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Antonio Álvarez / / / / Correo-e: [email protected] NUESTRO MUNDO La ventaja de los humanos radica en que tienen la facultad creativa de actuar de modo coordinado en grupos inmensos, incluso de millones de miembros. I sraelí de padres libaneses, el historiador y estudioso de la prospectiva, Yuval Noah Harari -nacido en 1976 y con un doctorado de la Universidad de Oxford- es autor de li- bros de un éxito inusitado, especialmente De animales a dioses, Sapiens y Homo Deus. Sus ideas son punzantes y provocan polémicas. Según él, todo indica que las actua- les personas serán reemplazadas en unos cuantos años por entidades cualitativamente superiores. Pronto pre- dominarán los cyborgs (organismos cibernéticos) y suyos serán los poderes que tradicionalmente se han atribuido a los dioses. Una de esas capacidades desmedidas será la inmortalidad. Hay que darse cuenta, enfatiza Harari, de que la muerte es una cuestión técnica y la tecnología apor- tará los medios para resolver el problema. La electrónica y la biología se fusionarán, la selección natural que operó durante millones de años será sustituida por la selección artificial (eugenesia incluida) o -para usar el lenguaje tan querido por los viejos fundamentalistas religiosos- por el diseño inteligente, pero esa labor estará a cargo de tecno- científicos y no del mítico y ya anacrónico dios judeocristia- no u otro ser análogo y ficticio. Yuval Noah Harari asevera que los humanos -que como especie eran insignificantes- dominaron el mundo porque desarrollaron casi por casualidad la capacidad de comunicarse de manera flexible y masiva. Insiste en que insectos como las hormigas y las abejas pueden comuni- carse masivamente, mas solo actúan conforme a patrones rígidos. Por otra parte, dice Harari, mamíferos como los lobos y los simios alcanzan cierta flexibilidad pero, única- mente son capaces de coordinarse en conjuntos muy limi- tados. La ventaja de los humanos radica en que tienen la facultad creativa de actuar de modo coordinado en grupos inmensos, incluso de millones de miembros. Nuestro lenguaje rebasa por mucho las funciones meramente emotivas y apenas referenciales de la comu- nicación animal. Con ese lenguaje los individuos creamos ficciones y mitos que le dan sentido a la vida y así hemos podido construir las más poderosas redes sociales. Los problemas de salud de la era actual no se deben a la escasez y a la pobreza como ocurría en épocas anteriores. Hoy mueren más personas por males ligados a excesos en la alimentación que por el hambre; hay más decesos por enfermedades degenerativas asociadas con la vejez que por infecciones en las etapas iniciales de vida y se regis- tran ya más muertes por suicidio que por guerras y homi- cidios. El doctor Harari también ha comentado que la insatis- facción ha sido un factor constante en la historia humana. Su aspecto positivo es que motiva la evolución. Para los seres humanos nunca ninguna conquista fue suficiente. Esa ausencia de plenitud le intriga sobremanera. Como agnóstico, practica la meditación vippasana propia del budismo original. En alguna ocasión, Yuval Noah declaró que le hubiera gustado conocer a Siddharta Gautama, a quien considera el personaje histórico que alcanzó la con- ciencia más elevada. Además, Harari adoptó el veganismo como estilo de vida. A diferencia de otros estudiosos de la prospectiva, éste egresado de Oxford sostiene que nadie puede conocer a ciencia cierta el futuro en sí mismo. Sólo se pueden recono- cer megatendencias, pero el azar siempre tendrá su parte, la libertad la suya y los detalles no dejaran de sorprender- nos. «Estudiamos la historia no para no conocer el futuro sino para ampliar nuestros horizontes, para comprender que nuestra situación actual no es ni natural ni inevitable y que, por consiguiente, tenemos muchas más posibilidades de lo que imaginamos». Esforcémonos entonces y que la ampliación de hori- zontes haga posible la vida en plenitud que todos anhela- mos. Si como enseña Yuval Noah Harari pudimos dominar el planeta entero actuando de manera conjunta y flexible, es tiempo de que aprendamos también a dominar a nues- tro ser más íntimo. A final de cuentas, la clave está en la comunicación de calidad y seguro estoy de que no es casual que la palabra comunión (requisito sine qua non para la plenitud) tenga el mismo semantema. Yuval Noah Harari SIGLO NUEVO 61

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Page 1: Yuval Noah Harari - El Siglo de Torreón › sup › siglon › 08 › ... · bros de un éxito inusitado, especialmente De animales a dioses, Sapiens y Homo Deus. Sus ideas son punzantes

Antonio Álvarez ///// / / Correo-e: [email protected]

NUESTRO MUNDO

La ventaja de los humanos radica en que tienen la facultad creativa de actuar de modo coordinado en grupos inmensos, incluso de millones de miembros.

Israelí de padres libaneses, el historiador y estudioso de la prospectiva, Yuval Noah Harari -nacido en 1976 y con

un doctorado de la Universidad de Oxford- es autor de li-bros de un éxito inusitado, especialmente De animales a dioses, Sapiens y Homo Deus. Sus ideas son punzantes y provocan polémicas. Según él, todo indica que las actua-les personas serán reemplazadas en unos cuantos años por entidades cualitativamente superiores. Pronto pre-dominarán los cyborgs (organismos cibernéticos) y suyos serán los poderes que tradicionalmente se han atribuido a los dioses. Una de esas capacidades desmedidas será la inmortalidad. Hay que darse cuenta, enfatiza Harari, de que la muerte es una cuestión técnica y la tecnología apor-tará los medios para resolver el problema. La electrónica y la biología se fusionarán, la selección natural que operó durante millones de años será sustituida por la selección artifi cial (eugenesia incluida) o -para usar el lenguaje tan querido por los viejos fundamentalistas religiosos- por el diseño inteligente, pero esa labor estará a cargo de tecno-científi cos y no del mítico y ya anacrónico dios judeocristia-no u otro ser análogo y fi cticio.

Yuval Noah Harari asevera que los humanos -que como especie eran insignifi cantes- dominaron el mundo porque desarrollaron casi por casualidad la capacidad de comunicarse de manera fl exible y masiva. Insiste en que insectos como las hormigas y las abejas pueden comuni-carse masivamente, mas solo actúan conforme a patrones rígidos. Por otra parte, dice Harari, mamíferos como los lobos y los simios alcanzan cierta fl exibilidad pero, única-mente son capaces de coordinarse en conjuntos muy limi-tados. La ventaja de los humanos radica en que tienen la facultad creativa de actuar de modo coordinado en grupos inmensos, incluso de millones de miembros.

Nuestro lenguaje rebasa por mucho las funciones meramente emotivas y apenas referenciales de la comu-nicación animal. Con ese lenguaje los individuos creamos fi cciones y mitos que le dan sentido a la vida y así hemos podido construir las más poderosas redes sociales.

Los problemas de salud de la era actual no se deben a la escasez y a la pobreza como ocurría en épocas anteriores. Hoy mueren más personas por males ligados a excesos en la alimentación que por el hambre; hay más decesos por enfermedades degenerativas asociadas con la vejez que por infecciones en las etapas iniciales de vida y se regis-tran ya más muertes por suicidio que por guerras y homi-cidios.

El doctor Harari también ha comentado que la insatis-facción ha sido un factor constante en la historia humana. Su aspecto positivo es que motiva la evolución. Para los seres humanos nunca ninguna conquista fue sufi ciente. Esa ausencia de plenitud le intriga sobremanera. Como agnóstico, practica la meditación vippasana propia del budismo original. En alguna ocasión, Yuval Noah declaró que le hubiera gustado conocer a Siddharta Gautama, a quien considera el personaje histórico que alcanzó la con-ciencia más elevada. Además, Harari adoptó el veganismo como estilo de vida.

A diferencia de otros estudiosos de la prospectiva, éste egresado de Oxford sostiene que nadie puede conocer a ciencia cierta el futuro en sí mismo. Sólo se pueden recono-cer megatendencias, pero el azar siempre tendrá su parte, la libertad la suya y los detalles no dejaran de sorprender-nos. «Estudiamos la historia no para no conocer el futuro sino para ampliar nuestros horizontes, para comprender que nuestra situación actual no es ni natural ni inevitable y que, por consiguiente, tenemos muchas más posibilidades de lo que imaginamos».

Esforcémonos entonces y que la ampliación de hori-zontes haga posible la vida en plenitud que todos anhela-mos. Si como enseña Yuval Noah Harari pudimos dominar el planeta entero actuando de manera conjunta y fl exible, es tiempo de que aprendamos también a dominar a nues-tro ser más íntimo. A fi nal de cuentas, la clave está en la comunicación de calidad y seguro estoy de que no es casual que la palabra comunión (requisito sine qua non para la plenitud) tenga el mismo semantema.

Yuval Noah Harari

S I G L O N U E V O • 61