transición #2

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Septiembre 2012, Número 2 $5.00 Director: Carlos Ramírez www.grupotransicion.com.mx [email protected] García Márquez y yo I-VIII Carlos Ramírez , Fernando Dworak , Raymundo García , Lidia Aguilar Balderas , Rafael Abascal , Jesús Manuel Araiza , Luy , Eduardo Mejía , Marcos Marín , Luis Angel Pérez , Ernesto Morán , Emiliano López , Gustavo Martínez , Manuel Carmona , Samuel Schmidt El Mollete Literario Por René Avilés Fabila

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Periódico mensual de análisis político, dirigido por el periodista Carlos Ramírez. Un espacio para el debate y el análisis de las transformaciones políticas e institucionales de México.

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Page 1: Transición #2

Septiembre 2012, Número 2 $5.00Director: Carlos Ramírez

www.grupotransicion.com.mx [email protected]

García Márquez y yo I-VIII

Carlos Ramírez, Fernando Dworak,

Raymundo García, Lidia Aguilar Balderas,

Rafael Abascal, Jesús Manuel Araiza, Luy,

Eduardo Mejía, Marcos Marín, Luis Angel Pérez, Ernesto Morán, Emiliano López, Gustavo Martínez,

Manuel Carmona, Samuel Schmidt

El Mollete Literario

Por René Avilés Fabila

Page 2: Transición #2

2 01.09.2012Transición

EditorialÍndice

Editorial

Lic. Carlos RamírezPresidente y director general([email protected])

Oscar DávalosCoordinador de Producción

([email protected])

Lic. José Luis RojasSupervisor Editorial

Dr. Rafael Abascal y MacíasCoordinador de Análisis Político

Dr. Samuel SchmidtCoordinador de Investigación Política

Violeta Cordero ZozayaMesa de información

([email protected])

Emiliano LópezAnalista

([email protected])

Eduardo Aguilar MalvaezDiseño

Abigail CorreaRedacción

([email protected])

Raúl UrbinaAsistente de la dirección general

Transición es una publicación mensual editada por el Grupo de Editores del Estado de México, S. A., el Cen-tro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S. C. y el Grupo Editorial Transición. Editor responsable: Carlos Javier Ramírez Hernández. Todos los artícu-los son responsabilidad de sus autores. Oficinas: Du-rango 223, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06700, México D.F. Impreso en: Imprenta de Medios, S.A. de C.V., Cuitlahuac No. 3353, Col. Cosmopolita, C.P. 02670, Azcapotzalco, D.F. Reserva 04-2012-052910232300-101. Certificado de licitud de título y contenido 15670. Distribución: Grupo de Editores del Estado de México. Fecha de publicación septiembre 1, 2012.

www.grupotransicion.com.mx

Lavado de dineroPor Luy

Renegados

Si el movimiento progresista tuvo momentos es-telares para reventar el proceso electoral antes de las votaciones, su apuesta fue un volado político: su-poner que Andrés Manuel López Obrador iba a ganar la presidencia de la República. Por tanto, la protesta exigiendo la invalidez de las elecciones presidencia-les fue una decisión para ocultar la derrota.

No hay procesos electorales absolutamente lim-pios por la sencilla razón de que la organizan seres humanos. Pero de ahí a tratar de anular el proceso sólo porque no ganó López Obrador hay un trecho: la negación de la democracia o de los procesos polí-ticos que todos, absolutamente todos los participan-tes, anunciaron respetar.

El país ya padeció seis años de inestabilidad por la negativa de López Obrador de reconocer los resul-tados oficiales; vienen otros seis años de protestas del mismo personaje. Pero el costo político del PRD fue más alto a la instauración de una “presidencia legítima” en mitín popular en el Zócalo.

Las instituciones electorales fueron creadas por todas las fuerzas políticas y sociales en la construc-ción de un nuevo Estado de derecho. Por tanto, no se vale que por capricho un dirigente político quiera destruir el proceso de modernización institucional. Lo que debe venir es la renovación de los problemas enfrentados.

La transición mexicana ha permitido dos alter-nancias, una al centro derecha y otra al centro-cen-tro. En todo caso, lo que debe venir es la reforma democrática del derecho electoral, pero no a partir de la negación absoluta. La democracia se afina con más democracia.

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301.09.2012 TransiciónArtículo

POR FERNANDO DWORAK

Y como sucedía con el pueblo prehispánico cada ciclo incluye una serie de eventos que se repi-ten cíclicamente, los cuales pue-den ser predichos – aunque su correcta interpretación depende de una correcta apreciación. La ignorancia al respecto hace que los políticos y algunos opinólogos jueguen con nuestras expectativas o nuestras vísceras al creer que la política es un enfrentamiento cós-mico entre “buenos” y “malos”.

También ciudadanos y políti-cos ven estos años como ciclos, aunque con diferentes significa-dos. La opinión pública recibe con algo de escepticismo y esperanza el inicio del primer trienio, mismo que se va convirtiendo en cinismo conforme culmina. El cierre del sexenio corresponde con un nuevo conjunto de expectativas en torno a quién ganará el poder… y así su-cesivamente.

En el otro extremo, los legisla-dores del trienio (diputados) ven que su primer año – tal y como ellos acostumbran decir – lo de-dican para saber dónde están los sanitarios de San Lázaro, el segun-do para más o menos aprender de qué se trata su trabajo y el tercero para buscar una nueva ocupación; preferentemente en el sector pú-blico.

Como se dijo antes, es necesa-rio conocer algunos de los aconte-cimientos dentro de cada ciclo si queremos de verdad que nuestra

Guía para la apreciación de la LXII Legislatura

Pareciera que desde 1997 para acá la política se mide en dos

grandes ciclos. El pri-mero, llamado “trienio”, marcado por el inicio, desarrollo y ocaso de una legislatura. Por otra parte el segundo, o “sexenio” (bajo el cual se contabili-zaba antes el tiempo po-lítico) mide dos ciclos de tres años y su señal es la toma de posesión de cada presidente. Digamos que es la versión contemporá-nea del calendario maya.

historia democrática sea lineal. A continuación se brindarán algunos eventos para prestar atención duran-te la próxima LXII Legislatura (2012-2015).

Mesas Directivas- Si imaginamos a un Congreso como un campo de batalla, estas instancias brindan el necesario arbitraje para que las con-frontaciones tengan lugar dentro de un mínimo de civilidad. En casi todos los órganos legislativos estos puestos se asignan a partir de la confianza que tales funcionarios llegan a ganar entre sus compañeros – pero eso re-quiere de una interacción a mediano plazo. En México, donde todo inicia cada tres años, la solución de equili-brio es dar un año a cada partido.

Un problema recurrente es que los partidos no suelen ver al PRD como un socio confiable al momento de conducir las sesiones; especialmen-te considerando que el presidente de la Mesa Directiva tiene la facultad de llamar a la fuerza pública en caso de requerirse. ¿Se imaginan a – di-gamos – el SME ingresando al Pleno durante una sesión gracias a que no se pidió auxilio? Por eso, los partidos han dividido casi siempre el año que corresponde a la izquierda en tres periodos, dejándole a los amarillos la Comisión Permanente. La excepción fue durante la LX Legislatura (2006-2009), cuando se le tuvo que dar el segundo año por su fuerza política. En ese entonces se le dio la presiden-cia a Ruth Zavaleta, quien se compor-tó de manera institucional y por eso la expulsaron de ese partido.

Hoy los partidos de la izquierda vuelven a ser la segunda fuerza po-lítica. ¿Qué pasará durante 2013? Es pronóstico reservado.

Comisiones- Son instancias donde tiene lugar el análisis y la discusión especializada de las iniciativas. Es tan importante esto que en varios países un legislador hacer carrera dentro de éstas, de tal forma que les permita ascender a los puestos directivos. De acuerdo con criterios comparados, deberían ser tantas como secretarías del Ejecutivo: un número menor difi-cultaría la especialización y uno ma-yor traslaparía funciones y generaría costos de oportunidad para los legis-ladores al atenderlas.

Al iniciar todo desde cero con cada “trienio”, los ciclos arrojan re-sultados predecibles: los cargos se asignan según cuotas partidistas (pudiendo en algunos casos corres-ponder a expertos que llegaron por

la vía plurinominal para atender esos temas), generándose un sistema de acomodo político antes que de es-pecialización. De hecho el número de comisiones ha incrementado con cada legislatura: en la Cámara de Di-putados pasaron de ser 28 en 1997 a 44 en 2009.

Reconducción presupuestal- La re-cién aprobada reforma política per-mite que, si llegada la fecha límite no se aprueba el presupuesto de egresos, entrará en vigencia el del año anterior con ajustes mientras se terminan de poner de acuerdo. Para algunos, esto brindará certidumbre en un tema tan delicado. Pero otros opinan que, si ya se sabe el desenlace de antemano, se desincentiva la negociación. Pronto veremos cuán acertada fue esta me-dida, especialmente en los años tres y seis del sexenio, donde impera más la confrontación que el acuerdo.

Aplicación de la reforma política- La reforma política contiene algunos elementos que inciden en el funcio-namiento del legislativo. Por parte de las relaciones con el ejecutivo está la iniciativa preferente, según la cual el presidente puede presentar dos ini-ciativas que deberán ser dictamina-das y votadas en un plazo perentorio. En cuanto a las relaciones con los ciu-dadanos se insertaron en la Constitu-ción la consulta ciudadana, las candi-daturas independientes y la iniciativa ciudadana. ¿Funcionarán?

La iniciativa preferente implica que el legislativo se debe pronunciar por un tema, no que necesariamente lo apruebe. Esto es, si el presidente se atreve a presentar por esta vía ini-ciativas importantes aunque polémi-cas, sólo se expone al rechazo y a un daño en su imagen como gobernante. Por lo tanto, no es de esperar grandes sorpresas en este apartado; aunque sí algunos asuntos sobre los que haya habido un trabajo intenso en materia de posicionamiento y socialización que faciliten su aprobación.

En cuanto a los mecanismos parti-cipativos se puede decir que su efec-to es más simbólico que real. Las con-sultas son mecanismos de excepción si no se desea que se conviertan en una herramienta para la demagogia. Una candidatura independiente sólo puede aspirar a ser competitiva a ni-vel local – y eso está prohibido en la Constitución. Y una iniciativa ciuda-dana no garantiza su solidez técnica y tampoco exenta a los presentado-res de cabildearla. Posiblemente para 2015 veremos que se terminó apro-

bando una pifia.Liderazgos del PAN y PRD- Tan-

to los amarillos como los azules inician la legislatura con una crisis silenciosa. Bajo la consigna de la “refundación”, los panistas se es-tán peleando por el control de su partido y los calderonistas quieren apresurar el proceso mientras les quedan recursos públicos. Por otra parte, los perredistas se debaten entre seguir con la línea de choque de López Obrador o apostar por la negociación parlamentaria.

Esto es importante dado que las carreras de los legisladores de-penden de quienes puedan darles un puesto, lo cual hace que sean agentes de liderazgos extraparla-mentarios. El mejor ejemplo fue en abril de 2008 cuando los par-tidos de izquierda fueron rehenes de los dictados de un líder que no tenía cargo público alguno (salvo una titularidad “legítima”) para bloquear las tribunas e impedir el debate en torno a la reforma ener-gética.

En el caso del PAN, en diciem-bre de 2013 cambiará sus órganos directivos (comité ejecutivo nacio-nal y consejo político nacional), lo cual puede implicar rotación de liderazgos parlamentarios. ¿Cómo impactará esto en la cohesión de la bancada? ¿En las condiciones de confianza que debe haber entre los coordinadores de los grupos legislativos para mantener y res-petar acuerdos? Ciertamente esto será uno de los principales even-tos del próximo año.

Las reformas estructurales y el mito de la ineficacia- Ciertamen-te las expectativas se encuentran en este tema. Sin embargo hay dos problemas. El primero, no se puede avanzar en serio toda vez que esto implicaría el desmantela-miento del PRI tal y como lo cono-cemos. ¿Se imagina una nueva ley laboral que flexibilice el mercado laboral? Sí, acaba con los sindica-tos monolíticos que tenemos – y esto por dar un ejemplo.

Por otra parte si nadie inte-ractúa más allá de la siguiente elección y por eso no se le dan se-guimiento a mediano plazo a los cambios, cuanto se llega a aprobar sirve para salir del paso y no para dar soluciones. Este problema no depende del partido en el poder ni del apoyo que tenga en las cáma-ras: está en el artículo 59 consti-tucional.

De esa forma, abundarán los análisis “cuantitativos” que trata-rán de medir la eficacia del Con-greso a partir del número de ini-ciativas aprobadas en lugar de lo más sensato: evaluar la calidad de las mismas. Pero bueno, para ese momento tendremos diputa-dos salientes que irán a otra par-te y nuestras esperanzas se verán renovadas en otro conjunto de candidatos. Esto es, mientras no sepamos leer los problemas en su debida dimensión.

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4 01.09.2012Transición Artículo

POR GUSTAVO MARTÍNEZ ROMERO

¿De dónde provendrá una solución? Sin duda que la so-ciedad tiene mucho que decir y aportar. Hay nuevos concep-tos y prácticas que dan cuen-ta del nuevo rol que puede adquirir la ciudadanía, como empoderamiento, capital so-cial, accountability, gober-nanza, redes sociales, etc. Sin embargo, aún siendo todas ellas nuevas expresiones que pueden fortalecer la conviven-cia, la solución de fondo que proporcione confianza en la política debe provenir de ella misma.

Hay necesidad de estable-cer orden, que la política no se pervierta y sirva para lo más elemental que de ella se espera: tomar decisiones, lo que puede terminar convir-tiéndose, por la disposición de recursos y talentos, en una ciencia y en un arte.

Pero estamos si no priva-dos de ver decisiones, sí de que esto sea una práctica más ágil, transparente y efecti-va. A partir de la revisión del ensayo: Toma de decisiones, de Leonardo Curzio (1998), a continuación revisamos algu-nos rasgos que dibujan esta ausencia.

1- La evasión de la decisión

El síntoma más grave de la renuncia a la política como medio de construcción de acuerdos o, en otro extremo, del ejercicio del poder, es la evasión o dilación de la toma

de decisiones. Puede ello deberse incluso a las deficiencias en los procesos de deliberación, atribui-bles a carencias de información, falta de tiempo, malas estimacio-nes de costos o temor a los mis-mos. Lo grave en ese sentido son los aplazamientos o apresura-mientos que evidencian el miedo a contraer responsabilidades.

El tema para el caso mexicano hay que ubicarlo ajeno a la dispu-ta partidista, la coyuntura y el en-frentamiento electoral. Más allá de esto lo que se tiene que revisar es que nuestro modelo de toma de decisiones establecido en la Constitución ya no responde a la realidad que vivimos, y eso es un problema para el país, no un asunto en el que gana un partido y pierde el otro.

Está por terminar la docena panista, en la que uno de los re-clamos más señalados es la falta de acuerdos e incapacidad para avanzar en una agenda reformis-ta. El reparto de culpas y omisio-nes ya ha provocado varios inter-cambios y ocupó los mensajes de las campañas que tuvimos hace unas semanas. El gobierno salien-te culpa de la parálisis a sus opo-sitores, los cuales ven en la falta de habilidad del Ejecutivo la cau-sa de que no se hayan alcanzado consensos. Ambas partes tienen sus argumentos razonables, pero

también ambas eludieron sus deberes.

2- La descarga de responsabilidades

Si existe un temor a la toma de decisiones, éste encuen-tra su asidero en la descarga de responsabilidades, que es buscar mecanismos reales o ficticios para que la opinión y postura de otros actores com-partan la carga y en su caso legitimen la decisión.

Los ejercicios de consulta ciudadana, el asambleísmo, los foros de expertos y las encuestas, entre otros ejer-cicios, son vías que toma la autoridad y los políticos para acompañar sus decisiones. Un ejemplo claro de esto, fue el ejercicio de consulta innece-sario que realizó el gobierno federal para decidir en dónde se debería construir la nueva refinería de Pemex.

3- La fragilidadinstitucional

En efecto, como ya se men-cionó, hay un grave problema de conducción política en el país, pues el andamiaje jurí-dico e institucional obedece a un régimen presidencial que ya no existe, pero que sigue vigente en una realidad que aspira a ser democrática. Este desorden en nuestro sistema apareja colapsos e ineficacias, derivadas simple y sencilla-mente de una falta de adecua-ción.

El error de la decisión es querer operar cosas nuevas con moldes viejos y no apre-ciar que la solución de tras-cendencia es hacer los cam-bios y adecuaciones en las reglas. Por ello es tan impor-tante la Reforma del Estado, pues a través de ella se dan las vías para gobernar la tran-sición democrática.

Por otra parte, hay que ubi-car también como un déficit institucional mayor la insol-vencia profesional y ética de los cuadros gobernantes, su ausencia de visión de Estado, el privilegio a sus intereses y la deplorable inclinación a la frivolidad.

4- El fácil recurso del modelo incremental

La mejor forma de solu-cionar la compleja tarea de la

Dimitir a la política

Mucho se ha escrito ya sobre el descré-dito de la política, la desafección por

la democracia y en concreto de las malas evaluaciones con que salen en las encuestas personajes e instituciones en todo el mundo. No ocupa a estas líneas abundar al respecto, sino aportar algunos elementos para la reflexión en torno a una de las causas en las que encuentra su explicación el estado de ánimo de desilusión: dimitir a la política.

Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero Arroyo. Foto: Margarito Pérez Retana / Procesofoto

El Presidente de Bolivia, Evo MoralesFoto: Especial / Procesofoto

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501.09.2012 TransiciónArtículopolítica es la sencilla salida de compararse en números con el pasado: más recursos, más becas, más guarniciones, más apoyos, etc. El ejercicio com-parativo es lógico y necesario en la administración pública, útil además para que se com-pare a las gestiones, pero no es la línea de conducción que se espera de un gobierno que pretende interpretar los anhe-los de la sociedad.

Cifras, números y ecua-ciones no le dicen nada a la gente, son tan sólo danza de la lucha política. El ejercicio de toma de decisiones de la autoridad, sin renunciar a un modelo incremental, debe y puede plantearse la construc-ción de la sociedad que quiere lograr y el significado que ello tiene.

5- El peso de la ideología

El peso del factor ideoló-gico puede ser determinante en las decisiones políticas. En un sistema cerrado, con total contundencia se hace valer la concepción ideológica del lí-der, el partido o el gobierno. La decisión se construye, in-cluso, a partir de la ideología

y su historia oficial.En un sistema que se está

abriendo, como nuestro caso, el debate se torna ideológico, lo que en sí no es malo, pero puede obs-truir la decisión si no se entien-de que en democracia la decisión mayoritaria es la que debe preva-lecer, pese a los desacuerdos que se puedan tener.

Además, en la toma de decisio-nes el debate pasa por lo técnico, y la técnica no se puede subordi-nar a la ideología. Sin renunciar a la ideología, los políticos abiertos deben transigir a muchas de sus posiciones que se hacen insoste-nibles frente a los argumentos de lo pertinente y factible.

6- El peso de los poderes fácticos

Habría que preguntarse si real-mente los gobiernos tienen todas las capacidades para ejercer el poder o si son parados en seco por los poderes fácticos, los que no requieren ocupar las posicio-

nes, pero que tienen la disposi-ción y control de medios para im-ponerse.

La realidad es que hay un peso de estos poderes en todos los países, ellos son los actores que verdaderamente conforman el establishment y los políticos, los gerentes que llevan a cabo sus de-cisiones.

Para México, más grave aún es la nueva aduana que hay que pasar para ganar las elecciones: la amplia disposición de recur-sos, que no necesariamente son transparentes y legales, como se ha constatado en el proceso elec-toral 2012. La pregunta es ¿cuáles y cuántos son los incentivos para ganar una posición a través del voto, si el gasto es mayor que las percepciones oficiales que obten-drán los candidatos electos du-rante su ejercicio?

7- Jugar un juego noinstitucional

Parte de la fragilidad ins-titucional es el desprecio a la legalidad e implícitamente a la política. Desde el Estado no pueden darse actos que la ata-quen o desestabilicen, eso es comprensible en la lógica más simple del principio de autori-dad y legalidad.

Sin embargo, lo que se está observando es el uso de es-tos recursos en las decisiones políticas, y no tan sólo desde algunos de los instrumentos del Estado, sino que parten desde los mandatarios. Un caso notable e ilustrativo fue la huelga de Evo Morales en 2009 para sacar adelante la reforma electoral que le per-mitió presentarse a contender y mantenerse en el poder.

En su argumento, Morales apeló al factor ideológico, lo que puede ser válido, pero en su actuación se va por el cami-no del recurso mesiánico que tanto vulnera a la construc-ción de la democracia y con-tamina el proceso de toma de decisiones.

Como puede observarse, hay múltiples formas de no reivindicar a la política, pero sería un error querer inventar otra cosa para salir de letar-gos y ver resultados. La mano dura, los liderazgos ilumina-dos o mediáticos, y la demo-cracia paralizante son cosas que ya estamos viendo y que llegarán con mayor fuerza si la política no ocupa su lugar.

Aspectos de votaciones de las Elecciones 2012Foto: Eduardo Miranda / Procesofoto /

Foto: Alejandro Saldívar / Procesofoto / D.F

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6 01.09.2012Transición Artículo

POR CARLOS RAMÍREZ

Si la transición política es salto cualitativo de un ré-gimen a otro y la transición democrática el paso de un sistema autoritario a uno de libertades de elección en las instituciones determinantes de un país, entonces el país

• La transición mostrenca

I

El debate sobre la transición demo-crática de México ha carecido de un

marco teórico. Inclusive, el concepto de transición no aparece en los estudios de ciencia política mexicana como una categoría teóri-ca. Así, todo se ha reduci-do al marco metodológico: qué resultados significan un cambio político estruc-tural.

La crisis de México (2)

ha registrado cuando menos dos fases de cambio político: las re-formas de apertura política a la participación de la oposición y la alternancia del partido cuyas éli-tes históricas fundaron el sistema político a un partido de oposición.

La transición democrática es apenas una etapa en el desarro-llo político que se encuentra en medio de dos ciclos, siguiendo el modelo de Leonardo Morlino en Democracias y democratizacio-nes:

1.- El ciclo autoritario: crisis política-construcción de hegemo-nía dominante-consolidación del autoritarismo-agudizamiento de la dialéctica dictadura/democra-cia-crisis democrática-colapso del régimen autoritario-transición democrática.

2.- El ciclo democratizador: crisis del régimen autoritario.-transición democrática-instaura-ción democrática-consolidación de la democracia-crisis del mode-lo democrático.

El camino político de México, como es obvio, no ha seguido los senderos teóricos. La Revolución Mexicana representó una verda-dera transición porque pasó de un régimen autoritario porfirista a un sistema democrático de elec-ción abierta del presidente de la república; sin embargo, el sueño duró poco: Madero fue asesina-do y con él se fue la posibilidad de construcción democrática. El sistema político quedó atrapado entre grupos de poder: el consti-tucionalismo de Carranza, el cau-dillismo de Obregón, el agrario de Zapata, el revolucionario sin mo-delo de Villa y el de las pequeñas élites aglutinadas en la Conven-ción de Aguascalientes.

La transición democrática en el siglo XX debe tener claras sus fases históricas:

1.- La guerra civil, de 1910 a 1919, marcada por el enfren-tamiento sangriento entre los grupos que derrotaron a Porfi-rio Díaz: los maderistas que no

pudieron gobernar, los huer-tistas que quisieron regresar el porfirismo y los diferentes grupos revolucionarios. Esta etapa terminó con el asesina-to de Venustiano Carranza en Tlaxcalantongo, por órdenes de Obregón.

2.- La constitucionalista se entreveró en el periodo 1917-1920, cuando los grupos re-volucionarios confluyeron en el constituyente de Queréta-ro. La república derivada de la Constitución hizo hincapié en el marco jurídico institu-cional, pero careció de fuer-za para desarmar a las élites revolucionarias; por eso la Constitución se fijó derechos y no obligaciones. Y si bien se ubicó en el escenario de la instauración de un régimen democrático, basados en que la demanda social era de dere-chos y no de libertades.

3.- La caudillista, de 1919 a 1940: la guerra de élites con-dujo al caudillismo Obregón-Calles-Cárdenas, cada uno con sus preocupaciones y prioridades. En es periodo 1919-1940 se fijaron los pa-rámetros no sólo del sistema político como estructura de poder, sino los protocolos políticos para el ejercicio y la administración de ese poder. El centro del poder se conso-lidó en el eje presidente de la República-PRI (PNR-PRM)-Constitución.

4.- La institucional: si bien desaparecieron los caudillos revolucionarios, el sistema político construyó el modelo de caudillos institucionales, es decir, de hombres fuertes dominantes a partir de la re-presentación de poderes rea-les: el presidente de la repú-blica, los gobernadores, los jefes del partido, los jefes de las dos cámaras y sobre todo los caciques. En el ciclo 1940-1980 se edificó el sistema po-lítico piramidal basado en el control autoritario del PRI-go-bierno-Estado-presidente de la República, con los mecanis-mos sociales de control a base de políticas sociales públicas. La sociedad mayoritaria acep-tó el sacrificio de las liberta-des democráticas en aras del Estado de bienestar. El siste-ma político priísta resistió los embates democratizadores en el periodo 1958-1971.

5.- La crisis. De 1971 a 1996, el sistema político se fue resquebrajando al calor de la crisis económica que co-Foto: Alejandro Saldívar / Procesofoto / D.F.

Page 7: Transición #2

701.09.2012 TransiciónArtículomenzó a agudizarse en 1973 con el alza en los precios pe-troleros --México entonces importaba crudo porque no había descubierto los yaci-mientos-- y la inflación impor-tada, frente a las urgencias del gasto público para la atención social. Sin cambiar el modelo económico estabilizador, el país entró en una larga etapa de inestabilidad económica que terminó con el colapso fi-nanciero de 1995 y condujo a la necesidad de abrir espacios democráticos como cámara de descompresión de las ten-siones sociales. La reforma electoral de 1996 le quitó el control electoral al PRI-go-bierno y fue cuestión de poco tiempo para que el PRI perdie-ra el control del congreso fe-deral, el gobierno de la capital federal y la presidencia de la república.

6.- La transición ocurrió en el 2000 cuando el país pasó del partido que fundó el sis-tema político al PAN como oposición de centro-derecha. Sólo que el gobierno panista no entendió las leyes de los ciclos políticos. El esquema de Morlino señala que a la tran-sición de un sistema autori-tario le debe seguir inmedia-tamente el de la instauración del sistema democrático. Las transiciones exitosas cumplie-ron ese proceso --España, por ejemplo-- y otras se atoraron en el sólo cambio de gobier-no sin la creación del sistema democrático --México y Rusia, por ejemplo--.

Las teorías de la transición deberán ya incluir los mode-los de México y Rusia como los de transiciones estanca-das. La victoria del PRI en las elecciones presidenciales de julio del 2012 aporta elemen-

tos científicos para analizar por qué fracasan las transiciones.

II

El sistema político mexicano fue fundado por el PRI para fun-cionalizar el dominio del PRI. Lo que la ciencia política mexica-na no ha podido desentrañar es justamente la caracterización del régimen. La estructura del poder se construyó en México a partir del PRI como la columna verte-bral del sistema de dominación. El punto clave de la hegemonía del PRI radicó en la justificación histórica del PRI como la síntesis del proceso histórico mexicano. La oposición, tanto de la izquier-da socialista como la de la dere-cha conservadora y a veces cleri-cal, no supo cimentar su debate ideológico, político y cultural en sustento histórico. Así, la historia nacional era propiedad el PRI.

El debate sobre la transición debió de haber superado el tema puramente electoral, de cambio de partido en niveles de poder, y centrarse en la base conceptual. En su campaña presidencial, Luis Echeverría afirmó que el proyecto de nación del PRI era la Constitu-ción. Y el PAN dejó pasar la gran oportunidad de revisión histórica en las celebraciones del Bicen-tenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexi-cana y se concretó a unas fiestas al estilo de las del Centenario que encabezó Porfirio Díaz. El PRI se apoderó de la historia nacional y la oposición no supo debatir en ese terreno. No por menos, por ejemplo, el PRI sigue ostentando sus colores partidistas como los mismos de la bandera nacional.

A lo largo de más de 30 años --del colapso político de 1968 a la victoria electoral de 2000 en el DF--, la izquierda en sus diferen-tes versiones --comunista, guerri-

llera, socialista y neopopulista-- careció de fortaleza intelectual, cultural y educativa para meter al país en una revisión histórica para deslindar el proceso propio de la historia social y popular de México de la apropiación históri-ca por parte del PRI, a pesar de que en 1992 el PRI se deslindó de la Revolución Mexicana, pero se quedó con el control de la es-tructura de poder. Peor aún: la izquierda socialista y comunista de los sesenta y setenta cedió su registro y por tanto su dominio al sector progresista y neocardenis-ta del PRI mejor conocida como la “izquierda priísta” y la coalición de izquierdas terminó con un proyecto político, social e ideoló-gico de tipo neopopulista pero al final de cuentas priísta. Por tanto, esa izquierda no es más que una facción del PRI histórico.

A lo largo de 61 años, de 1939 al 2000, el PAN ha pasado por va-rias etapas ideológicas: la conser-vadora, la clerical, la derechista, la empresarial y la político-con-servadora. En esos años y a pesar de las oportunidades ideológicas, el PAN nunca pudo elaborar una alternativa ideológica al PRI; eso sí, supo aprovechar con habili-dad y talento sistémico las debi-lidades del PRI para operar sobre ellas y avanzar en una sociedad conservadora y no rupturista, sobre todo en las tres herencias malditas del régimen priísta: la corrupción, la represión y la po-breza.

Sólo que las alternancias del PRI al PRD y al PAN han carecido de alguna propuesta de instau-ración de nuevas instituciones políticas, económicas, sociales y culturales y de nuevas relaciones de poder. La clave para entender el modelo del Estado-PRI lo dio el escritor comunista José Revueltas en 1976, en la introducción a la reedición de su ensayo clásico de

1958 México: una democracia bárbara, al señalar su teoría del Estado priísta que los po-litólogos mexicanos no enten-dieron y por tanto no profun-dizaron: el Estado mexicano no es un Estado totalitario sino “total y totalizador” y su forma de dominación radica en el “control por parte del Estado de la totalidad de las relaciones sociales”.

Ahí radicó la clave de la he-gemonía priísta: el presidente Cárdenas organizó a los prin-cipales sectores sociales y los incorporó como estructuras corporativas al PRI, al tiempo que subordinó el partido al dominio del presidente de la República. La simbiosis PRI-Estado-gobierno, estudiada críticamente por el ex priísta Manuel Moreno Sánchez en 1970 en su libro Crisis política de México, resultó el gran se-creto de la dominación del PRI en tiempos de crisis y tiempos de estabilidad.

El PAN y el PRD, que en-tendieron esta estructura de poder, nada hicieron en la alternancia para mantener el proceso Morlino de transición electoral-instauración de la democracia: el PRD, agotadas sus fuerzas marxistas, comu-nistas y socialistas anti PRI, se convirtió en el partido de la restauración del PRI de Lázaro Cárdenas, pero PRI al final de cuentas; es decir, mantuvo la estructura de poder, plantean-do la recuperación de la Revo-lución Mexicana; es decir, una especie de PRI progresista, medio de izquierda, revolu-cionario, pero de todos modos una variante del PRI. Por eso los gobiernos perredistas go-biernan como el PRI, sólo que bajo las siglas del PRD: corpo-rativismo, subordinación so-

Foto: Ulises Castellanos / Procesofoto / DF

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8 01.09.2012Transición Artículocial, políticas asistencialistas, pero con entendimiento con las clases dominantes.

El PAN en la presidencia decidió administrar el viejo régimen priísta ante la au-sencia de un modelo alter-nativo de sistema político, agudizado por la carencia de una base política y legislativa fuerte. Pero falló también la convocatoria a la instauración democrática: Fox prefirió en-tenderse con el PRI trocando inmovilidad sistémica a cam-bio de apoyo institucional y Calderón no pudo liderar su victoria electoral y le dio prioridad a la lucha contra el crimen organizado que se ha-bía apoderado de espacios te-rritoriales de la soberanía del Estado. Las transiciones han sido siempre de élites minori-tarias, pero con decisión por las transformaciones: Adolfo Suárez en España y Mijail Gor-bachov en la Unión Soviética.

En este escenario, México fue un modelo para estudiar las transiciones frustradas o atoradas: una alternancia en un sistema inventado y domi-nado por el PRI a un gobierno de otro partido, pero sin cam-biar la estructura de poder ni instaurar la democracia

III

La transición electoral en el 2000 no condujo a la instaura-ción de un sistema democrá-tico. Las reformas parciales que se negociaron y algunas que se aprobaron con ajustes de fondo para desactivar su potencialidad en realidad no apuntaron a la instauración de una democracia después del régimen autoritario priís-ta, sino tan sólo a obtener para el gobierno panista un margen de maniobra econó-mico y sobre todo fiscal.

La clave de la instauración democrática se encontraba en encontrar hilos democráticos en los tres sistemas orgáni-cos de la república fundados y operados por el PRI: el sis-tema nervioso, el sistema sanguíneo y el sistema óseo, el primero encarnado en la Constitución, el segundo en el PRI y el tercero en el Estado priísta. La victoria presiden-cial del PRI en julio del 2012 y su regreso a la presidencia de la República se logró no sólo por los errores de gobierno del PAN, sino porque el PRI supo despertar a las células sociales

dormidas. Si la sociedad que votó por el PAN en el 2000 y el 2006 esperaba primero un cambio en el ejercicio del poder y luego evitar el regreso del neopopulismo, en el 2012 ejerció su poder democrá-tico del voto para regresar a los modos de gobierno priístas: la sa-tisfacción del bienestar social por encima de la democracia, como lo revelaron encuestas de Latinoba-rómetro y la realizada en el 2011 por la UNAM.

El debate se localiza ahora en el dilema: ¿transición-restaura-ción? La dinámica del desarrollo político no permite análisis estáti-cos ni deterministas: la transición sigue latente porque el PRI regre-sará con el voto del 38.21% de los electores, con el sufragio no priís-ta del 61.79% de los ciudadanos. Por tanto, la restauración priísta requeriría, como mínimo, de una base electoral de mayoría abso-luta de 51%. En las dos cámaras, el PRI carece también de mayoría absoluta. Por tanto, no registra la mayoría para aprobar leyes ni la mayoría calificada para modificar la Constitución.

Las restauraciones requieren para cristalizar, como enseña el modelo de restauración france-sa, de un liderazgo cesarista, de una descomposición de las fuer-zas revolucionarias y de una so-ciedad monárquica. Pero en las dos cámaras, la segunda fuerza política es el PAN, y el PRD cuen-ta como tercera fuerza suficiente para generar nuevos equilibrios. A ello se agrega la existencia de una estructura social de poder que rompió con el autoritarismo. Un solo dato con dos vertientes

puede servir para el análisis: la Constitución mexicana elevó a rango constitucional los derechos humanos y México tuvo que acep-tar el sometimiento a la Comi-sión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA y a su Corte penal, en donde se han ventilado no sólo casos rechazados por tri-bunales mexicanos sino de donde han salido sentencias condenato-rias que han modificado la estruc-tura judicial del país. Por tanto, la represión ya no puede ser un instrumento de poder del sistema priísta.

Por lo pronto, el candidato priísta Enrique Peña Nieto presen-tó en mayo su propuesta de “pre-sidencia democrática”, cuyo texto no debe ser leído como un com-promiso a futuro sino como el re-conocimiento de las conquistas democráticas mexicanas en estos años de una larga transición; es decir, que Peña Nieto no ofertó la democracia sino que aceptó la existencia de nuevas reglas del juego en sectores fundamentales de la práctica política: libertad de manifestación, libertad de ex-presión, relación con los medios, derechos humanos, división de poderes, elecciones libres, trans-parencia y rendición de cuentas y federalismo y transparencia, en-tre otros.

Hay que subrayarlo: Peña Nieto no ofreció dotar a México de esos derechos y libertades, sino que se comprometió a respetar esos de-rechos que ya ejerce la sociedad. Ahí se localizaría, de hecho, el primer dique contra una restau-ración clásica. El PRI, el gobierno y el presidencialismo autoritario

vigente han sido acotados por la movilización activa y cre-ciente de la sociedad. De ahí que el viejo PRI autoritario, dominante y controlador no podrá regresar por las con-quistas sociales de espacios democráticos, a pesar de que el PRI ganó las elecciones para gobernar.

Lo que falta por conocer son las fuerzas renovadoras y democratizadoras que puedan existe en la sociedad, a pesar de la victoria electoral del PRI. A la sociedad le correspon-derá definir los rangos de la restauración priísta. Las cla-ves del modelo priísta autori-tario eran de sobra conocidas: el presidencialismo, el aval constitucional y la mayoría en el congreso, tres ejercicios reducidos por la politización de la sociedad. Inclusive, al interior del propio PRI habrá rebeliones si acaso Peña Nie-to quisiera imponer candida-tos afines. Y sin el control del aparato electoral, el presiden-cialismo priísta carecerá de uno de los instrumentos de cohesión partidista: la victoria anticipada.

Si la transición se interrum-pió por incapacidad del PAN para encabezar la instaura-ción democrática y la restau-ración clásica se ve imposible por la conquista social de es-pacios políticos, el desarrollo político de México se quedó en una especie de hoyo negro o en un túnel oscuro. Lo grave del tiempo histórico es que no se ven los liderazgos políticos e intelectuales para debatir los escenarios del corto plazo ni la sociedad ha sido jalada hacia el espacio de su futuro sistémico, ahogada como se ve en el pánico social de la in-seguridad. España y la Unión Soviética estaban hundidas en la corrupción y la inseguridad cuando optaron por la tran-sición en la etapa de recons-trucción de sus instituciones. El discurso de la presidencia democrática de Peña Nieto sería el primer paso para que dentro del PRI se den las pri-meras discusiones sobre los márgenes de movilidad del PRI en la presidencia de la Re-pública.

Lo peor que le puede pasar al país sería el corto circui-to entre un PRI gozoso de la restauración, un PAN sin au-tocrítica de la derrota y por tanto ajeno a la proyección a futuro de sus propios errores Foto: Especial/Procesofoto

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y un PRD hundido en el ais-lamiento de su incapacidad para entender el pensamien-to político de la sociedad. Por lo pronto, las lecciones de la represión que condujo a la transición, de la transición misma, de la alternancia y del regreso del PRI serían el espa-cio propicio para analizar el horizonte sexenal y transexe-nal del país, para entender si los mexicanos han aprendido de sus propios errores o si el corto plazo ha nublado la vis-ta social.

IV

Los escenarios del país son un desafío para el análisis po-lítico, sobre todo porque el escenario del interregno está dominado por conflictos no resueltos. Si México se alejó del ejemplo español instau-rador de la democracia, se ha estado acercando al mo-delo ruso de restauración de Yeltsin y Putin, es decir, de la descomposición sistémica por la restauración del viejo modelo del ciclo del Partido Comunista. Por lo pronto, to-dos los escenarios posibles se topan con el activismo de An-drés Manuel López Obrador y su movimiento progresista porque se ha centrado como el factor de desestabilización sistémica: el tabasqueño ha definido ya su propuesta de gobierno y ha estado usando a sus seguidores para bloquear cualquier intento de reforma. Y los acercamientos para bus-car acuerdos se han sometido a la imposición de sus pro-puestas por encima de algu-nas otras.

El problema con López Obrador radica en las indefi-niciones del PRD: durante el sexenio de Calderón, el PRD se vio obligado a seguir las instrucciones de López Obra-dor y no reconocer oficial-mente a Calderón como pre-sidente constitucional de la República. De nueva cuenta, como producto del conflicto poselectoral del 2012, López Obrador va a repetir la dosis y aún no se sabe si el PRD va a seguir por los mismos pasos. El aislamiento del PRD llevó a un acuerdo del PAN con el PRI en algunas reformas. En el sexenio que viene de nueva cuenta el PRD podría quedarse al margen de las negociacio-nes, a pesar de que Peña Nie-to ganó por casi siete puntos

porcentuales de diferencia y 3.4 millones de votos al tabasqueño.

Pero al margen de las posicio-nes del PRD y de López Obrador, los escenarios del país para el próximo sexenio podrían ser, en-tre otros, cinco importantes:

1.- Las reformas. Calderón dejó pendientes varias refor-mas estructurales, entre ellas la de Pemex, la laboral, la fiscal, la política y la de seguridad. El PRI ya enlistó también sus reformas: la hacendaria, la laboral, la po-lítica. Por tanto, existe un buen escenario para discutir un pa-quete de reformas, ahora con la premura del PRI porque su can-didato ejercerá la presidencia de la República. Aunque las iniciati-vas de reformas son en algunos aspectos diferentes, parece exis-tir voluntad política para lograr algunos puntos intermedios. En materia de reformas, el PRD se ha plantado en no hacer alguna que afecte el modelo estatista. El escenario de las reformas podría ser el más viable, aunque su éxito va a depender de la profundidad

de las mismas, pero también de la fuerza del PAN y su papel para consolidar el reformismo. Por lo demás, serán reformas parciales y despuntadas, no estrictamente estructurales.

2.- La restauración. El tema del regreso del PRI a Los Pinos ha de-jado en el imaginario colectivo el regreso de los tiempos anteriores al 2000, y peor aún, anteriores al inicio del ciclo neoliberal y el del periodo populista intensivo. Sin embargo, como hemos visto, la restauración del viejo régimen no se ve viable por la conquista por la sociedad de espacios de liber-tad que antes dependían de las concesiones del poder priísta. El temor a la restauración del auto-ritarismo también se ve compleja por la capacidad de protesta de la sociedad, la globalización social y política y la capacidad de que-ja internacional de los activistas mexicanos. Para el PRI será más fácil adaptarse a los cambios políticos que regresar al pasado, aunque haya priístas que no se-pan más que añorar los tiempos del antiguo régimen.

3.- La reconstrucción. A me-dio camino entre la restauración y las reformas se encuentra el es-quema de la reconstrucción del viejo régimen aunque con hilos de poder de un sistema políti-co reformado pedro vigente. Se trataría del modelo Lampedusa: que las cosas tienen que cambiar para seguir igual. La capacidad de adaptación del PRI a los tiempos modernos será puesta a prueba en el arranque del sexenio con la propuesta de reformas y del reconocimiento político de Peña Nieto a las nuevas condiciones políticas. Las reconstrucción del viejo régimen con las nuevas re-glas sociales será sin duda una de las principales tentaciones de los priístas, sobre todo por lo re-lajado de su ventaja y su buena mayoría en el congreso y en los gobiernos estatales.

4.- La instauración pactada. En el terreno teórico, la instauración de la democracia vía un pacto en-tre las principales fuerzas políti-cas y sociales sería el escenario ideal. Daría el siguiente paso a la transición, aunque exigiría una voluntad democrática de abso-lutamente todas las representa-ciones políticas nacionales. Los Pactos de la Moncloa fueron el cerrojo de la transición española porque permitieron la moderni-zación del modelo de desarrollo y equipararon el avance político con el económico. Pero se trataría de construir un sexenio transito-rio para el PRI, sin tener la certe-

za de que la democratización le vaya a permitir seguir en el poder. Y sobre todo, implicaría la cancelación del sistema po-lítico priísta, del estado priísta y de la Constitución priísta. Y para ello, se requeriría de una élite priísta con control de ma-sas y de bases y con el hori-zonte histórico de la refunda-ción de la república. Aunque es el escenario más lejano, de todos modos se incluye por ser el escenario ideal.

5.- La posposición. Si los márgenes de maniobra de Peña Nieto se ven estrecha-dos por el activismo de López Obrador, el regateo del PAN, la incomprensión del PRI, el agu-dizamiento de la crisis inter-nacional, los pocos espacios de la crisis nacional, el acoso internacional y la ausencia de espacios políticos para las re-formas, entonces el sexenio peñanietista tendrá que admi-nistrar su tiempo y su fuerza y tendrá que quedarse vara-do al lado del camino. Este escenario no debe descartar-se, aunque al final el PRI po-dría apostar su resto a que las cosas no se descompongan, a que su aparato electoral le permita mantener sus posicio-nes regionales y legislativas y a que el PAN se divida por la lucha por el control del parti-do y la coalición neopopulista se fracture entre una buro-cracia sin fuerza social y un lopezobradorismo dispuesto a bloquear cualquier avance o reforma. Este escenario tam-bién es muy posible porque apelaría a la experiencia del PRI en manejar hilos de poder sin cambios.

Con todo, el proceso de transición mexicana entró en una zona de incertidumbre con a victoria del PRI y su re-greso a Los Pinos. No hay cer-tezas de nada hasta que Peña Nieto tome posesión de la presidencia de la República. Y para Peña Nieto, su principal definición será la de estable-cer hacía dónde dirigirá la lar-ga y lenta transición mexicana iniciada en 1977, con las refor-mas políticas y electorales que permitieron la ruptura del do-minio político del PRI, aunque aún no han llevado a la ins-tauración de la democracia y que han dejado mostrenca a la transición, sin saber de dónde viene ni hacia dónde llegará.

Andrés Manuel López Obrador Foto: Germán Canseco / Procesofoto / DF

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POR VIOLETA CORDERO ZOZAYA

La sobrepoblación, hacina-miento y erróneas estrategias de reinserción social, ponen a los centro de reclusión como uno de los pendientes de to-dos los niveles de gobierno; si no se atiende el fenómeno,

Las cárceles del país, una bomba de tiempo• Sobrepoblación, hacinamiento, corrupción y falta de

estrategias de reinserción

puede convertirse en una pesa-dilla. Los visibles estados de las cárceles, donde las bandas crimi-nales controlan y administran el tráfico de drogas, la extorción y alimentan la corrupción de auto-ridades, convierten a las cárceles en escuelas del crimen.

Según las estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el Sistema Penitenciario Federal, con cifras que compren-den hasta abril de 2012, en el país hay una población total de 236 mil 940 reos, de los cuales, 187 mil 863 corresponden al fuero co-mún y 49 mil 077 al fuero federal.

De la totalidad de los senten-ciados, 225 mil 768 son hombres y 11 mil 172 son mujeres; es de-cir, el 95.28% de la población es masculina, en comparación con el 4.72% que representan las muje-res.

Dentro de esta población total, sólo 77 mil 674 están “procesa-dos”, mientras que 110 mil 189 ya cuentan con una sentencia. La población procesada del fuero fe-deral representa el 11.11%, mien-tras que la población sentenciada

del fuero común, representa el 46.51%

En la República mexicana exis-ten 418 centros penitenciarios; el gobierno del DF controla 10 pe-nales 2.39%. Gobierno Federal, 12 penales 2.87%. Gobiernos munici-pales, 91 penales 21.77%. Gobier-nos estatales, 305 penales 72.97%

En el tema de la sobrepobla-ción de los Centros Penitencia-rios, la SSP reconoce que hay 48 mil 820 personas que sobrepasan al sistema. Asegura que sólo son 214 de las 410 penitenciarías, las que cuentan con estos niveles.

Siguiendo con el mismo tema, el informe especifica que son 57 los centros sobrepoblados que tienen población del fuero común y 157 centros están sobrepobla-dos con reos del fuero federal.

El Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), la Institución encargada de orga-nizar y administrar los Centros Federales de Readaptación Social (CEFERESOS), para la reclusión de personas procesadas, la ejecu-ción de sentencias y la aplicación

de tratamientos de readapta-ción social, en la aplicación de los Artículos 68 y 75. 1. Refe-rentes a los “Beneficios de Li-bertad Anticipada”, sólo se le otorgó a una persona.

En cuanto a los beneficios de libertad anticipada “des-pachados del fuero federal en la República Mexicana”, 86 personas se vieron beneficia-das.

En total, las libertades otor-gadas por el OADPRS fueron para 87 personas.

En incidencias, la SSP re-porta 57, en las cuales, estu-vieron involucradas 103 per-sonas.

En el tema de las extradi-ciones, seis personas fueron llevadas a otros países para enfrentar cargos en su contra.

Las tres entidades con más población penitenciaria son, Distrito Federal, Estado de México y Baja california. Mien-tras que los últimos tres lu-gares los ocupan, Campeche, Zacatecas y Tlaxcala.

El centro penitenciario con más población es el las Islas Marías con siete mil 673 reos

La entidad con mayor po-blación Penitenciaria del fuero común, es el Distrito Federal, con 41 mil 916 presos. La ca-pital del país, cuenta con 10 centros penitenciarios, con una capacidad total de 22 mil 577 reos.

Los diez centros que exis-ten en la capital del país, son: Reclusorio Preventivo Varonil Norte, Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Norte, Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, Centro de Ejecución de Sanciones Pena-les Varonil Oriente, Reclusorio Preventivo Varonil Sur, Peni-tenciaría del Distrito Federal, Centro Varonil de Rehabilita-ción Psicosocial (CEVAREPSI), Centro de Readaptación Social Varonil Santa Martha Acatitla (CERESOVA), Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, Centro Fe-menil de Readaptación Social Tepepan y el Centro de San-ciones Administrativas, “El Torito”.

La distribución de los Cen-tros Penitenciarios por nivel de Gobierno, se conforma de la siguiente forma, el Distri-to Federal con 10 centros el 2.39%; el gobierno federal con 12 centros 2.87%, los gobier-nos municipales con 91 cen-tros el 21.77%.

El sistema penitenciario

A raíz de la fuga de Joaquín, El Chapo, Guz-mán (2001) del

penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, se puso en evidencia que los centros de reclusión fede-ral estaban haciendo agua y eran uno de los puntos débiles del sistema de justicia y seguridad. Pero a nivel local, los llamados centros de readaptación, han sido tradicionalmente enclaves de profesionali-zación del crimen, donde la corrupción es moneda de cambio.

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1101.09.2012 Transiciónmexicano se compone de los sistemas estatales y del fe-deral; los estados son res-ponsables de custodiar a los individuos acusados de come-ter delitos del orden común, mientras que el gobierno fe-deral es responsable de aqué-llos acusados por delitos del orden federal.

Las instituciones peniten-ciarias del gobierno Federal son, Complejo Penitenciario Islas Marías, CEFERESO No. 1 Altiplano, CEFERESO No.2 Occidente, CEFERESO No.3 Noreste, Centro Federal Feme-nil Noroeste, CEFERESO No.4 Noroeste, CEFERESO No.5 Oriente, FERESO No.6 Sureste, FERESO No.7 Nor-Noroeste, FERESO No. 8 Nor-Poniente, FERESO No.9 Norte y FEREPSI.

En cuanto a la tendencia de crecimiento de población penitenciaria, la SSP también comparte datos interesantes y que resultan significativos.

2003: 182 mil 530 reos2004: 193 mil 889 reos2005: 205 mil 821 reos2006: 210 mil 140 reos2007: 212 mil 841 reos2008: 219 mil 754 reos2009: 224 mil 754 reos2010: 219 mil 027 reos2011: 230 mil 943 reos2012: 236 mil 940 reos

En el tema más preocupan-te, es el de la sobrepoblación de internos, las cifras no son nada alentadoras. Tan sólo el Distrito Federal cuanto con una sobrepoblación de 18 mil 655 reos; le sigue el Estado de México con 7 mil 873 perso-nas demás y en tercer lugar está Jalisco con 7 mil 114.

En comparación, Mi-choacán tiene disponibles, 3 mil 271 lugares, Guanajuato mil 479 plazas y Sinaloa mil 17 lugares.

La sobrepoblación peniten-ciaria, está relacionada con el propio “sistema”, es decir la impartición de la justicia, pero no podría solucionarse con la creación de más insta-laciones penitenciarias, sino también con la optimización de la infraestructura existen-te y la aplicación de penas al-ternativas a la prisión y una verdadera agilización a los sistemas de impartición de justicia.

En cuanto a las incidencias que presentan estos centros, se sabe que son recurrentes

las riñas, los intentos y logros de fugas, los motines, el contraban-do, la agresión al personal de se-guridad, el contrabando, la extor-sión, la prostitución y toda clase de delitos.

La SSP reconoce tres fugas, 103 riñas, ocho homicidios, cua-tro suicidios, 22 decesos, 22 agre-siones a terceros,

Escuelas del crimenDebe existir una explicación

real de porqué los centros peni-tenciarios, federales, estatales o municipales no son verdaderos “centros de readaptación” y por qué no ayudan a quienes delin-quieron a reincorporarse en la so-ciedad, sino más bien, sirven de verdaderas escuelas del crimen.

Ninguna cárcel en México está enfocada al cumplimiento de la pena y a la instrumentación de programas de reinserción social; según el Artículo 18 de la Cons-titución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “el sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacita-ción para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sen-tenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, obser-vando los beneficios que para el prevé la ley” (…).

Además, el Estado considera que para la reinserción a la socie-dad es necesario proveer trabajo, capacitación y educación; en el informe especial “Estrategia Pe-nitenciaria 2008-2012” de la Se-cretaría de Seguridad Pública, se-ñala que la reclusión tiene como finalidad que quien delinque “re-flexione sobre las razones que lo llevaron a incumplir el pacto social y a perder su libertad, con el fin de optar por desarrollar las habilidades y los conocimientos que le ayuden a reintegrarse a la sociedad actuando dentro de los márgenes de la ley”.

También reconoce que históri-camente el Estado ha fallado en proveer trabajo a los reos, debi-do a la falta de un marco jurídico que regule la implementación de programas laborales, que no sólo contribuirían a la reinserción so-cial y económica de los presos, sino que además ayudaría a sa-near las finanzas del sistema pe-nitenciario.

La sobrepoblación, la alimen-tación insuficiente y deficiente, espacios inadecuados para per-noctar, ropa para los internos, servicios médicos pobres, han transformado a los centros peni-tenciarios en lugares donde reina la corrupción y la inequidad entre

los internos.“La falta de una política clara

sobre el trabajo penitenciario ha producido ambigüedades en su aplicación y discrecionalidad al momento de elegir a los internos para los programas de empleo”.

Esta falta de “empleo” y de la implementación de otros progra-mas verdaderamente orientados a la reinserción, sumado al grave “hacinamiento” y la corrupción que impera en muchos de los cuerpos del orden destinados al cuidado de estos centros, fomen-ta que las cárceles sean lugares de contención, donde se entra por un delito y se sale con una espe-cialidad en otra materia delictiva.

La SSP afirma en su informe que los centros son un “eslabón más en la cadena delictiva, popu-larmente conocidos como escue-las del crimen, al no poder cum-plir con:

*Estándares de diagnóstico que permitan una clasificación homogénea de los perfiles psico-lógicos y criminales, para poder determinar pabellones específi-cos que tomen en cuenta las ca-pacidades delictivas y de riesgo de los internos.

* La tipificación y separación entre primodelincuentes y reinci-dentes, así como la implementa-

ción de condiciones diferen-ciadas de tratamiento para cada tipo.

Ante la problemática, el gobierno federal comenzó un programa de reubicación de internos del fuero federal de los centros penitenciarios de las entidades federativas y del Distrito Federal que es-tán siendo trasladados a los CEFERESOS, para que todos queden instituciones adminis-tradas por el Sistema Peniten-ciario Federal.

Este esfuerzo, forma parte del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Le-galidad, que comprende entre otras coas otorgar un subsidio por cada reo del fuero federal en prisiones estatales.

La Federación otorga un subsidio a los estados, que se llama Socorro de Ley, Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad; el Es-tado proporciona alrededor de $42 para alimentación de cada reo, pero se estima que cada uno cuesta al día $100 pesos, por lo que las prisio-nes presentan un déficit en su presupuesto.

El “pago de cuota alimen-ticia por internos del fuero federal en custodia de los Go-biernos Estatales” cuenta con un presupuesto de 767 mil 900 pesos. Al año, cada reo federal le cuesta al Estado: 15 mil 640 pesos.

En materia de presupues-to, en 2012 la SSP recibió en total 40 536,522,049, de los cuales destinó 32,821,346 a la impartición de justicia; 32,821,346 al consejo de me-nores, Reclusión y readapta-ción social 12,825,107,251; Prevención y Readaptación Social 317,791,700; Sistema penitenciario que garantice la ejecución de las resolu-ciones jurídicas y contribu-ya a la readaptación social 12,507,315,551 y en Infraes-tructura tiene un presupuesto de 5,023,739,458.

Bajo la premisa de que además de la sanción por la comisión de delitos, el con-finamiento en penales debe tener el propósito de inducir en las personas sentenciadas a la recuperación de valores éticos, su formación integral y su reintegración a la socie-dad una vez cumplida la pena, se debe de atender al grave problema de los reclusorios, cárceles y penitenciarías de la República.

*Delito: “Calificación jurídica de una conduc-ta, de acción u omisión, dolosa o culpable, de-terminada típicamente y castigada como tal por la ley penal”.

*Se estima que cerca del 95% de los internos sentenciados recupera-rá su libertad en algún momento.

* Además de la sanción por la comisión de de-litos, el confinamiento en penales debe tener el propósito de inducir en las personas senten-ciadas a la recupera-ción de valores éticos, su formación integral y su reintegración a la sociedad una vez cum-plida la pena.

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POR MANUEL CARMONA

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No niego en lo absoluto que su participación en el pa-sado proceso electoral federal fue un rotundo fracaso, pues luego de permanecer por dos periodos sexenales consecuti-vos en el ejercicio del poder, el PAN se fue hasta el tercer lugar de las preferencias elec-torales.

Pero tampoco hay que ol-vidar que esto es parte de la –normalidad democrática- la nueva realidad que impera en México, donde ya hemos entrado definitivamente en el camino sin retorno de la alter-nancia política, que se inaugu-ró a partir del 2 de julio del año 2000.

Por lo tanto, a estas altu-ras lo que todos aquellos que se dedican a la política como modo permanente de vida de-bieran tener ya completamen-te asimilado, es que el electo-rado ya no tiene dueño.

En lo personal considero, que una de las muchas leccio-nes que debe dejar al país y a las tres grandes fuerzas que en este momento dominan la política nacional, es que en la democracia ya no existen victorias permanentes, ni tampoco derrotas para siem-pre.

Hoy la sociedad civil está consciente de su poder y da su respaldo a un partido, pero si no queda conforme con su desempeño en el gobierno, para la siguiente elección le retira su apoyo, así de simple.

El ex Primer Ministro Bri-tánico David Lloyd George, siempre sostuvo que en las democracias, el día de las elec-ciones la boleta se convierte en una especie de puñal de papel, con que los ciudadanos pueden cumplir su venganza, en aquellos casos de haber sido engañados o simplemen-te decepcionados por sus go-bernantes.

Más cercano en tiempo y en distancia cobra vigencia también el pensamiento de

Volver a empezarDesde luego que es una lectura inco-rrecta, quienes

guiándose únicamente por la estrepitosa derrota del Partido Acción Nacional en las pasadas elecciones presidenciales, ya le han extendido incluso hasta su certificado de defunción.

Luis Donaldo Colosio: “El gobier-no actúa y el partido lo resiente”.

Por eso, más allá de las muy diversas argumentaciones que se han formulado para explicar los malos resultados que obtuvieron los candidatos del PAN en las pa-sadas elecciones presidenciales, en lo personal sostengo la hipó-tesis, que aún teniendo la deba-cle un origen multi-factorial, sin restarle importancia a la pésima campaña de la señora Josefina

Vázquez Mota, el factor decisivo, fue la calificación reprobatoria que la sociedad otorgó a los dos últimos gobiernos de la alternan-cia.

De ahí que considero que los panistas están obligados en pri-mer lugar a reconocer y luego ofrecer una disculpa a los mexi-canos por los errores y excesos en que incurrieron los dos últimos Presidentes de la República que surgieron de entre sus filas.

¿O cometerán el error de justificar la irresponsabilidad y frivolidad con que se condujo durante seis años Vicente Fox Quesada? quien devaluó la institución presidencial hasta límites inimaginables, complementando lo anterior con la necedad de Felipe Calderón de convertir a casi todo el país en zona de guerra, en su afán no de salvaguardar la integridad de los mexicanos, sino de legitimar su cuestionado mandato ante su dudoso triunfo en el 2006.

Por supuesto que el paso más obvio, será el inminen-te inicio de hostilidades, el arranque de una guerra frati-cida entre los grupos políticos al interior del PAN para hacer-se del control del Comité Eje-cutivo Nacional, pero eso será insuficiente si la renovación de la dirigencia no se acompa-ña de una amplia y profunda deliberación sobre los causas de su derrota.

Una vez agotada esta ne-cesaria etapa de discusión, lo que sigue es la definición de una ruta política que establez-ca los tiempos y mecanismos para una hipotética recupera-ción del poder.

En síntesis, no se trata solo de comenzar una lucha feroz y despiadada con el único fin de apoderarse de los restos del naufragio, en verdad que eso no tendría sentido, pues aportaría muy poco o casi nada para el futuro del PAN.

De no convocarse a una gran reflexión que le permi-ta al panismo identificar sus errores y en su debida opor-tunidad cumplir con un obli-gado acto de contrición de frente al electorado, entonces seguramente se llevará más tiempo su posible retorno al poder.

Al no hacer nada, más que limitarse a quedar agazapados en el gran teatro de la política, apostarle únicamente al trans-curso del tiempo, al olvido, a los errores y al desgaste que ahora le tocará sufrir al PRI, no sería eso una estrategia, sino la peor de las maniobras.

No estoy aquí sentado en espera de que me hagan caso, pero insisto, yo le apuesto más a la discusión, para que sobre esa base, primero lle-guen a conclusiones de lo que les pasó y con ese diagnóstico: volver a empezar….

foto: Alfredo Maya / Procesofoto / Q. Roo

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POR RAYMUNDO GARCÍA GARCÍA

El documento pone a deba-te y endereza la responsabili-dad y por lo mismo el cobro de facturas en contra de dos comisiones: La Comisión Na-cional de Elecciones (CNE) y La Comisión de Vigilancia del re-gistro Nacional de Miembros del PAN, bajo la hipótesis de que ambas autoridades parti-distas rompieron con el sus-trato esencial que mantuvo a Acción Nacional incólume en su lucha histórica por alcan-zar el poder al no cumplir ca-balmente con el principio de legalidad; esto es, queda en el aire la idea de que el CEN consintió la comisión de irre-gularidades.

“Lo mejor para México” dice que el objetivo de la CNE fue crear una autoridad impar-cial, que organizara los proce-sos de selección de candida-tos, para garantizar la unidad del partido y dar como resul-tado triunfos electorales. Para ello tiene como facultades las de preparar, organizar, super-visar y calificar los procesos de candidatos y dirimir con-troversias. Pero en el pasado proceso federal electoral este

Confrontación estatutaria en el PAN

En la necesaria actividad evalua-ción y apertura de debate y con-

sulta del papel del PAN como partido en el gobier-no federal que perdió la elección presidencial, un grupo de sus integrantes, bajo la denominación de una frase no terminada Lo mejor para México; ha dado principio a un análisis que confronta las reformas a los estatutos llevadas a cabo en 2008, frente a su implementación en la rea-lidad socio-política.

grupo panista ha mencionado por lo menos 24 irregularidades; para contribuir a ese debate social y nacional al que debe estar sujeto todo partido político mexicano como entidad de interés público,

se enlistan los más sobresalien-tes:

No se respetaron plazos para ubicación e integración de casi-llas, aprobación de registros, ini-cio de precampañas.

Las secretarías de organiza-ción en los estados sustituyeron a las autoridades partidistas en-cargadas de la elección interna.

Multiplicación de impugnacio-nes, por olvido de normas legales e impulso de criterios diversos, provocando un importante núme-ro de impugnaciones.

Acciones para que las comisio-nes electorales en algunos esta-dos, renunciaran o no funciona-ran, para construir el argumento necesario para hacer designacio-nes y no elecciones internas. Los integrantes de la CE en Baja Ca-lifornia Sur renunciaron al cargo; en Tamaulipas no se instaló la CE.

Incapacidad financiera de los CDE para eficientar los procesos de elecciones internas.

Violación de los estatutos al no llevarse a cabo los procesos internos democráticos, abusando

de los casos de excepción me-diante el uso del recurso de designación de candidatos, ya que se propusieron designar candidaturas en 24 estados a senadores, diputados de re-presentación Proporcional y diputados de mayoría.

Se designaron 24 fórmulas de candidatos al senado (48 candidaturas de un total de 64) y se designaron candida-tos a diputados uninominales en 140 distritos federales. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TE-PJF) resolvió que la CNE había violado los estatutos del PAN.

El TEPJF resolvió el 30 de noviembre de 2011 que en todo proceso interno debía respetarse la equidad de gé-nero, (aún en proceso de elec-ciones internas); sin embargo, la CNE en la emisión de convo-catorias nunca tomó las provi-dencias necesarias, ni advirtió a los contendientes de las po-sibles consecuencias de dicha resolución.

En el cumplimiento de la equidad de género, el cambio de candidaturas atendió a cri-terios discrecionales, sin que se pudiera conocer la funda-mentación de los mismos.

En suma: los resultados electorales no reflejan defi-ciencia de las normas internas panistas, por ello la mirada se ha dirigido hacia la conducta y comportamiento de múlti-ples actores que impulsaron y abusaron de un pragmatismo desenfrenado. José Espina

Foto: Hugo Cruz/Procesofoto

CEN del PAN

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Hay quienes sostienen que, en parte, la derrota se debió al des-gaste natural de 12 años de ejer-cer el poder, pero dentro del PAN hay grupos que ahora sostienen, que lo que realmente los afectó fue el mal desempeño del gobier-no de Felipe Calderón, que no cumplió sus promesas de cam-paña, que sólo alcanzó magros resultados y lo más importante, que desató una brutal espiral de violencia con su guerra contra el narcotráfico y el crimen orga-nizado, cerrándose a cualquier propuesta de cambio de estrate-gia. Ahí están las causas reales de la derrota del PAN, sostienen los grupos desplazados por el propio Calderón, como Santiago Creel, Manuel Espino y Vicente Fox, en-tre los más relevantes.

También Calderón, desde su llegada a Los Pinos, le dio la es-palda a la doctrina y principios tradicionales del PAN, imponien-do durante su gestión a tres líde-res nacionales, carentes de oficio político, que fueron arrollados

Brújula del Cambio

POR RAFAEL ABASCAL Y MACÍAS

Tras su derrota el PAN trata de minimizar el desplome• Mal desempeño del presidente Felipe Calderón • Alejamiento de su doctrina y principios • No cuidó la selección de candidatos y la calidad de su militancia

El PAN el pasado 1 de julio no sólo perdió la presidencia de

la República, sino tam-bién de ser la primera fuerza política nacional, pasó a una tercera y le-jana posición, con serios retrocesos en la Cámara de Senadores y Diputa-dos; perdiendo el día de la elección dos de las tres gubernaturas que tenía, Jalisco y Morelos, conser-vando la de Guanajuato, aunque muy disminuido su nivel de poder. por la lucha de grupos a la que fueron

sometidos desde dentro y fuera del partido, de esta forma Acción Nacio-nal pagó el precio de ejercer el poder y la negociación interna para poder mantenerlo; no cuidaron la selección de candidatos y en la mayoría fueron impuestos desde el CEN, así como tampoco cuidaron la calidad de sus militantes y adherentes.

Desde Vicente Fox, el PAN se ale-jó de sus principios humanistas y no supo manejar el cambio de ser opo-sición a ser gobierno, con excesos de pragmatismo e injerencia desde Los Pinos a la vida interna partidaria; lo que los grupos doctrinarios califica-ron como:

“El indebido y antidemocrático acercamiento con el gobierno y apoyo abierto a la política estatal; injerencia creciente de los empre-sarios en la vida del partido y auto-ritarismo interno, burocratización del partido e intransigencia con los grupos y opiniones divergentes”.Lo anterior fue aumentando du-

rante la gestión del presidente Calde-rón, donde califican sus críticos que:

“El PAN ya no es el partido de ins-piración humanista, que defendía los derechos humanos contra los

abusos de la autoridad y que bus-caba una justa distribución de la riqueza, que se oponía con valor y con espíritu de libertad e indepen-dencia al régimen y que movía vo-luntades con ideas, con principios y con programas propios, inspira-dos en su doctrina. Hoy el PAN es pro-liberal y pragmático”.

Largo proceso de deterioro del PAN

La realidad es que el blanquiazul enfrenta hoy un duro revés electo-ral que los ha colocado como tercera fuerza política en el país y la pérdi-da de confianza del electorado, ante el desdibujamiento del partido, así como la pugna de grupos internos y la injerencia del presidente Calde-rón; lo que ha impedido un profundo proceso de reflexión y análisis. Por su parte, el titular del Ejecutivo Federal quiere plantear de inmediato la re-fundación del partido. Por otro lado, el líder nacional del PAN, quiere hacer cambios sin prisa, tal vez esperando el traspaso de gobierno y la pérdida de poder de Calderón.

Los grupos doctrinarios han planteado que este proceso debe

ser conducido por los órganos del partido y en amplia consulta con la militancia, que genere un diagnóstico y una hoja de ruta de las acciones necesarias para rectificar desviaciones, relan-zar propuestas programáticas y reorganizar la vida institucional del partido. Afirman que es el momento de discutir y decir las cosas como son, la actual circuns-tancia no admite autocomplacen-cias, ni simulaciones; para llegar a una autentica reconstrucción del partido.

La derrota electoral del 1 de julio pasado es producto de un largo proceso de deterioro insti-tucional, consentido por una di-námica de inmediatez electoral que ha colocado la búsqueda del poder, alejándose de una visión de largo plazo para el logro de los objetivos humanistas que dieron origen al PAN. En la derrota del blanquiazul esta la responsabili-dad del partido y de sus gobier-nos, y como reflejo de ello, una estrategia ineficaz de campaña; con una candidata que ni siquiera logro unificar a las fuerzas inter-nas, con la apatía del presidente Calderón y gobernadores de va-rios estados, así como líderes y empresarios.

Ese proceso de deterioro ins-titucional tiene en el centro un fenómeno de pragmatismo ram-pante en el partido, que rompió con la ética, y no en pocas oca-siones ha interrumpido el estilo y la tradición democrática que de-jaron plasmada los fundadores, en el ejemplo de su insobornable conducta política personal y en la meridiana visión con que expre-saron propósitos y programas.

Contrario a las más puras esencias que plasmaron sus fun-dadores, han aparecido en el PAN algunas prácticas que correspon-den a las tradicionales de la ma-nufactura priísta, dinámicas cor-porativas, procesos clientelares, y una disputa de intereses grupales que han dejado de tener en cuen-ta al partido y a la comunidad.

Al final de cuentas, el PAN ha consentido además una indebida intromisión del gobierno en la definición de acciones y órganos estatutarios que sólo a aquel le competen, también una cultura presidencialista que llegó a co-locar por encima de la lealtad al partido el apoyo al presidente de la República o a los gobernadores en turno, y condenó el diferendo como traición.

El descalabro del PAN en 2009

Los doctrinarios y varios gru-pos de panistas vinculados a los principios de los fundadores, proponen, dos etapas de análisis:

1.- Empezar el diagnóstico, por el análisis profundo que

Josefina Vázquez Mota - Foto: Octavio Gomez/Procesofoto

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se hizo a lo largo del sexenio de Felipe Calderón.

Donde destaca el descalabro en las elecciones intermedias de 2009, en que el PAN tuvo signi-ficativas derrotas en elecciones a nivel local (cinco gubernaturas pérdidas desde 2007, así como varios municipios); el pobre de- sempeño en procesos electorales: de 28 elecciones de gobernador, solamente ganó seis y en tres de ellas en alianza con el PRD.

Asimismo, la creciente inter-vención en la vida interna del partido por parte del presidente Felipe Calderón Hinojosa en la definición del dirigente nacional, la elección de consejeros nacio-nales y la postulación de candida-tos a gobernador. Ante esta deba-cle panista, se dieron diferentes diagnósticos, la mayoría de ellos complacientes ante el poder de Los Pinos y sobresale un crítico de José Luis Coindreau (septiem-bre 2009), que no fue procesado por las vías institucionales, que se sustentaba en los siguientes puntos:

1.- Incapacidad política para hacer frente a gobernadores del PRI2.- Pérdida de identidad partidista3.- Conflictos entre militantes y dirigentes4.- Imposición de candidatos5.- Abandono de causas popu-lares6.- Alejamiento entre el parti-do y la ciudadanía

2.- Análisis de diversas causas y no hay acuerdo en las circunstancias de la de-rrota en el 2012

Donde cada uno de los actores del partido expresa su propia ver-sión de lo ocurrido, en que hay al menos dos posiciones encontra-das, por un lado, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero y por la otra, el presidente Calderón; en que han fijado los siguientes puntos de discusión:

1.- La falta de apertura a la ciudadanía2.- La selección equivocada de candidatos3.- El modelo de organización territorial4.- El régimen de sanciones que no permite excluir con ra-pidez a los militantes5.- El financiamiento público y privado de los procesos elec-toralesEn este sentido, hay panistas

que sostienen que al partido le ha faltado trabajar en la estruc-tura, el compromiso, y la estra-tegia, otros ven en las traiciones de panistas --como la del expre-sidente Vicente Fox, la del exlíder del CEN del PAN, Manuel Espino, entre otros-- que llamaron a votar por otros partidos u operaron en favor de ellos, la explicación de la derrota, así como las disputas lo-

cales por cargos. Hay otros más, que destacan que

la formación de grupos de poder dentro del PAN generó que algunos dirigentes locales estén pensando en intereses propios incluso por encima del partido y la mayoría de los panis-tas considera que el principal proble-ma radica en que se haya abierto el partido tanto como para aceptar a cualquier persona, por lo que llega-ron muchos personajes dañinos, así como jóvenes que no tenían la capa-citación ni devoción panista de antes.

Pero en general, coinciden en des-tacar que la principal causa de la de-rrota panista fue la injerencia abierta del presidente Calderón y un magro desempeño en su gestión guberna-mental, especialmente en su guerra contra el narcotráfico y el crimen or-ganizado; que también causó una cri-sis al interior del PAN de organizacio-nal y de relajación de sus principios.

Discrepancias sobre el futuro del PAN

Durante la sesión inaugural (12-08-2012) del Consejo Nacional del PAN, el presidente Calderón aseguró que tanto el Gobierno Federal como el PAN fallaron en las pasadas elec-ciones al no poder transmitir un apo-yo político electoral a la campaña de la ex candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota. El mandata-rio señaló que esta situación exhibe la debilidad crónica del partido; por

lo que urgió a llevar a cabo cambios de inmediato en el partido, como se-ría la refundación del blanquiazul.

Por su parte, Gustavo Madero, lí-der nacional del PAN indicó que sería “riesgoso” enfocar la renovación del partido en una apresurada reforma a los estatutos ya que podría repre-sentar una visión “trunca y cortopla-cista”. Madero, después de asumir su responsabilidad en la derrota electo-ral panista, aseguró que no es mo-mento de buscar culpables sino de encontrar las razones y alcanzar un profundo entendimiento que les per-mita seguir siendo un partido fuerte y contribuir en la transformación de México.

El PAN comienza a procesar mal su fracaso en las urnas, ya que es evidente de que se alejó de su doc-trina y principios, con la adopción de prácticas que cuando eran oposi-ción prometían combatir corrupción, clientelismo, corporativismo y uso patrimonial de los cargos guberna-mentales decepcionó a buena parte de sus simpatizantes; pero plantear que la derrota se debió a ese aleja-miento y pretender reconstituirse a partir de un cambio de estatutos e in-tentar hacerlo abonando a la división del partido es errar y dar la espalda a la realidad, que es más compleja.

Todos estos argumentos y posi-ciones en el Auditorio Manuel Gómez Morín, con una asistencia de 281 de 380 consejeros nacionales, donde el líder nacional del CEN del PAN, seña-ló que su partido de ninguna manera está ante un escenario:

“Ni de catastrofismos, ni parálisis, ni complacencia”

De esta forma, el político chi-huahuense, Gustavo Madero, pidió re-flexionar a conciencia sobre lo que el PAN dejó de hacer en los últimos 12 años al frente del gobierno y retomar la Agenda de la Transición y Demo-

cratización del país; y puso freno a las propuestas de refundación del partido con carácter de urgen-te, por parte del presidente Felipe Calderón, quien también buscará recomponer al blanquiazul, con un enfoque de la doctrina demó-crata cristiana de sus inicios y contar con bases partidarias, así como facilidades estatutarias, para impulsar la candidatura de su esposa Margarita Zavala.

Hay que destacar, que el próxi-mo 15 de septiembre el PAN cum-plirá 73 años de su fundación, que representa una oportunidad emblemática y simbólica, para re-definir su futuro.

Desplome del PAN

Perdió Josefina Vázquez Mota (JVM) la presidencia de la Re-pública, alcanzando poco más del 25% de los sufragios, que representan alrededor de 12 millones 786 mil votos; lo que significa una pérdida de más de 10% del poder, en relación en el 2006 con Calderón, es de-cir, dos millones menos --aun-que hay que tomar en cuenta la diferencia de Padrón Electo-ral--.La diferencia entre el triunfa-dor Enrique Peña Nieto y JVM es de 12.8 puntos, que repre-sentan más de 6 millones 439 mil votosA lo largo del sexenio dejó ir varias gubernaturas y el día de la elección perdió Jalisco y Morelos, pasando de ser la pri-mera fuerza en la entidad a la tercera.En las elecciones legislativas, en seis años pasó de 53 a 38 senadores, que representa una pérdida de 28.3% del poder; y de 207 a 114 diputados, que significa una disminución de 45% de sus posiciones.Confundió el crecimiento en número de afiliados con el de electores, ya que en 12 años la militancia creció 399% pero los votantes disminuyeron en 21%; y no tomaron en cuenta que muchos de los militantes activos o adherentes buscaron serlo para obtener un puesto de elección popular o un cargo en la administración pública.También el PAN no cuidó la selección de candidatos, pre-dominaron las imposiciones desde el centro (CEN) o los gobernadores, no reforzó du-rante los últimos seis años su organización territorial, ni re-novó sus cuadros. Tampoco protegió la unidad o conformó un equipo de campa-ña eficaz y disciplinada detrás del cual se alinearan los cua-dros gubernamentales del PAN y las estructuras del partido.

Manuel Espino Foto: Benjamin Flores / Procesofoto

Felipe CalderónFoto: Miguel Dimayuga/Procesofoto

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La historia moderna del país ubica tres fuerzas principales que se disputan el poder cada elección, local y federal. La ideo-logía política se focaliza en tres sectores: la derecha o conserva-dores, los del centro o el de los equilibrios políticos entre la de-recha y la izquierda, y los de la izquierda o progresistas.

Los partidos políticos que representan estos pensamien-tos son el PAN, considerado de la derecha o conservador, el PRI del centro y el PRD de izquierda o progresista. Los tres institutos políticos tienen identidades de-finidas y proyectos diferentes. Desde diferentes ángulos, per-cepciones y posiciones políticas han contribuido al fortalecimien-to del México de hoy, y a veces a su estancamiento y caos, a nivel local o federal. Estos partidos, se disputan las preferencias electo-rales en todos los cargos de elec-ción federal y locales. Los tres son importantes para la democra-cia y para los contrapesos políti-cos, que son necesarios en todo sistema político y sobre todo para poner un alto a los dogmas políticos extremistas o de abusos del poder público.

Entre 1933 y 1935, años de agitación social y de crisis eco-nómica para el país, el Partido Nacional Revolucionario (ahora PRI) trataba de fortalecer la in-dependencia política del país y organizar políticamente al país mediante la institucionalidad, legalidad, estabilidad y unidad política nacional, logrando des-mantelar las clases políticas cau-dillistas y acotar el activismo de los conservadores, organizando a obreros y campesinos en sectores

La encrucijada del PAN

de su partido; surgieron grupos de oposición cuyo denominador fue el rechazo al régimen político empren-dido por el estado.

Motivado por los acontecimien-tos políticos de los años 30, Manuel Gómez Morín, junto con un grupo de coetáneos, funda en enero de 1939 el Partido Acción Nacional. Surge el par-tido político que aglutina de manera formal a la clase política conservado-ra de diferentes niveles sociales; con ello, la derecha institucionaliza y le-

galiza su lucha política. Antes de la existencia del PAN, la

clase política conservadora, es decir, el clero, los militares y políticos con-servadores se aliaban y confabulaban entre sí, para acceder al poder públi-co y mantener sus prebendas eco-nómicas y políticas mediante golpes de estado militar o alianzas con los intervencionistas extranjeros. El PAN surge como una nueva oferta política e institucional para los mexicanos y como contrapeso al proyecto político

del partido oficial imperante en los 30.

En febrero de 1939, en el lo-cal del Frontón de México, se constituyó el Comité Organiza-dor y el 16 de septiembre de este mismo año quedó conformada la Asamblea Constituyente de Acción Nacional, que adoptaría los principios de doctrina y los estatutos de la nueva organiza-ción. Precedieron a estos acon-tecimientos, una tenaz comu-nicación con diversos núcleos ciudadanos de los estados, nume-rosos viajes a todos los estados de la República para conformar la red que iniciaría el movimien-to de Acción en el país. El fun-dador, no sólo concretaba la or-ganización y fortalecimiento de este partido sino que promovía la comunicación política de dicho instituto política, además de que él mismo, gozaba de un prestigio intelectual de derecha, pues fue uno de los destacados miembros del grupo Los Siete Sabios o Ge-neración de 1915, a los miembros fundadores de la Sociedad de Conferencias y Conciertos cuya meta era propagar la cultura en-tre los estudiantes universitarios de la ciudad de México.

La sociedad fue fundada el 5 de septiembre de 1916 y fue co-nocida en el ambiente cultural de aquella época como la sociedad de “Los Siete Sabios de México”, mote que les fue impuesto por sus compañeros en burlona refe-rencia a los Siete Sabios de Gre-cia y que, sin embargo, pronto se convirtió en título de prestigio para los integrantes fundado-res de la sociedad. Del lado de la izquierda o del pensamien-to progresista destacó Vicente Lombardo Toledano, fundador del Partido Popular Socialista. La fundación del PAN contribuyó a la democratización e institucio-nalización política. Surge a partir de un liderazgo ideológico e in-telectual conservador notable e importante, al cual le sucedieron otros miembros destacados del panismo en su ascenso gradual al poder político.

Ascenso y caída del panismo

Con la fundación del PAN, se inicia una nueva era en la lucha por el poder público en el país mediante el sistema de partidos políticos. Estos son el instrumen-to de la institucionalidad y legali-dad de la democracia y del siste-ma político que se establecía en el país, dejando atrás la estela del caudillismo y los feudos de po-der que bloqueaban o limitaban el avance del país en materia eco-nómica, política y social. A la vez que debilitaban la independencia nacional, que lo hacía objeto de apetitos intervencionistas de po-tencias extranjeras.

La derrota electoral del PAN en las pasadas elecciones, no nada más se ciñe a la presi-

dencia de la República. Acción Nacional perdió alcaldías guber-naturas y en el Distrito Federal, fue una total debacle. Ante tal retroceso, es necesario un análi-sis a detalle de cómo fue que el partido en el poder durante dos sexenios se viniera abajo tan estrepitosamente. Y por ende, si hay manera de restituir la fuerza del blanquiazul, un esla-bón necesario de la democracia mexicana

POR EMILIANO LÓPEZ

•Entre la refundación y la reestructura

Felipe Calderón - Foto:Benjamín Flores / Procesofoto / DF

Artículo

Page 17: Transición #2

1701.09.2012 TransiciónAl año siguiente de su fun-

dación, en 1940 afrontaba las primeras elecciones presidencia-les, en ese entonces apoyaron la candidatura de Juan Andrew Al-mazán (candidato de su propio partido, el Partido Revolucionario de la Unificación Nacional). En este tiempo Manuel Gómez Morín tenía la visión política de buscar alianzas políticas para posicionar en el ajedrez político del país a su partido, anteponía los intereses de la democracia y de la Nación por encima de los individuales y de grupo. Ejemplo que deben se-guir actualmente los panistas a favor de su partido, la democra-cia y los intereses de la Nación.

Con su apoyo a la candidatura presidencial de Almazán, el PAN y sus dirigentes se alejaban del caudillismo y buscaban la institu-cionalidad y legalidad, además de la estabilidad política mediante vías políticas pacíficas. Bajo esta línea logró su primera diputación en 1946 y ganar su primer mu-nicipio, Quiroga, Michoacán, en 1947. Sin embargo, mantuvo una presencia marginal en el gobier-no.

En 1952, contendió por pri-mera vez a la presidencia de la República, con Efraín González Luna como candidato. A pesar de haber ganado aproximadamente el 13% de la votación en las elec-ciones generales de 1970, una cifra muy alta para un sistema de partidos incipiente, el partido sufrió un declive que tocó fondo en 1976, cuando no pudo acor-dar un candidato a la presidencia y no participó en las elecciones. Sin embargo, es desde estos años que se inicia el proceso de incrus-tación de grupos empresariales descontentos por el libertinaje y caos económico en que incurrie-ron los presidentes Luis Eche-verría y José López Portillo, y se conjuga con la gradual apertura del país en materia democrática y electoral a partir de la Reforma Política de 1977, con lo que em-pezarían a cosecharse los frutos de décadas de oposición.

Los malos y caóticos gobier-nos priístas empezaron a pesar del ánimo del electorado que bus-caba con urgencia un cambio en la conducción del país; las crisis económicas junto con los malos gobiernos orillaron a la ciudada-nía a considerar otras opciones políticas para conducir al país. La ciudadanía buscaba más resulta-dos de buen gobierno que retó-rica. Los priístas ya habían des-gastado mucho los valores de la independencia y las bondades de la Revolución mexicana que no se traducían en resultados buenos y palpables para la mayoría de los habitantes. Además, el sistema presidencialista también empe-zaba a desencantar a los mexica-nos, pues no había contrapesos políticos reales. El sistema de partidos y la ciudadanía presio-

naba y luchaba por acabar con la fi-gura presidencialista, del caudillismo se había transitado al presidencialis-mo y todo se centraba en la volun-tad e iniciativa del presidente, visto como omnipotente, omnipresente, omniprepotente y omnienajenado. Caudillismo y presidencialismo, am-bas figuras políticas eran caducas y obsoletas para los nuevos tiempos y necesidades políticas del país.

En 1988 postuló a Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, Maquio, quien le imprimió a la campaña presiden-cial del PAN una nueva dinámica de acción política nunca antes vista. Más adelante, resultó un hito el reconoci-miento del triunfo de Ernesto Ruffo Appel como primer gobernador de un partido de oposición en 60 años. (Baja California, noviembre de 1989).

El 1 de septiembre de 1997 consi-gue la mayoría absoluta con los par-tidos del bloque opositor dentro de la LVII Legislatura, logrando terminar la hegemonía del Partido Revolucio-nario Institucional que no había per-dido el dominio del poder legislativo desde 1929. Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente priísta gobernaba por primera vez con un Congreso en su contra

Después de más de seis décadas de participación política opositora, en 2000, Vicente Fox Quesada, pos-tulado por la Alianza por el Cambio, fue electo presidente de la República Mexicana, terminando así con la larga hegemonía del Partido Revoluciona-rio Institucional, que sostuvo desde el fin de la Revolución mexicana. El panismo llegaba al máximo poder público con poca experiencia admi-nistrativa y política institucional para gobernar, en su trayectoria partidista había tenido pocas gubernaturas y apenas en 1997 lograba tener mayo-ría en el Congreso de la Unión.

Los votantes castigaban duramen-te al priísmo que se pensaba, en ese entonces, no se levantaría de la lona. El cambio se dio por un hartazgo del priísmo, las expectativas de cambios eran muchas, pero como diría Carlos Fuentes “candidatos pequeños para grandes problemas”. Fox no cumplió las expectativas, sólo gobernó por inercia y con contención de la crisis económica, la desesperanza y el des-

ánimo empezaban a cundir en la ciu-dadanía, no quería inexpertos en el gobierno o justificaciones políticas, sino resultados contantes y sonantes. Los magros resultados logrados por Fox casi le cuestan la presidencia al panismo en la próxima elección.

En 2006, Felipe Calderón Hinojosa ganó la elección presidencial al perre-dista Andrés Manuel López Obrador con un mínimo margen de triunfo. El PAN obtuvo 15 millones 284 mil vo-tos contra 14 millones 756 mil 350 del PRD, la diferencia fue de tan solo de 243 mil 934 votos. En esta elec-ción, el PAN obtuvo el primer lugar entre los partidos y coaliciones que contendieron convirtiendo a Felipe Calderón Hinojosa en el primer presi-dente de México emanado del panis-mo sin la ayuda de alianzas con otros partidos. En esta elección también se consolidó como la primera fuerza en el Congreso de la Unión, obteniendo mayoría relativa en la Cámara de Di-putados y la de Senadores. En esta elección el panismo recibió una vez más un voto de confianza y esperan-za de que tuviera una mejor gestión presidencial, con apoyo acotado en el Congreso. En 2000 como en 2006 el panismo no creció. Careció de planeación y comunicación política prospectiva partidista y presidencial, su hacer y quehacer político y guber-namental fue de carácter cortoplacis-ta e inercial. Esta práctica pronto iba a ser castigada en la siguiente elec-ción federal.

El desgaste político de la gestión panista se reflejó en la elección in-termedia de 2009, cuando sufre una fuerte caída electoral al perder gran número de escaños en la Cámara de Diputados, al igual que pierde guber-naturas que celebraron elecciones en ese año, salvo Sonora que gana por primera vez. Sin embargo, en 2010, en unión con otros partidos obtiene las gubernaturas de los estados de Puebla, Oaxaca y Sinaloa, además de cientos de municipios y diputaciones en las legislaturas locales; siendo 264 Ayuntamientos obtenidos en Coali-ción en Chiapas, Durango, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo y Sinaloa, de los cuales 128 son encabezados por militantes del PAN. En los estados de Chihuahua, Tamaulipas, Tlaxcala,

Veracruz, Yucatán y Zacatecas obtiene 188 Alcaldías con candi-datos del propio Partido.

En diputaciones locales obtie-ne 104 en conjunto con otros par-tidos y un total de 120 contando los que compiten sólo por el PAN. (Informe de Actividades. Comité Ejecutivo Nacional 2009-2010 «El primer paso hacia la Victoria”). El PAN empezó a tener problemas para avanzar sin otros partidos, tuvo que recurrir a alianzas polí-ticas con el PRD, su acérrimo ene-migo y contrario político, el agua y el aceite se juntaban para avan-zar en sus respectivos proyectos y espacios políticos. Sin embargo, el panismo se empezaba a debili-tar y a caer, tanto a nivel federal como estatal. La derrota para el 2012 se vislumbraba. La política y los ideales panistas eran rebasa-dos por el pragmatismo y el auto engaño político de que las cosas estaban marchando bien, pero los resultados electorales reflejaban otra cosa. La forma política había desplazado a la esencia del panis-mo, sus ideales, su plataforma, los liderazgos con alta comunica-ción política o de resonancia inte-lectual panista se desvanecían, el apego y defensa del interés social y democratizador había perdido interés por la autocomplacencia política. Los deseos de los políti-cos panistas, los acomodaban a la realidad social para seguir en el auto engaño político.

La derrota electoral panista en 2012, sólo detonó lo que se empezó a gestar con el gobierno foxista y que terminó de rema-tar el gobierno calderonista, así como los errores de los dirigen-tes panistas. Entre esos errores se percibió la autocomplacencia política, gobernar a base de pu-blicidad en lugar de resultados amplios, sólidos y duraderos.

Crisis de liderazgo en el PAN

La debacle albiazul se pue-de achacar a la crisis externa, a gestiones de gobiernos panistas

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con pobres resultados, gobernar con un enfoque empresarial y ha-cer política más por inercia que por prospectiva política integral. Falta de preparación de cuadros políticos para relevos generacio-nales, debilidad partidista y pre-sidencial en comunicación polí-tica debido a que no posicionan bien sus logros ante la opinión pública, fractura interna por la contienda presidencial. Los gru-pos políticos de Cordero y Creel no se sumaron al equipo de Váz-quez Mota, que ganó la contienda interna. No hubo operación cica-triz efectiva y finalmente por los errores propios de JVM, no supo unir al partido, ni el apoyo del go-bierno federal, ni a sus oponentes políticos internos en torno de su candidatura; adicionado con una campaña de bajo impacto que tuvo que recurrir a la campaña negra que finalmente se revirtió en contra de ella y del PAN. JVM, fue una mala candidata con per-sonalidad de bajo impacto polí-tico; a todo ello se sumó la falta de liderazgos de alto impacto po-lítico y social que cohesionen in-ternamente al PAN, incluyendo la inestabilidad de dirigentes nacio-nales, además de que los últimos dirigentes nacionales parecieron ser de bajo perfil para conducir al partido, los resultados parti-distas fueron desastrosos.

Los últimos dirigentes na-cionales cercanos a Calderón no pudieron con el paquete a nivel nacional, no tenían liderazgos só-lidos y con resonancia política in-terna y externa. El Partido Acción Nacional ha tenido 21 presiden-tes de partido, desde 1939 hasta 2013. (Cuadro 1)

En este cuadro destacan al-gunos liderazgos políticos, con alta resonancia interna y externa en la historia de la dirigencia na-cional. Estos liderazgos notables son los que le hacen falta al pa-nismo, líderes o dirigentes como Manuel Gómez Morín, José Ángel Conchello Dávila, Carlos Castillo Peraza, Raúl González Schmall,

entre otros. La mayoría de dirigen-tes nacionales no tuvo resultados de alto impacto o muy notorios en sus gestiones, además hace falta capaci-tar o preparar líderes que seduzcan y atraigan a las masas de forma sólida y duradera como lo hicieron algún día Manuel de Jesús Clouthier del Rincón o Diego Fernández de Ceballos.

Las crisis de liderazgos han ero-sionado internamente al PAN, se han formados grupos internos que traba-jan por proyectos grupales o familia-res con un enfoque reduccionista de la política nacional e interna. Salvador Abascal Carranza, señaló “urge que el PAN genere nuevos líderes auténtica-mente panistas y pensantes”; reco-noció en ese entonces que en Acción Nacional hay ausencias de liderazgos y por ello tiene que trabajarse en la formación de líderes, ideológicamen-te definidos con claridad y principios. Aceptó que el acceso del PAN al poder

ha generado que lleguen a ese partido personas sin convicción ni vocación, sólo por la ambición de llegar al po-der. Fox y Calderón, así como los di-rigentes nacionales del PAN que esta-ban y gozaban en la cima del poder no supieron, ni pudieron desmantelar o erosionar la estructura de poder po-lítico e influencia política del PRI, al mismo tiempo gobernar bien y forta-lecer al PAN para ampliar su influen-cia y poder político para mantenerse por varios años en el poder público. Tampoco pudo, ni quiso operar para agrandar y fortalecer a su militancia y simpatizantes políticos. La alian-za con Elba Esther Gordillo fue más rentable para esta mujer cuestionada y con antecedentes muy oscuros. La Maestra los usó política y económi-camente para ampliar y fortalecer su poder individual y grupal. La Alianza con el líder sindical minero Napoleón Gómez Urrutia también fue fallida. El

PAN tiene que cambiar su forma de hacer política, porque la apli-cada en los 12 últimos años no ha tenido los resultados espera-dos ni el impacto necesario para crecer más fuerte y sólido. En su larga trayectoria como partido ha postulado a 10 candidatos a la presidencia de México desde 1952. (Cuadro 2)

De 10 postulaciones, sólo dos han sido exitosas, la de Fox y Cal-derón. La caída del priísmo fue ocasionada más por sus propios errores y excesos de gobierno que por el hacer y quehacer polí-tico panista. Otras postulaciones que resaltan son la de Manuel J. Clouthier y la de Diego Fernán-dez de Cevallos, que posiciona-ron bien al panismo a nivel nacio-nal.

Hoy la caída del PAN es simi-lar a la sucedida a la del PRI, por sus propios errores y excesos de gobierno adicionado con factores internos desfavorable y la crisis externa. Los votantes y el país ya no está ni permite complacencias o autoengaños políticos, la reali-dad dura y persistente del país y las condiciones de la mayoría de la población, están presentes con toda su crudeza, no se puede matizar con publicidad o justifi-caciones políticas.

Actualmente es fuerte la lu-cha interna por lo que queda del PAN. Con distintos proyectos po-líticos, unos quieren refundarlo, otros fortalecerlo con diagnós-ticos, nuevas reglas y formas de hacer política tomando en cuenta los principios y doctrina panista. Calderón y su grupo se empeci-nan en apoderarse del partido para satisfacer aspiraciones po-líticas familiares –la posible pos-tulación presidencial de su espo-sa- , cuando el Presidente es uno de los principales causantes de la derrota panista por su gestión desastrosa y por haber impuesto inestabilidad e ineficiencia políti-ca en la dirigencia nacional; sus cercanos le dieron resultados ma-gros.

La enfermedad por el poder político no tiene límites: en el PRI, por vergüenza ya hubieran renunciado o los hubieran re-nunciado en interés superior del partido; las renuncias políticas abonan a una solución partidista porque disuaden al resentimiento o enojo político, asimismo abren posibilidades a nuevos lideraz-gos más nutritivos y/o genera-cionales. Un enfoque perdedor se retira para surgir otro con mayor empuje político. Aferrarse al po-der por el poder mismo es enra-recer y contaminar más el clima político interno panista. La idea es bajar el perfil de los perdedo-res para abrir o explorar otras alternativas de nuevos y jóvenes liderazgos en combinación con la experiencia de políticos de viejo cuño.

La lucha por el rumbo que ha-

Cuadro 2

José Ángel Conchello, panista.Foto: Rogelio Cuéllar / Archivo Procesofoto

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1901.09.2012 Transición

Cuadro 3

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brá de tomar Acción Nacional se centra entre lo que desea Calde-rón y Gustavo Madero. Calderón -el que menos tiene autoridad moral partidista- impulsa un proceso de reflexión que se de-sarrolle en el menor tiempo po-sible y que la Asamblea Nacio-nal del partido se adelante para noviembre próximo —antes de que deje Los Pinos—. Madero pide respetar la fecha fijada ori-ginalmente para mayo de 2013. Calderón se ha reunido con la cúpula del blanquiazul en al me-nos 10 entidades, con dos obje-tivos: una catarsis por la derrota electoral y delinear el proceso para “refundar” al blanquiazul “desde sus cimientos” antes de terminar el sexenio. Madero bus-ca convencer a los consejeros de que Acción Nacional no necesita una “refundación”, pues sus ci-mientos son sólidos.

Actualmente hay tres alter-nativas para la Asamblea Nacio-nal: la primera, que se realice en noviembre —propuesta por Calderón y cuatro ex presidentes panistas (Luis H. Álvarez, Luis Fe-lipe Bravo Mena, Germán Martí-nez y César Nava); la segunda, en mayo —propuesta original y que empuja Madero—, y la tercera es que haya dos: una en noviembre, para reformar estatutos, y otra en marzo, para renovar el Consejo Nacional. Calderón fragmenta y ahonda más la crisis del PAN. Un grupo de 23 dirigentes estatales del Partido Acción Nacional (PAN)

creó un frente contra el presidente Felipe Calderón y su propuesta para que la Asamblea Nacional Extraordi-naria -donde se reformarán los esta-tutos panistas- se lleve a cabo este año antes de que termine su sexenio el mandatario.

Los presidentes estatales firma-ron un documento titulado Reivin-dicación histórica, que establece que después de la debacle electoral, Ac-ción Nacional no debe “apresurar” su proceso de reflexión y exigieron que se hagan consultas con las dirigencias estatales y municipales para conocer su visión y enriquecer la propuesta que definirá el camino a seguir. Con esto, rechazaron la propuesta de Fe-lipe Calderón y cuatro ex presidentes nacionales.

El problema no es el PAN, ni su esencia, sino los apetitos de poder de políticos desgastados que erosionan más y más a este partido, el problema no es el fondo sino la forma de hacer política. La forma requiere rehacerse de manera sustentada y prospectiva, con planes a corto, mediano y largo plazo. El interés del partido debe es-tar por encima de intereses grupales y mezquinos, además hay que tener autoridad y moral política para con-tribuir a la unidad y avance del blan-

quiazul, como pusieron el ejemplo algunos liderazgos históricos. El PAN tiene sólidos cimientos ideológicos y alternativas para resurgir con fuerza.

La fuerza y alternativas del PAN

El próximo sexenio gobernará cinco estados, 18 % del país, a pesar de haber perdido Jalisco, uno de los cinco estados más poblados y renta-bles electoralmente. A reserva de las resoluciones judiciales de los Trifes locales y federal, el PAN tendrá 40 Senadores, 118 Diputados Federales, gobernará 400 municipios, gobernará una delegación, la Benito Juárez, per-dió la Miguel Hidalgo. Gobernará en seis capitales, 30 municipios de los 155 más poblados. Es la tercera fuer-za política más importante del país.

Después de ser la primera fuerza política por 12 años, cayó estrepito-samente hasta el tercer lugar en la elección de 2012. A pesar de ello tie-ne en promedio una fuerza electoral de casi diez millones de votos, can-tidad nada despreciable y suficiente para fortalecerse y levantar el vuelo político. (Cuadro 3)

Esta fuerza potencialmente puede

crecer con nuevas formas de ha-cer política y alternativas de prác-ticas políticas como: cambiar el enfoque de gobierno empresarial por el de un gobierno con políti-ca social sustentable; no postular a personajes o políticos con an-tecedentes oscuros como el caso de Miguel Angel Yunes Linares postulado al gobierno de Vera-cruz; hacer alianzas con candida-turas o espacios definidos para Acción Nacional para especificar y ubicar ante la opinión públi-ca los resultados propios y no sufrir penas ajenas; capacitar a los nuevos cuadros políticos, así como gobernadores, legisladores y alcaldes en materia de oratoria, dicción y comunicación política, para que posicionen ante la opi-nión pública sus gestiones y ac-ciones logradas.

A algunos les cuesta mucho trabajo hablar y convencer, tam-bién les cuesta trabajo combinar cifras con pronunciamientos po-líticos de forma contundente e impactante; crear un centro de datos históricos y presentes de las gestiones de gobernadores, alcaldes y legisladores para dar seguimiento al impacto político y social que tienen sus gestiones y trayectoria y reforzar este co-nocimiento y valoración con en-cuestas; planear y proyectar con anticipación política a por los menos cuatro candidatos para cargos de elección popular con el propósito de que la ciudadanía los identifique y se familiarice con las personalidades políticas; buscar y fortalecer el contacto masivo en lugar de tener simpa-tizantes ocasionales con frágiles lealtades políticas (el PRI como partido es un buen generador de empleos por su amplia estruc-tura y genera empleos indirec-tos que les permite incrementar simpatías políticas, incluso les favorece para crear o consoli-dar nuevos liderazgos vecinales o comprar su voto en especie o efectivo); presentar y consolidar iniciativas de ley con mediano y alto impacto social y político, go-bernar con resultados papables; analizar los perfiles políticos y de resultados concretos, físicos, psicológicos (agilidad mental y capacidad de improvisación en situaciones complicadas y verba-les de los candidatos) para elegir a los candidatos mas capaces y con posibilidades reales de triun-fo. La tarea de los panistas es di-fícil pero no imposible de lograr.

Ernesto Cordero, al rendir homenaje a Manuel Gómez Morín, Fundador del PAN, en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en el marco del 72 aniversario de la fundación del partido - Foto: Benjamín Flores / Procesofoto

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20 01.09.2012Transición

El tema de a poco fue mos-trando aristas que han abo-nado hacia una advertencia del peligro que constituyen estos medios de comunica-ción, pues aspectos como la construcción de opinión, la ideologización y ya práctica-mente la manifestación de po-der en los distintos espacios institucionales de acción del Estado, han generado el ruido suficiente como para que cier-tos sectores de la población, y desde luego diversas fuerzas políticas, se apuesten por la urgente reorganización nor-mativa en la materia, para ate-rrizar el tema de la sujeción de este poder fáctico al poder del Estado.

Existe pues una necesidad de cooperación de manera se-ria, comprometida y con una buena dosis de voluntad po-lítica por parte de los repre-sentantes de gobierno, de los legisladores y, desde luego, de los propios ostentadores y concesionarios de estos cana-les masivos de comunicación, quienes deberán encontrar el término medio que restituya el poder al Estado; que redi-

mensione el papel del duopolio y abra los espacios necesarios para permitir la competencia en este ámbito. De no regularse, amena-za seriamente la independencia de un país donde buena parte de la cultura política, desafortuna-damente, se adquiere a través de dichos medios de comunicación.

En el entendido de que la te-levisión en México, constituye un factor de poder, económico, cul-tural, y ahora político --en donde se ha visto que si se desea se pue-de informar, pero también des-informar--, se constituye en una amenaza seria al sistema. La falta

de límites a estos medios puede llevar a decidir qué desea infor-mar, cómo informarlo e incluso a quiénes informar, de acuerdo a los distintos grupos sociales que encienden su aparato en determi-nados horarios.

Se entiende que revisar el asunto de la concentración televi-siva, implica que se debe partir al monstruo, cuyo poder a trascen-dido a la plataforma móvil que es mucho mas poderosa y promete-dora que la fija. Así, la fusión de dos titanes en términos de el duo-polio Televisa-TV Azteca, con sus dos grandes vertientes, el tema

de televisión y el de medios de acceso, conlleva otro proble-ma referido en la insuficiente e inexacta legislación mexica-na en cómo regula el tema de la tecnología de transmisión, pues en mucho no se mide el real que cada medio tiene, según la forma en cómo se transmite dicha información.

Otro problema que se plan-tea en este tema es cómo se manejan los contenidos en el duopolio, en los distintos tipos de la televisión, ya sea analógica, por cable o abierta y, dentro de poco, con la te-levisión por internet, que aho-ra aparece como la manzana de la discordia; al grado de que si no es controlada por el mencionado duopolio, corre el riesgo de no generarse en buen tiempo, lo que acarrea-rá un atraso considerable. Y como siempre, la población (aunque no sea consciente de ello) será la gran perdedora. Igualmente, la falta de compe-tencia real, aterriza en el ma-nejo de contenidos, que repre-senta una situación de alerta en una sociedad cada vez más teledirigida.

En México, evidentemente las telecomunicaciones son manejadas por los grupos mas poderosos del país; si agrega-mos que el negocio de los con-tenidos, va determinando los mercados, porque en los telé-fonos celulares se van a poder enviar señales abiertas de te-levisión que serán protegidas por derechos de autor, las televisoras, de nueva cuenta, determinarán qué contenidos transmitir. Así se contrapone la idea de servicio público, que es lo ideal versus el servicio de interés público, el cual, desde luego viene trastocado por el manejo indiscriminado de la señal de internet. Entonces, la concentración del duopolio se convierte en un peligro serio para la misma penetración del internet en el país.

Lo que se debe hacer es am-pliar y fortalecer el uso de la banda ancha, lo cual, multipli-cado por los variados medios de acceso, será una forma de ir transgrediendo el poder de la televisión abierta, las cua-les, desde luego tiene un tiem-po de vida limitado. Por ello la apuesta de las formas alterna-tivas de entretenimiento será trasladada a la diversidad de usos del internet. Este aspecto explica, en buena medida, la discusión que hoy existe por

Medios masivos de comunicación, urge regulación institucional

Uno de los temas que cada vez ad-quiere más rele-vancia nacional,

es el referido a la regulación más puntual de la actuación de los medios masivos de comunicación en nuestro país. Hemos sido testigos de una serie de acusaciones vertidas hacia los consorcios televisivos, en el sentido de que Televisa y TV Azteca, des-de años atrás, privilegiaron la imagen de Enrique Peña Nieto, hoy virtual presiden-te electo de México. Con ello provocaron una oleada de análisis serios, críticas, discusiones, confrontacio-nes y hasta manifestaciones, exigiéndoles que tuvieran objetividad en su trato con los candidatos propuestos en el momento.

POR LIDIA AGUILAR BALDERAS

Los Presidentes de Televisa y Tv Azteca, Emilio Azcarraga J. y Ricardo Salinas P.Foto: Miguel Dimayuga/Procesofoto/DF

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el famoso rescate de la banda ancha de 2.5 MGH hasta ahora todavía en manos de MVS, se avecina el recrudecimiento de la confrontación de titanes.

En México, la mayoría de los legisladores difícilmente saben la complejidad del tema en el uso de las telecomunica-ciones. Lo que está ocurriendo es que la ignorancia del tema ocasiona que se esté regu-lando de forma muy laxa un asunto que es de prioridad nacional. También implica que la sociedad se quede al margen de estas discusiones y que por tanto no cuestione ni presione a los legisladores por la forma en que han regu-lado y en el futuro inmediato como regularán este ámbito, pues si bien es cierto que el Estado, mediante las conce-siones, puede resguardar este bien fundamental para la so-beranía de la nación, en rea-lidad no se ha dimensionado que dentro de unos años, la mayoría de los mexicanos se informará, entretendrá, co-municará y explayará a través de los celulares. Esta masifi-cación del internet y los celu-lares implica que el duopolio será donde se concentre el entretenimiento, con todos los servicios antes referidos. Crearán entonces un imperio sin precedentes, muy difícil de erradicar, porque si ahora somos testigos de la presenta-ción descarada de personajes

políticos, que en mucho deben a la televisión abierta su arribo al poder, entonces las imbricaciones entre el poder político y el poder económico, será mas grande de lo que ahora es. No es casualidad que en la agenda de la próxima legislatura se encuentre el tema de la Ley de medios de Comuni-cación y conexas, en donde los tentáculos del poder han llegado incluso a llevar representantes a estos órganos de toma de decisio-nes; y que no decir del cabildeo previo a las votaciones, el dinero que se mueve es de envergadura inimaginable, pero los resultados

de legislar a modo rebasan todo intento de proyección.

Las telecomunicaciones en nuestro país, como ya ocurre en otros lugares, podrían impactar positivamente nuestro PIB, por ello la necesidad de garantizar en los diseños institucionales que efectivamente sea el Estado quien tenga el control y que la rendición de cuentas. La apertura en la in-formación en todos los ámbitos permitan que la fiscalización en este tema sea un asunto de todos y no solo de los políticos.

De esta manera se pueden evitar aberraciones como la que

recientemente ha ocurrido en México cuando la autori-dad antimonopolios permi-tió la unión Iusacel-Televisa, pues a pesar de la “aparente buena disposición” en la ley se encuentran recovecos que permiten afianzar la concen-tración y por tanto la mono-polización. Lo que está claro es que pudieron hacer mas para regular esta unión, y simplemente se quedaron re-zagados cuando vislumbraron a medias los alcances de dicha unión.

A poco mas de 60 años desde que llegó la industria de la televisión a México, se puede apreciar el crecimiento exponencial que ha tenido. Los factores nacionales como internacionales desde luego son muchos, a primera vista, la televisión constituye un excelente y eficaz objeto de entretenimiento; pero la tele-visión es más que eso. Repre-senta un sistema cerrado con una tremenda cantidad de subsistemas, en donde gene-ra una serie de demandas que ella misma procesa y regresa a su público ávido de las necesi-dades, que ella misma les ge-neró. Así, la retroalimentación es cerrada y perfecta, pues en su sistema cerrado, el rui-do no tiene cabida. Como se puede apreciar, el problema es enorme, la amenaza impre-sionante y desgraciadamente la intensión de regularla es débil, pues la mano tiembla al pretender enfrentar un poder que se ha dejado que crezca desproporcionadamente.

Marcha contra Enrique Peña Nieto - Foto: Alejandro Saldívar / Procesofoto / D.F.

El Presidente del Consejo de Administración de MVS, Joaquín Vargas junto al Presidente, Ernesto Vargas y el VP Coorporativo de Finanzas del grupo MVS, José Antonio Abad.Foto: Miguel Dimayuga / Procesofoto / DF

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POR LUIS ÁNGEL PÉREZ

Los beneficiarios del gasto públicoPerder el dinero a menudo es un delito; adquirirlo por malas artes es aun peor, y malgastarlo es lo peor de todo.

John Ruskin

Dicho lo anterior, es posible afirmar que el gasto público en desarrollo humano es un instru-mento invaluable que contiene un alto poder redistributivo y además, debe tener como objeti-vo final la creación de una socie-dad más justa y equitativa. Año tras año se aprueba mediante la propuesta del Poder Ejecutivo y la validación de la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos de la Federación; ahí se es-

A lo largo del siglo XX, Mé-xico dejó de ser un país

con una tasa de mortali-dad infantil de 25%, una tasa de analfabetismo de 80% y una expectativa de vida al nacer de apenas 30 años, para convertirse en un país con una mor-talidad infantil inferior a 2%, una tasa analfabetis-mo del 10% y una nación cuya esperanza de vida oscila los 75 años. Sin duda alguna, las políticas públicas implementadas por el gobierno mexica-no han logrado generar grandes avances en cues-tión social y humana, que a su vez se vinculan estrechamente con el gas-to ejercido en sectores como la educación, salud y seguridad social.

tipulan los recursos anuales para educación básica, impartición de justicia, defensa, servicios de sa-lud, entre otros. Para el presente año se aprobó un presupuesto de 3.2 billones de pesos dentro del cual destacan: un aumento de 6.7% para educación media supe-rior así como un incremento de 9% para protección social en sa-lud. En los informes presidencia-les escuchamos reiteradamente frases como: “Estamos realizando

la mayor inversión de la his-toria” o “El presupuesto públi-co está diseñado y enfocado para que todos los mexicanos vivan mejor”. Creo que debe-mos profundizar, ver más allá de la cortina y preguntarnos: ¿A quién beneficia el gastó pú-blico? ¿Se están asignando los recursos a quien más puede contribuir al bienestar gene-ral, en este caso, a quien más los necesita?

Una gran parte de los estu-dios sobre equidad del gasto se centran en la comparación de la distribución del ingre-so y analizan principalmente los componentes monetarios que contribuyen al desarro-llo humano. El impacto del ingreso sobre las familias es importante; sin embargo, el componente ingreso es tan sólo una de las tres dimensio-nes de bienestar. Lo anterior llama a recorrer el camino contrario, es decir, separar el gasto público de su relación con el ingreso e incorporar-lo a su incidencia sobre los componentes no monetarios que contribuyen al bienestar de la población. Para ello, el gasto debe cumplir los princi-pios de equidad vertical (dar más a quien más lo requiere) y horizontal (dar lo mismo ante carencias idénticas). De esta forma se centra en el terreno del análisis de la equidad del gasto público desde una pers-pectiva de desarrollo humano. Para realizar dicho análisis y para medir el impacto del gas-to utilizaremos el indicador coeficiente de concentración del gasto (CC). El CC es un in-

Sesión de la Cámara de Diputados donde se discute el proyecto de presupuesto.Foto: Miguel Dimayuga/Procesofoto

Foto: Marco Antonio Cruz/Procesofoto

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2301.09.2012 Transicióndicador cuyos valores pueden ir de -1 a 1. Si todo el gasto se concentrara en quienes están en la peor situación (máxima progresividad), el CC sería igual a -1, lo que indicaría un ciento por ciento de esfuerzo en reducir la desigualdad. En un caso intermedio, si el CC fuera igual a cero, el gasto dejaría inalterada la desigual-dad. En el otro extremo, si el CC fuera igual a 1, se obser-varía la máxima regresividad posible (un 100% de esfuerzo en aumentar la desigualdad).

Los resultados son abru-madores. Si por alguna razón extraña usted pensaba que el gasto público beneficia más a las personas con mayores in-gresos, pues no se equivoca.

En 2008, el 13.1% del gasto públi-co federal en desarrollo humano era recibido por el 20% de la pobla-ción con menor ingreso, mientras que 31.7% del mismo beneficiaba al 20% más rico. Si bien los deciles más pobres reciben una mayor proporción del gasto en materia educativa, cuando analizamos el rubro salud o transferencias po-demos observar que la población con mayores ingresos obtiene más del doble del gasto en salud y 6.5 veces más en transferencias que la población con menores re-cursos. (Cuadro 2.1)

Al utilizar el CC percibimos el problema central: el gasto federal en salud está lejos de ser progre-sivo y las transferencias son en general, las peores focalizadas. Si consideramos que el gasto fede-

ral en desarrollo humano es posi-blemente la herramienta redistri-butiva más poderosa del Estado mexicano, la realidad es preocu-pante: la asignación de este gas-to promueve la desigualdad del ingreso total en vez de corregir-la. Pese a que no todos los gastos son regresivos, como el Seguro Popular o el programa Oportuni-dades, el presupuesto que se les asigna es mínimo en comparación con el total y los otros programas que sí son regresivos (pensiones-ISSSTE) contrarrestan sus efectos positivos. (Gráfica 2.1)

Por último, los datos interna-cionales confirman el bajo apro-vechamiento del gasto público en México como herramienta para al-canzar una mayor igualdad en de-sarrollo humano. En 28 países de la OCDE donde se mide la regre-sividad en la distribución del gas-to público en pensiones, México ocupa la última posición. La con-clusión es inminente: El gobierno mexicano asigna más recursos a

los hogares con mayores in-gresos. Las metas para rever-tir la regresividad de los pro-gramas actuales están bien definidas: focalizar subsidios y universalizar la seguridad social mediante la eliminación de sistemas de privilegio y la homogenización de benefi-cios en los sistemas de pen-siones; reformar integralmen-te los sistemas de seguridad y de protección social con base en un paquete básico no con-tributivo universal. Asimismo, es necesario profundizar la democracia efectiva y avanzar en la rendición de cuentas. Nosotros los ciudadanos tene-mos la obligación de conocer, participar, vigilar y hacer efec-tivo el ejercicio del presupues-to que finalmente, es nuestro.

Fuente: Informe sobre De-sarrollo Humano México 2011 - Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Sesión de la Cámara de Diputados donde se discute el proyecto de presupuesto.

Foto: Miguel Dimayuga/Procesofoto

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24 01.09.2012Transición

A diferencia de las cosas de las que se ocupa la Metaphysica (pues estas son las que no ad-miten ser de otro modo, sino que siempre se comportan de manera idéntica, como el cur-so de los astros, el ciclo de las estaciones, el movimiento del universo, etc., a diferencia de estas), las cosas contingentes son cambiantes, unas veces su-ceden de un modo, otras veces de otro modo. Y la razón de ello es que son cosas humanas, es decir, cosas que dependen de la acción del hombre. Y tal como cambian las acciones, asimismo cambian también de manera si-multánea las cosas humanas.

¿Cómo es que la política y la prudencia pueden lograr que esas cosas cambiantes sean puestas bajo control y no arra-sen al hombre que gobierna? Dicho de otro modo ¿Cómo ha de evitar un gobernante que el futuro sea incierto en lo que hace a la vida de la población que gobierna? ¿Cómo alcanza la estabilidad sobre cosas que

unas veces son de una manera y otras veces son de otro modo?

A esta pregunta dos teóricos de la política responden de un modo semejante: El Estagirita afirma que

la clave está en la phrónesis, en la prudencia. Pues afirma que “en aquello que participa de muchísi-mo intelecto y razón, allí hay po-quísima suerte, y en aquello que participa de muchísima suerte, hay poquísimo intelecto” (Arist. Ética Magna II 8). Efectivamente, sería ridículo que un gobernante lograra la estabilidad de su gobierno por azar, y él mismo fuera un político exitoso gracias al favor de la fortu-na, no gracias a su intelecto.

Maquiavelo plantea el mismo di-lema al inicio de su capítulo XXV (El Príncipe). Él mismo –nos confiesa– se ha visto inclinado a creer – como opinan muchos de sus contempo-ráneos– que “las cosas del mundo son de tal modo gobernadas por la fortuna y por Dios, que los hom-bres con su prudencia no pueden corregirlas”.

No obstante, si bien el filósofo florentino concede que la fortuna puede ser árbitro de la mitad de nuestras acciones, de la otra mitad nos dice que no es soberana la for-tuna, pues en todo caso “lei ne lasci governare l’altra metà, o presso, a noi” (ella nos deja gobernar la otra mitad, o casi, a nosotros”.

En resumidas cuentas –como es-cribimos en ocasión anterior–, Ma-quiavelo nos representa a una for-

tuna personificada en la forma de una figura femenina, dueña de arrasar con nosotros como un río de gran caudal enfureci-do únicamente cuando estamos desprevenidos y no hemos to-mado las previsiones, ni hemos puesto los reparos y diques adecuados en tiempo tranquilo, antes de su llegada.

De manera análoga a un caudaloso e impetuoso río que inunda llanuras, derriba árbo-les, edificios, mueve porciones de tierra de un lado a otro, y hace huir a todos los que no pueden resistir a su paso, de la misma manera la fortuna de-muestra su potencia allí donde no hay virtud ordenada para resistírsele; en donde no se le han puesto antes de su llega-da ni diques ni reparos para su contención ante su inminente advenimiento.

A las circunstancias exter-nas y a los hechos que proce-den de la suerte, tanto el Estagi-rita como el filósofo florentino oponen, pues, el intelecto, la prudencia y, con ello, la previ-sión.

En ello reside el control y el gobierno que conviene que el gobernante ejerza sobre los hechos circunstanciales que acechan permanentemente y amenazan con venir hacia él. A estos hechos Maquiavelo les llama Fortuna; Aristóteles, en cambio, cosas que admiten ser de otra manera”. También en esta porción de su teoría polí-tica Maquiavelo revela su encu-bierta vocación y filiación aris-totélica.

El justo medio

Azar y política. El aristotelismo de Maquiavelo

POR JESÚS MANUEL ARAIZA

La política se ocu-pa de cosas que pueden ser ya de una manera, ya

de otra. Tales cosas son, en palabras de Aristóte-les, tà endekhómena állos ékhein, las cosas que admi-ten ser de otra manera; es decir, las cosas contingen-tes, como les llamaban los latinos.

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Retrato de Nicolás Maquiavelo, obra de Santi di Tito

Edición de Lógica de Aristóteles, impresa en Lyon en 1570

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Independientemente del título del libro, lleno de contundentes adjetivos para atraer clientes, se trata de un documento de enor-me utilidad para poder entender mejor la terrible crisis financiera que sigue afligiendo a la econo-mía de Estados Unidos y que ex-plotó súbitamente con la burbuja en los precios de los bienes raíces en 2007.

La lectura del bien documen-tado reportaje del texto referido resulta muy oportuna antes de la elección presidencial en EU en la que los ataques de los candidatos recurren a culparse mutuamente de haber causado la crisis que mantiene a EU con una tasa de desempleo superior al 8% y sin indicios de mejorar.

El argumento central del libro es que la combinación de una definición de objetivos errados de la autoridad, la inicua opera-ción de entes “patrocinados por el gobierno” disfrazados de em-presas privadas, la complicidad de empresarios paraestatales, banqueros favorecidos y congre-sistas trocando su influencia por patrocinio para sus campañas po-líticas, resultó en la creación de un monstruo incontrolable.

A pesar de lo anterior, la semi-lla en la que se sustenta la crisis no podía ser más loable: se trata-ba de que cada ciudadano de EU pudiera acceder a vivir en casa propia, para lo cual era necesa-rio generar la cantidad de crédito hipotecario que hiciera viable tal objetivo y también ofrecer condi-ciones más favorables en los nue-vos préstamos en cuanto a tasas de interés, requisitos de acepta-ción e historial crediticio.

El crédito hipotecario en la mayor parte del mundo, y EU no era la excepción, venía de una larga tradición de prácticas pru-denciales que anteponían la soli-dez del acreditado y una elevada probabilidad de recuperación del préstamo a otras consideracio-nes.

Tales prácticas por definición limitaban el universo de posi-

bles acreditados no sólo a quienes tuvieran un empleo fijo, perdurable y apropiadamente remunerado sino también una historia de crédito sin tacha y requisitos mínimos, como que el monto del pago mensual de la hipoteca no debiera exceder el 25% del ingreso familiar.

Cuando el Presidente Bill Clinton declara en 1994 que “Más estadouni-denses debieran ser dueños de sus casas por razones que son de índole económica y tangible y de naturaleza emocional e intangible, sino también porque ello va al corazón de lo que significa albergar, nutrir y expandir el Sueño Americano,” estaba dando el banderazo de salida a una loca carre-ra en los bienes raíces.

Al centro de este teatro se ubica-ba la agencia crediticia popularmen-te conocida como Fanny Mae y cuyo nombre completo es Asociación Hi-potecaria Federal Nacional, una enti-dad concebida durante la Gran Rece-sión de los años treinta del siglo XX para comprar créditos hipotecarios de los bancos comerciales que los otorgaban.

Si bien Fanny Mae no operaba di-rectamente en los mercados sino a través de la banca comercial, la inten-ción era dotar al segmento residen-cial de liquidez adicional al descon-tar el papel hipotecario de los bancos para que, a su vez, éstos pudieran prestar los recursos recuperados a nuevos acreditados.

Esta agencia cambió su naturale-za cuando el gobierno quiso aparen-tar tener un menor déficit público al final de los años sesenta y procedió a su privatización parcial, y even-tualmente a emitir acciones y cotizar en bolsa, con lo que los pasivos de Fanny Mae dejaron de ser parte del balance del gobierno federal de EU, lo que de ninguna manera significó el corte de su relación favorecida con la autoridad.

A lo largo de los años hubo in-tentos por cortar los vínculos privi-legiados de Fanny Mae y su entidad hermana Freddie Mac (Corporación Federal de Crédito Hipotecario Resi-dencial) con el gobierno pero todos ellos fracasaron porque sus adminis-tradores forjaron lazos muy estre-chos de complicidad con legisladores clave en el Congreso, que se convir-tieron en sus briosos defensores.

El problema de ya no tener los pa-sivos de estas entidades en el balance del gobierno federal pero seguir con-tando con una relación que ningún prestamista del sector privado pudie-ra siquiera soñar en tener –respaldo al 100%, menor costo de crédito y muchas más ventajas- condujo a lo que los economistas llamamos “ries-

go moral.”Este “riesgo moral” se concretó

cuando el gobierno de EU rescató fi-nancieramente a las entidades que-bradas en 2008 debido al colapso hi-potecario, con cuantiosos recursos de los contribuyentes que dudosamente se recuperarán, mientras que los te-nedores de sus acciones perdieron el total de su inversión.

Los autores del libro Reckless En-dangerment. Se trata de Gretchen Morgenson, reportera y columnista del New York Times y Joshua Rosner, analista financiero independiente.

Su relato cubre dos décadas de “innovaciones” en el mercado de cré-ditos hipotecarios durante las cuales los mínimos criterios prudenciales que lo habían caracterizado desde tiempos inmemoriales se echaron por la borda cuando fue posible que los bancos que otorgaban las hipotecas pudieran venderlas a terceros.

Esta desvinculación entre la insti-tución que concedía el crédito, al em-paquetarse con otras hipotecas simi-lares y venderse a inversionistas en el mundo entero, representaba una clara disminución del riesgo para el prestamista original por lo que podía incurrir en mayores riesgos en subse-cuentes créditos y, por lo tanto, car-gar más elevadas tasas de interés y proceder a venderlos de nuevo.

Las matemáticas y los modelos que se desarrollaron para crear estos instrumentos financieros derivados sustentados en créditos hipotecarios, eran de tal complejidad que pocos expertos los entendían pero todo mundo confiaba en lo que se volvió el mantra de esta industria: que al com-partirse el riesgo éste disminuía.

Cuando Fanny Mae se dio cuenta de la oportunidad de negocio y cre-cimiento que representaba el empa-quetamiento y venta de derivados hi-potecarios, se lanzó con entusiasmo a desarrollarlo involucrando en el camino a los grandes bancos de in-versión, en particular Goldman Sachs con el que tenía una relación muy es-trecha.

¿Por qué tanto interés en estos instrumentos financieros? Aquí es dónde embona la política monetaria expansiva que mantuvo por largo tiempo el Sistema de la Reserva Federal que generó tasas extraordinariamente bajas de interés, y una enorme liquidez a nivel global en constante búsqueda de nuevos instrumentos de inversión.

El otro ingrediente esencial en este esquema fue el que jugaron las agencias calificadoras de riesgo como Standard & Poor’s y Moody’s, que sus-tentaron la tesis de que conforme se ampliaba y diversificaba tanto el ori-

gen como la clientela de los instru-mentos financieros sustentados en créditos hipotecarios, su riesgo disminuiría.

La emisión de estos instru-mentos era enormemente rentable para las agencias calificadoras, mucho más de lo que ganaban evaluando bonos municipales u otros instrumentos financieros, por lo que sus incentivos estaban claramente alineados con el mayor crecimiento posible de este mer-cado.

Como suele suceder en mer-cados financieros que están en la víspera de explotar, la inercia para un cada vez más acelerado crecimiento en la emisión de in-strumentos derivados se aceleró y mientras los precios seguían subi-endo parecía que todo iba bien, aunque siempre hubo algunas vo-ces que alertaron del peligro inmi-nente.

¿Dónde estaban en todo este proceso las numerosas agencias reguladoras del gobierno con la misión de controlar estos mercados e instituciones? Con contadas excepciones, habían sido penetradas y conquistadas por las entidades a las que tenían obligación de regular, lo que se llama en economía “captura regulatoria.”

Lo más grave de esta historia de incompetencia, corrupción y ambición desenfrenada es que los responsables no acabaron en la cárcel, como merecían, sino que ni siquiera han sido objeto de cen-sura y reprobación social. Al con-trario, mantienen su status privile-giado tanto en Wall Street como en la ciudad de Washington.

¿Qué remedio discurrieron el gobierno de Barack Obama y el Congreso de EU para evitar que pudiera haber una recurrencia de crisis? Primero, echarle la culpa a la desregulación financiera de los años noventa y, a continu-ación, aprobar miles de páginas de legislación que pretende, ahora sí, supervisar apropiadamente al sec-tor.

Se crea un enorme número de nuevas agencias burocráticas con la misión de regular todos los as-pectos que los legisladores, lidera-dos por el diputado Barney Frank y el senador Christopher Dodd, ambos aliados y protectores de Fanny Mae, consideraron que no fueron debidamente supervisados con la legislación anterior.

Nada impide que las nuevas agencias, que todavía tienen que encontrar su modus operandi y su interacción con las anteri-ores, sean también capturadas por la industria financiera como ha ocurrido sistemáticamente, y que la innovación de productos y vehículos de inversión una vez más deje atrás la habilidad de los nuevos reguladores de desempe-ñar un papel útil en prevenir la siguiente crisis.

Aquelarre Económico

Causa de la crisis en EU

Un gran amigo me reco-mendó hace meses la lectura el libro Rec-kless Endangerment:

How Outsized Ambition, Greed and Corruption Led to Economic Ar-mageddon (Irresponsable jugada peligrosa: como ambición despropor-cionada, codicia y corrupción lleva-ron al apocalipsis económico) que finalmente tuve la ocasión de leer.

POR JOSÉ MANUEL SUÁREZ MIER

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26 01.09.2012Transición

Los Republi-canos pare-cen dar la espalda a la

comunidad migran-te en Estados Unidos, endureciendo las leyes que persiguen a los sin papeles.

En la reciente Convención Na-cional Republicana, presentaron el documento Reformando a un gobierno que sirva a la gente y postularon oficialmente como su candidato a la presidencia a Mitt Romney.

El partido republicano se opo-ne a toda forma de amnistía mi-gratoria, pide hacer obligatorios los programas de verificación de

permisos laborales y convertir al in-glés en el “idioma oficial” de Estados Unidos.

Los mensajes que dirigen a los ciudadanos norteamericanos son so-bre la creación de empleos, frenar las injerencias del Gobierno y la defensa

de la vida, la familia y las libertades individuales, aunque dejan fuera a sectores como el de homosexuales y migrantes.

En su plataforma dejan clara su oposición al aborto y los matrimo-nios homosexuales.

En el tema económico, propone simplificar el código tributario y me-jorar su transparencia, para ayudar al empresariado a crear empleos. Pro-mete imponer aranceles contra Chi-na si ese país no modifica su política monetaria. Promueve la seguridad energética y el desarrollo “seguro” de los recursos carboníferos nacionales.

Asimismo, extiende los recortes tributarios establecidos en 2001 y 2003, durante la Presidencia de Geor-ge W. Bush y apoya una reforma del sistema de “Medicare” para ancianos y jubilados.

También dicen no a los matrimo-nios homosexuales y además prome-ten frenar el “activismo” desde los tribunales, y exige que los jueces “in-terpreten las leyes” con independen-cia jurídica.

Apoya una amplia gama de alter-nativas a la educación pública y pro-mueve la enseñanza de la abstinencia entre los adolescentes “hasta el ma-trimonio”.

Con los migrantes serán aun más duros pues además de que promueve concluir la frontera del suroeste de EU, para “resguardar el imperio de la ley tanto en las fronteras como en los puertos de entrada”, también se opone a “cualquier forma de amnis-tía para quienes al violar intencional-mente la ley, ponen en desventaja a quienes la obedecen”.

Los últimos sondeos arrojan que

el 46 % cree que Romney haría un mejor trabajo frente al 44 que conti-núa confiando en la gestión del pre-sidente para un segundo mandato.

Barack Obama destaca en asun-tos sociales (55 %), de mujeres (53 %) y salud (49 %) aunque Romney lo hace en las perspectivas y conten-ción del déficit público (48 %). Estas cifras son de una encuesta realizada por teléfono a una muestra aleatoria de mil adultos, incluidos 857 regis-trados como votantes.

Barack Obama resaltó que su ob-jetivo es fortalecer el Medicare, el seguro médico de los jubilados, y mantenerlo para las futuras genera-ciones.

“Las empresas aseguradoras po-drían seguir aumentando las tasas (de las primas)”, sostiene en un nue-vo anuncio televisivo.

Asimismo, Romney ha acusado a Obama de eliminar más de 700 mi-llones de dólares del Medicare para financiar su nueva ley del seguro de salud, conocida popularmente por la población como Obamacare.

En la respuesta republicana, el senador Rand Paul dijo que el país está siendo perjudicado por el “sa-queo del Tesoro y 20 años de déficit en el gasto presupuestario”.

Resalta en las campañas la políti-ca energética, sobre la que Mitt Rom-ney presentó un plan para lograr la independencia energética de Estados Unidos en 2020, en alianzas con Ca-nadá y México.

Al respecto, el portavoz de Oba-ma, Jay Carney dijo que el plan de Romney “se centra casi exclusiva-mente” en el petróleo y los combus-tibles fósiles, frente a la apuesta del Gobierno por las energías renova-bles.

El plan de Romney tiene como objetivo alcanzar la independencia energética para 2020, combinando las alianzas con México y Canadá con la incentivación de la produc-ción de petróleo y gas natural en te-rrenos federales y en pozos frente a las costas de Estados Unidos.

También se mostró dispuesto a aprovechar los importantes yaci-mientos petroleros de arenas bitumi-nosas en Canadá y prometió dar luz verde a la ampliación del oleoducto Keystone -el llamado Keystone XL-, proyecto actualmente parado por el Gobierno de Obama por cuestiones medioambientales.

Carney contraatacó y recordó lo que dijo el candidato republicano a vicepresidente, Paul Ryan, que califi-có la energía eólica como una “moda pasajera”, “estrecha” y “peligrosa”.

Este mes, los demócratas presio-naron al candidato republicano para proveer más de dos años de sus de-claraciones de impuestos y cuestio-naron si el ex ejecutivo multimillo-nario tiene algo que ocultar respecto a su patrimonio.

Romney sostuvo que había paga-do al menos un 13 % de tasa impo-sitiva sobre sus rentas durante los últimos 10 años, pero no dio a co-nocer los documentos tributarios en cuestión.

• Republicanos postulan de manera oficial a Mitt Romney, se espera que Barack Obama sea candidato oficial en septiembre

POR ABIGAIL ANGÉLICA CORREA CISNEROS

Definen línea política demócratas y republicanos

ObamaFoto: Germán Canseco/Procesofoto/DF

Propaganda Mitt Romney

Elecciones en EU

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2701.09.2012 Transición

POR SAMUEL SCHMIDT

Reconozcamos que su ac-tuar presidencial no fue del todo acertado y que con fre-cuencia hizo declaraciones poco afortunadas, pero ¿Qué presidente no las hace?; si lo comparamos con su antece-sor, hasta parece un dechado de prudencia, pero ¿qué nece-sidad tiene de hablar de más?

Ya es un lugar común soste-ner que los presidentes mexi-canos tienen que aprender a dejar la posición. Debe ser complicado soltar un puesto que endiosa, que está rodeado de adulación, de impunidad, de excesos y de sometimien-to. Debe ser duro pasar del encumbramiento a la necesi-dad de buscar vivir lejos, casi donde no lo reconozcan en la calle, y tal vez por eso ve-mos en todo su esplendor el síndrome del fin de gestión, donde la incontinencia verbal se desata, y de tanto hablar se pierde el sentido de lo dicho.

En su despedida Calderón muestra un cierto optimis-mo, que por desgracia parece contradecirse con la realidad, especialmente la cantidad de conflictos que le salen al paso. Algunos de estos conflictos se deben a una torpeza de go-bierno manifiesta y falta de previsión sobre las tensiones nacionales, otros parecen res-ponder a la búsqueda de un momento propicio, que es el final de su administración, el caso es que estallando jus-to cuando su poder mengua, tiene un muy escaso margen de maniobra para atenderlos, con el potencial agravamiento de no ser atendidos. Aunque algunos tal vez se crearon para no resolverse. Listemos solo algunos.

Movimiento de rechazados de universidades. Hace mu-chos años que había casi des-

Fin de fiestaFelipe Calderón ha iniciado su des-pedida haciendo declaraciones que

reciben con asombro y se responden con burla. Na-die, dijo, tratará como él al estado de Durango, ¿a qué se refiere? A que es posi-ble que llegue alguien que aumente la inseguridad y violencia en la entidad, el que por cierto lleva mu-cho tiempo arrasada por el crimen organizado.

aparecido el conflicto de los estu-diantes que no se acomodaban en las escuelas preparatorias o uni-versidades por medio del examen de selección, este año, el conflic-to ha resurgido y se ha mezclado con otras protestas. Era previsible la presión demográfica por la pi-rámide de edades y la deficiente construcción de espacios esco-lares, pero el gobierno le prestó mayor atención al manejo electo-ral del magisterio, sin darse cuen-ta que mientras proponía ampliar la educación obligatoria al bachi-

llerato (12 años), no construía la infraestructura para atenderlo.

La pugna por los restos del PAN. Calderón empezó culpando a Josefina Vázquez de la derrota lo que es correcto, pero se debe a que las elecciones son un referén-dum sobre el gobierno en funcio-nes y ahí estaba reprobado. Aho-ra intenta mantener el control sobre el partido y las huestes se rebelan. Al gobernar con sus ami-gos le cerró la puerta a los nue-vos liderazgos y algunos de éstos asociados a viejas mafias, pugnan

por hacerlo a un lado. Natural en un partido derrotado.

La pugna por las nomina-ciones a candidaturas. Den-tro de la lucha por el futuro, los que fueron desplazados aprovechan la coyuntura para señalar los desaciertos y ma-nejos anti democráticos que tuvo Calderón, impuso a su hermana como candidata en Michoacán y a la candidata a jefa de gobierno en el DF. En ambos casos perdieron, tal vez porque se introdujo una tensión innecesaria a cambio de un capricho.

La violencia. Hay una es-calada violenta que muestra que el problema está lejos de arreglarse. Aunque el gobier-no oculta cifras, sospechamos que el número de muertos con que se va Calderón será para horrorizar a muchos y a él lo llevará a esconderse.

MVS. Un enfrentamiento con un empresario de los me-dios de comunicación pone en el banquillo de los acusados a Calderón mostrándolo como intolerante y represivo. Aun-que, reconozcamos, que está logrando una carambola de tres bandas. Golpea la liber-tad de expresión al mostrar que su enfrentamiento con el grupo de telecomunicaciones se debe al intento de obligar a una periodista a que presen-tara una disculpa por haber informado que un diputado lo acusó de alcohólico; beneficia a Televisa porque le quita de encima a un competidor po-tencial, y le crea una bomba de tiempo al próximo presidente. En el caso que sea Peña Nieto esto será más fuerte, porque si prosigue con el caso bene-ficia a Televisa lo que le dará munición a sus contrincantes que mostrarán la dependencia del consorcio, y si no prosigue en esa dirección, la televiso-ra posiblemente se moleste y cuando lo hace, ataca con todo lo que tienen, como hi-cieron contra el empresario que intentó crear la tercera cadena de televisión.

Si en lugar de usar su ca-pacidad imaginativa para efectos perversos, Calderón la usara para mejorar al país, no lo dejaría bañado en sangre, ni estaría creando tensiones cuyo comportamiento puede agravarse. Pobre legado de un presidente que llegó sin legi-timación y se va sin ser apre-ciado.

Felipe Calderón - Foto Germán Canseco Procesofoto DF

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28 01.09.2012Transición

De los Juegos Olímpicos de Londres ya ter-minados, con-

tar y no parar. Eso porque nos representaron, porque nos gustaron, porque nos emocionaron y porque hay mucho dinero público invertido en la delegación olímpica mexicana y ello mueve a auscultar las razones para que aque-lla rinda frutos palpables permanentes; que la Patria merece alegrías y nuestros contendientes deportivos merecen oportunidades y el apoyo total frente al mundo. Sin duda que lo político se cruza con lo deportivo. De forma inevi-table.

Los resultados obtenidos en la capital británica conducen a una re-flexión en esta coyuntura de cambio de poderes. A muchos no les pare-cieron suficientes y a otros nunca les satisfizo. Sin embargo, esos re-sultados superaron años de estan-camiento y han lucido, afrontando verdaderos retos por alcanzar un desarrollo deportivo óptimo, refle-jado en mejores números, lo cual permite afirmar lo muchas veces di-cho: fue la mejor delegación depor-tiva, por número de medallas con-seguidas y por lugares alcanzados. Por supuesto que faltaron preseas. Estimemos unas tres más, lo cual se acercaría a la meta fijada a inicios del sexenio en el programa Nacional de Cultura Física y Deporte: 12 me-dallas. Considerando que casi des-aparecimos del medallero en 1996, es importante la meta alcanzada en 2012: 7. Viendo los desempeños, es posible que unas 10 si se hubieran obtenido.

Y hay que distinguir tres reali-dades: 1) falta una profundización del deporte como política de estado, que no se reduzca a practicarlo en escuelas, sino que implique contar con infraestructura adecuada; 2)

es precisa y urgente una diversi-ficación deportiva que nos permi-ta estar inscritos en muchas más disciplinas individuales y de conjun-to y 3) necesitamos continuidad. Las tres cosas son posibles si el nuevo gobierno está dispuesto a mejorar la magnífica herencia que en mate-ria olímpica deja el panismo. Porque nos guste o no, y pese a quien le de urticaria así es y en ello no caben ni regateos ni mezquindades en esa valoración.

La política deportiva de estos dos sexenios con el concurso de toda la sociedad, nos ha redituado en luces y sombras por igual, pero dando más beneficios que perjui-cios y ha ido de menos a más, pese a los intereses egoístas y usureros y a los ninguneos en medios masi-vos de comunicación que algunos aún mantienen y tanto les paga en perjuicio del deporte mexicano. Así, difícilmente llegaremos más lejos. Y que quede muy claro: El deporte na-cional merece cambios sustanciosos más profundos. Requiere una ur-gente renovación de dirigencias. De-jémonos de la mentalidad mediocre al decir que esperamos que “caigan” las medallas; no “caen” ni llegan ni se logran ni se consiguen. Se traba-jan con apoyo. Así se obtienen.

Para que en la historia del Olim-pismo mexicano el ciclo olímpico que se cierra en 2012 haya sido el más provechoso en cifras y número de medallas obtenidas – rematando

con las aportadas por los depor-tistas mexicanos en los realmente emocionantes Juegos Olímpicos de Londres– fue necesaria una política de Estado de gran calado. Ocurrió, pese a los atavismos ya citados, pre-cediéndole el desistir de un mun-dial para 2010 empalmándolo con el Bicentenario o el perder la sede panamericana de 2003, ganándola para Guadalajara en 2011, con gran-des resultados no solo para nuestra delegación y el deporte mexicano en su conjunto, sino para la capital tapatía como sede internacional de diversos campeonatos anteriores y posteriores a ese encuentro de-portivo. Y mientras mejoraban las cifras y se ganaban más preseas en las distintas ediciones de camino a Londres, se ha obtenido la sede de los Juegos Centroamericanos para Veracruz en 2014, que plantea un desafío gigantesco en seguridad, lo que representa además iniciar una nueva racha, un nuevo ciclo olímpi-co de camino a Río 2016.

La pregunta es si el nuevo gobier-no estará dispuesto a combatir los lastres que siguen frenando al de-porte mexicano –algunos relaciona-dos con el propio PRI– o que parten desde la actuación de ciertas federa-ciones renuentes al cambio en per-juicio de México. Tras el desastre de 1996, no se nos olvide que fue tal el escándalo que fue menester brindar apoyos más decididos una vez crea-da la CONADE, para que de verdad

hubiera frutos. No podemos dejar de lado que ya en los tiempos de Fox debió lidiarse desde esa trinchera con dirigentes deportivos negados a transformar los espacios de poder que explotan y regentean; y se han tenido que afrontar dispendios lle-vados a nada y desviaciones de fon-dos que no se reflejaron en compra de equipo adecuado a la realidad mundial, que permitieran a los atle-tas mexicanos un mejor desempeño. También eso debe de reconocerse.

Y queda muy claro que solo po-dría avanzarse si se impone la auto-ridad deportiva consagrada en la ley y se apartan los intereses partidis-tas y solo si el nuevo gobierno esté dispuesto a poner orden si el Co-mité Olímpico Mexicano es incapaz de ello y considerando la ríspida y tirante relación con la CONADE, así como a decidirse a mejorar la cifra asignada a la promoción deportiva. Calderón lo ha dejado claro: si en el sexenio de Fox se dispusieron 4 mil millones de pesos para esa ta-rea, solo en el último año previo a los Panamericanos se canalizaron 6 mil millones y se multiplicó por seis o siete por ciento el presupuesto de-portivo.

Hablando de los Juegos de Lon-dres 2012 me quedo con estas pa-labras de Bernardo de la Garza, que ha sacado la casta y cuando pocos confiaban en él, dentro de los que no me cuento. Señaló: “no hay unos Juegos Olímpicos en los que haya presenciado a tantos mexicanos par-ticipando con este grado de compe-titividad, dignidad y seguridad que da gusto verlo”. Alcanzándose así 24 finales y no 20, el 40% de la dele-gación olímpica se posicionó dentro de los ocho primeros lugares, alcan-zando el preciado diploma olímpico que no hay que perder de vista.

En todo este enorme esfuerzo efectuado va de por medio dinero público. Solo por eso los resultados en materia deportiva y específica-mente en la olímpica, deberían de importarnos en demasía a todos. Hay mucho dinero público de todos metido en el asunto. Solo por eso. Pero frente al siguiente ciclo olím-pico –Centroamericanos, Paname-ricanos, Universiada y JJ.OO.– nos queda la agobiante sensación y la fundada preocupación del peligro por el retroceso. Los antecedentes previos al PAN, no son gratificantes ni adelantan logros. ¿Tendremos un injusto retroceso y regresaremos a los índices de deterioro y atraso ya sabidos, de estancamiento y ca-rencia de resultados óptimos en nuestros deportes, con millones de pesos destinados sin redituarnos? Podríamos retroceder inevitable-mente si no hay compromisos cla-ros. La cercanía entre los Juegos de Londres y la entrada del nuevo go-bierno apremian a que se tome una decisión importante en pro de pre-servar lo alcanzado hasta ahora. No basta confiar, se necesita actuar.

Tras de Londres 2012 ¿qué compromisos habrá?

Foto: Héctor Rivera/Procesofoto

Escondrijos de la alforja

POR MARCOS MARÍN AMEZCUA

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2901.09.2012 TransiciónLos intelectuales en el poder

POR EDUARDO MEJÍA

Al filo del agua, aunque tiene un escenario revolucio-nario, y una anécdota también cercana a la temática de moda, la técnica con que está escri-ta pertenece a la tradición de la experimentación tanto estructural como lingüística; es ahora cuando comienza a leérsele de una manera con-temporánea y se le reconocen influencias joyceanas, y es, junto a Mariano Azuela, quien mejor incorpora el lenguaje coloquial a la narrativa y le da estatura literaria.

Aunque cultivó diversos géneros (uno de sus relatos, “Las avispas”, que se encuen-tra, entre otros, en Tres cuen-tos, es uno de los más agudos de la literatura mexicana, y ha sido poco aprovechado), es en la novela donde recogió más fama: Las tierras pródigas, Las tierras flacas, La creación, Ojerosa y pintada, y otra de sus obras mayores, Las vuel-tas del tiempo, una de las obras donde se ve la política mexicana al desnudo, retrata con exactitud la vida y, sobre todo, la muerte de Plutarco Elías Calles.

Pero Agustín Yáñez fue uno de los intelectuales mexi-canos que tuvo más presencia en la política, aunque le toca-ron momentos bastante difíci-les.

Yáñez fue rector del Insti-tuto de Nayarit y director de Educación Primaria de esa entidad en los años treinta, cuando andaba en sus veintes; fue profesor tanto de la Escue-

Agustín YáñezEl novelista jalis-ciense Agustín Yáñez es uno de los escritores

mexicanos peor leídos; es cierto que en los años cua-renta, cuando apareció su primera novela, Al filo del agua (aunque antes había publicado Flor de juegos antiguos y Archipiélago de mujeres, colecciones de relatos y estampas de tensión erótica y estética pocas veces vistas antes en nuestras letras), estaba en apogeo la novela de la Revolución, e incluso esta-ba mal visto que la narrati-va hablara de otros temas, por la acusación de no ser escritores viriles.

la Nacional Preparatoria y de la Facultad de Filosofía y Letras en los años cuarenta; fue director de la Oficina de Radio de la SEP, jefe del Departamento de Bibliotecas y Archivos Económicos de la Se-cretaría de Hacienda; desempeñó también algún cargo diplomático en la UNESCO, y posteriormente fue subsecretario de la Presiden-cia en el sexenio de Adolfo López Mateos, y posteriormente presi-dió la Comisión Nacional de Li-bros de Texto; entre los honores que recibió fue haber sido miem-bro de El Colegio Nacional, de la Academia Mexicana de la Lengua, la que presidió de 1973 al año de su fallecimiento, 1980.

Sus cargos principales en la política fueron los de gobernador de Jalisco, de 1953 a 1959, y se-cretario de Educación Pública de 1964 a 1979. En la extensa entre-vista que le hizo James R. Fort-son, Carlos Fuentes relata cómo en una cena el presidente Díaz Ordaz se molestó ante el elogio

que hicieron de Yáñez varios in-telectuales, porque su mayor mé-rito como gobernador de Jalisco fue haber combatido con éxito a los caciques que monopolizaban el poder y la economía de un es-tado tan rico; como secretario de Educación Pública enfrentó el Mo-vimiento que en 1968 enfrentó a los estudiantes universitarios y politécnicos a la rudeza con que el gobierno disolvió manifestacio-nes en protesta por la rudeza de la policía.

La leyenda cuenta que Yáñez presentó su renuncia a Díaz Or-daz, cuando apenas comenzaba el Movimiento Estudiantil, y que le fue rechazada, con amenazas; es una historia difícil de comprobar porque ambos protagonistas ya fallecieron, y mucha de la historia posterior ha convertido a Yáñez en cómplice de la represión, sin considerar que no hubo castigo a los profesores dependientes de la SEP por participar en el Movi-miento, que en el Instituto Nacio-

nal de Bellas Artes se firma-ron pliegos de profesores y de empleados en contra del go-bierno sin que sufrieran per-secución, y que en sus salas se realizaron manifestaciones a favor del Movimiento, como unas conferencias dictadas por Fernando del Paso, por María Luisa Mendoza, y una, que iba a dictar José Agus-tín, fue cancelada para que la gente se sumara a la manifes-tación silenciosa el 13 de sep-tiembre de ese 1968.

Muchos recordarán incluso que cuando policías y grana-deros perseguían a estudian-tes, los guardias y porteros de Bellas Artes dejaban entrar a los perseguidos, pero no a los perseguidores. Es difícil que Yáñez no estuviera enterado de esas acciones.

Ver la historia, y sobre todo la historia reciente, bajo la óp-tica de los disidentes, impide ver que no todos los funciona-rios estaban de acuerdo con las acciones de los principales responsables de la represión; Yáñez ha sufrido otro tipo de represión: no se le lee como debía, se le cataloga entre los escritores del pasado, sin ver que fue una de las mayores influencias de Carlos Fuentes, en lo literario; que es uno de los escritores más amenos a la vez que más experimentales de nuestras letras, y que como funcionario fue irreprochable.

Una anécdota final: Carlos Fuentes la relata con elipsis, y Octavio Paz la menciona de paso en uno de sus poemas, pero se cuenta que en una ocasión varios de los mejores escritores mexicanos decidie-ron hacer una investigación de campo en persona, y visi-taron una de las casas de citas má famosas en los años cin-cuenta; a Yáñez, por su gesto adusto y expresión seria, le habría tocado representar el papel de un obispo que acom-pañaba a las celebridades, no todos desconocidos en ese si-tio, y alguno de ellos, visitante frecuente. Yáñez representó su papel, dicen, con eficacia, y dicen que fue asediado por las damas que intentaban co-rromperlo aunque fuera un ratito. Es una lástima que no exista una crónica comple-ta de esa travesía, más que fragmentos bastante pícaros. Y era cuando desempeñaba un alto cargo en el gobierno mexicano.

Pintura al óleo en sala de gobernadores en el Palacio de Gobierno en Guadalajara, Jalisco

Artículo

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30 01.09.2012Transición ArtículoLa imagen del poder

POR ERNESTO MORÁN SANTOYO

[email protected] @EMoranS

Para el próximo sexenio, muchos retos se asoman, y con toda certe-

za, pronto pasaremos de los temas que nos ocuparon (el 132, las muy necesarias reformas estructurales, el regreso del PRI, combate a la corrupción, las famosas tarjetas MONEX, indicadores macroeconómicos y seguri-dad), a los típicos rubras en los cuales, siempre parece que nos estancamos; tráfi-co de influencias, políticos

Pobreza y Riqueza

qué? Porque aún no es tiempo de.Pero el motivo de mi columna

no es resaltar las grandes defi-ciencias que tenemos, sino procu-rar generar conciencia sobre las grandes oportunidades y retos que el país nos demanda afrontar, y en términos de imagen y per-cepción, parce que aún no hemos aprendido una gran lección, per-cepción es realidad, aunque eso no seas, ni quieras. Y deseo plan-tearlo a modo de retórica pues un gran número de mexicanos viven a diario escasez, angustias y des-esperación.

¿Qué sería México, sin esa gran

elocuencia y “gracia” para afron-tar la desgracia? Además de pen-sar en la pobreza extrema, debe-mos considerar la otra pobreza, la que nos está frenando para de-tonar como la gran potencia que podríamos ser.

Entonces, otra interrogante, ¿tenemos un país de oportunida-des limitadas, o hemos fallado en los mecanismos que garanticen la correcta distribución del ingreso que permita oportunidades para todos?

Si bien, hemos tenido un incre-mento en la inseguridad a nivel nacional, lo que es de llamar la atención, es ¿por qué tardó tan-to en hacerse presente? Sin duda, una de las respuestas es que se ha hecho rentable la actividad de vivir del crimen organizado, aún cuando se han logrado algunos avances en el combate a la pobre-za.

Entonces, uno de los mayores retos que podemos prever de la siguiente administración, es el cómo dotar de un escenario que permita quitar los aparentes in-centivos y beneficios, que se han generado alrededor del modo de vida de los “malandros” y deto-nar aquellas actividades, trabajos y actividades honrosas de una manera más rentable y atractiva que aleje a la población del “mal vivir”.

Pasar de vivir como ricos po-bres en un país abundante, a un país rico de oportunidades.

“chapulines”, las estrategias de cabildeo político para que nada se mueva lo suficiente para generar cambios… ¡Ah! y el aumento del precio del huevo.

Es increíble, pero por difícil que nos parezca, a muchos com-patriotas, les conviene que nada cambie, y son ellos los que po-drían representar el mayor riesgo para hacer que todo siga igual; como dato, sólo 21.8 millones de mexicanos en el 2010, no eran po-bres o vulnerables.

Ahora tenemos un presidente electo, el cual, por cierto, vive en uno de los limbos más grandes del periodo de transición, el que se encuentra entre los resultados de las elecciones y la toma el po-der; a Peña Nieto, lo hemos visto cual león dormido y hasta permi-tiendo que muchas moscas se le paren sin siquiera moverse, ¿por

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