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Derechos Económicos, Sociales y Culturales Derecho a la salud Todos tienen derecho a la protección de la salud. Las autoridades velarán por el mantenimiento de la salud pública y proveerán los medios de prevención y asistencia a quienes carezcan de ellos. Artículo 76 de la Constituci6n de la República de Venezuela El Sistema Nacional de Salud garantizará la protección de la salud de todos los habitantes del país sin discriminación de ninguna naturaleza. Artículo 3 de la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud , 'El principalfactorde mortalidady cau- s aprimera de enfe rmedad y sufrimi ento en todo el globo figura casi al final de la Clasificación Internacional de Enfermeda- des con el código Z59.5: la pobreza exlre- ma,,209 Esta frase abre el más reciente infor- me de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la salud en el mundo, no es ajena a la realidad de Venezuela. En 1994 el Ministro de Sanidad identificó la integralidad, la eficiencia, la solidaridad, la equidad, la patiicipación y la ética, como los principios rectores de la actual administración en materia de salud, al tiempo que inició la campaña denominada Compromiso por la Vida, cuyo propósito sería asegurar el acceso universal y solidario a los servicios de salud por palie de los sectores más necesitados. Sin embargo, más allá de las buenas inten- siones, a lo largo del periodo cubierto por este Informe se constata que la pobreza aparece como la enfern1edad predominante de los ha- bitantes del país y es el principal factor que obstaculiza la adecuada y oportuna atención preventiva y curativa. Los indicadores de sa- lud general y materno-infantil continuaron la caída que vienen experimentando desde el inicio de la aplicación de los programas de ajuste, al tiempo que los desequilibrio s entre los sectores pobres y ricos se agudizaron, evidenciando la falta de equidad que caracte- riza a las políticas de salud. 209 ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD: Informe sobre la salud en el Mundo. Reducir las desigualdades. Resumen de orientación. Glllebra, 1995, pág. 1. oi:tuilre'1994:~epiii;mbre ·Úi9S··············,·,,·"',·,······,,·,·,··,·,···",··",·"',·"',·, '1119

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Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Derecho a la salud

Todos tienen derecho a la

protección de la salud. Las

autoridades velarán por elmantenimiento de la salud

pública y proveerán los

medios de prevencióny asistencia a quienescarezcan de ellos.

Artículo 76 de la Constituci6n

de la República de Venezuela

El Sistema Nacional de Salud

garantizará la protecciónde la salud de todos

los habitantes del paíssin discriminación

de ninguna naturaleza.

Artículo 3 de la Ley Orgánicadel Sistema Nacional de Salud

, 'El principalfactorde mortalidady cau­saprimera de enfe rmedad y sufrimi entoen todo el globo figura casi al final de

la Clasificación Internacional de Enfermeda­des con el código Z59.5: la pobreza exlre­ma,,209 Esta frase abre el más reciente infor­

me de la Organización Mundial de la Salud(OMS) sobre la salud en el mundo, no es ajenaa la realidad de Venezuela.

En 1994 el Ministro de Sanidad identificó

la integralidad, la eficiencia, la solidaridad, laequidad, la patiicipación y la ética, como losprincipios rectores de la actual administraciónen materia de salud, al tiempo que inició lacampaña denominada Compromiso por laVida, cuyo propósito sería asegurar el accesouniversal y solidario a los servicios de saludpor palie de los sectores más necesitados.

Sin embargo, más allá de las buenas inten­siones, a lo largo del periodo cubierto por esteInforme se constata que la pobreza aparececomo la enfern1edad predominante de los ha­bitantes del país y es el principal factor queobstaculiza la adecuada y oportuna atenciónpreventiva y curativa. Los indicadores de sa­lud general y materno-infantil continuaron lacaída que vienen experimentando desde elinicio de la aplicación de los programas deajuste, al tiempo que los desequilibrio s entrelos sectores pobres y ricos se agudizaron,evidenciando la falta de equidad que caracte­riza a las políticas de salud.

209 ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD: Informe sobre la salud en el Mundo. Reducir las

desigualdades. Resumen de orientación. Glllebra, 1995, pág. 1.

oi:tuilre'1994:~epiii;mbre ·Úi9S··············,·,,·"',·,······,,·,·,··,·,···",··",·"',·"',·, '1119

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Prevención y tratamientode enfermedades

Un componente importante de cualquierprograma de medicina preventiva es la red deambulatorios. En la actualidad existen en el

El abandono de las políticas preventivas país unos 3.700 ambulatorios, lo cual, en teo­sigue reflejándose en las asignaciones presu- ría, sería suficiente para satisfacer las necesi­puestarias: "La orientación del gasto en salud dades primarias en materia de salud. Segúnes regresiva con la siguiente inversión en la los estudios realizados por el BID, previos alcomposición del gasto: cerca de un 71% del otorgamiento de un préstamo para el sectortotal de los fondos del Ministerio de Sanidad salud, se identificó que "En principio, el pri-y Asistencia Social va a la atención hospita- mer nivel de atención (ambulatorios rurales I ylaria, 12,6% a la atención ambulatoria, 5,6% 11,urbanos l) tendría la capacidad de resolver

a la atención del ambiente, 10,7% a la epide- hasta un 85% de la morbilidad atendida, refi-miología y 0,3% a la promoción,,21o. riéndose un 10% al segundo nivel (ambulato-

A la cobertura limitada de las campañas rios urbanos Il y IlI) Y un 5% al tercer nivelde vacunación y a la merma en las inspec- (hospitales)"211. Sin embargo, "las cifras deciones ambientales se suman reducciones utilización de los ambulatorios del MSAS de-

en un 58,1 % de las visitas a casas relaciona- muestran que el esfuerzo más importante es dedas con el programa de prevención del den- carácter curativo a expensas del esfuerzo pre-gue a lo largo de 1993. Para el periodo ventivo:0,4consultaspreventivasvs.1consulta

enero-agosto de 1994 el cumplimiento de curativay 0,2 atenciones dentales por habitantevisitas se ubicó en el orden del 18,9% sobre aFlo,además de 3,3 millones de consultas de

el total programado. La actividad de la Di- medicina simplificada en los ambulatorios nl-rección de Promoción Social de la Salud del rales 1, que para una población teórica asigna-Ministerio de Sanidad y Asistencia Social da de 1000 habitantes, a ser atendida por este(MSAS) también sufrió una drástica caída, nivel, corresponderia a 1,3 consultas por habi-con un incumplimiento de la programación tante-año adscrito (lo que es un nivel pocode alrededor del 50%. elevado en comparación con otros países)"212

En ocasiones, la prevención es postergada El suministro de medicamentos esencialesa causa de estrategias erradas que no hacen el es otro de los elementos fundamentales de lasmejor aprovechamiento de los recursos dispo- políticas preventivas. La dotación de estos me-nibles. En el caso del Síndrome de Inmunode- dicamentos en los centros asistenciales de aten-

ficiencia Adquirida (SIDA), por ejemplo, ción primaria ha venido presentando severas ycuantiosos recursos se destinan a pruebas de reiteradas limitaciones a lo largo de los últimosVIH, pese a que la prevalencia de infección años. Según la Memoria y Cuenta del MSASen el país es considerablemente baja; el alto para 1994, el Servicio Autónomo de Elabora-costo de una prueba que se aplica indiscrimi- ciones Farmacéuticas (SEFAR) se habría pro-nadamente resta recursos a la prevención, la puesto para dicho año los siguientes objetivos:cual, según la División de SIDA del MSAS, • Iniciar y regularizar la producción de me-debería concentrar los mayores esfuerzos de dicamentos genéricos después de un pe-las políticas sanitarias del país. riodo de paralización de actividades;

210 MINISTERIO DE SANIDAD Y ASISTENCIA SOCIAL: Memoria y Cuenta 1994. Caracas, 1995, pág. II.Salvo indicación expresa de otra fuente, todos los datos manejados en este capítulo provienen de laMemoria y Cuenta del MSAS para 1994

211 BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO: Venezuela. Programa de fortalecimiento ymodernización del sector salud. Propuesta de préstamo. Mimeo. 1995. Anexo 1-1, pág. 2.

212 BID. Op. cit, pág 4.

120 l' PROVÉÁ' i~forn;~An~al

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• Reactivar la comercialización de medica­mentos con las instituciones de salud de­

pendientes del MSAS y otras dependen­cias oficiales;

• Establecer la nomlativa y los procedi­mientos para mejorar el funcionamientodel SEFAR; y

• Consolidar el SEFAR como provÓedor demedicamentos para el sector público.Sin embargo, la Memoria del MSAS no

recoge ninguna información sobre las activi­dades desarrolladas a 10largo del periodo parael logro de estos objetivos.

En el campo del tratamiento de enfemleda­des, dos casos resultan emblemáticos del aban­

dono del sector. La lepra, enfermedad con ca­racterísticas de endémica en Venezuela, presen­tópara 1994 un total dd.015 enfermos activos,de los cuales "solo 1.952 cumplen tratamienro

. ,,213por razones presupuestarias , pese a que,según los más recientes registros de la OMS,Venezuela ocupa el tercer lugar en AméricaLatina en esta enfermedad. Por otra parte, laSociedad Venezolana de Cirugía de la Manoalertó sobre el incremento de minusválidos de

la mano a causa del deficiente equipamiento delos centros hospitalarios para brindar la atencióny el tratamiento requerido en estos casos con

. '. 214m\Ia~a ~nIecn~IaC\01l

Adicionalmente, los enfermos renales con­tinuaron confrontando una crítica situación de­

bido a la deuda de las entidades públicas con loslaboratorios que proveen los Ínsumos necesa­rios para la diálisis. Unos 2.600 pacientes rena­les dependen de la diálisis para subsistir; el 90%del financiamiento del programa proviene delInstituto Venezolano de los Seguros Sociales(IVSS), al tiempo que el servicio es prestado deacuerdo a la siguiente proporción: 51% en hos­pitales públicos y 49% en otras unidades de

213 MSAS.Op cit, pág. 91

214 El Impulso, 26.10.94.

215 El Globo, 01.11.95

216 El Diario de Caracas, 17.03.95.

217 MSAS. op. cit, pág. 297.

Derechos Económicos, Sociales y Culturales

diálisis; la morbilidad de los pacientes renaleses atendida en un 85% en los hospitales delMSAS. Pese a que un enfelmo renal requiere deunas 13 diálisis al mes, a comienzos de 1995

algunos hospitales optaron por distanciar la fre­cuencia de diálisis por paciente como medidapara enfrentar el des abastecimiento de los insu­mas, situación que afecta severamente la cali­dad de vida de estos enfermos. A finales de 1994la Comisión de Asuntos Sociales de la Cámara

de Diputados denunció la muerte de tres pacien­tes a causa de demoras en la autorizaciÓn de

divisas para la importaciÓn de los insumos re­queridos para diálisis215

Servicios de asistencia médica

El colapso de servicios en diversos hospi­tales siguió caracterizando la situación asis­tencial a lo largo del periodo. Así, el HospitalClínico Universitario (HCU), uno de los sieteinstitutos autÓnomos adscritos al MSAS y

principal centro de referencia del país en ciru­gía cardiovascular y neurocirugía, confrontóuna crítica situaciÓn cuando su Servicio de

Cirugía Cardiovascular suspendió temporal­mente actividades en marzo de 1995, a causa

de insuficiencia de insumos y equipos. Comoconsecuencia, un paciente falleció y otrosd0ce q\l'c e~peraban ~eI intervenid0~ fner0nadvertidos de que podrían ser dados de alta sinque se concretara la operación, pese a habercancelado cada uno cerca de 300 mil bolívares

en insumos quirúrgicos216. Desde 1994, ladirectiva del HCU advirtió esta situación al

señalar que dicho centro "...ha venido pade­ciendo de presupuestos ajustados que le hanimpedido superar sus costos de funciona­miento; el hospital recibió para el año 1994

una cuota presupuestaria notoriamente infe-. 1 . b . "i17nor a a necesana para cu nI' sus gastos ;

octub·re·'¡Q9.i:sepiie·mbre ·Úi9S································· '1121

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e! incremento en la referencia de pacientesdesde otros centros hospitalarios y la situa­ción cambiaría colocó en ese año al HCU en

una situación de déficit presupuestario delorden de! 75%.

Por otra parte, a lo largo del periodo seregistraron unos 20 conflictos en el sectorsalud, de los cuales cerca de las dos terceras

partes incluyeron entre los motivos de recla­mo problemas de dotación de insumos y equi­pos. Por primera vez en la historia del país, losniveles de conflictividad del sector afectaron

los servicios de emergencias, los cuales su­frieron cienes de corta duración en varios

hospitales; pero también por primera vez seproduce a lo largo del periodo una adhesiónconsiderable de usuarios, pacientes y familia­res de éstos a las demandas de los trabajadoresy profesionales de la salud, participando demanera conjunta en variadas acciones de pro­testa, en las que se trascendió el enfoque rei­vindicativo y gremial para centrarse en aspec­tos propios del derecho a la salud.

En cuanto a los recursos humanos del

sector, los estudios del BID aseveran que"...se observan distorsiones serias en su dis­

tribución por profesión (v.g., 3 médicos porcada 2 enfermeras, que no alcanza ser com­pensada por el personal auxiliar de enferme-

, ,),.2] 8 l' d 1rza/ . ; a tlempo que representantes e gre-mio de la enfern1ería afirmaban que existe undéficit de 50 mil enfermeras en el país y quela mayoría de las existentes están dedicadas alabores curativas, en detrimento de las activi-d d j " 219a es I e prevenclOn .

Los estudios del BID revelan además que"la administración de los recursos humanos

representa uno de los principales problemasque enfrenta el sector salud. Actualmente,

más de 100.000 empleados trabajan en el!vISAS, que representa el 75% de su presu­puesto anual ejecutado (US$420 millones),

limitando las erogaciones gue deberían serdestinadas a otros fines,,22 . Agrega el BIDque, de una plantilla abultada de personalpennanente de unas 107 mil personas, el 51%cOlTesponde a personal obrero, lo cual es con­secuencia de las políticas clientelistas que pordécadas han distorsionado los criterios de con­

tratación en las entidades públicas del país.

Disponibilidad de recursos

El Comité de Derechos Económicos, So­

ciales y Culturales de la ONU (CDESC) hasubrayado en diversas oportunidades que elhecho de que un Estado no cuente con recur­sos propios para satisfacer los derechos de sushabitantes, no lo exonera de responsabilidaden dos sentidos; en primer ténnino, en lo quese refiere al aprovechamiento más eficaz delos recursos disponibles y, en segundo lugar,en lo relativo a los recursos existentes a nivel

internacional "mediante la cooperación y laasistencia internacionales,·221

En cuanto al aprovechamiento eficaz delos recursos disponibles, la situación de lasalud sigue presentando un balance negativo.De acuerdo con informaciones suministradas

por el titular del MSAS, el presupuesto de eseorganismo para 1995 presenta un déficit de 25mil millones de bolívares222 Según la OCEI,en 1993 el gasto público en salud fue de 112dólares per capita, mientras que para 1995esta cifra se reduce a 50 dólares. Al déficit

presupuestario se suma la distribución inade­cuada de los recursos existentes. El más re­

ciente informe anual de la OMS, identifica

como primera prioridad en políticas de salud

218 BID. Op. cit., Anexo 1-1, pág 4219 El Globo, 12.05.95.

220 BID. Op. cit, pág. 4.

221 COMITE DE DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES y CULTURALES: Observación General 3 párrafo

13 Quinto petiado de sesiones, Ginebra 1990. EI1991/23.

222 Reporte Económico, 02.11.94.

122 l" ,.,.,, , , PROVEA' i~f~~~~A~~~I

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El proyecto tiene un costo total de 300millones de dólares, de los cuales el BID

aporta el 50%, el MSAS pmiicipa con el34,8% y los estados cont!ibuyen con un14,2%226; se trata de un crédito a 20 años, con

tasas de interés variable y con un desembolsogradual a lo largo de cinco años. La participa­ciÓn del BM, mediante crédito aprobado por54 millones de dólares, se concentraría en

"apoyar la descentralización de los servicios,a través del fortalecimiento de la capacidadinstitucional de cuatro estados (Aragua, fal­

cón, Trujillo y Zulia) de planificar y adminis­trar sus sistemas de salud',22 ; el BM incluyeademás un componente destinado a mejorarla prestaciÓn de los servicios de salud endichos estados, a través del mejoramiento dela infraestructura física de los hospitales y dela red de ambulatorios. Por su palie, el Pro­grama de Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD) prestaría apoyo en la contratación delas asesorías, consultorías y servicios de ac:is­tencia técnica necesarios para el desarrol1('

228del proyecto

Durante 1994 se culminÓ la transferenCiade los servicios de salud a los estados All­zoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Mérida,Falcón y Zulia y a comienzos de 1995 el Con­greso aprobó los convenios de descentralizaciónpara los estados Táchira, Trujillo y Monagas, asícomo un acuerdo de coadministración con elestado Lara hacia finales de 1995 Con estas

medidas se inicia la ejecución de! Proyecto Sa­lud, en los aspectos relativos a la descentraliza­ciÓny transferencia de competencias.

A finales de 1994 se produjo un acaloradodebate en el seno de la Comisión de Salud del

De~chos Económicos, Sociales y Culturales

la de "conseguir resultados en consonanciacon el valor del dinero, aprovechando al má­ximo los recursos disponibles y orientándoloshacia los sectores más necesitados,,223 Es

indudable que la concentraciÓn del gasto desalud en actividades curativas y en el pago deuna abultada nÓmina, difícilmente puede contri­buir a un uso eficaz de los recursos disponibles.

Los estudios del BID identifican un con­

junto de factores que atentan contra el usoadecuado de los recursos del sector al señalar

que "...el esquema organizativo del sistemade salud no es el más adecuado para atenderlos cambios socioeconómicos, demogr4ficosy epidemiológicos. El presente sistema con­tiene serias debilidades en la organización yfuncionamiento en los diferentes niveles deatención. Estas debilidades incluyen: (i) au­sencia de coordinación entre los niveles pri­marios y los de referencia; (ii) inadecuadoflujo de información entre los diferentes nive­les; (iii) sesgo curativo de los servicios aexpensas de las actividades preventivas; (iv)baja capacidad resolutiva en los ambulato­rios y hospitales pÚblicos; y (v) inadecuadaadministración de recursos humanos,,224 Alo anterior se suma la baja capacidad resolu­tiva del sistema, a causa del crecimiento de­sordenado del MSAS225.

En lo que se refiere a la utilizaciÓn de recur­sos internacionales, cabe destacar que en elpresente periodo finalizaron las negociacionesiniciadas en 1991 con el BID y el BM con elobjeto de obtener, por la vía del crédito interna­cional, e! financiamiento del Programa de For­talecimiento y ModernizaciÓn del Sector Salud,también conocido como Proyecto Salud.

223 OMS. Op. cit, pág. 13.

224 BID. Op. cit. pág. 5.

225 El 1\1S A S es responsable de la supervisión de 13 direcciones generales sectoriales, 66 direcciones delínea, 36 oficinas sin rango, 27 programas, 9 unidades subregionales, 23 direcciones de salud, 103distritos sanitarios, 14 institutos, 7 centros nacionales, 4 comisiones, 4 fundaciones, 1 escuela y 7institutos autónomos.

226 Er¡ el anexo 12 se presenta el desglose de los componentes del proyecto.

227 BID Op cit, pág. 8.

228 Para mayores detalles sobre los componentes del Proyecto Salud, ver Provea, Informe Anual 1993-94.págs. 118-120.

~~'t~b~~''¡994:~~pii~;':'b~~'1'995 '1123

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Senado, en tomo al marco legal de la descen­tralización Algunos senadores alegaron quelos convenios en la materia resultaban con­

trarios a la Ley Orgánica del Sistema Nacio­nal de Salud (LOSNS), ya que ésta solo prevéla transferencia administrativa y no la políti­co-telTitorial, por lo que se COlTíael riesgo detrasladar toda la responsabilidad por la aten­ción médico-hospitalaria a los estados, locual a la larga puede conducir a la privatiza­ción, f'n la medida en que los estados carez­can de los recursos necesarios para soportarlos gastos del sector.

Si bien es cierto que la transferencia deresponsabilidades no ha estado acompañadapor la de los recursos, con lo que la amenazade p;-ivatización de los servicios de salud si­gue latente, vale destacar que el mismo estu­dio del BID señala que "los hospitales y am­bulatorios reciben los presupuestos basadosen el gasto del año anterior, en lugar de estarba5ados en ténninos de volumen o calidad de

servicios o en el impacto del estado de sa­lua,229; de tal manera que el riesgo de priva­tización por carencia de recursos no estaríamotivado tanto por la transferencia de compe­tencias en sí misma, como por la ausencia decriterios objetivos y técnicamente aceptablespara la proyección presupuestaria de los ser­vicios descentralizados de salud.

Aunque el Proyecto Salud ha identificadolos principales problemas del sector y presen­ta algunas propuestas acertadas para su supe­ración, sigue siendo preocupante la falta declaridad del proyecto en tomo al problema delos pasivos laborales ocasionados por el redi­mensionamiento del MSAS en materia de per­sonal Provea entiende que la abultada nóminadel MSAS representa un freno a la mejorutilización de los recursos humanos, a causa

de fenÓmenos tales como los de los reposerosy suplentes; sin embargo, la existencia de tales

229 BID. Op. cit., pág 6.230 BID. Op. cit, pág 2.

1241"···········,···,·····,··········,,···· .

fenómenos no pueden st:r\lr de excusa paraexonerar al Estado de compromisos laboralesen materia de prestaciones sociales de quienesdeban ser excluidos del personal del MSAS.

Sobre este particular el convenio fim1adocon el BID presenta algunos rasgos alentado­res, ya que contempla un plan de reconven­ción del personal que se reiire de la institu­ción, incluyendo apoyo en la búsqueda deempleo y asistencia financiera al personal re­tirado. Igualmente el proyecto incluye unmonto estimado de 47 millones de dólares

para el pago de prestaciones sociales, siendola primera vez que un crédito del BID incluyefondos para este concepto. Sin embargo, alanalizar la situación general del sector públicoen Venezuela, el BID identifica como una delas tareas fundamentales de las autoridades

nacionales, la de "la reforma del sistema deseguridad social, incluidos los pagos por des-

'd ,,230 1 dI' 1pl O' ,por o que no que a c aro SI osmontos estimados para hacer frente a los com­promisos laborales se calcularon en base alactual régimen de prestaciones sociales o enfunción de otras alternativas, en cuyo caso elconvenio del BID estaría favoreciendo la vio­

lación de derechos adquiridos de los trabaja­dores venezolanos.

Equidad, gratuidady no discriminación

En su presentación introductoria a la Me­moría y Cuenta de 1994, el titular del MSASseñala a la equidad como uno de los principiosrectores de las políticas de salud, afinnando

que "la salud es un espacio en el que seexpresan las injusticias sociales y por lo tantolas PolítiCa5 de Salud deben dirigirse a supe­rar esas inequidades y contribuir a una redis­tribución de la riqueza social, aumentando lacapacidad de integración social y superaciónhumana de los grupos y sectores de la socie-

PROVEA Informe Anual

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dad hasta ahora más desprotegidos,,23 l. Esteloable propósito, sin embargo, contrasta toda­vía con situaciones como las identificadas en

los estudios del BID, donde se indica que "ladisponibilidad de recursos humanos pre­senta grandes variaciones en su distribu­ción geográfica intema, con una alta con­

centración en la región capitali!J central, endetrimento del resto del país" 32 Este tipode fenómenos resulta contrario al principio deequidad que debe regir la satisfacción delderecho a la salud.

Más allá de la mala distribución de recur­

sos humanos y de infraestructura, cabe recor­dar que, tal como se recoge más adelante, granparte de los indicadores de salud en general,nutrición y salud materno-infantil, afectanprincipalmente a los sectores más pobres de lasociedad, así como a sectores vulnerables talescomo las poblaciones indígenas, los niños y lospobladores de zonas rurales, al punto que el BIDreconoce que "si bien los indicadores agrega­dos a nivel nacional todavía se mantienen a

niveles comparables a otros países de similarnivel de desan'ollo, las deSigualdades al inte­

rior del país, tanto geográfica como por gru-d bl" ,,233pos e po aClon son preocupantes .Iniciativas como el Programa Alimentaría

Materno Infantil (PAMI), cuya cobertura estáorientada a madres y niños menores de 6 años,ubicados en los estratos IV y V de la pobla­ción, siguen teniendo un impacto marginalque contrasta con su elevado costo. El PAMIfue diseñado para ser ejecutado en un periodode 5 años a partir de 1989; a juzgar por losindicadores de salud materno-infantil para di­cho periodo, el programa no logró los objeti­vos esperados. Habiendo sido presentadocomo uno de los programas centrales en elcampo social para aminorar el impacto delajuste estructural en los sectores más pobres,resulta sorprendente que el MSAS dedique

231 MSAS. Op. cit,. pág. v.232 BID. Op. cit. Anexo 1-1, pág 4.233 BID. Op. cit., pág 5.

Derechos Económicos, Sociales V Culturales

escasas líneas de su Memoria a este programa,sin hacer mención alguna a los "logros" al­canzados. A mediados de 1995 el Instituto

Nacional de Nutrición (INN) declaró un alertanutricional en el estado Delta Amacuro, debi­do a los altos índices de desnutrición crónica

en niños entre 2 y 6 años, la cual pasó de9,95% en 1993 a 14,86% en 1994. Los estados

Amazonas, Apure, Barinas, Miranda, Portu­guesa y Zulia también registraron incremen­tos en la desnutrición de este grupo etarío, quees precisamente el sector poblacional al quese dirige el PAMI.

Otro principio importante en lo que serefiere al derecho a la salud es el de la gratui­dad. A lo largo del periodo se tuvo conoci­miento de nuevos casos de centros asistencia­

les que optaron por la modalidad de imposi­ción de tarifas a cargo del usuario, sin losdebidos estudios socioeconómicos que per­mitan evaluar su capacidad de pago.

Así, en el Hospital José María Benítez deLa Victoria (Edo. A1-agua), se produjeron de­nuncias por el cobro indiscriminado de servi­cios tales como exámenes de laboratorio, ra­

diología, intervenciones quirúrgicas, patioS yligaduras, entre otros. Un caso emblemáticode las implicaciones de este tipo de prácticas,es el del niño Jefersson AGUERO, de tres

años de edad, quien tras haber sufrido unacaída que le ocasionó fractura de cráneo endiciembre de 1994, fue llevado por su madreal hospital Antonio María Pineda de Barqui­simeto CEdo. Lara). Para ser intervenido re­quería que se le practicase una tomografía porla cual el hospital exigía el pago de Bs. 4.500(unos US $27); en vista de que la madre nocontaba con dicha suma y pese a que el hos­pital posee modernos equipos para dicho exa­men, el niño falleció por falta de atenciónoportuna. En julio de 1995 una comisión es­pecial de la Asamblea Legislativa del Estado

~i:tUb~~''¡994:~~pii~~b~~'1'995" '1125

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Lara inició investigaciones en tomo a la prác­tica de cobros indebidos en el mencionado

hospital, la cual se encubre tras la figura defundaciones que, en teoría, estarían dedicadasa obtener recursos para cubrir determinadotipo de servicios que no pueden ser sufragadospor los pacientes, pero que vienen operandode manera ilTegular, integrando en sus juntasdirectivas a miembros del personal médico yadmirristrativo del hospital.

En otros centros de atención se estaría

estudi:mdo la posibilidad de establecer un co­bro lineal del 25% sobre el costo del servicio,

como es el caso del Hospital Clínico Univer­sitario. Lo que no parecen entender las auto­ridades de salud es que, si a pesar de la incer­tidumbre ocasionada por un servicio deficien­te, la población acude a los centros de aten­

ción pÚblicos, es precisamente porque carecede recursos para solventar los costos relaciona­dos con la salud en entidades privadas. Dentrode las propuestas de "autogestión" que regi­rían a la Maternidad Concepción Palacios seestablece el cobro de Bs. 4.000 por mamogra­fías, lo cual -alegan los administradores dedicho centro- es un precio muy bajo; sinembargo, cabría preguntar, bajo con respectoa qué, tomando en cuenta que el 22% de lasfuturas madres que acuden a este centro sonmenores de edad, con altos índices de desnu­

trición y un 40% no presenta controles pre­natales previos, lo cual evidencia su condi­ción de pobreza y, en consecuencia, su inca­pacidad de pago.

En tan solo dos años (1993 -94) los costosde atención de la medicina privada se elevaronen un 250%. Ya en su Infornle Especial de1994, Provea planteaba, a título de hipótesis,que "la falta de crecimiento de los servicios

privados podría sugerir que, como negociolucrativo, el mercado de la salud ha llegado

a un punto de saturación, pues gran parte dela población carece de los recursos necesa-

. d" t ,,234 E t t d .nos para aCUlr a es e . s a en enClaparece confirmarse a partir de nuevos datosaparecidos a lo largo del periodo.

Según el estudio del BID, el sector privadoatiende entre ellO y el 15% de la población,lo cual supone que la atención privada estádestinada a aquellos sectores con suficientecapacidad de pago. Entre 1994-95 se produjoun leve crecimiento del sector privado, oca­sionado principalmente por la refOlTI1ulaciónde acuerdos con firmas aseguradoras que cu­bren parcialmente los costos de la atención endichos centros235. AÚn así, en 1994 disminu­

yó el nÚmero de asegurados a través de esque­mas privados, ya que los costos de éstos sehan elevado considerablemente a causa del

incremento de los costos de la salud priva-d 236 1 . d'a ,con o que se regIstra una ten enCla ala dolarización de la medicina, ocasionada porel hecho de que la mayor parte de los insumosy equipos son importados.

Por otra parte, los esquemas de segurosprivados presentaron serias deficiencias a par­tir de la crisis financiera de 1993, dej ando sinla debida asistencia a numerosos asegurados.En tan solo un caso, unas 20 mil personas quehabían optado por un sistema privado de se­guro de hospitalización, cirugía y maternidad,quedaron sin atención médica a causa de laquiebra de una aseguradora. De esta manerase evidencia cómo la panacea de la privatiza­ción genera niveles inestimables de incerti­dumbre para la población que escoge esteesquema de servicios.

Finalmente, el tema del alto costo de losmedicamentos fue objeto de grandes polémi­cas a lo largo del periodo. A fines de 1994 lasautoridades decidieron congelar los preciosde los medicamentos, lo cual -advirtieron al-

234 PROVEA: Informe Especial: Derecho a la Salud y Ajuste Neoliberal. En: Informe Anual 1993-94, pág.xiv.

235 Economía Hoy, 30.05.95.236 Economía Hoy, 07.04.95.

126 , ¡'iioVEil i~f~~~~A~~~I

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gunos especialistas- era una medida provisio­nal que no tocaba el fondo del problema y quepodria producir posteriom1ente un fenómeno dehiperinflación en este mbro, al tiempo que elprograma de medicamentos genéricos seguíafuncionando muy ¡XX debajo de su capacidad.En efecto, aunque los aumentos autori..zadosporel Minísterio de Fomento en enero de 1995 se

anlillciaron en el orden del 1Oal 12%, el prome­dio de los incrementos se ubicó en el 20% Y enalgunos casos superó el 130%.

Al respecto, el Consejo Universitario de laUCV emitió un pronunciamiento en el cualcalifica de "acción criminar el aumento de

las medicinas, en base a los siguientes argu­mentos: "Es necesario hacer notar que enestudios realizados en la Facultad de Farma­

cia de nuestra Universidad, se analizó el com­

portamiento de los precios de los 139 produc­tos de mayor demanda en el país durante elperiodo comprendido entre enero de 1989 )'enero de 1995. Se determinó que la variaciónpromedio de los precios alcanzó valores de1.909,67%, mientras que el índice de infla­ción acumulada (según datos del Banco Cen­tral de Venezuela) enel mismo lapso aumentóen 1.040,70% y la variación promedio deldólar era de 347,40%, siendo el precio pro­medio de los medicamentos para 1989 de1,34 dólares por unidad. Cinco años mástarde alcanzaba cifras de 7,00 dólares. Deacuerdo a estas cifras, el ¡Hinisterio de Fo­mento no ha debido concederle a los labora­

toriosfarmacéuticos un ajuste en el precio delas medicinas,,237

Indicadores de morbilidady mortalidad

El paso de un esquema de medicina pre­ventiva hacia Ull modelo curativo, siguióreflejando efectos negativos en los patronesde morbilidad a 10 largo del periodo, razónpor la cual continúa observándose un incre-

237 El Nacional. 19.02.95.

Derechos Económicos, Sociales V Culturales

me,nto en las 25 principales causas de enfer­medad, entre las cuales vale destacar las demavor incidencia:

Fuente: MSAS. Tasas por 100 mil habitantes

Igualmente, las causas de morbilidadatendidas por consulta ambulatoria en 1993mantuvieron proporciones similares o supe­riores a las de 1992, ubicándose las consultas

por enfermedades infecciosas y parasitariasen el primer lugar (20,63%), seguidas de lasconsultas por enfelmedades del aparato respi­ratorio (17,23%). Cabe destacar que la granmayoria de las enfermedades infecciosas yparasitarias pueden ser fácilmente prevenidasy están asociadas a malas condiciones ambi­

entales y de higiene, propias de sectores ensituaciÓn de pobreza.

En cuanto a las enfermedades transmisi­

bles, el dengue, tras reaparecer a finales de ladécada de los 80, y ser relativamente contro­lado en los años 1991 y 1992, se vuelve amanifestar con fuerza en 1993, repunte que seagudiza en 1994, cuando se registran 1.861casos que significan un incremento del 200%con respecto a 1993. Para comienzos de 1995se registra un promedio de 400 casos men­suales, de los cuales cerca de la cuarta parteson hemorrágicos.

Se reportaron 14.928 casos de malaria en1994, 10 que constituye un incremento del19,1% con respecto al año anterior, encon­trándose los principales focos en los estadosAmazonas y Delta Amacuro. Para 1995 la

'oi:iúbre 1'9!i4-siip'tiéirilÍrii 1995' . , . , , , , . , , , , 1127

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Dirección Nacional de Malariología delMSAS proyecta un incremento del orden del50% con respecto a 1994, lo cual significaríael índice más alto de los últimos 4 años, Al

cierre de este Informe, cifras parciales apor­tadas por el MSAS confirman la proporciónde este incremento,

Según expertos de la Sociedad Venezo­lana de Infectología, la meningitis, la lechina(varicela) y la hepatitis también muestran re­

puntes significativos, eS:Recialmente en losÚltimos meses de 19942 8 En el caso de la

hepatitis (21.355 casos en 1994), el Institutode Inmunología de la UCV advirtió que, de nocOlTegirse las políticas sanitarias actuales, lacifra de portadores de hepatitis B y C podriaelevarse a medio millón de personas, segúnproyecciones realizadas a pariir de despistaj esa d;nantes de sangre239

A lo largo de 1994 no se repOliaron casosde cólera, pero este flagelo fue sustituido porotro de alarmantes proporciones: la encefalitisequina, En 1994 se registraron algunos brotesen el Edo, Trujillo y en septiembre de 1995 seproduce un brote de grandes proporciones enel Edo, Zulia que se extiende en dos semanasa razón unos 600 casos por día, Pese a que elMSAS anuncia en su Memoria y Cuenta de1994 que precisamente en dicho año se reactivael programa de prevención y control de estaenfermedad, al cien-e de este Infonne se ha

declarado una emergencia sanitaria con un totalde diez mil casos registrados en la región zulianaen tan solo dos meses, con un saldo de ocho

decesos, al tiempo que la epidemia se extendióa otros cuatro estados,

Otra enfennedad que se incrementó deforma preocupante fue la tuberculosis (15%en los primeros ocho meses de 1995). A estaproporción hay que añadir un 30% de sub­registro en el diagnóstico, a causa de falta derecursos para el programa de diagnóstico y

238 El NaCiOnal, 19.11,94.239 El Expreso, 04.10,94.

tratamiento del Instituto Nacional de Tuber­

culosis; igualmente las tasas de enfem1edadpor tuberculosis se han incrementado en un6% en el caso de pacientes con SIDA

En cuanto al SIDA, a lo largo de 1994 sereportaron 212 casos, manteniéndose una levetendencia al decrecimiento que se venia regis­trando desde 1993; sin embargo, la tasa semantiene en 1,0 por 100 mil habitantes, supe­rando la tasa de otras enfermedades de denun­

cia obligatoria como la tifoidea, la difteria, lasparálisis flácidas (poliomielitis) y el tétanos,

La tasa de caries dental se ubicó en 675,8 por100 mil habitantes, al tiempo que en algunosestados se excluyó del presupuesto de salud elrubro cOITespondiente a servicios odontológi­cos, por considerar que los programas de saludbucal son de poca importancia,

En cuanto a la salud mental, son escasos los

datos oficiales, El registro epidemiológico pre­senta deficiencias pues las caractelisticas deciertas enfem1edades mentales y la carga deestigmatización que las rodea hacen que enocasiones no sean reportadas oportunamente alas autoridades sanitarias, Se registraron 32,028casos por consulta ambulatoria en 1993,

La tasa de suicidios presentó reduccionessignificativas: 5,56 por 100 mil habitantes en1993 y 5,50 en 1994, contra 18,9 en 1990, altiempo que se registró un sensible incrementoen la tasa de homicidios pasando de 6,85 en1993 a 16,90 en 1994, ubicando a la violencia

urbana como problema de salud pública,Adicionalmente, en el periodo se cono­

cieron los resultados de investigaciones ade­lantadas por el Consejo Nacional de Investi­gaciones Científicas y Tecnológicas (CO­NICIT), según las cuales un 13,4% de lapoblación presentaría conductas sugestivasde anorexia y bulimia, enfem1edades decarácter emocional que afectan los hábitos dealimentación y que se presentan, según los

1281' - , .. , , . , .. , , , , , , , , , ,PROVEÚ~f~~;n~Ari~~1

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datos recogidos, con una frecuencia de 9 a 1l . 240 L D' . " d S 1 d Men as mUjeres . a lV¡SlOn e a u en-

tal del MSAS anunció en 1994 importantesplanes en su área de competencia, entre loscuales cabe destacar el inicio de un programadestinado a integrar la salud mental en laatención primaria de salud (APS), lo cual, deconcretarse, contribuiría a desarrollar alterna­

tivas comunitarias de atención a personastradicionalmente segregadas de la sociedad.

A comienzos de 1995 la Dirección Gen­

eral Sectorial de Salud del MSAS afirmó que25 de cada mil niños mueren antes del primeraño de vida, al tiempo que un informe delFondo de Naciones Unidas para la Infancia(UNICEF) ubicaba a Venezuela en el puestonúmero 98 sobre un total de 145 países en loque a mortalidad infantil se refiere, por lo quedicha entidad alertó sobre la necesidad de

retomar campañas masivas de inmunizacióninfantil que contribuirían a reducir en un 4,6%esta tasa para el año 2000.

Una de las principales causas de mortali­dad infantil sigue siendo la dialTea, cuya inci­dencia es mayor en los estados Amazonas,Delta Amacuro, Zulia y Bolívar, todos conaltos índices de pobreza y de poblaciónindígena. Tan solo en el primer semestre de1995 se registraron en esta última entidadtreinta fallecimientos por esta causa en niñosmenores de cinco filos.

La mortalidad infantil se vio agTavada du­rante el periodo debido en parte a la crisis queafectó a la los principales centros de atenciónmaterno-infantil de la zona metropolitana,que son a su vez centros de referencia na­cional; la falta de insumos y las pésimas con­diciones sanitarias de estos centros alTojancifras alarmantes. En el Hospital Pediátrico 1.

M. de los rios al menos un niño murió por díaen los últimos meses de 1994, mientras que,según el Servicio Estadístico de la Maternidad

240 El Globo, 18.11.94.

241 Economía Hoy, 20.11.95.

Derechos Económicos, Sociales V Culturales

Concepción Palacios, 53 de cada mil nacidosvivos fallecieron entre enero y septiembre de1994, lo que significa una tasa que duplica elpromedio nacional en el principal centro ma­temo-infantil del país (Ver recuadro en lapróxima página). Cabe destacar que cerca de lamitad de estas muertes son prevenibles, pero lacarencia de equipos e insumos de la Maternidadimposibilita su atención opOliuna y adecuada.

Salud y nutriciónmaterno-infantil

En agosto de 1994, Venezuela recibió laCertificación de la Interrupción de la Circu­lación del Poliovirus Salve, lo cual constituyeun importante logro en la lucha contra lapoliomielitis. Para ese mismo año la coberturade vacunas fue de 76% para poliomielítica, 65%para la triple y 60% para la antisarampionosa.

Los efectos de la baja cobertura de inmu­nización en el caso del sarampión se hancomenzado a sentir. En 1992 se registraron11.949 casos, mientras que en 1993 la cifraasciende a 20.244; la mortalidad infantil poresta enfermedad pasó del 0,03% en 1992 a0,23% en 1993. Estas cifras representan el60% del sarampión existente en la regiónandina. Fuentes vinculadas al sector de la

salud informaron en noviembre de 1994 quelas vacunas importadas durante los últimosquince años no tenían poder inmunológicopor haber ingresado vencidas o haber sidomantenidas a temperaturas distintas a las re­queridas para preservar su poder inmu­nológico, lo cual explicaría el repunte experi­mentado por esta enfenuedad en años recien-

241 D 11' 1 'd d .,tes . e a 1 que as auton a es samtanasiniciaran a fines de 1994 una campaña masivade vacunación cuya meta sería la inmuni­zación de 7.425.412 niños, es decir, el 99,26%

de la población infantil sujeta a la campaña;sin embargo, cuando estaban por finalizar las

o¡:tubre'1994:septi¡;mbre ·Úi95····························'···········'··········"··"'···"" '1129

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Jornadas de vacunación, el MSAS anunció

como un "récord para cual~uier campaña devacunación en Venezuela" 42 haber alcan­

zado a poco menos de cuatro millones de

niños, lo cual supone una cobertura del 53%que, proyectada hasta la culminación de lacampaña podría llegar al 60% de lapoblación sujeto.

En cuanto al estado nutricional de los

niños menores de quince años según relaciónpeso-talla para 1994, se presenta un 33% depoblación en situación deficitaria que vadesde la desnutrición leve a la grave, man­teniéndose la tendencia de años preceden-

tes243 Por su parte, el Centro Clínico Nu­tricional del INN estima que los niños deestratos económicos bajos tienen una diferen­cia de siete centímetros con respecto a los deestratos altos, lo cual supondría un retraso

biológico de 25 a 30 años, al tiempo que,según las últimas estadísticas del INN, el défi­cit calórico alcanza en los estratos bajos a1.730 calorías244

La misión identificada por el INN a partirde la incorporación del actual equipo de esainstitución constituye una señal alentadora, alhaberse propuesto como eje fundamental desu gestión "Contribuir a mejorar el derecho

242 El Unlversal, 05.11.94

243 Estadísticas provisionales del Instituto Nacional de Nutrición, Sistema de Vigilancia Alimentaría. Mimeo244 El Universal, 09.05.95.

130 , PR'ÓVEA' i~f~~~eA~~~I

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a la adecuada alimentación de la poblaciónvenezolana',245

El reconocimiento de la alimentación como

derecho humano puede impIimiruna nueva per­spectiva a las políticas en materia nutricíonaLsin embargo, este enfoque debe ir acompañadode medidas concretas que aseguren el adecuadofuncionamiento del órgano rector en materiaalimentaría, con el objeto de pasar de la inten­CIónpolítica al logro de objetivos concretos Ental sentido, resulta preocupante quc, por razonespresupuestaIias, el INN haya eliminado o re··ducido a su mínima expresión las actividadeseducativas y de investigación, necesarias para

DereclíoS Eco~ómicos, Sociales, Cultúrales

establecer las estrategias alimentarias de largo1 d sd . " . 246 ep azo, e e una VlSlon preventlvaon

motivo del 45° aniversario del INN, su Presi­

dente señaló que "seria engallar a lapoblación decirle que este Instituto está encapacidad de abrir nuevos comedores popu­lares o escolares. Incluso, el presupuesTO delaño que viene [1995] es inferior al del pre­sente año, pues está calculado por la mitad

de 1~.4~!fación que se espera para el añoJ 99) . , por lo que la capaCIdad de la mstI­tución para responder a las necesidades ali­mentarias de la población infantil de escasosrecursos se verá aun más reducida.

2,\5 1-ASAS: op. Clt, pág 288. ÉnfaSIS añadido

246 I:lformación hrindada por el Presidente del INN en entrevista concedida a Provea en octubre de 1994.247 El Universal. 19.11 94

'~~i~b~~1'994-~'~pÚé~br'e'1995"""""" '1131

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En lo que se refiere a la condición físicade las futuras madres, la situación siguesiendo preocupante. De acuerdo con el Servi­cio de Estadísticas de la Maternidad Concep­ción Palacios, el 40% de las parturientas queingresan a ese centro carecen de control pre­natal; el 22% son menores de edad, con un11% de muertes de madres adolescentes.

Por otra parte, la cobertura de los pro­gramas de planificación familiar y de controlde partos sigue siendo limitada, razón por lacual, de los 600 mil nacimientos anuales, unos18 mil niños presentan malformacionescongénitas. Según la Unidad GenéticaMédica de la Universidad de Oriente, estasenfermedades constituyen un importanteproblema de salud pública que no ha sidodebidamente atendido desde un enfoque pre­ventivo, por lo que, según sus proyecciones,podría producirse un considerable incremento

de niños con malfolmaciones genéticas en lapróxima década 248

Higiene del trabajoy medio ambiente

Un estudio desarrollado por el InstitutoLatinoamericano de Investigaciones Sociales(ILDIS) y el Departamento de Seguridad So­cial de la CTV señala que, de cada cien em­barazos, quince culminan en abortos y sieteniños presentan defectos de nacimiento, con

saldo de 1.500 muertes de niños por malfor­maciones congénitas, la gran mayoría de loscuales son hijos de trabajadores expuestos a

. " 249 E . d'nfsustancIas toxlCas . ste tIpo e I orma-ciones evidencia la necesidad de desarrollar

políticas integrales en materia de salud, ya quela salud ocupacional puede incidir en las tasasde morbilidad y mortalidad materno-infantil.

La misma investigación presenta otras ci­fras alarmantes en materia de salud ocupa­cional, según las cuales se producirían en248 Últimas Noticias, 16.12.94.249 Economía Hoy, 13.02.95.250 Últimas Noticias, 24.05.95.

Venezuela unos 100 mil accidentes de trabajoal año, con saldo de unas 1.500 muertes y 10mil incapacitados. Tan solo el Instituto Vene­zolano de los Seguros Sociales (lVSS), cuyacobertura apenas alcanza al 37,95% de lapoblación, registra unos 30 mil accidentesanuales.

Por otra parte, según registros acumuladospor médicos del Edo. Aragua, dicha entidadocuparía el primer lugar de muertes por cáncerocupacional y contaminación ambiental, pro­ducto de una actividad industrial no sometidaa los debidos controles sanitarios25o Los

riesgos de salud en el campo laboral, sinembargo, no son exclusivos de las zonas degran actividad industrial, ya que en 1994 seprodujeron mil 119 casos de intoxicaciónpor plaguicidas.

En materia ambiental, para 1994 los pro­gramas de control sanitario de aire y suelo delMSAS experimentaron reducciones en elnúmero de inspecciones realizadas por el or­den del 15% con respecto a 1993. Igualmente,los programas de control de residuos sólidossufrieron disminuciones de un 69% en mate­

ria de inspecciones con respecto a la coberturade 1993, debido a falta de recursos. En 1993

se construyeron 1.141 disposi tivos de excre­tas, mientras que en 1994 se construyeronsolo 759, lo cual significa una reducción del33%. A lo largo del periodo diversas comuni­dades del país formularon denuncias sobre elincremento de ciertas enfermedades a causa

de la falta de tratamiento de las aguas desti­nadas al consumo humano.

Medidas legislativasLa resolución N° SG-439 del 26.08.94

emitida por el MSAS, destaca como una delas iniciativas legales más importantes delperiodo en materia de salud. Dicha resoluciónprohibe la aplicación compulsiva y en contra

132 ." .. , , , . , , , , , .. , , ¡'¡'OVEA' i~f~~~~A~uil

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del consentimiento infonnado de la personainvolucrada de pruebas de despistaje del VIH.Esta resolución constituye un importante pasoen favor de la no discliminación de posiblesportadores de VIH para su ingreso en centrosde estudio o puestos de trabajo, ya que estetipo de actividades no representa riesgo al­guno en materia de salud pública, lo que haceinjustificable la aplicación de la prueba como

.. d d ", 251requIsIto e a mlSlOnDurante el periodo, la División de Salud

Mental del MSAS anunció que se estaríatrabajando en la elaboración de un proyectode ley de protección al enfermo mental, lacual vendría a llenar un vacío en relación a

un grupo tradicionalmente discriminado dela población.

Por su parte, el Consejo Nacional de Saludentregó al Presidente de la República un con­junto de propuestas destinadas a mejorar lacalidad de la atención pública, en materia dedescentralización de servicios de salud,

creación del Instituto del Medicamento, adju­dicación de cargos de salud pública medianteconcursos y creación de la carrera sanitaria yracionalización de la recuperación de ciertoscostos hospitalarios sin que ello implique nega­tiva de atención a los pacientes que acuden adichos servicios. Estas propuestas, de ser favo­rablemente acogidas por el Ejecutivo, tendránimplicaciones legislativas en el futuro cercano.

Atención primaria,participación y autogestión

A lo largo del periodo se desarrollarondiversas iniciativas innovadoras que surgencomo alternativas viables y eficaces de aten­ción frente a quienes pretenden imponer laprivatización de la salud, el cobro de tarifas alos usuarios o la concentración de recursos encentros de atención de tercer nivel.

Vale destacar el esquema de participacióndesarrollado por la Comisión de Salud del

Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Municipio Libertador (Dtto. Federal), el cualno se limita a los aspectos de ejecución deproyectos de salud, sino que se extiende atodas las fases de la gestión, incluyendo losaspectos político-administrativos.

Igualmente, en el Edo. Zulia y en algunosmunicipios del Edo. Lara, las comunidadeshan realizado esfuerzos importantes para res­catar los servicios ambulatorios, desconges­tionando de esta manera a los colapsados hos­pitales de dichas regiones, en lo relativo aproblemas de salud que pueden ser resueltosmediante modalidades de atención primaria.En el caso del Edo. Lara, los costos que noson cubiertos mediante el presupuesto ofi­cial, se están financiando a través de inicia­tivas alternativas de recaudación de fondos

tales como programas de reciclaje dedesechos en los que participan los jóvenesy niños de la comunidad, lo cual contribuye,además, a la generación de una cultura deprotección ambiental.

Por otra parte, la Alcaldía del MunicipioJosé Félix Ribas (Edo. Aragua) inició recien­temente un programa comunitario de aten­ción destinado a niños con necesidades espe­ciales, desde un enfoque acorde con los dere­chos del niño.

De esta manera, la atención primaria, laprevención y la medicina familiar han comen­zado a cobrar fuerza a nivel comunitario, me­

diante propuestas que combinan los recursospúblicos con la participación comunitaria, sinque ello supongan erogaciones monetarias departe de una población que no está en capaci­dad de soportar los elevádos costos de lasalud. En muchas de estas iniciativas la par­ticipación de las entidades sanitarias cen­trales y de la comunidad se ha visto comple­mentada con la de sectores tales como Igle­sia, alcaldías y universidades.

En definitiva, a partir del balance de lasituación de la salud en el país, el compromiso

251 En el anexo 13 se transcribe el texto completo de la resolución.

o~t~b~~'1994:~~pii~'~b~~'ÚiS5" , , .. , . , , , .. , . , , " " . " , , . " , , , .. , , , , . '1133

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de Salud para Todos en el año 2000 al cual sesumó Venezuela de manera voluntaria, parecedifícil de alcanzar cuando faltan menos de 5

años para que comience el siglo XXI En talsentido, Provea considera relevante el enfo­

que de prioridades establecido en el más re­ciente informe de la OMS en el sentido de que"la salud deficiente inhibe la capacidad de¡rabajo del individuo, reduce su productivi­dady agrava la pobreza. Esta se puede atajaractuando en dosfrentes: uno consiste en aten-

252 OMS op. cit, pág. 13.

del' las necesidades básicas de la genle, in­cluida la disponibilidad de servicios sani­tarios, vivienda y educación; el otro es ofre­cer oportunidades de escapar a la pobreza

gracias a una }t1ejor salud y a una mayorproductividacrL.)2 Se trata de dej ar de ver losrecursos empleados en salud como un gastopara comenzar a percibirlos como una inver­sión y, en consecuencia, entender la salud nocomo una carga del Estado, sino como underecho de sus ciudadanos.

134 l' ,, ,,, , ,, ,¡'iiriVEjÚn'f~~~~A~~~I