¿y nosotros, cuándo_ _ nexos

7
2015 Nexos www.nexos.com.mx ¿Y nosotros, cuándo? Aunque los analistas se esfuerzan por encontrar algún denominador común en las movilizaciones sociales que han tenido lugar recientemente en varios países, no parece haberlo. Hay elementos similares, pero tienen que ver con la época en que vivimos más que con motivaciones compartidas: que la mayoría de los participantes son jóvenes, que usan las redes sociales y la tecnología para comunicar y convocar, y que son movimientos ciudadanos, apartidistas, horizontales y democráticos.1 Pero las movilizaciones responden a causas distintas, dependiendo de las situaciones específicas de cada sociedad. Dicho de otro modo, tienen objetivos diferentes y quienes las han llevado a cabo provienen de condiciones sociales, económicas, históricas y culturales diversas. En Túnez y Egipto el tema fue, según los analistas occidentales, conseguir la democracia: “Los árabes de África del norte demandan libertad, democracia, no más opresión”, escribió Robert Fisk,2 y según Luz Gómez García: “Es una demanda de pluralismo y libertad de las clases medias”.3 Sin embargo, hasta hoy, lo que lograron fue quitar a los dictadores de cuya corrupción, enriquecimiento ilícito, represión y abusos estaban hartos, pero todavía no se ve nada más, pues en los gobiernos de transición siguen aquellos que “sirvieron con entusiasmo a la dictadura” y los religiosos y conservadores deseosos de ocupar los lugares de poder.4

Upload: filosophers

Post on 16-Jan-2016

7 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Breve análisis de la tragedia ABC

TRANSCRIPT

Page 1: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos

®2015 ­ Nexos ­ www.nexos.com.mx

¿Y nosotros, cuándo?Sara Sefchovich ( )

Aunque los analistas se esfuerzan por encontrar algún denominador común en lasmovilizaciones sociales que han tenido lugar recientemente en varios países, no parece haberlo.

Hay elementos similares, pero tienen que vercon la época en que vivimos más que conmotivaciones compartidas: que la mayoría delos participantes son jóvenes, que usan las redessociales y la tecnología para comunicar yconvocar, y que son movimientos ciudadanos,apartidistas, horizontales y democráticos.1

Pero las movilizaciones responden a causasdistintas, dependiendo de las situacionesespecíficas de cada sociedad. Dicho de otromodo, tienen objetivos diferentes y quienes las han llevado a cabo provienen de condicionessociales, económicas, históricas y culturales diversas.

En Túnez y Egipto el tema fue, según los analistas occidentales, conseguir la democracia: “Losárabes de África del norte demandan libertad, democracia, no más opresión”, escribió RobertFisk,2 y según Luz Gómez García: “Es una demanda de pluralismo y libertad de las clasesmedias”.3

Sin embargo, hasta hoy, lo que lograron fue quitar a los dictadores de cuya corrupción,enriquecimiento ilícito, represión y abusos estaban hartos, pero todavía no se ve nada más,pues en los gobiernos de transición siguen aquellos que “sirvieron con entusiasmo a ladictadura” y los religiosos y conservadores deseosos de ocupar los lugares de poder.4

Page 2: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos

Lo de la corrupción ha sido también la motivación detrás de las movilizaciones en la India. Y lode los abusos policiales en China, donde miles salieron a la calle en Qianxi, porque la policíamaltrató a una muchacha que había estacionado mal su bicicleta.5

Es interesante que cuando las cosas ya están muy tensas socialmente, una chispa desata todo:así sucedió en Túnez cuando la policía maltrató a un vendedor de verduras, en Egipto cuandogolpeó a un muchacho en Alejandría y en China con la joven de la bicicleta. Son gotas quederraman el vaso en sociedades ya muy hartas de sus gobiernos autoritarios y represivos.

En Inglaterra los disturbios también comenzaron con la muerte de un joven negro en un barriode los alrededores de la capital y también fueron en apariencia contra la policía, pero esinteresante que la explicación de los analistas en ese caso no fue lo que buscaban loslevantados, es decir, no miraron a sus objetivos como en otros casos, sino a sus orígenes, loscuales encontraron en la exclusión, la pobreza y la complejidad de la integración de lasminorías étnicas.6

Y es que no parecían luchar por alguna causa. Como escribió una chica en Twitter, parecíacomo que “de lo único de que se trataba era de hacerse de unos zapatos deportivos”.7 En unaconversación captada por un periodista, dos muchachas discuten cuál tienda saquear, pues auna le gustaban más los vestidos de tal y a la otra los de cual. Al final negociaron para dirigirseprimero a una y después a otra.8 En todo caso, esto descarta que se trate de la pobrezaentendida en sentido tradicional y se refiere más a “las condiciones de vida que seacostumbran o al menos son ampliamente promovidas y aceptadas en las sociedades a las quepertenecen los individuos, las familias o los grupos”.9

En los casos de Chile y España no fueron la exclusión y la pobreza, como han queridointerpretar algunos,10 pues fueron “los hijos de la comodidad”, como decían ellos mismos,11los que salieron a las calles a exigir oportunidades. Los chilenos, una reforma educativa y losespañoles, trabajo y vivienda. Ello explica también la movilización de estos últimos contra lavisita del papa Benedicto a España, que tuvo que ver con lo que se gastó en recibirlo, que lespareció un exceso y un derroche.

En cambio, las movilizaciones en Grecia (que también se desataron con el asesinato de unjoven por la policía), fueron por la crisis económica y contra los recortes draconianos que sehan hecho para obedecer los mandatos de quienes le han prestado dinero: “Un plan de ajuste

Page 3: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos

como el que se quiere hacer será la tumba de generaciones enteras, el país ha sido condenadoa la miseria” afirma la parlamentaria Sofía Sakorafa.12 Éstas se parecen a las de países que yahan experimentado la bancarrota, por ejemplo Islandia, donde salieron a la calle y derrocaronal gobierno porque, como dijo uno de los líderes del movimiento, “esa gente simplemente nohizo su trabajo”.13

Ahora bien: mis preguntas son ¿por qué en México no ha pasado nada de esto? ¿Acaso aquílos gobernantes sí hacen su trabajo? ¿Acaso aquí no hay corrupción, derroche, abusospoliciacos, una clase política a la que los ciudadanos le importan un cacahuate? ¿Acaso aquí losjóvenes tienen oportunidades de estudiar, conseguir trabajo y vivienda? ¿Acaso aquí no serecortan los apoyos sociales como acaba de suceder en Coahuila con la ayuda alimentaria paralos viejos? ¿Acaso aquí no estamos hartos o, como dice Javier Sicilia, “hasta la madre”?

En efecto, en México padecemos muchos de los mismos problemas que en otros países y otrosmás que son de nuestra particular situación. Entonces ¿por qué no hay movilizaciones? ¿Qué eslo que hace diferentes a los mexicanos de los ciudadanos de otros países del mundo?

¿Será que hay algo en nuestra cultura, en nuestra forma de pensar que nos mantiene quietos(porque no es la primera vez que suceden crisis brutales y nosotros no reaccionamos14)? ¿Porqué aquí aguantamos el derroche, la mentira, la ineficiencia? ¿Por qué aceptamos sostener a unIFE que pide miles de millones de pesos para cumplir su trabajo, a un secretario de Hacienda yuna coordinadora en la Cámara y varios presidentes municipales que gastan millones de pesosen promover su imagen, a un Congreso que cuesta carísimo y mal cumple su trabajo de legislar,a magistrados y jueces y comisionados de todo tipo que reciben sueldos, bonos y prebendasde escándalo y a gobernadores que endeudan por generaciones enteras a sus estados y ademásmienten y esconden la información? ¿Qué más derroche y muestra de corrupción e ineficienciaque la Estela del bicentenario en la que se han tirado a la basura 900 millones de pesos y nipara cuándo acabar? ¿Qué más demostración de que gobiernan mal que la situación deinseguridad y delincuencia en la que vivimos? ¿Qué más afirmación de que no cumplen con sutrabajo que lo que sucede en las ventanillas de atención en las que nos hacen dar y dar vueltasy no resuelven los problemas?

Esto es lo que me gustaría entender. Pero las herramientas teóricas y metodológicas con quecuentan hoy las ciencias sociales no me sirven para ello. ¿Será que nos cocinamos aparte ennuestro modo de ser y actuar? ¿Será que nuestras formas y tiempos de reacción son otros?

Page 4: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos

¿Será que hay otra explicación?

Tengo algunas hipótesis:Que no pensamos en el futuro sino sólo en salir adelante en el presente.

Que no nos va tan mal como decimos y por eso no nos movemos. ¿De dónde saco estaafirmación? De que los aviones nunca tienen sitio, el país está lleno de edificios, casas,camionetas y autos carísimos y nuevos, a las tres de la tarde de un día cualquiera los sitios deapuestas, los restoranes y centros comerciales están llenos. Y cuando hay inundaciones oproblemas en las zonas populares, las imágenes muestran que las personas tienenrefrigeradores, microondas, televisores y celulares.

Que seguimos confiando, como nos acostumbró la Revolución mexicana, en que el gobiernonos va a cumplir. Le seguimos pidiendo todo y seguimos esperando todo de él y pensando quevale la pena negociar y hasta les creemos cuando juran que nos escuchan y que van a haceralgo.

Que a pesar de que despotricamos contra los partidos políticos y los sindicatos, siguen siendoorganismos a los que les asignamos importancia y poder.

Que vivimos en una sociedad individualista en la que nos importa muy poco lo que le pase alos demás. Ni lo que sucede en el mundo (como dijo un analista: “No nos sentimosinterpelados por lo que sucede en otras latitudes”15) ni lo que pasa en el país (¿que hay abusospoliciacos en la montaña de Guerrero? ¿Y pobreza extrema en Chiapas? Nada de eso es asuntomío.)

Que aunque decimos odiarla, en realidad no queremos que desaparezca la corrupción. Y elinfluyentismo. Y el desorden administrativo. Porque los aprovechamos en nuestro favor.

O que todo resulta menor junto al problema de la inseguridad y la delincuencia. Pero por esolas únicas movilizaciones realmente masivas que hemos tenido desde hace varios años hansido para protestar por los muertos, por los secuestros, por la sangre derramada. Es por estoque hay quien considera que los indignados mexicanos son los que conforman el Movimientopor la Paz con Justicia y Dignidad y grupos afines. Según Ernesto Núñez: “No acampan en unaplaza emblemática ni pugnan por la caída del régimen pero, con estrategias distintas, hanpuesto contra las cuerdas a la clase política”.16

INICIO

Page 5: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos

Esto último, sin embargo, no lo creo. Ojalá fuera cierto pero no lo es. La clase política sigue tancampante fingiendo que escucha y que está dispuesta a tomar medidas aunque en realidadsólo está buscando su propio acomodo para el cambio sexenal de puestos de poder que seavecina. No le han hecho mella ni los plantones del SME, ni las exigencias de los empleados deMexicana, ni las tragedias de la guardería ABC, la mina Pasta de Conchos, las matanzas demigrantes o el incendio de un casino en Monterrey. Y esto vale por igual para todos a derecha,izquierda y centro del espectro político: “Ninguna voz ha denunciado y no lo hará porque losque podían hacerlo hoy viven como maharajás de una elite del poder a la que tanto criticaban,instalados en la comodidad que dan los buenos sueldos”.17

Derivado de la inseguridad, el miedo. “Estamos todos condenados a vivir en la sombra delmiedo”, escribió Iris Pozas.18 Tenemos miedo de denunciar, de hacernos visibles, demovernos.19

No se cuál o cuáles de estas hipótesis explique(n) lo que a nosotros no nos sucede. De por sípretender entenderlo es extraño, ya que por lo general se acostumbra tratar de explicar lo quesí sucede y no lo que no pasa. Pero es que, como escribió Evodio Escalante, el destino delestudioso es siempre llegar tarde, después de que sucedieron (o de que no sucedieron) losacontecimientos.20

Sara Sefchovich. Socióloga e historiadora. Investigadora del Instituto de InvestigacionesSociales de la UNAM. Entre sus libros: La suerte de la consorte, País de mentiras y Demasiadoamor.

1 Luis Hernández Navarro, “El 15 m: la hora del despertar”, La Jornada Semanal, 14 de agosto de2011. Entre los adjetivos para calificar a quienes hacen estas movilizaciones, este autor agrega elde pacifistas, pero no estoy de acuerdo porque eso ha sido cierto en algunos casos, más no entodos. Joaquín Villalobos afirma que son “más emocionales que racionales”, con lo quetampoco estoy de acuerdo, porque descalifica su manera de tomar decisiones, distinta de laque conocemos pero no por eso menos racional. “Londres, Madrid y la lucha por el Estado”, ElPaís, 13 de agosto de 2011.2 Robert Fisk, “Peligros de la intervención ‘humanitaria’ en Libia”, La Jornada, 19 de marzo de2011.3 Luz Gómez García, “Siete claves para el despertar árabe”, El País, 15 de abril de 2011.

Page 6: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos

4 Lina Ben Mehnni, “La revolución me decepciona”, El País, 12 de agosto de 2011.5 El País, 13 de agosto de 2011.6 W. Oppenheimer y J.M.Muñoz, “Una semana de furia”, Domingo, suplemento de El País, 14 deagosto de 2011. Lo de la pobreza lo dice también Juan Gelman, “Colapsos”, Milenio, 20 deagosto de 2011.7 Citado en Michael Weiss, “La casa incendiada”, El País, 12 de agosto de 2011.8 El País, 12 de agosto de 2011. 9 Peter Townsend citado en Julio Boltvinik, “Conceptos y métodos para el estudio de lapobreza”, Comercio Exterior, México, vol. 53, núm. 5, mayo 2003, nota 18, p. 408.10 Cristina Bayon, comentario en la reunión Puertas Abiertas, Instituto de InvestigacionesSociales de la UNAM, 17 de agosto de 2011.11 Majo Siscar, “La revolución de los indignados”, La Jornada Semanal, 14 de agosto de 2011.12 Sofía Sakorafa, “Solo van a quedar en pie las ruinas”, entrevista con María Antonia SánchezVallejo, El País, 20 de agosto de 2011.13 Luis Hernández Navarro, op. cit.14 Devaluaciones, inflación, aumentos de precios, todo lo que en otros países alebresta ylevanta a los ciudadanos.15 Vicenc Fisas, “La prevención de la violencia”, Público internacional, 19 de agosto de 2011.16 Ernesto Núñez, “De la indignación a la movilización”, Enfoque, suplemento de Reforma, 7 deagosto de 2011. Joaquín López Dóriga también habló, después de la tragedia de Monterrey, deun “emplazamiento” a la clase política, pero cuando entrevistó a los dirigentes de los partidossobre eso, no parecían ni enterados y siguieron dando sus mismos discursos de siempre.Noticiero, Televisa canal 2, 29 de agosto de 2011.17 Javier Quijano Morales, carta a Milenio, 20 de agosto de 2011.18 Iris Pozas Horcasitas, carta a su sobrino asesinado, correo electrónico de Lucía Melgar, 30 deagosto de 2011.19 Sol Sigal a Sara Sefchovich, 28 de agosto de 2011.20 Evodio Escalante, Tercero en discordia, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa,México, 1982.

2011 Noviembre. 

Page 7: ¿Y Nosotros, Cuándo_ _ Nexos