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1 Pedagógcica Vol. 3 No.2 y 3 2015 Vol.3 No.2y3 May/Dic 2015 Revista de la Universidad Pedagógica Nacional Morelos Pedagógica

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Pedagógcica Vol. 3 No.2 y 3 2015

Vo l . 3 N o . 2 y 3

M a y / D i c 2 0 1 5

Revista de la Universidad Pedagógica Nacional Morelos

Pedagógica

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Pedagógcica Vol. 3 No.2 y 3 2015

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DIRECTORIO

Beatríz Ramírez VázquezSecretaría de Educación en el estado de Morelos

Fernando Pacheco GodínezDirector del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos

Aroldo Aguirre WencesDirector de la Universidad Pedagógica Nacional Morelos unidad 171

Javier David Molina AlamillaCoordinador Académico UPN unidad 171 Morelos

EQUIPO EDITORIAL

Jorge Arturo Domínguez SagaónDirector

Lua Fernanda Rivera FigueroaEditora y programadora

Carbón y TizaIlustraciones

Lua Fernanda Rivera FigueroaPortada

Pedagógica es una publicación cuatrimestral de difusión y vinculación de la UPN Morelos. Las opiniones e ideas expresadas son responsabilidad de quien las firma. Los materiales pueden ser reproducidos, sin fines de lucro y citando la fuente.

01 777 3112562 01 777 [email protected]/upnrevistaCamino Al Monte, Chamilpa, 62210 Cuernavaca, Morelos

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Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberesGisela FríasMargarita Hurtado Badiola

Foro bi-nacional itinerante de intercambio de experiencias:“Caminando hacia la sustentabilidad”Gisela Frías Margarita Hurtado BadiolaLuisa Montes Mendoza

El plantel educativo como instrumento para la sustentabilidadG i s e l a Fr í a s

¿Qué es y con qué se come?Aplicaciones prácticas del concepto en escenarios educativosLuisa Montes

El reto de la enseñanza para la sustentabilidadC h r i s A d a m

Prácticas profesionales para la sustentabilidadUna perspectiva estudiantilA l i B y e r s , M o r g e n B e r t h e u s s e n , M i k a y l a S a l m o n - B e i t e l y E l l a M a r t i n

Lo s j a r d í n e s p o r l a p a z : N u e v a e s t r a t e g i a p a r a g e s t i o n a r l a v i o l e n c i a e s c o l a r e n M é x i c oJ u a n S a l v a d o r N a m b o d e l o s S a n t o s

S a c u d i r c o n c i e n c i a sJ o r g e A r t u r o D o m í n g u e z S a g a ó n

Eso de compartir los conocimientos… M a r g a r i t a H u r t a d o B a d i o l a

SumarioVolumen - 2 Número 2 y 3 - 2015

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Introducción

Sirva este escrito para contextualizar el contenido de los artículos que conforman la edición de la revista que tienes ante tus ojos. Cada autor/a aborda un tema en relación con lo que se compartió durante el Foro itinerante bi-nacional “Compartiendo saberes hacia la sustentabilidad”, que tuvo lugar en Cuernavaca, Morelos, México, en febrero del 2015. Este abordaje incluye diferentes perspectivas de lo vivido, tejidas con hilos de diferentes enfoques teóricos y metodológicos basadas en la formación profesional, en la experiencia propia, en los intereses personales de quienes los escribieron, y sin duda en esta diversidad se encuentra mucha riqueza que deseamos compartir.

En el 2012, Dawson College (de Montreal, Canadá) y el Instituto Mexicano para el Desarrollo de Ciudades Verdes S.C. (Ciudades Verdes) en colaboración con la Universidad Pedagógica Nacional del estado de Morelos (UPN Morelos, la Escuela Particular Normal Superior Lic. Benito Juárez (Normal Superior) y el

Instituto Earthvalues (organización civil en Montreal Canadá) iniciaron un proyecto de investigación-acción participativa, “Planteles Educativos Sustentables: Compartiendo saberes”, cuyo principal objetivo ha sido promover acciones para crear planteles educativos sustentables mientras fomentamos y apoyamos un proceso de generación e intercambio de conocimiento sobre este tema entre las instituciones participantes y otras interesadas en él.

La motivación para la elaboración de este proyecto surgió del reconocimiento de que uno de los retos que enfrenta la educación hoy en día, es cómo responder a la crisis ambiental que estamos viviendo como comunidad global. Reconocemos que las instituciones de educación superior tienen el potencial y la responsabilidad de ofrecer soluciones a nuestros más grandes retos globales. Éstas tienen la posibilidad de convertirse en laboratorios vivos, en modelos a seguir de prácticas y actitudes para alcanzar la sustentabilidad.

Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes

. G i s e l a Fr í a s *M a r g a r i t a H u r t a d o B a d i o l a * *

* D e p a r ta m e nto d e G e o g ra f í a , D a ws o n C o l l e ge* * I n st i t u to M ex i ca n o p a ra e l D e s a r ro l l o d e C i u d a d e s Ve rd e s , S .C .

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Objetivos de investigación y acción

El proyecto “Compartiendo saberes” se basa en un enfoque de investigación-acción participativa. La investigación desempeña una parte importante de este proyecto. Es un motor que guía y construye capacidad transformadora entre los miembros de las comunidades educativas participantes y también un medio para documentar nuestro proceso y por lo tanto la generación de nuevos conocimientos sobre las alianzas Norte-Sur encaminadas hacia la sustentabilidad dentro de las instituciones de enseñanza superior.Los objetivos del proyecto pueden ser agrupados en tres:

a) Generar y compartir conocimiento sobre el proceso de caminar hacia la sustentabilidad en planteles de educación superior en el Norte y el Sur

b) Crear espacios didácticos, modelos de prácticas y actitudes sustentables

c) Fomentar una actitud consciente e informada hacia el bien común, el respeto por los valores que apoyan la construcción de una comunidad educativa y su entorno natural.

En este proyecto, cada plantel educativo participante, se dio a la tarea de involucrar a su comunidad educativa en un proceso de investigación-acción para facilitar el camino hacia la sustentabilidad. Es importante destacar que este proceso tomó forma propia en cada uno de los planteles. En Dawson College, donde ya estaba establecido un programa institucional para la sustentabilidad, “Dawson Sustentable” y donde estudiantes y profesores ya tenían un camino recorrido en esta área, la primera tarea fue el identificar este proceso y documentarlo para compartirlo con las otras instituciones participantes. En la UPN Morelos, en sus tres sedes, los procesos de participación involucraron mayormente a estudiantes, sea como voluntarios o por medio de sus cursos. Se destaca el trabajo colectivo que muchos estudiantes emprendieron en colaboración con sus profesores. En la Normal

Superior, el proceso organizativo tomó una estructura más institucional. La dirección asignó a una coordinadora de sustentabilidad con la tarea de impulsar proyectos en los que participaran diferentes miembros de la comunidad educativa. Resultados

Después de un año de trabajo, cada institución contaba con una gama de acciones dirigidas a la sustentabilidad de su plantel y que podrían categorizarse como: a) iniciativas de jardinería, biodiversidad y reforestación; b) ambientalización del currículum e investigación; c) proyectos de manejo operativo de las instalaciones y d) iniciativas de participación e integración comunitaria.

Durante el desarrollo del proyecto se establecieron diferentes procesos para generar y compartir conocimiento sobre el camino recorrido. Todas las actividades fueron documentadas. En muchos casos, esta documentación se llevó a cabo por los mismos participantes de las diferentes iniciativas, en otros, por medio de entrevistas y observación participativa conducida por las coordinadoras e investigadoras principales del proyecto. En muchos de los casos, el conocimiento fue generado y documentado a través de procesos participativos como grupos focales, talleres para compartir conocimientos y establecer un análisis colectivo, tanto como procesos colectivos de auto-evaluación e incluso con el apoyo de evaluadores externos con experiencia en el tema.

En términos de productos de diseminación de lo aprendido se destacan los reportes que cada una de las instituciones generó, un reporte de investigación (Frías y Hurtado, 2014) y el libro Compartiendo saberes para crear planteles educativos sustentables, 2014. que recopila experiencias, análisis de procesos , así como técnicas compartidas durante la primera etapa de nuestra iniciativa. El diseño de esta publicación incluye un buen número de fotografías que representan una evidencia de las acciones emprendidas en los diferentes planteles y que animan a los lectores a emprender actividades similares al ver que es posible su realización.

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Los mecanismos establecidos para compartir saberes fueron muchos, éstos incluyeron el uso de los medios sociales como Facebook pero también intercambios vivenciales como lo han sido las estadías de estudiantes de Dawson College en diferentes planteles en Morelos para apoyar sus iniciativas de sustentabilidad, o las visitas de estudiantes y profesores de los planteles de México al Dawson College para conocer sus diferentes iniciativas y para compartir experiencias e incluso dar talleres.

El proyecto Compartiendo saberes contó con el importante apoyo financiero del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (Canadá) durante lo que consideramos su primera etapa. Cabe destacar que este primer impulso generó y en otros casos solidificó el soporte institucional hacia el establecimiento de planteles educativos sustentables y a los procesos de intercambio de experiencias entre el Norte y el Sur. Fue así como a pesar de no contar con recursos externos para las iniciativas comenzadas, éstas siguieron en marcha y los procesos participativos continuaron. El compromiso de Ciudades Verdes al proceso ha sido clave.

Trabajo a seguir

Hoy, nuestro proyecto empieza una nueva etapa a la que hemos denominado Planteles Educativos Sustentables: Una Comunidad Norte-Sur para la investigación-Acción, cuenta con un nuevo apoyo financiero, otorgado por el Consejo de Investigación para las Ciencias Sociales y las Humanidades (SSHRC, por sus siglas en inglés). Durante esta fase hemos formado un equipo de investigación de diferentes instituciones educativas de Montreal y Morelos. Es nuestro objetivo el continuar apoyando un proceso de cambio institucional para la sustentabilidad basado en investigación participativa y en la colaboración entre instituciones.

Durante una etapa intermedia se llevaron a cabo intercambios de estudiantes, se generaron propuestas de financiamiento, se han firmado acuerdos interinstitucionales de cooperación, se realizó el foro itinerante (nombre) y se establecieron nuevas relaciones como es el caso de la Universidad Politécnica de Morelos (UPEMOR) , del Programa de Gestión Ambiental Universitaria (PROGAU) y de las facultades de Psicología y de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos .

Financiamiento

Las actividades del proyecto Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes fueron realizadas, como ya se mencionó, con el apoyo financiero del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (Canadá) (IDRC Proyecto número: 107108-00020699-012. Es importante destacar los recursos invertidos por todas las instituciones participantes. La segunda etapa del proyecto que hemos denominado Planteles educativos sustentables: Una comunidad Norte-Sur para la investigación-acción, cuenta con el apoyo financiero del Consejo de Investigación para las Ciencias Sociales y las Humanidades (SSHRC Proyecto número: 890-2015-1027). La obtención de ambos financiamientos ha sido el resultado de un trabajo colaborativo guiado principalmente por Dawson College como un ejercicio más de compartir saberes que hasta ahora nos ha dado generosos frutos, no sólo en el ámbito de los recursos financieros, sino en el terreno de las relaciones humanas basadas en valores como la responsabilidad compartida frente a problemas comunes, la solidaridad, el compañerismo, la amistad, la comprensión y la empatía, entre otros.

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En el marco del proyecto Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes, surge la idea de realizar un foro como estrategia de seguimiento, divulgación y expansión. En este artículo reseñamos brevemente este evento con el fin de describir el contexto del que emanan los escritos que conforman la presente publicación, frutos de los aprendizajes gestados tanto durante el desarrollo del proyecto como en los momentos vividos al compartir las experiencias.

El Foro tuvo como objetivo abrir un espacio de diálogo entre quienes hemos optado por transitar hacia la sustentabilidad desde la vida cotidiana de las instituciones educativas, bajo un enfoque holístico que abarca tanto aspectos académicos y de infraestructura de los edificios escolares, como esferas del desarrollo humano sustanciales, relacionadas con la búsqueda del bienestar

integral como individuos y como entes sociales que pretendemos alcanzar plenitud en una relación profunda y armónica con el entorno natural.La coordinación del Foro estuvo a cargo de: • Gisela Frías (Dawson College, Montreal, Canadá) y Margarita Hurtado Badiola (Instituto Mexicano para el Desarrollo de Ciudades Verdes, S.C.), coordinadoras del proyecto: “Planteles educativos sustentables. Compartiendo saberes”, con la colaboración de Luisa Montes Mendoza (UAEM, Ciencias de la Educación/Centro de Estudios de Posgrado: “Lic. Benito Juárez”).

Se contó también con la participación de invitados especiales:

• Chris Adam, Dawson Sustentable/Earthvalues, A.C., de Montreal Canadá.

Foro bi-nacional itinerante de intercambio de experiencias:“Caminando hacia la sustentabilidad”

G i s e l a Fr í a s * M a r g a r i t a H u r t a d o B a d i o l a * *

Lu i s a M o n t e s M e n d o z a * * *

* D e p a r ta m e nto d e G e o g ra f í a , D a ws o n C o l l e ge* * I n st i t u to M ex i ca n o p a ra e l D e s a r ro l l o d e C i u d a d e s Ve rd e s , S .C . * * * M a e st r í a e n p s i co l o g í a c l í n i ca i n fa nt i l y d e a d o l e s c e nte s . M . P.C .

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• Melissa St. Arnaud, estudiante de McGill University, Montreal, CanadáEl Foro se realizó del 26 de febrero al 5 de marzo del 2015 en el estado de Morelos, con la participación de distintas instituciones de educación superior de México y Canadá: • Dawson College, Montreal• Instituto Mexicano para el Desarrollo de Ciudades Verdes, S.C.• Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM)• Escuela Normal Superior “Lic. Benito Juárez”• Centro de Estudios de Posgrado “Lic. Benito Juárez García”• Universidad Pedagógica Nacional, Morelos• Universidad Politécnica de Morelos

La convocatoria se dirigió a instituciones de nivel superior con énfasis en aquéllas formadoras de docentes e interventores educativos, a integrantes de Brigadas verdes, conformadas por estudiantes que reciben una beca-salario por parte del gobierno estatal y que dedican horas de trabajo en acciones a favor del ambiente y a programas de licenciatura con orientación tecnológica vinculados al tema ambiental. El Foro estuvo abierto al público interesado en la sustentabilidad. Las sesiones se llevaron a cabo en diferentes planteles educativos de Morelos que incluyeron la Escuela Normal Superior “Lic. Benito Juárez,” tres sedes de la Universidad Pedagógica Nacional: Galeana, Ayala y Cuernavaca, la Universidad Politécnica de Morelos (UPEMOR) y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

El Foro tuvo un carácter binacional ya que fue planeado, organizado y financiado por integrantes de instituciones mexicanas y canadienses y su diseño consistió en una modalidad itinerante con el fin de tener la oportunidad de compartir y aprender in situ algo de las experiencias desarrolladas por los planteles que están ya en camino hacia la sustentabilidad. Hacerlo de esta manera, dio más dinamismo al permitir realizar actividades extramuros en donde se involucraron más sentidos, más actividad corporal y en

donde se propició una mayor interacción entre los participantes que generó un ambiente de cordialidad y disfrute de la convivencia social. Además, el hecho de ver los resultados de las acciones realizadas en los diferentes planteles fue motivo de inspiración para pensar en replicarlas, adecuándolas a los contextos propios. El Foro representó un espacio de encuentro para compartir experiencias en temas innovadores como el de la felicidad sustentable, aplicados en el plano personal, en el aula y en la vida cotidiana del plantel de manera exitosa o como el desarrollo de liderazgo en estudiantes, docentes y ciudadanos, como una estrategia para fortalecer procesos organizativos que favorezcan el desarrollo de proyectos.

Compartir estos saberes en el Foro fue una manera de alentar a los participantes a continuar caminando hacia la sustentabilidad con pasos más firmes y certeros.Adicionalmente, las experiencias que se compartieron y los procesos que se vivieron, fueron sistematizados para generar documentos que permitan comunicar, difundir los resultados con otras instituciones interesadas en el tema.

La convocatoria al evento se dirigió a instituciones de nivel superior, especialmente a aquellas formadoras de docentes e interventores educativos, por su potencial multiplicador y a las que cuentan con programas de licenciatura con orientación tecnológica ligada a temas ambientales.

Para lograr los objetivos propuestos, se contó con la participación de docentes-investigadores con amplia trayectoria en temas de sustentabilidad del Dawson College, de Montreal Canadá, líderes de la experiencia: Dawson Sustentable, participantes del proyecto: Planteles educativos sustentables. Compartiendo saberes, desarrollado en coordinación con el Instituto Mexicano para el Desarrollo de Ciudades Verdes, S.C., en cuatro planteles de educación superior de Morelos: La Universidad Pedagógica Nacional en sus tres sedes:

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Cuernavaca, Galeana y Ayala, y en el Centro de Estudios Superiores Benito Juárez García”. Se contó con financiamiento del organismo canadiense Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés).La temática a tratar a partir del intercambio de experiencias, incluyó lo relativo a pasos dados hacia la sustentabilidad en varias líneas:

a) Infraestructura y equipamiento de las instalaciones en los planteles: sistemas de captación de agua de lluvia, filtros de aguas grises, biodigestores, construcción de áreas verde, jardines por la paz, huertos, instalación de bicimáquinas entre otros.b) Ambientalización curricular: incorporación de contenidos ambientales en las materias, diseño de asignaturas, etcétera. c) La sustentabilidad como eje transversal en la vida académica y cotidiana del plantel: líneas de investigación, realización de foros, coloquios, conferencias, políticas de consumo, de ahorro de energía eléctrica, de agua, papel, entre otras.d) Estrategias para el mejoramiento de la calidad de vida de los integrantes de la comunidad educativa considerando como meta su bienestar integral en términos de salud física y mental en ambientes de seguridad y paz. e) Estrategias de combate a la pobreza a través del desarrollo de proyectos productivos, pequeñas empresas, cooperativas entre otras opciones.f) Experiencias en materia de comunicación y difusión: producción de materiales educativos, publicaciones, programas de radio y televisión relativos al tema de sustentabilidad.g) Estrategias pedagógicas para incorporar la perspectiva de bienestar integral/felicidad sustentable en el aula. h) Cómo incorporar la perspectiva de felicidad sustentable en la materia de Educación física.i) Visita a los centros de acopio y compostaje del Programa de Gestión Ambiental Universitaria PROGAU/UAEM. j) Presentación del libro Compartiendo saberes para crear planteles educativos sustentables en la UPN (sedes Ayala y Galeana) y UPEMOR.

El Foro promovió el aprendizaje a partir de las experiencias, considerando que éstas pueden enseñarnos a partir de errores cometidos y no sólo

de los aciertos. A través de estrategias pedagógicas se buscó dedicar espacios para compartir aquello que nos ha costado trabajo, que ha representado algún obstáculo en el transitar hacia la sustentabilidad, a fin de encontrar soluciones y evitar en lo posible, que otros tropiecen con las mismas piedras.

Además de las demostraciones y prácticas que esta modalidad permitió, se destinaron momentos para compartir experiencias y procesos ya estructurados y documentados de investigación-acción a través de la realización de dos coloquios:Más allá del aula/más allá del conocimiento académico, organizado y llevado a cabo en la UPN Cuernavaca, incluyó la presentación de tres experiencias de docentes, dos del Dawson College y una del Centro de Estudios Superiores Benito Juárez García, referidas a la incorporación de la perspectiva de felicidad sustentable en sus clases. Coloquio: Investigación y ambientalización curricular organizado por el “Centro de Estudios Superiores Benito Juárez García” donde se compartieron experiencias de investigación-acción, las cuales son temas de tesis de grado, algunas ya finalizadas y otras en proceso. De igual manera se pusieron en la mesa vivencias relacionadas con la ambientalización del currículum, como es el caso de incorporación de contenidos ambientales en materias como Investigación-acción o con el diseño y la puesta en práctica de asignaturas como Desarrollo sustentable (ambos casos corresponden a la sede Galeana de la UPN). Destaca que ambas asignaturas han dado origen a muy diversos proyectos que los estudiantes, animados y apoyados por sus profesores, han desarrollado en sus planteles para hacerlos sustentables: la incorporación de tecnologías amigables con el ambiente, el uso de energías alternas, investigaciones etnográficas, cultivo y propagación de plantas medicinales, realización de talleres abiertos a la comunidad sobre elaboración de jabones, cosméticos, pomadas y jarabes medicinales, son algunos ejemplos en este sentido.

Las experiencias compartidas por los estudiantes de maestría del CESBJG, incluyeron :El aprendizaje a través de Proyectos en la materia de ciencias en secundaria (Eduardo Mendoza Avilez);

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Resiliencia (María Cristina Jiménez Álvarez); La conciencia ecológica y su promoción mediante un proyecto de reciclaje con los alumnos de la preparatoria de la Cuenca de Morelos (Jorge Andrés Cabello Sosa).También se contó con la participación de Yarida Lizbeth Ávila Juárez, graduada de la UPN Sede Ayala, quien presentó su tesis “Educación ambiental: una experiencia de trabajo colectivo y compartido hacia un consumo responsable, transitando a la sustentabilidad”.

Otra actividad relevante que formó parte del Foro, fue la presentación del libro Compartiendo saberes para crear planteles educativos sustentables, (fruto del proyecto Planteles educativos sustentables. Compartiendo saberes). Durante las presentaciones realizadas en los distintos planteles, se distribuyeron de manera gratuita varios ejemplares, llegando a manos de estudiantes, docentes, directivos, personal de apoyo y a las bibliotecas de los planteles, además de ser divulgado a través de facebook, programas de radio y tv, con acceso en línea en PDF.

El 27 de Junio, 2015 el Centro de Estudios Superiores “Lic. Benito Juárez García” organizó el “Re-encuentro Innovación Educativa y Felicidad Sustentable” que permitió reunir a varias de las instituciones participantes del Foro Itinerante con el objetivo de compartir avances en varios proyectos llevados a cabo por estudiantes del Grupo 4A de la Maestria en Psicopedagogía y Desarrollo Humano y que contó también con la participación de estudiantes del Dawson College. Durante el encuentro se presentaron los avances de los siguientes trabajos: “Eco-proyecto: una variable para el sustento en los ambientes de aprendizaje”, “La revolución de la materia orgánica” y “reUciclaje”.

Fue así como se compartieron una diversidad de prácticas sustentables en planteles educativos diversos, incluyendo un bachillerato tecnológico y un Centro de Atención Múltiple (CAM) para niños y jóvenes con capacidades diferentes. Estas prácticas incluyen acciones para promover el cuidado y ahorro de energía y agua, el enverdecimiento de los planteles, la creación de jardines, huertos, campañas de forestación, identificación, valoración, propagación de la

biodiversidad, manejo de residuos sólidos, compostaje, lombricompostaje, energías renovables: bicimáquinas, estufas solares y hasta la elaboración de ricos pasteles de zanahoria por estudiantes del CAM, con los cultivos de otro plantel educativo.

En el Re-encuentro, estudiantes de Dawson College compartieron cuatro experiencias representativas de acciones de sustentabilidad en su plantel: “Dawson Dinin’, una iniciativa del sindicato de estudiantes de Dawson College que da acceso a alimentos vegetarianos a los estudiantes un par de veces por semana, presentada por Ali Byers, “El Club estudiantil Planeta Verde”, un proyecto de la organización estudiantil para el medio ambiente, presentado por Mikayla Salmon-Beitel, “Lombri-composta”, una propuesta de educación y concientización” expuesta por Ella Martin y el proyecto de “Páneles de abejas en el plantel” compartido por Morgen Bertheussen. Se incorporaron al intercambio de conocimientos Julio Mora, con una presentación sobre el Programa de Gestión Escolar Sustentable del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos. El día concluyó con la realización de dos talleres simultáneos, coordinados por las estudiantes de Dawson College quienes compartieron sus conocimientos de cómo hacer “Bombas de semillas” y “contenedores de auto-riego para gestar semillas”. El conjunto y la variedad de actividades desarrolladas durante el Foro y el Re-encuentro, además de generar diversos aprendizajes entre los participantes, representaron una oportunidad para establecer y fortalecer diferentes formas y niveles de vinculación seguramente permitirán transitar colectivamente hacia la sustentabilidad: vínculos al interior de los planteles: relaciones interpersonales entre los integrantes de la comunidad educativa, entre los diferentes planteles, entre éstos y el Dawson College y con instituciones clave en el ámbito de la sustentabilidad para el establecimiento de alianzas que contribuirán al fortalecimiento de acciones para transformar nuestras instituciones de educacion superior en planteles educativos sustentables.

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Las instituciones de educación superior tienen no sólo el potencial sino también la responsabilidad de ofrecer soluciones a los retos ambientales y sociales que enfrentamos como sociedad, a nivel local y también global. A través de sus actividades de docencia e investigación tienen la capacidad de generar y transmitir nuevos conocimientos. Son campos de entrenamiento para líderes e incubadoras del conocimiento necesario para una transformación social. Éstas también tienen la posibilidad, a través del establecimiento de políticas que regulan sus operaciones, de convertirse en modelos de vida sustentable. Son muchas ya en todo el mundo las instituciones educativas que reconocen y asumen este reto y se proponen transformarse en instrumentos para la sustentabilidad.

Este artículo repasa la emergente literatura en el área de planteles educativos sustentables, mayormente basados en la experiencia de instituciones de educación superior en Canadá, Estados Unidos y la de algunos casos en México. Explora principalmente el origen del concepto “campus sustentables” o “planteles educativos sustentables” y revisa la forma en que éste se ha aplicado, estableciendo un cambio en la forma en que estas instituciones definen su misión, modifican sus operaciones y buscan transformarse.

El plantel educativocomo instrumento para la sustentabilidad

G i s e l a Fr í a s *

* Departamento de Geografía. Dawson College

Por medio de este artículo es también mi intención compartir algunas reflexiones sobre el rol que juega la investigación académica, sea ésta pura, aplicada, participativa o colaborativa, como un instrumento para avanzar hacia la articulación de la sustentabilidad en planteles educativos. Estas reflexiones están basadas en mis observaciones como coordinadora e investigadora dentro del proyecto “Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes”. De particular importancia para este escrito es el análisis colectivo que se dio en el “Primer coloquio de investigación sobre sustentabilidad en las escuelas” que se llevó a cabo en Cuernavaca, Morelos, el 28 de febrero de 2015 como parte del “Foro itinerante bi-nacional: Compartiendo saberes hacia la sustentabilidad”.

Planteles educativos sustentables

Barlett & Chase (2004) argumentan que la temática ambiental surge como una preocupación en las instituciones de educación superior de Norte América durante la década de los setenta. Este interés se vincula con el aumento de conciencia ambiental de los estudiantes que emergió en los campus norteamericanos durante esos tiempos.

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En 1972, la Declaración de Estocolmo señaló la importancia de la educación ambiental y de fomentar la investigación y el desarrollo científico referentes a los problemas ambientales (United Nations, 1972). En 1990, la Declaración de Talloires, marcó el inicio de lo que hoy es conocido como el movimiento por la sustentabilidad en planteles educativos (Henson, Missimer, y Muzzy, 2007; Nieto y Medellín, 2007; Sharp, 2009). Se trata de la primera declaración oficial firmada por administradores universitarios para comprometerse con los principios de la sustentabilidad (“Texto de la Declaración de Talloires 2004”). En ella, sus signatarios se comprometen a desarrollar programas educativos y de investigación en diferentes áreas vinculadas con el medio ambiente y así asegurar que los egresados universitarios reciban capacitación ambiental y sean ciudadanos preparados para enfrentar estos desafíos. La Declaración también compromete a las instituciones a ser un ejemplo de responsabilidad ambiental estableciendo programas de manejo ambiental (Texto de la “Declaración de Talloires”, 2004). Así, con la firma de un total de 300 universidades en más de 40 países, se inicia su compromiso de incorporar objetivos de sustentabilidad en la enseñanza, la investigación, las operaciones y programas de extensión (Alshuwaikhat y Abubakar, 2008). A nivel internacional, la Declaración de Halifax (1991) y la Declaración de Swansea (1993), también comprometieron a las instituciones de educación superior con la sustentabilidad (Lozano, Lukman, Huisingh y Lambrechts, 2013).

Con respecto a la institucionalización de la sustentabilidad en el ámbito de la educación superior en México, cabe destacar que en el año 2000, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) generó un “Plan de Acción para el Desarrollo Sustentable en las Instituciones de Educación Superior” (ANUIES-Semarnat, 2002). El Consorcio Mexicano de Programas Ambientales Universitarios para el Desarrollo Sustentable (Complexus) establecido en el 2000, en el cual participaron 12 instituciones de educación superior en México, es también una importante referencia normativa hacia la institucionalización de la sustentabilidad.

Las declaraciones, acuerdos y muchas de las normas establecidas, se han visto reflejadas en un cambio en la operación de muchos planteles de educación

superior. En las últimas dos décadas, iniciativas de planteles educativos sustentables han emergido en todo el mundo y se cuenta hoy con una extensa y emergente literatura que cubre su experiencia y desarrollo. Una serie de estudios de caso describe y analiza la experiencia de diferentes instituciones (Brown y Hamburger, 2012; Grassl, 2011; Pereira, Jabbour, Oliveira y Teixeira, 2014; Sharp, 2002, 2009; White, 2003). Estos estudios, de naturaleza principalmente cualitativa, contribuyen con la descripción de diferentes proyectos y lecciones aprendidas por diferentes instituciones (Barlett y Chase, 2004; Walter, 2008), proporcionando una vasta reserva de información sobre prácticas sustentables. Éstas abarcan experiencias de proyectos de manejo ambiental de energía, agua y residuos y en general de todo el sistema operativo de las instalaciones (Elder, 2008). También cabe destacar la importancia de estudios que sistematizan estas experiencias y ofrecen una visión más generalizada de las tendencias en el campo de planteles educativos sustentables (Sharp 2009). Según esta autora, la institucionalización de la sustentabilidad en los planteles se caracteriza mayormente por el establecimiento de proyectos aislados o como parte de un programa de manejo ambiental.

En el ámbito de la enseñanza, aunque hay quienes argumentan que el compromiso institucional hacia la sustentabilidad no ha tenido el alcance esperado en la transformación de sus valores esenciales, ni ha alterado fundamentalmente la pedagogía, currículo o programas (Elder, 2008) y que las modificaciones que se han hecho a planes de estudio han sido evaluadas como modestas (Elder, 2008), sí cabe destacar que ha habido una nueva oferta educativa caracterizada por lo que se ha denominado la “ambientalización” del currículum que conlleva la integración de la temática ambiental y también el crecimiento de programas educativos ambientales, incluyendo diplomados, licenciaturas, posgrados, cursos de capacitación y actualización enfocados directamente a temas ambientales , principalmente en las ciencias naturales e ingenierías (Bravo, 2000; Nieto y Medellín, 2007).

Sharp (2002; 2009) sostiene que a medida que las instituciones de educación superior comenzaron a implementar la sustentabilidad, la mayoría ha utilizado un enfoque basado en la ejecución de proyectos, a través de iniciativas específicas

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destinadas a abordar cuestiones particulares y no se han llevado a cabo en ellas transformaciones mayores. Dicha autora sostiene que hoy muchas instituciones se encuentran en lo que ella llama una “segunda ola” de sustentabilidad, abogando por un mayor compromiso institucional y por el desarrollo de cambios estructurales y organizativos para integrar aún más, la sustentabilidad en la vida de los planteles. Hay consenso en la literatura en cuanto a que los procesos de cambio organizacional para la sustentabilidad todavía no se conocen bien, y la literatura pide seguir desarrollando una comprensión de los procesos de transformación (Hoover y Harder, 2014; Brown y Hamburger, 2012; Del Río Portilla, 2013; Lozano et al, 2013; Lozano, 2006; Martin et al., 2005; Mcmillin y Dyball, 2009; Posner y Stuart, 2013; Sharp, 2002, 2009).

Hacia el futuro: un enfoque de sistemas

Expertos en el campo abogan por un “enfoque de sistemas”. También se hace referencia en la literatura a la construcción de una “universidad completa” o de un “enfoque integral” para el establecimiento de un plantel educativo sustentable (Alshuwaikhat y Abubakar, 2008; Mcmillin y Dyball, 2009; Posner y Stuart , 2013; Sharp, 2002). Este enfoque identifica a las instituciones de educación superior, incluyendo sus estructuras organizativas y físicas, como sistemas complejos, y define la sustentabilidad como una característica que resulta de la interacción de todos los componentes de ese sistema con el entorno natural y social más amplio (Posner y Stuart, 2013). La interconexión entre los miembros de la comunidad educativa, disciplinas, departamentos y todos los sectores de la institución, se argumenta, puede permitir que éstas logren llevar a cabo cambios organizativos más profundos para la sustentabilidad (Frisk y Larson, 2011; Posner y Stuart, 2013). El enfoque exige cambios que puedan facilitar la integración de la investigación, planes de estudio, funcionamiento y las actividades de extensión a través de la participación de todos los miembros de la comunidad educativa, estudiantes, profesores, investigadores, administradores y otros (Brown y Hamburguer, 2012; Mcmillin y Dyball, 2009), en un intento de modelar un sistema ecológico sustentable. Muchos de los elementos estratégicos que deben reflejarse en un plantel educativo sustentable (que abarcan enseñanza, investigación, y operaciones) han sido

identificados y puestos en práctica en diversos planteles, lo que ahora se argumenta es que éstos deben estar vinculados entre sí por medio de procesos colaborativos entre los miembros de las comunidades educativas, sus disciplinas y departamentos.

Similar es el análisis que proporcionan Nieto y Medellín (2007) cuando describen los desafíos de los planteles educativos sustentables dentro del marco teórico del “paradigma de la complejidad”. Argumentan que un entendimiento de la problemática y las soluciones que vinculan a las instituciones de educación superior con la sustentabilidad desde una perspectiva de la complejidad, nos puede llevar a establecer transversalidad o integración de lo ambiental (y lo sustentable) en los currículos, a investigaciones interdisciplinarias, al establecimiento de estructuras institucionales horizontales, flexibles y participativas.

Este proceso de transformación ha sido descrito como particularmente complejo y caracterizado como “largo, progresivo, desafiante, múltiple y que se caracteriza por la resistencia, barreras y contestación” (Hoover y Harder, 2014, p2). Algunas barreras para el establecimiento de estos procesos, también se han descrito en la literatura (Barlett y Chase, 2004; Lozano, 2006; Sharp, 2009).

Compartimentación, territorialismo, complejidad, aversión al riesgo, limitaciones fiscales, liderazgo y desafíos psicológicos hacia el cambio, se identifican como los principales obstáculos que enfrentan las instituciones en el establecimiento de un enfoque de sistemas para la sustentabilidad institucional (Brown y Hamburger, 2012; Lozano, 2006; Sharp, 2009). Elementos que facilitan la transformación de nuestras instituciones de educación superior también han sido explorados. Frías y Hurtado (2014) argumentamos que una administración que apoya el cambio y está dispuesta a tomar riesgo es clave. El apoyo institucional reflejado no solo en el establecimiento de normas, sino también en la canalización de recursos, económicos y humanos es importante, tanto así como una actitud de apertura y apoyo a las propuestas y acciones emanadas de los diversos miembros de la comunidad educativa. Profesores e investigadores comprometidos con los principios de la sustentabilidad, también son importantes impulsores del cambio (dentro y fuera de las aulas) (Frías y Hurtado 2014).

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Espacios (físicos y en la toma de decisiones) para la movilización organizada de la comunidad estudiantil, han sido identificados como un aporte a un sistema integrado de sustentabilidad en los planteles (Frías y Hurtado 2014).

El reto enfrentado por nuestras instituciones de educación superior no es menor y la búsqueda de instrumentos para la transformación de éstas es urgente. A modo de aporte a la búsqueda de estrategias e instrumentos que nos acerquen a hacer frente a este gran desafío, presento algunas observaciones de cómo la investigación académica, en todas sus formas, pura, aplicada, participativa, colaborativa, puede ayudarnos a establecer vínculos, fortalecer relaciones y apoyar acciones para la sustentabilidad dentro y entre nuestras instituciones de educación superior en el ámbito global.

La investigación como instrumento para la sustentabilidad

La importancia de la investigación en la tarea de la sustentabilidad es indiscutible.

La investigación científica que se enfoca en avanzar hacia el conocimiento en todas las áreas vinculadas con problemáticas ambientales y la sustentabilidad, tiene el potencial de acercarnos a los ideales y a la práctica del desarrollo sustentable. Para los planteles educativos de enseñanza a nivel superior, las investigaciones que se vinculan con sus diferentes procesos operativos, con la educación ambiental o para la sustentabilidad y con estudios que examinan, cuestionan y proponen paradigmas de investigación para la sustentabilidad, son particularmente relevantes. El acceso a este conocimiento, tiene el potencial de enriquecer la práctica de los planteles educativos sustentables. Por medio del proyecto Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes hemos podido constatar la importancia de tener acceso a investigaciones que forman la base del conocimiento en este campo, para, con base en éstos, facilitar un proceso que fortalezca nuestro objetivo de transformarnos en modelos vivos de sustentabilidad.

Es importante destacar la existencia de un emergente consenso en cuanto a que los desafíos que presenta la sustentabilidad, requieren de nuevas formas y procesos de producir conocimiento

(Lang et. Al, 2012; Wiek et. Al. 2014). Enfoques de investigación que se caracterizarían por su naturaleza aplicada, multi y transdisciplinaria, participativa y en colaboración, se plantean como acercamientos capaces de cumplir con los requisitos del tipo de conocimientos necesarios para enfrentar las complejas problemáticas que plantea la sustentabilidad. (Lang et. al, 2012; Wiek et. al. 2014).

Mientras existen diferencias cualitativas entre estos acercamientos metodológicos, se puede afirmar que éstos buscan facilitar la colaboración entre académicos de diferentes disciplinas y representantes de otros sectores no académicos; se enfocan en la generación de conocimiento que es de interés para los que participan en el proceso y son orientados a la resolución de problemas; involucran a los participantes de la investigación en un proceso de reflexión y acción (Wiek et al. 2014).

Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes se auto-describe como un proyecto de investigación-acción en un ámbito de colaboración interinstitucional. Reúne a instituciones de educación superior en México y Canadá en un proceso de generación e intercambio de experiencias y conocimientos acerca de planteles educativos sustentables. Su objetivo es establecer un proceso de investigación-acción en cada una de las instituciones participantes, que facilite su transición hacia la sustentabilidad. Al mismo tiempo se propone establecer lazos colaborativos entre estas instituciones por medio del intercambio de experiencias y del trabajo en conjunto entre las diferentes comunidades educativas participantes. Por medio de esta experiencia hemos podido constatar que más allá de generar importantes conocimientos, la investigación puede alcanzar impactos más amplios en un plantel. Puede ser un instrumento de sustentabilidad en las manos de la comunidad educativa.

La investigación aplicada, colaborativa y participativa, sus valores y prácticas, permiten: a) desarrollar el potencial de impulsar acciones concretas para la sustentabilidad; b) acercar la teoría de la sustentabilidad a su práctica;c) establecer importantes redes de colaboración para la sustentabilidad entre los miembros de la comunidad educativa;

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comunidad educativa;d) ayudar a transformar procesos y operaciones institucionales.

En planteles educativos donde la sustentabilidad es parte de un proyecto institucional, su historia demuestra en muchos casos, como es el de Dawson College, que todo empezó con el interés y dedicación de uno o más miembros de la comunidad educativa. En muchos casos se trata de iniciativas de estudiantes y profesores comprometidos con el medio ambiente que eventualmente han dado lugar al establecimiento de un programa institucional para la sustentabilidad.

Considerando esto, el proyecto “Compartiendo Saberes” se propuso apoyar a la comunidad educativa a generar iniciativas de sustentabilidad. Una de las lecciones aprendidas en el camino es que las aulas donde los estudiantes llevan a cabo trabajos de investigación para cumplir con los requisitos de sus cursos, pueden ser de gran riqueza para la institución en términos de sustentabilidad. Las investigaciones sobre problemáticas a resolver en el plantel, ya sean de carácter ambiental o social, tienen el potencial de proveer a la institución de información, datos y conocimientos clave para resolver problemas. Bajo el tutelaje académico de profesores e investigadores, estudiantes de pre y pos grado en diferentes disciplinas, pueden contribuir a la implementación de proyectos de sustentabilidad propios o institucionales. Así es como en las sedes Galeana, Ayala y Cuernavaca de la Universidad Pedagógica Nacional de Morelos, los estudiantes han hecho importantes aportes a su institución con sus proyectos de sustentabilidad. Muchos de ellos se han llevado a cabo como parte de sus trabajos de investigación en un curso de Investigación-acción o como componentes de cursos como el de Desarrollo Sustentable.

Así, podemos mencionar algunos ejemplos de acciones emprendidas colectivamente por los estudiantes, acompañados por sus profesores e incluso por asesores externos de otras instituciones del ámbito estatal, nacional e internacional que han derivado en proyectos de reforestación, compostaje, re-uso de materiales, bici máquinas, estufas solares, creación de material educativo, un jardín de plantas medicinales y acciones de investigación etnográfica y divulgación en relación con el uso de éstas, siembra de hortalizas, entre otros. Estas acciones se han sustentado en la

investigación como base de conocimiento y en procesos de investigación participativa que han involucrado no sólo a los investigadores, sino a estudiantes, trabajadores e incluso a miembros de la comunidad a prácticas orientadas hacia la sustentabilidad.

Así, por medio del uso de la investigación como un instrumento de acción, los estudiantes han podido integrarse en un proceso de vinculación entre la teoría de la sustentabilidad y su práctica.

Al realizar investigación aplicada, los estudiantes enriquecen su experiencia universitaria a través del descubrimiento y desarrollo de importantes habilidades académicas, aptitudes personales y capacidad de liderazgo y trabajo en grupo. Los estudiantes aprenden a identificar, analizar y solucionar problemáticas ambientales, desarrollando competencias como la creatividad, la capacidad de adaptación, el trabajo colaborativo y la auto evaluación. Además, no sólo aprenden sobre la sustentabilidad, sino que aplican sus conceptos. Esta experiencia es particularmente importante en nuestro necesario quehacer como instituciones educativas. No es suficiente el enseñar sobre la problemática ambiental, es inclusive más importante, el involucrarnos no sólo como estudiantes, profesores, trabajadores sino como ciudadanos en un proceso de cambio.

Hemos constatado que la experiencia de involucrar a estudiantes por medio de la investigación a un proceso de sustentabilidad institucional, puede ser una rica experiencia educativa al propiciar su participación como sujetos históricos capaces de incidir en la transformación de su realidad. Conectar sus investigaciones con proyectos aplicables puede llevarlos a generar reportes, informes, tesinas y tesis y a presentar sus resultados al personal correspondiente que luego pueden promover su aplicación. La posibilidad de que sus hallazgos pueden llegar a incidir realmente en la política y en los procedimientos institucionales da lugar a un mayor entusiasmo y a la apreciación de que su trabajo es relevante, trascendente y apreciado. Para el plantel es una manera de fortalecer la toma de decisiones por medio de acceso a investigación/formación aplicada. Esto puede ayudar a los estudiantes y a toda la comunidad educativa, a ver las conexiones entre la teoría y la práctica y la relación de susestudios con la investigación y a conectar esto con

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las operaciones de su plantel, creando así modelos integrales de sustentabilidad institucional.

Al ser parte de la generación de alternativas sustentables también se genera una actitud de esperanza y confianza en el futuro, necesarios componentes en la incubación de ideas para la búsqueda de soluciones en el ámbito ambiental.

Los procesos de investigación participativa tienen el potencial de formar y fortalecer redes de colaboración institucional. La investigación en un plantel educativo tiene la posibilidad de actuar como catalizador para el establecimiento de lazos colaborativos y afectivos entre los miembros de la comunidad educativa. La investigación puede vincular a estudiantes, profesores y personal de la institución y crear redes de acción generando así sentimientos de pertenencia, confianza y co-responsabilidad.

El desarrollo de competencias en el área de trabajo en equipo es primordial para el trabajo ambiental y la sustentabilidad. Aunque los cambios que cada uno de nosotros podamos hacer pueden contribuir a disminuir nuestra huella ecológica, es sólo por medio del trabajo colectivo que llegaremos a establecer importantes cambios estructurales necesarios para enfrentar la compleja problemática ambiental y social que hoy nos ocupa. La capacidad de trabajar en equipo, establecer redes, desarrollar habilidades comunicativas y de evaluación, pueden ser fortalecidas por medio de la participación en procesos de investigación-acción.

Las investigaciones presentadas por estudiantes de maestría en el área de educación del CESBJG durante el “Primer coloquio de investigación sobre sustentabilidad en las escuelas” que se llevó a cabo como parte del “Foro itinerante bi-nacional: Compartiendo saberes hacia la sustentabilidad” dan fe de que la investigación tiene el potencial de transformar nuestras instituciones. Durante este coloquio, estudiantes de posgrado presentaron sus ante-proyectos de investigación. Lo que éstos tienen en común es que cada uno de los maestros los ha puesto en marcha con el objetivo de aportar a la práctica de la sustentabilidad en sus instituciones. Así, la elaboración de hortalizas, muros verdes, talleres sobre y para la resiliencia, la recopilación de PET, han involucrado a sus estudiantes y otros integrantes de la comunidad escolar, en un proceso de sensibilización y acción

sobre la temática ambiental. Al documentar y analizar estos procesos en sus trabajos de posgrado, están contribuyendo al conocimiento sobre estas prácticas, a la reflexión sobre su rol como educadores y los desafíos que enfrentan al incorporar en sus tareas prácticas para la sustentabilidad. Todo esto es imperativo para nuestro entendimiento de cómo nuestras instituciones se están transformando para acomodar los principios de la sustentabilidad. La documentación de las barreras institucionales con las que este tipo de práctica e investigación se enfrenta, puede ser una rica contribución a la comprensión de los cambios estructurales necesarios dentro de nuestros planteles para avanzar hacia la sustentabilidad.

Conclusiones

La problemática ambiental requiere de una respuesta integral desde el ámbito de educación superior. Hay una llamada urgente a las instituciones educativas a transformarse, a cambiar no sólo sus estructuras de manejo ambiental sino también sus estructuras organizativas. Para llegar a transformarnos en instituciones que modelan la sustentabilidad, debemos ir más allá de la elaboración de proyectos aislados en nuestros planteles.

La investigación, parte integral de nuestra labor educativa, ofrece las posibilidades de ser un instrumento generador de cambios estructurales profundos. Sin embargo, sólo podrá desarrollar este potencial si ayuda a establecer lazos colaborativos y de acción entre los miembros de nuestras comunidades; si nuestras organizaciones ofrecen la flexibilidad necesaria para probar nuevas formas de pensar y de hacer las cosas; si están dispuestas a redefinir el rol que juegan los diferentes miembros de la comunidad educativa; si hay apertura para desafiar las estructuras de poder que predominan en nuestras tomas de decisiones. Este es hoy por hoy, el camino que estamos tratando de construir juntos, desde un número de planteles que aunque es cada vez mayor, todavía es insuficiente frente al tamaño de los retos a enfrentar. Resulta alentador, que estas instituciones, en el plano mundial, compartan el sueño de transitar hacia un horizonte sustentable, en el más amplio sentido que encierra el término.

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Felicidad sustentable es un concepto creado por la Dra. Catherine O´Brien, académica que ha establecido un nuevo campo de estudio basado en el concepto que ella creó. Éste, combina los principios de la sustentabilidad y la psicología positiva, reconoce la interdependencia de la salud y el bienestar humano y ambiental, Felicidad sustentable es un concepto que une un par de palabras que han sorteado una serie de desasosiegos interpretativos y argumentativos, que las juzgan más de lo que las comprenden. Quizá por eso, hablar de la felicidad sustentable y presentar evidencias de sus efectos, es algo necesario y en este caso, oportuno.

La Dra. O´Brien concibe la felicidad sustentable como la felicidad que contribuye al individuo, a la comunidad y al bienestar global sin explotar a los demás, al medio ambiente, o las generaciones futuras. Ha presentado sus trabajos ante audiencias nacionales e internacionales y fue invitada a participar en la reunión de 2012 de la ONU sobre la felicidad y el bienestar.

El Foro Binacional Itinerante. Compartiendo experiencias hacia la sustentabilidad en las escuelas, contempló como uno de sus propósitos, abrir espacios en diferentes planteles educativos al análisis de esta propuesta, y es así que como

parte de las actividades del foro se llevaron a cabo tres acciones específicas en este tenor:

1. Taller Vivencial “Felicidad Sustentable. Aportes en planteles educativos

Llevado a efecto en el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, tuvo una duración de cuatro horas y fue impartido por el Maestro en Educación Chris Adam, educador y emprendedor social, reconocido nacional e internacionalmente por el diseño e implementación de programas sobre el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, así como por el asesoramiento a educadores. Pionero en Canadá de la enseñanza de esta temática, quien a través de ejemplos sumamente sencillos y totalmente comprensibles, llevó de la mano de la imaginación, la remembranza y la reflexión a cada uno de los asistentes a la esencia misma de la felicidad sustentable, al reconocer que el bienestar común es tarea de todos y está conectado de manera ineludible al bienestar de los demás y al medio ambiente; aspectos que hemos comenzado a olvidar en un entorno competitivo, demandante, consumista y alienante que nos ha hecho perder esta conexión natural con quienes nos rodean, independientemente de su especie, su género, su origen y su interconexión con todos los seres vivos.

¿Qué es y con qué se come?Aplicaciones prácticas del concepto en escenarios educativos

Lu i s a M o n t e s M e n d o z a *

* M a e s t r í a e n p s i c o l o g í a c l í n i c a i n f a n t i l y d e a d o l e s c e n t e s . M . P. C .

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Las actividades propuestas para el desarrollo de este taller estuvieron dirigidas prioritariamente con un tono vivencial, lo que permitió a los maestros y futuros maestros adentrarse en esta temática desde el lugar de la emoción. Lugar que la psicología positiva, enfoque en el que la Felicidad Sustentable se apuntala, defiende como espacio de aprendizaje que genera las condiciones para un cambio de actitud a favor de una cultura del bienestar común y la convivencia sana. Los materiales de apoyo de esta intervención en la UAEM, estaban a la mano, como lo están en cualquier espacio que se permita atender esta temática con seriedad y apertura, están en el individuo de enfrente, árbol o ave, en la persona junto a mí, frente a mí, tras de mí, dentro de mí.

Los materiales de apoyo están en el entorno físico, en el social, en el afectivo, en el cognitivo. Tocar las emociones en un escenario de aprendizaje sobre la felicidad sustentable es una metodología que logra de manera eficiente generar un reto epistemológico que exige una atención inmediata que nos lleve al equilibrio cognitivo, social, personal y espiritual y nos haga movernos de lugar y concebir la realidad con una postura más incluyente, equitativa, democrática y feliz.

El curso de este taller en el seno del Instituto de Ciencias de la Educación de la UAEM, fue impulsado por el grupo de profesores universitarios que conforman la Academia de Psicología, con la certeza de que el desarrollo conductual de los seres humanos es un proceso que debe atender desde las edades más tempranas de los sujetos, lo referente al desarrollo de competencias para la convivencia, sin olvidarnos de que la interacción humana no es ajena sino dependiente del entorno natural y cultural en el que crecemos y nos desarrollamos; es por ello que desde las asignaturas de desarrollo psicológico del niño, del adolescente y del adulto respalda y comparte con la comunidad esta temática que promete nuevas alternativas para la edificación de una sociedad más acorde a la realidad que nos es propia.

2. Panel: Felicidad Sustentable, más allá de lo académico

La segunda actividad realizada con esta temática, consistió en un panel en las instalaciones de la

Universidad Pedagógica Nacional (UPN) campus Cuernavaca, se trató de un intercambio de experiencias en la práctica educativa de tres profesores que compartiendo un auditorio compuesto principalmente por estudiantes de carreras afines a la educación, acciones concretas de su práctica educativa que contemplaron como uno de sus objetivos, integrar el concepto de la felicidad sustentable paralelo a los propósitos y contenidos de sus respectivos programas educativos.

El panel albergó tres programas formativos en apariencia distantes, en la voz de tres profesores en esencia distintos, que atienden áreas de profesionalización en una gama muy amplia, pero que lograron en esta plataforma de convivencia, señalar de qué forma es posible integrar transversalmente este concepto en la formación de los profesionales del futuro para dotarlos de herramientas que los preparen a observar con el filtro del bienestar común las acciones de su ulterior quehacer profesional que no puede escindirse de su formación personal. Sin duda el estilo de enseñanza tiene mucho que ver con la formación profesional, pero sobre todo con la formación personal y los motivos de la historia individual por la que nos asumimos en el rol de formadores, este panel ofreció evidencias de esto, y permitió que los asistentes y los propios ponentes descubrieran semejanzas y diferencias que enriquecen el quehacer educativo al conformarse como una especie de reflejo en el que podemos encontrarnos unos a otros como andantes de un mismo rumbo, con un mismo compromiso y con una esperanza común albergada en la práctica educativa.

Enseguida, encontraremos trozos del discurso vertido por cada uno de los panelistas durante su participación, el hacer pedagógico dicho en las propias palabras del ejecutante pone de manifiesto el proceso del pensamiento, el proceso creativo que es esencia de la condición humana y a la vez, da sentido a acciones que fuera del contexto discursivo enfrentarían la orfandad del propósito bajo el cual fueron engendradas y que aquí, bajo el cobijo de quienes las dicen, señala con claridad el origen y el destino (al menos vislumbrado) que persiguen al ser puestas en marcha.

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Las tres primeras tablas recuperan un primer listado de acciones pedagógicas llevadas a efecto por cada uno de los profesores en sus aulas de clase, un segundo listado de sugerencias que fueron vertidas al auditorio a lo largo de la ponencia y un tercero que pretende compartir algunas frases que considero dan idea del estilo individual de enseñanza, construido a partir de la experiencia personal y profesional que hoy por hoy son la firma de autenticidad que caracteriza a cada uno de ellos en sus campos de acción.

La cuarta tabla, ofrece en un cuadro comparativo de las prácticas docentes descritas, para ponerlas juntas, analizarlas una frente a otra y hallar semejanzas, acciones cercanas, que aunque diferentes, siguen un propósito común que atiende las principales metas educativas en la escuela de hoy para los alumnos de hoy en un mundo

que exige una ciudadanía consciente de que su actuar, e incluso su no actuar, son determinantes en el devenir de todos los seres vivos. La última columna de esta tabla, expresa comentarios y observaciones surgidos a partir del análisis de este foro que permitió compartir tres diferentes prácticas educativas, con tres diferentes programas educativos, en dos niveles educativos diferentes y dos países distintos con una meta común, introducir el concepto de felicidad sustentable a entornos de aprendizaje que son semilleros de un mundo mejor.

Conectar la felicidad y nuestro propio bienestar para ayudar a los demás y al planeta es a la vez sencillo y profundo. Este es el lugar donde tenemos que ir como educadores en nuestras comunidades.

Chris Adam

(CA) Imparte:Liderazgo ambiental, desarrollo e implementación de proyectos.

Educador y emprendedor social, reconocido nacional e internacionalmente por el diseño e implementación de programas sobre el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, así como por el asesoramiento a educadores.

Dirige la iniciativa de sustentabilidad en Dawson College, en Montreal, y es director ejecutivo del Instituto Earthvalues , organización benéfica no lucrativa que concibe la naturaleza como mentora en el tema en la enseñanza.

Estrategias empleadas

Primero la teoría y después, algo que de sentido en a dicha teoría

Acercamientos pedagógicos, háganlo vivencial

Holístico, enseñen a todo el niño, yo tomo más o menos de 5 a 10 minutos muy rápido en cada clase, para hablar de las últimas noticias, saber cuál es su canción favorita, ellos me hacen preguntas a mi… dense el tiempo para conocer a sus estudiantes.

Incluir la escritura creativa

Aprender de los otros y con los otros

Proyectos auténticos, no proyectos ficticios, necesitamos practicar nuestras capacidades de acción, de hacer

Acercamiento de resolver problemáticas

Lo vamos a hacer desarrollamos un proyecto con objetivos muy claros, con estructura y una atmósfera en la clase donde creemos que podemos hacer cualquier cosa

(Mis estudiantes)…Tienen que hacer un material de tres minutos y tienen tres horas para prepararse y todos van a preparar frente a un grupo de 100 personas

Sugerencias

Ustedes como profesores necesitan cultivar:

Respeto, equidad, imaginación, compasión

Necesitan modelar el aprendizaje, más que enseñarlo

Los estudiantes tienen que darse cuenta de que hacer lo mejor que pueden es más importante que ser los mejores

La lección para ustedes como profesores es, tomen de sus estudiantes, quizá en la enseñanza, es al revés, deberíamos tomar más y dar menos.

Dense el tiempo para conocer a su clase.

Aprendí que si hay oportunidad donde pueden sacar sus teléfonos celulares, todo está listo, y esto, nos invita como profesores, a pensar en ello

Háganlo vivencial

Les voy a pedir que sueñen qué tipo de institución quieren, no son simplemente un estudiante aprendiendo, hay que prepararse para cambiar el mundo

Frases clave

Cuando visualizo la naturaleza como un modelo, la mitad de mi trabajo está hecho porque para los que están mirando la clase es el mejor facilitador, es ahí donde la escritura creativa tiene un lugar, es la inspiración, matiza las acciones.

Necesitamos emoción y conocimiento en la clase, hay que acoplar las artes con las ciencias, no podemos simplemente llenar el folder de conocimiento, tenemos que poder ir al mundo con cierta reverencia

Realmente hay cosas mucho más importantes en la vida que el curso que yo enseño, y yo creo que está en eso, la interdisciplinariedad

Cuando quieres hacer algo nuevo, cuando quieres cambiar algo, tienes que estar preparado para trabajar muy duro, estar preparado para pasar obstáculos

un dicho famoso que dice que “una institución sin imaginación, no es nada”

La imaginación y la creatividad está justo aquí, frente a mi, y lo último que voy a decir de una manera cordial, sigan cambiando el mundo, sigan cambiando el mundo, y así van a romper el silencio. …entonces cuando hablamos de la sustentabilidad lo tenemos que hacer personal

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Nuestras aulas tienen que ser el caldo de cultivo para la acción, para la transformación personal y colectiva. Si nuestro medio ambiente abarca nuestra comunidad, un hábitat compartido, esta conceptualización requiere que reconozcamos la necesidad de compromiso social, para el desarrollo de la conexión de base para la acción colectiva hacia la sostenibilidad.

Gisela Frías

(GF)

Imparte:Geografía económicaPolíticas públicasModelo capitalista Desarrollo sustentable

Es profesora de geografía e investigadora en Dawson College, en Montreal Canadá. Tiene una extensa experiencia en investigación en el área de participación social y acciones para el medio ambiente. Trabaja a partir de un enfoque participativo y colaborativo en sus investigaciones, misma que se han llevado a cabo en México y en Chile. Actualmente, su principal área de investigación incluye la sustentabilidad en planteles educativos y la cooperación institucional norte/ sur. http://www.giselafrias.wordpress.com/

Estrategias empleadas

Decidí que mi clase de geografía económica la iba a convertir en un espacio de felicidad sustentable, una clase feliz y sustentable

Me di tres tareas para llevar a cabo en mis clases:

1) Revisar el contenido:en vez de terminar mi clase con cambio climático, el impacto de la política económica del modelo capitalista, lo terminé con el concepto de desarrollo sustentable.2) Segunda tarea: cambiar las dinámicas dentro de mi clase convertirla en un espacio de convivencia3) Trabajo colaborativo, en lugar de tres trabajos individuales, dos en grupo.

Rediseñar la clase para que tenga un compromiso social. Cambiar el contenido y trabajar juntos, ¿para qué?

Tenían que estudiar la vida de un producto que ellos consumían, {…] y entender los vínculos que como consumidores tenemos,

…un grupo decidió analizar el chocolate, al aprender su origen, conocieron sobre colonialismo, trabajo infantil, comercio justo […]luego se asociaron con una institución que busca eliminar el trabajo infantil en la producción de chocolate, eso fue exitoso porque aprendieron sobre la política económica ambiental que está detrás la producción y el consumo del simple placer de comer chocolate, y también lo compartieron con otros y fueron parte de un cambio

Decidí llevar un blog mientras se desarrollaba la clase, y todavía estoy en eso

Sugerencias

Que la clase sea un espacio de bienestar para los estudiantes

ir más allá de la investigación e incorporar un trabajo de acción ¿qué voy a hacer con este conocimiento?

Llevar un blog que divulgue y al tiempo sistematice información sobre el proceso, sus alcances, sus rutas de mejor

diseñar, por ejemplo un trabajo en grupo, diseñarlo para que sea exitoso, para que tenga un elemento de acompañamiento

aprender de la experiencia y poder mejorarla

que los estudiantes desarrollen relaciones de amistad, de confianza, de trabajo colectivo, es porque si soñamos con cambiar el mundo no lo haremos simplemente con lo que conocemos, ni lo vamos a hacer solos, lo vamos a hacer con otros, tenemos que poder trabajar con otros

Pensar en cambiar el mundo desde la práctica educativa y el quehacer en el aula

Frases clave

lo que me inspiró para estudiar todos esos temas fue mi propia historia, me llevó a la curiosidad y la pasión para entender temas político económicos internacionales, me interesaba saber el por qué la pobreza, de las situaciones de poder en el mundo que causan tanta pobreza e injusticia

Felicidad Sustentable es un concepto que busca acercar el bienestar nuestro individual y cómo está vinculado con el bienestar de otros, nuestra propia comunidad, con nuestra comunidad más extensa que es lo global y con la naturaleza, el reconocimiento de que dependemos de ella, que le pertenecemos a ella y que no hay felicidad sin ella

Por qué quiero que se conozcan? , ¿por qué quiero que mis estudiantes desarrollen relaciones de amistad, de confianza, de trabajo colectivo?Es porque si soñamos con cambiar el mundo no lo haremos simplemente con lo que conocemos, ni lo vamos a hacer solos, lo vamos a hacer con otros, tenemos que poder trabajar con otros, y ¿cómo vamos trabajar con otros si ni siquiera los conocemos?, ¿cómo vamos a querer a la personas que están alrededor de nosotros si ni siquiera las conocemos?

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Luisa Montes

(LM) Imparte:Desarrollo psicológicodel niño y del adolescente

Maestra en Psicología Clínica infantil y de adolescentes por la UAEM; ha sido docente en Educación Inicial, educación Especial, y educación superior en la Normal Superior y el Centro de Estudios Superiores “Lic. Benito Juárez” y el Instituto de Ciencias de la Educación en la UAEM. Tallerista para los Institutos de Cultura y de la Mujer en programas con perspectiva de género. Presidenta de la compañía de escriteatro Transgresoras del silencio, que busca generar identidades femeninas libres de violencia. Interesada en el estudio y desarrollo de la conducta sustentable. http://luisa-montes-snte.blogspot.mx/

Estrategias empleadas

En mi clase al revés, esas cosas pasan, nosotros tomamos clases las veces que podemos afuera […]mis alumnos y yo nos escapamos del salón de clases, media hora cada semana, y vamos a recorrer lo que hay en la escuela y a los lugares donde casi nunca vamos

Les he pedido a mis alumnos que anoten cinco reglas para la clase1.- Nunca salgan de su casa sin pluma y cuaderno, no sabemos qué podemos encontrar en el camino que sea importante registrar2.- vamos a hacer dos actividades importantes, observación profunda y audición profunda3.- si te pregunta…¿qué haces? Hay una respuesta clave… diles, - estoy haciendo una investigación4.- Tienes que estar preparado para encontrar lo más maravilloso y sabes qué, lo vas a encontrar5.- La quinta, date la oportunidad de sorprenderte

…Un poco mas sencillo poder vincularlo con una teoría que parece aburridísima, {…] entonces de pronto Piaget se me convirtió en mariposa, lo encontraba ahí y veía que podía a partir de eso explicar a mis alumnos

empecé como de pronto a descubrir que esto está unido, no es algo que yo diga, - ¡ah¡ es que yo lo uní para mi clase -, ¡no¡, ya estaba, así estaba ya hecho pero yo no lo había visto porque estaba funcionando de la manera tradicional

el uso del Facebook, en el salón de clase, de los teléfonos celulares, sí por supuesto, bienvenidos, son cosas que nos ayudan porque se ponen a averiguar […] ellos a través del Facebook se ponen de acuerdo sobre las tareas que hay que hacer

Sugerencias

… me gustaría sugerirles que ustedes hagan que sus alumnos se rían en la clase

yo quiero que mis alumnos se rían, pero no unos de otros, ni de mi; yo quisiera que se rían porque están contentos, porque están felices, porque están aprendiendo, y entonces es una de las cosas que yo procuro

me gustaría que me escuchen, que las autoridades educativas me den la oportunidad de decir lo que pienso

Incluir el uso de las redes sociales y las herramientas digitales para enriquecer la clase y divulgar los aprendizajes

Probar haciendo las cosas desde un enfoque distinto, pensarlo al revés, comenzar desde otro lugar

Vincular eventos de la naturaleza que pueden ser observados en los patios de la escuela con los propósitos del programa

Frases clave

me daba mucha pena equivocarme enfrente de los demás porque se iban a reír de mi, ahora que tengo la oportunidad de estar de este lado, yo quiero que mis alumnos se rían, pero no unos de otros, ni de mi; yo quisiera que se rían porque están contentos, porque están felices, porque están aprendiendo

lo que yo he aprendido para poder ser maestra fue a través de mi experiencia como alumna

nosotros hoy tenemos mucha información sobre el mal uso de los recursos, sabemos cuánto nos hemos equivocado al lastimar a otras especies, pero los cambios no son significativos, siguen ocurriendo estas cosas, ¿por qué será?

yo estoy hablado del desarrollo del niño y de la conducta, en realidad cuando hablamos de psicología estamos hablando de la conducta del ser humano, hay una parte de esta conducta que ha estado un poco olvidada como que nuestra visión ha sido un tanto miope en relación a la conducta sustentable

lo que si sé es que esto funciona y que no hay que inventar el hilo negro, simplemente, es posible que tengamos que cambiar el enfoque o empezar a hacer un poco las cosas al revés

puede ser que esto sea una locura y puede ser que esto otro que es hacer las cosas diferentes también sea una locura…pero pues entonces no tenemos escape. Vamos a enloquecer juntos sin perder de vista el objetivo

La conducta sustentable nace junto a nosotros, pero no aprendimos a identificarla, este es el momento de hacerlo.

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Chris Adam (CA)Tomen de susestudiantes, quizáen la enseñanza,es al revés,deberíamos tomarmás y dar menos.

Gisela Frías (GF)

Luisa Montes (LM)

Y si en mi clase enseñosólo eso, ¿cómo estoyrealmente aportandoa que podamos soñaren cómo cambiar elmundo, en que sea unobjetivo de verdaderobienestar?, allíincorporé diferentescontenidos.

Y creo que ver lascosas al revés aveces funciona.

Conclusiones

Introducir unaperspectiva opuestaa la tradicionalconcepción delprofesor queimparte clasey comparte suconocimiento a ungrupo pasivo deaprendices, porel de un lugar deintercambio dondeel pensamiento yel sentimiento seunen para el análisisy la propuestade alumnos yprofesores enuna dinámicamás horizontalque vertical deautogestión de lasacciones.

Tenemos como 25años enseñando sobrela sustentabilidad enlos salones, pero no ha funcionado muy bien.

No se vale solamenteentender laproblemática globaly que eso te causeun gran sentido deinjusticia, pero y ¿quévas a hacer?

…hoy tenemos mucha información sobre el mal uso de los recursos, y sabemos cuánto hemos lastimado a otras especies, pero los cambios conductuales no son significativos, siguen ocurriendo estas cosas, ¿por qué será?

La información y la formación por la que los sistemas educativos se han preocupado y ocupado prioritariamenteen los últimos años, ha rendido frutos sin duda, pero los cambios actitudinales siguen sin ser del todo representativos, hay una brecha pendiente entre el conocer la realidad y el adoptar una conducta sustentable al respecto de la misma, el rumbo a seguir sin duda implica llevar a la acción, a la concreción de una certeza de pertenencia, una conciencia de la agencia del cambio y la adopción de un sentimiento de esperanza que movilice y no de espanto que paralice.

…tomo 5 o 10 minutosen cada clase, para hablar de las últimas noticias, les pregunto cuál es su canción favorita, ellos mehacen preguntas a mí…dense el tiempo paraconocer a su clase.

…establecer una amistad con alguien mientras estás aprendiendo un tema, te vincula de otra manera.

…ahora que llego al salón de clases, me doy ese tiempo que en algún momento no sentí que se me haya dado a mí.

Los jóvenes se comprometerán con la realización de un proyecto si se sienten parte de él, si consiguen involucrarse, asumirán que necesitamos de su ayuda, que el tema es importante para ellos, para las personas a su alrededor, para su comunidad cercana y lejana, para conocer ycompartir con personas que piensan como ellos y para optimizar sus habilidades; por eso es importante hacerles saber su valía para nosotros, primero como personas, como ese otro que vive junto a mí, como quien es capaz de hacer el cambio, en quien confío y por tanto, le permito conocerme, primero como persona y después comocompañero en el caminodel aprendizaje

Aprender de losotros y con los otros.

Dimos tiempo parapoder aprenderjuntos, […] con elobjetivo de queaunque no estén enuna clase conmigojuntos en el próximosemestre, algún díase puedan imaginartrabajando juntos.

Alguien publicó suhorario, estaré sembradoestos días a estas horaspor si quieren venir;funcionan a su ritmo,me gusta que no hayobligatoriedad, todo esvoluntario, de prontose acercan compañerosque no son del grupo ytambién aportan.

Como lo expresaMorín en suparticipación para laUNESCO, la escuelaes uno de losprincipales pilarespara construir lademocracia. Porello, el aprendizajecolaborativo, enseña a saber convivir, enseñaa aprender a vivir juntos, a reconocerla necesidadmundial en pro deerradicar la pobrezano sólo monetariasino de interaccióny convivencia conla diferencia, elmundo no sóloglobal sino y enespecial globalizadoexige, urge, nuevosaprendizajes paraguiarnos ante losnuevos rumbos.

Los celulares parecieron, esas chicas enseñaron más sobre la libélula a través de Facebook que lo que yo puedo enseñar. Aprendí que sí hay oportunidad donde pueden sacar susteléfonos celulares, todo está listo, y esto como profesores nos invita a pensar.

Yo me propuse escribir un blog el tiempo en que llevaba esta clase y todavía estoy en ello.

Por ejemplo el uso delFacebook, en el salón de clase, de los teléfonos celulares y todo eso que decimos ¡no¡ en mi clase también lo hacemos al revés, sí por supuesto, bienvenidos. A través de él se ponen de acuerdo, incluso alguien publicó su horario, dijo - yo voy a estar sembrado en estos días a estas horas porsi quieren venir- y de prontofuncionan a su ritmo.

Como lo expresab Morín en su participación para la UNESCO, la escuela es uno de los principales pilares para construir la democracia. Por ello, el aprendizaje colaborativo, enseña a saber convivir, enseña a aprender a vivir juntos, a reconocer la necesidad mundial en pro de erradicar la pobrezano sólo monetaria sino de interacción y convivencia con la diferencia, el mundo no sólo global sino y enespecial globalizado exige, urge, nuevos aprendizajes para guiarnos ante losnuevos rumbos.

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A mis estudiantes les digo;eres la respuesta, los desafío,qué puedes hacer tú, qué puedesescribir, qué arte puedes crear,qué harías para expresar losentido después de estar en lanaturaleza?

El reconocimiento de que esebienestar pasa por el bienestar detodos, y está basado en actuar ennuestro mundo,{…}, pero y ¿qué vasa hacer?, […] por qué tenemos queesperar? ¿Por qué no podemos hacerun cambio en el mundo hoy y porqué no en nuestras propias aulas? …pero por qué tenemos que esperarpor qué no podemos hacer un cambioen el mundo hoy y ¿por qué no ennuestras propias aulas?

Ha sido muy importante el apoyo que los alumnos han dado y descubrí también que a veces prejuzgamos a los niños y a los jóvenes y los jóvenes son una bomba, son un motor, cuando ellos están decididos a hacer algo no hay nada que los detenga, y además encontré mucha empatía en ellos.

Las sociedades en la actualidad tienen gracias a los avances de la tecnología y la inmediatez de los medios de comunicación, la capacidad de obtener datos fehacientes sobre la realidad en el contexto próximo y en el ampliado. Los adultos y los jóvenes pueden contar con la información necesaria sobre las condiciones actuales del medio ambiente, acceder al conocimiento por ejemplo, de las especies en riesgo de extinción, conocer las condiciones de inequidad alimentaria que existen en el mundo, tener estadísticas sobre los gastos exorbitantes que las grandes economías invierten en la guerra, observar escenas de las sequías e inundaciones que son la respuesta de nuestro planeta al deterioro y mal trato del que le hemos hecho víctima. Pero a todas luces, eso no es suficiente para generar un cambio en la conducta; se trata sin duda de algo más que supere el cambio conceptual y lo lleve a lo actitudinal, es decir, quelo haga pasar de la palabra al acto.

…es ahí donde laescritura creativa tieneun lugar, es la inspiración,matiza las acciones.

… escribir y de decir a partirde la escritura lo que piensoy lo que siento.

Al nacer, poseemoscreatividad e imaginación,la escuela puede fomentarlao limitarla, si conseguimosunir arte y conocimiento através de la escritura creativaestamos ante la posibilidadde potencializar la capacidadde percibir la realidad desdeotro lugar; la escrituracreativa es una herramientade aprendizaje, podemosencontrar preguntas yrespuestas de maneranovedosa, la innovaciónemerge de la creatividad, yante un mundo cambiante,podemos reconocernoscapaces, útiles, la escrituracreativa modifica el rumbotradicional del procesoenseñanza aprendizaje, locambia de lugar, lo devuelveal aprendiz y le generaestados de felicidad y deinterdependencia con elmundo entero.

Cuando visualizo la naturalezacomo un modelo, la mitad demi trabajo está hecho porquepara los que están mirando laclase es el mejor facilitador,es ahí donde la escrituracreativa tiene un lugar, esla inspiración, matiza lasacciones.

Acercar el bienestar nuestroy cómo está vinculado conel bienestar de otros, denuestra comunidad alrededor,con nuestra comunidad másextensa que es lo global y conla naturaleza, reconocer quedependemos de ella, que lepertenecemos y que no hayfelicidad sin ella.

…Un poco más sencillo podervincularlo con una teoríaque parece aburridísima, {…]entonces de pronto Piaget seme convirtió en mariposa, loencontraba ahí y veía que podíaa partir de eso para explicar amis alumnos los contenidos delprograma.

Aludiendo al mito de lacaverna de Platón, vincularlos contenidos revisados enel aula con la realidad delmundo exterior, es una tareaobvia de la tarea docente, loque no siempre resulta obvioes la manera de lograrlo, lanaturaleza es un facilitadorper se para la comprensión delos temas más complejos, porello, contextualizar el tema enrevisiones sin duda un caminoexitoso en tanto podamosacceder a la comprensión deque somos parte inherente dela realidad que estudiamos,realidad a la que pertenecemos yla misma, sobre la que podemosactuar.

Les voy a pedir que sueñen quétipo de institución quieren, noson simplemente un estudianteaprendiendo aquí. Hay queprepararse para cambiar elmundo.

Cómo estoy realmente aportandoa que podamos soñar en cómocambiar el mundo, en que sea unobjetivo de verdadero bienestar.

Alguien dijo: la mayor de laslocuras es querer conseguir cosas diferentes haciendo lo mismo, sí, puede ser que eso sea una locura y que esto otro de hacer las cosas diferentes también sea una locura,entonces no tenemos escape.Vamos a enloquecer juntos sinperder de vista el objetivo.

La frase cambiar el mundo, asícomo la palabra felicidad, cargan una herencia histórica de reserva, de incredulidad, ante la que nos ponemos distancias defensivas de orden crítico y reflexivo que nos alejan de la acción para mantenernos a salvo del error y de la ilusión, hay una alternativa por ahora, vamos a pensarnos pensando, vamos a preguntarnos nuevos ¿por qué?, y respondernosnuevos porqué.

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3. Taller: Educación física y Felicidad sustentable

El Centro de Estudios Superiores Lic. Benito Juárez García, (CESBJG) fue sede de un taller denominado Educación Física y Felicidad Sustentable, el propósito principal consistió en un intercambio de prácticas educativas de dos profesores exitosos y reconocidos en la Educación Física, uno de ellos mexicano morelense, el profesor Daniel Espíndola Vara, quien ha recibido el reconocimiento estatal a la clase Modelo de Educación Física en repetidas ocasiones, por la innovación y la propuesta del empleo de apoyos didácticos elaborados con materiales de reuso; la segunda profesora; invitada especial y coordinadora de este taller, Melissa StArnaud de la Universidad de McGill en Montreal Canadá, ha incorporado en su práctica educativa actividades que fomentan el bienestar para todos a partir del concepto de la Felicidad Sustentable.

Un grupo de 23 profesores, estudiantes del programa de maestría en psicopedagogía y desarrollo humano del CESBJG, fueron los asistentes a este novedoso taller. Melissa y Daniel compartieron la escena y mientras los participantes en el taller conocían técnicas de abordaje sobre esta temática y las vinculaban a través de reflexiones, análisis y propuestas con sus propias áreas de enseñanza en las escuelas, fueron testigos de la forma en que dos jóvenes y especialmente comprometidos profesores de educación física intercambiaban, enriquecían, adecuaban, inventaban y reinventaban estrategias.

La dinámica consistió en actividades de Educación Física que llevaban a los participantes a la reflexión sobre su bienestar y cómo éste se vincula por consecuencia lógica con el bienestar de otros, de la sociedad, del mundo y del medio ambiente. Los profesores asistentes realizaron las actividades y las vincularon con las áreas y los niveles de enseñanza en que ejercen su labor profesional, así comenzaron a vislumbrarse acciones encaminadas a proyectar este concepto y sus prácticas cotidianas con el aprendizaje de las matemáticas, la física, la química, la comprensión lectora, una lengua adicional al español, etcétera.

Como conclusión de este taller, los asistentes plantearon posibles proyectos para llevar a cabo en el aula; lo cual no terminó en una hoja de papel guardada por un tiempo; pues esta actividad se

vinculó con los objetivos de la Unidad curricular denominada “Diseños innovadores para la práctica educativa”, con base en ello, en el mes de junio, se realizó en el Centro de Estudios Superiores una actividad denominada “Re encuentro y re cuento” donde el grupo de 23 maestrantes dieron a conocer las experiencias y los resultados de la puesta en marcha de los proyectos surgidos durante el taller.La experiencia obtenida de esta práctica, sin duda señala la importancia de mantener una sinergia entre las propuestas surgidas en un taller y el desarrollo de actividades apegadas a los propósitos educativos de una institución, porque da techo y soporte al desarrollo de actividades que lograrán un impacto directo en las aulas de clase y no será simplemente un folder para guardar. Entre los proyectos presentados por los profesores durante el re encuentro, sobresalen los siguientes:

• Eco proyecto. Una variable para el sustento en los ambientes de aprendizaje:Consistió en una alternativa para acercar elementos de la naturaleza al aula, se introdujeron imágenes, sonidos de la naturaleza, seres vivos como plantas y algunos animales que pudieran ser atendidos adecuadamente en ese entorno, como peces y tortugas, aunado a lo anterior se realizaron charlas, reflexiones y expresiones artísticas con respecto a la huella de felicidad sustentable, pudieron encontrar evidencias de una mejora en los modelos de convivencia de los estudiantes y una mejora en su aprovechamiento escolar.• La revolución de la materia orgánicaUn proyecto que no sólo reunió la participación de cuatro instituciones diferentes, sino cuatro subsistemas diferentes incluidas la educación especial, la secundaria y la preparatoria, diferentes asignaturas como lenguaje, matemáticas, artes y tecnología doméstica, sino que permitió el trabajo colaborativo entre entidades federativas distintas y alejadas, inició con la elaboración de una lombricomposta, continuó con la siembra de zanahorias, la elaboración de un huerto escolar y finalmente, la elaboración de un pastel de zanahorias.• ReuCiclajeConsistió en la elaboración de un muro verde móvil compuesto por plantas útiles con un sistema de auto riego elaborado con materiales de reuso, que promovió la resolución de problemas, el trabajo colaborativo y la investigación sobre las especies incluidas en el muro móvil.

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Colaboración de Daniel Espindola VaraProfesor de Educación Física

Educación física y felicidad sustentable

Dentro de la historia de un ser humano todo se va concatenando y transformando día a día, tenemos la idea de ser agentes de cambio en los entornos educativos en que nos desempeñamos con cierta práctica de independencia, olvidando que esto es holístico, es decir, todos los actores somos parte de un todo, por lo que si algo pasa en un sector repercute en otros; derivado de esta idea errónea, hoy más que preocuparnos tenemos que ocuparnos por lo que acontece en nuestros días, formando (o transformando) a nuestros alumnos en seres competentes frente a los constantes cambios cotidianos y lo más importante, comprometidos con la vida. Menciono esto ya que el consumismo, la mercadotecnia, los medios masivos de comunicación, etcétera, se han encargado de generar en las personas una idea errónea de lo que verdaderamente es una vida feliz.

Felicidad sustentable, sin duda es una tendencia que nos permite reencontrarnos con nuestro interior, disfrutar lo más extraordinario que tenemos en nuestro mundo que son las personas, la naturaleza, las sonrisas, un bello atardecer, el sonido del viento, el canto de las aves, y lo mejor de esto, es que no tiene ningún costo.

La cultura física representa el conjunto de experiencias y logros obtenidos de la creación y aplicación de principios, fundamentos, condiciones, metodologías orientadas a la ejercitación del cuerpo humano, manifestaciones y realizaciones humanas en materia de actividad física encaminada al ocio, educación, competición, aptitud física y salud. Lo anterior hace referencia a la importancia que tiene la cultura física para el desarrollo integral del ser humano, como bien sabemos, los constantes cambios, tendencias, modas etc. que se han originado en la sociedad, han provocado en distintos ámbitos incluyendo el educativo, una serie de nuevos retos a los cuales tenemos que hacer frente.

Felicidad sustentable y educación física hacen

sinergia para mostrar y comprobar lo más sencillo y extraordinario de la vida. Una de las grandes bondades de la educación física, es que nos permite transformar lo cotidiano en algo extraordinario, lleno de contenido, reflexión y diversión.

La relevancia de esta temática llevó a poner en marcha en el Centro de Estudios Superiores Lic. Benito Juárez García, un taller denominado “Educación Física y Felicidad Sustentable” en el que los maestrantes reavivaron y fortalecieron sus experiencias en el largo camino de la vida, pues en el taller hubo risas, cooperación, alegría, solidaridad, reflexión, crítica, en fin, todo lo necesario para realizar un análisis de lo que verdaderamente es la felicidad, para reencontrar y armonizar nuestro interior, esto, sustentado con actividades lúdicas y recreativas que fueron la base para el éxito del taller.

Sin duda esto fue un gran inicio para despertar en las personas que tomaron este taller, una visión diferente, una ruptura de falsos paradigmas y asumir un compromiso con la vida y todo lo que engloba ésta, un excelente comienzo para la creación de nuevos proyectos, vinculando otras disciplinas para mejorar la educación y nuestros futuros días.

Opinión de algunos docentes participantes en el taller Educación Física y Felicidad Sustentable

Profesora Yadira Esquivel Yáñez Especialidad. Educación artística

Felicidad sustentable.

El conocimiento debe ser compartido con todos, el día sábado 14 de marzo fue muy agradable poder compartirlo con una profesora de Canadá a través del taller que nos presentó titulado “felicidad sustentable”, la profesora Melissa nos presentó su trabajo en base a la asignatura de educación física, sin embargo, en lo personal pienso que el tema es un punto clave para el aprendizaje, considero que los alumnos siempre podrán adquirir más conocimiento si se encuentran felices.

El proyecto que se nos presentó expresaba la necesidad de llevar parte de la naturaleza a los salones de clase para poder despertar la felicidad en los alumnos, de esta forma ellos podrían crear conciencia

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conciencia para con la naturaleza y al mismo tiempo estarían relajados si en su entorno escolar pudieran llevar a cabo actividades ecológicas, además socializarían, convivirían y se les formarían hábitos fomentando la responsabilidad y el respeto.

En la escuela en donde yo imparto clases, estas acciones no siempre se llevan a cabo, ya que nuestro contexto es diferente, pues pertenecemos a una reserva ecológica, por lo que en la localidad es muy frecuente que los jóvenes interactúen con la naturaleza, la escuela está rodeada de árboles y los proyectos de biología están encaminados a la construcción de huertos y reciclaje, sin embargo, creo que los jóvenes no valoran el lugar en el que viven, para ellos resulta común tener un paisaje hermoso todos los días, esto simplemente es algo que pierde valor ante sus ojos, el problema al que nos enfrentamos como docentes es que los jóvenes ven la destrucción ambiental como algo que nunca sucederá en su comunidad.

Es triste observar cómo la cantidad de jóvenes que expresan felicidad real es mínima y en su mayoría los jóvenes asisten a la escuela como refugio de los problemas sociales que viven en su entorno; confieso que en mi práctica personal hay ocasiones en que es muy duro trabajar con alumnos que a través de su mal comportamiento piden a gritos ser escuchados o queridos, y yo no puedo cambiar su contexto, tampoco puedo sólo ignorar su mal comportamiento, el apoyo de los padres a veces es nulo y la frustración de que no sólo es uno sino muchos los casos que existen así en las aulas en ocasiones terminan con la salud del maestro.

Profesora May Triny Especialidad: Matemáticas

Educación física y felicidad sustentable

La clase desde un inicio me pareció intrigante, esto debido a que estamos acostumbrados a que la educación física se trate siempre de las partes del cuerpo, de los deportes, del ejercicio, de la vida saludable, de la alimentación, pero que se trate de ¿felicidad? y a eso añadir ¿sustentabilidad? me pareció fascinante, me vino entonces a la cabeza,

la educación física como parte de un proyecto que te ayude a ser feliz y que al mismo tiempo esta felicidad se regenere por sí sola y se reproduzca… una felicidad que se contagie.

Todas las actividades me gustaron, porque soy un poco sedentaria y como éstas no eran tan movidas me fue fácil disfrutarlas aunque me puse a pensar que para llevarlas a cabo con nuestros alumnos, quizá tendríamos que hacer adaptaciones, para hacerlas más dinámicas pues nuestros jóvenes están acostumbrados a un mayor grado de movimiento.

La temática de combinar felicidad con el medio ambiente me resulta muy oportuna para nuestro tiempo, en el que el daño ecológico y la poca conciencia hacia el mismo son evidentes, por ejemplo a pesar de que Tres Marías es una zona de bosque y con una gran cantidad de flora y fauna, sufre desde hace mucho tiempo atrás la explotación clandestina de la madera y la tierra, y muy pocas reforestaciones, a todo esto las autoridades simplemente no hacen caso; la basura también es un gran problema pues a menudo las calles están contaminadas, la falta de agua provoca un caos y a pesar de ello las personas no son conscientes y la desperdician.

Si queremos jóvenes felices los tenemos que hacer conscientes y al mismo tiempo esta conciencia generará cambios trascendentes que a la larga tendrán un impacto en el entorno, así que sin importar la clase que impartamos, apostemos por esta felicidad sustentable y contribuyamos con nuestro granito de arena en la mejora de nuestro medio ambiente y en nuestra propia felicidad.

A modo de conclusión:

Así pues, la felicidad sustentable fue dándose paso en los discursos de los participantes en el foro, el intercambio de experiencias permitió que el reflejo de las palabras nos hiciera reconocer en nuestras propias acciones, personales y profesionales, implícita la esencia esta conexión natural que nos hace parte del mundo y por ende nos invita a no olvidarlo; el bienestar personal no puede ni debe pensarse ajeno, lejano, distante y menos

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insignificante al bienestar del resto de los seres vivos con quienes compartimos la única patria, como ha sido llamada por Morín, y a quienes por cierto, necesitamos más que ellos a nosotros, para recuperar la armonía que se nos ha perdido.

La puerta fue abierta cuando algunos de los asistentes a estas actividades dejaron ver en su mirada el asombro y en su actuar la determinación por generar cambios en su forma de enseñanza, para que las futuras generaciones, esas que son las

herederas naturales de lo que gustamos en llamar futuro, posean una visión más amplia, más clara y justa de lo que significa bienestar, convivencia y felicidad.

La felicidad sustentable es a mi juicio, una respuesta a un cúmulo de preguntas planteadas y otras por plantearse, y sabe a esperanza, a mañana, a interconexión y a bienestar común.

Taller de Educación Física y Felicidad SustentableLugar: Centro de Estudios Superiores Lic. Benito Juárez GarcíaFecha: sábado 28 de febrero de 2015Foto de : Luisa Montes

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Verdugo V. (2010). Psicología de la sustentabilidad. Un análisis de lo que nos hace pro ecológicos y pro sociales. Trillas, México

Tapia A. (2012) Psicología positiva. Trillas México.

Smith K (2008). Cómo ser un explorador del mundo. Fondo de cultuaeconómica. México.

Morin E. (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Correo de la UNESCO.

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Mis conocimientos como emprendedor social y como profesor de cursos de liderazgo ambiental a lo largo de los años, me dan una perspectiva única sobre métodos para transferir los conocimientos necesarios para crear proyectos de sustentabilidad significativos y desarrollar habilidades interpersonales y de grupo necesarias para lograrlos. En este Foro Bi-nacional comparto algunos ejemplos de lo que Dawson College ha llevado a cabo e identifico componentes importantes de los proyectos que considero más exitosos.

Como educadores, es importante que ayudemos a establecer un equilibrio entre el sentimiento y el conocimiento en la enseñanza. Nuestros estudiantes desean ser aceptados, valorados y premiados por sus esfuerzos. La aplicación de proyectos reales que busquen resolver la problemática ambiental y aspirar hacia la sustentabilidad, proyectos que les permitan tener opciones, comprometerse en situaciones reales en las que puedan probar en el campo sus habilidades y el impacto de sus acciones son esenciales.

En el Foro bi-nacional itinerante se presentó un ejemplo de cómo tres jóvenes, durante su estadía en un campamento de verano, decidieron “construir un bosque” en una ladera altamente erosionada a pesar de que contaban con poco equipo para llevar a cabo el trabajo. Al mirar los componentes del bosque vecino, los jóvenes identificaron una espesa capa de hojas y árboles en descomposición en el suelo, había rocas, árboles

pequeños y medianos, así como muchas otras plantas no leñosas. Sin saber de qué tipo eran, observaron cuáles crecían bajo el sol y cuáles bajo la sombra y empezaron a plantar considerando estas condiciones. Los tres jóvenes se sintieron orgullosos de los resultados de su labor y pronto el equipo empezó a crecer, se integraron más jovencitos y después se les unieron chicas y chicos mayores. Pronto todo el campamento se sintió bien al contribuir a mejorar su mundo y transformar su entorno. En ocho semanas trasladaron a mano cuarenta toneladas de material, pero lo mejor de todo es que 30 años después, esta experiencia se volvio un programa educativo y ¡existe todavía!

No cabe duda que sí hay gente que quiere contribuir a mejorar su mundo. Una experiencia social positiva relacionada con trabajar a favor de la naturaleza es una gran parte de lo que hace falta en tantos programas dentro del sistema educativo. El aprender simplemente sobre el mundo, sobre el medio ambiente y la sustentabilidad a través de procesos de segunda mano, como una clase tradicional dentro del aula, una conferencia o un discurso, no es la respuesta más acertada. Se tiene que equilibrar con experiencias de primera mano que estén envueltas en la esperanza, el orgullo y la felicidad. ¡Este es el reto de la enseñanza para la sustentabilidad! Los seres humanos protegemos lo que conocemos y amamos. El conocimiento desconectado de nuestra realidad, seamos niños, jóvenes, adultos o ancianos, rara vez crea el significado profundo que conduce a cambios de actitud favorables para cuidar la naturaleza que perduren a lo largo de nuestras vidas.

E l r e t o d e l a e n s e ñ a n z a p a r a l a s u s t e n t a b i l i d a d

Chris Adam*Tr a d u c c i ó n d e i n g l é s a l e s p a ñ o l :

M a r í a d e Lo u r d e s H u r t a d o B a d i o l a y G i s e l a Fr i a s

* Sustainable Dawson. Earthvalues, A.C.

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Durante el Foro, también se presentaron otros ejemplos del impacto de proyectos como el de eco-paisajística de especies en particular, algunos de ellos fueron planeados para propagar la biodiversidad, esto, aunque puede parecer muy complicado, la práctica demuestra que no se necesita tener extensos conocimientos de esa complejidad biológica para llevarlos a cabo y conseguir que tengan un gran impacto. Una de las lecciones aprendidas es que al enfocarse en atender las necesidades de una especie determinada, se puede lograr que otras también se beneficien.

Por ejemplo, al cultivar determinada planta para alimentar a una mariposa monarca, se puede beneficiar a muchas otras especies de insectos. En Canadá, los estudiantes de Dawson College, se enfocaron en propagar una planta que florece tarde en el otoño y provee néctar a las mariposas monarcas nutriéndolas para su viaje a México. Esta planta, llamada “vara de oro”, está asociada con más de cien especies de insectos, por lo que al enfocarse en alimentar a la monarca y aprender sobre esta sola especie vegetal, los estudiantes pudieron sentirse orgullosos al llevar a cabo acciones para beneficiar en realidad a muchos otros organismos vivos. Este tipo de proyectos son incubadores de esperanza y motivación para los estudiantes y tienen un verdadero impacto en la reintroducción de especies, propagando la biodiversidad en un sitio determinado. A través de la implementacion de proyectos como éstos, los maestros recordarán que ellos también tienen que ser entusiastas, asumir riesgos y aprender con sus estudiantes. Pueden también utilizar sus cursos para inyectar entusiasmo en las actividades de aprendizaje. Las escuelas deben modelar esa preocupación por el medio ambiente. Seguramente, cada institución necesita de proyectos auténticos, que ayuden a cumplir con los desafios ambientales con los que se enfrentan y están esperando que éstos sean impulsados por educadores comprometidos dispuestos a trabajar mano a mano con sus estudiantes.

El liderazgo ambiental puede reducirse a la palabra “colaborar”. Tal vez un punto de partida para el éxito es preguntarse: “¿qué estoy enseñando realmente para bien del planeta o cómo estoy colaborando con el grupo con el que estoy? Llenar la mente de un estudiante, solamente con información, sin un sentido de la maravilla y de compromiso a la vez, va en perjuicio del ambiente natural que nos sustenta. La evidencia está en nuestras ciudades y en los patios escolares.

El proyecto Planteles Educativos Sustentables

ha creado un terreno fértil para el desarrollo de liderazgo y de la formación del carácter, las cualidades morales y mentales en estudiantes tanto de México como de Canadá. Varios de ellos, tanto del Dawson College como de la UPN en Cuernavaca, Galeana y Ayala, se han involucrado en proyectos de sustentabilidad en sus planteles. Estos proyectos de investigación-acción han hecho hincapié en que se involucren en identificar necesidades relacionadas con la sustentabilidad de sus instituciones y luego los han alentado a buscar y desarrollar soluciones.

Este es el tipo de experiencia de primera mano que involucra a los estudiantes en la resolución de conflictos de todo tipo, como la evaluación de la viabilidad de un proyecto, la gestión de riesgos, la planeación para resolver problemas de comunicación o logísticos, la formación de equipos y muchos más. Adicionalmente, un elemento que esta experiencia proporciona y que a menudo se pasa por alto o se subestima en un proceso educativo, es que la participación en este tipo de acciones, apoya la formación del carácter del estudiante. La autoconciencia, la empatía, la paciencia, la humildad, el coraje, el juicio, son solo algunos de los valores fortalecidos. Los estudiantes aprenden acerca de la ética, toman conciencia de los valores culturales, creencias y percepciones, de los diferentes tipos de inteligencias: emocional, intrapersonal, interpersonal, naturalista, no por medio de una lección de estudio o por escuchar una conferencia, por leer muchos textos, sino por medio de una verdadera experiencia social, con retos y conflictos de diversos tipos que representan al mundo real.

La práctica de liderazgo puede ser un elemento en peligro de extinción en el aprendizaje sobre la sustentabilidad, pero no en el proyecto Planteles Educativos Sustentables. Aquí, los estudiantes sonríen después de generar un cambio real dentro de sus planteles, con el orgullo de saber que han ejercido su liderazgo. Cuando la motivación y la esperanza asociadas con este proceso participativo se suman al conocimiento sobre el diseño de proyectos de sustentabilidad y a buenas dinámicas de grupo, el resultado es explosivo.

Uno de los desafíos más grandes que se nos presentan como educadores, consiste en abrir espacios para que nuestros estudiantes puedan asumir un proyecto innovador y significativo y, dentro de nuestras posibilidades, apoyarles, colaborar con ellos para concretarlo y así lograr hacer una diferencia colectivamente. Esta es una posibilidad de gran alcance que es necesario abrir con el ejemplo para los planteles de todo el mundo.

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Introducción

Del 23 de mayo al 4 de julio de 2015, tuvimos la oportunidad de viajar de nuestro lugar de residencia en Montreal, Canadá, a Cuernavaca, México, para participar en unas prácticas profesionales sobre el tema de sustentabilidad en el campus en dos universidades mexicanas como parte de la iniciativa del proyecto Planteles educativos sustentables. Compartiendo saberes. A pesar de que todas teníamos conocimiento de la sustentabilidad en los cursos académicos y experiencia en el campus por nuestra participación en clubes de estudiantes y voluntariado, estas seis semanas nos enseñaron más de lo que jamás antes habíamos aprendido, como son prácticas ambientales, iniciativas y tecnología, sobre el papel que juega la cultura en nuestra percepción y acercamiento a los aspectos ambientales, sobre la propia conciencia y cómo nos relacionamos con gente nueva y la función en diferentes situaciones y condiciones externas. Fue un verdadero cambio de vida y nos permitió conocer a gente increíble, aprender y lograr más de lo que jamás hubiéramos pensado ser capaces de alcanzar.

Antes de partir

El inicio de este viaje increíble no empezó en una hermosa tarde de mayo del 2015 en la ciudad de México. La etapa previa a la salida incluyó un proceso de selección de estudiantes, así como la recaudación de fondos para crear conciencia con respecto a la sustentabilidad del campus. El viaje en realidad empezó en marzo del 2015, cuando recibimos la visita de la Dra. Gisela Frias a nuestro salón de clases, una profesora en el Departamento de Geografía de Dawson College, quien está involucrada en la coordinación de la iniciativa de Planteles educativos sustentables. Compartiendo saberes, un proyecto entre nuestro colegio y universidades mexicanas. La Dra. Gisela anunció la posibilidad de una futura práctica profesional en México, en la que estudiantes de Estudios Ambientales y de Ciencias Ambientales de Dawson trabajarían en iniciativas de sustentabilidad en dos diferentes escuelas: la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), y la Universidad Politécnica del Estado de Morelos (UPEMOR).

Pr á c t i c a s p r o f e s i o n a l e s p a r a l a s u s t e n t a b i l i d a dU n a p e r s p e c t i v a e s t u d i a n t i l

Ali Byers, Morgen BertheussenMikayla Salmon-Beitel y Ella Martin *

* Estudiantes de Dawson College

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La interesante propuesta nos atrajo a las cuatro, así como a otros estudiantes. Sin embargo, para participar en esta nueva aventura, teníamos que enviar una carta de intención, así como nuestro currículum vitae y aprobar un procedimiento de selección. Después de ese momento, todo se llevó a cabo con rapidez. Las cuatro, dos estudiantes del Medio Ambiente y dos de Ciencias Ambientales, recibimos unos días después la buena noticia de que ¡éramos las seleccionadas para participar en esta aventura! Todas estábamos muy emocionadas con el inicio de este nuevo viaje: la oportunidad que nos permitiría aprender con otros y viajar y vivir en una cultura radicalmente distinta.

De inmediato empezamos a reunirnos una vez a la semana para saber lo que se necesitaba antes de partir en mayo. Primero, abrimos una página en Facebook para que todos supieran de la aventura que estábamos a punto de emprender. Después, creamos una campaña de recaudación de fondos con el fin de reunir dinero para apoyar a las universidades en México en los proyectos de sustentabilidad del campus de su elección. Hicimos un video corto para enlazarlo a nuestra campaña y así informar a todos de nuestro gran Proyecto. A través de Indiegogo[1], compartimos nuestro video y recaudamos fondos mostrándolo a cuanta gente podíamos llegar. Esta campaña fue exitosa y estábamos ¡a un paso más cercano de nuestro viaje! A partir de ahí, sólo tuvimos que hacer nuestras maletas y prepararnos lo mejor posible para uno de los mayores viajes que cambiarían nuestras vidas.

[1] Link to our indiegogo: https://www.indiegogo.com/projects/sustainabil ity-internship-in-mexico#/story

Nuestra experiencia en la UPEMOR

Durante la mitad del tiempo en Morelos, realizamos nuestras prácticas profesionales en la UPEMOR, plantel enfocado principalmente en ingeniería, siendo la única en el estado de Morelos que ofrece una licenciatura en Ingeniería Tecnológica Ambiental. Debido a esto, se ha desarrollado el Centro de Capacitación Ambiental (CECAM), para brindar a los estudiantes la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos.

El CECAM es parecido a lo que en Canadá sería para nosotros el Departamento de Sustentabilidad en el campus, encargado de todas las iniciativas ambientales del campus. Sin embargo, también es un modelo de desarrollo sustentable. El edificio del CECAM lo construyó un equipo de maestros

y estudiantes comprometidos a llevar a cabo la educación ambiental como parte esencial de su currícula universitaria. Es totalmente al aire libre y cuenta con tecnología solar, sistemas naturales de filtración de agua y un salón de clases al aire libre.

El CECAM cuenta con personal asalariado que trabaja diariamente junto con un dedicado grupo de estudiantes voluntarios. Los miembros de la comunidad del CECAM tienen dos funciones: la primera, crear y dirigir iniciativas ambientales en la universidad y la segunda, educar a los estudiantes en aspectos ambientales para aprender a vivir de manera más sustentable. Durante los dos años y medio en los que el CECAM ha funcionado, se han instalado y mantenido con éxito y a gran escala, un sistema de compostaje y uno de tratamiento de aguas, ambas prácticas encaminadas al cuidado y buen aprovechamiento de los recursos dentro del plantel. También han reunido a un equipo de estudiantes y personal: Promotores de Educación Ambiental Profesional (PREAP), que actúan como líderes ambientales en el campus. Su papel es muy diverso, y varía entre los profesores y encargados del medio ambiente. El PREAP organiza actividades abiertas para estudiantes como son talleres y cursos para crear conciencia sobre diferentes aspectos ambientales.

El CECAM funge también como vigilante de las normas establecidas para garantizar que el campus se mantenga verde. Tienen un sistema de sanciones para quienes no respeten el reglamento, éste consiste en sancionar a través de multas que deben pagarse con horas de trabajo en el centro de compostaje o en otras áreas del CECAM. Introducir alimentos chatarra o envases desechables de unicel, son ejemplos de acciones que merecen sanción.

Cuando nosotras (Morgen y Mikayla) llegamos al CECAM por primera vez, quedamos absolutamente maravilladas por todo lo que han llevado a cabo en tan poco tiempo. Nunca habíamos visto tantas tecnologías aplicadas en el campus, que los han mantenido adelante. Quedamos muy impresionadas por su compromiso con la sustentabilidad. Queríamos involucrarnos con ellos lo más que pudiéramos, sin embargo, al principio ¡no sabían qué hacer con nosotras!

Éramos las primeras practicantes voluntarias del Dawson College que la UPEMOR había recibido. Debido a que ya estaban tan adelantados, parecía que no necesitaban a nadie que ayudara a apoyar sus proyectos de sustentabilidad.

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Después de mucho pensar y discutir, finalmente descubrimos un proyecto con el cual podíamos trabajar. Carlos Díaz Gómez, un profesor de ingeniería que trabaja en el CECAM, había construido un pequeño horno solar provisional que los trabajadores usaban con frecuencia para cocinar sus alimentos. Sin embargo, no estaba en buenas condiciones ni funcionando tan bien como hubieran querido. Por lo tanto, nuestra tarea era diseñar y construir un nuevo modelo de horno solar más acabado. En vista de que ninguna de nosotras es ingeniera, estábamos muy atemorizadas por la idea. La filosofía de Carlos era que aprenderíamos mejor si se nos daba mayor independencia, y por tanto, nos dejó hacer un diseño propio. Después de mucha investigación y planeación, finalmente lo diseñamos y empezamos a trabajar. Nuestra meta era captar la luz del sol en una caja negra aislada, colocada en el ángulo perfecto para que pudiera convertirse eficazmente la energía solar en calor y usarse para cocinar alimentos. Debido a que éste tenía que ser un producto sustentable, teníamos que utilizar solamente materiales desechados por la Universidad como escritorios viejos, vidrio y madera. Pasamos tres semanas enteras aserrando madera, luchando para cortar pedazos gruesos de metal y utilizando mucho pegamento de silicón para unir esta maravillosa pieza de tecnología. Cuando finalmente la terminamos, se veía tan hermosa, que no podíamos creer que nosotras la habíamos elaborado.

Cuando llegaron las otras dos practicantes de Dawson a la UPEMOR, (nuestras compañeras, Ella y Ali) ya había un proyecto para que lo llevaran a cabo. Tenían que construir una chimenea solar, una alternativa para mantener el edificio fresco en días calurosos. Este modelo de tecnología funciona con base en el concepto de que el aire caliente se eleva. El diseño es el siguiente: una pieza de metal negra, redonda se coloca a través de un agujero en el muro del sur del edificio para atraer la mayor cantidad de energía solar, creando una succión que jalaría hacia arriba el aire caliente. Aunque el CECAM ya tiene una chimenea solar en su techo, ésta se ubica en el muro del lado este, bajo un árbol, por lo que no es muy eficaz. Al igual que a nosotras que estuvimos en la primera etapa de prácticas, se les dio mucha libertad en el diseño y construcción de la chimenea, dos temas en los que no teníamos absolutamente ninguna experiencia. Una de las cosas más difíciles fue perforar físicamente para hacer un agujero a través del muro. Les proporcionaron cascos para construcción, un martillo, un cincel y un taladro, e iniciaron el trabajo. Debido a todo el ruido y al

espacio que se necesitaba, desafortunadamente algunos de los trabajadores del CECAM tuvieron que reubicarse temporalmente, pero no pareció importarles, estaban felices con la promesa de que tendrían un edificio más fresco. Al final de la tercera semana, se terminó con éxito la chimenea y todas nos sentimos muy orgullosas de verla ahí junto con las demás tecnologías en el CECAM.

Una de las lecciones más importantes que aprendimos de esta experiencia en la UPEMOR es descubrir nuestra propia fuerza. Antes de llegar al CECAM, si alguien nos hubiera dicho que estaríamos construyendo un horno y una chimenea solar, definitivamente no lo hubiéramos creído. Pero aun cuando no teníamos ninguna experiencia en estos campos, pudimos imaginar y creamos con éxito dos valiosas piezas de tecnología ambiental. En realidad esto demuestra de lo que somos capaces si solamente ponemos nuestros corazones y mente para hacerlo. También nos animó el ver lo existoso que es el CECAM como institución sustentable. La gente a menudo se intimida al pensar en salir del campus, debido a que parece ser una tarea imposible, o al menos difícil de mantener. El CECAM desaprueba totalmente este argumento, por tratarse de una organización viviente y una institución autosuficiente. Esto se debe principalmente a que la gente que está detrás del Proyecto, se dedica completamente a su misión y está dispuesta a apoyar en cada paso del camino. Nos sentimos muy afortunadas de haber tenido la oportunidad de trabajar al lado de la comunidad comprometida del CECAM y ayudar a continuar con el éxito de tan importantes iniciativas de sustentabilidad en el campus.

Llegada a la UPN Cuernavaca

La UPN es un plantel pequeño en tamaño, con una población estudiantil de cerca de doscientos estudiantes, principalmente mujeres y con una comunidad de maestros y personal que trabaja con dedicación. Mediante su participación en el proyecto Planteles educativos sustentables. Compartiendo saberes, ha incorporado sustentabilidad en la vida institucional. Actualmente hay un grupo de estudiantes, maestros y personal que están entusiasmados en transformar su campus en uno sustentable. Nuestro papel en la UPN era apoyarlos para lograr esa transformación.

En la UPN Cuernavaca, en lugar de estar relacionados con la tecnología, nuestros proyectos estaban enfocados en diseñar y crear un área de jardín en la que todos los miembros de la comunidad educativa pudieran reunirse, relajarse

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y disfrutar del exterior, así como aprender sobre diferentes plantas y cosechar algunos alimentos. Nuestro primer proyecto fue el desarrollo de un jardín en un terreno sin uso en la parte trasera de la escuela. Lo limpiamos y lo transformamos por un lado en un jardín de plantas medicinales y comestibles y por el otro en un área para comer. Utilizamos los carretes de cables telefónicos y tarimas viejas para hacer mesas y bancos. También aprovechamos la madera de las tarimas para hacer pequeños contenedores colgantes y plantar fresas en el muro trasero, así como postes que iban alrededor de las camas de las plantas, en los que sembramos distintas hierbas, flores y hasta un par de diferentes tipos de chiles. Encontramos algunos materiales en el terreno y simplemente los reincorporamos, tales como troncos y ramas de árboles; los pintamos y plantamos flores en ellos, mientras que otros los lijamos e hicimos una mesa y bancas. También encontramos varias macetas en las que plantamos flores y utilizamos para dividir el área de las mesas y el jardín. El terreno se transformó de ser un área sin uso en un espacio muy necesario para que los integrantes de la comunidad educativa descansen, socialicen, coman y aprendan juntos. Es importante señalar que debido a la gran participación de los maestros y estudiantes en la UPN, improvisamos y elaboramos pequeños proyectos para mantener a todos ocupados e involucrados. Uno de estos proyectos incluyó el convertir cien botellas de agua en contenedores para sembrar semillas.

Este primer jardín tuvo tanto éxito que nuestros anfitriones decidieron que el segundo proyecto sería una continuación del primero, ahora en el extremo contrario del campus. Lo que alguna vez fue un campo lleno de escombro e inutilizado, en tres semanas se convirtió en una hermosa área verde. Hicimos algunos bancos más, otra mesa y utilizamos las plantas sembradas en las botellas de agua, que ya habían crecido, para hacer un jardín vertical utilizando botellas de plástico más grandes. Además construimos un columpio y unas cuantas sillas, todo hecho con llantas viejas, en lugar de un jardín de plantas comestibles, optamos por sembrar más flores para atraer agentes polinizantes, y un pequeño jardín de plantas suculentas sembradas en rocas con las que se decoró la orilla. Para nosotras fue una grata sorpresa ver una gran lona que la escuela hizo con fotografías de nuestro tiempo ahí y la revelación del nombre del proyecto: Jardín de la Amistad, para honrar los lazos amistosos que construímos y fortalecimos entre Dawson College y la UPN.

Nuestra experiencia en la UPN nos sorprendió verdaderamente por lo íntimo y hogareño que fue el ambiente, en comparación con lo que se acostumbra en Dawson College. Ahí fuimos testigos de la cercana relación entre estudiantes y la institución, la cual permite que los proyectos se pudieran aprobar y llevar a cabo con mayor facilidad y directamente a diferencia de lo que ocurre en instituciones más grandes como Dawson College, conformada por casi diez mil estudiantes y una planta de alrededor de 500 docentes. Aprendimos que las ideas y el entusiasmo de los estudiantes no deben subestimarse. En la UPN experimentamos el tener la libertad para tratar de llevar a cabo cualquiera de las muchas ideas maravillosas expuestas por los muy entusiastas estudiantes. Aprendimos la importancia de tener la dirección del proyecto. La parte más difícil para nosotros fue saber por dónde empezar, y hacer un plan de acción. Hay tantas maneras diferentes de contribuir con la sustentabilidad de un campus, que puede ser difícil decidir cuál es la más efectiva o la que mejor se adapta para una situación específica.

Aprendimos que podemos poner en práctica muchos proyectos, pero no al mismo tiempo, y que puede ser difícil enfocarse en una tarea específica, especialmente cuando hay tantas ideas. También aprendimos sobre la práctica de sustentabilidad. Debido a que el objetivo del jardín era que fuera sustentable y capaz de continuar por largo tiempo, todo tenía que tomarse en cuenta para garantizar las condiciones óptimas para las plantas. Teníamos que considerar los materiales que necesitaríamos, dónde obtenerlos y si podíamos volver a utilizar algunas de las cosas que ya teníamos y cómo hacerlo de la manera más amigable posible desde el punto de vista ambiental reduciendo la cantidad de desperdicio que se ocasionó.

El trabajar en el jardín fue también una lección en la participación y compromiso de la comunidad. Había el reto de coordinar el trabajo voluntario y organizar muy bien nuestro tiempo. Fuimos afortunadas y quedamos sorprendidas de cuántos miembros de la comunidad educativa se presentaron para ayudarnos siempre que tenían algún tiempo libre. Durante estos períodos.cuando estudiantes, personal y maestros llegaron para participar, pudimos hacer mucho más de lo que hubiéramos podido hacer solas, y esto nos permitió seguir ampliando nuestro proyecto. La participación de muchos de los miembros de la comunidad educative fue muy importante. No sólo para lograr las metas del

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Proyecto en sí, sino porque debido a que la UPN es una escuela pedagógica, los estudiantes son futuros maestros e interventores educativos, se involucraron en prácticas sustentables que podrán a su vez enseñar a la población con la que se desempeñarán profesionalmente en beneficio de las generaciones futuras.

Una experiencia cultural entrelazada Vivir en México durante seis semanas nos enseñó mucho sobre la cultura canadiense y la mexicana. Fue verdaderamente alentador poder recordar que la sustentabilidad trasciende la cultura. Sin embargo, fue obvio que la forma en la que percibimos y abordamos los asuntos de sustentabilidad está fuertemente influenciada por nuestra cultura. A pesar de formar parte del mismo continente, Canadá y México son muy diferentes culturalmente y esto se refleja en los aspectos de sustentabilidad en los que ambos países se enfocan. Por ejemplo, en Montreal, Quebec, donde se ubica nuestro College, se alienta la bicicleta en lugar del automóvil mediante el uso de carriles y ciclopistas. En Cuernavaca, el ciclismo es extremadamente peligroso y no es alentado por la infraestructura de la ciudad tan diferente, se utilizan técnicas de reducción de CO2 como cosechar sus propios alimentos o tender la ropa en el exterior para secarla con el sol y así reducir el uso de electricidad y generar menos gases de efecto invernadero. La intención es la misma, pero los medios para lograrla son diferentes.Los aprendizajes se generaron en diferentes niveles, en lo personal con las familias con las que nos hospedamos y a nivel institucional a través de las prácticas profesionales en los planteles. Una de las cosas más importantes que aprendimos

es que todos tienen algo que enseñarte.Ya sea el jardinero, el ingeniero o el padre y todos tienen algo que ofrecer. Esto a menudo lo olvidamos.

Estar lejos de casa nos obliga a abrir nuestra mente. Pensamos que toda la información debe venir de un libro o de una página web, cuando en realidad la gente es el recurso más importante que existe si queremos aprender. Un día en el que Ali se sentía bastante desalentada sobre nuestra chimenea solar, todas nos sentíamos incapaces de responder a su inquietud, por lo que se sentó con uno de los ingenieros de la UPEMOR, le hizo preguntas y él respondió y también él le hizo preguntas. Ali aprendió más en esos cinco minutos de plática que en cinco horas de investigación. En nuestra vida cotidiana somos rápidos para juzgar a la gente diciendo que no son lo suficientemente inteligentes o que no saben nada. Tuvo que ser otro país el que nos hizo finalmente escuchar a la gente a nuestro alrededor. Ya sea en Canadá, México o en cualquier otra parte en el mundo, nunca falta gente que solicite o que pueda dar una guía o consejo. Hemos perdido esa confianza y necesitamos recuperarla. Es una de las cosas más valiosa que aprendimos en México y lo debemos a esta maravillosa cultura de conocimiento compartido entre la gente.

Reflexión final

Mirando hacia atrás en este viaje, y habiendo tenido unos meses para pensar sobre toda la increíble experiencia que vivimos en México, ahora podemos hacer hincapié en tres aprendizajes clave de esta oprtunidad. Primero, a pesar de las herramientas que tengamos o que no podamos tener, siempre hay formas de lograr un impacto positivo sobre el medio ambiente cuando utilizamos nuestra imaginación y mostramos perseverancia. Segundo, no importa en qué país vivamos, la gente de cada cultura está deseosa de ayudar cuando se presenta la oportunidad. Finalmente, las amistades que hicimos al compartir estos increíbles momentos y las profundas conexiones con nuestros semejantes, las llevaremos por siempre en nuestros corazones.

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La violencia hacia las escuelas

Durante la década de los noventa se desarrollaron estudios en las escuelas que ponían énfasis a formas de violencia relacionadas con la xenofobia, el antisemitismo y la intolerancia religiosa; además de aquellas originadas por situaciones de exclusión, marginalidad y anomia como el desempleo, la pobreza y el consumo de drogas. Es decir, problemas que tenían que ver con la escuela y su entorno y que marcaban el desvanecimiento de las fronteras escuela-comunidad. Lo señala Juan Tedesco (1996):“La escuela, en muchos países ya ha dejado de ser un ámbito ‘intocable’ y se ha transformado en un escenario cotidiano de fenómenos de violencia en los cuales los niños y los jóvenes se han convertido en protagonistas activos” (p.241).

La violencia escolar que gozaba, hasta cierto punto, de la aceptación de los diferentes actores del proceso pedagógico, era la ejercida hacia

los alumnos; sin embargo, a finales del siglo XX, la violencia se ejercía en las más diversas direcciones(González, 2011; González y Rivera, 2014). La violencia hacia las escuelas1, por ejemplo, comenzó a ser abordada por la Unesco a través del estudio que fue traducido en español como La educación víctima de la violencia armada 2007 (O’Malley, 2007), cuya finalidad es la de lograr que se cobre conciencia y se comprenda hasta qué punto,quienes participan en los sistemas de educación, ya sean estudiantes, profesores, sindicalistas, administradores o funcionarios gubernamentales, tienen que afrontar la violencia política y militar. Los casos registrados en dicho estudio comprenden atentados con bombas, asesinatos, secuestros, arrestos ilegales y actos de tortura perpetrados contra miembros del personal de la educación, estudiantes y funcionarios gubernamentales, así como explosiones e incendios de centros docentes o su clausura por la fuerza.

Lo s j a r d i n e s p o r l a p a z : N u e v a e s t r a t e g i a p a r a g e s t i o n a r l a v i o l e n c i a e s c o l a r e n M é x i c o

J u a n S a l v a d o r N a m b o d e l o s S a n t o s *

* Universidad Politécnica del Estado de Morelos (UPEMOR)/Centro de Estudios Superiores Lic. Benito Juárez García1 Violencia hacia la escuela, de la escuela y en la escuela, es la clasificación de la violencia escolar que usa Roberto González (2011)

¿ C ó m o s e g a r a nt i za r á l a v i d a y b i e n e sta r d e to d o s l o s t r a b a j a d o r e s d e l a e d u c a c i ó n y d e l o s f u t u r o s m a e st r o s , s i r e co r d a m o s l a t r a g e d i a n a c i o n a l d e l a d e s a p a r i c i ó n fo r za d a d e l o s 4 3 m u c h a c h o s d e l a N o r m a l d e Ay o t z i n a p a ?

E l s i e Ro c k we l l

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En este sentido se destaca que se ha producido un sensible aumento de las agresiones específicas dirigidas contra el personal de los sistemas de educación, los alumnos y las instituciones educativas, lo que representa una agresión sumamente perjudicial para la prestación y disponibilidad de servicios de educación en los países más gravemente afectados. De esta manera se hace la siguiente recomendación:

Se deben adoptar urgentemente medidas para que la educación deje de ser un factor susceptible de atizar conflictos y contribuya, por el contrario a apaciguarlos. Esto supone que se creen escuelas integradoras y acogedoras para los niños y receptivas a las lenguas y culturas vernáculas, que funcionen y desempeñen su cometido didáctico con un espíritu de paz y tolerancia (O’Malley, 2007: p.6).

Lo anterior implicaría organizar la violencia escolar para su intervención. Trabajar el concepto de violencia escolar y sus diferentes vías de gestionarla es importante para entender la manera como los individuos se posicionan ante un fenómeno, en este caso, la forma como se organizan una o varias instituciones que buscan comprender temas como la convivencia, el bienestar, la felicidad pero sobre todo la sustentabilidad para intervenir en los salones de clase, generar cambios en su vida cotidiana y gestionar la violencia tanto escolar como social.

La gestión de la violencia escolar

La gestión de la violencia escolar es el conjunto de políticas, estrategias y acciones que atienden las formas violentas o potencialmente violentas en contextos escolares (González, 2014). En el estado de Morelos y de forma específica en el municipio

de Cuernavaca, se han desarrollado distintas acciones para gestionar la violencia (sensiblemente en aumento por la situación política del país), es el caso de programas gubernamentales como Escuela segura, iniciativas ciudadanas como la Lectura por la paz, religiosas como Comunidades libres de violencia, y de instituciones educativas como los jardines por la paz.

El proyecto, que contemplaba entre otras cosas, la generación de espacios de convivencia que replicaban el Jardín por la paz diseñado en 2006 como reacción a un atentado ocurrido el 13 de septiembre de ese mismo año en el Dawson College, una institución educativa canadiense preuniversitaria, fue denominado Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes2.

Entre las evidencias que lograron concretarse como parte del intercambio interinstitucional de experiencias de educación superior y formadoras de docentes, se ubica un complejo integrado por tres proyectos3 :1) Agua viva, la construcción de un bebedero de agua potable que aprovecha el agua de lluvia; 2) La generación de un espacio verde en el que se trabajen temas de sustentabilidad; 3) El Jardín por la paz,un lugar en el cual se haga conciencia de que la violencia no es parte de la naturaleza del ser humano.

Con el tiempo se han logrado vincular dichos proyectos con otras iniciativas. En el Centro de Estudios Superiores, por ejemplo, que es una instancia de posgrado dirigida principalmente a profesores y cuya participación fue fundamental para el desarrollo del Jardín por la paz, los académicos han logrado reconfigurar las relaciones de la misma escuela y la forma de trabajar por la convivencia y la sustentabilidad. De esta manera se han generado acciones específicas para informar y

1 El proyecto Dawson sustentable, que surge a raíz del acto violento ocurrido en el College, que entre otras cosas promovió el Jardín por la paz. Posteriormente nace Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes, una iniciativa emprendida para promover la creación de campus sustentables en México de manera colaborativa entre algunas instituciones de educación superior formadoras de docentes e interventores educativos y el citado College, que contó con financiamiento del organismo canadiense denominado: Centro para la Investigación y el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés). 2 Inaugurado en el verano de 2014 en la Escuela Particular Normal Superior Lic. Benito Juárez y el Centro de Estudios de Posgrado Lic. Benito Juárez García. La Universidad Pedagógica Nacional con sus tres sedes en Morelos (Cuernavaca, Galeana y Ayala) desarrollaron el Jardín por la amistad.

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reflexionar sobre la sustentabilidad en las escuelas y su relación con temas como la convivencia (una de las formas de gestionar la violencia), la felicidad, el bienestar, la resiliencia e incluso el autismo. Una de estas acciones fue el Primer coloquio de sustentabilidad en las escuelas que sirvió como espacio de reflexión y para el intercambio de experiencias, investigaciones y propuestas de trabajo relacionadas con la creación de planteles educativos sustentables, además de contribuir a consolidar la línea de investigación sobre sustentabilidad.

Asimismo, se han desarrollado foros académicos en los que se pretende hacer conciencia de la violencia que permea en distintos sectores educativos. Cito a manera de ejemplo, la conferencia Historia de la desaparición, nacimiento de una tecnología represiva, realizada por Roberto González Villarreal, quien hizo hincapié sobre la desaparición de 43 estudiantes normalistas ocurrida el pasado 26 de septiembre de 2014 en el estado de Guerrero, caso que hasta el cierre de esta edición sigue sin resolverse; además de otros espacios, como el programa institucional de radio Cosas de profes, el cual ha permitido la reflexión sobre la violencia y la sustentabilidad.

¿Cómo un jardín va a terminar con la violencia?

Cuestionó un reportero en relación al Jardín por la paz. La pregunta peca de ingenua pero marca muy bien los límites entre la voluntad de poder hacer algo y permanecer indiferente. La escuela hace la diferencia para informar sobre lo que está pasando, sobre las capacidades de las personas,

para quitar el miedo, sentirse protegido y escuchado. En resumen, iniciativas como el Jardín por la paz puede generar cambios institucionales y personales que propicien la gestión de la violencia escolar de manera más contundente, colocando a la naturaleza y el bienestar de la comunidad como eje dela investigación acción y del actuar docente.

Reflexiones

Las labores de la escuela y en especial de una institución formadora de docentes transcurren más allá de los riesgos generados por el ambiente de inseguridad social. La escuela aporta las herramientas a los estudiantes para conocer y vivir en sociedad y saber qué pasa en su alrededor,estar más al pendiente y asumirse como parte de una sociedad; los programas de gestión de la violencia y de vinculación académica son un complemento de lo que ya se tiene en las escuelas para abrir su participación a la sociedad, como es el caso de los programas de sustentabilidad.

Por lo tanto, es necesario actuar en dos sentidos: atender la violencia escolar más allá del simple voluntarismo, es decir, con acciones informadas, confiables y que involucren a la comunidad escolar; y ejercer el derecho del ser humano a la seguridad, a través de la construcción de una cultura para la paz, el respeto a la naturaleza y a la vida misma, como ya se está haciendo en países que han sido afectados por las violencia sociales, es el caso de Canadá. Lo anterior se sueña, se piensa, se planea, se construye, y se realiza a través del reconocimiento de las diferencias, de la cultura y de los intereses comunes.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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O’ Malley, B. (2007). La educación víctima de la violencia armada. Francia: UNESCO.

Tedesco, J. (1996). “Editorial” en Perspectivas, Suiza, UNESCO, número 98, Vol.:XXVI, no: 2, mes: junio, pp. 241-246

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A manera de introducción

Como parte de las acciones que la Organización de las Naciones Unidas ha realizado para enfrentar el agravamiento de la pobreza, violencia, inequidad y el agotamiento de los recursos naturales; la UNESCO decretó como el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible del 2005 al 2014. Acciones como ésta han venido a reforzar esfuerzos que incluso con anterioridad ya se habían iniciado por un gran número de organizaciones, entre ellas muchas universidades.

En este contexto, muchas Instituciones de Educación Superior (IES) alrededor del mundo, pero particularmente en los países desarrollados, han comenzado a realizar esfuerzos para fomentar acciones a favor de la sustentabilidad, estas acciones se inscriben en un amplio espectro que va desde la ambientalización del currículo, hasta el compromiso por transformar sus espacios en planteles sustentables.

Las IES que se han sumado a estos esfuerzos forman un mosaico muy diverso de organizaciones, en algunos países incluyen universidades de dos o cuatro años, otras están dedicadas sólo a los estudios de posgrado; también por el origen de su financiamiento son muy diversas, algunas de ellas son públicas, otras privadas, algunas financiadas

por gobiernos locales. Los impulsores y defensores de estos proyectos, también son igualmente de un background muy diverso e incluyen a directivos, administrativos, estudiantes, profesores de muy distintas disciplinas, etc. (Bartlett y Chase, 2004).

La sustentabilidad es un tema que se ha ido consolidando como una línea de investigación dentro de la educación, el papel de las universidades en este contexto, según Barth y Rieckmann (citado por Zeegers y Clark, 2012:242) es significativo, no sólo porque la investigación y enseñanza de la sustentabilidad genera y transfiere conocimiento sobre el tema, sino porque en ellas se educa a los profesionales con el fin de habilitarlos para contribuir a un futuro menos incierto y sustentable.

El compromiso de la Universidad Pedagógica Nacional Morelos

Es en este marco que la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Morelos (UPN) se ha sumado a los esfuerzos impulsados en muchas IES de distintas partes del mundo. La UPN es una institución de educación superior enfocada a formar profesionales de la educación, sus programas académicos, por tanto, están concentrados en el área de la educación, particularmente en el nivel básico, aunque no exclusivamente.

S a c u d i r c o n c i e n c i a sJ o r g e A r t u r o D o m í n g u e z S a g a ó n *

* Coordinador Académico UPN unidad 171 Morelos

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Hace ya cuatro años en la UPN Morelos nos embarcamos en una misión: construir en nuestros tres planteles (Ayala, Cuernavaca y Galeana) una comunidad comprometida con la sustentabilidad; la empresa, desde luego, no ha sido fácil, aun ahora sigue pareciendo un reto desafiante, las inercias y resistencias son muchas. No obstante el tamaño del reto, un grupo de entusiastas estudiantes, profesores y directivos han decidido sumarse a la tarea.

En este recorrido la UPN se ha hecho acompañar de otras entusiastas personas e instituciones, como el Dawson College, de Montreal Canadá, Ciudades Verdes S.C., Earthvalues A.C., entre otras, todas ellas con un interés común: el promover valores, actitudes y compromisos a favor de la sustentabilidad.

Las acciones emprendidas en las tres sedes de nuestra universidad han sido diversas e incluyen programas como separación de residuos sólidos, elaboración de compostas y lombricompostas, recuperación de espacios físicos, construcción de jardines de plantas medicinales, etc. Por otra parte se han realizado actividades para la capacitación de los estudiantes y profesores y personal de mantenimiento a través de talleres y cursos cortos; en estos esfuerzos se contó con la visita de docentes y estudiantes del Dawson College.

Los resultados, para ser objetivos no han estado a la altura de las expectativas, nos hemos tenido que enfrentar a un conjunto de obstáculos y dificultades que se han ido presentando en el camino. Algunas de estas dificultades, tienen que ver con la naturaleza propia del trabajo académico y administrativo de la Institución; como cualquier otra universidad pública, la nuestra está abrumada con las tareas fundamentalmente académicas del día a día, es decir, clases, seminarios, evaluaciones, planeación de cursos, reuniones de trabajo de colegios de profesores, gestión de los servicios escolares, solución de los problemas estudiantiles y laborales, en suma con las cuestiones que absorben la mayor parte del tiempo y las energías de una institución de educación superior.

Por lo anterior, cualquier otra actividad de un ámbito distinto que asuma la universidad, suele representar un esfuerzo adicional para el personal y estudiantes, así como para la institución en su conjunto, máxime en un entorno que se distingue

por la contracción constante de los recursos públicos que se destinan al sector educativo del nivel superior en nuestro país y que desde luego ha alcanzado a nuestra Universidad. Esta astringencia de recursos que afecta de manera inevitable las funciones sustantivas de las IES como la docencia, generación del conocimiento y vinculación y extensión, con mayor razón obstaculizan la puesta en marcha de proyectos que, con frecuencia son considerados como desvinculados de la esencia de la universidad, en el mejor de los casos, o como acciones extravagantes o irrelevantes en el peor.Así las cosas, la UPN Morelos enfrenta un reto doble, por una parte, incorporar el compromiso de la educación por la sustentabilidad como parte de su misión, y por otra, enfrentar estos compromisos con los escasos recursos de que se disponen, y cuya situación seguramente permanezca así pues no se ven indicios de que pueda cambiar en el corto o mediano plazo; por tanto será necesario movilizar a los estudiantes, profesores y en general a toda la comunidad universitaria en favor de estos esfuerzos, lo que permitiría maximizar los escasos recursos de que se disponen por ahora.

En este punto es necesario plantearnos cómo la Universidad puede promover entre sus estudiantes o incluso entre sus profesores y trabajadores, conductas y actitudes en favor de la sustentabilidad. El planteamiento de ninguna manera es inédito, en realidad existe ya literatura que intenta aproximarse a cuestiones como ésta. Un segundo planteamiento que, ineludiblemente emerge, es por qué causas tan nobles y trascendentes y que además gozan, por lo menos aparentemente, de un amplio consenso y legitimidad social, no se traducen en un mayor compromiso y acción de la sociedad.

Teóricamente las IES son un espacio privilegiado para la formación de los valores y actitudes cívicos comprometidos con la sustentabilidad. Afirmar esto no es una exageración, las universidades en muchos sentidos son, en efecto privilegiadas. Concentran el sector de la población1 más afortunado, por ejemplo es el grupo con más alta escolarización e informado de la población, una gran parte de la intelectualidad de un país se congrega también en las universidades, por si fuera poco, en la universidad se concentra el cohorte poblacional más joven y dinámico de cualquier país.

1 México representa un porcentaje reducido de la población de 121 millones de habitantes que es la población total, la matrícula uni-versitaria alcanza 3 633.1 millones de estudiantes (1 784.5 hombres 1 848.5 mujeres) Presidencia de la República, 2015). Es decir que como porcentaje de la población total sólo el 3 por ciento de la población asiste a la universidad, si ese dato lo consideramos solamente respecto a la población en condiciones de cursar la universidad representaba el 29.89 en 2013

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Cómo explicar entonces cuando un joven universitario, con las características que se han mencionado, tenga actitudes indiferentes a las acciones en favor de la sustentabilidad, qué es lo que explica que algo tan simple como la separación de residuos sólidos no los realice a pesar de tener contenedores diferenciados por colores y carteles claros que lo invitan a cooperar en esta acción. Cómo explicar, por ejemplo, que profesores universitarios, algunos de ellos con grado de doctorado, no se comprometan con el ahorro de energía cuando en muchas ocasiones al permanecer fuera de sus espacios de trabajo por largo tiempo dejan los equipos de cómputo, luz o ventiladores encendidos. Trabajadores, alumnos o profesores que con una indolencia pasmosa permiten el desperdicio de agua en sanitarios u otros espacios sólo porque, argumentan, no es su responsabilidad.

Evidentemente no es falta de conocimiento o información lo que explicaría estas actitudes; difícilmente podríamos pensar que los casos mencionados se justifican porque no tienen acceso a la información mínima que les permita tener comportamientos diferentes, especialmente porque esa información, con todas las limitaciones que se quiera, está al alcance de todos, pero entonces qué es lo que explica que continúen con esa actitud. Probablemente la explicación esté menos en el ámbito de la información o formación y más en el terreno de lo valoral.

Desde luego es difícil tratar de explicar a profundidad la razón de ello, y no es ese el propósito de este escrito, por lo pronto podemos apenas intentar algunas hipótesis en el sentido de que para la mayoría de los jóvenes en México las problemáticas que tienen que ver con el medio ambiente y la sustentabilidad no son parte de las preocupaciones más apremiantes. Esto podría tener que ver con las condiciones económicas y sociales por las que atraviesa nuestro país y que no diferirían mucho de las condiciones en América Latina.

Carlos Maldonado (2015), menciona que:

Los asuntos que mayor interés despiertan entre la juventud son la educación y la salud, seguidos por la búsqueda de mejores salarios y mejor trabajo, la protección de los derechos democráticos, la propiedad de la tierra y

la explotación de los recursos naturales. Se observa que los temas prioritarios están relacionados con las oportunidades individuales (salud, educación, salario y trabajo) y son los que concitan mayor entusiasmo en comparación con causas más intangibles como la protección de los derechos democráticos. Al mismo tiempo, asuntos de lucha social “tradicional”, como la propiedad de la tierra o la explotación de los recursos naturales, temas vinculados tanto con discusiones generales sobre la apropiación de los ingresos generados mediante esa actividad como por sus efectos sobre el medioambiente, despiertan menos entusiasmo. (241).

Es lógico que en cualquier país las condiciones prevalecientes se reflejen en las preocupaciones y percepciones de la población y que por tanto en un México abrumado por los problemas de inseguridad y escaso crecimiento económico, los defensores de la agenda y las causas medioambientales tengan que nadar contracorriente. A esto habría que sumar el hecho de que el modelo económico neoliberal con la exaltación de los valores individualistas proclives al consumismo exacerbado y a la entronización de los mercados, hacen más extenuante el esfuerzo.

Cambiar los valores a favor de la sustentabilidad en los estudiantes universitarios no es una tarea fácil. “La formación personal de los valores nace, primariamente, en el seno de la familia. La personalidad se construye a través de una experiencia interior inscrita en el entorno familiar que transmite al individuo todo un sistema cultural impregnado de valores” (Briceño y Romero, 2007: 493). Su formación se genera por tanto en los primeros años, de tal manera que para la edad adulta estos valores están enraizados en la personalidad de los individuos. Los valores son fundamentales porque orientan la vida humana, le dan sentido y moldean el comportamiento de los individuos.

Las IES hasta ahora han soslayado la formación de los valores, se han concentrado fundamentalmente en la formación técnica de sus estudiantes, dando por hecho que la tarea de su formación valoral fue responsabilidad o bien de la familia o bien de la escuela básica.

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La Educación ambiental se mueve en el plano axiológico, en primer lugar, para desactivar algunos de los señuelos que, en nuestras sociedades, ofrecen un supuesto «progreso» a base de tener más y consumir más. El verdadero avance hacia un desarrollo sustentable vendrá por la aceptación y la puesta en práctica de valores que, en gran parte del mundo occidental, hemos perdido: la austeridad en el uso de los recursos; el reconocimiento de los límites; la capacidad para disfrutar de un ocio no necesariamente consumista; la valoración de los intangibles que proporcionan auténtica calidad de vida (el disfrute de la naturaleza, la compañía…) y que, generalmente, son gratuitos. (213)

Si la educación ambiental y más ampliamente la educación por la sustentabilidad se mueve en el plano axiológico, es evidente que sólo a través de una acción comprometida y convencida de los estudiantes puede ser duradera, se puede desde luego, tomar acciones de carácter coercitivas, como regulaciones que obliguen a ciertos comportamientos pro sustentable, pero estas acciones seguramente por carecer de la apropiación de los individuos tenderían a surtir efectos limitados, solamente mientras los incentivos o desincentivos para tales comportamientos se mantienen. Dobson (2001).

La cuestión del comportamiento sustentable no puede ser reducida a la discusión acerca de equilibrar zanahorias y garrotes. Desde un enfoque económico de la elección racional, suele privilegiarse que, dado que las personas se mueven por incentivos egoístas de la maximización de sus beneficios o la reducción de sus costos; esas personas estarían incentivadas solamente si tuvieran algún tipo de beneficio económico o social al adoptar comportamientos favorables a la sustentabilidad como el separar los residuos o dejar de utilizar el auto. Es decir que si en estas acciones las personas obtuvieran una exención fiscal o evitaran el cobro de una multa, entonces serían proclives a realizarlas. Sin embargo el riesgo es que se mantuvieran sólo mientras los incentivos fueran vigentes o que en su defecto, los ciudadanos buscaran evadir el cumplimiento burlando las sanciones.

Por lo tanto, un enfoque como el anterior no parece ser el más recomendable para lograr el cambio de valores duraderos que permitan transformaciones realmente de fondo; por ello se requiere un enfoque alternativo de origen voluntarista es decir que basa sus argumentos en el hecho de que los comportamientos y conductas de los individuos, si bien se dan en contextos influenciados por las estructuras económicas, éstas son relativamente independientes. El ciudadano que separa sus residuos o prefiere los productos ecológicos hará frecuentemente esto porque se siente comprometido con los valores y fines ecológicos. Como sostiene Beckman (citado por Dobson, 2007): El ciudadano no actúa de forma sustentable solamente por incentivos prácticos o económicos: las personas eligen hacer el bien por otras razones distintas al temor (de castigo o pérdida) o por deseo (de recompensas económicas o estatus social). Las personas actúan bien porque quieren ser virtuosas.

Ideas finales

Actualmente no son pocas las Instituciones de Educación Superior en México y el extranjero, que están haciendo esfuerzos por la sustentabilidad, La UPN Morelos ha decidido hacer lo propio, para ponerlo en términos de Peggy Barlett (2004), decidimos no esperar más a que alguien lo hiciera. El reto es, como se ha mencionado, muy grande, sin embargo, el compromiso de los que se han sumado a él, es significativamente mayor. Seguro habrá muchas decepciones, pero también grandes satisfacciones. La Universidad tendrá no sólo que separar los residuos o reducir el consumo de energía, sobre todo tendrá que sacudir conciencias, mejorar conductas y transformar valores en su comunidad universitaria, esto no es una empresa fácil pero ¡ya comenzamos!

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barlett, Peggy F. (2004); “No Longer Waiting for Someone Else to Do It: A Tale of Reluctant Bartlett, Peggy y Chasse Geoffrey (edits) (2004); Sustainability on campus: stories and strategies for change, Cambridge, Massachusetts, MIT press.

Briceño, Henry y Romero, Rosario (2007); “Formación de valores en educación ambiental para la conservación del ecosistema”, Revista de estudios interdisciplinarios en Ciencias Sociales, Vol. 9 (3): 491-508.

Dobson, Andrew (2007); “Environmental Citizenship: Towards Sustainable Development”, Sustainable Development, 15, 276–285.

Barlett Peggy F. “Leadership” (2004) “No Longer Waiting for Someone Else to Do It: A Tale of Reluctant Leadership, en Peggy F. Barlett y Geoffrey Chase, Sustainability on campus: stories and strategies for change, Cambridge, Massachusetts, MIT press pp. 67-87.

Maldonado Valera, Carlos F. Participación política, apego a la democracia y temas prioritarios de las personas jóvenes en América Latina, 2000-2013, en Daniela Trucco y Heiddi Ullmann (Edts), Juventud: realidades y retos para un desarrollo con igualdad, Chile, CEPAL pp 207-259.

Novo, María (2009); “La educación ambiental, una genuina educación para el desarrollo sostenible”, Revista de Educación, número extraordinario 2009, pp. 195-217.

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Transitar hacia la sustentabilidad desde un plantel educativo tiene varias implicaciones, para quienes inician en este camino, es común remitirse a la idea de que esto significa plantar arbolitos, separar los residuos, ahorrar agua y energía eléctrica. Y tienen razón, se trata de pasos muy importantes para avanzar hacia el sendero de la sustentabilidad. Sin embargo, de manera aislada, están muy lejos de representar en un sentido completo, integral, lo que realmente significa ser un plantel sustentable.

En este espacio quiero compartir mis reflexiones en torno a la importancia que guarda el hecho de tener una perspectiva amplia que inspire nuestro transitar hacia el rumbo deseado, para dar pasos certeros y alcanzar las metas planteadas. Lo que aquí busco compartir es el producto de un análisis de experiencias concretas emanadas durante el desarrollo del proyecto: Planteles educativos sustentables: Compartiendo saberes, que han tenido lugar en algunos de los centros escolares participantes.

Hacer estas reflexiones es una manera de aprender de la realidad y es a la vez, un compromiso para actuar de manera comprometida en su transformación. Así se ponen en juego principios filosóficos y pedagógicos de la Educación Popular expresados por Paulo Freire en varios de sus legados bibliográficos entre los que cabe citar el que refiere en su obra La educación como práctica de la libertad: “La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo”. Me gustaría matizar acerca de la frase de Freire, mencionando que para usar un lenguaje inclusivo y de acuerdo con rectificaciones que él mismo hizo al respecto en sus últimas obras, habría que decir explícitamente, del hombre y de la mujer y, siendo más precisos, sería mejor decir: la reflexión y acción de los hombres y las mujeres, para acentuar la idea de que necesitamos actuar de manera conjunta, colaborativa, inclusiva, pues sólo así tendremos la esperanza y la fuerza necesarias para alcanzar los sueños compartidos.

El camino hacia la sustentabilidad es sinuoso y carece aún de una buena señalización que facilite su acceso por vías rápidas y del todo confiables.

Eso de compartir los conocimientos …M a r g a r i t a H u r t a d o B a d i o l a *

* Este es un capítulo de un documento más amplio de la Red de Incidencia Civil en la Educación.

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Por ello, el recorrerlo al lado de otros lo puede hacer más fácil de transitar e inclusive convertirlo en una acción gozosa al permitirnos disfrutar de los aprendizajes logrados y de los éxitos alcanzados al ir tomados de manos amigas.

Entre los frutos principales cosechados de nuestro proyecto, podemos mencionar el surgimiento y el fortalecimiento de vínculos de amistad y compañerismo que se han dado al calor del trabajo colaborativo entre estudiantes, docentes, personal de apoyo de un mismo plantel y entre integrantes de comunidades educativas de diferentes centros escolares de distintas nacionalidades. Esto lo vemos expresado, por ejemplo, en el hecho de que uno de los espacios verdes construido en un plantel de la Universidad Pedagógica Nacional, con el impulso y el trabajo voluntario de estudiantes canadienses del Dawson College, haya sido bautizado como Jardín de la amistad y otro similar en el plantel de la Normal Superior Benito Juárez, lleve el nombre de Jardín por la paz.

La primera reflexión va pues en este sentido, si bien el solo hecho de enverdecer el plantel es una acción que por sí misma contribuye a mejorar el ambiente al transformar el bióxido de carbono en oxígeno, al conservar y propagar la biodiversidad, o al mejorar el paisaje, el hecho de realizar esta acción de manera participativa y con la intención de generar aprendizajes y poner en práctica valores, es lo que la convierte en una práctica sustentable en su acepción más integral.

Y es que no siempre resulta fácil avanzar en todos los campos, alcanzar estas metas de carácter más holista. A veces logramos que prendan las plantas que sembramos, en ocasiones erramos y no lo logramos por no considerar la falta o el exceso de sol o por no contar con quien las cuidara durante las vacaciones o simplemente, porque aún tenemos mucho que aprenderle al oficio de jardineros. Estos errores, sin embargo, no son tan graves y son susceptibles de enmendar. Así se vivió en la Normal Superior, y la enmienda resultó en algo muy positivo porque al no obtener los resultados deseados en el Jardín por la paz, se tomó la sabia decisión de trasladarlo a otro espacio que de ser un pasillo gris y abandonado al que arrojaban basura desde los salones, se convirtió mediante el trabajo colaborativo de la comunidad escolar en el proyecto Aula viva que ahora es un maravilloso espacio con diversidad de plantas de ornato, aromáticas y medicinales en el que además hay

expresiones artísticas como pinturas hechas en los muros por estudiantes del plantel.

Un plus de la experiencia vivida al construir el Aula viva consistió en haber podido hacer una pequeña acción para amortiguar un problema de pobreza que se agudizó por los efectos del huracán Ingrid en el estado de Guerrero ocasionando severos daños en las comunidades de origen de algunos estudiantes de la Normal. Los afectados no tenían recursos para pagar su colegiatura y fueron a solicitar una prórroga al director del plantel quien, en vez de ello, les ofreció la oportunidad de participar en la construcción del Aula viva y así cubrir su deuda. Los estudiantes aceptaron gustosos la oferta y echaron mano de sus conocimientos de albañilería y de trabajo en el campo, guiando a otros miembros de la comunidad en la obra y dedicando sus tiempos libres a la transformación casi mágica de un espacio contaminado, en un agradable lugar para la convivencia y el aprendizaje, que es actualmente un atractivo para otros seres vivos que forman ahora parte de la biodiversidad en el plantel.

Una reflexión en este sentido, es acerca de la complejidad que se puede apreciar en las acciones relacionadas con la sustentabilidad, pues como lo podemos ver en el ejemplo anterior, hay una serie de factores que se entremezclan y si no los observamos cuidadosamente pueden pasar desapercibidos e irse de nuestras manos sin que podamos darles un sentido, una intencionalidad educativa.

Las experiencias vividas durante el desarrollo de nuestro proyecto para crear planteles educativos sustentables, nos han permitido evidenciar que su alcance va mucho más allá de una simple capacitación para el manejo de las llamadas tecnologías amigables con el ambiente; supera las metas referidas al ahorro de energía eléctrica o mejor dicho las trasciende al abarcar aspectos formativos que tienen que ver con valores o que impactan en la conducta de las personas llevándolos a ser más solidarios, a aprender a ser, más que hacer.

Poder constatar estos hechos llenó de alegría y esperanza a mi corazón. Al conversar con tres estudiantes y su profesora acerca de los pasos dados y por dar en su plantel hacia la sustentabilidad, se refirieron con orgullo a once proyectos llevados a cabo en su institución, la sede Galeana de la UPN

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Morelos, como parte de las actividades curriculares de la asignatura “Desarrollo sustentable” que forma parte del programa de estudios de la licenciatura en Intervención educativa. Destacaron el proyecto para reutilizar el vidrio elaborando vasos, floreros, lámparas artesanales a partir de botellas cortadas con una máquina de su creación.

Pude apreciar la gran satisfacción por los alcances de este proyecto que fue seleccionado por el Instituto Nacional de la Juventud para ser presentado por su creadora en una comunidad de una zona vulnerable de Perú, para quien esta experiencia representa una gran riqueza al permitirle compartir sus saberes, aprender mucho y ampliar no sólo su concepto de sustentabilidad, sino sus horizontes y sus sueños.

Sus compañeros se han contagiado del entusiasmo y de la esperanza que trajo a su regreso Xamithé, la joven estudiante y futura interventora educativa y expresan también gustosos, lo que ven como avances en su plantel que cuenta ya con un jardín de plantas medicinales en el que están cultivando estevia, moringa, nim y noni, especies de gran valor para la salud que están siendo propagadas y promovidas no sólo en el plantel sino en el ámbito comunitario.Su entusiasmo ha crecido con el tiempo, al ver que las acciones realizadas han ido más allá de la meta de aprobar una materia al convertirse en tema de interés no sólo para estudiantes, docentes y trabajadores de su institución, sino para vecinos de la comunidad que se han acercado a preguntar por las plantas y a quienes ya se les ha tomado en cuenta para participar en talleres sobre temas ambientales organizados por un grupo de estudiantes apoyados por el director del plantel que sesionan semanalmente para continuar formándose y compartiendo sus saberes con sus compañeros y con la comunidad que rodea a la escuela.

Quiero insistir en el trasfondo de estas experiencias al no limitarse a los aspectos técnicos, al tocar temas referidos a planos humanos más profundos y trascendentales. En palabras de los estudiantes entrevistados en una charla informal, fue de lo más gratificante escuchar a Abigail decir: “Al principio, los compañeros de otros grupos nos decían: ‘ustedes nada más riegan plantitas’, ahora nos preguntan, se acercan a nosotros, entonces podemos compartir nuestros conocimientos.

Jael agrega que a su plantel todavía le falta para ser sustentable, que están por hacer un biofiltro para las aguas jabonosas y otras cosas más, pero salvo esto, reiteró el hecho de que “antes todo era interno, se quedaba en su grupo y ahora se comparte. Y eso, expresó con una rebosante sonrisa, “eso de compartir los conocimientos ¡es lo máximo!”

Instalar un sistema de captación de agua de lluvia es otro ejemplo de acción que contribuye a resolver problemas ambientales al aprovechar el agua pluvial y así ahorrar en el consumo de agua potable, cuya disposición representa un elevado costo para el municipio. Esta acción por sí misma ya es valiosa, pero el realizarla en un plantel escolar, que además está destinado a la formación de futuros docentes como es el caso de la Normal Superior, adquiere un matiz particular por su potencial multiplicador y por ser una fuente de aprendizajes multidisciplinarios que pueden generarse si les damos esa intención.

Se trata de captar el agua de lluvia y así ahorrar dinero evitando tener que adquirir el vital líquido pagando varias pipas durante la época de sequía. Pero más allá de este tipo de beneficios, la lección verdaderamente trascendente, es el acto educativo que puede generarse alrededor de la instalación de este sistema. Podríamos plantear, a manera de ejemplo, una serie de preguntas generadoras. Continuando con la inspiración filosófica y pedagógica de Paulo Freire que en su obra Pedagogía del oprimido, se refiere a la realidad, al mundo como medio educativo esencial cuando dice:“Nadie educa a nadie –nadie se educa a sí mismo-, los seres humanos se educan entre sí mediatizados por el mundo”.

Así, el tema del agua en toda su complejidad, brinda la oportunidad de aprender de la realidad que estamos viviendo en torno a este asunto, y una manera de hacerlo es cuestionarnos y pensar en acciones que podamos emprender para transformar la situación que van desde disminuir nuestra huella hídrica cambiando hábitos personales (bañarnos en menos tiempo, cerrar la llave mientras nos enjabonamos, reportar y reparar fugas), hasta organizar o participar en movimientos ciudadanos locales, estatales, nacionales o mundiales, en defensa como derecho humano fundamental.

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cerrar la llave mientras nos enjabonamos, reportar y reparar fugas), hasta organizar o participar en movimientos ciudadanos locales, estatales, nacionales o mundiales, en defensa como derecho humano fundamental.

En un plantel educativo que ha optado por transitar hacia la sustentabilidad, el agua es mucho más que una fórmula a memorizar: “H2O”. Va más allá de estudiar su ciclo de manera mecánica, plana. Se trata de un tema complejo ligado a factores económicos, socioculturales, políticos, religiosos, espirituales, de algo que podemos ver desde múltiples aristas: ¿es un recurso que puede ser explotado y comercializado por unas cuantas empresas trasnacionales? o ¿es un bien común que pertenece a todos los seres vivos del planeta?, ¿es justo que mientras unos carecen de ella para satisfacer sus necesidades más elementales otros la despilfarren brutalmente?, ¿tenemos derecho a contaminarla?

Y por qué no sentirla, mirarla desde la perspectiva poética, profunda, como la expresada en una canción de Joan Manuel Serrat en la que nos invita a cuidarla como ella lo hace con nosotros, en la que nos hace vivirla de manera holista:

“Si el hombre está vivoel agua es la vida.

¡Cuídala!, como cuida ella de ti.

Río, espuma, lluvia, niebla,nube, fuente, hielo, mar.Agua, barro en el camino,agua que esculpes paisajes,agua que mueves molinos.¡Ay agua que me da sed nombrarte!Agua que le puedes al fuego,agua que agujereas la piedra,agua que estás en los cieloscomo en la tierra.” Joan Manuel Serrat

Al optar por el camino a la sustentabilidad desde un plantel educativo, es importante adoptar prácticas que promuevan el cuidado y el ahorro del agua, de la energía, del suelo, de la biodiversidad, adquiere relevancia el llevar a la práctica un manejo integral de los residuos sólidos, pero todo esto no es suficiente si no lo hacemos como una estrategia educativa que incida de manera profunda en la formación de seres humanos, que los haga reflexionar en torno a la realidad que estamos enfrentando en términos ambientales, que transforme su vida y que los lleve a soñar en un mundo sustentable, los impulse a compartir ese sueño y les dé la esperanza y la fuerza suficiente para juntos, transformarlo en realidad.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Freire, Paulo (1974) La educación como práctica de la libertad. Ed:Siglo XXI Buenos Aires.

Freire, Paulo (2002) Pedagogía del Oprimido. Ed: Siglo XXI, Madrid.