urbana y paisaje, esta sntesis ofrece visiones diversas en artculos sobre el espacio pblico en Barcelona, una propuesta para Valencia como ciudad verde, as como un estudio sobre las urbanizaciones privadas y su impacto sobre el entorno metropolitano en Catalua, adems, se presenta una reflexin general sobre arquitectura del paisaje e identidad metropolitana. Si bien esta sntesis slo muestra algunos de los aspectos ms importantes del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo, donde se reunieron ms de 70 ponencias provenientes de 13 pases, las ponencias que se presentaron en extenso sern publicadas prximamente. Sin embargo, esta visin general de la temtica nos permite darnos una idea de los aspectos que principalmente preocupan hoy da a los urbanistas y planificadores en relacin a la metrpoli: el alcance del tema metropolitano en el mbito global; soluciones innovadoras a problemas especficos en materia de coordinacin y poltica urbana; y la necesidad de contar con una visin integradora que incorpore al paisaje urbano como un objetivo a lograr en la metrpoli del Siglo XXI.

Arq. Juan Ignacio Barragn Villarreal Presidente Suplente de la Agencia para la Planeacin del Desarrollo Urbano de Nuevo Len

EDITORIAL

Metrpoli y Paisaje

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PLANEACIN URBANA

ProPuesta desde La PersPectiva deL derecho urbanstico

Las urbanizaciones privadas en el entorno metropolitanolas urbanizacionEs privadas prEsEntan dos situacionEs patolgicas principalEs, las dEnominadas urbanizacionEs irrEgularEs y las urbanizacionEs cErradas. las dos situacionEs rEquiErEn solucin dEsdE la normativa dEl dErEcho urbanstico. En El primEr caso, para lograr su plEna intEgracin y la EjEcucin dE obras dE urbanizacin. En El sEgundo caso, para mitigar los pErjuicios socialEs y ambiEntalEs y las incohErEncias con la normativa quE gEnEran Estos fEnmEnos dE autoExclusin.Por: Lic. Pablo Molina Alegre Urbanizaciones oscuras de noche porque la iluminacin pblica es inexistente o ha desaparecido vctima del vandalismo que pudo con lo que el promotor dej instalado, y que nunca se ha reparado. Barrizales o zonas inundadas cuando llueve. Suministros de energa elctrica precarios, al albur del grado de virulencia de cada tempestad. Ncleos con servicio de telefona deficiente y sin Internet. Sin servicio de correos porque los trabajadores de la empresa pblica se niegan a arriesgar sus vehculos en esa vialidad. Fosas spticas a modo de alcantarillado. Este es el panorama de un gran nmero de urbanizaciones en el entorno metropolitano de Barcelona. Una cara de la moneda. Urbanizaciones con servicios urbansticos excelentes. Televisin por cable. Acceso a Internet de banda ancha. Control de acceso. Homogeneidad social. Ncleos vallados donde se ignora quin es el vecino del chalet contiguo, elementos de discontinuidad en el territorio. La otra cara de la misma moneda. La moneda de las urbanizaciones privadas. En el presente artculo se propone una reflexin sobre estos dos fenmenos bajo el epgrafe comn de urbanizaciones privadas. El trmino urbanizacin privada, que hace referencia a una mera cuestin jurdica de tenencia del derecho de propiedad sobre infraestructuras de acceso o servicio a un ncleo habitado, no es de por s negativo, ms bien descriptivo. S que resulta negativo el fenmeno de las urbanizaciones privadas cuando se muestra en su forma patolgica, cuando se identifica con las urbanizaciones irregulares o con las urbanizaciones cerradas. Por urbanizaciones irregulares se entiende aquellos ncleos habitados que resultan de procesos urbansticos incontrolados o abiertamente ilegales, y que, en el rea Metropolitana de Barcelona, han surgido como resultado de procesos de divisin desordenada de terrenos para la configuracin de parcelas que, posteriormente, han sido ocupadas y construidas inicialmente como segundas residencias para acabar convertidas en primeras residencias. Los problemas que afectan a estas urbanizaciones son de ndole diversa en funcin de su origen y situacin patrimonial y urbanstica. En el caso del rea Metropolitana de Barcelona, casi todas las urbanizaciones carecen uniformemente de servicios urbansticos o sociales vlidos y tienen una psima calidad de la obra urbanizadora inexistente o extremadamente precaria, o sta no ha sido objeto de la adecuada conservacin y se ha deteriorado hasta hacerse inservible. Los problemas fsicos suelen acompaarse de problemas jurdicos. Los lmites entre propiedades suelen ser inciertos y las superficies derivadas de las sucesivas segregaciones suelen ser irreales, de manera que, si se respetasen, la finca resto, que suele ser la destinada a vialidad, ostentara dimensiones ridculas. Son frecuentes transmisiones no inscritas en el Registro de la Propiedad y supuestos de dobles ventas. La adaptacin de estas urbanizaciones a las exigencias de la normativa es frecuentemente un problema sin solucin para las administraciones pblicas, para los profesionales del sector o para los propios afectados. El elemento que dificulta la regularizacin de estos mbitos no es slo el elevado costo de las obras de urbanizacin, sino tambin la imposibilidad fsica de crear los terrenos dotacionales a cuya cesin obliga la normativa, o la imposibilidad jurdica de clarificar la situacin de los diversos propietarios. La primera solucin debe venir desde el planeamiento, que debe contemplar mecanismos para la integracin de los ncleos que lo merezcan en las redes dotacionales propias de los municipios donde se sitan estas urbanizaciones. Con carcter complementario, el Gobierno de la Generalitat de Catalua ha adoptado dos iniciativas interesantes, ms all del alcance de la normativa urbanstica.

Lic. Pablo Molina AlegreAbogado asociado de Garrigues, Abogados y Asesores Tributarios. Diplomado Tcnico Urbanista. Diplme dtudes Approfondis en Droit Europen por la Universidad de Lige (Blgica). Master dEstudis Territorials i Urbanstics por la Escuela de Administracin Pblica de la Generalitat de Catalua. Codirector del Mster en Derecho Urbanstico impartido por el Colegio de Abogados de Barcelona. Docente en el Curso de Urbanismo Avanzado de la Asociacin Catalana de Municipios y Comarcas y en el Postgrado de Gestin Local de la Escuela de Administracin Pblica de Catalua.

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Las urbanizaciones cerradas son conflictivas en su configuracin jurdica dado que la normativa aplicable en la materia, heredera de la tradicin de inmuebles de propiedad horizontal, es estrictamente patrimonialista y no est diseada ni concebida para hacer frente a la necesidad de control de comportamientos individuales.

As, la Ley 2/2004, de 4 de junio, de Mejora de Barrios, reas Urbanas y Villas que Requieren una Atencin Especial, arbitra una frmula de cofinanciacin de actuaciones de restauracin de barrios desde un enfoque pluridisciplinar, as como contempla tambin la necesidad de regeneracin desde una perspectiva social. En esta Ley los municipios afectados postulan a sus barrios a efecto de que califiquen para la obtencin de la subvencin, en funcin de la concurrencia de los indicadores de degradacin que determina la propia normativa. La siguiente medida es la Ley de Mejora de Urbanizaciones con Dficits Urbansticos, cuyo anteproyecto fue aprobado por el Gobierno de la Generalitat el pasado 25 de junio de 2008. Este proyecto de ley prev la existencia de urbanizaciones que deben ser conservadas y regularizadas y otras que deben ser extinguidas, y que pueden ser objeto de expropiacin, habitualmente a precio de suelo rural, a tenor de la nueva normativa en materia de valoraciones, o de inclusin en situaciones de fuera de ordenacin, que implica limitaciones relevantes en cuanto a las posibilidades de reparacin de edificaciones con el objetivo de que las existentes se agoten fsicamente al trmino de su vida til. Este proyecto contempla adems la creacin de mecanismos de ayuda humana y financiera, as como la posibilidad de flexibilizar los sacrosantos estndares urbansticos, especialmente cesin de zonas verdes y equipamientos. En el otro extremo de las patologas que presentan las urbanizaciones privadas se sitan las urbanizaciones cerradas, baluartes de la autoexclusin social. La aparente justificacin de estas urbanizaciones es la inseguridad de los ncleos urbanos. En el entorno de Barcelona estas urbanizaciones han surgido como resultado de la inseguridad que amenazaba a las urbanizaciones no cerradas, como se puso de manifiesto en el ao 2006, donde un conjunto de asaltos a viviendas, de factura violenta, se centr en las edificaciones habitadas de las urbanizaciones dispersas.

Casas aisladas, casas amenazadas rezaba entonces el titular del diario barcelons La Vanguardia de 25 de mayo de 2006, que reseaba la ola de asaltos que pona en cuestin el modelo urbanstico disperso de Catalua. El modelo de casas unifamiliares, reflejo del individualismo, la prosperidad y un suelo ms barato, es muy vulnerable a las bandas criminales organizadas. Las urbanizaciones cerradas son conflictivas en su configuracin jurdica dado que la normativa aplicable en la materia, heredera de la tradicin de inmuebles de propiedad horizontal, es estrictamente patrimonialista y no est diseada ni concebida para hacer frente a la necesidad de control de comportamientos individuales, que a sus vez surge en las urbanizaciones cerradas y cuyo gobierno va ms all de la regulacin de las reparaciones fsicas de los elementos comunes. La normativa civil para la gestin de complejos inmobiliarios, adems, se sita fuera del elenco de garantas que el ordenamiento jurdico ha creado a lo largo de la historia para la defensa del particular frente a las actuaciones del poder pblico como legtimo gobernador de comportamientos individuales. Esta incoherencia encuentra su fundamento en la concepcin del espacio pblico como lugar donde se ponga de manifiesto la normativa destinada a asegurar la convivencia pacfica de los ciudadanos y que, en estas urbanizaciones cerradas, se convierte en un mero lugar transicional entre el espacio personal y el espacio pblico. Debe destacarse la pluralidad de dificultades prcticas que se producen en las urbanizaciones cerradas. As, en materia de seguridad, las dificultades para retirar un vehculo mal estacionado en la vialidad, o el acceso de la polica salvo supuestos de delito flagrante. Desde una perspectiva jurdica, las urbanizaciones cerradas son anmalas en la medida en que sus espacios pblicos no son los lugares donde se produce el ejercicio de potestades pblicas de promocin de la convivencia ciudadana, ni donde se confieren las garantas propias de la relacin de los particulares con el poder pblico.

La Mallola, colonia privada en el rea Metropolitana de Barcelona, Espaa.

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Mas-Ram, sector residencial, al Norte de Barcelona, Espaa.

Desde una perspectiva social, las urbanizaciones cerradas condicionan toda posibilidad de control social o difuso, y contribuyen a generar precisamente la inseguridad que les sirve de justificacin. El problema no reside en la titularidad de estos espacios pblicos, sino en si su uso es efectivamente pblico. La anormalidad territorial y urbanstica que genera el fenmeno de las urbanizaciones cerradas debe solucionarse mediante un cambio de paradigma en la aplicacin de la normativa urbanstica y patrimonial de los poderes pblicos. El cambio de la normativa en materia de gestin de complejos inmobiliarios mitigara el problema jurdico, pero no el social o el ambiental. Desde el planeamiento debera plantearse el problema sobre la base de la dicotoma urbanizacin dispersa (de cualquier tipo) vs. ciudad compacta. En el segundo tipo, ms eficiente desde un punto de vista ambiental, debe recuperarse la teora del control difuso que incrementa la seguridad de las ciudades ya propugnado por Jane Jacobs.

La normativa patrimonial y urbanstica debe, en consecuencia, priorizar opciones de alta densidad y compacidad, junto con una elevada complejidad de usos. En segundo lugar, debe establecerse una obligacin universal en todas las urbanizaciones que se desarrollen, de ceder cuando menos el uso de los sistemas de servicios urbansticos a la administracin, sin perjuicio de a quin corresponda la conservacin de estas infraestructuras. En el entorno urbanstico actual no deben ser admisibles actuaciones de exclusin ni de autoexclusin, que adems de resultar ineficientes ambientalmente y de dar lugar a graves situaciones de inseguridad, generan discontinuidades en el territorio y elementos de resistencia que impiden la planificacin de cualquier poltica urbana coherente. Debe recuperarse, desde el planeamiento y desde la normativa sectorialmente aplicable, la idea central de ciudad resumida en las tres C tradicionales: Compacta, Cohesionada y Compleja.

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Ciudad jardn extensiva Ciudad jardn semi-intensiva Parque urbano / deportivo escolar Zona comercial Zonas verdes Estacionamiento

PLAN PARCIAL DE ORDENACIN -MAS RAM-

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un modelo de gestin adaptativogobErnanza mEtropolitana: top-down o bottomup? una brEvE rEsEa dE la adaptacin producida En la infraEstructura institucional antE los cambios radicalEs propiciados En catalua, a finalEs dE los ochEnta, con la introduccin dE un nuEvo marco rEgulador dEl Estatus jurdico dE las administracionEs pblicas.

Por: Dr. Josep Bernis Calatayud El intento recentralizador a nivel autonmico se vio contrarrestado de forma casi fulminante mediante el establecimiento de un entramado organizativo emergiendo, bsicamente, de las administraciones locales implicadas e indirectamente de la propia sociedad civil (sindicatos, patronales del comercio y de la industria, asociaciones vecinales, colegios profesionales...), encuadrada en rganos consultivos diversos entre los que destaca el Plan Estratgico, un instrumento de propuesta y seguimiento que es objeto de sucesivas actualizaciones. A partir de aquel hecho singular que el paso del tiempo no ha hecho sino consolidar, se pretende aqu, desde una perspectiva de anlisis acadmico, presentar el caso de forma que pueda ser til para afrontar situaciones parecidas. Lo que estaba, y est, en liza es el suculento fondo, el equivalente en aquel momento a unos 70 millones de euros por ao, con los que el Estado Espaol compensa al rea Metropolitana de Barcelona para equiparar de algn modo su hacienda con la del municipio de Madrid. Mientras ste, en 1951, haba anexionado numerosos e importantes municipios colindantes, Barcelona, con una conurbacin perifrica de extensin y demografa similares a las del Gran Madrid, sigue an hoy con los mismos estrechos lmites de hace un siglo, con infraestructuras, servicios, constricciones ambientales y necesidades de suelo y vivienda que desbordan en mucho las fronteras estrictas de la ciudad y se proyectan en spillover sobre los municipios vecinos. Un planteamiento racional por parte de los funcionarios de la Corporacin Metropolitana de Barcelona, organismo multifuncional receptor del fondo de cooperacin aludido y que de hecho se extingua, junto a una hbil negociacin poltica a distintos niveles, permitieron salvar tales ingresos, al amalgamar diferentes entidades forzosas, substitutoriamente creadas por ley para aspectos finalistas o especializados: transporte pblico, abastecimiento de agua y otras competencias en medio ambiente, en una nica Mancomunidad de Municipios del rea Metropolitana de Barcelona, donde los municipios se integran voluntariamente, compartiendo una misma estructura administrativa y manteniendo la posibilidad de recibir encargos por delegacin de los propios municipios integrantes en supuestos de supramunicipalidad o limitaciones de capacidad tcnica. Una transformacin que se presenta, en definitiva, como una reaccin adaptativa a una actuacin tpica de corte liberal, de fraccionamiento y debilitacin funcional de un organismo pblico de perfil plurifuncional.Dr. Josep Bernis CalatayudDoctor por la Universidad Politcnica de Catalua. Ingeniero Industrial, Tcnico Urbanista. Licenciado en Ingeniera Sanitaria. Director del Master de Estudios Territoriales y Urbansticos, organizado por la Escuela de Administracin Pblica de Catalua (EAPC) y las universidades Politcnica de Catalua (UPC) y Pompeu Fabra (UPF). Director de los Servicios Territoriales del Departamento de Poltica Territorial y Obras Pblicas del Gobierno Autnomo de Catalua. Director adjunto del Plan Territorial Metropolitano de Barcelona (PTMB) Asociacin Espaola de Tcnicos Urbanistas (AETU). Miembro del Permanent International Working Party (PIWP) del European Council of Town Planners (ECTP).

Figura 1

Figura 2 Figura 1: Mapa autonmico de Espaa. Figura 2. Las siete comarcas de la Regin Metropolitana de Barcelona.

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rea MetroPoLitana de barceLona

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Definicin del mbito territorial El territorio central metropolitano queda claramente definido. Es, a grandes trazos, el espacio comprendido entre el mar, la montaa (sierra de Collserola) y los mrgenes de los ros Llobregat y Bess hasta las elevaciones que cierran sus deltas. En su origen como ciudad metropolitana es necesario recordar que el limitado trmino municipal de Barcelona (101 km2, prcticamente invariables desde los inicios del Siglo XX) provoc que buena parte de los crecimientos demogrficos, sobretodo los de carcter ms intenso, basados en la fuerte atraccin migratoria de los perodos 1920-30 y 1950-75, se hubiesen de trasladar a las localidades vecinas, configurando as progresivamente este espacio supramunicipal. Esta zona central es la que ha sido institucionalizada como rea metropolitana y abarca un total de 36 municipios con una extensin de 633 km2 y una poblacin de 3.2 millones de habitantes (2007). Actualmente, se trata de una realidad equivalente al trmino municipal de Madrid, tanto en superficie como en poblacin.

tropolitano, listado de carcter abierto, pues quedaba establecida la posibilidad de delegacin de funciones desde los municipios integrantes. Ao 1978 Con la aprobacin de la Constitucin Espaola, surgi una nueva organizacin del Estado mediante la creacin de las 17 comunidades autnomas, con plenas facultades legislativas en relacin con sus competencias. Ao 1979 Se aprueba el Estatuto de Autonoma de Catalua, por el Real Decreto Ley 14/1979, del 14 de septiembre, regulando en el Ttulo Primero las competencias del Gobierno Autnomo, Generalitat de Catalua, para ejercer en todo el territorio de Catalua, entre ellas, la ordenacin del territorio y el urbanismo, la vivienda, los transportes, la depuracin de las aguas y el saneamiento, la proteccin del medio ambiente, etc., que en el territorio metropolitano se venan desarrollado por la Corporacin Metropolitana de Barcelona. Ao 1987 Al cabo de nueve aos de la aprobacin de la Constitucin Espaola y de ocho aos del Estatuto de Autonoma, el Gobierno de la Comunidad Autnoma, la Generalitat, propuso al Parlamento de Catalua la aprobacin de varias leyes con la intencin de reformar radicalmente el rgimen jurdico local y la organizacin administrativa del territorio; una de estas leyes corresponda a la creacin de las Comarcas y otra contemplaba una nueva regulacin especial del rea Metropolitana de Barcelona. La Ley 6/1987, del 4 de abril, sobre organizacin comarcal de Catalua, ante la dificultad de abordar directamente el minifundismo municipal, estableci la figura de la comarca como organismo local de segundo nivel para el encaje de las funciones supramunicipales. De un total de 41, las comarcas del Barcelons, el Baix Llobregat, el Maresme, el Valls Occidental y el Valls Oriental, contienen algunos municipios que pertenecan a la Corporacin Metropolitana de Barcelona. La Ley 7/1987, del 4 de abril, en primer lugar, estableci y regul las actuaciones pblicas especiales en la Conurbacin de Barcelona y en las comarcas comprendidas dentro de su zona de influencia directa. En segundo lugar, extingui en su Disposicin Adicional Primera la Corporacin Metropolitana de Barcelona, creada por el Decreto Ley 5/1974, del 4 de agosto. En tercer lugar, cre dos nuevas entidades metropolitanas, de carcter especializado, y de mbito no coincidente, denominadas Entidad Metropolitana del Transporte y Entidad Metropolitana de Servicios Hidrulicos y Tratamiento de Residuos. Bajo el efecto combinado de estas dos disposiciones legales, el conflicto estaba servido. Con el paso del tiempo, slo algunas comarcas ms dinmicas han asumido a fondo el papel que el legislador les confera; la falta de financiacin y un tipo de representatividad indirecta y, por tanto, a menudo discutida, siguen siendo un freno para su pleno xito.

Configuracin geogrfica de la Regin Metropolitana de Barcelona.

Cronologa del rea Metropolitana de Barcelona Ao 1974 Las reas metropolitanas fueron reguladas en Espaa a partir de los aos setenta, porque en las grandes ciudades del Pas se repetan en el entorno del municipio central, el mismo tipo de relaciones de segundo nivel que hemos enunciado para Barcelona en las infraestructuras, el transporte o las relaciones de trabajo, de comercio, de enseanza, de ocio, etc. con la necesidad de abordar la prestacin de servicios comunes como el urbanismo, el transporte, el suministro de aguas, la recoleccin de residuos, etc. As nacieron las reas metropolitanas de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla. El rea Metropolitana de Barcelona qued regulada mediante el Decreto Ley 5/1974, del 4 de agosto, donde se creaba la Corporacin Metropolitana de Barcelona, como municipio de municipios, de la que formaban parte el Municipio de Barcelona y 26 municipios de su entorno. Se trataba de garantizar una adecuada redaccin y gestin del Plan General Metropolitano, an vigente desde 1976, y el ejercicio de un listado de competencias de nivel me-

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Para el traspaso de servicios se cre una comisin mixta. Al Gobierno de la Generalitat de Catalua, se le traspasaron los servicios de planificacin territorial y urbanismo, al igual que las competencias referentes a la planificacin del transporte y la planificacin de los servicios hidrulicos. En su conjunto, las nuevas entidades metropolitanas tienen menos competencias que las que tena la extinta Corporacin Metropolitana. Dada la fuerte polmica poltica que se gener por la nueva regulacin del rea Metropolitana de Barcelona, este nombre se substituy por el de Conurbacin de Barcelona, y por zona de influencia directa en el ttulo de la Ley. La nueva regulacin del rea Metropolitana de Barcelona Las actuaciones pblicas singulares que establece la Ley 7/1987 y que dan contenido al rgimen especial son las relativas a las materias siguientes: a) La ordenacin del territorio y del litoral y el urbanismo b) El transporte pblico de viajeros c) Los servicios hidrulicos d) El tratamiento y eliminacin de residuos Respecto a la ordenacin del territorio, del litoral y el urbanismo, son competencias que slo ejercer el Gobierno de la Generalitat de Catalua, aunque los municipios y los Consejos Comarcarles podrn participar en su elaboracin. El Gobierno de Catalua ha de elaborar el Plan Territorial Parcial que ha de comprender las 7 comarcas del Barcelons, el Baix Llobregat, el Maresme, el Valls Occidental, el Valls Oriental, el Garraf y el Alt Peneds. Este plan an no est aprobado. En lo que se refiere al transporte de viajeros, se cre la Entidad Metropolitana del Transporte, aunque corresponde al Gobierno de la Generalitat elaborar el Plan Intermodal del Transporte. Respecto a los servicios hidrulicos y el tratamiento de residuos se cre la Entidad Metropolitana de Servicios Hidrulicos y del tratamiento de Residuos, pero tambin corresponde al Gobierno de la Generalitat, la planificacin de los servicios hidrulicos de las diferentes zonas de Catalua, entre ellas las de la conurbacin de Barcelona. La planificacin de la recoleccin y tratamiento de residuos de la conurbacin de Barcelona se coordina con los planes del propio gobierno Cataln. La Mancomunidad de Municipios del rea Metropolitana de Barcelona Mientras en el Parlamento de Catalua se tramitaba la aprobacin arriba comentada de la Ley 7/1987, del 4 de abril, la Corporacin Metropolitana de Barcelona, un mes antes de dicha aprobacin, en la sesin de su Consejo Metropolitano del 12 de marzo de 1987, acord promover la constitucin de la Mancomunidad de Municipios del rea Metropolitana de Barcelona, para prestar servicios a los ayuntamientos metropolitanos que formaban parte de dicha corporacin que se iba a extinguir de inmediato,

ya que algunos de los servicios, la propia Ley 7/1987, los devolva a los municipios, como por ejemplo, la limpieza de playas o la gestin de los parques metropolitanos, as como otros servicios que no estaban considerados en esta Ley, pero que eran necesarios para vertebrar y articular todo el territorio de la conurbacin de Barcelona, como las vas intermunicipales, los Parques Forestales de Collserola, Garraf y la Marina, las obras de ejecucin del Plan de Costas, la promocin de ejes industriales, etc. La Mancomunidad de Municipios del rea Metropolitana de Barcelona qued constituida el 28 de abril de 1988, un ao despus de la aprobacin de la Ley 7/1987. Los estatutos de dicha mancomunidad se publicaron en el Boletn Oficial de la Provincia en fecha 29 de noviembre de 1988 y han sido modificados posteriormente en fecha 22 de julio de 2004 y publicados en el Boletn Oficial de la Provincia en fecha 29 de julio del mismo ao.

Tanto el rea metropolitana como la Mancomunidad de Municipios pueden crear organismos que dependan de ellos, pero que puedan actuar con personalidad jurdica propia para prestar servicios especficos. En este caso, se crearon: Instituto Metropolitano del Taxi, que depende de la Entidad Metropolitana del Transporte Instituto Metropolitano de Promocin del Suelo y Gestin Patrimonial que depende de la Mancomunidad de Municipios del rea Metropolitana de Barcelona El conjunto formado por la Mancomunidad de municipios, las dos entidades y los dos institutos, constituyen un complejo institucional en el que comparten y optimizan recursos humanos, patrimoniales y administrativos con interesantes economas de escala. La tozudez de las necesidades sobre el terreno ha sido el acicate para superar los inconvenientes de la fragmentacin y, en cierto modo, suplir con remarcable eficiencia el papel histrico de la Corporacin Metropolitana de Barcelona.

rea Metropolitana de Barcelona, dentro de la regin metropolitana.

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rea MetroPoLitana de barceLona

el espacio Pblico y la construccin MetropolitanaEl rEa mEtropolitana dE barcElona abarca 36 municipios dE los cualEs 31 conforman la mancomunidad dE municipios, asociados voluntariamEntE dEsdE 1988. EntrE las razonEs dE su idEario Estn la dE compartir un mbito tErritorial y funcional comn, as como la nEcEsidad dE armonizar propuEstas E intErvEncionEs institucionalEs optimizando los mEdios pblicos. as puEs EntrE las actuacionEs dE la mancomunidad tiEnE una notablE transcEndEncia la Estructuracin y vErtEbracin dEl tErritorio a travs dEl Espacio pblico, concEbido En s mismo como programa.

Por: Arq. Xavier Segura Grau y Arq. Josep Antoni Megias Grau En la vertebracin metropolitana, el espacio pblico le confiere carcter, estructura y lo ordena. Tambin crea los puntos de confluencia en los que la ciudad se hace ms ciudad porque los habitantes se encuentran en ellos sintindolos como propios. Tambin hay una filosofa de ciudad en la forma de construir el espacio pblico: la opcin por la calidad, sin distinciones tanto si se refiere al centro o la periferia. Uno de los objetivos, y honestamente creemos de los logros, de nuestras intervenciones ha sido la superacin del viejo debate entre el centro y la periferia, al conseguir una similar calidad urbana en cada uno de los lugares de la metrpoli; consiguiendo una equidad armnica y cohesionada integral. Adems de las grandes obras de carcter supramunicipal, la accin de la Mancomunidad se centra tambin en un gran nmero de pequeas obras de carcter local, de una escala fsica reducida, casi domstica, las cuales esparcen una nube de actuaciones que dan un sello de calidad y homogeneidad al conjunto, otorgando dignificacin y recalificacin. Entre este tipo de obras de dimensin menor estn las calles, plazas, parques, jardines, e incluso, barrios enteros que se transforman para conseguir el objetivo de proximidad y apropiacin ciudadana de los mismos. Ejemplos de intervenciones han sido desde la recuperacin del antiguo castillo como signo de identidad de la ciudad, pero que se encontraba en un estado precario, hasta la torre seorial rodeada casi siempre de espaciosos jardines, a menudo en el extrarradio de las poblaciones, pero hoy ya incorporados en los ncleos de expansin urbanos; pasando por la recuperacin de esa riera, que un urbanismo agresivo casi hizo desaparecer del mapa, e incorporndola como paseo ciudadano con elementos que le confieren el carcter que tuvo y que personas mayores pueden recordar paseando. En la mayora de los ejemplos anteriormente citados se parta casi siempre de un punto de inicio difcil y desalentador: un urbanismo nefasto que ni siquiera mereca tal nombre, con una acumulacin de dficits histricos de infraestructuras, equipamientos y servicios, as como de una frecuente suburbanizacin y ocupacin discontinua de espacios muy extensos del territorio con elevados costos energticos y ambientales. El objetivo final es una ciudad sostenible, cohesionada, completa y diversa. Los parques metropolitanos En la construccin metropolitana un elemento de cohesin es sin duda la red de parques metropolitanos. Elemento importantsimo en esta filosofa del espacio pblico, donde disponer de parques en condiciones agradables y cercanas contribuye decisivamente a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas que viven en el rea metropolitana. Actualmente la red de parques metropolitanos abarca una extensin de ms de 200 hectreas repartidas en 31 espacios pblicos. Estos parques se sitan bsicamente en espacios lmite, en zonas de tensin, conflicto o dficit, en lo que denominaramos periferias urbanas. Periferias que no debemos entender como espacios faltos de sentido, porque prevalece la discontinuidad de las formas construidas o predominan los vacos, sino que hay otro sentido de lugar caracterstico: el de la sensacin expectante, el de la periferia extendida como espacio de ocasin y oportunidad;

Arq. Xavier Segura GrauArquitecto por la ETSAB con la especialidad de Edificacin y Urbanismo. Ejerce como profesional liberal en su estudio de arquitectura junto a dos socios. Jefe de la Seccin Tcnica en el servicio de Deportes de la Diputacin de Barcelona. Jefe del Servicio de Obras e Instalaciones Deportivas en el Ayuntamiento de Barcelona, con vistas a la preparacin de los Juegos Olmpicos de Barcelona. Trabaj como arquitecto especialista en instalaciones deportivas y piscinas para el grupo DiR. Director de Servicios Tcnicos del Distrito de Sant Andreu de Barcelona. Coordinador de los Servicios del Espacio Pblico de la Direccin de Servicios Tcnicos en la MMAMB.

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son los nuevos territorios arquitectnicos y del paisaje que siempre se han imaginado en los lmites de la ciudad. Espacios de lmite porque estn en la frontera de la urbanizacin, de los mbitos residenciales, de la infraestructura o del espacio natural. Son aquellos espacios no caracterizados como ciudad tradicional, pero que en unas aglomeraciones sin lmite preciso configuran el paisaje de la ciudad metropolitana en esta ciudad difusa. En la prctica se han ido creando a partir de las oportunidades de restaurar y configurar espacios liberados por el planeamiento en los pocos lugares, que por diferentes motivos, no haban sido ocupados por la edificacin. En algunos casos nos encontramos con una fuerte presencia de elementos naturales preexistentes en aceptable estado de conservacin, y la intervencin tender a reconocerlos y a facilitar su acceso. Pero abundan ms aquellos espacios que podramos considerar ms indignos, los ms escabrosos, los terrenos yermos y obsoletos, que son los ms comprometidos para reconducir procesos y reconvertirlos en protagonistas. Estos son los espacios de proyecto que deben ser afrontados, sin adjetivaciones previas, no son por s mismos ni buenos ni malos, ni centro ni periferia, ni bellos ni feos, sino una diversidad de actuaciones en un panorama de realidades contradictorias, al menos aparentemente. Un caso diferente es la recuperacin de jardines histricos en funcin de su estado de conservacin, la intervencin se puede limitar a dignificar lo que era preexistente o a restaurar elementos con ms intensidad. Es a partir de los valores propios del lugar, as como de su caracterstica de lmite, que se afronta el proyecto como elemento de intervencin en el territorio. Intervencin que

vertebra, articula o equipa la ciudad metropolitana. De ah el concepto de red de parques metropolitanos, aunando a parques aislados, sin conexin aparente entre ellos ni con otras zonas verdes, pero que desempean un importante papel de unin y continuidad de las tramas urbanas. Para la proyectacin de todos estos espacios se necesitan equipos pluridisciplinares, los cuales unen las lgicas propias de diferentes especialidades profesionales versus el objetivo de vertebrar y caracterizar el territorio, valorando los cambios de uso derivados de la rpida variacin de hbitos sociales con relacin al ocio. Analizando los costos de implantacin y mantenimiento como consecuencia de enfatizar valores paisajsticos y de estructura por encima del detalle y de la intervencin arquitectnica construida. As se ha conseguido convertir esta red de parques en una marca de calidad de gestin del espacio pblico reconocida tanto por los ayuntamientos como por usuarios. Los parques metropolitanos se gestionan de manera conjunta con el fin de aplicar unas lgicas comunes, a pesar de la diversidad de situaciones y de rentabilizar esfuerzos e inversiones. Las playas metropolitanas La situacin del rea Metropolita Barcelonesa, contigua al litoral metropolitano, le proporciona un elemento de espacio natural extraordinario, nos referimos a las playas. En un clima benigno como el Mediterrneo, baarse en el mar y tomar el sol en la playa representa un atractivo de primer orden para la poblacin local y fornea, especialmente en la temporada de verano.

Duchas, bancos y papeleras de la MMAMB en las playas metropolitanas. Foto: Archivo grfico de la MMAMB.

Arq. Josep Antoni Megias GrauArquitecto por la ETSAB. Trabaj en la Oficina de Proyectos Urbanos del ayuntamiento de Sant Adri de Bess. Arquitecto responsable del departamento de Urbanismo y Espacio Urbano del mismo ayuntamiento. Jefe del Servicio de Urbanismo. Coordin en representacin del ayuntamiento de Sant Adri de Bess, el desarrollo del planeamiento y la ejecucin posterior de ste en el Frum de las Culturas. Jefe de Servicios de Proyectos y Obras III de los Servicios del Espacio Pblico de la Direccin de Servicios Tcnicos en la MMAMB. Arquitecto en su despacho profesional.

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PLANEACIN URBANAOrdenacin del margen izquierdo del ro Bess en el municipio de Sant Adri de Bess. Foto: Aleix Bagu

La Mancomunidad de Municipios propuso y ha llevado a cabo la gestin conjunta de las playas metropolitanas, con lo cual dispone de una extensin casi continua de 30 Km. de litoral desde Castelldefels hasta Montgat, slo interrumpida por el gran puerto de Barcelona y algunos puertos deportivos. Playas extensas, con una superficie total de unos dos millones de metros cuadrados de arena, que juegan un papel de primer orden en el ocio ciudadano veraniego, tiene una utilizacin masiva que lo convierte en el espacio pblico ms utilizado de la metrpoli. La gestin tiene el objetivo de poner las playas en las mejores condiciones posibles y abarca como aspectos principales el mantenimiento de limpieza en la arena, as como mantener el estado sanitario de la misma, labrndola en profundidad a principios de temporada y limpindola de forma constante durante el periodo de uso intensivo. Otro aspecto es la dotacin de mobiliario adecuado que cumpla los requisitos de calidad, esttica y funcionalidad tanto en sealizacin, duchas, torres y sillas de vigilancia, pasarelas, bancos, reas de juego, papeleras, sanitarios, como en elementos de seguridad. Aspecto que tambin se tiene en consideracin es el cuidado en la conservacin de los valores naturales del espacio, con actuaciones encaminadas a favorecer la presencia de la vegetacin propia de los ecosistemas dunares y de las playas, a la vez de preservar reas de nidificacin de aves.

Grandes parques naturales Un tercer mbito de intervencin es en los grandes espacios naturales como Collserola, parque central de la metrpolis, flanqueado por los ros Bess y Llobregat, y por los parques del Garraf y de la Serralada de Marina respectivamente. Parque con una extensin de 8,400 hectreas, 6,500 de las cuales son territorio forestal. Siendo ste el pulmn verde de la metrpoli. Bosque que ya estaba ah y que nos hemos limitado a protegerlo, cuidarlo y ponerlo al alcance de los ciudadanos. Parque promovido por la Mancomunidad en cuanto a gestin y actualmente gestionado de una manera compartida con la Diputacin de Barcelona. En resumen El espacio pblico en el cual trabajamos, a menudo nos lo hemos de reinventar y concebirlo con los siguientes objetivos: Articulacin de la metrpolis en un verdadero entramado de pueblos y ciudades en dnde el espacio pblico es el elemento fundamental de vertebracin, confiriendo orden interno, consistencia, organizacin y carcter. Reconversin de espacios residuales efectuando el trnsito desde la marginalidad hacia la centralidad, pasando de lugares perdidos a puntos de confluencia que dan excelencia a los barrios circundantes y los vinculan entre s.

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Apuesta decidida por el reequilibrio entre el centro y la periferia, poniendo alto el listn de la calidad constructiva y del diseo de todas y cada una de las partes de la metrpolis, sin distincin, con el fin de conseguir una ciudad igualitaria, armnica y cohesionada. Continuidad entre el espacio urbano y el natural, partiendo de la singularidad de cada una de las intervenciones, desde los pequeos espacios abiertos urbanos, pasando por la red de parques metropolitanos, corredores fluviales, hasta llegar a los grandes sistemas naturales montaosos y del litoral. Diseminacin del espacio pblico por todo el mbito ciudadano con el fin de facilitar su uso. Esto se consigue aplicando el criterio de proximidad de la implantacin de los distintos espacios pblicos urbanos y periurbanos, de acondicionamiento y facilidad de acceso en los sistemas territoriales como los grandes parques o playas.

Disponer de parques en condiciones agradables y cercanas contribuye decisivamente a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas que viven en el rea metropolitana.

Parque de la Solidaritat en el municipio de Esplugues de Llobregat. Foto: Archivo grfico de la MMAMB.

Promocin de viviendas Els Maiols en el municipio de Cerdanyola del Valls. Foto: Lourdes Jansana.

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expectativas del Mxico metropolitano, los retos de cara al futurola coordinacin y suma dE EsfuErzos son fundamEntalEs para planEar y rEgular la Expansin mEtropolitana. EstE Es El rEto dE la accin gubErnamEntal hacia un futuro inmEdiato quE lE ExigE rEtomar la planEacin En una dimEnsin mEtropolitana y la capacidad para dEfinir polticas dE comn acuErdo, as como las EstratEgias y accionEs a dEsarrollar dE manEra conjunta, con El objEtivo dE disminuir las gravEs difErEncias En las condicionEs urbanas, a la par dE alcanzar la compEtitividad urbana En un ambiEntE dE gobErnabilidad.

Por: Arq. Jos Luis Llovera Abreu La evolucin del fenmeno metropolitano ha requerido de la estrecha coordinacin de la SEDESOL, el INEGI y del CONAPO, para establecer la delimitacin sistemtica de las zonas metropolitanas del Pas, en plena convergencia de intereses y polticas sectoriales de cada institucin. As, de manera conjunta han publicado la segunda edicin de la Delimitacin de las Zonas Metropolitanas de Mxico, 2005, en donde se identifican las 56 zonas metropolitanas en el Pas. Algunos de los aspectos relevantes de las zonas metropolitanas en Mxico son la concentracin del 56% de la poblacin total, el 79% de la poblacin urbana y, en cuanto a las actividades econmicas, el 75% del Producto Interno Bruto. Esto implica una transformacin del perfil demogrfico y econmico de Mxico con un carcter metropolitano y sus efectos consecuentes. La condicin esencial de la vida urbana es lograr una alta concentracin de la poblacin para as reducir la distancia del traslado de los insumos y las personas, de las redes de infraestructura y la prestacin de los servicios, con un efecto de proximidad para la gran diversidad de las actividades humanas productivas, sociales y culturales. Paradjicamente, la tendencia generalizada de las metrpolis es un crecimiento generador de concentraciones humanas desmesuradas, con una alta polarizacin de condiciones y nivel de vida que ofrecen. Adicionalmente, al crecer por sobre otras ciudades, circunscripciones o territorios vecinos, la atencin de los problemas y la determinacin de las acciones a realizar mediante una planeacin y gestin urbanas, se ven fragmentadas. Este patrn de ocupacin expandida con nuevas reas implica costos adicionales por la construccin de una infraestructura bsica con baja eficacia en cuanto al tamao de la poblacin atendida y el mantenimiento permanente de los servicios pblicos, as como por los elevados costos de traslado de la poblacin hacia sus centros de actividades. Asimismo, la priorizacin del uso del automvil particular, soslaya el desarrollo de sistemas de transporte pblico insuficientes para satisfacer la demanda de las reas y desplaza sustancialmente el uso de la bicicleta, la calle peatonal, y con ello, al peatn. Una nueva direccin para las polticas metropolitanas Lo anterior exige una renovada concepcin y valoracin para afrontar la cuestin metropolitana. Un primer paso sera establecer como poltica prioritaria un freno a la tendencia de expansin urbana, a fin de recuperar la escala de las relaciones humanas haciendo posible la ubicacin de equipamientos locales dentro de una distancia caminable, incluyendo espacios abiertos y plazas pblicas. Reconocer la necesidad de elevar la densidad poblacional y de la construccin, tanto para el uso habitacional, como para los dems usos, no implica prescindir de reas abiertas y verdes, sino recurrir a soluciones ptimas de diseo arquitectnico y urbano, a travs de un uso ms eficiente del espacio, la variedad en los usos del suelo y la planeacin funcional de las zonas. Actualmente existen sistemas de transporte pblico que responden a las caractersticas viales, topogrficas y econmicas de las ciudades, que pueden articular funcionalmente a la ciudad, principalmente las reas habitacionales y de empleo, con tiempos de traslado saludables y bajo costo, que contribuirn, en un futuro inmediato, a la reduccin de emisin de contaminantes.

Arq. Jos Luis Llovera AbreuArquitecto por la Universidad Autnoma de Yucatn. Tesis en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Tulane, Nueva Orleans. Maestra en Arquitectura en la especialidad de Conservacin. Coordinador de Obras Pblicas, Coordinador de Desarrollo Urbano e Imagen Urbana, Director de Obras de la Coordinacin Estatal de Sitios y Monumentos Histricos del Patrimonio Cultural del Gobierno del Estado de Campeche. Secretario Tcnico de la Asociacin Nacional de Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial A.C. Actualmente es el Director General de Desarrollo Urbano y Suelo adscrito a la Subsecretara de Desarrollo Urbano y Ordenacin del Territorio de la SEDESOL. Ganador del concurso para el diseo arquitectnico del edificio Centro Coordinador Empresarial. Miembro del organismo internacional ICOMOS y editorialista del Diario de Yucatn. Escritor y editor del libro: Voces Paralelas. Ha desarrollado diversos proyectos de diseo, construccin y ampliacin de casas y edificios.

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Desarrollo en Rosarito, Tijuana, B.C. Foto: Alvaro Alve

En el mismo sentido, deben aprovecharse los vacos urbanos que cuentan con infraestructura y servicios pblicos financiados por el erario pblico, con una localizacin favorablemente prxima a otras reas urbanas y dentro del plan de la ciudad. Desde el enfoque normativo, el desarrollo de las zonas metropolitanas exige una planeacin urbana efectiva, donde la regulacin sea el complemento de la estrategia de accin del propio plan de la ciudad concebido como el mejor esquema de funcionamiento urbano de la misma. La competitividad urbana implica la creacin del entorno fsico, tecnolgico, social e institucional idneo para el fomento del desarrollo de las actividades productivas, que a su vez generan la dinmica econmica necesaria para elevar el nivel de vida urbana. Ahora la atencin se dirige tanto a lograr una eficiencia urbana que garantice su desarrollo, como a la atraccin de las inversiones forneas que amplen las actividades productivas, lo que ha llevado a la competencia entre las propias ciudades para atraer mayores inversiones. Esta contienda se ha centrado en una mejor oferta de eficiencia en el funcionamiento urbano para el logro de ciudades con la infraestructura y diversidad de servicios urbanos, educativos, de salud y especialmente de comunicacin, que aseguren la disponibilidad del capital humano, social y financiero requerido para garantizar a corto y mediano plazos el desarrollo de las actividades productivas. Cabe mencionar que para fines de ordenamiento territorial y dinmica econmica, se ha acudido a la planeacin estratgica que promueve un modelo de ciudad acorde a las condiciones territoriales de cada lugar, a partir de la definicin de una estrategia de implementacin de acciones dirigidas a la competitividad en una concepcin ms amplia que el desarrollo econmico. Para su consecucin, es necesario definir la participacin de los diversos actores que hacen la ciudad, cuyos acuerdos son fundamentales para la concrecin de un objetivo comn, determinante para la direccin de la misma.

Procedimiento para la constitucin de Zona Metropolitana Se debern seguir los pasos sealados en la legislacin de cada entidad federativa, que en algunos casos establecen que slo mediante decreto emitido por el gobernador en turno se declara y formaliza la conurbacin, en otros casos mediante los congresos locales. Cuando se trata de una zona conurbada interestatal, se proceder a la firma de un Acuerdo de Conurbacin, donde intervienen: la Federacin a travs de la SEDESOL, los Gobiernos de los Estados y los Municipios involucrados. En l se declara la zona conurbada, se establecen las bases para planear y regular coordinadamente el desarrollo urbano de la misma y, a su vez, se constituye una Comisin de Conurbacin. Esta ltima, ordenada por un reglamento interior, tendr el carcter de permanente y ser integrada por el titular de la SEDESOL como presidente y los gobernadores de los estados involucrados, como vicepresidente y vocal ejecutivo; los delegados de la SEDESOL, de manera colegiada como secretarios tcnicos y los presidentes municipales como vocales. Dentro de las funciones de la Comisin destaca la revisin y aprobacin del Programa de Desarrollo Urbano de la Zona Metropolitana, que es el instrumento legal de planeacin en materia de desarrollo urbano, en el marco del cual debern formularse los programas estratgicos, las prioridades y los proyectos ms importantes. En el caso de la conurbacin interestatal el programa deber ser aprobado por la Comisin de Conurbacin, publicado en el peridico oficial del estado e inscrito en el Registro Pblico de la Propiedad y de Comercio, para tener vigencia legal.

Bibliografa - Cabrero, Enrique, Orihuela, Isela y Ziccardi, Alicia, 2007. Competitividad de las ciudades mexicanas 2007. La nueva agenda de los municipios urbanos. CIDE y SE, 2008. Ciudad de Mxico, Mxico. - Campaign to Protect Rural England. Comunidades compactas y sostenibles. Segunda edicin, noviembre 2006. Inglaterra. - Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos. Ttulo Quinto. De los Estados de la Federacin y del Distrito Federal. Artculo 115. - Diario Oficial, 28 de marzo de 2008. Acuerdo por el que se emiten las Reglas de Operacin del Fondo Metropolitano. Poder Ejecutivo/SHCP 2008. Mxico. , - Duhau, Emilio. Doctrinas de planeacin y gestin del desarrollo urbano; en Los pobres de la ciudad y la tierra. Coedicin del Lincoln Institute of Land Policy y El Colegio Mexiquense, A. C. 2000. Mxico. - Kunz Bolaos, Ignacio. Instrumentos fiscales: elemento fundamental en la implementacin de polticas urbanas; en Instrumentos para el Desarrollo Urbano. PUEC/ UNAM, 2000. Mxico. - Ley General de Asentamientos Humanos. Captulo Cuarto. De las Conurbaciones. - comitecientifico@ciu2008.org

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El Fondo Metropolitano Ante la rpida evolucin metropolitana de Mxico, desde el mbito del Gobierno Federal se defini un esquema de atencin que considera la delimitacin de las zonas metropolitanas que las identifica y clasifica, y a partir del Presupuesto de Egresos de la Federacin para el 2008 se estableci un Fondo Metropolitano con recursos destinados a la mitigacin de la vulnerabilidad o riesgos ante fenmenos naturales, ambientales y los propiciados por la dinmica demogrfica y econmica, as como al desarrollo de estudios, programas, proyectos, acciones y obras pblicas de infraestructura y equipamiento, encaminados a impulsar la competitividad econmica y capacidad productiva de las zonas metropolitanas. El objetivo central es lograr la consolidacin urbana, aprovechando al mximo las ventajas competitivas del funcionamiento regional, urbano y econmico en el territorio metropolitano. Para la asignacin de recursos del Fondo Metropolitano, deber constituirse un Consejo para el Desarrollo Metropolitano, que como rgano colegiado ser el encargado de definir los objetivos y prioridades, las polticas y las estrategias para el desarrollo de cada zona. As, las inver-

siones debern responder a un plan elaborado y acordado de antemano por el Consejo como instancia de inters pblico y beneficio social que de manera permanente, y a partir de la planeacin, la promocin y la gestin del desarrollo, conocer de las necesidades, ventajas y oportunidades en esta escala de anlisis y dar seguimiento a los resultados y avances de las acciones. Para esta funcin se prev que los Consejos puedan derivar de las Comisiones de Conurbacin. Los acuerdos de los Consejos para el Desarrollo Metropolitano debern ser del conocimiento del Ejecutivo Federal, por conducto de la Subsecretara de Desarrollo Urbano y Ordenacin del Territorio de la SEDESOL y del Poder Legislativo Federal representado por la Comisin de Desarrollo Metropolitano de la Cmara de Diputados. La coordinacin y suma de esfuerzos son fundamentales para planear y regular la expansin metropolitana. Este es el reto de la accin gubernamental hacia un futuro inmediato que le exige retomar la planeacin en una dimensin metropolitana y la capacidad para definir polticas de comn acuerdo, as como las estrategias y acciones a desarrollar de manera conjunta, con el objetivo de disminuir las graves diferencias en las condiciones urbanas, a la par de alcanzar la competitividad urbana en un ambiente de gobernabilidad.

Vista area de un sector del rea Metropolitana de la Ciudad de Mxico. Foto: Quade Hermann

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competitividad de las ciudades en MxicoEl grado dE compEtitividad dE las ciudadEs dEpEndE dE la magnitud cuantitativa y cualitativa dE sus dEtErminantEs Econmicos y Estratgicos, EntrE los quE sobrEsalEn: la EficiEncia dEl trabajo y El capital como factorEs dE produccin, la infraEstructura y EquipamiEnto como condicionEs gEnEralEs dE la produccin, la ubicacin gEogrfica, la Estructura Econmica y la dotacin dE amEnidadEs urbanas, la EfEctividad gubErnamEntal, la EstratEgia dE planEacin urbana, la coopEracin EntrE El sEctor pblico y El privado, as como la flExibilidad En las gEstionEs institucionalEs.Dr. Gustavo Garza Villarreal

Por: Dr. Gustavo Garza Villarreal El problema que existe para medir el grado de competitividad de las ciudades en Mxico es determinar qu variables utilizar para cuantificar los diversos determinantes econmicos y estratgicos, as como la tcnica estadstica ms adecuada. El propsito de este breve artculo es sintetizar los estudios existentes del grado de competitividad de las ciudades en Mxico, de lo que se deriva que los resultados deben considerarse con las precauciones del caso pues cualquier sistema taxonmico es siempre relativo. Competitividad de 70 ciudades mexicanas Jaime Sobrino mide la competitividad de las ciudades de Mxico utilizando cinco variables que aplica a 70 ciudades mexicanas que en 2000 tenan ms de 100 mil habitantes, utilizando el anlisis factorial con el mtodo de componentes principales. El resultado muestra que las 15 ciudades ms competitivas del pas entre 1998 y 2003 fueron: Monterrey, Chihuahua, Ciudad de Mxico, Saltillo, Ciudad del Carmen, Aguascalientes, Tijuana, Cancn, Torren, Len, Quertaro, Mexicali, Ciudad Jurez, Hermosillo y Guadalajara (Sobrino, 2009). Competitividad integral de 60 ciudades Cabrero, Orihuela y Ziccardi parten de un universo de 60 ciudades con el fin de cuantificar su grado de competitividad. Por ello entienden la capacidad de los actores gubernamentales, econmicos, sociales y polticos de la ciudad para crear un entorno fsico, tecnolgico, social, ambiental e institucional propicio para atraer y desarrollar Competitividad en 71 ciudades con elevada produccin El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) consider 71 ciudades representativas de todas las entidades federativas y que en su conjunto aportan 80% de la produccin nacional, con las cuales calcul su grado de competitividad. El IMCO define la competitividad urbana como la capacidad de un municipio o zona metropolitana para atraer inversiones (IMCO, 2007: 40). El ndice de competitividad urbana se obtuvo calculando la media ponderada de 10 factores cada uno estimado con una serie de indicadores expresados en valores relativos que hacen un total de 116 variables (IMCO, 2007: 44-51). La construccin del ndice se bas en datos municipales para 2005, fundamentalmente del INEGI. Con todo este andamiaje de ms de un centenar de indicadores, el IMCO considera que las 15 ciudades con mayor productividad en Mxico, de mayor a menor ndice, son: Monterrey, Guadalajara, Chihuahua, Aguascalienactividades econmicas generadoras de riqueza y empleo (Cabrero, Orihuela y Ziccardi, 2007: 3). La jerarqua de las ciudades se obtuvo aplicando la tcnica de anlisis factorial segn cuatro componentes (econmico, sociodemogrfico, urbano-ambiental e institucional), cada uno definido por un grupo de variables. Las 15 ciudades ms competitivas en orden decreciente, resultaron las siguientes: Monterrey, Chihuahua, Ciudad de Mxico, San Lus Potos, Ciudad Jurez, Tijuana, Aguascalientes, Hermosillo, Saltillo, Toluca, Guadalajara, Quertaro, Durango, Mexicali y Reynosa.

Economista por la Facultad de Economa de la Universidad Autnoma de Nuevo Len. Maestra y Doctorado en Economa, planeacin y polticas econmicas, por El Colegio de Mxico, la Universidad de Cambridge, Inglaterra, y la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Investigador en la Universidad de California, San Diego; en el Centro Brasileo de Anlisis y Planeacin (Cebrap), en Sao Paulo, Brasil; en la Universidad de Texas, Austin, E.U.A.; en la Universidad de Cambridge, Inglaterra; y en la London School of Economics and Political Sciences, Inglaterra. Director del Centro de Estudios Demogrficos y de Desarrollo Urbano de El Colegio de Mxico. Director fundador del Instituto de Estudios Urbanos de Nuevo Len. Miembro del panel sobre Dinmica Urbana de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de Amrica. Premio Nacional de Economa, la Medalla Gabino Barreda de la UNAM por la excelencia universitaria en estudios de doctorado y le fue concedida la beca Guggenheim de los Estados Unidos. Conferencista Magistral del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo. Actualmente se encuentra realizando el proyecto de investigacin titulado Estructura y dinmica econmica del sector terciario en la Ciudad de Mxico, 1960-2003, del cual se han publicado: La organizacin espacial del sector servicios en Mxico, (2006). Macroeconoma del sector servicios en la Ciudad de Mxico, 1960-2003 (2008). Evolucin del sector servicios en ciudades y regiones de Mxico (en prensa).

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tes, Reynosa, Mrida, Ciudad Jurez, Manzanillo, Tijuana, Tampico, Len, Torren (La Laguna), Quertaro, La Paz y Zacatecas. Competitividad sistmica en 91 ciudades La consultora Aregional realiza una medicin del ndice de competitividad en 91 ciudades mexicanas, divididas en 55 zonas metropolitanas y 36 ciudades con ms de 100 mil habitantes en 2005. El concepto de competitividad empleado es una adaptacin a escala urbana del concepto de competitividad sistmica elaborado por el Instituto Alemn para el Desarrollo (IAD). La metodologa utilizada fue la elaboracin de un ndice a partir de 84 indicadores. stos se refieren a 29 factores, agrupados en seis niveles de anlisis (empresario, empresa, sector regional, nacional, valores sociales e internacional). El resultado es una jerarqua obtenida con valores globales del ndice y de cada uno de los niveles de anlisis. Sin especificar cuales son los 84 indicadores empleados, ni las fuentes de los datos, las ciudades con los 15 primeros rangos segn competitividad son: Monterrey, Chihuahua, Guadalajara, Quertaro, Mexicali, Cancn, Ciudad de Mxico, Hermosillo, Morelia, Cuernavaca, Veracruz, Saltillo, San Luis Potos, Tampico y Coatzacoalcos.

Competitividad en 32 ciudades segn desempeo gubernamental El Banco Mundial analiz a 31 municipios de la ciudad principal de los correspondientes estados de la repblica y al Distrito Federal, cuyos resultados se consideraron representativos de la ciudad y del Estado. El concepto de competitividad para la atraccin de empresas se centr en el desempeo de los gobiernos locales en materia de proteccin de la propiedad y el tipo de regulaciones econmicas (The World Bank, 2006). El grado de competitividad se construy calculando el promedio de los rangos obtenidos por las ciudades en relacin con el desempeo de los gobiernos locales en cuatro aspectos de su competencia: el tiempo y el dinero necesarios para realizar los procedimientos legales para empezar un negocio y el nivel de complejidad de estos procesos; los procedimientos legales a realizar para registrar la propiedad; la facilidad de obtener crditos; qu tan expedito es lograr el cumplimiento de un contracto. Las ciudades que alcanzaron los 15 primeros rangos, en ese orden, son: Aguascalientes, Celaya, Monterrey, Hermosillo, Campeche, Zacatecas, Quertaro, Morelia, Culiacn, Ciudad de Mxico, Colima, Durango, Saltillo, Chihuahua y Pachuca (The World Bank, 2006). Una jerarqua unificada de competitividad urbana Existe una obvia relatividad en los ejercicios de medicin del grado de competitividad de las ciudades en Mxico, pues los cinco estudios anteriores utilizan diferentes indicadores, aunque se refieren bsicamente a 2005. Considerados en conjunto, sin embargo, es posible derivar la posicin jerrquica de las ciudades segn su competitividad por la frecuencia en la que aparecen en ellos. Se tratara de alcanzar una clasificacin unitaria segn la frecuencia que presenten las primeras 15 ciudades en cada una de las investigaciones en cuestin.

Centro de la ciudad de Chuhuahua. Foto: Ali Eminov

Primer cuadro de la ciudad de Quertaro. Foto: fenix fm

Centro de la ciudad de Monterrey. Foto: APDUNL

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Cuadro 1 Mxico: posicin competitiva de las 15 principales ciudades en los cinco estudios considerados R 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 Ciudad Monterrey Chihuahua Quertaro Aguascalientes Cd. de Mxico Guadalajara Hermosillo Saltillo Tijuana Cd. Jurez Mexicali Cancn S.L. Potos Morelia Reynosa Zacatecas Torren Tampico Durango Celaya Campeche Cd. del Carmen Mrida Manzanillo Culiacn Toluca Cuernavaca Colima Veracruz La Paz Coatzacoalcos Pachuca Sobrino 1 2 11 6 3 15 14 4 7 13 12 8 9 5 Cabrero, et al. 1 2 12 7 3 11 8 9 6 5 14 4 15 13 10 WB 3 14 7 1 10 4 13 8 5 12 2 5 9 11 15 IMCO 1 3 13 4 2 9 7 5 15 12 10 5 8 14 Aregional 1 2 4 7 3 8 12 4 6 13 9 14 10 11 15 Veces 5 5 5 4 4 4 4 4 3 3 3 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Suma 7 23 47 18 23 31 34 38 22 25 30 14 17 17 20 20 21 24 25 2 5 5 5 8 9 10 10 11 11 14 15 15

Fuente: Referencias bibliogrficas.

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Monterrey, Chihuahua y Quertaro son las nicas ciudades de las 15 consideras que aparecen en los cinco estudios, por lo que existe consenso en que son de las ms productivas del pas, aunque no en su rango jerrquico. Sumando los cinco rangos que presentan, Monterrey tiene siete, Chihuahua con 23 y Quertaro con 47, por lo que quedan como las ciudades 1, 2 y 3 relativamente ms productivas (Cuadro 1).

En segundo lugar se tienen las ciudades que aparecen en cuatro de los estudios, ordenadas segn la menor suma de sus rangos: 4, Aguascalientes; 5, Ciudad de Mxico; 6, Guadalajara; 7, Hermosillo; y 8, Saltillo (Cuadro 1). En tercer lugar, se encuentran las que estn clasificadas como las 15 principales segn su competitividad en tres ocasiones, con su correspondiente lugar: 9, Tijuana; 10, Ciudad Jurez y 11, Mexicali (Cuadro 1). Destaca que todas se localizan en la regin Oeste de la frontera Norte de Mxico.

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En cuarto lugar, se tienen ocho ciudades que aparecen nicamente en dos investigaciones, enlistadas segn su ubicacin jerrquica: 12, Cancn; 13, San Lus Potos; 14, Morelia; 15 Reynosa; 16, Zacatecas; 17, Torren; 18 Tampico; y 19 Durango (Cuadro 1). Con la excepcin de Cancn y Morelia, las restantes ciudades son de estados norteos, pero solamente Reynosa est en la franja fronteriza. Finalmente, en quinto lugar, se observan 13 ciudades que nicamente aparecen en uno de los cinco estudios, y la primera se ubica en el 20, Celaya, y la ltima, Pachuca, el 32 (Cuadro 2). El hecho de que 13 ciudades slo hayan sido clasificadas dentro de las 15 ms competitivas por uno de los estudios considerados, evidencia la relatividad de este tipo de ejercicios, por lo que deben considerarse con las precauciones correspondientes. El nmero de ciudades que aparecen ms de tres veces en cada uno de los cinco estudios, as como el rango en la jerarqua de la posicin de cada ciudad, tambin muestra las diferencias entre estas investigaciones. Destaca, en primer lugar, que Sobrino (2009) y Cabrero, Orihuela y Ziccard (2007), tienen cada uno 11 ciudades que apa-

recen tres o ms veces en todos los estudios, esto es, cuatro que no lo hacen. Podran considerarse desde esta perspectiva, como las investigaciones ms consistentes (Cuadro 2). En segundo lugar se encuentra el trabajo de Aregional (2007), con siete ciudades fuera de las de mayor frecuencia y, en tercero, las del IMCO (2007) y The World Bank (2006), en los cuales ocho ciudades quedan en ese caso (Cuadro 2). Existe, por ende, cierta consistencia en los rangos de competitividad de las ciudades en Mxico, siendo posible considerar razonable asignar los lugares que presentan en el Cuadro 1 en el cual Monterrey se ubica en el 1 puesto y Pachuca en el 32. Importa destacar que estas posiciones tienen como marco de referencia los valores nacionales de los diversos indicadores utilizados en los cinco proyectos analizados. Para conocer el grado de competitividad de las ciudades del Pas en el contexto internacional, ser necesario cambiar a los estndares existentes con datos estadsticos de las principales ciudades del mundo.

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Cuadro 2 Mxico: jerarqua de la competitividad de las principales 15 ciudades, segn cinco estudios realizados

Sobrino 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Monterrey Chihuahua Cd. de Mxico Saltillo Cd. del Carmen Aguascalientes Tijuana Cancn Torren Len Quertaro Mexicali Ciudad Jurez Hermosillo Guadalajara

Cabrero, et. al. Monterrey Chihuahua Cd. de Mxico San Luis Potos Ciudad Jurez Tijuana Aguascalientes Hermosillo Saltillo Toluca Guadalajara Quertaro Durango Mexicali Reynosa

I.M.C.O. Monterrey Guadalajara Chihuahua Aguascalientes Reynosa Mrida Ciudad Jurez Manzanillo Tijuana Tampico Len Torren Quertaro La Paz Zacatecas

Aregional Monterrey Chihuahua Guadalajara Quertaro Mexicali Cancn Cd. de Mxico Hermosillo Morelia Cuernavaca Veracruz Saltillo San Lus Potos Tampico Coatzacoalcos

The World Bank Aguascalientes Celaya Monterrey Hermosillo Campeche Zacatecas Quertaro Morelia Culiacn Cd. de Mxico Colima Durango Saltillo Chihuahua Pachuca

Fuente: Referencias bibliogrficas.

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nEcEsitamos urgEntEmEntE innovar En El frEntE dEl gobiErno urbano, puEsto quE las viEjas manEras burocrticas no lo lograrn. Esto Es complEtamEntE una nuEva Era urbana con su partE dE potEncialEs positivos y su partE dE misErias. En nuEstras ciudadEs los dEsafos dEl gobiErno llEgan a sEr concrEtos y urgEntEs. los Estados nacionalEs puEdEn guardar El hablar puEs la dirEccin urbana nEcEsita actuar.

Por: Dra. Saskia Sassen No hay entidad tal como la economa global en el sentido de una economa sin complicaciones y con jerarquas claras. La realidad consiste en un nmero extenso de circuitos globales altamente particulares: algunos son especializados y algunos son mundiales, mientras que otros son regionales. Diferentes circuitos contienen diversos grupos de pases y de ciudades. Por ejemplo, Mumbai es hoy pieza de un circuito global para el desarrollo inmobiliario que incluye las firmas de las ciudades tan diversas como Londres y Bogot. El negociar en materia global commodities como el caf incluye Nueva York y So Paulo como centros neurlgicos importantes. Buenos Aires est en un circuito que negocia globalmente commodities, en un circuito que incluye Chicago y Mumbai. Otros commodities negociados, como oro, mantequilla, caf, aceite, semillas de girasol, se redistribuyen en un nmero extenso de destinaciones, sin importar qu tan escasos sean los puntos de origen en algunos casos. Adicionalmente, el derrumbamiento actual de las instituciones financieras importantes involucra sistemas muy particulares de circuitos globales y por lo tanto no afecta todas las ciudades globales de la misma forma. No solamente las fuerzas econmicas globales alimentan esta proliferacin de circuitos. La migracin, el trabajo cultural, y la lucha de la sociedad civil para preservar los derechos humanos, el ambiente y justicia social, tambin alimentan la formacin y el desarrollo de circuitos globales. De esta manera, las ONGs que luchan para la proteccin de la selva en los circuitos que incluyen Brasil e Indonesia; los centros globales de los medios en Nueva York y Londres, as como los lugares en donde establecen su jefatura las principales compaas forestales y los compradores principales de la madera, son en ciudades tan diversas como Oslo, Londres y Tokio. El otro lado de todas estas tendencias es un aumento del urbanismo de redes globales. Adoptar la perspectiva de una de estas ciudades revela la diversidad y la especificidad de su localizacin en alguno, o muchos, de estos circuitos. Estas geografas inter-ciudad inesperadas comienzan a funcionar como una infraestructura para las formas mltiples de globalizacin. El primer paso es identificar los circuitos globales especficos en los cuales una ciudad est situada. stos variarn de ciudad en ciudad, dependiendo de las fuerzas particulares de cada metrpoli, de la misma forma como las agrupaciones de ciudades varan en cada circuito. Todo esto tambin nos demuestra que, en efecto, s importan las diferencias especializadas de las ciudades, y que haya menos competencia entre ellas y ms de una divisin global o regional de funciones que se reconozca comnmente. Por ejemplo, las economas del conocimiento de So Paulo, Chicago, Monterrey y Shangai comparten una historia larga de mantener sectores de manufactura pesada. Sus historias econmicas son tan especficas que ciudades globales tales como Nueva York y Londres nunca las desarrollaron. De estas diferencias especializadas viene una divisin global de funciones. As, una fbrica de acero, una firma de la explotacin minera, o un fabricante de maquinaria que quieren ser un jugador global, iran a So Paulo, a Shangai, a Monterrey o a Chicago (dependiendo a que pas pertenezca) para sus servicios legales, contables, financieros, de seguros, pronstico econmico, entre otros. No ira a Nueva York o Londres para este servicio altamente particular. El reconocimiento del valor de las diferencias especializadas de ciudades y de las regiones urbanas en la economa global actual, demuestra cmo la historia econmica de un lugar importa para el tipo de economa del conocimiento que una ciudad o una regin termina desarrollando. Esto va contra la opinin comn que la globalizacin homogeneiza economas. Cunto de esta historia econmica profunda vara y depende en parte de los detalles de una economa de la ciudad o de una regin? Importa ms de lo que se asume comnmente, e importa de las maneras que no se reconocen generalmente. La globalizacin homogeneiza estndares, para administrar, para la contabilidad, para construir estndares avanzados en las oficinas, y as sucesivamente. Pero necesita capacidades econmicas especializadas diversas. Las capacidades necesarias para negociar, financiar, mantener, e invertir globalmente requieren ser generadas. No son simplemente un subproducto del poder de firmas multinacionales y de avances en las telecomunicaciones.

Dra. Saskia SassenLicenciada en filosofa y en ciencias polticas en la Universidad de Buenos Aires. Maestra, doctorado y posdoctorado en sociologa, economa y filosofa, por la Universidad de Notre Dame, Indiana, E.U.A., la Universidad de Poitiers, Francia, y la Universidad de Harvard, E.U.A. Su investigacin y escritos se centran en los temas de la globalizacin (incluyendo dimensiones sociales, econmicas y polticas), la inmigracin, ciudades globales (incluyendo ciudades y terrorismo), las nuevas tecnologas conectadas a una red, y cambios dentro del estado liberal que son resultado de las condiciones transnacionales actuales. Ha publicado diversos libros: Territorio, Autoridad, Derechos: Hacia nuevos ensamblajes globales (2008), Una Sociologa de la Globalizacin (2007), La Globalizacin y sus Espectros (2004), La Ciudad Global (1999) y La Movilidad del Trabajo y del Capital (1993). Sus libros han sido traducidos en 16 idiomas. Reconocimientos, como Doctor Honoris causa de la Universidad Delft (Pases Bajos). Primer premio de ex-alumno distinguido graduado de la Universidad de Notre Dame. Primer premio de Mentor de Futuro de la Universidad de Chicago. Profesora de Sociologa y Miembro del Comit sobre Pensamiento Global (Committee on Global Thought ) en la Universidad de Columbia, Nueva York, y profesora visitante en la London School of Economics, Inglaterra. Conferencista Magistral del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo.

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Las diferencias especializadas de las ciudades globales

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La ciudad global es una plataforma para producir estos tipos de capacidades globales, aun cuando se requiere una gran cantidad de firmas extranjeras, como es el caso en las ciudades tan diversas como Beijing y Buenos Aires. Cada una de las 70 ciudades globales principales y de mayor y menor importancia en el mundo contribuye a la produccin de estas capacidades en su pas de origen, de tal modo que funcionan como puente entre su economa nacional y la economa global. En esta geografa interconectada de la multi-ciudad, la mayor parte de las 250,000 corporaciones multinacionales en el mundo han mantenido sus oficinas generales en sus pases de origen, sin importar los nmeros extensos de afiliados, subsidiarias o sitios ubicados fuera de su ciudad origen que pueden tener alrededor del planeta. Como muestra estn las multinacionales latinoamericanas amplindose a operaciones regionales y globales. Brasil tiene ms de 1,200 firmas multinacionales, la mayor concentracin para la regin, y la mayora de las cuales han mantenido sus oficinas centrales en casa con una concentracin muy fuerte en Sao Paulo. Dentro de una regin extensa y tan diversa como Latinoamrica es claro que varias ciudades funcionan como los centros neurlgicos dominantes y cada uno representa una mezcla distintiva de fuerzas. En el nivel superior encontramos So Paulo, Ciudad de Mxico y Santiago, y en un segundo escalafn Buenos Aires, Bogot, Caracas, Montevideo, Monterrey, Quito y Lima. Finalmente, hay una economa latinoamericana global del espacio que incluye ciudades fuera de la regin geogrfica: Miami y Madrid son prominentes en este espacio. Por ejemplo, los 20 bancos ms importantes cuyas oficinas centrales estn establecidas en Centroamrica tienen ms de 200 ligas correspondientes con Miami, comparadas con slo 35 con Nueva York. En una encuesta que pregunta a los negocios en Latinoamrica Cul es la mejor ciudad para hacer negocios en Latinoamrica?, Amrica Economa encontr que Miami apareci regularmente en las respuestas.LAS MEJORES CIUDADES LATINOAMERICANAS PARA HACER NEGOCIO1 Ranking 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 ... 24 25 26 27 28 Indicador 1: Ambiente Econmico y Comercio Santiago Kuala Lumpur Budapest Bangkok Johannesburg Cape Town Durban Tunis Warsaw Shanghai Beijing Guangzhou Shenzhen Xiamen Chengdu ... Harbin Ciudad de Mxico Monterrey Montevideo Sofa

El otro lado de esta dinmica radica en que para que una firma se haga global tiene que colocar sus pies en las ciudades mltiples que funcionan como puntos de entrada en economas nacionales. Esta capacidad de tener puentes es crtica: los mltiples circuitos que conectan las ciudades globales importantes y las de menor importancia son la infraestructura viva de la economa global. Esto indica que las ciudades no compiten simplemente entre s. Una firma global no desea una ciudad global, aunque sea la mejor del mundo. Diversos grupos de ciudades sern deseables, incluso aunque tengan aspectos negativos serios. Esto ayuda a explicar por qu no hay ciudad global perfecta y por eso la fase global hoy no funciona a travs de un capital global imperial que lo tenga todo. Un estudio amplio de 75 ciudades clasifica las ciudades superiores para el comercio mundial. Ninguna de ellas clasifica en lo ms alto en todos los 100 factores y ninguna consigue la cuenta perfecta de 100 en algn indicador.GRADUACIN DE LAS CIUDADES PARA EL COMERCIO MUNDIAL2 Ranking 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 ... 30 31 32 33 34 Dimensin 2: Crecimiento Econmico y Desarrollo Shanghai Beijing Shenzhen Chongqing Tianjin Guangzhou Xian Harbin Hangzhou Wuhan Chengdu Nanjing Dalian Qingdao Xiamn ... Coimbatore Sao Paulo Monterrey Beirut Ro de Janeiro

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Tablas: Saskia Sassen (Columbia University). Mastercard Worldwide Centers of Commerce Report 2008.

Londres y Nueva York, dos ciudades globales por excelencia, fueron calificadas bajas en varios aspectos, y ninguna de ellas aparece entre las lderes para comenzar o cerrar un negocio. Si consideramos una variable crtica la facilidad de hacer negocios parte de la cual es facilidad de entrada o salida de un negocio, Londres se ubica 43 y Nueva York 56. Tal vez ms sorpresivo es el hecho de que Londres est en el lugar 37 en la variable aplicacin del contrato y 21 en la proteccin del inversionista. Singapur es la ciudad que logra el nmero uno en lo referente a las tres variables. Menos sorprendente es que Nueva York est en la posicin 34 en la variable calidad de vida: salud y seguridad. En el sur global, las ciudades como Mumbai y So Paulo estn en el grupo superior para los servicios financieros y econmicos, pero son ubicadas bajo en su cuenta total por sus calificaciones en los factores relacionados con la facilidad de hacer negocio y calidad de vida, dados sus niveles especialmente bajos del bienestar para los sectores extensos de la poblacin.

1- Esta lista de las ciudades latinoamericanas para hacer negocio ubica la competitividad urbana segn lo medido por un compuesto de los indicadores que comparan la capacidad de una ciudad de atraer y de mantener a compaas para hacer negocio en su ciudad. Fue preparado por Amrica Economa y analiza las estructuras econmicas de cada ciudad, las ventajas geoestratgicas, las industrias de servicio disponibles para los negocios, capital intelectual y humano y los servicios para los ejecutivos. 2- El estudio recientemente lanzado en 2008 Estudio Mastercard de Centros de Comercio Global compila 100 factores que cubren una gama muy amplia de condiciones, de factores del macronivel como marcos polticos y jurdicos, hasta detalles cmo si es fcil ejecutar una operacin de importacin o exportacin, cuntos das toma para abrir y para cerrar una firma, qu tan bien es la calidad de vida y el reconocimiento global de una ciudad.

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En este nmero creciente de ciudades globales y sus diferencias vemos la historia ms grande de un cambio a un mundo multi-polar. La prdida de posicin de las ciudades de los Estados Unidos comparadas con el estudio de 2006 es parte de este cambio: Los ngeles ha cado del 10 al 17, y Boston del 12 al 23, mientras que las ciudades europeas y asiticas se ubicaron en las filas superiores: Notablemente Madrid pas del 17 al 11. Estos cambios dan contexto a la prdida de posicin de los Estados Unidos como el poder econmico y militar dominante. No es que los Estados Unidos sea repentinamente ms pobre, lo que sucede es que se estn levantando otras regiones del mundo y hay factores mltiples que alimentan estas fuerzas econmicas, polticas y culturales multi-localizadas. Mientras mucho se ha dicho sobre la economa global que homogeneizaba las economas nacionales, estos hechos realmente apuntan en la direccin opuesta: diversas ciudades tienen diversas fuerzas. Las firmas globales y sus mercados, pero tambin las empresas culturales, desean ms ciudades globales, porque de esta manera expanden su plataforma global de operaciones y porque cada una es un puente entre lo global y las particularidades de las economas nacionales y de cada sociedad en particular. Esto tambin subraya que las ciudades globales se construyen, desarrollan y hacen. La reconstruccin de reas centrales que est ocurriendo en todas estas ciudades, ya sea en el centro, en sus bordes o en ambas reas, es parte de este nuevo papel econmico. La reconstruccin de las partes dominantes de estas ciudades como plataformas para un crecimiento de actividades y flujos globales, en aspectos econmicos, culturales o polticos, tambin explican por qu la arquitectura, el diseo urbano y la planeacin urbana se han vuelto ms importantes y visibles en las dos dcadas pasadas. Tambin explica la competencia cada vez mayor por el espacio en estas ciudades y la aparicin de un nuevo tipo de poltica centrada en el derecho de la ciudad.

Determinar si todo esto es bueno o malo para el tejido social ms grande de estas ciudades y de sus Pases es una cuestin compleja y tema de muchas discusiones. Pero el hecho de que las firmas globales necesitan ciudades, y de hecho grupos de ciudades, debe permitir a la direccin poltica, corporativa y cvica en esas ciudades tener la capacidad de negociar ms ventajas para sus ciudades por parte de las firmas globales. Esto podra conducir a resultados positivos totales si las clases que gobiernan pueden considerar que estas funciones econmicas globales crecern mejor en un contexto de una clase media fuerte y prspera. Las ciudades globales europeas han hecho ms que las de los Estados Unidos precisamente por esa razn3. Finalmente, mi panorama ms pesimista es que el conflicto ahora est ligado con el espacio urbano por s mismo, en parte debido a la desubicacin y las polticas que resultan para el espacio. En algunas ciudades, por ejemplo Nueva York y Los ngeles, esto toma la forma de criminalidad y sobre todo de una violencia pequea difusa de delitos comunes. En otras ciudades, las europeas, pero tambin el creciente Shanghai, toma la forma de nuevo racismo que puede conducir a la violencia fsica. El comercio de las drogas ha traido su propia clase de violencia en el tejido urbano de las ciudades de Mxico, de Tijuana a la capital. Pero en otras, quizs Sao Paulo o Ro de Janeiro, en su extremo, toma la forma de guerra urbana espordica, incluyendo la guerra en el espacio de las prisiones. En mi opinin necesitamos urgentemente innovar en el frente del gobierno urbano, puesto que las viejas maneras burocrticas no lo lograrn. Esto es completamente una nueva era urbana con su parte de potenciales positivos y su parte de miserias. En nuestras ciudades los desafos del gobierno llegan a ser concretos y urgentes. Los estados nacionales pueden guardar el hablar pues la direccin urbana necesita actuar.

Shanghai, China. Foto: Linconl B.

Manhattan, Nueva York. Foto: David Robert Bliwas3- Para una de las cuentas ms detalladas en cuatro favelas en Sao Paulo y cmo estn conectados con las nuevas tendencias econmicas vea el captulo de Simone Buechler Descifrar lo global: Sus escalas, espacios y temas (Routledge 2007).

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hacia una poltica integral de suelo urbano para la regin metropolitana de Monterrey1montErrEy y su rEgin mEtropolitana atraviEsan por una crisis dE ordEn urbano quE impactar su futuro inmEdiato, su compEtitividad industrial y logstica, y la calidad dE vida dE la poblacin. los planEs dE dEsarrollo urbano ExistEntEs Estn rEbasados, dEbido, fundamEntalmEntE, a quE no son rEspEtados por autoridadEs municipalEs y dEsarrolladorEs urbanos. Es urgEntE rEactivar los instrumEntos dE planEacin, dotndolos dE