web view... que estaba representado por la memoria del grupo puesto que ... siempre la historia de...
TRANSCRIPT
“Marshall McLuhan: Vida y Obra de un magnífico visionario.”
ESTAS REPROBADO
Por Pedro López García
En este 2011, año del centenario del natalicio de Marshall McLuhan, estamos ante la
incógnita de saber si hemos dejado atrás los tabús como sociedad “tribal”, o si hemos dado
ese enorme paso hacia lo que él llamaba la “sociedad del conocimiento”. Enormes
posibilidades de cambio tanto sociales, políticas, tecnológicas y demás; se nos presentan día
con día para poder dar ese giro y establecernos como tal. Vivimos en una era en donde (en
la cual) la tecnología se nos presenta en la palma de nuestra mano y con un solo toque se
puede cumplir todo lo que había predicho McLuhan casi 50 años atrás. La globalización
también viene a ser un factor muy importante para que nuestro mundo dé un giro tan
relevante que en ese entonces, ni con las ideas de McLuhan, hubiese sido posible.
Hablar de Marshall McLuhan es hablar de uno de los personajes más icónicos y relevantes
del siglo pasado. No sólo en su natal Canadá, sino en todo el mundo, vino a cambiar una
manera de pensar tan análoga en la gente, y eso que su pensamiento se dio en la mitad del
siglo pasado. Su etapa madura la vivió durante una época en donde la música y el arte
estaban revolucionando de manera locuaz y armónica a nuestro orbe. Los 60’s fueron de
Los Beatles, Andy Warhol… y McLuhan.
Filósofo, profesor, teórico, padre de familia; podrían ser los sinónimos o calificativos con
los que podríamos definir al mítico visionario del país de la hoja de maple. Influyó en la
cultura contemporánea, no sólo canadiense, sino LA norteamericana y LA mundial, por sus
estudios sobre la naturaleza y efectos de los medios de comunicación en los procesos
sociales, el arte y la literatura.
Como lo dije anteriormente, los 60’s fue una década en donde el mundo vivió por primera
vez lo que la juventud de entonces se estaba convirtiendo en una lucha continua por la
igualdad social. Decenas de movimientos a lo largo del mundo (Tlatelolco, 1968 un
ejemplo) estaban estallando, por esto mismo, y McLuhan es en esta década cuando empieza
a tener el mayor auge de su carrera filosófica, dándose a conocer en diversos programas de
televisión no solo en Norteamérica, sino en Europa también. A través de su pensamiento
moderno, puso una pauta de conocimiento global que tenía que ver con la comunicación
social de masas, específicamente sobre lo que estaba sucediendo en esos momentos de la
década los 60’s. Se anticipó muchísimo antes a lo que hoy podemos llamar internet, podría
decirse que él es el “Nostradamus del siglo XX” con este vaticinio. Podría decirse que sin
McLuhan, grandes arquitectos de la sociedad del conocimiento hoy en día, como lo es
Gates o lo fue Jobs, no existirían (o hubiesen existido) hoy en día.
Herbert Marshall McLuhan nació dentro de una familia de origen irlandés, un 21 de julio de
1911, en la ciudad de Edmonton, Alberta, Canadá. Su padre, Herbert McLuhan, fue un
hombre de negocios, mientras que su madre, Elsie Hall, fue una actriz, quien cantaba en
iglesias locales. Se trasladaron a Winnipeg, Manitoba cuando Marshall aún era un niño. A
pesar de que cuenta con distinguidos doctorados honoris causa a lo largo de su trayectoria
como teórico, McLuhan nunca se consideró un buen alumno cuando asistió a la escuela en
sus primeros años de vida. Ya en séptimo grado, tuvo muchos problemas para asistir a ella,
sino fuese por los grandes esfuerzos de su madre para que pudiera cursar el año.
En Winnipeg, McLuhan se licenció en Letras, además de contar con una Maestría en Artes
en Inglés, en la Universidad de dicha ciudad, para después tener la oportunidad de viajar
por primera vez al viejo continente y matricularse en la Universidad de Cambridge, en
Inglaterra. Ahí tendría importantísimos profesores y grandes filósofos de la época, de la
talla de I. A. Richards y F. R. Leavis, precursores de la corriente del “New Criticism”.
McLuhan no tardaría en dejarse influenciar por esta ideología.
Ya en su regreso a Norteamérica, entre el 36 y el 37, fue (se desempeñó) como) profesor
adjunto en la Universidad de Wisconsin. Es en este último año cuando, después de un largo
y muy lento proceso, McLuhan logró por fin su conversión final al catolicismo, y es aquí en
donde empieza (empezó) a dar clases en importantes instituciones universitarias católicas.
Desde 1937 hasta 1944, enseñó en la Universidad de Saint Louis. En este lugar, le dio
clases a Walter J. Ong, quien más tarde realizaría un doctorado sobre un tema al cual
McLuhan le había llamado poderosamente la atención, y quien luego sería conocido como
una autoridad de las comunicaciones y la tecnología.
,El 4 de agosto de 1939, McLuhan contrajo matrimonio con Corinne Lewis en Fort Worth,
Texas. Estuvieron desde ese año hasta 1940 en Cambridge, donde él continuó su trabajo en
su doctorado que tenía como tema principal el trabajo del escritor isabelino Thomas Nashe
y su relación con las artes verbales. De 1944 a 1946, dio clases en el Colegio Assumption
en Windsor, Ontario, Canadá.
Su camino por la enseñanza, lo llevó a dar clases en el St. Michael’s College, en la
Universidad de Toronto de 1946 a 1979. McLuhan también enseñó en la Universidad de
Fordham un año (1967-68). Precisamente en este periodo, su hijo, Eric, realizó el
“Experimento Fordham”, un método que hizo él en conjunto con Harley Parker, para
explicar los efectos que estaba teniendo la televisión en esa época sobre la sociedad
norteamericana.
Durante su estancia en la Universidad de Saint Louis (1937-44), McLuhan tenía 2 temas en
sí discernidores de lo que iba a ser su punta de despegue como teórico e importantísimo
personaje en la historia de su país y de la comunicación en general: su disertación doctoral
y un manuscrito que fue tiempo después publicado ya como libro, en 1951: “La novia
mecánica”, en donde hablaba más que nada sobre el hombre industrial, y su relación con su
“caballo de poder”: el automóvil como una extensión de este y su pasión por la velocidad
que se iba acrecentando con el paso del tiempo. Irónicamente, McLuhan nunca en su vida
manejó un automóvil.
La otra parte, su doctorado, titulado “The Classical Trivium. The place of Thomas Nashe in
the Learning of his Time”, es un vistazo en la literatura que va desde Cicerón hasta llegar a
Nashe en el siglo XVI. Con su tesis, McLuhan logró sacar valiosas conclusiones acerca de
la historia en las artes verbales (gramática, dialéctica, logística y retórica – colectivamente
llamadas por él como “trívium”). En sus publicaciones posteriores, McLuhan utiliza en
algunas ocasiones el concepto para destacar un orden sistemático de la visión de ciertos
periodos de la historia cultural del mundo occidental. En este periodo de su vida, vemos a
un joven McLuhan hablar no como teórico de la comunicación en el que se convertiría
poco más adelante, sino como un historiador cultural, que, de la mano del pensamiento del
enigmático escritor Thomas Nashe, ilumina las complejidades de lo que él llama el “trívium
clásico”, desafiando a los lectores a aceptar un nuevo proyecto para la educación literaria.
Bajo el microscopio académico de McLuhan, la dinámica interna del “trívium” y su
propósito serán relevados. Tendríamos que ser minuciosamente cuidadosos a la hora de
tratar de comprender su valiosa tesis, que fue solamente un pistoletazo de salida entre un
sinfín de publicaciones dignas de ser consideradas como todo un best seller en el
catedrático mundo de la comunicación humana y su quehacer con la cultura mundial
moderna.
A lo largo de toda su trayectoria académica mundial, McLuhan fue creador de infinidad de
términos que hoy en día para cualquier comunicador son fundamentales y dignos de llevar
para una materia propia en su carrera. Conceptos hoy muy populares, como la denominada
“sociedad del conocimiento”, la “Galaxia Gutenberg (1962)”, entre otros; fueron posibles
para que en nuestra época pudiera existir un orden o un balance de las cosas tecnológicas
para vivir en armonía con nuestra sociedad. Estos conceptos son una síntesis de los diversos
campos a los cuales hemos llegado hoy en día con tanto invento tecnológico que al parecer,
nunca terminaremos de sorprendernos a nosotros mismos, ya que día a día, el hombre en su
inquietud por ser cada vez más parte de la máquina, y ésta del hombre, está llegando a un
punto en donde la tecnología cada vez será más extensión de nosotros, como lo predijo
McLuhan casi 50 años atrás. Sólo él, con sus conceptos, pudo ser capaz de llegar a partir la
historia de la humanidad en base a nuestra propia comunicación, nuestros transportes,
nuestras máquinas, nuestras innovaciones, nuestra forma de ser, de pensar. Todo esto, a lo
largo del tiempo, iremos viendo cómo fue que el hombre evolucionó hasta perfeccionar él
mismo a la máquina y encontrarnos con un mundo sin igual que vemos y tocamos hoy en
día.
Y partiendo de lo que dije, la descripción de los medios de comunicación como
“extensiones” de la persona es para mí el mejor concepto que pudo dar McLuhan a la
cultura universal hoy en día. Acordémonos que él vivió en una época en donde grandes
cambios, tanto sociales, políticos como tecnológicos se estaban suscitando continuamente
en ese entonces. Movimientos sociales de carácter guerrillesco donde los jóvenes se
levantaban en contra del mal gobierno, donde el hombre llegaba a la Luna por primera vez,
hasta donde un cuarteto musical rompía récords de ventas no sólo en Gran Bretaña, sino en
todo el mundo gracias a sus melodiosas canciones que estaban cambiando toda nuestra
cultura en general. Esto y más fue lo que provocó que la ideología de McLuhan a lo largo
de su vida pedagógica, estableciera diversos términos para que de una manera u otra,
definir lo que en ese entonces estaba siendo el impacto de un medio de comunicación tan
trascendental como lo es la televisión. Llevarnos a nuestros hogares en vivo y en directo el
despegue de una nave aeroespacial y llevar consigo a un hombre dentro de ella y verlo con
nuestros propios ojos desde la comodidad de nuestro hogar, es sin duda una de mil
maravillas que ha dejado a lo largo de más de 70 años de vida de la poderosa “caja de
sueños”. Esto para McLuhan era mucha tela de donde cortar y que a través de su
pensamiento, fue sacando conclusiones y diversos términos que serían hoy en día una de las
bases para que las comunicaciones y sus distintos medios fuesen tan poderosos en nuestra
época.
El éxito de McLuhan (publicitariamente hablando) se debió a que, en 1964, cuando sale a la
luz su libro “Understanding Media”, lo hizo sin reflectores ni recursos publicitarios. El
libro, después de su fecha de salida, se llegó a convertir en un best seller en Harvard y otras
universidades reconocidas a nivel mundial. McLuhan nunca se definió a sí mismo como fiel
creyente de una sola corriente filosófica (pese a que al principio dije que se dejó influenciar
por el New Criticism), es más, decía que la aproximación a un determinado problema partía
de negar un punto fijo, puesto que la comprensión requiere siempre, para él, de un enfoque
multidimensional. Como lo logramos ver a lo largo de todas sus publicaciones, sus escritos
carecen de argumentaciones complejas o de tesis alguna que se vaya desarrollando
linealmente a lo largo de sus páginas.
A lo largo de la década de los 60’s, McLuhan fue aclamado por los diversos medios de
comunicación, gracias a que él hizo un llamado a la sociedad para tratar de redefinir estos
medios y sus mensajes. En “El medio es el mensaje” intenta hacer una explicación de lo
que debemos separar, qué es el medio y qué es el mensaje. Hubo quien hizo malas
interpretaciones acerca de esta investigación de McLuhan, en donde se decía que intentaba
poner fin a la cultura del libro e imponer la era de la televisión. Pero lo que en verdad
McLuhan quiso decir con esto, es que tuviéramos conciencia de lo que iba a ser el poderoso
potencial de este medio en nuestra sociedad. Lo llamaba constantemente “el gigante
tímido” ya que pretendía generar conciencia acerca de su enorme poder. Pongamos énfasis
en este punto y su relación con los debates políticos en nuestro país. Claudia Benassini, nos
argumenta este punto en uno de sus ensayos como:
“La incapacidad de la televisión para participar en debates políticos formales, por la
adaptación del medio a los procesos en vez de a los productos limpiamente
empaquetados.”
Por ende, Benassini nos dice que para McLuhan, la televisión no es un medio adecuado
para los temas calientes, los temas del momento, esos que sacan chispas, ni para las
controversias claramente definidas. Más adelante, abordaremos el tema en donde McLuhan
divide a los medios en dos partes de acuerdo a su interrelación con sus participantes.
Siguiendo con esto, la perspectiva de McLuhan respecto a los medios de comunicación se
ha dado en llamar determinismo tecnológico. Esto es, que probablemente McLuhan era un
posible visionario de lo que se nos vendría en el (aún naciente) siglo XXI. Él vaticinó una
era de cambios a la cual enfatizó como “aldea global”, un lugar en donde importantes
inventos (o eventos) tecnológicos iban a lograr crear una sociedad en donde el
conocimiento iba a ser la clave para todos. Y en efecto, después de su muerte, pocos sabían
que iba a existir la interactividad entre las cosas tecnológicas, el internet, la multimedia,
videoconferencias, entre un sinfín de aparatos e innovaciones que revolucionarían nuestra
sociedad moderna.
Podemos centrarnos en que el pensamiento mcluhaniano puede centrarse a partir de 2 ideas:
1. Somos lo que vemos
2. Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman
Es por esto que McLuhan dice que cada medio es una extensión de nosotros mismos, dígase
nuestros 5 sentidos, la mente o nuestro ser en general. Siempre están en continua armonía y
compatibilidad con la infinidad de medios e inventos tecnológicos que existen en la
actualidad. Otro acierto para apuntar en la teoría de McLuhan es que los medios
tecnológicos son entendidos como herramientas que extienden nuestras habilidades
cotidianas, así como del mismo modo que una bicicleta o un coche son una extensión de
nuestros pies, y que las podemos maniobrar con ellos y hacer de ellos un transporte para
nuestro beneplácito personal, la computadora es una extensión de nuestro fascinante
sistema nervioso central. Como lo estoy haciendo ahora, ideas vagan y vagan a través de mi
mente, de mi cerebro, y se mecanizan y contextualizan en estos momentos en estas líneas
para que el lector pueda hacer un análisis práctico de lo que es para mí el pensamiento, vida
y obra de Marshall McLuhan. ROLLOTE
Regresemos a “El medio es el mensaje”. McLuhan nos decía que así como el medio es
entendido como una extensión de nuestro cuerpo humano, el mensaje no podría entonces
entenderse como netamente pura información o contenido, porque de esta manera
excluiríamos algunas de las características más importantes de los medios, su poder para
modificar el curso y el funcionamiento de las relaciones y todas nuestras actividades
humanas. Entonces, medio y mensaje funcionan en pareja, comprometidos más o menos,
puesto que uno puede contener al otro. El contenido se convierte en una ilusión o visión, en
el sentido de que éste se encuentra “enmascarando”, la modificación del medio. El medio, a
su vez, se convierte en un tipo de escala o ritmo en donde pasa el mensaje y todo esto,
provoque algo en las sociedades o culturas.
McLuhan también en sus diversas publicaciones, nos dice que la historia de la humanidad
tuvo que pasar por 3 grandes lapsos para poder llegar a una comunicación humana: el
estado tribal, la destribalización, y el estado de retribalización. El primero, es un periodo en
donde la tecnología era nula. Para McLuhan, la tecnología es la creación de un medio que
no poseemos cuando nacemos, pero que podemos ir adquiriendo conforme nos
desarrollemos como tal en la sociedad. El segundo estado es el momento clave en donde se
crea la escritura. La separación y distancia de los símbolos respecto a los objetos llevó a
nuestra civilización a un estado más racional y funcional, donde McLuhan dice que nacen
los conceptos de útil y beneficioso: estamos aquí por algo, lo venimos a hacer y después
nos vamos. El tercero y último supone una vuelta atrás y está marcado por la aparición de
los diversos medios tecnológicos en el ámbito de la comunicación: la radio, como extensión
de nuestro oído, y la TV como extensión del tacto, tienen la capacidad de romper los
equilibrios naturales para restituir al individuo de la totalidad de sus sensaciones. Por un
lado, recrean el contacto oral inmediato que alguna vez fue típico de la vida arcaica y tribal
en los hombres de las cavernas. Por otro, derriban las barreras derivadas a su vez de los
efectos que dejó para el hombre, la invención de la escritura y dan cuerpo a los proyectos
de mundialización de la cultura moderna.
McLuhan, a su vez, también define a la comunicación por cuatro edades. Así como los
historiadores catalogaron a cada periodo de la humanidad por sus actividades, tradiciones y
costumbres, McLuhan intentó sistematizar algunas ideas para realizar un breve recorrido
por la historia de la comunicación de acuerdo a la concepción que éste tenía de cada etapa.
Definió la primera edad como aldea tribal. La describe como una sociedad retrógrada en
donde el ser humano empezaba su quehacer con la comunicación verbal, que a su parecer,
comenzó hace unos 30,000 años. Esto es una disparidad de fechas, puesto que la
comunicación escrita-alfabética tan solo tiene unos 4 milenios de antigüedad, por lo que
nos hace suponer que la aldea tribal era una sociedad analfabeta y que tuvo una duración
aproximada de unos 26,000 años. Durante este tiempo, innovaciones tecnológicas tales
como el fuego o los metales, hasta los mismos transportes o las armas creadas para
subsistir, hicieron que el hombre dejase un estado nómada, para pasar a uno sedentario,
aprender los secretos de la agricultura y establecerse como una sociedad capaz de
sobrevivir ante las grandes amenazas que existían en ese entonces. La comunicación podría
decirse que fue el factor para que sobreviviéramos en una era donde no éramos la especie
dominante que ahora somos, debido a nuestra incapacidad para siquiera, comportarnos
como sociedad civilizada.
La aldea tribal se caracterizó, pues, porque será la palabra oral el único medio de
comunicación del que disponía el hombre en ese entonces. La palabra oral en ese entonces,
estimulaba el oído antes que la vista, involucrando sensorial y emocionalmente al oyente
integrándolo así al grupo donde pertenecía (dígase clan, en su defecto, la tribu). En la aldea
tribal la única posibilidad de transmitir experiencias e irlas acumulando, era haciéndolo en
un espacio restringido que estaba representado por la misma memoria del grupo al que
pertenecía, puesto que en ese momento no existían ni escuelas, ni historia, y mucho menos
una burocracia para regir el orden entre la comunidad.
La segunda edad que denominó así McLuhan fue la invención del alfabeto. Esta era se
inicia precisamente con la invención de la escritura hasta la difusión de la primera imprenta
en la Europa medieval, por lo tanto, esta etapa se extendería por unos 3500 años. Durante
este tiempo, McLuhan nos señala que aparecen muchas “extensiones del hombre” en lo que
fue el campo de las máquinas y las herramientas. Pero también aparecerá la escritura
alfabética, que puede ser considerado el primer medio capaz de recoger, conservar y
transmitir las propias experiencias humanas, reduciendo así la capacidad mnemónica de los
individuos, y sobre todo, el poder que tenían los ancianos en este momento, que hasta
entonces eran los “depositarios” de la historia y todas sus tradiciones, cargando con la
función de transmitirlas solamente a las élites administrativas religiosas y fiscales.
El alfabeto recién creado, se concreta específicamente en una perspectiva sensorio-visual y
posee una clara función analítico-lineal, y en efecto, la linealidad es una característica
predominante de la vista si se compara con el oído u otros sentidos de nuestro cuerpo.
McLuhan nos dice que esto derivará en una disociación entre la sensibilidad interior del
hombre alfabetizado. También nos habla de que la disolución de la familia y el clan mismo
(o tribu) hacia sociedades más abiertas es una consecuencia inmediata de la alfabetización,
en el sentido que esta posibilita la homogeneización entre culturas, y particularmente, la
revolución que la escritura ocasionó en el pensamiento (más que nada el griego) para pasar
a un estado más “salvaje” en los campos de la filosofía y la ciencia en general.
En 1962, cuando McLuhan saca a la luz su libro “La Galaxia Gutenberg”, nos viene a
decir que ésta se denomina a sí misma como la tercera edad entre las cuatro que nos
presenta el teórico norteamericano. McLuhan nos dice que hubiera sido más preferible usar
la palabra “ambiente” para describir esta fase o periodo, pero luego reflexiona:
“El término ‘galaxia’ expresa perfectamente al conjunto simultáneo y recíproco de
diversos factores no directamente relacionados entre sí”
Este periodo, nos dice, comprende los casi cuatro siglos que van desde la difusión de la
imprenta en Europa, dígase en el Medioevo, hasta las primeras décadas del siglo XIX,
cuando con la llegada del telégrafo, éste cambiaría para siempre la historia de la
comunicación humana.
Para McLuhan, la civilización es equiparable a la “cultura de la escritura”, cultura que,
según su opinión, competirá años más tarde con la cultura electrónica. Observará además
que mientras que la escritura manuscrita destacaba la insignificancia del ser humano y su
torpeza de la irritación especializada propias del signo visual, en la página impresa,
predominará la linealidad y la repetividad.
Comparto contigo este TEXTO:Redefiniendo medios y mensajes Cuando Mc Luhan, promediando la década del 60, llamó por primera vez la atención del público, hubo quienes interpretaron que lo que el hacía era promover el fin de la cultura del libro para propiciar la era de la televisión. Pero en realidad lo que él hacía no era sino advertir sobre el poderoso potencial del nuevo medio. Se sabe que en su vida privada Mc Luhan rechazaba a la TV a tal punto que le pedía a su hijo que impidiera que sus nietos la vieran. En efecto, llamó a la TV `el gigante tímido` y pretendía promover una concientización respecto a su enorme poder.
El pensamiento de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación se inicia a partir de las siguientes ideas:
1. Somos lo que vemos
2. Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman
En esta línea, podría afirmarse que veía en los medios antes agentes de `posibilidad` que de `conciencia`: así, los medios podrían compararse a caminos y canales antes que obras de valor artístico o modelos de conducta a seguir.
Es habitual que pensemos que los medios no son sino fuentes a través de las cuales recibimos información, pero la concepción de Mc Luhan era que cualquier tecnología (todo medio) es una extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Los medios tecnológicos son entendidos como herramientas que extienden las habilidades humanas, del mismo modo que una bicicleta o un automóvil son una extensión de nuestros pies... la computadora sería una extensión de nuestro sistema nervioso central.
El medio es el mensaje La famosa frase `El medio es el mensaje` nos lleva a la preguntarnos qué es el medio y qué es el mensaje.
Así como el medio es entendido como una extensión del cuerpo humano, el mensaje no podría ser entonces simplemente reducido a `contenido` o `información`, porque de esta forma excluíriamos algunas de las características más importantes de los medios: su poder para modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas.
En esta línea, Mc Luhan definirá al `mensaje` de un medio como todo cambio de escala, ritmo o pautas que ese medio provoque en las sociedades o culturas. De esta forma, el `contenido` se convierte en una ilusión, en el sentido de que éste se encuentra enmascarado por la intervención del medio (la mediatización).
Medio y mensaje funcionan en pareja puesto que uno puede contener a otro: el telégrafo, contiene a la palabra impresa, que contiene a laescritura, que contiene al discurso... y así, por lo que el contenido se convierte en el mensaje del medio continente.
Habitualmente no notamos que existe interacción entre los medios y dado que su efecto en nosotros, en tanto audiencia, suele ser poderoso, el contenido de cualquier mensaje resulta menos importante que el medio en sí mismo.
Las cuatro edades Una manera de intentar sistematizar algunas ideas que caracterizan el pensamiento de Mc Luhan es realizar un breve recorrido por la historia de la comunicación, de acuerdo con la concepción que éste tenía de cada etapa.
La historia de la civilización recorre tres fases según McLuhan:
1. El estadio tribal. Es un periodo asociado a un fenómeno que él ya considera tecnológico: la comunicación verbal. Para él es tecnología la creación de un medio que no poseemos cuando nacemos. McLuhan no se refiere a una lengua como una combinación de fonemas. Él se refiere a las lenguas que cuentan con series de sonidos asociados a objetos. ¿Por qué hemos desarrollado un lenguaje donde predomina la funcionalidad sobre la descripción de las emociones?
2. El estadio de destribalización. El momento clave en el que se inicia un segundo
estadio de la civilización es la creación de la escritura. La abstracción, la separación y distancia de los símbolos respecto de los objetos llevó a la civilización a un estado más racional y funcional, donde nacen los conceptos de útil y beneficioso. La exigencia de racionalización que determina la escritura produce un desarrollo especial de la vista, porque requiere una organización sistemática, visual, del conocimiento. El concepto de destribalización no es nuevo. La división que supone la escritura es compartida por el sociólogo Max Weber o por Northrop Frye.
3. El estadio de retribalización. Supone una vuelta atrás y está marcada por la aparición de los medios tecnológicos en el ámbito de la comunicación. Los medios electrónicos redescubren las facultades eclipsadas por la cultura quirográfica e impresa. La radio, como extensión del oído, y la TV, como extensión del tacto, tienen la capacidad de romper los equilibrios naturales para restituir al individuo la totalidad de sus sensaciones. Por un lado, recrean el contacto oral inmediato que fue típico de la vida arcaica comunitaria y tribal. Por otro lado, derriban las barreras estatales derivadas a su vez de los efectos de la escritura y dan cuerpo a los proyectos de mundialización de la cultura.
La aldea tribal Es posible que el habla se haya iniciado hace unos 30.000 años, pero la comunicación escrita-alfabética tiene tan solo unos cuatro milenios de antigüedad. La aldea tribal es pues una aldea analfabeta y su duración en la tierra habría tenido la extensión de unos 26.000 años.
Durante todo ese tiempo, junto con otros factores (innovaciones tecnológicas desde el fuego y los metales hasta los medios de trasporte y las armas) hicieron que el hombre dejase de ser cazador y nómada para aprender los secretos de la agricultura y transformarse en un ser sedentario. Aparecieron, pues, las aldeas estables, se desarrollaron recursos defensivos, lo cual abrió el paso para las primeras ciudades y, más tarde, las civilizaciones, con todo lo que ellas implican: la formación de clases, jerarquías, estructuras administrativas, etc. La aldea tribal se caracteriza porque será la palabra oral el único medio de comunicación del que disponía el hombre.
La palabra oral como medio de comunicación estimulaba el oído antes que la vista, involucrando sensorial y emocionalmente al oyente e integrándolo así al grupo de pertenencia (el clan, la tribu). En la aldea tribal, la única posibilidad de transmitir experiencias y acumularlas era haciéndolo en un espacio restringido que estaba representado por la memoria del grupo puesto que aún no existían ni la historia ni las escuelas ni la burocracia... los hombres estaban `sensorialmente` integrados.
El hombre alfabético-quirográfico Esta era se inicia con la invención de la escritura hasta la difusión de la imprenta en Europa, por lo tanto, esta etapa se extendería a lo largo de unos 3.500 años. Durante este período de tiempo aparecen numerosas `extensiones del hombre` en el campo de las máquinas y herramientas. Pero aparecerá también la escritura alfabética que puede ser considerado el primer medio capaz de recoger, conservar y transmitir las experiencias humanas, reduciendo la función nemónica de los individuos, el peso dogmático de los proverbios e incluso la autoridad de los ancianos, que hasta entonces eran los depositarios de la historia y la tradición, cargando con la función de transmitirlas a las élites administrativas religiosas y fiscales.
El alfabeto se concreta en una perspectiva sensorial-visual y posee una clara función analítico-lineal, en efecto la linealidad es una característica predominante de la vista si se la compara con otros sentidos como el oído, el gusto y el tacto.
Mc Luhan dirá que que esto deriva en una disociación entre la sensibilidad interior del
hombre alfabetizado. Mc Luhan verá, además, que la disolución de la familia y el clan hacia sociedades más abiertas es una consecuencia mediata de la alfabetización, en el sentido que ésta posibilita la homogeneización entre las culturas, la uniformidad de los individuos ante las leyes escritas y, particularmente, la revolución que la escritura generó en el pensamiento griego que marcó el paso de lo `salvaje` hacia la filosofía y la ciencia.
La galaxia Gutemberg o la Aldea Global En la introducción a The Gutemberg Galaxy Mc Luhan dice que la palabra `ambiente` hubiera sido preferible para describir el período pero luego reflexiona: El término galaxia expresa perfectamente al conjunto simultáneo y recíproco de diversos factores no directamente relacionados entre sí.
Este período comprende los casi cuatro siglos que van desde la difusión de la imprenta en la Europa de la modernidad hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el telegráfo cambiaría para siempre la historia de la comunicación humana.
En el mundo occidental, solo una tercera parte de la historia ha sido tipográfica, aunque, por cierto, la relación entre esta etapa y la anterior es interdependiente. Para Mc Luhan, la `civilización` es equiparable a `la cultura de la escritura`, cultura que, según su opinión, competirá con la cultura electrónica. Observará, además, que mientras que la escritura manuscrita destacaba la insignificancia y la torpeza de la irritación especializada propias del signo visual, en la página impresa, predominará la linearidad y la repetitividad.
La Galaxia Marconi o la Aldea Cósmica Mc Luhan dijo que el ciclo histórico entre los medios-mensajes y el hombre-usuario, concluye en la actual Galaxia Marconi, caracterizada por el medio televisivo.
Por último, McLuhan nos dice que el ciclo histórico entre los medios-mensajes y el
hombre-usuario concluyen en la época actual con la Galaxia Marconi, o aldea cósmica,
caracterizada por el medio televisivo más que nada. McLuhan nos decía que hay una
referencia de hecho a tres diferentes órdenes de innovaciones tecnológicas, y que pueden
ser resumidos en un orden eléctrico, uno electrónico y por último, un orden de tecnologías
recientes. El primero se lo atribuye al telégrafo y al teléfono, medios que redujeron el
espacio psicosocial en asociación con otras “extensiones” como los medios de transporte
que existían a principios del siglo pasado. El segundo, son los dispositivos centrados
esencialmente en el uso de válvulas, y el tercero, nos dice que estas tecnologías parecen
invadir todas las técnicas convencionales de comunicación haciendo confluir la
comunicación y la información de forma integrada y universal asociando todos los aspectos
de la comunicación humana.En síntesis, hay una referencia de hecho (aunque probablemente intuitiva) a tres diferentes órdenes de innovaciones tecnológicas:
1. Un orden electrico: el telégrafo y el teléfono, medios que redujeron el espacio psicosocial en asociación con otras `extensiones` como los medios de transporte.
2. Un orden electrónico: dispositivos centrados esencialmente en el uso de válvulas.
3. Tecnologías recientes: estas tecnologías parecen invadir todas las técnicas convencionales de comunicación haciendo confluir la comunicación y la información de forma integrada y universal asociando todos los aspectos de la comunicación humana: desde la administración pública, hasta los servicios sociales, desde el entretenimiento hasta la salud y la educación.
McLuhan quiso hacer énfasis en todas sus publicaciones y diversas entrevistas a
importantes medios de comunicación por el orbe, que los medios se dividían en dos partes:
medios calientes y medios fríos. La clasificación que hace McLuhan de los medios como
“calientes” o “fríos” surge de significados técnicos como “definición” e “información” y se
sustenta más en la experiencia sensorial que en el significado neto de las palabras.
Medios fríos y Medios calientes La clasificación que hace Mc Luhan de los medios como `calientes` o `fríos` surge de significados técnicos como `definición` e `información` y se sustenta más en la experiencia sensorial que en el significado de las palabras.
En el maravilloso mundo de la TV, “alta definición” significa precisión, detalle, calidad en
referencia a cualquier imagen visual común y corriente. De acuerdo a este criterio,
McLuhan dirá que las letras de nuestro abecedario, los números, las fotografías y los mapas
son objetos de alta definición. Un medio de tales características, brinda muchísima más
información y un receptor pasivo. Por el contrario, las formas que no se definen con tanta
calidad como por ejemplo, las caricaturas, serían de baja definición porque simple y
sencillamente nuestros ojos se ven en la obligación de completar lo que falta para obtener
una percepción acabada. Este principio de “completar los espacios en blanco” también se
aplicaría a los sonidos. Al brindar poca información, los medios de baja definición exigen
un receptor activo.En síntesis, hay una referencia de hecho (aunque probablemente intuitiva) a tres diferentes órdenes de innovaciones tecnológicas:
En el mundo de la TV, `alta definición` significa precisión, detalle, calidad en referencia a cualquier imagen visual. De acuerdo con este criterio, Mc Luhan explicó que las letras del abecedario, los números, las fotografías y los mapas son objetos de alta definición.
Es necesario aclarar que cuando McLuhan se refiere a la “información” que transmite un
medio, no se refiere a simples datos o conocimientos sino al modo en que nuestros sentidos
físicos responden a un medio o participan en él. En conclusión, podría decirse que el
pensamiento de McLuhan en cuanto a la división de medios, se puede resumir así:
Es necesario aclarar que cuando Mc Luhan se refiere a la `información` que un medio transmite, no se refiere a datos o conocimientos sino al modo en que nuestros sentidos físicos responden a un medio o participan en él. En conclusión, los medios de alta definición son medios calientes y los de baja definición son medios fríos.
Serían pues medios calientes la radio, la imprenta, las fotografías, las conferencias, y medios fríos el teléfono, el habla, la televisión, los seminarios, entre otros`.
ESTAS REPROBADO
Medios calientes: Alta definición – Más información – Menos participación
Medios fríos: Baja definición – Menos información – Más participación
Serían pues medios calientes la radio, la imprenta, las fotografías, hasta las conferencias. Y
medios fríos el teléfono, el habla, la televisión, los seminarios, entre otros.
Y regresando a citar a Benassini, ella nos decía que los debates políticos llegaron muy tarde
a nuestro país, cuando en 1994 las televisoras emitieron simultáneamente en vivo la señal
entre los 3 candidatos a la presidencia de la república. Estaba Diego Ceballos por parte del
PAN, Cuauhtémoc Cárdenas por el PRD, y Ernesto Zedillo por el PRI. Los tres nunca
debatieron, simplemente se pusieron a presentar sus propuestas de cara a lo que iba a ser su
campaña electoral y los espectadores nos quedamos con un sabor de boca amargo de lo que
probablemente pudo haber pasado si el diálogo se abre más entre los aspirantes a ocupar la
silla presidencial. Benassini nos confirma lo que dijo McLuhan, en referencia a los medios
calientes y fríos, que la televisión no dejará nunca de ser un medio tan frío como otros de su
especie, por la poca información que se manejó en ese entonces. Por eso la necesidad de
llamarlo “el gigante tímido”.
Hace rato hacía alusión a que nuestro sistema nervioso central es una extensión
precisamente de la televisión, como nos dijera McLuhan. El teórico pensaba que existen
ciertos “servomecanismos” al servicio del hombre, y que los ha ido utilizando a través del
tiempo. Cualquiera de nuestras extensiones resultan de las nuevas escalas de extensiones o
en sí, de las nuevas tecnologías que van saliendo día con día. Citando a McLuhan, él nos
dice acerca de este apartado:
“Situando nuestros cuerpos físicos en el centro de nuestros sistemas nerviosos ampliados
con la ayuda de los medios electrónicos, iniciamos una dinámica por la cual todas las
categorías anteriores, que son meras extensiones de nuestro cuerpo, incluidas las ciudades,
podrán traducirse en sistemas de información.”
Por ende, si pensamos que la rueda es una mera extensión de nuestras piernas, la revolución
digital a la que estamos sometidos hoy en día, ¿es acaso una extensión de nuestro cerebro?
Esta nueva visión de McLuhan parece haberse suscitado ya en nuestros días, con todo el
mundo digital que grandes arquitectos de la sociedad del conocimiento nos han traído hasta
nuestros hogares hoy en día. Enormes empresas multinacionales, líderes en
telecomunicaciones en la actualidad, nos han puesto la tecnología en la palma de nuestra
mano.
En 1968, cuando la popularidad de McLuhan iba decayendo poco a poco, sale a la luz su
libro “Guerra y Paz en la aldea global”. Podría decirse que fue su última gran publicación
tanto en Norteamérica como en Europa. En él, principalmente me llamaron la atención un
par de capítulos en donde él habla acerca de las extensiones del aparato que vendría a
revolucionar años más tarde a las telecomunicaciones mundiales: la computadora.
Toca temas muy profundos de una serie de investigaciones que realizó mientras publicaba
su libro, a personas que tuvieron contacto con la denominada “época hippie”. En los 60’s,
muchos jóvenes como ya lo hemos visto, se dejaban influenciar fácilmente por la cultura
pop de grandes grupos musicales como Los Beatles, los Rolling Stones, Pink Floyd, entre
otros… y fue una explosión de pensamientos que detonaron en los diversos movimientos
estudiantiles a lo largo del mundo, algunos ya conocidos mucho por todos nosotros. En esta
época, hubo también mucha gente joven que tuvo contacto con muchos agentes
alucinógenos que les provocaban, entre otras cosas, “paz interna” y “viajes” con
experiencias que iban desde lo irreal hasta las muy violentas. Es aquí cuando McLuhan, en
base a estas investigaciones, hace una analogía acerca de lo que podría ser el mundo de la
computadora en este entonces: “La computadora es el LSD del mundo de los negocios,
transformando su visión y objetivos”. El uso real de ésta, no es reducir personal o gastos, o
para acelerar o suavizar todo lo que ha estado sucediendo desde entonces. Su verdadera
función es programar y organizar los medios terrestres y galácticos y las energías de una
manera más que nada armoniosa.
El otro punto que me llama poderosamente la atención de este libro, es que McLuhan ve a
la educación como guerra y a la guerra como educación. Nos lleva a un viaje por los
tiempos de Napoleón en donde era casi un rito entre él y sus tropas llevar una enseñanza
digna de un conquistador, para conquistar pueblos. McLuhan nos dice que si Napoleón
hubiese existido en tiempos de Alejandro Magno o de Julio César, probablemente hubiera
terminado la labor que ellos dejaron inconclusa entre sus reinos, y hoy estuviéramos
hablando de una dinastía sin precedentes, porque, a través de la educación, se puede
conseguir que la ideología de un pueblo entero, cambie por completo, para beneplácito del
conquistador.
Nos habla que en cada guerra, el enemigo siempre debe de tener en cuenta los recursos y
las características de su oponente para saber de qué manera poder disminuirlo
territorialmente. Simplemente pura educación. También McLuhan dice que, dirigiendo
estos conceptos a la era de la televisión, ella también hace su propia guerra hoy en día y que
gracias a ello, ha significado el fin de la dicotomía entre civiles y militares.
Como vemos, McLuhan era un visionario espléndido, un conocedor de primera, que vino a
sentar las bases (en pleno siglo XX) de lo que es hoy en día la comunicación humana.
Marcó época a través de sus conceptos, a través de sus terminologías; él vino a establecer
un nuevo parámetro, una nueva entrada para que nosotros, como comunicadores que
somos, no nos veamos solos y disminuidos en una era globalizada, una era marcada por el
despertar tecnológico en su máximo esplendor. Se acabaron los 60’s, y con ellos supuso el
fin de McLuhan. Así como su popularidad subía y subía como la espuma del mar, fue
diluyéndose increíblemente cuando recién estuvimos entrando en la nueva década. En
1980, prácticamente murió triste y casi olvidado. Precursor de la ecología de medios, a más
de 30 años de su partida, McLuhan ha resucitado precisamente en esta nueva era de medios,
en donde deberíamos de agradecerle lo que hizo por ellos, no marcarlo en el olvido. A 100
años de su nacimiento, no nos queda más que decirle: GRACIAS MCLUHAN. Gracias por
abrirnos los ojos y por marcar una era completa, una generación de oportunidades, en
donde la tecnología para el bien de la humanidad, debe de ser el punto de despegue, nuestra
herramienta más poderosa en una cultura moderna mundial, en una sociedad del
conocimiento.
Bibliografía
Benassini, C. “Orígenes y desarrollos recientes de Sociedad de la Información. Una
introducción al pensamiento de Norbert Wiener, Marshall McLuhan y Daniel Bell. En
Rebeil, M. (Coord.). Anuario XIV CONEICC, México, Consejo Nacional para la Enseñanza
y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación.
McLuhan, M. (1996). Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser
humano, Barcelona, Paidós Comunicación.
McLuhan M., y Fiore, Q. (1968). War and Peace in the Global Village, New York,
McGraw-Hill.
McLuhan M., y Fiore, Q. (1987). El medio es el masaje. Un inventario de
efectos, Barcelona, Paidós.