emiliani, 1971 - el fracaso ruinoso de la reforma agraria 2
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Emiliani, 1971 - El Fracaso Ruinoso de La Reforma Agraria 2TRANSCRIPT
J A V E R IA N A
i Hi i i t m i o 1971.
DIOHECHOS RESERVADOS
Una publicación de Editorial Revista Colombiana Ltda. Callo 16, N* 39B-60 — Telf. 477284 — Bogotá, Colombia.
RAIMUNDO EMILIANI KOMANV
EL FRACASO RUINOSO DE LA
REFORMA AGRARIA
EDITORIAL REVISTA COLOMBIANA LTDA. BOGOTA, D.E.
1971
pliendo desde años inmemoriales el Estado colombiano, de otorgarles títulos a todos aquellos campesinos que culti- van^'Frabajan los baldíos nacionales. También hubo algunos títulos, según entiendo, por extinción de dominio. Pero eso es obra, de todos modos, de gente que ya estaba trabajando por su propia cuente y que se habían hecho propietarios ellos mismos. Porque el verdadero título de própiedacT en la adjudicación del baldío no está en el re- coTTócimiénto del Estado, sino en el trabajo que desarrolla el campesino en el baldío. Ese trabajo es el verdadero mo- dó de adquisición, que el Estado no hace sino reconocer al otorgar e l l i tulo jurídico, ~
EL SEMILLERO DE LAS MENTIRAS
Se podría creer, Honorables Senadores y señor Ministro, que estos son pecados veniales de funcionarios del Incora, especialmente de los hábiles funcionarios que dirigen su propaganda. Pero resulta quie hay un cuadro oficial del Incora que resume en sus cifras todas sus obras y sus desarrollos, y que es el semillero más grande de mentiras que se le ha publicado al país.
Ese cuadro fue dado a la publicidad por el señor Director del Incora, Villamil Chaux, a raíz de un artículo publicado por el doctor Samuel Hoyos Arango en junio 8 de 1969 en el diario La República. El doctor Hoyos decía en " ese artículo que era necesario que se hicieran algunas clarificaciones sobre la obra del Incora, y lo terminaba con una serie de preguntas: gastos de funcionamiento, extensión de las propiedades adquiridas, superficie que se ha
beneficiado con obras de adecuación; obras de adecuación iniciadas y suspendidas, superficie revertida por extinción de dominio, número de adjudicaciones y superficie total, valor promedio de adjudicación, préstamos, valor de producción anual, costos unitarios, incrementos de exportación, cantidades totales pagadas por concepto de propaganda.
Entonces, a raíz de este artículo, a los pocos días le enviaron unas carretadas de papeles, señor Ministro, que ni el economista y contabilista más experto, hubiera podido ordenar para sacar de allí alguna lejana y aproximada conclusión. El doctor Hoyos se vio obligado a publicar otro artículo en que dijo más o menos esto: “Me han mandado tal cantidad de papeles que yo no puedo descifrar” . Y entonces fue cuando, como contestación a ese segundo artículo, el señor Villamil Chaux publicó este cuadro, que es lo que yo llamo el semillero de mentiras.
Gran titular: “INCORA responde a Samuel Hoyos Aran- go” .
“Julio 10 de 1969.
Doctor Samuel Hoyos:
Para dar respuesta a cada uno de los puntos publicados en el diario de La República del día ocho (8) de junio en curso, me permití enviarle una serie de documentos con el objeto de satisfacer las inquietudes planteadas por usted, y de paso, con su colaboración, enterar a la opinión pública sobre la obra realizada por el Incora” .
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“No fue mi propósito el de inundarlo con una serie de documentos difíciles de leer, ni el de tratar a través de una superabundancia de cifras, deshacer dispendiosa la búsqueda de la verdad, que usted y el país deben conocer. Por esa razón adjunté a los folletos una guía en la cual se decía y en cuál y en qué página se encontraba la respuesta concreta a cada una de las preguntas. Consideré necesario enviar esta documentación tan completa, pues como las cifras que usted solicita se han publicado en todos los informes del Incora desde el año de 1962 y se actualizan trimestralmente de boletines que se envían a un gran número de personas del país y del extranjero, no creí que lo que usted buscaba era únicamente esas cifras que seguramente debe conocer, sino otras más detalladas y completas. No obstante lo anterior, acogiendo las amables sugerencias que contiene su escrito del 28 de junio último aparecido también en La República, procedo a contestar el interrogatorio punto por punto, así:
PASIVOS POR REDIMIR A 1973:
Deuda externa US$ 6.4 millones Deuda interna $ 41.6 millones colombianos
I GASTOS E INVERSIONES
Funcionamiento Servicio de la deuda Inversiones
$ Millones Total$ Millones
19173
2.270 2.534
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n EXTENSION PROPIEDADES ADQUIRIDAS:
Compra 136.320 Has.Expropiación 18.000 Has.
m OBRAS DE ADECUACION:
Superficie beneficiada 350.000 Has.En estudio 700.000 Has.
TOTAL 1.050.000 Has.
COSTOS:
Total (para 350.000 Has) 2.905.0Costo promedio $ 8.300/Has.
VALOR PRODUCCION:Antes obras $ 800/Has/añoCon las obras $ 9.000/Has/año
Valor total producción anual con adecuación 3.150.0Valor total producción anual sin adecuación 280.0
IV OBRAS DE ADECUACION INICIADAS Y SUSPENDIDASNinguna.
V EXTINCION DE DOMINIO
2.952.000 Has.
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VI ADJUDICACIONES
En tierras adquiridas por compra o expropiación se han otorgado 6.375 títulos sobre un área de 114.320 Has.En tierras baldías y extinguidas se han expedido 78.080 títulos que corresponden a 2.499.180 Has.
VII COSTOSPor compra $ 228 millones. Promedio/Has. $ 1.672 Por expropiación $ 26.5 millones. Promedio/Has. $ 1.472
V III CREDITOS
Total de préstamos acumulados Número Valor totalReintegros acumulados:Número Valor total Cartera vigente:N9 de préstamos Valor totalEstado de la cartera vigente:N9 de préstamos Valor total Cartera prorrogada:N9 de préstamos Valor totalCartera en cobro judicial:N9 de préstamos Valor total 4.
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71.877
31.822
40.055
37.447
1.837
771
767.1
263.1
504.0
478.4
21.1
IX y X VALOR PRODUCCIONA diciembre de 1968 1.132.0Corresponde únicamente a las parcelas constituidas sobre tierras adquiridas por compra directa, o sea 6.375 parcelas con un total de 114.320 Has.
XI EXPORTACIONES
El INCORA mercadea sus productos a través del IDEMA. Consideramos que parte importante de los mismos se destina a la exportación, pero no disponemos de cifras concretas al respecto.
X5I GASTOS DE DIVULGACION 8.0
Confío en que las anteriores informaciones reflejen de manera clara, las actividades del Incora hasta diciembre 31 de 1968.
CARLOS VILLAMIL CHAUX Gerente General
LA MENTIRA DE LOS GASTOS DE FUNCIONAMIENTO E INVERSION
Vamos a estudiar, señor Ministro, este almácigo de mentiras:
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“Gastos e Inversiones, Funcionamiento, 191 millones; servicio de la deuda 73; inversiones 2.270 millones” . Eso es falso, eso no es cierto, aquí están metiendo como gastos de inversión, una parte muy grande, señor Ministro, de lo que son simples gastos de funcionamiento.
Y eso lo descubrimos desde hace muchos años el doctor Pedro Castro Monsalvo y yo, cuando se nos dieron unos datos enrevesados en esa forma. Se nos dijo que los gastos burocráticos del Incora no valían sino 6 millones y pico de pesos en el año correspondiente, cuando en realidad costaban más de 40 millones de pesos. Porque allí tienen el sistema muy cómodo, para engañar al país, de computar como gastos de inversión toda la nómina burocrática, fabulosa y monstruosa, de los técnicos.
De manera que ese dato es falso, hay que investigar para descubrir la verdad, pues gran parte de estos gastos que se llaman aquí de inversión, no son en realidad de inversión sino de simple funcionamiento burocrático del Instituto. Les voy a demostrar cómo descubrimos esa mentira.
Veamos en el propio informe que remitió el Incora al Senado de la República, que aquí está, y está en los archivos del Senado, la página 347, que enumera los gastos de funcionamiento y dice: “Se consideran como gastos de funcionamiento del Incora, los ocasionados por las siguientes dependencias: Junta Directiva, Gerencia General, Oficinas Asesoras de la Gerencia, Subgerencia Administrativa y sus dependencias, Despachos de los Subgerentes, Zonas Administrativas” . Lo cual da 6.384.790,67. Pero el total real de gastos de funcionamiento con base en nómina
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burocrática, sumaba, Honorables Senadores, 40.142.160. De manera que formaron su tramoya allí para engañarlo a uno, para hacerle ver que los gastos de funcionamiento eran muy pocos, y de los 40 millones de la nómina burocrática nos querían escamotear 34 millones diciéndonos que todos esos eran gastos de inversión.
Eso lo explicamos en una forma más detallada en el respectivo informe nuestro al Senado de la República, que me voy a permitir leer:
“La nómina en el mes de agosto ascendería a 3.345.180 pesos. Es decir, al año l̂a burocracia. del Incora asciende a 40.142.160 pesos. EFlñcora, de esta cuantiosa nómina burocrática, sólo cataloga como gastos de funcionamiento, según aparece en la página 347 de su primer volumen del Informe a la Comisión del Senado, los destinados a pagar sueldos u honorarios a la Junta Directiva, Gerencia General, Oficinas Asesoras de la Gerencia, Subgerencia Administrativa y sus Dependencias, Despachos de los Sub- Korentes y Zonas Administrativas. Conforme al mismo cuadro, estos gastos en el año de 1966, debieron ascender a 0.387.790.67 pesos. El resto de la nómina burocrática, o K(*;i 33.754.379.33 pesos, serían gastos de inversión, lo cual il<* lograrse comprobar, representaría un loable esfuerzo il<> productividad humana realmente excepcional” .
1 )e manera que este primer dato que da el señor Geren- l«* del Incora, al distinguir gastos de funcionamiento y gasto’; de inversión, yo sé que está tergiversado en forma niíiliciosa según estos antecedentes, y que en los gastos <!<• Inversión hay cuantiosas y fabulosas cifras burocrática;; que sería del caso, señor Ministro, precisar.
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LA MENTIRA DE LAS OBRAS DE ADECUACION
“Extensión de Propiedades Adquiridas: compra 136 mil hectáreas; expropiación 18 mil” : No hay comentario. Pero veamos el siguente dato: “Obras de Adecuación” . Fíjense la manera tan habilidosa como van presentando esos datos para engañar al país. “Obras de Adecuación: superficie beneficiada, 350 mil hectáreas, en estudio 700 mil hectáreas” .
Usted sabe que eso es falso, señor Ministro, que no hay 350 mil hectáreas beneficiadas; usted lo sabe, esta es una mentira para engañar al país, esos no son sino simples programas hipotéticos que la realidad de la vida ha ido dejando atrás, porque de las 70 mil hectáreas del Sinú, no han adecuado sino siete mil, de las veinticinco mil y pico de Bolívar, no han adecuado sino unas muy pocas, y así sucesivamente. De manera que es una mentira garrafal, una mentira maliciosa decir: “superficie beneficiada 350 mil hectáreas” .
¿Cómo hacen eso? ¿Cómo engañan a la opinión así? ¿Es que esta es la moral de los técnicos. Ellos creen que esto está bien hecho, que para conseguir la finalidad que persiguen de hacer la Reforma Agraria, tienen el derecho y aún el deber de decir mentiras? Nosotros les conocemos esa moral, nosotros los políticos, a quienes tanto se nos ultraja y se nos denigra, no tenemos esa insensibilidad ética de esos técnicos; nosotros somos muy escrupulosos, pero ellos no, la nueva generación técnica recurre a procedimientos reprobables con la mayor tranquilidad y el mayor cinismo, los medios no le importan, le importan los
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fines técnicos para modelar la sociedad según los ideales abstrusos que arrojan sus máquinas electrónicas. Con esos datos mecánicos y distorsionados elaboran, estructuran, su nueva sociedad y nos toman a los hombres como simples instrumentos de esa finalidad, de simples medios, y entonces los valores morales no importan nada, y se sueltan estas mentiras con la mayor tranquilidad. Yo a veces ni culpo al doctor Villamil Chaux, es un producto de la educación técnica que está predominando ahora.
“Costos” . Desde luego, señor Ministro, no hay precisión, ni podrá haberla jamás, de costos en el Incora, por lo menos para distritos de riego. Porque_al respecto no se llevó contabilidad, al menos durante un gran período. Ese es un organismo privilegiado en el país, puede~zafarse de lodos los controles, de la Contraloría Nacional, de las Auditorías, puede hacer lo que quiera, puede burlarse de la ley, puede interpretarla al derecho y al revés, puede torcerlo (‘I pescuezo, puede burlarse del espíritu del legislador, puede hacer lo que quiera, porque el Incora tiene un puesto privilegiado en el país, ’ " >redilecto del
i >o manera que es el único instituto que ha podido darse• •I lujo de no llevar contabilidad para algunas de sus• »l »i .r ., las de los distritos de riego, por lo menos en un gran I» inido. Por lo tanto, será imposible en definitiva, sacar «m rosto exacto de las hectáreas de tierras en los distintos• ti hitos de riego, eso no será posible saberlo jamás con• iiHllud, menos con el desgreño que allí ha habido.
LA MENTIRA DE LOS COSTOS
doctor Carlos Lleras.
Por lo cual, cualquier cifra que en el cuadro se diga, yo j de antemano no la creo, pues con esos antecedentes no la puedo creer. Si es que lo confesaron. ¿Ustedes creen que yo les estoy exagerando? No, eso está aquí, en la página 345 de este volumen, número uno del Informe del Incora a la Comisión del Senado de la República.
Una de las preguntas de la Comisión, como era obvio,- era el costo de Jos distritos de rieg;o. Entonces, el estilo1 consabido, nos mandaron una cantidad de papeles y de |
f cosas, y este cuadro, para que viéramos los costos de los j distritos de riego. Pero luego, en la parte de abajo, en | letra muy chiquita (como solía hacer Nerón con sus edictos, que los promulgaba en letra menuda y pegados en la parte alta de las columnas para que nadie pudiera leer- los) y en forma muy discreta, ponen: “Nota. No se presenta el detalle de inversión a nivel de proyecto, por cuan- 1tío tal información sólo fue registrada por la contabilidad del Instituto a partir de 1965” . Luego en los años anteriores no se llevó. Luego todo esto de costos es sumamente sospechoso con esos antecedentes. ¿ ' f ' j .
Como si eso fuera poco, señor Ministro, los datos que' da aquí el Gerente son perfectamente falaces. Porque dice i’ “Total para 350 mil hectáreas (y ya hemos visto que es falso que hay 350 mil hectáreas beneficiadas) costo 2.905 millones de pesos” . Que es otra cifra irreal, sóio calculada, Entonces le da un costo promedio de 8.300 pesos por hec*' tárea, que es totalmente falso. - ]
¿Cómo se puede engañar así al país? Si no son 350 mil hectáreas, sino muy pocas, entonces el dato está radicalmente falseado desde su base, pues se están tomando como
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hectáreas adecuadas las que no se han adecuado sino sólo proyectado utópicamente.
LA MENTIRA DE IA PRODUCTIVIDAD
Y luego dice: “Valor de la Producción: antes de las obras 800.00 pesos hectárea año; con las obras nueve mil pesos hectárea año” . Otra mentira de marca mayor. ¿Cómo dicen mentiras así? Pero si es que ni siquiera han llevado cuadros que registren la productividad. “Traiga aquí los cuadros, Ministro, en que me compruebe que se lleva el registro de la productividad anterior de las tierras adquiridas por el Incora y de su productividad posterior. Usted abe que no existen. Y yo se lo digo porque aquí está el
informe elaborado por mí y por el doctor Pe IVTonsalvo, en que pudimos comprobar en una fi v evidente, que allí no han llevado ninguna ref hn» la productividad anterior y posterior de mlquirldas por el Incora. Luego eso es falso.«Ilccn esas mentiras al país?
Y «*s falso desde luego, aún en una forma hipotética, lo <li> los nueve mil pesos por hectárea. Señor Ministro, ¿es <(iir creen que uno es tonto? “Hectáreas adecuadas pro-• Im llvldad anual nueve mil pesos por hectárea” . ¿Cuál es « I « ull ¡ve» que da nueve mil pesos hectárea en este país?. i tú I? fresas, el café en el Quindío a altos precios, tal vez mv ri, cosas así excepcionales. Pero poner nueve mil pe-
- por hectárea sin discriminación, es una mentira, aún• n ub\l ráelo, porque son muy pocos los cultivos que dan mu i productividad de nueve mil pesos por hectárea.
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Sigue: Valor total producción anual sin adecuación, 280 millones; valor total de producción anual con adecuación, 3.150 millones de pesos:
Otra mentira. ¿Dónde está eso? Yo les voy a demostrar con cartas oficiales que esa es otra mentira. ¿Cómo es que el Incora dice que produce eso? Es un cálculo hipotético, y se lo presentan al país como una realidad. Este cuadro es un almácigo de mentiras. Este sí produce nueve mil pesos por hectárea de mentiras, quién sabe si más, nunca menos.
Señor Ministro, nunca pudieron decir a la Comisión del Senado, cuál era la producción real de las distintas cooperativas fundadas por el Incora. Nos dijeron la mentira de que esa era una contabilidad que llevaban libre e independientemente los campesinos y su señoría sabe, señor Ministro, que eso es falso, porque esa contabilidad la lleva el Incora.
Pero nos cometieron la falta de respeto de decirnos que el Incora no sabía cuál era la producción de las cooperativas. Y así consta en el informe. Pero aquí en el cuadro aparece, para engañar al pueblo colombiano, que la producción del Incora, incluyendo la que ignoraban de las cooperativas, es de tres mil ciento cincuenta millones de pesos.
EL GRAN SEÑOR FEUDAL
Sigue el cuadro: “Extinción de Dominio: Dos millones 952 mil hectáreas” . “Han extinguido dos millones 952 mil hectáreas” . Ustedes, entonces, ¿quieren saber quién es el
gran señor feudal del país? El Incora. Antes no había señores feudales, porque de acuerdo con la investigación hecha por el propio Incora, resultó que los presupuestos feudalistas de la Reforma no correspondían a la realidad, que no había sino muy pocas haciendas en el país de gran extensión, y que, por el contrario, el grave problema agrario del país consistía en la proliferación del minifundio.
De manera que se despejó el fantasma de los señores leúdales terratenientes del país, con sus fabulosas extensiones de tierra, donde podían ejercitar un señorío de horra y de cuchillo y hasta con derecho de pernada. Eso re- • ulló falso. Pero ahora sí se ha constituido un gran señor leudal en el país, el Incora. Con dos o tres millones de hec- I a roas a su disposición, y con unos pobres campesinos veril. uleros robots humanos que no tienen la menor iniciativa; no son sino instrumentos ciegos del Incora, que vi- v <*n miserablemente, que no tienen ni el derecho, señor Ministro, de acuerdo con la última ley que aprobó el Con- r.i «* o do la República, de hacerse jamás a ninguna propie- 'I ni, porque si alguna vez lograran obtener alguna, ella no p r i a sus hijos.
Aquí so acabó con el derecho de herencia de esos cam- i i ni»:. V ] \ heredero es el Incora, de acuerdo con la ley i" iiin-ni del (58. Esos sí que son siervos de la gleba, como ■ <■ • < * Khan ni on la Edad Media. El señor feudal, el Incora, . los siervos de la gleba a su servicio, sin ninguna posi- I >111.1(111 de redención, ni personal, ni social, ni económica,
i t i lu Reforma Agraria.
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EL HOMBRE HIPOTECADO INTERPELACION DEL DOCTOR MELLAN VARGAS
Yo estoy seguro, Honorable Senador, de que todos somos amigos de la Reforma Agraria. Si yo preguntara a mis Honorables colegas aquí presentes, cuál es enemigo de la Reforma Agraria, no aparecería ninguno. De lo que se trata es, pues, de convertir al Instituto de la Reforma Agraria en un Instituto que sea verídico y que suspenda la malversación de bienes y de dineros del tesoro público.
Pero lo que yo deseo ahora es dejarle dos inquietudes al señor Ministro para que las responda si lo estima conveniente por no estar en el cuestionario, y para referirme precisamente al hombre ese explotado por el Incora, de
Íque usted está hablando en estos momentos, Honorable Senador Emiliani. La primera inquietud que quiero dejarle al señor Ministro, es la de que nos explique si lo considera conveniente, cómo va a coordinar el Estado colombiano dos políticas diferentes, dos políticas contrapuestas de dos Institutos del Estado; el uno, el Incomex, y el otro, el Incora. Porque el Incomex nos predica, y con razón, a cada momento y en todas formas, que lo que Colombia necesita es exportar; y exportar por ejemplo carne en grandes cantidades, exportar miles de toneladas de carne para ayudar con eso a la balanza de pagos. Pero de otro lado, otro Instituto del Estado que es el Incora, está comprobado plenamente que está terminando con la ganadería colombiana. La otra inquietud es, Honorables Senadores, la del hombre hipotecado, que es un fenómeno socioeconómico nuevo que ha aparecido en nuestro país con el Instituto
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s»«VivV
Colombiano de la Reforma Agraria. Es muy sencillo de explicar: yo tengo conocimiento de muchos, de muchísimos, pero en especial, de Pedro Herrera Torres, que vive en Malagana, un corregimiento de Mahates en el departamento de Bolívar. Pedro Herrera era un campesino que trabajaba normalmente cultivando maíz y fríjol, como lo hacen casi todos los campesinos de esa región, hasta cuando un funcionario del Incora lo invitó a que cultivaro una parcela en Sincerín y la cultivara con millo. Pedro Herrera asintió, y se fue a cultivar su millo en la parcela que le <*odió el Incora. Cosechado ese millo, Pedro Herrera hubo <l<‘ depositarlo en una de las bodegas del Incora, porque mi tenía naturalmente derecho a venderlo. Allí, Honorable,; Senadores, se pudrió la cosecha y Pedro Herrera To- i ivs quedó hipotecado. Fuese entonces este hombre a Ve- mvitola, que es a donde se van nuestros campesinos a con-
,iiir, después de ser explotados, inmisericordemente, unos bolívares para pagar sus deudas. De allí hubo de II' .ir la semana pasada, porque le iban a rematar su ca-
i, porque él es un hombre hipotecado.
«>mo no tiene bienes y aun cuando no tenía contrato "in mío que dijera que tenía que responder con su casa m u . i mo <lo que al Incora se le pudriera su cosecha en sus '"" ost e hombre ha tenido que regresar de Venezuela• i ' pm ii Iit por la deuda que tiene con el Instituto. En
i■ *i nía, l lonorabl'es colegas, ha nacido un nuevo récord i ' mu ha querida nación colombiana; tenemos el ré-
" I «I* l¡i r meralda más grande, el de la rana más ve-........... o i*l ( ’hocó, el de la culebra más larga en los Lla- i» i linios, y el fenómeno nuevo en las sociedades ju-
rídicas del mundo, del hombre hipotecado, el cual yo no conocía. Yo no sé si el señor Ministro lo sabe, pero seguramente que lo sabe, y muy respetuosamente le pido que nos lo conteste si a bien lo tiene. Asimismo, que gran parte de los campesinos que cruzan la frontera nuestra a Venezuela para ser explotados allí, como Wet Backs, o Espaldas Mojadas, son campesinos que van huyéndole al Incora, que van huyéndole a ser hipotecados por el Incora. Eso y muchas otras cosas les está sucediendo a los campesinos de Mahates y de otros municipios del Depar-
¿ tamento de Bolívar.
SÍS Unos pueden quedarse siendo explotados en Venezuela, $ y otros tieTíen ”<^^regrésar "porque-ya estarThipotecados.
^ Lástima grande ha sido que la ley 200 del 36 del doctor Alfonso López no hubiera tenido pleno cumplimiento por haberse opuesto a ello nuestras criollas oligarquías. Eso hubiera sido ya un principio de reforma. Pero claro que a mi manera de ver, lo que nosotros necesitamos es una cosa más directa, una reforma agraria, por ejemplo, al estilo peruano, sin timideces, sin dobleces, sin engaños, directa, a darle la tierra a quien la trabaja, aun cuando para llegar a ese ejemplo, que nos está dando el Perú, tuviésemos que instaurar la indispensable y necesaria Junta Militar. Ejemplo de Socialismo nos está dando el Perú, y de un socialismo limpio y puro, y no a medias, como nos ocurre con el que nos aplica el Frente Nacional, que nos aplica la parte disolvente del socialismo y ninguna parte de la constructiva y progresista. Porque a mi manera do ver el gran dilema, Honorables colegas, que se le plantea al país a partir de la revolución del 19 de abril es: la de si
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van a prevalecer los hombres que desean que continúen las riquezas nuestras, el petróleo, el oro, y el platino, y el trabajo colombiano, en manos del amo extranjero, o si, esas riquezas, hay que rescatarlas para Colombia y para el pueblo colombiano. Yo pertenezco a esos últimos. Muchas gracias.
ORADOR: DOCTOR EMILIANI ROMAN
Muchas gracias, Honorable Senador, por su ilustrada in- i «* i vención sobre el hombre hipotecado que corresponde Justamente a lo que yo venía diciendo sobre los siervos «!-■ la gleba que el Incora tiene a su servicio, constituyendo la reviviscencia del señor feudal de horca y cuchillo de la i ilad Media. Antes eso no existía en el país, pero ahora sí
lia creado el gran señor feudal, el Incora, avaro de tie-• i a romo todos los señores feudales, porque, como lo
unos a ver más adelante, Honorables Senadores, de esasnailon.idas de hectáreas que tiene bajo propiedad, son muy i - -i . las que ha soltado para favorecer a los campesinos u*.. liados de tierra.
I \ MUNTIRA DE LOS NUEVOS PROPIETARIOS
nnoM con el cuadro: “Adjudicaciones: en tierras ad- n" ■ i • por compra o expropiación se han otorgado 6.375• ■ • - "lar un área de 114.320 hectáreas. En tierras bal- liü 'i- dominio extinguido, se han expedido 78.080 tj- lUl»**» <|in « 01 responden a 2.499.180 hectáreas” .
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desde el punto de vista social. Para confirmar eso, aquí tengo unas entrevistas que El Espectador hizo a algunos de los campesinos que vinieron al Congreso de Usuarios y a los cuales se les hicieron diversas preguntas sobre la reforma agraria.
Aquí tenemos al señor Antoliano Correa Díaz. Se le pregunta: ¿Ha mejorado su nivel de vida? “En nada. Ni el mío ni el de los compañeros. Al contrario, varios de ellos prefirieron abandonar las parcelas para evitar que los terratenientes les hicieran algo a sus mujeres o sus hijos. Los productos que recogemos tenemos que venderlos a cualquier precio... Vivimos cada día una nueva angustia”.
Otro campesino, Isidro Lara: ¿Ha mejorado su nivel de vida? “Los créditos del Incora me han permitido organizar un pequeño programa lechero, y he efectuado mejoras de terraje, pastos y cercas a mi propiedad. He mantenido buenas relaciones con los funcionarios del Incora” . Ahí confiesa tácitamente que no tiene con qué pagar. Ahí está confesado. No va a tener con qué pagar. Por eso dice eso de las buenas relaciones con los funcionarios del Incora, eludiendo la contestación. “Malicia indígena” .
Luis Enrique Fernández: ¿Ha mejorado su nivel de vida? “Hasta el presente no he logrado avanzar ni mejorar nada. Todo lo que hago de día y de noche es para cancelar deudas. A veces mis hijos se quedan sin desayunar” .
Héctor Cantoñi: ¿Ha mejorado su nivel de vida? “No mucho que digamos. No le prestan a uno lo suficiente par
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trabajar. Y de antemano le sacan los ojos con los intereses” .
Esta es la situación real de los usuarios beneficiados por el Incora, expuesta por ellos mismos.
JUICIO COMUNISTA CONTRA INCORA
Aquí tenemos señor Ministro y Honorables Senadores un estudio comunista sobre la reforma agraria colombiana, y desde el punto de vista social, hace estas observaciones :
"¿Qué se ha hecho por cambiar la figura lorenciana? Retóricamente, tal vez mucho. Efectivamente, muy poco, casi nada. Sólo para citar un ejemplo, en el caso de la tierra, la curva de la distribución de la propiedad apenas ha cambiado ligeramente en virtud de la subdivisión por herencia y por transferencia de dominio privado. El Incora es un caso de tergiversación funcional. Creado supuestamente para ejecutar una reforma agraria, en la realidad el Incora ha sido un aparato burocrático para la colonización y la ejecución de obras de infraestructura física (riego y drenaje), y de ninguna manera ha llegado a ser u —nio redistribuidor” .
"Varios miles de millones de pesos ha inve:• liora el Incora, con recursos domésticos y financiamiento• i icrno. De una sola agencia, el BID, ha recibido en 1964-68• luco préstamos por valor de US$ 62.980.000 (más de mil millones de pesos). Otra agencia, AID, ha facilitado > 100 millones (más de 1.500 millones de pesos) para
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el sector agrícola, así: US$ 38.5 millones en divisas y US$ 60.9 millones en moneda nacional. Parte de estos créditos y/o donaciones han sido administrados por Incora para crédito supervisado, p.e.j. ha recibido de AID al menos US$ 26.5 millones en divisas y 14 millones de pesos en moneda nacional” .
itre 1961 y septiembre de 1969 el número de cam- 3 beneficiados con tierras redistribuidas fue de 5.772
en distritos de riego y 5.155 en tierras privadas compradas o expropiadas con indemnización legal (precio de mercado); En los programas de colonización fueron
• reasentadas solo 7.351 familias. El programa de titulación , C a colonos en tierras baldías tiene más importancia jurí- á dica o anecdótica que económica, puesto que los campe-
S» sinos ya se hallaban en posesión de facto de tales tierras. Auñ~cüándo^fí^íménte el Incora proclama un número de 58.500 beneficiarios de la titulación legal, se asegura que esta cifra se halla escandalosamente “inflada” lo que tampoco tiene mucha importancia para el análisis” .
“De todos modos, si se adoptara un criterio de evaluación de costo beneficioso social para la inversión total del Incora, sin duda resultaría un coeficiente inferior a la unidad. Y si se tomara en cuenta el costo social de oportunidad, tendríamos un coeficiente negativo. Convertir al Incora en un departamento de la Caja Agraria no es una solución nacional.
“Más bien, en atención a una lógica funcional deben crearse los institutosjle colonización y de riegos, para liberar al Incora de estas actividades que distraen su ver dadero objetivo” .
Ahí tenemos un enjuiciamiento implacable del aspecto social de la Reforma Agraria Colombiana, que viene a confirmar todos y cada uno de los conceptos que yo he venido aquí anunciando.
'' PERSECUCION A UNA PROMOCION DE TRABAJADORES 1
Fuera de eso, señor Ministro, desde el punto de vista social se han causado grandes perturbaciones en los tradicionales campesinos colombianos, los perseguidos terratenientes, que constituían una promoción o casta debidamente preparada para trabajar el campo colombiano,j>e les ha perseguido en una forma increíble, cuando se les ha debido utilizar. /
Porque en todas las actividades de un estado lo primero que se requiere es una promoción humana capacitada para , desarrollar esa actividad. En una forma tradicional, en < una forma de preparación propia, autodidáctica casi, pero j que ya estaba alcanzando por estudios universitarios un j alto nivel técnico, en Colombia se había formado una cas- \
la de auténticos campesinos que laboraban ya en una ( forma técnica, el campo colombiano, tanto desde el punto L ■ lo vista agrícola, como pecuario.
Esa casta ha sido perseguida, no se le ha sabido aprovechar, se le ha expulsado del campo, cuando ir al campo ( es muy difícil, hoy día es una auténtica aventura. ¿Quién voluntariamente, se mete en el campo hoy? ¿Quién desa- i
fin osa inseguridad? ¿Quién desafía los peligros de la vior)
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