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Visita Pastoral a San Miguel de Oia – Vigo
El Sr Obispo inició la Visita pastoral al arciprestazgo de Sto André por
nuestra parroquia. Una vez enviado el programa de eventos, el miércoles 15 de marzo,
en el despacho parroquial, el Vicario de Pastoral D. José Vidal recibía el informe
pastoral; el nuevo Ecónomo D. Jesús Martínez Carracedo, revisaba y firmaba el libro de
Cuentas de Gestión, la documentación de Catastro, visitó el estado de la rectoral, locales
parroquiales, cementerio, capilla Liñares y animó a la reparación de la iglesia parroquial
alegrándose que exista un consejo de asuntos económicos con funciones incluidas de
comisión de cementerio; y el Secretario de visita D. Andrés Fuertes Palomera revisó y
firmó los libros sacramentales de Bautismo, Confirmación, Matrimonio y Difuntos y
nos pidió la actualización del inventario, siguiendo el formato marco con fotografías.
Superado esta necesaria inspección canónica, vino el sábado 17 marzo de 10.30
a 12 el encuentro del Obispo con el párroco y los representantes del consejo parroquial
(catequistas, adoradores masculinos y femeninos, caritas, liturgia, equipo + de
evangelización, sacristán, ecónomo, consejo economía y comisión cementerio). Fue un
encuentro gozoso, después de la invocación al Espíritu Santo, cada uno expuso lo que
hacían y los nuevos “fichajes” lo que hicimos en este casi primer año como párroco. El
Obispo dirigió unas palabras a cada grupo.
Todos nos sorprendimos del trabajo en comunión y creatividad (ser
atrevidos, pero siempre en comunión) que estamos
viviendo, del sentido de pertenencia y estar todas
franjas de edad. Aunque nos falte el equipo de
pastoral de la salud (visitadores de enfermos) sabia que
aun no constituido y un equipo de trabajo de familias,
también esta en creación. Una parroquia con nuevos
métodos llamada a ser “parroquia piloto” para la
renovación pastoral diocesana, nos animó el Obispo.
El Domingo 18 marzo comenzó con una visita
a un enfermo, que era de Viladecruces, que conocía la
familia del Obispo. Fue una sorpresa. Después fuimos
hacia la iglesia y en la plaza nos recibían los niños y
padres de catequesis, que recibieron al Obispo con un
flasmob, le entregaron unos dibujos y lo acompañaron a la Santa Misa cantada por el
corillo de los Domingos y preparada por grupo de Liturgia de la iglesia y de la capilla,
pues solo tuvimos una sola misa, para manifestar nuestra comunión eclesial
En la homilía el Obispo
nos animaba a continuar con el espíritu
de comunión (Novo Milennio Ineunte
de s. Juan Pablo II) y la alegría de la
fe, según la Evangelium gaudium del
Papa Francisco, manual de ruta a
aplicar. Como era día del Seminario
insistió en la oración y apoyo al
mismo.
Tras la Santa Misa en la
puerta de la iglesia pudieron saludar al
Obispo los asistentes y fuimos al
Cementerio donde tuvimos un
momento de recuerdo emotivo rezando juntos un responso por los enterrados en el
mismo y en el mar, y también por la madre del sr. Obispo que dentro de un mes será su
aniversario.
Hicimos un recorrido por el mismo y le manifestamos la idea de construir
un columbario en la capilla del mismo para los fieles y juntando a los párrocos
enterrados aquí.
Salimos del cementerio, aún fuimos a visitar a dos enfermos y después una
comida fraternal muy distendida.
Tras la comida subimos al Parque Forestal donde nos acogió agradecido el
presidente de la comunidad de montes.
Nos contó como salvaron nuestro monte, gracias a Dios y a los voluntarios, casi
sin medios técnicos enfrentarse a llamas de 20 metros hasta que cambió la orientación
del viento en aquella terrible noche del 15 al 16 de octubre.
El Obispo cambio el báculo por el sacho. Plantamos entre los asistentes doce
carballos, en honor de los 12 apóstoles, nos decía el presidente.
Al final el Obispo agradeció la acogida y el trabajo de los comuneros y
voluntarios. Nos recordó que no era un acto folclórico lo que hicimos plantando, sino un
acto que nace del compromiso de la fe, que nos implica en la tarea de cuidar la casa
común, que es la naturaleza, y modelo de ello es San Francisco de Asís.
Terminamos el acto rezando la oración compuesta por el Papa Francisco en su
encíclica ecológica “Laudato si”.
Y del monte al mar, con la Virgen del Carmen y las familias marineras de
Canido, en el Club Deportivo Marítimo, donde tras rezar las tres Avemarías y cantar la
Salve marinera, echamos al mar un ramo de flores recordando a los que no están
olvidados.
Terminamos este Domingo a los pies de la Virgen de los Liñares, rezando un
rato, mientras ponían en su peana a la Virgen del Carmen, que la trajeron en
“papamóvil” (Land Rover descapotable) del acto con las familias marineras y del barrio
de Canido.
El lunes 19 marzo, proseguía la Visita Pastoral e hicimos la visita a los
encargados del faro y a los investigadores del centenario y premio Vigués distinguido,
Medalla de oro de Galicia, el Centro Oceanográfico, situado junto al faro de Cabo
Estay, que dirige la viguesa Doctora en Ciencias Químicas y Biológicas Dña Mª
Victoria Besada.
Nos enseñó las instalaciones del centro y los cultivos de peces para reproducir en
piscifactorías.
Después fuimos al Colegio público Ría de Vigo donde los niños le hicieron
preguntas al Obispo. Ana Maquieira, la profesora de Religión; Daniel el Director,
Lorena, jefa de Estudios y otros profesores tambien conversaron con el Obispo en la
sala de profesores.
Y así terminamos el lunes por la mañana, hasta un nuevo recorrido para
visitar más enfermos, celebrar la Santa Misa un jueves de mayo en la capilla de los
Liñares, que como cada jueves queda abierta para la Visita al Señor, como iglesia de
guardia, iniciativa de abrir fuera del horario laboral, dar espacio para la oración
silenciosa y encuentro con Señor, la escucha del testimonio de hermanos y la
reconciliación sacramental.
Unos días antes de la Visita Pastoral, el jueves 8 de marzo, en esa capilla
nos unimos a las 24 horas para el Señor, del jueves al viernes, sin pisar la iniciativa
diocesana, fue sorprendente la respuesta, sobre todo en las horas de madrugada. Unas 60
personas cubrieron todos los turnos.
Terminará la Visita Pastoral con una Eucaristía, un domingo aún sin fijar, en
verano con los feligreses turistas, que cada año disfrutan de nuestra tierra y mar, además
de organizar el Mercadillo de Liñares, cuyos fondos los entregan a Caritas diocesana y
parroquial.
GLORIA A DIOS.