v1n104entrenamiento y transferencia

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  • 40 ANDRS M. PREZ-ACOSTA, JOS I. NAVARRO GUZMN, SANTIAGO BENJUMEA RODRGUEZ

    Univ. Psychol. Bogot (Colombia) 1 (1): 40-51, enero-junio de 2002

    ENTRENAMIENTO Y TRANSFERENCIADE LA AUTODISCRIMINACIN CONDICIONAL

    EN AUTISTAS*

    ANDRS M. PREZ-ACOSTA,** UNIVERSIDAD DE LOS ANDES;JOS I. NAVARRO GUZMN, UNIVERSIDAD DE CDIZ (ESPAA);

    SANTIAGO BENJUMEA RODRGUEZ, UNIVERSIDAD DE SEVILLA (ESPAA)

    * El presente trabajo est basado en la tesis de doctorado La conciencia desde el anlisis experimental del comportamiento: adquisicin ytransferencia de la autodiscriminacin condicional, defendida en junio de 2001 por el primer autor bajo la direccin del segundo y deltercero en la Universidad de Sevilla (Espaa).

    ** Correos electrnicos: [email protected]; [email protected]

    RESUMENVarios estudios bsicos sobre la consciencia desde diversos enfoques psicolgicos han tenido como referente aplicado

    al caso del autismo, pues ste parece ser un desorden especfico de la autoconsciencia y la consciencia social. El entendi-miento de la autoconsciencia puede contribuir a la rehabilitacin del autismo y el estudio del autismo tambin puede aportar

    a la comprensin de la autoconciencia. El objetivo de esta investigacin fue explorar si una poblacin humanareconocidamente impedida en varias formas de consciencia, como la autista, podra recuperar al menos la capacidad de

    autoconsciencia mediante el entrenamiento (adquisicin) y la transferencia de la autodiscriminacin condicional, con base enlos procedimientos desarrollados experimentalmente, adaptados a sus caractersticas sensoriales. Participaron cinco adoles-centes (edad promedio: 18) con diferentes diagnsticos dentro del espectro autista, divididos en dos grupos: experimental

    (transferencia) y control (transferencia invertida); el grupo experimental se entren en una tarea de discriminacin condicio-nal de contingencias operantes (contingente vs. no contingente con la propia conducta) y se prob la transferencia de la au-

    todiscriminacin en un programa de reforzamiento mltiple que encadenaba las mismas contingencias, bajo los mismosestmulos. El grupo control comenz con el programa de reforzamiento mltiple y posteriormente pas a la prueba de la

    discriminacin condicional. Los resultados mostraron que el ndice promedio de discriminacin del grupo experimental fuesuperior al del grupo control, pero apenas super el nivel de azar lo que obliga a la realizacin de futuros estudios que mues-

    tren resultados ms contundentes, que puedan aportar a la rehabilitacin de la autoconciencia en autistas.Palabras clave: autismo, sndrome de Asperger, autoconciencia, discriminacin condicional, transferencia.

    ABSTRACTSeveral studies on consciousness, on the basis of different psychological theories, have referred to autism in the ap-

    plied field, because it seems to be a specific disorder of self-awareness and social consciousness. Understanding self-aware-ness can contribute to the rehabilitation of autism and research on autism can contribute to the comprehension of

    self-awareness. This research explore if autistic subjects could retrieve the ability of self-awareness by means of training (ac-quisition) and transfer of conditional self-discrimination with experimentally proved procedures. Five adolescents (meanage: 18) diagnosed as inside the autistic spectrum were divided in two groups: experimental (transfer) and control (inversetransfer); experimental group was trained in a conditional discrimination task with operant contingencies (contingent vs.

    noncontingent with the own behavior) and then transfer of self-discrimination was proved with a multiple schedule of rein-forcement that chained the same contingencies, under the same stimuli. Control group started with the multiple schedule ofreinforcement and then pass to the conditional discrimination task. Results showed that the mean index of discrimination

    of experimental group was superior to the control group, but scarcely surpass the random level, therefore it is neccesary torun further experiments that show better results, useful to the rehabilitation of self-awareness in autistic subjects.

    Key words: Autism, Aspergers syndrome, self-awareness, conditional discrimination, transfer.

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    La conciencia fue, antes que la conducta, objetode estudio de la ciencia psicolgica. Aunque se asocia almovimiento conductista animado por John B. Watsonla renuncia oficial de la psicologa norteamericana al es-tudio de la conciencia y el paso a la investigacin de laconducta (p. ej. Rivire, 1991), lo cierto es que ni en lapsicologa-ni en el seno del conductismo se perdi inte-rs por el tema. La conciencia ha sido un constructopresente en la obra de prcticamente todas las genera-ciones conductistas en Norteamrica y de los discpulospaviovianos en la antigua Unin Sovitica (Razran, 1971).Quiz el mejor ejemplo al respecto sea el temprano yextenso artculo de Lashiey (1923) titulado Thebehavioristic interpretation of consciousness en el cualcritic las posiciones sobre la conciencia de losconductistas en aquel momento y propuso una investi-gacin cada vez ms profunda tanto de la organizacinconductual como de la nerviosa, que permitiera even-tualmente describir y descifrar lo que se conoce porconciencia (Richelle, 2000).

    Pero dentro del panorama general de la psicologa,el problema de la conciencia est especialmente vivo endos momentos histricos: en sus comienzos y en la ac-tualidad (Leahey, 1998). Inicialmente, Wundt lider lapsicologa introspeccionista cuya meta era la experien-cia subjetiva del ser humano adulto. Actualmente, el in-ters por la conciencia ha resucitado despus del exilio,declarado tanto por el movimiento conductista en Am-rica como por el psicoanlisis, que a partir de Freud ele-vara al inconsciente como la ms influyente categoraexplicativa en la psicologa europea de la poca.

    En la ltima dcada (como se vio en el apartadoanterior) ha resurgido el inters no slo de la psicolo-ga sino de mltiples disciplinas por la teorizacin y lainvestigacin emprica de la conciencia: neurociencias,etologa. filosofa de la mente, antropologa y sociolo-ga. Cien aos despus de su nacimiento, la cienciapsicolgica ha vuelto a encontrarse con el objeto deestudio que le dio su origen (Tudela Garmenda, 1997).A lo largo del siglo XX, la psicologa y la concienciahan tenido encuentros y desencuentros dignos de unanovela epistemolgica.

    No obstante, las grandes corrientes y los autoresms relevantes en psicologa han dado sus versionesacerca de la conciencia. Incluso hay coincidencias enmedio de grandes diferencias epistemolgicas (Place.1989; Richelle, 2000): para Skinner y para Vygotski, laconciencia es social y verbal, es decir, una caractersti-ca que emerge en las sociedades humanas, ligada al len-guaje. La visin skinneriana al respecto se puedeapreciar en la siguiente cita (Skinner, 1974):

    Otras especies (diferentes de la humana) son... cons-cientes en el sentido de estar bajo el control de est-

    mulos. stas sienten dolor en el sentido de respon-der a los estmulos dolorosos de la misma forma queven una luz o escuchan un sonido y responden apro-piadamente... Las personas son conscientes en unsentido distinto, cuando una comunidad verbal arre-gla las contingencias bajo las cuales cada uno no slove sino ve que est viendo. En este sentido especial,la conciencia es un producto social.

    Varios estudios bsicos sobre la conciencia desdediversos enfoques psicolgicos han tenido como refe-rente aplicado al caso del autismo, pues ste parece serun desorden especfico de la autoconciencia y la con-ciencia social (Hobson, 1993). El entendimiento de laautoconciencia puede contribuir a la rehabilitacin delautismo y el estudio del autismo tambin puede aportara la comprensin de la autoconciencia (Frith y Happ,1999). Dos ejemplos en esta direccin son los ofrecidospor Gmez y colaboradores (1995) y Lubinski yThompson (1993). En ambos hay un intento de con-ceptuar comparativamente la comunicacin de estadosinternos, aunque los primeros desde un punto de vistacognitivo y los segundos desde una perspectiva conduc-tista, luego de explorar sus repercusiones en la evalua-cin e intervencin del autismo.

    A partir de la suposicin de que las transferen-cias que se demuestren en el laboratorio, como asuntobsico, corresponden al menos conceptualmente conel problema aplicado de la generalizacin de la rehabi-litacin de desrdenes conductuales humanos, preten-demos examinar si es posible entrenar a sujetos autistasen tareas de autodiscriminacin condicional (la versin con-ductista funcional de la autoconciencia (Dymond yBames, 1997) y posteriormente ver si transfieren di-cho entrenamiento a una situacin diferente. Si estose demuestra, entonces sera un primer paso para lageneralizacin en la rehabilitacin de la autoconcien-cia, dentro de esta poblacin especial conceptualizadaactualmente como el espectro autista.El espectro autista

    El autismo es un desorden profundo y generali-zado del desarrollo humano, caracterizado por un im-pedimento severo en el funcionamiento conductual,cognitivo, comunicativo y social (Rutter y Schopler,1987). Fue descrito por primera vez por el psiquiatranorteamericano Leo Kanner (1943). El trastornoautista se encuentra clasificado actualmente dentrodel conjunto de trastornos generalizados del desarro-llo, el espectro autista (Wing, 1988), junto con el tras-torno de Rett, el trastorno desintegrativo infantil, eltrastorno de Asperger y el trastorno generalizado deldesarrollo no especificado. Los sntomas especficosdel trastorno autista tpico (equivalente al autismoinfantil de la CIE-10) se encuentran en el criterio diag-

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    nstico 299.00 del DSM-IV (American PsychiatricAssociation, 1994), presentado en el apndice de esteartculo.

    La incidencia de este trastorno es de 5 de cada10.000 nios (Lotter, 1966), pero teniendo en cuentatodo el espectro aumenta a 20 de cada 10.000 (Wing yGouid, 1979). Predomina en el sexo masculino, salvoel sndrome de Rett, y est parcialmente asociado acuadros de retraso mental, convulsiones y alteracionesauditivas. Los sntomas se reflejan claramente al tercerao de edad y son independientes del nivel socioeco-nmico (American Psychiatric Association, 1994).

    Del espectro nos interesa destacar el sndrome deAsperger, el cual presenta el mismo cuadro del autismotpico salvo que se conservan las habilidades de len-guaje y cognicin (Frith, 1991; DSM-IV, 1994), por loque constituye un puente ideal para estudiar la auto-conciencia que pueda existir o desarrollarse en estapoblacin (Frith y Happ, 1999; Raffman, 1999). Dehecho, el testimonio de adultos con sndrome de As-perger, considerados de alto rendimiento, nos ha per-mitido ver el autismo desde dentro (ver Hobson,1993). Es el caso de Temple Grandin (1992), unadiseadora de equipos para granjas con reputacin in-ternacional quien, en un autntico ejercicio de intros-peccin, nos describi los problemas sensoriales yperceptivos que ha tenido a lo largo de su vida, y suforma de pensar predominantemente visual:

    Mis sentidos eran hiper-sensibles a los ruidos altos yal tacto. Los ruidos altos me daaban los odos, y meabstena de tocar para evitar sensaciones agobiantes.Constru una mquina compresora que me ayudabaa calmar los nervios y tolerar tocar... Todo mi pensa-miento es visual, como videos puestos en mi imagi-nacin. Incluso los conceptos abstractos, como elde llevarse bien con alguien, los visualizo con imge-nes de puertas. (p. 105)

    Teoras sobre el autismoDesde la descripcin clnica de Kanner (1943), la

    explicacin del autismo y del espectro autista ha sidofuente de un amplio debate terico, enriquecido conlos hallazgos en los campos mdico y psicolgico. Lagran produccin de teora e investigacin llev a laaparicin en 1971 de una revista especializada sobre eltema: Journal of Autism and Developmental Disorders.

    Teniendo en cuenta el zeitgeist de Kanner, es decir,de la psiquiatra norteamericana de mediados de siglo,no es de extraar que la primera explicacin del autismola diera el psicoanlisis. El hecho de que la voz de alar-ma ante la enfermedad la den normalmente los pa-dres, sorprendidos por la evidente falta de muestras deafecto y apego por parte de los hijos afectados, origi-n una explicacin basada en una forma anormal de la

    interaccin temprana entre la madre y el hijo. Pero losposteriores descubrimientos de las alteraciones neu-rolgicas mltiples presentes en los autistas (DSM-IV,1994), dejaron la hiptesis psicoanaltica en un estatushistrico. No obstante, el dao severo de la implica-cin personal intersubjetiva ha sido rescatado recientementepor algunos autores (Hobson, 1993), no como el ori-gen pero s como la principal caracterstica del autismo,facilitado por las alteraciones congnitas demostradas,tanto estructurales como fisiolgicas.

    En la ltima dcada, la posicin de mayor acepta-cin entre los acadmicos y los profesionales es quelos sntomas presentados por los nios y adolescentesdiagnosticados dentro del sndrome se deben a un d-ficit en el mecanismo neurocognitivo que subyace a lahabilidad normal de desarrollar teora de la mente,es decir, capacidad de atribucin de estados mentalesen las dems personas y predecir la conducta segn talatribucin, lo cual es fundamental para la interaccinsocial adecuada (Frith y Frith, 1999). Al parecer, estedficit en la teorizacin de la mente est relacionadocon un desorden funcional de la corteza prefrontalcerebral, detectado por tomografa de emisin, depositrones (Happ, Ehiers, Fletchers, Johannson,Giliberg, Frackowiak, Frith y Frith, 1996). Esta hipte-sis es ms de tipo cognitivo que conativo, como la plantea-da en el prrafo anterior, lo cual no quita que los factorescognoscitivos y emocionales estn igualmente presen-tes en el desarrollo del trastorno (Hobson, 1993).

    Ms recientemente, los avances en la investiga-cin gentica (Rodier, 2000) ofrecen una explicacindiferente: las causas de la enfermedad podran estar enuna alteracin de los genes que controlan el desarrollo delcerebro, con lo que el dao del mecanismo neurocogni-tivo anteriormente descrito pasara a ser otro sntoma.Ms exactamente, la evidencia apunta al gen denomi-nado Hoxal, implicado en la formacin del tronco ce-rebral, regin que se desarrolla de forma incompletaen los autistas durante las fases tempranas de gesta-cin. La clave de este descubrimiento estuvo en el an-lisis de las malformaciones congnitas producidas porun frmaco actualmente prohibido llamado talidomi-da, que era administrado en los aos sesenta a mujeresembarazadas con el fin de prevenir los vmitos. Latalidomida elimina la expresin de Hoxal, generandouna reaccin en cadena de malformaciones, algunasmuy sutiles, tambin presentes en el fenotipo de losautistas (Rodier, Ingram, Tisdale, Nelson y Romano,1996). Al final, como en toda psicopatologa, la expli-cacin del autismo no se remite a un slo factor sino ala combinacin de varios: fsicos, genticos, neurobio-lgicos, psicolgicos y sociales. La gran cantidad deinvestigacin en este campo particular est dilucidan-

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    do esta interaccin a pasos agigantados. Pero, por ahora,volvamos a los sntomas relacionados con la autocon-ciencia.Dficits autodiscriminativos en autistas

    Varias investigadores en el campo de la psicologaevolutiva (Gopnik y Meitzoff, 1994) han concluido quela incapacidad de atribucin de estados mentales en otrosindividuos supone la incapacidad de atribucin mental as mismo. Tambin para un clnico como Hobson (1993):

    Los nios autistas tambin presentan limitaciones ensu capacidad de conciencia auto reflexiva. En elmejor de los casos slo son parcialmente conscien-tes de s mismos en la mente de los otros (...) Creoque los nios con autismo tienen dificultades paraconcebirse como s mismos, pero esa deficienciacognitiva est estrechamente relacionada con su fal-ta de implicacin no ya slo con las otras personassino con su propio s mismo. (p. 244)

    No obstante, tanto los filsofos de la mente comolos psiclogos cognitivos han precisado que si bien hayrelacin entre ambas capacidades (autoconciencia y teorade la mente de los otros), los mecanismos implicados po-dran no ser los mismos (Raffman, 1999); el autismopodra dar una buena evidencia de tal hiptesis: Frith yHapp (1999) rescatan los testimonios autobiogrficosde tres adultos con sndrome de Asperger, quienes des-pus de un largo y difcil aprendizaje, lograron adquiriruna autoconciencia atpica y sus testimonios dan in-dicios verbales de superar las pruebas estndar de teorade la mente (como la prueba de la falsa creencia verFrith y Frith, 1999).

    Aunque la evidencia que dan los informesautobiogrficos es apenas un dato anecdtico, mues-tra la posibilidad de la adquisicin o entrenamiento tantode la autoconciencia como de la capacidad de teora dela mente, con las consecuentes ventajas para la rehabi-litacin de los individuos autistas (Prez-Acosta, Na-varro Guzmn y Repeto Gutirrez, 2000). No obstante,pensamos que el entrenamiento no es slo una posibi-lidad, sino una consecuencia lgica de entender la con-ciencia desde un punto de vista funcional. Si se asumeexclusivamente una visin estructuralista/innatista, ha-blar de rehabilitacin es una utopa.

    La consecuencia de esta visin conductual/fun-cional de la conciencia (que no excluya tampoco losfactores estructurales), es que sta puede ser aprendi-da, es decir, entrenada bajo condiciones adecuadas. Estaafirmacin no es nueva ni es exclusiva de los analistasdel comportamiento. Ya algunos filsofos de la mentehaban intuido que la autoconciencia es cuestin decultivo o desprecio (Raffman, 1999). Lo importanteahora es mostrar cmo se puede cultivar la conciencia,especialmente en una poblacin originalmente impe-

    dida como la autista y, a continuacin, el principal reto:transferir ese entrenamiento a situaciones diferentes.Antecedentes teraputicos

    Dado que una caracterstica normal del autismo(salvo el sndrome de Asperger) es la ausencia total ogrados de dficit en el lenguaje funcional, considera-mos la posibilidad de entrenar la conciencia en losautistas por medio de tareas adaptadas (con estmulosvisuales, principalmente) de autodiscriminacin con-dicional, cuyo contenido se ajuste cada vez ms a sussituaciones cotidianas. Adems del antecedente en in-vestigacin animal, justifica esta posibilidad Autodiscri-minacin condicional en amistas el buen desempeo,incluso por encima de sujetos humanos normales, entareas especficas de discriminacin de estmulos(Plaisted, 0Riordan y Baron-Cohen, 1998). As, el ca-mino de investigacin en esta rea, bajo una concep-cin ms parsimoniosa de la conciencia, queda abierto:si se descubren las condiciones ms ptimas para laadquisicin de la autodiscriminacin condicional (au-toconciencia) en nios autistas, el camino para lograrla teora de la mente se hara ms corto. Contamosadems con el extenso trabajo de O. Ivar Lovaas (1981)quien, bajo la suposicin fundamental de que el apren-dizaje discriminativo es el fundamento del lenguaje consignificado, ha desarrollado procedimientos para eldesarrollo de la conducta verbal en nios autistas conbase en discriminaciones condicionales.

    Sin embargo, queda la duda sobre la transferenciade las adquisiciones logradas experimentalmente o en elambiente de rehabilitacin. Los expertos en el tema pre-sentan la incapacidad de generalizacin entre ambientescomo una de las caractersticas tpicas del autismo, aso-ciada a una forma de atencin excesivamente focalizadao en tnel (Strickiand, 1997). Pero volviendo a la in-vestigacin bsica de las transferencias de aprendizaje(Woodworth y Schiosberg, 1964; Osgood, 1969) debe-mos recordar que las transferencias dependen del gradode similitud entre los estmulos y las respuestas en ambas situacio-nes (Thomdike, 1903; Osgood, 1949). Teniendo en cuentaeste antecedente, quiz el problema no sea una incapa-cidad absoluta de generalizacin sino una falta de explo-racin emprica de los grados de generalizacin, que nosprevenga de la frustracin segura por saltar del ambien-te experimental o de rehabilitacin directamente a lacotidianidad altamente ritualizada y estable de un autista.La cuestin sera explorar si se transfiere una autodiscri-minacin condicional a otra situacin, en principio,mnimamente diferente del entrenamiento original.Objetivo de la investigacin

    El objetivo de esta investigacin es explorar si unapoblacin humana reconocidamente impedida en va-

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    Nombre (edad) Diagnstico Historia de rehabilitacin

    Experiencia con ordenadores

    Experiencia Experimental

    1. (20 aos)

    Trastorno de Asperger

    Escolarizacin integrada hasta los 15 aos. Dos aos en educacin especial. Programa de empleo con apoyo: un ao. Centro de da para adultos con autismo, un ao.

    Utiliza en casa el ordenador. Durante el tiempo de empleo con apoyo, utiliz un programa de gestin de usuarios en el INEM.

    Ninguna

    2. (23 aos)

    Trastorno de Asperger

    Escolarizacin en aula especfica: tres aos. Escolarizacin integrada: seis aos. Formacin profesional especial: dos aos. Programa de empleo con apoyo: un ao. Centro de da para adultos con Autismo: un ao.

    Utiliza el ordenador para programas educativos y juegos, tanto en casa como en el centro de da.

    Ninguna

    3. (16 aos)

    Trastorno Autista Escolarizacin en aula especfica: once aos. Centro de pa para Adultos con mutismo: 5 meses.

    Slo ocasionalmente. Ninguna

    4. (15 aos)

    Trastorno autista

    Escolarizacin en aula especfica: 10 aos. Centro de da para adultos con autismo: 5 meses.

    Lo utiliza para escribir, no de forma sistemtica

    Ninguna

    5. (16 aos)

    Trastorno generalizado del Desarrollo

    Escolarizacin integrada: 8 aos. Internado y escolarizacin en entro

    Para juegos y programas educativos.

    Ninguna

    CUADRO 1. PARTICIPANTES EN EL EXPERIMENTO

    rias formas de conciencia (Hobson, 1993) como es laautista, podra recuperar al menos la capacidad de au-toconciencia mediante el entrenamiento (adquisicin)y la transferencia de la autodiscriminacin condicio-nal, con base en los procedimientos desarrollados enel laboratorio animal, adaptndolos a sus caractersti-cas sensoriales.

    MtodoParticipantes

    Contamos con la colaboracin de cinco participan-tes (todos hombres, edad media: 18 aos), con diferentesdiagnsticos dentro del espectro autista, que se rehabili-tan en el Centro de Autismo Cdiz, en Puerto Real (Es-paa). Los participantes fueron seleccionados por elpsiclogo del Centro, con un doble criterio a peticin delinvestigador: tener alguna experiencia en el uso de com-putadores, pero tambin ser ingenuos experimentalmen-te (ver Cuadro 1). La participacin en el experimento fuepreviamente aprobada por el Centro y por los padres otutores, mediante consentimiento informado.

    InstrumentosSe us el computador del despacho de evaluacin

    psicolgica del Centro de Autismo Cdiz (un PC conprocesador Pentium II, bajo sistema operativo Windows98) en el cual se instal el software SuperLab versin 1.03.Durante las sesiones estuvieron presentes: una monitorade educacin especial, el psiclogo del Centro de da yel investigador, con el fin de supervisar las actividadesde cada participante al frente del computador.Diseo e hiptesis especfica

    El grupo experimental estuvo compuesto por tresparticipantes mientras que el control incluy los dos res-tantes; el primer grupo se prob en la transferencia dela discriminacin condicional de contingencias a un pro-grama encadenado tiempo fijo-razn fija. El grupo con-trol pas por un procedimiento de transferencia invertida,es decir, la contraria al grupo experimental. No se pro-b el efecto de la pseudodiscriminacin, por sugerenciadel psiclogo del Centro, pues podra generar una con-fusin que puede ser muy aversiva para una poblacinque necesita y busca el mximo de orden y prediccinen su cotidianidad. Teniendo en cuenta los dficits

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    lingsticos de los participantes (salvo dos diagnostica-dos con sndrome de Asperger), esperamos que el gru-po experimental transfiriera) el entrenamiento endiscriminacin condicional de contingencias y tuvieraun mejor desempeo que el grupo control en el progra-ma encadenado tiempo fijo-trazn fija (que incluye losmismos estmulos del entrenamiento); no obstante, pen-samos que el participante del grupo experimental contranstorno de Asperger tendra particular dificultad enla transferencia, pues presentaba lenguaje funcional quea su vez, podra generar autoinstrucciones que lo insen-sibilizaran ante el cambio de contingencias. La mismadificultad se podra presentar en el participante del gru-po control con trastorno de Asperberg en su desempe-o de transferencia invertida.Procedimiento

    Entrenamiento: el grupo experimental pas inicial-mente por el entrenamiento en discriminacin condi-cional de contingencias operantes. En primer lugar,apareca en el monitor del computador la siguiente ins-truccin escrita: HOLA! Gracias por participar en estejuego. Tu meta es conseguir que aparezca en la pantallael coche deportivo Corvette. Puedes presionar P a laderecha y Q a la izquierda. Esta instruccin fue espe-cialmente diseada para los participantes con sndromede Asperger. Para los dems, la monitora de educacinespecial instrua oralmente y ayudaba a cada participan-

    te a no perder la atencin en la tarea. Despus de unintervalo de cinco segundos entre ensayos, con el mo-nitor en blanco, se presentaba el estmulo mostrado enla Figura 1. Bajo este estmulo funcionaba o un progra-ma de razn fija 1 o un programa de tiempo fijo 2 se-gundos., ambos con una probabilidad el 50%.Posteriormente, aparecan los estmulos de muestra (Fi-gura 2) colocados aleatoriamente a la izquierda o a laderecha, arbitrariamente relacionados con los progra-mas anteriores. Dos de los tres participantes del grupopasaron por la siguiente regla: Si los estmulos de mues-tra aparecen gracias a mi respuesta entonces escojo elestmulo de la derecha (Figura 2); si aparecen indepen-dientemente de mi respuesta entonces escojo el estmu-lo de la izquierda; el tercer participante pas por la reglacontraria: Si los estmulos de muestra aparecen graciasa mi respuesta entonces escojo el estmulo de la izquier-da (Figura 2); si aparecen independientemente de mirespuesta entonces escojo el estmulo de la derecha.Los aciertos en la regla eran recompensados con la apa-ricin del coche Corvette mientras que los errores seretroalimentaban con la aparicin de la pantalla en ne-gro (no se us correccin del error). La fase de entrena-miento se complet con cuarenta ensayos. El grupocontrol pas por el entrenamiento normal en discrimi-nacin condicional de contingencias despus de la prue-ba de transferencia que se describe a continuacin.

    FIGURA 1. ESTMULO BAJO EL CUAL FUNCIONABAN LAS DOS CONTINGENCIAS (TIEMPO FIJO 2 SEGUNDOS - RAZN FIJA 1)EN EL ENTRENAMIENTO DE DISCRIMINACIN CONDICIONAL DE CONTINGENCIAS

    Grupo experimental Grupo control Fase (n=3) (n=2)

    Entrenamiento prueba Discriminacin condicional de contingencias programa

    encadenado razn fija

    Programa encadenado tiempo fijo - tiempo fijo razn fija Discriminacin

    condicional de contingencias

    CUADRO 2. PARTICIPANTES EN EL EXPERIMENTO

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    Prueba: consisti en un programa mltiple enca-denado en el cual se usaron como estmulos discrimi-nativos los estmulos arbitrarios de comparacin usadosen la tarea de entrenamiento (Figura 2): en el 50% delos 20 ensayos de la prueba apareca el estmulo ante-riormente igualado con la contingencia de razn fija;en el otro 50% de los ensayos apareca el otro estmulo(igualado con la contingencia de tiempo fijo). Si en elprograma de razn fija no se responda despus de dossegundos, apareca la pantalla negra; lo mismo sucedaen el programa de tiempo fijo, pero si se responda enel transcurso de los mismos dos segundos.

    ResultadosLos resultados obtenidos en las tareas de entrena-

    miento y transferencia se pueden ver desde la Figura 3 ala 8. Las variables dependientes usadas fueron: el ndice de

    discriminacin para el entrenamiento, igual al nmero deaciertos sobre el nmero de ensayos (40); y, para la trans-ferencia, el porcentaje de re forzamiento, igual al nmero dereforzadores obtenidos sobre el nmero de ensayos (20).

    Entrenamiento: los datos del entrenamiento se apre-cian en las Figuras 3, 4 y 5. En el grupo experimentalse destaca bastante el desempeo del participante quelogr un ndice de 0.70 (Figura 3), superior a sus com-paeros. Jonathan apenas sobrepas el nivel de azar(0.53) y Ral tuvo un mal desempeo (0.34), lo cualreduce con mucho sus probabilidades de transferenciapositiva. Los participantes del grupo control en el en-trenamiento, posterior a la prueba, mostraron nivelestodava ms bajos (Figura 4): el participante nmerodos obtuvo 0.28 y el nmero cinco obtuvo 0.38. Enconsecuencia, el grupo experimental supera con cre-ces al grupo control en el entrenamiento (Figura 5),con unos promedios de 0.52 y 0.33 respectivamente.

    FIGURA 2. ESTMULOS ARBITRARIOS, CONDICIONALES A LAS DOS CONTINGENCIAS (TIEMPO FIJO 2 SEGUNDOS - RAZN FIJA 1)EN EL ENTRENAMIENTO DE DISCRIMINACIN CONDICIONAL DE CONTINGENCIAS Y EN LA PRUEBA DE TRANSFERENCIA: PRO-

    GRAMA ENCADENADO DE REFUERZO

    FIGURA 3. NDICES DE DISCRIMINACIN INDIVIDUALES DEL GRUPO EXPERIMENTAL (FASE DE ENTRENAMIENTO)

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    Prueba: los resultados se pueden observar en lasFiguras 6, 7 y 8. Nuevamente, en el grupo experimen-tal se destaca el participante nmero tres, quien obtu-vo un gran resultado (75% de reforzamiento); losparticipantes uno y cuatro alcanzaron ambos el 50%(Figura 6), por lo que el promedio del grupo queda en58%; por su parte, los participantes del grupo control(Figura 7) alcanzaron 50% (participante dos) y 45%(participante cinco), con una media de 48% que lossita por debajo del grupo experimental (Figura 8).

    DiscusinCon referencia a los grupos, los promedios mues-

    tran un desempeo superior del grupo experimental

    FIGURA 4. NDICES DE DISCRIMINACIN INDIVIDUALES DEL GRUPO DE CONTROL (FASE DE PRUEBA)

    FIGURA 5. NDICES PROMEDIO DE DISCRIMINACIN DE LOS GRUPOS EXPERIMENTAL Y CONTROL. SE INCLUYE NIVEL DE AZAR (0.5)

    sobre el control, tal como se haba hipotetizado (Figu-ra 8). No obstante, la diferencia se debi al muy buendesempeo del participante nmero tres, pues el par-ticipante nmero uno y el participante nmero cuatroslo llegaron al 50%, no muy lejano del 48% que al-canz el grupo control. Podramos decir que el grupoexperimental mostr evidencia parcial de transferen-cia positiva, teniendo en cuenta que sus resultados me-joraron en el caso de los dos autistas (participantes tres ycuatro) con respecto al entrenamiento; no as al n-mero uno quien se desempe como se haba hipote-tizado para el sndrome de Asperger: no mejor sunivel, despus de haber obtenido un ndice de 0.53.Por su parte, el grupo control mostr indicios de trans-ferencia invertida pues las puntuaciones dc participantes

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    FIGURA 6. PORCENTAJES DE REFUERZO INDIVIDUALES DE GRUPO EXPERIMENTAL (FASE DE PRUEBA)

    FIGURA 7. PORCENTAJES DE REFUERZO INDIVIDUALES DEL CONTROL (FASE DE PRUEBA)

    FIGURA 8. PORCENTAJES PROMEDIO DE REFORZAMIENTO DE LOS GRUPOS EXPERIMENTAL Y CONTROL

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    dos y cinco mejoraron bastante, aunque sin superar elnivel de azar.

    Es necesario advertir que estos resultados sonapenas primeras evidencias o indicios que deberan ser re-plicados y reforzados con nuevos parmetros, diseosms complejos, diferentes formas de anlisis de datosy aplicaciones en otros casos de humanos no verbales(p. ej. afsicos). En el caso particular del autismo, elsiguiente paso aplicado es el uso de estmulos relacio-nados con el entorno social, el principal reto en la reha-bilitacin del autismo (Prez-Acosta, Navarro Guzmny Repeto Gutirrez, 2000) e ir explorando las transfe-rencias autodiscriminativas de forma gradual (siguien-do las teoras de Thorndike, 1903 y Osgood, 1949), yno dar un frustrante salto brusco de los estmulos ar-bitrarios fsicos, tpicos de los experimentos, a los est-mulos significativos sociales, propios de un ambienteque, en principio, se muestra amenazador y catico parala fina discriminacin del autista.

    Una herramienta prometedora para el entrena-miento en autodiscriminacin y, en general, para la re-habilitacin del autismo y patologas (o lesiones)relacionadas es la realidad virtual, definida como unanueva tecnologa que altera la forma normal como losindividuos interactan con los computadores al pro-porcionarles un mundo generado por el mismo com-putador (Riva, 1997). Una investigacin sobre laadaptacin a esta nueva tecnologa en nios conautismo y con varios dficits de atencin arroj resul-tados contradictorios: negativos en un grupo japonsy positivos en un grupo britnico (Strickiand, 1997).Sin duda esta tecnologa tendr que adaptarse a lasparticulares caractersticas perceptuales que muestranlos autistas y otras poblaciones especiales; de esa ma-nera, podr ser til tanto en la investigacin como enla rehabilitacin de la autoconciencia.

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    Univ. Psychol. Bogot (Colombia) 1 (1): 40-51, enero-junio de 2002

    A. Un total de 6 (o ms) temes de (1), (2) y (3), conpor lo menos dos de (1), y uno de (2) y de (3):(1) Alteracin cualitativa de la interaccin social (p.

    ej. ausencia de mirada y gestos dirigidos a otraspersonas).(a) importante alteracin del uso de mltiples com-

    portamientos no verbales, como son contac-to ocular, expresin facial, posturas corporalesy gestos reguladores de la interaccin social.

    (b) incapacidad para desarrollar relaciones concompaeros adecuadas al nivel de desarrollo.

    (c) ausencia de la tendencia espontnea paracompartir con otras personas disfrutes, in-tereses y objetivos (p. ej. no mostrar, traero sealar objetos de inters).

    (d) falta de reciprocidad social o emocional.(2) Alteracin cualitativa en la comunicacin (p. ej.

    retraso o ausencia total del lenguaje hablado).(a) retraso o ausencia total del desarrollo del len-

    guaje oral (no acompaado de intentos paracompensarlo mediante modos alternativos decomunicacin, tales como gestos o mmica).

    (b) en sujetos con un habla adecuada, altera-cin importante de la capacidad para ini-ciar o mantener una conversacin con otros.

    (c) utilizacin estereotipada y repetitiva del len-guaje o lenguaje idiosincrsico.

    APNDICECRITERIO DIAGNSTICO 299.00

    DEL DSM-IV (AMERICAN PSYCHIATRICASSOCIATION, 1994)

    (d) ausencia de juego realista espontneo, va-riado, o de juego imitativo social propio delnivel de desarrollo.

    (3) Patrones de comportamiento, intereses y acti-vidades restringidos, repetitivos y estereotipa-dos, manifestados por lo menos mediante unade las siguientes caractersticas:(a) preocupacin absorbente por uno o ms pa-

    trones estereotipados y restrictivos de inte-reses que resulta anormal, sea en suintensidad, sea en su objetivo.

    (b) adhesin aparentemente inflexible a ruti-nas o rituales especficos, no funcionales.

    (c) manierismos motores estereotipados y re-petitivos (p. ej. sacudir o girar las manos odedos, o movimientos complejos de todoel cuerpo).

    (d) preocupacin permanente por partes de ob-jetos.

    B. Retraso o funcionamiento anormal de al menos unade las siguientes reas, que aparece antes de los tresaos de edad: (1) interaccin social, (2) lenguajepara comunicacin social o (3) juego simblico oimaginativo.

    C. El trastorno no se explica mejor por la presenciade un trastorno de Rett o de un trastorno desinte-grativo infantil.