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UDO Agrícola VOLUMEN 1 ENERO-DICIEMBRE 2001 NÚMERO 1 Revista Científica de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente ISSN 1317 - 9152 Depósito Legal pp200102Mo1203

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UDO Agrícola

VOLUMEN 1 ENERO-DICIEMBRE 2001 NÚMERO 1

Revista Científica de la Escuela de Ingeniería

Agronómica de la Universidad de Oriente

ISSN 1317 - 9152 Depósito Legal pp200102Mo1203

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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

Autoridades Rectorales

Rectora: Veridiana González Contreras

Vice-Rector Académico: Pedro Mago

Vice-rector Administrativo: Henry Millán

Secretario: Manuel Silva Córdova

Autoridades del Núcleo Monagas

Decana: Nólgida Villaroel

Coordinador Académico: Dick Pulido

Coordinador Administrativo: Luis Márquez

Director Escuela de Ingeniería Agronómica: Nelson Montaño Mata

Jefe Departamento de Agronomía: Jesús Rafael Méndez Natera

Jefe Departamento de Ingeniería Agrícola: José Alexander Gil Marín

Jefe Departamento de Economía Agrícola: Jesús Rodríguez

Impreso en el Taller de Publicaciones del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente

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Volumen 1 Enero-Diciembre 2001 Número 1

REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

Revista de la Escuela de Ingeniería Agronómica del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente

La REVISTA CIENTIFICA UDO AGRICOLA, es una publicación arbitrada de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, que publica artículos científicos originales e inéditos en Ciencias Agrícolas que enfoquen aspectos de agronomía, botánica, entomología, fitopatología, suelos, ingeniería agrícola, genética y mejoramiento de plantas, ecología, biotecnología, sociales, economía, etc. También podrán publicarse avances de trabajos, notas técnicas, cartas con opiniones o comentarios debidamente argumentados y reseñas de libros. Excepcionalmente serán publicadas revisiones bibliográficas o monografías, a solicitud del Consejo Directivo. La Revista no se hace responsable de los conceptos y opiniones emitidos por los autores de los trabajos publicados en la misma.

Los artículos y demás correspondencia deben dirigirse a: La Revista Científica UDO AGRÍCOLA, Avenida Universidad, Campus Los Guaritos, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Maturín, C. P. 6201. Estado Monagas, Venezuela. Telefax: 58-0291-6521192. E-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected].

Abreviatura recomendad para citas bibliográficas: UDO Agric.

EDITORIAL

Cerca de 40 años de historia ligada a la agricultura oriental tiene la Escuela de Ingeniería agronómica de la Universidad de Oriente, tiempo durante el cual ha sido soporte de la investigación y el desarrollo de la actividad agropecuaria de la región. La Revista Científica UDO Agrícola nace con la finalidad de divulgar el conocimiento generado en estos cuarenta años de nuestra Escuela y servir de medio de comunicación entre la Universidad y su entorno. Producir una publicación tiene sus dificultades. Sin embargo, estas han servido de incentivo para trabajar con más ahínco y lograr que hoy salga a la luz UDO Agrícola. Muchas personas colaboraron con esta idea, por lo que queremos agradecerles sinceramente la confianza depositada en nosotros, especialmente a los investigadores que sometieron sus artículos al arbitraje de la Revista. Nacer ha sido difícil, pero sabemos que mantenernos será mucho más, por esta razón pedimos la colaboración de los diferentes profesores e investigadores de la Escuela de Ingeniería Agronómica para que envíen el producto de sus investigaciones y nos permitan difundirlas dentro de la comunidad científica nacional e internacional.

Los Editores

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Revista Científica UDO Agrícola

Volumen 1, N° 1, 2001

Comité Editorial

Editores Principales

Jesús Rafael Méndez Natera Víctor Alejandro Otahola Gómez

Editores Asociados

Departamento de Agronomía: Vicente Arturo Michelena Alegría Departamento de Ingeniería Agrícola: José Alexander Gil Marín

Departamento de Economía: Jesús Rodríguez

Consejo de Árbitros, 2001

Álvaro Montaldo Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela

Américo Hossne Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Atilio Higuera Moros Facultad de Agronomía, La Universidad del Zulia

Hernán Cequea Ruiz Departamento de Biología, Escuela de Ciencias, Núcleo de Sucre, Universidad de Oriente.

Iván Maza Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Jesús Aguiar Cifuentes Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Jesús Rafael Cedeño Instituto de Investigaciones Agropecuarias (IIAPUDO), Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

José Alejandro Simosa Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

José Chirinos Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

José Merazo Pinto Postgrado en Agricultura Tropical, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente

José Imery Buiza Departamento de Biología, Escuela de Ciencias, Núcleo de Sucre, Universidad de Oriente

Juliana Mayz Laboratorio de Rizobiología, Postgrado en Agricultura Tropical, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Luis Khan Prado Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Nelson Montaño Mata Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Nilda Alcorcés de Guerra Laboratorio de Citogenética, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

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Revista UDO Agrícola 1(1): 1-10. 2001 1

Investigación sobre el cultivo de la yuca (Manihot esculenta Crantz.) en el Oriente de Venezuela

Research on cassava crop (Manihot esculenta Crantz.) in Eastern Venezuela

Arismendi, Luis Gilberto

Departamento de Agronomía, Escuela de ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Maturín, 6201, estado Monagas. Campus Universitario Los Guaritos, Av. Universidad. Tlf. 0291-6521192

RESUMEN

De los resultados del diagnóstico del desarrollo del cultivo de la yuca en las sabanas del Oriente de Venezuela mediante la realización de 44 trabajos de investigación desde 1962 hasta 1998, se encontró que de la interpretación de la función fisiológica de la acumulación de carbohidratos en las raíces y de la selección de cultivares adaptados a las condiciones de sabana, sobresalieron entre el tipo amargo el clon José María y entre el tipo dulce, el clon Mantequilla. Debe utilizarse material vegetativo de procedencia basal que promueve una producción de 21,5 t/ha y que las prácticas culturales que conllevan a este rendimiento son: utilización de estacas de 45 cm, sembradas en el mes de mayo con un espaciamiento de 0,8 m entre hileras y 0,5 m entre plantas, haciendo el control de malezas con el herbicida Cotoran en las dosis de 2 a 3 kg/ha y fertilizando con 90 kg de nitrógeno, 114 kg de fósforo y 80 kg de potasio por hectárea. En relación al deterioro de las raíces de yuca, se encontró que cuando se realiza la poda de los tallos, quince días antes de la cosecha de las raíces, permite que las mismas permanezcan hasta doce días sin que aparezca el rayado marrón. De los aspectos agro-socio-económicos de la yuca se realizaron siete investigaciones y se encontró que cuando se aplicó un paquete tecnológico (siembra de nuevas variedades, fertilización, control de malezas con herbicidas, uso de insecticidas, etc.) se triplicó la producción de raíces de yuca. Palabras claves: yuca, Manihot esculenta, producción de raíces.

ABSTRACT

From the results of the diagnosis of cassava crop development in the savannas of Eastern Venezuela by the realization of 44 research works from 1962 to 1998, it was found that from interpretation of physiologic function of the carbohydrates accumulation in the roots and from the selection of adapted cultivars to the savanna conditions, the best genotypes were for bitter type, the clone José María and among sweet type, the clone Mantequilla. Vegetative material of basal origin should be used which promotes a production of 21.5 t/ha and the cultural practices that lead to this yield were: use of 45 cm-cuttings, sowed in May with a spacing of 0.8 m between rows and 0.5 m between plants, making the weed control with herbicide Cotoran in doses of 2 to 3 kg/ha and fertilizing with 90 kg of nitrogen, 114 kg of phosphorus and 80 kg of potassium per hectare. In relation to the deterioration of cassava roots, it was found that when the pruning of stalks is carried out, fifteen days before root harvesting, this allowed roots remain up to twelve days without brown spotted. Seven researches were carried out about agro-social-economic aspects of cassava and it was found that when a technological package was applied (new varieties sowing, fertilization, weed control with herbicides, insecticide use, etc.), the production of cassava roots was tripled. Passwords: cassava, Manihot esculenta, production of roots.

INTRODUCCIÓN El presente trabajo realiza una revisión

analítica de los resultados obtenidos en los Trabajos de Grado y Ascenso realizados en el cultivo de la yuca (Manihot esculenta Crantz) en la Escuela de Ingeniería Agronómica y la Unidad de Estudios Básicos del núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente, desde su creación en el año de 1962 hasta el

año de 1998. Esta compilación representa el esfuerzo de muchos estudiantes y profesionales quienes han contribuido a elevar el conocimiento científico y técnico de la Universidad de Oriente. El objetivo de realizar esta publicación es tratar de llevar a los productores de este importante rubro, las experiencias obtenidas en las diversas investigaciones realizadas e impulsar su aplicación en las siembras comerciales, con el fin de lograr incrementar la

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productividad del cultivo de la yuca y mejorar los ingresos y la calidad de vida de los productores.

Durante los años mencionados se han realizado

un total de 44 trabajos de investigación, que han tratado aspectos de gran importancia para la producción de este cultivo, tales como la fisiología del cultivo, la selección de los cultivares que mejor capacidad de adaptación a las condiciones ecológica de la sabana, así como el material vegetativo utilizado en la siembra y que promueve el mayor rendimiento de raíces frescas.

El conocimiento de una serie de prácticas

culturales, tales como: tamaño, posición y profundidad de siembra de las estacas, la densidad óptima y la época de siembra, el tiempo de cosecha, entre otros, permiten asegurar el éxito de la explotación agrícola.

En la búsqueda de hacer más rentable el cultivo

de la yuca, se realizaron 11 trabajos de investigación sobre las dosis de nitrógeno, fósforo, potasio, roca fosfórica y rizósferas micorrizantes, donde se señalan los factores más importantes que determinan la proporción y cantidad de fertilizantes a aplicar. Por otro lado los mismos fueron complementados con el estudio sobre control de malezas y plagas. Uno de los problemas más grave en el cultivo de la yuca, es su cosecha, que aun se realiza en forma manual, además del almacenamiento y la variación de los componentes nutricionales de las raíces.

Para orientar a los productores de yuca en la

mejora de la explotación del cultivo y conocer la realidad de la calidad de vida de los productores y comerciantes de yuca en la zona oriental, se han realizado estudios agro-socio-económicos de esta actividad agrícola.

Fisiología del cultivo

Los estudios de fisiología del cultivo de la yuca

se han orientado hacia la determinación del tipo ideal de planta para condiciones edafoclimáticas con pocas o ninguna limitación. Sin embargo, gran parte de la producción mundial de yuca se obtiene en suelos pobres, con poca fertilización y en sistemas de cultivos múltiples.

Para estudiar este aspecto, se realizaron dos

trabajos de investigación a fin de conocer la clasificación de los cultivares, la interpretación de la

función fisiológica del acumulamiento de los carbohidratos en las raíces, el dosel del cultivo de la yuca, los flujos radiantes y gaseosos que determinan los factores fotosintéticos y transpiracionales de una plantación de yuca, y la determinación de la estructura anatómica de las raíces de yuca (Pereira, 1977 y López, 1977). Selección de variedades o cultivares

La selección de plantas de mayor rendimiento

de raíces frescas ha sido la herramienta principal para obtener los genotipos que han venido utilizando nuestros agricultores. Existe un sin número de cultivares que son normalmente cultivados en el país, pero aun no se ha podido establecer una verdadera clasificación botánica. Los nombres de los cultivares existentes varían mucho entre las diferentes regiones, dándose el caso que un mismo cultivar tenga diferentes nombres en cada región.

Para el estudio de los aspectos relacionados con

las características morfológicas de los clones de yuca evaluados en las sabanas de Jusepín, Estado Monagas, se ha realizado un total de dos trabajos de grado, cuyos resultados indican que existen marcadas diferencias morfológicas entre los clones estudiados, lo que nos permite su identificación en el campo, igualmente se agruparon como amargos y dulces, de acuerdo con la clasificación de los agricultores, sobresaliendo entre los amargos el clon José María y entre los dulces el clon Mantequilla, con una producción mayor de 27 Ton/Ha (García, 1966 y Verde, 1974).

Dos trabajos estudiaron la problemática del

rendimiento de los cultivares en condición de sabana, donde sobresalieron los clones amargos José María, Querepa, Juliana y Bonifacia, cuyo rendimiento fue de 50.437 a 20592 kg/ha de raíces y los clones dulces Ceiba Llanera, Catira, Cogollo de Ceiba y Morichalera cuyo rendimiento estuvo entre 25.250 a 8.125 Kg/ha de raíces frescas para el consumo humano (Martínez, 1970 y Arismendi, 1972).

Uno de los problemas críticos en el cultivo de

la yuca es saber que tipo de cultivar se va ha sembrar en las condiciones de sabana y cual es el uso que finalmente se va a dar a las raíces. Esto debido al alto contenido de ácido cianhídrico que poseen los cultivares más utilizados en el estado Monagas y al hecho de que no se tiene una tecnología precisa para la determinación de dicho contenido. En este sentido,

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se realizaron cuatro trabajos de investigación, que permitieron conocer más certeramente cuáles son los componentes químicos de las raíces y hojas de los clones de yuca que son cultivados en la sabana de Jusepín. Encontrándose que existe una relación directa entre el contenido de ácido cianhídrico en las hojas y el de las raíces y que esto representa hasta ocho veces más su contenido en las hojas que en las raíces de yuca. Las variedades de yuca con mayor contenido de ácido cianhídrico fueron: Bonifacia, Mulata, Catira, Teta de Indio y José María que de acuerdo al conocimiento que poseen los agricultores son catalogadas de cultivares amargas (Marcano, 1965). Igualmente se determino que las hojas son ricas en proteínas, cenizas, grasa y minerales (Marcano, 1974; Muñoz, 1970 y Bermejo, 1973).

Procedencia del material de siembra

La calidad de la “semilla” de yuca depende de su madurez, grosor, número de yemas por estacas y tamaño. Todos estos componentes están influenciados por la procedencia de donde se tome la estaca del tallo de la planta (apical, media y basal). Es necesario, por lo tanto averiguar que parte del tallo es él más conveniente a usar a fin de obtener una máxima producción.

En la selección de las estacas de yuca para la

siembra, deben seleccionarse las de buen grosor, (más o menos dos cm de diámetro), por ser las más ricas en materia de reserva, por resistir un mayor tiempo a las condiciones adversas de clima y por garantizar un buen porcentaje de “germinación”, lo que trae como consecuencia plantas de yuca más vigorosas. Para el aspecto relacionado con la procedencia del material de siembra en el cultivo de yuca en la sabana de Jusepín del Estado Monagas, se realizó un ensayo de investigación, donde se encontró que las estacas basales dieron la mayor producción (21,45 Ton/Ha de raíces) y fueron superiores estadísticamente a los rendimientos de las estacas de procedencia apicales.

Estos resultados muestran que el material de

propagación a ser utilizados en la siembra del cultivo de la yuca es un factor prioritario si se desean obtener óptimos rendimientos de raíces reservantes, en concordancia con lo reportado por varios autores, quienes indican que para obtener una buena producción de raíces en el cultivo de yuca, deben utilizarse estacas de la parte basal y media de la planta de yuca en la siembra (Arismendi, 1980a).

Tamaño, posición y profundidad de siembra Los sistemas de siembra de yuca que se vienen

aplicando en el país varían de una zona a otra, utilizándose diferentes posiciones y longitudes de las estacas y a profundidades variables, bien sea en el suelo plano o sobre el camellón. La posición en que se siembran las estacas va a influir en la distribución de las raíces reservantes e igualmente en el proceso de la cosecha que de acuerdo al sistema que se use, será fácil o difícil, también esto influye en el crecimiento de la parte aérea que en algunos casos, según el tamaño de las estacas que se utiliza, va a contribuir al control de las malezas.

Para los aspectos relacionados con el tamaño

de las estacas y la posición de siembra de las estacas de yuca, se realizaron dos ensayos de investigación, confirmando que el mayor rendimiento se alcanzó con las estacas más grandes (45 cm) en el cultivar Bonifacia y Querepa, Estos resultados pueden ser debidos al hecho de que las estacas más grandes tienen un desarrollo vegetativo vigoroso, dando origen a una mayor área foliar, lo que permite un mejor control sobre las malezas durante los primeros meses del cultivo. Con respecto a la posición de siembra, la forma de colocación de la estaca no influyó sobre el rendimiento (González, 1973 y Arismendi, 1980c). Un tercer trabajo que permitió estudiar el efecto de la profundidad de siembra de las estacas de yuca (2 a 10 cm de profundidad), en los suelos de sabana, determinó que la profundidad no influyó en los parámetros altura de la planta, follaje y producción de raíces frescas (Arismendi, 1980b).

Densidad de siembra

La utilización de una adecuada distancia de

siembra tiene gran importancia porque permite intensificar y perfeccionar las técnicas del cultivo entre los agricultores, para lograr un mayor rendimiento de follaje y raíces con una mayor eficiencia en el uso de la tierra, a un menor costo de producción. La densidad de siembra o espaciamiento depende de muchos factores como son: fertilidad del suelo, hábito de crecimiento de los cultivares, precipitación y las características agroecológicas de la zona en estudio.

Tomando en consideración estos aspectos, y

relacionándolos con la densidad de siembra en el cultivo de yuca en la sabana de Jusepín, Estado Monagas, se realizó un ensayo de investigación,

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confirmando la importancia que la densidad de siembra tiene sobre el rendimiento del cultivo, siendo su mayor producción de 25,96 Ton/Ha, con el espaciamiento de 0,80m entre hileras y 0,50 m entre plantas (Arismendi, 1980d).

Época de siembra y tiempo de cosecha

Para las zonas ecológicas del Estado Monagas,

la época de siembra en el cultivo de yuca más recomendable, es de mayo a junio, es decir, al comienzo de las lluvias de invierno, debido a los altos requerimientos hídricos que exige el cultivo de la yuca durante los primeros cuatro meses de desarrollo de su ciclo. En lo relativo al aspecto relacionado con la época de siembra y tiempo de cosecha del cultivo de la yuca, en la sabana de Jusepín, Estado Monagas, se realizó un ensayo de investigación, confirmando que la mayor producción de raíces frescas, se obtuvo cuando se realizó la siembra en el mes de mayo, seguido del mes de junio, cuando fue cosechada a igual tiempo (10, 11 y 12 meses) (Arismendi, 1980g).

Control de malezas

El cultivo de la yuca en las sabanas de

Monagas y Anzoátegui se ve seriamente afectada por la presencia de una gran cantidad y variedad de malezas y se plantea la necesidad de hacer un control temprano y eficaz de las malas hierbas, desde el momento de la siembra hasta 120 días, que es el período crítico de competencia de las malezas y el cultivo, ya que éstas influyen en el rendimiento, causando una reducción de aproximadamente un 50 por ciento, debido a que compiten con la planta por espacio, luz, dióxido de carbono, nutrimento, además de ser hospederos de agentes patógenos que causan enfermedades al cultivo de yuca.

El control químico de las malas hierbas en yuca

es el método más rápido y de más bajo costo relativo, cuando se usan herbicidas específicos y en las dosis más adecuadas. Estos destruyen las malas hierbas sin afectar el cultivo y permiten por consiguiente que los rendimientos aumenten considerablemente. Tres trabajos se realizaron combinando diferentes herbicidas para determinar cual es la dosis mas adecuada para el combate de las malezas en el cultivo de yuca, dando como resultado, que el herbicida que permitió un control más eficiente de las malezas fue el Cotoran en las dosis de dos a tres kg/ha, sin causar daños al cultivo de la yuca (Martínez, 1967; Cardoza, 1985 y Arismendi, 1976).

Fertilización La yuca como planta altamente productora de

carbohidratos necesita de una gran cantidad de nutrientes, trayendo como consecuencia el agotamiento de los suelos donde se cultiva. Los suelos de sabana son predominantemente de textura arenosa, altamente lixíviales, pobres en nutrientes vegetales, de reacción ácida (pH de 4,2 a 5,0), muy bajos en materia orgánica (0,2 a 1,5) y poca retención de humedad.

La aplicación directa de las rocas fosfóricas,

como fuentes alternas del fósforo es sumamente importante en las condiciones de los Llanos venezolanos, debido a la acidez de sus suelos. La baja actividad de los iones fosfato y calcio en los suelos puede inducir la solubilización de las rocas fosfóricas solubles, ya que existe el mecanismo necesario para que se realice el intercambio iónico entre el calcio de las rocas fosfóricas solubles y el hidrógeno de las partículas coloidales, transformándose el fosfato tricálcico a mono y dicálcico, relativamente más soluble. Por lo tanto, esos factores ofrecen condiciones muy favorables para la aplicación directa de las rocas fosfóricas solubles disponibles en Venezuela, después de un procesamiento mínimo de pulverización para lo cual se emplea una técnica sencilla y de bajos costos.

Para los aspectos relacionados con la

fertilización en el cultivo de yuca en la sabana de Jusepín del Estado Monagas, se han realizado un total de ocho trabajos de investigación, de los cuales dos corresponden a la variación del contenido foliar de nitratos y de nitrógeno aciánico, cuando se aplicaron dosis crecientes de nitrógeno en el cultivo de yuca. Los resultados obtenidos indican que el mayor rendimiento de raíces de yuca fresca, se obtuvo con la dosis de 90 kg de N/ha. La correlación del contenido de nitrógeno cianogénico, nitrógeno de nitratos y nitrógeno total aciánico, con el peso de las hojas secas, registró los más altos valores en las hojas adultas, con las dosis de 120 kg de N/ha (Pino, 1979 y Pino, 1984).

Tres trabajos trataron sobre la efectividad

agronómica y el poder residual de las rocas fosfóricas en plantas de yuca. De los resultados obtenidos se puede indicar que la dosis de fertilizante fosfatado que indujo mayor concentración y cantidad de fósforo total en los tejidos de la planta y rendimiento de yuca

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fresca/h, a las diez cosechas fue la de 90 kg de fosfato/ha (Vera, 1981, Vera, 1984 y Vera, 1995).

Tres trabajos fueron realizados para estudiar las

dosis óptimas de N-P-K en el cultivo de la yuca en la sabana de Jusepín, Estado Monagas. De los resultados obtenidos se puede indicar que para obtener un buen rendimiento debe aplicarse una combinación de 80 kg de nitrógeno, 114 kg de fósforo y de 80 kg de potasio por hectárea, respectivamente y que los elementos más limitantes en las sabanas de Monagas y Anzoátegui son el nitrógeno y el fósforo (Arismendi, 1976, Arismendi, 1980e y Moyano, 1992). Rizósferas micorrizantes en yuca

Se ha señalado que la capacidad de la yuca para

producir en suelos relativamente pobres debe estar relacionada con alguna disposición especial de la planta para extraer nutrimentos del suelo; el área de exploración de las raíces, que puede llegar hasta 1 metro de profundidad, lo cual puede ayudar a explicar su crecimiento en suelos marginales. Sin embargo, observaciones microscópicas indican que la yuca tiene un sistema radical bastante burdo, con raíces relativamente gruesas y pobremente ramificadas y los pelos radicales pueden estar presentes, pero no son muy abundantes.

Recientes investigaciones han demostrado que

la adaptación de la yuca a los suelos pobres esta relacionada con la habilidad de la planta para formar micorrizas vesículo-arbusculares. En muchas áreas productoras de yuca en América Latina, el principal elemento limitante del cultivo es la deficiencia de fósforo. Se ha demostrado que la inoculación con micorrizas mejora la capacidad de la yuca para absorber fósforo a partir de suelos y soluciones nutritivas con bajas concentraciones de ese elemento.

Para los aspectos relacionados con el efecto de

la micorriza y la fertilización en el cultivo de la yuca, se han realizado un total de tres trabajos de investigación, de los cuales uno corresponde al efecto de dos rizósferas micorrizantes y cuatro dosis de fósforo. Los resultados obtenidos indican que los hongos micorrizantes presentes en la rizósfera de Jusepín, en las condiciones en las que se realizo el experimento, permite obtener altos rendimientos en el cultivo de yuca, con bajas dosis de fósforo aplicados al suelo (Sotillo, 1989).

Un segundo trabajo trató sobre el problema de combinaciones de fósforo-rizósfera y diferentes niveles de potasio en el crecimiento de plántulas de yuca, de los resultados obtenidos se demuestra que para los parámetros de crecimiento y desarrollo de la planta de yuca, el tratamiento con rizósfera, sin fósforo añadido, ni potasio, fue superior al resto de los tratamientos (Mimbela, 1990).

Un tercer trabajo trató sobre el problema del

efecto de la micorriza nativa y la aplicación de N-P-K sobre el crecimiento y desarrollo de plántulas de yuca. indicando que la flora nativa probada favoreció la absorción de fósforo, lo que promovió un mejor desarrollo de la yuca. Las plantas no micorrizadas y sin fósforo añadido tuvieron un pobre desarrollo y requieren aplicaciones de fósforo de al menos 50 ppm, para lograr un crecimiento semejante al obtenido con las plantas micorrizas sin fósforo añadido (Lárez, 1991). Insectos en yuca

Los esfuerzos de las investigaciones

entomológicas en yuca, hacen énfasis en la determinación de las pérdidas en rendimiento, así como en la biología y ecología de las plagas, la utilización de material de siembra libre de insectos y el desarrollo de métodos de control, químicos y biológicos; prácticas culturales y el uso racional de pesticida. Para este aspecto se realizó un trabajo de grado para determinar la biología y ecología del taladrador del tallo de la yuca (Chilomima clarkei, Amsel). Los resultados obtenidos permiten obtener información bioecológica sobre aspectos tales como: número de instares y estadios larvales, relación de sexo, ovoposición, daños, hábitos, duración total del ciclo, etc. Estos conocimientos constituyen las bases fundamentales para adoptar las precauciones necesarias tendientes al mejor entendimiento y efectividad en el manejo de poblaciones de este insecto (Velásquez, 1977).

Mecanización de la cosecha de la yuca

La cosecha de la yuca generalmente se hace

utilizando obreros de campo. Sin embargo, la extracción manual de las raíces requiere de un gran esfuerzo físico y es una operación lenta y onerosa, que depende de la textura y la humedad del suelo, distribución y profundidad de las raíces, ramificación del cultivar e infestación de malas hierbas. Para el estudio de los factores que influyen sobre la cosecha,

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se propone una máquina cosechadora con las operaciones de aflojamiento de las raíces, levantamiento y transporte (Hossne, 1974).

Parámetros nutricionales

Para conocer los aspectos relacionados con la

variación en el contenido de algunos parámetros nutricionales en el cultivo de yuca, se han realizados dos trabajos de grado. De los resultados obtenidos se indica grandes variaciones entre los cultivares, destacándose los clones Colombianita y Morichalera, que presentaron valores aceptables de proteína, ácido ascórbico, ácido fólico y niacina, así como niveles de concentración de minerales como: Zn, Fe, Cu, Ca, Mg, Mn, y K (Carvajal, 1985 y Rodríguez, 1987).

Almacenamiento de la yuca

Se ha observado que las raíces de yuca tienen

un acelerado proceso de descomposición, lo que las hace indeseables después de dos o tres días de cosechadas, pues a partir de ese tiempo se comienza a formar en las raíces círculos o manchas de una coloración marrón claro debido posiblemente a compuestos fenólicos y a medida que pasan los días, se van haciendo más intensas. Por esta razón en el mercado las raíces tienen que cumplir con ciertas especificaciones en cuanto a calidad, a fin de no ser objeto de rechazo por parte de los compradores.

En las raíces de yuca se han observado dos

tipos de deterioro: primario y secundario. El primario consiste en la decoloración interna y en la aparición de franjas de color negro azulado en los haces vasculares, que se extiende al tejido no vascular en forma de decoloración marrón. El secundario se presenta después de los síntomas antes descritos y se manifiesta con la pudrición, fermentación y ablandamiento de las raíces.

Investigando sobre los aspectos relacionados

con el almacenamiento, se realizaron siete trabajos de investigación, de los cuales tres corresponden a la incidencia del rayado marrón en el deterioro de las raíces de yuca, encontrándose que existen cultivares muy susceptibles, que a los tres días después de cosechada las raíces muestran el deterioro, pero hay otros cultivares como Querepa, José María y Mulata que a los siete días están sanos (Ajmad, 1977 y Arismendi, 1980f).

Cuatro trabajos tratan sobre los efectos de la poda de los tallos sobre el deterioro de las raíces de yuca. De los resultados encontrados se indica que la poda de los tallos de la planta de yuca 15 días antes de la cosecha de las raíces, permite que las mismas permanezcan hasta 12 días sin que aparezca el rayado marrón. Igualmente, se ensayaron sistemas de almacenamientos de raíces de yuca en bolsas plásticas con la aplicación de fungicidas, lo cual permite que las raíces duren hasta 14 días sin que ocurra el rayado marrón (Aguiar, 1980, Arismendi, 1980h, López, 1984 y Reyes 1986).

Aspecto agro-socio-económico de la yuca

La historia agrícola de Venezuela indica la

existencia de una agricultura tradicional, altamente diversificada, practicada en forma de conucos, y caracterizada por: la explotación de pequeñas áreas, utilización de mano de obra familiar, baja capacidad de endeudamiento, y una técnica rudimentaria acorde con la situación socio-económica de subsistencia y bajo nivel de vida.

El estudio de los sistemas de producción en

forma cualitativa da una idea global de los agroecosistemas presentes en una zona especifica y sus relaciones con el entorno agro-socio-económico del sistema diagnosticado previamente, además, permite inferir sobre las limitaciones y/o fortalezas que han hecho poco o muy productivo el sistema estudiado. Especialmente, el estudio de la función productiva, el conocimiento técnico de todo el proceso de producción, los mecanismos de extracción y de explotación del trabajo agrícola, permite conocer la actual situación de la agricultura existente en la zona tomada como referencia para este trabajo sobre el cultivo de la yuca.

Para este aspecto se han realizados siete

trabajos de grado, tres de ellos para determinar los aspectos Agro-Socio-Económicos del cultivo de la yuca en los Estados Monagas, Anzoátegui y Bolívar, donde se encontró que para el Estado Monagas los productores de yuca aplican un paquete tecnológico que incluye la mecanización, selección de semillas, fertilización y uso de herbicidas e insecticidas, que permiten obtener un rendimiento promedio de 20 tn/ha (Arismendi, 1980i, Rodríguez, 1998).

Los agricultores del Estado Bolívar aplican

técnicas rudimentarias en la producción de la yuca, lo que impide aprovechar al máximo la fertilidad que

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Arismendi. Investigación en el cultivo de la yuca en el Oriente de Venezuela

Revista UDO Agrícola 1(1): 1-10. 2001 7

poseen los suelos donde se cultiva, trayendo como consecuencia que el rendimiento menores a 20 Tn/ha (Cuotto, 1988).

En cuanto al Estado Anzoátegui, el rendimiento

promedio obtenido por los productores de yuca es de 16,8 Tn/Ha, debido a que el sistema de explotación principal es el conuco (Jiménez, 1986).

Cuatro trabajos que involucran la problemática

de implementación de algunas prácticas agronómicas en el sistema de producción del conuco ha permitido que los agricultores, mediante la aplicación de paquetes tecnológicos (siembra de nuevas variedades, fertilización, control de malezas con herbicidas, uso de insecticidas, etc.), obtengan una mayor producción de raíces de yuca, que ha llegado a representar tres veces lo que anteriormente cosechaban, igualmente fue necesario facilitarle la adopción de nuevas practicas agronómicas, que fueran adecuadas a las realidades sociales, económicas y culturales de los productores y para ello debe implementarse una asistencia técnica asequible al agricultor (Peñálver, 1989; Velásquez, 1984; Mendoza, 1975 y Oliveros, 1995).

CONCLUSIÓN

En base a los resultados obtenidos en los 44 trabajos de investigación en el cultivo de la yuca, el paquete tecnológico que conlleva a una mayor producción de raíces frescas fue cuando se utilizó el cultivar Querepa o José María, con material vegetativo de procedencia basal, sembrando estacas de 45 cm en el mes de Mayo, con un espaciamiento de 0,8 m entre hileras y 0,5 m entre plantas, aplicando de dos a tres kg/ha del herbicida Cotoran y fertilizando con una dosis de 90 kg de nitrógeno, 114 kg de fósforo y 80 kg de potasio por hectárea. Para reducir la incidencia del rayado marrón en las raíces, las plantas deben podarse quince días antes de la cosecha

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Revista UDO Agrícola 1(1): 11-17. 2001 11

Efecto de dos densidades de población y dos niveles de fertilización sobre algunos caracteres vegetativos de tres cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) en la sabana de Jusepín,

Estado Monagas

Effect of two plant stands and two fertilizer levels on some vegetative characters in three cotton cultivars (Gossypium hirsutum L.) in the savanna of Jusepin, Monagas State

Méndez-Natera, Jesús Rafael

Avenida Universidad, Campus Los Guaritos. Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica,

Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Maturín, 6201. Monagas, Tele: 58-291-6521192. Fax: 58-921-6415101. E-mail: [email protected]

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo fue determinar el efecto de dos distancias entre plantas (0,15 y 0,25 m) y dos niveles de fertilización (250 y 500 kg de 12-24-12/ha) sobre algunos caracteres vegetativos en tres cultivares de algodón (Deltapine Acala 90, Cabuyare y Deltapine 16) en la sabana de Jusepín, estado Monagas. El diseño estadístico utilizado fue el de bloques al azar en arreglo factorial con tres repeticiones. Cada unidad experimental estuvo constituida por tres hileras de 5 m con una separación entre hileras de 0,80 m. Se realizó un reabono con urea a los 18 días después de la siembra a razón de 150 kg/ha. No se encontraron diferencias significativas para ninguna de las fuentes de variación para: diámetro del tallo (1,26 cm), contenido de fibra (35,53 %), peso de 100 semillas (14,6 g) y peso de la fibra de 100 semillas (8,03 g). Las plantas más altas (1,16 m) se obtuvieron con la dosis más alta de fertilizante (500 kg/ha) y la mayor altura de la primera rama fructífera (0,27 m) se obtuvo con la mayor densidad de población (0,15 m). Estos resultados indican que ni la fertilización ni la densidad de población afectaron marcadamente los caracteres de la planta, a excepción de la altura de la planta y de la primera rama fructífera y que los tres cultivares presentaron similares valores para todos estos caracteres, sin importar el espaciamiento entre plantas y/o la dosis de fertilizante aplicada. Palabras claves: Algodón, Gossypium hirsutum, fertilización NPK, densidad de población

ABSTRACT

The objective of the present work was to determine the effect of two in-row spacings (0,15 and 0,25 m) and two fertilization levels (250 and 500 kg of 12-24-12/ha) on some vegetative characters in three cotton cultivars (Deltapine Acala 90, Cabuyare and Deltapine 16) in the savanna of Jusepin, Monagas State. A three-factor experiment in a randomized complete block design was used with three replications. Each experimental unit was constituted by three 5-meter rows separated 0.80 m between them. A second nitrogen application was made with urea at 18 days after sowing at 150 kg/ha. There were not significant differences for any variation sources for: stem diameter (1.26 cm), lint percent (35.53 %), 100-seed weight (14.6 g) and fiber index (8.03 g). The taller plants (1.16 m) were obtained with the higher fertilizer dose (500 kg/ha) and the higher height of the first fruitful branch (0.27 m) was obtained with the higher population density (0.15 m). These results indicate that neither the fertilization nor population stand affected markedly the characters, excepting plant height and height of the first fruitful branch. The three cultivars presented similar values for all these characters without taking care of the spacing among plants and/or the fertilizer dose applied. Key Words: Cotton, Gossypium hirsutum, NPK fertilization, plant stand

INTRODUCCIÓN

El algodón es el principal cultivo textil de

Venezuela, adicionalmente representa una fuente importante de aceite vegetal. Las características vegetativas de este cultivo son de suma importancia para el normal desarrollo de las plantas y éstas se ven influenciadas por varios factores entre los cuales el nivel de fertilización del suelo y la densidad de población juegan un papel preponderante en la

manifestación de estos caracteres. Según Robles (1985) la población óptima de plantas en el cultivo del algodón es de más o menos 55.000 plantas/ha, con la cual se obtienen los mejores rendimientos y la mejor calidad de la fibra; sin embargo, el número de plantas/ha dependerá de la región agrícola. Wilkes y Corley (1968) compararon las poblaciones de plantas del algodón no irrigado con 36.077, 50.161, 97.110 y 142.824 plantas/ha de una variedad durante tres años y compararon las poblaciones de plantas de 19.768,

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Méndez-Natera. Efecto de la fertilización y la densidad de población en algodón

Revista UDO Agrícola 1(1): 11-17. 2001 12

49.420, 98.840, 197.680 y 296.520 plantas/ha de tres variedades durante dos años con algodón bajo riego en Alabama, Estados Unidos y encontraron que para todas las variedades, la altura de la planta disminuyó a medida que la población de plantas se incrementó. Esta disminución fue de hasta 38,1 cm y resultó en una altura de planta de solamente 99,1 cm para el espaciamiento más denso, hubo una disminución marcada en la longitud de la rama más larga a medida que la población se incrementó; también, hubo un incremento importante en la altura de la rama fructífera más baja a medida que la población se incrementó, este incremento en la altura de fructificación (14,5 cm) probablemente influyó en parte en el incremento correspondiente de la eficiencia de la cosecha. Hubo una tendencia leve hacia valores más bajos de micronaire y porcentajes de la fibra con poblaciones más altas de plantas.

Ray et al (1959) realizaron un estudio de seis

años con diferentes poblaciones de plantas en Lubbock, Texas con algodón cultivado bajo riego; estas poblaciones de plantas fueron 44.478, 82.779, 123.550, 159.627 y 191.255 plantas/ha y encontraron que el menor espaciamiento hizo a la planta más apropiada para la cosechadora “Stripper”, mediante el incremento de la altura de la primera rama y la disminución de la altura de la planta, dispersión de la planta y diámetro del tallo. Porterfield et al (1958) condujeron ensayos de espaciamiento durante un periodo de seis años (1952-1957) en Oklahoma, con algodón cosechado con “Stripper”. Las poblaciones de plantas usadas en estos ensayos variaron de año en año y variaron de un mínimo de aproximadamente 9.884 hasta un máximo de aproximadamente 321.230 plantas/ha, donde existieron datos de varios años y las tendencias fueron consistentes. Las siguientes conclusiones fueron obtenidas: aquellos atributos que incrementaron su valor a medida que la población de plantas se incrementó fueron: 1) pérdida pre-cosecha; 2) altura de la bellota más baja; 3) basura de hojas pequeñas y 4) producción al desmote; aquellos atributos medidos que disminuyeron consistentemente en valor a medida que la población de plantas se incrementó fueron 1) peso de las bellotas; 2) profundidad radical; 3) altura de la planta; 4) ancho de la planta; 5) altura de la bellota más alta; 6) ramas en el algodón cosechado; 7) pérdida total por la cosechadora y 8) longitudes de la fibra. Otros atributos medidos que mostraron tendencias definidas pero menos consistentes fueron evaluados. Aquellos que tendieron a incrementar a medida que la población se incrementó fueron: 1) porcentaje de

emergencia; 2) motas en el algodón cosechado; 3) hojas largas en el algodón cosechado; 4) basura total en el algodón cosechado; 5) relación algodón/cárpelo en la pérdida pre-cosecha y 6) dólares retornados por 1090 kg de material desmotado. Aquellos atributos que tendieron a disminuir en valor a medida que la población de plantas se incrementó fueron 1) rendimiento neto; 2) rendimiento total y 3) pérdida de maquinaria sobre la tierra. Atributos de los cuales no se obtuvieron conclusiones definitivas basado en los datos de estos ensayos incluyeron 1) horas-hombre por hectárea de tiempo de desmalezado; 2) Cárpelos en el algodón cosechado; 3) pérdidas de maquinaria sobre la planta; 4) relación algodón/cárpelo de la pérdida de maquinaria sobre la tierra; 5) retornos brutos en dólares por hectárea; 6) índice del grado y 7) pérdida de fibra.

Por otra parte, los macroelementos (N, P y K)

juegan un papel supremamente importante en el desarrollo de los caracteres vegetativos de la planta. Halevy y Bazelet (1992) indicaron que el nitrógeno, el fósforo, el potasio y el magnesio son los elementos mayores esenciales y que se adicionan al algodón y reportaron que el nitrógeno promueve especialmente el crecimiento vegetativo e incrementa el número total de flores y capullos y aumenta el tamaño de la bellota debido a un incremento en el peso individual de la semilla con la consecuente reducción en el porcentaje de la fibra, mientras que el fósforo como otros nutrimentos esenciales, es necesario para el crecimiento normal de la planta de algodón y en numerosas ocasiones se ha reportado que el fósforo promueve el crecimiento rápido del algodón; el abastecimiento continuo y adecuado de potasio es necesario durante todo el periodo de crecimiento y desarrollo del algodón; el crecimiento vegetativo se incrementa con cada incremento de fertilizante potásico aún hasta cantidades altas como de 420 y 560 kg/ha, sin embargo, este incremento en crecimiento no resulta en un incremento en la producción de fibra o semilla. La relación entre la semilla y la fibra (en peso) casi no es afectada por la cantidad de fertilizante potásico añadida.

El objetivo del presente trabajo fue determinar

el efecto de dos distancias entre plantas (0,15 y 0,25 m) y dos niveles de fertilización (250 y 500 kg de 12-24-12/ha) sobre algunos caracteres vegetativos en los cultivares de algodón Deltapine Acala 90, Cabuyare y Deltapine 16 en la sabana de Jusepín, estado Monagas.

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MATERIALES Y MÉTODOS

El presente ensayo se realizó en la Estación de Producción Vegetal de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente en Jusepín, Estado Monagas. Las características químicas y físicas donde se realizó el ensayo se muestran en el cuadro 1. El ensayo se sembró el 07 de julio de 2000 colocando tres semillas por hoyo. La unidad experimental constó de tres hileras de 5 metros con una separación entre hileras de 0,80 m y dos distancia entre plantas (0,15 y 0,25 m) para una población equivalente a 83.333 y 50.000 plantas/ha, respectivamente. La fertilización se realizó con 250 y 500 kg de 12-24-12/ha inmediatamente después de la siembra. El reabono se realizó con urea a razón de 150 kg/ha a los 18 días después de la siembra. El control de malezas se realizó con una mezcla de herbicidas pre-emergentes a las malezas y al cultivo, se aplicó Dual a razón de 2 l/ha y Cotoran a razón de 0,5 kg/ha.

Se evaluaron los siguientes caracteres

vegetativos: diámetro del tallo, contenido de fibra, peso de 100 semillas, peso de la fibra de 100 semillas (índice de fibra), altura de planta y altura de la primera rama fructífera. El diseño estadístico utilizado fue el de bloques al azar en arreglo factorial con doce tratamientos (2 x 2 x 3) y tres repeticiones.

Los factores fueron: Distancia entre plantas: 0,15 y 0,25 m; Niveles de fertilización: 250 y 500 kg de 12-24-12/ha y Cultivares: Deltapine Acala 90, Cabuyare y Deltapine 16. Se realizó el análisis de varianza convencional y la diferencia entre promedios se detectaron utilizando la prueba de rangos múltiples de Duncan al 5 % de probabilidad.

RESULTADOS

El cuadro 2 muestra el análisis de varianza

para los caracteres estudiados en el ensayo. No se encontraron diferencias significativas para el diámetro del tallo, contenido de fibra, peso de 100 semillas y peso de la fibra de 100 semillas, los valores promedios para estos caracteres fueron: 1,26 cm, 35,53 %, 14,6 g y 8,0 g, respectivamente. Se encontraron diferencias significativas para el factor niveles de fertilización para la altura de la planta y para el factor densidad de población para la altura de la primera rama fructífera. La prueba de rangos múltiples de Duncan (cuadro 3) indicó que las plantas más altas se obtuvieron con el nivel más alto de fertilización (500 kg de 12-24-12/ha) en comparación con la dosis de 250 kg de 12-24-12/ha, mientras que las plantas con una mayor altura de la primera rama fructífera se presentaron en la menor distancia entre hileras (0,15 m) en comparación con la distancia entre hileras de 0,25 m.

Cuadro 1. Características químicas y físicas del suelo donde se realizó el ensayo con tres cultivares de algodón (Gossypium

hirsutum L.) bajo dos densidades de población y dos niveles de fertilización en un suelo Ultisol de sabana en Jusepín, Estado. Monagas.

Interpretación Parámetros Unidad Bajo Medio Alto Valor 1/ pH 4,7 P mg/kg < 11,0 11-30 > 30 4,37 Ca++ cmol/kg de Suelo < 0,50 0,5 – 1,0 > 1,0 0,61 Mg++ cmol/kg de Suelo < 0,25 0,25 – 0,65 > 0,65 0,33 K+ cmol/kg de Suelo < 0,13 0,13 – 0,26 > 0,26 0,06 Na+ cmol/kg de Suelo Trazas Al+++ cmol/kg de Suelo < 0,25 0,25 – 0,50 > 0,50 Trazas H+ cmol/kg de Suelo 0,78 CICE cmol/kg de Suelo 1,78 % Saturación Al % ---- Materia Orgánica % < 1,5 1,5 – 3,0 > 3,0 1,47 Arcilla % 21,2 Clase Textural FAa Cinc mg/kg < 1,5 1,5 – 2,5 > 2,5 2,92 Cobre mg/kg < 0,8 0,8 – 1,2 > 1,2 0,52 Manganeso mg/kg < 1,5 1,5 – 2,5 > 2,5 1,52 Hierro mg/kg < 7,0 7,0 – 11,0 > 11,0 42,00 1/ Realizado en el Laboratorio de análisis de Suelos y Agua (LABSAS) de la Universidad de Oriente

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DISCUSIÓN

No se encontraron diferencias significativas

para cuatro de los seis caracteres estudiados en el ensayo para ninguna de las fuentes de variación, es decir, ni los diferentes niveles de fertilización ni las dos densidades de población afectaron marcadamente el diámetro del tallo, el contenido de fibra, el peso de 100 semillas y el peso de la fibra de 100 semillas, adicionalmente no hubo una diferencia genotípica entre los tres cultivares para todos los atributos evaluados, indicando la similitud entre las variedades de algodón Deltapine Acala 90, Cabuyare y Deltapine 16, por otra parte el hecho de que no se encontraran diferencias significativas para ninguna de las interacciones, indica que estos tres factores no interactuaron entre ellos para definir las características vegetativas bajo estudio. Méndez-Natera (1995) evaluó ocho cultivares de algodón en la sabana de Jusepín bajo condiciones de lluvia,

incluyendo los tres cultivares evaluados en este ensayo y no encontró diferencias significativas entre cultivares para el peso de 100 semillas y el peso de la fibra de 100 semillas con un promedio general de 9,91 y 6,42 g, respectivamente, valores menores a los encontrados en este ensayo, pero si encontró diferencias significativas para el porcentaje de fibra, siendo mayor este carácter en Acala 90-1, seguido por Deltapine 16 y por último Cabuyare.

Por otra parte, Jiménez (1993) evaluó el

comportamiento agronómico de 10 cultivares de algodón en la sabana de Jusepín, incluyendo los tres cultivares evaluados en este ensayo y no encontró diferencias significativas entre cultivares para el diámetro del tallo, siendo el promedio general de 1,16 cm, valor ligeramente inferior al obtenido en este ensayo, pero si para la altura de la planta y la altura de la primera rama fructífera entre los 10 cultivares, aunque Cabuyare, Acala 90-1 y Deltapine 16

Cuadro 2. Análisis de varianza de los caracteres evaluados en el ensayo con tres cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) bajo dos densidades de población y dos niveles de fertilización en un suelo Ultisol de sabana en Jusepín, Edo. Monagas.

Cuadrados Medios 1/ Fuente de Variación

Grados de Libertad

Diámetro de Tallo

Contenido de Fibra

Peso 100 Semillas

Índice de Fibra

Altura de la Planta

Altura 1ra Rama Fruc

Repetición 2 0,011 3,137 1,047 0,769 0,004 0,001 Cultivares 2 0,072 10,012 1,404 0,716 0,021 0,001 D. E. P. 1 0,003 2,390 0,608 0,049 0,006 0,006 * C * DEP 2 0,033 1,924 1,789 0,783 0,002 0,001 N. F. 1 0,000 0,119 0,427 0,067 0,039 * 0,001 C * NF 2 0,079 1,970 0,154 0,468 0,015 0,001 DEP * NF 1 0,014 0,136 1,127 0,235 0,000 0,001 C*DEP*NF 2 0,125 4,211 0,341 0,413 0,017 0,000 Error Exper 22 0,080 4,353 0,945 0,415 0,011 0,002 Total 35 C. V. (%) 22,35 5,87 6,67 8,02 9,32 15,59 Significación * (p<0,07) * (p<0,06)

1/ Cuadrados Medios sin el símbolo * son no significativos

Cuadro 3. Promedios para la altura (m) de las plantas y para la altura (m) de la primera bellota de tres cultivares de algodón

(Gossypium hirsutum L.) bajo dos densidades de población y dos niveles de fertilización en un suelo Ultisol de sabana en Jusepín, Estado Monagas.

Niveles de Fertilización

(kg de 12-24-12/ha) Altura (m) de la Planta 1/ Distancia (m) entre

Hileras Altura (m) de la Primera

Rama Fructífera 1/ 500 1,16 A 0,15 0,27 A 250 1,10 B 0,25 0,24 B

1/ Prueba de Rangos Múltiples de Duncan al 5 % de Probabilidad. Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes.

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presentaron una altura de planta y una altura de la primera rama fructífera similares entre ellos, también encontró diferencias significativas para el peso de 100 semillas, siendo las semillas más pesadas las del cultivar Cabuyare, seguido por Deltapine 16 y finalmente Acala 90-1 y para el porcentaje de fibra, siendo este mayor en Acala 90-1 que el porcentaje de fibra de los cultivares Deltapine 16 y Cabuyare, los cuales no difirieron entre sí para este carácter.

La altura de las plantas de los tres cultivares de

algodón fue afectada por el nivel de fertilización aplicada, las plantas más altas se obtuvieron cuando se aplicó una mayor cantidad de fertilizante al suelo, indicando una respuesta positiva a la aplicación de fertilizantes químicos en el cultivo del algodón. Este resultado demuestra que la aplicación de elementos químicos incrementa el desarrollo vegetativo de las plantas de algodón, sin importar el cultivar y/o la densidad de población, es decir, las plantas al tener mayor cantidad de nutrimentos en el suelo, pueden aprovecharlos para así promover el crecimiento del tallo y por ende la altura de las plantas. Por otra parte, las plantas con una mayor altura de la primera rama fructífera se obtuvieron con una distancia entre plantas de 0,15 m, indicando que cuando se incrementó el número de plantas/área sembrada, también se incrementó la altura a la cual la primera rama fructífera se desarrolló, esto es importante, ya que esto mejora la cosecha mecanizada, porque a alturas menores hay problema para cosechar las plantas de algodón lo que ocasionaría una disminución en el rendimiento de algodón en rama/ha.

Resultados similares fueron reportados en

diferentes zonas algodoneras de los Estados Unidos. Wilkes y Corley (1968) quienes compararon las poblaciones de plantas del algodón no irrigado con 36.077, 50.161, 97.110 y 142.824 plantas/ha de una variedad, durante tres años y compararon las poblaciones de plantas de 19.768, 49.420, 98.840, 197.680 y 296.520 plantas/ha de tres variedades, durante dos años con algodón bajo riego en Alabama, Estados Unidos y encontraron que para todas las variedades, hubo un incremento importante en la altura de la primera rama fructífera a medida que la población se incrementó y que este incremento en la altura de fructificación (14,5 cm) probablemente influyó en parte en el incremento correspondiente de la eficiencia de la cosecha, mientras que Ray et al (1959) realizaron un estudio de seis años con diferentes poblaciones de plantas en Lubbock, Texas,

con algodón cultivado bajo riego; estas poblaciones de plantas fueron 44.478, 82.779, 123.550, 159.627 y 191.255 plantas/ha y encontraron que el menor espaciamiento hizo a la planta más apropiada para la cosechadora “Stripper” mediante el incremento de la altura de la primera rama. Porterfield et al (1958) condujeron ensayos de espaciamiento durante un periodo de seis años (1952-1957) en Oklahoma con algodón cosechado con “Stripper”, las poblaciones de plantas usadas en estos ensayos variaron de año en año y variaron de un mínimo de aproximadamente 9.884 hasta un máximo de aproximadamente 321.230 plantas/ha y encontraron un incremento de la altura de la bellota más baja a medida que la población de plantas se incrementó.

En este ensayo no se encontraron diferencias

significativas para el peso de 100 semillas, el peso de la fibra de 100 semillas y el porcentaje de fibra. Similitud de estos resultados fue reportada por Wankhade et al (1992) quienes en ensayos de campo en 1986/87 y 1987/88 en condiciones de secano en un suelo arcillolimoso en Akola, Maharashtra, India con los cultivares de algodón PKMF 806 y AKH 4 sembrados en hileras separadas 60 ó 45 cm a 30,0 22,5, 15,0 ó 10,0 cm entre plantas dentro de las hileras y encontraron que el porcentaje de desmote y los índices de semilla y de fibra no fueron afectados por el espaciamiento. Abd El Gawad et al (1986) en ensayos en Bahtim, Egipto con los cultivares de algodón Giza 75, McNair 308 y Stoneville 256 sembrados a 15, 20 o 25 cm entre plantas, encontraron que el espaciamiento entre plantas no tuvo un efecto en el porcentaje de fibra. Bridge y Miller (1989) en un ensayo en 1986-88 en un suelo muy arenoso en Stoneville, Estados Unidos, los cultivares de algodón DES 119 y DES 422 fueron sembrados a 61.775, 128.492, 192.738 y 256.984 plantas/ha y encontraron que la densidad de plantas no tuvo un efecto significativo sobre el porcentaje de fibra y algunos caracteres de la fibra (resistencia, elongación y finura). Samra et al (1982) establecieron densidades de población de 83.333, 166.667 o 250.000 plantas/ha en el cultivar de Gossypium barbadense Giza 69 y encontraron que los rendimientos de algodón en rama se incrementaron con el aumento de la densidad de población, pero el peso de la bellota y el porcentaje de fibra no fueron afectados.

El análisis de suelo (cuadro 1) indicó un nivel

bajo de fósforo (4,37 mg de P/kg de suelo) y de potasio (0,06 cmol/kg de suelo) y un bajo contenido

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de materia orgánica (1,47 %) sugiriendo una posible respuesta de los caracteres evaluados a las dos dosis de fertilizantes aplicadas, pero sólo se obtuvo para la altura de la planta. La altura de la planta se incremento en 6 cm con el aumento de la dosis de 12-24-12 de 250 a 500 kg/ha, es decir, un incremento de aproximadamente 5,5 %. En este experimento se aplicaron las siguientes cantidades de macroelementos dependiendo de la dosis utilizadas: para la dosis de 250 kg de 12-24-12 se aplicaron 97,5 kg de N; 60 kg de P2O5 y 30 kg de K2O/ha, mientras que para la dosis de 500 kg de 12-24-12/ha se aplicaron 127,5 kg de N; 120 kg de P2O5 y 60 kg de K2O/ha. Se puede observar que el incremento en dos veces la cantidad de macroelementos no influyó en los caracteres diámetro del tallo, contenido de fibra, peso de 100 semillas, peso de la fibra de 100 semillas y altura de la primera rama fructífera, pero sí en la altura de la planta. Esto concuerda por lo reportado por Halevy y Bazelet (1992) quienes indicaron que el nitrógeno promueve especialmente el crecimiento vegetativo, mientras que el fósforo promueve el crecimiento rápido del algodón y el crecimiento vegetativo se incrementa con cada incremento de fertilizante potásico aún hasta cantidades altas de potasio como de 420 y 560 kg/ha; sin embargo, este incremento en crecimiento no resulta en un incremento en la producción de fibra o semilla, la relación entre la semilla y la fibra (en peso) casi no es afectada por la cantidad de fertilizante potásico añadida.

Resultados similares a los obtenidos en este

ensayo fueron reportados por Malik et al (1987) en un experimento en 1983-85 en Multan, Pakistán suministraron al cultivar de algodón NIAB-78 en forma basal 28 kg de N; 28 kg de N + 48 kg de P2O5 o 28 kg de N + 48 kg de P2O5 + 28 kg de K2O/ha seguido de un reabono superficial con urea en floración con una dosis de 84 kg de N/ha y encontraron que la aplicación de fertilizantes no tuvo un efecto sobre el porcentaje de fibra o la calidad de la fibra. Hutchinson et al (1986) en ensayos de campo en Winnsboro, Lousiana, Estados Unidos en 1986 en el cultivo del algodón con varias combinaciones de fertilizante NPK, encontraron que la aplicación de fertilizantes incrementó la altura de las plantas pero no afecto el peso de la bellota o el porcentaje de fibra. Oliveira y Mello (1985) reportaron en ensayos de campo en Aguai, Brasil con el cultivar de algodón IAC 13-1, que el peso de la semilla y el número de bellotas/planta se incrementaron con la aplicación de fertilizantes pero no hubo diferencias significativas

entre los tratamientos con fertilizantes y el porcentaje de fibra se incrementó con todos los regímenes de fertilizantes excepto con las dosis más altas de NPK.

Estos resultados indican que ni la fertilización

ni la densidad de población afectaron marcadamente los caracteres de la planta, a excepción de la altura de la planta y de la primera rama fructífera y que los tres cultivares presentaron similares valores para todos estos caracteres, sin importar el espaciamiento entre plantas y/o la dosis de fertilizante aplicada.

AGRADECIMIENTO

Al Consejo de Investigación de la Universidad

de Oriente por el soporte dado al Proyecto C.I.-3-0601-0998/01 a cargo del autor.

LITERATURA CITADA

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 18-24. 2001 18

Comportamiento agronómico de maíz (Zea mays L.) tipo dulce bajo diferentes densidades de siembra en condiciones de sabana

Agronomic performance of sweet corn (Zea mays L.) sown at different stands on savanna’s conditions

Otahola-Gómez, Víctor y Rodríguez, Zulay

Departamento de Agronomía, Escuela de ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, Núcleo de

Monagas, Maturín, estado Monagas. Campo Universitario Los Guaritos, Av. Universidad. Tlf. 091-6521192, Email: [email protected]

RESUMEN

Dentro del cultivo del maíz existen diferentes tipos, cuya constitución, uso y manejo están determinados por las características propias de cada tipo. El maíz dulce constituye una importante fuente energética por su alto contenido de azúcar, el cual se concentra en el endospermo del grano y es utilizado a nivel mundial en la industria de enlatados, congelado o como verdura fresca. En Venezuela, se consume principalmente en forma de enlatados, cubriéndose la demanda con productos importados, terminados o como materia prima. Razón que hace necesario evaluar, bajo diferentes condiciones ambientales y sistemas de manejo, materiales genéticos que puedan ser una alternativa para los productores del rubro en diferentes zonas del país. Con el objeto de determinar el comportamiento agronómico de la variedad CENIAP-DULCE, se realizó este ensayo en la Estación Experimental de sabana de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, ubicada en la localidad de Jusepín, Municipio Maturín del estado Monagas, combinando tres distancias de siembra entre hileras (0,70; 0,80 y 0,90 m) y tres distancia de siembra entre plantas (0,20; 0,25 y 0,30 m) bajo un diseño estadístico de bloques al azar en arreglo factorial con tres repeticiones. Las parcelas estuvieron constituidas por 4 hileras de 10 metros de largo, cosechándose las dos hileras centrales. Las diferencias entre los promedios se obtuvieron mediante la Prueba de Ámbitos Múltiples de Duncan al 5% de probabilidad. La sincronización entre floraciones fue afectada por la distancia de siembra entre hileras, obteniéndose los mayores valores para las distancias de 0,70 m y 0,80 m. La mayor prolificidad efectiva se presentó con 0,30 m entre plantas con 1,05 mazorcas/planta. El mayor número de mazorcas/hectárea (64.380) se obtuvo con la mayor densidad de siembra (0,70 X 0,20 m). Se observó ataque de plagas durante todo el ciclo del cultivo, especialmente bachacos (Atta sexdens L.), saltamontes (Melanoplas sp.) gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y gusano de la mazorca (Heliothis zea). En general se observó una buena adaptación de la variedad CENIAP-DULCE a las condiciones edafoclimáticas de sabana. Palabras Claves: maíz dulce, densidad de siembra, condición de sabana

ABSTRACT Different types of corn exist among corn cultivation in which constitution, use, and handling are determined by the characteristics of each type. The sweet or sugary corn constitutes an important energy source due to its high sugar content, which concentrates on the grain endosperm and it is used around the world in the industry as frozen or fresh greenness. In Venezuela, sweet corn is mainly consumed as can products and demand is covered with finished or raw matter imported products, for this reason, it is necessary to evaluate genotypes under different environmental conditions and crop production systems which can be used as an alternative for the corn farmers in different areas of the country. In order to determine the agronomic behavior of CENIAP-DULCE variety, an experiment was carried out at the Experimental Station of Savanna of Escuela de Ingeniería Agronómica of the Universidad de Oriente, located at Jusepín, Municipio Maturín, Monagas State, combining three sowing distances between rows (0.7; 0.80 and 0.90 m) and three sowing distance between plants (0.20; 0.25 and 0.30 m). A two-factor experiment in a randomized complete block design was used with three replications. The plots were constituted by four 10-m long rows, only the two central rows were harvested. Means were tested by Duncan multiple range test. The statistical level used was 5 %. The synchronization among bloomings was affected by sowing distance between rows, the biggest values were obtained for the distances of 0.70 m and 0.80 m. The biggest effective prolificacy was got with 0.30 m between plants with 1.05 ears/plant. The biggest number of ears/ha (64.380) was obtained using the biggest stand (0.70 X 0.20 m). Pest attack was observed during the whole cycle of the crop, especially Atta sexdens L., Melanoplas sp., Spodoptera frugiperda and corn earworm (Heliothis zea). In general, a good adaptation was observed in CENIAP-DULCE variety to the savanna edafoclimatic conditions. Key words: Sweet corn, plant stands, savanna condition

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INTRODUCCION

Venezuela presenta un alto consumo de maíz en forma de jojoto, con el cual se preparan innumerables platos típicos de nuestra cocina tradicional, aunque el mayor porcentaje de consumo fresco se realiza en forma directa, en forma de “maíz tierno”. Mucha de la demanda podría ser cubierta con maíz dulce, ya que su dulce sabor y la suavidad del grano son aceptados por el consumidor. Sin embargo, el maíz dulce que se consume en nuestro país proviene de importaciones, como materia prima o productos terminados en forma de enlatados.

El cultivo de maíz dulce se presenta como una

alternativa para los productores de este rubro en el estado Monagas y otros estados de la región oriental del país, sobre todo si se toma en cuenta el alto consumo de maíz fresco y el corto período de su ciclo, lo cual puede significar ingresos a corto tiempo, que pueden ser utilizados para el financiamiento de siembras de otros rubros que requieren mayor inversión.

La producción de maíz dulce tiene buenas perspectivas en Venezuela, debido a las posibilidades de sustituir las importaciones y la posibilidad de ser exportado al área del caribe y la Región Andina. Además, los ingresos de los productores pueden ser mayores que los obtenidos con maíces de endospermos normales, ya que el precio de venta del maíz dulce puede triplicar el precio de los maíces normales. Por lo antes expuesto y conociendo la alta demanda del producto que existe en el país, así como la factibilidad de emplearlo como alimento fresco o a nivel industrial como alimento procesado, se hace necesario evaluar, bajo diferentes condiciones ambientales y sistemas de manejo, materiales genéticos que puedan ser una alternativa para los productores de maíz en diferentes zonas del país.

La variedad ‘Pajimaca’ fue pionera en las siembras de maíz dulce en Venezuela. Sin embargo, defectos de tipo agronómico ha indicado la necesidad de desarrollar otros materiales genéticos aprovechando el gen sw de la misma, para transmitirlo mediante retrocruzamiento con variedades de buen comportamiento agronómico, las cuales, una vez convertidas en versión dulce, son manejadas mediante selección recurrente para su afinamiento, antes de ponerlas a disposición de los agricultores (Cartaya et al. 1990). Además de la variedad ´Pajimaca´ se ha utilizado la variedad

´Riqueza´ en siembras experimentales y comerciales en Venezuela. Esta variedad combina las buenas características agronómicas y de resistencia a la enfermedad “punta loca” (Mildiú lanoso) de la variedad ´Suwan-1´ con el carácter dulce de la variedad ´Pajimaca´. En el oriente de Venezuela, específicamente en El Tigre, estado Anzoátegui se han realizado siembras comerciales utilizando la variedad ´Commander´. Sin embargo, en la actualidad no se está sembrando este rubro en la zona.

El CENIAP ha desarrollado la variedad Ceniap-Dulce, que se adapta muy bien a condiciones agroecológicas de algunas zonas del país. Proviene del cruce de la variedad ‘Hawaian Super Sweet-9 corn’ con la variedad ´Swan–1´ (originarios de Hawai y Tailandia, respectivamente), con tres retrocruzas hacia este último. Sin embargo, se desconoce su comportamiento en las condiciones edafoclimáticas de las sabanas de estado Monagas.

La relación entre la producción y el número de plantas es compleja. Para determinada condición de suelo, clima, genotipo y prácticas culturales hay un número determinado de plantas por unidad de área que conduce a la más alta producción. Los suelos más fértiles soportan mayor cantidad de plantas, hasta cierto límite, donde ocurre la competencia entre ellas. Por el contrario en las regiones más secas o donde se presentan en períodos de sequía, conviene reducir el número de plantas por unidad de superficie (Pinto Viegas, 1978). Según Gamboa (1980), las densidades de siembra deben ser proporcionales al desarrollo vegetativo y al rendimiento potencial de las plantas del cultivar utilizado. Cuando el ciclo vegetativo es más corto, la densidad utilizada puede ser mayor.

Shagy y Singh, (1989) al evaluar el comportamiento de maíz dulce bajo diferentes poblaciones de plantas (40.000, 50.000 y 80.000 plantas/ha), encontraron que la densidad de siembra aumenta el rendimiento de granos de 1,80 a 2,70 T/ha. Cabrera, (1996) señala densidades de siembra de más de 100.000 plantas/ha en condiciones de los llanos occidentales de Venezuela, con tendencia a incrementar los rendimientos

Este ensayo se realizó para determinar el

comportamiento agronómico de la variedad CENIAP-DULCE, bajo diferentes densidades de siembra, en condiciones edafoclimáticas de sabana en el estado Monagas.

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MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizo el ensayo en la Estación Experimental de Sabana de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, en la localidad de Jusepín, Municipio Maturín del estado Monagas, ubicada a unos cinco Kilómetros de la Estación Climatológica de Jusepín, la cual se encuentra situada geográficamente a 9° 48´ de Latitud Norte y 63° 26´ de Longitud Oeste, a una altura de 147 m.s.n.m., con registros de precipitación media anual de 1.050 mm y una temperatura media anual de 27,3 ° C. Zona clasificada como Tropical Lluviosa, según la Clasificación de Kopen, caracterizada por una alternancia de la estación lluviosa con períodos de sequía (Martínez, 1977).

El ensayo fue realizado en un suelo de textura

Franco arenoso con pH de 5,00, contenido de materia orgánica de 1,74, con contenidos medios de fósforo (13,84 ppm) y un porcentaje de saturación de Aluminio de 9,32%. La precipitación acumulada durante el ciclo del cultivo fue de 376,40 mm, distribuidos en los 75 días que el cultivo estuvo en el campo. Sin embargo, del total de lluvia presentada, solo cayeron cerca de 90 mm en el período comprendido entre los 45 días después de la siembra y la cosecha, lo cual puede haber afectado el proceso de floración y llenado de los granos.

Se utilizó la variedad CENIAP-DULCE

suministrada por los fitomejoradores del CENIAP Maracay, Venezuela. Se utilizó un diseño estadístico de bloques al azar en arreglo factorial, con dos factores y tres repeticiones. Los factores estudiados fueron: Tres distancias de siembra entre hileras (0,70; 0,80 y 0,90 metros) y tres distancias de siembra entre plantas (0,20; 0,25 y 0,30 metros) para un total de nueve tratamientos, correspondientes a las densidades de plantas, las cuales variaron desde 37.037 hasta 71.429 plantas/ha (Cuadro 1). Los datos fueron analizados mediante análisis de varianza convencional y las diferencias entre los promedios fueron detectados mediante la Prueba de Ámbitos Múltiples de Duncan al 5%.

La siembra se realizó conjuntamente con las

labores de fertilización, aplicando 500 Kg/ha de la fórmula comercial 12-24-12-CP, colocándola en bandas enterradas al lado y por debajo de la semilla. Se hizo un reabono, 25 días después de la siembra, con urea agrícola a razón de 150 Kg/ha. El control de malezas se realizó en forma pre-emergente, utilizando

una mezcla de Atrazina y Pendimentalín, en dosis de 2 Kg/ha y 1 L/ha respectivamente.

Las unidades experimentales estuvieron conformadas por cuatro hileras de 10 metros de largo, de las cuales se cosecharon áreas iguales (12 m2) de las dos hileras centrales. Para tal fin se realizó un ajuste para las diferentes áreas de cada tratamiento a través de la siguiente ecuación:

(m)DEH x 2

212mhil L

2m 12 a CosA Igualando

hileras. entre Distancia DEH

hilera la de Longitud :Hil L

cosecha de Area CosA :Donde

DEH x Centrales Hil 2 x Hil L CosA

De esta manera se determinó el largo de la hilera a cosechar, siendo 8,60; 7,50 y 6,70 metros para los tratamientos donde se utilizaron las distancias de 0,70; 0,80 y 0,90 metros entre hileras respectivamente. Para todos los casos se desecharon los extremos de la hilera.

Desde el inicio de la germinación hasta la

cosecha el cultivo fue atacado por bachacos (Atta sexdens L.) siendo controlados con la aplicación de insecticidas específicos para el control de los mismos. Además se hicieron dos aplicaciones para el control de gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), saltamontes (Melanoplas sp.) y otros cortadores, los

Cuadro 1. Diferentes distancias de siembra entre hileras y entre plantas utilizadas en la variedad CENIAP-Dulce de maíz (Zea mays L.) en condiciones agroecológicas de sabana en el estado Monagas.

N°Distancia

entre Hilera (m)

Distancia entre Plantas

(m)

Plantas/ha

1 0,70 0,20 71,429 2 0,70 0,25 57,143 3 0,70 0,30 47,619 4 0,80 0,20 62,500 5 0,80 0,25 50,000 6 0,80 0,30 41,667 7 0,90 0,20 55,556 8 0,90 0,25 44,444 9 0,90 0,30 37,037

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cuales atacaron varias veces el cultivo, llegando a defoliar completamente algunas plantas de las hileras de bordura. También se presentaron ataques de gusano de la mazorca (Heliothis zea). En general se observó que el cultivo es atacado por insectos con mayor frecuencia y severidad que otros tipos de maíces sembrados cerca de este ensayo. Esto puede deberse al mayor contenido de azúcares en los diferentes órganos de la planta.

Se evaluaron los caracteres: Sincronía entre la

floración masculina y la floración femenina, prolificidad efectiva (Mazorcas efectivas/planta), número de mazorcas/ha y diámetro de la mazorca.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Sincronía entre floraciones

El análisis de los resultados obtenidos para este carácter indicó diferencias estadísticamente significativas para la distancia de siembra entre hileras, no así para la distancia de siembra entre plantas y para la interacción entre ambos factores. La Figura 1 muestra la prueba de promedios, donde se observa que los tratamientos donde se utilizaron 0,70 y 0,80 metros entre hileras presentaron menor número de días entre la floración masculina y la floración femenina, presentándose una diferencia de más de seis días entre la floración masculina y la floración femenina cuando las plantas fueron sembradas a una distancia de 0,90 metros entre hileras. Esta falta de sincronización entre las floraciones posiblemente puede ser un problema en la polinización y fecundación de las mazorcas, sobre todo en aquellos maíces que tienen la capacidad de tener un mayor número de mazorcas por planta, pero que las últimas en formarse no llegan a ser mazorcas efectivas por falta de polen en la población. Los materiales de maíz prolíficos deben tener una sincronización entre la maduración del polen y el período de receptividad de los estigmas, a fin de asegurar una mayor polinización y fecundación de sus mazorcas.

Imery (1993), en un experimento con diferentes selecciones prolíficas de la variedad experimental FP-UDO-02 y con diferentes densidades de siembra encontró que la sincronía entre las floraciones está influenciada por la interacción entre los genotipos evaluados y las poblaciones de plantas, además que aumenta el número de días entre las floraciones al disminuir la densidad de siembra y aumentar la

prolificidad de las plantas. Similares resultados se obtuvieron en el presente ensayo, al aumentar el número de días entre las floraciones a medida que se aumentó la distancia de siembra entre hileras.

Los resultados obtenidos en este ensayo son

similares a los encontrados por Aguilera (1992), quien trabajando con maíz tipo Cariaco, encontró una diferencia de 5,9 días entre la floración masculina y la femenina, con tendencia a aumentar este período a medida que se aumenta la distancia entre hileras. Silva (1993) al evaluar maíz tipo reventón encontró diferencias de 4,7 días entre las floraciones, aunque sin efecto de las densidades de siembra sobre este carácter.

Vásquez (1998) al evaluar la variedad FP-

UDO-02 y el híbrido CENIAP-PB-8 bajo diferentes densidades de siembra, encontró solo 3,9 días de diferencia entre la floración masculina y la floración femenina, aunque sin efecto de la densidad de siembra sobre este carácter.

Prolificidad efectiva

El análisis de los datos indicó diferencias estadísticamente significativas solo para las distancias de siembra entre plantas, no así para la distancia de siembra entre hileras y para la interacción entre los dos factores estudiados. Los resultados de la prueba de promedios (Figura 2) indican una marcada

5,00 5,22

6,11

0,00

2,00

4,00

6,00

8,00

Día

s en

tre

Flo

raci

ón

0,70 0,80 0,90

Distancia entre plantas (m)

A A

B

Figura 1. Efecto de tres distancias de siembra entre

plantas sobre la sincronización entre lafloración masculina y la floración femenina dela variedad CENIAP DULCE de maíz (Zeamays L.) en condiciones de sabana.

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diferencia entre las distancias de siembra entre plantas, obteniéndose el mayor índice de prolificidad efectiva cuando se sembraron las plantas a una distancia de 0,30 metros, con tendencia a disminuir el número de mazorcas/planta en la medida que se disminuye la distancia de siembra entre plantas.

Bejarano et al. (1992) al evaluar la variedad

Riqueza encontraron un promedio de 1,4 mazorcas/planta el cual resultó superior al número de mazorcas/planta encontrado en este ensayo. Imery (1993) encontró que la prolificidad efectiva fue afectada por los efectos simples de genotipos y por la densidad de plantas, señalando que el número de mazorcas/planta aumentó al disminuir la densidad de plantas sembradas y en todos los casos estuvo alrededor de 1,20 mazorcas/planta, resultados superiores a los encontrados para CENIAP-Dulce en este experimento.

Silva (1993) no encontró efectos de la densidad de plantas sobre este carácter, indicando un promedio general de 1,20 mazorcas/planta, el cual fue mayor que el promedio encontrado para la variedad CENIAP-Dulce en este ensayo. Vásquez (1998) indica que el carácter mazorcas por planta fue afectado por los efectos simples de los genotipos y las distancias de siembra entre plantas, además señala que la mayor prolificidad la presentaron los tratamientos donde se cultivaron las plantas a distancias de 0,25 y 0,20 metros, superando al tratamiento donde se utilizó 0,15 m entre plantas. Sin

embargo el número de mazorcas/planta estuvo alrededor de 0,80; inferior al encontrado en este ensayo. Estos resultados coinciden con los encontrados por Aguilera (1992) al trabajar con maíz tipo Cariaco.

Número de mazorcas/ha

El análisis de los datos obtenidos para este carácter presentó diferencias estadísticamente significativas para los efectos simples de los dos factores estudiados, así como para la interacción entre las distancias de siembra entre hileras y entre plantas. El mayor número de mazorcas/ha se obtuvo al sembrar las plantas a una distancia de 0,70 m entre hileras y 0,20 m entre plantas (71.429 plantas/ha), mientras que el menor número de mazorcas/ha lo presentó el tratamiento donde se utilizó la combinación de 0,90 m entre hileras y 0,25 m entre plantas, aunque este tratamiento fue estadísticamente igual a las combinaciones 0,90 x 0,30 y 0,80 x 0,30 m (Figura 3).

El hecho de haber obtenido el mayor número de mazorcas comerciales/ha con el tratamiento donde se utilizó mayor densidad de plantas nos indica que este genotipo de maíz puede sembrarse a esta densidad de plantas sin sufrir disminución en su capacidad de producción por efecto de competencia entre las plantas. Sin embargo, no sería recomendable

1.05 0.96

0.89

0.00

0.20

0.40

0.60

0.80

1.00

1.20

Maz

orca

s/pl

anta

0.30 0.25 0.20

Distancia entre plantas (m)

AB C

Figura 2. Efecto de tres distancias de siembra entreplantas sobre la prolificidad potencial de lavariedad CENIAP DULCE de maíz (Zea maysL.) en condiciones de sabana.

0,70 0,80 0,90 0,30

0,25

0,20

40000

45000

50000

55000

60000

65000

Maz

orc

as/h

a

Dist. Hileras (m)

Dist. Planta

(m)

Figura 3. Efecto de tres distancias de siembra entre plantas ytres distancias entre hileras sobre el número demazorcas/ha en la variedad CENIAP DULCE demaíz (Zea mays L.) en condiciones de sabana.

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incrementar la densidad de siembra pues esto puede acarrear disminución en el tamaño de la mazorca, así como dificultar la cosecha. Por otro lado, se debe tomar en cuenta que en las sabanas del estado Monagas normalmente se presentan períodos prolongados de sequía, lo cual puede causar un mayor estrés si las plantas están sembradas a altas densidades.

Diámetro de la mazorca.

El análisis de varianza de los datos obtenidos para el diámetro de la mazorca detectó diferencias estadísticas para la distancia de siembra entre hileras, no así para la distancia de siembra entre plantas y para la interacción entre los dos factores estudiados. La figura 4 nos muestra la prueba de diferencias de promedios para este carácter, observándose que las plantas sembradas a las distancias entre hileras de 0,90 m presentaron mazorcas de mayor diámetro.

Guzmán y Guzmán (1991) encontraron para la variedad CENIAP 69 una media de 4,74 cm para el diámetro de la mazorca, siendo este valor superior al encontrado para la variedad CENIAP-Dulce. Vásquez (1998) no encontró efecto de la distancia de siembra entre hileras sobre el diámetro de la mazorca en los genotipos CENIAP-PB8 y FP-UDO-02. Sin embargo encontró que el mayor diámetro de la mazorca se obtuvo al sembrar las plantas a una distancia de 0,20 y 0,25 metros entre plantas, con un promedio de 4.20 cm. Aguilera (1992) no encontró

efecto de la densidad de siembra sobre este carácter en maíz tipo Cariaco, con un promedio general de 5,54 cm para el diámetro de la mazorca, aunque es característico que el maíz tipo Cariaco presente mazorcas de mayor diámetro.

CONCLUSIONES

La sincronización entre la floración masculina y

la floración femenina en maíz dulce cultivado en condiciones agroecológicas de sabana, fue afectada por la distancia de siembra entre hileras, con tendencia a aumentar el período entre ellas a medida que se aumenta la distancia entre las hileras.

El mayor número de mazorcas efectivas por

planta se obtuvo con la distancia de 0,30 metros entre plantas, no siendo afectado este carácter por el factor distancia de siembra entre hileras. El mayor número de mazorcas comerciales por hectárea se obtuvo con la mayor densidad de siembra (0,70 m entre hileras por 0,20 m entre plantas).

A medida que se aumentó la distancia de

siembra entre hileras se obtuvo mazorcas con mayor diámetro, aunque no se encontró diferencias cuando se utilizó separaciones de 0,80 y 0,70 metros entre hileras.

De los resultados obtenidos se puede concluir

que la variedad CENIAP-Dulce presenta buena adaptación a las condiciones edafoclimáticas de las sabanas del estado Monagas.

LITERATURA CITADA

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Bejarano, M.; Segovia, V.; Moreno, H. 1992.

Evaluación del rendimiento y caracteres de la planta y mazorca en familias de hermanos completos en la variedad de maíz dulce ‘Riqueza’. Agronomía Tropical 42 (3-4): 151-160.

5,28 5,01 4,97

0

1

2

3

4

5

6

Dia

met

ro (

cm)

0,90 0,80 0,70

Distancia entre hileras (m)

AB B

Figura 4. Efecto de tres distancias de siembra entre

hileras sobre el diámetro de la mazorca en lavariedad CENIAP DULCE de maíz (Zeamays L.) en condiciones de sabana.

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 25-28. 2001 25

Evaluación de algunos parámetros relacionados con la fijación de N2 en Gliricidia sepium Jacq.

Evaluation of some traits related to N-fixation in en Gliricidia sepium Jacq.

González, Ana1; González, Marcial1; Leal, Angel2 y Michelena, Vicente3

1 Laboratorio de Plantas y Semillas Forrajeras. Escuela de Ingeniería de Producción Animal. Universidad de Oriente. Monagas. 2 Laboratorio de Biofertilizantes, Instituto Universitario de Tecnología José Antonio

Anzoátegui, El Tigre. E-mail: [email protected] y 3 Laboratorio de Ecofisiología Vegetal. Universidad de Oriente. Monagas. E-mail: [email protected]

RESUMEN

Con la finalidad de evaluar la efectividad y la eficiencia de la simbiosis Bradyrhizobium sp. – Gliricidia sepium se estableció un ensayo de invernadero. El diseño experimental fue bloques divididos, con tres repeticiones y cuarenta combinaciones de tratamientos constituidos por las cepas TAL-4, TAL-5, TAL-6, TAL-7 y TAL-1770; plántulas sin inocular; plántulas sin inocular más 80 kg de N.ha-1; plántulas en suelo estéril más 80 kg de N.ha-1; y las accesiones de G. sepium San Vicente, Tunapuy, Caripito, Copey y Canchunchú. A los cuatro meses después de la siembra se realizó la cosecha y se determinó la concentración de clorofila (a + b), el peso seco de los nódulos, el peso seco total de la planta, el porcentaje de nitrógeno foliar, radical y nodular y el contenido total de nitrógeno en la planta. TAL-4 produjo la mayor concentración de clorofila (a + b) (9,03 mg/l/planta) en tanto que el tratamiento con cepas nativas mas 80 kg de N.ha-1 indujo el mayor peso seco de nódulos (134,77 mg), peso seco total (11,67 g) y contenido de nitrógeno total (22,90 mg/planta). La accesión Canchunchú presentó la mayor concentración de clorofila (a + b) cuando se le comparó con el resto de las accesiones. El porcentaje de nitrógeno tanto en la parte aérea, como en la raíz y en los nódulos fue igual entre tratamientos y accesiones. No se determinó efecto significativo entre las accesiones ni para la interacción Bradyrhizobium sp.-Gliricidia sp. en ninguna de las variables estudiadas. Palabras claves: FBN, Gliricidia, Bradyrhizobium, clorofila, peso seco

ABSTRACT

A greenhouse experiment was carried out in order to evaluate effectiveness and efficiency of Bradyrhizobium sp. – Gliricidia sepium symbiosis. The experimental design was a split block, with three replicas and forty combinations of treatments: five Bradyrhizobium strains TAL-4, TAL-5, TAL-6, TAL-7 and TAL-1770; non inoculated seedlings; non inoculated seedlings fertilized with 80 kg N.ha-1; seedlings grown in sterile soil and fertilized with 80 kg N.ha-1 ; and G. sepium cultivars: San Vicente, Tunapuy, Caripito, Copey and Canchunchu. After four months plants were harvested. Chlorophyll (a + b) concentration, nodules and plant dry weights; N in leaves, roots, nodules and total N were determined. TAL-4 yielded the highest chlorophyll (a + b) (9.03 mg/l/plant). Non inoculated plants fertilized with 80 kg N.ha-1 produced the highest dry weight of nodules (134.77 mg), total dry weight (11. 67 g) and total N (22.90 mg/plant). The percentages of N in leaves, roots and nodules were not statistically different. There was significant difference in the interaction Bradyrhizobium – Gliricidia in any of the evaluated variables. Key words: BNF, Gliricidia, Bradyrhizobium, chlorophyll, dry weight

INTRODUCCIÓN

Gliricidia sepium Jacq. es un arbusto leguminoso con un extraordinario potencial como productor de significativa cantidad de follaje rico en proteínas para el consumo animal, principalmente en la época de mayor déficit forrajero, como son los meses más secos del año (febrero a mayo). Originario de México y Centroamérica, se conoce comúnmente con los nombres de “mata ratón”; “rabo de ratón”, “capa ratón” y tiene amplia distribución en toda la zona tropical (González, 1996). El alto potencial de

producción de biomasa comestible y elevado valor nutritivo presenta a Gliricidia como una alternativa práctica y económica para incrementar la productividad animal y contribuir, de esta manera, a disminuir los costos de producción (Clavero, 1996). La propiedad de estos árboles de fijar nitrógeno simbióticamente reviste una gran importancia, tanto desde el punto de vista alimenticio como ecológico, porque la integración de Gliricidia en sistemas estables agroforestales y sistemas semi-árido-silvo-pastoriles permiten la restauración y mantenimiento de la fertilidad del suelo, en adición al combate de la

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González et al. Evaluación de algunos parámetros relacionados con la fijación simbiótica en Gliricidia

Revista UDO Agrícola 1 (1): 25-28. 2001 26

erosión y la desertización (Febles, et al. 1996). Se han obtenido excelentes resultados en suelos ácidos del Oriente Venezolano cuando Gliricidia se utiliza como banco de proteínas en sistemas forrajeros acompañada de gramíneas introducidas, o como cerca viva haciendo innecesario el uso de alambre de púas .La producción de leche, así como la calidad de la misma, en suelos ácidos de sabana ha sido sensible y positivamente incrementada en sistemas asociados de Gliricidia con gramíneas en pastoreo directo (González, 2000). Sin embargo, a pesar de las bondades de éste árbol leguminoso, en Venezuela se ha estudiado muy poco el proceso de fijación simbiótica de nitrógeno por los rizobia y G. sepium. La mayoría de la información que se tiene al respecto proviene de Australia, África y Centro América.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para realizar el ensayo de invernadero, se

utilizó suelo de un Ultisol no cultivado de pH 5,1 (Potenciométrico 1:1), de escasa materia orgánica 1,20 % (Walkey-Black) y de baja capacidad de intercambio catiónico efectiva de 1,46 cmol.kg-1 ( de cationes más acidez intercambiable) y de textura areno-francosa (Bouyoucos). El suelo se dispuso en porrones de arcilla de 4 kg de capacidad, y se esterilizó mediante calor, excepto el destinado a los tratamientos con cepas nativas. Las semillas de G. sepium, accesiones: San Vicente, Caripito, Copey, Tunapuy y Canchunchú (donadas por el Lab. de Plantas y Semillas Forrajeras de la Escuela de Ingeniería de Producción Animal de la Universidad de Oriente) se desinfectaron con mercurio acidificado, se lavaron con abundante agua esterilizada y se sembraron en vermiculita previamente esterilizada en autoclave. Las cepas de Bradyrhizobium de la colección NifTAL (University of Hawaii, NifTAL-Mircen Project): TAL-4, TAL-5, TAL-6, TAL-7 y TAL-1770 fueron crecidas en un medio líquido de levadura-manitol (Vincent, 1970), a temperatura ambiente por siete días con agitación constante (100 rpm.). La concentración de rizobia (cel/ml) se determinó mediante la cámara de Petroff-Hausser. La inoculación se hizo por inmersión de las plántulas en la suspensión bacteriana. Se aplicaron los fertilizantes como soluciones nutritivas al momento de la siembra. Como fuente de calcio y fósforo se utilizó fosfato de calcio (Ca(H2PO4)2H2O) en dosis de 60 kg de P2O5. ha-1 y como fuente de potasio se usó KCl (30 kg de K2O.ha-1). El riego se realizó ad libitum, con agua destilada, hasta el momento de la cosecha, a los cuatro meses después de la siembra. La clorofila

(a + b) se extrajo de discos (10 mg) de las hojas medias, en metanol al 95 % (v/v), durante doce horas, y se aplicó la ecuación: clorofila (a + b) = 25,5A650 + 4,0A665 de Sestack, Catsky y Jarvis para el metanol (Wintermans y De Mots, 1965). La raíz se extrajo del porrón mediante presión de agua y se separaron los nódulos de la raíz y ésta del tallo. Las muestras se secaron en la estufa a 80 ° C hasta peso constante y se molieron en un molino de 60 mallas/pulg. Los valores de nitrógeno de la parte aérea, de la raíz y de los nódulos se determinaron por micro-Kjeldahl. El diseño estadístico utilizado fue bloques divididos o diseño con ambos factores en franja (Steel y Torrie, 1992). Los tratamientos fueron: a) plántulas sin inocular y sin aplicación de nitrógeno (Cn); b) plántulas sin inocular más 80 kg de N.ha-1 (Cn+N) (úrea aplicada al momento de la siembra); c) plántulas sin rizobio (suelo esterilizado) mas 80 kg de N.ha-1 (Co+N) y d) plántulas inoculadas con las cepas TAL-4, TAL-5, TAL-6, TAL-7 y TAL-1770. Las diferencias entre los tratamientos se determinaron mediante la prueba de significación de Duncan al 0,05 de probabilidad. Las variables medidas fueron: concentración de clorofila (a + b), peso seco de nódulos, peso seco total de la planta, porcentaje de N del follaje, de la raíz y de los nódulos y contenido total de N en la planta.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Concentración de clorofila (a + b)

El análisis de varianza determinó diferencias

significativas (p < 0,05) entre las cepas y entre las accesiones. En el cuadro 1 se observa que la cepa TAL-4 indujo la mayor concentración de clorofila para las cinco accesiones con 9,03 mg de clorofila/l/planta seguida por las cepas TAL-5 y TAL-6, con medias de 8,51 y 8,36 mg respectivamente, superando a los tratamientos con aplicación de nitrógeno (Co+N y Cn+N), con valores promedios de 7,86 y 7,71 mg respectivamente. El tratamiento sin aplicación de nitrógeno (Cn) presentó un valor promedio de 7,23 mg, significativamente diferente al encontrado con las cepas TAL-1770 con 6,58 y TAL-7 con 6,48 mg de clorofila/l/planta.

En el cuadro 2 se observa que la accesión

Canchunchú presentó la mayor concentración de clorofila con 8,71 mg/l/planta. Las demás accesiones se comportaron estadísticamente iguales, con valores que oscilaron entre 7,63 y 7,12 mg/l/planta.

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 25-28. 2001 27

Peso seco de nódulos Hubo significación estadística solo para las

cepas. Los tratamientos Cn+N y Cn se comportaron estadísticamente iguales, con valores promedios de 134,77 y 110,04 mg, respectivamente. No se observó un efecto deletéreo en el peso seco de nódulos por efecto del N edáfico. Las cepas introducidas rindieron iguales que el tratamiento Co+N, con valores que oscilaron entre 16,97 y 9,29 mg (Cuadro 1). El peso seco de nódulos de las cepas nativas fue, aproximadamente, diez veces mayor que el presentado por las cepas introducidas. La no esterilización del suelo pudo haber sido la causa de éste comportamiento. Las cepas nativas fueron más infectivas que las introducidas y en consecuencia hubo mayor masa nodular en las primeras. Aunque el número de nódulos no se describe en este estudio, es

importante señalar que la cepa nativa fue la que produjo el mayor número de nódulos, quizás sea la causa de los resultados observados en el peso seco nodular. Peso seco total

Las plantas del tratamiento Cn+N dieron mayor

peso seco total con un valor promedio de 11,67 g, seguida por las del tratamiento Cn con un promedio de 8,64 g (Cuadro 1). El peso seco de las plantas del tratamiento Co+N (6,74 g) fue estadísticamente igual al peso seco de las plantas de los tratamientos TAL-7 (6,71 g), TAL-6 (5,96 g) y TAL-4 (5,88 g). La no diferencia en peso seco total entre las cepas indica que en presencia de la cepa nativa, las plantas producen más biomasa que en ausencia de esta, aún con la adición de 80 kg.ha-1, lo cual debió, teóricamente, haber ejercido un efecto deletéreo en los rizobia nativos. Los tratamientos Cn+N y Cn fueron más eficientes que las cepas introducidas en la producción de materia seca. Porcentaje de nitrógeno

Los análisis de varianza de los valores

porcentuales de nitrógeno en el follaje, en la raíz y en los nódulos determinaron efectos no significativos en los tratamientos estudiados.

Contenido total de nitrógeno

En el Cuadro 1 se observa que el tratamiento

Cn+N indujo el mayor contenido de nitrógeno por planta con 22,90 mg, seguido por los tratamientos Cn y Co+N con 17,85 y 14,39 mg, respectivamente. Las cepas TAL-7, TAL-6 y TAL-4 presentaron igual

Cuadro 1. Concentración de clorofila (mg/l/planta), peso seco de nódulos (mg), peso seco total (g) y contenido total de nitrógeno (mg/planta) de Gliricidia sepium sin inocular o inoculada con diferentes cepas de Bradyrhizobium sp.

Tratamiento

Concentración de Clorofila (mg/l )

Peso seco de Nódulos (mg)

Peso seco total (g)

Contenido total de N (mg/planta)

Cn+N 7,71 c * 134,77 a 11,67 a 22,90 a Cn 7,23 d 110,04 a 8,64 b 17,85 b Co+N 7,86 c 16,97 b 6,74 c 14,39 b TAL-7 6,48 e 13,63 b 6,71 c 13,21 bc TAL-6 8,36 b 13,27 b 5,96 cd 11,97 bc TAL-4 9,03 a 12,54 b 5,88 cd 10,80 bc TAL-5 8,51 b 9,95 b 4,44 d 8,75 c TAL-1770 6,58 e 9,29 b 4,00 d 8,84 c

* Letras iguales indican promedios estadísticamente iguales

Cuadro 2. Concentración de clorofila (mg/l/planta) en accesiones de G. sepium sin inocular o inoculadas con diferentes cepas de Bradyrhizobium sp

Accesiones Concentración de clorofila (mg/l/planta)

Canchunchú 8,71 a *

Tunapuy 7,63 b

Copey 7,59 b

Caripito 7,54 b

San Vicente 7,12 b

* Letras iguales indican promedios estadísticamente

iguales.

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González et al. Evaluación de algunos parámetros relacionados con la fijación simbiótica en Gliricidia

Revista UDO Agrícola 1 (1): 25-28. 2001 28

comportamiento estadístico con valores promedios respectivos de 13,21; 11,97 y 10,80 mg de N/planta. El menor contenido de nitrógeno lo presentaron las cepas TAL-1770 y TAL-5 con valores de 8,84 y 8,75 mg de N/planta respectivamente. Estos resultados no concuerdan con los reportados por Sanginga et al. (1995), quienes midieron la variación de la nodulación y fijación de N2 por la simbiosis G. sepium-Bradyrhizobium sp. en un suelo calcáreo, encontrando diferencias significativas en la cantidad de nitrógeno fijado entre las 25 accesiones usadas en el experimento; cosechadas a los 14, 35 y 53 semanas después de la siembra. Sin embargo, los resultados obtenidos tienen similitud con los encontrados por Awonaike et al. (1992), quienes estudiaron la influencia del genotipo de la planta, cepa bacterial y su interacción sobre la fijación biológica del nitrógeno de la simbiosis G. sepium-Bradyrhizobium sp. Ellos concluyeron que ninguna cepa fue superior sobre todas las accesiones hospederas y ninguna accesión fue superior en fijación de nitrógeno a las cinco cepas bacteriales incluidas en este estudio. En ambos casos se demostró que la fijación de N2 y el rendimiento general de G. sepium estuvo influenciado por la cepa de Bradyrhizobium inoculado.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Todos los parámetros, con excepción de la

concentración de clorofila, medidos a las plantas en suelo sin esterilizar (Cn+N y Cn) fueron considerablemente mayores a los tratamientos en suelo esterilizado. Las plantas de G. sepium crecidas en presencia de cepas nativas mas 80 kg de N.ha-1 (Cn+N) presentaron mayor peso seco total, así como más nitrógeno total en relación a aquellas que crecieron sólo en presencia de la cepa nativa (Cn). Cuando se esterilizó el suelo, todos los tratamientos reportaron igual peso nodular. El porcentaje de nitrógeno de la raíz, de los nódulos y de la parte aérea fue igual en todos los tratamientos y en las cinco accesiones probadas en el ensayo. Con excepción de la concentración de clorofila, las cepas introducidas TAL-4, TAL-5, TAL-6, TAL-7 y TAL-1770 tuvieron igual comportamiento en todos los parámetros del ensayo. La cepa TAL-4 y la accesión Canchunchú, individualmente, indujeron la mayor concentración de clorofila. No hubo efecto de interacción en la simbiosis G. sepium-Bradyrhizobium sp. Se recomienda realizar experiencias similares sin esterilizar el suelo y en condiciones de campo.

LITERATURA CITADA Awonaike, K.; G. Hardarson and K. S. Kumarsinge.

1992. Biological nitrogen fixation of G. sepium-Rhizobium symbiosis as influenced by plant genotype, bacterial strain and their interactions. Tropical Agriculture 69: 381-385.

Clavero, T. 1996. Las Leguminosas Forrajeras

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Evaluación citogenética de la generación M1V2 de tetraploides experimentales en sábila (Aloe vera L.)

Cytogenetic evaluation of M1V2 generation from experimental tetraploids in Aloe vera L.

Imery-Buiza, José y Cequea-Ruíz, Hernán

Departamento de Biología, Escuela de Ciencias, Universidad de Oriente

Cumaná. Venezuela. Apart. Post. 245; Email: [email protected]

RESUMEN Se analizaron las características cromosómicas en los descendientes vegetativos de plantas de A. vera con tetraploidía completa y parcial inducida mediante la inmersión de rizomas en solución de colchicina. Los mutantes cromosómicos M1V1 se cultivaron bajo condiciones de vivero hasta la obtención de propágulos M1V2 con 4 a 6 hojas. Al momento de la separación se identificaron los descendientes de acuerdo a su posición en la periferia del rizoma materno. La evaluación del número, tamaño y morfología de los cromosomas mitóticos se realizó en láminas temporales con aplastamiento de meristemas radicales tratados con colchicina, fijador, HCl y orceína FLP. Los resultados cariológicos permitieron reconocer una completa estabilidad cromosómica en los descendientes de plantas tetraploides, manteniéndose un cariotipo constante 2n=4x=28 en todas las muestras analizadas. Los hijuelos de plantas quiméricas M1V1 corroboraron la existencia de mutaciones mericlinales inducidas por bajos niveles de exposición y concentración de colchicina y la identificación de los cuadrantes mutantes en sus ancestros parcialmente tetraploides. A diferencia de las plantas quiméricas M1V1, sus descendientes M1V2 presentaron un nivel de ploidía individual diploide o tetraploide en sus meristemas radicales. No se observaron variaciones cromosómicas de naturaleza aneuploide ni cambios estructurales atribuibles a los efectos de la colchicina o posibles accidentes celulares postratamiento en ambas generaciones. Palabras claves: Aloe vera, tetraploides, cromosomas, colchicina.

ABSTRACT

Chromosomal characteristics were analyzed in the vegetative descendants of A. vera plants with complete and partial induced tetraploidy by means of the immersion of rhizomes in colchicine solution. The chromosomal mutants M1V1 were cultivated under greenhouse conditions until the obtaining of suckers M1V2 with 4 to 6 leaves. The descendants were identified according to its position in the maternal rhizome periphery. The evaluation of the number, size and morphology of the mitotic chromosomes was carried out in temporary slide with squashing of root tips treaties with colchicine, fixer, HCl and FLP orceine. The karyological results allowed to recognize a complete chromosomic stability in the suckers from tetraploid plants, staying a constant karyotype 2n=4x=28 in all the analyzed samples. The suckers of chimerical plants M1V1 corroborated the existence of mericlinal mutations induced by low exhibition and concentration colchicine levels and the identification of the mutant quadrants in its partially tetraploid parents. Contrary to the chimerical plants M1V1, its descendants M1V2 presented a individual diploid or tetraploid level in its radical meristems. Aneuploid chromosomic variations neither structural changes were not observed from the colchicine effects or postreatment cellular accidents in both generations. Key words: Aloe vera, tetraploids, chromosomes, colchicine.

INTRODUCCIÓN

La sábila (Aloe vera L. = A. barbadensis Mill.), es una especie xerofítica nativa de la costa Noroccidental de África, cultivada como planta ornamental y de uso medicinal (Davis, 1997). La creciente demanda de los subproductos de esta planta fomenta actualmente la búsqueda de alternativas de procesamiento y comercialización que incluyen el mercadeo de gel fresco y liofilizado, así como otros derivados fundamentales para la elaboración de

medicamentos, cosméticos, bebidas, etc. (Jiménez et al., 1995; Vázquez et al., 1996; Pullido, 1998; Boon, 1999). Esta intensa actividad económica ha impulsado el inicio de programas de mejoramiento genético con la finalidad de obtener cultivares con mayores volúmenes de producción, resistentes a plagas y enfermedades, adaptación a nuevas zonas de cultivo, etc. En este sentido, la inducción de poliploidía en A. vera, mediante el uso de colchicina, representa una opción relativamente rápida para lograr genotipos promisorios que puedan ser explotados directamente

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Imery y Cequea. Evaluación citogenética de tetraploides experimentales de sábila (Aleo vera L.)

Revista UDO Agrícola 1 (1): 29-33. 2001 30

o que ofrezcan suficiente variabilidad genética necesaria para iniciar programas de selección (Imery, 2000).

Generalmente, los poliploides desarrollan tejidos más vigorosos y productivos que pueden duplicar la acumulación de biomasa de los individuos originales. La mayoría de estos genotipos superiores corresponden a cultivares aprovechables por sus características vegetativas, entre ellos, hortalizas, frutales, raíces, tubérculos, ornamentales y forrajes, los cuales se han obtenido por la incorporación de variaciones en su nivel de ploidía durante alguna fase de manipulación genética (Shimotsuma, 1962; Verma y Raina, 1991). No obstante, los avances alcanzados con la inducción de poliploidía en una primera generación, pueden resultar poco estables debido al restablecimiento del número normal de cromosomas en generaciones sucesivas (Jackson, 1976).

El objetivo del presente trabajo fue evaluar las

características cromosómicas en los descendientes vegetativos de plantas tetraploides de A. vera generadas a partir de yemas laterales sometidas a diferentes concentraciones y tiempos de exposición en colchicina.

MATERIALES Y MÉTODOS

La inducción inicial de poliploidía se logró

mediante inmersión completa de rizomas de Aloe vera en solución acuosa de colchicina a tres concentraciones (0,05; 0,10 y 0,15% p/v) y cuatro tiempos de exposición (6, 12, 18 y 24 horas). Los esquejes tratados fueron lavados con agua a chorro continuo durante un minuto y sembrados en una mezcla desinfectada de arena, tierra y aserrín. A los 60 días después del tratamiento, se trasplantaron los hijuelos a bolsas de polietileno, manteniéndose bajo condiciones de vivero hasta su evaluación (Imery, 2000). De los 491 brotes emergentes postratamiento, se reconocieron 29 hijuelos completamente tetraploides y 26 quimeras con células diploides y tetraploides. Estos mutantes cromosómicos M1V1 se cultivaron en las mismas condiciones ambientales hasta la obtención de propágulos M1V2 con cuatro a seis hojas.

La evaluación del número, tamaño y

morfología de los cromosomas mitóticos se realizó a partir de láminas temporales preparadas por el método de aplastamiento de meristemas radicales, sometidos previamente a colchicina (0,025% p/v) por

dos horas, fijador (3:1 etanol: ácido acético glacial) por 24 horas, HCl durante 10 minutos y tinción con orceína FLP 1,5% p/v por cuatro minutos (Mata, 1977; Cequea, 1985). Se analizaron cinco ápices radicales por cada descendiente M1V2.

RESULTADOS

La evaluación cariológica en la primera

generación M1V1, representada por las plantas emergentes después del tratamiento con colchicina, reveló efectos diferenciales de este alcaloide sobre la actividad mitótica de los meristemas laterales de A. vera, en función del tiempo de exposición y la concentración empleada (cuadro 1). La mayor eficiencia en la duplicación del número de cromosomas se alcanzó con la inmersión de rizomas en 0,15% de colchicina durante 24 horas. Las combinaciones de otros niveles de tratamiento resultaron en eficiencias inferiores de duplicación cromosómica, además de inducciones parciales de tetraploidía.

El análisis cariotípico en los descendientes

vegetativos de plantas tetraploides y parcialmente tetraploides, permitió evaluar la estabilidad cromosómica en estos mutantes M1V1. Todos los brotes M1V2 generados de plantas completamente tetraploides M1V1, presentaron el mismo número de cromosomas (2n=4x=28) en sus meristemas radicales; sin embargo, los hijuelos M1V2 provenientes de plantas parcialmente tetraploides M1V1 (con líneas celulares 2n=2x=14 y 2n=4x=28), presentaron cariotipos individuales con uno u otro nivel de ploidía (figura 1). A partir de estos resultados, se reconocieron los cuadrantes mutantes en las plantas quiméricas y se establecieron las proporciones porcentuales de descendientes diploides y tetraploides, en relación a las combinaciones de concentración y tiempo de exposición a la colchicina, aplicadas al tejido materno (cuadro 2).

Similar a los resultados preliminares en M1V1,

los descendientes M1V2 de plantas quiméricas, evidenciaron que la eficiencia de la colchicina como agente inductor de duplicación cromosómica, no depende sólo de su efecto antimitostático sobre el tejido meristemático, sino que está en función de la concentración empleada y el tiempo de penetración en el tejido. Por otra parte, no se observaron variaciones cromosómicas de tipo aneuploide ni cambios estructurales atribuibles a los efectos directos o residuales de este alcaloide.

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Imery y Cequea. Evaluación citogenética de tetraploides experimentales de sábila (Aleo vera L.)

Revista UDO Agrícola 1 (1): 29-33. 2001 31

DISCUSIÓN

El efecto bloqueador de la colchicina sobre la polimerización de las proteínas tubulares, encargadas de la movilización de los cromosomas durante la mitosis, determina la actividad de este

alcaloide como agente inductor de duplicaciones cromosómicas sobre los meristemas laterales de A. vera. No obstante, la eficiencia de la colchicina para inducir tetraploidía en esta especie, dependió no sólo de su efecto antimitostático sobre el tejido en división, sino que estuvo asociada a los niveles de

Cuadro 1. Porcentaje de plantas diploides (2x) y mutantes M1V1 tetraploides (4x) y parcialmente tetraploides (2x y 4x), generadas a partir de rizomas de sábila (Aloe vera L.) sometidos a tratamiento con colchicina.

Tiempo de

Exposición (horas) Concentración de colchicina (% p/v)

0,05 0,10 0,15 Total

6 71,4 28,6 0,0

90,5 9,5 0,0

98,0 2,0 0,0

87,4 12,6 0,0

12 85,2 11,1 3,7

91,6 2,8 5,6

97,9 0,0 2,1

91,3 4,6 4,1

18 95,4 2,3 2,3

89,7 0,0 10,3

81,8 0,0 18,2

90,4 1,1 8,5

24 84,6 0,0 15,4

90,9 0,0 9,1

76,7 0,0 23,3

84,3 0,0 15,7

Total 84,3 11,5 4,2

90,9 3,4 5,7

91,4 0,7 7,9

88,8 5,3 5,9

Valores porcentuales para cada combinación y totales por nivel de tratamiento. Plantas diploides (superior), mutantesquiméricos (intermedio) y mutantes tetraploides (inferior) (Imery, 2000).

Figura 1. Cariotipos diploide (a) 2n = 2x = 14 y tetraploide (b) 2n = 4x = 28 presentes individualmente en meristemasradicales de hijuelos M1V2 descendientes de plantas de sábila (Aloe vera L.) parcialmente tetraploides M1V1.Barra = 10 m.

(a) (b)

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Imery y Cequea. Evaluación citogenética de tetraploides experimentales de sábila (Aleo vera L.)

Revista UDO Agrícola 1 (1): 29-33. 2001 32

concentración y duración del tratamiento. Resultados similares han sido observados en otras especies vegetales, concluyéndose reiteradamente que los factores exógenos más influyentes en la efectividad de la colchicina para provocar variaciones cromosómicas, son definitivamente la concentración de la solución, duración de la exposición y la temperatura de tratamiento (Ronald y Paul, 1984; Sarada-Mani, 1987; Sun et al., 1994; IAEA, 1995).

Al analizar la acción de la colchicina sobre semillas, plántulas, meristemas y células en suspensión, cabe destacar además, la gran diversidad de resultados en función de las características anatómicas y grado de diferenciación de los tejidos tratados (Mönckeberg et al., 1988; Lindsey y Jones, 1989; Mendoza, 1994; Gao et al., 1996; Hansen y Andersen, 1996; Zhao et al., 1996; Kim et al., 1997; Ma et al., 1997; Song et al., 1997). En este sentido, la escasa acumulación de biomasa y permeabilidad de los primordios foliares en las yemas laterales de A. vera, favorecen la penetración del alcaloide hasta las capas celulares en actividad mitótica. Este efecto es más evidente al prolongar el periodo de inmersión hasta 24 horas, aumentando así el número de células meristemáticas en contacto con la colchicina. De este modo, se alcanza un nivel constante de tetraploidía transmisible vegetativamente hacia los nuevos propágulos M1V2; mientras que a niveles inferiores de exposición, el efecto directo sobre las células meristemáticas se reduce, debido a la acción sobre las capas superficiales y al contacto con células interfásicas en las que la colchicina no ejerce ninguna actividad antimitostática. Esta situación evidencia la

inducción de variaciones mericlinales a bajos niveles de tratamiento y explica la mayor proporción de plantas quiméricas M1V1, en las cuales se observaron simultáneamente células diploides y tetraploides, que posteriormente actuaron como precursores individuales de descendientes vegetativos M1V2 diploides o tetraploides.

La regresión en el nivel de ploidía de algunas

especies vegetales planteada por Jackson (1976), posiblemente sea el resultado de la baja frecuencia de duplicaciones cromosómicas que experimentan las poblaciones naturales combinado con la ausencia de mecanismos de aislamientos reproductivos que favorece la subsecuente hibridación entre individuos mutantes y silvestres. Por otra parte, se esperaría menor regresión en la duplicación del número de cromosomas en especies como A. vera que se propagan exclusiva de forma vegetativa, y en las cuales la ocurrencia de cruzamientos con ancestros diploides no representa una oportunidad para afectar el nivel de ploidía de la nueva generación. No obstante, la evaluación cariológica de futuras generaciones vegetativas permitirá establecer con mayor seguridad la estabilidad genómica de los poliploides experimentales de A. vera y el reconocimiento de posibles reordenamientos cromosómicos en estos genotipos promisorios.

LITERATURA CITADA

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Cuadro 2. Porcentaje de hijuelos diploides (2x) y tetraploides (4x) descendientes de plantas de sábila (Aloe vera L.) con tetraploidía parcial inducida por el tratamiento con colchicina.

Tiempo de

Exposición (horas) Concentración de colchicina (% p/v)

0,05 010 0,15 Total 6 70,5

29,5 57,6 42,4

55,6 44,4

66,2 33,8

12 43,8 56,2

- - 52,3 47,7

18 - - -

25,0 70,5

24 - - - -

Total 62,8 37,2

53,1 46,9

55,6 44,4

60,1 39,9

Valores porcentuales para cada combinacion y totales por nivel de tratamiento de acuerdo al número de descendientes diploides (superior) y tetraploides (inferior) provenientes de plantas quiméricas M1V1. Combinaciones sin valor porcentual indican ausencia de plantas quiméricas M1V1.

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Estudios cromosómicos de cuatro selecciones de Capsicum chinense Jacq.

Chromosome studies of four selections of Capsicum chinense Jacq.

Alcorcés de Guerra, Nilda

Universidad de Oriente. Núcleo de Monagas. Escuela de Ingeniería Agronómica. Telefax: 58-291-6521192. Email: [email protected]

RESUMEN

La colección del germoplasma se realizó en la Estación Hortícola Campo Universitario, Jusepín, Estado Monagas. Las observaciones se realizaron en células meristemáticas radiculares de Capsicum chinense. La metodología utilizada fue colchicina al 0,05% durante dos a tres horas, cloruro de sodio al 0,03% por 10 a 20 minutos y alcohol etílico y ácido acético glacial en una relación 3:1, la clasificación cromosómica se realizó utilizando la metodología de Levan et al. (1964). Los cromosomas y los cariotipos de las cuatro selecciones estudiadas, mostraron 2n = 24. Los cariotipos de las selecciones tienden a ser simétricos. Las fórmulas cariotípicas varían entre las selecciones estudiadas y se proponen las siguientes: Selección 3: 11m + 1sm; Selección 4: 11m + 1st; Selección 5: 1M + 9m + 2sm y para la Selección 6: 11m + 1st. Palabras claves: Cromosomas, cariotipos, citogenética, Capsicum.

ABSTRACT

Germoplasm was collected at the Horticultural Research Station located at University campus, Jusepín, Monagas State. Observations were made in radicle meristematic cells from Capsicum chinense, the protocol used was colchicine 0.05% for two to three hours, sodium chlorine 0.03% for 10 to 30 minutes and relation 3:1 ethanol and acetic acid. Chromosome classification was made using methodology from Levan et al. (1964). Chromosome and karyotype of four selections showed 2n = 24. The Selections and karyotipe were symmetric. Karyotype formula varied among selections and the following are considered: Selection 3: 11m + 1sm; Selection 4: 11m + 1st; Selection 5: 1M + 9m + 2sm and Selection 6: 11m + 1st. Key words: Chromosome, karyotipe, cytogenetic, Capsicum .

INTRODUCCIÓN El género Capsicum L. (Solanaceae),

conocido como ajíes, es nativo del nuevo mundo y está compuesto de especies silvestres, semidomesticadas y domesticadas. Capsicum ha sido una fuente de confusión taxonómica desde hace muchos siglos y las bases de estas dificultades taxonómicas se centran en la evolución paralela de la forma, tamaño y color de los frutos entre las especies domesticadas (Heisser, 1976; McLeod, et al, 1979).

El género Capsicum ha sido separado en dos

grandes grupos de acuerdo al color de sus corolas (blanco y púrpura). Las especies domesticadas del género presentan esos dos tipos de color de corola, aunque se puede claramente diferenciar entre las especies C. baccatum, C. pubescens; la primera presenta la corola blanca y las anteras amarillas, la segunda la corola púrpura y las anteras púrpura o violeta. La confusión se presenta entre las especies C.

annuum, C. chinense y C. frutescens, las tres presentan corola blanca a amarillo verdoso y las anteras púrpura a violeta. Lo que las diferencia a nivel de claves taxonómicas es el número de flores por nudo y la constricción del cáliz, por lo que se hace necesario un estudio cromosómico de esas especies. Pickersgill (1971) analizó la morfología cromosómica de especies silvestres y cultivadas y llegó a sugerir que las especies silvestres de los ajíes presentan mayor variabilidad en la morfología de los cromosomas que las especies cultivadas.

Según la literatura consultada, en Venezuela se

han realizado trabajos en el campo de la citogenética en el género Capsicum, (Alcorcés, 1994). El género Capsicum L. está ampliamente distribuido por todo el trópico, lo que ha permitido su estudio en relación a su taxonomía. Del mismo modo, el número cromosómico de algunas especies del género Capsicum han sido determinados entre otros por Otha (1962); Eshbaugh (1964); Pickersgill (1971) y han

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establecido el número básico X = 12 como cifra constante que identifica al grupo.

Esta investigación analizó el aspecto

cariológico de las selecciones 3, 4, 5 y 6 , las cuales son el resultado de un estudio morfológico realizado por Gil y Torrealba (1988), además determinar y proponer la complejidad de los cariotipos e idiogramas y analizar los resultados estadísticos y aportar nuevos enfoques citogenéticos en el campo de las investigaciones en la Botánica en Venezuela.

MATERIALES Y METODOS

El material biológico utilizado estuvo

constituido por semillas de cuatro selecciones de Capsicum chinense en la Estación Hortícola, campo Universitario, Jusepín. Estado Monagas. Esta selección fue hecha basada en caracteres morfológicos a doce materiales de la especie ya citada. Una vez colectados los frutos en una sola planta por selección, se extrajeron las semillas y se colocaron a secar a temperatura ambiente, luego se colocaron a germinar en cápsulas de Petri con papel de filtro humedecido con agua destilada en ambiente de laboratorio. Se trabajó con meristemas radiculares los cuales fueron fijados en solución 3:1 (alcohol etílico-ácido acético glacial) en términos de media hora en forma progresiva durante las 24 horas del día, se trataron con ácido clorhídrico al 18%, agua destilada y se colorearon con orceína acética al 2%, esto se hizo para determinar la hora mitótica, la cual una vez conocida permite mediante la utilización de colchicina al 0,05% por dos o tres horas y cloruro de sodio al 0,03% entre diez a treinta minutos, separar los cromosomas dentro de las células lo que permitió corroborar el número cromosómico ya reportado. En cada selección una vez separados los cromosomas se midieron cinco células por cada selección con un ocular micrométrico calibrado, se les calculó la media aritmética de las longitudes de los brazos, corto (p) y largo (q), longitud total (p+q), el arm ratio (r = q/p), índice centromérico (Ic = (p/p+q) x 100) éste permitió la clasificación de los cromosomas de acuerdo a la clasificación de Levan et al. (1964). Los cariotipos fueron ordenados de acuerdo al largo de los cromosomas en sentido decreciente. Los idiogramas se realizaron basados en los valores de las longitudes de los cromosomas de cada selección, la asimetría de los cariotipos, se calculó utilizando A1 : Asimetría intracromosómica y A2 : Asimetría intercromosómica (Romero-Zarco, 1986). Se le aplicó la prueba de t a los datos obtenidos.

RESULTADOS El número de cromosomas somáticos para las

cuatro selecciones estudiadas fue 2n = 24; los cariotipos e idiogramas, están basados en el largo de sus cromosomas; el fruto, cariotipo e idiograma para la Selección 3 se muestra en las figuras 1a, 1b y 1c; las medidas y análisis de los cromosomas se presentan en el cuadro 1. El cariotipo de esta selección muestra once pares de cromosomas metacéntricos (m) y un par submetacéntrico (sm), el cual le corresponde al par doce; la fórmula cariotípica propuesta es: 11m + 1sm; la asimetría intracromosómica (A1) es 0,27 y la intercromosómica (A2) de 0,28. La Selección 4, fruto cariotipo e idiograma se muestran en las figuras 2a, 2b y 2c; las

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medidas y análisis de los cromosomas se muestran en el cuadro 2. Donde se reporta un cariotipo con once pares de cromosomas metacéntricos (m) y un par subtelocéntrico (st) el cual es de menor tamaño y representa el par doce; la fórmula cariotípica propuesta es: 11m + 1st; la asimetría intracromosómica de 0,26 y la intercromosómica 0,23. La Selección 5, fruto, cariotipo e idiograma se reportan en las figuras 3a, 3b y 3c; las medidas y análisis de los cromosomas mitóticos se muestran en el cuadro 3. Su cariotipo con un par de cromosomas metacéntricos (M) correspondiente al par doce, nueve pares de cromosomas metacéntricos (m) y dos pares de cromosomas submetacéntricos (sm), los cuales corresponden con los pares 8 y 9; la fórmula

cariotípica propuesta es: 1M + 9m + 2sm; la asimetría intracromosómica de 0,27 y la intercromosómica de 0,18. La Selección 6, fruto, cariotipo e idiograma se muestran en las figuras 4a, 4b y 4c; las medidas y análisis de sus cromosomas en el cuadro 4. El cariotipo con once pares metacéntricos (m) y un par subtelocéntrico (st), éste identifica al par doce; la fórmula cariotípica propuesta es: 11m + 1st; la asimetría intracromosómica de 0,21 y la intercromosómica 0,22.

Las selecciones 4 y 6 presentan once pares de

cromosomas metacéntricos (m) y un par subtelocéntrico (st), coincidiendo que el cromosoma subtelocéntrico en las dos selecciones le correspondió

Cuadro 2. Medidas en m y análisis cuantitativo de los cromosomas somáticos de Capsicum chinense Jacq. Selección 4.

Medidas del largo de los cromosomas Longitud Índice

Par p q p+q Relativa (% TCL) Centromérico Clasificación1 2,03 2,49 4,52 10,90 45,00 m 2 1,81 2,15 3,96 9,54 45,71 m 3 1,70 2,26 3,96 9,54 42,86 m 4 1,58 2,26 3,84 9,27 41,18 m 5 1,58 2,26 3,84 9,27 41,18 m 6 1,47 2,15 3,62 8,72 40,63 m 7 1,47 1,92 3,39 8,18 43,33 m 8 1,24 2,03 3,36 9,15 36,81 m 9 1,24 2,03 3,36 8,15 36,81 m

10 1,24 1,47 2,71 6,54 45,88 m 11 1,13 1,47 2,60 6,27 43,48 m 12 0,57 1,70 2,26 5,45 25,00 st

p = brazo corto; q = brazo largo; p+q = largo del cromosoma; TCL = longitud total del juego haploide de cromosomas; m = metacéntrico; st = subtelocéntrico

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al par doce; sólo la selección 5 presentó un par metacéntrico (M), nueve pares metacéntricos (m) y dos pares submetacéntricos (sm). La selección 3 muestra once pares metacéntricos (m) y un par submetacéntrico (sm), el cual éste también corresponde al par doce. Los resultados del análisis estadístico se presentan en el cuadro 5.

DISCUSIÓN

Las selecciones estudiadas mostraron que son

diploides con un número básico de x=12, este número básico es mostrado también en muchas Solanáceas (Goldblatt, 1981, 1984, 1985; Moore, 1973). Además los resultados muestran que los cariotipos son simétricos, las longitudes total de los cromosomas son relativamente homogéneos en las selecciones 3, 4 y 5; mientras que la selección 6 son mucho más pequeños; al observar los cuadros 1, 2, 3 y 4 se nota que los cromosomas de mayor tamaño le corresponden a la selección 4, le siguen en orden descendiente la selección 5, la selección 3 y por último la selección 6.

Los cariotipos de las selecciones 4 y 6 de

Capsicum chinense coinciden con lo propuesto para el género por Pickersgill (1977), lo cual consiste de once pares m ó sm y un par st, siguiendo la terminología de Levan et al.(1964); mientras que las selecciones 3 y 5

no presentan el par subtelocéntrico, aún así si presentan los once pares metacéntricos (m) y un par submetacéntrico (sm) en la selección 3; para la selección 5, nueve pares metacéntricos (m), un par metacéntrico (M) y dos pares submetacéntricos (sm). Otha (1962) describe que todos los cromosomas del género tienen los centrómeros en la región media; sin embargo Chennaveeraiah y Habib (1966) encontraron algunos pares con la constricción submedia y un par con la posición subterminal. Ninguno de los autores mencionados reportan medidas de los cromosomas; sin embargo Moscone (1990) en estudios realizados en Capsicum chacoense, reporta las medidas de los cromosomas y sus fórmulas cariotípicas, las cuales semejan a los resultados de la presente investigación. Esas diferencias entre los cariotipos de las selecciones de la misma especie puede deberse de acuerdo a Pickersgill (1977) a la alta frecuencia de cruzamientos naturales que ocurren entre las especies de este género; por otra parte Chennaveeraiah & Habib (1966); Datta (1968); Kuriachan (1981); Pickersgill (1971,1977), sostienen que la variación de los cariotipos entre las especies de un mismo género, puede ser mayor que la existente entre los taxa infraespecíficos.

Cuadro 1. Medidas en m y análisis cuantitativo de los cromosomas somáticos de Capsicum chinense Jacq. Selección 3.

Medidas del largo de los cromosomas Longitud Índice Par p q p+q Relativa (% TCL) Centromérico Clasificación1 1,47 1,92 3,39 10,28 43,33 m 2 1,36 1,81 3,16 9,60 42,86 m 3 1,24 1,81 3,05 9,25 40,74 m 4 1,24 1,70 2,94 8,91 42,31 m 5 1,13 1,81 2,94 8,91 38,46 m 6 1,13 1,70 2,83 8,56 40,00 m 7 1,13 1,58 2,71 8,22 41,67 m 8 1,13 1,47 2,60 7,88 43,48 m 9 1,13 1,36 2,49 7,54 45,45 m

10 1,13 1,24 2,37 7,19 47,62 m 11 1,02 1,36 2,37 7,19 42,86 m 12 0,68 1,47 2,15 6,51 31,58 sm

p = brazo corto; q = brazo largo; p+q = largo del cromosoma; TCL = longitud total del juego haploide de cromosomas; m = metacéntrico; sm = submetacéntrico

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De acuerdo al resultado de las asimetrías intracromosómicas de las selecciones estudiadas, se corrobora lo planteado por Romero-Zarco (1986) que cuando los índices se acercan a cero los cromosomas son metacéntricos y los cariotipos son simétricos. El cuadro 5 muestra que donde existe mayor diferencias significativas es entre las selecciones 5 y 6 y luego entre las selecciones 4 y 6 y se corrobora con los datos obtenidos y reportados en los cuadros 1, 2, 3 y 4; además morfológicamente estas selecciones son completamente diferentes en cuanto al color y morfología de los frutos. Esta investigación ayudaría en la búsqueda de producir un material lo más

homogéneo posible, ya que en la actualidad las semillas de ají que se venden en el mercado son muy heterogéneas lo cual se observa al momento de la cosecha.

CONCLUSIONES

1. Los cariotipos de las cuatro selecciones son

simétricos. Los resultados de las asimetrías intra e intercromosómica se corresponden con lo esperado, de acuerdo a las observaciones realizadas.

2. Las fórmulas cariotípicas de las selecciones 4 y 6

son idénticas; mientras que las selecciones 3 y 5 son parecidas, no iguales.

3. Se encontró un alto grado de variabilidad

cromosómica entre las selecciones 5 y 6, le sigue en menor grado las selecciones 4 y 6, luego la 3 y 5, la 3 y 4, la 3 y 6 y por último entre las selecciones 4 y 5 donde casi no existe diferencias.

4. En las cuatro selecciones el par cromosómico

once resultó idéntico en las comparaciones realizadas.

Cuadro 3. Medidas en m y análisis cuantitativo de los cromosomas somáticos de Capsicum chinense Jacq. Selección 5.

Medidas del largo de los cromosomas Longitud Índice

Par p q p+q Relativa (% TCL) Centromérico Clasificación1 2,03 2,37 4,40 11,17 46,14 m 2 1,58 2,26 3,84 9,75 41,15 m 3 1,70 2,03 3,73 9,47 45,58 m 4 1,58 2,03 3,61 9,16 43,77 m 5 1,36 2,15 3,51 8,91 38,46 m 6 1,36 2,10 3,46 8,79 39,31 m 7 1,36 1,92 3,28 8,33 41,46 m 8 0,90 2,26 3,16 8,02 28,48 sm 9 0,90 2,03 2,93 7,44 30,72 sm

10 1,13 1,58 2,71 6,88 41,70 m 11 1,13 1,36 2,49 6,32 45,38 m 12 1,13 1,13 2,26 5,74 50,00 M

p = brazo corto; q = brazo largo; p+q = largo del cromosoma; TCL = longitud total del juego haploide de cromosomas; m = metacéntrico; m = metacéntrico; M = metacéntrico; sm = submetacéntrico

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Alcorcés de Guerra. Estudios cromosómicos en Capsicum chinense Jacq.

Revista UDO Agrícola 1 (1): 34-41. 2001 39

Cuadro 4. Medidas en m y análisis cuantitativo de los cromosomas somáticos de Capsicum chinense Jacq. Selección 6.

Medidas del largo de los cromosomas Longitud Índice Par p q p+q Relativa (% TCL) Centromérico Clasificación1 1,13 1,63 2,76 9,62 40,99 m 2 1,13 1,56 2,69 9,38 42,02 m 3 1,09 1,36 2,44 8,52 44,45 m 4 1,13 1,31 2,44 8,52 46,29 m 5 1,13 1,31 2,44 8,52 46,29 m 6 1,13 1,31 2,44 8,52 46,29 m 7 1,0 1,31 2,40 8,36 45,28 m 8 1,02 1,22 2,24 7,81 45,46 m 9 1,02 1,13 2,15 7,49 47,37 m

10 1,02 1,13 2,15 7,49 47,37 m 11 1,02 1,13 2,15 7,49 47,37 m 12 0,57 1,81 2,27 8,28 23,81 st

p = brazo corto; q = brazo largo; p+q = largo del cromosoma; TCL = longitud total del juego haploide de cromosomas; m = metacéntrico; m = metacéntrico; st = subtelocéntrico.

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Alcorcés de Guerra. Estudios cromosómicos en Capsicum chinense Jacq.

Revista UDO Agrícola 1 (1): 34-41. 2001 40

Cuadro 5. Prueba de t student para comparar los brazos corto y largo y la longitud total de los cromosomas de cuatro

selecciones de Capsicum chinense Jacq. Pares de Selecciones Cromosomas 3 y 4 3 y 5 3 y 6 4 y 5 4 y 6 5 y 6

1

p q

p+q

*

* *

* * *

* * *

2

p q

p+q

*

*

*

*

3 p q

p+q

* *

* * *

* * *

4

p q

p+q

* *

* *

* *

* *

* *

5

p q

p+q

* *

*

* *

* *

* *

6

p q

p+q

*

* *

* *

7

p q

p+q

*

* *

* *

8

p q

p+q

*

* * *

* *

9

p q

p+q

* *

10

p q

p+q

* *

11

p q

p+q

12

p q

p+q

* *

* *

*

*

* *

* *

* Diferencias significativas al 0,05 de probabilidad según prueba de t student. Los números 3, 4, 5 y 6 representan a las selecciones de Capsicum chinense estudiadas p : brazo corto, q : brazo largo; p + q : longitud total del cromosoma

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Alcorcés de Guerra. Estudios cromosómicos en Capsicum chinense Jacq.

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Forma y dimensiones del bulbo húmedo con fines de diseño de riego por goteo en dos suelos típicos de sabana

Form and dimensions of wet bulb with the purpose of design of drip irrigation in two typical soils of savanna

Gil-Marín, José Alexander

Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de

Oriente. Campus Los Guaritos, Maturín, 6201. Edo. Monagas Teléfono: 0291-6521192. Fax: 0291-415101. E-mail: [email protected]

RESUMEN

El trabajo de investigación se llevó a cabo en dos suelos típicos de sabana, con el objetivo de determinar sus características hidroedafológicas con fines de diseño para riego por goteo. Los suelos estudiados fueron un suelo areno-francoso de la zona de Areo del Estado Monagas y un suelo franco-arcilloso de la zona sur del estado Anzoátegui. Para realizar este estudio se construyó un pequeño sistema de riego por goteo, constituido por tuberías, llaves, filtros, manómetros y otros accesorios. Se utilizaron goteros de 1, 2, 4 y 10 l/h. Entre los resultados obtenidos se tiene que el radio de humedecimiento del suelo “La Ceiba” se extendió mas horizontamente que el suelo “Areo”, situación inversa se presentó con la profundidad de humedecimiento donde los mayores valores se encontraron con el suelo Areo. Palabras claves: Bulbo húmedo, riego por goteo, suelos de sabana

SUMMARY

The research was carried out in two typical soils of savanna, with the objective of determining their hydraulic characteristics designing drip irrigation systems. The studied soil was a sandy soil of the zone of Areo of the Monagas State and a clay one of the South zone the Anzoátegui State. In order to carry out this study a small system of drip irrigation was constructed constituted by tubings, keys, filters, manometer and other property. Drip of 1, 2, 3, 4 and 10 L/H was utilized. Among the results it is obtained the wet radio of the soil “The Ceiba” more horizontally than the soil extended “Areo”, inverse situation was introduced with the wet depth where the greater values are for the Areo soil. Key words: Wet ratio, drip irrigation, savanna soil

INTRODUCCIÓN

El diseño de un sistema de riego por goteo comienza con la determinación del caudal y número de emisores necesarios para mojar un determinado volumen de suelo, este dato se obtiene a partir de una buena estimación de la forma y dimensiones del bulbo húmedo formado a partir de un emisor, la cual depende ante todo de las propiedades y características del perfil físico, del volumen, caudal de agua aplicado por el emisor y de la topografía del terreno. De lo anterior se desprende que el patrón de mojado depende de una serie de factores, lo cual dificulta las estimaciones teóricas.

Las estimaciones del bulbo húmedo pueden hacerse de tres maneras: con tablas, uso de modelos teóricos y mediciones in situ.

Cualquier método científicamente razonable puede ser utilizado para la estimación del patrón de mojado y generalmente se hace a través de las tablas o de pruebas de campo (Razuri, 1988).

1. Uso de Modelos.

La dificultad matemática introducida por el flujo de dos o tres dimensiones y la estratificación del suelo, hacen que los modelos existentes sean muy complejos, aún estableciendo una serie de restricciones, es muy variable su correspondencia con los valores obtenidos en campo, en especial la de suponer que el suelo es un medio isotrópico. Factores como la dimensión de la zona saturada bajo el gotero, volúmenes de agua aplicados respecto a la ET; extracción por raíces, medios porosos inclinados, etc., han sido ignorados aunque recientemente el uso de computadores ha permitido incluirlos dentro de los modelos y ha facilitado el procesamiento de datos.

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La principal dificultad para la utilización de estos modelos es que no disponen de los valores de los parámetros del suelo necesarios y es difícil aplicarlos cuando las propiedades del suelo varían a lo largo del perfil. Sin embargo, se ha progresado mucho en este terreno, por lo que, aunque de momento su utilidad principal está en los campos de la enseñanza y la investigación, a mediano plazo puede extenderse su uso con fines de diseño. (Rodrigo, et al 1992). 2. Uso de las tablas.

Unas aproximaciones que frecuentemente se usan, la constituyen unos datos medios, generalmente en base a la textura del suelo, que en forma de tablas aparecen en los manuales de riego por goteo. La utilización de estas tablas debe hacerse con mucha precaución, tras comprobar que las condiciones de diseño son similares a aquellas para las que las tablas fueron calculadas. Parece interesante recordar que el movimiento del agua en el suelo no depende solo de la textura y del suelo, sino también de la existencia de discontinuidades en su perfil físico (suelos no homogéneos, estratificados). El cuadro 1 tiene en cuenta, de alguna manera, la estratificación, pero siguiendo las advertencias del propio autor se debe ser muy prudente en su uso. En esta tabla no aparece definido el volumen de agua aplicado para obtener los diámetros mojados que se indican. Por otra parte, naturaleza, características, profundidad e inclinación de los estratos influyen notablemente y eso no puede preverse con carácter general. 3. Pruebas de campo.

La mejor manera de determinar el patrón de mojado o el área mojada es mediante pruebas de campo, éste es el método más confiable y seguro con

fines de diseño. Para su realización es necesario un mínimo equipo, el cual consta de un depósito de agua de aproximadamente 100 litros de capacidad, tubería de polietileno de 12 ó 16 mm, de 3 a 5 m de longitud y emisores o goteros.

El lateral contendrá los emisores suficientemente espaciados para independizarlos unos de otros, a través de éste se aplicará tres o más volúmenes diferentes de agua, como 20% mayor al estimado, 20% menor que el estimado en los cálculos previos que necesita aplicar un emisor y con la frecuencia que se considere que se va a regar.

Finalizando el proceso de aplicación, mediante muestreo o abriendo una calicata, se toman las medidas para dibujar con la mayor exactitud, la forma que adopta el suelo mojado; quedando entendido que cuanto más parecido sean los datos de la prueba a los posteriores que se utilizarán una vez instalado el sistema, más confiable serán los resultados (Razuri, 1988).

El objetivo del presente trabajo fue

determinar las características hidroedafológicas de dos suelos típicos de sabana con fines de diseño para riego por goteo

MATERIALES Y METODOS

Este ensayo se llevó a cabo en suelos de dos

localidades de la zona oriental:

1. Areno francosa de la zona Areo. (Norte de Monagas).

2. Franco arcillo – arenoso de la zona La Ceiba.

(Sur del estado Anzoátegui).

Cuadro 1. Superficie mojada estimada para distintas texturas del suelo, profundidad de raíces, suelo y grados de

estratificación, para un emisor de 4 l/h, en condiciones normales de funcionamiento.

Profundidad de raíces Textura del suelo Grado de estratificación del suelo y suelo (m) Homogéneo Estratificado En Capas

Diámetro de suelo mojado (m)

0,80

Ligero Medio Pesado

0,50 1,00 1,10

0,80 1,25 1,70

1,10 1,70 2,00

1,70

Ligero Medio Pesado

0,80 1,25 1,70

1,50 2,25 2,00

2,00 3,00 2,50

Keller, (1978)

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Algunas propiedades de los suelos estudiados son presentadas en el cuadro 2.

Se construyó un pequeño sistema de riego por

goteo constituido pos los siguientes componentes:

Un cabezal de control de tubería de PVC de diámetro ¾” con válvula de compuerta para regular el caudal, filtro de malla de 120 mesh y manómetro de 100 psi. (Figura 1).

Tubería principal de 25 mm de polietileno de baja densidad.

Tubería lateral de 16 mm de polietileno de baja densidad y de 10 metros de longitud (Figura 2).

Como fuente de energía se utilizó el equipo de bombeo presente en la finca donde se llevaron a cabo las pruebas.

Se utilizaron goteros de 1 l/h, 2 l/h, 4 l/h y 10

l/h, calibrados previamente en el laboratorio para así determinar su curva Caudal vs presión.

Los goteros de 2, 4 y 10 l/h eran goteros sobre línea, que se colocaron separados a una distancia de 1,5 m para así asegurar que no existiera solapamiento entre los bulbos. Los goteros de 1 l/h eran goteros embutidos separados a una distancia de 0,5 m, en este caso fueron obstruidos algunos goteros, para así dejar un espaciamiento entre goteros de un metro.

Se ensayaron tiempos de aplicación de T1 = 1 hora; T2 = 2 horas y T3 = 3 horas.

Para la determinación de las características hidráulicas del suelo por el método de Shani et al (1987), se registraron los radios de los charcos debajo de cada gotero para cada uno de los siguientes tiempos de aplicación: 1 minuto, 5 minutos, 10 minutos, 20 minutos, 30 minutos y al final de la prueba para cada gotero. Los bordes del área de charco se determinaron visualmente, donde finalizó la zona de agua libre (como el indicado por la zona brillosa). Un promedio de diámetro fue estimado midiendo el diámetro observado en diversas direcciones.

Finalizado el tiempo de aplicación, se abrió una zanja según la línea recta que pasó por el punto donde estaba situado el emisor, se tomaron las medidas del diámetro de humedecimiento a 15 cm de profundidad y la profundidad total, medidas necesarias para dibujar con la mayor precisión posible la forma del suelo mojado. En algunos casos la determinación visual exacta de los contornos del bulbo, cuando se ha sometido el suelo a varios ciclos de humedecimiento, no es normalmente posible, aunque, en general, los resultados que se obtienen son suficientes con fines de diseño de instalaciones. Cuando se presentó esta situación, lo que se hizo fue un muestreo posterior para determinar la humedad gravimétrica en varios puntos situados según una línea horizontal, a una profundidad conveniente, donde los puntos extremos se situaron claramente fuera del bulbo, para así ayudar a precisar el contorno.

Cuadro 2. Distribución del tamaño de partículas de los suelos estudiados.

Porcentajes

Suelo Arena Limo Arcilla ClasificaciónAreo 79,6 11,2 9,2 af

La Ceiba 54 20 26 FAa

Figura 1. Cabezal de control de tubería PVC de ¾ ´´ de

diámetro con válvula de compuerta, filtro demalla de 120 mesh y manómetro de 100 psi

Figura 2. Esquema con la disposición del sistema de riego

por goteo

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la figura 3 se observan las dimensiones y formas del bulbo húmedo obtenidos con diferentes volúmenes de agua aplicados, en los suelos Areo y Ceiba.

Para el suelo Ceiba que es un suelo más pesado, la velocidad de infiltración es menor que la del suelo Areo, lo que trae como consecuencia que su charco sea de mayor área. Esta es la primera razón para que su bulbo se extienda más horizontalmente. Por otra parte, el mayor porcentaje de porosidad del suelo “Ceiba” hace que las fuerzas mátricas dominen sobre las gravitacionales trayendo como consecuencia una mayor redistribución horizontal que la del suelo “Areo”.

En ambos casos a medida que se incrementa el volumen de agua aplicado al frente de humedad avanzará, tanto en profundidad como en sentido horizontal desde el emisor, aumentando por supuesto el volumen de suelo mojado.

En las figuras 4 y 5 se pueden observar las relaciones entre el radio de humedecimiento y el volumen aplicado, cuyo análisis de regresión señala que la ecuación de más ajuste a los datos resulta una ecuación del tipo exponencial:

Rh = a.vm (1)

Donde: Rh = Radio de humedecimiento (cm). v = Volumen de agua aplicado (l) a y m = Valores obtenidos al ajustar la ecuación de regresión.

Con coeficientes de regresión mayores al 91%, valores bastante aceptables.

Para el suelo Areo indica que a partir de los 10 litros, la longitud del diámetro de humedecimiento tiene a estabilizarse en 50 cm, lo que quiere decir que en caso de sembrar cultivos hortícolas, el máximo espaciamiento entre emisores, que puede garantizar una franja continua de humedad y un solapamiento entre bulbos de un 10 %, sería el espaciamiento entre emisores de 45 cm.

Para el caso del suelo Ceiba el espaciamiento recomendado sería de 60 cm, lo que va a traer como consecuencia un menor número de emisores por hectárea, en comparación con el suelo Areo.

Las figuras 6 y 7 señalan la relación

profundidad de humedecimiento y el volumen de agua aplicada. La ecuación de regresión de más ajuste fue igualmente una ecuación potencial de la forma:

Ph = a. Vm (2)

Donde Ph es la profundidad de humedecimiento en cm.

Figura 5. Radio de humedecimiento vs. volumen aplicado.Suelo La Ceiba.

Figura 3. Situación del frente mojado en función del

tiempo de infiltración y de la in filtraciónacumulada en litros.

Figura 4. Radio de humedecimiento vs. volumen aplicado.Suelo Areo.

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Estas presentaron coeficientes de correlación mayores al 97 %.

Conforme se aumenta el volumen de agua

aplicado, la profundidad de humedecimiento avanza, aumentando el volumen de suelo mojado, según se aprecia en las figuras.

La importancia de estas relaciones, radica en que puede dar un estimado bastante confiable; del volumen de agua necesario para humedecer hasta la profundidad radical del cultivo, en cada una de sus diferentes estadios de crecimiento, lo que va a disminuir de forma significativa las pérdidas por percolación profunda.

Por último, es importante señalar que el conocimiento de forma y dimensiones del bulbo húmedo que se obtiene a partir de un emisor, permitirá determinar con bastante exactitud el número de emisores necesarios para mojar un determinado volumen de suelo, lo que influirá de manera significativa en el costo de la instalación.

CONCLUSIONES

A medida que se incrementa el volumen de

agua aplicado el frente de humedad avanzará tanto en profundidad como en sentido horizontal, desde el emisor, aumentando por supuesto el volumen de suelo mojado.

En la relación radio de humedecimiento vs volumen aplicado, la ecuación de más ajuste resultó una ecuación de regresión del tipo exponencial. Dicha relación para cada tipo de suelo resultó ser la siguiente:

Suelo Areo: Rh = 12,378 V0,2445 ; R2 = 0,9433

Suelo Ceiba: Rh = 9,8709 V0,5016 ; R2 = 0,9164

La ecuación de más ajuste a la relación profundidad de humedecimiento vs. volumen de agua aplicada, resultó una ecuación exponencial de la forma:

Suelo Areo: Ph = 17,588 V0,3352 ; R2 = 0,9758 Suelo Ceiba: Ph = 8,9016 V0,4391 ; R2 = 0,970

El radio del charco se incrementa con el

caudal y con el incremento de la textura fina del suelo.

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Figura 6. Profundidad de humedecimiento vs. volumenaplicado. Suelo Areo.

Figura 7. Profundidad de humedecimiento vs. volumen

aplicado. Suelo La Ceiba.

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 48-55. 2001 48

Efecto de tres frecuencias de riego sobre algunos caracteres de la planta en cuatro cultivares de algodón (Gossypium hirsutum l.) tipo Upland

Effect of three irrigation intervals on some plant characters of four Upland

cotton cultivars (Gossypium hirsutum L.)

Méndez-Natera, Jesús Rafael1; Salazar-Brito, Ronald S.1; Merazo-Pinto, José F.1; Gil-Marín, José Alexander2 y Khan-Prado, Luis2

1 Departamento de Agronomía y 2 Departamento de Ingeniería Agrícola. Escuela de Ingeniería Agronómica. Núcleo Monagas. Universidad de Oriente. Avenida Universidad. Campus Los Guaritos. Maturín, 6201, Monagas, Venezuela. Teléfono: 58-291-6521192. Fax: 58-291-6415101. E-mail: [email protected]

RESUMEN

El presente trabajo se realizó en el Sistema de Riego Santa Elena de las Piñas, Valle del Río Guarapiche, Maturín. El objetivo fue determinar el efecto de tres frecuencias de riego sobre los caracteres de las plantas en cuatro cultivares de algodón. El diseño estadístico utilizado fue el de parcelas divididas con tres repeticiones, las parcelas principales correspondieron a las tres frecuencias de riego (6, 9 y 12 días) y las subparcelas correspondieron a los cuatro cultivares de algodón (Cabuyare, Deltapine 16, Deltapine 61 y Acala 90-1). La prueba de Duncan fue usada para determinar las diferencias entre los promedios. El nivel de significación fue del 5 %. El riego se aplicó mediante sifones de 2”. Se realizaron dos cosechas, la primera a los 107 y la segunda a los 123 días después de la siembra (DDS). No se encontraron diferencias significativas para las frecuencias de riego, ni para los cultivares ni para la interacción frecuencias de riego * cultivares para los siguientes caracteres: número de días a 50 % de plantas a inicio de floración (56,2 DDS), diámetro del tallo (1,22 cm), altura de la planta (85,5 cm), altura de la primera rama fructífera en la segunda cosecha (29,4 cm), número de ramas fructíferas/planta para la primera y segunda cosecha (3,9 y 3,1 ramas, respectivamente), número de bellotas/planta para la primera y segunda cosecha (4,4 y 3,4 bellotas, respectivamente) y rendimiento de algodón en rama/planta para la primera cosecha, segunda cosecha y producción total (20,9; 17,7 y 38,5 g/planta, respectivamente). Para la altura de la primera rama fructífera y la altura de la primera bellota en la primera cosecha se encontraron diferencias entre los cultivares, las plantas con una mayor altura de la primera rama fructífera correspondieron a Cabuyare con 26,8 cm, siendo mas altas que aquellas de Acala 90-1 y Deltapine 61, mientras que las plantas con una mayor altura de la primera bellota correspondieron a Cabuyare, Deltapine 16 y Acala 90-1. Por otra parte, se encontraron diferencias significativas para la interacción frecuencias de riego * cultivares para la altura de la primera bellota en la segunda cosecha, en las frecuencias de riego de 9 y 12 días, estos tres cultivares mostraron la mayor altura de la primera bellota, mientras que para la frecuencias de riego de 6 días todos los cultivares mostraron una altura similar. En los cultivares Cabuyare y Deltapine 16, la altura de la primera bellota fue similar en las tres frecuencias de riego, pero en Deltapine 61 y Acala 90-1, las frecuencias de riego de 6 y 9 días, produjeron plantas con una mayor altura de la primera bellota que la frecuencias de riego de 12 días. En conclusión, las frecuencias de riego no afectaron los caracteres de las plantas en los cuatro cultivares de algodón a excepción de la altura de la primera bellota, así mismo, los cultivares no mostraron diferencias entre sí para la mayoría de los caracteres, incluyendo el número de bellotas/planta y el rendimiento de algodón en rama/planta, los cuales son componentes importantes del rendimiento de algodón en rama/ha. Palabras claves: Algodón, Gossypium hirsutum, frecuencia de riego, caracteres de planta

ABSTRACT

The present research was carried out at Santa Elena de las Piñas Irrigation System, Guarapiche River Valley, Maturín, Venezuela. The objective was to determine the effect of three irrigation frequencies on plant characters in four cotton cultivars. The split-plot design was used with three replications, irrigation frequencies were the main plots (6, 9 and 12 days) and the sub-plots were the four cotton cultivars (Cabuyare, Deltapine 16, Deltapine 61 and Acala 90-1). Means were tested by Duncan multiple range test. The statistical level used was 5 %. Irrigation was applied by means of siphons of 2”. Two harvests were carried out, the first harvest at 107 day after sowing (DAS) and the second harvest at 123 DAS. There were not significant differences for irrigation frequencies, cotton cultivars and irrigation frequencies * cotton cultivars interaction for the following characters: number of days to 50% of plants at blooming initiation (56.2 DAS), stem diameter (1.22 cm), plant height (85.5 cm), first fruiting branch height in second harvest (29.4 cm), number of fruiting branches/plant for first and second harvest (3.9 and 3.1 branches, respectively), boll/plant for the first and second harvest (4.4 and 3.4 bolls, respectively) and seed cotton yield /plant for the first harvest, second harvest and total production (20.9; 17.7 and 38.5

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g/plant, respectively). There were significant differences for the first fruiting branch height and the first boll height in the first harvest among cultivars, plants with bigger first fruiting branch height corresponded to Cabuyare with 26.8 cm, overcoming those of Acala 90-1 and Deltapine 61, while plants with bigger first boll height corresponded to Cabuyare, Deltapine 16 and Acala 90-1. On the other hand, there were significant differences for the interaction irrigation frequencies * cotton cultivars for first boll height in the second harvest, in 9-day and 12-day irrigation frequencies, these three cotton cultivars showed the biggest first boll height, while for the 6-day irrigation frequency all the cotton cultivars had a similar first boll height. In cultivars Cabuyare and Deltapine 16, the first boll height was similar in the three irrigation frequencies, but in Deltapine 61 and Acala 90-1, the 6-day and 9-day irrigation frequencies, produced plants with a bigger first boll height than in 12-day irrigation frequency. In conclusion, the irrigation frequencies didn't affect the plant characters in the four cotton cultivars, except the first boll height. The cotton cultivars didn't show differences among them for most of the characters, including bolls/plant and seed cotton yield/plant, which are very important components of seed cotton yield/ha. Key words: Cotton, Gossypium hirsutum, irrigation frequency, plant characters

INTRODUCCIÓN La planta de algodón requiere una mayor

cantidad de agua a medida que va desarrollándose, especialmente cuando los caracteres que la componen van incrementando sus tejidos. Los caracteres de la planta, tales como diámetro del tallo, altura de la planta, altura de la primera rama fructífera, número de ramas fructíferas, número de bellotas, peso de bellota entre otros juegan un papel importante en los rendimientos de algodón en rama, de semillas y de fibras, ya que ellos representan los componentes secundarios de estos rendimientos y aumentos en algunos de estos caracteres conllevarían a incrementos en todos o algunos de los rendimientos.

El riego juega un papel importante en la

expresión de estos caracteres, debido a que un suministro adecuado de agua, garantizará un normal desarrollo de los mismos, lo que se traducirá en mayores rendimientos. Un buen desarrollo en las primeras etapas del cultivo de algodón provee una arquitectura de la planta suficiente para soportar una pesada fructificación. Además cualquier práctica que ayudara a lograr este resultado antes de la primera fructificación sería beneficiosa debido a que se ha reportado una alta correlación positiva entre el agua disponible en el suelo y el desarrollo vegetativo total si los otros factores (fertilidad, luz, temperatura, etc.) no son limitativos (Longenecker y Erie 1968).

Por su parte, Robinson (1965) indicó que el

control del agua del suelo mediante la irrigación es la herramienta más práctica disponible al agricultor para controlar el crecimiento y desarrollo del algodonero. El desarrollo vegetativo y por lo tanto el suministro de agua, están directamente relacionados con la formación de las ramas fructíferas y los

rendimientos finales de algodón en rama. Los riegos post-emergencia deberían aplicarse de tal forma que ocurra un mínimo de estrés hídrico a la planta hasta la floración (Longenecker y Erie 1968). Cutler y Rains (1977) encontraron que el desarrollo de las plantas del cultivar de algodón Acala SJ 2 fue limitado por el estrés hídrico bajo condiciones de frecuencias de riego de bajas a moderadas durante el periodo de pretratamiento.

De las consideraciones anteriores se desprende

que la aplicación del riego estimulará el crecimiento vegetativo y por ende los rendimientos de algodón en rama, de allí que deben hacerse investigaciones que conlleven a la obtención de información acerca de las mejores frecuencias de riego que estimulen el crecimiento del algodonero. El objetivo del presente trabajo fue determinar el efecto de intervalos de riego de 6, 9 y 12 días sobre los caracteres de las plantas en cuatro cultivares de algodón: ‘Cabuyare’, ‘Deltapine 61’, ‘Deltapine 16’ y ‘Acala 90-1’.

MATERIALES Y MÉTODOS

El presente trabajo se realizó en el Sistema de

Riego del Río Guarapiche, Sector Las Piñas ubicado a 2 Km. de la ciudad de Maturín, Edo. Monagas localizado a 9º 45’ 36’’ Latitud Norte y 63º 11’ 23’’ Longitud Oeste y a 40 m.s.n.m. Se utilizaron los cultivares de algodón ‘Cabuyare’, ‘Deltapine 61’, ‘Deltapine 16’ y ‘Acala 90-1’. La distancia entre plantas fue de 0,20 m y entre hileras de 0,70 m, con tres hileras de 5 m por tratamiento. El diseño estadístico utilizado fue el de parcelas divididas con tres repeticiones, siendo las parcelas principales las frecuencias de riego de 6, 9 y 12 días y las subparcelas los cultivares de algodón. La siembra se realizó el 9 de marzo para todos los cultivares, el número de días a 50 % de floración ocurrió el 3 de

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mayo para los cuatro cultivares (55 días después de la siembra) y la primera cosecha se realizó el 24 de junio (107 días) y la segunda cosecha el 10 de julio para todos los cultivares (123 días).

La preparación del terreno consistió en un pase

de arado, tres pases de rastra y un pase de surcado. La fertilización se realizó en bandas enterradas a razón de 600 kg de 12-24-12 CP/ha, cinco días después de la siembra y el reabono se realizó en bandas enterradas a razón de 150 kg de urea/ha a los 40 días después de la siembra. El control de malezas se realizó en forma pre-emergente a las malezas y al cultivo con Dual a razón de 2 l/ha. Además se practicaron dos limpias manuales una a los 45 días y la otra a los 75 días después de la siembra.

Se realizaron cinco riegos de asiento (hasta los

19 días después de la siembra), de manera de establecer la población de los diferentes cultivares, luego se aplicaron las frecuencias de riego (20 días después de la siembra). La lámina de riego promedio aplicada fue de 366 mm, contando a partir del establecimiento del ensayo y en los cinco riegos de establecimiento se aplicaron 80 mm de agua aproximadamente, para un total de 440 mm de agua. En cada riego se aplicó una lámina promedio de 6 mm/día, tomando en consideración las condiciones de la zona. Como fueron tres frecuencias de riego, por lo tanto, las láminas aplicadas (Dn = FR * ETP, donde Dn = Lámina neta aplicada, Fr = Frecuencia de riego y ETP = Evapotranspiración potencial) fueron en cada caso: Para la frecuencia de 6 días: Dn = 6 * 6 mm = 36 mm; para la frecuencia de 9 días: Dn = 9 * 6 mm = 54 mm y para la frecuencia de 12 días: Dn = 12 * 6 mm = 72 mm. El riego se realizó mediante sifones de 2” y las cargas hidráulicas de trabajo de las mismas fueron calibradas a nivel de campo con un Ballofet, como se conoce el caudal Q y como Q = V/T, donde V = Volumen de agua aplicada y T = Tiempo de riego; el V se puede calcular mediante la ecuación: V = A * Dn, de allí que T = V/Q, obteniéndose así el tiempo de aplicación para cada frecuencia.

Se determinaron los siguientes caracteres:

número de días a 50 % de plantas a inicio de floración, diámetro del tallo y altura de la planta (en la primera cosecha a los 107 días después de la siembra) y para ambas cosechas (la primera a los 107 y la segunda a los 123 días después de la siembra), los caracteres: altura de la primera rama fructífera, número de ramas fructíferas, número de

bellotas/planta, altura de la primera bellota y rendimiento de algodón en rama/planta.

Se realizó el análisis de varianza convencional

y las diferencias entre tratamientos se detectaron mediante la prueba de rangos múltiples de Duncan. El nivel de significación fue 5 %.

RESULTADOS

Primera Cosecha a los 107 días después de la siembra

No se encontraron diferencias significativas

para las frecuencias de riego, ni para los cultivares ni para la interacción frecuencias de riego * cultivares para los siguientes caracteres: número de días a 50 % de plantas a inicio de floración (56,2 días después de la siembra); diámetro del tallo (1,22 cm), altura de la planta (85,5 cm); número de ramas fructíferas/planta (3,9 ramas); número de bellotas/planta (4,4 bellotas) y rendimiento de algodón en rama/planta (20,9 g/planta).

La figura 1 muestra la prueba de Duncan para

la altura de la primera rama fructífera en relación a los cultivares evaluados. Las plantas con una mayor altura de la primera rama fructífera correspondieron a las del cultivar Cabuyare (26,8 cm), siendo mayor a aquella de los cultivares Acala 90-1 (23,5 cm) y Deltapine 61 (21,3 cm), pero similar a la del cultivar Deltapine 16 (24,7 cm). La figura 2 muestra la prueba de Duncan para la altura de la primera bellota en relación a los cultivares evaluados. Las plantas con una mayor altura de bellota fueron la de los cultivares Cabuyare, Deltapine 16 y Acala 90-1, superando a aquella del cultivar Deltapine 61. Segunda Cosecha a los 123 días después de la siembra

No se encontraron diferencias significativas

para las frecuencias de riego, los cultivares y la interacción frecuencia de riego * cultivares para los caracteres: altura de la primera rama fructífera (29,4 cm); número de ramas fructíferas/planta (3,1 ramas); número de bellotas/planta (3,4 bellotas), rendimiento de algodón en rama/planta (17,7 g/planta), ni para el rendimiento de algodón en rama/planta total (ambas cosechas) (38,5 g/planta).

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El cuadro 1 muestra la prueba de promedios de Duncan para la interacción significativa de los cultivares * las frecuencias de riego para la altura de la primera bellota. En las frecuencias de riego de 9 y 12 días, Cabuyare, Deltapine 16 y Acala 90-1 mostraron la mayor altura de la primera bellota, mientras que para la frecuencia de riego de 6 días todos los cultivares mostraron una altura similar de la primera bellota. En los cultivares Cabuyare y Deltapine 16, la altura de la primera bellota fue similar en las tres frecuencias de riego, pero en Deltapine 61 y Acala 90-1, las frecuencias de riego de 6 y 9 días, produjeron plantas con una mayor altura de la primera bellota que la frecuencia de riego de 12 días.

DISCUSIÓN El inicio de floración fue similar para los cuatro

cultivares evaluados, no siendo afectados por las diferentes frecuencias de riego. Resultados similares fueron indicados por Palomo y Quirarte (1975) en ensayos de campo con el cultivo de algodón sembrado a poblaciones de 43.000, 93.000 ó 121.000 plantas/ha y dándole 2, 3 ó 4 riegos, siendo el primer riego 45 ó 60 días después de la siembra, encontraron que los tratamientos no tuvieron efectos sobre la floración, aunque el retardo del primer riego hasta los 60 días retrasó la maduración mediante la extensión del periodo de llenado de grano y la reducción del número de riegos promovió la maduración. Resultados diferentes fueron reportados por El Morshidy et al (1981) quienes en ensayos de campo en Mallawi, sembraron los cultivares de algodón Giza 82 (in 1978) y Giza 66 (en 1979) el 5 de marzo y 7 de abril de 1978 y 7 de marzo y 10 de abril de 1979 los cuales fueron regados durante el desarrollo vegetativo y las etapas de floración o de fructificación cuando el contenido de humedad del suelo alcanzó 40, 50 ó 60 % de la capacidad de campo y encontraron que el riego durante el desarrollo vegetativo retrasó la floración y la apertura de bellotas y el riego durante el desarrollo vegetativo a 40 % la capacidad de campo produjo un cultivo mas precoz que los otros tratamientos.

Las diferentes frecuencias de riego (6, 9 y 12

días) no afectaron marcadamente los caracteres

Cuadro 1. Promedios de la altura de la primera bellota en la

segunda cosecha de cuatro cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) sometidos a tres frecuencias de riego.

Altura de la primera bellota 1/

Frecuencia de Riego (días)

Cultivares 6 9 12

Cabuyare 29,37 Aa 34,67 ABa 34,97 Aa

Deltapine 61 36,97 Aa 30,20 Bab 23,20 Bb

Deltapine 16 29,90 Aa 34,90 ABa 30,70 ABa

Acala 90-1 32,60 Aab 42,03 Aa 26,97 ABb

1/ Prueba de rangos múltiples de Duncan (p < 0,05)

Letras iguales indican promedios estadísticamente iguales Letras mayúsculas para las comparaciones verticales. Letras minúsculas para las comparaciones horizontales

Figura 1. Promedios de la altura de la primera rama

fructífera en la primera cosecha de cuatrocultivares de algodón (Gossypium hirsutumL.). Letras iguales indican promediosestadísticamente iguales.

Figura 2. Promedios de la altura de la primera bellota enla primera cosecha de cuatro cultivares dealgodón (Gossypium hirsutum L.). Letrasiguales indican promedios estadísticamenteiguales.

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principales de las plantas en los cuatro cultivares de algodón, a excepción de la altura de la primera bellota en la segunda cosecha. Resultados similares pero en riego por goteo fueron reportados por Padmakumari y Sivanappan (1989) quienes en ensayos de campo en un suelo francoarcilloarenoso con el cultivar de algodón MCU 5, regado por goteo a 37,5, 50,0, 75,0 ó 100,0 % de los valores de evaporación de agua libre a intervalos correspondientes a 1-3 cm de la tina de evaporación Class A, encontraron que sólo el riego a 100 % de la evaporación del agua libre incrementó el desarrollo vegetativo y redujo los rendimientos, no así el riego a 37,5; 50 y 75 % de la evaporación del agua libre. Resultados diferentes pero en riego por aspersión fueron indicados por Shimshi (1978) quien reportó que el riego frecuente por aspersión aún con 500 mm de agua/estación produjo un estrés hídrico que redujo el desarrollo vegetativo y la producción de bellotas. Hunsaker et al (1998) condujeron estudios de campo en 1993 y 1994 para evaluar los efectos de la frecuencia de riego superficial sobre el desarrollo, rendimiento de fibra y uso del agua de un cultivar de algodón semi-determinado en el centro de Arizona, Estados Unidos, las plantas de algodón fueron desarrolladas en un suelo francoarenoso bajo tres tratamientos de riego definidos como (a) frecuencia de riego baja durante toda la estación de crecimiento; (b) frecuencia de riego alta durante toda la estación de crecimiento y (c) frecuencia de riego baja hasta el inicio de una fructificación rápida, frecuencia de riego alta durante una fructificación rápida y frecuencia de riego baja después de una fructificación rápida, en 1993; 7, 14 y 11 riegos y en 1994; 8, 13 y 10 riegos se dieron en los tratamientos (a), (b) y (c) respectivamente y se encontró que el desarrollo del algodón y los rendimientos de fibra fueron maximizados bajo el tratamiento (b).

La altura de la planta fue similar en las tres

frecuencias de riego y en los cuatro cultivares. Resultados diferentes fueron reportados por Gomaa et al (1981) quienes trabajaron en Egipto con el cultivar Giza 75 durante dos años con frecuencias de riego de 14, 21 y 28 días y encontraron que incrementando la frecuencia de riego se incrementaba la altura de la planta y peso de 100 semillas. Por otra parte, El Morshidy et al (1981) encontraron que la altura de la planta se incrementó con la frecuencias de riego, mientras Wanjura et al (1989) indicaron que la altura de la planta y el número de bellotas/planta fueron proporcionales a la cantidad de agua aplicada, mientras que la tasa de maduración de bellotas estuvo inversamente relacionada con el agua aplicada.

Hussein et al (1985) regaron el cultivar de algodón Giza 75, sembrado en 1983 y 1984, a intervalos de 15 días ó el riego cesó en la formación de cuadros, floración ó formación de bellotas y encontraron que la altura de la planta se redujo mas cuando el riego cesó en la floración que en las otras dos etapas o con el riego normal cada 15 días. Ponnuswamy y Karivaratharaju (1996) en un experimento de campo en 1984-85 con el cultivar de algodón MCU 7 regado con relaciones de agua de riego:tina de evaporación acumulada de 0,4; 0,5; 0,6 ó 0,8, encontraron que la altura de la planta se incrementó con aumentos de la frecuencia de riego. Por otro lado, Wanjura et al (1996) investigaron diferentes tiempos de inicio para un riego por goteo de alta frecuencia en el cultivo del algodón en Lubbock, Texas, Estados Unidos: el riego temprano comenzó cuando las plántulas tuvieron tres nudos en el tallo principal comparado con el riego tardío que comenzó en la etapa de formación de cuadros cuando había siete nudos en el tallo principal y encontraron que a inicio de floración, las plantas fueron 39 mm mas altas en 1993 y 70 mm mas altas en 1994 en el tratamiento de riego temprano comparado con el tratamiento de riego tardío. En nuestro experimento, las menores frecuencias de riego (6 y 9 días) produjeron plantas con una mayor altura de bellota en los cultivares Deltapine 61 y Acala 90-1, indicando que el riego incrementó este carácter al menos en dos de los cuatro cultivares.

Resultados similares para la altura de la planta

fueron reportados por Jiménez (1993) quien trabajó con diez cultivares de algodón y aunque encontró diferencias significativas para este carácter entre los genotipos evaluados, los cultivares Cabuyare, Acala 90-1 y Deltapine 16 no difirieron entre sí para este carácter. En este experimento no se encontraron diferencias significativas para el número de bellotas/planta en las diferentes frecuencias de riego, similares resultados fueron reportados por Mezainis (1986) quien trabajó en Arizona, Estados Unidos con tasas de riego de uso consuntivo de 60, 90 y 120 % y encontró que el peso de la bellota y la producción de materia seca se incrementaron con el riego, pero no el número de bellotas/planta, mientras Palomo y Quirarte (1975) en ensayos de campo con el cultivo de algodón sembrado a poblaciones de 43.000, 93.000 ó 121.000 plantas/ha y dándole 2, 3 ó 4 riegos, siendo el primer riego 45 ó 60 días después de la siembra, encontraron que los tratamientos no tuvieron efectos sobre la tasa de producción de bellotas.

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Resultados contrastantes para el número de bellotas/planta fueron indicados por Meron y Levin (1980) quienes trabajaron con el cultivar de algodón SJ 1 bajo riego por goteo y encontraron que el riego próximo al inicio de floración redujo el índice de área foliar y el número de cuadros/m2 comparado con un riego temprano cada dos semanas, mientras Soliman et al (1976) en ensayos de campo en suelos calcáreos en Egipto, regaron plantas de algodón a intervalos de 4, 6 u 8 días durante la etapa de desarrollo y encontraron que el número de bellotas y el rendimiento de bellotas disminuyeron significativamente con incrementos de los intervalos entre riegos. Por otro lado, Hussein et al (1985) trabajando con el cultivar de algodón Giza 75 en 1983 y 1984, encontraron que el número total de bellotas y de bellotas abiertas se redujeron mas cuando el riego cesó en floración que en las otras dos etapas o con el riego normal, el cese del riego en la formación de bellotas incrementó el número de bellotas abiertas en ambos años. Siag (1993) en ensayos de campo de 1982-83 con el cultivar de algodón Bikaneri Narma sembrado a espaciamientos de 60 ó 45 cm x 30 cm, suministrándole 60, 80 ó 100 kg de N/ha y regado antes de la siembra, 30 días después de la siembra y entonces cuando la tina de evaporación acumulativa alcanzó 100, 150 ó 200 mm, encontró que el número de cuadros, flores y bellotas (maduras, abiertas y cerradas) y sus porcentajes de raleo disminuyeron con una disminución en las frecuencias de riego.

En nuestro experimento no se encontraron

diferencias significativas para el número de ramas fructíferas/planta entre las frecuencias de riego ni entre los cultivares. El-Morshidy et al (1981) en ensayos de campo en Mallawi con los cultivares de algodón Giza 82 (en 1978) y Giza 66 (en 1979) encontraron que el número de ramas fructíferas fue mas alto con el riego a 50 % de la capacidad de campo durante la floración y a 60 % durante la fructificación, mientras que Hussein et al (1985) encontraron que en Giza 75 el número total de ramas y de ramas fructíferas se redujeron más cuando el riego cesó en floración que en las otras dos etapas o con el riego normal, el cese del riego en la formación de bellotas incrementó el número de ramas fructíferas en 1983 y 1984. Por otra parte, Gomaa et al (1981) quienes trabajaron en Egipto con el cultivar Giza 75 durante dos años con frecuencias de riego de 14, 21 y 28 días, encontraron que incrementando la frecuencia de riego se incremento el número de ramas vegetativas/planta.

Por otra parte, los cultivares de algodón tuvieron un crecimiento vegetativo similar entre ellos, ya que no se encontraron diferencias para altura de la planta, diámetro del tallo, número de ramas fructíferas/planta y número de bellotas/planta, indicando una baja variabilidad para estos caracteres. Resultados similares fueron indicados por Bonesu (1999) quien evaluó nueve cultivares de algodón en la sabana de Jusepín, estado Monagas y no encontró diferencias significativas para el diámetro del tallo con un promedio general de 1,32 cm, muy similar al obtenido en nuestro ensayo (1,22 cm) ni para la altura de la planta con un promedio general de 99,7 cm, siendo este valor ligeramente superior al encontrado en nuestro ensayo (85,5 cm), ni para el número de ramas fructíferas con un promedio de 8,6 ramas/planta, siendo este valor muy superior al obtenido en nuestro ensayo para la primera y segunda cosecha (3, 9 y 3,1 ramas/planta respectivamente). Jiménez (1993) y Méndez-Natera et al (1997) trabajaron con diez cultivares de algodón en la sabana de Jusepín y no encontraron diferencias significativas para el diámetro del tallo con un promedio general de 1,16 cm, valor similar al encontrado en nuestro ensayo (1,22 cm) ni para el número de ramas fructíferas/planta con un promedio general de 16,3 ramas, valor muy superior al obtenido en nuestro ensayo, ni para el número de bellotas/planta con un promedio general de 7 bellotas, valor muy similar al obtenido en nuestro ensayo de 7,8 bellotas/planta (suma de la primera y segunda cosecha, 4,4 y 3,4 bellotas, respectivamente). Méndez-Natera (1995) no encontró diferencias significativas para el número de bellotas/planta en un ensayo de campo con ocho cultivares de algodón y reportó un promedio general de 3,3 bellotas/planta, valor inferior al reportado en nuestro ensayo.

En este ensayo no se encontraron diferencias

significativas entre los cultivares para el rendimiento de algodón en rama/planta. Resultados similares fueron reportados por Jiménez (1993) quien trabajando con 10 cultivares de algodón reportó un rendimiento promedio de 31,9 g de algodón en rama/planta, valor ligeramente inferior al obtenido en este ensayo (38,5 g/planta). Por otra parte, en este ensayo la mayor altura de la primera rama fructífera no fue afectada por las diferentes frecuencias de riego, pero si hubo diferencias significativas entre los cultivares, la mayor altura correspondió a Cabuyare (26,8 cm) y la menor a Deltapine 61 (21,3 cm). Bonesu (1999) no encontró diferencias significativas para este carácter y reportó un promedio general de

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20,7 cm, valor ligeramente inferior al obtenido en nuestro ensayo. Jiménez (1993) quien trabajó con diez cultivares de algodón y aunque encontró diferencias significativas para la altura de la primera rama fructífera entre los cultivares, las variedades Cabuyare, Acala 90-1 y Deltapine 16 no difirieron entre sí para este carácter, con un promedio menor (17,0 cm) al obtenido en nuestro ensayo.

CONCLUSIONES Las frecuencias de riego no afectaron los

caracteres de las plantas en los cuatro cultivares de algodón a excepción de la altura de la primera bellota, así mismo, los cultivares no mostraron diferencias entre sí para la mayoría de los caracteres, incluyendo al número de bellotas/planta y al rendimiento de algodón en rama/planta, los cuales son componentes importantes del rendimiento de algodón en rama/ha.

Para otros estudios similares, se recomienda

utilizar intervalos de riego mayores y frecuencias más altas a 12 días y establecer las frecuencias de riego más temprano, con sólo uno o dos riegos de asiento.

AGRADECIMIENTO

Al Consejo de Investigación de la Universidad

de Oriente por el soporte dado al Proyecto C.I.-3-0601-0998/01 a cargo del primer autor.

LITERATURA CITADA

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 56-63. 2001 56

Inducción de mutantes para el color de la flor en crisantemos (Dendranthema grandiflora (Ram.) Tzvelev) mediante radiaciones gamma

Induction of mutants in flower color of chrysanthemum (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) using

gamma irradiation

Otahola-Gómez, Víctor; Aray, Marisol y Antoima, Yira

Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, Núcleo de Monagas, Maturín, estado Monagas. Campo Universitario Los Guaritos, Av. Universidad.

Tele-fax: 0291-6521192, email: [email protected]

RESUMEN Con el objetivo de obtener mutantes en el color de las flor por efecto de la irradiación con rayos gamma en plantas de crisantemo (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) se realizó un ensayo en el Laboratorio de Biotecnología y en el Invernadero del Postgrado en Agricultura Tropical del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente, ambos ubicados en el Campus Juanico en la ciudad de Maturín, estado Monagas. Para la inducción de mutaciones en el color de las flores se irradiaron brotes en cultivo “in vitro” de 3 cm de largo utilizando la fuente de 60Co del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, ubicado en Caracas, con dosis de 0,0; 0,5; 1,0; 1,5 y 2,0 Krad. Los parámetros evaluados en la irradiación fueron el porcentaje de sobrevivencia, número de hojas/brote y tasa de crecimiento a los 7, 14, 21 y 28 días después de la irradiación. Las plantas se aclimataron y posteriormente fueron llevadas al invernadero, donde se procedió a reducir la cantidad de horas luz para inducir la floración. Una vez abiertos los capítulos se evaluaron los mutantes en el color de la flor. La mayor sobrevivencia de los explantes irradiados se obtuvo con la dosis de 1,5 Krad y el mayor crecimiento con la dosis de 0,5 Krad. La dosis de 2,0 Krad afectó la sobrevivencia, el número de hojas/brote y la tasa de crecimiento. Se obtuvieron mutantes en el color de la flor en todas las dosis de irradiación utilizadas, sobresaliendo la dosis de 1,0 Krad (60 % de mutantes) y 0,5 Krad (38,88 % de mutantes), siendo más frecuente el color cobre. Palabras claves: Crisantemo, mutantes color de flor

ABSTRACT

An experiment was carried out at Biotechnology Lab and Post-Graduate School’s greenhouse of the Universidad de Oriente, Maturín, Monagas state in order to obtain flower color mutants of chrysanthemum (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) using gamma irradiation. In order to induce flower color mutant, 3-cm long shoots under in vitro culture were irradiated using a 60Co source located at the Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Caracas, Venezuela, with doses of 0.0; 0.5; 1.0; 1.5 and 2.0 Krad. The parameters evaluated were survival percentage, number of leaves/shoot and growth rate at 7, 14, 21 and 28 days after irradiation. Plants were acclimated and later transferred to the greenhouse where the number of daylight hours was reduced in order to induce flowering. Once the flowers were open, color mutants were evaluated. The best survival rate of irradiated explants was achieved with a dose of 1.5 Krad, and the best growth with a dose of 0.5 Krad. The 2.0 Krad dose affected survival, number of leaves/shoot and growth rate. Mutants were obtained at all dose used, with the best results obtained with 1.0 Krad (60 % mutants) and 0.5 Krad (38.88 % mutants). “Copper” color flowers were most frequent. Key words: Chrysanthemum, flower color mutants

INTRODUCCIÓN

El crisantemo (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) es una de las flores cultivadas más antiguas, jugando un papel significativo en la cultura y vida tanto China como Japonesa. A pesar de las muchas especies de este género, sólo el crisantemo morifolium se cultiva en cantidad como flor para

corte, teniendo interés por su gran valor comercial, siendo la variación del color de la flor su máxima atracción (Salinger, 1991). Las mutaciones inducidas pueden ser vistas como una herramienta en el mejoramiento genético convencional o como un potencial alternativo en ciertos aspectos del cultivo. La mutación del cultivo también podría ser el método

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de ampliar y proveer la variabilidad genética (Donini y Micke, 1984).

Existen diferencias en la radiosensibilidad de

varias partes de la planta, la reacción de un tipo de célula va a depender de las condiciones fisiológicas, el tiempo de irradiación, así como de las condiciones pre y post irradiación. La decisión sobre la dosis debe ser hecha por el investigador de acuerdo a la parte a irradiar y el estado de desarrollo de la misma, sobre la base del conocimiento del organismo y los objetivos del programa (Tulmman, 1997).

Los registros indican que el crisantemo es una

de las plantas donde se ha obtenido mayor número de cultivares a través de las mutaciones inducidas. Yamamuchi (1987) reporta que al revisar los registros sobre los cultivares desarrollados a través de las mutaciones inducidas encontró que del total de 272 nuevos cultivares ornamentales 106 corresponden a cultivares de crisantemo, lo cual nos indica la importancia de esta metodología en la obtención de cultivares mejorados.

Latado (1993) indica que las variedades de color rosa en plantas de crisantemo son las mejores para obtener mutantes de nuevos colores, seguidas de las variedades de color blanco, bronce, rojo, amarillo con rojo, salmón y naranja. Asociado a esto la selección de material para un programa de mejoramiento genético debe tener otras características agronómicas tales como vigor, resistencia a enfermedades y déficit hídrico, alto valor comercial y otras.

La inducción de mutaciones en el

mejoramiento de crisantemo puede ser utilizada a través de los métodos “in vivo” e “in vitro”. La técnica de irradiación “in vivo”, consiste en la irradiación de brotes enraizados, con posterior propagación de este material en el campo, antes del florecimiento (época de selección). Este método explora las posibilidades de irradiación de meristemos multicelulares apicales y axilares causando la aparición de sectores mutantes. El otro método está basado en la irradiación seguido de cultivos “in vitro” de diversos tipos de explantes (pedicelos florales, hojas, pedicelos de botones jóvenes). La característica principal de este método consiste en la irradiación de tejidos que darán origen a yemas adventicias (Broerjes y Van Harten, 1988).

De Jong y Custer (1986), usaron una metodología de inducción de mutación “in vitro” en crisantemo, utilizando mutágenos físicos (rayos gamma). Los autores observaron modificaciones en el florecimiento y en la producción de la variedad “Spider” blanco comparando dos tipos de explantes (pedicelos florales y pétalos).

Matsumoto y Onozawa (1989) utilizaron rayos

gamma para inducir mutaciones “in vitro” en crisantemo, con dosis de 3,25 a 3,50 Krad y cultivando los explantes (pedicelo) en medio MS, indicando que de 45 regenerantes sobrevivientes, 16 fueron de color de flores variables y 8 fueron mutantes no quiméricos.

Muchos trabajos han sido realizados

comparando la eficiencia de diversos tipos de mutágenos y las dosis ideales para cada uno de ellos. La dosis óptima obtenida para trabajos de irradiación con rayos gamma está en el rango de 10 a 20 Gy (1,0 a 2,0 Krad) (Bowen, 1965; Broertjes et al, 1980; Datta, 1987; Dowrick y El-Bayoumi, 1966;Gupta y Jugran, 1978).

Latado (1993) al irradiar pedicelos con dosis de 0; 6,0; 8,0; 10,0 y 12,0 Gy de rayos gamma encontró que la dosis que reduce el crecimiento de los explantes en un 50% (GR50) se encuentra cercana a 8 Gy. Al irradiar con esta dosis encontró un promedio de 5,98% mutantes para color de la flor.

MATERIALES Y MÉTODOS

El presente trabajo se realizó en las

instalaciones del Laboratorio de Biotecnología y en el invernadero de Postgrado, ubicados en el Campus Juanico del Núcleo Monagas de la Universidad de Oriente, en Maturín. Las irradiaciones fueron realizadas en la fuente de Cobalto (60Co) del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), en la ciudad de Caracas.

Se utilizaron plantas de crisantemo de

inflorescencias amarillas y el explante se obtuvo del pedicelo floral joven (eliminando el botón floral), el tamaño del mismo fue de 1 cm de largo aproximadamente. Esta parte de la planta fue utilizada debido a su capacidad de regeneración “in vitro” (Roest y Boklemann, 1975). Los pedicelos se cortaron de manera longitudinal y se colocaron con el lado cortado hacia el medio del cultivo. Se utilizó medio MS, suplementado con 30 g/l de sacarosa, 1,0 mg/l

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de BA y 2,0 mg/l de AIA y solidificado con 7,0 g/l de agar. Una vez obtenidos los brotes y cuando los mismos tenían unos 3 cm de largo, se procedió a su irradiación con rayos gamma, utilizando dosis de 0; 0,5; 1,0; 1,5 y 2,0 Krad. Posteriormente después de la irradiación, los brotes fueron cambiados de medio para evitar los posibles efectos de la irradiación sobre este (desnaturalización de los componentes).

Los parámetros evaluados fueron: porcentaje de

sobrevivencia, número de hojas y tasa de crecimiento (mm/día) de los brotes, todos evaluados a los 7, 14, 21 y 28 días después de la siembra, bajo un diseño estadístico completamente aleatorizado con cinco tratamientos. Los datos obtenidos fueron sujetos a análisis de varianza convencional, determinándose las diferencias entre tratamientos mediante la prueba de ámbitos múltiples de Duncan con un nivel de probabilidad de 0,05.

Una vez enraizados los brotes, se procedió a

aclimatarlos, mediante la colocación de los explantes, inmediatamente después de sacarlos de los tubos de ensayo, en una solución de funguicida por 15 minutos y luego sembrarlos en envases de plástico herméticamente cerrados, utilizando vermiculita previamente humedecida como sustrato. Se mantuvieron tapados por espacio de una semana y posteriormente se fueron destapando en forma gradual hasta lograr su endurecimiento. Este método permitió tener cerca del 100 % de sobrevivencia de los brotes a excepción de los brotes provenientes de explantes irradiados con dosis de 2,00 Krad, los cuales no sobrevivieron la fase de aclimatación. Los brotes una vez destapados fueron fertilizados con solución de macro y micro sales cada cuatro días y con riego diario.

Aclimatadas las plántulas, se procedió a sembrarlas en el invernadero, utilizando para ello bolsas de polietileno de 0,5 kg. El sustrato utilizado estuvo formado de una mezcla de tierra negra, materia orgánica y perlita. Se les aplicó riego diario y fueron fertilizadas cada 15 días con 12-24-12. 90 días después de la siembra se sometieron las plantas a fotoperíodo corto, reduciendo las cantidades de horas de luz (15 horas de oscuridad y 9 horas de luz) y así inducir la formación de los botones florales, se seleccionaron las plantas más vigorosas y de mayor número de ramas laterales. Una vez abiertos los botones florales se procedió a la evaluación de los posibles mutantes de color de flor y de algún otro carácter visible en las plantas irradiadas con respecto

al control sin irradiar. Las diferencias entre los porcentajes de mutantes se determinaron mediante la prueba descrita en Sokal y Rohlf (1969) para comparación entre dos tratamientos.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Sobrevivencia de los explantes

El cuadro 1 muestra los resultados obtenidos para el carácter sobrevivencia de los explantes de crisantemos irradiados con diferentes dosis de rayos gamma en cada una de las fechas evaluadas, observándose que a los 7 días después de la siembra, la dosis 1,5 Krad y el testigo sin irradiar presentaron el mayor porcentaje de sobrevivencia. Así mismo, se observó que los explantes irradiados con la dosis 2,0 Krad presentaron el menor porcentaje de sobrevivencia.

Para las evaluaciones realizadas a los 14, 21 y

28 días después de la siembra se observó una respuesta similar de los tratamientos dentro de cada fecha, notándose que la dosis 1,5 Krad obtuvo el mayor porcentaje de sobrevivencia, mientras que la dosis 2,0 Krad obtuvo el menor porcentaje de sobrevivencia.

Latado (1993), trabajando con inducción de

mutaciones “in vivo” de plantas de crisantemos del cultivar ‘Repin Rosa’ y ‘Tinsel’ blanco en la evaluación del porcentaje de sobrevivencia no reportó diferencias significativas entre las dosis de 0,0; 0,75; 1,25; 1,75; 2,25; 2,75 y 3,25 Krad).

La figura 1 muestra que ninguna de las dosis de irradiación utilizadas produce la mortalidad del 50% (DL50) de los explantes de crisantemos. Sin embargo, este parámetro puede haberse visto influenciado por la contaminación de algunos explantes y por el hecho de que es difícil determinar si la muerte de los mismos fue debida a la contaminación por patógenos o debida al efecto de la irradiación. Lata (1980), trabajando con crisantemos “in vitro” consideró el parámetro porcentaje de sobrevivencia con evaluación a los 18 meses y encontró que la dosis letal media (DL50) estuvo entre los 3,0 y 4,0 Krad para la mayoría de las variedades. Sin embargo, estas dosis fueron más altas que las utilizadas en este ensayo. Latado (1993), trabajando con crisantemos del cultivar ‘Repin Rosa´ “in vitro” reportó que la dosis letal media que redujo en un 50% el número de explantes que regeneran se encontró en 1,0 Krad.

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No obstante, es de hacer notar que Latado utilizó explantes más pequeños, posiblemente más sensibles a la radiación gamma.

Número de hojas/explantes Los análisis de varianza para cada una de las

fechas de evaluación indicaron diferencias significativas entre los tratamientos. El cuadro 2 muestra la prueba de promedio para el número de hojas/explantes, observándose que en la evaluación a los 7 días después de la siembra las dosis 0,5 y 1,5 Krad tuvieron un mayor número de hojas con respecto a las demás dosis, presentando similitud estadística entre sí. Además se observa que los explantes irradiados con la dosis de 2,0 Krad

presentaron el menor número de hojas. Por otro lado, en la evaluación realizada a los 14; 21 y 28 días después de la siembra la prueba de promedio determinó que los explantes irradiados con las dosis de 1,0 y 1,5 Krad presentaron el mayor número de hojas, siendo nuevamente la dosis 2,0 Krad la que más disminuyó el número de hojas. La figura 2 nos muestra que para todas las fechas de evaluación, la dosis de irradiación que reduce en un 50% el número de hojas por explante se encuentra cerca de 2,0 Krad. Observándose el efecto de la irradiación cuando se utilizan dosis mayores de 1,5 Krad.

Otahola (1999), trabajando con plántulas de parchita del cultivar ‘Golden Star’ reportó que la dosis reductiva media (GR50) para el número de hojas por plántula se encontró entre 1,5 y 2,0 Krad. Por su parte, Broertjes y Van Harten, (1988), indican que con exposiciones crecientes a radiaciones gamma, la frecuencia de mutaciones generalmente se aumenta y la sobrevivencia decrece.

A exposiciones altas se puede inducir muchos eventos mutacionales por célula, con un riesgo creciente de que una mutación favorable sea acompañada por cambios genéticos indeseables.

Crecimiento de los Explantes Irradiados

Los análisis de varianza para cada una de las evaluaciones realizadas indicaron diferencias significativas entre los tratamientos. El cuadro 3 muestra la prueba de promedios para el carácter crecimiento de los explantes en cada una de las fechas de evaluación, observándose que para la primera evaluación, (7 días después de la siembra), los explantes irradiados con la dosis 0,5 y 1,5 Krad y el tratamiento testigo presentaron un mayor crecimiento,

Cuadro 1. Porcentaje de sobrevivencia de los explantes de crisantemos (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) irradiados con diferentes dosis de rayos gamma en distintas épocas de evaluación.

Dosis de Irradiación

(Krad)

Sobrevivencia

7 días después de la siembra

14 días después de la siembra

21 días después de la siembra

28 días después de la siembra

0,0 0,5 1,0 1,5 2,0

98,33 AB * 86,21 C 94,44 BC 100,00 A 66,62 D

81,67 B 82,76 B 88,89 B 100,00 A 47,22 C

78,33 B 82,76 B 83,33 B 95,45 A 44,44 C

75,00 B 79,31 B 77,78 B 93,18 A 41,67 C

* Prueba de ámbitos múltiples de Duncan al 0,05 de probabilidad Valores con la misma letra indican similitud estadística sólo dentro de cada fecha de evaluación

0

25

50

75

100

125

0,0 0,5 1,0 1,5 2,0

Irradiación (Krad.)

% a

l co

ntr

ol

7 14 21 28

Figura 1. Dosis letal media (DL50) para el porcentaje desobrevivencia de explantes de crisantemos(Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev)irradiados con diferentes dosis de rayosgamma.

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mientras que para las evaluaciones a los 14; 21 y 28 días después de la siembra los explantes donde se utilizó la dosis 0,5 Krad presentaron un crecimiento más acelerado con respecto a las demás dosis utilizadas. En todas las fechas evaluadas los explantes irradiados con la dosis 2,0 Krad presentaron el menor crecimiento.

En general, se observó que a medida que transcurren los días aumenta la tasa de crecimiento, observándose sin embargo que el crecimiento de los explantes es muy lento en los primeros días (entre 7 y 14 días) pero después de esta fecha se produce un crecimiento acelerado de los explantes en todas las dosis de irradiación, a excepción de la dosis de 2,0 Krad, donde prácticamente no se observó crecimiento

de los explantes. La figura 3 nos muestra la determinación de la

dosis de irradiación que reduce en un 50% el crecimiento de los explantes, observándose que la misma se encuentra entre las dosis 1,5 y 2,0 Krad a los 21 y 28 días después de la siembra, cercana a 1,0 Krad a los 14 días después de la siembra y cercana a 0,5 Krad en la evaluación 7 días después de la siembra.

Se espera que al aumentar las dosis de

irradiación disminuya el crecimiento de los explantes, sin embargo se observó que la dosis de 0,5 Krad incrementó el crecimiento de los explantes en todas las fechas de evaluación. Además en dosis altas se observó un comportamiento errático de los explantes, lo cual puede ser causado por las variaciones normales en el crecimiento de la planta o por efecto de la irradiación.

El efecto observado sobre el crecimiento de los

explantes irradiados con dosis bajas se presenta con mucha frecuencia en los trabajos de inducción de mutaciones con mutágenos físicos, siendo más frecuente en el caso de explantes “in vitro”, pero también se presenta en semillas y otros materiales vegetales. Pareciera que las dosis bajas de irradiación tiene un efecto estimulador sobre algunos reguladores de crecimiento naturales de las plantas, lo cual induce un mayor crecimiento en los mismos (Otahola, 1999).

Latado (1993), trabajando con cultivos “in

vitro” y utilizando dos variedades de crisantemos, encontró que para el cultivar ´Repin´ la dosis que redujo en un 50% la altura de las plantas fue la de 2,00 Krad y para el cultivar ´Tinsel´ fue de 2,25 Krad, valores mayores a los encontrados en este ensayo.

Cuadro 2. Número de hojas/explante de crisantemos (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) irradiados con diferentes dosis de rayos gamma en distintas épocas de evaluación.

Dosis de Irradiación

(Krad)

Número de hojas/explante

7 días después de la siembra

14 días después de la siembra

21 días después de la siembra

28 días después de la siembra

0,0 3,39 B * 6,74 C 9,42 B 11,27 B 0,5 5,38 A 8,14 BC 9,56 B 11,21 B 1,0 4,06 B 9,55 AB 13,38 A 15,63 A 1,5 5,43 A 10,81 A 13,77 A 15,95 A 2,0 1,69 C 3,63 D 5,18 C 7,06 C

* Prueba de ámbitos múltiples de Duncan al 0,05 de probabilidad Valores con la misma letra indican similitud estadística sólo dentro de cada fecha de evaluación

0

25

50

75

100

125

150

175

0,0 0,5 1,0 1,5 2,0

Irradiación (Krad.)

% a

l co

ntr

ol

7 14 21 28

Figura 2. Dosis reductiva media (GR50) para el número dehojas/explantes de crisantemo (Dendranthemagrandiflora (Ram) Tzvelev) irradiados condiferentes dosis de rayos gamma.

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Otahola et al. Inducción de mutantes para color de flor en crisantemos mediante radiaciones gamma

Revista UDO Agrícola 1 (1): 56-63. 2001 61

Broertjes et al (1980) indican que la dosis letal media para el crecimiento de crisantemos en cultivo “in vitro” esta entre 1,0 y 2,0 Krad. Resultados muy similares a los obtenidos en este ensayo. Sin embargo, Broertjes y Van Harten, (1988) indican que la dosis letal media para este carácter está por encima de 2,5 Krad.

Evaluación de mutantes

En el cuadro 4, se muestran los resultados obtenidos en el número y frecuencia de mutantes de color de la flor para cada una de las dosis de irradiación, observándose que la dosis 1,0 Krad

presenta un 60,00 % de mutantes de color de 18 plantas florecidas, siendo mayor que la frecuencia de mutantes observada cuando se irradiaron los explantes con dosis 0,5 y 1,5 Krad las cuales presentaron una frecuencia de 38,88 % y 25,00 % respectivamente y se comportaron estadísticamente iguales entre sí. Así mismo no se observaron variaciones en el color de los capítulos de las plantas desarrolladas a partir de los brotes que no fueron irradiadas, lo cual hace suponer que no se presentó variación somaclonal como consecuencia del cultivo “in vitro”

Matsumoto y Onozawa (1989) utilizaron rayos gamma para inducir mutaciones “in vitro” en crisantemo, con dosis de 3,25 a 3,50 Krad e indican que de 45 regenerantes sobrevivientes, 16 fueron de color de flores variables (35,50%) y 8 fueron mutantes no quiméricos, valores más bajos que los obtenidos en el presente ensayo.

Latado (1993), trabajando con crisantemos del

cultivar ‘Repin´ rosa a través de pedicelos florales irradiados con 0,8 Krad obtuvo una frecuencia de 6,52% de mutantes para el color de la flor y 0,14% de mutantes de forma irregular de una población evaluada de 690 plantas. Estos valores confirman que existen diferencias en los genotipos tanto en la regeneración como en la radiosensibilidad a rayos gamma.

Es de hacer notar que las plantas irradiadas con

0,5 y 1,0 Krad fueron las primeras en presentar flores abiertas a partir de la octava semana, el control y la dosis 1,5 Krad presentaron flores abiertas a partir de la novena semana.

Cuadro 3. Tasa de crecimiento de los explantes de crisantemos (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) irradiados con diferentes dosis de rayos gamma en distintas épocas de evaluación.

Dosis de Irradiación (Krad)

Tasa de crecimiento (mm/día)

7 días después de la siembra

14 días después de la siembra

21 días después de la siembra

28 días después de la siembra

0,0 0,5 1,0 1,5 2,0

0,19 AB * 0,23 A 0,13 B 0,15 AB 0,03 B

0,15 B 0,27 A 0,03 CD 0,08 C 0,00 D

0,28 B 0,46 A 0,22 BC 0,19 C 0,03 D

0,63 B 0,93 A 0,56 B 0,46 B 0,01 C

* Prueba de ámbitos múltiples de Duncan al 0,05 de probabilidad Valores con la misma letra indican similitud estadística sólo dentro de cada fecha de evaluación

0

25

50

75

100

125

150

175

200

0,0 0,5 1,0 1,5 2,0

Irradiación (Krad.)

% a

l co

ntr

ol

7 14 21 28

Figura 3. Dosis Reductiva Media (DR50) para el

crecimiento de los explantes de crisantemo(Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev)irradiados con diferentes dosis de rayosgamma.

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 56-63. 2001 62

El porcentaje de mutantes obtenidos en el presente trabajo fue mayor que el de Latado, aunque este autor solo seleccionó mutantes sólidos, mientras que la mayoría de los mutantes obtenidos en el presente trabajo fueron quiméricos. La razón principal de esto fue debido al hecho de que Latado irradió pedicelos florales inmediatamente después de la inoculación, mientras que en este trabajo se irradiaron brotes de crisantemo regenerados a partir de pedicelos florales pero con un tamaño de 3 cm o más, lo cual aumenta las probabilidades de obtener mutantes quiméricos.

Según varios autores los cultivares de color rosa

al ser irradiadas, dan origen a un mayor número de mutantes, seguida de los cultivares de colores: blanco, bronce, rojo, amarillo, salmón, naranja, amarillo bronce y marrón.

CONCLUSIONES

El mayor porcentaje de sobrevivencia de los explantes de crisantemos se obtuvo con la dosis de irradiación de 1,5 Krad y el menor porcentaje de sobrevivencia lo presentó la dosis de 2,0 Krad. Por otro lado, ninguna de las dosis de irradiación utilizadas produjo la mortalidad del 50,00% de los explantes de crisantemos.

El mayor número de hojas por explante se obtuvo con las dosis de irradiación 1,0 y 1,5 Krad. Además, la dosis de irradiación 2,0 Krad redujo la formación de hojas en un 50,00%. Sin embargo, la mayor tasa de crecimiento de los explantes se obtuvo con la dosis de irradiación de 0,5 Krad.

Al irradiar los explantes con 1,0 Krad se obtuvo un 60,00 % de mutante en el color de la flor, siendo mayor que la frecuencia obtenida en las demás dosis.

La irradiación con rayos gamma y con dosis

cercanas a 1 Krad puede ser una herramienta muy útil en la producción de plantas mutantes en el color de la flor de crisantemo y en la obtención de nuevos cultivares con flores más vistosas y atrayentes hacia los consumidores

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Cuadro 4. Número y frecuencia de mutantes en el color de la flor en plantas de crisantemo (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev), irradiadas con diferentes dosis de rayos gamma.

Dosis (Krad) Plantas

Evaluadas Plantas

Florecidas %

Mutante de color de la flor Número % *

0,0 30 24 80,00 0 0,00 C 0,5 36 35 97,22 14 38,88 B 1,0 40 36 90,00 24 60,00 A 1,5 24 18 75,00 6 25,00 B

* Letras iguales significan similitud estadística según prueba de t student (Sokal y Rohlf, 1969)

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Fijación biológica de N2 por Pachecoa venezuelensis en dos suelos de sabana del Oriente Venezolano

Biological nitrogen fixation by Pachecoa venezuelensis in two East Venezuelan savanna soils

Marcano, Lisbeth1; González, Marcial1; Leal, Angel2 y Michelena, Vicente3

1 Laboratorio de Plantas y Semillas Forrajeras. Escuela de Ingeniería de Producción Animal. Universidad de Oriente. Monagas. 2 Laboratorio de Biofertilizantes, Instituto Universitario de Tecnología José Antonio

Anzoátegui, El Tigre. E-mail: [email protected] y 3 Laboratorio de Ecofisiología Vegetal. Universidad de Oriente. Monagas. E-mail: [email protected]

RESUMEN

Con la finalidad de caracterizar el proceso de nodulación, la infectividad y efectividad de las cepas de rizobia y la eficiencia de la simbiosis Rhizobium spp.-leguminosa con la aplicación de nitrógeno en dos suelos del oriente venezolano, se realizó un experimento en condiciones de invernadero utilizando la leguminosa forrajera arbustiva Pachecoa venezuelensis en un arreglo estadístico de parcelas divididas con cuatro repeticiones y sesenta y cuatro combinaciones de tratamientos, donde las parcelas principales fueron los dos tipos de suelos : Jusepín y El Tigre; las subparcelas los dos niveles de nitrógeno edáfico : 0 y 20 kg N.ha-1 y las sub-subparcelas las cepas de rizobia: UDO-R1, RC-14, la combinación de ambas cepas y sin inoculación. A los cuatro meses de la siembra se realizó la cosecha y se determinaron: la altura de las plantas, el peso seco del vástago, de raíz y de nódulos, la concentración de clorofila (a + b), y el porcentaje de nitrógeno del tejido vegetal. Las plantas crecidas en suelo de Jusepín alcanzaron la mayor altura promedio (77,67 cm) y los mayores pesos/planta de vástagos (6,50 g ), de raíz (9,81 g) y de nódulos (0,05 g). Se determinó efecto significativo en la interacción Rhizobium spp.-Pachecoa venezuelensis para la concentración de clorofila (a + b). Las plantas crecidas en suelo de El Tigre sin inóculo ni nitrógeno tuvieron un mayor contenido de clorofila (5,69 mg/l/planta). El mayor porcentaje de nitrógeno (2,12 %) se encontró en el tratamiento sin inocular y sin nitrógeno en ambos suelos. Existen rizobia nativos en los suelos Jusepín y El Tigre capaces de nodular efectivamente a Pachecoa. El nitrógeno edáfico ejerció un efecto restrictivo en el contenido de clorofila y en el nitrógeno foliar cuando se inocula Rhizobium spp. a Pachecoa venezuelensis. Palabras claves : Pachecoa venezuelensis, FBN, Rhizobium spp.,rendimiento

ABSTRACT With the purpose of characterizing the nodulation process, the infectiveness and effectiveness of rizobia strains and the efficiency of the symbiosis Rhizobium spp-leguminous with nitrogen application in two soils of the Venezuelan Orinoquia, it was carried out an experiment under greenhouse conditions using Pachecoa venezuelensis a forage shrub leguminous. The statistical arrangement was split plot with four repetitions and sixty four combinations of treatments. The main plots were the two types of soils: Jusepín and El Tigre; the subplots the two levels of edaphic nitrogen: 0 and 20 kgN.ha-1 and the sub-subplots the rizobia strains : UDO-R1, RC-14, the combination of both strains and without inoculation. Plants were harvested four months after planting. It was measured plants height; shoot, root and nodules dry weight; chlorophyll (a + b) concentration and foliage nitrogen. The plants grown in Jusepín soil reached the biggest height average (77.67 cm) and the biggest shoot (6.50 g/plant), root (9.81 g/plant ) and nodules (0.05 g/plant ) dry weights. Significant effect was found in Rhizobium spp - Pachecoa venezuelensis interaction in chlorophyll (a + b) concentration . The plants grown in El Tigre soil with neither inoculums nor nitrogen contained more chlorophyll (5.69 mg/l/plant) than other treatments. The biggest nitrogen percentage (2.12%) it was in the treatment non inoculated and without nitrogen in both soils. Native rizobia exist in both Jusepín and El Tigre soils able to infect Pachecoa. The edaphic nitrogen exerted a restrictive effect in both chlorophyll content and foliage nitrogen when Rhizobium spp inoculated Pachecoa venezuelensis. Key words: Pachecoa venezuelensis, FBN, Rhizobium spp., yield

INTRODUCCIÓN

Una de las características más significativas de algunas leguminosas fijadoras de nitrógeno es su capacidad para asociarse simbióticamente con

bacterias del género Rhizobium. Esta relación se manifiesta a través de la nodulación. La planta suministra los carbohidratos necesarios para el metabolismo de las bacterias y éstas utilizan los carbohidratos como fuente de energía para

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transformar el nitrógeno libre de la atmósfera, en una forma asimilable para la planta, para su posterior incorporación a las proteínas.

La fijación de nitrógeno por la simbiosis entre

leguminosas y bacterias es un recurso natural capaz de proveer nitrógeno de bajo costo para insumos agrícolas, mejorar la calidad de los forrajes y de los cultivos, así como satisfacer las necesidades apremiantes de alimentos de más alta calidad en nuestro mundo de población creciente.

La propiedad de ciertos árboles y arbustos

leguminosos de fijar N2 simbióticamente reviste gran importancia tanto desde el punto de vista alimenticio como ecológico, porque la integración de estos en sistemas semiáridos–silvo–pastoriles permite la restauración y mantenimiento de la fertilidad del suelo, en adición al combate de la erosión y la desertización.

Pachecoa venezuelensis (L.) Burkard es una

leguminosa arbustiva de aceptable valor nutritivo (Naves, 1988; Rodríguez y Silva, 1988). Fue introducida al Estado Monagas por González (1994) y evaluada agronómicamente en suelos ácidos de sabana por González y Tovar (1998).

En Venezuela no se ha estudiado el proceso

de fijación simbiótica de nitrógeno por los rizobia en Pachecoa. Es por ello que en el presente trabajo se evalúan el crecimiento y algunos aspectos relacionados con la fijación biológica de nitrógeno (FBN) en Pachecoa venezuelensis, en suelos de Jusepín, estado Monagas y de El Tigre, estado Anzoátegui.

MATERIALES Y METODOS

En el ensayo de invernadero se utilizaron

muestras de suelos provenientes de la unidad Experimental de Leguminosas Forrajeras Arbóreas y Arbustivas de Suelos Ácidos (ELFARSA), de la Universidad de Oriente, ubicada en Jusepín, estado Monagas y de la Mesa de Guanipa, específicamente de la Estación Experimental de Sabana del Instituto Universitario de Tecnología José Antonio Anzoátegui (IUTJAA) ubicada en El Tigre, estado Anzoátegui.

En cada maceta de arcilla se dispusieron 4,0

kg de suelo y se fertilizaron uniformemente con Fosfopoder (150 kg.ha-1) y cloruro de potasio (25 kg.ha-1). El nitrógeno se aplicó en forma de urea en

los tratamientos correspondientes. Las semillas de Pachecoa se obtuvieron por trituración mecánica de secciones de frutos, seleccionándose las de color claro y de tamaño uniforme, se esterilizaron con cloruro de mercurio acidificado, se lavaron con abundante agua esterilizada y se sembraron en vermiculita previamente esterilizada en autoclave. Las semillas permanecieron en la oscuridad hasta su germinación.

Las cepas de Rhizobium UDO–R1 (aislada de

nódulos de Pachecoa proveniente de El Tigre) y RC–14 (de la colección del IUTJAA ) fueron crecidas en medio líquido de levadura-manitol, a temperatura ambiente por ocho días con agitación constante a 100 rpm. La concentración de rizobia (cel/ml) se determinó mediante la cámara de Petroff–Hausser (Vincent, 1970).

Al momento del transplante se adicionó 1 ml

de la suspensión bacteriana al suelo y se sembró una plántula por porrón. El riego se realizó ad libitum, con agua destilada, durante el tiempo que duró el experimento.

El diseño estadístico utilizado fue el de

Parcelas Divididas, donde las parcelas principales fueron los dos tipos de suelos : Jusepín y El Tigre; las subparcelas los dos niveles de nitrógeno : 0 y 20 kg N.ha-1 ; y las sub-subparcelas las cepas de rizobia: UDO-R1, RC-14 , la combinación de ambas cepas y sin inoculación, para un total de 16 tratamientos y 64 unidades experimentales. Los tratamientos repetidos cuatro veces fueron: 1) Plantas no inoculadas y sin aplicación de nitrógeno (NI + 0); 2) plantas no inoculadas más 20 kg de nitrógeno (NI + 20); 3) plantas inoculadas con la cepa UDO–R1 sin nitrógeno (UDO-R1 + 0); 4) plantas inoculadas con la cepa UDO–R1 más 20 kg de nitrógeno (UDO-R1 + 20); 5) plantas inoculadas con la cepa RC–14 sin nitrógeno (RC-14 + 0); 6) plantas inoculadas con la cepa RC-14 más 20 kg de nitrógeno (RC-14 + 20); 7) plantas inoculadas con la combinación de ambas cepas sin nitrógeno (UDO-R1 + RC-14 + 0) y 8) plantas inoculadas con la combinación de ambas cepas con 20 kg de nitrógeno (UDO-R1 + RC-14 + 20), para los suelos de Jusepín y de El Tigre.

La clorofila se extrajo de discos de los foliolos

de las hojas medias, con etanol al 95% (v/v), durante doce horas. Se midió la absorbancia del extracto a 650 y 665 nm y se calculó la concentración de clorofila mediante la fórmula: Clorofila (a + b) = 25,5

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A650 + 4,0 A665 de Sestack, Catsky y Jarvis para el etanol (Wintermans y De Mots, 1965).

A los cuatro meses de la siembra se

cosecharon las plantas, las cuales se extrajeron de las macetas con presión de agua, evitándose la perdida de nódulos. Se separé el vástago de la raíz y los nódulos. Se midió la longitud de la parte aérea, la cual se secó al igual que la raíz y los nódulos, en estufa a 80 O C hasta peso constante. Finalmente se determinó el peso seco de cada muestra. La parte aérea se molió en un molino Willey de 60 mallas/pulgada para las posteriores determinaciones de nitrógeno foliar.

Los datos se sometieron a un análisis de

varianza según el arreglo estadístico y las diferencias entre tratamientos se determinaron mediante la prueba de rangos múltiples de Duncan al 5 % de probabilidad.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el cuadro 1 se muestran algunas

características físicas y químicas de los suelos de Jusepín y El Tigre donde se realizó el experimento.

Ambos suelos son ácidos, escasos en

nutrimentos y de baja capacidad de intercambio catiónico efectiva. Sin embargo, la abundancia de leguminosas en la formación sabana soporta la hipótesis de que los rizobia podrían adaptarse bien a las condiciones del suelo, a pesar de ser de pH bajo y presentar, en algunos casos, niveles de aluminio tóxicos a las plantas (Holding y King, 1963).

El número de células /ml de caldo nutritivo de cada una de las cepas de Rhizobium spp estudiadas fue de 2,02x108 y de 2,00x108 para RC-14 y UDO-R1

respectivamente. Estos valores se encuentran dentro de los rangos considerados apropiados para el título de rizobia en medio líquido.

Altura de la planta

El análisis de varianza de los datos de altura medidos en Pachecoa venezuelensis durante el periodo experimental señaló diferencias significativas entre los suelos estudiados. La prueba de Duncan, aplicada a los promedios indica que las plantas crecidas en el suelo de Jusepín obtuvieron una altura promedio de 77,67 cm la cual es significativamente mayor que la altura promedio (53,81cm) de las plantas que crecieron en el suelo procedente de El Tigre (Cuadro 2), a pesar de que los análisis de suelos muestran una pequeña diferencia de fertilidad a favor de este último. Las respuestas de las leguminosas tropicales a la inoculación varían de un sitio a otro, pero las características del suelo no son determinantes en la recomendación de un inoculante, sino el genotipo de la leguminosa (Holliday, 1985). Peso seco de vástago, de raíz y de nódulos

En el Cuadro 3 se observa que las plantas del

suelo de Jusepín duplicaron en peso seco de vástago, con un valor promedio de 6,51 g/planta al obtenido en las crecidas en suelo de El Tigre, las cuales promediaron 3,33 g/planta.

Cuadro 1. Características físicas y químicas de los suelos de Jusepín, estado Monagas y El Tigre, estado Anzoátegui donde

se realizó el experimento con Pachecoa venezuelensis (L.) Burkard y dos cepas de Rhizobium spp. con ó sin nitrógeno.

Suelo Características Unidad Jusepín El Tigre Metodología pH 4,5 4,6 Potenciómetro 1:1 P mg/kg 5,10 6,92 Bray No. 1 Ca++ cmol/kg de Suelo 1,25 1,75 NH4Ac. pH 1,0 Absorción Atómica Mg++ cmol/kg de Suelo 0,42 0,35 NH4Ac. pH 1,0 Absorción Atómica K+ cmol/kg de Suelo 0,01 0,01 NH4Ac. pH 1,0 Absorción Atómica Al+++ cmol/kg de Suelo 0,32 0,24 NH4Ac. pH 1,0 Absorción Atómica CICE cmol/kg de Suelo 2,00 2,31 de Cationes, Acidez intercambiable % Saturación Al % 16,00 10,40 KCl 1,0 N Materia Orgánica % 0,53 1,38 Walkey-Black. Potenciómetro Textura af-fa af Bouyoucos 1/ Realizado en el Laboratorio de análisis de Suelos y Agua (LABSAS) de la Universidad de Oriente

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Un comportamiento similar al descrito anteriormente se observó en el peso seco de la raíz y de los nódulos. Las plantas sembradas en el suelo de Jusepín obtuvieron mayor peso seco promedio de raíz (9,81/planta) que las plantas crecidas en suelo de El Tigre con un valor promedio por planta de 4,93 g (Cuadro 3).

El peso seco promedio de nódulos por planta

en el suelo de Jusepín fue de 0,5 g, el cual fue significativamente mayor al de las plantas del suelo de El Tigre, donde no fue posible realizar las mediciones de peso por el pequeño tamaño de los nódulos, lo que imposibilitó su extracción de las raíces. Aunque el número de nódulos no se describe en este estudio, es importante señalar que las plantas no inoculadas fueron las que produjeron el mayor número de nódulos, especialmente las del suelo de Jusepín. Ello demuestra la presencia de rizobia nativos capaces de infectar a Pachecoa en éstos suelos. En la asociación rizobio-leguminosa se han encontrado muchas variantes:distintos tipos de nodulaciones en una misma prueba con diferentes cultivares, muchos nódulos pequeños e ineficientes, escasos nódulos grandes y, por último, numerosos nódulos grandes eficientes o ineficientes (Martínez et al, 1998).

Concentración de clorofila (a + b) En cuanto a la variable concentración de

clorofila (a + b) hubo diferencias significativas para el efecto simple de inóculos y en la interacción Inóculo x Nitrógeno x Suelo. En el Cuadro 4 se observa que los tratamientos sin inocular, con o sin aplicación de nitrógeno con suelo de El Tigre (NI+20 (T) y NI+0 (T)) indujeron las mayores concentraciones de clorofila, no difiriendo entre si, con valores promedios respectivos de 5,688 y 4,905 mg de clorofila/l/planta. Similar comportamiento se observó en los tratamientos UDO-R1 + 20 (J), RC-14 + 20 (T), UDO-R1 + RC-14 + 20 (T) y UDO-R1 + 20 (T) con promedios de 4,745; 4,698; 4,493 y 4,422 mg de clorofila/l/planta.

Los tratamientos NI+0; NI+20; UDO-R1+0;

RC-14+0 y RC-14+20 en suelo de Jusepín arrojaron los valores promedios más bajos oscilando entre 2,997 y 2,701 mg de clorofila / l / planta. De manera

Cuadro 4. Efecto de la inoculación y la aplicación de

nitrógeno sobre la interacción Inoculo * Nitrógeno * Suelo en la concentración de clorofila (a + b) de las plantas de Pachecoa venezuelensis en dos suelos de las sabanas Orientales Venezolanas.

Tratamientos

Concentración de clorofila (a + b)

(mg/l/planta)

Ámbito *

NI+ 0 (T) NI+20 (T)

UDO-R1+20 (J) RC-14+20 (T)

UDO-R1+RC-14+20 (T) UDO-R1+20 (T)

UDO-R1+RC-14+0 (T) UDO-R1+RC-14+20 (J)

UDO-R1+0 (T) UDO-R1+RC-14+0 (J)

RC-14+0 (T) NI+0 (J)

NI+20 (J) UDO-R1+0 (J) RC-14+0 (J)

RC-14+20 (J)

5,688 4,905 4,745 4,698 4,493 4,422 4,251 3,855 3,795 3,720 3,348 2,997 2,980 2,842 2,715 2,701

a a ab ab ab abc bc bc bc bc bc c c c c c

* Letras iguales indican promedios estadísticamente

iguales (T) : Suelo de El Tigre, estado Anzoátegui (J): Suelo de Jusepín, estado Monagas

Cuadro 2. Efecto de la inoculación y la aplicación de nitrógeno en la altura de las plantas de Pachecoa venezuelensis en dos suelos de las sabanas Orientales Venezolanas

Suelos Altura de la

planta (cm) Ámbito *

Jusepín El Tigre

77,67 53,81

a b

* Letras iguales indican promedios estadísticamente

iguales

Cuadro 3. Efecto de la inoculación y la aplicación de

nitrógeno en el peso seco del vástago, de laraíz y de los nódulos de las plantas dePachecoa venezuelensis en dos suelos de lassabanas Orientales Venezolanas.

Suelo Peso seco (g)

Vástago Raíz Nódulos Jusepín El Tigre

6,51 a* 3,33 b

9,81 a 4,93 b

0,05 a 0,00 b

* Letras iguales indican promedios estadísticamente

iguales

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Marcano et al. Fijación biológica de N2 por Pachecoa venezuelensis en dos suelos de sabana

Revista UDO Agrícola 1 (1): 64-69. 2001 68

general los tratamientos en el suelo de El Tigre tuvieron mayores valores promedios cuando se les compara con los del suelo de Jusepín.

Nitrógeno del follaje

El mayor porcentaje de nitrógeno foliar (2,12%) se encontró en los tratamientos sin inocular y sin nitrógeno edáfico en ambos tipos de suelos (Cuadro 5). Ello indica que los rizobia nativos presentes en el suelo fueron más eficientes que las cepas introducidas en el proceso de incorporación de nitrógeno a la planta. La mezcla de las cepas en presencia de nitrógeno (UDO-R1 + RC-14 + 20) rindió los porcentajes más bajos de nitrógeno foliar, tanto en suelo de Jusepín como en El Tigre.

Es probable que el nitrógeno edáfico ejerciese un efecto deletéreo en el proceso de FBN y/o que las cepas nativas de rizobia sean más competitivas y eficientes en fijar nitrógeno que las cepas introducidas. Similar comportamiento ha sido reportado en otros cultivos tales como Gliricidia sepium (Jacq.) Walp. (González et al, 2001 y Navarrete et al, 1999); Cajanus cajan (L.) Mill. (Tomassi et al, 1999); Glycine max (L.) Merril. (Ruiz

et al, 2000); Phaseolus vulgaris L. y Vicia faba L. (Cámara y Waaijenberg, 2000), al evaluar cepas introducidas y nativas en presencia de nitrógeno edáfico. Aunque la ventaja de inocular no radica, muchas veces, en el incremento del rendimiento de las cosechas, sino en la eliminación de la necesidad de aplicar fertilizantes nitrogenados (Michelena, 1981).

CONCLUSIONES

En razón a los resultados obtenidos se puede confirmar la existencia de rizobia nativos en suelos de Jusepín y de El Tigre capaces de nodular eficientemente a Pachecoa. Los pesos secos del vástago, de la raíz y de los nódulos de las plantas crecidas en suelo de Jusepín fueron considerablemente mayores que los obtenidos en el suelo de El Tigre. Hubo efecto significativo en la interacción Rizhobium spp.-Pachecoa venezuelensis solamente en la variable concentración de clorofila. Se evidenció un efecto negativo del nitrógeno edáfico en el proceso de FBN en Pachecoa.

RECOMENDACIONES

Orientar la investigación relacionada con la

asociación Rizhobium spp.–Pachecoa venezuelensis hacia la obtención de cepas de bacterias procedentes de los nódulos de Pachecoa crecida en suelo de Jusepín, y analizar el efecto que la antes mencionada asociación tiene como bioenmienda del suelo.

LITERATURA CITADA

Cámara, B. y H. Saaijenberg. 2000. Estudios de

fijación biológica de nitrógeno (FBN) en frijol y haba en la zona subandina de Bolivia. Memorias de la XX RELAR. Arequipa. Perú. p. 212-219.

González, M. 1.994. Comportamiento de Pachecoa

venezuelensis en sabanas ácidas de Monagas. In VII Congreso Venezolano de Zootecnia. San Juan de los Morros. Estado Guárico. Venezuela. p.35.

González, A.; M. González; A. Leal y V. Michelena.

2001. Evaluación de algunos parámetros relacionados con la fijación de nitrógeno en Gliricidia sepium (Jacq.) Walp. Revista UDO Agrícola 1 (1): 25-29.

Cuadro 5. Valores promedios de nitrógeno del follaje delas plantas de Pachecoa venezuelensis en dos suelos de las sabanas Orientales Venezolanas.

Tratamientos Nitrógeno en follaje (%)

NI+0 (J) UDO-R1+0 (J)

NI+20 (J) UDO-R1+RC-14+0 (J)

UDO-R1+20 (J) RC-14+0 (J)

RC-14+20 (J) UDO-R1+RC-14+20 (J)

NI+ 0 (T)

UDO-R1+RC-14+0(T) NI+20 (T)

UDO-R1+0 (T) UDO-R1+20 (T)

RC-14+20 (T) UDO-R1+RC-14+20(T)

RC-14+0 (T)

2,12 2,01 1,94 1,91 1,81 1,78 1,75 1,69

2,12 2,04 1,91 1,91 1,78 1,69 1,65 1,15

Duncan (0,05) (T) : Suelo de El Tigre, estado Anzoátegui (J): Suelo de Jusepín, estado Monagas

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 70-71. 2001 70

REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

ESTATUTOS

I. CONSIDERACIONES GENERALES

1. La revista Científica UDO Agrícola se crea como uno de los órganos de divulgación científica de la Escuela de Ingeniería Agronómica del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente y está abierta a los investigadores nacionales e internacionales que deseen utilizar la revista como medio de difusión para la publicación de resultados originales de trabajos de investigación.

2. La edición de la revista estará a cargo de un Consejo Directivo integrado por dos Editores

Principales y tres editores asociados pertenecientes a los Departamentos de Agronomía, Ingeniería Agrícola y Economía Agrícola y por un Consejo de Árbitros.

3. Los Editores Principales duraran cuatro años en sus funciones, los Editores Asociados dos

y el Consejo de Árbitros un año. Finalizado el plazo los Editores Principales abrirán un periodo de postulación de candidatos los cuales serán presentados por los Editores Principales ante el Consejo de Escuela de Ingeniería Agronómica mediante un escrito acompañado de los recaudos pertinentes para su consideración. Los miembros del Consejo Directivo de la revista podrán ser reelegidos y tendrán necesariamente que ser miembros del personal docente activo o jubilado de la Escuela de Ingeniería Agronómica. Cuando un miembro del Consejo Directivo no pueda seguir ejerciendo sus funciones, se procederá a la elección del nuevo Directivo, previa postulación de los Editores Principales, ante el Consejo de Escuela de Ingeniería Agronómica.

II. REGLAMENTACIÓN INTERNA

1. De las funciones del Consejo Directivo

1. La principal función del Consejo Directivo es garantizar la publicación de la Revista Científica UDO AGRÍCOLA.

2. Los Editores Principales y los Editores Asociados recibirán y considerarán

para su publicación los trabajos enviados de acuerdo con los objetivos de la revista y las Normas de Publicación. Igualmente tendrán la facultad de rechazar un trabajo si no cumple con el nivel científico que garantice la continuidad de prestigio de la revista.

3. Los integrantes del Consejo Directivo se encargarán de las actividades

propias de la edición de la revista, siendo estas: a. Recepción y lectura de manuscritos b. Envío de trabajos a los árbitros c. Envío a los autores de los resultados del arbitraje del trabajo d. Coordinar con los autores los cambios o modificaciones necesarias

en los trabajos, siempre y cuando a juicio de los árbitros tengan méritos suficientes para ser publicados en la revista

e. Coordinar el mecanismo de suscripción y el mecanismo de canje nacional e internacional de la revista.

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Estatutos de la Revista Científica UDO Agrícola

Revista UDO Agrícola 1 (1): 70-71. 2001 71

2. De las funciones y atribuciones de los Editores Principales de la revista

1. Los Editores Principales de la Revista UDO AGRÍCOLA son los miembros principales del Consejo Directivo, la Presidencia del Consejo Directivo será ejercida por cada Editor Principal cada dos años. Los Editores Principales poseen un conjunto de funciones y atribuciones entre las cuales se encuentran:

a. Ser responsables de la consecución de financiamiento para la

publicación de cada volumen de la revista b. Planificar, coordinar y supervisar el proceso editorial de la revista c. Coordinar y supervisar las responsabilidades de los miembros del

Consejo Directivo y del Consejo de Árbitros d. Presentar un informe de gestión anual

3. De las funciones del Consejo de Árbitros

1. El Consejo de Árbitros estará integrado por un grupo de especialistas de reconocido prestigio y trayectoria académica avalada por su experiencia en publicaciones de carácter científico. Tendrá la responsabilidad de revisar los trabajos sometidos a la consideración de la revista para garantizar una evaluación independiente y objetiva del nivel científico y académico de dichos trabajos.

2. El Consejo Directivo de la revista someterá cada trabajo a la consideración

de dos árbitros y en caso de discrepancias entre las opiniones, se seleccionará un tercero, tomándose por mayoría la decisión de publicación del trabajo en la revista.

3. La lista de los evaluadores que integran el Consejo de Árbitros de cada

volumen y número de la revista aparecerá publicada al momento de editar el volumen y número respectivo.

4. De las reuniones del Consejo Directivo

1. El Consejo Directivo de la revista se reunirá cada vez que sea necesario en

el lugar, en el día y la hora señalados de común acuerdo entre los miembros.

2. El Editor Principal de la revista quien este ejerciendo la Presidencia en ese momento, presidirá las reuniones y presentará el orden del día, del cual dejará constancia escrita en la carpeta de Actas que será propiedad de la revista UDO AGRÍCOLA.

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Revista UDO Agrícola 1 (1): 72-73. 2001 72

NORMAS PARA LA PUBLICACION DE ARTICULOS

La REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA, es una publicación arbitrada de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, que publica artículos científicos originales e inéditos en Ciencias Agrícolas que enfoquen aspectos de agronomía, botánica, entomología, fitopatología, suelos, ingeniería agrícola, genética y mejoramiento de plantas, ecología, biotecnología, sociales, economía, etc. También podrán publicarse avances de trabajos, notas técnicas, cartas con opiniones o comentarios debidamente argumentados y reseñas de libros. Excepcionalmente serán publicadas revisiones bibliográficas o monografías, a solicitud del Consejo Directivo. Los artículos y demás correspondencia deben dirigirse a: La Revista Científica UDO AGRÍCOLA, Avenida Universidad, Campus Los Guaritos, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Maturín, C. P. 6201. Estado Monagas, Venezuela. Telefax: 58-0291-6521192. E-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected]

Los autores deberán enviar original y dos copias de sus artículos en papel tamaño carta, escrito en idioma castellano, a doble espacio. Para facilitar la edición también deberán enviar los trabajos en un diskette 3 ½ , transcritos en Microsoft Word 6,0 o posteriores, con tipo de letra Times New Roman número 12 y márgenes de 2 cm en todos los lados. Todos los artículos serán enviados para su revisión a dos árbitros y en caso de existir discrepancias entre las opiniones emitidas acerca de la publicación del artículo, se seleccionará un tercer árbitro para decidir por mayoría. La secuencia de preparación del manuscrito será la siguiente: TÍTULO DEL TRABAJO: Deberá ser lo más conciso posible, con un máximo de 15 palabras, reflejando el contenido del trabajo, además debe ser traducido al ingles. AUTOR(ES): Nombre y apellidos, institución a la cual pertenece(n), dirección postal y electrónica, teléfono o fax. PALABRAS CLAVES: Máximo cinco (5) palabras que tengan relación directa con el tema tratado en el artículo, tanto en castellano como en ingles. RESÚMENES: cada artículo se acompañará de dos resúmenes, uno en castellano (Compendio) y uno en ingles (Abstract), que no excedan de 250 palabras en cada caso. TEXTO: La secuencia será la siguiente:

Introducción: incluye breve revisión bibliográfica pertinente al trabajo y a los objetivos del mismo. La introducción debe finalizar con un párrafo en la que se planteen los objetivos Materiales y métodos: Descripción breve de la metodología planteada, dando énfasis a los métodos originales o a las modificaciones importantes a técnicas o equipos conocidos. Los procedimientos analíticos y estadísticos deben ser descritos claramente. Resultados: Se describirán, en forma lógica, objetiva, exacta y de manera fácil de comprender e interpretar las tendencias más relevantes del trabajo, las cuales pueden ser expresadas principalmente en forma de cuadros y figuras, los cuales deben ir insertos en el texto. Discusión: Es el análisis o interpretación que hace el autor de manera rigurosa de los resultados obtenidos en la investigación, además de contrastarlos con los resultados de otros autores. Es importante finalizar esta sección con un párrafo donde se reflejen las implicaciones prácticas o teóricas de la investigación. Los resultados y la discusión podrán presentarse conjuntamente bajo el subtítulo de resultados y discusión

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Normas para la publicación de artículos

Revista UDO Agrícola 1 (1): 72-73. 2001 73

Conclusiones: Aquí se indicará en forma lógica, concisa y en orden de importancia los hechos nuevos descubiertos y su aporte o contribución a la ciencia. Eventualmente, se podrán incluir recomendaciones, que constituyan la acción a seguir basándose en las conclusiones. Pueden ser incluidas en el subtítulo de conclusiones con la expresión de conclusiones y recomendaciones. Agradecimiento: Podrán incluirse cuando el autor(es) lo considere necesario. Literatura citada: La lista de referencia deberá organizarse en orden alfabético por autor (es), seguido del año de publicación. Deben incluirse los nombres de todos los autores de la referencia bibliográfica citada. El orden de presentación de las referencias bibliográficas será el siguiente:

Revista: Apellido del autor, Nombre o inicial, año de publicación, titulo del artículo en la revista, nombre de la revista, volumen, número y paginación correspondiente. Ejemplo:

Otahola, V. y J. Imery. 1995. Selección masal con control biparental para prolificidad en

maíz (Zea mays L.). SABER 7 (2): 63 – 69.

Méndez-Natera, J. R.; O. H. Medina-Leota; J. F. Merazo-Pinto and J. E. Fendel-Alvarez. 1999. Effect of four tillage methods and two forms of urea placement in an Ultisol of savanna on vegetative and flowering traits of three sesame cultivars, Sesamum indicum L. Revista de La Facultad de Agronomía (LUZ) 16 (5): 463-475.

Obras colectivas: Apellido del autor, Nombre o inicial, año de publicación, nombre del artículo, editor de la obra (Precedido de la palabra latina In), nombre de la obra, editorial, ciudad y paginación correspondiente. Ejemplo:

Ortega, A.; S. K. Vasal; J. Mihl y C. Hershey. 1991. Mejoramiento de maíz resistente a los insectos. In: F. G. Maxwell y P. R. Jennings (EDS). Mejoramiento de plantas resistentes a insectos. Editorial LIMUSA. México. p. 391 – 442.

Libros: Apellido del autor, Nombre o inicial, año de publicación, nombre de la obra, editorial, ciudad o país, número de páginas. Ejemplo:

Hernández, F. J. 1997. El cultivo del algodonero. Ediciones de la Universidad Ezequiel

Zamora. Barinas, Venezuela. 309 pp. Para citas más específicas consultar las normas internacionales de redacción técnica o al editor de la revista

INFORMACIÓN ADICIONAL Los artículos deberán tener un máximo de 15 páginas. El estilo de citas de las referencias bibliográficas en el texto será por autor (hasta dos) seguido del año de la publicación entre paréntesis. Si los autores fueran más de dos, colocar el apellido del primer autor, seguido de et al y el año de publicación. Así mismo, no se aceptarán citas de segunda mano. Los nombres científicos deben ser escritos en cursivas. Un artículo podrá publicarse en dos o más partes (I , II , etc.) cuando se reciban simultáneamente al menos las dos primeras partes del mismo. El autor principal recibirá gratuitamente 5 separatas.

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REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

Volumen 1 Enero-Diciembre 2001 Número 1

CONTENIDO Páginas

Arismendi, Luis Gilberto Investigación sobre el cultivo de la yuca (Manihot esculenta Crantz.) en el Oriente de Venezuela. Research on cassava crop (Manihot esculenta Crantz.) in Eastern Venezuela

1-10

Méndez-Natera, Jesús Rafael Efecto de dos densidades de población y dos niveles de fertilización sobre algunos caracteres vegetativos de tres cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) en la sabana de Jusepín, Estado Monagas Effect of two plant stands and two fertilizer levels on some vegetative characters in three cotton cultivars (Gossypium hirsutum L.) in the savanna of Jusepin, Monagas State

11-17

Otahola-Gómez, Víctor y Rodríguez, Zulay Comportamiento agronómico de maíz (Zea mays L.) tipo dulce bajo diferentes densidades de siembra en condiciones de sabana Agronomic performance of sweet corn (Zea mays L.) sown at different stands on savanna’s conditions

18-42

González, Ana; González, Marcial; Leal, Angel y Michelena, VicenteEvaluación de algunos parámetros relacionados con la fijación de N2 en Gliricidia sepium Jacq. Evaluation of some traits related to N-fixation in en Gliricidia sepium Jacq.

25-28

Imery-Buiza, José y Cequea-Ruíz, Hernán Evaluación citogenética de la generación M1V2 de tetraploides experimentales en sábila (Aloe vera L.) Cytogenetic evaluation of M1V2 generation from experimental tetraploids in Aloe vera L.

29-33

Alcorcés de Guerra, Nilda Estudios cromosómicos de cuatro selecciones de Capsicum chinense Jacq. Chromosome studies of four selections of Capsicum chinense Jacq.

34-41

Gil-Marín, José Alexander Forma y dimensiones del bulbo húmedo con fines de diseño de riego por goteo en dos suelos típicos de sabana Form and dimensions of wet bulb with the purpose of design of drip irrigation in two typical soils of savanna

42-47

Méndez-Natera, Jesús Rafael; Salazar-Brito, Ronald S.; Merazo-Pinto, José F.; Gil-Marín, José Alexander y Khan-Prado, Luis

Efecto de tres frecuencias de riego sobre algunos caracteres de la planta en cuatro cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) tipo Upland Effect of three irrigation intervals on some plant characters of four Upland cotton cultivars (Gossypium hirsutum L.)

48-55

Otahola-Gómez, Víctor; Aray, Marisol y Antoima, Yira Inducción de mutantes para el color de la flor en crisantemos (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) mediante radiaciones gamma Induction of mutants in flower color of chrysanthemum (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) using gamma irradiation

56-63

Marcano, Lisbeth; González, Marcial; Leal, Angel y Michelena, VicenteFijación biológica de N2 por Pachecoa venezuelensis en dos suelos de sabana del Oriente Venezolano Biological nitrogen fixation by Pachecoa venezuelensis in two East Venezuelan savanna soils

64-69

Estatutos de la Revista Científica UDO Agrícola 70-71 Normas de Publicación de la Revista 72-73