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1. Nuestras raíces. Nuestra elección. Nuestra vocación. En este primer día oremos por toda la Iglesia Canto P Dios, que ha suscitado en la Iglesia a san Jerónimo Emiliani como padre de los huérfanos, T nos conceda a todos un corazón grande para amar y servir. Iluminación “Dios nos consagra, en su amor de predilección, llamándonos al seguimiento de su Hijo en la Congregación Somasca, a fin de renovar en nosotros el don de gracia otorgado a san Jerónimo” (CCRR 6). “A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de Cristo ( Ef 4, 7).

La vida consagrada es un don del Señor: Él nos ha llamado, Él nos ha elegido, Él nos ha enviado.

“No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca” (Jn 15,16).

“Él nos eligió en la Persona de Cristo –antes de crear al mundo- para que fuésemos consagrados e irreprochables ante él por el amor” (Ef 1, 4).

El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia y es el alma de “la humilde Congregación de los religiosos somascos”: ésta es su obra, para la cual se ha servido de san Jerónimo Emiliani, como instrumento. Así como la Congregación somasca es una obra de la Iglesia y para la Iglesia, así también cada religioso somasco es un miembro vivo de la Iglesia, animado por el Espíritu Santo, el cual actúa en

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nosotros para que vivamos nuestra vida conforme a la vocación divina. “La consagración religiosa nos inserta con un nuevo título en el misterio de la Iglesia, pueblo de Dios y Templo del Espíritu Santo. Hagámonos, pues, más sensibles a sus necesidades, fieles a las directivas de sus pastores y diligentes para que Cristo continuamente renueve en ella la santidad de los tiempos apostólicos” (CCRR 7).

“Queridos hermanos: acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado” (1P 2,4-6).

“Vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable” (1P 2,9).

Oración Himno a san Jerónimo Elevemos todos cantos y alabanzas a Padre Jerónimo, santo esclarecido, a quien Dios bondadoso ha predestinado como Padre del huérfano. La Virgen María visita la cárcel, rompe las cadenas del Emiliani, lo cubre con su manto ante los peligros, lo suelta renovado.

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Desde aquel día, fiel a sus promesas, su vida renueva imitando a Cristo; acoge en su casa, con amor de padre, a todo niño huérfano. Obras y milagros, que tan numerosos, hizo en su vida, sigue renovando; concede, desde el cielo, a quienes le invocan gracias y bendiciones. Tras su santa muerte, su misión se extiende, pues los hijos suyos, fieles seguidores, imitan sus ejemplos en el mundo entero, sirviendo a quienes sufren. Todos te alaben, Dios Uno y Trino, y Tú, bondadoso, dona a la Iglesia discípulos que sigan a Padre Jerónimo con corazón de padres. Amén. Invocaciones P Por la intercesión de san Jerónimo, invoquemos el don del Espíritu Santo sobre toda la Iglesia, para que se renueve como en Pentecostés, y digamos: Que tu Iglesia, oh Santo Espíritu, resplandezca como en los tiempos de tus apóstoles.

Por el Papa Francisco, pastor universal de la Iglesia: que, con su vida y su palabra, refleje el rostro bondadoso de Cristo.

Por los obispos, pastores de la Iglesia en todo el mundo: que, en unión con el Papa, sigan las huellas de los apóstoles.

Por nuestra Provincia Andina, que celebra 50 años de presencia somasca en Colombia: para que todos sus miembros, a ejemplo de

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san Jerónimo, nos comprometamos en ser fieles a nuestra vocación de servicio a la juventud.

Por todos los sacerdotes y diáconos: que sean testigos del Evangelio de Jesús en las distintas actividades apostólicas.

Por todas las religiosas y los grupos apostólicos: que, con el testimonio de su vida, sean luz del mundo y sal de la tierra.

Por los padres de familia, los maestros, profesores y catequistas: que, imitando a san Jerónimo, sean buenos educadores de la juventud.

Por los cristianos comprometidos con la Iglesia: que, siguiendo los ejemplos de san Jerónimo, con su vida sean testigos de Cristo en la sociedad actual.

Por los jóvenes y niños: que, educados por sus padres y maestros, se vuelvan entusiastas discípulos de Jesús.

P Padre nuestro… Acción La comunidad toma un compromiso común para animar y fortalecer su vida religiosa. Bendición P Por la intercesión de san Jerónimo Emiliani, nos bendiga Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo. T Amén. Canto

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2. “Convertido a Dios” En este segundo día oremos por nuestras Comunidades Somascas

Canto P Jesús, quien nos invita: “Convertíos y creed el Evangelio”, T nos conceda la gracia de una sincera purificación y renovación. Iluminación

“Convertido a Dios”: toda conversión es obra del amor de Dios. “Llevamos este tesoro en vasos de barro para que aparezca que la extraordinaria grandeza del poder es de Dios y que no viene de nosotros” (2Co 4, 7). “Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne. Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu y el espíritu contrarias a la carne” (Ga 5, 16-17).

“Por intercesión de la Virgen María”: así como María en las bodas de Caná intercede por el bien de los esposos, así también intercede por el bien de nuestra Congregación. Siempre Ella nos repetirá las palabras dirigidas a los esposos de Caná: “Haced todo lo que él os diga” (Jn 2, 5)

“Seguir el camino del Crucificado”: la vida cristiana, pero sobre todo la vida consagrada está marcada por la Cruz. “Si uno quiere ser discípulo mío, niéguese a sí mismo, cargue su cruz, y sígame”(Mc 8, 34).

“Imitar a Cristo, su Maestro”: es el mismo Jesús quien nos invita a imitarlo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29).

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“Se hizo pobre”: Dios ha mirado la humildad de la Virgen María y la ha elevado a la dignidad y grandeza de ser su Madre; miró la humildad de Jerónimo para que reconociésemos que su obra es obra de Dios. Jerónimo no sólo ayudó a los pobres, se hizo como uno de ellos, imitando a Jesús que se hizo uno de nosotros: “Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos” (Flp 2 6-7).

Anónimo “El siervo de Dios, purificado de sus culpas y de malos hábitos, había alcanzado un santo dominio de sí mismo; a él, como nuevo soldado de Cristo, la bondad divina le preparó una oportunidad maravillosa de imitar a su Capitán y de ganarse el cielo” (An 6, 8). Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Elevemos nuestra oración a Dios, Padre bondadoso, para que conceda a nuestras Comunidades religiosas somascas ese espíritu de servicio que animaba a san Jerónimo Emiliani. A cada intención contestemos: Señor, enséñanos a servir, como Padre Jerónimo.

Por la Iglesia extendida por todo el mundo: que, siguiendo el ejemplo de Jesús, salga al encuentro de todos los hombres y mujeres, particularmente de los más alejados.

Por el p. Franco Moscone, Prepósito general y su Consejo: que, fieles a la misión que han recibido, nos ayuden a vivir nuestra vocación religiosa, imitando los ejemplos del santo Fundador.

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Por nuestra Provincia Andina que celebra 50 años de labores somascas en Colombia: para que todos sus miembros, imitando a san Jerónimo, seamos fieles a los compromisos de servir a la juventud.

Por nuestros superiores provinciales y sus consejos: que, reflejando en sus vidas el amor de san Jerónimo, sepan animar a sus cohermanos a vivir su vocación con entusiasmo y fidelidad.

Por los superiores de nuestras comunidades: que sostengan a los cohermanos a vivir su vocación como una respuesta de amor a Cristo.

Por nuestra amada Congregación Somasca: que todos sus miembros seamos fieles al carisma del Santo Fundador y con humildad y caridad ayudemos a quienes sufren.

Por las distintas Comunidades religiosas somascas: que, imitando los ejemplos del Santo Fundador, socorran con bondad y amor a cuantos imploran ayuda.

Por cada uno de nosotros los religiosos Somascos: que seamos buenos samaritanos en salir al encuentro de muchos hermanos y hermanas nuestros que sufren

Por todas las comunidades religiosas que se inspiran al carisma de san Jerónimo: que todos sus miembros se vuelvan mensajeros de misericordia y atiendan a quienes invocan su ayuda.

Por todos nuestros cohermanos: que, siendo fieles a nuestro compromiso de entrega a Cristo, atraigamos a otros a ser discípulos de Jesús, imitando a san Jerónimo.

P Padre nuestro…

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Acción La comunidad toma un compromiso común para animar y fortalecer su vida religiosa. Bendición P Por la intercesión de san Jerónimo Emiliani, nos bendiga Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo. T Amén. Canto

Los amaba con

corazón

de Padre;

les servía

con la ternura

de una Madre;

y los acogía

imitando a su

“Maestro”

Cristo Jesús

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3. “Movido por la caridad divina, contagió” En este tercer día oremos por todos los niños y jóvenes Canto P Dios, quien en su amor, nos eleva a la dignidad de hijos suyos, T nos dé la gracia de amarnos los unos a los otros. Iluminación “Movido, por la caridad divina, contagió a otros hombres, quienes, por amor al Evangelio, se ofrecieron, junto con él, a Cristo” (CCRR 1).

“Movido por la caridad divina”: la vida cristiana y sobre todo la vida consagrada se comprende sólo a la luz del amor: “Que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos” (Jn 17, 26).

“Contagió a otros hombres”: cada cristiano ha de ser un imán para atraer no a sí mismo sino a Jesús. Jesús llama a los primeros discípulos y ellos, dejándolo todo, lo siguieron. A los dos primeros discípulos, Jesús les dice: “Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquél día” (Jn 1, 39).

Los apóstoles Andrés y Felipe invitan a otros a seguir a Jesús. “(Andrés) halló primero a su hermano Simón, y le dijo: -Hemos hallado al Mesías. Y le trajo a Jesús” (Jn 1, 41-42). “Felipe encontró a Natanael, y le dijo: -Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el Hijo de José, de Nazaret-“ (Jn 1, 45).

“Por amor al Evangelio”: es decir por amor a Cristo. Somos auténtico religiosos Somascos, cuando, como san Jerónimo, optamos por Cristo y lo seguimos. El Evangelio, por ser Palabra divina y no palabra humana, siempre sacude, interroga, cuestiona.

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“Se ofrecieron, junto con él a Cristo”: la meta siempre es Cristo. La verdadera promoción vocacional es orientar los jóvenes a Cristo. Imitemos el ejemplo de la mujer samaritana: “La mujer entonces dejó el cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente: -Venid ya ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será éste el Mesías?- Salieron del pueblo y se pusieron en camino donde estaba Él” (Jn 4, 28-29).

Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Elevemos nuestra oración al Padre Celestial, por la intercesión de san Jerónimo, invocando su bendición y protección sobre todos nuestros niños y jóvenes. A cada intención contestemos: Concédeles, Señor, educadores prudentes y sabios.

Por todos los niños y jóvenes del mundo: que sepan reconocer que Dios es Padre de bondad y quiere lo mejor para cada uno de ellos.

Por los niños y jóvenes animados por grandes ideales: que hagan de su vida un servicio de bondad a favor de quienes padecen dificultades.

Por los niños y los jóvenes confiados a nuestras actividades apostólicas: que, siguiendo los ejemplos de san Jerónimo, nos comprometamos en educarlos de acuerdo a los valores cristianos.

Por los niños y jóvenes entusiastas de la vida: que acepten a Jesús como su Amigo y Salvador, a María como Madre y a la Iglesia como maestra que los educa.

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Por los niños y jóvenes sin rumbo ni esperanza: que, guiados por sus padres, maestros y catequistas, encuentren el camino que los lleva a recuperar su propia identidad.

Por los niños y jóvenes enfermos: que confíen en la protección de Jesús, que pasó haciendo el bien y sanando a todos.

Por los niños y jóvenes esclavos de la droga, del alcoholismo y de la pornografía: que confiando en la ayuda de quienes les presta su auxilio, salgan victorioso de sus males.

Por nuestra Provincia Andina que, en estos 50 años, imitando a san Jerónimo, ha servido a los más pobres: para que religiosos y laicos, a ejemplo de san Jerónimo, renovemos nuestra disponibilidad de servir a los más pobres.


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4. Nuestro estilo de vida En este cuarto día oremos por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Canto P Jesús que prometió: “Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, T nos conceda la gracia de vivir en fraternidad. Iluminación “Para responder a su amor con el nuestro, nos ofrecemos, libre y totalmente, a Cristo; en él sólo confiamos y dóciles a su espíritu, nos proponemos vivir según los consejos evangélicos, en comunión fraterna, al servicio de los pobres” (CCRR 6). Tres palabras: entrega a Cristo, comunión fraterna, servicio a los pobres.

“Nuestro apostolado será tanto más eficaz cuanto más unidos estemos a Cristo Señor” (CCRR 72).

“Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5). “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Flp 4, 13).

“Dios no realiza sus obras en aquellos que no han depositado toda su fe y esperanza en Él solo, en cambio, a aquellos que tienen gran fe y esperanza los ha colmado de caridad y ha realizado grandes obras en ellos” (2C 6).

“Amándonos con la misma caridad con la que Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, formamos en Él un solo corazón y una sola alma” (CCRR 26).

“Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 13, 34-35).

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“Vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave olor” (Ef 5,2). “En el grupo de los creyentes, todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenían” (Hch 4,32).

“Nuestra Congregación, que ha nacido para servir a los huérfanos, persevera con amor y solicitud en esta misión, herencia del Santo Fundador” (CCRR 73).

Anónimo “Exhortaba a todos a seguir al Crucificado, a despreciar el mundo, amarse mutuamente, a cuidar de los pobres y repetía que Dios jamás abandona a quien hace tales obras” (An 15, 8).

Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Elevemos nuestra oración a Jesús, el Buen Pastor, para que conceda a su Iglesia santas y numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas. A cada intención digamos: Danos, oh Jesús, sacerdotes y religiosos santos.

Por la Iglesia: que proclame con valor a todo el mundo que Dios es Amor y que quiere que todos nos amemos como una sola familia.

Por nuestra Provincia Andina que, a lo largo de 50 años, ha hecho presente el carisma de san Jerónimo en Colombia: para que, a ejemplo de san Jerónimo, todos nosotros descubramos la voluntad de Dios siendo atentos a los signos de los tiempos.

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Por los jóvenes que se preparan al sacerdocio: que, siguiendo e imitando a Jesús el Buen Pastor, sean entusiastas de su vocación y hagan de su vida un servicio de amor.

Por todos los sacerdotes del mundo: que, dichosos de su vocación, sepan iluminar a los demás anunciando con valor y bondad el Evangelio de Jesús.

Por nosotros religiosos Somascos: que, imitando a san Jerónimo, vivamos con entusiasmo nuestra consagración a Cristo al servicio de los niños y jóvenes desamparados.

Por todos los religiosos y las religiosas del mundo: que, fieles al carisma de su fundador, vivan dichosos su consagración a Cristo, y sean mensajeros de caridad para los demás, particularmente para los pobres.

Por los sacerdotes y religiosos enfermos: que, uniendo sus sufrimientos a Cristo, oren y ofrezcan sus dolores por la salvación de los pecadores.

Por los sacerdotes, religiosos y religiosas: Jesús, quien los ha llamado a seguirlo, sea su premio y corona en esta vida y en la eterna.


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5. “Viven en comunidad” En este quinto día oremos pos todos los enfermos. Canto P Oh Jesús, Tú que has manifestado tu ternura hacia todos los enfermos, T danos esa sensibilidad para socorrer a quienes sufren. Iluminación “Siguiendo el ejemplo de Jesús y sus discípulos, sus miembros viven en comunidad y lo ponen todo en común” (CCRR 4). “Con la gracia de la vocación Dios nos reúne para que vivamos en común como nueva familia de fe” (CCRR 26).

El amor es el cimiento de toda comunidad, de toda familia. Sin amor no hay comunidad, no hay familia.

“En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13,35). “En el grupo de los creyentes, todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenían” (Hch 4, 32). “A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama tiene cumplido el resto de la ley” (Rm 13, 8). “Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz” (Ef 4, 2-3).

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“Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón” (Col 3, 12-14).

Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Hermanos, invoquemos a Dios nuestro Padre, que cura nuestras enfermedades, sana nuestra vida y nos acoge a todos con amor. Digamos todos: Oh Jesús, pasa tu mano divina sobre nuestros hermanos enfermos.

Por la Iglesia: que siga los pasos de Jesús que nos vino a librar del poder del mal, y pasó entre nosotros curando y sanando a todos.

Por nuestra Provincia Andina, que a lo largo de estos 50 años, ha sembrado caridad y amor a favor de los pobres en Colombia: para que todos nosotros, fieles a nuestra vocación de “siervos de los pobres”, seamos disponibles para servir a los más humildes, imitando a san Jerónimo.

Por nuestros cohermanos enfermos y los que sufren: que, imitando los ejemplos de san Jerónimo, nos pongamos a servicio de ellos y les acompañemos en su dolor.

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Por los que, como Job, pasan sus días sin esperanza, en la incomprensión, la injusticia y el dolor: que acudan a Jesús, el Médico divino, quien sana de todo mal.

Por los médicos, paramédicos y los que cuidan de los enfermos: que reconozcan el rostro de Cristo en cada hermano o hermana que sufre.

Por los enfermos solos y abandonados: que salgamos a su encuentro con la bondad y el cariño de san Jerónimo, nuestro Padre.

Por nosotros: que experimentemos en nuestro corazón la urgencia de llevar a Cristo, fortaleza y esperanza para nuestros hermanos enfermos.


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6. “Perseveran unánimes en la oración y en las obras”

En este sexto día oremos pos todos los presos Canto P Oh Jesús, Tú que nos has llamado a seguirte para servir a los pequeños, T danos un corazón grande para amarte y servirte. Iluminación “Perseveran unánimes en la oración y en las obras…” (CCRR 4).

“Al ardor de las obras, le unimos una intensa vida de oración…Perseverando unánimes en la oración, vivimos confiados en el Señor y, llenos de su paz, caminamos en la verdad por su santa vía” (CCRR 43).

“Os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamada y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca halla; y al que llama se le abre” (Lc 11, 9).

“Cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensa” (Mc 8, 25-26).

“Os digo que si tuvierais fe, y no dudareis,…si a este monte dijereis: quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mt 21, 21-22).

“Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones (Hch 2,42).

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“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Ef 6, 18).

San Jerónimo “Que sean asiduos en la oración ante el Crucificado, rogándole que les quiera abrir los ojos de su ceguera y suplicándole misericordia” (6C 13). Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Oh Jesús, Te encomendamos hoy, con afecto, a todos nuestros hermanos y hermanas presos, recordando tu palabra “estaba en la cárcel y vinisteis a visitarme”, e invocamos tu protección sobre cada uno de ellos, diciendo: Oh Jesús, acompaña con tu presencia a quienes sufren.

Por la Iglesia: que, animada por las palabras de Jesús, se acerque a todos los que sufren en las cárceles y les brinde consuelo y protección.

Por nuestra Provincia Andina, que en estos 50 años ha servido con amor a los pobres: para que el Señor nos conceda almas generosas que quieran entregar su vida por el bien de la juventud, siguiendo los ejemplos de san Jerónimo.

Por los encarcelados abandonados y solos: que la Virgen María y san Jerónimo, con su protección, les ayuden a afrontar su situación y a recuperar la esperanza.

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Por los encarcelados: que vivan estos momentos con el propósito de purificarse y renovarse, así que puedan volver a la libertad y ser ciudadanos comprometidos.

Por las familias de los presos: que, en su dolor, experimente el sostén y el apoyo de nuestra oración y nuestra caridad fraterna.

Por quienes viven esclavos de sí mismos: que, imitando a san Jerónimo, con la gracia de Dios y la protección de la Virgen María, rompan sus cadenas y vuelva a recuperar su libertad interior.

Por quienes están encadenados por sus pasiones: que, con confianza, acudan al corazón de Jesús quien los puede liberar y devolverlos a la libertad.

Por quienes sufren injustamente en las cárceles: que el Señor les conceda fortaleza y esperanza en su dolor.


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7. “Tienden a la perfección de la caridad” En este séptimo día oremos por nuestras Parroquias y los Movimientos apostólicos.

Canto P El Señor que nos ha llamado a vivir en fraternidad T nos conceda un corazón renovado para amarnos los unos a los otros. Iluminación “Tienden a la perfección de la caridad con humildad de corazón, mansedumbre y benignidad” (CCRR 4). “Por medio del amor fraterno, que se alimenta en el misterio de la Eucaristía, la comunidad permanece con Cristo, se enriquece con sus mismos sentimientos y vive en cristiana Leticia” (CCRR 34). “Con gran caridad nos acogemos y perdonamos, y rezamos los unos por los otros” (CCRR 35). “Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto” (Mt 5, 48).

La auténtica perfección es imitar el amor del Padre Celestial, el amor de Dios, pues “Dios es amor” (1Jn 4,8). Jesús nos da un mandamiento nuevo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn13, 34).

La señal por la que nos identificamos como cristianos es el amor: “En esto conocerán todos que sois discípulos míos, si os mamáis los unos a los otros” (Jn 13, 35).

Por eso los primeros cristianos se identificaban por el amor: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma” (Hch 4, 32).

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“¿No saben que se han ofrecido a Cristo y están en su casa y comen de su pan y se hacen llamar siervos de los pobres de Cristo” (6C 6 de san Jerónimo). Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Padre Celestial, Te damos gracias hoy por todos los miembros de los movimientos apostólicos que están más comprometidos con la obra de la Iglesia. A cada intención contestemos: Bendice, Señor, a quienes trabajan en la Iglesia para tu gloria.

Por el Papa Francisco: que, con su ejemplo y su palabra, anime a todos los miembros de los movimientos apostólicos y los sostenga en sus actividades.

Por nuestra Provincia Andina: para que, al cumplir 5O años de servicio somasco en Colombia, renovemos nuestros entusiasmo y atraigamos a otros a discípulos de Cristo, a ejemplo de san Jerónimo.

Por los distintos movimientos apostólicos de la Iglesia: que, con sus actividades, sean luz del mundo y sal de la tierra en todos los ambientes.

Por todos los catequistas de nuestras parroquias: que, fieles a la doctrina de la Iglesia, sepan educar cristianamente a nuestros niños y jóvenes.

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Por los laicos vinculados a las actividades somascas: que, imitando los ejemplos de san Jerónimo, sepan servir con amor y humildad a los más necesitados.

Por los educadores laicos que trabajan en nuestras instituciones: que imiten la bondad y la humildad de san Jerónimo en la misión de ser educadores de la juventud.

Por los maestros y profesionales de nuestras instituciones: que reconozcan que todo alumno es hijo de Dios y les ayuden a educarse de acuerdo a los principios del Evangelio.

Por todos los humildes empleados de nuestras instituciones: que sepamos reconocer sus sacrificios y se los agradezcamos de corazón.


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8. “Amando la pobreza y el trabajo”

En este octavo día oremos por nuestros cohermanos difuntos. Canto P Dios Padre, que proclamó “dichosos los pobres en el espíritu”, T nos conceda confiar siempre en su divina Providencia. Iluminación “Fieles al ejemplo de san Jerónimo y de sus primeros compañeros, que se llamaban “Siervos de los Pobres” y ofrecían su vida para alivio de los más necesitados, reconocemos como nuestra vocación la opción por los pobres…Manifestamos evangélica predilección por cuanto es modesto y humilde y nos sometemos a la ley general del trabajo” (CCRR 19). “¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que le aman?” (San 2,5). Jesús “Dichosos los pobres en el espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos” (Mt 5, 3). “El Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mt 8, 20). “Bien sabéis lo generoso que ha sido Nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, por vosotros se hizo pobre, para que vosotros, con su pobreza, os hagáis ricos” (2Co 8,9). San Pablo San Pablo se confiesa diciendo: “En trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez” (2Co 11, 27).

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San Jerónimo Los niños de san Jerónimo “competían en la práctica de la pobreza, hasta el punto de que cada uno se esforzaba en ser más pobre que los demás. Dormían sobre la paja, con un trapo por manta; comían pan duro, fruta y verduras” (An 9, 4). “Nadie mejor que él servía y amaba a los pobres del Señor, fuese cual fuese su condición social” (An 9, 6). “Me enseñaba su cama, que por su estrechez, tenía más aspecto de tumba, que de lecho” (An 10, 4). Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) Invocaciones P Invoquemos, hermanos, a Dios nuestro Padre, quien nos ha puesto en este mundo por amor, para que, al final de nuestra vida, nos acoja a todos en su Paraíso. A cada intención contestemos: Padre, en tus manos encomendamos nuestro espíritu.

Por todos nuestros cohermanos difuntos: Tú, oh Señor, que los has elegido para amarte y servirte en los más pobres, concédeles el premio por sus buenas obras.

Por nuestros cohermanos difuntos de la Provincia Andina, quienes han amado a Cristo y servido a los pobres: para que, desde la gloria del Señor, intercedan por nosotros.

Por nuestros cohermanos difuntos, quienes en el Bautismo recibieron la semilla de la vida eterna: para que Tú, oh Padre, los admita en tu reino junto con María y san Jerónimo.

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Por nuestros cohermanos, con quienes compartimos nuestra vida de consagrados: para que Tú, oh Padre, nos conceda la gracia de compartir también la gloria del Paraíso.

Por nuestros cohermanos que, a lo largo de su vida, se han dedicado a educar a los jóvenes: para que Tú, oh Padre, les conceda el premio, fruto de sus fatigas.

Por nuestros cohermanos quienes ejercieron el apostolado parroquial: para que Tú, oh Padre, les conceda reunirse a todos los que se beneficiaron de sus labores apostólicas.

Por nuestros cohermanos quienes hicieron de su vida un servicio humilde en bien de los demás: para que, Tú, oh Padre, los admita a gozar de la felicidad de tu Paraíso.

Por quienes ejercieron el ministerio de superiores en nuestra Congregación: para que Tú, oh Padre, les conceda reunirse con sus cohermanos en el Paraíso.


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9. “Deseando ardientemente atraer” En este noveno día oremos por todas las familias del mundo. Canto P Dios, que ha elegido a Jerónimo como padre de los huérfanos, T nos conceda tener un corazón humilde para amar y servir como él. Iluminación “Desenado ardientemente atraer y unir a todos los hombres en Dios “(CCRR 4). “La Congregación considera el servicio a Cristo en los pobres elemento característico de su misión apostólica y encuentra constante inspiración en el Fundador y en la tradición “(CCRR67). “Nuestra Congregación, que ha nacido para servir a los huérfanos, persevera con amor y solicitud en esta misión, herencia preciosa del Santo Fundador” (CCRR 73).

Atraemos y contagiamos a los demás no con nuestras palabras, sino con nuestras obras conducidas con amor. Las demás personas creerán mucho mejor por lo que somos y hacemos, que por lo que decimos.

“Si con el auxilio de Dios nos mantenemos fieles a nuestra vocación de siervos de los pobres de Cristo, ofreceremos al mundo un valioso testimonio y muchos se sentirán atraídos a nuestras obras” (CCRR 21).

Pero recordémonos que quien atrae es Jesús: “Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12, 13).

Con nuestras palabras, nuestro comportamiento, nuestras convicciones y sobre todo con nuestra identidad seamos puentes

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que facilitan el paso hacia Jesús. Seamos luz, sal y ciudad puesta en lo alto (Mt 5, 13-14).

San Pedro “No tengo plata ni, te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar” (Hch 3, 6). San Pablo “Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. Sois una carta de Cristo, redactada por nuestro ministerio, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo. No en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazón” (2Co 2- 3). Oración Himno a san Jerónimo (pág. 4) P Padre bueno, Te encomendamos hoy todas las familias del mundo, especialmente las familias cristianas. A cada intención contestemos: Bendice, Señor, nuestras familias.

Por la santa Iglesia de Dios: que todos sus miembros, unidos al Papa, a los obispos y a los sacerdotes, se consideren como hermanos de una sola familia.

Por nuestra Provincia Andina: para que los ejemplos de san Jerónimo se extiendan en Colombia, en Ecuador y en el mundo entero.

Por las familias “pequeñas Iglesias”: que, animadas por el Evangelio de Jesús, sean lugar de acogida, de perdón y de paz.

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Por los padres de familia: que sepan educar a sus hijos de acuerdo a los valores propuestos por Jesús y de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia.

Por los hijos: que amen, respeten, comprendan y atiendan a sus padres, particularmente cuando éstos están enfermos o ancianos.

Por los niños y niñas huérfanos y desamparados: que encuentren en todos nosotros ese cariño y amor que les hace falta, a imitación de san Jerónimo.

Por los que han perdido su familia: que, con la ayuda de Dios, sepan crecer confiando en la bondad, la misericordia y la protección de Dios.


1. nuestras raíces. nuestra elección. nuestra vocación. a san jeronimo emiliani... · t nos...

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