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Taller de reflexión artística III
Manuel Carballo
Renacimiento
TP N°1
Lobodá Florencia
Diseño de indumentaria
1
04/04/2016
El Renacimiento
El Renacimiento, como su nombre lo indica, es el período donde el arte vuelve a nacer luego
de la invasión y caída del Imperio romano por parte de las tribus germánicas de godos y
vándalos, y comienza a recuperarse la grandeza de Roma. Y fue justamente en Italia donde
comenzó a formarse la idea de un renacer, ya que los italianos sentían la necesidad por
recuperar el glorioso pasado que habían perdido. En la ciudad de Florencia, cuna del
Renacimiento, un grupo de artistas comenzaron a aplicar nuevas técnicas y conocimientos en
sus obras creando una tendencia artística conocida como naturalismo (Gombrich, 1992). Sin
embargo, algunos autores establecen que en el siglo XV no comienza nada nuevo y el
naturalismo creado en el Renacimiento es sólo una continuación del naturalismo ya existente
en el gótico, como dice Hauser (2002): “El naturalismo del siglo xv no es más que la
continuación del naturalismo del gótico, en el que aflora ya claramente la concepción
individual de las cosas individuales”. La diferencia entre el naturalismo del Renacimiento y
el del Gótico radica en que en el primero la observación de la naturaleza y la realidad que va
a ser plasmada en la obra la convierte a esta en un estudio científico y metódico de la
naturaleza, donde el artista observa y utiliza conscientemente lo que lo rodea para trasladarlo
a su arte. Es decir, la representación de lo observado por el artista deja de darse en forma de
símbolos y se aparta de un sentido metafísico, como se daba en el gótico (Hauser, 2002).
Esta dirección del arte hacia lo real es posible gracias al alejamiento socioeconómico de la
Iglesia por la etapa de libertad que se atraviesa. Se comienza a producir una emancipación
del individuo y una lucha contra la autoridad en el siglo xv que lleva a que este período se
tiña de un sentimiento anticlerical y el clero comenzó a perder su reputación. Sin embargo,
no se dejaron de lado las creencias religiosas y este seguía siendo uno de los temas principales
en las obras de los artistas (Hauser, 2002). La razón que puede explicar este punto es que el
clero, a pesar de perder poder, seguía siendo uno de los principales requeridores de los
artistas, ya que podían cubrir ese tipo de gastos.
En este período, comienza a formarse una concepción científica del arte donde el arte y la
ciencia conviven por medio de la matemática, que es el elemento en común entre ambas. Por
otro lado, los artistas comienzan a vivir el arte a través de experiencias, les interesa conocer
y dominar la naturaleza y la pintura se convierte en una ciencia exacta de la naturaleza lo
cual acerca aún más a los artistas con el naturalismo (Hauser, 2002).
El renacer en la búsqueda de la grandeza de la antigüedad clásica y en la imitación de la
realidad comienza gradualmente a establecerse en Italia. Uno de los principales artistas que
llevaron adelante este proceso fue Filippo Bruneleschi, quien se había trasladado a Roma
para realizar un estudio detallado de la arquitectura del lugar. Él, luego crearía un estilo
propio utilizando elementos de la arquitectura romana para resignificar la florentina,
nutriéndola de belleza y armonía que lograba a través de la decoración clásica. Un claro
ejemplo del nuevo estilo arquitectónico creado por Bruneleschi, que luego sería adoptado en
Europa y América, es la Capilla Pazzi (ver imágen 1) (Gombrich, 1992). Aquí destacan
recursos de la arquitectura clásica como las columnas, el arco de medio punto, el frotón
triangular y los casetones, logrando que la capilla tenga un aspecto austero y armónico con
reminiscencias romanas y griegas.
Por otro lado, este artista fue el precursor de la perspectiva matemática, en la cual fue
esencial la observación del volumen y tamaño que ocupan los objetos en el espacio respecto
a un punto de vista y el traslado de esa jerarquía de tamaño le dió a las obras un acercamiento
a la realidad que los rodeaba. El comienzo de la aplicación de este nuevo descubrimiento
podemos hallarlo, por ejemplo, en una pintura mural del artista italiano Masaccio
denominada La Santísima Trinidad (con la Virgen, San Juan y los donantes) (ver imágen 2)
en la cual podemos observar la intención de perspectiva en la ubicación de los personajes
dentro de un contexto arquitectónico y la inclusión de un arco de medio punto fugado hacia
el fondo, lo que le otorga profundidad y crea la sensación de un agujero en el muro a través
del cual se puede ver la capilla (Gombrich, 1992).
Esta inclinación hacia el naturalismo encontró también su camino en la escultura, en donde
gradualmente, los artistas comenzarían a buscar personajes más expresivos y con movimiento
que reflejen vitalidad. El San Jorge de Donatello (ver imágen 3) es un ejemplo del comienzo
de esta búsqueda. Más allá de que todavía el personaje no denota expresividad y que sigue
existiendo una influencia romana notable en el rostro y el pelo de la escultura, se puede
apreciar también una inclinación hacia la realidad del cuerpo humano, la proporción real de
la figura, los detalles de las manos y el rosto e incluso su indumentaria demuestran que
comienza a aplicarse un estudio y observación de la anatomía de los personajes y la realidad
inminente (Gombrich, 1992).
Antes de describir cómo afectó el Renacimiento fuera del epicentro de su creación, es
necesario preguntarse por qué fue qué nació en Italia para luego expandirse hacia Europa.
Italia fue el país que llevaba ventaja sobre el resto de Occidente “(…) en el aspecto
económico y social, porque de él arranca el renacimiento de la economía (…) en él comienza
a desarrollarse la libre competencia frente al ideal corporativo de la Edad Media y en él surge
la primera organización bancaria de Europa” (Hauser, 2002). Además es en este país en
donde no se han olvidado las tradiciones clásicas, los monumentos pertenecientes a esta
época se mantienen en todas partes, demostrando que existe un deseo intrínseco por
recuperarlas.
Debido a que el Renacimiento se impuso de forma gradual y a que la información fue
llegando lentamente hacia el resto de Europa, en ciertas zonas no se transitaba el proceso
simultáneamente que en Florencia. En la zona de Flandes, por ejemplo, el naturalismo no
reinaba entre los artistas de la época, y todavía mantenían elementos del estilo gótico.
La principal característica del Flamenco, que además se diferenciaba del arte florentino, era
su exhaustiva representación de detalles en sus obras, los artistas se enorgullecían
demostrando su habilidad en la reproducción de animales y flores, los trajes y sus telas,
edificios y la naturaleza, brillantes joyas y todos aquellos elementos que pudieran representar
con delicadeza (Gombrich, 1992). Esta búsqueda por la inclusión de detalles en sus obras
provenía de la tradición gótica, sin embargo, también existían diferencias con este estilo del
que provenían, por ejemplo, a pesar de que aplicaban el amontonamiento de detalles y
particularidades en sus obras como los maestros góticos, la observación de la naturaleza y el
paisaje les daba a estos artistas una inclinación hacia el naturalismo que no se encontraba en
el gótico (Gombrich, 1992). Es decir, no lograban una similitud extrema con la realidad
contextual pero sí existía una intención naturalista que empezaba a establecerse en sus obras
Por otro lado, los artistas del Flamenco generaban una ilusión de perspectiva y profundidad
a través de ciertos recursos como colocando a los personajes en diferentes planos o cerca de
una ventana, más allá de que no conocían la novedosa perspectiva matemática de
Bruneleschi, a diferencia de los artistas florentinos, eran ingeniosos en la búsqueda de
diferentes técnicas y métodos de representación. Por ejemplo, el artista Jan Van Eyck fue el
encargado de crear una nueva fórmula para la pintura con pigmentos. Al enfrentarse a la
problemática que tenía con la pintura al temple por su secado demasiado rápido, Van Eyck
comenzó a preparar los pigmentos con aceite (en vez de huevo) y generó así la pintura al
óleo, a través de la cual pudo obtener transiciones más suaves y fundir mejor los colores
logrando los más exactos detalles en sus obras (Gombrich, 1992).
Otro artista destacado que fue un innovador para su época fue Konrad Witz. En su obra La
pesca milagrosa (ver imágen 4) representó una escena religiosa a la orilla de un lago. La
peculiaridad de esta obra y lo que demuestra que los artistas del Flamenco se interesaban
cada vez más por observar y representar la realidad que los rodeaba, es que se puede destacar
como el primer retrato de un paisaje real, el cual resultaba muy familiar a los burgueses de
Ginebra ya que en él reconocían el lago de Ginebra y entonces se sentían conmovidos e
identificados al ver que los apóstoles de las escrituras que el autor representó eran hombres
comunes como ellos, pescando en su propio lago (Gombrich, 1992).
Los hallazgos de los artistas florentinos y flamencos lograron una revolución artística ya que
fueron de gran influencia para el resto de Europa en donde descubrieron, gracias a ellos, que
las obras no debían restringirse únicamente a los temas religiosos sino que podían
experimentar en la reproducción de la realidad que los rodeaba (Gombrich, 1992).
Bibliografía
Gombrich, Ernst (1992) Historia del Arte. Alianza. Madrid.
Hauser, Arnold (2002) Historia Social de la Literatura y el Arte. Debate. Madrid.
Taller de reflexión artística III
Manuel Carballo
Imágenes
ANEXO
Lobodá Florencia
Diseño de indumentaria
1
04/04/2016
Imagen 1
Filippo Brunelleschi
Capilla Pazzi
Florencia, h.1430
Imagen 2
Masaccio
La Santísima Trinidad
(con la Virgen, san
Juan, y los donantes),
h. 1425-1428.
Fresco, 667 x 317 cm:
iglesia de Santa María
Novella, Florencia.
óleo sobre tabla: 132 x
Imagen 3
Donatello
San Jorge, h. 1445-
1416.
Mármol, 209 cm de
altura; Museo Nacional
del Bargello, Florencia.
Imagen 4
Konrad Witz
La pesca milagrosa,
1444.
Panel de un altar:
óleo sobre tabla; 132 x
154 cm: Museo de
Arte y de Historia,
Ginebra.