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LOS PROTOCOLOS NOTARIALES DE CULLERA

LOS PROTOCOLOS NOTARIALESDE CULLERA.UNA APROXIMACIÓN METODOLÓGICAA ESTA FUENTE DE INVESTIGACIÓN

Luis M. Rosado Calatayud*Universitat de València

«Los escrivanos públicos tengan las notas primeras de las cartas que fizie-ren... porque si la carta fuere perdida o viniere sobrella alguna dubda que pueda ser provada por la nota onde fue fecha.... E si el escribano non qui-siere guardar la nota o la perdiere por su culpa e danno viniere a alguna de las partes por ello, péchelo él todo»

Leyes de Alfonso X, II. Fuero Real, Libro I,

A MODO DE INTRODUCCIÓN

Desde finales de la Edad Media, personas de toda condición han venido utilizando los servicios de los escribanos públicos. Cualquier actua-

ción, siempre que implicara a más de una persona, era susceptible de que-dar registrada en un protocolo.

* Este trabajo ha sido realizado en el marco del Proyecto HAR2008-00512, “El gobierno, la guerra y sus protagonistas en los reinos mediterráneos de la Monarquía Hispánica”, proyecto fi-nanciado por el Ministerio de Ciencias e Innovación, así como al amparo de una beca para la for-mación de personal investigador con carácter predoctoral del Programa V Segles, concedida por la Universitat de València.

LUIS M. ROSADO CALATAYUD

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La imagen que adjuntamos nos muestra la escritura que, el miércoles doce de febrero de 1410, María, viuda de Miguel de Bonora, y su hijo, rea-lizaron ante el notario Joan de Plasència, quien ejercía sus servicios como escribano en Valencia, Xàtiva y la propia Cullera, para tratar sobre una deu-da contraída por su difunto esposo y padre, respectivamente, según se re-cogía en una escritura de Jacabo Gabriel, notario de la ciudad de Valencia.1

La necesidad de acudir al notario, a medida que fue avanzando la alfa-betización e hizo su aparición la escritura privada, fue desapareciendo, si bien para que esto sucediera habría que llegar prácticamente al siglo XIX.

Los protocolos notariales, como consecuencia de lo anterior, constituyen una fuente indispensable para la investigación histórica, ya que contienen información y datos que permiten conocer aspectos fundamentales de las organizaciones sociales. A través de su estudio podemos acercarnos a las so-ciedades pretéritas, de las que nos aportan una imagen bastante exacta de la colectividad en aspectos relacionados con la vida económica: compras,

1 Archivo de Protocolos del Real Colegio del Corpus Christi (ACCC en adelante), Protocolo de Joan Plasència, Signatura 22.589, 12/02/1410.

ACCC. Protocolos de Joan Plasencia. Año 1410.

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ventas, prestamos, precios, formas de contratación, tipos de arrendamientos, estratos económicos de la población, distribución profesional, comerciantes, artesanos, agricultores…

Así mismo nos aproximan al co-nocimiento de las formas de vida social: las costumbres, el hábitat, las relaciones familiares, matrimonios, hijos, huérfanos, nombramientos de tutores, régimen de bienes, consti-tución de dotes y arras… Permiten comprender los aspectos que for-maban parte de la vida cotidiana del período estudiado. Posibilitan el acercamiento a las mentalidades, al mundo de la cultura, al lugar que ocupaban los libros,2 qué autores y qué temas interesaban. También la incidencia de la religiosidad, cues-tión de especial preocupación en el Antiguo Régimen, la información sobre festividades, las devociones populares, las prácticas funerarias de los privilegiados. Los fondos notariales posibilitan el conocimiento del contexto social, cultural y económico de una época, gracias a los inventarios de bienes, las cartas de recibo de dote y los propios testamentos.

Se da la circunstancia de que existen notarios especializados3 en una determinada clase de escrituras, por lo que sus protocolos constituían vo-lúmenes exclusivos para cuestiones concretas: Liber Testamentorum, relativo a testamentos, o Llibre de Nolits, referido a los seguros marítimos, si bien lo normal es que los protocolos recojan una variada muestra de los distintos negocios jurídicos:

2 La historiografía francesa tradicional ha venido utilizando la documentación notarial para los estudios específicos de historia económica y social, en concreto los relacionados con el libro manuscrito e impreso, los oficios del libro, así como las investigaciones relativas a las bibliotecas privadas. Los trabajos al respecto de Lucien Febvre, Henri-Jean Martin y Robert Chartier, son la mejor confirmación.

3 A título de ejemplo señalar, que entre los fondos notariales del Archivo Municipal de Alzira correspondientes al siglo XVIII, encontramos documentos de 13 escribanías, que presentan una relativa variedad en lo que a especialización se refiere: desde notarios apostólicos, hasta escribanos del Ayuntamiento, con dedicación, prácticamente exclusiva, a los arrendamientos de los propios y arbitrios de la villa.

Libros de Protocolos encuadernados en pergamino.


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!Documentos referidos a las personas: testamentos, capitulaciones ma-trimoniales; constituciones de dotes y arras; nombramiento de pro-curadores o cartas de poder; nombramiento de tutores y curadores de menores, donaciones...

!Documentos referidos al patrimonio inmobiliario: compraventas, al-quiler, donaciones, permutas, establecimiento a censo…

!Documentos de carácter mercantil y laboral: creación de sociedades y compañías, seguros; compraventa de mercaderías, contratos de ven-ta anticipada, concesiones, contratos de trabajo, reconocimientos de deudas…

!Documentos financieros y de crédito: carregaments; quitaments de cen-sals; préstamos, cartas de crédito...

LOS LIBROS NOTARIALES

Los notarios han venido utili-zando diferentes tipos de documen-tos en las distintas fases del proceso de conformación de un documento, hasta que adquiere la condición de público: escritura, testamento, reco-nocimientos de deuda, contratos… Cada uno de estos documentos han dado lugar a tres tipos diferentes de libros, que acaban respondiendo al término genérico de protocolo, pero que en puridad obedecen a distin-tas denominaciones: rebedor, proto-colo y notal.

Cuando acude un cliente a un notario para elevar a público un documento, se produce lo que se denomina el acto de la rogatio (por el que se propone algo). El pasan-te o escribano recoge aquellos da-tos necesarios para poder redactar el documento de que se trate. Este primer documento es la minuta, que

se traslada a un libro de registro que es el rebedor, que constituye el primer libro que debía poseer el notario, de acuerdo con las disposiciones legisla-

Ejemplo de notal.

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tivas. En este libro aparece el nombre de los otorgantes, y los datos esen-ciales del contrato, sin que se desarrollen las diferentes cláusulas, aunque podemos encontrarnos con alguna excepción. El rebedor recibe en ocasio-nes la denominación de minutari o de mà de cuytes. Según Villalmanzo, “el nombre viene de la rapidez con que se escribía”4.

Los notarios contaban con un vademecum, que contenía todos los for-mularios utilizados en los diferentes tipos de documentos públicos, con las cláusulas perfectamente desarrolladas.

El segundo libro preceptivo es el protocolo,5 que contiene todas las es-crituras realizadas por un notario a lo largo de un año, iniciándose el 1 de enero y finalizando el 31 de diciembre.6 Aparece registrado día a día cada uno de los asuntos en los que intervine un notario. El protocolo notarial contiene las partes esenciales del negocio jurídico, en el que se documenta, en forma de testimonio escrito, la correspondiente corroboración testifical y notarial. Este libro es el que mayor utilidad tiene para la investigación, ya que permite rastrear la información económica y social de un determi-nado período en un entorno geográfico concreto.

El tercer libro es el llamado notal. Contiene los documentos desarrolla-dos en toda su extensión, con todo su clausulado. Para época moderna su presencia es muy limitada, ya que existen escasos testimonios del siglo XV y a partir de 1530 prácticamente han desaparecido, siendo muy raros en el XVII. En el notal se registraban las copias que se hacían de las distintas escrituras. En el XVIII cuando se realiza una copia aparece una anotación al margen en el Libro de Protocolos.

Existen, además, otra serie de libros que se identifican con la actividad notarial y que responden a cuestiones de índole singular, como son los cap-breus, que son protocolos monográficos, donde se registran los títulos de propiedad de una institución o persona determinada, y los securetats, que son también protocolos monográficos, en los que se anotan las escrituras de fianzas que se realizan ante un determinado notario. Estas escrituras, ge-neralmente, están relacionadas con los fletes de barcos.

Aparecen, así mismo, entre los libros notariales, los baldufarios. Se trata de manuscritos independientes que contienen el índice clasificado, por or-den cronológico o alfabético, de todas las escrituras de un notario a lo lar-

4 Rodriguez Troncoso, R: Inventario de fondos notariales: Archivo del Reino de Valencia. Conse-lleria de Cultura, Educació i Ciència, Valencia, 1990, pp 28-29.

5 El protocolo más antiguo correspondiente a Cullera data de 1410, y pertenece al notario Joan de Plasència. En este libro aparecen protocolos referidos a Xàtiva y Valencia de esta misma escri-banía. Archivo Colegio Corpus Christi (en adelante ACCC). Fondos Notariales. Sig. 22589.

6 Hasta 1582, con la reforma de Gregorio XIII, el protocolo comenzaba el 25 de diciembre hasta el 24 de diciembre del año siguiente. Anno a Nativitate Domini.


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go de su vida profesional. En ocasiones estos índices aparecen en los pro-tocolos anuales, al principio o al final del volumen. Estas prácticas resultan de enorme utilidad para los investigadores, si bien las mismas comienzan a ser frecuentes a partir del siglo XVIII. Por último señalar los judicataris, que recogen la actividad del notario ante el tribunal de justicia, y que en ocasiones de forma indebida aparecen agregados a los fondos notariales.

FONDOS NOTARIALES VALENCIANOS

Mediante un privilegio de Jaime I en 1240 se implantaría en Valencia el sistema de los liber notularum, por el cual los notarios pasan de ser meros scriptores a redactar instrumentos públicos.7

Los registros notariales valencianos más antiguos corresponden al siglo XIII, en concreto al año 1285, y se encuentran depositados en el Archivo del Reino de Valencia. Se trata de cinco Liber Notularum.8 El soporte sobre el que están escritos es el papel de tamaño folio. El comienzo se realiza con letra caligráfica muy cuidada y en ocasiones se utilizan dos tintas. El texto es abreviado y no presentan espacios ni hojas en blanco. Correspon-de a la práctica notarial del libro-registro en la que se anotan los contratos por orden cronológico.

Ejemplos de signos distintivos notariales.

7 Palanca Pons, A.: Historia del insigne, noble e ilustre Colegio Notarial de Valencia. Colegio No-tarial de Valencia. Valencia 1966.

8 ARV (Arxiu del Regne de València). Fondos Notariales. Sig. 2811–2900.

En el s. XIV hace su aparición, al comienzo de cada libro notarial, el signo distintivo que identifica a cada notario. Los protocolos presentan una caligrafía menos cuidada, con una abundante utilización de las abreviaturas. Encontramos espacios e incluso hojas en blanco, reservadas para intercalar

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anotaciones. Las manos o cuadernillos no están numerados. El aspecto ge-neral de estos libros nos recuerda al de los rebedores de los siglos posterio-res, lo que permite afirmar que estos libros tenían por objeto su registro, para posteriormente realizar una copia más cuidada, en la que se añadían las formulas notariales solemnes, que constituían los notales.

En el siglo XV se fijan los tipos documentales que se mantendrán vi-gentes hasta los decretos de Nueva Planta. Una de las novedades consiste en la cuidada presentación de las primeras páginas de los protocolos, que contienen, de modo destacado, el signo notarial al que acompañan, además de oraciones e invocaciones, con una breve explicación relativa a la clase de notario: real, apostólico… El lenguaje en que está escrito suele ser el la-tín, salvo los testamentos y aquellos escritos, que de acuerdo con los Fueros, debían escribirse en valenciano.9 Tanto los protocolos como los rebedores son de tamaño en cuarto. Y aunque el rebedor debía ser destruido una vez conformado el protocolo, en los siglos XVI y XVII ambos son abundantes

9 “Ordenam encara e fem fur nou, que tots testaments, codicils e altres darreres voluntats, e tots e sengles contractes e altres obligaciones, cartes e letres judicials, sien feits, escrits ordenats e dictats en romans”. Fori IX-XIX-20. «De notaris, scrivans e de salaris”. Fol 218r. Facsímil del incunable Lambert Palmar de 1482. FURS e ordinacions fetes per los gloriosos reys de Aragó als regnícols del regne de València, Valencia, Universitat de València, Secretariado de Publicaciones, 1977, pp. 269-279.

Ejemplos de dibujos. Protocolos de Francesc Joan Soler.


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e incluso se pueden hacer comparaciones entre ellos, ya que en algunos casos se dispone de protocolo y rebedor del mismo notario y año.10

Las tapas con las que se encuadernan protocolos y rebedores son en per-gamino y suelen contener hasta el s. XVIII dibujos de cruces, apareciendo en ocasiones representaciones de los cuatro evangelistas, así como distintas invocaciones.

Como ya hemos señalado anteriormente, el mayor cambio se produce a partir de 1707, tanto en la forma como en el fondo. En lo sucesivo el soporte será en papel sellado, tamaño folio. El único registro que aparece-rá será el protocolo, que pasa a estar redactado totalmente en castellano. Y cada escritura debe contener la firma de los testigos, la de los interesados y la del notario.

Los mayores depósitos documentales de Valencia están constituidos por el Archivo del Colegio del Corpus Christi, que cuenta con 28.582 proto-colos,11 correspondientes a 2481 escribanías,12 y por el Archivo del Reino, que conserva 15.786 protocolos. En ambos casos corresponden a notarios de la ciudad de Valencia, así como a distintas poblaciones de la provincia. En la sección de Protocolos Notariales del Archivo de la Catedral de Va-lencia, encontramos 814 legajos, que abarcan desde 1352 hasta 1839. Por otra parte, en algunos archivos municipales, como el de Alzira, Castelló de la Ribera, Gandia, Paiporta, Sagunt y Xàtiva, podemos encontrar protoco-los referidos a estas poblaciones desde época medieval.

LOS PROTOCOLOS PERTENECIENTES A LAS ESCRIBANÍAS DE CULLERA

La escritura más antigua de Cullera se sitúa en los años del reinado de Martín I, y corresponde a la escribanía del notario Bertomeu Tovia, fe chada el 8 de junio de 1404. Se trata de un reconocimiento de deu-da por un importe de 358 sueldos, que Pedro Bages, labrador de Be-

10 Como señala Jesús Villalmanzo en el Inventario de Fondos Notariales referido al Archivo del Reino de Valencia, a quien sigo en esta introducción, “podemos comparar bien protocolos y rebe-dores por tener abundantes y buenos ejemplos”. Rodríguez Troncoso, R., op., cit. Ver nota 9, p. 25.

11 De los cuales 27.017 corresponden a escrituras y los restantes 1.565 son notas o minutas, que abarcan desde 1348 hasta el siglo XIX.

12 El fondo notarial se enriqueció considerablemente con la donación que el 6 de mayo de 1826 realizaron los herederos de don Mariano Tortosa Tudela, antiguo colegial perpétuo del Co-legio del Patriarca, quien había iniciado una labor de recopilación en 1803. VV.AA. Guía de los Archivos de la Iglesia en España. Asociación de Archiveros de la Iglesia. M.E.C.E. y A. D. de Barce-lona. 2001, pp. 912-914.

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niwaquil,13 confiesa deber a Pedro, también labrador y vecino de Fortaleny, que se ha comprometido a satisfacer anualmente a razón de 48 sueldos, pagaderos en el día de la festividad de Todos los Santos.14

Los fondos correspondientes a Cullera se componen de más de 750 li-bros, por lo que se pueden considerar de excepcionales, tanto por su nú-mero como por la continuidad que ofrecen en su cronología, ya que abar-can desde el siglo XV hasta principios del XX. Este hecho pone en manos de los investigadores una fuente, prácticamente inagotable, de información sobre importantes aspectos de la vida diaria de Cullera, especialmente para la época moderna.

Resumen de la disponibilidad de Fondos Notariales de Cullera

Conceptos ARV ACCC AHMC TOTAL

Nº escribanos 40 15 15 70

Libros índices 17 17

Protocolos 618 22 44 684

Rebedores 6 4 52 62

Minutaris - - 3 3

Total libros 641 26 99 766

Libro más antiguo 1592 1404 1561 1404

Último libro 1914 1758 1682 1914

ACCC. Protocolos de Bartolomé Tovía. Año 1404.

13 Beniwaquil según Andrés Piles aparece entre las alquerías musulmanas de Cullera que exis-tían en el siglo XIII con motivo de la conquista por Jaume I. Piles Ibars, A.: Historia de Cullera. Ajuntament de Cullera, 3ª edición, 1979, p. 136.

14 ACCC. Protocolos de Betormeu Tovia, Signatura: 24.544, del año 1404.


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Existen tres grandes fondos notariales referidos a Cullera:15

1. Archivo del Reino de Valencia (ARV). Es el fondo de mayor impor-tancia en cuanto al volumen de la documentación. En él podemos localizar un total de 625 libros, repartidos entre 602 protocolos, 6 re-bedores y 17 libros índices. Corresponden a 37 escribanías distribuidas cronológicamente entre el siglo XVI (el protocolo más antiguo es de 1592) y el siglo XX (el último protocolo es de 1910). El mayor número de documentos se localiza en los siglos XVIII y XIX.16

2. Archivo del Colegio de Corpus Christi (ACCC). Es el fondo que contiene los libros de protocolos más antiguos de Cullera, aunque por el volumen documental es el menos importante de los tres, ya que aparecen únicamente 26 libros, distribuidos entre 4 rebedores y 22 protocolos. El número de escribanías es de 15, y su distribución cronológica abarca desde el siglo XV (el protocolo más antiguo es de 1404) hasta el siglo XVIII (el último protocolo es de 1758). El mayor número de documentos se localiza en el siglo XV.

3. Archivo Histórico Municipal de Cullera (AHMC). En la propia Cu-llera disponemos de 99 libros, distribuidos entre 3 minutaris, 42 re-bedores y 44 protocolos, correspondientes a 15 escribanías que ejer-cieron su actividad entre 1561 y 1682, siendo el mayor volumen el referido al siglo XVII.

LOS PROTOCOLOS NOTARIALES COMO HERRAMIENTA DEL INVESTIGADOR

De las diferentes posibilidades y estrategias que proporciona el estudio de los protocolos notariales, hemos limitado la selección a aquellos tipos de escrituras que proporcionan referencias relativas a la cultura material, lo

15 Se ha localizado en el Archivo del Ayuntamiento de Castalla un libro de protocolos, del no-tario Francesc Joan Soler, de los años 1512 a 1570 (Registre C-579/1), en el que aparecen refe-rencias a Cullera, en concreto se citan el nombre de los miembros del Consell de esta villa. Esta información se la tengo que agradecer al historiador Salvador Vercher Lletí, que es quien me ha facilitado las referencias.

16 La mayor parte de los fondos depositados en el Archivo del Reino corresponden a los que anteriormente se encontraban custodiados por el Distrito Notarial de Sueca, al cual se encuentran adscritas las notarías de Cullera. Cerca de 2.000 protocolos de todo el Distrito Notarial fueron objeto de donación en el año 1991. Ver Villalmanzo Cameno, Jesús: ”Inventario de los fondos no-tariales de Sueca, hoy en el Archivo del Reino de Valencia (1541-1890)”, en Estudis Castellonencs, nº 6, año 1994-1995, pp. 1475-1506.

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que nos lleva a concentrar la atención en tres de los tipos de escritura que han sido objeto de mayor atención en las investigaciones más recientes: in-ventarios post-mortem, testamentos y particiones de bienes y cartas dotales.

Desde 1978, tras el coloquio de Estrasburgo17, seguido en España del Congreso de Santiago18 en 1982, la documentación notarial ha adquiri-do un especial protagonismo como fuente de estudio de la historia so-cial. Los modelos establecidos por los estudios aparecidos en los últi-mos años, referidos a la cultura ma-terial y las pautas de consumo en distintos puntos de la geografía pe-ninsular, a los que ya nos hemos refe-rido, tienen como principal base do-cumental los protocolos notariales. La metodología que los trabajos anteriores han venido consolidan-do en la historiografía más recien-te, así como el enfoque que ofrecen los estudios precedentes, referidos al ámbito valenciano, tanto el relativo a la renta de la burguesía comercial,19 como el que estudia la economía y patrimonio de la nobleza,20 han servido de modelo para el presente estudio.

Esta fuente ofrece elementos que favorecen la investigación, junto a otros poco esclarecedores del personaje objeto de estudio. Desde que F. Brau-del fue consciente de la elevada capacidad que ofrecía esta fuente, a la que no dudo en calificar “documents de verité”, se han sucedido opiniones a favor y en contra de su utilización. Con el surgimiento en Francia de las dos corrientes historiográficas encabezadas por Pierre Goubert y Roland

ACCC. Libro de Protocolos de Joan Plasencia. Año 1410-1411.

17 Vogler, Bernard V. (ed): Les Actes Notariés. Source de l’Histoire sociales XVIe-XIXe siècles. Li-braire Istra, Strasbourg, 1979.

18 Eiras Roel, Antonio (ed), Actas del II Coloquio de Metodología Histórica Aplicada. La Documen-tación Notarial y la Historia. Universidad de Santiago y Junta de Decanos de los Colegios Notaria-les de España. Santiago de Compostela, 1984,

19 La nueva interpretación del panorama interpretativo de la historiografía, parafraseando el prólogo a la burguesía mercantil valenciana del Setecientos. Franch Benavent, Ricardo: El Ca-pital Comercial Valenciano en el Siglo XVIII. Universitat de València. 1989.

20 La aproximación a la cara oculta de la economía nobiliaria. Catalá Sanz, Jorge Antonio.: Rentas y Patrimonios de la nobleza valenciana en el siglo XVIII. Madrid. Siglo XXI. 1995.


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Mousnier, dirigidas al estudio de las élites sociales, las bondades y las imi-taciones de los inventarios post-mortem como herramienta para la investi-gación, han sido denunciadas por la mayoría de los investigadores, que no obstante no dudan en afirmar que pese a sus limitaciones constituyen una fuente indispensable para conocer la sociedad pretérita.

El profesor Ricardo Franch señala sus ventajas como herramienta habi-tual de uso para las investigaciones de la historia rural y urbana en época moderna, aunque se hace eco de las reticencias que plantean sus detrac-tores; en concreto se refiere a Maurice Garden, que rechaza su utilización debido a la intervención judicial y la actuación de parte interesada, cues-tión que no nos afecta ya que la documentación que sustenta la presente investigación corresponde en su totalidad a actuaciones notariales, sin in-tervención de la justicia.21 Por su parte, Bartolome Yun Casalilla se llega a cuestionar la utilidad de esta fuente por la representatividad, la elevada tasa de ocultación de los bienes, el hecho de que se produzca al final de la vida, en núcleos familiares próximos a la desaparición, de personas viudas o de avanzada edad, que han hecho donación de parte de su patrimonio.22 Be-lén Moreno, que no duda en señalar los puntos débiles de los inventarios post-mortem, incide de nuevo en la falta de representatividad, la ausencia de edad del difunto, la ocultación de las deudas, y el hecho de que se trate de lo que ella denomina “fotografías de un momento dado”, por tanto in-adecuadas para estudiar los flujos económicos, ya que están referidas a un stock de bienes y productos en un momento dado.23

Antonio Eiras Roel no dudaba en calificar, al referirse a los protocolos notariales “como fuente esencial, prioritaria incluso, para determinados es-tudios”, entre los que señala de forma destacada los trabajos referidos a la Edad Moderna,24 lo cual no le impide ofrecer una serie de recomendacio-

21 Franch Benavent, Ricardo: El capital comercial…, op. cit., pp. 24-25. 22 Yun Casalilla, Bartolomé: “Inventarios Post-Mortem, consumo y niveles de vida del cam-

pesinado del Antiguo Régimen. Problemas metodológicos a la luz de la investigación interna-cional.” En Consumo, condiciones de Vida y Comercialización. Cataluña y Castilla, siglos XVII – XIX. J. Torras y B. Yun, Dirs. Valladolid. Junta de Castilla y León. 1999, pp. 28-40.

23 Moreno Claverias, Belén: Pautas de consumo y diferenciación social en la Cataluña preindustrial. Una sociedad en transformación a partir de los inventarios post-mortem. Tesis doctoral inédita, dirigida por Laurence Fontaine y Jaume Torrras, Florencia, octubre, 2002, pp. 51-59. Moreno Claverias, Belén: ”Pautas de consumo y diferenciación social en el Penedés a fin del siglo XVII. Una pro-puesta metodológica a partir de los inventarios sin valoraciones económicas”. Revista de Historia Económica. Año XXI, 2003. Nº extraordinario, pp. 209-245.

24 Eiras Roel, Antonio: “La metodología de la investigación histórica sobre documentación notarial: para un estado de la cuestión. Tipología documental de los protocolos gallegos”, en Eiras Roel, Antonio (ed), Actas del II Coloquio de Metodología Histórica Aplicada. La Documentación Notarial y la Historia. Universidad de Santiago y Junta de Decanos de los Colegios Notariales de España. Santiago de Compostela, 1984, Tomo I, p. 13.

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nes críticas para su utilización, como son su limitada representatividad, la limitada veracidad de los datos que incorporan los documentos, la objeti-vidad del notario, que actúa, al mismo tiempo, como autor de documen-to y como testigo, y finalmente la insuficiente información que aporta.25

Por nuestra parte, queremos destacar una serie de aspectos que conside-ramos relevantes para cada uno de los tipos de documento tratados.

Inventarios post-mortem

Hay que señalar como positivo que los inventarios post-mortem analizados facilitan, en todos los casos, la tasación de los bienes. Por lo general, ofre-cen un detalle amplio de las diferentes propiedades del difunto, salvo los bienes raíces que no se consignan. En ocasiones el desglose es exhaustivo, y llega a comprender cerca de 300 ítems. Contrariamente, entre los aspec-tos negativos hay que señalar que no queda reflejada la edad del difunto; tampoco aparece en todos los casos la localización del domicilio, “en casa

25 Eiras Roel, Antonio.:”De las Fuentes Notariales a la Historia Serial: Una aproximación metodológica”, en Aproximación a la Investigación Histórica a través de la Documentación Notarial. Cua-dernos del Seminario Floridablanca. Nº 1.Murcia, 1985, pp.15-30.


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del difunto”; y la profesión es otra de las referencias que tampoco suele consignarse. Cuando en los inventarios se relacionan los créditos y deudas contraídas o las cantidades prestadas, aparece exclusivamente el montante global de la deuda, pero no el detalle de la misma, no queda constancia ni del capital prestado ni del tipo de interés.

Particiones de bienes

Se trata de un tipo de documentos que facilitan una mayor información que los inventarios ya que, además de incluir una tasación detallada, reflejan las diferentes partidas que representan una merma del balance o saldo final, al quedar contempladas las distintas bajas del montante total de la heren-cia, como son: las cantidades entregadas en concepto de dote y arras —que tienen la consideración de anticipo a cuenta de la legítima—; los gastos generados como motivo de los funerales, y las disposiciones testamentarias en materia de donaciones, obras pías, legados… También las deudas que arrastra la herencia, incluidos los gastos en que se ha podido concurrir des-de que se produjo el fallecimiento del titular hasta el momento en que se acuerda el reparto. Deducidas estas partidas se obtiene el líquido a repartir entre los beneficiarios, de acuerdo con las disposiciones establecidas para la asignación del tercio de mejora y el quinto de libre disposición.

Cartas matrimoniales

Contratos dotales, cartas nupciales, escrituras de constitución de dote y arras… son algunas de las denominaciones26 con las que aparecen en los protocolos notariales los compromisos entre los futuros esposos, más con-cretamente entre sus familias. Su redacción es tanto más complicada y ex-tensa cuanto más valor alcanzan los bienes a dotar. Se trata de un indica-dor que permite conocer, de modo indirecto,27 la economía de las familias.

26 “Escritura de Dote”, “Memoria de la ropa, alajas de casa y bienes muebles que…dona a su hija, colocándola en matrimonio con…”. Estas son algunas de las fórmulas que hemos encontra-do en los protocolos consultados. Isabel Amparo Bauixauli facilita una extensa información sobre los distintos conceptos del mundo dotal y las diferentes formas de protocolizar la dote. Baixauli Juan, Isabel Amparo: Casar-se a l’Antic Règim. Dona i família a la València del segle XVII. Universitat de València. 2003, pp. 32-33.

27 A través de las cantidades que las familia asignan a sus hijas en concepto de dote podemos intuir la situación de la economía familiar, si bien hay factores extraeconómicos en la constitu-ción de la dote (interés por aparentar, conseguir un buen matrimonio, etc.,) que pueden ofrecer

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Contrariamente, son las que menos información directa nos proporcionan del patrimonio familiar, ya que las cantidades de bienes consignadas en los documentos se refieren exclusivamente a la donación que la familia hace a su hija. Desconocemos el nivel de rentas de la unidad familiar, así como el número de miembros que la componen,28 o si existen más hijas casaderas. Hay que señalar además que, en la práctica, la composición material de los bienes de la dote responde a elementos constitutivos del ajuar de la novia: ropa de casa y del hogar; un arca o armario que sirve de contenedor de lo anterior; algunas joyas y dinero en metálico; y, en muy pocos casos, bienes inmuebles. Como elemento adicional suele aparecer la cantidad que el fu-turo esposo compromete en Arras propter nupcias, lo que permite, a partir de la implantación de la legislación castellana,29 un acercamiento a la ren-ta disponible del contrayente, al menos para las cantidades más elevadas.

En la Villa de Cullera a los veinte días del mes de noviembre de mil setecientos cincuenta y nueve años. Sepasse por esta pública Essª de Arrendamiento como yo Joseph Piris, hijo de Marcos Andrés, labrador, de esta dicha villa, vezino y morador, (al qual yo el infrascrito escribano doy fe conozco), digo que por quanto al tiempo y quando la infrascrita Rosa Piris, mi hija, contrajo matrimonio con Jaym Martí, su marido, ahora difunto, no le di cosa alguna por su dote, y a las demás mis hijas les tengo dadas alguna cantidad en diferentes toras de seda, lino y lana, y ahora por los respectos a mi bien estos ortorgo, por las presente que le hago gracia y donación, pura y perpetua, que el derecho llama intervivos.Un pedazo de tierra de huerta, comprensivo de cinco hanegadas, sito en la Univer-sidad de Sueca.

ARV. Signatura 12.809 Protocolos de Juan Bautista Calatayud

Año 1759. Fol. 213v.

una imagen distorsionada de la renta familiar. Detrás de la dote hay todo un entramado social. Baixauli Juan, Isabel Amparo: Casar-se…, op. cit., p. 82.

28 La dote se considera un anticipo de la herencia, en el caso de que la dote no supere la cuan-tía de la legítima. Como señala Pascual Marzal, la hija que ha recibido la dote puede reclamar la diferencia hasta la legítima. Marzal Rodríguez, Pascual: El derecho de sucesiones en la Valencia foral y su tránsito a la Nueva Planta. Valencia. Universitat de València 1998, p. 283.

29 Con los Decretos de Nueva Planta las capitulaciones matrimoniales pasaron a regirse por la legislación castellana, Fuero Juzgo y las Leyes de Toro, que limitaban a la décima parte de los bienes presentes, y en algunos casos de los futuros, la cuantía de las arras: donatio propter nupcias. Marzal Rodriguez, Pascual: op. cit., pp 177-185 y 307-330. A título de ejemplo: “…prometiendo como promete en Arras propter nupcias a la sobre dicha Bonifacia Ferrando su futura consorte la cuantía de doscientas libras de moneda corriente de este Reyno. Las que declara caber en la décima parte de sus bienes libres y desembargados y en el caso de que no cupieran se las asigna en las que en adelante adquiriera con su


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Queremos dejar evidencia de que los inventarios post-mortem, frente a las cartas dotales,30 presentan la ventaja adicional de facilitarnos una infor-mación más completa del patrimonio y los niveles de renta de los inte-grantes de la sociedad.

No obstante, a pesar de sus limitaciones, los cambios introducidos en el tratamiento de esta información por medio de la metodología utilizada, de los que aquí ofrecemos una muestra, y su utilización, junto con otras fuentes complementarias, permiten una aproximación al contexto social y económico estudiado.

En todos los casos nos encontramos ante un tipo de documentos con información que responde a unas mismas características, de carácter repe-titivo, y que, debido al elevado volumen de referencias que contiene como paso previo y necesario para su estudio, requiere de un proceso de siste-matización de su información que permita homogenizar la terminología y establecer referencias relacionales entre los distintos datos a tratar.

EL ESTUDIO DE LAS PAUTAS DE CONSUMO.UNA PROPUESTA METODOLÓGICA

Abordamos en este apartado el modo en que se han planteado las di-ferentes fases del proceso para la obtención, tratamiento y sistematización de la información. Como ya se ha indicado anteriormente, se ha recurrido a consultar la amplia bibliografía existente, lo cual ha permitido conocer, aunque en ocasiones de manera indirecta a través de los resultados obteni-dos, los métodos utilizados para su obtención.

No obstante, algunas referencias concretas han posibilitado trazar un primer esbozo, en concreto los trabajos de Xavier Lencina31 y de Fernan-do Ramos Palencia,32 que ofrecen una serie de directrices que persiguen

industria e ingenio…”. Escritura de dote y arras, que Bautista Ferrando, labrador, y su consorte Ma-ría Magdalena Martínez, constituyen a favor de su hija Bonifacia Ferrando Martínez, y su futuro yerno Alejandro Fos Serrillo, hijo de Josef Fos. ARV Protocolos de Marcos Aparicio Jr.:12.468. Año 1788, fol.309r-313v.

30 Como puntualiza R. Franch la información que proporcionan los contratos dotales “es de muy baja calidad, reduciéndose simplemente a los bienes que la mujer aporta al matrimonio y apareciendo sólo en muy raras ocasiones una declaración del marido sobre su fortuna personal en dicho momento”. Franch Benavent, Ricardo: El Capital Comercial…op., cit., p 29.

31 Lencina Pérez, Xavier: “Los inventarios ‘post mortem’ en el estudio de la cultura material y el consumo: propuesta metodológica. Barcelona, siglo XVII”, en Consumo, condiciones de vida…op. ci.t, pp. 41-60.

32 Ramos Palencia, Fernando: Pautas de consumo y mercado en Castilla 1750-1850. Economía familiar en Palencia al final del Antiguo Régimen. Madrid, Sílex, 2010.

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conseguir un soporte para el vaciado de la información, lo más polivalente posible para poder ser adaptada a cualquier situación. En una tabla se esta-blecen los ítems que componen los inventarios post-mortem, necesarios para determinar aspectos referidos al comportamiento de las pautas de consumo.

En la etapa previa de toma de contacto con la realidad, que vino a coin-cidir con la localización de los depósitos documentales, se realizaron distintos ensayos en base a tipología de las escrituras, lo que permitió una selección de aquellos elementos clave así como la determinación de la amplitud de la muestra y, en base a las distintas referencias que contenía la información, la clasificación de los componentes que debían configurar los grupos ge-néricos y específicos de los bienes objeto de análisis.

Todo ello comportaba dificultades importantes. El hecho de que tanto los inventarios post-mortem como los contratos dotales estuvieran valorados y detallados, posibilitaba la formación de diferentes clasificaciones: tipos de bienes, cantidades, unidades de medida, importes, nivel de uso, característi-cas, materiales utilizados… Para las prendas de vestir y el ajuar doméstico: tipos de tejidos, calidades, tipos de prendas, colores, adornos, precios..., sin olvidar la información referida a la localización del propio documento y los datos identificativos del protagonista de la acción.

La primera fase del plan de trabajo pasaba por la necesidad del volca-do de la información, disponible en los libros notariales, a un soporte ade-cuado para su posterior tratamiento. Para la recogida del elevado volumen de datos que se intuía, era necesario contar con una herramienta potente, fiable, manejable, y que dispusiera de una elevada capacidad para la reco-gida de datos; por ello, el recurso a una ficha en soporte informático era lo más aconsejable. Los principales requerimientos que debía cumplir eran: que fuera modular, que permitiera incorporar los diferentes grupos de in-formación y las posteriores ampliaciones, de acuerdo con los nuevos datos aparecidos; que se pudieran eliminar al máximo las tareas repetitivas y el consiguiente riesgo de errores; y que permitiera la consulta rápida, la or-denación y el tratamiento de la información posterior para la obtención de ratios, coeficientes, distribuciones y gráficas.

Una vez recopilada la información para la segunda fase, que respondía a la clasificación y tratamiento de la misma, se hacía necesaria una tabulación por niveles de riqueza, así como la diferenciación de los distintos tipos de bienes inmuebles, rústicos, la posesión de otros tipos de objetos, el ajuar doméstico, o elementos suntuarios como joyas, cuadros o libros.

Por lo que se refiere a la última de las fases, en la que había que com-pletar el estudio de las filiaciones sociales de los protagonistas y sus niveles de renta, para poder determinar la correlación existente entre riqueza, nivel social y pautas de comportamiento referido al consumo de determinados


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objetos, era necesario cruzar la anterior información obtenida con la do-cumentación de carácter económico y fiscal, principalmente padrones de riqueza y libros de reparto del equivalente.

Toda esta documentación constituye un elevado volumen de datos que es necesario utilizar e incorporar en cada ítem, tratando de evitar repeti-ciones. Las soluciones metodológicas consultadas apuntaban a la necesidad de contar con una base de datos que diera respuesta a todos los condicio-nantes anteriores.33

LA BASE DE DATOS “PROTOCOLOS”

Se ha trabajado con una base de datos Access, a la que hemos deno-minado “Protocolos”, en la que para la toma directa de los datos se han utilizado tres distintos tipos de fichas, en las que se recoge toda la infor-mación relevante contenida en los libros de protocolos referida a los dife-rentes tipos de bienes.

El contenido de los datos que recoge la ficha catalográfica permite la identificación del documento y del sujeto que protagoniza la acción. Esta ficha está dividida en los siguientes apartados:

! Número de ítem. Lo incorpora el sistema de forma automática. ! Clave. Alfanumérica, compuesta por la abreviatura del nombre del

archivo seguida de un número secuencial. Esta clave es la que posi-bilita la interrelación entre los diferentes documentos de un mismo protagonista, y es la que sirve como elemento de control.

! Nombre del archivo. ! Signatura del documento. ! Notario. ! Año Libro Protocolo. ! Tipo de documento: inventario, testamento, partición de bienes, dote. ! Identificación del documento. ! Fecha del documento ! Localidad. Lugar donde se ha realizado el documento.

33 Algunos apartados referidos a metodología entran a valorar aspectos historiográficos o de orden conceptual. Por lo que se refiere a cuestiones relacionadas con la resolución de la proble-mática que plantea el acceso a la información notarial y su conversión en información serial, hay que destacar además de la ya comentada aportación de Xavier Lencina y Fernando Ramos, la in-formación que facilita Belén Moreno Claverías, en la que aporta datos de los 130 diferentes apar-tados de su “ficha”. Moreno Claverias, Belén: Pautas de consumo y diferenciación social en la Cata-luña… op. cit., pp. 65-70.

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! Protagonista. Identifica al sujeto que origina la acción. ! Profesión/Estado que ejerce el protagonista. ! Regesta. Breve resumen del documento.

Modelo de ficha catalográfica.

Modelo de ficha de datos económicos.


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En la ficha de datos económicos se recoge información de todos los bienes materiales que aparecen en los documentos, divididos por tipologías y con indicación del valor unitario de cada uno. En este modelo se ex-cluyen todos aquellos artículos relacionados con la indumentaria personal y la ropa de casa, que aparecen recogidos en una ficha específica. En ella podemos encontrar los siguientes apartados:

! Número de ítem. ! Clave. ! Protagonista. ! Genérico. Identifica la tipología del bien: inmuebles, tierras, joyas, ar-

mas, objetos de decoración, mobiliario, menaje, útiles de cocina, úti-les de trabajo, alimentos, animales. (La ropa de casa y personal queda recogida en la ficha de textil).

! Específico. Identifica el tipo de bien de acuerdo con cada uno del grupo genérico. A título de ejemplo: casa, huerta con moreras, ani-llo, escopeta, espejo, silla, plato fino de Manises, sartén, albarda, tinaja de aceite. Yegua.

! Características. Ofrece detalles del bien. ! Cantidad/Superficie. ! Tipo de unidad de medida. ! Segunda unidad. Para identificar determinadas fracciones no decimales,

especialmente en lo que se refiere a superficie de tierra (hanegadas, cuartones y brazas).

! Estado: Nuevo/Usado. No siempre aparece esta información. ! Valor: libras, sueldos, dineros.34

! Observaciones. Información complementaria no recogida en otros apar-tados.

La ficha de textil constituye el tercer documento básico, en el que se recogen todos los bienes referidos a indumentaria personal y al ajuar do-méstico. Los diferentes apartados que la integran se detallan a continuación.

! Número ítem. ! Clave. ! Protagonista. ! Grupo vestuario: indumentaria personal y ajuar doméstico.

34 Los valores de tasación de los bienes están recogidos en “moneda del Reino de Valencia”. La unidad de cuenta era la libra, que se dividía en 20 sueldos y el sueldo en 12 dineros. Por deba-jo del sueldo, estaba la “mealla”, que equivalía a medio sueldo.

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! Tipo de prenda. Identifica la prenda en cuestión: jubón, sábana, man-tel…

! Tejido principal. Indica el tipo de tejido predominante: seda, lana ! Tejido secundario. Identifica el tejido, o si existe algún tipo de mezcla. ! Adornos. Detalles que adornan la prenda y que pueden representar

un mayor valor, o alguna modificación sobre la misma. ! Características. Complementa la información sobre la prenda o el tipo

de tejido en cuestión, o alguna peculiaridad no recogida en los otros apartados.

! Color. Indica el color o colores predominantes ! Estado: Nuevo/Viejo. Indica el estado de la prenda. ! Cantidad. ! Unidad textil. En el supuesto de que se trate de piezas: libras, onzas,

varas… ! Valor: en libras, sueldos y dineros.

Estas tres bases de datos interrelacionaron un total de 20 tablas auxilia-res, que han sido configuradas con información procedente de la consulta bibliográfica,35 así como con la información obtenida de la toma de con-

Modelo de ficha para referencias de textil.

35 Para cuestiones como la identificación de los tipos de tejidos ha resultado de enorme utili-dad la utilización de Davila, Durán y García Fernández: Diccionario histórico de telas y tejidos: Caste-llano-Catalán. Junta de Castilla y León, Salamanca, 2004. Para los tipos de prenda el libro de Aureli Puig: Diccionari de la Indumentària. El vestit popular valencià als segles XVIII i XIX. Cançoner. Diputa-


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tacto con la documentación de archivo. El principal objetivo era el de ho-mogeneizar la denominación de los diferentes objetos.

Relaciones existentes en base de datos“Protocolos”

ció de Castelló. 2002. Además los trabajos de Xavier Lencina y Fernando Ramos. Así mismo, han resultado de gran apoyo las consultas, a través de la red, del Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española. El resto de las referencias se han ido agregando siguiendo el ritmo que imponía la pro-pia toma de datos.

Esquema de las interrelaciones entre las distintas tablas de datos.

En estas tablas relacionales se establecieron además una serie de contro-les de seguridad para evitar duplicidades y errores. La modularidad de la base de datos posibilita la integración, con carácter adicional, de diferentes bases auxiliares además de las que se han utilizado:

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Tablas auxiliares relacionadas

Clave Protagonistas Grupo de Ropa

Archivo Profesiones Unidades Textil

Notario Relaciones Tipo de Prenda

Signatura Datos Económicos Tipo de Tejido

Año Bienes Genéricos Adornos

Tipo Documento Bienes Específicos Colores

Identificación Unidades Complementos

El número de ítems que son necesarios consignar para cada documento depende del total de objetos registrados. Con carácter general son mucho más superiores para los inventarios y particiones que para las cartas dota-les, aunque hay excepciones en ambos casos. Por término medio cada do-cumento contiene un total de 34 objetos, o lo que es lo mismo, por cada ficha catalográfica es necesario utilizar 34 fichas: 15 fichas de datos eco-nómicos y 19 fichas de textil. El volumen medio de ítems por cada do-cumento se sitúa en 527. Por tanto, podemos estimar que un estudio que aborde en torno a los 500 documentos significaría un conjunto superior a los 250.000 datos.36 Hay que considerar, además, que algunos de los datos ofrecen múltiples alternativas, como es el caso, sólo por poner un ejemplo, de los tipos de fibra utilizados, que se aproxima a los 200, incluidos los te-jidos con mezcla de fibras.

36 Los trabajos, referidos a este tipo de procesos, que ofrecen información sobre el volumen de inventarios/dotes tratados, de los que tenemos referencia, se sitúan en algunos casos por encima de este volumen de documentos. El recorrido puede varias entre los 300 documentos que Máximo García Fernández y Rosa María Dávila Corona utilizan en una muestra de 300 dotes para su es-tudio referido a la provincia de Valladolid (García Fernández, M. y Dávila Corona, R. Mª: ”El consumo de productos textiles en Valladolid: 1750-1850” en Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea, Nº 21, 2001, pp. 133-180), seguido de los 372 documentos en el estudio realiza-da para la provincia de Palencia por Fernando Ramos (Ramos Palencia, F.: Pautas de consumo… op., cit.); y en el extremo superior los 800 documentos utilizados para el estudio de la Cataluña preindustrial, en concreto para la comarca del Penedès, realizado por Belén Moreno (Moreno Claverías, B.: Consum i condicions de vida a la Catalunya Moderna. El Penedès, 1670-1790, Con-sell Comarcal Alt Penedès, 2007). Y finalmente, los 841 documentos que el autor de este artículo está utilizando en su trabajo de tesis doctoral, por medio de una muestra obtenida de las comar-cas centrales de Valencia: la Costera y la Ribera Baixa. (Los primeros resultados de este trabajo se pueden consultar en: Rosado Calatayud, Luis M.: “Sociedad, cultura material y consumo textil en el medio rural valenciano a lo largo del siglo XVIII. El caso de Sueca”, en Estudis. Revista de Historia Moderna de la Universidad de Valencia, Nº 36, Valencia, 2010, pp. 259-278. Y en ”El vestido y el ajuar doméstico: evolución de las pautas de consumo del textil en el medio rural valenciano a lo largo del siglo XVIII” en Nuevas aportaciones a la historia del consumo en la España Moderna. Da-niel Muñoz Navarro (ed.), València, Universitat de València, 2010, pp. 177-201.


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El tratamiento de esta amplia información permite la obtención de resultados cuantitativos y su utilización estadística. Partiendo de los da-tos elaborados podemos construir series históricas y establecer estudios comparativos que nos ayuden a conocer la evolución temporal, espacial, o para un determinado estrato social y económico; saber cuándo y dón-de se producen las innovaciones —en el caso que nos ocupa— referidas a la incorporación de nuevas prendas, colores, tejidos…, incluso las va-riaciones de precios.

No obstante, como hemos tenido ocasión de comprobar, para poder disponer de una muestra lo suficientemente significativa como para que nos permita obtener conclusiones sólidas sobre los datos observados, es ne-cesario manejar un abundante número de documentos, que se traducen en cuantiosos datos que es necesario procesar de manera adecuada. Por tanto, pese a lo gratificante de los resultados, la utilización de esta fuente docu-mental resulta enormemente laboriosa debido al elevado volumen de in-formación que es necesario manejar, cuestión por la cual ha sido objeto de escasa atención en tiempos pasados debido a la ausencia de medios auxi-liares —en especial de carácter informático— que obligaban al tratamiento manual de la información.

CONSIDERACIONES FINALES

De un tiempo a esta parte las dificultades señaladas se han ido superan-do y han hecho aparición un número significativo de estudios correspon-diente a los siglos XVII, XVIII y XIX. Fruto de estas investigaciones —referidas en este caso exclusivamente a los trabajos sobre cultura material y las pautas de consumo que tienen como base documental los protocolos notariales— se ha podido apreciar en el caso español, como ya había teni-do ocasión de conocerse en las áreas más dinámicas de Europa Occiden-tal, la existencia de trabajos referidos tanto a aspectos relacionados con la metodología como aquellos que nos muestran resultados sobre cuestiones concretas, en un ámbito espacial y temporal. Las investigaciones han puesto de manifiesto aspectos novedosos que nos han dado a conocer que, des-de mediados del siglo XVII, se ha producido un incremento sustancial de la relación de la población con el mercado, intensificándose demanda de mercancías y favoreciendo, consiguientemente, el cambio de las estructu-ras productivas, y que dependiendo de las áreas geográficas, culminó con el proceso de industrialización.

Los estudios pioneros en el ámbito peninsular son el resultado de las investigaciones dirigidas por los profesores Jaume Torras y Bartolomé Yun.

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37 Consumo, condiciones de vida y comercialización. Cataluña y Castilla, siglos XVII-XIX. (J. Torras y B. Yun, dirs.), Valladolid, 1999; y “El consumo en la España pre-industrial”, en Revista de Historia Económica, Año XXI, Madrid, 2003.

Sus resultados se han plasmado en dos importantes obras,37 y han dado origen a una serie de trabajos de investigación, de carácter interdisciplinar, aparecidos en los últimos 10 años, y que tratan de evidenciar los cambios de comportamiento, tanto del lado de la oferta, como de la demanda, en relación con el consumo y más concretamente en el vestido y el ajuar do-méstico. Estos trabajos se han centrado, prioritariamente, en los casos de Cataluña y Castilla. Por lo que al ámbito valenciano se refiere, la actividad se ha iniciado de manera más tardía, si bien en la actualidad hay un desta-cado grupo de investigadores que han centrado sus trabajos en la diferen-te intensidad y ritmo que adquirieron las pautas de consumo en nuestro entorno más próximo.

Todo lo anterior nos ofrece tan sólo una de las múltiples posibilidades que la documentación notarial posibilita al historiador. Las escrituras pre-sentan una amplia variedad de situaciones, nos aportan una imagen bastan-te exacta en aspectos relacionados con la vida económica: compras, ventas, préstamos, precios, formas de contratación… Así mismo, nos ayudan a com-prender determinadas actitudes que formaban parte de la vida cotidiana del período estudiado. Contiene un volumen elevado de datos, con la parti-cularidad, frente a otras fuentes documentales, de que su estudio posibilita un acercamiento a las mentalidades, al mundo de la cultura, a la incidencia de la religiosidad —cuestión de especial preocupación en el Antiguo Ré-gimen—, a la información sobre festividades, a las devociones populares, a las prácticas funerarias… Pero además, al tratarse de una fuente seriada, nos permite observar la evolución, no sólo de los sujetos, sino también de las colectividades que conforman la sociedad.

El protocolo notarial constituye una de las mejores herramientas en manos del investigador de la historia y la oferta documental, en el caso de Cullera, resulta tan amplia como poco conocida, lo que la hace doblemen-te atractiva como objeto de estudio. Confiemos en que este artículo sirva de estímulo para que esta documentación pueda ser estudiada y difundida.


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RESUMEN CRONOLÓGICO

LIBROS DE PROTOCOLOS DE CULLERA

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LOCALIZACIÓN DE LOS FONDOS NOTARIALES DE CULLERA

Notario Archivo Signatura Año Tipo

Albelda, Ildefons ARV 13290 1675 -1676 Rebedor

Albelda, Ildefons ARV 13291 1677 -1679 Rebedor

Audivert, Antonio AHMC 654 1629 -639 Protocolo

Berdin, Guillermo ARV 13578 1859 Protocolo **







Berdin, Guillermo ARV 13585 1866 . 1º Protocolo **




















Berdin, Guillermo ARV 13605 1881 -1882 Protocolo **

Berenguer, Atanasio ARV 12707 1755 -1758 Protocolo **


Berenguer, Atanasio ARV 12709 1761 Protocolo **


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Berenguer, Atanasio ARV 12714 1766 - 1767 Protocolo **















Berenguer, Atanasio ARV 12729 1755- 1790 Índices **

Berenguer, Francisco ARV 12730 1792 -1793 Protocolo **

Berenguer, Francisco ARV 12731 1794 Protocolo **

















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Berenguer, Francisco ARV 12772 1792 -1834 Índices **

Buenrostro, Francisco ARV 12779 1829 Protocolo **










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Buenrostro, Francisco ARV 12806 1829 -1854 Índices **

Cabrera, Antonio AHMC 655 1561 Protocolo

Calatayud, Juan Bautista ARV 12807 1756 -1757 Protocolo **

Calatayud, Juan Bautista ARV 12808 1758 Protocolo **




Calatayud, Juan Bautista ARV 12812 1762 -1763 Protocolo **


Capdevila, Joan* ACCC 11918 1432 Protocolo

Castelló, Franciaco AHMC 656 1657-1658 Protocolo

Castelló, José AHMC 657 1649 Rebedor

Castelló, José AHMC 658 1652 Rebedor

Castelló, Pere Vicent ARV 13985 1678 -1679 Protocolo


Castelló, Pere Vicent ARV 13987 1682 Protocolo





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Castells Millera, José ARV 12821 1786 Protocolo **













Castells Millera, José ARV 12834 1799 -1800 Protocolo **














Castells Millera, José ARV 12848 1786 -1824 Índices **

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Cerveró, Pere* ACCC 13625 1482 -1483 Protocolo



Cerveró, Pere* ACCC 13636 1506 Protocolo

Cerveró, Pere* ACCC 13637 1507 Protocolo


Colom, Antonio AHMC 659 1629-1630 Protocolo

Colom, Antonio AHMC 660 1614 Rebedor

Colom, Antonio AHMC 661 1615 Protocolo

Colom, Antonio AHMC 662 1617 Rebedor






Coll, Martí* ACCC 25090 1437 -1439 Protocolo

Crespo, Vicente ARV 12911 1793 -1795 Protocolo **





Desconocido AHMC 752 1667 Protocolo

Doménech Greus, Vicente ARV 13607 1883 Protocolo **









Doménech Greus, Vicente ARV 13616 1892 . 1º Protocolo **






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Domínguez, Francisco Jerónimo AHMC 668 1596 Rebedor






Folquer, Francesc ARV 14011 1636 Protocolo

Folquer, Francesc ARV 14012 1638 -1645 Rebedor



Folquer, Francesc ARV 14015 1652 -1653 Rebedor


Folquer, Francesc ARV 14017 1654 -1655 Protocolo



Folquer, Francesc ARV 14020 1630 -1654 Índices

Folquer, Francisco Juan AHMC 674 1666 Protocolo

Folquer, Francisco Juan AHMC 675 1667 Protocolo

Folquer, Francisco Juan AHMC 676 1668-1669 Protocolo




Folquer, Pedro AHMC 680 1597 Rebedor





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Folquer, Pedro AHMC 689 1610 Protocolo
















Folquer, Pedro Juan AHMC 705 1629-1630 Rebedor





Folquer, Pedro Juan AHMC 710 1660 Rebedor

Fuster y Orts, José Ignacio ARV 205 1902 Protocolo **









Garí, Miquel* ACCC 26909 1497 - 1500 Protocolo


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Garí, Miquel* ACCC 26910 1505 Protocolo

Gonzalbo, José ARV 12982 1754 - 1755 Protocolo **

Gonzalbo, José ARV 12983 1756 Protocolo **




Gonzalbo, José ARV 12987 1763 Protocolo **

Gonzalbo, José ARV 12988 1764 -1765 Protocolo **







Gonzalbo, José ARV 12995 1754 - 1777 Índices **

González, Vicente AHMC 711 1609 Rebedor



Grau, Francisco AHMC 714 1611 Rebedor

Grau, Francisco AHMC 715 1612 Protocolo

Grau, Francisco AHMC 716 1613 Vademecum

Grau, Francisco AHMC 717 1613 Protocolo














Guerau, Pere Juan ARV 14021 1667 Protocolo

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Guerau, Pere Juan ARV 14022 1684 -1686 Protocolo












López Gisbert, Francisco ARV 13706 1869 Protocolo **

















López Gisbert, Fancisco ARV 13723 1886 Protocolo **






Martínez Carreres, Juan Bautista ARV 13106 1782 -1783 Protocolo **


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Martínez Carreres, Juan Bautista ARV 13108 1786 Protocolo **












Martínez García, Juan Bautista ARV 13120 1804 Protocolo **

Martínez García, Juan Bautista ARV 13121 1805 - 1806 Protocolo **






















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Martínez García, Juan Bautista ARV 13161 1814 -1834 Índices **

Martínez, José ARV 13053 1829 -1834 Protocolo **

Martínez, José ARV 13054 1835 Protocolo **



























Martínez, José ARV 13081 1829 -1864 Índices **

Martínez, Juan Bautista ARV 13082 1768 -1769 Protocolo **

Martínez, Juan Bautista ARV 13083 1770 Protocolo **

Martínez, Juan Bautista ARV 13084 1771 -1772 Protocolo **





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Mas, Joan del* ACCC 27361 1442 -1443 Protocolo

Mas, José ARV 14139 1669 Protocolo



Mas, José ARV 14142 1672 -1673 Rebedor


Mas, José ARV 14144 1675 , 1678 Rebedor


Mas, José ARV 14146 1669 -1676 Índices

Millera, Joan* ACCC 27060 1685 -1687 Rebedor

Monreal, Esteve ARV 14154 1678 -1679 Protocolo

Monreal, Esteve ARV 14155 1680 Protocolo


Monreal, Esteve ARV 14157 1682 - 1683 Protocolo




Monreal, Esteve ARV 14161 1695 -1696 Protocolo

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Moreno, Juan Crisóstomo ARV 13798 1866 Protocolo **




Noguera, Carlos ARV 14166 1703 -1707 Protocolo **





Noguera, Manuel Jr. ARV 13221 1798 -1799 Protocolo **

Noguera, Manuel Jr. ARV 13222 1800 Protocolo **







Noguera, Manuel Sr. ARV 13194 1738 -1740 Protocolo **




Noguera, Manuel Sr. ARV 13198 1748 Protocolo **
















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Ortí, Marc Antoni* ACCC 9729 1583 -1590 Protocolo

Ortiz, Salvador AHMC 731 1620-1622 Protocolo












Peirat, Tomás Natalio ARV 1628 1590 -1591 Protocolo

Peirat, Tomás Natalio ARV 11332 1592 Protocolo

Peirat, Tomás Natalio ARV 1629 1593 Protocolo

Pello, Nicolás ARV 13229 1713 -1718 Protocolo **







Pello, Nicolás ARV 13236 1740 Protocolo **



Pello, Nicolás ARV 13239 1749 - 1750 Protocolo **


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Pello, Nicolás ARV 13246 1713 -1757 Índices **

Piquer Hernando, Joaquín ARV 13799 1893 Protocolo **


















Piris Rico, Nadal ARV 13247 1734 -1736 Protocolo **


Piris Rico, Nadal ARV 13249 1739 Protocolo **











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Piris Rico, Nadal ARV 13271 1734 -1771 Índices **

Plasència, Joan de* ACCC 22589 1410 -1411 Protocolo

Prat y Hernández, Lorenzo F. ARV 406 1908 Protocolo **

Prat y Hernández, Lorenzo F. ARV 407 1914 Protocolo **

Reig Muñoz, Antonio ARV 13817 1856 Protocolo










Reinoso, Antonio Ignacio* ACCC 6852 1741 -1746 Protocolo




Sales, Luis ARV 13371 1820 -1821 Protocolo **

Sales, Luis ARV 13372 1822 -1823 Protocolo **

Sales, Luis ARV 13373 1824 Protocolo **




161
































Sales, Luis ARV 13406 1820 -1856 Índices **

Salines, Joan Baptista* ACCC 27038 1613 Rebedor

Santes, Pere* ACCC 19633 1669 -1679 Rebedor

Segarra, Miguel* ACCC 24916 1590 Rebedor

Sempere, Gregorio* ACCC 4212 1728 -1731 Protocolo

Sempere, Gregorio* ACCC 4213 1732 -1736 Protocolo

Suarez, Jeroni* ARV 14177 1611 , 1636 Protocolo


162


Todo Martí, Santiago ARV 13901 1865 -1866 Protocolo

Torres, Andrés Jr. ARV 13497 1739 -1740 Protocolo **

Torres, Andrés Jr. ARV 13498 1741 Protocolo **











Torres, Andrés Jr. ARV 13509 1739 -1755 Índices **

Torres, Andrés Sr. ARV 14178 1686 -1687 Protocolo




Torres, Andrés Sr. ARV 14182 1700 Protocolo






Torres, Andrés Sr. ARV 14188 1706 -1707 Protocolo **

Torres, Andrés Sr. ARV 13474 1708 Protocolo **











163
















Torres, Andrés Sr. ARV 13496 1686 -1738 Índices **

Tovia, Bertomeu* ACCC 24544 1404 -1406 Protocolo

Tovia, Bertomeu* ACCC 24548 1415 Protocolo

Trilles, Francesc* ACCC 21757 1461 Protocolo

Vilarragut Ríos, Nadal ARV 13562 1795 -1796 Protocolo **



Vilarragut Ríos, Nadal ARV 13565 1795 -1804 Índices **

Vilarragut, José Antonio ARV 13510 1806 -1814 Protocolo **








Vilarragut, José Antonio ARV 13518 1806 -1844 Índices **

Vilarragut, Nadal ARV 13519 1757 Protocolo **







164


















Vilarragut, Nadal ARV 13541 1779 - 1780 Protocolo **









Vilarragut, Nadal ARV 13550 1792 -1794 Protocolo **







Vilarragut, Nadal ARV 13557 1757 -1806 Índices **

Vilarragut, Vicente ARV 13558 1740 -1741 Protocolo **

Vilarragut, Vicente ARV 13559 1742 Protocolo **


165




Vives, Juan AHMC 743 1599 Rebedor

Zaragozá, Bartolomé AHMC 744 1641-1645 Protocolo

Zaragozá, Bartolomé AHMC 745 1646 Protocolo






Zaragozá, Bartolomé AHMC 751 1662 Protocolo

NOTAS:

ACCC: ARCHIVO REAL COLEGIO DEL CORPUS CHRISTI

AHMC: ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE CULLERA

ARV: ARCHIVO DEL REINO DE VALENCIA

* Contiene escrituras de otras poblaciones además de Cullera.

** Protocolos anteriormente depositados en el Archivo de Distrito Notarial de Sueca.

una aproximaciÓn metodolÓgica a esta fuente de …

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