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Voces o�ciales para una política de represiónA PROPÓSITO DEL 170 ANIVERSARIO DEL “PROCESO DE LA ESCALERA”O�cial voices for a policy of repressionA BOUT THE 170TH ANNIVERSARY OF THE “PROCESS OF THE STAIRS”BÁRBARA DANZIE LEÓN

LIC. INVESTIGADORA AGREGADA Y PROFESORA TITULAR. DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIONES DEL ARCHIVO ONACIONAL DE LA REPÚBLICA DE CUBA

[email protected] �

RESUMEN. Muchos fueron los mecanismos de control establecidos por la oligarquía negrera esclavista y sus principales representantes durante el pe-riodo colonial, para sustentar su poder en Cuba. Algunos estuvieron encaminados a acentuar las divisiones entre la llamada población de color. En la memoria escrita de la nación, existen so-brados documentos que avalan la ideología se-gregacionista que amparó la ejecución de sus po-líticas represivas y racistas, de las que el presente trabajo constituye un incuestionable testimonio documental.

PALABRAS CLAVES: Cabildos de nación, libres de color, oligarquía esclavista

ABSTRACT. Many were the control mechanisms estab-lished by the slave trade slave oligarchy and its main representatives during the colonial period, to sustain their power in Cuba. Some were designed to accentuate divisions between so-called colored population. Written in the nation, there is every memory documents supporting segregationist ide-ology that upheld the execution of its repressive and racist policies, of which the present work is an unquestionable documentary evidence.

KEYWORDS: Nation council, free men of color, slaveholdingoligarchy.

Danzie, Bárbara: “Voces �� oficiales para una política de represión”. Boletín del Archivo Nacional, enero- diciembre 2014, pp. 145-155, La Habana, Cuba.

D

RECIBIDO: 10 | 04 | 2014APROBADO: 22 | 05 | 2014

. BOLETÍN DEL ARCHIVO NACIONAL .RNPS: 0157 | ISSN: 0864-0769 | NÚMERO 22 | ENERO-DICIEMBRE | 2014 | PP. 145-155

La burocracia colonial, los negreros y esclavistas criollos,

crearon para defender sus privilegios, el prejuicio racista contra la gente de color.

JOSÉ LUCIANO FRANCO

Muchos fueron los mecanismos de con- O

trol establecidos por la oligarquía esclavis-ta en el periodo colonial para sustentar su poder, algunos estuvieron encaminados a acentuar las divisiones entre la población negra. Descali�car y dividir fue y sigue siendo la mejor fórmula para someter. Así, fueron cali�cados de inferiores, salvajes y

torpes los africano/as, y sus descendientes criollos, imponiéndoles y estimulando un régimen de diferenciación, que hizo sin du-das más fácil su explotación y más largo el camino de su liberación.

La creación de los cabildos de nación para africanos de una misma etnia, y más tarde sus descendientes, esa suerte de sociedad de socorros mutuos y diversión, concebidos por los españoles1, bajo la aparente intención de

1 Aunque Fernando Ortiz asegura que los cabil-dos fueron creados por los españoles, la Dra. Gloria García a�rma, con toda razón, que no se

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ofrecerles un espacio de distracción y hacer “más llevadera su rebajada condición huma-na”, formó parte del rejuego del control. Tuvo entre sus objetivos estimular las ancestrales diferencias tribales y aislar a sus miembros entre sí.

Desde su surgimiento se establecieron prohibiciones para evitar reuniones en un mismo cabildo de africanos de diferentes et-nias, de pardos y morenos, de libres y escla-vos2; lógicamente tampoco era permitida la entrada de hombres blancos. No obstante, y a pesar del férreo control que sobre ellas existía, se sabe que en el seno de estas corporaciones se gestaron importantes conspiraciones que lograron unir a los diferentes grupos sociales y raciales –cada uno con objetivos propios– en torno a un mismo propósito: la emancipación en su sentido más amplio. La conspiración li-derada por el negro libre José Antonio Aponte en 1812 es un ejemplo de ello.

El triunfo de la Revolución de Haití y la proclamación de su independencia en 1804, acrecienta la tendencia revolucionaria en el Caribe y en la América insular donde nati-vos, negros−libres o ex esclavos− y criollos blancos, protagonizan los procesos de inde-pendencia latinoamericana. Paralelamente se realizan discusiones a nivel continental sobre la supresión de la trata negrera y la es-clavitud, bajo las presiones inglesas, mientras aumentan las sublevaciones de esclavos en aquellas colonias donde todavía la abolición era un anhelo, Cuba entre ellas; por lo que las reuniones de negros y particularmente los cabildos de nación, se tornaron cada vez más temidos y controlados.

ha encontrado ningún documento que avale tal a�rmación.N. A.

2 En el transcurso del tiempo algunas de estas res-tricciones se fueron eliminando, como la parti-cipación en un mismo cabildo de negros libres y esclavos, aunque estos últimos mantuvieron un lugar de total subordinación dentro de los cabil-dos de libres. Ver para este aspecto: García, Glo-ria: Los cabildos de nación: organización, vicisitu-des y tensiones internas (1780-1868).

Los documentos que a continuación se reproducen re�ejan de forma muy elocuen-te las estrategias trazadas y las tácticas uti-lizas para evitarestas nefastas in�uenciasy sobre todo para tratar de mantener el con-trol de la población negra,mediante su es-trati�cación.

Estos testimonios pertenecen a la déca-da del 40 del siglo XIX, plena decadencia del sistema esclavista, y expresan algunos de los juicios y criterios de las �guras de más alta representatividad del poder colonial de su época en la Isla: el Capitán General, Leopol-do O’Donnell y Jorris (1843-1848), de acre-ditada trayectoria represiva; el Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe3, Francisco García del Fierro, bajo cuyo mando se encon-traban los asuntos legales del Departamento Central y Oriental de la Isla y el Gobernador de Santiago de Cuba.

Leopoldo O’Donnell, apodado “el leo-pardo” y catalogado por el historiador José Luciano Franco, como una hiena con plenas facultades para asesinar, había sido envia-do a Cuba con la misión de revertir la crisis económica y social, ofrecer garantías eco-nómicas a los dueños de esclavos y resolver con mano férrea todas las tensiones que se habían creado por las presiones del cuestio-nado cónsul inglés David Turnbull, comi-sionado para hacer cumplir los Tratados de Supresión de la Trata de 1817 y 1835. En una palabra, para aquietar todos los miedos.

Entre estos el “miedo al negro”, que en aquel momento no es otro que el terror a per-der los bene�cios económicos y sociales que signi�ca la esclavitud legal y moral de afri-canos y sus descendientes, se hace evidente en un intercambio de o�cios entre las �guras políticas anteriormente mencionadas. En ellos se reconocen las capacidades organiza-

3 La Audiencia de Puerto Príncipe radicada en la Isla, como continuadora de la Audiencia de San-to Domingo, representó al poder Real y mantuvo una actuación �el defensora de los intereses es-clavistas.

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tivas y el relativo ascenso que habían alcan-zado muchos libres de color, lo que estimula y la vez justi�ca la segregación con el objeti-vo expreso de lograr su desmovilización.4

El referido intercambio tiene como pun-to de partida los criterios de José de Oñate, un rico propietario español radicado en San-tiago de Cuba, quien estimulado por los ya acostumbrados rumores de un posible des-embarco de una expedición extranjera pro-cedente de Jamaica y Haití, apoyada por los ingleses,con intenciones de insurreccionar a los negros de Cuba, envió una comunicación al Regente de la Audiencia de Puerto Prínci-pe, fechada 25 de octubre de 18435, previnién-dole de una “alarmante” reunión en Cuba –léase Santiago de Cuba−, de un Cabildo de alrededor de 1200 negros criollos entre los cuales Miguel Linares y otros habían sido juz-gados en 1823 por participar en una conspira-ción. De inmediato se desatan los resortes y el Regente de Puerto Príncipe ofrece sus prejuiciadas opiniones al Capitán General, plagadas de malsanos propósitos:

Reuniones tan numerosas y complicadas como las que describe Oñate siempre son peligrosas y expuestas a graves desórdenes que un gobierno zeloso(sic) tiene que precaver. El menosprecio

4 En este sentido resulta interesante destacar que entre las medidas tomadas por O ’Donnell para evitar los contagios y garantizar la desmoviliza-ción, está su Disposición de abril de 1844, en la que establece que todo negro libre proveniente del extranjero, abandonara la Isla en un plazo no mayor de 15 días. La represión que desató durante el Proceso de la Escalera, estuvo acom-pañada por una Ordenanza dictada en ese mis-mo año, con la que del mismo modo se trata de limitar las relaciones entre los hombres y muje-res negros y los hombres y mujeres blancos. Ci-tada en: Con el látigo de la ira. Barcia Manuel: 2000, p105.

5 Durante el año 43 habían sucedido importantes sublevaciones de esclavos, sobre todo enla pro-vincia de Matanzas, entre ellas la del ingenio “Alcancía”, “La Luisa”, “La Trinidad”, “Las Nie-ves”, “La Aurora”, y en noviembre “Triunvirato” y “Ácana”.

con que hasta el presente han mirado los negros criollos a los bozales, ha sido un elemento po-deroso pa, garantizar el orden y es muy grande imprevisión el tolerar que se relaje ese resorte. Un gobierno avisado debe fomentar ese princi-pio de desunión, si bien por medios indirectos, e�caces, pa(sic) que lejos de disminuir vaya en aumento. Poco hay quetemer de los negros bozales por su consumada estupidez; pero los criollos que por lo regular saben leer y escribir, y que se hayan en posesión de las arte y o�cios y que entre los cuales hay muchos que son dueños de considerables capitales, pueden relacionar-se con los negros de Sto Domingo y Jamayca, y una vez amalgamados con la enorme masa de bozales, que ellos dirigirán a su antojo, dar un golpe fatal y tal vez irremediable (…) Ningun blanco debe mezclarse directa ni indirecta-mente en los reinados de negros. A los criollos debe prohibírseles porque ellos tienen otros me-dios de solazarse; y respecto de los bozales cada nacion debe tener el suyo, sin que se les permita mezclarse unos con otros (…) Por mi parte creo cumplir en la ocasión presente, comunicando a VE esta importante noticia, y haciéndole las indicaciones que por el conocimiento que tengo del país me parecen más a propósito p.a lograr tan santo �n. Toca a VE perfeccionar la obra, y confío que lo hará con tanto acierto como exije un negocio tan delicado,porque sé muy bien todas las virtudes que adornana V.E. y los grandes bene�cios que debe esperar la metró-poli de la atinada elección que se ha hecho de su persona p.a un mando tan espinoso

Dios gue a V.E. MS Pto Príncipe1º de Noviem-bre de 1843

Exmo Sor

Fco García del Fierro6

(ORTOGRAFÍA DEL DOCUMENTO ORIGINAL).

6 Ver el texto completo en el Anexo1. Fondo Go-bierno Superior Civil L367/ 13877.

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Figura 1. Fragmento de oficio del Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe al CapitánGeneral Leopoldo O’Donnell. Fondo Gobierno Superior Civil Legajo/367/ 13877.

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O’Donnell, con apenas diez días de mandato en la Isla, mostró su disposición a desempe-ñarse con el encarnizamiento implacable que para estos asuntos, caracterizó su gobierno. Da de inmediato las indicaciones precisas al Gobernador de Santiago de Cuba:

Desde luego me parecen bien y merecen mi aprobación las ideas que el Sr Regente indica. Al ponerlas VE en practica(sic) debe procurar especialmente que nunca las reuniones de los negros sean numerosas y p.a ello no permitir que se mezclen de naciones diferentes; y si los de una misma formasen un cabildo ó reunión muy crecido podrá dividirle: enellos no deben mezclarse los negros libres con los esclavos, al contrario debe sostenerse y fomentarse la aver-sión o antipatía que entre ellos existe por la di-ferencia de sus derechos y posición, de modo que la barrera que hasta ahora los ha separa-do se conserve y aun forti�que. Tambien VE estenderá su vigilancia que ningún blanco y especialmente los estrangeros se mezclen en las �estas de los negros es menestertener muy pre-sente que la posición de ese distrito, su inme-diación a Santo Domingo y su mayor cercanía y relaciones con otras islas donde existe cierta clase de sociedades con tendencia y planes en favor de la emancipación lo hacen naturalm-te el objeto masseñado y masá propósito para sus maquinaciones: para evitarla es prudente que V.E. tomado conocimto del país procure adquirir datos particulares y reservados que en todo caso le pongan en el de tener con an-ticipación noticias de cualquier maquinación que se intente: asi V.E. sin aparecer jamas con recelos de que teme los efectos de las intrigas o de cualquier revuelta parcial pues que efecti-vamte siempre seria de resultados impotentes como los que han tenido lugar actualmte en la provincia de Matanzas, debe estar prevenido p.a. todo evento, y en tal caso obrar con resolu-ción y energía seguro de mi aprobación en todo lo que tienda a la tranquilidad y seguridad de esta Isla ó al pronto y ejemplar castigo de los perturbadores y spre que no haya lugar a espe-rar mi determinación.

Diosguie

FECHADO 8 DE NOVIEMBRE DE 18437


Por su parte el Gobernador de Santiago de Cuba, muestra su disposición a cumplir con las orientaciones y responde al Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe lo que tra-sunto a continuación:

(…) Las indicaciones de VS coinciden con otras que he recibido con el mismo objeto. Por hoy no temoque puedan ser de consecuencias pero percibo bien que es muy importante la vigilan-cia y previsión y estoy dispuesto a castigar con mano fuerte y ejemplar cualquier tentativa de hecho que se intente, pero deseamos precaver-las, y por esta razón y especialmente porque me da a conocer los sentimientos y el celo de VY en bien de la Madre Patria, aprovechare sus indicaciones y adopto las disposiciones que considero muy oportunas y no dudo que VYScontinuará (ilegible)todos los datos que adquiera tanto sobre el particular como sobre cualquier otro que interese a la seguridad de sus dominios. Dios (ilegible)

FECHADO 8 DE NOVIEMBRE DE 18438


7 Fragmento del O�cio enviado por el Capitán General Leopoldo O’Donnell al Gobernador de Santiago de Cuba. Fondo Gobierno Superior Ci-vil L367/ 13877. Un párrafo de este documento fue publicado por la Dra. Gloria García en el ar-tículo: Los Cabildos de nación… Ob.Cit. Por la im-portancia que reviste su contenido consideramos oportuno reproducirlo completamente.Ver el do-cumento completo en el Anexo 2.

8 Fragmento del O�cio enviado por el Gobernador de Santiago de Cuba al Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe. Fondo Gobierno Superior Civil L367/ 13877. Ver el documento completo en el Anexo 3.

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Figura 2. Fragmento de Oficio del Capitán General Leopoldo O’Donnell al Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe. Fondo Gobierno Superior Civil L367/ 13877

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Figura 3. Fragmento de Oficio del Gobernador de Santiago de Cuba al Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe. Fondo Gobierno Superior Civil L367/ 13877.

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Los criterios que se expresan en estos docu-mentos fueron sin dudas las premisas ideo-lógicas de la �ereza que rigió en el ejempla-rizante proceso iniciado en enero de 1844, en la causa por Conspiración de la gente de color contra los blancos, conocido como el tristemente célebre “Proceso de La Escale-ra”, considerado el más violento episodio de represión ejecutado en el siglo XIX contra li-bres, esclavos y todos aquellos que apostaban por el �n de la esclavitud.9De igual modo son una evidencia del cinismo y el desprecio con que las autoridades coloniales lastraban el destino futuro de la llamada raza de color.

La disposición a castigar con mano fuerte y ejemplar a los que se atrevierana enfrentar tan injusto orden social siempre estuvo laten-te en el pensamiento colonialista, lo mismo ocurrió en la neocolonia durante la masacre de 1912.

A MODO DE CONCLUSIÓNLas políticas de subordinación y someti-miento estimulan los prejuicios de todo tipo, particularmente los raciales. Estos fueron y siguen siendo un poderoso instrumento en manos de los gobiernos represivos y sus lacayos, quienes adecuan los códigos de di-ferenciación entre pueblos y hombres para defender intereses económicos y de clase.

Los mecanismos de fragmentación utili-zados en el siglo XIX para estrati�car racial-mente a lapoblación cubana, poseen tardías y perdurables secuelas ideológicas, quese re-producen en algunos individuos de manera inconsciente, aun a la distancia de 170 años. Promover el conocimiento de estos testimo-nios, favorece no sólo a la descolonización de la memoria histórica sino que también ayu-da a explicar algunas de las causales más re-motas los prejuicios raciales. Visualizar estas

9 Durante el “Proceso de la Escalera” fueron acu-sadas o procesadas más de 96 personas blancas, entre ellas Domingo del Monte, José Antonio Saco y José de la Luz y Caballero. Dato tomado de Franco, José Luciano: La reacción española contra la libertad, p38.

fuentes nos ayuda a despojarnos de sus ana-crónicas manifestaciones.

ANEXO 1Transcripción íntegra del O�cio enviado por el Regente de la Audiencia de Puerto Prínci-pe al Capitán General Leopoldo O’Donnell.

Regencia de la Audiencia y Chancillería de Puerto Príncipe.

Como la conservación del orden y la tran-quilidad pública es el primer deber de los em-pleados de S.M. en esta Isla, lo cumplo gusto-so, elevando al Superior conocimiento de VE la importante noticia que un vecino de Cuba, honrado español y rico propietario de aquel distrito D. José Oñate, me comunica en la ad-junta carta entregada a la mano por el co res-petable abogado, vecino y propietario de esta vecindad D. Fran de Faciola.

El suceso que re�ere no debe mirarse con indiferencia: Si Sr, Cuba es el punto mas peli-groso de esta Isla, alli han tenido lugar acon-tecimientos muy serios que no causaron su ruina por la prudencia y energía con que les corto el vuelo el Exm. Sor CapnGral.D. Mi-guel Tacon y es de temer que se repitan otros tal vez peores, ya por su inmediación a las Is-las de Jamayca y Sto Domingo, y ya porque se-mejantes sucesos dejan siempre raices que no es muy fácil estirpar enteramente.

Enhorabuena que se conservan esos Cabil-dos que la piedad de nuestros Soberanos per-mitió celebrar a los esclavos en determinada época del año, como un desahogo pa. suavizar su suerte; pero no se descuide adoptar todas aquellas precauciones que conduzcan a evi-tar, que se convierta en mal, de sus bienhecho-res una gracia tan generosamente acordada.

Reuniones tan numerosas y complicadas, como las que describe Oñate, siempre son pe-ligrosas y espuestas a graves desordenes, que un gobierno zeloso tiene que precaver. El me-nosprecio con que hasta el presente han mira-do los negros criollos a los bozales, ha sido un elemento poderoso pa, garantizar el orden y

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es muy grande imprevisión el tolerar que se re-laje ese resorte. Un gobierno avisado debe fo-mentar ese principio de desunión, si bien por medios indirectos, e�caces, pa(sic) que lejos de disminuir, vaya en aumento. Poco hay que te-mer de los negros bozales por su consumada estupidez; pero los criollos que por lo regular saben leer y escribir, y que se hayan en pose-sión de las arte y o�cios y que entre los cuales hay muchos que son dueños de considerables capitales, pueden relacionarse con los negros de Sto Domingo y Jamayca, y una vez amal-gamados con la enorme masa de bozales, que ellos dirigirán a su antojo, dar un golpe fatal y tal vez irremediable.

Oñate dice que los criollos libres y esclavos se han reunido y formado un Cabildo de mil a mil doscientos: que eligieron Rey, le coro-naron y proclamaron, y procedieron a hacer nombramientos que tal cual los anuncia, han sido inusitados, y aunque esto se haya veri�-cado con licencia del gobierno y bajo los aus-picios de una guardia, es menester observar, que los males no se presentan desde el princi-pio co todo el horror que inspiran después, y mas vale evitarles que remediarles.

La circunstancia de haber recaído la elec-ción de Rey en el negro Linares, que Oñate re-cuerda haber sido procesado el año de veinte y tres sobre proyectos de insurrección, es desde luego, sumamente alarmante, asi como el au-mento de cargos con que parodian las digni-dades del Estado. Todo esto es muy peligroso, y sin duda alguna llamará la tención de V.E., y escitará su acreditado zelo a dictar las me-didas convenientes, pa impedir, que cunda un mal que puede ser el fermento de otros muchos y re�ejar en nosotros los estragos de la Isla ve-cina.

Ningun blanco debe mezclarse directa ni indirectamente en los reinados de negros. A los criollos debe prohibírseles porque ellos tie-nen otros medios de solazarse; y respecto de los bozales cada nacion debe tener el suyo, sin que se les permita mezclarse unos con otros, ni que las elecciones limitadas a cierta espe-cie sin reproducir todos los cargos del Estado,

recaigan jamas en individuos que hayan sido procesados.

Tales son las precauciones que me parece preciso adoptar. Sé que un Jefe distinguido va a encargarse pronto del Gobierno de Cuba, y todo

Por mi parte creo cumplir en la ocasión presente, comunicando a VE esta importante noticia, y haciéndole las indicaciones que por el conocimiento que tengo del país me pare-cen más a propósito p.a lograr tan santo �n. Toca a VE perfeccionar la obra, y confío que lo hará con tanto acierto como exije un ne-gocio tan delicado, porque sé muy bien todas las virtudes que adornan a V.E. y los grandes bene�cios que debe esperar la metrópoli de la atinada elección que se ha hecho de su perso-na p.a un mando tan espinoso

Dios gue a V.E. MS Pto Príncipe 1º de No-viembre de 1843 10

Exmo Sor Fco García del Fierro


ANEXO 2Transcripción del O�cio enviado por el Ca-pitán General al Gobernador de Santiago de Cuba.

or Al Gob de Cubaa Hab 8 de Nov. de 1843

Las adjuntas copias instruirán V. E. de las comunicaciones que me ha dirigido el Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe a cerca del importante objeto a que se re�eren.

Su lectura hará percibir a V.E. lo grave de este negocio y cuanto requiere su vigilancia y

10 Fondo Gobierno Superior Civil L367/ 13877. Ar-chivo Nacional de la República de Cuba.

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prevision. Es preciso evitar sus consecuencias por que hoy que aparecen ligeras y en breve descuidadas pueden ser funestas. Toca a V.E. precaberlashaciéndo uso de su autoridad y de los medios que ella y su celo le sugiera.

Desde luego me parecen bien y merecen mi aprobación las ideas que el Sor Regente indica. Al ponerlas V.E en practica debe pro-curar especialmente que nunca las reunio-nes de los negros sean numerosas y pa ello no permitir que se mezclen los de naciones dife-rentes; y si los de una misma formasen un ca-bildo ó reunion muy crecido podrá dividirle: en ellos no deben mezclarse los negros libres con los esclavos, al contrario debe retenerse y fomentarse la aversión ó antipatia que entre ellos existe por la diferencia de sus derechos y posición de modo que la barrera que has-ta ahora los ha separado se conserve y aun forti�que: Tambien V.E. estenderá su vigi-lancia á que ningun blanco y especialmente los estrangeros se mezclen en las �estas de los negros: es menester tener muy presente que la posición de ese distrito su inmediación á Santo Domingo y su mayor cercania y re-laciones con otras islas donde existe cierta clase de sociedades con tendencia y planes a favor de la emancipación, lo hacen natural-mte el objeto mas señalado y mas a proposi-to para sus maquinaciones: para evitarlas es prudente que V.E.- tomando conocimto del pais, procure adquirir datos particulares y reservados que en todo caso le pongan en el de tener con anticipación noticias de cual-quier maquinación que se intente: asi V.E. sin aparecer jamas con recelos de que teme los efectos de las intrigas ó de cualquier re-vuelta parcial pues que efectivamte. siempre seria de resultados impotentes como los que han tenido lugar actualmte. En Matanzas, debe estar prevenido pa. todo evento, y en tal caso obrar con resolucion y energia se-guro de mi aprobación en todo lo que tienda a la tranquilidad y seguridad de esta Yslaó al pronto y ejemplar castigo de los perturba-dores y spre que no haya lugar á esperar mi determinación .

Dios V11


ANEXO 3Trascripción del O�cio enviado por el Go-bernador de Santiago de Cuba al Regente de la Audiencia de Puerto Príncipe.

8 d Nov de 1843 a Al Regte de la Aud de Puerto Principe

YSAprecio muy particularmente la comu-

nicación q VYS me dirije respecto a las re-uniones de negros q con motivo de celebrar su Cabildo o �esta han tenido lugar en San-to d Cuba.

Las indicaciones de VS coinciden con otras que he recibido con el mismo objeto. Por hoy no temo que puedan ser de conse-cuencia pero percibo bien que es muy im-portante la vigilancia y prevision y estoy dispuesto a castigar con mano fuerte y ejem-plar cualquier tentativa de hecho que se in-tente, pero deseamos precaverlas, y por esta razón y especialmente porque me da a cono-cer los sentimientos y el celo de VY en bien de la Madre Patria, aprovechare sus indi-caciones y adopto las disposiciones que con-sidero muy oportunas y no dudo que VYS continuará (ilegible) todos los datos que ad-quiera tanto sobre el particular como sobre cualquier otro que interese a la seguridad de estos dominios.

Dios (ilegible)12


11 Fondo Gobierno Superior Civil Legajo 367/ 13877. Archivo Nacional de la República de Cuba.

12 Fondo Gobierno Superior Civil Legajo 367/ 13877.

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FRANCO, JOSÉ LUCIANO: La Gesta Heroica de Triunvirato. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1978.

GARCÍA, GLORIA:“Los Cabildos de nación: organización, vicisitudes y tensiones inter-nas (1780-1868)”. En:Revista del Caribe, No 43,año 2004.

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Fuentes consultadasARCHIVO NACIONAL DE LA REPÚBLICA DE

CUBA.Fondo Gobierno Superior Civil Legajo 367/13877.

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bibliografíaBARCIA PAZ, MANUEL: Con el látigo de la ira.

Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2000.

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