Tradición, Magisterio

yDogma

748 § 1. Todos los hombres están obligados a buscar la verdad en aquello que se refiere a Dios y a su Iglesia y, una vez conocida, tienen, por ley divina, el deber y el derecho de abrazarla y observarla (Código de Derecho Canónico, Libro III, La función de enseñar de la Iglesia).

Redacción - Autor: Fray Antonio del Niño JesúsTítulo: Tradición, Magisterio y DogmaISBN Obra Independiente: 978-958-8667-40-9 2da Edición ampliada y corregidaBogotá, Octubre 12 del 2015, Día de la Virgen del Pilar.

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El pueblo de Israel, más que nación, debe ser interpretado como una pedagogía de Dios; de hecho, así mismo lo demuestran los años que sobrevivió sin tener un territorio geográfico.Esta pedagogía divina desemboca en la plenitud de los tiempos, en la conformación del nuevo Pueblo de Dios: La Iglesia de Jesucristo, el Hijo de Dios, descendiente de Abraham de Ur de Caldea.

El presente documento expresa una breve defensa de la doctrina de la Santa Iglesia Católica, la cual deberá leerse en esta misma línea de interpretación: Pedagogía Divina, para no dar cabida a ningún tipo de fundamentalismo con una mentalidad excluyente donde se falte al respeto y al amor hacia los demás o dar margen a pensar que los católicos “somos los únicos”, aunque afirmo que la Iglesia Católica es la verdadera y única Iglesia fundada por Jesucristo, pero esto por una pedagogía divina con miras a iluminar al mundo entero y para su salvación sin ninguna visión o mentalidad de triunfalismo.

Así mismo, la defensa que se hace de la doctrina de la Iglesia, se debe a que pocos les interesa respaldar a la santa Iglesia Católica, pues la mayoria quiere ganar con la “Iglesia del Papa Francisco”. Sé que hago una afirmación muy fuerte, pero se debe a que existe muy poco conocimiento de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia, al punto que muy pocos perciben que la actual Iglesia del Papa Francisco no es la misma Iglesia Católica sino más bien, una “Iglesia” camuflada artificiosamente, y ahora con el Papa Francisco toma ya su verdadera imagen y toda su fuerza, hasta el punto de imperar sobre la verdadera Iglesia Católica.

16. ...No es conveniente que el Papa reemplace a los episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, percibo la necesidad de avanzar en una saludable «descentralización» (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium).

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Descentralizar quiere decir no tener un centro, esto se puede entender como suprimir el papado. Veamos la armonía de estas palabras con la publicación que hizo la fuente de noticias del Vaticano, L´Osservatore Romano. En esta entrevista el Papa Francisco habla de dar inicio a una Iglesia con una organización horizontal (es decir abierta, donde no hay nadie arriba de mí) pero, según sus propios sentimientos, no con los sentimientos de Dios, del Evangelio y de la Iglesia.

«...Soy el Obispo de Roma y el Papa de la catolicidad. He decidido como primera cosa nombrar a un grupo de ocho cardenales que sean mi consejo. No cortesanos, sino personas sabias y animadas por mis propios sentimientos. Este es el inicio de esa Iglesia con una organización no sólo verticista, sino también horizontal». (Entrevista con Eugenio Scalfari. Director del diario Italiano La Republica, publicada en L´Osservatore Romano. Edición 40. 1 de octubre 2013, pág. 7)

Lo grave de sus cambios no es respecto a las cosas externas, sino a su pensamiento y enseñanzas contrarias a la esencia misma de la Iglesia, a su doctrina, al Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Pero esto los mismos católicos no lo advierten, y quienes deberían hacerlo no lo hacen (cf. Ez 33, 1-6), pues muchos en el mundo entero se han contagiado de “su imagen” con la nueva Iglesia de los pobres para los pobres de la teología de la liberación; hasta el punto de olvidarnos que siempre, siempre, el mayor interés de la Iglesia Católica, ha sido predicar sobre el perdón, el amor y la misericordia, y que la mayor atención, siempre ha estado dirigida hacia los más pobres y los más alejados de la sociedad, lo evidencia la vida de san Francisco de Asís y todas las misiones por el emprendidas; la Beata Teresa de Calcuta, Santa Laura Montoya y sus misiones entre los indígenas y San Martín de la Caridad (de Porres) etc.

He proclamado tu salvaciónante la gran asamblea;

no he cerrado los labios,Señor, tú lo sabes;

no me he guardado en el pecho tu defensa,he proclamado tu fidelidad y tu salvación.

Salmo 39

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Tradición, Magisterio y Dogma

El hombre es un ser integral compuesto de tres realidades: cuerpo, alma y espíritu; así mismo la Iglesia católica es: Tradición, Magisterio y Dogma. La razón por la cual la iglesia ama al Papa, es por ser el custodio de la Tradición, del Magisterio y del Dogma; no es el amor del hombre por el hombre.

¿Qué es la Tradición?Tradición es la transmisión oral o escrita, con la cual el Espíritu Santo ha mantenido vivo el depósito de la fe en Nuestro Señor Jesucristo como autor de la salvación del género humano; salvación perpetuada en el mundo a través de la Iglesia Católica y mediante una enseñanza (Magisterio), Un culto (Liturgia – Sacramentos – Oración), una sola creencia (el Credo – Dogmas) y una forma de vida (disciplina) que ha transmitido la Tradición a través de todas las edades (ver Catecismo 75 al 84).

Afirma el Catecismo, parágrafo 81, que la Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los apóstoles, y la transmite integra a los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación.

“Hermanos: Yo he recibido una tradición que procede del Señor, y que a mi vez os he transmitido: el Señor Jesucristo, en la noche en que iban a entregarlo, tomó un pan” (1Cor 11, 23).

Por lo tanto, la tradición de la Iglesia Católica, parte de una tradición apostólica, centrada en el Evangelio y enriquecida a lo largo de la historia, según las palabras del Señor:

“Tendría aún muchas cosas que deciros pero no estáis ahora en disposición de entenderlas” (Jn 16, 12)

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¿Qué es el Magisterio de la Iglesia Católica?Son las enseñanzas que la Santa Iglesia ha impartido de generación en generación; enseñanzas dadas bajo la guía del Espíritu Santo e iluminadas por los padres y doctores de la Santa Iglesia, reflexionadas en los Concilios, Sínodos, etc., y cuya fuente primera son las Sagradas Escrituras.

¿Qué es el Dogma?El numeral 89 del Catecismo lo explica así: “los dogmas son luces en el camino de la fe, lo iluminan y lo hacen seguro. Si nuestra vida es recta, nuestra inteligencia y nuestro corazón estarán abiertos para acoger la luz de los dogmas de la fe.”

El numeral 88 dice: “el Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo, cuando define Dogmas, es decir, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la Revelación divina o… que tienen con ella un vínculo necesario.

Un ejemplo es el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María en cuerpo y alma a los cielos, que aunque no está contenida en la revelación, tiene origen en la tradición oral de la Iglesia naciente, y proclamado luego como Dogma de Fe por el Papa Pío XII, y luego ratificada por el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium 59); dogma que se desprende como consecuencia lógica de la Redención y Resurrección de Cristo, obrada en la Santísima Virgen María, superada ya, en María, la ley de la muerte a causa del pecado (cf. Génesis 3,19; Lc 1, 34-35)

Otros Dogmas:

Dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado por el Papa Pio IX en el año 1854 (cf. Catecismo 491- 492 - 493)

Dogma de María Madre de Dios: Proclamado en el Concilio de Éfeso año 431. Catecismo Numerales 466 – 495 – 2677

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Dogma de la Santísima Trinidad: Dado en el Concilio de Florencia año 1442, Concilio de Toledo XI año 675, Constantinopla II, año 553 y otros concilios más. Véase numerales 249 al 267 del Catecismo. Al respecto de este dogma dice San Atanasio: “siempre resulta provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la Antigua tradición de la doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor la entrego, tal como la predicaron los Apóstoles y la conservaron los Santos Padres, en ella está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparte de esta fe deja de ser cristiano… Existe pues una trinidad santa y perfecta…”

Dogma de la Infalibilidad Papal: Proclamado en el Concilio Vaticano I (1870) y ratificado en el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium). Este dogma se refiere a que ningún pontifice puede cometer errores, en materia de enseñanzas de fe, que aleja de la Verdad, porque ellos poseen la plenitud del Espiritu Santo, como vicarios que son de Cristo sobre la tierra.

Respecto a las equivocaciones del Papa Francisco muchos piensan que el es hombre y se puede equivocar. ¡Están equivocados! pues un Papa es infalible en cuestiones de enseñanza. Esto lo podemos confirmar a la luz de las innumerables enseñanzas impartidas por su S. San Juan Pablo II y su S. Benedicto XVI en sus numerosos viajes realizados. En el Catecismo de la Iglesia Católica se expone acerca de este dogma:

889. “Para mantener a la Iglesia en la pureza de la fe transmitida por los apóstoles, Cristo, que es la Verdad, quiso conferir a su Iglesia, una participación en su propia infalibilidad…”

891. “El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio Episcopal, goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles, que confirma en la fe a sus hermanos…”

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882. “…el Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal”. (L.G 22)

¿Por qué referirse a este tema?Ante todo, lo que se pretende con la elaboración de este documento, es que la luz del Evangelio y de la Santa Iglesia, brille en medio de las tinieblas que invaden el momento actual de la Santa Iglesia Católica y el mundo. No se busca sembrar confusión, al contrario, se quiere llevar alivio, consuelo y esperanza, en medio del caos reinante, y sobre todo a los hijos de la Iglesia verdaderamente católicos. No se debe seguir callando, y que con este silencio e indiferencia, se siga destruyendo la Santa Iglesia Católica, haciéndonos cómplices en el derrumbamiento de la Tradición, del Magisterio y del Dogma en el pontificado del Papa Francisco y todo lo que esto acarrea:

—Pérdida de la Fe—El hundimiento de la luz de Cristo—El hundimiento del mundo (aspectos político,

económico, religioso y social)—La condenación de los hombres (perece mi pueblo por

falta de conocimiento: Os 4, 6)

La Iglesia católica vive un momento en el cual se quiere cuestionar o para ser más exactos, se quiere derrumbar la Tradición, el Magisterio y el Dogma, como en otros tiempos de la Iglesia (Lutero, Arrio, Nestorio, etc.). Derribados estos tres pilares: derribada la Iglesia ¿por qué?

—Porque la Iglesia pasaría a ser una organización más dentro de una sociedad de consumo, necesitada de entregar su producto, según la necesidad o el gusto de los consumidores.

—Porque mirada o entendida así la Iglesia, el elemento constitutivo y fundamental de Ella: la Fe en el Evangelio

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de Nuestro Señor Jesucristo, quedaría relegado como algo para interpretar o acomodar según la época o las necesidades personales.

—Porque si los dogmas de la Iglesia ya no son una verdad, quiere decir que el Espíritu Santo no ha estado con Ella y la Promesa de Cristo: “He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” sería una farsa.

—Porque al desaparecer el sentido de lo sacro, de lo divino, la Iglesia no sería más una Institución Divina, para ser simplemente una hábil organización humana.

Como evidencia de la anterior afirmación, agregamos el encabezado del diario Portafolio dedicado la economía y las finanzas: ¿Vendiendo el Vaticano?

...Cuando el Vaticano autorizó arrendar la Capilla Sixtina... El evento organizado por los fabricantes de carros Porsche para cuarenta(40) miembros de su exclusivo “club de viajeros”, que pagaron 5000 Euros por persona, consistió en un concierto y una cena bajo el esplendor de los frescos de Miguel Angel. (www.portafolio.com 16 de septiembre de 2015)

Muchas personas podrán decir: que se invertirá en obras de caridad para los pobres. No nos engañemos: A DIOS lo que es de DIOS y al Cesar lo que es del César. El Evangelista S. Juan(12, 1-11) relata que Maria Magdalena tomó un perfume muy caro hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús. Judas, el apóstol traidor, replico sobre el mal uso de ese perfume por que se podría haber vendido en 300 denarios para ayudar a los pobres. «Reprochándoselo Jesús, le decia al apóstol, que los pobres no habrían de faltar sobre la tierra, invitandolo por tanto a diferenciar lo sagrado de lo profano».

Lo diferente de este momento crucial, frente a otras épocas de la Iglesia, es que el ataque se está realizando de una manera

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frontal: en sus tres pilares, y se está ejecutando directamente desde el mismo Vaticano, con el Papa Francisco a la cabeza.Derrumbamiento del Dogma de la Infalibilidad Papal.Jesucristo confirió la infalibilidad para el gobierno de la Iglesia católica, tan sólo a Pedro (y a sus sucesores). (Mt 16,18-19).

Ha sido de conocimiento público, que uno de los primeros actos de gobierno del Papa Francisco fue el nombramiento de un Consejo de Gobierno (L´Osservatore Romano Edición 40 Año 2013, pág.1).«...Soy el Obispo de Roma y el Papa de la catolicidad. He decidido como primera cosa nombrar a un grupo de ocho cardenales que sean mi consejo. No cortesanos, sino personas sabias y animadas por mis propios sentimientos. Este es el inicio de esa Iglesia con una organización no sólo verticista, sino también horizontal». (Entrevista con Eugenio Scalfari, L’ Osservatore Romano Edición 40. 1 de octubre de 2013, pág. 3)

El consejo de gobierno, se trata de la comunicación del gobierno de la Iglesia a un grupo de personas, como su mismo nombre lo define y aclara, bien sea para evadir la propia responsabilidad, o bien, para legitimar proyectos de gran envergadura en unión y apoyo de un grupo de personas.

En este caso, el sofisma de distracción, es decir que el Papa será quien tome las decisiones ¿Acaso Jesús discutía con los apóstoles las decisiones a tomar? ¿Qué significa el término infalibilidad papal? ¿Qué significa el término... de gobierno? Si el sentido de este dogma es pasado por el filtro de los criterios humanos ¿Qué queda del dogma? Obviamente cualquier decisión que tome el Papa estaría influenciada por el criterio humano.

A lo largo de la historia todos los Papas han ejercido su autoridad en la Iglesia escuchando a todo el Cuerpo Episcopal (consultores) en el mundo, y en los concilios, cuando se trata de temas de fe. Así mismo la Iglesia siempre ha tenido

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que sortear situaciones muy dolorosas; los días actuales no son una excepción, acordémonos de los tiempos de Nerón, Diocleciano, los Borgia, Avignón, las Cruzadas, el Iluminismo, etc, pero no por eso, los anteriores Papas han acudido a la asistencia/ayuda de un consejo de gobierno. ¿Entonces, cual es el motivo por el cual se elige un Consejo de Gobierno?

Habrían muchas respuestas bien intencionadas, pero carentes del amor a Dios, a la verdad, al Espíritu Santo y su Evangelio (cf. Juan 14, 21); la respuesta es sólo una: nos enfrentamos al aparente derrumbamiento del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y al nacimiento de un “anti-Evangelio de la muerte”, disfrazado con el ropaje de la fe, la esperanza y caridad, encubierto con la misericordia de Dios; y todo esto con un discurso preciso y adaptado a la época: Un Consejo de Gobierno. Es curioso, en el ámbito de la política internacional aquí en nuestro continente Americano, los únicos estados que tienen un consejo de gobierno son los gobiernos de Izquierda en Bolivia, Venezuela y Cuba.

Derrumbamiento del Dogma de la Inmaculada Concepción y del Dogma de María Madre de Dios.La Iglesia confiesa y enseña, que la Virgen María fue redimida del pecado desde el momento de su concepción, para, dignamente ser Madre de Dios (Catecismo 491 y 493). “Esta resplandeciente santidad del todo singular, de la que Ella fue enriquecida desde el primer instante de su concepción”.(Lummen Gentium 56), es atacada, de una manera injuriosa, diabólica y solapadamente cuando se quiere negar o poner en duda su virginidad (cf. Lc. 1, 34-38) así se quiera hacer con argumentos artificiosamente espirituales o fisiológicos, que buscan de manera solapada hacer ver a la virgen María como una mujer más, atada a las precariedades del pecado que redundan en el dolor físico o espiritual ocasionado por la pérdida de la virginidad; o igualmente, de una mujer más, sometida al dolor característico a toda mujer parturienta, dolor decretado por Dios a la mujer luego del pecado, “con dolor parirás los hijos” (Gn. 3, 16) y ; añadiéndole simplemente

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unas “características espirituales” para tranquilizar las conciencias. Esta herética enseñanza también es promovida por la máxima autoridad para asuntos de la fe “Prefecto de la Fe” Cardenal Müller, en su obra titulada, Dogmática Católica (Teoría y Práctica de la Teología).

Derrumbamiento de la Tradición.De todas las formas posibles se viene derrumbando la Santa Tradición; la mayoría del pueblo católico es testigo, pero lo más doloroso es la agonía de muerte en que ha entrado la Divina Tradición de la Santa Eucaristía: presencia real de Cristo, además de ser fuente y cumbre de la vida cristiana (L.G 11), pronto lo lamentaremos, porque lo más triste, es que no quisimos darnos cuenta, ni dar testimonio de nuestra fe, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, donde están contenidos verdadera, real y substancialmente, el Cuerpo y la Sangre junto con el Alma y la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo (Catecismo 1374).

Al desaparecer el testimonio de respeto y el amor en la recepción de la Hostia Consagrada, se cae en la vaciedad y superficialidad; se ataca el valor de la Hostia Consagrada: se minimiza el valor del Santo Sacrificio de la Misa, se acaba con la Fe… etc. Conozcamos esta dolorosa realidad en torno al Papa Francisco:

—Semana Santa del año 2013: En la solemnísima Misa de la institución de la Eucaristía, el Papa Francisco no hace alusión ¡para nada! de la presencia real de Jesús en la Hostia Consagrada el misterio que se celebra este gran día ; y en la Misa Crismal, donde el Obispo celebra con su presbiterio, es decir los Sacerdotes de su Diócesis, tampoco lo hace, ni le recordó a sus Sacerdotes sobre la primera misión de ellos, que es hacer descender a Cristo al Santo Altar, en la Hostia y Vino, consagrados en la Santa Misa. “Quién come mi cuerpo y bebe mi sangre habita en Mí y yo en ÉL, dice el Señor (cf. Jn 6,56).

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—Semana Santa del año 2014: Igualmente no hizo alusión ¡para nada! Al gran Milagro de Amor que es la presencia de Jesús con nosotros en la Santa Hostia, en este Jueves Santo, su gran día. De igual manera no se manifiesta al respecto en la Misa Crismal, ni recuerda a los Sacerdotes acerca de esta su primera y gran misión que es celebrar el Memorial de la pasión y de la resurrección del Señor (la Santa Misa).

—Semana Santa del año 2015: Igual que los años anteriores se abstuvo de celebrar con su rebaño en la Basílica Vaticana la solemne Misa de la Institución de la Eucaristía, conforme al sentido natural de las cosas y a la dignidad de tan majestuosa fiesta, para hacerlo en otro lugar al que pudo asistir cualquier otro día; e igual que en los años anteriores, no hace la más mínima mención referente a la fiesta que se está celebrando, y en la Misa Crismal, al igual que los años anteriores, no hace mención ¡para nada! de la función primera del Sacerdote que es hacer descender a Cristo al Sagrado Altar, o sea celebrar la Santa Misa.

Todo lo anterior demuestra que cuantas veces el Papa Francisco ha podido hablar de la Eucaristía en algún evento u homilía, es tan solo por motivos circunstanciales, pues la ignora “totalmente” en sus más preciosos momentos; el día de su fiesta; de igual modo el Cardenal Müller, actualmente Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, niega el misterio de la Transubstanciación, efectuadas en la materia del pan y de vino que se obra en la Santa Misa, léase en su obra titulada “la Misa, fuente de vida Cristiana”.

En todo este declive, de la Tradición y la piedad Eucarística, que con el Papa Francisco toma toda su fuerza, nos desconcierta aún más el tema de la Misericordia de Dios. Dios que se encarna en nuestra miseria humana para divinizarla hasta hacerse alimento, hacerse carne para comunicarse íntimamente a los seres humanos, en la Iglesia

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y quedarse con nosotros en la Eucaristía; si esto se ignora, y no lo enseña el Papa Francisco ¿En dónde quedan sus bellas homilías sobre la Misericordia de Dios? ¿En discursos con palabras bellamente adornadas? ¿Qué es lo que se pretende con la celebración del año de la Misericordia? ¿Liberar el pensamiento de los hombres, de la idea del pecado y del infierno? ¿Llevar a la humanidad hacia su condenación? No nos hagamos ilusiones, pecado es pecado, y su destino es el infierno junto al príncipe de las tinieblas: lucifer, en una total ausencia de Dios.

...El hirió a Egipto en sus primogénitos: porque es eterna su misericordia.

Y sacó a Israel de aquel país: porque es eterna su misericordia.

Con mano poderosa, con brazo extendido: porque es eterna su misericordia.

(Salmo 135, II parte)

Concluyamos, el tema del derrumbamiento de la Tradición Eucarística con las palabras pronunciadas por el Papa Francisco el 16 de Mayo de 2013, en su primer encuentro con Caritas Internacional, refiriéndose a la multiplicación de los panes, milagro que es una pre-figuración del milagro de la Eucaristía: «Respecto a los panes y los peces quisiera agregar un matiz: no se multiplicaron, no, no es verdad…»

“Omnes sensus (sc. Sacrae Scrpturae) fundentur super litteralem” (Santo Tomás de A., s. th. 1, 1, 10, ad 1). Todos los sentidos de la Sagrada Escritura se fundan sobre el sentido

literal. (Catecismo 116).

Otro acto donde se embiste contra la Tradición, entre muchísimos más, ha sido la Canonización del Papa Juan XXIII; acto para el cual se requerían tres milagros, rigurosa y científicamente comprobados según lo establece la Santa Madre Iglesia, para ser inscrito un candidato en la causa de los Santos, pero Juan XXIII no los tenía.

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El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, explico en una entrevista a ACIPRENSA, el 5 de Julio del 2013, que el milagro para la canonización de Juan XXIII, “no es una necesidad absoluta”, e indicó que se trata de una potestad del Papa Francisco.

Esta declaración desconcierta aún más, porque la Iglesia establece unas normativas y fases para la causa de los santos ¿para echarlas al bolsillo y cada uno haga lo que quiera?

Derrumbamiento del Magisterio. Las enseñanzas o Magisterio de la Iglesia se vienen derrumbando poco a poco. No podríamos recopilar en este documento todas las enseñanzas contrarias al Magisterio de la Iglesia, que han sido puestas en circulación por el Papa Francisco. El periódico del Vaticano L’Osservatore Romano (O.R.), publicó en la edición No. 40 del año 2013 pág. 11, la entrevista concedida a Eugenio Scalfari, ateo militante y fundador del diario Italiano “La República”:

Pregunta: Santidad, ¿existe una visión del Bien, única? ¿Y quién la establece?

Respuesta: «Cada uno de nosotros tiene una visión del Bien y también del Mal. Nosotros debemos incitarlo a proceder hacia lo que él piensa que es el Bien»Obviamente la pregunta ¿Quién la establece? Se quedó sin respuesta.

Mientras el Magisterio de la Iglesia enseña “Dios es la única fuente de todo bien” (Catecismo 291). Examínese otras citas que al respecto enseña el Catecismo (14, 224).

En la misma entrevista citada el Papa Francisco afirma:

«Y yo creo en Dios. No en un Dios católico, no existe un Dios católico, existe Dios».

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El Magisterio de la Iglesia afirma: “pues del costado de Cristo dormido en la cruz, nació el Sacramento admirable de toda la Iglesia” (Catecismo 766 - 1200 y otros).

Si la Iglesia nació del agua y sangre que brotaron del costado de Cristo, es evidente que su ser le viene de Cristo... de Dios “esta si que es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gn. 2, 23) entonces como decir que Dios no es católico, a no ser que la Iglesia Católica no fuese de origen divino; que no haya nacido del costado de Cristo como su esposa; o quizás lo que quiera decir el Papa Francisco, es que Jesucristo no sea verdadero Dios; y por lo tanto ,la Iglesia católica sería una cualquiera más entre las diversas religiones del mundo.

De las anteriores afirmaciones del Papa Francisco, ya entendemos, el porqué de otras enseñanzas: “Todos somos hermanos: creyentes, no creyentes de esta u otra religión, judíos, musulmanes, todos somos hermanos”

(L´Osservatore Romano edición 17 pág. 14, año 2014). Esto es muy grave, pues puede significar a muchos, que es lo mismo pertenecer a tal o cual religión, y por lo tanto, la salvación de la humanidad no estaría solo en Jesucristo, mientras que el Magisterio de la Iglesia enseña:

“El que crea y sea bautizado se salvará, el que no crea se condenará” (Mc 16,16) (cf. Catecismo 507, 1213).

No se puede confundir el aspecto poético con el que San Francisco de Asís, hombre lleno de amor a la Iglesia, que con pureza de corazón, vivió de rodillas frente a todo lo que era doctrina de la Santa Iglesia Católica, y que en su espíritu, buscaba hermanar a toda la creación, por haber salido toda ella de las manos del Padre; terminar confundiendo el sentir de su espíritu, con la enseñanza de un pontífice , defensor de la teología de la liberación y al que están atentos todos los medios de comunicación para llevar sus enseñanzas a toda

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la humanidad, a un mundo pluralista (de muchas culturas), totalmente globalizado y ser así inducida la humanidad al error, a la confusión y a la mentira, respecto a lo que es el plan total de Dios.

“Cuando hayan sido sometidas a Él (a Cristo) todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel, que ha sometido a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (1Cor. 15, 28)

Todo salió de las manos de Dios, todo fue creado por El, mas, ser hijos, es solo posible aceptando ser cuerpo místico de Su Hijo, en su única Iglesia. No todas las personas que habitan en un mismo inquilinato son hermanos entre sí, por el hecho de vivir juntos en una misma vivienda. Se reconocen como hermanos solo aquellos reconocidos por un mismo Padre, y que estos a su vez, lo reconocen a Él, como Padre, aceptando sus órdenes, su voluntad y decisiones.

Esto tenemos que entenderlo desde la fe, no desde nuestro buen corazón que por bonachón que sea, es un corazón contaminado (cf. Jr. 17, 9) incapaz de reconocer a Dios, hasta hacernos creer y sentir más justos, bondadosos y misericordiosos que Dios y “hermanos de todos los hombres en la Tierra”, pero con un corazón lleno de egoísmo y mezquindad; ya llegó el tiempo de la “Gran Hermandad” entre los hombres dirigido por el gran instructor mundial (anticristo) y secundado por la gran hermandad de la Masonería, cuyo dios y padre es satanás.

No nos dejemos engañar ni seducir por el apasionante lenguaje de amor y misericordia, de perdón y fraternidad que empieza a predicarse en nuestros días con el Papa Francisco, en un discurso mezclado con el mensaje del Evangelio y otras filosofías extrañas (Ecuménico-Universal), según sea el auditorio o las personas con quien el habla, y que llegará a su culmen, cuando aparezca aquel que habrá de gobernar el mundo entero, el anticristo (cf. Dn. 9, 27; Ap. 13, 8-10) en

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“el Nuevo Orden Mundial” (globalización); No nos dejemos confundir… la única expresión del Amor, de la Misericordia, de la humildad, y de la entrega al hermano, es tan sólo una: Dios infinito y eterno que se hace niño…que hecho hombre muere en una cruz por amor al hombre… para perdonar el pecado de los hombres… que se hace Eucaristía para unirse al hombre… y que a su propia Madre nos la entrega como Madre nuestra: JESUCRISTO.

Mayor gravedad revisten las palabras con que el Papa Francisco se dirige al pueblo judío en su Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”:

“Una mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya alianza con Dios, jamás ha sido revocada” (numeral 247), palabras estas que hacen mentiroso al Antiguo Testamento (Amós 5, 21-23; cf. Sal 40, 7-8; Isaías 1, 11-14) y también el Nuevo Testamento (cf. Hebreos 10, 5-10; 2Cor. 3, 7-14) palabras que llenan de razones al pueblo de Israel para no convertirse a Cristo, ya que según él, la antigua alianza no ha sido revocada. ¿Cómo entender la manera tan bella como él habla de Jesucristo en la Evangelii Gaudium, si su corazón no arde en celo por llevar a los judíos a la única verdad de la existencia que es JESUCRISTO? Esto no se comprende, excepto que hallan “otras verdades en su línea de pensamiento.

Para mayor claridad, se transcriben unos fragmentos del audio vídeo enviado por el Papa Francisco a los jóvenes de Argentina; a petición del Sr Arzobispo de la catedral de Buenos Aires (L´Osservatore Romano Edición N° 18, página 10. Año 2014):

“Que hagan lio, ya se los dije. ” Efectivamente en el encuentro mundial de jóvenes en Brasil el Papa Francisco invitaba a los jóvenes a que no se dejaran excluir, a que hicieran lio (rebelarse, armar problema) enseñanza que es contraria al Evangelio donde Jesús afirma:

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“Dichosos los mansos de corazón”... “Dichosos vosotros cuando os excluyan”... (cf. Mt 5, 1-11).

“No le tengan miedo a nada”. Este segundo fragmento, es como para quedarse pegados al techo ¿No es cierto? ¿Será que el Papa Francisco no le teme a nada? ¿Ni al pecado, ni al Purgatorio, ni al infierno? porque a esta grave instrucción, no hace ninguna aclaración, al menos para evitar un mal entendido. Y continua con una enseñanza, la cual introduce de la siguiente manera: “Me vino a la mente la figura de algunos jóvenes del Evangelio… que se cruzaron con Jesús. Quizás los pueda ayudar. Y si les sirve lo asumen; si no les sirve, lo tiran” ¡Por Dios! Así no fueran más que consejos de un padre para sus hijos ¡como invitarlos a que tiren por el suelo estos consejos! Pero no eran consejos ¡Eran perlas del Evangelio! Nos preguntamos ¿Podrá tener el Espíritu Santo este “Papa”?

“Mi pueblo no será confundido” (Joel 2, 26).

Y qué decir de la muerte al Amor, la destrucción del Sacramento del Matrimonio, y el consiguiente derrumbamiento de la familia que se prepara con la admisión al Sacramento de la Comunión, a los casados por segunda vez; estrategia del maligno para enterrar definitivamente la indisolubilidad del Santo Sacramento del Matrimonio y por lo tanto, destruir la familia y la sociedad entera, dejándose oficialmente abiertas las puertas al adulterio, profanando y burlándose de los más sagrado que puede haber sobre la Tierra, la Hostia Consagrada.

Y que es lo que pretende el Papa Francisco con todo este acelere de nulidades, divorcios, acortar plazos, facilitar medios y sin costo alguno; dicho de otro modo: dejen esposas abandonadas, dejen esposos botados, dejen hijos sin hogar. La intención, y de esto podemos estar seguros, es cortar de un solo tajo la Cruz de en medio de los hombres y de la Iglesia. Que los hombres no sufran más ¡Falsa Misericordia! ¡Falsa compasión! ¡Falsa caridad!

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No podemos alegrarnos del sufrimiento, pero si debiéramos hacerlo, porque es el sello del verdadero amor a Dios y del verdadero amor a la esposo(a).

Muchos matrimonios fracasan por no haber vivido verdaderamente en Dios su compromiso matrimonial, y creen que rehacer sus vidas, “merecer la felicidad” es volverse a casar, ¡eso es falso! Rehacer la vida, buscar la felicidad, es volver a Dios, a sus mandamientos, a sus exigencias. Tanto el casado como el Sacerdote se desposan con Cristo para la eternidad, y el sello de estas nupcias es la fidelidad, la indisolubilidad.

En el Santo Sacramento del Matrimonio, Cristo se desposa con la Iglesia y la Iglesia con Cristo a través de nosotros ; Cristo y la Iglesia serán fieles hasta la muerte y más allá de la muerte, así como María fue fiel a Cristo hasta su muerte en cruz. Esposos y Esposas que atravesais momentos dificiles en vuestra relación conyugal no perdais la ilusión, alimentadla aunque vivais separados, revivid el amor primero ya que Dios os sigue amando en ese amor primero y en fidelidad.

“Aquel día –oráculo del Señor– me llamará “esposo mío”, no me llamará “Baal mío”... te desposaré conmigo para siempre, me casaré contigo en derecho y justicia, en la benignidad y en el amor, me casaré contigo en fidelidad” (Oseas 2,18-22). ¿Cuál será el resultado del sínodo de la familia 2015? No se sabe a ciencia cierta, pero si se puede deducir, por la información transmitida a través de los medios de comunicación, por las predicaciones e intervenciones de Obispos y Sacerdotes; acerca de “la nueva visión” e ideología de género y homosexualismo que desde ya se está predicando en diversidad de púlpitos en la Iglesia, para preparar las mentes de los fieles, y disponer la humanidad hacia “El Nuevo Orden Mundial” (reinado del anticristo). Asi las cosas, se presagia, confusión, angustia, incertidumbre en los verdaderos católicos comprometidos con la verdad del Evangelio dejada por Jesús.

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Pastor de Israel escucha,Tú que guías a José como un rebaño;Tú que te sientas sobre querubines, resplandeceante Efraín, Benjamín y Manasés;Despierta tu poder y ven a salvarnos.¡Oh Dios! Restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

(Salmo 79)

Con el Papa Francisco el magisterio de la Iglesia se viene derrumbando a diestra y siniestra; la respuesta dada en el avión papal a su regreso de Brasil sobre lo que pensaba él, acerca de los homosexuales fué: “Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad quién soy yo para juzgarle” No se trataba de juzgar a los homosexuales pero si de aprovechar la oportunidad para condenar el pecado, y por lo tanto prevenir al mundo entero, sobre la ilusión o la falsa felicidad y la mentira de una relación homosexual; resaltándose en esta respuesta la actitud del “falso profeta” que la Biblia lo describe como aquel profeta incapaz de denunciar el pecado, por querer solo congraciarse con el mundo. San Pablo escribe a los Corintios en su primera carta:

¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales... heredarán el Reino de Dios, (1Cor 6, 9-10), también Lev 18, 22 y Lev 20, 13.

“He aquí que les voy a dar de comer ajenjo… porque a partir de los Profetas de Jerusalén se ha propagado la impiedad por toda la tierra” (Jer. 23, 15; cf. Ap. 16, 20).

En la declaración, dada en el Viaje de regreso de Brasil a Roma en Julio del 2013; luego de la Jornada de la Juventud, a la pregunta hecha por la periodista Patricia Zorzano, del porqué no se había declarado en contra de la Ley recién aprobada en Brasil que amplía el derecho al Aborto y del Matrimonio

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entre personas del mismo sexo, a lo cual respondió: “No era necesario” (L’Osservatore Romano Ed. 31 pág 20, año 2013).

Igualmente al regreso de su viaje a Filipinas el 19 de Enero del 2015: manisfestó a los periodistas: “Ser buen católico, no significa reproducirse como conejos”. Palabras que ponen un sello de garantía a la falta de Fe en una gran mayoría de católicos que aún no creen en Dios*… ni en su Providencia admirable e infinita que es capaz de sostener a cuantos vengan a la vida. Por ejemplo, quien escribe este documento es hijo de unos papás que sin ninguna seguridad económica, recibieron de Dios 19 hijos; papás que si le creyeron a Dios. Otros por el contrario, fortalecen al falso dios de la propia capacidad, de la propia economía, de su propia voluntad.

Respecto a la procreación el código de derecho canónico (1096-1) nos enseña que para ser válido el Sacramento del Matrimonio es necesario que los contrayentes no ignoren “al menos que el matrimonio es un consorcio permanente entre un varón y una mujer, ordenado a la procreación de la prole.”

El primero de septiembre (2015) los noticieros dieron a conocer la facultad que el Papa Francisco dio a todos los Sacerdotes de la Santa Iglesia Católica de absolver el pecado del aborto durante el año de la Misericordia, pecado que por su inmensa gravedad, la Iglesia siempre ha reservado para su absolución tan solo a los obispos, o aquellos a que estos deleguen en su diócesis.

Ya podemos imaginar la terrible guerra contra la vida en gestación que esta noticia ha ocasionado no solo en los medios católicos, sino en los protestantes y el mundo entero, a partir del mismo día del anuncio y sus nefastas consecuencias:

- Aumento descomunal del dolor en la vida gestante durante el año de la Misericordia, porque el embrión en gestación, ya tiene un alma capaz de percibir el dolor de verse arrancado o destrozado en el útero materno, y el ver truncada su esperanza de venir a la vida, porque

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así no tenga un cerebro desarrollado, espiritualmente, el embrión ya conoce del fascinante viaje a la vida que ha emprendido.

- Dolor en las mujeres gestantes que se verán arrastradas por esta noticia; porque la gravedad del aborto es tal, que por mucho que confiese este pecado, y por arrepentida que se encuentre, la mujer que lo ha cometido, no logra encontrar jamás la paz en su espíritu.

- El dolor de Dios que si sabe amar, y que por amor y fidelidad a su plan creador, se da por entero a toda vida gestante, pues sabemos que Él lo puede todo, sea cual sea la causa del embarazo.

Conociendo ya el pensamiento del Papa Francisco, respecto de limitar la familia a dos o tres hijos como el mismo lo expresó en su viaje a Filipinas, nos podemos preguntar:

¿Qué fin hubiera tenido la famosa doctora de la Iglesia Santa Catalina de Siena, hija número 23 de este hogar? ¿Qué fin hubiera tenido el famoso genio Ludwig Van Beethoven, miembro de una familia de siete (7) hijos, que además tenía complicaciones en su desarrollo y su salud desde el vientre materno?

Volviendo al tema de la guerra contra la vida en gestación, que se prepara para el año de la Misericordia, no queda más que quedar perplejos frente al contrasentido de esta noticia que dio la vuelta al mundo en 24 horas y su carta encíclica “Laudato Sii” con miras a la preservación de la “vida del planeta”, lo que nos hace preguntar válidamente: ¿No es una crueldad humana, y una abominación ante Dios, esto de levantar a la vida gestante como bandera para el año de la Misericordia? ¿Eso es Misericordia? Dios tenga piedad de nosotros y del mundo entero.

A todo aquel que me reconozca ante los hombres, lo reconoceré Yo también ante mi Padre que esta en los

Cielos. (cf. Mt 10, 32).

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Está en juego la salvación de los hombres ¿Por qué?Los Santos Ángeles para poder disfrutar eternamente de la visión beatífica, debían de ser sometidos a la prueba de la libertad y fidelidad a Jesucristo (cf. Hb 1,6) a lo cual una tercera parte de ellos se rebelaron “No le serviremos” de ahí que fueron arrojados del cielo (cf. Ap 12,9).

De igual modo, toda la humanidad, desde Adán, está llamada a gozar de la visión beatifica, pero solo a través del nombre de Cristo Jesús, en su cuerpo, que es la Iglesia (Lummen Gentium 14), de tal modo que la paz y dicha eterna en los cielos se dará por la unidad total, perfecta y sapientísima con la Santísima Trinidad a través de Jesucristo, y así no haya otra revolución en el cielo, como la de Luzbel.

La humanidad también deberá pasar por la prueba de la fidelidad a Cristo Jesús, pero es en el dolor y el sufrimiento ¡en la cruz! así como la fidelidad a la oración se da en la prueba de la sequedad o aridez; porque una adhesión, a Jesucristo sin la purificación a través del sufrimiento, es una adhesión falsa, no es verdadera: en el cielo seríamos unos traidores y unos arrogantes tal como lo fueron lucifer y sus iguales. La cruz purifica el alma, la cruz sana, la cruz hace resplandecer el espíritu, la cruz libera.

“Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por Él y para Él, Él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en Él su consistencia”. (Col. 1, 15-17)

Es demasiada la dicha que nos espera, pero también es un gran peligro para los designios divinos introducir a los cielos, espíritus no probados y purificados en la fidelidad, dado que la gran mayoría de la humanidad dice amar a DIOS, y tan siquiera quieren descubrir que no es así, que en verdad,

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aman a DIOS por el bienestar que de Él reciben, pero a quién verdaderamente aman es al bienestar, a “ la diosa prosperidad”.

“Amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas.” (Deut. 6, 4-9).

Muchos se preguntan: ¿y los antepasados a Cristo y los que siguen muriendo sin conocer, a Jesucristo, se salvan?

Afirma San Pedro en (1 Pe 3, 19-20), que Cristo luego de resucitar, bajó a las regiones inferiores a anunciar la buena nueva, también a los espíritus encarcelados. Y cita el caso de todos los que murieron en tiempos de Noé. Esto permite comprender lo que nos enseña el catecismo:

“Dios por caminos solo conocidos por él, puede llevar a la fe” (Catecismo 848).

¿Cuáles pueden ser estos caminos? ¿El Seno de Abraham? ¿Estas cárceles de las que habla San Pedro y donde se esperaba la manifestación del Cristo? ¿Cámaras o purgatorios especiales?

“En la casa de mi padre hay muchas moradas” (Jn 14, 2)

No podemos saber con exactitud, estos caminos de los que habla el Catecismo “así como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que tus caminos” (cf. Is. 55, 8-9); pero lo que si sabemos ciertamente a la luz de la carta de los Efesios (1, 9-10) y Colosenses (1, 15-17), es que aquellos que esperaban, serían admitidos al Reino, sólo si aceptaban la propuesta que les fue a llevar Cristo Jesús: Ser unidad con Él, ser cuerpo místico de Él… ser su Iglesia Santa, pueblo santo de Dios.

“Este es el plan, que habría proyectado realizar por Cristo, cuando llegase el momento culminante: hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra” (Ef 1, 9-10).

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Hay una sola verdad: ser unidad con Él, es ser una sola voluntad con la de Él, es ser Iglesia y de ahí lo que enseña el Espíritu Santo a través del Magisterio, y que tanto repitieron los Santos Padres y Doctores de la Iglesia:

“Fuera de la Iglesia no hay salvación” (Cat. 846).

Para ser realizado este misterio de voluntad divina (cf. Ef 1, 9) que todo tenga a Cristo por cabeza; respecto a los que murieron o siguen muriendo sin saber de él, y que vivieron rectamente en conformidad con la ley natural, escrita en el corazón de todo ser humano (cf. Catecismo 1954 y 847), pensemos en la doctrina sobre el purgatorio (Catecismo 1030 y 1031), como lugar donde las almas son purificadas y llevadas al perfecto amor de Dios, y llevados, por lo tanto, a la verdadera vida en Jesucristo… a la fe de la Iglesia, a la cámara de sus sacramentos divinos que manan del costado abierto de Cristo, y que, como se reza en el credo, establecen comunión con la Iglesia purgante... “Creo en la comunión de los santos”.

“Por eso, hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva, para que, condenados en carne según los hombres, vivan en espíritu según Dios” (1 Pedro 4, 6).

La propuesta de Dios para nosotros que ya sabemos de Cristo Jesús, es igual: el Evangelio con todo lo que implica: Una sola fe, una sola Iglesia; (cf. Mt 16, 18), Iglesia en torno a un solo pastor (Jn. 21, 17), Iglesia a la que se pertenece mediante el Bautismo (cf. Mc 16,16) con la potestad de perdonar los pecados (cf. Mt 9, 8; Jn. 20, 23) Iglesia que empezó a congregarse para la enseñanza de los Apóstoles en una misma oración y a la fracción del pan (Eucaristía) (cf. Hch 2, 42) y en torno a la Santísima Virgen María (cf. Hch 1, 14; Jn 19, 26-27); Iglesia a la que le prometió su compañía hasta el fin de los siglos y a guardar “todo lo que les había enseñado”. (cf. Mt 28, 20).

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Todas estas exigencias evangélicas son fundamentales junto con aquellas que la Iglesia ha reflexionado a lo largo de los siglos: Sacramento del Orden (cf. 1 Tim 5, 17-22; Hch 6, 1- 7), Matrimonio (cf. Jn 2, 1-12; 1Cor 7, 39) y Unción de los enfermos (cf. Sant 5, 14-15).

Entendido ya, el plan divino de formar un único pueblo, una sola Iglesia, un solo cuerpo, para así tener acceso a la visión beatifica (la Salvación) por medio de Jesucristo, es verdad que el pueblo de Israel, más que una nación, es una pedagogía divina, en camino hacia la formación de la Iglesia, lo cual advierte de la gran urgencia y necesidad de ser sellados por los sacramentos de la Santa Madre Iglesia, y que Jesús los puede conferir a aquellos que murieron sin oír hablar de Cristo, aún en el purgatorio; así es que rebelarnos contra la Iglesia, contra los sacramentos es causa de eterna condenación, además la rebeldía jamás podrá entrar al reino de los cielos; y esto no es cuestión de puritanismo o legalismos, puesto que todo ser humano tendrá que presentarse ante el tribunal de Dios a rendir cuentas el día del juicio final, y nadie podrá reclamar o justificar porque quiso hacer las cosas de tal o cual manera.

Así dice Yavéh: Vuelvan al punto de partida y pregunten por los viejos senderos: ¿Cuál era el camino del bien? Síganlo y encontrarán la tranquilidad.» Pero respondieron: «¡No queremos

ir por ahí! (Jeremías 6, 16)

No puede quedar ninguna duda, que la salvación solo puede ser posible a través de Jesucristo, en su Iglesia amada, porqué se apresura el momento culmen de la globalización con el Nuevo Orden Mundial* (cf. Dan, 7, 19) , en que se dará comienzo a un Nuevo Orden Religioso, con una sola religión mundial (El Falso Ecumenismo), integrada por todas las creencias religiosas del mundo, donde se combatirá contra

*Para mayor información consultar en el Devocionario para el Triunfo del Corazón Inmaculado de María. Fundación Apostolado por el Triunfo del Corazon Inmaculado de María. FATCIM.

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el nombre de Jesucristo (cf. Dan 7, 21; Ap. 13, 5-7) como único camino que lleva al Padre, y pretenderán sentar a Jesucristo con Buda, Gandhi, el Dalai Lama y todos los demás dioses de la nueva era; lo cual ya se deja ver claramente, en la línea de pensamiento del Papa Francisco, en las diversas intervenciones y entrevistas; aunque no se puede negar, que también a nosotros los Católicos, nos habla muy “bellamente de Cristo” en las homilías. Como prueba de la anterior afirmación reflexionemos en la información publicada en ACIPRENSA el 28 de septiembre del 2015, referente a las intervenciones que hizo el Papa Francisco ante la ONU, el Congreso de los Estados Unidos y la Casa Blanca, en su reciente gira a Estados Unidos, en los cuales no se dignó en pronunciar ni siquiera una vez el nombre de Jesucristo, lo que si hizo pronunciando el nombre de filosofos y politicos.

No nos dejemos seducir, ni mucho menos engañar… démonos cuenta, como miles y millones de personas están siendo conducidas al error, al engaño y la mentira… a la condenación de sus almas… a la confirmación de las mentes, corazones y voluntades en la rebeldía contra el plan de amor y salvación de Dios: Jesucristo.

“Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie va al Padre sino por mí” (Jn. 14, 6)

Para una mayor comprensión respecto a la pregunta ¿Qué va a pasar con tantos hombres de otras culturas que aún no conocen a Jesucristo? o de aquellos cristianos que si lo conocen, pero aún no saben identificar la verdadera Iglesia; recordemos que en Aparecida los obispos dejaron escrito: “Esperamos un Nuevo Pentecostés” (Aparecida 362); afirmación idéntica, que también hace el prefacio para la semana siguiente a la Fiesta de la Ascensión del Señor: “En la espera de un Nuevo Pentecostés”.

La Promesa de Cristo, es que enviaría al Paráclito para convencer al mundo entero del pecado de no haber creído

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en Él (cf. Jn. 16, 8-14), lo que significa que el Paráclito vendrá a dar testimonio de Jesucristo, tal y como ocurrió el día de Pentecostés y con San Pablo (Hch. 9, 1-18) pero esta vez lo hará con toda la humanidad (Joel 3,1). Asi el pentecostés de hace 2000 años, fue tan solo el comienzo de la promesa, las primicias del Espíritu, (Romanos 8, 23), motivo por el cual, la Santísima Virgen María está pidiendo insistentemente reunirnos en CENÁCULOS DE ORACIÓN con Ella, a semejanza del primer gran Cenáculo en el cual el Espíritu Santo comenzó a derramarse en las primeras comunidades, así es, que sobre el mundo y todas sus culturas, inclusive, recae esta promesa del Espíritu.

Este será un momento sin precedentes en la historia, cuando se levantarán valerosos cristianos, apóstoles Marianos, Esclavos de María, porque consagrarán enteramente sus vidas a María Santísima, para luchar por el Triunfo de su Corazón Inmaculado en todas las culturas de la tierra y preparar la Segunda Venida del Señor (cf. Ap. 20, 6-7) sin ningún miedo ni temor, cual nuevos Saulos (San Pablo) a predicar para sus congéneres el sublime nombre de Dios: JESUCRISTO, como el Hijo de Dios enviado al mundo para su salvación, e indicarles el camino de la verdad y de la luz; luchando contra el Nuevo Orden Mundial (el anticristo) y hasta dar la vida por Dios y por sus hermanos, mostrándoles la verdadera humildad, misericordia y caridad de Dios padre, llevaran en la boca la espada de dos filos de la Palabra de Dios, con el crucifijo en la mano derecha y el Santo Rosario en su izquierda, como profetizaba San Luis María de Montfort. “Nuestra Señora penetrará los corazones de los enemigos con el fuego de estos corazones consagrados, ellos seran los truenos que llenen los cielos [...] quienes como fuego ardiente, encenderán el fuego del divino amor en todas partes”.

No temas amar a María, que por mucho que la ames, jamás la amarás como la amó Jesús.

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Que doblen las campanas jubilosasy proclamen el triunfo del amor,y llenen nuestras almas de aleluyas,de gozo y esperanza en el Señor.

Los sellos de la muerte han sido rotos,la vida para siempre es libertad,ni la muerte ni el mal son para el hombresu destino, su última verdad.

Derrotados la muerte y el pecado,es de Dios toda historia Y su final;esperad con confianza su venida;no temáis, con vosotros él está.

Volverán encrespadas tempestadespara hundir vuestra fe y vuestra verdad,es más fuerte que el mal y que su embateel poder del Señor, que os salvará.

Aleluyas cantemos a Dios Padre,aleluyas al Hijo salvador,su Espíritu corone la alegríaque su amor derramó en el corazón. Amén.

(Liturgia de las Horas, Himno Martes III)

Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque,

delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad.

(Salmo 95[96])

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Llegamos al final de este tema acerca de la Tradición, el Magisterio y el Dogma y su derrumbamiento en el actual pontificado del Papa Francisco, con una pregunta necesaria ¿Ha fallado la promesa del Señor? (cf. Mt 28, 20).

Las promesas del Señor no pueden fallar; la Iglesia sigue teniendo un Papa fiel a Jesucristo, a su Iglesia: El Papa Benedicto XVI. ¿Qué ha pasado entonces con el Papa Francisco? Esto no lo sabemos a ciencia cierta. Dios dará una respuesta a través del tiempo y de la historia; pero lo que si es cierto, según la publicación que hizo la fuente vaticana de noticias, el periódico vaticano L´ Osservatore Romano es que el consejo de gobierno ya estaba planeado desde las reuniones preliminares al Cónclave, se deja ver claramente que antes de proceder a la elección del Papa ya se había planeado el Consejo de Gobierno. Pensemos: Ni con S. Juan Pablo II, ni con S.S Benedicto XVI, ni con ningún otro Papa anterior, se le ha ocurrido a un cuerpo cardenalicio imponerle al nuevo Papa semejante atrevimiento: un Consejo de Gobierno, cosa que hace dudar de la legitimidad de la elección del Papa Francisco. Supliquemos a Dios con vehemencia desde el Corazón de nuestra Madre Santísima, que pueda brillar prontamente toda la verdad; así mismo para que la luz de Cristo, el verdadero Evangelio anunciado por los apóstoles, ilumine nuevamente el camino de la Iglesia y de la humanidad entera.

La escritora italiana Elizabetta Piqué, nacida, en Italia, criada en Argentina, gran amiga del Papa Francisco, y la única periodista que anticipó la elección del Cardenal Jorge Bergoglio como el Nuevo Papa, revela detalles sobre el cónclave desarrollado en marzo del 2013. Veamos los textos que evidencian la prohibición de divulgar esta información, que no se cumplieron y que estan en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.

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59. En particular, está prohibido a los Cardenales electores revelar a cualquier otra persona noticias que, directa o indirectamente se refieran a las votaciones, como también lo que se ha tratado o decidido sobre la elección del Pontífice en las reuniones de los Cardenales, tanto antes como durante el tiempo de la elección. Tal obligación del secreto concierne también a los Cardenales no electores participantes en las Congregaciones generales según la norma del n. 7 de la presente Constitución. (Universi Dominici Gregis).

En la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis sobre la vacante de la sede apostólica y la elección del romano pontífice publicado por San Juan Pablo II en 1996 para reglamentar el cónclave que pone de manifiesto el compromiso a través de un juramento que hacen todos los cardenales al iniciar las sesiones:

12. ...Nosotros, Cardenales de la Santa Iglesia Romana, del Orden de los Obispos, del de los Presbíteros y del de los Diáconos, prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la Constitución apostólica Universi Dominici Gregis del Sumo Pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice, o que por su naturaleza, durante la vacante de la Sede Apostólica, requiera el mismo secreto. Seguidamente cada Cardenal dirá: Y Yo, N. Cardenal N. prometo, me obligo y juro. Y poniendo la mano sobre los Evangelios, añadirá: Así me ayude Dios y estos Santos Evangelios que toco con mi mano.

También el Papa Benedicto XVI en la Carta apostólica De aliquibus mutationibus in normis de electione Romani Pontificis, publicada en Roma, en forma de Motu proprio, el 11 de junio de 2007, sobre algunas modificaciones de las normas relativas a la elección del Romano Pontífice, a causa de su renuncia (22 de febrero del 2013). De igual modo, en este

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documento se menciona en el capítulo IV, la Observancia del Secreto sobre todo lo relativo a la Elección, incluidos los requeridos para satisfacer las necesidades personales y de la oficina relacionadas con el desarrollo de la elección, mediante un juramento según la fórmula siguiente:

48. ...Yo N. N. prometo y juro observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, y esto perpetuamente, a menos que reciba especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice elegido o por sus Sucesores, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice. Prometo igualmente y juro que me abstendré de hacer uso de cualquier instrumento de grabación, audición o visión de cuanto, durante el período de la elección, se desarrolla dentro del ámbito de la Ciudad del Vaticano, y particularmente de lo que directa o indirectamente de algún modo tiene que ver con las operaciones relacionadas con la elección misma.

Declaro emitir este juramento consciente de que una infracción del mismo comportaría para mí la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica. Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano».

58. Quienes, [...] pudieran violar el secreto [...] incurrirían en la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica.

Las palabras que se mencionan a continuación las pronunció el Papa Francisco en el marco de una audiencia concedida a la prensa internacional el 16 de marzo de 2013, después del cónclave. Una reunión en la que el Pontífice, reveló algunos detalles de lo ocurrido en el interior de la Capilla Sixtina.El Papa Francisco cuenta que algunos cardenales hasta hicieron chistes.—Pero tu deberías llamarte Adriano, porque Adriano VI fue el reformista, hay que reformar…—No, no, tu nombre debería ser Clemente.

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—¿Pero por qué?—Clemente XV, así te vengas de Clemente XIV, que suprimió la Compañía de Jesús.Veamos otro texto que ratifica la advertencia de guardar los secretos respecto a la elección.

60. Ordeno además a los Cardenales electores, graviter onerata ipsorum conscientia, que conserven el secreto sobre estas cosas incluso después de la elección del nuevo Pontífice, recordando que no es lícito violarlo de ningún modo, a no ser que el mismo Pontífice haya dado una especial y explícita facultad al respecto.

Así las cosas, los Cardenales de la Santa Iglesia Católica, prometen, se obligan, y juran guardar el secreto de lo concerniente a la elección del Pontífice, pero… es el mismo Pontífice elegido, quién rompiendo este juramento (y con todo lo que significa jurar y no cumplir) , revela a los medios de comunicación estos detalles, que también son publicados en el libro Francisco, Vida y revolución, de Elizabetta Piqué.

Supongamos que el Papa Francisco haya dado facultades de revelar estos detalles ¿Porque favorecer el sensacionalismo tratándose de la elección del personaje más sagrado y relevante, la cabeza de Cristo... presencia de Dios en la Tierra?

Las personas con solo tocar la sombra de Pedro se sanaban. (cf. Hch. 5, 15).

Respecto a la pregunta ¿qué está pasando con el Papa Francisco?, los invitamos a consultar en el diario Italiano L´Avennire, considerado como el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana, fundado por el papa Pablo VI, el cual revela en su gaceta del 7 de enero de 2015, que Benedicto XVI fue objeto de una traición y de una conjura, mediante los cuales lo coaccionaron para dimitir. En la página dos, sección Editorial, a cargo del director Marco Tarquinio, se lee:

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“Hubo ambiente que por motivos de poder y hostigamiento, traicionaron y complotaron para eliminar al Papa Benedicto XVI, obligándolo a renunciar**”.

De frente a la actual situación de la Santa Iglesia, se puede dar por hecho un inminente cisma dentro de la Iglesia Católica. Cisma (cismático) es la separación de la Tradición, del Magisterio y del Dogma de la Iglesia; cisma que se hace necesario para separar el trigo de la cizaña (cf. Mt 13, 24-30), así como también para probar la rectitud, el amor y la fidelidad de los corazones (cf. Lc. 2, 35) hacia Dios, la Iglesia y el Evangelio antes de entrar a la eternidad gloriosa, y también para darse inicio a la plenitud del Reino de Dios sobre la tierra, luego del gran castigo. (cf. Is 26, 20; 13, 10-13).

“El Señor probó a los elegidos; como oro en el crisol, y los recibió como sacrificio de holocausto para siempre” (Antifona)

Es nuestro deber, es justo y necesario leer el Catecismo de la Iglesia Católica promulgado en 1992 por el Santo Papa Juan Pablo II, porque contiene en palabras breves, fieles y seguras todos los elementos fundamentales de la fe de la Iglesia; para tener un mayor conocimiento del Magisterio y la Tradición de la Iglesia; de modo que valoremos, defendamos, amemos la tradición de la Iglesia y todo lo que ella implica: la pureza y el respeto en la recepción de los sacramentos, el respeto a todos los tiempos litúrgicos: (Cuaresma, Semana Santa y Navidad) procesiones, todo lo referente a lo que ha sido la vida de piedad en la Iglesia, tanto en la oración como en la limosna, el ayuno, y la penitencia, el servicio del amor, y de manera especial la piedad Eucarística y el ayuno Eucarístico, así como la piedad Mariana, sin olvidar la devoción a los santos, los santos Ángeles, la oración por las almas del purgatorio y el uso de los sacramentales, etc.

**Para mayor información acerca de una presunta invalidez de la renuncia del Papa Benedicto XVI; que haria inválida la elección del Papa Francisco, léase en http://www.ultimostiempos.org/component/content/article/7-noticias/171-antipapa, del periodista y teólogo mexicano, Alberto Villasana.

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Recordemos bien las palabras del Catecismo (675): “Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes”. Así mismo la advertencia del Apóstol San Pablo cuando nos dice que antes de la Segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo primero tiene que acontecer la apostasía o alejamiento de la verdad en la gran mayoría de los fieles (cf. 2Tes. 2, 1-3). “Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta” (2Tes. 2, 15).

Muchos se preguntaran ¿Estoy excomulgado por opinar diferente, de una gran mayoría respecto a las enseñanzas del Papa Francisco? En primer lugar, estoy aclarando sus enseñanzas, frente al Magisterio y por consiguiente al Evangelio; y también procurando la protección y salvación de multitudes de personas.

La comunión en la Iglesia se realiza a través de la comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Si yo peco gravemente, no puedo recibir la Santa Hostia y por lo tanto es el pecado quien rompe mi comunión con Dios y con la Iglesia; luego la comunión en la Iglesia se da a través de Jesús Eucaristía y al recibirlo a Él estoy en comunión con todos los hermanos en la Iglesia. Pero si se dan enseñanzas contrarias al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia, ya vengan de los labios del Papa Benedicto XVI o del Papa Francisco, yo no puedo entrar en comunión con esas enseñanzas, pues me estoy haciendo con ellas igualmente un apostata o un hereje y no tendremos excusas ante Dios cuando pretendamos justificarnos diciendo no conocer la palabra de Dios o el Magisterio de la Iglesia.

Quiere esto decir, que aunque estemos escuchando enseñanzas contrarias a la Iglesia, estamos llamados a soportar y sufrir hasta el momento en que Dios se digne auxiliarnos y purificar su Santa Iglesia; pues el recibir a Jesús Eucaristía está por encima de todo lo demás.

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Algunos podrán decir, están atacando la Iglesia. A estas personas se les puede preguntar: mientras a nuestra Santa Madre Iglesia Católica le estan enterrando el cuchillo lentamente y rapido a la vez, con el único fin de acabarla, ¿De qué manera tú la estas defendiendo? ¿Con un silencio complice o con un silencio cobarde? ¡eso no es docilidad y mucho menos obediencia! ¡es nuestro deber defender a nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, así prontamente tengamos que salir de Roma, tal como Jesús fue expulsado de la sinagoga, pero seguiremos siendo romanos. es decir, hijos de aquella sangre valerosa que fue derramada en tierra romana, sangre que hizo de una Roma pagana, una Roma nueva y Cristiana.

El que pierda su vida por Mí y por el Evangelio la salvará, dice el Señor. (cf. Mt 8, 25)

La Virgen Inmaculada y San José les ayude a comprender primero la gran necesidad que tienen de decir; “¡Si... si Padre! Y no... No más...”

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Oración por el Papa Benedicto XVI

Padre bondadoso, Padre clemente, Padre fiel, TU que miras la agonía dolorosa por la que nuevamente atraviesa tu hijo amado en su cuerpo mistico, la Iglesia; juntamente con las Lágrimas y Sangre de la Santísima Madre dolorosa, te entregamos las lágrimas, el sufrimiento y la dolorosa pasión de tu vicario el Papa Benedicto XVI, y por vuestra Misericordia y clemencia infinita, por la intercesión de San Miguel Arcángel, San José, la de tus Santos Abuelitos San Joaquin y Santa Ana, y la intercesión de todos los Santos Pontifices, Mártires y de todos los Santos; te pedimos le desates de su dolorosa cautividad en que los enemigos de la Iglesia lo tienen confinado, y pueda reemprender públicamente su ministerio Petrino, y ser así sofocadas las llamas de la impiedad, la mentira y la confusión que se cierne sobre tu Santa Iglesia y el mundo entero, de modo que la verdad no desaparezca de la faz de la tierra. Amén.

Oración por la Consagración Global

“¡Oh Jesús mío! Perdonad nuestras culpas, especialmente por no amar más tierna y fervorosamente el Corazón Inmaculado de tú Santísima Madre.Te pido Señor que cuántas sean las palpitaciones de mi corazón, cuántas sean mis respiraciones y cuántas Ave María le sean dirigidas a tú Santísima Madre, esa cantidad, por mil, os pido para que muchísimos más hombres en la tierra puedan llegar al conocimiento y al amor de Ella, mediante el acto de Consagración a su Corazón Inmaculado y los Cenáculos de oración, y para que pueda hacerse realidad la Consagración Global de la Iglesia, pedida por tú Santísima Madre, y ser así fortalecidos aún mas vuestros sagrados Corazones.”