¿un cuadro de cristóbal afonso?ºs rodríguez bravo, historiador del arte entre 1754 y 1773 el...
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¿Un cuadro de Cristóbal Afonso?
Jesús Rodríguez Bravo, historiador del arte
Entre 1754 y 1773 el escribano José de Montenegro (c. 1700–1789) fue adquiriendo
distintas propiedades en un saliente entre las playas de Los Patos y El Ancón, en la costa de
La Orotava, acondicionándolas para el cultivo, como una de las actuaciones más importantes
que desarrolló en su vida para conseguir cierto prestigio social entre la burguesía agraria de
su época. Sin duda, su obsesión tuvo sus frutos pues podemos afirmar que se trata de un
personaje muy relevante del setecientos en Tenerife y en su escribanía se hicieron
documentos muy importantes para entender nuestra historia. Pero lo que más llama la
atención es su constante vinculación con el arte, de la que surgieron encargos a importantes
escultores y pintores o fábricas relevantes como la capilla de Ánimas del convento de san
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Presentación de la Virgen niña en el templo con san Joaquín y santa Ana, atribuido aCristóbal Afonso, c. 1780
Benito de La Orotava en 1747 o la ermita del Ancón en 17671. En esta última, puesta bajo la
advocación de la Nuestra Señora de Montenegro y abierta en 1771 se conservaban hasta
hace poco algunas de las obras más significativas encargadas por el escribano: tres esculturas
delartista valenciano Blas Molner (1737-1812), la titular Nuestra Señora de Montenegro, San
José con el niño y San Juan Nepomuceno, encargadas en Sevilla a través de su sobrino Juan
Nepomuceno de Montenegro; y tres cuadros, la Presentación de la Virgen niña en el templo
con san Joaquín y santa Ana, la Aparición de los apóstoles san Pedro y san Pablo a santo
Domingo y un retrato suyo. Hablemos de la primera de estas obras.
Se trata de un lienzo de grandes dimensiones, 209 x 114
cm, restaurado en el año 2002 y que se inspira en una
iconografía extraída de los evangelios apócrifos. La escena se
desarrolla en un espacio arquitectónico clásico abierto al
paisaje: santa Ana, en posición sedente, hace una parada en la
lectura de un libro mientras observa con tristeza como san
Joaquín sujeta a la virgen niña, subida en un pedestal. La
composición representa el momento en que la virgen María es
presentada en el templo cuando tenía tres años de edad. En su
mano izquierda porta las flores y en lo alto de la escena aparece
el espíritu santo en forma de paloma. A la derecha, el paisaje
continua en forma de jardín. La obra denota algunas carencias,
como cierta ejecución ruda en el contraposto de la niña o
algunas incoherencias compositivas como el situar a los padres
de la virgen a una misma altura cuando san Joaquín está de pie y santa Ana sentada, o la
continuidad del fondo de paisaje a distintos niveles a derecha e izquierda; pero resulta
interesante por su iconografía. En la iglesia de la Concepción de Los Realejos existe un cuadro
1Véanse AHPT, PN 2894, ante Pedro Miguel Gutiérrez, 25 de junio de 1789, f. 239 y siguientes; RODRÍGUEZ BRAVO,Jesús (2015): «Arte y perpetuidad: José de Montenegro y la capilla de ánimas del convento de san Benito de LaOrotava», en Revista de Historia Canaria, n.º 197. San Cristóbal de La Laguna: Universidad de La Laguna; RODRÍGUEZMESA, Manuel (1981): La Orotava y sus fiestas. Noticias para su historia. La Orotava:Ayuntamiento de La Orotava;FRAGA GONZÁLEZ, Carmen (1982): «Las haciendas de Tenerife», en Anuario del Instituto de Estudios Canarios, XXIV-XXV. San Cristóbal de La Laguna: Universidad de La Laguna; ACOSTA JORDÁN, Silvano (2004): «Tres esculturas de BlasMolner en la ermita de Nuestra Señora de Montenegro», en Revista de Historia Canaria, n.º 186. San Cristóbal de LaLaguna: Universidad de La Laguna.
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identificado como san José con el niño, atribuido a Gaspar de Quevedo y que parte de una
misma referencia iconográfica. En este caso sólo aparecen dos de los personajes, que se
encuentran girados con respecto al cuadro del Ancón y que está mucho mejor resuelto
técnicamente2. Habría que replantearse si el lienzo de Los Realejos no representa también
esa escena y no la de san José con el niño Jesús, aunque no sería la primera vez que un
mismo repertorio iconográfico sirviera para representaciones distintas. En cualquier caso la
composición encargada por Montenegro bebe de diferentes fuentes grabadas, que el autor
mezcla para componer su cuadro. De esta manera, toma la figura de santa Ana de las
composiciones típicas sobre la educación de la virgen, sobre todo las referidas al momento
de enseñarla a leer, mientras que la figura de san Joaquín procede de una estampa. Tanto
esta obra como las otras dos procedentes de la ermita del Ancón se enmarcan en la plástica
canaria del siglo XVIII, deudora aún de la estética de Quintana. El retrato de José de
Montenegro, perteneciente también a esta ermita, se ha relacionado con el pintor Cristóbal
Afonso (1742-1797), activo en La Orotava en esa época. No dudamos en relacionar este
cuadro que estudiamos igualmente con este artista, pues presenta algunas cualidades que
vemos en otras composiciones suyas, impregnadas de cierto arcaísmo. Afonso trabajó entre
1775 y 1787 en la decoración interior y las pinturas de la cúpula de la iglesia de la
Concepción de La Orotava y se movía en el círculo de José Betancourt y Castro y Miguel
García de Chaves, personajes relevantes de la población en la segunda mitad del XVIII. Por lo
tanto no resultaría extraño que Montenegro le encargase esta pintura, así como su retrato e
incluso el tercer lienzo perteneciente a su ermita.
Es una muestra más de la importancia dada por José de Montenegro a dotar sus
fundaciones de cierta categoría artística y a intentar rodearse de aquello que sin duda le
resultaba grato, es decir, el entorno de la creación artística. Debido a su condición de
escribano sobresaliente en su época no dudamos del contacto que pudo tener con las figuras
más ilustres del panorama creativo del siglo XVIII en Tenerife, uno de cuyos frutos es esta
pintura.
Cómo citar este artículo: Rodríguez Bravo, Jesús. “¿Un cuadro de Cristóbal Afonso?”. [Documento
en línea]. Laberinto del Arte. https://laberintodelarte.wordpress.com/2016/04/30/un-cuadro-de-
cristobal-afonso/
2Véase Rodríguez Morales, Carlos (2007): «El pintor Gaspar de Quevedo. Su aprendizaje en Sevilla y nuevas obras enCanarias», en Laboratorio de Arte, nº 20. Sevilla: Universidad de Sevilla, pp. 131-139.
Laberinto del Arte. Jesús Rodríguez Bravo https://laberintodelarte.wordpress.com/
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San Juan Nepomuceno, Blas Molner Detalle de la Aparición de san Pedro y sanPablo a santo Domingo
Detalle del retrato de José de Montenegro