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ESPAÑA35 JUEVES 26 DE MARZO DE 2015 LA TRIBUNA TRAGEDIA AÉREA LAS HIPÓTESIS DE LA CATÁSTROFE ASOCIACIÓN LÍNEAS AÉREAS Las ‘low cost’ son tan seguras como las empresas tradicionales Cualquier compa- ñía que preste servicios de transporte aéreo en Espa- ña, ya sea tradicional o low cost , está sometida a unos controles, requisitos legales y supervisiones de ma- nera continua por parte de diferentes Administra- ciones que garantizan su seguridad, según aseguró ayer el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos. INGENIEROS AERONÁUTICOS Los aparatos que vuelan en Europa «no presentan problemas de antigüedad» La Asociación de Líneas Aéreas remarcó ayer que, en la actualidad, «no hay problema de antigüedad» en los aviones que vuelan en Europa y recordó que la renovación de los aparatos suele estar motivada por la reducción del consumo de combustible y de la emisión de gases de efecto invernadero. AGENCIAS / BERLÍN-PARÍS El presidente ejecutivo de la compañía Lufthansa, matriz de la firma low cost Ger- manwings, Carsten Spohr, re- marcó ayer que el avión A320 siniestrado en los Alpes fran- ceses era «técnicamente irre- prochable», pese a ser un aparato que llevaba 24 años en servicio. «Es inexplicable que esto haya podido sucederle a una aeronave libre de problemas técnicos y con un piloto ex- perimentado y entrenado por Lufthansa», señaló el directi- vo, quien, no obstante, no quiso especular sobre la cau- sa del accidente. Sin embar- go, lamentó que esta tragedia haya puesto de manifiesto de nuevo que «la seguridad en la aviación no está garantiza- da». «Es algo por lo que tene- mos que luchar cada día», subrayó. Asimismo, el primer eje- cutivo de Lufthansa reiteró, como ya hiciera el día del su- ceso, que ambas compañías germanas costearán los gas- tos del desplazamiento y alo- jamiento de aquellos familia- res que quieran desplazarse al punto de contacto en Fran- cia donde se proporciona in- formación actualizada sobre el accidente aéreo. En este sentido, el director gerente de Germanwings, Oli- ver Wagner, insistió en que la prioridad es la atención a los familiares de los fallecidos. «Trabajamos día y noche para aclarar lo ocurrido. Estamos de duelo y en estado de esta- do de shock», apuntó, tras ex- plicar que su empresa entien- de perfectamente la negativa de algunos empleados de la aerolínea de volar por el esta- do emocional en el que se en- cuentran. «Somos una peque- ña familia», añadió. La compañía alemana no se explica la caída de un avión «libre de problemas» El presidente de Lufthansa. UN ACCIDENTE LLENO DE INCÓGNITAS Los restos de la aeronave serán claves para esclarecer las dudas en torno al suceso AGENCIAS / BARCELONA-PARÍS A más de 1.500 metros de alti- tud, en una zona rocosa, escar- pada y de difícil acceso situada en los Alpes de Alta Provenza se en- cuentran esparcidos los restos del Airbus A320 fletado por la compa- ñía Germanwings que se estrelló el pasado martes mientras cubría el trayecto entre Barcelona y Düssel- dorf. Entre esos vestigios disemi- nados por la montaña se encon- traba una de las cajas negras, la que registró los sonidos en la cabina, que se localizó ayer, pero su conte- nido aún tardará en conocerse y comprobarse, por lo que, de mo- mento, siguen abiertos muchos in- terrogantes sobre el suceso. Los investigadores de la Ofici- na de Análisis de Accidentes de Aviación Civil, uno de los organis- mos más prestigiosos del mundo en su campo, tienen la seguridad de que, a los 30 minutos de despe- gar de la Ciudad Condal, el apara- to alcanzó la altura prevista de 31.00 pies, unos 9.500 metros. Fue en ese punto, además, cuando los pilotos mantuvieron su último contacto con la torre de control. Apenas 60 segundos después, co- menzó un descenso brusco que duró unos ocho minutos, durante los cuales perdió unos 800 metros por minuto hasta alcanzar una al- tura de unos 6.000 pies (unos 1.800 metros), momento en el que dejó de ser detectado por los radares. Durante ese brusco descenso, la tripulación no lanzó ninguna lla- mada de socorro, un extremo con- firmado por la Asociación de Avia- ción Civil . Desde la torre de con- trol, en cambio, sí se hicieron tres intentos de contacto al observar el descenso del avión que no obtu- vieron respuesta. Surgen, según ese relato, las dos dudas fundamentales: ¿por qué descendió tanto y tan rápido la aeronave? y ¿por qué no hubo llamada de socorro? Los expertos, en una fase tan inicial de las pes- quisas no se atreven a dar una sola teoría que contesté a la primera cuestión y, con ello, también lleve implícito la respuesta de la segun- da. La tesis más extendida es la de la despresurización de la ca- bina. Cuando sucede una emergencia de este tipo, los pilotos deben descender el avión para encontrar un aire respirable. Un procedimiento que concuerda con esos ocho minutos de caída a un ritmo similar al de un aterrizaje. Sin embargo, una vez solucio- nado este problema, lo normal es volver a tomar altura o, en caso de que la emergencia no se haya po- dido resolver, buscar un lugar se- guro en el que aterrizar. En este último caso, los expertos se sor- prenden de que los pilotos no bus- casen la ruta de escape que toda aeronave debe tomar si se en- cuentra en una situación así en Los Alpes. De hecho, tampoco tra- taron de desviar la nave hacia Marsella o Niza, alguno de los ae- ropuertos cercanos. El hecho de que los pilotos no tomasen ninguna determinación ni se co- municasen con la torre de con- trol, parece indicar que podían es- tar incapacitados para ello. Una vez descartada la hipótesis de un acto terrorista, aunque las autori- dades no cierran ninguna vía de investigación, las pesquisas apun- tan a un posible desvanecimien- tos de ambos profesionales. Y las únicas causas que pueden llevar a los pilotos a perder simultánea- mente el conocimiento son un in- cendio en la cabina o una des- compresión explosiva. El fuego en el habitáculo, en principio, habría dado cierto mar- gen de tiempo a los profesionales para reaccionar, avisando, además, a las autoridades. En el caso de una despresurización brusca, los tiem- pos se acortan. Los pilotos cuen- tan con apenas cuatro o cinco se- gundos para ponerse las máscaras de oxígeno antes de sufrir una hi- posexia, un estado de deficiencia de oxígeno similar a la inconscien- cia. De ahí la falta de comunica- ción con la torre de control. LOS MOTORES. Más allá de los profesionales a los mandos de la aeronave, no se descartan fallos técnicos. Así, los testigos que el pa- sado martes relataba cómo vieron un avión volando muy bajo, no co- mentaron nada del ruido provo- cado por los motores del aparato. Los expertos señalan, no obstante, lo inusual de que se produzca una avería en ambos impulsores a la vez. Y un Airbus de este tipo, po- dría haber llegado a cualquier ae- ropuerto cercano solo con un mo- tor en funcionamiento. Otro hipótesis que se baraja es la caída del ordenador de vuelo. En este sentido, podría abrirse la línea del atentado terrorista, pues- to que la manipulación informáti- ca de los aviones es uno de los grandes objetivos de los crimi- nales internacionales. Pero parece una tesis más cerca- na a la ciencia ficción que a la realidad. Podría haberse re- petido, eso sí, la situación que se vivió en un vuelo de Bilbao a Múnich, cuando el aparato co- menzó a perder altura a gran ve- locidad. En aquella ocasión, los sensores de las hondas de altura, que mantienen la estabilidad de la aeronave en pleno vuelo, se con- gelaron y enviaron datos erróneos al sistema de navegación, aunque los pilotos pudieron controlar el descenso a tiempo. Una pérdida de consciencia de los pilotos por una descompresión explicaría la falta de comunicaciones La congelación de las hondas de altura puede provocar una caída brusca de un aparato Distribuido para [email protected] * Este artículo no puede distribuirse sin el consentimiento expreso del dueño de los derechos de autor.

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Page 1: TRAGEDIAAÉREA LASHIPÓTESISDELACATÁSTROFE ......compresión explosiva. El fuego en el habitáculo, en principio, habría dado cierto mar-gen de tiempo a los profesionales para reaccionar,

ESPAÑA35JUEVES 26 DE MARZO DE 2015 LA TRIBUNA

TRAGEDIA AÉREA LAS HIPÓTESIS DE LA CATÁSTROFE

ASOCIACIÓN LÍNEAS AÉREAS

Las ‘low cost’ son tan seguras como lasempresas tradicionales ■ Cualquier compa-ñía que preste servicios de transporte aéreo en Espa-ña, ya sea tradicional o low cost, está sometida a unoscontroles, requisitos legales y supervisiones de ma-nera continua por parte de diferentes Administra-ciones que garantizan su seguridad, según aseguróayer el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos.

INGENIEROS AERONÁUTICOS

Los aparatos que vuelan en Europa «nopresentan problemas de antigüedad» ■

La Asociación de Líneas Aéreas remarcó ayer que,en la actualidad, «no hay problema de antigüedad»en los aviones que vuelan en Europa y recordó quela renovación de los aparatos suele estar motivadapor la reducción del consumo de combustible y dela emisión de gases de efecto invernadero.

AGENCIAS / BERLÍN-PARÍSEl presidente ejecutivo de lacompañía Lufthansa, matrizde la firma low cost Ger-manwings, Carsten Spohr, re-marcó ayer que el avión A320siniestrado en los Alpes fran-ceses era «técnicamente irre-prochable», pese a ser unaparato que llevaba 24 añosen servicio.

«Es inexplicable que estohaya podido sucederle a unaaeronave libre de problemastécnicos y con un piloto ex-perimentado y entrenado porLufthansa», señaló el directi-vo, quien, no obstante, noquiso especular sobre la cau-sa del accidente. Sin embar-go, lamentó que esta tragediahaya puesto de manifiesto denuevo que «la seguridad en laaviación no está garantiza-da». «Es algo por lo que tene-mos que luchar cada día»,subrayó.

Asimismo, el primer eje-cutivo de Lufthansa reiteró,como ya hiciera el día del su-ceso, que ambas compañíasgermanas costearán los gas-tos del desplazamiento y alo-jamiento de aquellos familia-res que quieran desplazarseal punto de contacto en Fran-cia donde se proporciona in-formación actualizada sobreel accidente aéreo.

En este sentido, el directorgerente de Germanwings, Oli-ver Wagner, insistió en que laprioridad es la atención a losfamiliares de los fallecidos.«Trabajamos día y noche paraaclarar lo ocurrido. Estamosde duelo y en estado de esta-do de shock», apuntó, tras ex-plicar que su empresa entien-de perfectamente la negativade algunos empleados de laaerolínea de volar por el esta-do emocional en el que se en-cuentran. «Somos una peque-ña familia», añadió.

La compañíaalemana no seexplica la caída deun avión «librede problemas»

El presidente de Lufthansa.

UN ACCIDENTELLENO DE

INCÓGNITASLos restos de la aeronave serán claves paraesclarecer las dudas en torno al suceso

AGENCIAS / BARCELONA-PARÍS

Amás de 1.500 metros de alti-tud, en una zona rocosa, escar-

pada y de difícil acceso situada enlos Alpes de Alta Provenza se en-cuentran esparcidos los restos delAirbus A320 fletado por la compa-ñía Germanwings que se estrelló elpasado martes mientras cubría eltrayecto entre Barcelona y Düssel-dorf. Entre esos vestigios disemi-nados por la montaña se encon-traba una de las cajas negras, la queregistró los sonidos en la cabina,que se localizó ayer, pero su conte-nido aún tardará en conocerse ycomprobarse, por lo que, de mo-mento, siguen abiertos muchos in-terrogantes sobre el suceso.

Los investigadores de la Ofici-na de Análisis de Accidentes deAviación Civil, uno de los organis-mos más prestigiosos del mundoen su campo, tienen la seguridadde que, a los 30 minutos de despe-gar de la Ciudad Condal, el apara-to alcanzó la altura prevista de31.00 pies, unos 9.500 metros. Fueen ese punto, además, cuando lospilotos mantuvieron su últimocontacto con la torre de control.Apenas 60 segundos después, co-menzó un descenso brusco queduró unos ocho minutos, durantelos cuales perdió unos 800 metrospor minuto hasta alcanzar una al-tura de unos 6.000 pies (unos 1.800metros), momento en el que dejó

de ser detectado por los radares.Durante ese brusco descenso, latripulación no lanzó ninguna lla-mada de socorro, un extremo con-firmado por la Asociación de Avia-ción Civil . Desde la torre de con-trol, en cambio, sí se hicieron tresintentos de contacto al observar eldescenso del avión que no obtu-vieron respuesta.

Surgen, según ese relato, lasdos dudas fundamentales: ¿porqué descendió tanto y tan rápidola aeronave? y ¿por qué no hubollamada de socorro? Los expertos,en una fase tan inicial de las pes-quisas no se atreven a dar una solateoría que contesté a la primeracuestión y, con ello, también lleveimplícito la respuesta de la segun-da. La tesis más extendida es lade la despresurización de la ca-bina. Cuando sucede unaemergencia de este tipo, lospilotos deben descender elavión para encontrar un airerespirable. Un procedimiento queconcuerda con esos ocho minutosde caída a un ritmo similar al deun aterrizaje.

Sin embargo, una vez solucio-nado este problema, lo normal esvolver a tomar altura o, en caso deque la emergencia no se haya po-dido resolver, buscar un lugar se-guro en el que aterrizar. En esteúltimo caso, los expertos se sor-prenden de que los pilotos no bus-casen la ruta de escape que toda

aeronave debe tomar si se en-cuentra en una situación así enLos Alpes. De hecho, tampoco tra-taron de desviar la nave haciaMarsella o Niza, alguno de los ae-ropuertos cercanos.

El hecho de quelos pilotos not o m a s e n

ninguna determinación ni se co-municasen con la torre de con-trol, parece indicar que podían es-tar incapacitados para ello. Unavez descartada la hipótesis de unacto terrorista, aunque las autori-dades no cierran ninguna vía deinvestigación, las pesquisas apun-tan a un posible desvanecimien-tos de ambos profesionales. Y lasúnicas causas que pueden llevara los pilotos a perder simultánea-mente el conocimiento son un in-cendio en la cabina o una des-compresión explosiva.

El fuego en el habitáculo, enprincipio, habría dado cierto mar-gen de tiempo a los profesionalespara reaccionar, avisando, además,a las autoridades. En el caso de unadespresurización brusca, los tiem-pos se acortan. Los pilotos cuen-tan con apenas cuatro o cinco se-gundos para ponerse las máscarasde oxígeno antes de sufrir una hi-posexia, un estado de deficienciade oxígeno similar a la inconscien-cia. De ahí la falta de comunica-ción con la torre de control.

LOS MOTORES. Más allá de losprofesionales a los mandos de laaeronave, no se descartan fallostécnicos. Así, los testigos que el pa-sado martes relataba cómo vieronun avión volando muy bajo, no co-mentaron nada del ruido provo-cado por los motores del aparato.

Los expertos señalan, no obstante,lo inusual de que se produzca unaavería en ambos impulsores a lavez. Y un Airbus de este tipo, po-dría haber llegado a cualquier ae-ropuerto cercano solo con un mo-tor en funcionamiento.

Otro hipótesis que se baraja esla caída del ordenador de vuelo.En este sentido, podría abrirse lalínea del atentado terrorista, pues-to que la manipulación informáti-ca de los aviones es uno de los

grandes objetivos de los crimi-nales internacionales. Pero

parece una tesis más cerca-na a la ciencia ficción que a

la realidad. Podría haberse re-petido, eso sí, la situación quese vivió en un vuelo de Bilbao aMúnich, cuando el aparato co-

menzó a perder altura a gran ve-locidad. En aquella ocasión, lossensores de las hondas de altura,

que mantienen la estabilidad de laaeronave en pleno vuelo, se con-gelaron y enviaron datos erróneosal sistema de navegación, aunquelos pilotos pudieron controlar eldescenso a tiempo.

Una pérdida deconsciencia de lospilotos por unadescompresiónexplicaría la falta

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