trapiche nº8

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La mayor parte de los problemas que sufren las sociedades de América Latina, tienen su origen en la injusta distribución: de ingresos, de recursos, de poder. Eso afecta negativamente el nivel de desarrollo humano: si Latinoaméri- ca tuviera los niveles de distribución de los ingresos del sur asiático, la pobreza latinoamericana no afectaría a un 40 % sino a un 15 % de la población. Por la misma desigualdad, cualquier porcentaje de crecimiento del PIB producirá un efecto mucho menor en los niveles de pobreza, y las diferencias tienden más bien a aumentar. La Metástasis del Capital (III) Aledo Apilánez Piniella Pág. 3 Mercedes Sosa, In memoriam Por la blanda arena que lame el mar Alí Ramón Rojas Olaya / Rebelión Pág. 12 Descolonización vs. Desarrollo Cynthia Cisneros/Rebelión Pág. 8 Juicio de Responsabilidades ingresa a su fase decisiva A seis años de la “Guerra del Gas” Alex Contreras Baspineiro/ Alai Pág. 5 POLÍTICA SOCIEDAD CULTU ECONOMÍA INTERNACIONAL ¿La muerte anunciada del modelo imperante? Trap i che OCTUBRE 2009, Cochabamba - Bolivia Año I Nº 8 12 páginas D.L. Nº: 2-3-37-09 HONDURAS: ¿EL PRINCIPIO DEL FIN? Pág. 9 Zelaya ya está en Tegucigalpa y su ingreso a Honduras, burlando las “medidas de seguridad” instaladas a lo largo de la frontera, debería marcar el comienzo del fin del régimen golpista. Son varias las razones que fundamentan esta esperanza, que sucintamente se exponen a continuación. Primero, porque los gorilas hondureños y sus instigadores y protectores en Esta- dos Unidos (principalmente en el Comando Sur y el Departamento de Estado) sub- estimaron la masividad, intensidad y perseverancia de la resistencia popular que día tras día, sin desmayos, manifestaría su oposición al golpe de estado. En realidad tama- ño rechazo no estaba en los cálculos de nadie, si nos atenemos a la historia contempo- ránea de Honduras. Pero el nuevo rumbo decidido por Zelaya: su positiva respuesta ante largamente postergados reclamos populares y la reorientación de su inserción internacional en el marco del ALBA tuvieron un efecto pedagógico impresionante y desencadenaron una reacción popular inesperada para propios y ajenos. Pág. 6-7

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Honduras ¿el principio del fin?

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Page 1: Trapiche nº8

La mayor parte de los problemas que sufren las sociedades de América Latina, tienen su origen en la injusta distribución: de ingresos, de recursos, de poder. Eso afecta negativamente el nivel de desarrollo humano: si Latinoaméri-ca tuviera los niveles de distribución de los ingresos del sur asiático, la pobreza

latinoamericana no afectaría a un 40 % sino a un 15 % de la población. Por la misma desigualdad, cualquier porcentaje de crecimiento del PIB producirá un efecto mucho menor en los niveles de pobreza, y las diferencias tienden más bien a aumentar.

La Metástasis del Capital (III)

Alfredo Apilánez Piniella

Pág. 3

Mercedes Sosa, In memoriamPor la blanda arena que lame el marAlí Ramón Rojas Olaya / Rebelión

Pág. 12

Descolonización vs. Desarrollo

Cynthia Cisneros/Rebelión

Pág. 8

Juicio de Responsabilidades ingresa a su fase decisivaA seis años de la “Guerra del Gas”Alex Contreras Baspineiro/ Alai

Pág. 5

POLÍTICA SOCIEDAD CULTURAECONOMÍA

INTE

RNAC

ION

AL ¿La muerte anunciada del modelo imperante?

TrapicheOCTUBRE 2009, Cochabamba - Bolivia Año I • Nº 8 • 12 páginasD.L. Nº: 2-3-37-09

Honduras: ¿eL principio deL fin?

Pág. 9

Zelaya ya está en Tegucigalpa y su ingreso a Honduras, burlando las “medidas de seguridad” instaladas a lo largo de la frontera, debería marcar el comienzo del fin del régimen golpista. Son varias las razones que fundamentan esta esperanza, que sucintamente se exponen a continuación.

Primero, porque los gorilas hondureños y sus instigadores y protectores en Esta-dos Unidos (principalmente en el Comando Sur y el Departamento de Estado) sub-estimaron la masividad, intensidad y perseverancia de la resistencia popular que día

tras día, sin desmayos, manifestaría su oposición al golpe de estado. En realidad tama-ño rechazo no estaba en los cálculos de nadie, si nos atenemos a la historia contempo-ránea de Honduras. Pero el nuevo rumbo decidido por Zelaya: su positiva respuesta ante largamente postergados reclamos populares y la reorientación de su inserción internacional en el marco del ALBA tuvieron un efecto pedagógico impresionante y desencadenaron una reacción popular inesperada para propios y ajenos.

Pág. 6-7

Page 2: Trapiche nº8

Trapiche2 Octubre 2009, Cochabamba - BoliviaEDITORIAL

Sorprendió y, al mismo tiempo, entusiasmó a los bolivianos el anuncio hecho por el gobierno de que de aquí a 3 años Bolivia contará con un satélite de comunicaciones propio surcando el espacio extra terrestre.

¿Cuál es el objeto de esta inesperada y audaz propuesta?: Mejorar las condiciones de comunicación en el país y ampliarla a todos los rincones de la patria a fin de que todos los bolivianos tengan acceso directo, fácil e inmediato a la comunicación y no hayan más zonas o comunidades aisladas. Este artefacto, contribuirá a la extensión y ampliación de la telefonía celular y el uso del GPS, permitirá llegar con programas educativos a remotas comunidades perdidas entre nuestras inmensas selvas y pro-fundas montañas donde no llega ni la señal televisiva e incluso facilitará la prospec-ción minera y tareas de auxilio y rescate en situaciones de desastre regional; otra de las ventajas de este proyecto que está en marcha es que ahorrará divisas para el país donde, por hoy, no tenemos otra opción que la de alquilar los servicios de empresas extranjeras que manejan esta tecnología. Por supuesto, dichos alquileres no serán precisamente económicos. Pero lo más importante del planteamiento gubernamen-tal, es que para el país significará un avance tecnológico absolutamente importante que nos abre un horizonte de avance científico que debe estimularse, impulsarse y sostenerse, complementándolo con la instalación de centros de investigación cien-tífica acelerada y de rápida aplicación práctica que proyecte al país hacia el aprove-chamiento de lo que ya la humanidad ha avanzado pero también hacia la creación de tecnologías propias que respondan a nuestras necesidades de desarrollo. Tenemos que ir solucionando problemas seculares como el de la pobreza y la desnutrición; para responder a este desafío debemos crear tecnología agrícola que responda a las condiciones de las tierras productivas, climáticas, de altura sobre el nivel del mar, de abonos adecuados que no empobrezcan nuestras tierras, de maquinaria apta para ser utilizada en los diversos relieves de nuestros campos, etc.; debemos desarrollar tecnología para atender la salud de nuestro pueblo afectado principalmente por las llamadas enfermedades de los pobres como, por ejemplo, la tuberculosis que afecta a un gran porcentaje de la población nacional; Bolivia necesita dominar otros cam-pos de la investigación y la tecnología, así en el campo educativo que es fundamental para nuestro desarrollo sostenible, en el campo de la energía sin la cual no se mueve el mundo; debemos fortalecer al máximo los pequeñísimos pasos que se han venido dando en la investigación nuclear porque, insistimos, sin energía el mundo no se mueve y está cada vez más sediento de ella.

Los pueblos subdesarrollados como el nuestro lo son, entre otras causas, por-que no han desarrollado su capacidad investigativa, creativa; si entramos más pro-fundo en el tema descubriremos que el descuido o la dejadez en este campo básico para el crecimiento y desarrollo integral, no es por falta de capacidad, de ideas y hasta de fantasías de nuestros pueblos, sino mas bien porque se les fue negando esa posibilidad por quienes iban monopolizando la investigación científica y la creación de tecnología en todas las facetas de la actividad humana. El fantástico crecimiento científico y tecnológico de unos pocos, entre otras cosas, condenó a la dependencia y a la pobreza de los más. Bolivia debe romper esta perversa cadena y abrirse hacia horizontes de esperanza. Tenemos capacidad y los medios necesarios para avanzar en la conquista científica y tecnológica que nos lleve al vivir bien; nuestros recursos naturales son ingentes y parecen inagotables. ¿Que falta, pues, para emprender este nuevo camino que neutralice y supere definitivamente nuestra dependencia de mez-quinos, autoritarios y explotadores poderes científicos, tecnológicos y económicos extraños, ajenos, que nos mantienen en la pobreza? VOLUNTAD Y DECISION. Llenemos el país de centros y laboratorios de investigación científica acelerada para aplicación rápida de los productos obtenidos en este trabajo. El gobierno debe des-tinar un presupuesto creciente y permanente a este propósito; las universidades pú-blicas deben ampliar y eficientizar sus programas de investigación técnica-científica.

La República Popular China construirá el satélite de comunicaciones para Bo-livia; que el gobierno boliviano negocie la participación directa de científicos boli-vianos en la fabricación de ese artefacto y, ojala, también en la fabricación del cohete que lo llevará al espacio. Creemos que el gobierno chino, que está en un franco es-fuerzo por sacar a sus millones de habitantes de la pobreza, con una argumentación y fundamentación seria de parte del gobierno boliviano, puede acceder a esta po-sibilidad planteada por otro país subdesarrollado que está haciendo esfuerzos por superar la pobreza y la dependencia en busca de un vivir bien de su pueblo.

COORDINADORHelmut Vega

CONSEJO EDITORIALGrover Vega

Elena ApilanezLeila Pérez

Cecilia Valenzuela

INDICEPInstituto de Investigación

Cultural para Educación Popular

Dirección:Calle Maria Luisa Pacheco Nº 359

Cochabamba - Bolivia

Casilla: 463

Telf./Fax: 4301852

E-mail: [email protected]

Las opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las opiniones de la Institución.

edito

rial

La caída del che

Bolivia, hacia la investigación científica y el desarrollo tecnológico Trapiche

Edua

rdo

Gal

eano

La metralla le rompe las piernas. Sentado, sigue pe-leando, hasta que le vuelan el fusil de las manos.

Los soldados disputan a manotazos el reloj, la can-timplora, el cinturón, la pipa. Varios oficiales lo interrogan, uno tras otro. El Che calla y mana sangre. El contralmirante Ugarteche, osado lobo de tierra, jefe de la Marina de un país sin mar, lo insulta y lo amenaza. El Che le escupe la cara.

Desde La Paz, llega la orden de liquidar al prisionero. Una ráfaga lo acribilla. El Che muere de bala, muere a trai-ción, poco antes de cumplir cuarenta años, exactamente a la misma edad a la que murieron, también de bala, también a traición, Zapata y Sandino.

En el pueblito de Higueras, el general Barrientos exhi-be su trofeo a los periodistas. El Che yace sobre una pileta de lavar ropa. Después de las balas, lo acribillan los flashes.

Esta última cara tiene ojos que acusan y una sonrisa melan-cólica.

Campanadas por él¿Ha muerto en 1967, en Bolivia, porque se equivocó

de hora y de lugar, de ritmo y de manera? ¿O ha muerto nun-ca, en ninguna parte, porque no se equivocó en lo que de veras vale para todas las horas y lugares y ritmos y maneras?

Creía que hay que defenderse de las trampas de la co-dicia, sin bajar jamás la guardia. Cuando era presidente del Banco Nacional de Cuba, firmaba Che los billetes, para bur-larse del dinero. Por amor a la gente, despreciaba las cosas. Enfermo está el mundo, creía, donde tener y ser significan lo mismo. No guardó nunca nada para sí, ni pidió nada nunca.

Vivir es darse, creía; y se dio.

Page 3: Trapiche nº8

Trapiche 3Octubre 2009, Cochabamba - Bolivia ECONOMÍA

La verdad es que el llamado capitalismo productivo, ba-sado en la producción de

mercancías a través de la explotación del trabajo humano, lleva insertas las tenden-cias opuestas y autodestructivas que han provocado la crisis actual. En un proceso histórico que comenzó doscientos años atrás, el sistema ha ido generando endó-genamente (debido a sus necesidades in-trínsecas de preservar la realización de la plusvalía y el mantenimiento de la tasa de ganancia) un apéndice de capitalismo de casino que es tremendamente funcional a la necesidad del capital de mantener su valorización tensando al máximo la cuer-da de la explotación del trabajo asalaria-do.

Este apéndice parasitario del capital se convirtió en hegemónico como salida a la pérdida de rentabilidad de la tradi-cional producción de mercancías de los sectores industriales dominantes en los llamados “treinta años gloriosos” poste-riores a la Segunda Guerra Mundial. Este vacío dejado por el agotamiento del mo-delo productivo de posguerra no pudo ser llenado por la llamada terciarización y la subsiguiente incorporación a los pro-cesos productivos de las tecnologías de la información y la comunicación en la de-nominada tercera revolución industrial.

Así pues, ninguna salida productiva asumió el relevo a una escala lo suficien-temente grande para poder desempeñar el mismo papel que la industria automo-vilística de la precedente fase fordista. El capitalismo buscó su tabla de salvación en la especulación en bienes raíces y en el festín de derivados financieros surgidos para sostener la gran montaña de deuda que constituye la clave de bóveda del an-damiaje de la estructura económica moderna. Se trata-ría así de escapar (como vemos ahora, infructuosamen-te) del inexorable final de todos los auges capitalistas: el derrumbe final de la tasa de ganancia causado por la plétora de mercancías invendibles que inunda los satu-rados mercados.

Empero, tarde o temprano, el festín de productos financieros creados para multiplicar la rentabilidad de los ingentes excedentes no reinvertidos en la inversión productiva se vuelve incapaz de llenar la brecha crecien-te entre las rentas salariales y el volumen de consumo necesario para mantener la maquinaria en marcha. Los astronómicos ingresos derivados del “milagro del inte-rés compuesto” y del consumo de los rentistas y espe-culadores no pueden compensar el constante declive de la participación de los salarios en la renta nacional. Los “cortadores de cupones” de Weber que viven de ingre-sos no ganados acaban secando el pozo de especulación del que mana su parasitaria riqueza.

Así pues, la reproducción ampliada del capital se mantiene incólume mientras el retraso crónico de los salarios respecto al creciente volumen de medios de consumo puestos en circulación pueda ser compensa-do por el crédito y el consumo de los rentistas. Pero la exorbitante rentabilidad de los productos financieros creados para apuntalar este déficit creciente de deman-da efectiva acaba socavando las bases de su propia per-petuación, al desplazarse cada vez más capitales hacia estos sectores especulativos donde la rentabilidad es mucho mayor, abandonando éstos la esfera productiva

y minando paulatinamente la base de su propia super-vivencia.

En este punto crítico, el “chicle” del ciclo alcista ya no se puede estirar más y la pugna del capitalismo por superar sus propias e insolubles contradicciones des-emboca en un hundimiento aún más estrepitoso que en anteriores ocasiones históricas. El supuesto auge no ha sido más que el resultado de un esfuerzo sin preceden-tes por retrasar el estallido de las costuras del entramado con el lubricante multiplicador de riqueza ficticia que representa la avalancha vampírica de entelequias de ingeniería financiera parida por los prebostes de Wall Street.

En conclusión, por debajo del estruendo de la pro-paganda legitimadora de los tabloides y de los brindis al sol de los politicastros, desarbolados por la gravedad de la situación, opera la falsa idea legitimadora de que no es el sistema como un todo el que hace agua por los cuatro costados, sino sólo el castillo de naipes pirami-dal levantado por una cúpula de especuladores que han pervertido las reglas del capitalismo productivo. Estos agiotistas sin escrúpulos habrían estado enriqueciéndo-se astronómicamente aprovechándose de los incautos pequeños inversores y ahorradores que habrían que-dado atrapados en este timo piramidal creado por los trasuntos de los antiguos alquimistas medievales (bus-cadores como ellos de la piedra filosofal de crear riqueza de la nada).

El objetivo de esta enorme ceremonia de la con-fusión reinante es que el público no tenga a su alcance

nunca las herramientas de análisis nece-sarias para comprender el trasfondo de la actual hecatombe. Las pseudoexplica-ciones dominantes son de una pobreza pasmosa pero tienen una función común: tratar de concentrar las causas y los culpa-bles en sectores concretos de la economía capitalista, dando así a entender que la re-forma de los procedimientos erróneos, el salvamento de los sectores más afectados y la purga de los especuladores avaricio-sos serán capaces de corregir las disfun-ciones actuales y hacer retornar al sistema a su funcionamiento ordinario.

Se trataría, trayendo a colación una, quizás demasiado socorrida, metáfora quirúrgica, de aislar la zona tumoral (el sector especulativo de los fondos de in-versión y de titulización de hipotecas) para tratar de extirparla antes de que haga metástasis. Sin embargo, la expansión de las células cancerígenas ya ha colonizado todo el organismo y resulta imposible su eliminación, quedando pues como último recurso la transfusión de enor-mes cantidades de plasma sanguíneo (la llamada expansión cuantitativa o inyec-ción masiva de liquidez monetaria) para mantener artificialmente con vida al mo-ribundo, convertido en una suerte de mu-tante-zombi necesitado de sostenimiento artificial.

Como siempre, los medios de comu-nicación de masas cumplen con su fun-ción alienante de ocultar la gravedad del paciente y de otorgar una pátina de respe-tabilidad pseudocientífica a las consignas del complejo político-empresarial, en-vueltas y adornadas con la retórica vacua de los expertos de las Facultades de Eco-nomía. El fin último de esta monumental manipulación informativa perfectamente

orquestada es evitar a toda costa que la población tome conciencia de las causas y de los culpables que han ge-nerado esta huida hacia adelante del capitalismo senil que estamos presenciando en tiempo real.

Una huida hacia adelante que no se diferencia en lo esencial de las acaecidas en los últimos doscientos años de historia del sistema capitalista, si bien las brus-cas oscilaciones anteriores palidecen ante el espectácu-lo actual de un proceso de acumulación de capital cada vez más parasitario e improductivo. Esta nueva vuelta de tuerca de la metástasis capitalista otorga al sistema actual un potencial destructivo mucho mayor que en otras situaciones similares del pasado. Entre otras cosas, porque con este modo de producción la naturaleza que nos sostiene ya no se sostiene a sí misma frente a un mo-loch que la expolia sin cesar, amenazando directamente la supervivencia de la especie.

Hoy como ayer, la única manera de que este mu-tante-zombi no arrastre en su descomposición degene-rativa a la humanidad y a su maltrecho entorno ecológi-co, comporta la construcción de un agente histórico de transformación social que sea capaz de arrumbar el or-ganismo agonizante en que se ha convertido el imperio del capital. Si esta tarea prometéica se viera colmada por el éxito se podría aspirar a construir, sobre las cenizas del actual, un modo de producción no depredador que, en una simbiosis productiva que no agote los recursos naturales, vertebre la organización social poniéndola al servicio de las auténticas necesidades humanas antes de que sea demasiado tarde.

La Metástasis del capital (iii)alfredo apilánez piniella

Page 4: Trapiche nº8

Trapiche4 Octubre 2009, Cochabamba - BoliviaPOLÍTICA

Hace seis años, un niño aymara mi-raba temeroso

a los militares, armados como para una guerra, disparar sobre todo lo que se moviera o respi-rara. Desde la terraza de su ca-sita de ladrillo descubierto, ubi-cado en el barrio Rosas Pampa de la combativa ciudad de El Alto, el pequeño de cinco años, veía esa escena que le parecía una continuación de los filmes bélicos que a diario pasaban en los canales de televisión.

No alcanzó a comprender que la distancia que separa lo real de la ficción está a la vuel-ta de la esquina. De pronto, se escuchó un disparo que tenía la dirección cronométricamente establecida: entró por la boca del pequeño y reventó en ese cráneo que ape-nas ese año había comenzado a asimilar el abc de su vida escolar truncada. El militar que realizó el tiro al blanco podía ser uno de los carapintadas de uniforme camuflado y poblado de medallas, en honor al crimen perfecto. El niño tenía el nombre de Alex Llusco Mo-llericona, murió el 11 de octubre de 2003.

Eran los trágicos días de la “Guerra del Gas” cuando cientos y miles de bolivianos y bolivianas, del campo y la ciudad, sobretodo en El Alto de La Paz, se organizaron para evitar la exportación del recurso natural a mercados de Estados Unidos y México, vía Chile.

La “Guerra del Gas” es sinónimo de la muerte de 69 bolivianos y bolivianas, más de 400 heridos, cien-tos de huérfanos y viudas,

Unos días antes, en septiembre negro, en la po-blación altiplánica de Warisata, cuna de las reformas educativas de Bolivia, Marlene Rojas Ramos, de ocho años, también fue injustamente alejada de esta existencia, por el disparo de un uniformado.

La niña pasaba de un cuarto a otro en una casa de barro que albergaba indistintamente a personas y animales. Marlene, alumna aventajada en su escuela rural y curiosa como ella sola, se detuvo para ver qué pasaba, de dónde venía ese ruido de botas y metralle-tas que laceraba el silencio de su comunidad, cuando sintió el puntillazo de fuego del proyectil que le per-foró el pecho. La niña asesinada cayó a los pies de su madre que reposaba porque hace sólo unos días había parido a su quinto hijo.

Como esa historias de la vida real existen cientos en El Alto y las poblaciones altiplánicas de La Paz y nos remontan al gobierno genocida del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003).

Sánchez de Lozada, conocido como Goni, jun-to a dos de sus ex ministros se encuentra prófugo en Miami (Estados Unidos), algunos de sus colaborado-res están refugiados en Perú, uno detenido en Chile, mientras los otros y los ex jefes del Alto Mando Mili-tar enfrentan el Juicio de Responsabilidades.

Etapa crucial

El 8 de mayo de este año fue iniciado el históri-co proceso en Sucre, sede del Poder Judicial, contra Goni y todo su gabinete y, a cuatro meses, existen avances importantes.

El general José Quiroga, ex jefe de la Fuerza Aé-rea Boliviana (FAB), en sus declaraciones confirmó la responsabilidad del ex mandatario Sánchez de Loza-da en el genocidio cometido en El Alto.

La actuación de las Fuerzas Armadas, según ex-puso a su turno el ex almirante Luis Aranda, se eje-cutó por una instructiva presidencial que recibieron los generales Gonzalo Alberto Rocabado Mercado y Roberto Claros Flores, ex comandantes de las Fuer-zas Armadas.

El fiscal Milton Mendoza considera “muy grave” el hecho de que la participación de las fuerzas milita-res se hubiese dado a partir de instrucciones verbales del capitán general e indicó que por lo menos un de-creto amparaba cierta situación porque devenía del poder político.

En las cruentas jornadas de septiembre y octu-bre de 2003 participaron los efectivos militares quie-nes dispararon contra su pueblo.

El abogado Rogelio Maita dijo que las revela-ciones de los mandos castrenses revelan un rol deter-minante del ex ministro Carlos Sánchez Berzaín que actuó en diferentes operaciones que eran de exclusiva responsabilidad militar.

Sin embargo, en las últimas horas, el abogado advirtió que la designación de un miembro del Tri-bunal de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia como miembro de la Corte Electoral de Chuquisaca podría dejar sin quórum para proseguir con el Juicio de Responsabilidades.

Esperan para las próximas horas una determina-ción para que prosiga el histórico juicio.

Detención en Chile El abogado de la Asociación de Heridos y Afec-

tados de Septiembre y Octubre de 2003, Freddy Ávalos, informó que el ex ministro Dante Pino Ar-chondo está detenido en Chile y en los próximos días sería extradi-tado al país.

La Corte Suprema de Jus-ticia dispuso el primero de sep-tiembre la declaratoria de rebeldía y emitió orden de aprehensión en contra de Pino Archondo porque abandonó el juicio.

La fiscal Mirna Arancibia dijo que el Ministerio Público recibió información del Director Nacional de Interpol en sentido de que Dante Pino fue ubicado inicialmente en Chile, pero que luego habría fugado a Perú, don-de además se encuentran refugia-

dos los ex ministros Mirtha Quevedo, Javier Torres Goitia y Jorge Torres Obleas.

“Nosotros a través de informaciones oficiales de la Fiscalía conocemos que Dante Pino está detenido en Chile”, aseguró hoy Ávalos.

Los dos únicos ex ministros que comparecen en el Juicio de Responsabilidades, Adalberto Kuajara y Erick Reyes Villa aseguraron que no eran parte del entorno de Sánchez de Lozada; por tanto, no partici-paron de las decisiones y el operativo ordenado por el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Testigos presentes Desde los últimos días empezaron a declarar en

el Juicio de Responsabilidades contra Goni, los testi-gos: heridos, afectados, autoridades, religiosos y fa-miliares de las víctimas de la “Guerra del Gas”.

Se estima que a lo largo del proceso comparez-can alrededor de 2.500 testigos y se presenten unas 4.900 pruebas.

Varios de los testigos aún arrastran las secuelas de la represión de septiembre y octubre de hace seis años: algunos quedaron postrados en sillas de ruedas, otros se movilizan con la ayuda de muletas, existen personas mutiladas, otras recuerdan sus cicatrices y los más presentan una serie de heridas.

A los testigos les ofrecieron dinero, lotes y hasta viviendas para que no declaren o simplemente no se presenten en el proceso. Todos rechazaron esas ofer-tas y de manera militante comenzaron a trasladarse entre Sucre, la sede del Poder Judicial, y El Alto, don-de viven.

Los heridos, afectados y familiares de las vícti-mas de la “Guerra del Gas” tienen que recurrir a la solidaridad para ser parte activa de este proceso.

En los rostros, pasos y testimonios de los heri-dos, afectados y familiares de las víctimas de la “Gue-rra del Gas” se puede recordar desde el alma, el furio-so sentido de dignidad y de justicia que tenemos los bolivianos…

Juicio de responsabilidades ingresa a su fase decisivaa seis años de la “Guerra del Gas”

alex contreras Baspineiro/ alai

Page 5: Trapiche nº8

Trapiche 5Octubre 2009, Cochabamba - Bolivia SOCIEDAD

LA “EDUCACIÓN” DE LAS MUJERES EN EL MEDIEVO

La tradición griega y romana sobre las mu-jeres y su papel social también fue heredada por la cultura cristiana; como indican Anderson y Zinsser, “sobre todo, se justificó y se perpetuó su subordinación” (2007:91), si bien se pue-de mencionar la rara excepción del compor-tamiento de Jesús de Nazaret quien, para estas mismas autoras, “en sus enseñanzas hizo pocas distinciones entre mujer y hombre, pese a la ocasional consternación que esto debió de cau-sar entre sus seguidores masculinos” (2007:91). No obstante este caso, es bien sabido cómo pos-teriormente la tradición cristiana, sobre todo a partir de la institucionalización de la religión y la conformación de la Iglesia de Roma, reduce las posibilidades de vida de las mujeres de for-ma sustancial para enclaustrarlas de por vida. En efecto, ya en los siglos posteriores, las posibilidades que las mujeres tenían de acceder a la instrucción será a través de la vida monástica y conventual, espacios éstos en los cuales se podía aprender latín con el fin de poder realizar las lecturas obligadas para las mujeres religiosas: “bajo la dirección de abadesas de singular energía e inteligencia, estos centros religiosos fueron excepcionales, equivalen-tes a las tan escasamente dotadas universidades” (Ander-son y Zinsser, 2007:211).

Por su parte, la Reforma Protestante introdujo una transformación importante para las mujeres: para que éstas fueran buenas esposas y madres y educasen bien a los hijos e hijas, se necesitaba que supieran leer. Por otro lado, el protestantismo induce a la lectura de los textos sagrados por parte de sus seguidores y seguidoras lo que implica la alfabetización masiva, no sólo de las mujeres (sean éstas de clases altas o no), sino de las clases popula-res. Ello supuso la proliferación de escuelas que enseña-ban a leer y escribir en aquellas áreas de Europa adscri-tas al protestantismo...En el caso de los países católicos habrá que esperar varios siglos más para que las escuelas fueran parte del paisaje de pueblos y ciudades.

Durante la época feudal, las mujeres de la nobleza accedieron a la lectura y la escritura no sólo a partir de la vida monástica, como vimos más arriba, sino también en el espacio de los castillos. Anderson y Zinsser mencionan especialmente a las mujeres “trobairitz” (2007:331) de la Provenza: éstas eran esposas e hijas de familias nobles que se divertían a sí mismas y a las demás contado anéc-dotas de diversa índole (si bien principalmente amoro-sas) a partir de la composición de poemas o canciones en lenguas vernáculas (no en latín)...por lo tanto, debían de saber leer y escribir. Salvo estas honrosas excepciones, “el ideal de mujer dependiente, protegida y mantenida, su-misa, casta, hija, esposa o madre obediente” (2007:357) seguirá perpetuando la subordinación femenina en la Europa Medieval y hasta bien entrada la Edad Moderna. Unido a ello, tanto la literatura como la filosofía se encar-gaban de mantener la condición de subalternalidad de las mujeres europeas y, por lo tanto, su total aislamiento de las fuentes del saber, del conocimiento, de las artes y de las ciencias aún incluso a partir del siglo XV tras la inven-ción de la imprenta.

A mediados del siglo XV, la invención de la impren-ta y la rápida popularización del papel escrito permitie-

ron que las obras clásicas de los filósofos (hombres) de la antigüedad se distribuyeran por toda Europa; de esta forma, los preceptos sobre la educación y la instrucción de las mujeres se institucionalizan a través de los libros y la imagen de la mujer virtuosa (principal antecesora de la posterior idea de ángel del hogar) es transmitida no sólo por los libros sino también por las madres, principales encargadas de la educación virtuosa de sus hijas. Por su-puesto, la lectura y la escritura (y, no digamos, la ciencia o la filosofía) quedaban tácitamete excluídas de este proce-so educativo madre-hija ya que, para ser virtuosa, no era preciso saber leer y escribir, sino cumplir los preceptos de comportamiento y orden asignados a las mujeres.

LA EDUCACIÓN DE LAS MUJERES EN LA EDAD MODERNA

En El nacimiento de la mujer burguesa, Julia Varela muestra cómo las mujeres de las clases altas que podrían haber tenido acceso a los estudios y el conocimiento, fue-ron “expulsadas” (1997:160) de las Universidades cuan-do éstas comienzan a expandirse por Europa a partir del siglo XIV. Para la autora, la institucionalización y norma-lización del conocimiento en unos estudios formales, en un espacio determinado y con unas normas determina-das para profesores (hombres) y alumnos (hombres) su-puso el alejamiento prácticamente total de las mujeres de las posibilidades de acceder al saber. Si bien todavía entre los siglos XIV y XV se pueden encontrar mujeres (unas pocas decenas en las Universidades inglesas, italianas o francesas) en los estudios uiversitarios de Medicina, de forma sucesiva éstas fueron alejadas de los mismos y tu-vieron que arriesgarse a ejercer su profesión aún cuando algunas de ellas eran reclamadas por la aristocracia para su servicio médico personal.

Unido a ello, el predominante pensamiento huma-nista de los siglos posteriores y el nacimiento del mundo comercial capitalista promueven ciertos valores morales para las mujeres y crean un “dispositivo de feminización” (Varela, 1997:10) a partir del cual se produce una nueva “redefinición social de los sexos” (Varela, 1997:11) que permite conformar la imagen arquetípica femenina que habrá de imponerse en la Europa Occidental durante varios siglos y que, según la autora, supone uno de los fundamentos de la jerarquización sexual predominante

en este espacio geográfico hasta nuestros días. Por supuesto, el pensamiento humanista tam-bién identificó claramente cuál debía de ser tanto la instrucción cuanto la educación de las mujeres para convertirlas al ideal de la per-fecta casada puesto que el matrimonio mo-nogámico para las mujeres se convierte en el núcleo socio-económico fundamental de las sociedades modernas, urbanas y capitalistas. No obstante ello, los sucesivos cambios en las economías europeas (las diferencias entre los países en estos siglos se hacen visibles), antes o después, permitirán “un aumento de las oportunidades para todos, tanto mujeres como hombres ambiciosos” (Anderson y Zinsser, 2007:417). De hecho, el ideal de la perfecta casada promovió la instrucción de las mujeres, orientadas a convertirse en un apoyo para los esposos, incluyendo materias como música, idiomas, escritura, etc.; estas

actividades eran responsabilidad bien del padre o bien del marido, una vez las mujeres se hubieran convertido en su esposa.

También se pueden contar casos de mujeres que fueron alentadas al estudio por parte de sus padres o ma-ridos que “las animaban, incluso, a participar de la espe-culación filosófica y religiosa (...). Las mujeres, igual que los hombres, leían, traducían y escribían estudios críticos sobre textos clásicos y cristianos de la primera época” (Anderson y Zisser, 2007: 555). Otro espacio educativo para las niñas de la aristocracia o de la nueva burguesía urbana (mercaderes, artesanos) era el que podía pro-veer la Iglesia Católica: “a veces enseñó a leer, aritmética sencilla y formación religiosa a las niñas” (Anderson y Zinsser, 2007:468). Posteriormente, ya en el siglo XVII, muchas ciudades protestantes del Norte de Europa y Francia proponían e, incluso, podían llegar a exigir una educación primaria para las niñas y los niños (Anderson y Zinsser, 2007:468).

Si bien la expansión de la educación primaria para niños y niñas se hace realidad a partir de las primeras décadas del siglo XVIII, los ideales de la Ilustración dan continuidad a las propuestas del pensamiento Huma-nista respecto de la educación de las mujeres. Como es bien sabido, en la década del ´60 del siglo XVIII Rous-seau publica el tratado de educación,seguramente más influyente respecto a las posibilidades educativas de las mujeres, basado en la natural debilidad de éstas respecto de los varones. En base a las tesis de Rousseau se diseñan e instituyen modernos sistemas educativos que no hacen sino secularizar la tradicional subordinación femenina; este aspecto no debería de sorprendernos si no fuera por el hecho de que las tesis de la subordinación se constru-yen en un contexto histórico ilustrado bajo el ideal de li-bertad, igualdad y fraternidad. Por lo tanto, las cada vez más extendidas escuelas primarias reproducen estudios diferenciados para niños y niñas y, de la misma forma, las Escuelas Normales igualmente diseñan programas de formación de maestras y maestros específicos de tal for-ma que se garantiza la perpetuación del orden jerárquico de los sexos.

Anderson, Bonnie S, Zinsser, Judith P (2007) - Historia de las mujeres. Una historia propia. Ed. Crítica, Barcelona.

Varela, Julia (1997).- El nacimiento de la mujer burguesa. Ed. Ediciones de La Piqueta, Madrid.

De la instrucción y la educación de las mujeresBreve recorrido histórico (ii)

elena apilánez piniella

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Trapiche6 Octubre 2009, Cochabamba - BoliviaPOLÍTICA

Terror y resistencia popularandrés Mora ramírez

A pesar de que la cultura del terror y la influencia del imperialismo aún gravitan con fuerza en la memoria

colectiva y en la geopolítica centroamericana, en los últimos años también asistimos a un des-pertar de los pueblos, de sus luchas y formas de organización, estimuladas por los procesos re-volucionarios y de cambio político-cultural en nuestra América. Hoy, la resistencia del pueblo hondureño va abriendo nuevos caminos.

El mismo día que el presidente Manuel Ze-laya sorprendió al mundo con su ingreso a Tegu-cigalpa, echando por tierra los cálculos políticos de impunidad de los golpistas dirigidos por Ro-berto Micheletti, el General Romeo Vázquez y sus aliados en el Departamento de Estado y el Comando Sur de los Estados Unidos, el diario La Jornada de México publicó una entrevista a Noam Chomsky (América Latina es el lugar más estimulante del mundo, 21-09-2009), en la que el intelectual estadounidense aseguró que Centroamérica está traumatizada por el terror reaganiano. No es mucho lo que sucede allí. Es-tados Unidos sigue tolerando el golpe militar en Honduras, aunque es significativo que no lo pueda apoyar abiertamente.

Chomsky acierta en cuanto que asigna al terror un lugar fundamental en el análisis y la comprensión de la realidad centroamericana. La carga de los soldados y policías hondureños contra hombres y mujeres armados únicamente con su dignidad, demuestra el grado de enajena-ción de ese aparato ideológico-militar. Entrena-dos según los principios de la doctrina de segu-ridad nacional, los militares hondureños ven en sus compatriotas al temible enemigo interno y a los fantasmas del comunismo internacional. En consecuencia, están dispuestos a matar y repri-mir sin escrúpulos.

Ahora bien, se trata de una política del te-rror que antecede a la guerra sucia promovida por el expresidente Reagan y los halcones del Pentágono durante la década de 1980, en Gua-temala, El Salvador y Nicaragua. Sus raíces se hunden en los orígenes mismos del Estado en Centroamérica, hacia mediados del siglo XIX, cuando desde la oligarquía se gestó una cultura de la violencia y un ejercicio arbitrario del po-der que pervive en nuestros días, como obstá-culo inmenso para la construcción de auténticas democracias.

Allí donde el Estado oligárquico, rendido a los intereses del monopolio y el capital extran-jero, no logró subordinar a los sectores campe-sinos, indígenas y populares a su hegemonía, se impuso el orden a través del terror físico, sicoló-gico y político.

Para comprobarlo, bastaría con repasar la historia de la represión en Centroamérica como forma de dominación y control social ejercido por la oligarquía y el imperialismo, con casos tan representativos como el genocidio de 30.000 campesinos, indígenas y obreros en El Salva-dor, en 1932; la explotación de los trabajadores bananeros en la costa Atlántica de Honduras, Nicaragua y Costa Rica; la usurpación de tierras indígenas y campesinas por parte de los latifun-distas; o el etnocidio y las desapariciones (esti-

madas en más de 40.000 personas) practicados como política de Estado en Guatemala, durante la guerra de tierra arrasada y contrainsurgencia de finales de la década de 1970 y principios de la de 1980.

Cultura del terror y abuso del poder for-man un binomio clave en el desarrollo fragmen-tado, desigual y excluyente de los países centro-americanos.

Donde discrepamos del argumento de Chomsky es en su afirmación de que aquí, en nuestras sufridas tierras, no es mucho lo que su-cede. A pesar de que la cultura del terror y la in-fluencia del imperialismo aun gravitan con fuer-za en la memoria colectiva y en la geopolítica centroamericana, en los últimos años también asistimos a un despertar de los pueblos, de sus luchas y formas de organización, estimuladas por los procesos revolucionarios y de cambio político-cultural en nuestra América.

Desde el año 2000, las movilizaciones po-pulares contra el ALCA, el Plan Puebla Panamá y el Tratado de Libre Comercio de Centroamé-rica y EE.UU, se fortalecieron en toda la región. Asimismo, el reciente triunfo electoral del Fren-te Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en El Salvador, evidencia un cambio importante en la correlación de fuerzas políticas y sociales, que alcanza también a Guatemala y Nicaragua.

Hoy, la resistencia del pueblo hondureño va abriendo nuevos caminos. Su lucha diaria, durante tres meses, contra la represión militar, así como la progresiva radicalización del liberal Manuel Zelaya y su acercamiento a los movi-mientos populares, campesinos e intelectuales, constituyen un proceso pedagógico y ejemplar, liberador y sumamente estimulante para la uni-dad de los pueblos centroamericanos.

Precisamente, el decidido apoyo a la de-mocracia en Honduras, al Frente Nacional de Resistencia y al presidente Zelaya, por parte de los gobiernos y organizaciones sociales de Nicaragua, El Salvador, Guatemala y de Costa Rica ¬más allá del ambiguo papel desempeñado por el presidente Oscar Arias-, constituyen una señal alentadora en una región educada para el aislamiento y la mutua desconfianza.

En una de sus últimas reflexiones, publi-cada el 24 de setiembre, Fidel Castro explicó que hemos visto surgir una nueva conciencia en el pueblo hondureño. Toda una legión de luchadores sociales se ha curtido en esa batalla. Zelaya cumplió su promesa de regresar. Tiene derecho a que se le restablezca en el Gobierno y presidir las elecciones. De los combativos mo-vimientos sociales están destacándose nuevos y admirables cuadros, capaces de conducir a ese pueblo por los difíciles caminos que les espera a los pueblos de Nuestra América. Allí se engen-dra una Revolución.

Los pueblos asumen el protagonismo de su destino. Hay triunfos y derrotas, pero el terror oligárquico e imperialista va quedando atrás, aunque los golpistas hondureños insistan en volver al pasado.

Definitivamente, algo empieza a ocurrir en Centroamérica.

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Trapiche 7Octubre 2009, Cochabamba - Bolivia POLÍTICA

Honduras: ¿el principio del fin?atilio Boron / rebelión

Zelaya ya está en Tegucigalpa y su ingreso a Honduras, bur-lando las “medidas de segu-

ridad” instaladas a lo largo de la frontera, debería marcar el comienzo del fin del ré-gimen golpista. Son varias las razones que fundamentan esta esperanza, que sucinta-mente se exponen a continuación.

Primero, porque los gorilas hondu-reños y sus instigadores y protectores en Estados Unidos (principalmente en el Co-mando Sur y el Departamento de Estado) subestimaron la masividad, intensidad y perseverancia de la resistencia popular que día tras día, sin desmayos, manifestaría su oposición al golpe de estado. En realidad ta-maño rechazo no estaba en los cálculos de nadie, si nos atenemos a la historia contem-poránea de Honduras. Pero el nuevo rumbo decidido por Zelaya: su positiva respuesta ante largamente postergados reclamos po-pulares y la reorientación de su inserción internacional en el marco del ALBA tuvie-ron un efecto pedagógico impresionante y desencadenaron una reacción popular ines-perada para propios y ajenos.

Segundo: el régimen golpista de-mostró ser incapaz de romper un doble aislamiento. En el frente interno, quedan-do cada vez más en evidencia que su base social de sustentación se reducía a la oli-garquía y algunos grupos subordinados a su hegemonía, incluyendo los medios de comunicación dominados sin contrapeso por el poder del capital. Además, el paso del tiempo lejos de debilitar la resistencia popular lo que hizo fue acotar cada vez más el apoyo social al régimen. En el flanco in-ternacional el aislamiento de Micheletti y su banda es casi absoluto: salvo poquísimas excepciones toda la América Latina y el Caribe retiró sus embajadores, y lo propio hicieron varios de los países más gravitan-tes de Europa. La misma OEA adoptó una línea dura en contra del régimen y, a poco andar, el único apoyo externo con que con-taba el gobierno provenía de Estados Uni-dos. Este sin embargo, siguió una trayecto-ria declinante que se fue acentuando con el paso del tiempo: desde la negación de visados al personal diplomático acreditado en Washington hasta medidas cada vez más exigentes en contra del propio Micheletti y sus colaboradores.

Tercero, porque las ambiguas políticas del gobierno de Estados Unidos -producto de la puja interna dentro de la administra-ción- que facilitaron la perpetración del golpe de estado fueron lentamente defi-niéndose en una dirección contraria a los intereses de los usurpadores. Si el inicial rechazo al golpe manifestado por Obama fue luego atenuado y entibiado por su an-tigua (¿y actual?) rival, la Secretaria de Es-tado Hillary Clinton, el carácter indisimu-lablemente retrógrado de Micheletti y su entorno así como la interminable sucesión de exabruptos e insultos dirigidos a Obama cada vez que la Casa Blanca expresaba al-

guna crítica a Tegucigalpa y su manifiesta incapacidad para construir una base social, fueron lentamente inclinando el fiel de la balanza en contra de las posturas amadri-nadas por la Secretaria de Estado y creando una atmósfera cada vez más antagónica en relación a los golpistas.

Cuarto y último: el régimen instaura-do el 28 de Junio constituye un serio dolor de cabeza para Obama. En primer lugar, porque desmiente enfáticamente sus pro-mesas de fundar una nueva relación entre Estados Unidos y los países del hemisferio. El apoyo inicial al golpe, puesto de mani-fiesto en la obstinada resistencia de Was-hington a caracterizarlo como un “golpe de estado”, la tibieza de la respuesta diplo-mática y la indiferencia ante las gravísimas violaciones a los derechos humanos per-petrada por Tegucigalpa dañó seriamente la imagen que Obama quería establecer en América Latina y el Caribe. La continui-dad del régimen golpista haría aparecer a Obama como un político irresponsable y demagógico o, peor aún, como alguien in-capaz de controlar lo que hacen y dicen sus subordinados en el Pentágono, el Coman-do Sur y el Departamento de Estado. Y esto se liga con otro asunto, el segundo, suma-mente importante y que excede el marco de la política hemisférica: su credibilidad en la arena internacional. Al demostrar su impotencia para controlar lo que ocurre en su “patio trasero” los gobernantes de otros países –especialmente la China, Rusia y la India- tienen razones para sospechar que tampoco será capaz de controlar a los sec-tores más belicistas y reaccionarios de Esta-dos Unidos, para quienes sus promesas de alentar el multilateralismo equivalen a una capitulación incondicional ante sus odia-dos enemigos.

Esto es particularmente grave en mo-mentos en que Obama está negociando con Rusia un nuevo acuerdo para reducir el arsenal nuclear de ambos países, algo que Washington necesita tanto o más que Mos-cú debido a la hemorragia económica pro-ducida por las guerras en Irak y Afganistán y al incontenible déficit fiscal norteameri-cano. El fracaso de este acuerdo tendría un costo económico enorme sobre el presu-puesto público en momentos en que ese di-nero se necesita para aventar los riesgos de una profundización de la crisis económica estallada en el 2008. Pero para persuadir a los rusos de que su plan de reducción de ar-mamentos es viable tiene primero que de-mostrar que está en control de la situación y que sus halcones dentro del Pentágono no le quebrarán la mano. Cada día que per-manezca Micheletti en el poder equivale a un mes más de difíciles conversaciones con Medvedev y Putin para convencerlos de que sus promesas se traducirán en hechos. Porque, si no puede controlar a los suyos en Honduras, ¿podrá hacerlo cuando se trate de una cuestión estratégica y vital para la seguridad nacional de Estados Unidos?

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Trapiche8 Octubre 2009, Cochabamba - BoliviaSOCIEDAD

Algunos estudiosos afirman que Descolonizar significa revisar la historia no como nos la contaron

sino como pretendieron ocultarla y por ello resaltan la importancia de recuperar la historia de las diferentes civilizaciones y su grandeza como una forma de reivindicación de los pue-blos dominados frente al orden imperial.

Cuando Enrique Dussel, importante teó-rico de esta corriente, nos habla de reescribir la historia, no solo se nos plantea la necesidad de mirar atrás para no olvidar un pasado ominoso para nuestra Latinoamérica y de la necesidad de mistificar una cultura milenaria negando el desarrollo occidental, para Dussel, el objetivo pasa mas bien por la urgencia de recuperar nuestro presente y pasado para ejercer el derecho a deci-dir sobre el futuro que queremos.

En estos términos reescribir la historia significa en-tonces mirar hacia adentro pero también mirar a Bolivia en el contexto mundial; es decir, entender como opera el poder imperial para mantener la dominación sobre sus “colonias” a partir de la vigencia de leyes y tratados que protegen la industria y los intereses de las naciones del primer mundo en desmedro de las naciones dominadas y condenadas al subdesarrollo, y además reconocer que en esta avaricia por el poder, la tergiversación y la nega-ción de la historia ha jugado un papel importante en la negación del alma de los pueblos, debilitando su sentido de pertenencia y reafirmando la superioridad de los do-minadores y el sentimiento de inferioridad y resignación en los dominados.

La batalla por la subordinación de las culturas opri-midas ha implicado una estrategia dual y simultánea de seducción y represión; si bien esta última se aplicó mu-chas veces en la esfera social política y económica donde la tragedia de los muchos resultaba altamente rentable

para unos pocos privilegiados. En la esfera individual e íntima del sujeto globalizado la seducción del éxito in-mediato e individual por encima del bienestar colectivo fue un arma eficaz de penetración de los valores que im-puso el libre mercado bajo un lenguaje subvertido de la libertad.

Descolonizar entonces significa recuperar el ver-dadero sentido de las palabras y los hechos, en caso contrario la distorsión del significado y la subversión no solo del lenguaje sino también los hechos como ante un mismo espejo de dimensiones distintas se traduce en la confusión y descontextualización premeditada de la opinión pública. Allí donde la violencia y el terror de las dictaduras generaron muertos y desaparecidos, la prensa sometida generó información contradictoria y descon-textualizada para justificar la impunidad promoviendo el sensacionalismo y una cultura del miedo basada en la amenaza constante a quien protestara.

El resultado de esta estrategia que involucra la es-fera individual y colectiva de los sujetos y las sociedades

no solo profundizó la brecha entre ricos y po-bres, sino que además promovió el desarrollo de generaciones infantilizadas e incapaces de organizarse para la defensa de sus intereses y sus derechos, masificando una aldea global de seres fragmentados, descontextualizados, sin fuerza de voluntad, despolitizados sin capacidad de decidir por si mismos ni por su propio destino.

El desarrollo de las Sociedades de Bien-estar y de Consumo y la virtualización de la realidad solo trajo mayores frustraciones al no alcanzar la felicidad que prometía el mercado, las relaciones sociales se deterioraron en fun-ción del ego y la individualidad en función del éxito fácil nunca develó que las oportunidades no eran las mismas para todos. Las teorías que

sostuvieron el modelo económico actual solo termina-ron en una garantía de futuro que el colapso pasaría y que tendríamos una sociedad más justa y mejor, algo que nunca se concretó.

En una primera conclusión Descolonizar signifi-ca entonces Negar la Negación de los pueblos, asumir el protagonismo histórico de los movimientos sociales, reescribir la historia para recuperar formas ancestrales del desarrollo de las sociedades no bajo una idea de mistificar el pasado o por el contrario para emular un Desarrollo deshumanizante de las sociedades donde las personas son mercantilizadas, reemplazables, donde la mujer es cosificada en el mercado. Por lo mismo Des-colonizar significará asumir una nueva relación frente a un poder asumido como una responsabilidad al servicio de la sociedad misma, donde el ser humano existe como individuo y como parte de una colectividad y no como individuo fragmentado que legitima la instauración de un orden imperial colonial dominante y cuyo discurso a nombre del Desarrollo y la Evolución subvirtió el len-guaje de la Libertad y la Democracia.

Cynthia Cisneros/Rebelión

descolonización vs. desarrollo

“Nos merecemos por fin un gobierno bueno”. Votaremos por la seguridad y para traer la paz a Afga-nistán. Ya estamos cansadas de lucha y guerra”. Estas palabras marcaron un mitin de las mujeres afganas. De aquellas que se atreven a salir de casa y en ese camino no pierden la cara rociada con ácido o la propia vida. Y es qué en Afganistán, a pesar de que los candidatos pre-sidenciales han prometido durante su campaña mejo-rar la situación de las mujeres, los hechos demuestran que en ocho años, la violencia doméstica, la pobreza, el fundamentalismo y la tradición, las siguen haciendo invisibles. Según afirman desde la Asociación Revolu-cionaria de Mujeres Afganas RAWA, los ataques con ácido, violaciones, matrimonios forzosos y autoinmo-lación (mujeres que se queman a sí mimas como forma de suicidio ante .la desesperación de la situación que viven en sus hogares, la violencia familiar que sufren tras matrimonios forzosos, con maridos adictos a las drogas, vendidas por sus padres o entregadas a cambio de una deuda…) son el pan nuestro de cada día. Es

verdad que la Constitución les reconoce el derecho a estudiar, trabajar y divorciarse, entre otros, pero la rea-lidad se vive de otra manera. Las tradiciones, la autori-dad del hombre y la dependencia económica absoluta son las que dictan lo que una mujer debe hacer. La vida sigue siendo demasiado dura para las mujeres afganas. Aunque ya no estén confinadas en casa como cuando los talibanes, no tienen garantizados los derechos hu-manos. Esto ha hecho que algunas diputadas, estén pidiendo una justicia y unas fuerzas de seguridad pen-sadas para mujeres, que sirvan para eliminar el “acoso sexual” al que la policía somete de forma cotidiana a miles de afganas. “Si la ley no nos protege, ¿quién lo hará?, dicen ellas. Intermon Oxfam denuncia en un informe reciente que una gran parte de la ayuda total destinada a Afganistán, más de 15.000 dólares en el úl-timo sexenio, es absorbida por los beneficios que reci-ben empresas y subcontratas extranjeras. Realmente se ha destinado muy poco a la construcción de un Estado sostenible. En una Administración escandalosamente

corrupta, con antiguos señores de la guerra ocupando puestos en el Gobierno y el Parlamento, los talibanes parecen estar ganando fuerza, pese a los esfuerzos de los máximos responsables de la OTAN por negarlo”. Y Hamid Karzai, ha dejado de mirar hacia las mujeres en favor de los señores de la guerra. No le importa que las mujeres afganas se tengan que enfrentar a demoledo-res desafíos: su tasa de alfabetización ronda apenas el 21 por ciento, la salud brilla por su ausencia y en estas elecciones sólo hay dos mujeres entre los 41 candida-tos. Las dos mujeres candidatas, que no han podido desplazarse a hacer campaña a las áreas rurales debido a la situación de inseguridad.

Por todas estas razones y por qué en muchos casos les han impedido ir a votar, la participación fe-menina ha sido muy baja, cuando no manipulada, así que el proceso electoral, desde este punto de vista está adulterado, digan lo que digan las fuentes oficiales.

Afganistán, ni ningún país del mundo, pueden avanzar en democracia, sin las mujeres.

afganistán: no, sin ellas.Tere sáez

…cuando los criollos blancos quisieron transar con la corona española, no los aceptaron porque los consideraron desde siempre ciudadanos de segunda clase

… hay que saber apropiarse de lo suyo, la reafirmación es solo si hay decisión política de ser libres (dussel)….

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Trapiche 9Octubre 2009, Cochabamba - Bolivia INTERNACIONAL

Joakim olsson

¿La muerte anunciada del modelo imperante?

La mayor parte de los problemas que sufren las sociedades de América Latina, tienen su origen en la injusta distribución: de ingre-

sos, de recursos, de poder. Eso afecta negativamente el nivel de desarrollo humano: si Latinoamérica tuviera los niveles de distribución de los ingresos del sur asiático, la pobreza latinoamericana no afectaría a un 40 % sino a un 15 % de la población. Por la misma desigualdad, cualquier porcentaje de crecimiento del PIB producirá un efecto mucho menor en los niveles de pobreza, y las diferencias tienden más bien a aumentar.

Los niveles de “capital social” tan bajos de Améri-ca Latina, esa profunda desconfianza entre personas1, lleva la marca de una sociedad que históricamente les ha negado a sus ciudadanos los derechos más básicos, produciendo sociedades desgarradas. Un ejemplo claro es la directa correlación entre desigualdad y el nivel de criminalidad. O sea, no es la pobreza de por sí, sino la falta de justeza, la que provoca criminalidad.

Con muy pocas excepciones, los modelos de de-sarrollo históricamente implementados en la región se han basado en exportación de materias primas (bajo o nulo valor agregado), de actividades extractivas con visión cortoplacista y predatoria que trae como conse-cuencia sociedades autoritariamente gobernadas, recur-sos naturales devastados y pobreza generalizada, a la par de opulencias escandalosamente ostentadoras.2

La política de sustitución de importaciones, cono-cida como “propuesta Cepalina”, fue un intento de dis-minuir el alto grado de dependencia externa que desde la colonia habían caracterizado a las sociedades latinoa-mericanas y que provocó crisis aguda en la gran depre-sión de los años 1930. A pesar de conseguir un proceso de industrialización relativamente exitosa, no coincidió con una redistribución de ingreso y por ende la deman-da interna necesaria de los productos no fue la suficien-te. En el marco del neoliberalismo de los años 1980, la propuesta es cambiada por su antítesis: el regreso de las viejas dogmas de la exportación.

Otro postulado neoliberal fue la disminución del sector público. Los defensores de este modelo prestaban argumentos de otras latitudes tan mecánicamente que incluso en países donde no funcionaba ni la más básica expresión de estado de derecho, iban acusando al sector público de ser un “estado benefactor/paternalista”. Pre-gonaban que los problemas se resolverían por el famoso “efecto de filtración” de los ricos hacia los pobres.

Sin embargo esa filtración nunca se materializó y la pobreza no disminuyó de manera significativa. En su lugar vinieron privatizaciones (muchas veces de bienes y servicios públicos) que fueron aprovechadas por los más ricos, en procesos de muy poca legitimidad que lle-garon a profundizar la desigualdad.

A falta de alternativas reales para combatir la po-breza, el éxodo migratorio hacia el norte fue la respues-ta de los sectores populares. El flujo impresionante de remesas que envían los y las “ilegales” ha significado la diferencia entre pobreza y miseria. La remesa representa hoy un elevado porcentaje del PIB en muchos países, es-pecialmente los más pobres del continente como Gua-temala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Bolivia. Ese combate de la pobreza es el instrumento de los mismos pobres y no ha contado con ningún apoyo oficial - sino todo lo contrario. Sin embargo, la migración tiene altos costos sociales y humanos, con una generación entera ausente, dejando a los hijos con los abuelos. Muchos ex-plican el explosivo desarrollo de las pandillas juveniles (maras) con este ausentismo paterno y materno.

El agudo deterioro del medio ambiente y la ame-naza muy concreta del cambio climático, son productos del manejo cortoplacista e irresponsable de los recursos naturales a favor de una minoría. También aquí es obvio que el costo lo vamos a pagar entre todos, aún los que no han tenido ningún beneficio del derroche.

Desarrollo político y socialDurante los últimos años el electorado latinoame-

ricano – ya con menos miedo de reacciones violentas de los sectores más reacios – ha ido favoreciendo alternati-vas de izquierda, que se identifican más con los derechos humanos y que proponen modelos de democracia con más participación en la definición de políticas. Implica también otra visión del papel del estado, con proyectos nacionales apostando por el mercado interno y con re-formas fiscales.

Con diferentes facetas de izquierda, entre los di-versos gobiernos latinoamericanos hay toda una gama de propuestas, desde reformas cautelosamente labra-das hasta políticas de fuerte intervención estatal sobre el aparato productivo. Coinciden en la necesidad de un estado como actor imprescindible por la necesidad de regulación y control frente a los abusos de poder de ac-tores privilegiados; cosa que las fuerzas del mercado han demostrado no ser capaces de implementar.

El golpe de estado en Honduras en contra del pre-sidente constitucional, demuestra la superficialidad del estado de derecho y el poco convencimiento democrá-tico de los sectores opulentos del poder fáctico, que ven factible echar por borda el andamiaje legal con tal de defender sus privilegios. Frente a la obstinación y la tor-peza de la argumentación del sector golpista, tenemos la defensa de los valores democráticos levantada por organizaciones valientes de la sociedad civil. Eso vuelve a demostrar la importancia de una sociedad civil y de movimientos sociales como baluartes para conseguir una democracia real, e incluso para defender la institu-cionalidad.

El aspecto género y los derechos de las mujeres, es

otro factor deficitario que viene a profundizar las bre-chas de la desigualdad social. A pesar de ciertos avances en marcos legales, la implementación y la práxis se han rezagado y estamos lejos de ver una sustancial mejora en las condiciones de las mujeres y niñas, así como pro-puestas de un rol más libre para los hombres.

Las desigualdades étnicas es algo que los pueblos desfavorecidos ya no aceptan. Con la aprobación en la ONU de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, se legitiman aún más las luchas de las organi-zaciones propias de los pueblos indígenas en defensa de sus derechos.

Con una economía tambaleante, las propuestas que provienen de cooperativas y otras formas de aso-ciatividad, han recobrado más interés entre el público. El atractivo percibido es que una cooperativa es más realista, más cercana, menos especulativa, menos arries-gada y menos derrochadora en sus costos de operación. Además, los excedentes se quedan o se invierten en la economía local y de esa forma favorece aún más el desa-rrollo del mismo entorno.

Hacia otra visión - la economía del cuidadoEn tiempos de crisis, los modelos moribundos pre-

sentan rendijas y vacíos que pueden ser aprovechados para plantear alternativas. Se empieza a dibujar una vi-sión alternativa sobre cómo satisfacer necesidades hu-manas – y de definir cuáles necesidades son prioritarios.

Esa propuesta habla de la economía del cuidado – que se enfoca en cuidar la vida de las personas humanas y de la naturaleza en una forma responsable y sostenible, en vez de seguir insistiendo en un crecimiento vacío que no responde a necesidades humanas básicas – además que el crecimiento económico en sociedades desiguales sólo aumenta la injusticia

Si a eso se agrega la necesidad de aplicar una visión de sostenibilidad ambiental y social de mucho más largo plazo, entonces es un planteamiento que sí enfoca en la satisfacción de necesidades humanas básicas como un asunto de cumplimiento de derechos, tal y como se vie-ne definiendo en muchos tratados y convenciones ratifi-cados pero que aun ha sido muy poco practicados.

En las décadas del neoliberalismo, las propuestas de la economía social fueron fuertemente marginadas, apretándose los marcos legales. El hecho de haber so-brevivido en esa época, es una muestra de la viabilidad del proyecto de asociatividad. Aunque hay que recono-cer también que en la época neoliberal, muchas empre-sas del sector social de la economía, se habían visto for-zados a adaptarse a la lógica imperante, aun cuando ésta atentaba contra principios básicos del cooperativismo.

Por ello, la pregunta autocrítica a hacerse es si to-das las empresas de la economía social hoy en día repre-sentan una visión más sostenible.

Lo promisorio es que, por su forma democrática de gobernarse, el sector social de la economía por lo me-nos representa una manera distinta de tomar decisiones, aplicando el principio democrático de un voto por per-sona – distinto al del sector privado de las sociedades anónimas. Aunado al principio de la membresía abierta y voluntaria, existe una mayor posibilidad de respuestas más sensatas y responsables a los grandes desafíos.

1 Como expresado en diferentes mediciones. Ver por ejemplo www.latinobarometro.org

2 En los países nórdicos el 10% de personas más acomodadas tie-ne 6 veces más ingresos que el 10% más pobre, mientras que en los países latinoamericanos donde tiene presencia el SCC, esa difrencia es de 60. Fuente: PNUD, Informe desarrollo humano 2007/08.

El coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad. Los valores asignados a cada país, corresponden al coeficiente de Gini donde 0 representa la perfecta igualdad y 1 representa la perfecta desigualdad, Bolivia con 0,6 es uno de los países con mayor desigualdad en la distribución del ingreso en la región y en el mundo. Para ilustrar mejor el coeficiente de Gini de Bolivia, tomar en cuenta que Japón tiene un coeficiente menor a 0,25 siendo uno de los países con mayor igualdad en el ingreso y Namibia con un coeficiente de 0.707 siendo uno de los países con mayor desigualdad.

COL0.586 VEN

0.482

BRA0.570

BO0.601

PRY0.584

ARG0.513

URY0.449

CHL0.549

MEX0.461

PER0.520

ECU0.536

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Trapiche10 Octubre 2009, Cochabamba - BoliviaPOLÍTICA

Bolivia esta transitando el tercer tiempo polí-tico emancipatorio, de eso no hay duda.

Los inicios de esta “transición” se mar-caron con las guerras del agua y del gas, momentos de despliegue organizativo y rebelión social, de instinto y capacidad de movilización efectiva y -para evidencia histórica-, con plena voluntad de poder, por ello mismo ininterrumpida y perforante de los “sentidos comunes” sobre los que se erigía el neoliberalismo. El imaginario elitesco de un modelo económico neoliberal todopode-roso había sido hecho trizas y así los tiene hoy la historia, hechos trizas, aunque finjan unidad, al fin y al cabo su unidad o su dispersidad partidaria, no depende de ellos mismos sino de lo que decidan los yu-eseis

Su segunda etapa interna, quizá la más llena en eso que se llama “la conquista del poder”, se da entre los go-biernos de Carlos Mesa y Rodríguez Veltzé, momentos donde la política tal cual había sido conocida entra en un agotamiento social que devela y denuncia la natura-leza colonial de la democracia y partidocracia boliviana. Embajada yanqui decidiendo la suerte de los partidos políticos, la CIA decidiendo los golpes de mano y las transnacionales financiando ambas tácticas.

La tercera etapa esta siendo encarada -exitosamen-te hasta el presente-, por Evo Morales Ayma, este pro-ceso esta visibilizando datos de poder antes ocultos, en-cubiertos e invisibilizados con el fino propósito de que los dominados (léase pueblo, indígenas, clase media in-cluida), no vean la realidad del campo político, un cam-po donde el colonialismo desataba todos sus infiernos, ofreciéndolos como paraísos…

A confesión de parte relevo de prueba… El campo político (concebido éste, como un lugar donde fuerzas políticas y sociales, se disputan el mayor espacio de ocu-pación simbólica y material, es decir de influencia ideo-lógica y control del Estado), fue en la Bolivia neoliberal el lugar exacto donde las formas contemporáneas de do-minación colonial se mostraban con toda su grosería y brutalidad

El “sistema” de partidos políticos, los “partidos” políticos y los “agentes” de su accionar… los políticos mismos, no eran mas que unos peleles que veían a la de-mocracia como un realityshow, las elecciones como lu-gar de marketing y los agentes como productos de venta, en síntesis un mercadeo donde la embajada norteameri-cana tenía un sitial de preferencia, de exclusividad en el tiempo, de mando y decisión únicos en el espacio.

El caso de Goni, visible gracias a que una de las pe-riodistas que trabajó con la empresa gringa de marketing electoral contratada por el mismo Goni, muestra con sinceridad cómo se planificaban las elecciones, cómo se planificaba el mercado político y cómo se planificaba el orden de los votos, y en ese contexto el video muestra cómo se planificaba la construcción de unos imaginarios colectivos en tal o cual sentido, al fin y al cabo, los ciu-dadanos eran vistos como agentes pasivos de una can-cha donde el vencedor se decidía por el voto gringo, el único voto que decidía en realidad quien se hacía de la poltrona.

La embajada era dueña verdadera de la soberanía y la democracia, esa era la forma democrática y su co-rrespondiente campo político… MNR, ADN, MIR ini-cialmente, CONDEPA Y UCS en medio camino, NFR y PODEMOS en el momento final, no solo fueron cóm-plices bien pagados del imperialismo norteamericano, sino que instauraron un sistema de pasanaku (sistema donde a cada uno -por sorteo- le toca un premio igual

al otro, pero en tiempos escalonados) donde el MNR, MIR y ADN fueron los favorecidos directos (CONDE-PA, UCS y NFR) los “opositores felices de serlo” pues con uno o con otro ganaban, las alianzas solían ser in-usuales, sorprendentes, admirables, corruptas y dege-neradas, una especie de misoginia política incestuosa a la vez, a su turno la oposición era una mentira llena de simpáticos levantamanos cuyo costo era predecible “por esa boquita mentirosita”.

En el lado de los votantes, se había erigido una ló-gica del más “vivo”, del más pasapasa, del más tránsfuga. Estas formas sociales de comportamientos políticos en los electores buscapegas, eran vistas como algo bueno y no malo, como algo digno de alabanza y no de abucheo.

Eran tiempos donde la doble moral, el doble dis-curso hacia que los políticos tejieran piruetas verbales realmente sorprendentes y hasta –en momentos- joco-sas. Como eso de “cruzar ríos de sangre por puentes de democracia”, dicha por Jaime Paz Zamora, o los “delitos cometidos por políticos son como errores humanos” como si los políticos fueran unos sobrehumanos que no cometen delitos solo “errores”, o aquel de “hombre blanco nunca miente” del inefable Walter Guiteras, pero las mas de las veces era el mismísimo Goni, quien sin desparpajo decía cosas realmente absurdas, realmente dantescas y con un español horrible además.

Fuimos espectadores de un campo político, donde

el “colonialismo de la democracia, los partidos políticos y los políticos mismos” era evidente, pero no eran adver-tidas como tales...

El neoliberalismo diseñó unos marcos de refe-rencia, construyó unos imaginarios colectivos, donde esa lógica de la demencia y ceguera forzada era el úni-co mundo posible, que no había nada fuera de él, que el comunismo y el socialismo habían fracasado, que las mayorías constituíamos una maldición dentro un Esta-do fallido, herederos de un pueblo enfermo y de unos indios levantiscos, que la única salida eran ellos, aun-que no ganaran ninguna de las elecciones con mas del 50%, de hecho desde 1985 hasta el 2005, ningún partido político (de los mencionados arriba) llego mas allá del 35%, y fueron gobierno con contubernios, corrupción y plastilineadas increíbles e inadmisibles para el sentido común, aquel que tiene dignidad…

El neoliberalismo hoy en retirada, -estrepitosa reti-rada diríamos-, diseñó un modelo de democracia colo-nial, colonizada y colonizante, pero ese modelo consti-tuía solo una variante más de las muchas que conocimos en la historia, una variante con discurso de moderniza-ción, desarrollo y lucha anticorrupción, pero con practi-

cas absolutamente contrarias a su predica.La descolonización de la política… Este tiempo

de descolonización –como política pública-, iniciado el 2006, ha recuperado para el país, la ética política, a con-trario sensu de lo que ocurría no hace mucho.

Este tiempo de descolonización ha demostrado que cuando se hace democracia con manos propias, con cabeza propia, con pies propios, los resultados suelen ser cualitativamente superiores en términos de resultados fi-nales.

El campo político hoy, ya no depende de la emba-jada norteamericana, ni de los empresarios transnacio-nalizados, sino de donde siempre debió depender: del pueblo.

No hubo recetas teóricas previas, la descoloniza-ción de la democracia, se fue haciendo en el camino, a través de instinto y capacidad de organización, de dejar que la política sea de todos, para todos como síntesis de todos.. y no del grosor de la billetera.

La descolonización de la democracia se fue ha-ciendo, siendo respondones e irreverentes a la embajada norteamericana y a todos aquellos que se creen poderes imperiales, siendo soberanos en el sentido estricto de la palabra.

La descolonización del campo político, hoy más que nunca, ha evidenciado la soledad de la derecha, su aislamiento de toda base social popular, ha evidenciado su fracaso como propuesta de organización institucional y programa de país, la derecha no tiene moral política ni estatura intelectual para enfrentar el presente electoral.

Su fracaso constituye el resultado inevitable, de una voluntad nacional de hacer el país a mano y sin permiso, hacerlo desde las viejas tradiciones políticas de aquellos que fueron históricamente despreciados, hacerlo tam-bién desde las tradiciones liberales, que hacen lo que prometen: libertad, igualdad y fraternidad y todo ello cada vez mas lejos del capitalismo.

La descolonización de la política y su campo de lucha, es hoy un lugar de teorización y practica revolu-cionaria que hace de la política algo que nos importa a todos.

La descolonización de la política y su campo de lu-cha, es hoy el lugar donde las fuerzas sociales encuentran su canal de expresión autónoma y libertaria.

La descolonización de la política, nos permite que, por primera vez en la historia de Bolivia sean los mayori-tarios y las mayoritarias quienes definan el horizonte de proyección electoral y sus posibles resultados, y es allí precisamente donde la descolonización se hace carne política, sentido común.

La descolonización del campo político ha puesto en evidencia dos formas de pensar la política, la una en-claustrada en su dependencia de la embajada norteame-ricana y su financiamiento, la otra dependiente de su sola voluntad de cambio; la una dependiente de las encuestas mentirosas, la otra con la sola convicción de la victoria; la una dependiente de los kilos arroz y los regalos de fa-vor, la otra con la dignidad por delante…

Las hilachas del neoliberalismo, representan la cró-nica de una muerte anunciada

Voto entierro es la consigna final contra una histo-ria que nos dolió, que nos duele todavía, pero ya sabe-mos como quitarnos ese dolor, ya tenemos el antídoto: votando contra el neoliberalismo decadente y sus prego-neros también decadentes, votando contra el terrorismo y sus perros de guerra...

La descolonización del campo políticoidón Moisés chivi Vargas/ rebelión

“El neoliberalismo diseñó unos marcos de referencia, construyó unos imaginarios colectivos, donde esa lógica de la demencia y ceguera forzada era el único mundo posible, que no había nada fuera de él, que el comunismo y el socia-lismo habían fracasado”.

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Trapiche 11Octubre 2009, Cochabamba - Bolivia POLÍTICA

Los bolivianos hemos sido “descertificados” por Estados Unidos,

constituido en el fiscal universal de la lucha contra el tráfico de narcó-ticos y en este caso de cocaína, que anualmente inyecta importantes cantidades de dólares a las arcas de su Departamento del Tesoro.

El presidente Barak Obama, dio a conocer tal situación en base a informes de sus congresales. Para el mandamás del imperio, Bolivia ha fallado de manera demostrable en la lucha contra el narcotráfico. Desde su punto de vista, no se han cumplido los acuerdos internacio-nales.

No han tardado las autorida-des en responder con datos pre-cisos. Según el Ministro Alfredo Rada, entre enero y lo que va de septiembre, la Fuerza de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), secuestró 19,4 to-neladas de cocaína, la erradicación de cultivos de coca comprometidas en 5.000 hectáreas para este año, se han cumplido con 4.425, 3.709 fábricas de droga y 5.053 pozas de maceración fueron destruidas, 14 laboratorios de cristalización, 5 de ellos de gran capacidad, quedaron incautados. Todos esos logros, en un solo año. Cuando la DEA norteamericana estaba a cargo del control, era ciega y sorda ante esas actividades, porque entonces no era represora de narcos sino, socia de la industria.

Los mega laboratorios incautados eran capaces de fabricar hasta 180 kilos diarios de cocaína, lo que quiere decir que por lo menos 64,8 toneladas de droga dejarán de circular en el mundo de los consumidores. La DEA se hizo de la vista gorda ante su funcionamiento, como ya lo hizo ante el mega laboratorio de la serranía de Huan-chaca en los años 1980.

UN ADELANTADO DE LA DESCERTIFICA-CION

Los gringos lo planifican todo para lograr lo que lla-man “mentiras creíbles”. Hace pocos días un adelantado suyo, denunció un notable crecimiento del narcotráfico en Bolivia. Se paseó por los canales de televisión para asegurar que los cultivos de coca estaban creciendo y que la cocaína no dejaba de ser exportada.

Cuando le preguntaron, sobre esos cultivos, asegu-ró que habían sobrepasado las 40 mil hectáreas exceden-tarias y que la inyección de dineros, llegaba a unos 120 millones de dólares anuales. Los medios de comunica-ción, generalmente ligados a los intereses contrarios al actual gobierno, no dejaron de mencionar tales denun-cias una y otra vez.

BREVE MIRADA AL PASADO NEOLIBERALDurante los gobiernos neoliberales, el embajador

estadounidense era verdaderamente un “virrey” cuya mano estaba fuertemente prendida a los testículos de los gobernantes a los que amenazaba quitarles la visa a Esta-dos Unidos, si no se sometían a sus mandatos.

La Consultora Müller & Asociados, detalló en su informe 64 de junio de 1991, que la corrupción caracte-rizaba al gobierno de entonces presidido por Jaime Paz y que una de sus consecuencias desembocó en las renun-cias del Ministro Guillermo Capobianco y del Coman-dante de la Policía Felipe Carvajal.

Una encuesta sobre el tema de la coca y la cocaí-na llevada a cabo en 1989 determinó un nivel muy bajo de confianza en las autoridades encargadas de reprimir el narcotráfico. La corrupción estaba verdaderamente descontrolada. Los políticos aparecían en fotografías y videos junto a notables narcotraficantes.

Respecto a la producción de coca, ese mismo infor-me indica que en 1985, existían 33,1 mil hectáreas cul-tivadas, subió en 1986 a 35,6 mil hectáreas, en 1987 se colocaron en 41,4 mil hectáreas, luego en 1988 llegaron a 50,4 mil hectáreas, 55,4 mil hectáreas en 1989 y 58,4 mil hectáreas en 1990.

Los narcotraficantes invertían y hacían pingües ga-nancias durante los gobiernos neoliberales. El informe de Müller & Asociados, señala que los ingresos medios por la exportación de cocaína, fueron así: 1985 (238.8 millones de dólares), 1986 (262,0 millones de dólares), 1987 (551,6 millones de dólares), 1988 (688,1 millones de dólares), 1989 (645,1 millones de dólares) y 1990 (699,1 millones de dólares).

¿SON SANTOS, LOS FISCALES DEL NARCO-TRÁFICO?

Durante las dictaduras militares, el imperio con sus instrumentos Fondo Monetario, Banco Mundial, Banco Interamericano y otros, nos endeudaron a niveles incon-cebibles y finalmente cañonearon al gobierno de Hernán

Siles, obligándole a constantes de-valuaciones que provocaron una hiperinflación que finalmente le empujó a renunciar.

Instalado un gobierno títere en 1985, fue obligado a lanzar una “bomba atómica” sobre la econo-mía boliviana. Se devaluó la mone-da, se dejó sin empleo a miles de trabajadores y se abrió una venta-nilla en el Bolsín del Banco Cen-tral, para que los narcotraficantes blanquearan allí sus dólares.

Las exportaciones ilegales de droga generaron entonces más ingresos para Bolivia, que todas las exportaciones legales juntas. La economía boliviana estaba verda-deramente enganchada a la cocaí-na y de eso no quieren acordarse los neoliberales que se desgañitan con acusaciones al actual gobier-no.

LA DEA Y SU MEGALABORATORIOEl 5 de septiembre de 1986, el biólogo Noel Kem-

pff Mercado, fue acribillado a balazos en la serranía de Huanchaca. Con ese incidente, se descubrió que la CIA y la DEA, habían instalado allí la mayor fábrica de cocaí-na del mundo. Las ganancias servían para financiar la guerra contra el gobierno de Nicaragua y las guerrillas salvadoreñas.

El congreso boliviano, decidió investigar, identifi-cando a Jorge Roca Suárez (Techo e’Paja) y Humberto Gil Suárez, como los principales regentes del lugar, que sin embargo actuaban bajo las instrucciones de un Cnl. Oliver North, que era el administrador de las ganancias destinadas a respaldar a los contras nicaragüenses.

Las investigaciones, adelantaban y cuando el dipu-tado Edmundo Salazar estuvo a punto de presentar un informe con la relación de las implicaciones de la emba-jada norteamericana, la CIA y la DEA, fue asesinado por un sicario que le esperaba en la puerta de su casa.

La embajada, montó un verdadero circo para des-viar la atención sobre el escándalo de Huanchaca. El es-cenario se trasladó a las selvas benianas donde se armó un gran teatro para detener a Roberto Suárez Roca, tam-bién llamado el Rey de la Cocaína. Pero éste no era sino un títere en la estructura delincuencial de la DEA y la CIA.

Se sintió traicionado y explotó: “El gobierno de los Estados Unidos, es el mayor narcotraficante del mundo”. Su hijo Robertito, convocó a una desafiante conferencia de prensa en la universidad de Santa Cruz, donde decla-ró sin tapujos: “La CIA y la DEA son los custodios del narcotráfico boliviano”.

SIN MORAL NI AUTORIDADCon tales antecedentes, muchas razones tuvo el

Presidente Morales, para ratificar que Estados Unidos ya no tiene moral ni autoridad para cuestionar la lucha con-tra el narcotráfico que se ejecuta con propios esfuerzos en Bolivia.

La DEA fue echada del país, aunque sus agentes si-guen incrustados, lo mismo que los de la CIA. Morales acaba de señalar que la conducta de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico está mejorada y que sin contar con la ayuda norteamericana, los narcotraficantes están recibiendo duros reveses.

“Descertificados” por el país de los drogadictosfortunato esquivel / rebelión

“El 5 de septiembre de 1986, el biólogo Noel Kempff Merca-do, fue acribillado a balazos en la serranía de Huanchaca. Con ese incidente, se descubrió que la CIA y la DEA, habían insta-lado allí la mayor fábrica de co-caína del mundo. Las ganancias servían para financiar la guerra contra el gobierno de Nicara-gua y las guerrillas salvadore-ñas”.

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Trapiche12 Octubre 2009, Cochabamba - BoliviaCULTURA

Alí Ramón Rojas Olaya / Rebelión

Mercedes Sosa le dio gracias a la vida por haberle dado los dos mate-riales que forman su canto: dicha y quebranto. Con su canto le pi-dió a Dios que la muerte no le sea indiferente, que la resaca muerte

no la encontrara vacía y sola sin haber hecho lo suficiente. Nació en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935 en un hogar humilde del cual salió a caminar por la cintura cósmica del sur. Pisó en la región más vegetal del viento y de la luz. Sintió al caminar toda la piel de América en su piel y andaba en su sangre un río que liberó en su voz su caudal. Mercedes siempre le cantó a la vida aún en medio de la violencia que sacudía a su Argentina en la década de los setenta del siglo pasado. En 1979 fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar. El hostigamiento y el cerco que se fue formando en torno de ella la obligaron a exiliarse en París y luego en Madrid. En teoría, Mercedes Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Si se calla el cantor calla la vida porque la vida, la vida misma es todo un canto. Si se calla el cantor, muere de espanto la esperanza, la luz y la alegría. Si se calla el cantor se quedan solos los humildes gorriones de los diarios, los obreros del puerto se persignan, ¿quién habrá de luchar por su salario?

En un país en que la vida humana no tenía valor alguno, y cientos de ellas se perdían en la oscuridad de las mazmorras, los usurpadores del poder pensaban que la canción con contenido era peligrosa. Por eso había que acallar a los cantores, como una manera de silenciar a la gente. Mercedes no cantaba por cantar. Sus canciones estaban cargadas de contenido social y político porque ella no permanecía ajena al compromiso y la militancia con la que quería colaborar para construir un mundo más justo y equitativo. Qué ha de ser de la vida si el que canta no levanta su voz en las tribunas por el que sufre, por el que no hay ninguna razón que lo condene a andar sin manta. ¡Que se levanten todas las banderas cuando el cantor se plante con su grito, que mil guitarras desangren en la noche una inmortal canción al infinito! Mercedes se ha ido con su soledad, fue a buscar poemas nuevos. Está ahora con Violeta Parra, Benjo Cruz, Atahualpa Yupanqui, Alí Primera, Víctor Jara, Alfredo Zitarrosa y Otilio Galíndez. Su voz antigua de viento y de sal le requebró el alma y se la llevó. Se fue hacia allá, como en sueños, dormida, Mercedes, vestida de mar.

Mercedes sosa, in memoriampor la blanda arena que lame el mar

Este interesantísimo libro de Varela, publicado por Edi-ciones de la Piqueta (Madrid, España) en 1997, en el marco de su excelente colección “Genealogía del Poder”, presenta el concepto de dispositivo de feminización que, en palabras de la propia autora “confirió a la supuesta naturaleza femenina, a través de determinadas técnicas y tecnologías de gobierno,

(…), cualidades específicas y se articuló sobre el dispositivo de sexualidad, descrito por Michel Foucault”. El libro muestra cómo se construye la imagen de la mujer burguesa y del eterno femenino que constituyen una pieza esencial en la génesis de la Modernidad y en la estructuración del sistema capitalista.

ELENA APILÁNEZ PINIELLA

Julia Varela

eL naciMienTo de La MuJer BurGuesa“eL caMBianTe desequiLiBrio de poder enTre Los sexos”

Por la blanda arenaQue lame el mar

Su pequeña huellaNo vuelve más

Un sendero soloDe pena y silencio llegóHasta el agua profunda

Un sendero soloDe penas mudas llegó

Hasta la espuma.

Sabe Dios qué angustiaTe acompañó

Qué dolores viejosCalló tu voz

Para recostarteArrullada en el canto

De las caracolas marinasLa canción que canta

En el fondo oscuro del marLa caracola.

Te vas AlfonsinaCon tu soledad

¿Qué poemas nuevosFuíste a buscar?Una voz antigüaDe viento y de sal

Te requiebra el almaY la está llevandoY te vas hacia alláComo en sueños

Dormida, AlfonsinaVestida de mar.

Cinco sirenitasTe llevarán

Por caminos de algasY de coral

Y fosforescentesCaballos marinos harán

Una ronda a tu ladoY los habitantes

Del agua van a jugarPronto a tu lado.

Bájame la lámparaUn poco más

Déjame que duermaNodriza, en paz

Y si llama élNo le digas que estoy

Dile que Alfonsina no vuelveY si llama él

No le digas nunca que estoyDi que me he ido.

Te vas AlfonsinaCon tu soledad

¿Qué poemas nuevosFueste a buscar?Una voz antiguaDe viento y de sal

Te requiebra el almaY la está llevandoY te vas hacia alláComo en sueños

Dormida, AlfonsinaVestida de mar.

Alfonsina Y El MarMercedes Sosa