“latidos del olvido” tabacalera

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Sr. Arribas Diego Llorente Dominguez Enrique Rubio Romero Paye Vargas Soria Colaboraciones TABACALERA

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“Latidos del olvido” es un proyecto artístico, encaminado hacia la “crea-ocupación" de lugares abandonados

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Page 1: “Latidos del olvido” Tabacalera

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Sr. ArribasDiego Llorente Dominguez

Enrique Rubio RomeroPaye Vargas Soria

Colaboraciones

TABACALERA

Page 2: “Latidos del olvido” Tabacalera

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© Los autores.

© Edición: A+ARTE. 2012

© Se permite la reproducción total o parcial de esta publicación sin fines comerciales y citando expresamente a los autores.

Maqueta: Paye Vargas Soria.

Page 3: “Latidos del olvido” Tabacalera

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Latidos del olvido es un proyecto artístico, encaminado a “reutilizar” lugares abandonados o deteriororados, a causa del paso del tiempo y el olvido. Cuenta con la colaboración de artistas y pensadores que aportan sus intervenciones y reflexiones intentando rescatar realidades del pasado y del presente. Se trata de intervenciones efímeras de todo tipo (fotografía, pintura mural, escultura, proyecciones…) cuya máxima premisa es el respeto total y absoluto de los espacios y entornos donde son realizadas. Creaciones in situ, realizadas en un lugar, con ese lugar y para ese lugar.

Beats of Oblivion is an artistic project,

aiming at the creative use of abandoned

places. It involves the collaboration of

artists and thinkers, who contribute with

their work, thoughts and ideas, and try to

recover past and present realities.

It implies all types of ephemeral

interventions, whose ultimate premise is

total and absolute respect for the spaces

and environments where they are made.

On-site creations made in one place, with

that place and for that place.

Page 4: “Latidos del olvido” Tabacalera

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Los lugares abandonados se recorren en

silencio, como se recorre un cementerio;

imaginando todo aquello que pudo haber

sido y no fue. Lamentando lo inexorable.

Preguntándonos “por qué”.

En un mundo agobiado por la

idea de la eficiencia, la productividad, la

ganancia, la utilidad y el beneficio, estos

espacios son un sinsentido. Una patada

al hígado. Directa, certera. Despabilante.

Movilizadora. Desechos que nos

despiertan a una realidad alternativa

que, aunque queramos esconderla, nos

acompaña siempre.

Son habitáculos de una libertad

muy particular. Ajenos a todo control, y

al margen de las leyes, parecen querer

resistir todo intento de sometimiento

humano. Espacios de anarquía que sólo

se apartan del caos por intervención de

la imaginación de quienes deambulan o

intervienen en ellos. Únicamente de ese

modo, los ambientes adquieren el sentido

y la función original que tuvieron cuando

estaban poblados y la vida ordenada

despejaba los peligros inherentes que le

atribuimos a los “desperdicios”.

Deserted places are visited quietly, the

same as you visit a cemetery; imagining

everything they could have been and

they were not. Regreting inexorable.

Wondering why.

In a world overwhelmed with

the idea of efficiency, productivity, profit,

utility and the benefit, these spaces were

meaningless. A kick in your liver. Straight,

accurate. A kick that bucks you up. A kick

that mobilizes. Waste products that wake

us up into an alternative reality which

always goes along with us even if we want

to hide it.

They are living spaces with a very

special freedom. Beyond any control,

beyond the laws; they seem to want to

resist any attempt of human subjugation.

Spaces of anarchy that only the imagina-

tion of those who wander around or take

part in them move away from the chaos.

Only that way, the atmospheres reach

their original sense and function from

the times when they were inhabited and

the tidy life cleared the inherent hazards

attributed to “waste products”.

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Sr. Arribas

UCES DEL PASADO

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“Lights from the past I”, March 2012

Soldier, father, prisoner of war, deserter, slave, fugitive, thief on

the great routes...decided to regain freedom. According to S

“Luces del pasado I” , Marzo 2012

Soldado, padre, prisionero de guerra, desertor, esclavo, fugitivo,

ladrón en las grandes rutas… decidido a recuperar la libertad.

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“LIGHTS FROM THE PAST”

There you find yourself alone in an abandoned place, the fears prevail and the senses become more acute, which allows you to notice insignificant details in other situations. Silence and relation established by the light connect these places, where the light gets great expressive force because it is uncontaminated. Certain places attract your attention by the uncontrolled light change around the surfaces, and as the bodies appear or disappear according to the incidence of the light impact they leave an ephemeral trace, whose presence lasts just one instant. Based on a reflection about the way of how to transfer those feelings, I developed the project: “light from the past” with the intention to create a work able to transmit the ephemeral force of the light on the surfaces. Thus, I search for generating of anatomic shapes on transparent acetates, which serve as an emissary that, although figurative, became evocative abstraction from the past. These emissaries are artificially illuminated in order to generate changing shapes that cannot be captured in a physical medium and can be observed just for a short time.

“LUCES DEL PASADO”

Cuando te encuentras solo en un lugar abandonado el miedo se va apoderando y los sentidos se agudizan, esto te permite observar detalles insignificantes en otras situaciones. Lo que une a estos lugares es el silencio y la relación que se establece con la luz, donde ésta cobra una gran fuerza expresiva al no estar contami-nada de otros estímulos exteriores. En pocos lugares te sientes atraído por el cambio incontrolado que produce la luz sobre las superficies y cómo los cuerpos aparecen y se desvanecen en función de la incidencia de la luz, dejando así una huella efímera cuya presencia dura tan solo un instante. A partir de una reflexión sobre la manera de transmitir estas sensaciones, desarrollé el proyecto “Luces del pasado” con la intención de crear una obra capaz de transmitir la fuerza efímera de la luz sobre las superficies. Así, busco generar formas anatómicas creadas sobre acetatos transparentes que me sirven como emisarios que, si bien son figura-tivos, resultan abstracciones evocadoras de tiempos pasados. Estos emisarios son iluminados artificialmente para generar formas cambiantes que no pueden ser plasmadas en un soporte físico y sólo pueden observarse durante breves instantes.

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“Lights from the past II”,

March 2012

He persuaded sixty partners

to challenge the death in order

to regain freedom before being

forced to serve.

“Luces del pasado II”,

Marzo 2012

Persuadió a setenta compañeros

para retar a la muerte con el fin

de recuperar la libertad antes de

verse obligados a servir.

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“INNER STATE”

When I first entered, the silence, light and a feeling of restless silence caught up with me. This attraction was broken by the voices in the street, which constantly situated me in a certain time and space. A weak light that was falling through the window bars illuminated the brick vaults gnawed by time, and conditioned my necessarily to my work. The initial situation that caught up with me had to be respected and valued as such. Inevitably, the work was already conditioned! And, had to be merged with that feeling. The project “shadow of time” continues to preserve the influence of the shadows. Passing gently through the surfaces, leaving no trace on the matter, these images escape unnoticed in a continual change. The accurate representation of inner state has led this project and in order to preserve it, I have subtly deformed the human anatomy. I have looked for anatomical shape develop-ments in the space, as if the work was growing up on itself locking up the empty space. The inner emptiness, which evolves as deals the work of the open volume in the interior of the piece, producing

continual shapes in the space.

“ESTADO INTERIOR”

Cuando entré por primera vez quedé

atrapado por el silencio, la luz y la

sensación de intranquilidad que transmitía.

Esa atracción fue rota por las voces de

la calle, que constantemente te situaban

en tiempo y espacio. La escasa luz que

entraba entre las rejas de la ventana

iluminando las bóvedas de ladrillo roído

por el tiempo, condicionó obligatoria-

mente el trabajo.

La situación de partida que

me envolvió tenía que ser respetada y

valorada como tal. La obra inevitable-

mente ¡ya está condicionada! y debe de

fundirse con la sensación.

El proyecto “La sombra del

tiempo” tiene aquí su continuidad al

mantener la influencia de las sombras.

Recorren delicadamente las superficies

abandonadas, sin dejar huella sobre la

materia, son imágenes que pasan inadver-

tidas en un continuo cambio.

La representación fidedigna

del estado interior ha marcado este

proyecto y para conseguirlo he distor-

sionado sutilmente la anatomía humana.

He buscado un desarrollo de las superfi-

cies anatómicas en el espacio, como si la

obra creciera sobre sí misma encerrando

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los espacios vacíos. El vacío interior que

nos rodea marca el trabajo del volumen

abierto en el interior de la obra, que

produce formas de continuidad en el

espacio.

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“The shadow of the time

XII”, March 2012

Incapable of place limits to his

frantic instincts. Nothing was

respected by his brutal fury and

his accumulated wickedness

because of a life dedicated to

serving.

“La sombra del tiempo

XII”, Marzo 2012

Incapaz de poner límites a sus

instintos desenfrenados. Nada era

respetado por la rabia

bárbara y la maldad acumulada

por una vida dedicada a servir.

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Diego Llorente Dominguez

EOMETRÍAG

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“Coordinate Axis”

“Eje de coordenadas”

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”Limit”

“Límite”

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“GEOMETRíA”

Leyes, fronteras, derechos, deberes...

Valores que asumimos y que aunque

cambian a diario entendemos como

verdades intemporales, bordes infran-

queables de una estructura que determina

nuestras vidas. Bordes definidos y condi-

cionados en su tiempo y su contexto.

Una geometría difícil de entender,

ya que entender la geometría, supone

entender la abstracción, supone asumir

que sus elementos deben perder todo

significado material, por tanto las condi-

ciones que delimitan su espacio, o la

materialización de la lógica humana debe

ser a su vez coherente con la esencia de

la naturaleza, de lo que nos rodea.

El análisis geométrico se basa en

que todo esta compuesto de puntos,

rectas y curvas; tanto lo tangible como lo

intangible, por tanto la naturaleza y sus

procesos pueden ser interpretados mate-

máticamente por medio de ecuaciones y

gráficos que las contengan. El orden de

la geometría analítica, supone que a cada

punto en el plano le corresponde un par

ordenado de números, y que a cada par

ordenado de números le corresponde

un punto en el plano. De este modo

una recta se puede entender como un

conjunto infinito de puntos alineados

en una dirección y todas, sin excepción,

quedan incluidas en la ecuación: Ax + By

+ C = 0. Definir una sola recta, supone

haber definido un eje de coordenadas

y el resto de puntos y rectas. Un modo

de entender la realidad que determina

distintas funciones, distintas definiciones

para una misma idea.

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Therefore, a line can be understood

as an infinite set of points facing the

same direction, all of these lines without

exception, will be given in the form: Ax +

By + C = 0. To define a single line means

having already defined the coordinate axes

and the rest of points and lines. It is a way

to understand the reality, which defines

different notions, different functions of the

same concept.

“GEOMETRY “

Laws, borders, rights, duties... values we

assume and even though they are changing

daily, we follow them like timeless rights,

impassable borders of a structure, which

define our lifes. Defined and conditioned

borders in its time and its context.

Geometry is difficult to understand,

because understanding geometry means

understanding the abstraction, accepting

that its elements must lose all matter

(material) meaning-therefore the conditions,

which define its space or the materialization

of human logic, are also necessary to be

consistent with the essence of nature, with

all that surrounds us.

The geometrical analysis is based

on the fact that everything is composed

of points, straight and curve lines; both

tangible and intangible. Thus, nature and

its systems can be interpreted mathe-

matically through equations and graphics

containing them.

According to Analytical Geometry,

each ordered pair corresponds to a point

in the coordinate plane, and each point in

the coordinate plane corresponds to an

ordered pair.

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”Order”

“Orden”

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”Straight line”

“Recta”

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Enrique Rubio Romero

NTERMINABLEI

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“ENDLESS”

Endless, like the aisles that the core of this

building traverses. Endless, like the long

working days in it. Endless, like the hours

of conversation side by side. Endless, like

the complicities, like the real friendship.

Endless, like the rolls of paper used to

manufacture cigarettes at some stage.

Endless, like the building itself.

Quiet, like all the places that time

scorns. Quiet, like the firmest revolutions.

Appealing, like everything forbidden that

is seen as possible.

Tidy, inside the chaos in which

unconsciously it has been imbued. Chaos

that gives it the life supplied by the

beating restlessness of people without

any space.

The public space widely desired

after losing its administrative interest,

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widely desired from the moment it is

placed at the disposal of those who want

to use it.

Engine of the activities that

emerge to occupy it. Shelter of those who

desire any kind of special freedom and

who don’t know that inside urban jails

this is just a myth: big, spacious, infinite...

but a myth.

Vulnerable, like everything that is

done without being the owner of its own

means; poor like the provisional.

Alternative, if this word has any

meaning when it is used to call what is

common in other places.

Broken, like everything that is not

free from human action.

Endless, like the search for the

most basic needs.

This space is an infinite succession

of aisles, rooms and courtyards; it is easy

to get lost in it. But, when you understand

its logic it is just a matter of following a

basic pattern, everything is predictable.

That is how my work is developed:

in a logical predictable labyrinth where

everything has its own benchmarks and

following them you reach the goal...

It consists of recreating the space

with the same materials; the rolls of

smoking paper are the intestines inside

the intestines that are the basements of

this building.

It is white, pure...like the

cigarettes resulting from it. It finally

becomes smoke and ashes, the creation

for the destruction.

In the particular case of this work

-carried on throughout a weekend- a

fact that increased the own ephemeral

meaning of the work itself took place:

during the night, some security guards

partially destroyed it becoming –this

way- unconsciously part of it; with their

action they stated the human action in

everything that they ignore and that,

without knowing how to face it up, takes

its own decisions –wrong or correct- but

self-governing.

Smoking paper and wood

were part of this ephemeral work that

was located in the basements of the

‘Tabacalera of Lavapiés’, it was part of it

for a moment, it reflected what –from

my point of view- was its idiosyncrasy

and wore off. But it left me an indelible

memory; a memory which I hope those

who see this work can recover for a

moment.

Page 33: “Latidos del olvido” Tabacalera

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urbanas esta no es más que un mito,

grande, espacioso, infinito... pero un mito.

Vulnerable, como todo lo que se

hace sin ser dueño de sus propios medios,

precario como lo provisional.

Alternativo, si es que esta palabra

tiene algún significado cuando es usada

para llamar a lo que es corriente en otros

lugares.

Roto, como todo lo que no está

libre de la acción humana.

Interminable como la búsqueda

de las necesidades más básicas.

Este espacio es una sucesión casi

infinita de pasillos estancias y patios, en él

perderse es fácil. Pero cuando entiendes

su lógica no es más que seguir un patrón

básico, todo es previsible.

De este modo se desarrolla mi

obra es un laberinto lógico, previsible,

todo tiene unos puntos de referencia, y

siguiéndolos se llega...

Es el recrear el espacio con sus

mismos materiales, los rollos de papel de

fumar son el intestino dentro del intestino

que son los sótanos de este edificio.

Es blanco, impoluto, como los

cigarrillos que salían de el. Para después

convertirse en solo humo y ceniza, la

creación para la destrucción.

“INTERMINABLE”

Interminable, como los pasillos que

recorren las entrañas de este edificio. In-

terminable como las jornadas de trabajo

en él. Interminable, como las horas de

conversación codo con codo. Intermi-

nable como las complicidades, como las

amistades de veras. Interminable, como

los rollos de papel con los que en su última

época fabricaban los cigarrillos. Intermi-

nable como este edificio en sí mismo.

Callado, como todos los lugares

despreciados por el tiempo. Silencioso,

como las más firmes revoluciones.

Atrayente como todo lo prohibido que

se ve posible.

Ordenado, dentro del caos en el

que sin ser consciente se ha imbuido. Caos

que le da la vida insuflada por la inquietud

latente de las personas sin espacio.

El espacio público codiciado en el

momento que deja de tener interés ad-

ministrativo, codiciado desde el momento

que se pone a disposición de quien lo

use.

Motor de las actividades que

surgen para ocuparlo. Abrigo de aquellos

que anhelan algún tipo de libertad espacial

y no saben que dentro de las cárceles

Page 34: “Latidos del olvido” Tabacalera

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tarse a algo toma sus decisiones, erróneas

o correctas, pero autónomas.

Papel de fumar y madera formaron

esta obra efímera que se ubicó en los

sótanos de la Tabacalera de Lavapiés,

formó parte de ella por unos instantes,

reflejó lo que a mi modo de ver fue su

idiosincrasia y desapareció. Pero dejó una

huella en mi, una huella que espero que

quienes vean esta obra puedan rescatar

por unos momentos.

En el caso de esta obra que se

desarrolló a lo largo de un fin de semana

tuvo lugar un hecho que reforzó el

propio sentido efímero de la misma.

Pues durante la noche los guardias de

seguridad del edificio la destruyeron par-

cialmente, convirtiéndose de manera in-

consciente en parte de la misma , con su

acción pusieron de manifiesto la acción

del ser humano en todo aquello que

desconocen, y no sabiendo como enfren-

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“Endless”

Endless, like ourselves earch.

“Interminable”

Interminable, como la búsqueda

de uno mismo.

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Broken, like everything that is not

free from human action.

Roto, como todo lo que no está

libre de la acción humana.

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A BELLEZA DE LA DECADENCIA

Paye Vargas Soria

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Abandoned places are the favourable,

fertile field for the metaphors and

adjectives.

Nothing is completely permanent

and clean. Things wear off by themselves,

they grow old. They get dirty, wear out

and disappear. Some of them are a bit

late in disappearing, some are later; but

everything is a matter of time. Death is

always at the end of the way. Maybe this is

the reason why abandoned places –when

they materialize the impermanence of

all that we are brought up to admire

according to our culture - impact us so

much and why so many people reject

them.

We disguise, hide and make up

decadence. We loathe degradation and we

try to avoid it. Thousands of products are

sold every day in order to fight against it.

We do not want to get old. We grow old

anxiously. The emotional side dominates

the reason and so the monsters appear.

And ... are there any other places apart

from an abandoned place where fears can

grow more freely? These fears announce

the irremediable future. Dampness, paint

peeling off the walls, chinks on the wall,

the floor that is all come up and broken

glasses are excellent metaphors that we

cannot evade and which fascinate me.

We set the tone of seeing the

world by setting up dichotomies. Dualism

is not only between body and soul but

also among the rest of the things: useful

or useless, increasing or declining, pure

or impure, inhabited or uninhabited,

occupied or abandoned. One thing

always excludes the other, generally with

a negative connotation. That’s the way

western culture is. We find it difficult to

harmonize what seems irreconcilable as

eastern people do, being this clearer in

the symbol of Ying-Yang.

We are divided. We are extremely

analytic. It is not strange that abandoned

places hold these negative aspects in

contrast to positive ones that are always

associated with inhabited and lively

places.

There are some abandoned places

that refer us to a way of seeing the word

which could be describe as ‘Buddhist’.

The lack of permanence in things,

desire debacle and the lesson of letting

everything to go away (or to stay behind)

are probably the most profound philoso-

phical lessons that can be found in those

places.

For us, abandoned places are

nice places; rich in shapes, freedom and

Page 43: “Latidos del olvido” Tabacalera

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are unique and quite often they cannot

be reproduced.

Questions, doubts, hypothesis and

mystery, inquiries and assumptions come

up...we have got some replies ahead of us...

a decadent sense of continuity. It is an

accurate inspiration for avant-garde

works of art; waste products can turn

into the raw material for contemporary

works of art provided that shapes and

outlines which produce the degradation

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Pautamos la manera de ver el

mundo marcando dicotomías. El dualismo

no sólo se da entre el cuerpo y el alma,

sino también en el resto de las cosas:

útil o inútil, creciente o decadente, puro

o impuro, habilitado o deshabilitado,

ocupado o abandonado. Una cosa siempre

excluye a la otra que, por lo general,

tiene una connotación negativa. Así es la

cultura occidental. Nos resulta muy difícil

conciliar lo que parece irreconciliable

como lo hacen los orientales, quedando

esto más que claro en el símbolo del

Yin y el Yang. Estamos partidos. Somos

por demás analíticos. No es extraño que

los sitios abandonados concentren esos

aspectos negativos en contraste con los

positivos, siempre asociados a los sitios

poblados y vivos.

Hay lugares abandonados que

nos remiten a un modo de ver el mundo

que podríamos calificar de “budista”. La

impermanencia de las cosas, la debacle

del deseo y la lección de saber dejar que

todo se vaya (o quede atrás) son, quizá,

las lecciones filosóficas más profundas

que se puedan encontrar en esos sitios.

Para nosotros, los lugares aban-

donados son sitios agradables; ricos en

formas, libertad y un decadente sentido

de la continuidad. Inspiración muy propia

Los lugares abandonados son el campo

propicio, fértil, de las metáforas y

adjetivos.

Nada es por completo permanente

y limpio. Por sí solas las cosas se deterioran,

envejecen. Se ensucian, desgastan y

desaparecen. Algunas tardan poco, otras

un poco más; pero todo es cuestión de

tiempo. Al final del camino siempre está

la muerte. Quizás sea por eso que los

lugares abandonados, al materializar la

impermanencia de todo aquello que

culturalmente estamos educados para

admirar, nos impacten tanto y sean tantas

las personas que los rechazan.

Enmascaramos, ocultamos y

maquillamos la decadencia. Detestamos

la degradación y tratamos de evitarla.

Miles de productos se venden a diario

con el único fin de luchar contra ella. No

queremos hacernos viejos. Envejecemos

con angustia. Lo emocional domina a la

razón y es así como nacen los monstruos.

¿Y en qué otro sitio que no sea en un

lugar abandonado crecen con mayor

libertad esos miedos? Ellos nos anuncian

el porvenir irremediable. La humedad, el

desconche de la pintura, las rajas en la

pared, los suelos levantados y cristales

rotos son excelentes metáforas que no

podemos eludir y me fascinan.

Page 45: “Latidos del olvido” Tabacalera

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Las preguntas aparecen, las dudas,

las hipótesis y el misterio, las indaga-

ciones, las suposiciones... las respuestas

nos esperan..

para las artes de vanguardia, los desechos

pueden convertirse en la materia prima

del obras de arte contemporáneo, dado

que los contornos y formas que produce

la degradación son únicos y muchas veces

no reproducibles.

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Page 47: “Latidos del olvido” Tabacalera

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48

LA L

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Page 49: “Latidos del olvido” Tabacalera

49

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Page 50: “Latidos del olvido” Tabacalera

50

olaboraciones

Page 51: “Latidos del olvido” Tabacalera

51

Iván del Arco SantiagoUlises Faragüit

V. H. Gª. BreaEva Lavilla Rey

Cris Martín “La Princesa Inca”

olaboracionesC

Page 52: “Latidos del olvido” Tabacalera

52

“Hasta encontramos difícil ser seres humanos,

hombres auténticos, de nuestra propia carne y

hueso; nos avergonzamos de ello, creemos que

es ignominioso, e intentamos convertirnos en una

especie nunca vista de hombres generalizados.

Hemos nacido muertos y, durante largo tiempo,

no hemos sido engendrados por padres vivos,

cosa que nos agrada cada vez más. Le estamos

tomando el gusto. Pronto inventaremos la manera

de nacer de una idea. Pero con eso basta; no

quiero escribir más desde el subsuelo”.

F.M.Dostoyevski “Memorias del subsuelo”

El hombre del subsuelo

Os habla el hombre sin poderes, el hombre

del subsuelo. La vida más vulgar adquiere

en la penumbra algo de sugerente misterio

pero no os dejéis engañar porque aquí no

hay ningún secreto que desentrañar, los

velos de Isis han caído hace tiempo. Aquí,

en el subsuelo, los hombres sin poderes

nos movemos torpemente en la oscuridad,

tropezamos a menudo y nos palpamos

con ansiedad para certificar que no nos

ha sido arrebatada una porción de carne

cenicienta. Somos hombres vulgares

Nítida balancea tus dientes en el preci-

picio,

todo mutó hacia una forma que desco-

noces y ahí sigues,

desequilibrista muda,

extraña de ti misma.

Cris Martín “La Princesa Inca”

Page 53: “Latidos del olvido” Tabacalera

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El hombre del subsuelo teme

la luz como el leproso apartado largos

años del resto de los vivos y no perdona

a quién enfoca con su luminaria su

maltrecho cuerpo: es la vergüenza por la

fealdad pero también una coartada para

negar su imagen ignominiosa, para obviar

su responsabilidad en esa degradación

consentida. Por eso ansiamos el olvido,

habitamos un espacio que es tránsito

hacia la muerte como la cripta de una

iglesia. Pero éste no es un lugar santo, en

nuestra gruta no nacen ideas eternas y

bellas porque somos radicalmente (hasta

la misma raíz) feos.

“…Pero con eso basta; no quiero escribir más

desde el subsuelo”.

Eva Lavilla Rey

porque hace tiempo apostamos nuestros

poderes y perdimos. Seres hechos de sus-

ceptibilidades, carentes de la fe creadora

y de amor.

Algunas veces los estrangulados

rayos de luz que entran por el tragaluz

atraviesan nuestros cuerpos agujereados;

sentimos, entonces, un dolor impropio

porque no nos toca, tan solo roza

nuestro vacío. Ya no podemos sentirlo

del todo, nos quedan jirones alrededor

de esos huecos que parecen agujeros

microcósmicos. Nos duele la conciencia

como duele un miembro amputado,

entonces nos ovillamos y nos sorprende

recordar brevemente que fuimos otros:

seres plenos, a los que los rayos de luz

no podían atravesar como espadas incle-

mentes. Éramos otros, seres reflectantes,

formas superiores de vida no avergonza-

da. Esta constatación nos aturde un breve

lapso de tiempo hasta que nos olvidamos

de nuevo, nuestra memoria es como la de

los peces, corta y acuática. Después de un

episodio de este tipo en la boca sentimos

el sabor de la ceniza y del esparto que

finalmente termina por desaparecer.

Page 54: “Latidos del olvido” Tabacalera

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primigenia dispuesta en el suelo como un

tesoro peligroso y mortífero, como una

nueva caja de Pandora…

Después, el verdadero hallazgo fue la

escritura menor. Los signos, como si de

catacumbas profanas se tratara, aparecie-

ron en las paredes para hablarnos de vidas

menores como la nuestra, con desprecio

y olvido de faraones. En los muros se

revelaron interrogaciones procedentes

del pasado, preguntas que nos interpe-

laban con insistencia. Empezamos a leer

con los dedos en los muros como cuando

éramos niños y recorríamos las paredes

con un dedo rezagado y moroso, como

ciegos que sienten en el relieve de la

palabra un relato nuevo y emocionante.

Entonces pudimos oír la voz de aquellas

mujeres que habían liado cigarros como

las diosas menores lían las hebras de la

vida para ajustarlas a discursos blancos y

uniformes, que se consumen en el mismo

momento de ser leídos.

Mujeres que construían frágiles arquitec-

turas de papel, juegos de la imaginación

que trazan itinerarios y vidas paralelas.

La palabra incandescente

La luz derramada sobre nuestra frente

nos quemó para siempre dejándonos una

marca indeleble, fue entonces cuando un

ángel compasivo nos trajo la palabra para

evitar que el destello nos dejara ciegos.

Y con ella construimos un fuerte donde

resguardarnos y un puente para alcanzar

a los demás. Y si antes nos abrasó la piel

la luz inclemente, ahora es el fulgor de la

palabra el que abre un tajo en nuestras

entrañas como una navaja afilada.

La palabra incandescente fue abandonada

como un artefacto peligroso en medio

de las tinieblas y no tuvimos más opción

que abrazarla. Y al abrir el ingenio su

contenido rebotó en las paredes como

un eco. Las palabras nos persiguieron

como estorninos inquietos, afiladas como

fotones en guerra, las letras se acabal-

garon en partículas fluorescentes y re-

verberaciones de prosodias abrasadoras

quedaron suspendidas del techo como

banderines de cumpleaños. Así per-

manecimos, subyugados por la palabra

Page 55: “Latidos del olvido” Tabacalera

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Todas aparentemente iguales, todas

idénticas como cigarros. Las vidas de

“la multitud en la historia”, todas apa-

rentemente monótonas. Y, sin embargo,

la incandescente luz que irradia cada

una de ellas semeja a la de un cigarro

encendido en la oscuridad. Todas únicas.

Lo sabemos con certeza porque nosotros

somos masa, muchedumbre, turba, plebe,

chusma… somos legión. Y cada uno de

nosotros conocemos, aunque a veces lo

olvidemos, que somos un milagro del azar

y la biología; y, en fin, que somos parte del

misterio.

Eva Lavilla Rey

Glosario improvisado

• Ritual de exorcismo:

Acto formalizado en el que se produce la

expulsión (véase la voz “expulsión”) por

el imperio de la fe, de la fuerza maligna

que se ha apoderado de un cuerpo. Existe

un conocimiento específico para lograr

el objetivo de sacar el ente demoniaco

del cuerpo. Uno o varios miembros de la

comunidad son portadores de ese cono-

cimiento lo que les autoriza a usarlo de

forma exclusiva.

• Ritual del desalojo:

Acto formalizado por el que se produce la

expulsión de los elementos o individuos

que se consideran nocivos para el cuerpo

social, sea porque han ocupado un edificio

sin consentimiento, porque no son

capaces de pagar las letras de la hipoteca

bancaria o porque intervienen artística-

mente de forma clandestina. Las fuerzas

de orden público tienen el monopolio

Page 56: “Latidos del olvido” Tabacalera

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La Abeja Reina

A mi abuela Paz

Olor a muerte,

olor a vida.

Vida que no es vida,

vida, que es intriga.

La abeja Reina se muere

sobre césped de lana fina.

Y en un aliento de vida,

mi abeja reina respira.

Iván del Arco Santiago

de la violencia y son los únicos autoriza-

dos por las leyes de la comunidad para

proceder a la expulsión.

• Expulsión:

Situación que todos los seres humanos

hemos sufrido alguna vez, desde el

momento en que dejamos de ser seres

celestiales a la derecha de Dios y nos

convertimos en carne que ocupa un

espacio. Expulsados del paraíso por

pecadores, de sus países por conflictos

bélicos, expulsados de clase por hablar

con el compañero, del país por inmigran-

tes, expulsados de la comunidad religiosa

por la orientación sexual, desalojados de

los subsuelos por antipatías insolidarias.

Sacados a la fuerza del lugar de creación,

lastimados por la muerte de la confianza

y la fe en el hombre.

Eva Lavilla Rey

Page 57: “Latidos del olvido” Tabacalera

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Esencia

A mi padre

Un momento, aliento,

una vida, sosiego,

un instante, tormento,

un hecho, eternidad,

un juicio, fuego,

de Helios, gloria,

de hoguera, Hades,

un momento para siempre,

una vida, de repente.

Iván del Arco Santiago

La ironía del espacio

Es irónico como aquel espacio que sirvió

para la confección de cigarrillos, cuyo fin

es ser quemados, destruidos, ahora es

soporte de una obra efímera, evanescen-

te, como el humo de aquellos pitillos en

la comisura de los labios de Humphry

Bogart. Es curioso como se llegan a asociar

las ideas y nos transportan a recuerdos

de otro tiempo. Y es ahí, en el recuerdo

evocador que produce la vieja fábrica

transformada en centro de encuentro y

actividad artística, lo que la convierte en

lugar de excepción para el trabajo de este

póker de artistas que en cada interven-

ción nos regalan un poco más de ellos,

de sus apreciaciones, de sus sentimientos,

miedos e inquietudes.

Cuando uno entra en tabacalera una

miscelánea de imágenes se nos presentan,

pero si se prosigue, y se tiene la posibili-

dad de descender al sótano, inaccesible al

público, simula ser un descenso órfico a

un mundo de silencio y soledad. La nada

emerge según avanzamos por sus pasillos

Page 58: “Latidos del olvido” Tabacalera

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donde el concepto metafórico se muestra

para recrear juegos irónicos.

El gran espacio otochentesco

mantiene una estructura fabril ordenada

que en su múltiple fragmentación se

convierte en laberíntica. Una gran

paradoja, como la que nos presenta Kike

en su tiralíneas donde el papel de fumar

rodea los robustos pilares que sostienen

las estancias en las que otrora esos blancos

rollos se almacenaban. De nuevo la ironía

se nos hace presente. La ductilidad del

papel contrasta con los recios pilares que

separan los vacuos espacios de la basta

construcción, a la vez que el blanco en

perfectas líneas rectas, que se entrecru-

zan ordenadamente, parecen separar

la luz de las tinieblas. Dos laberintos

se nos presentan: el del propio espacio

mediante esos juegos provocados por la

luz que penetra por las ventanas altas que

comunican con la calle, y el que Kike nos

ha dibujado con los rollos del albo papel

de fumar.

Y para terminar, de repente, entre

la oscuridad que tenuemente se disipa con

los esporádicos rayos que iluminan los

y galerías abovedadas con los muros

pardos que invitan a la meditación sobre

su pasado, un canto a la melancolía que se

refuerza aún más en las nuevas sombras

de Javier cuya plástica se esconde en los

colores terrosos de la pared que parece

metamorfosearse en expresivos hombres,

como su deconstrucción humana que se

yergue en medio de la nada y de la luz

que la matiza. Y es que la luz es personaje

de excepción en este coctel de formas

que conjugan nuestros alquimistas de la

ocupación.

Luz que recrea teatrales contralu-

ces que enfatizan la fuerza de este lugar

que ofrece una unidad escenográfica,

acogedor leit motive de este proyecto

de Latidos del olvido. Luz que con sus

cambios hace palpitar al propio espacio y

al paseante que siente el eco de sus pasos

al tiempo que intuye sonidos del pasado. La

luz limita sin límites, recorta los espacios

con sus contrastes, de la misma forma

que Diego en sus imágenes busca las

fronteras del espacio en las matemáticas

y la función, la geometría y la producción,

Page 59: “Latidos del olvido” Tabacalera

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sótanos, una luz autónoma proyecta las

ideas que Paye nos acostumbra a regalar y

que nos invitan a pensar en sus sentimien-

tos e inquietudes. Palabras que se funden

al abrigo de la luz, como aquella luz de

los iluminados, de los consecuentes, que

emerge de un cubo solitario en medio de

la yerma sala, es metáfora de la soledad

del pensamiento. El espacio muta hacia

lo trascendental, en un trayecto entre la

melancolía del pasado y del presente, ma-

terializada en la evanescencia de la obra.

Ecos del ayer conviven con palabras del

presente, proyecciones de un futuro.

De nuevo la luz, la nada y los recios

muros aparecen en la praxis creativa, im-

provisando una esfera metafísica en la

que convergen diversas concepciones

existenciales, que a su vez conforman la

unidad entre estas cuatro manifestacio-

nes artísticas, a las que el resto de cola-

boradores tan solo queremos poner un

acento testamentario.

Iván del Arco Santiago

Sucesión

No puedo dejar de mirar esas paredes,

esa sucesión de ladrillos, ese mar de

arcilla cocida, de polvo, de pintura y

suciedad. No consigo apartar los ojos el

océano congelado de sus muros. Ese mar

de vida. Sí, de vida, porque en definitiva no

es más que eso. Vivir es caos, desorden,

es encontrar cosas fuera de lugar, desear

que todo fuera de otra manera, es

lucha y tensión. Las casas llenas de vida

son hogares, y los hogares viven con el

desorden. Mi propia vida es desorden;

no respiro como debo, no ingiero como

debo, no amo como debo, no deseo

como debo. Se me escapan los deseos

por entre los dientes, y la vida es encajar

esa miríada de piezas. Vivir es la tensión

que me empuja a encontrar el sistema del

desorden, la búsqueda de esa homeos-

tasis. Es intentar algo, un no sé qué, tal

vez crear aventuras en ese caos…pero

la vida es también vaciedad. Es triste, y

cuesta trabajo vivir. Triste en sí misma,

es una pared que se ha de escalar, aga-

rrándote a cualquier saliente, buscando

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huyo de ese espacio de abandono. Al

contrario, me llama, y yo voy hacia él. Me

maravillo al considerar que un espacio

como este, que era manantial de riqueza

para algunos, fuente de lujo para pocos

y medio de vida para muchos, es ahora

el santuario de la pobreza. Un santuario

en el que solo se puede venerar la deses-

peración. Los pobres escalan sus muros,

penetran por sus vanos. Los pobres ante

el poderío del abandono, en una corte de

milagros miserables.

Ulises Faragüit

pretextos para seguir escalando, y, sin

embargo, puede ser también bella, si

la lleno de belleza. Llenar mi existencia

de belleza, de experiencias sobrecoge-

doras, de sensaciones y momentos que

alumbran experiencias. Llenar el espacio

de mi existencia, el intervalo entre cada

uno de mis latidos.

No puedo dejar de observar

cómo la luz se derrama por los muros, esa

luz creadora, que hace aparecer las cosas

en el espacio. La luz que no existe si no

existen las cosas, las cosas existen porque

yo existo. Esto me lleva a encontrarme

con más mundos, con todos los universos

posibles, porque quiero existir, quiero

existir mucho, hacerme presente es todas

las dimensiones posibles, ser pleno. Pasear

por las playas de los trópicos, sentir el

zumbido del viento en mis oídos. Las

playas tropicales acariciando las plantas de

mis pies. Esas playas comienzan a existir

en el momento que las considero.

Cada paso, por lento y silencioso

que pretende que sea, es un crepitar

continuo, una hoguera de frío, de separación,

de desamparo. No, no tengo miedo, no

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Las ruinas de lo que nunca fue

Mientras fuera la verdad del calendario

se imponía y afirmaba que habían trans-

currido años, yo supe el tiempo detenido;

mientras la verdad del suelo que pisaba

anunciaba un espacio posible, yo supe de

su engaño...Todo comenzó el día en que

el lugar en el que quise levantarme y le-

vantarle, como quien vislumbró el águila y

el nopal, me susurró desde la lejanía "no

estoy" y advertí que no estaba sino sobre

las ruinas de lo que nunca fue; que no es-

taba sino donde una vez noté sucederse

días de estreno; días siempre nuevos, úni-

cos, sustentados en la esperanza; días en

los que, ilusionada como estaba, el tiempo

discurría amablemente sobre mí y yo lo

estiraba, antojándoseme eternas sus po-

sibilidades, y las de él, y las mías, y aun las

de un nosotros y fui dulcemente incons-

ciente de toda finitud, de toda derrota...

Pero desde la epifanía de la certeza de la

extinción de aquel lugar, me sé, sin haber-

me mudado, nuevamente en otro mundo;

me sé, pese a la apariencia, en un tiempo

agotado. Así, el espacio en que una vez

renací, y asimismo el otro y el mundo re-

nacieron, me anunció todas las muertes.

Otra vez habría de reinventarme. Ahora

de nuevo soy Mercurio: proyecto, posibili-

dad, potencia... Y mientras fuera la verdad

del calendario se sigue imponiendo, me

digo: "se me agota el tiempo; se consu-

me el tiempo; el tiempo del ser que tengo

detenido".

V. H. Gª. Brea

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